Guatemala, lunes 01 de junio de 2009 http://www.elperiodico.com.gt/es/20090601/opinion/102308/ Opinión: Guatemala en la Gran Depresión Lecciones de la Historia. Por: Dina Fernández La semana pasada estuve en una conferencia en Madrid sobre el efecto de la crisis financiera internacional sobre estados frágiles, organizada por la Federación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE), un think tank dedicado a las relaciones internacionales. Voy a aprovechar para compartir con ustedes algunas reflexiones en torno a ese tema. La situación actual se ha comparado varias veces con la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado. El jefe de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, un estudioso de esa era, ha explicado hasta la saciedad que está aplicando las lecciones aprendidas entonces para evitar que se repita el mismo tipo de debacle. Convendría entonces observar qué ocurrió en Guatemala en esa misma época. Los años previos a la Gran Depresión fueron de gran bonanza. La burbuja especulativa global infló los precios de todo, incluidos los del café. El año pico para la economía guatemalteca fue 1927. Al año siguiente ocurrió un primer declive que se pronunció el año del crash de Wall Street, es decir 1929. Sin embargo, cabe señalar que la caída continuó hasta 1933, un año después del punto que marca el nadir de las inversiones bursátiles en Nueva York. Las exportaciones no recuperaron el nivel de 1927 hasta una década más tarde, en 1938. ¿Si eso nos estaba pasando de puertas para afuera, qué ocurrió a nivel interno? Bueno, desde el momento en que se declaró “crisis del café” en 1928, empezó la tempestad económica pues los caficultores no tenían cómo pagar sus créditos. Y cuando la liquidez se contrajo, toda la economía cayó. Las importaciones se redujeron a la mitad, 5 de los 11 bancos del sistema quebraron, la recaudación fiscal se derrumbó (Q14 millones recaudados en 1927 contra Q8 millones en 1933). A esto añadan que la vulnerabilidad ambiental también cobró venganza. Hubo una erupción del volcán Santiaguito que destruyó varias cosechas de la costa sur. La situación política se tornó explosiva pronto: las rivalidades políticas se agudizaron, hubo al menos dos alzamientos militares, se acusó al régimen hasta de la primera explosión de una súper nova y al general Lázaro Chacón le acabó dando un derrame. Así se forjó el escenario para que llegara al poder el segundo gran dictador del siglo XX: el general Jorge Ubico, quien ganó las elecciones prometiendo “orden y progreso”. Según una nota de El Imparcial quedaban U$27 en la Tesorería cuando Ubico subió a la Presidencia. Sabemos qué fórmula adoptó el nuevo presidente para afrontar la crisis: redujo el gasto público drásticamente, renegoció la deuda externa y priorizó la cancelación de la misma. Abolió el peonaje por deuda en las grandes fincas, pero instauró las leyes de “vialidad” y control “de la vagancia”, lo cual le permitió emprender un vasto programa de construcción de carreteras sin pagarle a la enorme cantidad de indígenas que trabajó en ella. Multiplicó la infraestructura vial (quintuplicó las carreteras) y construyó edificios públicos (que hoy todavía usamos), pero se desentendió de impulsar la educación, la salud o los servicios básicos a nivel nacional. Ubico también protegió al incipiente sector industrial con exenciones de impuestos, altas tarifas a las importaciones y leyes específicas que regulaban el consumo interno. Hacia el final de la Gran Depresión, varias familias de clase alta habían quedado en la ruina, pero otras habían sabido posicionarse como ganadoras. Desde luego, todo esto lo hizo Ubico centralizando el poder y perpetuándose en él, de una forma megalómana y monstruosa, violando casi todos los principios republicanos y democráticos. La Gran Depresión fue profunda en Guatemala: contribuyó a que el modelo económico y la estructura social del país experimentara cambios de matices y actores, pero no lo transformó como en otras latitudes de América Latina, donde ocurrieron otros cambios catalizados por diferentes circunstancias y otro tipo de políticas. Vea www.dinafernandez.com.