Nuevos sabores y Nuevas TexTuras

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Nuevos sabores y nuevas texturas
A medida que los bebés crecen, aumentan sus necesidades nutricionales.
Os explicamos cómo ir ampliando y variando su alimentación.
y aromas que experimenten durante este
periodo, mayor será la aceptación de los
nuevos alimentos que vayan conociendo
y más variada será su alimentación en
etapas posteriores de su desarrollo.
Texturas y nuevos alimentos
Los bebés van aumentando progresivamente su peso y talla a medida que pasan
los meses, y a la vez aumenta su hambre y
sus necesidades nutricionales, porque llega un momento en el que la lactancia (ya
sea a través del pecho o utilizando leches
infantiles) no es suficiente y es el momento de introducir nuevos alimentos en la
dieta diaria: es el momento de iniciar la
alimentación complementaria.
En la mayoría de ocasiones, el primer
alimento que se ofrece a los bebés, alrededor de los 4-6 meses de edad, después
de la leche materna y las leches infantiles,
son los cereales sin gluten (elaborados a
base de arroz y maíz) o las frutas.
Posteriormente, después de 2 o 3 meses
tomando cereales sin gluten, se introducen en la alimentación las variedades de
cereales con gluten, generalmente entre
los 7 y los 9 meses de edad. El paso de
las variedades sin gluten, de composición más sencilla, a los productos con
una formulación más compleja, en la
que se combinan cereales con gluten
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con otros ingredientes como la miel, los
frutos secos, las galletas o el cacao, es
aconsejable hacerlo de forma gradual,
para poder ir apreciando más fácilmente
cómo se van tolerando los diferentes
ingredientes que se introducen en la
dieta del bebé.
Tiempos y sabores
Los nuevos alimentos deben introducirse
uno a uno, de forma variada, aportados
en pequeñas cantidades, que irán aumentando a medida que el niño las acepte y
con un mínimo de una semana de separación, tanto para comprobar la tolerancia, como para que el niño se acostumbre
a los nuevos sabores y las nuevas texturas. Los primeros alimentos tienen que
tener poco potencial alergénico.
En el caso de los sabores, hay que
intentar que los más pequeños tengan
una dieta con una gran variedad de
sabores desde las primeras etapas de la
diversificación de alimentos, puesto que
cuanto mayor sea la variedad de sabores
En el caso de los cereales infantiles, por
ejemplo, es recomendable ir cambiando de variedad y no utilizar siempre
la misma, y en la preparación de los
purés caseros, lo mismo. Es adecuado ir
combinando diferentes tipos de frutas
y verduras.
En el caso de los bebés, que están acostumbrados a tomar únicamente leche
materna o leches infantiles, empezar a
recibir alimentos con nuevos sabores,
colores y olores es fácil que de entrada
les produzca recelo e incluso rechazo.
Este punto hay que tenerlo siempre
presente a la hora de introducir nuevos
alimentos y recordar que sólo probándolos varias veces se consigue que los
bebés se acostumbren.
Un truco es introducir los nuevos
alimentos mezclados con la leche. Si
la introducción de un nuevo alimento
se hace con una base láctea (añadiendo
alguna cucharada al biberón que el bebé
toma de forma habitual), se aceptará
mucho más fácilmente.
En cuanto a las texturas, debemos
acostumbrar a los bebés poco a poco a
que los purés no estén completamente
tamizados, y triturar simplemente las
frutas y verduras con el tenedor o cortar
la carne y el pescado en pedazos pequeños. De este modo, evitaremos que se
acostumbren a texturas homogéneas,
que posteriormente dificultan la introducción de semisólidos y sólidos.
Para la introducción de nuevos alimentos, pueden ser útiles los cereales infantiles, de aroma y sabor suaves y agradables, como los nuevos cereales Blevit
Plus Duplo. Te ayudarán a hacer que tu
bebé se familiarice con nuevos alimentos y sabores de una forma natural.
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