Latermosolarconalmacenamientosupondrámásenergías renovables Las termosolares con almacenamiento serán imprescindibles para la incorporación de un mayor número de renovables según los últimos informes de la Asociación Europea de la Industria Solar Termoeléctrica. En la presentación de sus dos últimos estudios ha asegurado que prevalece el valor que aportan las centrales termosolares de este tipo frente al precio que supone su incorporación, donde su principal objetivo es alcanzar sistemas eléctricos libres de dióxido de carbono. Ambos estudios han determinado que para que los sistemas energéticos sean más eficientes y puedan facilitar la inclusión de otras tecnologías renovables es fundamental el valor de la gestionabilidad. Las termosolares con almacenamiento serán imprescindibles para la incorporación de un mayor número de renovables según los últimos informes de la Asociación Europea de la Industria Solar Termoeléctrica. La Asociación Europea de la Industria Solar Termoeléctrica (ESTELA) y la Organización Internacional de Energía Termosolar (STELA World) han presentado dos informes en los que se argumenta cómo el Valor que aporta las plantas termosolares con almacenamiento es imprescindible para la incorporación de un mayor número de renovables y, por tanto, para alcanzar sistemas eléctricos libres de CO2. Los dos informes, titulados El valor de la electricidad termosolar y El valor del almacenamiento térmico, determinan que la gestionabilidad es el valor fundamental que necesitan los sistemas energéticos actuales para ser más eficientes y facilitar la integración de las otras tecnologías renovables no gestionables o fluyentes. Estos estudios han sido elaborados con el objetivo de ofrecer una nueva perspectiva más allá del simple coste/precio en la comparación de las tecnologías renovables de generación eléctrica, poniendo en valor las ventajas del almacenamiento energético que ofrecen los sistemas gestionables. De esta forma, las nuevas medidas de inversión hacia una transición energética sostenible deberían ser planteadas, no sólo desde la perspectiva del coste en términos Capex/Opex de una central, sino teniendo en cuenta como factor esencial el valor que cada nueva central añade al sistema eléctrico de un país. Sobre esta base, las decisiones estratégicas con visión de futuro se abrirán camino hacia una combinación de energía mejor integrada y optimizada. La cifra del coste de generación, o del concepto académico del LCOE, no deben seguir siendo la base para la planificación del mix de generación futuro. “Además, más allá del mero impacto técnico en el sistema eléctrico del almacenamiento y la gestionabilidad, las políticas industriales, el empleo y el liderazgo tecnológico también deberían ser debidamente valorados por los responsables políticos, especialmente en nuestro país”, afirma Luis Crespo, presidente de ESTELA y secretario general de Protermosolar. El valor de la electricidad termosolar destaca que, de continuar dejando de lado el valor añadido de las tecnologías gestionables de cara a lograr los objetivos acordados en la COP 21 de París para los años 2030/2050, no será posible un sistema de energía libre de CO2 para entonces y pronto empezarán a saturarse las inversiones en este tipo de tecnologías. En un sistema energético, el Valor proviene esencialmente de la capacidad de almacenamiento de una planta y puede ser expresado tanto en términos operativos (despacho a las horas de demanda pico, horas de funcionamiento efectivo, ahorros de reservas rodantes, contribución a los servicios auxiliares del sistema,…), como en términos de capacidad adicional (ahorro en inversiones de nuevas centrales de respaldo). Según el informe El valor del almacenamiento, el exceso de generación de energía que se está dando en el mercado evidencia una creciente necesidad, tanto en países industrializados como en economías emergentes, de una integración de sistemas y tecnologías con capacidad de almacenamiento. Además del consecuente desaprovechamiento de energía que produce el exceso de generación ‘fluyente’ también puede conducir a bajos rendimientos en inversiones al reducir la retribución del mercado a quienes ofrecen el mismo producto inflexiblemente al mismo tiempo. Este último informe destaca que las plantas termosolares con almacenamiento parecen ser, hasta la fecha, casi la única opción viable. Además del valor añadido al sistema de energía en términos operacionales y de capacidad, añaden estabilidad inercial a la red y tienen un impacto macroeconómico altamente positivo. La tecnología de almacenamiento puede suministrar electricidad base como hacen las centrales eléctricas alimentadas con combustibles fósiles. Por ello, Luis Crespo considera que “en lugar de buscar soluciones a la sobrecapacidad puntual es mejor evitar dicha patología con una mayor componente de tecnologías con almacenamiento”. En este sentido, el informe señala que las plantas termosolares con almacenamiento y las plantas híbridas PV-CSP parecen ser, hasta la fecha, casi las únicas opciones viables a gran escala. ESTELA concluye que los reguladores de los sistemas energéticos de todos los países deben proporcionar un marco eficiente para la industria y los mercados de cara a conseguir una proporción más equilibrada entre tecnologías gestionables y no gestionables, para alcanzar los objetivos de penetración de las energías renovables en todo el mundo. ESTELA, cuya sede está en Bruselas (Bélgica) está constituida por las principales empresas europeas promotoras, ingenierías y fabricantes de centrales solares termoeléctricas y recientemente ha renovado sus estatutos para ampliar su ámbito a todo el arco mediterráneo. Protermosolar es la asociación que representa al sector español de la industria solar termoeléctrica y está integrada por cerca de 70 miembros. La tecnología termosolar, en la que España es líder a nivel internacional, ha irrumpido recientemente con fuerza en el panorama de las energías renovables a nivel mundial y es actualmente la que cuenta con mayor potencial de crecimiento por su gestionabilidad y capacidad de almacenamiento, por su elevada creación de empleo local y por su potencial de reducción de costes. La potencia instalada en España es de 2.304 MW y la contribución de las empresas españolas en los en los mercados internacionales es del 70%.