Egipto, Sudán y Etiopía: cuestión de agua Iluminada Armas Rodríguez DNI: 78409239-Z Historia del Islam Contemporáneo 2006/2007 Mapa del Nilo con sus principales fuentes y construcciones hechas para su explotación. Fuente: Ashok Swain, Ethiopía, The Sudan, and Egypt: The Nile River Dispute, Cambridge University Press, Vol.35, Nº 4. (Dic., 1997), pp. 675-694. Índice Introducción ..............................................................................................................................................3 ● Dónde nace el Nilo ....................................................................................................... 4 ● Breve introducción histórica ........................................................................................ 4 Relaciones entre los países de la cuenca este del Nilo ...................................................................... 8 ● Egipto-Sudán ................................................................................................................. 8 ● Etiopía ............................................................................................................................. 8 ● Esfuerzos para lograr la cooperación ......................................................................... 9 ● Conclusiones ................................................................................................................ 10 Tratados y acuerdos sobre el Nilo ........................................................................................................ 11 ● Perspectiva egipcia: derechos históricos ................................................................. 12 ○ Gamel Abdel Naser ........................................................... 12 ○ Anwar al-Sadat ................................................................... 13 ○ Hosni Mubarak .................................................................... 14 ● Contextos bélicos......................................................................................................... 14 Soportes de la economía egipcia ....................................................................................................... 14 ● Fines económicos perseguidos ................................................................................... 16 Actuales iniciativas y proyectos .......................................................................................................... 17 Conclusiones generales y propuestas o posibles soluciones a la problemática ........................... 17 Bibliografía .............................................................................................................................................. 18 Introducción Egipto y Nilo, son indudablemente la misma cosa. Hay muchas ciudades que históricamente han surgido a orillas de un río pero en esta ocasión se trata de un país entero. Y si existe algún país cuya historia esté tan arraigada a un río que sea imposible entender sus orígenes sin la existencia de éste, hablamos de Egipto. Pero el 86% del agua con la que Egipto riega sus campos procede de Etiopía, sin que este país pueda usar ni una pequeña parte de tal cantidad. Se trata de agua que fluye por el Nilo Azul y es consecuencia de las lluvias que caen en sus montañas. El Egipto colonial basó sus relaciones internacionales en esta materia sobre los diálogos con Sudán cuando quizás debería haberlas establecido primero con Etiopía: Egipto sin Sudán, no muere; sin Etiopía, sí. Pero este hecho no se demostró científicamente hasta el pasado siglo y no quedó demostrado hasta que tuvieron lugar las devastadoras sequías etíopes, y por extensión egipcias, de las décadas 70 y 80. La finalidad del siguiente trabajo es sentar las bases para la posterior profundización por parte del lector en un problema que no es nada simple: el reparto del agua en el continente más seco del mundo. Ha sido estructurado siguiendo un esquema lógico y tratando de unir y recoger todos los ámbitos por los que se mueve nuestro estudio estableciendo relaciones entre ellos ya sean por cronología o por temática. Comenzaremos pues con una breve introducción sobre las fuentes del Nilo que pretende situarnos en un mapa, a menudo olvidado, y cambiar nuestra primera e inocente perspectiva de Norte a Sur por la de Sur a Norte. Una vez situados a los 1135 metros sobre el nivel del mar del Lago Victoria, proseguiremos el viaje al pasado remontándonos a los usos iniciales de las aguas de este río, argumento importante porque aun hoy es esgrimido para reivindicar derechos históricos sobre ellas. Aquí veremos cómo se empiezan a ver relaciones, aunque tímidas, entre los tres países que tratamos: Sudán, Etiopía y Egipto. Por eso el siguiente paso de nuestro recorrido nos llevará a las relaciones entre dichos estados en la actualidad. A continuación enumeraremos los distintos esfuerzos y proyectos que se han llevado a cabo a lo largo de la historia reciente para lograr la cooperación no sólo entre estos países sino entre todos los que integran la cuenca del Nilo. Tras un pequeño alto para sacar conclusiones hasta lo que aquí se haya presentado, se citarán los tratados, acuerdos y protocolos que hayan tenido como objeto principal el Nilo y la utilización de sus recursos acuáticos. Se expondrá asimismo la perspectiva histórica egipcia sobre cada uno de ellos y haremos un repaso por los presidentes egipcios tras la revolución de 1952 y sus principales acciones con referencia a nuestra temática. Seguidamente pasaremos al ámbito económico y a los principales sectores de la economía egipcia para comprender mejor el último apartado del epígrafe dedicado a los tratados en el que intentaremos hacer referencia a los fines económicos que se perseguían con los acuerdos firmados. A modo de resumen recordaremos esquemáticamente las iniciativas y los proyectos que actualmente se están llevando a cabo en estos tres países. Y, para finalizar nuestro análisis-recorrido, estableceremos nuestras conclusiones y haremos públicas una serie de modestas propuestas para la solución a este problema que a lo largo de la elaboración de este trabajo han aparecido en nuestras mentes y hemos consultado con geógrafos experimentados en temas de desarrollo sostenible y estudiantes avanzados de ingeniería agrónoma con interés por los recursos hídricos del planeta. La historia más antigua de la Humanidad, con sus anécdotas y antojos; las estrategias políticas, unas veces expertas y otras veces simples reacciones infantiles; los organismos internacionales, creados para la colaboración y el trabajo en equipo o para desequilibrar y remover las consciencias; los proyectos, clandestinos o anunciados a bombo y platillo; y los usos de la fuerza ante actos considerados como grave amenaza, se mezclan en este apasionante tema sin que la persona que se aproxime al mismo pueda pasar distraída sobre él. ● Dónde nace el Nilo El Nilo fluye por 6700 kilómetros de tierra atravesando de diez países en el noreste de África -Rwanda, Burundi, República Democrática del Congo, Tanzania, Kenia, Uganda, Eritrea, Etiopía, Sudán y Egipto- antes de llegar al Mar Mediterráneo situándose como el río más largo del mundo. Sus dos principales afluentes convergen el Jartún: el Nilo Blanco, que nace en Burundi y fluye por los Lagos Ecuatoriales, proveyendo una pequeña pero constante cantidad de agua que nace de los glaciares de la cordillera Ruwenzori (“el que da la lluvia”), mientras el Nilo Azul, que padece altas fluctuaciones estacionarias, desciende por las desiertas tierras altas de Etiopía. Estos dos afluentes suponen el 86% de las aguas del Nilo -el Nilo Azul un 59%, el Baro-Akobo (Sobat) un 14%, el Tekesse (Atbara) un 13%- mientras que la aportación de los Lagos Ecuatoriales es solamente de un 14%. En 1993 se calculó que los 263 millones de personas que habitaban estos países estaban entre los más pobres del mundo. La mitad de esta población depende del Nilo, cuyas pérdidas anuales son modestas para un río tan importante como éste. Además, las variaciones en el cauce de los afluentes etíopes según sea estación húmeda o seca implica que el agua que llega a Egipto también varía considerablemente (desde los 104 mil millones de metros cúbicos en un buen año como lo fue 1946 hasta los 45 mil millones en 1913, cuando hubo muy pocas lluvias). Asimismo, la media del cauce anual del Nilo ha disminuido en Asuán: desde 1100 mil millones de metros cúbicos durante 1870-99 hasta 81 mil millones durante 1954-96. Como ya sabemos, el Nilo favoreció el florecimiento de las civilizaciones antiguas en sus bajos dominios de Egipto -y también, por todo ello, en sus altos y medios- y para los habitantes de estas tierras se trataba de un río sagrado, conocido como el Dios Hapi. Harodotus, el famoso historiados griego del siglo V a.C., acuñó la frase “Egipto es el regalo del Nilo”, y la dependencia de una nación que creció rápidamente por causa de este río así lo confirma. Desde tiempo inmemorables, los egipcios han usado la mayoría de las aguas del Nilo. ● Breve introducción a los usos históricos del Nilo por países. Egipto y Sudán El Nilo ha provisto a Sudán y a Egipto de la base de su desarrollo económico desde el comienzo de la agricultura en la zona hace unos 7000 años. La irrigación artificial comenzó hace 5000 años y continuó sin cambios hasta principios del siglo XIX, cuando el uso de las aguas del Nilo aumentó considerablemente. A finales del XIX, la expansión agrícola estaba limitada a la disposición del agua durante la temporada baja del curso del río. Esto condujo a la necesidad de almacenar el agua anual en la presa de Asuán construida en 1903 y posteriormente ampliada en 1912 y 1934. Más tarde se construirían presas en Sennar (1925), Jebel Aulia (1937), Roseires y en Khasm el Girba (1966). En los años siguientes, la total disponibilidad de las aguas del Nilo, más allá de sus temporadas, se convirtió en un límite y la principal razón para la construcción de la Alta Presa de Asuán en 1963. La gran capacidad de esta presa permite que el cauce del Nilo varíe cada año sin que de las cosechas dependan de ello. Es más, en los últimos años, el uso del agua proveniente del Nilo ha aumentado a la vez que lo ha hecho la población. Así, Egipto y Sudán no sólo se enfrentan al continuo crecimiento poblacional sino además con la limitada disponibilidad del Nilo para el desarrollo y sus expansión agrícola. Se estima que la cantidad de agua que debería llegar al Mediterráneo de no mediar el ser humano sería de unos 80 mil millones de metros cúbicos al año. Esto equivale a unas pérdidas de menos de 3 mm por año sobre el total de los 2,9 millones de km2 de depósito, la décima parte de la superficie de África. De este modo, no nos sorprende la variedad del flujo del Nilo a partir de un pequeño cambio de las lluvias que tendrá como resultado un número mucho mayor de pérdidas. El agua de lluvia que no llega al mar es contabilizada como evaporación o transpiración debido a la vegetación y a la evaporación del agua de las superficies de lagos y del río mismo. El uso del agua es principalmente por irrigación. Otros usos son los industriales y domésticos y por reservas y canales hechos por el hombre. Actualmente, la cantidad de agua que llega al Mediterráneo es de 17 mil millones de metros cúbicos. Nos centramos en el uso del agua en Egipto y Sudán pues éstos han sido los países que mayor provecho han sacado del Nilo a lo largo de toda la historia. Hasta la apertura de la Alta Presa de Asuán, se hablaba de “agua oportuna” refiriéndose a la requerida para el periodo de febrero a julio cuando el cauce natural del río es insuficiente. Cuando se completó la obra de Asuán, con gran capacidad de almacenamiento, el concepto de agua oportuna no siguió siendo relevante y pasó a llamar más la atención el uso total anual de agua Egipto. En la época antigua, el Nilo inundaba las arenas que lo bordeaban y las amplias áreas adyacentes. Cuando el agua se retiraba y el río volvía a su cauce habitual, dejaba tras de sí una capa de cieno o limo, un tipo de lodo blando. Fue ahí donde tuvo lugar la primera actividad agrícola gracias a los lugareños que comenzaron a sembrar semillas en estas tierras regadas y fertilizadas de manera natural. Los datos arqueológicos sugieren que esta actividad agrícola se remontó al 5200 a.C. Primera forma de irrigación artificial Fuente:Butzer, 1976 Shadoof responsable de la 2ª revolución agrícola Fuente: Butzer, 1976 La primera revolución agraria tuvo lugar con la irrigación artificial que su fase más primaria y básica fue establecida por la Primera Dinastía en el 3050 a.C. Aunque este control del flujo de las aguas fue un avance importante, las variaciones en el nivel anual del cauce seguían siendo críticas y la irrigación sólo era posible durante la temporada de las lluvias con cosechas de invierno. La segunda revolución agrícola fue la que desencadenó la irrigación en altura ya en la Décimo octava Dinastía (1550-1307 a.C.) con la introducción del shadoof, y derivada de la rueda persa o saqia en la Dinastía Ptolemaica (323-30 a.C.), capaz de elevar grandes cantidades de agua. Estos mecanismos de elevación permitieron elevar la estabilidad en la producción aun años de sequía y limitadas cosechas en verano. El sistema de irrigación continuó sin grandes cambios hasta mediados del siglo XIX Muhammad Ali Basha se convirtió en el gobernador khedewy de Egipto en 1805 y advirtió que renta del país provenía de la agricultura y decretó que la tierra cultivable debía repartirse entre la población y que se debían introducir nuevos cultivos como el de la caña de azúcar, vegetales, fruta y especialmente algodón. Éste cultivo necesitaba especial atención ya sólo podía ser plantado antes de la temporada de crecida del río, requería un riego regular y protección contra la inundación. Los ingenieros asesores de Ali Basha determinaron la necesidad de construir represas en la zona del delta para controlar el nivel del agua. Comenzaron a construirlas en 1843 pero por diversas dificultades no fueron terminadas hasta 1861. Actualmente se utilizan como puentes de carretera y se conservan como monumentos. Otro dato relevante de esta época fue el efecto de la Guerra Civil Americana que contribuyó a elevar el precio del algodón egipcio y animó a su cultivo. A finales del siglo XIX, la producción agrícola forzó a la construcción de la Presa de Asuán debido a las sequías. La primera del siglo XX vio numerosos avances en los sistemas de irrigación. La primera presa de Asuán fue terminada en 1902 con capacidad para 1 km 3 y fue elevada con posterioridad en 1912 y 1934 para incrementar su capacidad hasta los 5.1 km3. Así se incentivó la irrigación continuada de los campos y la construcción de futuras represas: Zifta, Esna, Nag Hammadi y Edfina. La inauguración de la Alta Presa de Asuán en 1963 constituyó la revolución más reciente en la agricultura egipcia. La capacidad de ésta es de 162 km3 haciendo a Egipto virtualmente independiente de las variedades anuales en el caudal del Nilo. Después de 7000 años de sufrir sequías, los inconvenientes de una presa se hacen inexistentes pero lo cierto es que con este sistema se destruye la riqueza mineral del suelo y a largo plazo dificulta el cultivo. Años Población estimada en millones Área cultivable (has) Área cultivada (has) Intensidad del cultivo (%) 1821 2,51 a 4,23 3053 3053 100 1846 4,50 a 5,29 3746 3746 100 1882 7,93 4758 5754 121 1897 9,72 4943 6725 136 1907 11,19 5374 7595 141 1917 12,72 5309 7729 146 1927 14,18 5544 8522 154 1937 15,92 5312 8302 156 1947 18,97 5761 9133 159 1960 26,09 5900 10200 173 1966 30,08 6000 10400 173 1970 33,20 5900 10900 185 1975 37,00 5700 10700 188 1986 49,70 6000 11400 190 Sudán. La irrigación en Sudán comenzó en el norte del país de la misma forma que lo hizo en Egipto, con la primera forma de irrigación básica sobre el 3000 a.C. La irrigación de la cuenca junto con la irrigación en altura usando el shadoof y la saqia continuó aplicándose sin cambios hasta el siglo XX. La primera irrigación moderna se desarrollo en Zeidab en 1906 dónde se cultivaba algodón a través de un sistema de pompeo de agua. En 1910 se formó el Sindicato de Plantación de Sudán que empezó su primer trabajo en Taiba. Este proyecto fue un éxito que animó a la realización de muchos otros como el de 6000 ha en Barakat en 1914 o el de 30 000 ha en Wad el Nau tan solo siete años más tarde. La mayor extensión irrigada en Sudán se alcanzó en 1925 con la Presa de Sennar en el Nilo Azul y que irriga una extensión total de 300 000 hectáreas situadas en Gezira. Tras la independencia, el gobierno de Sudán estas extensiones fueron aumentando considerablemente y en paralelo se fueron desarrollando, junto con estos métodos de irrigación, los de bombeo tanto en el Nilo Azul como en el Nilo Blanco. La expansión de Gezira se basó en la disponibilidad de agua durante la estación seca que se embalsaba en Roseire desde su construcción en 1966 sobre el Nilo Azul (ver circunstancias del proceso en el apartado de tratados y acuerdos sobre el Nilo). La expansión por su parte del Nuevo Halfa se debe en la misma medida a las reservas de la presa de Khasm el Girba también terminada en 1966 sobre el río Atbara. Cabe señalar por último la construcción de la presa en Jebel Aulia en 1937 sobre el Nilo Blanco justo en lo alto de su confluencia con el Nilo Azul. Años Población estimada en millones Área cultivable (has) Área cultivada (has) Intensidad del cultivo (%) 1905 3? 100 ? ? 1930 5? 400 ? ? 1940 6? 1100 ? ? 1957 10,3 2245 1216 54 1970 14,3 3218 2348 73 1980 19,2 4385 3600 82 1986 22,6 4155 2772 67 Sobre el uso municipal e industrial del agua en estos países hemos encontrado muy poco datos que se reducen a un total de 2,10 km 3 (1,78 de agua potable y 0,32 de agua con fines industriales) en 1980 y 4,84 km3 (3,47 de agua potable y 1,37 de agua usada en industrias) en el 2000. Etiopía Los etíopes concibieron el Nilo como algo propio a partir de la Edad Media y prueba de ello son los documentos literarios que aun se conservan de aquella época. Pero este sentimiento de propiedad se agudizó durante los primeros años del siglo XX, cuando en Etiopía comenzaba a formarse una identidad nacional y se asoció el Nilo Azul como un rasgo de ello. Por otro lado estaba Egipto que, bajo mandato inglés, había perdido el control sobre la zona alta así como el contacto con las verdaderas fuentes del río. De esta manera, el Nilo perdió su importancia como enlace en la historia de los dos países. Egipto y Etiopía no tienen frontera común pero aun así sus historias están conectadas. Su historia común culmina con una serie de conflictos y crisis que, tras la política y las estrategias, han dejado ver que en el auténtico cariz de los asuntos subyacen unas profundas diferencias culturales. Para lo egipcios, Etiopía siempre ha significado la fuente de su Nilo y, aunque esto sólo se hizo científicamente probable en el siglo XX, los gobernadores de Egipto lo han tenido bien presente desde tiempos inmemorables. Es más, estaban convencidos de que los etíopes eran capaces de impedir el flujo del Nilo Azul. Desde que el Islam comenzó a tomar fuerza, comenzaron a forjarse conceptos sobre Etiopía. La cristiana Etiopía era un asunto de controversia dentro del Islam. Por un lado, a ojos de los primeros musulmanes, Etiopía encarnaba el mal y el peligro, y por otro, a ojos de los más moderados, era simplemente un vecino inocente. Cuando Egipto se convirtió el centro del Islam durante el período mameluco (de 1250 a 1517) y Etiopía vivía su edad dorada bajo la dinastía salomónica (de 1270 a 1529) se retomó el diálogo entre ambos países que sirvió para reformar las respectivas concepciones de uno y otro. A finales del XIX, cuando la Egipto comienza a agitarse con nuevas ideas políticas, Etiopía vuelve a ser relevante. Derrotando a la armada egipcia en 1876, los etíopes frustraron el plan de conectar el Mar Rojo con Jartún y socavaron la oportunidad egipcia para controlas Sudán. Seguidamente, los nacionalismo egipcios han reintepretado su concepción etíope en términos contradictorios. Para los militares se trataba de un enemigo que había destruido la unidad del valle del Nilo, para las facciones más liberales de Egipto era en cambio, un vecino amistoso. En los años 30, con la exaltación del nacionalismo árabe, Etiopía, que hacía frente a una agresión por parte de Mussolini, fue percibida como ejemplo de revuelta anticolonial. Durante los años 50 y 60, la imagen de Etiopía estuvo relacionada con los conflictos que la enfrentaron a Somalia y a Israel por sus pretensiones en el cuerno de África así como con las estrategias de Gamel Abdel Naser con su silenciamiento a Etiopía en los tratados sobre el asunto del agua y la construcción de la Alta Presa de Asuán. La sequía debida a las escasas lluvias de 1987 dejó claro a Egipto que Etiopía no podía seguir siendo ignorada en dichos acuerdos. El ambicioso proyecto de la Alta Presa no había sido la solución a todos los problemas. Relaciones entre los países de la cuenca este del Nilo ● Actualidad Egipto-Sudán Egipto depende totalmente del agua del Nilo ya que un 95% del total de la cantidad que se usa cada año proviene de él. Aunque hay pocos datos fiables de los recursos hídricos de Egipto, a raíz de un estudio del Banco Mundial que se ha mantenido en secreto, es patente desde un estudio independiente que las perspectivas de futuro son la escasez. Con la población aumentando un millón cada nueve meses, más agua se hará necesaria para suplir las necesidades básicas y para los cultivos. A ello se le debe sumar la imparable evaporación del Lago Naser. Cerca de un 50% de la comida en Egipto es importada y ello lleva a los agricultores a utilizar una mayor cantidad de agua para alcanzar un nivel razonable de “seguridad alimenticia”. Sudán, por su parte es el país más largo de todo el continente africano y su población ronda los 26 millones con una tasa anual estimada de crecimiento del 2,8 %. las áreas del norte reciben lluvias muy pocas veces y por ello su agricultura depende totalmente de la irrigación. Gracias al tratado de 1959, varias presas fueron construidas y aun hoy se sigue estudiando la necesidad de seguir construyendo presas ante las crecientes demandas de sus habitantes. Para empeorar las cosas, ciertas áreas han experimentado un incremento en la desertificación y la degradación de sus tierras. Los planes de futuro en el Sudán se centran en los depósitos del alto Atbara y actualmente se encuentran realizando trabajos para elevar la presa de Roseires, y con ello su capacidad, y en la construcción de otras. Tras el período de acercamiento durante el mandato de Nimeiri a la política egipcia con la firma en 1982 de un pre-acuerdo por el que se entendía una integración de las políticas de los dos países, las relaciones entre Egipto y Sudán se han deteriorado considerablemente tras la expulsión de Nimeiri en 1985. Hassan al-Turabi, el líder del Frente Islámico Nacional de Sudán ha intentado acabar con el abastecimiento de agua para Egipto cambiando el curso del Nilo a lo que Mubarak respondió al más puro estilo de Sadat, en Al-Akber: “Aquellos que juegan con fuego allá en Jartún... nos están empujando la confrontación y a defender nuestros derechos y nuestras vidas” Egipto muestra interés por la creación de más plantas de energía hidroeléctrica en la cuenca alta, concretamente en Sudán. Además, las sospechas mutas entre Jartún y El Cairo están a punto de reducir las posibilidades de unir esfuerzos para la consecución de objetivos entre ambos vecinos. Etiopía El tercer país sobre el que queremos centrar nuestro análisis es Etiopía, citado como “el gran desconocido1” por Ashok Swain. Lo cierto es que Etiopía no ha firmado ni legado a ningún acuerdo ni con Egipto ni con Sudán sobre el reparto de las aguas del Nilo. Se duda sobre si la caída de Haile Selassie fue inminente como efecto de la hambruna Welo sufrida durante los años de 1972 a 1974 que confirmaba la falta de voluntad política y de recursos económicos para desarrollar un sistema de abastecimiento de agua en el país. Después del fracaso de dicho emperador, Mengistu Haile Mariam proclamó a Etiopía como un estado marxista. Las tensiones surgieron entre Etiopía y Egipto particularmente tras el tratado de paz entre éste último e Israel en 1979 por el que Anwar al-Sadat cedía a la fórmula “water for peace” con Israel. Así ese mismo año, Mengistu trató de reducir el cauce del Nilo Azul por lo que obtuvo la amenaza de Sadat en los siguientes términos: “Si Etiopía lleva a cabo alguna acción para bloquear nuestro derecho al agua del Nilo, no nos dejará más alternativa que el uso de la fuerza”2. Los movimientos de la cúpula militar encabezada por Mengistu para establecer a 1,5 millones de etíopes a lo largo de los principales afluentes que dan vida al Nilo falló debido a una planificación poco adecuada y eficaz. Antes de su caída del poder en 1991 por los mismos motivos que habían llevado al fracaso a su predecesor Haile Selassie, es decir, una hambruna severa, Mengistu recurrió desesperado a Israel, al que antes había condenado como país sionista, para lograr el apoyo de Estados Unidos. De esta forma, varios ingenieros israelíes acudieron a Etiopía para ayudar en labores de desarrollo mientras Egipto ponía todo su empeño en bloquear un préstamo solicitado por Mengistu al Banco para el Desarrollo Africano. 1 2 A. Swain, “Ethiopia, the Sudan, and Egypt: The Nile River Dispute”, en The Journal of Modern African Studies, 35, 4 (1997)pp. 675-694. Cambridge University Press, 1997. Raj Krishna, “The Legal Regime of the Nile River Basin”, en Joyce Starr y Daniel C. Stroll (eds.), The Politics of Scarcity: water in the Middle East (Boulder, CO, 1988) pp 23-41. Aunque la deforestación y la degradación del suelo ha afectado a la producción la gran mayoría de los etíopes siguen viviendo en las montañas, lo que representa el 40% del territorio total del cual el 90% depende directamente de la lluvia. Esto implica que el 80% de la población más el 60% del ganado nacional, se concentran en una pequeña porción de tierra dependiente al máximo de las lluvias. Los líderes recientes de Etiopía tienen claro que la principal necesidad de su país es asegurar el alimento teniendo en cuenta las hambrunas de los 70 y 80. Desde su proclamación en mayo de 1995 como la República Federal Democrática de Etiopía, los estado regionales han puesto presión al gobierno para desarrollar los recursos nacionales en materia de agua. El Ministro para Recursos de Agua, admitiendo que la cuestión de los alimentos es el principal objetivo del gobierno, explicó en 1996 que Etiopía no tiene otra opción sino incrementar la producción agrícola a través de la obtención de agua del Nilo por un reparto equitativo de las mismas. Pero Etiopía no pretende con estas declaraciones repetir los intentos de apropiarse unilateralmente y por sorpresa del agua del Nilo Azul. Ese mismo año, el parlamento aprobó la construcción de dos pequeñas presas para la producción de energía hidráulica. Aun no se ha hecho pública la cantidad que Etiopía necesitaría tomar del Nilo Azul para sus propósitos pero los entendidos aseguran que sería menos de la parte que se llevan Sudán y Egipto. Etiopía vive en la actualidad un período de estabilidad política que nos ayuda a entender el aumento del apoyo financiero desde las potencias occidentales. De hecho, en Addis Abeba existe una confianza en la posibilidad de alcanzar soluciones diplomáticas tanto con Sudán como con Egipto. ● Esfuerzos para lograr la cooperación Si tenemos en cuenta la existencia de unos cuantos frágiles y bilaterales acuerdos, particularmente entre Egipto y Sudán, algunos intentos han sido logrados gracias a una más amplia cooperación entre los países de la cuenca del Nilo, principalmente gracias a las aportaciones de los países de los lagos ecuatoriales. Hydromet. En 1967, Egipto, Kenya, Sudán, Tanzania y Uganda junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y con la Organización Mundial Meteorológica, decidieron evaluar los niveles del agua del Lago Victoria para colaborar en su control y regulación así como los resultados de su cauce hacia el Nilo. A este proyecto se le dio el nombre de Hydromet. Más tarde se unieron al proyecto Burundi y Rwanda pero Etiopía, el mayor responsable de las aguas sometidas a estudio, no se decidía. El grupo UNDUGU. En 1977, Egipto y Sudán invitaron a los países del este de África a participar en una comisión de todos los países ribereños para planificar el desarrollo de os recursos hídricos en la cuenca. Se proponía que fuese un entorno para la negociación pero los únicos interesados eran los dos países promotores de la idea pues los otros no tenían esperanzas de poder salir beneficiados de lo que allí se acordara. Aun así, siguiendo la anterior iniciativa, los ministros de recursos hídricos de Egipto, Sudán, Tanzania, Uganda y Congo, participaron en una reunión en Bangkok en 1986. Etiopía estuvo representada por el embajador de Francia. Todos los presentes estuvieron de acuerdo en emprender acciones para promocionar y establecer una cooperación efectiva entre los países ribereños. Pero a pesar de disponer de la ayuda económica de las Naciones Unidas y de haber organizado un segundo encuentro de ministros en Addis Abeba en enero de 1989, la falta de interés por los países de la cuenca hizo que estos los esfuerzos resultaran inútiles. Tecconile. Después de haber realizado el primer proyecto hidro-meteorológico, los ministros de recursos hídricos de los primeros cinco países mencionados más el ruandés, acordaron en Kampala en 1992 crear el Comité Técnico para la Promoción del Desarrollo y la Protección Medioambiental de la Cuenca del Nilo (Tecconile). Tras varios encuentros en el marco del Tecconile, se ha logrado el boceto de un Plan de Acción para la Cuenca del río Nilo (NRBAP: Nile River Basin Action Plan). Las conferencias, conocidas con el nombre de Nilo 2002, han reunido anualmente a los técnicos expertos de cada país ribereño para intercambiar puntos de vista y planes de futuro. La Iniciativa de la Cuenca de Nilo (NBI: the Nile Basin Initiative). Sobre las iniciativas del Tecconile y del NRBAP, surge la NBI, creada en febrero de 1999 para la persecución de un desarrollo sostenible, para la organización de las aguas del Nilo y para lograr un trabajo conjunto aceptado por todos los países de la cuenca. Sus miembros son_ Burundi, República Democrática del Congo, Egipto, Etiopía, Kenya, Rwanda, Sudán, Tanzania y Uganda. Todos ellos se han comprometido a cumplir este objetivo y creen que la participación de esta amplia red de países de la cuenca atraerá el apoyo internacional haciendo más factible la consecución del fin. Sus objetivos son: 1.- desarrollar los recursos hídricos de los países de la cuenca de manera sostenible y equitativa para asegurar la prosperidad y la seguridad para sus gentes. 2.- asegurar la organización eficiente y el óptimo uso de sus recursos. 3.- asegurar la cooperación entre los países de la cuenca buscando el beneficio de todos. 4.- conseguir erradicar la pobreza y promover la integración económica. 5.- asegurar que los resultados del programa se cumplan. El programa estratégico de acciones de la NBI comprende dos sub-programas: una visión compartida del programa y una acción subsidiaria del programa. La visión compartida consiste en aquellas medidas emprendidas por todos los países miembros. La principal tarea es la creación de un ambiente de investigación a través de una serie de actividades y proyectos. La acción subsidiaria del programa consiste en las medidas que serán emprendidas por un grupo de países y comprende la colaboración en proyectos que requieran dos o más países. La estructura de la NBI esta presidida por un Consejo de Ministros (Nile-COM), que es el máximo organismo para la toma de decisiones.. esta formado por todos los ministros de recursos hídricos de los países miembros y la titularidad de su Silla va rotando anualmente. El Nile-COM se apoya en en Comité de Asesores Técnicos (Nile-TAC) que divide sus funciones entre la asesoría y la preparación de proyectos. El Secretariado (Nile-SEC) tiene la función de preparar y llevar al día la documentación de los proyectos emprendidos con el apoyo del Nile-TAC. Consorcio de Cooperación Internacional sobre el Nilo (ICCON): tras su puesta en marcha, los países de la NBI hicieron una llamada a la comunidad internacional para quien estuviese interesado en apoyar la iniciativa. El Nile-COM pidió al Banco Mundial actuar como colaborador en la organización del ICCON. El objetivo de este organismo es la búsqueda de apoyo coordinado y transparente para la obtención de proyectos de recursos hidrícos en la cuenca del Nilo. En mayo de 2001, el Banco Mundial anunció el establecimiento de un fondo e invitó a los donantes a participar del encuentro en Génova ese mismo año. En junio de 2001 se hizo efectiva la donación por parte de países como Inglaterra, Canadá y Alemania de 140 millones de dólares a los diez países ribereños en lo que se consideró la primera etapa de una serie de donaciones que alcanzarán el total de tres mil millones de dólares americanos para proyectos de visión compartida. Las negociaciones se han visto empañadas por la defensa de Etiopía de hacer valer sus derechos sobre acciones unilaterales escudándose en el hecho de que el tratado de 1959 fue prácticamente unilateral y aun sigue vigente. Plan de Acción de la Cuenca Baja del Nilo Este. (ENSAP) Este plan inicialmente engloba las medidas de prevención de inundaciones y división de las aguas, junto con un proyecto de simulación de una planta de energía hidroeléctrica, entre Etiopía y Sudán en el Baro, Akobo y el río Birbir. Etiopía ha propuesto una serie de proyectos de irrigación y dos plantas de energía hidroeléctrica para ejecutarlos dentro de la ENSAP. ● Conclusiones La prevaricación, las tensiones y la corrupción han existido siempre en las relaciones internacionales. En las últimas cuatro décadas, Egipto ha anunciado constantemente que si cualquiera de los países de la cuenca alta influye en el curso del Nilo se vería obligado a hacer uso de la fuerza a pesar de los usos que ha dado al para fines políticos con países que ni siquiera se encuentran en la cuenca del Nilo. Con medidas como estas, los tratados han alcanzado niveles peligrosos. Pero no hay que olvidar que Egipto ha sido el país que más depende del Nilo y lo ha sido desde sus comienzos. Sin el Nilo, Egipto no existiría. Es decir, no existe un país en toda África que guarde mayor vínculo con este río que Egipto. Se podría considerar como Patrimonio Nacional, al igual que el Amazonas lo es, o debería serlo de Brasil. Por ello, los usos del agua con fines políticos se encuentran justificados en gran medida y carecen de importancia si, al fin y al cabo, ese agua iba a parar a manos egipcias. El uso que esas manos hicieran de ella debe resultar indiferente para los miembros de la cuenca. Pero más allá de toda polémica, la Iniciativa de la Cuenca del Nilo ofrece esperanzas de cambio en la persecución de un desarrollo sostenible y de la gestión correcta de las aguas del río. Tratados y acuerdos sobre el Nilo ✔ Abril de 1891: firma de un Protocolo ente Inglaterra e Italia para la demarcación de las respectivas esferas de influencia en el África Este. ✔ Mayo de 1902: Acuerdo entre Etiopía e Inglaterra en nombre de Egipto y Sudán. ✔ Diciembre de 1906: Acuerdo entre Francia, Italia e Inglaterra. ✔ Diciembre de 1925: Acuerdo entre Italia e Inglaterra. ✔ Mayo de 1929: Acuerdo sobre las aguas del Nilo entre Egipto (Inglaterra) y Sudán. ✔ 1948-1953: Acuerdo sobre la Presa de las Cataratas Owen entre Egipto (Inglaterra) y Uganda, Kenia y Tanganika. ✔ Noviembre de 1959: Acuerdo sobre las aguas del Nilo. ✔ 1960: Protocolo para el establecimiento de un Comité Técnico Conjunto Permanente para la cooperación de proyectos acordados entre Egipto y Sudán. La prosperidad traída por el Nilo a un vasto y árido desierto atrajo a los invasores. Tras la caída del Imperio Otomano, Egipto quiso el control de las fuentes del Nilo y lo hubiera conseguido de no ser por la feroz defensa etíope de Yohannes IV en dos batallas decisivas: Gundet en 1875 y Guta en 1876. La penetración de los colonizadores en el continente y la limitación de sus áreas de influencia supuso el control de Inglaterra sobre Egipto desde finales del siglo XIX hasta 1937 y sobre Sudán desde 1899 hasta 1956. Italia, por su parte, entró en el cuerno de África vía Etiopía y Eritrea, mientras que Francia y Bélgica llegaron a ser vecinos coloniales en el Ecuador del continente. Durante el período colonial se firmaron gran cantidad de tratados en los que se tomaba consciencia de la prioridad egipcia sobre las aguas del río. Uno de estos tratados fue el protocolo alcanzado por Inglaterra e Italia en abril de 1891 en el que definían sus esferas de influencia en el este de África y se disponía la imposibilidad de construir cualquier tipo de proyecto de irrigación en Atbara, una fuente del Nilo que se originaba en Etiopía. En mayo de 1902, Etiopía e Inglaterra acordaron que nada de lo que se construyera cerca del Nilo Azul, del Lago Tana o de Sobat, impediría la fluidez del río. En mayo de 1906, Inglaterra y el Estado Independiente del Congo decidieron no construir nada que disminuyera el flujo del Nilo Blanco hacia Sudán. Tanto el acuerdo entre Francia, Italia e Inglaterra en diciembre de 1906 como el posterior alcanzado entre Inglaterra e Italia en diciembre de 1925, iban también encaminados a la protección del cauce del Nilo mediante el control de las construcciones en lo alto del río.3 Pero estos acuerdos resultaron, cuando menos, de difícil plasmación práctica debido a los cambios de la influencia colonial en África y a la confusa política llevada a cabo por Inglaterra entre Egipto y Sudán. La primera presa de Asuán fue construida en 1889 para almacenar el exceso de agua necesaria para los proyectos de irrigación en Egipto. En 1928 se construye la segunda presa que incrementaría la capacidad de almacenaje mejorando el flujo del río y las instalaciones para la irrigación. Tras esto, el gobierno egipcio comenzó a preocuparse por las posibles explotaciones del Nilo en la cuenca alta y comenzó a desconfiar de Inglaterra cuya política podría estar encubriendo el cultivo del algodón en Sudán. El tratado de 1929, aunque fue un simple intercambio de notas entre la Alta Comisión Británica en El Cairo y el gobierno egipcio, significó la regulación del río hasta su nueva regulación en 1959. Los términos de dicho acuerdo establecían la utilización de 48 mil millones de metros cúbicos para Egipto y de unos 4 mil millones para Sudán, con un total 32 mil millones de metros cúbicos sin atribución. Según Robert Collins, el primer acuerdo parece ir solamente en beneficio de Egipto estableciendo y haciendo valer sus derechos históricos. 4 Este acuerdo no incluía a Etiopía. Después de la revolución egipcia de 1952, Sudán comenzó a demandar la renegociación del tratado de 29. En 1953, Sudán rechazó las pretensiones de ser incorporada a Egipto y así se constituyó como una república independiente en 1956, cuyo nuevo primer ministro, Imail al-Azhari, reiteró la necesidad de revisar el antiguo tratado mientras Abdel Naser pretendía construir una nueva presa en Asuán. Por todo ello, es fácil entender que las tensiones aumentaran en los dos años siguientes: ante las continuas objeciones de Sudán sobre el nuevo proyecto de Naser, éste retiró la ayuda a Sudán para la construcción de unas reservas en Roseires (Nilo Azul). Las relaciones siguieron 3 4 C.O. Okidi, “History of the Nile and Lake Nasser Basins through Treaties”, en P.P. Howell y J.A. Allan (eds.), The Nile: resources evalation, resource management and hydropolicies and legal issues (London, School of Oriental and African Studies and the Royal Geographical Society, 1990) pp. 193-224. Robert O. Collins, The Waters of The Nile: hydropolitics and the Jonglei Canal, 1900-1988 (Oxfrod, 1990), p.157. deteriorándose con el rechazo total de Sudán al tratado de 1929 y el movimiento de tropas egipcias hacia la frontera. El golpe de estado sudanés en 1958 hará que se suavicen las relaciones y sea posible alcanzar un segundo acuerdo entre ambos países “para la total utilización de las aguas del Nilo”. La nueva cantidad de agua descargada en Asuán era de 84 mil millones de metros cúbicos y así el reparto en el nuevo tratado firmado en noviembre de 1959 concluyó concediendo a Egipto el acceso a 55'5 mil millones mientras que Sudán podría hacer uso de 18'5 mil millones de metros cúbicos, previendo una evaporación de 10 mil millones de metros cúbicos. Egipto pagó a Sudán un total de 15 millones de libras egipcias en términos de compensación por los refugiados causados durante el despliegue de sus tropas en torno al Lago Naser (150 km más allá de la frontera con Sudán). De esta manera Sudán pudo hacer posible finalmente su proyecto en Roseires y utilizar mayor cantidad del agua del Nilo. Asimismo, ambos países se comprometieron a trabajar por la recuperación de los pantanos en Sudán y a no establecer pactos con terceros países sobre las aguas del Nilo. En 1960 tiene lugar la formación de un comité para la colaboración en la construcción de los proyectos acordados por ambos países. ● Perspectiva egipcia: derechos históricos En este epígrafe nos centraremos en la relación de Egipto con Etiopía ya que fruto de estas relaciones surge un cambio de perspectiva digno de tener en cuenta para la futura solución del problema del agua en los países ribereños. El principio de derecho histórico fue utilizado por primera vez en el tratado de 1929 y se reiteró en 1959. De hecho y como hemos citado anteriormente, la exclusividad egipcia (y sudanesa) en la consideración de las aguas del Nilo fue recogida en todos los tratados coloniales británicos. Se llegó a aceptar incluso por el Emperador Menelik II que en 1902 firmó un acuerdo para no interferir en el curso del río sin el consentimiento inglés. La dimensión moral tras los derechos históricos alegados por Egipto es doble: por un lado, Egipto no tiene otra opción de supervivencia y, en segundo término, Etiopía ha prescindido del Nilo durante toda su historia y está preparada para hacerlo en el futuro. Pero en la práctica la interpretación egipcia de sus “derechos históricos” se ha vuelto cada vez menos aceptada. En 1959, Egipto y Sudán cuantificaron sus derechos dividiendo la cantidad total de las aguas del Nilo de manera eficaz pero ignorando deliberadamente al país responsable del que proviene el 59 % del caudal del Nilo, Etiopía. Pero desde 1987 a 1988, se ha apreciado un cambio en la percepción que Egipto hacía de Etiopía considerándolo ahora como un legítimo compañero y vecino que ha de participar en las conversaciones referentes al tema que nos ocupa y desterrando las viejas concepciones sobre el país. Gamel Abdel Naser (1956 – 1970) Naser es recordado en materia de agua por dos principales hechos que tuvieron lugar durante su gobierno. Por un lado, el acuerdo firmado con Sudán para la repartición del agua del Nilo, y por otro, la construcción de la Alta Presa de Asuán. Los dos eventos denotan fuerza y carácter en la toma de decisiones porque están enmarcados en la época de la victoria revolucionaria egipcia y en el contexto de los enfrentamientos por la nacionalización del Canal de Suez y la guerra de los seis días, principalmente. 1. 1. El Tratado de 1959. Este tratado ha sido abordado en el punto anterior y resaltamos aquí simplemente que ningún país bajo dominación británica, ni del África del Este, ni Etiopía, ni el Congo Belga fue consultado para este acuerdo. 2. La Alta Presa de Asuán. Los trabajos para la construcción de la Alta Presa de Asuán comenzaron en 1960 y se concluyeron el 21 de julio de 1970. Los orígenes del proyecto se encuentran en una propuesta hecha por un ingeniero grecoegipcio llamado Adrián Daninos a Naser en 1948. El saad al Aali, supondría para el joven militar una oportunidad para afianzarse y sustituir a Muhammad Naguib en 1954 así como para legitimar su futuro régimen. Pero las potencias occidentales, temerosas de la estrategia de no alineamiento de Naser, persuadieron al Banco Mundial para que retirara su compromiso de ayudar en el gran proyecto egipcio. Como venganza, Naser nacionalizó el Canal de Suez y se acercó a la Unión Soviética para conseguir el apoyo financiero y técnico que Khrushchev estuvo dispuesto a dar para hacerse con un aliado en la región. La ayuda de los soviéticos en la construcción de la presa no fue bien vista por los países occidentales y llevó a la Guerra Fría a situarse en una serie de recriminaciones sobre hidro-política en la zona. Etiopía había criticado el acuerdo de 1959 señalando su legítimo derecho ya que el río nacía en sus tierras y así comenzó a reclamar su poder para llevar a cabo proyectos de irrigación con el apoyo de la Oficina de Reclamación de Estados Unidos. Tras el estudio presentado por esta oficina en 1963, Etiopía reclamó seis mil millones de metros cúbicos para irrigar la tierra cercana al Nilo Azul. Mientras tanto, los países del este de África de la zona del Nilo Blanco que luchaban por su independencia protestaron contra su exclusión de las decisiones que se habían alcanzado en 1959 entre Egipto y Sudán. Datos del uso del agua de la Alta Presa de Asuán (1970-1987) Año Salidas (km3) Evaporación y pérdidas por infiltración Año Salidas (km3) Evaporación y pérdidas por infiltración 1970 54,7 9,3 1980 56,7 12,8 1971 55,9 10,7 1981 58,0 12,9 1972 55,5 12,4 1982 59,1 12,5 1973 56,4 8,0 1983 57,6 8,4 1974 56,1 10,8 1984 57,3 9,7 1975 54,4 14,2 1985 55,8 6,4 1976 54,7 15,0 1986 55,5 5,7 1977 57,7 14,6 1987 1978 61,9 13,9 1979 58,0 13,1 Anwar al-Sadat (1970 - 1981) Sadat será recordado en los asuntos referidos al agua por su utilización del mismo bien como un arma política para lograr sus objetivos de paz con Israel y por el proyecto presentado en 1976 para la construcción del canal Jonglei. 1. Uso del agua como arma política. Las relaciones amistosas con Israel tras las negociaciones de Camp David durante 1978-1979 complicaron la situación entre los países ribereños. Sadat ofreció a Menachem Begin 365 millones de metros cúbicos de agua por año como precio a la liberación de Jerusalem y a la solución del conflicto palestino. Lo que a algunos pareció una buena idea, sobre todo teniendo en cuenta todo lo que se ha prolongado la cuestión palestina, a otros les hizo situarse en la oposición: a los nacionalistas egipcios hubo que sumar el rechazo de Etiopía y de Sudán. Según una disposición alcanzada en la conferencia Nile 2002 de 1996 el uso de las aguas del Nilo será un derecho exclusivo de los países co-ribereños y es intransmisible a un país que no sea ribereño. 2. Proyecto del Canal Jonglei. Egipto consiguió un elevado número de concesiones por parte de Sudán por haber ayudado a Nimeiri a mantenerse en el poder. Entre ellas, la construcción del Canal de Jonglei en 1976. Este proyecto recibió amplias críticas al igual que el de la Alta Presa de Asuán pero en esta ocasión los daños hubieran afectado a las vidas de 40000 pastores y ocasionado importantes problemas de comunicaciones. Se pensaba que el proyecto traería beneficios a la gente del norte de Sudán y Egipto a expensas de los que vivían en el sur. Una compañía francesa comenzó su construcción en 1978 pero una serie de ataques por parte del Ejército de Liberación de los Sudaneses hizo necesaria su interrupción en 1984. 3. Canal Salam. Se comenzó a construir en 1976 y por una serie de dificultades no pudo ser inaugurado hasta 1997. cruza desde Dumiot hacia el este de la costa norte. Hosni Mubarak (1981 – actualidad) Hosni Mubarak, el actual presidente, ha continuado las políticas de sus predecesores con proyectos “naserianos” como el de Toshka y con reacciones “sadatianas” como la amenaza con el uso de la fuerza si algún país comete la osadía de interferir en el uso de las aguas del Nilo. Se le recordará por muchos años pero sobre todo por el día en que pase a la historia y deje de oprimir a su país con un estado de alarma permanente. 1. Proyecto Toshka. En enero de 1997, el gobierno egipcio comienza un ambicioso plan para la irrigación de una zona desértica de 200000 ha. Su doble finalidad es la de convertir en tierra arable este suelo y provocar el desplazamiento y asentamiento en esta área de una población que actualmente se concentra masivamente en la zona del valle y del delta del Nilo. Para ello, este polémico proyecto prevé desviar agua del lago Naser mediante unas bombas eléctricas y un canal que comunique varios oasis. Los expertos consideran que el proyecto tardará unos 20 años en completarse. El gobierno egipcio se hará cargo del 20% del costo total estimado, unos 30 millones de dólares, y ofrece incentivos y concesiones a los inversores que estén dispuestos a financiar el resto del proyecto. Toshka, hoy en día, se ha convertido en la pirámide de Hosni Mubarak.5 La oposición etíope alega que esto solamente conllevará el incremento de la dependencia respecto al río. En mayo del 98, como reacción al anuncio de Toshka, el gobierno etíope anunció un plan para la construcción de pequeñas presas en el Nilo Azul. ● Contextos bélicos No han existido guerras abiertas en lo referente a estas cuestiones pero si se ha aplicado la amenaza del uso de la fuerza en numerosas ocasiones. Actualmente existe en la Academia Militar Naser al este de El Cairo un equipo de trabajadores que revisan y actualizan los planes en los que se contemplan los casos de intervención armada establecidos por el Alto Comando Egipcio bajo el nombre de Waraa-el-hidoud (Más allá de las fronteras). En 1977, Sadat amenazó a Etiopía si desviaba el curso del Nilo Azul aunque apenas unos años más tarde él mismo quiso desviar el flujo hacia Sinaí. Etiopía denunció el hecho a nivel internacional y Sadat pidió a los militares que elaboraran un plan en caso de que Etiopía decidiera actuar unilateralmente. Ya con Mubarak en el poder, en octubre de 1991, el general Tantawi, Ministro de Defensa egipcio, aseguró que el uso de la fuerza estaría legitimado si fuera necesario para proteger el suministro egipcio. En 1993 se repitió la escena de Sadat, cuando Sudan y Etiopía anunciaron haber encontrado documentos que aseguraban el proyecto de dirigir las aguas del Nilo hacia Sinaí alo que siguió una serie de declaraciones desde el lado egipcio. Soportes de la economía egipcia La economía de Egipto se socializó tras la promulgación de una serie de leyes en 1961. El gobierno se hizo cargo del comercio exterior y al por mayor, la banca, los seguros y la mayoría de las industrias. Aunque la agricultura, los bienes raíces urbanos y algunas fábricas siguieron en manos privadas, se impuso una regulación estricta. Un plan quinquenal introducido en 1960 causó una considerable expansión de la industria y un incremento de la producción. El plan se sustituyó en 1965 por otro de una duración de siete años que no tuvo tanto éxito, debido a la insuficiente inversión extranjera; en compensación, se introdujo en 1967 un plan trienal. Las bajas sufridas durante la Guerra árabe−israelí de junio de 1967 y el desajuste económico general persistente, retardaron gravemente el desarrollo económico y social. Los males de la economía egipcia fueron una de las razones principales para conseguir la paz a finales de los 70 ya que el país no podía costearse otro enfrentamiento. Aunque la economía creció rápidamente durante esta época y a principios de los 80, el hundimiento de los precios del petróleo a mediados de esta década, seguido por la crisis del Golfo Pérsico de 1990, dejó a Egipto en una difícil situación financiera, a la que se añadían el pago de los intereses de la ayuda extranjera (4000 millones dólares en 1995). Egipto respondió con la privatización de más de 300 compañías estatales 5 Robert O. Collins, The Inscrutable Nile at the Beginning of the New Millenium. pp.24 y la aplicación de reformas estructurales. El presupuesto nacional estimado para 1995 constaba de 20909 millones de dólares de ingresos y de 20249 millones de dólares de gastos. El producto interior bruto (PIB) era de 75605 millones de dólares (1997). Agricultura Comercio exterior Egipto es un país predominantemente agrícola. El 40% de la mano de obra está vinculada a la agricultura o la ganadería. La forma de propiedad fue alterada por la Ley de Reforma Agraria de 1952, limitando las posesiones individuales a unas 80 ha, un tamaño que se revisó en 1961 a unas 40 ha, y en 1969 bajó a 20 ha. Las tierras requisadas por el gobierno se repartieron a los fellah, pero todavía persisten diferencias económicas entre éstos y los propietarios agrícolas de clase media. Los programas gubernamentales han ampliado las tierras de cultivo a través de: la roturación, el regadío (sobre todo con la Alta Presa de Asuán en 1970) y el uso de tecnología avanzada (fertilizantes y maquinaria). El último gran proyecto, se conoce con el nombre de Toshka (Ver apartado anterior, Hosni Mubarak). El rendimiento agrario está entre los más altos del mundo. Es el productor más importante de fibra de algodón (850000 t./año). El rendimiento de maíz está también entre los más altos del mundo (5,33 millones de t./año). Otros cultivos son la caña de azúcar (13,8 mills. de t), trigo (6,09 mills. de t), arroz (5,59 mills. de t) y hortalizas (12,2 mills. de t). Asimismo se producen sandías, mijo, cebada, cebollas, cítricos, mangos, dátiles, higos y uvas. La ganadería, en 1998, se componía de 3,18 mills. de cabezas de ganado vacuno, 3,15 mills. de bueyes, 4,30 mills. de ovejas, 3,20 mills. de cabras, 1,72 mills. de asnos y 103 mills. de aves de corral. Las principales importaciones de Egipto son productos agrícolas y alimentarios. Los principales suministradores son Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia y Japón. A causa del rápido crecimiento de la población, el país se ha hecho cada vez más dependiente de las importaciones, en especial de alimentos (trigo, harina y carne). Las exportaciones principales son petróleo y productos derivados, algodón sin elaborar, tejidos e hilo de algodón y productos alimentarios. Los principales socios comerciales para éstas y otras exportaciones son Italia, Rumanía, Alemania, Gran Bretaña, Francia y Japón. A finales de la década de 1970, los ingresos se incrementaron tras la reapertura del canal de Suez y el acuerdo de paz con Israel, que permitió la entrega del territorio ocupado del Sinaí (que contiene yacimientos petrolíferos). La deuda externa con los países occidentales, a mediados de la década de 1990, ascendía a 10.000 millones de dólares. El crónico déficit comercial de Egipto se incrementaba a un ritmo de 2.750 millones de dólares anuales a comienzos de la década de 1990. En 1996 las exportaciones suponían 3.535 millones de dólares y las importaciones 13019 millones de dólares. Energía Moneda y banca Antes de 1970, la mayor parte de la energía eléctrica producida en Egipto se generaba en plantas térmicas. Las 12 turbinas de la presa de Asuán, terminada en 1970, incrementaron de forma impresionante la capacidad energética del país, que a comienzos de la década de 1990 ascendía a 10,8 millones Kw. La producción anual, en 1997, fue de 54.760 millones de Kwh. La unidad monetaria es la libra egipcia, dividida en 100 piastras (3,39 libras egipcias equivalían a 1 dólar en 1997). El Banco de Egipto, creado en 1961, controla la actividad financiera de bancos estatales y comerciales y la emisión de billetes. En el país operan más de 200 bancos nacionales y extranjeros. Transporte Pesca Cuenta con 4810 km de tendido ferroviario de propiedad estatal, con los canales del Nilo navegables en sus 1610 km de navegación y con más de 17000 km de canales de regadío en el delta del Nilo muy usados para el transporte. La longitud total de las autopistas y carreteras es de 64000 km, de las que el 78% está pavimentado (dos autopistas Cairo-Alejandría). Dispone de 80 aeropuertos. Egypt−Air, compañía estatal, proporciona vuelos interiores e internacionales. Los puertos principales son Alejandría, Port Said y Suez, conectados todos por numerosas compañías navieras. El canal de Suez (cerrado de 1967 a 1975) proporciona unos ingresos anuales sustanciales. Egipto tiene una industria pesquera significativa. En 1996 la captura anual era de 309576 t. Entre las áreas mas productivas están las lagunas deltaicas poco profundas, Birkat Qarun y el mar Rojo. Las capturas de sardina por la costa mediterránea, en tiempos pasados muy productivas, han quedado muy reducidas desde la construcción de la presa de Asuán. Se está desarrollando la industria pesquera en el lago Naser. Minería Industria La producción anual de crudo de petróleo, el producto mineral más importante de Egipto, era de unas 3,8 millones de t a comienzos de la década de 1960. A causa del descubrimiento en las décadas de 1950 y 1960 de grandes campos petroleros en el−Alamein y en las áreas del golfo de Suez, junto a una mayor explotación en la década de 1970, la producción anual de crudo de petróleo se incrementó hasta 313 millones de barriles en 1997. También se producen al año 13500 millones de m³ de gas natural. A mediados de la década de 1970 un consorcio italiano construyó un oleoducto para llevar 80 millones de t de petróleo al año desde el golfo de Suez hasta el mar Mediterráneo. Otros productos importantes son: mineral de hierro (1700000 t), sal (890000 t), y fosfatos (800000 t). En 1991 se empezó a extraer el uranio cerca de Asuán. Los productos más importantes de la industria egipcia son hilo de algodón (324000), hilo de yute y tejidos (47000), hilo de lana (19000), azúcar refinada (366000), ácido sulfúrico (101000), abonos nitrogenados (5324000), papel (197000), cemento (17300000), llantas y neumáticos de vehículos (3391000 unidades) y receptores de televisión (264000 unidades). Otras actividades industriales comprenden la producción de hierro y acero (en Hulwan), el ensamblaje de automóviles y el refinado de petróleo (en varios lugares). Estas y otras industrias empleaban el 22% de la mano de obra egipcia en 1990. Otras industrias de menor importancia económica son el curtido de pieles, la elaboración de bebidas y la de productos de cerámica, perfumes, artesanía, aceite de semilla de algodón, harina, otros productos alimenticios y asfalto. La mayor parte de la actividad industrial se centra en las proximidades de El Cairo y Alejandría. De los datos anteriores se desprende que la agricultura es el sector fundamental y que el resto de sectores podrían considerarse subsidiarios o dependientes del agrícola. Por ejemplo, en la industria el producto más importante es el algodón siendo Egipto uno de los países al que recurren las empresas de las potencias occidentales para fabricar a bajo precio sus productos. Cabe destacar la importancia del Canal de Suez para la economía nacional pues mientras duró la ocupación del Sinaí y se redujo el comercio por el canal, la economía egipcia decayó considerablemente. ● Fines económicos perseguidos A principios del siglo XX, la escasez de algodón en el mercado mundial obligó a Egipto y a Sudán a volver al cultivo en los meses de verano, lo que implicaba la necesidad de la irrigación permanente de los campos a la manera más tradicional. Estas necesidades provocaron el desarrollo de los recursos hídricos a lo largo del Nilo con defensores de una y otra postura y de los componentes del ministerio de asuntos exteriores inglés:los partidarios de realizar acciones en lo alto de la cuenca y los partidarios de trabajar en la cuenca baja. Al término de la Primera Guerra Mundial, parecía evidente que cualquier tipo de plan para el desarrollo en la región debía estar precedido de un acuerdo formal sobre las asignaciones del agua. En 1920, se formó la Comisión de los Proyectos del Nilo con representantes de la India, del Reino Unido y de Estados Unidos. Esta comisión estimó que el caudal del río era de una media de 84 mil millones de metros cúbicos al año y que las necesidades egipcias eran de 58 mil millones de metros cúbicos. Por otra parte, se consideró que Sudán podría proceder a realizar proyectos de irrigación a partir del Nilo Azul. Las variaciones del Nilo en aquella época eran de un 25% según fuese estación húmeda o seca. Así, se añadió un apéndice que proponía que cualquier ganancia o pérdida sería dividida a partes iguales. Tan pronto como el resto de países ribereños fueron obteniendo la independencia de sus respectivas colonias, comenzaron a criticar el tratado de 1959 entre Sudán y Egipto por haberlos silenciado en un debate y en un problema que afectaba a todos en mayor o menos medida. Este acuerdo bilateral tenía como objetivos la irrigación de terrenos para incentivar la producción agrícola y garantizar el abastecimiento de alimentos en una época de guerras y tensiones constantes. Actuales iniciativas y proyectos A modo de resumen enunciaremos las principales medidas y proyectos en práctica actualmente por los tres países. Egipto: Toshka y plantas de energía hidroeléctrica en la cuenca alta, particularmente en Sudán. Sudán: presas y depósitos para abastecer las crecientes demandas de su población. Etiopía: presas en el Nilo Azul para la irrigación de 200000 ha de tierra, plantas para la producción de energía hidroeléctrica hasta alcanzar un total de 46 proyectos más por el estilo. Conclusiones generales y propuestas o posibles soluciones a la problemática Tras la presentación de este trabajo queda patente la dependencia que siempre ha existido en Egipto respecto al Nilo. El motor de su economía, la agricultura, no podría desarrollarse si el cauce del Nilo sufre una mínima variación y por ello todos los proyectos presentados deben ser estudiados al detalle. Como hemos repetido a lo largo de nuestra exposición, se trata de un país en el que desde sus orígenes se confunden los términos de la tierra y el agua. Aunque el Nilo nazca en Etiopía, éste país no se ha creado directamente a partir de él, sino de las lluvias que caen, cuando caen, en sus montañas. Pero aun así, resulta legítimo que, como fuente del Nilo, Etiopía ostente un papel relevante en la toma de decisiones acerca de él. Creemos que para el desarrollo y la consecución de un reparto equitativo de las aguas, es esencial escuchar las voces de todos y dejar atrás resentimientos y malas acciones del pasado. Conviene resaltar en esta labor, el grado de dependencia de los diferentes países respecto a las aguas del Nilo y ser consciente de los derechos actuales de cada uno ya que si históricamente no se utilizó el río como recurso es posible que fuera por una serie de causas hasta cierto punto ajenas a la voluntad del país en cuestión: miedo, amenazas, desconocimiento... Consideramos que es importante tener presente que si fue necesario llegar a un tratado unilateral en 1959 pudo deberse a la necesidad imperiosa, rápida y urgente de los países implicados, Sudán pero sobre todo Egipto, por la disponibilidad de ese agua no pudiendo esperar a un difícil consenso entre todos los países de la cuenca. Esta necesidad y dependencia apremiante respecto al Nilo debe ser tenida en cuenta para cualquier toma de decisiones. Otra perspectiva es la de considerar al Nilo como un patrimonio de la Humanidad por lo que el reparto debería hacerse en partes iguales y entre todos los países del mundo. Pero esta es una postura un tanto radical y que nadie haría valer, al menos de momento. Como posibles soluciones al problema del reparto del Nilo entre los países de la cuenca hemos planteado una serie de medidas consistentes, en primer lugar, en el control del crecimiento poblacional. Para ello es preciso subir los tipos de interés encareciendo la vida de los habitantes y, de manera indirecta, bajando la tasa de natalidad tan elevada de estos países. “Esto es relativamente fácil de conseguir -señala un geógrafo consultado al caso- si se establece un conjunto de espacios protegidos en los que el urbanismo sea imposible. En segundo lugar es necesario potenciar el resto de sectores de la economía y no dejar que el país en cuestión dependa exclusivamente o en gran parte de sólo uno de ellos. Esto es, buscar la terciarizarización económica incentivando el turismo y los servicios. De la misma manera debería estudiarse la incorporación de nuevos cultivos ya que día a día surgen nuevas fórmulas que economizan la agricultura y la favorecen. Podría estudiarse la posibilidad de crear pozos en el interior porque al ser países cercanos al mar se debe ser precavido con los contenidos elevados de sal y minerales de las aguas a extraer. Asimismo, serían viables proyectos para la desalinación del agua marina utilizando el agua del Nilo en la mitad del proceso para rebajar la potencia salina de las aguas marinas y someterlas, una vez rebajadas, a la desalinación tradicional. Otra posible medida que hemos considerado ha sido la creación de embalses en Etiopía, país más afectado porque además de las sequías que padece ha de ver fluir el Nilo sin poder aprovecharlo, para el depósito de las aguas que provengan de la lluvia. No podemos dejar pasar por alto que las iniciativas actuales como la Iniciativa de la Cuenca del Nilo resultan esperanzadoras y ofrecen perspectivas de futuro alentadoras. Tanto expertos como noveles coincidimos en la necesidad, para la resolución de problemas a gran escala, de la acción conjunta de los países limítrofes y vecinos. Por ello, todos los esfuerzos hacia este objetivo serán de buena ayuda y con seguridad conseguirán frutos, que si bien no son los esperados habrán sentado las bases para un futuro avance hacia la consecución de la mejor solución, teniendo en cuenta las necesidades de todos. No es fácil y requiere su tiempo, pero al final es lo que perdura. Bibliografía 1. Ethiopia, the Sudan, and Egypt: The Nile River Dispute, Ashok Swain. Artículo de The Journal of Modern African Studies publicado por Cambridge University Press, Vol.35, Nº 4. (Dic., 1997), pp. 675-694. 2. The Inescrutable Nile at the Beginning of the New Millenium, Robert O. Collins. 3. “In Search of the Nile Waters”, Robert O. Collins 4. The Cross and the River: Ethiopia Egypt and the Nile, Haggai Erlich. Publicación: Boulder (Colorado) : Lynne Rienner Publishers, 2002. 5. The Nile: Sharing a Scarce Resource, P.P. Howell y J.A. Allan. Publicación: Cambridge : Cambridge University Press, 1994 (reimp. 1996). 6. “From UNDUGU to the Nile Basin Initiative: An Enduring Excercis in Futility” , Yosef Yacob. 7. Textos de los acuerdos internacionales más importantes alcanzados hasta la fecha: ● Tratado con Sudán en 1959 bajo el mandato de Abdel Naser, ● los pactados bajo el mandato de Sadat en 1970 y 1974, ● con Mubarak antes de la constitución de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo (Nile Basin Initiative) 1982 y ● tratados y pactos alcanzados en la NBI y en concreto entre los países del este de la cuenca (Egipto, Etiopía y Sudán). Páginas web: http://www.islamonline.net/english/science/2002/11/article05.shtml, artículo sobre el proyecto Toshka emprendido por el gobierno de Mubarak. – http://www.lonympics.co.uk/river1.htm página que contiene una pequeña base de datos sobre los ríos del planeta y su relevancia para sus países ribereños. – http://www.mwri.gov.eg/english/english_home.asp, Página del gobierno egipcio para consultar datos sobre los ministerios requeridos en el trabajo. – http://www.waterandnature.org/ página sobre recursos hidráulicos del planeta. – http://www.nilebasin.org/Home.htm página principal de la Nile Basin Initiative en la que se presentan los diferentes proyectos puestos en marcha por este comité. – http://www.nilebasin.org/entro/IDENprojectsreport.htm página específica de la Nile Basin Initiative para los países de la cuenca este del Nilo (Egipto Etiopía y Sudán). – http://www.uib.no/nile/projects.htm, http://nile.uib.no/ página de la universidad de Bergen (Noruega), con una amplia base de datos sobre los proyectos de la cuenca del Nilo. – –