c+r Metales y Orfebrería Frontal de altar Real Parroquia de San Andrés Apóstol Valencia Estado inicial del tondo central Introducción histórica Este frontal de altar de plata repujada y cincelada, y bronce dorado, todo él montado sobre alma de madera, data de finales del siglo XVIII. Procede de la monumental capilla de comunión construida entre 1737-1741 en la primitiva parroquia de San Andrés, ubicada en la calle Poeta Querol de Valencia, sede del gremio de pescadores, a cuyo patrocinio estaba dedicada. El traslado de esta parroquia en 1947 a su nuevo emplazamiento en la calle Colón de la misma ciudad conllevó que el frontal se instalase en el altar mayor del nuevo templo. Esta pieza es un magnífico exponente del clasicismo académico imperante en Valencia a finales del siglo XVIII, en el que el uso combinado de diminutos elementos decorativos con grandes espacios en blanco y el juego bicolor del metal (plata y bronce dorado), unido a la equilibrada composición, Estado inicial demuestra que estamos ante una pieza de elevado nivel técnico y artístico, que aporta interesantes novedades estilísticas al campo de la orfebrería valenciana. Por este motivo la Real Parroquia de San Andrés junto con la Generalitat Valenciana, a través del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, han querido aunar esfuerzos en la restauración de esta obra de gran belleza y efectismo plástico. El frontal presenta una composición rectangular, equilibrada y organizada a partir de cuatro pilastras de caja rehundida con guirnalda central y tercio inferior foliado con aletones, de clara evocación clásica, coronadas por cabecitas de serafines, que dividen la superficie en tres paneles enmarcados u ornamentados en su perímetro con veneras y motivos vegetales de inspiración rococó hilvanados con arabescos. Recorre toda la parte superior y los laterales, a modo de cenefa continua, una guirnalda de motivos vegetales trenzados en ochos Detalle del estado inicial Detalle del estado final Detalle del estado final con una flor central, que deja en los ángulos un motivo de rocalla, clara evocación de las caídas de encajes de los manteles textiles. El panel central, más ancho, muestra una guirnalda recogida en el centro y un resplandeciente tondo moldurado y laureado sobre unas palmas, símbolo del martirio del titular, que alberga en su interior un relieve con la escena de la vocación de los apóstoles Simón y Andrés en el lago de Galilea; el conjunto descansa sobre un cúmulo de nubes con cabecitas de serafines, y lo remata una pareja de angelitos en vuelo de inspiración italiana que portan una larga filacteria. A cada lado, en los dos paneles laterales, y bajo una guirnalda floral recogida en el centro, encontramos una alegoría del ministerio sacerdotal de san Andrés al mostrar, entre ramas de laurel y palma, símbolos del triunfo y martirio del titular de la iglesia, un libro abierto, relacionado con la predicación del apóstol, dispuesto sobre el aspa martirial identificativa del santo y todo ello coronado por un bonete sacerdotal, en alusión a que el sacerdote ha de ser el nuevo apóstol y mártir de la fe. Tradicionalmente se ha datado esta obra en 1741, si bien los elementos clasicistas utilizados en su decoración lo sitúan alrededor de 1780, siendo su ejecutor un obrador o platero valenciano hasta la fecha desconocido, pero claramente conocedor de los nuevos planteamientos estéticos del academicismo valenciano de finales del siglo XVIII. Detalle del estado final del tondo Detalle del estado inicial Detalle del estado inicial Detalle del estado inicial Detalle del estado inicial Estado inicial Sin lugar a dudas, este extraordinario frontal de altar podemos catalogarlo como una pieza de uso, pues a diario se imparten varias misas desde la mesa de altar donde se encuentra. Presentaba muchos problemas debido a deterioros causados por el paso del tiempo y actuaciones inadecuadas. El conjunto lleva una pátina artificial de envejecimiento para realzar el trabajo del obrador dejando, en algunos casos, chorreones y gotas del producto muy evidentes. Tenía un aspecto general oscurecido, con suciedad y corrosión por contaminación, provocado no sólo por el sulfuro de la plata, ya que la mayoría de las piezas son de este metal, sino también por tener algunas de bronce dorado, de hierro y de latón, cada una añadía un deterioro distinto que se sumaba al mal estado del conjunto. En general, son problemas debidos a los procesos de mineralización a los que han estado expuestas dichas piezas, estimulados por agentes externos de degradación como la humedad y la contaminación atmosférica, que atacan en particular a los metales más débiles. La corrosión por herrumbre o por cloruros, especialmente en las piezas de hierro, bronce y latón, más la aleación de cobre que suele llevar la plata para trabajarla, le han provocado deterioros que se han extendido a todas las piezas del frontal. Algunas zonas tenían gran cantidad de carbonatos, restos de posibles limpiezas con productos agresivos, que al no eliminarse bien han producido más deterioros, mostrando por los bordes el típico color verde de la corrosión del cobre. El frontal va unido a la pared del altar con cuatro varillas roscadas de hierro que, por desgracia, lo perforaron traspasando la plancha de plata produciéndole más deterioros. Además, lleva partes desencajadas, roturas, grietas, arañazos, deformaciones, algunas perforaciones sin relación con la ubicación real de las piezas, pérdida de metal y de anclajes. A estos problemas debemos añadir los restos de antiguos barnices, el polvo que contenía una gran alfombra que está a los pies de la obra, los fragmentos de flores y hojas secas que había por debajo del frontal y entre algunas piezas y la cera de las velas que se diseminaba por toda la superficie. Detalle de corrosión y restos de sucesivas limpiezas Figura 1. Imagen de la sección transversal de una muestra de la lámina metálica, obtenida con SEM. 1) Soporte a base de plata y cobre. 2) Plateado superficial. 3) Sales de cobre. Detalle inicial del bronce dorado 18 cps/eV 16 Au Hg 14 12 Estudio de materiales 10 8 Las observaciones con microscopia óptica y los análisis SEM-EDX, han sido necesarios para determinar la composición de las aleaciones metálicas (análisis cualitativo y semicuantitativo), y observar las características morfológicas superficiales dependientes de la técnica de elaboración. Asimismo estas técnicas instrumentales han permitido estudiar la técnica del dorado y el estado de conservación de la obra, evaluando el deterioro químico y mecánico. 6 Ag 4 Au 2 Ag O Au Cu Cu Hg 8 10 0 0 2 4 6 keV 12 14 Figura 2. Espectro EDX del dorado. Se detecta oro con mercurio (dorado al mercurio). El frontal está elaborado con una lámina metálica constituida por una aleación de plata y cobre, a nivel superficial la lámina presenta un estrato de plata más pura (figura 1). Los elementos dorados están constituidos por un núcleo de latón y dorados en superficie con amalgama de oro y mercurio (figura 2). Generalmente la superficie de la plata resulta ser afectada por fenómenos de sulfatación. Se observan depósitos de diferentes productos de corrosión de coloración verde (sales de cobre) y cloruros de plata. Los análisis de las concreciones blancas presentes en la superficie, han detectado la presencia de diferentes compuestos a base de silicio, carbonato de calcio y carbonato de sodio (posibles productos de limpieza). Figura 3. Imagen de la muestra M32.11, obtenida con microscopia electrónica de barrido. Se observan las características superficiales de la flor. Detalle de restos de carbonatos de sucesivas limpiezas Detalle del proceso limpieza del lado derecho Proceso de restauración Como el frontal se tenía que restaurar “in situ”, sin desmontar ni mover ninguna pieza, se inició el proceso siguiendo una línea de intervención que solucionara la suciedad, la corrosión, las deformaciones, los deterioros estructurales, la pérdida de algunas de sus piezas y su aspecto estético general, asegurando al máximo la conservación de la obra. Para resolver las cuestiones funcionales de los deterioros constructivos y estructurales, se planteó una intervención no agresiva ni para el metal ni para la madera sobre la que va. Proceso de limpieza, eliminación de la corrosión Trabajo de restauración sobre el frontal de altar Detalle del estado final Detalle del estado final En primer lugar, en todas las piezas, se hizo una limpieza físico-mecánica eliminando la suciedad superficial de toda la obra. Después, se hizo un tratamiento general con una limpieza físico-química para asegurar la eliminación de los restos de antiguos barnices. Al no poder desmontarlo de su estructura de madera y ser una obra antigua de gran valor histórico, se consideró que el aplicar productos con un proceso de mojado y aclarado era perjudicial, por eso fue más costosa la actuación, evitando en todo momento tratamientos agresivos o que se tuvieran que aclarar con agua. Se utilizaron hisopos de algodón impregnados en productos de evaporación rápida. Había zonas muy deterioradas, con mucha suciedad y corrosión, en esos casos se eliminaron los problemas mediante medios mecánicos manuales sin maquinaria -siempre respetando las pátinas artificiales realizadas por los orfebres-. Estado final Se consolidaron bastantes zonas despegadas, tapado muchas grietas, deterioros y orificios, con soldadura en frío. Se repusieron muchos anclajes y fragmentos de piezas, se realizaron unas piezas muy discretas para tapar las cuatro varillas roscadas de anclaje al altar que aíslan al hierro del exterior, y las varillas roscadas que aparecen en las pilastras, todo imitando a la decoración del frontal. Este tipo de anclajes son muy fáciles de quitar, ya que los materiales que se utilizan en una restauración deben ser reversibles. También se afianzaron las esquinas de la base y una de la parte superior. Seguidamente se hizo una limpieza y lustrado final, frotando suavemente con muñequillas de algodón, se secó y se estabilizó la obra, protegiendo toda su superficie con un copolímero acrílico en dos capas. Después, se reintegraron cromáticamente todas las soldaduras en frío, de la plata y el bronce, también algunas de las zonas con falta de dorado. Para mantener el frontal en las mejores condiciones, el mayor tiempo posible, se ha aconsejado seguir unas pautas de conservación y prevención porque el lugar donde se encuentra es muy húmedo. Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals Consellera de Educación, Cultura y Deporte: Maria José Catalá Verdet Párroco de la real Parroquia de San Andrés Apóstol: Benjamín Martínez Galvañ Secretario Autonómico de Turismo, Cultura y Deporte: Rafael Ripoll Navarro Directora General de Patrimonio Cultural: Marta Alonso Rodríguez Directora Gerente del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales: Carmen Pérez García Técnico en Conservación y Restauración de Bienes Culturales. Metales y Orfebrería: Mª Llanos Flores Madrona Colaboración Prácticas Internacionales Formativas “Formasi in Europa”: Carmela Miola y Valentina Nigro. Depósito legal: V 3663 - 2012 www.ivcr.es