Difundir la historia de las Tauromaquias mediterrá

El proyecto tiene tres objetivos principales:
- Difundir la historia de las Tauromaquias mediterráneas, enseñando su pasado hasta desembocar en la Fiesta actual, con el fin de mejorar su imagen y aportar una
perspectiva más culta, devolviendo al torero su estatus de
héroe mitológico y al toro, el de animal sagrado.
- Unir al sector profesional y a los aficionados en un
proyecto común.
- Fomentar el activismo cultural para contrarrestar la
propaganda animalista y antisistema que ha arraigado en
los últimos tiempos, perjudicando la imagen de la Fiesta.
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- Sorprender al visitante por su tamaño y
aspecto temible, borrando así la imagén de
“animal indefenso” transmitida por los animalistas.
El proyecto consta de una exposición
y un documental con una duración de
70 minutos que narran 23.000 años de
Historia alrededor del hombre y el toro.
Ambos trabajos están basados en los
estudios publicados en la revista Tierras
Taurinas.
- Provocar un “reflejo selfie”: por coherencia, cada visitante que se retrate con el
toro no se involucrará en la lucha anti-taurina. Y es de suponer también que todos los
jóvenes publicarán sus fotos junto al toro en
las redes sociales, provocando un efecto viral más allá del mundo taurino.
Adoptando la forma de
un signo de interrogación que simboliza la
incógnita ante el futuro
de la Fiesta, y de un laberinto que remonta el
túnel del tiempo para
recordar su pasado mitológico, la exposición
“Tauromaquias Universales” propone un fabuloso viaje hasta los
orígenes de nuestra
cultura.
En medio del laberinto, al igual que el Minotaurio, un Toro mítico espera al visitante.
De descomunal tamaño, esta obra de arte
en polistireno cubierta con un “collage” de
toros mitológicos, tiene una doble misión:
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Con gran rigor histórico y gracias a dos voces off –una masculina (José Miguel Arroyo
«Joselito») y una femenina (Gloria Sánchez
Grande)-, repasamos de forma cronológica
la evolución de estas tradiciones, mostrando, para cada una, su equivalente actual,
en un constante vaivén dinámico.
Con un mismo rigor científico, se explica,
en términos antropológicos, las razones
de dicho perfeccionamiento, así como los
valores éticos, estéticos y ecológicos de la
cultura taurina.
El contenido de la exposición constituye la
trama del documental, también titulado
“Tauromaquias
Universales”.
Ambas
herramientas pedagógicas narran la relación entre el hombre y el toro en todo
el entorno mediteráneo, desde el primer
testimonio pictórico
que tenemos (Villars,
Dordoña,
-23.000
años), hasta la actualidad.
Por su contenido novedoso y la calidad de
las imágenes contemporáneas, cedidas en
gran parte por Canal Plus Toros, este documental está llamado a ser un referente
en el debate cultural y social entorno a la
Tauromaquia.
Gracias a una iconografía tremendamente
completa, animada mediante after-effect,
esta historia permite descubrir que casi todas las prácticas taurinas que conocemos
hoy ya existieron en la Antigüedad.
El objetivo del proyecto consiste en demostrar que la cultura taurina es la más
antigua y la más perdurable de cuantas
existen en el planeta.
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Documentado desde hace 23.000 años,
el combate entre el hombre y el toro
(“Tauromaquia”, en griego antiguo)
existe en todas las civilizaciones mediterráneas.
Gracias a ella, la elegante tauromaquia
ecuestre de los señores, desarrollada de
manera majestuosa durante el Renacimiento, cedió su sitio a la heroicidad de los
matadores a pie, cuya ética fue establecida
durante la Ilustración.
En ellas, la caza original dio origen a cultos
en los cuales, a menudo a través del juego, el sacrificio del toro permitía al hombre
apropiarse de sus virtudes de manera simbólica: la fuerza, la bravura, la fertilidad.
A comienzos del siglo XX, coincidiendo con
el movimiento surrealista que revolucionó
todas las disciplinas artísticas, una última
metamorfosis, en esta ocasión estética,
elevó la corrida moderna hasta el rango de
las artes mayores, inspirando obras que
demuestran su carga universal.
Ayudada por circunstancias históricas favorables, mientras que desaparecía en otros
lugares a causa de la domesticación del
toro, la Tauromaquia se perpetuó en España, donde fenicios, griegos, romanos, celtas, visigodos y árabes añadieron sus propias prácticas, y donde las razas bovinas
autóctonas destacaban por su agresividad.
Últimos depositarios de culturas milenarias, toreros y aficionados garantizan su
perennidad.
Arraigada en la Península a través de estas
pericias populares y ancestrales que desplegaban su diversidad desde el principio
de nuestra era, la Tauromaquia se enriqueció, a comienzos del siglo XVIII, con un instrumento fundamental que permitió que el
combate original pasara a ser una disciplina artística: un sencillo trozo de tela montado sobre un palo de madera, la muleta.
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En todos los puntos donde se instale el Museo itinerante de las Tauromaquias Universales, se organizará
la siguiente operación cultural:
- Instalación de la exposición en un lugar simbólico de la
ciudad relacionado con su historia (un museo, una capilla,
una universidad, etc.), fomentando un acto social en torno
a la cultura taurina con el propósito de que el público no
taurino conozca los valores de la Fiesta.
- Difusión del documental, proyectado en una gran sala
en diversos pases.
- Talleres culturales y charlas con el sector cultural, escolar y universitario. Captación de jóvenes.
- Entrega de colecciones de la revista Tierras Taurinas
en bibliotecas municipales, colegios y universidades de la
ciudad.
- Visitas guiadas a la prensa en torno a la exposición,
entrega del documental a los medios, sensibilización sobre la dimensión cultural y universal de la Tauromaquia,
un trabajo de difusión que, hasta la fecha, apenas ha sido
realizado por el sector taurino, perdiendo así, de forma
progresiva, relevancia social.
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