INTRODUCCION En el presente documento se someten a

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INTRODUCCION
En el presente documento se someten a consideración del Consejo Nacional de
Política Económica y Social – CONPES los resultados de la ejecución de la política de
comercialización interna contenida en el documento CONPES 2884 de 1996,
particularmente la ejecución de los instrumentos de comercialización: compensaciones,
incentivos y subsidios directos al sector privado, que han venido reemplazando la
intervención directa del Instituto de Mercadeo Agropecuario –Idema. Así mismo, se
presentan unos lineamientos en materia de políticas de comercialización en cuanto a la
reasignación de recursos dentro de la política adelantada por el Gobierno Nacional.
I.
ANTECEDENTES
El CONPES 2884 del 20 de noviembre de 1996 recomendó, entre otros aspectos,
iniciar las gestiones que condujeran a la liquidación del Idema. Dentro de los argumentos
que se expusieron se anotaron:
•
Dentro del nuevo escenario de apertura económica se eliminó la principal fuente de
recursos del Idema como era el monopolio de las importaciones que permitía a la
entidad una renta proveniente del diferencial entre el precio interno y el precio
internacional con el cual financiaba la política de intervención interna.
•
Como resultado de no disponer de la fuente de recursos descrita ni adecuar su política
de intervención y estructura institucional a la nueva situación, el Idema presentaría a
finales de 1996 un patrimonio negativo en más de $44.000 millones.
•
Debido a que el Idema era empresa industrial y comercial del Estado, la Nación no
podía asumir el costo de funcionamiento de dicha entidad. Por lo anterior, tendría que
capitalizarla en forma sistemática todos los años en una suma equivalente a $100.000
millones de pesos de 1996.
1
•
No existía correspondencia entre la entidad, su política de intervención y el nuevo
contexto en el cual debía operar. Con lo anterior, no se justificaban las actividades del
Idema ni tampoco era viable financieramente.
En consecuencia el Idema se liquidó el 31 de diciembre de 1997 en cumplimiento de
lo establecido en el Decreto Ley No. 1675 de 1997.
Aún antes de ordenarse la liquidación de la entidad, el gobierno nacional impulsó a
mediados de 1996 el establecimiento de nuevos mecanismos como incentivos, subsidios y
compensaciones a la comercialización, con el objeto de cumplir con lo estipulado en el
Plan Nacional de Desarrollo – El Salto Social que señala que el Idema “sustituirá
gradualmente la intervención en el mercado de físicos por un sistema de administración
de incentivos y subsidios a la comercialización”.
Específicamente los mecanismos fueron: incentivos al almacenamiento, en favor tanto
de productores como de comerciantes e industriales, y pago de apoyos directos a los
productores.
II. ESTADO DE LIQUIDACION DEL IDEMA
En cumplimiento del mandato establecido en el Decreto Ley No 1675 del 27 de junio
de 1997, el 31 de diciembre de 1997 se dió por terminada la liquidación del Instituto de
Mercadeo Agropecuario – Idema. En concordancia con lo anterior, el Ministerio de
Agricultura y Desarrollo Rural comenzó a recibir, a partir del 1 de enero del presente
año, los bienes y procesos del Instituto de acuerdo con el Artículo 6to. del Decreto 1675,
en desarrollo de lo cual se han ejecutado las siguientes actividades:
•
A 30 de diciembre de 1997 se cancelaron en su totalidad los salarios y las
prestaciones sociales de los empleados del Idema. El pasivo pensional estimado en
2
$202.000 millones fue asumido por la Nación. Debido a que el pago de las pensiones
a través del FOPEP no prosperó, se estudia la posibilidad de que el ISS asuma la
operación y proceso de pago de los pensionados del Idema.
•
Para continuar el proceso de administración por parte del Ministerio de Agricultura de
los bienes del antiguo Idema y de los procesos pendientes, (Judiciales, pago de
pensiones, cierre contable y declaración de renta) se contrató a partir del 16 de Enero,
la prestación de servicios de 87 funcionarios del nivel central y 46 en las dependencias
regionales. Los funcionarios que trabajan en las regionales están respondiendo por los
inventarios mientras culminan los procesos de remate, venta y/o traslado a bodegas
regionales. Al finalizar el primer semestre el personal en el Ministerio de Agricultura
se habrá reducido a 20 para continuar los procesos que requieran atención a largo
plazo y el personal en las regionales desaparecerá durante el segundo semestre del
presente año. Este proceso viene siendo asesorado por el Departamento
Administrativo de la Función Pública.
•
La totalidad de los archivos se han concentrado en la ciudad de Santa Fe de Bogotá,
una parte (15%) en las oficinas centrales y la otra (85%) en oficinas que eran del
Idema y que Almagrario tiene arrendadas en Fontibón. Estos archivos se están
clasificando y ordenando de acuerdo con las normas del Archivo General de la
Nación, es necesario realizar los esfuerzos para que la totalidad del archivo se guarde
bajo dicha norma.
•
Se encuentran en proceso de traspaso al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural
los activos fijos, muebles e inmuebles no vendidos. Se continúan analizando las
ofertas de compra de aquellos inmuebles que ya salieron a licitación pública y en caso
de no venta se analizará la posibilidad de arrendar a gremios de la producción
agropecuaria, entidades territoriales y otras entidades del sector público o privado que
han mostrado su interés; en caso de no encontrar oferentes para estas alternativas, se
buscarán otras para que dentro de alianzas estratégicas con entes territoriales u
3
organizaciones de productores se pongan al servicio de la comercialización
agropecuaria. Los muebles se han venido ofreciendo en venta a través del Martillo del
Banco Popular.
•
Al cierre del ejercicio las cuentas por pagar incluidos los pasivos con entidades
financieras ascienden a $11.060 millones. Los saldos a favor de la DIAN suman
$1.857 millones. Adicionalmente, el balance por cuotas partes pensionales, en
proceso de depuración, es de cuentas por cobrar a otras entidades $4.752 millones y
cuentas por pagar a otras entidades de $2.451 millones.
•
Se cerraron los Estados Financieros a 31 de diciembre, se entregó el Balance General
el 17 de marzo del corriente. La Declaración de Renta fue presentada el día 16 de
abril de 1998. No obstante, actualmente se adelanta una revisión de algunas cuentas
entre ellas las cuentas por cobrar y en la medida en que la depuración implique ajustes
se procederá a presentar las adiciones y correcciones a la declaración de renta, labor
que se espera terminar dentro de los seis meses concedidos para ello.
•
Los procesos judiciales en curso se han atendido con abogados contratados. En este
sentido, debido a que algunos asuntos son de varios años de antigüedad y
considerando que el desarrollo eficiente y manejo competente de los casos depende
del conocimiento de los mismos, se consideró pertinente contratar algunos abogados
que venían atendiendo dichos procesos.
III.
INCENTIVO AL ALMACENAMIENTO
Una de las funciones importantes que cumplía el Idema y que a la vez
comprometía más del 80% de los recursos humanos y financieros de la entidad era la
compra de las cosechas nacionales en épocas en que la sobreproducción deprime los
precios al productor. Lo anterior implicaba que la entidad debía comprar el producto,
adecuarlo, transportarlo, clasificarlo, mantenerlo almacenado, empacarlo y adelantar otra
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serie de actividades a las cuales tenía que asignarles recursos humanos y financieros
cuantiosos.
Adicional a los elevados costos de estas labores, con frecuencia se incurría en
deterioro de la calidad, lo que dificultaba la comercialización, impedía la utilización de
los productos y se traducía en pérdidas económicas para la entidad.
No obstante, la función básica de la entidad en este campo consistía en almacenar
los excedentes estacionales de las cosechas para sacarlos al mercado cuando la situación
lo requeriera. Partiendo de este principio básico, el gobierno nacional, en asocio con el
sector privado, implementó el mecanismo de incentivo al almacenamiento que generó
una dinámica diferente en la comercialización, logrando el mismo efecto del anterior
esquema.
A.
ALMACENAMIENTO DE ARROZ
Los incentivos al almacenamiento se implementaron por primera vez para la
cosecha de arroz del segundo semestre de 1996, con los siguientes criterios básicos:
•
En el sector privado se acordaron las condiciones de precio mínimo pagado al
productor para la absorción de toda la cosecha de arroz.
•
La época crítica de generación de excedentes estacionales es tradicionalmente de
mediados del mes de agosto hasta mediados del mes de noviembre. De acuerdo con
esto, el tiempo máximo durante el cual se reconocería el incentivo al almacenamiento
sería de cuatro meses y el excedente a almacenar se determinó en 150 mil toneladas
de arroz paddy seco.
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•
El gobierno nacional reconoció un subsidio máximo de $12.500 mensuales por
tonelada almacenada, a los industriales o comercializadores privados que adquirieran
la cosecha nacional de arroz en las condiciones acordadas.
•
El incentivo se aplicó en aquellas zonas en las que tradicionalmente se han presentado
excedentes estacionales que hacen reducir el precio al productor. Las zonas y las
cantidades de arroz a intervenir en cada una de ellas fueron definidas con base en las
compras tradicionales del Idema cuidando de incorporar todas las zonas marginadas.
•
El instrumento utilizado para distribuir el incentivo ofrecido por el gobierno entre los
agentes privados, fue la subasta pública a la baja, en la que se inicia con la oferta del
Gobierno de $12.500 de reconocimiento por tonelada mes almacenada de arroz paddy
seco y, los aspirantes a quedarse con el subsidio, dependiendo de sus ventajas
comparativas en la disminución de costos de almacenamiento, colocaban sus ofertas
cada vez por menos valor. Se puso un límite inferior de $11.000 para evitar
competencia desleal.
•
La cantidad de 150 mil toneladas a almacenar se distribuyó así: 35% para agricultores
y 65% para los molinos y demás agentes de mercado. Por reglamento, no
participaron, las personas que tenían deudas con el Idema (sobre las cuales la entidad
entabló las acciones legales correspondientes) y/o con el pago de la cuota de fomento
arrocero.
•
El gobierno determinó el momento de iniciar y dar por finalizada la aplicación del
almacenamiento, de acuerdo al comportamiento del mercado.
•
La interventoría del programa la hizo la Bolsa Nacional Agropecuaria quién, además,
facilitó la logística para su desarrollo operativo.
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Los resultados de la ejecución del novedoso instrumento de incentivos al
almacenamiento, en un producto como el arroz, cuya participación dentro del volumen
total de compras del Idema era históricamente superior al 90%, no podían ser más
bondadosos: se estabilizaron los precios al productor en épocas de cosecha, los
industriales del arroz tuvieron la posibilidad de comprar el producto en época de
abundancia evitando la incertidumbre del suministro posterior de la materia prima para su
industria, manejando los inventarios de acuerdo a su criterio empresarial y a las
condiciones del mercado y disminuyendo los costos técnicos y financieros de los
inventarios; el gobierno ejecutó la política de intervención de manera más transparente y
eficiente, ahorrando cuantiosos recursos del presupuesto nacional y generando una nueva
cultura de reacción del sector privado frente a la situación tradicional de producción
estacional.
En consecuencia, mediante la firma de 72 contratos con industriales, comerciantes y
productores se lograron almacenar 75.975 toneladas de arroz paddy seco con un costo
para la Nación de $3.267 millones. En 1994, la intervención del Idema en 82.431
toneladas ocasionó pérdidas por $12.267 millones de esa época equivalente al 70% del
precio de compra al agricultor (las pérdidas del Idema sin ajustes por inflación fueron
alrededor de $90 mil millones en 1995, $74 mil millones en 1996 y $190 mil millones en
1997. Entretanto los incentivos durante 1996 y 1997 costaron alrededor de $6.100
millones) Adicionalmente, el instrumento fue señalado por el sector privado (productores,
industriales y comerciantes) como una decisión afortunada del gobierno.
Debido a lo novedoso del mecanismo y a la falta de experiencia en almacenamiento
por parte de los agricultores, la ejecución del instrumento presentó algunas dificultades en
1996. No obstante, la concertación entre el sector privado (productores, industriales y
comerciantes) y el gobierno al interior del Comité de Seguimiento a la Producción,
consumo e importaciones de arroz que se creó como órgano asesor de la política de
absorción de cosechas, permitió la aplicación con éxito del instrumento.
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Fue tan categórico el éxito del mecanismo de incentivo al almacenamiento durante el
segundo semestre de 1996, que sin intervención del Idema en la compra de cosechas se
estabilizaron los precios al productor y se logro la compra de toda la cosecha, aún la de
zonas apartadas, con mucho mayor eficiencia en la inversión de los recursos públicos, lo
cual validó la eficacia del nuevo instrumento de intervención.
Para el segundo semestre de 1997 cambió la manera de ejecutar el instrumento.
Adicional a los criterios generales aplicados en 1996 sobre la necesidad de lograr
concertación entre el gobierno y el sector privado en la definición del precio mínimo
pagado al productor, zonas de intervención y duración del incentivo, se determinó lo
siguiente:
•
La cantidad máxima de arroz paddy seco a ser almacenada con incentivo, por un
término máximo de cuatro meses sería de 200 mil toneladas y el incentivo por
tonelada mes almacenada sería de $13.000.
•
De acuerdo con la producción en cada una de las zonas, se determinó la cantidad a
almacenar en cada una y la proporción entre dicha cantidad a almacenar y la
producción total.
•
El incentivo se otorgó de manera automática aplicando los porcentajes anteriormente
mencionados, de acuerdo con las compras realizadas en dichas zonas. Las compras se
registraron en la Bolsa Nacional Agropecuaria y la solicitud para aplicar al incentivo
fue expresada por los mismos agentes compradores.
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Como resultado de la intervención se almacenaron 163.148 toneladas que originaron
un incentivo de $1.754 millones, mucho menos de lo estimado debido al crecimiento de
los precios al productor que recomendó mantener el almacenamiento solo durante mes y
medio.
El éxito del mecanismo de incentivos al almacenamiento, se ratifica en la medida que
durante 1997 se aplicó a otros productos diferentes al arroz y en localidades totalmente
disimiles como las zonas Plante.
Los resultados de la aplicación del incentivo durante 1997 se pueden evidenciar
en el siguiente cuadro:
Producto
Arroz
Objetivo
Manejo
Excedentes
Frijol soya
Estabilizar
precios.
Maíz Blanco
Manejo
Excedentes
Fibra de Fique Almacenar
excedentes
Frijol
Calima Manejo
radical
excedentes
Frijol Calima
Manejo
Excedentes
Región
de Todo el País
Toneladas
163.148
Valor
$1.754 millones
los Llanos
orientales
de Córdoba, Sucre
y Cesar
Cauca, Nariño y
Antioquia.
de Guanentá
Santander
de Zonas Plante sur
de Bolívar
19.665
$530 millones
16.000
$272 millones
2.054
$200 millones
100
$12 millones
200
$40 millones
De igual forma, el instrumento permitió estabilizar los precios de los diferentes
productos a los cuales se les aplicó, lo cual se puede corroborar con las diferentes
estadísticas de precios de mercado.
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B.
Dificultades del instrumento
A pesar de las bondades evidentes del mecanismo de incentivo al almacenamiento,
se han identificado algunos problemas en su operación. Se evidenció la dificultad para
acceder al crédito prendario para todos los agentes comercializadores y en especial para
los agricultores, por cuanto el sistema financiero no considera la prenda agropecuaria
como garantía suficiente y porque los excesivos trámites y altos costos vinculados al
mecanismo de descuento de bonos de prenda, desestimulan la compra y almacenamiento
de productos agropecuarios. Se hace necesario implementar mecanismos que permitan
superar estas dificultades para hacer más dinámico el mercado agropecuario.
Antes de la liquidación del IDEMA, el mecanismo pudo operar de manera muy
fluida gracias a que dicha entidad, en su condición de Empresa Industrial y Comercial del
Estado, tenía la posibilidad de adelantar directamente la contratación del almacenamiento
o subcontratarla con entidades especializadas como la Bolsa Nacional Agropecuaria,
aplicando el derecho privado.
IV.
APOYOS A COSTOS DE TRANSPORTE
La ejecución de la nueva política de incentivos, compensaciones y subsidios
directos a la comercialización, continuó su desarrollo en zonas de atención especial por la
importancia de la producción agropecuaria en ellas, a pesar de su desarticulación de los
mercados por deficiencias en la infraestructura de transporte, como son las del programa
de sustitución de cultivos ilícitos. En efecto, considerando las condiciones particulares de
dichas zonas, se diseño un mecanismo de apoyo con el objetivo de contribuir con los
productores a sufragar los costos incurridos por el transporte de sus productos al sitio de
mercado más cercano.
Con dicho objetivo se definieron los costos de transporte por tonelada entre los
municipios plante y los mercados más cercanos a cada una de dichas zonas. Los centros
10
de mercado definidos fueron: Barrancabermeja, Florencia, Popayán, Santander de
Quilichao, Granada (Guaviare), Neiva, Pitalito, Granada (Meta), Tibú (Norte de
Santander), Mocoa y Chaparral.
En zonas plante el apoyo al transporte se aplicó al maíz amarillo en cantidad de
6.370 toneladas por valor de $440 millones, maíz blanco 7.520 toneladas por valor de
$600 millones y 2.000 toneladas de fríjol radical por valor de $100 millones. Los
municipios en los que se ejecutó el mecanismo fueron: Mapiripán, Mesetas y La Uribe en
el departamento del Meta; San José del Guaviare, La Carpa y la zona del Guayabero en el
Departamento del Guaviare; Simití, Santa Rosa del Sur y Morales en el Departamento de
Bolívar y Cartagena del Chaira, San Vicente del Caguan, Curillo y Solano en el
Departamento del Caquetá.
Por fuera de las zonas Plante también se implementó la política de apoyos al
transporte, es el caso de la intervención en maíz blanco en la vereda Batata, municipio de
Tierra Alta, Departamento de Córdoba, en el que se aplicó a 3.000 toneladas de maíz
blanco por valor de $138 millones de pesos.
V.
APOYOS DIRECTOS
En ejecución de la política de menor intervención del Estado en las actividades de
comercialización, el Gobierno no volvió a establecer precios de intervención, de tal
manera que la formación de los precios se dejó al juego del mercado. Como consecuencia
de ello, algunos productos agropecuarios perdieron rentabilidad y se deterioró el ingreso
de los agricultores haciendo necesario implementar el pago de apoyos directos
establecidos en el Artículo Séptimo de la Ley 101 de 1993.
En ejecución de dicha política, en 1997 se otorgaron apoyos directos a los
productores de trigo y cebada en cantidad de 30.000 toneladas a razón de $10.000 por
tonelada, para un total de $300 millones.
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A los productores de algodón, cosecha del interior, se les otorgó un apoyo de
$120,000 por tonelada de fibra, en cantidad de 9.500 toneladas de fibra de algodón, con
un costo total de $1.142,8 millones. El pago de este apoyo se condicionó a la destrucción
de socas y a la utilización de empaque no contaminantes de la fibra.
A los productores de soya de todo el país, se otorgó un apoyo directo a 52.800
toneladas por valor de $565.9 millones.
VI.
APOYO A DAMNIFICADOS POR EL FENOMENO DEL PACIFICO
A pequeños agricultores ubicados en los municipios definidos por el IDEAM
como los más afectados por el Fenómeno del Pacífico, quienes no pudieron cultivar o
perdieron casi la totalidad de sus cosechas, se les concedió un apoyo directo con recursos
del presupuesto de 1997 de $150.000 por hectárea para un total de 4.000 hectáreas y
$600 millones.
VII.
APOYOS
A
LA
COMERCIALIZACION
CONFORMACIÓN
Y
DE
TRANSFORMACION
EMPRESAS
PRIMARIA.
DE
ICR
-
FONDO EMPRENDER.
La Ley 101 de 1993 creó como instrumentos de apoyo a empresas de
comercialización de productos agropecuarios el Incentivo a la Capitalización Rural – ICR
y el Fondo EMPRENDER.
Después de cuatro años de ejecución de estos programas, a 31 de diciembre de
1997 el Fondo EMPRENDER ha ejecutado $11.860,7 millones de los cuales tan solo ha
invertido $3.894,5 en doce empresas comercializadoras de las cuales tan solo cinco
muestran resultados positivos.
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Entre tanto, para el mismo período se ha otorgado ICR para comercialización en
cuantía de $9.510 millones a 593 proyectos, jalonando inversiones superiores a $50.000
millones.
De acuerdo con lo anterior, se hace necesario que el Ministerio de Agricultura
realice una evaluación de la eficiencia e impacto de los dos instrumentos.
VIII. CONCLUSIONES
La aplicación de incentivos, subsidios y compensaciones a la comercialización ha
permitido sustituir sin traumatismos la intervención directa del Estado en la determinación
de los precios de los productos agropecuarios y en la compra y venta de dichos bienes.
Estos mecanismos han logrado corregir las distorsiones del mercado originadas en
la sobreofertas estacionales y en la desarticulación de los mercados por deficiencias en la
infraestructura de transporte de una manera mucho más transparente, puesto que permiten
el funcionamiento de los mercados, no generan distorsiones en la formación de los
precios y en esa medida tampoco distorsionan la asignación de los recursos.
Adicionalmente, permiten la movilidad de los agentes del mercado garantizando que todos
tengan acceso a los mecanismos de apoyo.
La estrategia de concertación entre los diferentes eslabones de la cadena
productiva favorece la integración, crea el ambiente propicio para articular lo relativo a la
producción y comercialización y facilita desarrollar la estrategia de competitividad con
visión de cadena. La adopción de dichos mecanismos ha permitido la reacción del sector
privado para enfrentar
las situaciones coyunturales que antes causaban desequilibrio
general tanto en la actividad de los productores como en los industriales y comerciantes.
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La intervención a través de incentivos, compensaciones y subsidios a la
comercialización resultó mucho más eficiente en términos económicos que la intervención
del Idema, puesto que el costo fiscal se redujo a menos de la décima parte y garantiza que
los recursos del presupuesto nacional llegan efectivamente al sector productivo. La
administración de los nuevos instrumentos requiere de no más de cinco personas en el
Ministerio de Agricultura1.
El mismo proceso de concertación entre el sector privado equilibra el poder de
negociación y por tanto representa un control muy efectivo de las distorsiones que
pudieran crearse a causa de la concentración o del poder económico de algunos de los
agentes del mercado. La negociación se da en forma abierta con base en información
disponible para todos y la divulgación de los convenios de comercialización dota de
información suficiente a todos los interesados aún a los agricultores de zonas marginadas
de tal manera que las bondades de la política tienen una muy alta cobertura y
efectivamente reducen la incertidumbre de los agentes comercializadores.
No se requiere de una nueva institución para la administración de estos
instrumentos. No obstante, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural requiere
encontrar una forma ágil de contratación para operarlos de manera oportuna sin deterioro
de la eficiencia en la inversión de los recursos públicos.
La asunción integral de la comercialización por parte del sector privado requiere
del apoyo efectivo del Estado a la creación, fortalecimiento y modernización de empresas
comercializadoras, con criterios de eficiencia. En este sentido, los instrumentos de
política creados para apoyar dichas empresas deben ser administrados con dicho criterio.
1
En el primer semestre de 1997 el Idema tenía 1700 empleados.
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VIII. RECOMENDACIONES
Una vez superada la necesidad de intervención directa del Estado en la compra de
cosechas, se hace necesario fortalecer la función del Estado encaminada a facilitar el
funcionamiento de los mercados y promover su modernización mediante la reafirmación
de la estrategia y la reasignación de recursos. En este sentido, El Ministerio de
Agricultura y Desarrollo Rural y el Departamento Nacional de Planeación someten a
consideración del CONPES: solicitar al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
1. Conformar una organización administrativa funcional en la Dirección Superior, con el
objeto de que diseñe, ejecute y evalúe la política de apoyo a la comercialización
interna. Lo anterior, debido a que hoy dichas funciones están dispersas en varios
Viceministerios y Direcciones Generales, lo cual hace difícil realizar una acción
coordinada.
2. Estudiar la posibilidad de constituir un patrimonio autónomo con los bienes que
pertenecieron al IDEMA, que se consideren de importancia estratégica para la
comercialización de productos agropecuarios en el país. Los recursos de dicho fondo
se destinarían a la conservación de los activos y al fortalecimiento de las actividades
de apoyo a la comercialización.
3. Estudiar la posibilidad y en caso de ser viable, contribuir a implementar un sistema
alternativo de financiamiento de inventarios, que mediante la venta con pacto de
recompra en la Bolsa Nacional Agropecuaria (REPOS), permita generar liquidez en el
mercado de bienes agropecuarios y por este camino contribuya a la estabilización de
los precios y de los ingresos de los productores.
4. Diseñar, en coordinación con el Sena, las universidades y demás entidades una
estrategia de capacitación y asesoría del recurso humano en materia de
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comercialización, tanto para productores como comerciantes e industriales, orientando
los recursos financieros, técnicos e institucionales disponibles.
5. Evaluar los dos instrumentos de apoyo a la creación y fortalecimiento de empresas
comercializadoras, promover los ajustes necesarios e impulsar el que resulte más
eficiente en términos de modernización efectiva y menor costo fiscal. Es necesario
hacer mayor divulgación de los apoyos existentes para promoción y conformación de
empresas de pequeños productores asociados con el fin de facilitar el acceso a los
mercados, la agregación de valor y la prestación de los servicios por parte del Estado
6. Estudiar, junto con la Comisión Nacional de Crédito Agropecuario, la creación de
una línea especial para incentivar la investigación en comercialización y desarrollo de
mercados.
7. Desde la Dirección de la Bolsa nacional Agropecuaria, contribuir a que, en el menor
tiempo posible, se implemente el mercado de productos para entrega a término, la
integración con bolsas de otros países, el mercado de futuros y opciones y apoyar la
creación de la cámara de compensación, indispensable para que estos mercados
funcionen.
8. Dar especial importancia al fortalecimiento de la agricultura por contrato como
mecanismo idóneo para reducir las expectativas y riesgos de la comercialización,
garantizando al productor la compra oportuna de la producción y al industrial el
suministro de la materia prima.
9. Ampliar la cobertura de la concertación entre productores y consumidores para la
comercialización de los productos, para aquellos bienes que no están involucrados en
Acuerdos Sectoriales de Competitividad.
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10. Continuar apoyando las labores de normalización de calidades, pesas y medidas, y la
investigación en empaques, embalajes, almacenamiento y transporte y procurar su
aplicación.
Adicionalmente, el CONPES recomienda al Ministerio de Hacienda y Crédito Público, al
Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y al Departamento Nacional de Planeación,
fortalecer y asignar los recursos necesarios para que en el corto plazo el país cuente con
un sistema de información de mercados de bienes agropecuarios oportuno y confiable, de
fácil acceso y amplia cobertura geográfica, pública y especializada. El sistema debe
articular la información del mercado interno con la de los países de la Subregión Andina
individualmente considerados y con la de los mercados internacionales de referencia en
particular para aquellos productos con mayor exposición a la competencia internacional.
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