Se frena tendencia a reconocer derechos indígenas sobre tierras y bosques - Publicación presenta “hallazgo descorazonador”. Servindi, 16 de julio, 2014.- Desde 2008 se observa un freno en la tendencia a reconocer los derechos a la tierra de los pueblos indígenas y comunidades locales de los países con mayor cobertura de bosques. Así lo revela el informe titulado: ¿Qué futuro le aguarda a la reforma de la tenencia forestal. Progreso y ralentización de la reforma de la tenencia forestal desde 2002. La publicación elaborada en marzo de 2014 por la Iniciativa para los Derechos y Recursos (RRI, por su sigla en inglés) sostiene que se trata de un “hallazgo descorazonador” “Lo que es aún peor es haber descubierto que la proporción de tierra forestal que ha pasado a ser de propiedad comunitaria desde 2008 representa solamente un 20 por ciento de la proporción de los seis años anteriores” indica el documento de 80 páginas. La investigación observa que “se han aprobado menos reformas a favor de la comunidad; y que las que se han llevado a cabo son mucho menos enérgicas que las que se establecieron durante el periodo anterior (2002-2008)”.1 Advierte que desde 2008, en el 75 por ciento de la tierra forestal de los países en desarrollo analizados “no se ha aprobado ninguna legislación nueva que haya otorgado a los pueblos indígenas y comunidades locales la propiedad real sobre su tierra y recursos”. RRI es una coalición internacional organizaciones involucradas en las reformas de políticas de tierra y forestales en cerca de veinte países de África, Asia y América Latina. Trabajan juntos para fomentar compromisos y acciones a nivel mundial a favor de los pobres en cuanto a tenencia, políticas y reformas de mercado. Acceda a la publicación en español e inglés: http://www.rightsandresources.org/wp-content/uploads/What-Future-for-Reforms_ESP.pdf (PDF, español) http://www.rightsandresources.org/wp-content/uploads/doc_6587.pdf (PDF, inglés) A continuación reproducimos la introducción de la publicación: Introducción Pocas cosas hay con una naturaleza más política que los derechos sobre la tierra y, cuando además entran en juego cuestiones de identidad, derechos humanos y exclusión, la complejidad política se recrudece aún más. Si a ello se añade el valor cada vez mayor que están adquiriendo los bosques y la carestía de tierras de cultivo y agua dulce que sufrimos, no es de extrañar que la política en materia de tenencia de tierra se esté convirtiendo en un asunto polémico, delicado e incluso, en algunas ocasiones, hasta violento. Sabemos que muchos de los logros de desarrollo que se han conseguido últimamente en el mundo (como los de Corea del Sur, Taiwán o China) comenzaron con reformas agrarias. En lo que se refiere a la conservación forestal, sabemos también que la propiedad comunitaria es uno de los principales factores que han contribuido a una protección cada vez más efectiva de los bosques de muchos países en desarrollo. Brasil, México y Nepal son claros ejemplos de ello. Este es el motivo por el cual el principal hallazgo de este informe (que desde 2008 se ha observado una ralentización de la tendencia hacia el reconocimiento de los derechos sobre la tierra de los pueblos indígenas y comunidades locales de los países con mayor cobertura boscosa de todo el mundo en desarrollo) es especialmente descorazonador. Lo que es aún peor es haber descubierto que la proporción de tierra forestal que ha pasado a ser de propiedad comunitaria desde 2008 representa solamente un 20% de la proporción de los seis años anteriores; que se han aprobado menos reformas a favor de la comunidad; y que las que se han llevado a cabo son mucho menos enérgicas que las que se establecieron durante el periodo anterior (2002-2008). Desde 2008, en el 75% de la tierra forestal de los países en desarrollo que analizamos no se ha aprobado ninguna legislación nueva que haya otorgado a los pueblos indígenas y comunidades locales la propiedad real sobre su tierra y recursos. Como autores principales de los dos primeros informes de esta serie, no tenemos duda de que los datos, definiciones y análisis de la RRI son sólidos; incluso más de lo que lo eran antes. Así que, ¿Qué consecuencias tienen estos hallazgos? ¿Ha llegado a su punto más álgido la reforma de la tenencia forestal? ¿Ha adquirido la tierra forestal un valor demasiado alto para que la reforma siga progresando? ¿Se resisten tanto los gobiernos a la idea de ceder el control de los recursos forestales que son incapaces de respetar los derechos de sus ciudadanos, o de incluirlos en sus planes de desarrollo? ¿Son las reformas democráticas que marcaron el comienzo del respeto de los derechos de los indígenas en Latinoamérica inadecuadas para África o Asia desde el punto de vista cultural, a pesar de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas de 2007? Nosotros creemos que no. Creemos que la ralentización actual solo es una pausa. Lo que no reflejan los datos de la RRI son los sueños y las aspiraciones de los cientos de millones de personas que son dueños consuetudinarios de su tierra y recursos. Suponemos que estas personas, que cada vez cuentan con más poder, serán imposibles de detener o silenciar. También pensamos que la mayor conciencia que existe sobre esta crisis mundial y el mejor conocimiento de los beneficios que pueden reportar los derechos comunitarios sobre la tierra acabarán por convencer a todos los implicados (los gobiernos, el sector privado, las organizaciones internacionales de conservación y desarrollo, etc.) para que participen en la lucha por unos derechos seguros sobre la tierra, que abandonen su actitud habitual y que se conviertan en defensores de la reforma de la tenencia forestal. Abrigamos la esperanza de que este documento (así como los datos y análisis sobre los que se sustenta) contribuyan en cierta manera a tal cambio. Andy White, Coordinador. Iniciativa para los Derechos y Recursos (RRI). William Sunderlin, Científico principal. Center for International Forestry Research.