usar y tirar ...en serio

...EN SERIO
BOLETÍN
SEPT./OCTUBRE—2015
USAR Y TIRAR
Hace unos dos mil quinientos años, el gran filósofo Heráclito de Éfeso dejó dicho que en este mundo en
que vivimos “la única constante es el cambio”. Hoy más que nunca esa frase es una realidad que
afecta a casi todo lo que nos rodea.
Cambiamos de ropa, de teléfono móvil, de coche, de empleo y hasta de pareja con una rapidez que
nunca se había visto antes. En el mundo de los objetos, esa afición por el cambio se concreta en el uso
limitado que damos a las cosas. Pañuelos de papel, vasos de plástico, zumos, leche y refrescos en
envases de cartón; productos todos de “usar y tirar”, que nos permiten estar siempre estrenándolo
todo.
La renovación constante de los más diversos objetos de nuestra vida diaria no es una moda pasajera,
sino una tendencia imparable que hay que tener presente a la hora de diseñarlos. Evitar procesos de
preparación para hacer las cosas más cómodas y sencillas, es también otro concepto paralelo que ha
llevado a desarrollar productos como el café soluble o los platos precocinados. Todo ello que facilite al
consumidor el uso de un producto y al mismo tiempo le ofrezca la posibilidad de desprenderse de él
una vez usado, sin necesidad de tener que almacenarlo, recargarlo y volverlo a usar, será bienvenido,
porque facilitar el uso de las cosas y poder estrenarlas nuevas cada día es uno de los mayores placeres
del consumidor moderno.
La crisis ha provocado que las grandes ofertas y la aparición de las empresas de bajo coste (low-cost)
se disparen para que la gente consuma. De hecho, desde hace varios años la tendencia durante las
épocas de rebajas es que los consumidores compren cada vez más objetos que en realidad no
necesitan. Este abaratamiento de los costes ha impulsado la cultura del “usar y tirar”, ya que se
compra por el impulso de lo barato, antes que por la necesidad en sí.
Una de las consecuencias de esta cultura del “usar y tirar” es que nos estamos quedando sin espacio
en las casas para acumular todo lo que se compra. Mientras la población norteamericana llena sus
armarios, los europeos, que generalmente viven en casas más pequeñas, tienden a alquilar trasteros
para acumular diversos objetos en desuso. Otra de las consecuencias es que se está generando
verdaderos riesgos ocupacionales y sobre el medio ambiente.
Los seres humanos nos hemos convertido en seres guiados por el “usar y tirar”, por la creciente
sensación de que todo es efímero y que los productos que compramos y utilizamos tienen una vida útil
muy reducida: siempre empujados por lo nuevo, por más velocidad, más estilo o simplemente, por un
deseo inexplicable “por el cambio”.
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NUEVA TEMPORADA otoño/invierno 2015-2016
...NO TAN EN SERIO
«Es muy triste
que hoy en día
escasee tanto
la información
inútil»
Oscar Wilde
BOLETÍN
SEPT./OCT.—2015
Graffitis (2)
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Todo tiempo pasado, fue anterior.
La inteligencia me persigue, pero yo soy más rápido.
La pereza es la madre de todos los vicios, y como madre, hay que respetarla.
Tener la conciencia limpia es síntoma de mala memoria.
Felices los que nada esperan, porque nunca serán defraudados.
Si la montaña viene hacia ti, ¡corre!, es un derrumbe.
Ningún tonto se queja de serlo, no les debe ir tan mal.
No hay mujer fea, sólo belleza rara.
No soy un completo inútil, por lo menos sirvo de mal ejemplo.
Lo importante es el dinero, la salud va y viene.
El que nace pobre y feo, tiene grandes posibilidades de que al crecer, se le
desarrollen ambas condiciones.
Huye de las tentaciones, despacio, para que puedan alcanzarte.
Si no eres parte de la solución, eres parte del problema.
La mujer que no tiene suerte con los hombres, no sabe la suerte que tiene.
El dinero no hace la felicidad, la compra hecha.
Yo no sufro de locura, la disfruto a cada minuto.
Trabajar nunca mató a nadie, pero, ¿para qué arriesgarse?
La verdad absoluta no existe, y esto es absolutamente cierto.
Es bueno dejar la bebida, lo malo es no acordarse donde.
Si buscas alguna cosa, Google. Si buscas alguien, Facebook. Pero si no encuentras
nada, Mamá!!!
La mala ortografía es una enfermedad de transmisión Textual. ¡Protégete!
No es para ponerse técnicos, pero según la química, el alcohol es una solución.
Dios mío, dame paciencia, pero dámela, ¡YA!
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