El desarrollo social deja a la vista nuevas realidades y nuevas formas de pensamiento para interpretarlas y de esta forma lograr una explicación, es lo que hoy en día se le ha dado el nombre de postmodernidad, es el cambio de pensamientos que sustituyó a los instituidos en la modernidad, se han llegado a conclusiones muy variadas de lo que pudo generar este cambio de ideologías, pero en realidad es que si unimos todas las ideas tendremos una mejor respuesta, digo esto ya que en las ciencias sociales, no es solo un acontecimiento el que genera un cambio, sino todo un conjunto de condiciones, en este caso actuaron diversos acontecimientos políticos, el desarrollo de las nuevas tecnologías y la preponderancia de los medios de comunicación, entre muchos otros los cuales modificaron radicalmente nuestra opinión acerca de lo que era normal unos años atrás. Este nuevo cambio es lo que ahora conocemos como el Nuevo Orden Civilizatorio o más conocido como la Tercera Ola, esta serie de cambios ya no se expresa como lo hizo con la llegada de la modernidad, ahora ya no se desarrollan las grandes revoluciones para instaurar nuevas sociedades, pero no debemos descartar las pequeñas revoluciones motivadoras de cambios, estas según Mires forman una revolución multidimensional. La estructura organizacional cambió radicalmente de ser de tipo piramidal, con jerarquías y líneas verticales de mando, para ser netamente aplanadas, convirtiendo a las organizaciones en sistemas de comunicación o redes de información, en las cuales las tareas se convierten en procesos o relaciones comunicativas, esto ha sido visto en las grandes empresas que unas décadas atrás sucumbieron a pesar de su grandeza, caracterizándose por su rigidez y poca agilidad. Saliéndonos de lo común, incluso las coordenadas masa−espacio−tiempo, han sido modificadas, el pensamiento postmoderno ya no se basa en los postulados de Newton y Descartes, ya no se toma el espacio en sus tres dimensiones, ahora con la física relativista el tiempo pasó a constituirse en la cuarta dimensión, y a nivel organizacional las coordenadas tiempo y espacio coinciden en una sola coordenada de tiempo−espacial, en la cual se da el movimiento sin desplazamiento, las transacciones entre grandes organizaciones de Caracas y Tokio pueden realizarse sin exigir un movimiento de una masa en el espacio. Ya el ser humano no pasa su vida obedeciendo al superior inmediato, sino comunicándose con todos los renglones de la organización. Se pasó del uso de la racionalidad instrumental−formal, expresada por el pensamiento Cartesiano, a una racionalidad dialógica en la cual se desarrollan cambios en los parámetros de verdad, lo cual lo verdadero es lo simbólico, se plantea la búsqueda de conocimiento en vez de la formulación de nuevas leyes. Ya no escuchamos más el término de sujeto disciplinado, el cual a pesar de ser el protagonista de la historia en la sociedad moderna, se veía limitado a realizar sus metas dentro de una organización, convirtiéndose en una máquina que debe cumplir disciplinada y mecánicamente con sus tareas para así lograr sus metas. En la postmodernidad se habla del sujeto deliberante, el cual mediante la comunicación, genera los procesos, es el que participa, teniendo entonces en predominio el uso del método cualitativo. Sin embargo ya no predominan las nociones newtonianas de masa, espacio y tiempo, en lo cual tan solo era considerado real todo aquello que se encontraba dentro de dichas coordenadas, sino que es ahora el discurso metafísico, cualitativo o subjetivo de lo real lo que prevalece, esto generado con el cambio de las estructuras organizacionales y las formas de relacionarse los sujetos, pasando así a referirse a las coordenadas tiempo−espacial y al símbolo, ya no viviremos en un mundo estable y regido por leyes universales, sino más bien en un mundo de inestabilidad dinámica o caos, de probabilidades y de irreversibilidad del tiempo. Es acaso que este cambio que está sufriendo la sociedad, este renacer de una nueva civilización, dado por constantes conflictos, será capaz de destruir la especie humana, olas de cambio como la primera, que abrió paso a la agricultura, y la segunda que trajo la era industrial, se llevaron consigo a grandes civilizaciones, pero 1 como nos lo plantea la premisa revolucionaria, la especie no se destruirá, no por completo, por lo menos. Esta generación tiene la importancia significativa, es la luchadora de una segunda ola y la innovadora de una nueva tercera ola, tan solo los preparados podrán quitar provecho a un futuro que puede ser predecido por ellos, tal y como lo hicieron en la Europa del siglo XIX, pero esta imagen del futuro pudiera ser borrosa por causa del choque de dos olas gigantescas que no predominan claramente, tal como sucede en Estados Unidos, quien actualmente esta submerso en una desconfianza y falta de acción por parte de su pueblo, conflictos políticos y sociales que abruman a un país, así como pasa en otros países del mundo, pero dichos conflictos no son más que etapas de un desarrollo que nos conduce a la modernidad, a un mundo dividido, no en dos, sino en tres civilizaciones totalmente distintas, una de azada, la segunda de cadenas de montaje y la nueva simbolizada por el ordenador. La civilización que se adapte más rápido al cambio, será sin duda la que ganará la lucha de poderío. CONCLUSION En estos nuevos pensamientos el elemento necesario e imprescindible para crear riquezas es el saber, lo acompañan también la cultura, los datos, el idioma, etc. A nivel industrial, por ejemplo, el saber nos lleva a un ahorro en gastos, transporte y energía porque gracias a las nuevas tecnologías pasamos de una producción en serie a una desmasificada, llevándonos a la explosión de productos, servicios, personalidad y semipersonalidades que originan productos miniaturizados, ahorrando el costo de almacenamiento y transporte. Esto nos debe servir para convertir los productos locales en sustitutos utilizables. Así, de esta manera se reduce la energía y el tiempo gracias a una información rápida que hace surgir una economía instantánea y sustituye al tiempo. Se reemplaza al capital ya que bajan las existencias porque dicha información permite que se reduzcan los productos terminados almacenados por la existencia de suministros informalizado de piezas en el momento preciso, haciendo necesitar menor capital para que se desarrolle la anterior tarea. Por tanto el conocimiento es el sustituto definitivo de una economía avanzada. UNIVERSIDAD DE CARABOBO FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y SOCIALES ESCUELA DE ADMINISTRACION Y CONTADURIA CATEDRA DE METODOS DE INVESTIGACION II Modernidad y Postmodernidad 2