EL EMPIRISMO

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EL EMPIRISMO
Historia del Pensamiento Filosófico y Científico
Giovanni Reale y Dario Antisieri Tomo III
2
Locke.
palabra «idea» en el sentido que consagraron Descartes y Locke, y
La Fundación del Empirismo Crítico
con facilidad caemos en el error de creer que es la única acepción y la
más obvia que posee dicho término. En realidad, éste constituye el
punto de llegada de un debate metafísico y gnoseológico iniciado por
EL
EMPIRISMO
EL
Platón (y en algunos aspectos, incluso antes), continuado por
RACIONALISMO
Aristóteles y, más tarde, por los representantes del platonismo medio
CARTESIANO: EL PRINCIPIO DE LA EXPERIENCIA Y LA CRÍTICA
y los neoplatónicos, los Padres de la Iglesia, los escolásticos y
DEL INNATISMO
algunos pensadores renacentistas. «Idea» es la transliteración de una
EMPIRISMO
DE
INGLÉS
LOCKE
COMO
TRADICIONAL
SÍNTESIS
Y
EL
ENTRE
palabra griega que significa «forma» (eidos), y en particular -a partir
Nicola Abbagnano, en la Introducción a la traducción (realizada
de Platón- «forma ontológica», esto es, «esencia substancial» y «ser»,
por su esposa Manan Taylor) del Ensayo de Locke, resume a la
pero no «un pensamiento». En la fase final del platonismo antiguo, las
perfección el problema en los términos siguientes: «El Ensayo sobre el
ideas .se convierten en «pensamientos del intelecto supremo» y, por
intelecto humano de Locke se presenta como un an li is de los límites,
tanto, paradigmas supremos, en los que coinciden ser y pensamiento,
las condiciones y las posibilidades efectivas del
conocimento
esto es, paradigmas metafísicos. Los debates acerca del problema de
humano. Dicho análisis parece inspirarse en la antigua tradición
los universales y las distintas soluciones propuestas conmocionaron
empirista de la filosofía inglesa, tradición que va desde Rogerio Bacon
en gran medida la antigua concepción platónica y abrieron el camino a
y Ockham, pasando por una serie ininterrumpida de pensadores
planteamientos radicalmente nuevos. La elección cartesiana del
menores, hasta Bacon de Verulam y Hobbes. En esta corriente de
término «idea» para indicar un simple contenido de la mente y del
ideas, Locke integró algunos elementos procedentes de la filosofía
pensamiento huma o señala un completo olvido de la antigua
cartesiana y, en especial, el principio según el cual el único objeto del
problemática metafísica de la Idea y la aparición de una mentalidad
pensamiento humano es la idea. La tesis más llamativa de Locke es
completamente nueva, que Locke contribuye a imponer de forma
que las ideas proceden de la experiencia y que, por lo tanto, la
definitiva.
experiencia constituye el límite infranqueable de todo posible
En la Introducción al Ensayo se puede leer: «Debo [...] pedir
conocimiento.» Tradición empirista inglesa e idea cartesiana son,
autorización a quien me lea para utilizar con frecuencia la palabra
pues, los componentes cuya síntesis da lugar al nuevo empirismo de
idea, como se verá en el presente tratado. Este es el término que sirve
Locke.
mejor -en mi opinión- para representar una cosa que sea objeto del
Antes de abordar el núcleo del problema, conviene efectuar
intelecto cuando el hombre piensa. Por lo tanto, lo he utilizado para
algunas observaciones sobre este término «idea», que posee una
expresar todo lo que puede ser entendido como imagen, noción,
historia gloriosa. En nuestros días, utilizamos corrientemente la
especie o todo aquello alrededor de lo cual puede ocuparse el espíritu
3
al pensar.» Sin embargo, se rompe el acuerdo con Descartes cuando
pone en duda) también podría explicarse sin la hipótesis del
se trata de establecer «en qué modo llegan al espíritu estas ideas».
innatismo, mostrando sencillamente que existe otra manera de llegar a
Descartes se había pronunciado a favor de las ideas innatas. Locke,
él.
por el contrario, niega toda forma de innatismo y busca demostrar -de
b) En realidad dicho consenso universal no existe, como se
manera sistemática y mediante un análisis muy puntilloso- que las
constata a través del hecho de que los niños y los deficientes
Ideas proceden siempre y únicamente de la experiencia.
mentales no son conscientes para nada del principio de identidad o de
Como consecuencia, la tesis de Locke consiste en lo siguiente: 1)
no contradicción, ni de los principios éticos fundamentales.
no hay ideas ni principios innatos; 2) ningún intelecto humano, por
c) Para oponerse a tal objeción sería absurdo afirmar que los niños
fuerte y vigoroso que sea, es capaz de forjar o de inventar (esto es,
y los deficientes poseen estos principios innatos, pero no son
crear) ideas, al igual que no es capaz de destruir aquellas que existen;
conscientes de ellos; decir que hay verdades impresas en el alma,
3) por lo tanto, la experiencia es el origen de las ideas y, al mismo
pero que no son percibidas, es algo absurdo, ya que la presencia de
tiempo, su límite, el horizonte al cual se halla vinculado el intelecto. La
un contenido en el alma y la conciencia de dicha presencia son
Crítica del innatismo, por lo tanto, es considerada por Locke como un
elementos que coinciden. Locke sostiene. «Decir que una noción se
elemento decisivo. Debido a ello, le dedica en su integridad el primer
halla impresa en el espíritu y al mismo tiempo decir que el espíritu la
libro del Ensayo.
ignora y que hasta ahora nunca ha caído en la cuenta de .ella,
1) La postura innatista que Locke critica no es únicamente la de los
significa convertir en nada dicha impresión. No se puede afirmar de
cartesianos, sino también la de Herbert de Cherbury (1583-1648), los
ninguna proposición que esté en el espíritu, pero que el espíritu nunca
platónicos ingleses de la escuela de Cambridge (Benjamin Wichcote,
la conoció o nunca fue consciente de ella.»
1609-1683; John Smith, 1616-1652; Henry More, 1614-1687; Ralph
d) La tesis de que hay principios morales innatos se ve desmentida
Cudworth, 1617-1688) y, en general, todos los que en cualquier forma
por el hecho de que algunos pueblos se comportan exactamente al
sostengan la presencia en la mente de contenidos anteriores a la
revés de lo .que postularían tales principios, cometiendo acciones que
experiencia, que habrían sido impresos en ella desde el primer
para nosotros serían perversas: sin experimentar por ello el más
momento de su existencia. Locke recuerda que el criterio rector al que
mínimo remordimiento, lo cual significa que ellos consideran que su
se remiten los defensores del innatismo de las ideas y de los
conducta no es en absoluto perversa, sino. completamente lícita.. Al
principios (teóricos o prácticos) es el consenso universal del que unas
ilustrar
y otros disfrutan en todos los hombres. Locke apela a los siguientes
ejemplificaciones muy diversas, pintorescas y eficaces, y concluye en
argumentos básicos para refutar dicha prueba.
estos términos: «Si miramos en torno nuestro para ver a los hombres
a) El consenso universal de los hombres acerca de determinadas
ideas y determinados principios (en el caso de que exista, cosa que se
esta
postura,
Locke
abunda
en
descripciones
y
tal cual son, nos encontraremos con que en un lugar experimentan
4
remordimientos por haber realizado o dejado de realizar aquello que,
estaré dispuesto a aceptar que un ciego puede tener las ideas de los
en otro sitio, consideran meritorio.»
colores y un sordo, nociones claras de los sonidos.»
e) La idea misma de Dios no puede decirse que todos la posean,
3)
El
intelecto,
en
consecuencia,
recibe
el
material
del
ya que hay pueblos que no «tienen ni siquiera un nombre para
conocimiento sólo a través de la experiencia. El alma piensa
designar a Dios, no tienen religión ni cultos».
únicamente después de haber recibido dichos materiales: «No veo
2) Podría formularse la hipótesis según la cual el intelecto, aunque
ninguna razón para creer que el alma piense antes que los sentidos le
no tenga ideas innatas, podría empero crear ideas o, si se prefiere,
hayan proporcionado ideas so re las cuales pensar; a medida que
podría inventarlas. Sin embargo, Locke excluye categóricamente tal
éstas aumentan de cantidad y el espíritu las conserva, el alma -
hipótesis. Nuestro intelecto puede combinar de diversos modos las
gracias al ejercicio- mejora su facultad de pensar en todas sus
ideas que recibe, pero de ninguna manera puede concederse a sí
diversas
mismo ideas simples, y tampoco -una vez que las tiene- puede
reflexionando
destruirlas, aniquilarlas o anularlas, como ya hemos dicho. Locke
patrimonio y su facilidad para recordar, imaginar, razonar y utilizar
señala: «Ni siquiera la inteligencia más notable o el intelecto más
otros modos de pensar. »
partes.
A
sobre
continuación,
sus
propias
combinando
operaciones,
estas
ideas
incrementa
su
amplio tienen el poder, por vivaz y variado que resulte su
Veamos ahora un texto muy célebre, en el que Locke replantea la
pensamiento, de inventar o forjar una sola idea simple y nueva para el
antigua tesis del alma como tabula rasa en la que sólo la experiencia
espíritu, que no haya sido aprendida de las maneras ya mencionadas;
inscribe contenidos:
y la fuerza del intelecto tampoco puede destruir las que ya existen. El
dominio del hombre sobre este pequeño mundo de su intelecto es
Supongamos que el espíritu, por así decirlo, sea una hoja en blanco, sin ninguna
aproximadamente el mismo que posee en el gran mundo de las cosas
letra, sin ninguna idea. ¿Cómo llegarán éstas allí? ¿De dónde proviene aquel vasto
visibles, donde su poder -aunque se ejerza con arte y habilidad- no
depósito que la fantasía industriosa e ilimitada del hombre ha trazado allí, con una
variedad casi infinita? De dónde procede todo el material de la razón y del
logra otra cosa que componer y dividir los materiales que halla a su
conocimiento? Respondo con una sola palabra: de la .experiencia. Todo nuestro
alcance, pero no puede hacer nada para fabricar ni siquiera la más
conocimiento se basa en ella y de ella proviene en última instancia.
mínima partícula de materia nueva o para destruir un átomo de la que
existe. El que quiera forjar con su propio intelecto una idea simple, que
no haya sido recibida desde los objetos externos a través de los
Éstas son las líneas maestras del empirismo de Locke. Sobre ellas
edifica nuestro filósofo todo su pensamiento.
sentidos o desde la reflexión sobre las operaciones de su espíritu, se
encontrará con la misma incapacidad. Quisiera que alguien tratase de
imaginarse un sabor que nunca hubiese llegado hasta su paladar o de
darse la idea de un perfume que jamás haya olido; cuando lo logre,
EL CONOCIMIENTO, SU VALOR Y SU EXTENSIÓN
5
Las ideas, con todas las variedades antes descritas, constituyen el
2) Se da una demostración cuando el espíritu percibe el acuerdo o
material.del conocimiento, pero no son todavía el conocimiento en
el desacuerdo entre las ideas de una forma no inmediata. La
sentido estricto, ya que por sí mismas están más acá de lo verdadero
demostración procede a través de pasos intermedios, es decir,
y de lo falso. No existe conocimiento si no se produce la percepción
mediante la intervención de otras ideas (una o más, según los casos),
de un acuerdo (o un desacuerdo) entre ideas o grupos de ideas, y sólo
y es justamente esta forma de proceder lo que se llama «razón» y
entonces se da lo verdadero y lo falso: «A mi parecer, el conocimiento
«razonar». El procedimiento demostrativo consiste en introducir una
no es otra cosa que la percepción de la conexión y del acuerdo, o del
serie de nexos evidentes por sí mismos -esto es, intuitivos- para
desacuerdo y el contraste entre nuestras ideas. Solo consiste en
demostrar la existencia de nexos no intuitivos en sí mismos. Por lo
esto.» Este tipo de acuerdo o desacuerdo puede ser de cuatro clases:
tanto, en última instancia, la validez de la intuición fundamenta la
a) identidad y diversidad. b) relación
validez de la demostración. Piénsese, por ejemplo, en la demostración
c) coexistencia y conexión necesaria; d) existencia real. Ahora bien en
de los teoremas geométricos, que unen determinadas ideas cuyo nexo
general, el acuerdo entre ideas puede percibirse de dos modos
no resulta evidente de manera inmediata, a través de una serie de
diferentes: 1) por intuición, y 2) por demostración.
pasos, cada uno de los cuales es inmediatamente evidente. Por lo
1) El acuerdo entre las ideas que se percibe mediante la intuición
es el que se posee por evidencia inmediata: «En ésta, el espíritu no se
tanto, la demostración avanza y se despliega a través de una serie de
intuiciones encadenadas en la forma oportuna.
toma el trabajo de probar o de examinar, sino .que percibe la verdad
Todo esto no plantea problemas especiales cuando se trata de los
como el ojo ve la luz, únicamente dirigiéndose hacia ella. Así, el
tres primeros tipos de acuerdo o de desacuerdo entre las ideas que se
espíritu percibe que el blanco no es negro, que un círculo no es un
han mencionado al principio de este parágrafo: a) identidad-
triángulo, que tres son más que dos, e igual a uno más dos. El espíritu
diversidad; b) relación; c) coexistencia y conexión necesaria. En estos
percibe esta especie de verdad apenas ve juntas a las ideas, por pura
casos no se sale del ámbito de las puras ideas. En cambio, los
intuición, sin que intervenga otra idea; y esta especie de conocimiento
problemas se plantean cuando se trata del caso d) la existencia real,
es el más claro y cierto del que es capaz la fragilidad humana. Esta
donde ya no está en cuestión e1 simple acuerdo entre ideas, sino el
parte del conocimiento se hace irresistible y, como el resplandor de la
acuerdo entre las ideas y la realidad externa. Vuelve a aparecer aquí
luz solar, se impone de inmediato a la percepción, apenas el espíritu
la vieja noción de verdad como adequatio intellectus ad rem, como
dirige su vista en tal dirección; no se produce ninguna vacilación, duda
acuerdo entre las ideas y las cosas, por encima del simple acuerdo
o examen, sino que el espíritu se ve colmado de inmediato por su
entre las ideas.
clara luz. De tal intuición depende toda la certeza y la evidencia de
todo nuestro conocimiento.»
Locke trata de resolver la dificultad en la siguiente forma. Nosotros
tenemos conocimiento: 1) de nuestra existencia, mediante intuición; 2)
6
de la existencia de Dios, por demostración, y 3) de la existenciia de las
eternidad ha habido algo; porque lo que no existe desde la eternidad
demas cosas, por sensación.
ha tenido un comienzo; y lo que ha tenido un comienzo debe haber
1) Para justificar la afirmación según la cual conocemos nuestra
existencia por
intuición,
Locke
apela a
fórmulas
típicamente
cartesianas, si bien menos contundentes: «Nada puede ser más
sido producido por otro».
Locke demuestra así que este otro del que deriva nuestro ser debe
ser omnipotente, omnisciente, eterno.
evidente para nosotros que nuestra propia existencia. Pienso, razono,
Hay que poner de relieve el hecho de que el empirista Locke
siento placer y dolor: ¿puede alguna de estas cosas ser para mí más
considere que la existencia de Dios es algo más cierto incluso que lo
evidente que mi propia existencia? Si dudo de todas las demás cosas,
que nos manifiestan los sentidos. Estas son sus palabras: «De lo que
esta misma duda me hace percibir mi propia existencia y no me
ha sido dicho, para mi resulta claro que poseemos un conocimiento de
permite dudar de ella. Si sé que siento dolor, es evidente que poseo
la existencia de Dios que es más cierto que cualquier otra cosa que
una percepción cierta, tanto de mi propia existencia como de la
los sentidos nos manifiesten de un modo inmediato. Más aún, me
existencia del dolor que siento. Si sé que dudo, poseo la percepción
atrevo a decir que conocemos que existe un DIOS con más certeza
cierta de la existencia de la cosa que duda, así como del pensamiento
que aquella con la que conocemos que hay algo fuera de nosotros.
que llamo "duda". La experiencia nos persuade de que tenemos un
Cuando digo que conocemos, me refiero a que existe en nosotros, a
conocimiento intuitivo de nuestra propia existencia y una infalible
nuestro alcance, un conocimiento que no nos puede faltar. Si
percepción interna de que existimos. En cualquier acto de sensación,
aplicamos a él nuestro espíritu en la misma forma que en muchas
razonamiento
otras investigaciones.»
o
pensamiento,
ante
nosotros
mismos
somos
conscientes de nuestro propio ser, y a este respecto no nos falta el
grado más elevado de certidumbre.»
3) En opinión de Locke, estamos menos seguros de la existencia
de las cosas externas de lo que lo estamos de nuestra propia
2) Locke demuestra la existencia de Dios apelando al antiguo
existencia o de la de Dios. Locke afirma que «tener en nuestro espíritu
principio metafísico ex nihilo nihil y al principio de causalidad, en el
la idea de algo no demuestra la existencia de esta cosa, así como el
modo siguiente. Sabemos con certeza absoluta que somos algo que
retrato de un hombre no convierte en evidente su existencia en el
existe realmente. Además, «el hombre sabe, por certeza intuitiva, que
mundo, o las visiones de un sueño no constituyen como tales una
la pura nada tanto puede producir un ser real como ser igual a dos
historia verdadera». Sin embargo, se aprecia con claridad que, dado
ángulos rectos. Si un hombre no sabe que lo no-ente o la ausencia de
que nosotros no producimos nuestras ideas, éstas deben ser
todo ser no puede ser igual a dos ángulos rectos, se hace imposible
producidas por objetos externos.
que conozca ninguna demostración de Euclides. Por el contrario, si
No obstante, podemos estar seguros de la existencia de un objeto
nosotros sabemos que existe un ser real, y que lo no-ente no puede
que produzca en nosotros la idea, solo en la medida en que la
producir un ser real, ésta es la demostración evidente de que desde la
sensación sea actual. Estamos seguros del objeto que vemos (esta
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hoja de papel, por ejemplo) mientras lo vemos y hasta que dejemos de
otras inteligencias distintas de las nuestras (ángeles) o el modo
vedo; cuando se substraiga a nuestra sensación actual, ya no
profundo de operar de la naturaleza (las explicaciones de ciertos
podremos tener la certeza de su existencia (podría haberse roto o
fenómenos físicos).
destruido). En cualquier caso, este tipo de certeza de la existencia de
En estos casos, la regla de la probabilidad se basa en la analogía.
las cosas fuera de nosotros es suficiente para ñps objetivos de
Finalmente está la fe, a la que Locke garantiza el máximo de dignidad.
nuestra vida.
Este es el texto principal sobre la cuestión:
LA PROBABILIDAD Y LA FE
Además de las que hemos mencionado hasta ahora, hay otra especie de proposiciones
que exige el grado más elevado de nuestro asentimiento sobre la base de un simple
Por debajo de los tres grados de certeza antes descritos, se halla
testimonio concuerde o no la cosa propuesta con la experiencia corriente y con el curso
ordinario de las cosas. La razón de ello es que el testimonio es de Uno que no puede
el juicio de probabilidad, donde no se percibe (inmediata o
engañar ni ser engañado, Dios mismo. Incluye una seguridad que está más allá de la
mediatamente) el acuerdo entre las ideas, sino que sólo lo
duda, una prueba sin ninguna excepción. Se le da un nombre peculiar: «revelación», y
suponemos. En consecuencia, la probabilidad es sólo la apariencia de
nuestro asentimiento a ella es la fe; ésta determina de manera absoluta .nuestros
acuerdo o desacuerdo, mediante la intervención de pruebas en las
que la conexión de las ideas no es constante ni inmutable o, al menos,
espíritus y excluye por completo cualquier hesitación, como en el caso del conocimiento;
y como no podemos dudar de nuestro ser así tampoco podemos dudar de que sea
verdadera la revelación que nos viene de Dios.
no se la percibe como tal, «pero es o aparece en la mayoría de los
Por eso, la fe es un principio establecido, seguro de su asentimiento y de su seguridad,
casos como suficiente para inducir al espíritu a juzgar que una
y que no da lugar a dudas o vacilaciones. Únicamente debemos estar seguros de que
proposición es verdadera o falsa, más bien que lo contrario».
Naturalmente, existen diversas formas de probabilidad. 1) La
primera se funda sobre la conformidad de algo con nuestras
se trata de una revelación divina y de que la comprendemos con exactitud.
Locke está convencido de que, en última instancia, la fe no es más
que «un asentimiento fundado en la razón más elevada».
experiencias pasadas (si hemos experimentado que determinadas
cosas siempre han ocurrido de cierta manera, podemos considerar
LAS DOCTRINAS MORALES Y POLÍTICAS
que es probable que continúen sucediendo del mismo modo o de un
modo semejante). 2) La segunda se basa en el testimonio de los
Las ideas morales y políticas de Locke -en las que los especialistas
demás hombres; en tal caso, la probabilidad mayor se da cuando
han encontrado bastantes oscilaciones- son mucho menos rigurosas,
existe acuerdo entre todos los testimonios.
aunque también interesantes. Los conceptos básicos son los
Luego, hay una forma de probabilidad que no se refiere a datos
siguientes. Como se ha visto extensamente, no poseemos leyes y
que resulten susceptibles de observaciones de hecho, como los antes
principios prácticos de carácter innato. Lo que empuja al hombre a
mencionados, sino a otra clase de cosas, por ejemplo, la existencia de
actuar y lo que determina su voluntad y sus acciones, es la búsqueda
8
del bienestar y de la felicidad y, como dice Locke en un texto muy
bien o el mal; y ese bien o mal, ese placer o dolor, que acompañan
sugerente,
por decreto del legislador nuestro cumplimiento o nuestra infracción de
el
sentido
de
incomodidad
en
el
que
se
halla
continuamente. Estas son sus palabras:
la ley, es lo que llamamos "recompensa" o "castigo".»
Ahora bien, las leyes a las que los hombres refieren por lo común
¿Qué es lo que determina la voluntad con referencia a nuestras acciones? Si lo
sus acciones pertenecen a tres tipos diferentes: 1) leyes divinas; 2)
pensamos bien, me veo obligado a creer que no es -como por lo común se supone- el
leyes civiles y 3) leyes de la opinión pública o reputación. 1) Si se
mayor bien que haya a la vista; sino una cierta incomodidad (y en la mayoría de los
casos se trata de algo muy influyente) que aflige al hombre. Esto es lo que determina la
juzgan con base en el parámetro d l primer tipo de leyes, las acciones
voluntad en cada caso y nos mueve hacia las acciones que realizamos. A esta
humanas son pecados o deberes; 2) juzgadas según el parámetro del
incomodidad la podemos llamar «deseo», que es una incomodidad del espíritu debido a
segundo tipo de leyes las acciones humanas son delictivos o
la necesidad de un bien ausente. Cualquier dolor corporal, de cualquier clase que sea, y
inocentes; 3) juzgadas de acuerdo con el tercer tipo de leyes, las
cualquier turbación del espíritu, es incomodidad: a ésta siempre va unido el deseo, que
es igual al dolor o a la incomodidad experimentada, y que apenas se distingue de ellos.
acciones humanas son virtudes o vicios.
Puesto que el deseo no es más que la incomodidad por la necesidad de un bien
La ley revelada, por lo tanto, se halla en la base de la moralidad.
ausente, con respecto a un dolor experimentado, el alivio consiste en aquel bien
Por lo demás, Locke hace coincidir aquélla con la «promulgada a
ausente; y hasta que no se haya logrado este alivio, podemos llamado deseo, porque
través de las luces de la naturaleza», es decir, con la ley que la propia
nadie experimenta un dolor del que no quiera verse aliviado, con un deseo igual a aquel
dolor e inseparable de él.
razón humana es capaz de descubrir. En sus escritos políticos Locke
elaboró teóricamente aquella forma de constitucionalismo liberal por el
Locke ya no considera la libertad en el sentido del libre arbitrio, lo
cual habría implicado consideraciones metafísicas ajenas a su
empirismo. Por consiguiente, en criterio de Locke, la libertad no reside
en el querer sino en el poder actuar o abstenerse de la acción.
Además el hombre tiene el poder de suspender la ejecución de sus
deseos, para examinarlos con atención y ponderarlos, reforzando así
aquel poder concreto.
La ética de Locke, como cualquier otra ética de trasfondo empirista, es
utilitarista y eudemonista. «El bien y el mal no son más que placer o
dolor, o bien aquello que nos produce o nos procura placer o dolor. El
bien y el mal morales, pues, son únicamente la conformidad o el
desacuerdo de nuestras acciones voluntarias con una ley, mediante la
cual las voluntades y el poder del legislador atraen sobre nosotros el
que había luchado y que se impuso en Inglaterra mediante la
revolución de 1688. La monarquía no se funda en el derecho divino.
Según Locke, a pesar de lo difundida que está en los tiempos
modernos, dicha tesis no se encuentra en las Escrituras ni en los
antiguos Padres. La sociedad y el Estado nacen del derecho de
naturaleza, que coincide con la razón, la cual afirma que -siendo todos
los hombres iguales e independientes- «nadie debe provocar en los
demás ningún daño en la vida, la salud, la libertad y las posesiones».
Por lo tanto, el derecho a la vida, el derecho a la libertad, el derecho a
la propiedad y el derecho a la defensa de estos derechos constituyen
derechos naturales.
El fundamento del origen del Estado es la razón y no el instinto
salvaje, como afirmaba Hobbes. Al reunirse en una sociedad, los
9
ciudadanos renuncian únicamente al derecho de defenderse cada uno
por su cuenta, con lo que no debilitan sus otros derechos, sino que los
fortalecen. El Estado tiene el poder de hacer las leyes (poder
legislativo), de imponerlas y de hacerlas cumplir (poder ejecutivo). Los
límites del poder del Estado están establecidos por aquellos derechos
de los ciudadanos, para cuya defensa se instituyó dicho Estado. Por
consiguiente los ciudadanos conservan el derecho de rebelarse contra
el poder estatal, cuando éste actúe en contra de las finalidades para
las que nació. Los gobernantes siempre se hallan sometidos al juicio
del pueblo. En contra de lo que pensaba Hobbes, para Locke el
Estado no debe inmiscuirse en temas de religión. Como la fe no es
algo que se pueda imponer, habrá que tener respeto y tolerancia hacia
las distintas fes religiosas: «La tolerancia hacia quienes disienten de
los demás en cuestión de religión resulta tan coincidente con el
Evangelio y con la razón, que es monstruoso que haya hombres
ciegos ante tanta luz.»
10
Berkeley
implícitas en la premisa según la cual existe una materia fuera de la
Una Gnoseología Nominalista y Fenomenista en función de una
mente. Creyó entonces que éste era el auténtico baluarte del ateísmo,
Apologética Renovada
baluarte que había que echar por tierra mediante la contraposición de
la doctrina opuesta, el inmaterialismo, mostrando la superioridad y la
«COMENTARIOS FILOSÓFICOS» Y EL PROGRAMA
validez de éste. Según el inmaterialismo, «la existencia es percipi o
INVESTIGADOR
percipere», y «todas las cosas son entia rationis, id est solum habent
esse in intellectu». Esse est percipi y «el gran argumento para probar
Los Comentarios filosóficos (Commonplace Book) consisten en
que la extensión no puede darse en una substancia no pensante es
dos libretas de apuntes, A y B, redactadas por el joven Berkeley entre
que ésta no puede concebirse como algo distinto de las cualidades
1707 y 1708. En ellos ya se indican con claridad tanto los objetivos
tangibles o visibles, o careciendo de éstas». Tal principio, en opinión
polémicos como los núcleos centrales a partir de los cuales se va a
de Berkeley es demostrado por una gran cantidad de argumentos ad
desarrollar la propuesta filosófica de Berkeley. La polémica versará
absurdum, en el sentido, por ejemplo, de que no es posible concebir
sobre la negación de la existencia de lo «que los filósofos llaman
un olor sin que haya sido experimentado por alguien. Lo grave es que
materia o substancia corpórea», sobre la refutación del ateísmo y
«la proposición contraria al principio introduce el escepticismo», dado
sobre la crítica a los librepensadores. El núcleo central que articulará
que «si existe un ser antes de ser percibido, jamás podremos saber
las propuestas positivas del pensamiento filosófico de Berkeley es el
qué es» (A. Guzzo).
principio según el cual esse est percipi.
Una negación de la existencia de la materia y una afirmación de la
En la nota 290 de la Libreta B, Berkeley escribe: «El gran peligro está
existencia exclusiva de los espíritus humanos y de Dios: hacia esto
en hacer que la extensión exista fuera de la mente. Ya que, si existe
tiende desde el comienzo la nueva apologética de Berkeley, quien
fuera de la mente, hay que aceptarla como infinita, inmutable, eterna,
rechaza también algunas de las nociones científico-filosóficas
etc. Lo cual implicará que Dios sea extenso (cosa que juzgo
fundamentales en su tiempo, pero las rechaza después de
peligrosa), o que exista un ser eterno, inmutable, infinito, increado,
examinarlas desde dentro y no mediante una negación a priori. En
junto a Dios.» Es muy cierto que Newton no había asociado para nada
esto consiste la novedad de Berkeley, cuya negación de la materia
el materialismo a su concepción mecanicista el mundo, pero J. Toland
«defendió con gran número de ingeniosos argumentos» (B. Russell).
-al contrario que Newton- ponía en tela de juicio la idea de que fuese
Estos ingeniosos argumentos ejercerán Un influjo muy relevante sobre
necesario remontarse a Dios como causa de la gravitación y concebía
el pensamiento científico y filosófico posterior.
la materia como activa Por sí misma. De este modo Toland excluía
Berkeley estableció con solidez el axioma siguiente: «no se utiliza
«de los fenómenos del movimiento la necesidad de una intervención
ninguna palabra sin una idea», al que añade este otro: «no se discute
divina» (P. Casini). Berkeley pensó que tales conclusiones se hallaban
sobre cosas de las que no poseemos ninguna idea». ¿Qué son estas
11
ideas, de dónde vienen, cómo se combinan? A estas preguntas
que no percibe no pueden existir ni nuestras ideas ni nada semejante
decisivas Berkeley responde en la nota 378 de la Libreta B,
a nuestras ideas». «No hay ni un solo argumento de ninguna especie,
proponiendo una red de conceptos que se configuran como un
cierto o probable, a priori o a posteriori, extraído de cualquier arte o
auténtico bosquejo del más conocido Tratado sobre los principios del
ciencia, de los sentidos o de la razón, que sea válido en contra del
conocimiento.
principio.»
Por lo tanto las palabras -si quieren poseer algún sentido- deben
1. Todas las palabras significantes corresponden a ideas. 2. Todo conocimiento
corresponder a ideas. Todas nuestras ideas son sensaciones u
versa sobre nuestras ideas. 3. Todas las ideas vienen desde fuera o desde dentro. 4. Si
operaciones de la mente sobre las sensaciones: «todas las ideas son
vienen desde fuera, deben llegar por medio de los sentidos externos y se las llama
sensaciones. 5. Si desde dentro, son las operaciones de la mente y se las llama
simples o están formadas por ideas simples.» En consecuencia, es
pensamientos. 6. En una cosa carente de sentidos no puede haber ninguna sensación.
necesario ceñirse a las sensaciones. Este es el imperativo básico de
7. En una cosa carente de pensamiento no puede haber ningún pensamiento. 8. De
la gnoseología de Berkeley. pero si nos ceñimos a tal imperativo, sus
acuerdo con los números 3, 4 Y 5, todas nuestras ideas son sensaciones o
primeras consecuencias inmediatas son de verdadera importancia: a)
pensamientos. 9. Ninguna de nuestras ideas puede estar en una cosa que carezca de
pensamientos y carezca de sentidos (6, 7 Y 8). 10. Se denomina percepción a la simple
«El tiempo es una sensación y por lo tanto sólo está en la mente»; en
recepción pasiva o al tener ideas. 11. Una cosa que tenga en sí una idea, aunque
efecto, «¿por qué el tiempo durante el sufrimiento es más largo que el
resulte tan pasiva como para no ejercer sobre ésta ninguna clase de acto, debe sin
tiempo durante el placer?»; b) «La extensión es una sensación y por lo
embargo percibir (10). 12. Todas las ideas son simples, o están formadas por ideas
tanto no está fuera de la mente»; «se comprueba que en la materia no
simples. 13. Una cosa que sea semejante a otra cosa, debe concordar con ella en una o
varias ideas simples. 14. Toda cosa que sea semejante a una idea simple, debe ser otra
existen las ideas primarias, del mismo modo que se comprueba que
idea simple de la misma especie o contener una idea simple de la misma especie (13).
en la materia no existen las ideas secundarias»; «es una contradicción
15. Nada que se asemeje a una idea puede estar en una cosa que no perciba (11-14).
el que la extensión exista en una cosa no pensante», en el sentido de
16. No se puede decir que dos cosas sean semejantes o distintas hasta que no se las
que
compara. 17. Comparar es contemplar dos cosas al mismo tiempo y advertir en qué
concuerdan y en qué muestran desacuerdo. 18. La mente sólo puede comparar sus
para
poder
hablar
de
extensión
siempre
es
necesario
experimentar que algo se extiende o es extendido; e) lo mismo se
propias ideas. 19. Nada semejante a una idea puede existir en una cosa que no perciba
aplica al movimiento: «no es concebible el movimiento como algo
(11, 16 Y 18).
distinto de la cosa movida.».
Las ideas -secundarias o primarias- son sensaciones. Estas no se
Según Berkeley, estas ideas «deben proponerse con más brevedad
y mas separación en el Tratado». Y añade que existen innumerables
argumentos, tanto a priori como a posteriori, «extraídos de todas las
ciencias desde las más claras, las más llanas y las más obvias
verdades, que sirven para demostrar el principio de que en una cosa
hallan fuera de la mente. Fuera de la mente no hay nada: «Nada
existe, en sentido propio, salvo las personas, es decir, las cosas
conscientes; todas las demás cosas no son existencias, sino modos
de la existencia de las personas», y «el mundo sin el pensamiento es
nec quid nec quantum nec quale, etc.» En realidad, nosotros no
12
vemos las cosas; tenemos ideas, dentro de las cuales vemos las
pero «el caballo está en la caballeriza y los libros en la universidad,
cosas. Berkeley se pregunta: «¿Vio jamás un hombre otra cosa que
como antes». Hasta tal punto es así, insiste Berkeley, que «yo estoy a
no fuesen sus propias ideas, de modo que pudiese compararla con
favor de la realidad más que cualquier otro de aquellos filósofos que
éstas, y hacer que éstas se asemejen a aquélla?» No captamos las
plantearon miles de dudas y sólo supieron con certidumbre que nos
cosas en sí mismas, de modo que podamos comparadas con nuestras
podemos engañar. Afirmo precisamente lo contrario. En resumen, no
ideas: siempre y únicamente captamos y poseemos ideas. «Lo único
os angustiéis, no perdéis nada. Podéis imaginaros cualquier cosa, real
que se puede percibir son las ideas.» Berkeley se manifiesta
o quimérica, o concebir lo más salvaje, extravagante y absurdo. Por
sorprendido ante el hecho de que los hombres no vean una verdad tan
mí, podéis disfrutar de ello. No os lo impediré».
obvia como aquella por la cual «la extensión no puede existir sin que
haya una substancia pensante». Sólo existen mentes; en las mentes
ES FALSA LA DISTINCIÓN ENTRE CUALIDADES PRIMARIAS Y
están las Ideas; y las Ideas se reducen a sensaciones. No percibimos
CUALIDADES SECUNDARIAS
ni substancias ni causas: «¿Qué significa "causa", a diferencia de
"ocasión"?» Por otra parte, afirma Berkeley, «no elimino las
Las ideas abstractas son erróneas y peligrosas, pero tan. errónea
substancias. Nadie tendría que acusarme de separar la substancia del
y peligrosa como ellas es la distinción entre cualidades primarias y
mundo racional. Lo único que rechazo es el sentido filosófico -que no
cualidades secundarias. Berkeley sostiene: «Con las primeras
existe- de la palabra "substancia". Preguntad a un hombre que jamás
[algunos] aluden a la extensión, la forma, el movimiento, el reposo, la
haya estado contaminado por dicha jerga, qué entiende por
solidez o impenetrabilidad, y el número; con las segundas, designan
substancia corpórea, o por la substancia de un cuerpo. Responderá
todas las demás cualidades sensibles, como los colores, los sonidos,
que masa, solidez u otras cualidades sensibles similares. También yo
los sabores, etc.» Quienes defienden tal distinción la entienden en el
las acepto. Lo que descarto es el filosófico nec quid nec quantum nec
sentido de que las ideas que poseemos acerca de las cualidades
quale, del que no tengo la menor idea». «El hombre corriente jamás
secundarias (colores, sabores, sonidos, etc.) no son ideas de cosas
piensa la idea abstracta de ser o de existencia. Nunca utiliza esas
externas a la mente, «no son semejanzas de cosas que existan fuera
palabras para expresar ideas abstractas.»
de la mente, es decir, no percibidas». En cambio, dicen que «nuestras
Berkeley, al eliminar la idea de existencia de la materia, no cree en
ideas de las cualidades primarias son ejemplares o modelos de cosas
absoluto que haya empobrecido el mundo. Todo sigue como antes, lo
que existen fuera de la mente, en una substancia carente de
que cambia es la interpretación del mundo y de la realidad: «Desafío a
pensamiento, que se llama "materia"». Por consiguiente, comenta
cualquiera a imaginar o concebir la percepción sin una idea, o una
Berkeley, «por "materia" hemos de entender una substancia inerte y
idea sin percepción.» En nuestra mente hay ideas. Lo que existe es la
carente de sentidos, en la que subsistirían de manera actualizada la
mente con sus ideas, y por esto «la existencia es percipi o percipere»,
extensión, la forma, el movimiento, etc.». Como puede apreciarse, la
13
distinción entre cualidades secundarias y primarias está ligada con la
extensión y el movimiento de un cuerpo sin el resto de cualidades
idea de una materia separada, que existe con independencia del
sensibles. Por mi parte, me parece evidente que no puedo formarme
espíritu que la percibe. No obstante, la existencia de una materia
la idea de un cuerpo extenso y en movimiento sin atribuirle asimismo
independiente de la mente en opinión de Berkeley es la base del
un color u otra cualidad sensible que se reconoce como existente sólo
materialismo y del ateísmo. Una vez admitida la existencia de la
en la mente. En resumen, la extensión, la forma y el movimiento -
materia, no es nada difícil reconocerla -contrariamente a lo que
abstraídos de las demás cualidades sensibles resultan imposibles de
pensaban Descartes, Newton y los que se inspiraban en ellos- como
concebir. Donde estén las demás cualidades sensibles, estarán
infinita, inmutable y eterna. Una apologética nueva, aguerrida y
también las cualidades primarias: por lo tanto, estarán también en la
adecuada a la época debe insistir precisamente aquí, en la negación
mente, no en otro sitio».
de la existencia de una materia independiente del espíritu. Esto es lo
que hace exactamente Berkeley. Argumenta en estos términos:
LA CRÍTICA A LA IDEA DE SUBSTANCIA MATERIAL
«Quienes afirman que la forma, el movimiento y todas las demás
cualidades primarias y originales existen fuera de la mente, en
Al eliminar la distinción entre cualidades primarias y secundarias,
substancias que no piensan, al mismo tiempo admiten que no existen
también desaparece la idea de substancia material. Berkeley sostiene
los colores, los sonidos, el calor, el frío, etc.; según ellos, no son más
que algunos dicen que la extensión es un modo o un accidente de la
que sensaciones que únicamente existen en la mente, y que
materia, y que ésta es el substratum que le sirve de apoyo. ¿Qué
dependen y son producidas por las diversidades de dimensión,
significa que la materia sostenga a sus accidentes? «Es evidente -
constitución, movimiento, etc., que se dan en las pequeñas partículas
responde Berkeley- que la palabra "sostener" no puede utilizarse aquí
de la materia. Creen que esto constituye una ver ad indudable, que
en su sentido acostumbrado o literal, como cuando decimos que las
pueden demostrar más allá de toda duda.» Así, parece Indudable que
columnas sostienen un edificio. ¿En qué sentido hay que entenderla?
las sensaciones referentes a las cualidades secundarias sólo están en
Por lo que a mí respecta, no logro hallar un significado que se le
la mente, mientras que las ideas de extensión, de forma y de
pueda aplicar.» En efecto, «si examinamos lo que los filósofos más
movimiento serían representaciones de cosas materiales que existen
escrupulosos declaran entender por "substancia material", nos
fuera de la mente.
encontraremos con que reconocen que no pueden vincular con esos
Empero, objeta Berkeley, «si fuese verdad que las cualidades
sonidos ningún significado que no sea la idea de ser en general, junto
primarias están inseparablemente unidas a las demás cualidades
con la noción afín según la cual éste sostiene los accidentes». Sin
sensibles, y ni siquiera con el pensamiento pueden separarse de ellas,
embargo, contraataca Berkeley, «la idea general de ser me parece la
de ello se deduciría evidentemente que sólo existen en la mente.
más abstracta e incomprensible de todas; y en cuanto a que sostenga
Ahora bien, cada uno debe reflexionar y tratar de [...] concebir la
los accidentes, esto -como acabamos de observar- no puede
14
entenderse en el sentido que se suele atribuir a estas palabras: hay
Los debates en torno a los sueños y a la locura nos muestran que
que entenderlo en algún otro sentido, pero ellos no especifican cuál.
«sería posible que recibiésemos todas las ideas que ahora poseemos,
De modo que si examino las partes o ramas que constituyen el
aunque no existiese cuerpos externos que se asemejasen a ellas. Es
significado de las palabras "substancia material", me convenzo de que
evidente, por tanto, que la hipótesis de los cuerpos externos no es
no existe ningún significado claro que esté ligado con ellas». Además,
necesaria para producir nuestras ideas, ya que se admite que a veces
«¿por qué hemos de continuar preocupándonos de discutir este
éstas son producidas (y sería posible que fuesen producidas, en el
substratum o sustentáculo material de la forma y del movimiento, etc.?
mismo orden en que ahora las vemos) sin el concurso de cuerpos
¿Acaso no implica que la forma y el movimiento poseen una
externos». Alguien, empero, podría sostener que «aunque sea posible
existencia fuera de la mente? ¿Y no es tal cosa una contradicción
tener todas nuestras sensaciones sin ellos, parece más fácil concebir
inmediata, del todo inconcebible?»
y explicar su modo de producirse suponiendo que hay cuerpos
No hay ninguna distinción entre cualidades secundarias y primarias
externos semejantes a ellas, y así resultaría probable por lo menos
tanto unas como otras están en la mente. La expresión «substancia
que hubiese entes como los cuerpos que suscitasen sus ideas en
material» simplemente carece de sentido. Sin embargo, prosigue
nuestras mentes». Sin embargo, ni siquiera esto es defendible para
Berkeley, aceptemos la posibilidad de que fuera de la mente existan
Berkeley, «porque aunque se les conceda a los materialistas sus
substancias sólidas, dotadas de forma y de movimiento. ¿Cómo
cuerpos externos, no por ello -según confiesan ellos mismos- estarán
podríamos llegar a conocer la existencia de tales substancias
más cerca de saber cómo se producen nuestras ideas, ya que ellos
extramentales? Es evidente que tendríamos que conocerlas por medio
mismos reconocen su incapacidad para comprender cómo actúa el
de los sentidos, o por medio de la razón. No obstante, «en cuanto a
cuerpo sobre el espíritu, esto es, cómo puede imprimir en la mente
nuestros sentidos, por medio de ellos sólo conocemos nuestras
una idea cualquiera. Se hace evidente, así, que la producción de ideas
sensaciones, o ideas, o cosas percibidas inmediatamente por un
o sensaciones en nuestras mentes no puede constituir una razón
sentido, como prefiráis llamarlas. Los sentidos no nos informan acerca
adecuada para suponer que existan la materia o las substancias
de la existencia de cosas fuera de la mente, no percibidas semejantes
corpóreas, dado que se reconoce que dicha producción permanece
a las que son percibidas. Esto lo reconocen hasta los materialistas».
igualmente inexplicable aunque se acepte tal hipótesis».
Por lo tanto, si se quiere admitir un conocimiento de las cosas
Berkeley presenta en estos términos el resultado final de su
externas, sólo se puede atribuir a la razón, que inferiría la existencia
análisis semántica: «Si la gente no se dedicase a juguetear con las
de aquéllas a partir de lo que los sentidos perciben de manera
palabras, llegaríamos muy pronto -así lo creo- a un acuerdo. Un
inmediata. Sin embargo, tal como nos informan acontecimientos tales
análisis muy rápido de nuestros pensamientos es suficiente para ver
como los sueños o la locura, no hay ninguna necesidad de que
enseguida si podemos entender qué significa la existencia absoluta de
recibamos nuestras sensaciones desde cuerpos externos a la mente.
objetos sensibles por si mismos, es decir, fuera de la mente. Para mí,
15
es evidente que dichas palabras implican una contradicción inmediata,
(cualesquiera que sean los objetos que constituyan) sólo pueden
o bien no significan absolutamente nada.»
existir en una mente que las percibe.»
No se trata de afirmar que las ideas o sensaciones no pueden
EL GRAN PRINCIPIO: «ESSE EST PERCIPI»
existir sin la mente. Berkeley quiere decir más bien que no pueden
existir si no es en una mente que las percibe. La prueba que aduce en
Los objetos de nuestro conocimiento son las ideas; éstas se
favor de una tesis tan decisiva consiste en otro análisis semántico
reducen a sensaciones; las cosas son combinaciones perdurables de
efectuado sobre la palabra «existir», cuando ésta se aplica a los
ideas; pero las ideas y sus combinaciones perdurables sólo están en
objetos sensibles. «Digo que existe la mesa sobre la que escribo, es
la mente; las sensaciones siempre son concretas e individuales, por lo
decir, la veo y la toco; y si estuviese fuera de mi gabinete de estudio
que las ideas abstractas son ilusorias; la distinción entre cualidades
diría que existe, en el sentido de que podría percibirla si estuviese yo
primarias y secundarias no es más que un error peligroso; y la
en mi gabinete, o si hay algún otro espíritu que la percibe actualmente.
expresión «substancia material» es contradictoria o bien no significa
Había un aroma, es decir, se lo olía; había un sonido, es decir, se lo
nada. Tales son los resultados a que ha llegado Berkeley hasta este
oía; había un color o una forma, es decir, eran percibidos con la vista
momento.
o el tacto: esto es todo lo que puede entenderse mediante
No se detiene aquí, sin embargo. En efecto, «ademas de esta infinita
expresiones
variedad de ideas o de objetos del conocimiento, hay algo que conoce
incomprensible lo que se dice de la existencia absoluta de cosas que
o percibe dichas ideas y ejerce sobre ellas diversos actos, como el
no piensan, y sin ninguna referencia al hecho de que sean percibidas.
querer, el imaginar, el recordar, etc. Este ser que percibe y actúa es lo
El esse de las cosas es un percipi, y no es posible que puedan tener
que llamo "mente", "espíritu", "alma", "yo". Con estas palabras no
una existencia fuera de las mentes o de las cosas pensantes que las
indico ninguna idea mía, sino algo completamente distinto de todas
perciben.» Cabe afirmar que una cosa existe sólo porque la
mis ideas, y en lo cual estas existen, es decir, algo que las percibe.
percibimos: su existencia consiste en su ser percibida y se reduce sólo
Ambas expresiones significan lo mismo, porque la existencia de una
a esto. Según Berkeley, esto constituye una verdad inmediata y obvia:
idea consiste en ser percibida».
«Todo el orden de los cielos y todas las cosas que llenan la tierra,
de
este género.
Para
mí
resulta por
completo
Llegamos así al gran principio según el cual el esse de las cosas
todos los cuerpos que forman la enorme estructura del universo no
es un percipi. Berkeley afirma: «Todos reconocerán que ni nuestros
poseen ninguna subsistencia fuera de una mente, y su esse consiste
pensamientos, ni nuestros sentimientos, ni las ideas formadas por la
en ser percibidos o conocidos. Por consiguiente, hasta que no sean
imaginación pueden existir sin la mente. Pero no me parece menos
percibidos por mí de una manera actual, no existen en mi mente, ni en
evidente que las diversas sensaciones -las ideas impresas en los
la de algún otro espíritu creado, no existen en absoluto, o subsisten de
sentidos- en la medida en que se hallan unidas y combinadas entre sí
otro modo en la mente de un Espíritu Eterno.» El mundo, dirá más
16
adelante Schopenhauer, es «una representación mía». Y ésta -sigue
la validez de dichas ideas) no es más que una ilusión, ¿como se podrá
diciendo Schopenhauer- es la verdad de la filosofía moderna desde
distinguir las ideas que dependen de nuestra imaginación de aquellas
Descartes hasta Berkeley. Se trata de una verdad antigua, como lo
que, en cambio, no pueden ser suscitadas ni modificadas según la
atestigua también la filosofía de los Vedas, para la cual «existencia» y
voluntad del sujeto? Berkeley, en este contexto, aguza su ingenio y
«perceptibilidad» son términos convertibles. La concepción de
convierte una dificultad de su proyecto en un factor de refuerzo. En
Berkeley se reduce a lo siguiente: «ya que me es imposible ver y tocar
realidad, dice, «cualquiera que sea el poder que tengo sobre mis
algo si no siento de manera actualizada dicha cosa, también me
propios pensamientos, me encuentro con que las ideas percibidas
resulta imposible concebir en mis pensamientos una cosa u objeto
actualmente por los sentidos no dependen del mismo modo de mi
sensible distintos de su percepción o sensación.»
voluntad. Cuando abro los ojos a la plena luz del día, no puedo elegir
ver o no ver, ni determinar qué objetos son los que han de aparecer
DIOS Y LAS LEYES DE LA NATURALEZA
concretamente ante mi vista, y lo mismo sucede con el oído y con los
Al eliminar la materia y al reafirmar la existencia del espíritu o alma
demás sentidos: las ideas impresas en ellos no son creaciones de mi
del hombre, la realización del proyecto apologético de Berkeley
voluntad. Por lo tanto, hay otra voluntad -otro espíritu- que las
avanza por un buen camino, pero aun no ha concluido. En el mundo
produce»: Las ideas actualmente percibidas por mis sentidos no son
de Berkeley todavía falta la presencia de Dios. Veamos cómo
creaciones de mi voluntad. Son producto de otra voluntad. Pero esto
completa Berkeley
no es suficiente. En efecto, «las ideas de los sentidos son más fuertes,
su proyecto. Existe el espíritu humano, y «un
espíritu es un ser simple, indivisible,
activo: en la medida en que
más vivas, más claras que las de la imaginación; además, poseen
percibe ideas, se llama "intelecto"; en la medida en que produce ideas
estabilidad, orden, coherencia. No son suscitadas por azar, como
o actúa de alguna manera sobre ellas se llama "voluntad"». No
ocurre a menudo con las causadas por
obstante, señala Berkeley, «por lo que puedo ver las palabras
mediante un proceso regularizado, en una serie ordenada». Dicha
"voluntad", "intelecto", "mente", "alma" o "espíritu" no indican ideas
estabilidad, este orden y esta coherencia de ideas no suscitadas al
diferentes, más aún, no indican ninguna idea: en cambio expresan
azar, ¿de dónde provienen? ¿Cuál es la razón de este fenómeno? A
algo muy diferente de las ideas y que no puede parecerse ninguna de
este interrogante, decisivo para su sistema filosófico, Berkeley
estas, ni ser representado por ninguna idea, ya que se trata de un
responde que «la admirable conexión de esta [serie ordenada de
agente». Existe, pues, el espíritu, la mente. Y los objetos del
ideas] demuestra por sí sola la sabiduría y la benevolencia de su
conocimiento, es decir, las ideas, están en la mente.
Autor. Y las reglas estables, los métodos según los cuales la mente de
a voluntad humana, sino
Una vez que ha llegado a este punto, Berkeley no puede evitar
l que dependemos suscita en nosotros las ideas provenientes de los
una dificultad considerable: si todas las ideas están en la mente y si el
sentidos, reciben el nombre de "leyes de la naturaleza"; éstas las
mundo exterior a la mente (mundo que hubiese servido para controlar
aprendemos por medio de la experiencia, que nos enseña que estas o
17
aquellas ideas van acompañadas por éstas o por las otras, en el curso
entendemos de la manera que sea, permanece tan firme como antes;
ordinario de las cosas». Dios, por lo tanto,es la razón que explica la
existe una rerum natura, y la distinción entre realidad y quimeras
estabilidad, el orden y la coherencia de las ideas; es Dios quien
conserva toda su fuerza.» El mundo de Berkeley quiere ser el mundo
suscita en nosotros las Ideas de acuerdo con reglas fijas.
de siempre, el mundo que experimentamos y en el que nos toca vivir
Y «esto nos concede una cierta capacidad de previsión, que nos
cada día. «Todas las cosas que en la Escritura se ponen del lado de la
permite regular nuestras acciones según las necesidades de la vida.
opinión corriente en contra de la opinión docta, también se ponen de
Sin tal capacidad, estaríamos continuamente en un abismo; nunca
mi parte. En todo me coloco del lado de la multitud.» Berkeley no
sabríamos como usar una cosa cualquiera, de modo que nos
arroja por la borda nada de este mundo. Lo único que niega es lo que
produjese o nos quitase el más mínimo dolor sensible. El alimento
«los filósofos llaman materia o substancia corpórea». Empero,
nutre; el sueño descansa; el fuego calienta; sembrar en el tiempo de la
eliminando la materia o substancia corpórea, la humanidad no padece
siembra es el único modo de recoger en el tiempo de la cosecha; y, en
ningún daño ni aumentan sus sufrimientos. La negación de la materia
general, que estos o aquellos medios llevan a obtener estos o
no empobrece la vida, y los hombres ni siquiera se darán cuenta de
aquellos resultados, es algo que sabemos no porque descubramos
aquello que se está negando. Al negar la materia el único objetivo que
una relación necesaria entre nuestras ideas, sino únicamente porque
s logra es que el ateo ya no podrá justificar ni defender su impiedad.
observamos las leyes establecidas por la naturaleza, sin las cuales
Sin ninguna duda, las mesas, las casas, las plazas, los jardines con
nos veríamos siempre inseguros y confusos, y un adulto no sabría
sus plantas, los ríos y las montañas también existen para Berkeley. En
comportarse en la vida cotidiana mejor que un niño recién nacido».
su opinión, lo que no existe es la materia.
Nuestras ideas, pues, no están almacenadas a tontas y a locas en
Berkeley, escribe Bertrand Russell, sostenía que los objetos
nuestra mente. Manifiestan un funcionamiento coherente y uniforme
materiales, sólo existen en la medida en que son percibidos. Contra tal
que se dirige hacia la conservación de la vida. Nuestro conocimiento
idea cabe objetar que, si esto fuese verdad, un árbol dejaría de existir
es un instrumento para tal mantenimiento de la vida. Y el
cuando nadie lo viera. Pero Berkeley responde que Dios ve todo
funcionamiento coherente y uniforme de las ideas «muestra con gran
siempre, y que si no hubiese un Dios, lo que llamamos objetos
evidencia la bondad y la sabiduría de aquel Espíritu rector, cuya
materiales tendrían una vida a «saltos», comenzando a existir de
voluntad constituye las leyes de la naturaleza». Nosotros, sin
manera repentina en el momento en que los miramos. A este
embargo, en vez de encaminamos hacia él, vagamos en busca de
propósito, Russell cita unos versos con respuesta, de Ronald Knox;
causas segundas.
donde se expone la teoría de Berkeley sobre los objetos
Con estas afirmaciones, Berkeley no pretende para nada quitar el
materiales:
más mínimo elemento a la riqueza, la vivacidad y la realidad de la
naturaleza: «Todo lo que vemos, tocamos, oímos, concebimos o
Se asombra un necio un día:
18
«Sin duda, Dios encuentra bastante tonto
que aquel pino siga existiendo
aunque no haya nadie a la vista.»
RESPUESTA: «Muy tonto, señor mío,
sólo lo es tu asombro.
No has pensado que
si aquel pino siempre es
es porque lo miro yo.
Te saludo y soy
Dios.»
19
Hume
El Epílogo Irracionalista del Empirismo
Además, nuestro filósofo está convencido de que la ciencia de la
naturaleza humana es todavía más importante que la física y que las
demás ciencias, ya que todas estas ciencias «dependen en cierto
LA NUEVA ESCENA DEL PENSAMIENTO, O LA CIENCIA DE LA
modo de la naturaleza del hombre». En efecto, si lográsemos explicar
NATURALEZA HUMANA
a fondo «el alcance y la fuerza del intelecto humano», así como «la
naturaleza de las Ideas de las que nos servimos y de las operaciones
El título, Tratado sobre la naturaleza humana, y la especificación
que lleva a cabo el subtítulo: Un intento de introducir el método
experimental de razonamiento en los argumentos morales, ya nos
que llevamos a cabo en nuestros razonamientos», podríamos realizar
progresos incalculables en todos los demás ámbitos del saber. El
programa de Hume es el siguiente:
están indicando cuáles son los rasgos esenciales de la nueva escena
del pensamiento. Hume constata que, sobre la base segura de la
El único medio de obtener el resultado que esperamos de nuestras investigaciones
observación y del método de razonamiento experimental preconizado
filosóficas, consiste en abandonar el tedioso y agotador método seguido hasta hoy; y en
por Bacon, Newton había construido una sólida perspectiva de la
lugar de adueñamos, de vez en cuando, de un castillo o de un pueblo fronterizos
naturaleza física. Ahora bien, lo que aún queda por hacer es aplicar
[alusión a las conquistas parciales y periféricas de la ciencia] avanzar directamente
hacia la capital, hacia el centro de estas ciencias, es decir, a la naturaleza humana
dicho método también a la naturaleza humana, es decir, al sujeto, y no
misma: una vez dueños de ésta, conseguiremos en todas partes una fácil victoria.
sólo al objeto.
Partiendo de aquí, podremos extender nuestra conquista sobre todas las ciencias más
Tales fundó la filosofía de la naturaleza, y sólo después Sócrates
fundó la filosofía del hombre. En la época moderna, Bacon introdujo el
íntimamente ligadas con la vida humana, y avanzar luego con comodidad, para
profundizar en aquellas que son objeto de mera curiosidad. No existe cuestión de
alguna importancia cuya solución no se encuentra en la ciencia del hombre, y ninguna
método experimental que servía para fundamentar la ciencia de la
puede solucionarse con certeza si antes no nos hemos convertido en amos de esa
naturaleza. En cambio, los «filósofos ingleses recientes», los
ciencia. Por lo tanto, ateniéndonos a explicar los principios de la naturaleza humana en realidad nos
moralistas -entre los cuales Hume cita (además de a Locke) a
proponemos llegar a un sistema de todas las ciencias, construido sobre una base nueva casi en su
totalidad y la única en la que podemos apoyamos con seguridad.
Shaftesbury, Mandeville, Hutcheson y Butler- en un período de tiempo
aproximadamente igual al transcurrido entre Tales y Sócrates, habían
En esto consiste el ambicioso proyecto. No obstante, la nueva
comenzado «a llevar la ciencia del hombre en dirección a un terreno
escena del pensamiento nos reserva un auténtico golpe inesperado.
nuevo». Entonces, se trata de llegar hasta el final de este camino y
La naturaleza humana, sofocada en el estrecho ámbito del método
fundar de manera definitiva la ciencia del hombre sobre bases
experimental, acaba por perder un gran porcentaje de su especificidad
experimentales. En resumen, Hume considera que puede convertirse
racional y espiritual, a manos del instinto, la emoción y el sentimiento,
en el Galileo o, mejor aún, en el Newton de la naturaleza humana.
hasta reducirse casi exclusivamente a una naturaleza animal, como se
ha recordado antes. De modo que la conquista de la capital (la
20
conquista de la naturaleza humana tal como la entiende Hume), más
con el problema de la prioridad de uno de los dos tipos de percepción:
que a conquistas, llevará fatalmente a la pérdida de vastos territorios,
¿La idea depende de la impresión, o viceversa? La respuesta de
como demostrarán los resultados escéptico-irracionalistas. Veamos de
Hume es tajante: la impresión es la originaria, mientras que la idea es
qué manera Hume, apelando al nuevo método experimental,
dependiente. Para saber dónde se da esta dependencia, considero el
reconstruye la naturaleza humana.
orden de su primera aparición y descubro por una experiencia
continuada que las impresiones simples siempre preceden las ideas
IMPRESIONES, IDEAS Y EL PRINCIPIO DE ASOCIACIÓN
correspondientes: nunca sucede lo contrario. Para transmitirle a un
Todos los contenidos de la mente humana no son más que
niño la idea del color rojo o anaranjado, de lo dulce y de lo amargo, le
percepciones y se dividen en dos grandes clases, que Hume llama
presento objetos: en otras palabras, le procuro tales impresiones. No
«impresiones» e «ideas». Entre ambas sólo existen dos diferencias: a)
cometo el absurdo de tratar de producir impresiones en él, excitando
la fuerza o viveza con que se presentan ante nuestra mente; b) el
sus ideas. Al presentarse nuestras ideas, no producen las impresiones
orden y la sucesión temporal en que aparecen.
correspondientes; no podemos percibir un color p experimentar una
a) En lo que concierne al primer punto, Hume escribe: «La
sensación si nos limitamos a pensar en ello. En cambio vemos que
diferencia entre impresiones e ideas consiste en el distinto grado de
una impresión, tanto mental como corpórea, siempre está seguida por
fuerza y de viveza con que inciden en nuestra mente y penetran en el
una idea que se le parece y que solo difiere de ella en fuerza y
pensamiento o en la conciencia. Las percepciones que se presentan
vivacidad. La unión constante de las percepciones semejantes
con mayor fuerza y violencia pueden recibir el nombre de impre§iones:
constituye, pues una prueba convincente de que las unas son causa
esta denominación abarca todas las sensaciones, pasiones y
de las otras; tal prioridad de las impresiones, igualmente, es la prueba
emociones, cuando realizan su primera aparición ante nuestra alma.
de que éstas son la causa de las ideas y no al revés.»
En cambio, entiendo por ideas las imágenes debilitadas de las
De aquí se deriva el primer principio de la ciencia de la naturaleza
impresiones.» Consecuencia de tal distinción es la drástica reducción
humana que -formulado sintéticamente- reza así: «todas las ideas
de la diferencia entre sentir y pensar, que se limita meramente al
simples
grado de intensidad: sentir consiste en tener percepciones más
correspondientes impresiones.» Este principio, dice Hume, elimina la
vivaces (sensaciones), mientras que el pensar consiste en tener
cuestión de las ideas innatas, que en el pasado provocó tantos
percepciones más débiles (ideas). Por lo tanto, toda percepción es
debates: no tenemos ideas hasta después de haber tenido
doble: es sentida (de manera vivaz) como impresión y es pensada (de
impresiones; estas últimas, en cambio -y sólo éstas- son originarias.
manera más débil) como idea.
provienen,
mediata
o
inmediatamente,
de
las
Hay que recordar otra distinción importante: hay impresiones
b) Por lo que respecta al segundo punto, Hume señala que se
sencillas (por ejemplo: rojo, cálido, etc.), e impresiones complejas
trata de una cuestión de la máxima importancia, porque está ligada
(como, por ejemplo, la impresión de una manzana). Las impresiones
21
complejas nos son dadas inmediatamente como tales; las ideas
mente se traslade de una a otra idea, son tres: semejanza, contigüidad en el tiempo y
complejas, en cambio, pueden ser copia de las impresiones
en el espacio, causa y efecto.
complejas, pero también pueden ser fruto de combinaciones múltiples
que tienen lugar de diversas maneras en nuestro intelecto. Además de
la facultad de la memoria, que reproduce las ideas, poseemos
asimismo la facultad de la imaginación, capaz de variar y de combinar
de diversas formas las ideas entre sí. Según Hume, ésta «es una
consecuencia evidente de la división de las ideas en simples y
complejas: dondequiera que la imaginación perciba una diferencia
entre las ideas, puede separarlas con facilidad» y luego realizar una
serie de combinaciones posteriores.
Sin embargo, las ideas simples tienden a agregarse entre sí en
nuestra mente, no sólo según el libre juego de la fantasía, sino
también de acuerdo con un juego más complejo, basado en algunos
principios siempre iguales en todos los tiempos y todos los lugares.
Entre las ideas se da una fuerza (que en cierto modo recuerda a la
fuerza de gravitación newtoniana, que une entre sí los cuerpos físicos,
aunque posee un carácter diferente), expresada mediante el principio
de la asociación, que Hume describe en los siguientes términos:
Pasamos con facilidad desde una idea hasta otra que se le asemeja
(por ejemplo, una fotografía hace que me venga a la mente la persona
que representa), o desde una idea hasta otra que suela presentarse
ante nosotros conectada a la primera en el tiempo o en el espacio (por
ejemplo, la idea de un aula docente me recuerda las ideas de las
aulas cercanas, el pasillo adyacente, o el edificio del que forma parte;
la idea de levar anclas suscita la idea de una nave que parte, y así
sucesivamente). La idea de causa me recuerda la del efecto, y
viceversa (por ejemplo, cuando pienso en el fuego me veo llevado
inevitablemente a pensar en el calor o en el humo que se extiende, y
al revés). Como consecuencia, Hume concluye:
«Estos son los principios de unión o cohesión entre nuestras deas
simples y ocupan en la imaginación el lugar de la conexión indisoluble,
con la que están unidas en la memoria. Hay aquí una especie de
atracción, que [...] en el mundo mental, no menos que en el natural,
tiene efectos extraordinarios, que se muestran de diversas y
numerosas formas. Estos efectos son evidentes en todas partes;
empero, por lo que se refiere a sus causas, en la mayoría de los casos
Si las ideas estuviesen completamente desligadas e inconexas, sólo podrían unirse
por azar; pero es imposible que las ideas simples se combinen regularmente en ideas
complejas (como suele ocurrir) sin un vínculo que las una entre sí, sin una propiedad
son desconocidas, y sólo se las puede considerar como propiedades
originarias de la naturaleza humana.»
asociativa, de modo que una idea lleve a otra naturalmente. Este principio de unión
Se comprende por lo tanto el valor del segundo principio de Hume,
entre las ideas no hay que considerarlo como una conexión indisoluble: en efecto, ya
que es una consecuencia directa del primero: para probar la validez
hemos excluido a ésta de la imaginación; tampoco hemos de concluir que, sin tal
principio, la mente no puede unir dos ideas: nada hay más libre que dicha facultad. En
cambio, hemos de considerado simplemente como una fuerza suave que se impone
de las ideas que se discutan, es preciso indicar cuál es la impresión
correspondiente a cada una de ellas.
habitualmente, y causa entre otras cosas que las lenguas se correspondan tanto entre
En el caso de las ideas simples esto no plantea problemas, ya que
sí: la naturaleza parece indicar a cada uno las ideas simples más aptas para unirse en
en nosotros no puede haber ninguna idea simple sin que antes
ideas complejas. Las propiedades que dan origen a esta asociación y hacen que la
22
hayamos tenido la impresión correspondiente. El problema surge, en
efecto. Empero, tal respuesta plantea de inmediato otra cuestión,
cambio, con las ideas complejas, dado su origen múltiple y variado. El
mucho más ardua: cuál será el fundamento de las conclusiones que
interés de nuestro filósofo se dirigirá precisamente hacia éstas. Hume
extraigo de la experiencia.
hace suya la distinción general que Locke había formulado, entre
He experimentado que el pan que como siempre me ha
ideas de substancias, de modos y de relaciones. Sin embargo, Locke
alimentado; ¿en qué me baso, sin embargo, para extraer la conclusión
avanzará mucho más allá en el análisis crítico de estas nociones.
de que también me seguirá alimentando en el futuro? El haber
experimentado que una cosa determinada siempre ha estado
LA CRÍTICA DE HUME A LA IDEA DE RELACIÓN DE CAUSA A
acompañada por otra en calidad de efecto, me permite inferir que
EFECTO
otras cosas como aquélla habrán de estar acompañadas por efectos
análogos.
Causa y efecto son dos ideas muy distintas entre sí, en el sentido
¿Por qué extraigo estas conclusiones y, además las considero
de que ningún análisis de la idea de causa -por cuidadoso que sea-
necesarias? Para responder a este interrogante, planteemos mejor
nos permite descubrir a priori el efecto que de él se deriva. Hume
sus términos.
escribe: «No es posible que la mente halle nunca el efecto en la
En el nexo causa-efecto están presentes dos elementos esenciales:
supuesta causa, ni siquiera a través de la indagación o el examen más
a) la contigüidad y la sucesión y b) la conexión necesaria. a) La
prolijos, puesto que el efecto es completamente distinto a la causa y,
contigüidad y la sucesión son experimentables; en cambio b) la
por consiguiente, jamás puede ser descubierto en ella.» Si con una
conexión necesaria no se experimenta (en el sentido. de que no es.
bola de billar golpeo a otra, digo que la primera ha causado el
una impresión), sino que únicamente se infiere. Ahora bien, Hume
movimiento de la segunda; pero el movimiento de la segunda bola de
afirma que la inferimos por haber experimentado una conexión
billar es un hecho distinto al movimiento de la primera, y no está a
continuada, contrayendo así la costumbre de constatar la regularidad
priori incluido en ésta. Supongamos, en efecto, que acabamos de
de la contigüidad y de la sucesión, hasta el punto de que dada la
llegar a este mundo de manera repentina: en tal eventualidad, en
causa nos resulta natural esperar el efecto.
absoluto podríamos saber a priori -al ver una bola de billar- que ésta,
La costumbre o el hábito, por lo tanto, es el principio en base al
al golpear a otra, producirá como efecto el movimiento de esta otra. Lo
cual -por la simple sucesión hoc post hoc- inferimos el nexo necesario
mismo cabe afirmar de todos los demás casos de este género. El
hoc propter hoc. «Cada vez que la reiteración de un acto o de una
propio Adán, señala Hume, al ver el agua por primera vez, no habría
operación particular produce una tendencia a renovar el mismo acto o
podido inferir a priori que podía ahogar a una persona.
la misma operación, sin que un razonamiento o un proceso del
En tales circunstancias, hay que decir que la experiencia es el
intelecto nos obligue a ello, decimos que tal tendencia es efecto de la
fundamento de todas nuestras conclusiones referentes a la causa y el
costumbre. Al emplear este término, no abrigamos la pretensión de
23
indicar la razón última de dicha tendencia. Nos limitamos a indicar un
que dos especies determinadas de objetos -llama y calor, nieve y frío-, siempre están
principio de la naturaleza humana, conocido por todos y muy famoso
unidas entre sí, cuando vuelve a presentarse ante los sentidos una llama o la nieve, la
debido a sus efectos. Quizá no podamos avanzar más allá en
costumbre impulsa a la mente a esperar el calor o el frío, y a creer que existe una
cualidad así, que se desvelará ante nuestro ulterior acercamiento. Esta creencia es una
nuestras investigaciones ni indicar cuál es la causa de esta causa, y
consecuencia necesaria del hecho de que mente se encuentra en circunstancias
debamos contentamos con ella como principio último que estamos en
similares: es una operación del alma que, cuando nos hallamos en tal situación resulta
condiciones de establecer, con respecto a todas las conclusiones que
tan inevitable como el experimentar la pasión el amor cuando recibimos beneficios, o
obtenemos gracias a la experiencia.» En conclusión, la costumbre es
para Hume lo que nos permite ir más allá de lo inmediatamente
presente
ante
la
experiencia.
Sin
embargo,
todas
nuestras
proposiciones referentes al futuro no tienen otro fundamento.
del odio cuando se nos injuria. Todas estas operaciones son otras tantas especies de
instintos naturales, que ningún razonamiento o procedimiento del pensamiento y del
intelecto es capaz de producir o de vedar.
Este instinto natural justamente será el límite último del empirismo
de Hume.
Queda todavía por exponer otro punto importantísimo. La
costumbre de la que hemos hablado, por fundamental que resulte, no
LA CRÍTICA A LAS IDEAS DE SUBSTANCIA MATERIAL Y
es por sí misma suficiente para explicar de manera íntegra el
SUBSTANCIA ESPIRITUAL: LA EXISTENCIA DE LOS CUERPOS Y
fenómeno que estamos analizando. Una vez que se ha constituido
DEL «YO» COMO OBJETO DE MERA CREENCIA A TEÓRICA
dicha costumbre, engendra en nosotros una creencia (belief). Ahora
bien, esta creencia es la que nos da la impresión de hallamos ante
Hume somete a una crítica análoga el concepto clásico de
una conexión necesaria y nos infunde la convicción según la cual, una
substancia, 1) tanto en lo que se refiere a los objetos corpóreos, 2)
vez que se ha dado lo que llamamos «causa», debe aparecer lo que
como en lo referido al sujeto espiritual.
llamamos «efecto» y (viceversa). Para Hume, por lo tanto, la clave
1) En criterio de Hume, lo que captamos en realidad no es más
para solucionar el problema reside en la «creencia», que es un
que una serie de grupos de impresiones y de ideas. Debido a la
sentimiento. La base de la causalidad deja de ser ontológico-racional
constancia con que se presentan estos conjuntos de percepciones,
para convertirse en emotivo-arracional: sale de la esfera de lo objetivo
imaginamos que existe un principio que constituye el fundamento de la
para pasar a la de lo subjetivo. En las Investigaciones sobre el
cohesión entre dichas percepciones. El conjunto de percepciones que
intelecto humano puede leerse:
llamamos manzana, por ejemplo, lo consideramos regido por un
principio de cohesión que garantiza la solidez de las impresiones
Entonces ¿cuál será la conclusión de todo este asunto? Se trata de una conclusión
mismas y su continuada permanencia conjunta. Sin embargo, este
sencilla, si bien -hay que admitirlo- muy alejada de las teorías filosóficas corrientes.
principio no es una impresión, sino únicamente un modo que nos sirve
Toda creencia en un dato de hecho o en una existencia real se deriva simplemente de
para imaginar las cosas, que creemos que existen fuera de nosotros.
un objeto -presente ante la memoria o los sentidos- y de una acostumbrada conexión
entre este y otro objeto. En otras palabras, al haber comprobado en numerosos casos
24
Y lo que no puede asimilarse a una impresión, está desprovisto de
validez objetiva.
En el Tratado, Hume critica la tradicional distinción entre
substancias y accidentes, y reduce el mecanismo psicológico que nos
toda nuestra vida, si se supone que el «yo» existe de este modo. En realidad, no tenemos ninguna
impresión constante e invariable: dolores y placeres, anhelos y alegrías, pasiones y sensaciones, se
alternan de manera continuada y nunca existen todos a la vez. Por lo tanto, la idea del «yo» no
puede provenir de ninguna de estas impresiones y, tampoco de ninguna otra. En consecuencia, tal
idea no existe.
lleva a efectuar tal distinción, valiéndose con habilidad del esquema
Hume extrae, a este respecto, las mismas conclusiones tajantes
mediante el cual trató de explicar el principio de causalidad. «No
que en el caso de los objetos. Al igual que los objetos no son más que
podemos evitar el considerar que el color, el sonido, el sabor, la figura
series de impresiones, de una forma análoga nosotros no somos sino
y las demás propiedades de los cuerpos son existencias que no
conjuntos o grupos de impresiones y de ideas, somos una especie de
pueden subsistir por separado, sino que exigen un sujeto en el que
teatro donde pasan y vuelven a pasar continuamente las impresiones
apoyarse, para que éste las sostenga y rija. Puesto que nunca hemos
y las ideas. Sin embargo -téngase muy en cuenta- se trata de un
descubierto una de estas cualidades sensibles sin imaginar -a la vez,
teatro que no se imagina como un edificio estable, sino como un mero
y por las razones expuestas- la existencia de una substancia, la
pasar y volver a pasar las impresiones. Hume expresa así, en el
misma costumbre que nos lleva a inferir una conexión entre causa y
Tratado, su teoría al respecto:
efecto, nos hace inferir aquí que todas las cualidades dependen de
una substancia desconocida. La costumbre de imaginar una
Empero, excepción hecha de algún metafísico [...], me atrevo a afirmar que para el
dependencia posee el mismo efecto que tendría la de observarla
resto de la humanidad no somos más que agrupamientos o series de diferentes
realmente.»
percepciones que se suceden con una rapidez increíble, en un flujo y un movimiento
2) Hume dirige críticas similares a la existencia de una substancia
perpetuo. Nuestros ojos no pueden girar en sus órbitas sin que varíen nuestras
percepciones. Nuestro pensamiento resulta aún más variable que nuestra vista, y todos
espiritual en particular, en contra de la existencia del «yo» entendido
los demás sentidos y facultades contribuyen a tales cambios; quizá no exista en nuestra
como realidad dotada de subsistencia continuada y autoconsciente,
alma un solo poder que permanezca idéntico, sin alteración ninguna, durante un solo
idéntica a sí misma y simple. A este respecto, Hume escribe:
instante la mente es una especie de teatro, donde hacen su aparición las diversas
percepciones, pasan y vuelven a pasar, se deslizan y se mezclan con una variedad
infinita de actitudes y de situaciones. En sentido estricto, en ella no existe ninguna
Por desgracia, todas estas afirmaciones tajantes son contrarias a la misma
simplicidad en un momento determinado, ni tampoco identidad a lo largo de tiempos
experiencia [...] que se invoca: no tenemos ninguna idea del «yo», en el modo en que
diferentes, cualquiera que sea la inclinación natural que nos lleve a imaginar tal
aquí se explica. ¿De qué impresión podría derivarse tal idea? Es imposible responder a
simplicidad e identidad. Y no se entienda erróneamente la comparación con el teatro:
esta pregunta, sin caer en contradicciones y absurdos manifiestos; no obstante, se trata
las percepciones sucesivas son las únicas que constituyen la mente. No poseemos ni la
de una pregunta a la que por fuerza hay que dar respuesta, si pretendemos convertir la
más mínima noción del lugar donde se representan tales escenas, o del material del
idea del yo en algo claro e inteligible. Para producir una idea real siempre nos hace falta
cual están hechas.
una impresión. El "yo», o la persona, no es una impresión: es aquello a lo cual se refieren, por
suposición, nuestras diferentes impresiones e ideas. Si hubiese una impresión que diese origen a la
idea del «yo», tal impresión debería seguir siendo la misma, de forma invariable, en el transcurso de
25
Entonces ¿qué conclusión habría que sacar? Si el objeto no es
las anteriores les corresponde una existencia efectiva y separada de
más que una serie de impresiones y también el «yo» no es sino un
aquellos objetos que conforman mi habitación. Más aún: al trabajo que
haz de impresiones, ¿cómo se distinguen entre sí? ¿Cómo podría
efectúa la imaginación se añade también el de la memoria, que otorga
hablarse de «objetos» y de «sujetos»? La respuesta de Hume es
vivacidad a las impresiones fragmentadas e intermitentes (debido a mi
evidente: 1) la existencia de las cosas fuera de nosotros no es objeto
salida de la habitación y mi posterior regreso). Esta vivacidad
de conocimiento, sino de creencia; 2) análogamente, la identidad del
engendra la creencia en la existencia de los objetos externos
«yo» no es objeto de conocimiento, sino -ella también- objeto de
correspondientes. En consecuencia, esta creencia instintiva nos salva
creencia.
de la duda escéptica, de origen alógico y arracional, algo casi
1) La filosofía nos enseña que cualquier impresión es una
biológico.
percepción y que por tanto es subjetiva. De la impresión no cabe
2) La imaginación y la memoria también reconstruyen de modo
inferir la existencia de un objeto como causa de dicha impresión,
análogo la unidad y la substancialidad del yo. Por consiguiente,
porque el principio de causa carece de validez teórica, como antes se
incluso la existencia del «yo» -en cuanto substancia a la que hacen
ha comprobado. Nuestra creencia en la existencia independiente y
referencia todas las percepciones- no es otra cosa que un objeto de
continuada de los objetos es fruto de la imaginación, la cual-una vez
creencia. Sin embargo, hay que señalar que, para Hume, el yo se
que ha entrado en un determinado orden de ideas- continúa
convierte a través de las pasiones en objeto de conciencia inmediata,
espontáneamente por ese camino.
y una vez más esto sucede por una vía arracional y en un ámbito
En especial, dado que se descubre una cierta uniformidad y
ateórico. Hablaremos de ello enseguida.
coherencia en nuestras impresiones, la imaginación tiende a
considerar tal uniformidad y coherencia como algo total y completo,
LA TEORÍA DE LAS PASIONES Y LA NEGACIÓN DE LA LIBERTAD
suponiendo la existencia de cuerpos que constituirían su causa.
Y DE LA RAZÓN PRÁCTICA
Pongamos un ejemplo: salgo de mi habitación y al hacerlo dejo de
tener todas aquellas impresiones que configuran mi habitación.
Después de un tiempo regreso, y tengo las mismas impresiones que
antes o, en todo .caso, tengo percepciones en parte iguales a las
anteriores y en parte distintas, pero coherentes con aquellas. Por
ejemplo, encuentro que hay menos luz porque se ha hecho más tarde,
y el fuego de la chimenea está casi apagado porque se ha quemado
toda la leña. La imaginación colma el vacío de mi ausencia,
suponiendo que a estas percepciones correlativas y coherentes con
Las pasiones son un elemento originario y propio de la naturaleza
humana, independiente de la razón y no sojuzgables por ésta. Son
impresiones que proceden de otras percepciones. Hume distingue
entre pasiones 1) directas y 2) indirectas. 1) Las primeras son las que
dependen en forma inmediata del placer y del dolor, como por ejemplo
el deseo, la aversión, la tristeza, la alegría, la esperanza, el temor, la
desesperación o la tranquilidad. 2) Las segundas son, por ejemplo, el
orgullo, la humildad la ambición, la vanidad, el amor, el odio, la
26
envidia, la piedad, la malignidad, la generosidad y todas las demás
odio...» Obviamente, esta postura tan ambigua (la voluntad es una
que se derivan de éstas. Hume se extiende mucho sobre el tema de
pasión y no lo es) se refleja de modo inmediato en la concepción de la
las pasiones. Lo más importante de su razonamiento es lo que
libertad, que Hume acaba por negar.
exponemos a continuación. El afirma que las pasiones se refieren al
Para él, libre arbitrio es sinónimo de no-necesidad, esto es, de
«yo» «es decir, aquella persona particular de cuyas acciones y
casualidad y, por lo tanto, constituiría un absurdo. Lo que se suele
sentimientos cada uno de nosotros está íntimamente convencido». A
llamar «libertad» no sería, según Hume, más que una simple
propósito del orgullo, señala además que «a esta emoción la
espontaneidad, una ausencia de coacción externa. Al realizar todos
naturaleza le ha asignado una idea determinada, la del "yo" (!), que
nuestros actos nos encontramos determinados por motivos internos
nunca deja de producirse». Como decíamos antes, es evidente que
más bien que externos, pero siempre nos hallamos determinados. El
Hume recobra la conciencia y la idea del «yo» sobre bases
elemento más característico de la filosofía moral de Hume es la tesis
emocionales.
según la cual «la razón nunca puede contraponerse a la pasión en la
La voluntad misma, en última instancia, queda asimilada a las
guía de la voluntad». Esto significa aceptar el triunfo de las pasiones y
pasión, o por lo menos constituye algo muy próximo a ellas, ya que en
negar que la razón pueda ser práctica, es decir, que la razón pueda
opinión de Hume se reduce a una impresión que procede del placer y
guiar y determinar la voluntad. El texto que transcribimos a
del dolor, como las pasiones. No obstante, nuestro filósofo parece
continuación resulta paradigmático al respecto:
algo inseguro sobre esta cuestión, como lo demuestra el siguiente
texto: «Entre todos los efectos inmediatos del dolor y del placer, no
Como la razón por si sola nunca puede producir una acción o suscitar una volición,
hay ninguno que sea más importante que la voluntad; y aunque
de ello infiero que la misma facultad es asimismo incapaz de impedir una volición, o de
hablando en sentido estricto, no haya que incluir a ésta entre las
disputarle su hegemonía a una pasión o emoción. Se trata de una consecuencia
necesaria; es imposible que la razón tenga este segundo efecto de impedir una volición,
pasiones [adviértase, empero, que posee el mismo origen que ellas],
sin impulsar nuestra pasión en una dirección contraria: tal impulso, si hubiese actuado
sin embargo nos dedicaremos ahora a examinarla, ya que para
por su cuenta, habría estado en condiciones de provocar una volición. Lo único que
explicar las pasiones se requiere una comprensión plena de la
puede obstaculizar o frenar el impulso de una pasión es un impulso contrario; si este
naturaleza y de las propiedades de la voluntad. Antes que nada,
impulso contrario surgiese de la razón, esto significaría que esta última facultad habría
de poseer una influencia originaria sobre la voluntad y tendría que estar en disposición
deseo señalar que por voluntad sólo entiendo aquella impresión
no sólo de impedir, sino también de causar cualquier acto de volición. Pero si la razón
interna que nosotros advertimos y de la que somos sabedores,
no tiene esta influencia originaria, es imposible que pueda obstaculizar un principio que
cuando de forma consciente damos origen a un nuevo movimiento de
en cambio sí posee tal capacidad, o que logre que nuestra mente vacile, aunque sólo
nuestro cuerpo o a una nueva percepción de nuestra mente. Esta
sea un instante. Por lo tanto, se ve con claridad que el principio que se contrapone a la
razón no puede coincidir con la razón y sólo de una manera impropia puede dársele ese
impresión es imposible de definir, como por otra parte lo son también
nombre. Cuando hablamos de una lucha entre la pasión y la razón no hablamos de una
las anteriores impresiones del orgullo y la humildad, el amor y el
manera rigurosa ni filosófica. La razón es, y únicamente debe ser, esclava de las
27
pasiones y no puede reivindicar en ningún caso una función distinta de la de servir y
impide acciones: lo cual, por los motivos antes expuestos, la razón no
obedecer a éstas.
está en condiciones de realizar. En conclusión, «es imposible que la
Se trata de una postura exactamente contraria a la que Kant
defenderá en la Crítica de la razón práctica.
razón pueda establecer la distinción entre bien y mal moral, en la
medida en que tal distinción ejerce sobre nuestras acciones un influjo
del que la razón es por completo incapaz», Todo lo más, la razón
EL FUNDAMENTO ARRACIONAL DE LA MORAL
puede ponerse al servicio de las pasiones y colaborar con ellas,
despertándolas y orientándolas. Resulta obvia la respuesta de Hume
La moral fue el tema que más interesó a Hume desde el comienzo
al interrogante antes planteado: el sentimiento es el fundamento de la
de su formación espiritual, hasta el punto de que algunos especialistas
moral «La moral [...] es más estrictamente objeto de sentimiento que
sostienen que, si todo su sistema filosófico no fuese interpretado a la
de juicio, porque este sentido o sentimiento acostumbra a ser tan
luz de este interés básico, no se nos revelaría su significado peculiar.
suave y tan leve que nos vemos llevados a confundirlo con una idea,
En efecto, al principio del tercer libro del Tratado, Hume escribe:
debido a nuestro hábito de tomar por idénticas aquellas cosas que
poseen una notable semejanza recíproca.» ¿Cuál es entonces, este
La moral constituye un tema que nos interesa más que todos los otros; consideramos
sentimiento que sirve de base a la moral? Se trata de un sentimiento
que la decisión que se relaciona con ella puede afectar la concordia social; y es
particular de placer y de dolor. La virtud provoca un placer de tipo
evidente que este interés hará que nuestras especulaciones sean más reales y más
particular; al igual que el vicio provoca un dolor de tipo particular, de
sólidas que las referentes a temas que nos son en gran medida indiferentes, Si algo
nos toca de cerca, concluimos que no puede nunca ser una quimera; y dado que
manera que, si logramos dar razón de dicho placer y dicho dolor,
nuestra pasión se ve comprometida por una parte o por la otra, se nos ocurre
también explicaremos el vicio y la virtud. Véanse las palabras de
espontáneamente que la cuestión pertenece a la esfera de la comprensión humana;
Hume:
cosa que a veces dudamos a propósito de otros casos semejantes, Si no existiese tal
privilegio, jamás me habría aventurado a escribir un tercer volumen de esta abstrusa
filosofía, en una época en la que la mayor parte de los hombres parece considerar de
forma unánime que la lectura es un pasatiempo, y rechaza cualquier cosa que exija un
grado considerable de atención para ser comprendida,
¿Cuál es el fundamento de la moral? Hume, como ya hemos visto,
negó que la razón huma a como tal pueda mover, la voluntad, es
decir, que la razón pueda servir de fundamento a la vida moral De ello
Tener el sentido de la virtud equivale a sentir una satisfacción de un tipo particular, al
contemplar determinada cualidad, Y es precisamente en este sentir donde reside
nuestra alabanza o nuestra admiración, No vamos más allá: no vamos a buscar cuál es
la causa de nuestra satisfacción, No inferimos que una cualidad sea virtuosa porque nos
guste: pero al sentir que nos complace en un modo particular, sentimos que es virtuosa
en sus efectos, Lo mismo ocurre en nuestros juicios acerca de cualquier género de
belleza, gustos y sensaciones. Nuestra aprobación es implícita, mediante el placer
inmediato que nos dan todas estas cosas.
se deduce que la moral tendrá que provenir de algo distinto a la razón,
La moral, en efecto, afirma Hume, suscita pasiones y promueve o
Hemos dicho que el placer (o el dolor) moral es peculiar. En efecto,
hay que distinguirlo cuidadosamente de todos los demás tipos de
28
placer. Mediante la noción de placer entendemos sensaciones muy
Para Hume, asimismo, es de una notable relevancia moral el
diferentes entre sí: por ejemplo, el placer que experimentamos al
sentimiento de la simpatía. Al conceder un gran valor a dicho
beber un vaso de buen vino -dice Hume- es un placer de carácter
sentimiento, nuestro filósofo se coloca en una clara antítesis con la
puramente hedonista; en cambio, el placer que sentimos al escuchar
pesimista visión de Hobbes, como lo prueba la siguiente página:
una bella composición musical constituye un placer estético.
Captamos de inmediato la diferencia que existe entre los dos tipos de
No existe una cualidad más notable en la naturaleza humana, tanto en sí misma y
placer, y no hay ningún riesgo de que consideremos que el vino es
por sí misma, como por sus consecuencias, que nuestra propensión a experimentar
armonioso o la composición musical posee un agradable sabor.
simpatía por los demás, y a recibir mediante comunicación las inclinaciones y
sentimientos de los otros, por distintos e incluso contrarios que sean a los nuestros.
Igualmente, ante la virtud de una persona, experimentamos un placer
Esto es evidente no sólo en los niños, que aceptan tranquilamente cualquier opinión que
peculiar que nos impulsa a alabada (del mismo modo que ante el vicio
se les proponga, sino también en hombres del máximo juicio e inteligencia, que
experimentamos un disgusto que nos impulsa a criticado). Se trata -
consideran muy difícil seguir su propia razón e inclinación, oponiéndose a la de sus
dice Hume- de un tipo de placer (o de dolor) desinteresado.
amigos y sus compañeros de cada día. A este principio hay que imputar la gran
uniformidad que podemos observar en las inclinaciones y en el modo de pensar de
Justamente en eso consiste el rasgo específico del sentimiento moral:
quienes pertenecen a una misma comunidad; es mucho más probable que esta
en ser desinteresado. En el texto siguiente Hume pone de manifiesto
semejanza surja de la simpatía, que de una influencia cualquiera que provenga del
de manera elocuente su concepción:
suelo y del clima, los cuales -aunque permanezcan invariablemente idénticos- no
pueden sin duda hacer que permanezca idéntico durante cien años el carácter de un
pueblo. Un hombre de buen carácter se halla enseguida de acuerdo con el humor de las
Las buenas cualidades de un enemigo,son perjudiciales para nosotros, pero pueden
suscitar en nosotros estimación y respeto. Únicamente cuando consideramos
determinado rasgo en general, sin ninguna referencia a nuestro particular interés,
provoca un sentido o un sentimiento tal que hace que se le llame moralmente bueno o
malo. Es verdad que todos estos sentimientos que surgen del interés y de la moral
están sujetos a la confusión y se intercambian naturalmente uno con otro. Rara vez
sucede que no juzguemos vicioso a un enemigo y que logremos distinguir entre su
personas en cuya compañía está; e incluso el hombre más orgulloso y más huraño se
trata con sus conciudadanos y sus conocidos. Un semblante alegre suscita en mi mente
un claro sentimiento de satisfacción y serenidad; un semblante airado y afligido, en
cambio, provoca de inmediato en mí un estado de tristeza. Odio, resentimiento,
estimación, amor, valentía, alegría y melancolía: todas ellas son pasiones que
experimento a través de la comunicación, más que por mi propio temperamento y
natural disposición.
oposición a nuestros propios intereses y su efectiva perversidad o bajeza. Esto no
impide, empero, que los sentimientos --en sí mismos considerados- sean distintos y que
un hombre recto y dotado de discernimiento pueda evitar dichos engaños. De igual
Finalmente, en las Investigaciones sobre los principios de la moral,
manera -aunque, como es obvio, una voz musical no es más que una voz que suscita
Hume apeló también a la dimensión utilitarista con objeto de explicar
naturalmente un tipo particular de placer- resulta difícil que un hombre llegue a advertir
la ética. En su opinión, lo útil provoca nuestro asentimiento. Pero lo
que la voz de un enemigo es agradable o a admitir que es musical. No obstante, una
útil, en el terreno de la ética, no es nuestro útil particular, sino lo útil
persona que tenga un oído sensible y que se domine a sí mismo, logrará separar tales
sentimientos y alabar a quien lo merece.
que más allá de nosotros se extiende también a los demás, lo útil
público, que es lo útil para la felicidad de todos. Por lo tanto, Hume
29
escribe: «Si la utilidad es una fuente del sentimiento moral y si no
c) La religión posee un fundamento instintivo. La idea de lo divino
siempre se considera esta utilidad con respecto al yo individual, de
nació debido al terror a la muerte y a la preocupación por una vida
ello se sigue que insta directamente a nuestra aprobación y nuestra
futura. Según Hume, «las primeras ideas religiosas no nacieron de la
buena voluntad todo lo que contribuya a la felicidad de la sociedad.
contemplación de las obras de la naturaleza, sino de una
Este principio da razón, en gran medida, del origen de la moralidad.»
preocupación por los acontecimientos de la vida, y de las esperanzas
y temores que turban de modo incesante la mente humana» (es
LA RELIGIÓN Y SU FUNDAMENTO IRRACIONAL
evidente que aquí resuenan nociones procedentes de Epicuro y de
Lucrecio).
Hume no mostró un interés personal por la religión. Desde joven
Hume no es ateo por principio y de una manera dogmática, pero se
se había apartado de las prácticas religiosas asumiendo una actitud
muestra extremadamente ambiguo. Valora de un modo negativo la
de indiferencia, con ribetes de auténtica aversión. Sin embargo, en
religión pero luego dice que un pueblo sin religión en poco difiere de
cuanto hecho de la naturaleza humana, la religión no podía dejar de
los irracionales. El texto siguiente ejemplifica tal ambigüedad:
convertirse en objeto de sus reflexiones. La postura de Hume -a pesar
de algunos puntos de contacto con ciertas ideas deístas- no es deísta
y, más bien, en algunos aspectos es decididamente antideísta.
a) La religión, en primer lugar, no posee un fundamento racional.
Las pruebas que aducen los teólogos en favor de la existencia de Dios
.No existen absurdos teológicos tan descomunales como para que, en ocasiones, no
los defiendan hombres de gran inteligencia y cultura. No hay preceptos tan rigurosos
que no hayan sido aceptados por los hombres más dedicados a los placeres y más
holgazanes. La ignorancia es la madre de la devoción: se trata de una máxima
proverbial, confirmada por la experiencia de todos. Buscad, empero, un pueblo que
son rechazadas y refutadas por Hume. En su opinión, todo lo más se
carezca totalmente de religión: si lo encontráis, tened la certeza de que poco difiere de
podría considerar como plausible cierta analogía con la inteligencia,
los irracionales.
en lo que respecta a la causa del universo. De dicha analogía,
empero, no se obtiene nada con seguridad.
b) La religión ni siquiera posee un fundamento moral. Entre religión
y ética, según Hume, no existe una verdadera conexión. El
fundamento de la ética, en efecto, es el sentimiento, no la religión. En
la Historia natural de la religión puede leerse: «Escuchad lo que
proclaman los hombres: nada hay más seguro que sus dogmas
religiosos. Examinad su vida: difícilmente podríais pensar que tengan
la más mínima confianza en ellos.»
LA DISOLUCIÓN DEL EMPIRISMO EN LA RAZÓN ESCÉPTICA Y
EN LA CREENCIA ARRACIONAL
Hume se consideró un escéptico moderado. En su opinión, el
escepticismo moderado «puede ser beneficioso para el género
humano»,
ya
que
consiste
en
la
«limitación
de
nuestras
investigaciones a aquellos temas que se adapten mejor a las limitadas
capacidades del intelecto humano». En última instancia, por lo que se
refiere a las ciencias abstractas, tales capacidades se reducen al
conocimiento de las relaciones entre ideas, es decir, únicamente a las
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matemáticas, por las razones antes manifestadas. Todas las otras
la problemática razón escéptica, Hume contrapone el instinto y el
investigaciones se refieren a los datos de hecho, susceptibles de
elemento alógico, pasional y sentimental, portador de una seguridad
constatación, pero no de demostración. En definitiva, en todos estos
irrefrenable y, por lo tanto, dogmática. La razón filosófica misma, que
ámbitos domina la experiencia y no el razonamiento. Las ciencias
constituye
empíricas se basan en la experiencia, la moral se fundamenta en el
determinados momentos casi como una especie de instinto, también
sentimiento, la estética se basa en el gusto, y la religión, en la fe y la
irrefrenable.
revelación. Por lo tanto, en las Investigaciones sobre el intelecto
humano, Hume .extrae esta conclusión:
una
necesidad
originaria
de
indagar,
aparece
en
En suma: parecería que en Hume la última palabra la tiene
justamente el instinto, es decir, lo arracional, por no decir lo irracional,
como antes manifestábamos.
Cuando, convencidos de estos principios, hojeamos los libros de una biblioteca, ¿de
qué nos hemos de deshacer? Si tomamos un volumen -de teología o de metafísica
Lo lejos que se halla el empirismo de Hume con respecto al de
escolástica, por ejemplo- preguntémonos: «¿Contiene razonamientos abstractos acerca
Locke queda en evidencia a través de las dos afirmaciones siguientes,
de la cantidad o el número?» No. «¿Contiene razonamientos basados sobre la
auténticamente representativas. Locke sostenía: «La razón tiene que
experiencia y referentes a los datos de hecho o a la existencia de las cosas?» No.
ser nuestro juez último, y nuestra guía en todas las cosas.» Por lo
Entonces, hay que entregarlos a las llamas, ya que sólo pueden contener sofismas y
engaños.
contrario, Hume declara: «La razón es, y únicamente debe ser,
esclava de las pasiones y en ningún caso puede reivindicar una
Estas escépticas conclusiones pueden reducirse a un único
función distinta a la de obedecer a éstas.» Como puede apreciarse, si
fundamento: la negación del valor ontológico del principio de causa a
el empirismo se lleva hasta sus últimas consecuencias, choca contra
efecto. Resultaría muy fácil demostrar que, en realidad, en el
límites infranqueables (por lo menos, ajustándose a la lógica interna
momento mismo en que lo excluye, Hume vuelve a introducirlo de
que le es propia). A Kant le corresponderá la gran empresa de intentar
manera subrepticia -sin caer en la cuenta de ello- para poder avanzar
avanzar por caminos nuevos, que permitan evitar los extremismos
en su razonamiento. Las impresiones son causadas por los objetos,
irracionalistas y escépticos, y también los extremismos de signo
las ideas son causadas por las impresiones, la asociación de ideas
contrario, en que habían incurrido los sistemas racionalistas.
tiene una causa, a su vez la costumbre es causada, y estos ejemplos
podrían multiplicarse. Si llegase a eliminarse de veras el principio de
causalidad, no sólo se derrumbaría la metafísica, sino también toda la
filosofía teórica y moral de Hume. No es ésta, empero, la cuestión
sobre la que queremos llamar la atención (porque el tema nos llevaría
al terreno de la crítica al sistema de Hume), sino más bien sobre la
actitud general que caracteriza al pensamiento de nuestro filósofo. A
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