EL EMPIRISMO Historia del Pensamiento Filosófico y Científico Giovanni Reale y Dario Antisieri Tomo III 2 Locke. palabra «idea» en el sentido que consagraron Descartes y Locke, y La Fundación del Empirismo Crítico con facilidad caemos en el error de creer que es la única acepción y la más obvia que posee dicho término. En realidad, éste constituye el punto de llegada de un debate metafísico y gnoseológico iniciado por EL EMPIRISMO EL Platón (y en algunos aspectos, incluso antes), continuado por RACIONALISMO Aristóteles y, más tarde, por los representantes del platonismo medio CARTESIANO: EL PRINCIPIO DE LA EXPERIENCIA Y LA CRÍTICA y los neoplatónicos, los Padres de la Iglesia, los escolásticos y DEL INNATISMO algunos pensadores renacentistas. «Idea» es la transliteración de una EMPIRISMO DE INGLÉS LOCKE COMO TRADICIONAL SÍNTESIS Y EL ENTRE palabra griega que significa «forma» (eidos), y en particular -a partir Nicola Abbagnano, en la Introducción a la traducción (realizada de Platón- «forma ontológica», esto es, «esencia substancial» y «ser», por su esposa Manan Taylor) del Ensayo de Locke, resume a la pero no «un pensamiento». En la fase final del platonismo antiguo, las perfección el problema en los términos siguientes: «El Ensayo sobre el ideas .se convierten en «pensamientos del intelecto supremo» y, por intelecto humano de Locke se presenta como un an li is de los límites, tanto, paradigmas supremos, en los que coinciden ser y pensamiento, las condiciones y las posibilidades efectivas del conocimento esto es, paradigmas metafísicos. Los debates acerca del problema de humano. Dicho análisis parece inspirarse en la antigua tradición los universales y las distintas soluciones propuestas conmocionaron empirista de la filosofía inglesa, tradición que va desde Rogerio Bacon en gran medida la antigua concepción platónica y abrieron el camino a y Ockham, pasando por una serie ininterrumpida de pensadores planteamientos radicalmente nuevos. La elección cartesiana del menores, hasta Bacon de Verulam y Hobbes. En esta corriente de término «idea» para indicar un simple contenido de la mente y del ideas, Locke integró algunos elementos procedentes de la filosofía pensamiento huma o señala un completo olvido de la antigua cartesiana y, en especial, el principio según el cual el único objeto del problemática metafísica de la Idea y la aparición de una mentalidad pensamiento humano es la idea. La tesis más llamativa de Locke es completamente nueva, que Locke contribuye a imponer de forma que las ideas proceden de la experiencia y que, por lo tanto, la definitiva. experiencia constituye el límite infranqueable de todo posible En la Introducción al Ensayo se puede leer: «Debo [...] pedir conocimiento.» Tradición empirista inglesa e idea cartesiana son, autorización a quien me lea para utilizar con frecuencia la palabra pues, los componentes cuya síntesis da lugar al nuevo empirismo de idea, como se verá en el presente tratado. Este es el término que sirve Locke. mejor -en mi opinión- para representar una cosa que sea objeto del Antes de abordar el núcleo del problema, conviene efectuar intelecto cuando el hombre piensa. Por lo tanto, lo he utilizado para algunas observaciones sobre este término «idea», que posee una expresar todo lo que puede ser entendido como imagen, noción, historia gloriosa. En nuestros días, utilizamos corrientemente la especie o todo aquello alrededor de lo cual puede ocuparse el espíritu 3 al pensar.» Sin embargo, se rompe el acuerdo con Descartes cuando pone en duda) también podría explicarse sin la hipótesis del se trata de establecer «en qué modo llegan al espíritu estas ideas». innatismo, mostrando sencillamente que existe otra manera de llegar a Descartes se había pronunciado a favor de las ideas innatas. Locke, él. por el contrario, niega toda forma de innatismo y busca demostrar -de b) En realidad dicho consenso universal no existe, como se manera sistemática y mediante un análisis muy puntilloso- que las constata a través del hecho de que los niños y los deficientes Ideas proceden siempre y únicamente de la experiencia. mentales no son conscientes para nada del principio de identidad o de Como consecuencia, la tesis de Locke consiste en lo siguiente: 1) no contradicción, ni de los principios éticos fundamentales. no hay ideas ni principios innatos; 2) ningún intelecto humano, por c) Para oponerse a tal objeción sería absurdo afirmar que los niños fuerte y vigoroso que sea, es capaz de forjar o de inventar (esto es, y los deficientes poseen estos principios innatos, pero no son crear) ideas, al igual que no es capaz de destruir aquellas que existen; conscientes de ellos; decir que hay verdades impresas en el alma, 3) por lo tanto, la experiencia es el origen de las ideas y, al mismo pero que no son percibidas, es algo absurdo, ya que la presencia de tiempo, su límite, el horizonte al cual se halla vinculado el intelecto. La un contenido en el alma y la conciencia de dicha presencia son Crítica del innatismo, por lo tanto, es considerada por Locke como un elementos que coinciden. Locke sostiene. «Decir que una noción se elemento decisivo. Debido a ello, le dedica en su integridad el primer halla impresa en el espíritu y al mismo tiempo decir que el espíritu la libro del Ensayo. ignora y que hasta ahora nunca ha caído en la cuenta de .ella, 1) La postura innatista que Locke critica no es únicamente la de los significa convertir en nada dicha impresión. No se puede afirmar de cartesianos, sino también la de Herbert de Cherbury (1583-1648), los ninguna proposición que esté en el espíritu, pero que el espíritu nunca platónicos ingleses de la escuela de Cambridge (Benjamin Wichcote, la conoció o nunca fue consciente de ella.» 1609-1683; John Smith, 1616-1652; Henry More, 1614-1687; Ralph d) La tesis de que hay principios morales innatos se ve desmentida Cudworth, 1617-1688) y, en general, todos los que en cualquier forma por el hecho de que algunos pueblos se comportan exactamente al sostengan la presencia en la mente de contenidos anteriores a la revés de lo .que postularían tales principios, cometiendo acciones que experiencia, que habrían sido impresos en ella desde el primer para nosotros serían perversas: sin experimentar por ello el más momento de su existencia. Locke recuerda que el criterio rector al que mínimo remordimiento, lo cual significa que ellos consideran que su se remiten los defensores del innatismo de las ideas y de los conducta no es en absoluto perversa, sino. completamente lícita.. Al principios (teóricos o prácticos) es el consenso universal del que unas ilustrar y otros disfrutan en todos los hombres. Locke apela a los siguientes ejemplificaciones muy diversas, pintorescas y eficaces, y concluye en argumentos básicos para refutar dicha prueba. estos términos: «Si miramos en torno nuestro para ver a los hombres a) El consenso universal de los hombres acerca de determinadas ideas y determinados principios (en el caso de que exista, cosa que se esta postura, Locke abunda en descripciones y tal cual son, nos encontraremos con que en un lugar experimentan 4 remordimientos por haber realizado o dejado de realizar aquello que, estaré dispuesto a aceptar que un ciego puede tener las ideas de los en otro sitio, consideran meritorio.» colores y un sordo, nociones claras de los sonidos.» e) La idea misma de Dios no puede decirse que todos la posean, 3) El intelecto, en consecuencia, recibe el material del ya que hay pueblos que no «tienen ni siquiera un nombre para conocimiento sólo a través de la experiencia. El alma piensa designar a Dios, no tienen religión ni cultos». únicamente después de haber recibido dichos materiales: «No veo 2) Podría formularse la hipótesis según la cual el intelecto, aunque ninguna razón para creer que el alma piense antes que los sentidos le no tenga ideas innatas, podría empero crear ideas o, si se prefiere, hayan proporcionado ideas so re las cuales pensar; a medida que podría inventarlas. Sin embargo, Locke excluye categóricamente tal éstas aumentan de cantidad y el espíritu las conserva, el alma - hipótesis. Nuestro intelecto puede combinar de diversos modos las gracias al ejercicio- mejora su facultad de pensar en todas sus ideas que recibe, pero de ninguna manera puede concederse a sí diversas mismo ideas simples, y tampoco -una vez que las tiene- puede reflexionando destruirlas, aniquilarlas o anularlas, como ya hemos dicho. Locke patrimonio y su facilidad para recordar, imaginar, razonar y utilizar señala: «Ni siquiera la inteligencia más notable o el intelecto más otros modos de pensar. » partes. A sobre continuación, sus propias combinando operaciones, estas ideas incrementa su amplio tienen el poder, por vivaz y variado que resulte su Veamos ahora un texto muy célebre, en el que Locke replantea la pensamiento, de inventar o forjar una sola idea simple y nueva para el antigua tesis del alma como tabula rasa en la que sólo la experiencia espíritu, que no haya sido aprendida de las maneras ya mencionadas; inscribe contenidos: y la fuerza del intelecto tampoco puede destruir las que ya existen. El dominio del hombre sobre este pequeño mundo de su intelecto es Supongamos que el espíritu, por así decirlo, sea una hoja en blanco, sin ninguna aproximadamente el mismo que posee en el gran mundo de las cosas letra, sin ninguna idea. ¿Cómo llegarán éstas allí? ¿De dónde proviene aquel vasto visibles, donde su poder -aunque se ejerza con arte y habilidad- no depósito que la fantasía industriosa e ilimitada del hombre ha trazado allí, con una variedad casi infinita? De dónde procede todo el material de la razón y del logra otra cosa que componer y dividir los materiales que halla a su conocimiento? Respondo con una sola palabra: de la .experiencia. Todo nuestro alcance, pero no puede hacer nada para fabricar ni siquiera la más conocimiento se basa en ella y de ella proviene en última instancia. mínima partícula de materia nueva o para destruir un átomo de la que existe. El que quiera forjar con su propio intelecto una idea simple, que no haya sido recibida desde los objetos externos a través de los Éstas son las líneas maestras del empirismo de Locke. Sobre ellas edifica nuestro filósofo todo su pensamiento. sentidos o desde la reflexión sobre las operaciones de su espíritu, se encontrará con la misma incapacidad. Quisiera que alguien tratase de imaginarse un sabor que nunca hubiese llegado hasta su paladar o de darse la idea de un perfume que jamás haya olido; cuando lo logre, EL CONOCIMIENTO, SU VALOR Y SU EXTENSIÓN 5 Las ideas, con todas las variedades antes descritas, constituyen el 2) Se da una demostración cuando el espíritu percibe el acuerdo o material.del conocimiento, pero no son todavía el conocimiento en el desacuerdo entre las ideas de una forma no inmediata. La sentido estricto, ya que por sí mismas están más acá de lo verdadero demostración procede a través de pasos intermedios, es decir, y de lo falso. No existe conocimiento si no se produce la percepción mediante la intervención de otras ideas (una o más, según los casos), de un acuerdo (o un desacuerdo) entre ideas o grupos de ideas, y sólo y es justamente esta forma de proceder lo que se llama «razón» y entonces se da lo verdadero y lo falso: «A mi parecer, el conocimiento «razonar». El procedimiento demostrativo consiste en introducir una no es otra cosa que la percepción de la conexión y del acuerdo, o del serie de nexos evidentes por sí mismos -esto es, intuitivos- para desacuerdo y el contraste entre nuestras ideas. Solo consiste en demostrar la existencia de nexos no intuitivos en sí mismos. Por lo esto.» Este tipo de acuerdo o desacuerdo puede ser de cuatro clases: tanto, en última instancia, la validez de la intuición fundamenta la a) identidad y diversidad. b) relación validez de la demostración. Piénsese, por ejemplo, en la demostración c) coexistencia y conexión necesaria; d) existencia real. Ahora bien en de los teoremas geométricos, que unen determinadas ideas cuyo nexo general, el acuerdo entre ideas puede percibirse de dos modos no resulta evidente de manera inmediata, a través de una serie de diferentes: 1) por intuición, y 2) por demostración. pasos, cada uno de los cuales es inmediatamente evidente. Por lo 1) El acuerdo entre las ideas que se percibe mediante la intuición es el que se posee por evidencia inmediata: «En ésta, el espíritu no se tanto, la demostración avanza y se despliega a través de una serie de intuiciones encadenadas en la forma oportuna. toma el trabajo de probar o de examinar, sino .que percibe la verdad Todo esto no plantea problemas especiales cuando se trata de los como el ojo ve la luz, únicamente dirigiéndose hacia ella. Así, el tres primeros tipos de acuerdo o de desacuerdo entre las ideas que se espíritu percibe que el blanco no es negro, que un círculo no es un han mencionado al principio de este parágrafo: a) identidad- triángulo, que tres son más que dos, e igual a uno más dos. El espíritu diversidad; b) relación; c) coexistencia y conexión necesaria. En estos percibe esta especie de verdad apenas ve juntas a las ideas, por pura casos no se sale del ámbito de las puras ideas. En cambio, los intuición, sin que intervenga otra idea; y esta especie de conocimiento problemas se plantean cuando se trata del caso d) la existencia real, es el más claro y cierto del que es capaz la fragilidad humana. Esta donde ya no está en cuestión e1 simple acuerdo entre ideas, sino el parte del conocimiento se hace irresistible y, como el resplandor de la acuerdo entre las ideas y la realidad externa. Vuelve a aparecer aquí luz solar, se impone de inmediato a la percepción, apenas el espíritu la vieja noción de verdad como adequatio intellectus ad rem, como dirige su vista en tal dirección; no se produce ninguna vacilación, duda acuerdo entre las ideas y las cosas, por encima del simple acuerdo o examen, sino que el espíritu se ve colmado de inmediato por su entre las ideas. clara luz. De tal intuición depende toda la certeza y la evidencia de todo nuestro conocimiento.» Locke trata de resolver la dificultad en la siguiente forma. Nosotros tenemos conocimiento: 1) de nuestra existencia, mediante intuición; 2) 6 de la existencia de Dios, por demostración, y 3) de la existenciia de las eternidad ha habido algo; porque lo que no existe desde la eternidad demas cosas, por sensación. ha tenido un comienzo; y lo que ha tenido un comienzo debe haber 1) Para justificar la afirmación según la cual conocemos nuestra existencia por intuición, Locke apela a fórmulas típicamente cartesianas, si bien menos contundentes: «Nada puede ser más sido producido por otro». Locke demuestra así que este otro del que deriva nuestro ser debe ser omnipotente, omnisciente, eterno. evidente para nosotros que nuestra propia existencia. Pienso, razono, Hay que poner de relieve el hecho de que el empirista Locke siento placer y dolor: ¿puede alguna de estas cosas ser para mí más considere que la existencia de Dios es algo más cierto incluso que lo evidente que mi propia existencia? Si dudo de todas las demás cosas, que nos manifiestan los sentidos. Estas son sus palabras: «De lo que esta misma duda me hace percibir mi propia existencia y no me ha sido dicho, para mi resulta claro que poseemos un conocimiento de permite dudar de ella. Si sé que siento dolor, es evidente que poseo la existencia de Dios que es más cierto que cualquier otra cosa que una percepción cierta, tanto de mi propia existencia como de la los sentidos nos manifiesten de un modo inmediato. Más aún, me existencia del dolor que siento. Si sé que dudo, poseo la percepción atrevo a decir que conocemos que existe un DIOS con más certeza cierta de la existencia de la cosa que duda, así como del pensamiento que aquella con la que conocemos que hay algo fuera de nosotros. que llamo "duda". La experiencia nos persuade de que tenemos un Cuando digo que conocemos, me refiero a que existe en nosotros, a conocimiento intuitivo de nuestra propia existencia y una infalible nuestro alcance, un conocimiento que no nos puede faltar. Si percepción interna de que existimos. En cualquier acto de sensación, aplicamos a él nuestro espíritu en la misma forma que en muchas razonamiento otras investigaciones.» o pensamiento, ante nosotros mismos somos conscientes de nuestro propio ser, y a este respecto no nos falta el grado más elevado de certidumbre.» 3) En opinión de Locke, estamos menos seguros de la existencia de las cosas externas de lo que lo estamos de nuestra propia 2) Locke demuestra la existencia de Dios apelando al antiguo existencia o de la de Dios. Locke afirma que «tener en nuestro espíritu principio metafísico ex nihilo nihil y al principio de causalidad, en el la idea de algo no demuestra la existencia de esta cosa, así como el modo siguiente. Sabemos con certeza absoluta que somos algo que retrato de un hombre no convierte en evidente su existencia en el existe realmente. Además, «el hombre sabe, por certeza intuitiva, que mundo, o las visiones de un sueño no constituyen como tales una la pura nada tanto puede producir un ser real como ser igual a dos historia verdadera». Sin embargo, se aprecia con claridad que, dado ángulos rectos. Si un hombre no sabe que lo no-ente o la ausencia de que nosotros no producimos nuestras ideas, éstas deben ser todo ser no puede ser igual a dos ángulos rectos, se hace imposible producidas por objetos externos. que conozca ninguna demostración de Euclides. Por el contrario, si No obstante, podemos estar seguros de la existencia de un objeto nosotros sabemos que existe un ser real, y que lo no-ente no puede que produzca en nosotros la idea, solo en la medida en que la producir un ser real, ésta es la demostración evidente de que desde la sensación sea actual. Estamos seguros del objeto que vemos (esta 7 hoja de papel, por ejemplo) mientras lo vemos y hasta que dejemos de otras inteligencias distintas de las nuestras (ángeles) o el modo vedo; cuando se substraiga a nuestra sensación actual, ya no profundo de operar de la naturaleza (las explicaciones de ciertos podremos tener la certeza de su existencia (podría haberse roto o fenómenos físicos). destruido). En cualquier caso, este tipo de certeza de la existencia de En estos casos, la regla de la probabilidad se basa en la analogía. las cosas fuera de nosotros es suficiente para ñps objetivos de Finalmente está la fe, a la que Locke garantiza el máximo de dignidad. nuestra vida. Este es el texto principal sobre la cuestión: LA PROBABILIDAD Y LA FE Además de las que hemos mencionado hasta ahora, hay otra especie de proposiciones que exige el grado más elevado de nuestro asentimiento sobre la base de un simple Por debajo de los tres grados de certeza antes descritos, se halla testimonio concuerde o no la cosa propuesta con la experiencia corriente y con el curso ordinario de las cosas. La razón de ello es que el testimonio es de Uno que no puede el juicio de probabilidad, donde no se percibe (inmediata o engañar ni ser engañado, Dios mismo. Incluye una seguridad que está más allá de la mediatamente) el acuerdo entre las ideas, sino que sólo lo duda, una prueba sin ninguna excepción. Se le da un nombre peculiar: «revelación», y suponemos. En consecuencia, la probabilidad es sólo la apariencia de nuestro asentimiento a ella es la fe; ésta determina de manera absoluta .nuestros acuerdo o desacuerdo, mediante la intervención de pruebas en las que la conexión de las ideas no es constante ni inmutable o, al menos, espíritus y excluye por completo cualquier hesitación, como en el caso del conocimiento; y como no podemos dudar de nuestro ser así tampoco podemos dudar de que sea verdadera la revelación que nos viene de Dios. no se la percibe como tal, «pero es o aparece en la mayoría de los Por eso, la fe es un principio establecido, seguro de su asentimiento y de su seguridad, casos como suficiente para inducir al espíritu a juzgar que una y que no da lugar a dudas o vacilaciones. Únicamente debemos estar seguros de que proposición es verdadera o falsa, más bien que lo contrario». Naturalmente, existen diversas formas de probabilidad. 1) La primera se funda sobre la conformidad de algo con nuestras se trata de una revelación divina y de que la comprendemos con exactitud. Locke está convencido de que, en última instancia, la fe no es más que «un asentimiento fundado en la razón más elevada». experiencias pasadas (si hemos experimentado que determinadas cosas siempre han ocurrido de cierta manera, podemos considerar LAS DOCTRINAS MORALES Y POLÍTICAS que es probable que continúen sucediendo del mismo modo o de un modo semejante). 2) La segunda se basa en el testimonio de los Las ideas morales y políticas de Locke -en las que los especialistas demás hombres; en tal caso, la probabilidad mayor se da cuando han encontrado bastantes oscilaciones- son mucho menos rigurosas, existe acuerdo entre todos los testimonios. aunque también interesantes. Los conceptos básicos son los Luego, hay una forma de probabilidad que no se refiere a datos siguientes. Como se ha visto extensamente, no poseemos leyes y que resulten susceptibles de observaciones de hecho, como los antes principios prácticos de carácter innato. Lo que empuja al hombre a mencionados, sino a otra clase de cosas, por ejemplo, la existencia de actuar y lo que determina su voluntad y sus acciones, es la búsqueda 8 del bienestar y de la felicidad y, como dice Locke en un texto muy bien o el mal; y ese bien o mal, ese placer o dolor, que acompañan sugerente, por decreto del legislador nuestro cumplimiento o nuestra infracción de el sentido de incomodidad en el que se halla continuamente. Estas son sus palabras: la ley, es lo que llamamos "recompensa" o "castigo".» Ahora bien, las leyes a las que los hombres refieren por lo común ¿Qué es lo que determina la voluntad con referencia a nuestras acciones? Si lo sus acciones pertenecen a tres tipos diferentes: 1) leyes divinas; 2) pensamos bien, me veo obligado a creer que no es -como por lo común se supone- el leyes civiles y 3) leyes de la opinión pública o reputación. 1) Si se mayor bien que haya a la vista; sino una cierta incomodidad (y en la mayoría de los casos se trata de algo muy influyente) que aflige al hombre. Esto es lo que determina la juzgan con base en el parámetro d l primer tipo de leyes, las acciones voluntad en cada caso y nos mueve hacia las acciones que realizamos. A esta humanas son pecados o deberes; 2) juzgadas según el parámetro del incomodidad la podemos llamar «deseo», que es una incomodidad del espíritu debido a segundo tipo de leyes las acciones humanas son delictivos o la necesidad de un bien ausente. Cualquier dolor corporal, de cualquier clase que sea, y inocentes; 3) juzgadas de acuerdo con el tercer tipo de leyes, las cualquier turbación del espíritu, es incomodidad: a ésta siempre va unido el deseo, que es igual al dolor o a la incomodidad experimentada, y que apenas se distingue de ellos. acciones humanas son virtudes o vicios. Puesto que el deseo no es más que la incomodidad por la necesidad de un bien La ley revelada, por lo tanto, se halla en la base de la moralidad. ausente, con respecto a un dolor experimentado, el alivio consiste en aquel bien Por lo demás, Locke hace coincidir aquélla con la «promulgada a ausente; y hasta que no se haya logrado este alivio, podemos llamado deseo, porque través de las luces de la naturaleza», es decir, con la ley que la propia nadie experimenta un dolor del que no quiera verse aliviado, con un deseo igual a aquel dolor e inseparable de él. razón humana es capaz de descubrir. En sus escritos políticos Locke elaboró teóricamente aquella forma de constitucionalismo liberal por el Locke ya no considera la libertad en el sentido del libre arbitrio, lo cual habría implicado consideraciones metafísicas ajenas a su empirismo. Por consiguiente, en criterio de Locke, la libertad no reside en el querer sino en el poder actuar o abstenerse de la acción. Además el hombre tiene el poder de suspender la ejecución de sus deseos, para examinarlos con atención y ponderarlos, reforzando así aquel poder concreto. La ética de Locke, como cualquier otra ética de trasfondo empirista, es utilitarista y eudemonista. «El bien y el mal no son más que placer o dolor, o bien aquello que nos produce o nos procura placer o dolor. El bien y el mal morales, pues, son únicamente la conformidad o el desacuerdo de nuestras acciones voluntarias con una ley, mediante la cual las voluntades y el poder del legislador atraen sobre nosotros el que había luchado y que se impuso en Inglaterra mediante la revolución de 1688. La monarquía no se funda en el derecho divino. Según Locke, a pesar de lo difundida que está en los tiempos modernos, dicha tesis no se encuentra en las Escrituras ni en los antiguos Padres. La sociedad y el Estado nacen del derecho de naturaleza, que coincide con la razón, la cual afirma que -siendo todos los hombres iguales e independientes- «nadie debe provocar en los demás ningún daño en la vida, la salud, la libertad y las posesiones». Por lo tanto, el derecho a la vida, el derecho a la libertad, el derecho a la propiedad y el derecho a la defensa de estos derechos constituyen derechos naturales. El fundamento del origen del Estado es la razón y no el instinto salvaje, como afirmaba Hobbes. Al reunirse en una sociedad, los 9 ciudadanos renuncian únicamente al derecho de defenderse cada uno por su cuenta, con lo que no debilitan sus otros derechos, sino que los fortalecen. El Estado tiene el poder de hacer las leyes (poder legislativo), de imponerlas y de hacerlas cumplir (poder ejecutivo). Los límites del poder del Estado están establecidos por aquellos derechos de los ciudadanos, para cuya defensa se instituyó dicho Estado. Por consiguiente los ciudadanos conservan el derecho de rebelarse contra el poder estatal, cuando éste actúe en contra de las finalidades para las que nació. Los gobernantes siempre se hallan sometidos al juicio del pueblo. En contra de lo que pensaba Hobbes, para Locke el Estado no debe inmiscuirse en temas de religión. Como la fe no es algo que se pueda imponer, habrá que tener respeto y tolerancia hacia las distintas fes religiosas: «La tolerancia hacia quienes disienten de los demás en cuestión de religión resulta tan coincidente con el Evangelio y con la razón, que es monstruoso que haya hombres ciegos ante tanta luz.» 10 Berkeley implícitas en la premisa según la cual existe una materia fuera de la Una Gnoseología Nominalista y Fenomenista en función de una mente. Creyó entonces que éste era el auténtico baluarte del ateísmo, Apologética Renovada baluarte que había que echar por tierra mediante la contraposición de la doctrina opuesta, el inmaterialismo, mostrando la superioridad y la «COMENTARIOS FILOSÓFICOS» Y EL PROGRAMA validez de éste. Según el inmaterialismo, «la existencia es percipi o INVESTIGADOR percipere», y «todas las cosas son entia rationis, id est solum habent esse in intellectu». Esse est percipi y «el gran argumento para probar Los Comentarios filosóficos (Commonplace Book) consisten en que la extensión no puede darse en una substancia no pensante es dos libretas de apuntes, A y B, redactadas por el joven Berkeley entre que ésta no puede concebirse como algo distinto de las cualidades 1707 y 1708. En ellos ya se indican con claridad tanto los objetivos tangibles o visibles, o careciendo de éstas». Tal principio, en opinión polémicos como los núcleos centrales a partir de los cuales se va a de Berkeley es demostrado por una gran cantidad de argumentos ad desarrollar la propuesta filosófica de Berkeley. La polémica versará absurdum, en el sentido, por ejemplo, de que no es posible concebir sobre la negación de la existencia de lo «que los filósofos llaman un olor sin que haya sido experimentado por alguien. Lo grave es que materia o substancia corpórea», sobre la refutación del ateísmo y «la proposición contraria al principio introduce el escepticismo», dado sobre la crítica a los librepensadores. El núcleo central que articulará que «si existe un ser antes de ser percibido, jamás podremos saber las propuestas positivas del pensamiento filosófico de Berkeley es el qué es» (A. Guzzo). principio según el cual esse est percipi. Una negación de la existencia de la materia y una afirmación de la En la nota 290 de la Libreta B, Berkeley escribe: «El gran peligro está existencia exclusiva de los espíritus humanos y de Dios: hacia esto en hacer que la extensión exista fuera de la mente. Ya que, si existe tiende desde el comienzo la nueva apologética de Berkeley, quien fuera de la mente, hay que aceptarla como infinita, inmutable, eterna, rechaza también algunas de las nociones científico-filosóficas etc. Lo cual implicará que Dios sea extenso (cosa que juzgo fundamentales en su tiempo, pero las rechaza después de peligrosa), o que exista un ser eterno, inmutable, infinito, increado, examinarlas desde dentro y no mediante una negación a priori. En junto a Dios.» Es muy cierto que Newton no había asociado para nada esto consiste la novedad de Berkeley, cuya negación de la materia el materialismo a su concepción mecanicista el mundo, pero J. Toland «defendió con gran número de ingeniosos argumentos» (B. Russell). -al contrario que Newton- ponía en tela de juicio la idea de que fuese Estos ingeniosos argumentos ejercerán Un influjo muy relevante sobre necesario remontarse a Dios como causa de la gravitación y concebía el pensamiento científico y filosófico posterior. la materia como activa Por sí misma. De este modo Toland excluía Berkeley estableció con solidez el axioma siguiente: «no se utiliza «de los fenómenos del movimiento la necesidad de una intervención ninguna palabra sin una idea», al que añade este otro: «no se discute divina» (P. Casini). Berkeley pensó que tales conclusiones se hallaban sobre cosas de las que no poseemos ninguna idea». ¿Qué son estas 11 ideas, de dónde vienen, cómo se combinan? A estas preguntas que no percibe no pueden existir ni nuestras ideas ni nada semejante decisivas Berkeley responde en la nota 378 de la Libreta B, a nuestras ideas». «No hay ni un solo argumento de ninguna especie, proponiendo una red de conceptos que se configuran como un cierto o probable, a priori o a posteriori, extraído de cualquier arte o auténtico bosquejo del más conocido Tratado sobre los principios del ciencia, de los sentidos o de la razón, que sea válido en contra del conocimiento. principio.» Por lo tanto las palabras -si quieren poseer algún sentido- deben 1. Todas las palabras significantes corresponden a ideas. 2. Todo conocimiento corresponder a ideas. Todas nuestras ideas son sensaciones u versa sobre nuestras ideas. 3. Todas las ideas vienen desde fuera o desde dentro. 4. Si operaciones de la mente sobre las sensaciones: «todas las ideas son vienen desde fuera, deben llegar por medio de los sentidos externos y se las llama sensaciones. 5. Si desde dentro, son las operaciones de la mente y se las llama simples o están formadas por ideas simples.» En consecuencia, es pensamientos. 6. En una cosa carente de sentidos no puede haber ninguna sensación. necesario ceñirse a las sensaciones. Este es el imperativo básico de 7. En una cosa carente de pensamiento no puede haber ningún pensamiento. 8. De la gnoseología de Berkeley. pero si nos ceñimos a tal imperativo, sus acuerdo con los números 3, 4 Y 5, todas nuestras ideas son sensaciones o primeras consecuencias inmediatas son de verdadera importancia: a) pensamientos. 9. Ninguna de nuestras ideas puede estar en una cosa que carezca de pensamientos y carezca de sentidos (6, 7 Y 8). 10. Se denomina percepción a la simple «El tiempo es una sensación y por lo tanto sólo está en la mente»; en recepción pasiva o al tener ideas. 11. Una cosa que tenga en sí una idea, aunque efecto, «¿por qué el tiempo durante el sufrimiento es más largo que el resulte tan pasiva como para no ejercer sobre ésta ninguna clase de acto, debe sin tiempo durante el placer?»; b) «La extensión es una sensación y por lo embargo percibir (10). 12. Todas las ideas son simples, o están formadas por ideas tanto no está fuera de la mente»; «se comprueba que en la materia no simples. 13. Una cosa que sea semejante a otra cosa, debe concordar con ella en una o varias ideas simples. 14. Toda cosa que sea semejante a una idea simple, debe ser otra existen las ideas primarias, del mismo modo que se comprueba que idea simple de la misma especie o contener una idea simple de la misma especie (13). en la materia no existen las ideas secundarias»; «es una contradicción 15. Nada que se asemeje a una idea puede estar en una cosa que no perciba (11-14). el que la extensión exista en una cosa no pensante», en el sentido de 16. No se puede decir que dos cosas sean semejantes o distintas hasta que no se las que compara. 17. Comparar es contemplar dos cosas al mismo tiempo y advertir en qué concuerdan y en qué muestran desacuerdo. 18. La mente sólo puede comparar sus para poder hablar de extensión siempre es necesario experimentar que algo se extiende o es extendido; e) lo mismo se propias ideas. 19. Nada semejante a una idea puede existir en una cosa que no perciba aplica al movimiento: «no es concebible el movimiento como algo (11, 16 Y 18). distinto de la cosa movida.». Las ideas -secundarias o primarias- son sensaciones. Estas no se Según Berkeley, estas ideas «deben proponerse con más brevedad y mas separación en el Tratado». Y añade que existen innumerables argumentos, tanto a priori como a posteriori, «extraídos de todas las ciencias desde las más claras, las más llanas y las más obvias verdades, que sirven para demostrar el principio de que en una cosa hallan fuera de la mente. Fuera de la mente no hay nada: «Nada existe, en sentido propio, salvo las personas, es decir, las cosas conscientes; todas las demás cosas no son existencias, sino modos de la existencia de las personas», y «el mundo sin el pensamiento es nec quid nec quantum nec quale, etc.» En realidad, nosotros no 12 vemos las cosas; tenemos ideas, dentro de las cuales vemos las pero «el caballo está en la caballeriza y los libros en la universidad, cosas. Berkeley se pregunta: «¿Vio jamás un hombre otra cosa que como antes». Hasta tal punto es así, insiste Berkeley, que «yo estoy a no fuesen sus propias ideas, de modo que pudiese compararla con favor de la realidad más que cualquier otro de aquellos filósofos que éstas, y hacer que éstas se asemejen a aquélla?» No captamos las plantearon miles de dudas y sólo supieron con certidumbre que nos cosas en sí mismas, de modo que podamos comparadas con nuestras podemos engañar. Afirmo precisamente lo contrario. En resumen, no ideas: siempre y únicamente captamos y poseemos ideas. «Lo único os angustiéis, no perdéis nada. Podéis imaginaros cualquier cosa, real que se puede percibir son las ideas.» Berkeley se manifiesta o quimérica, o concebir lo más salvaje, extravagante y absurdo. Por sorprendido ante el hecho de que los hombres no vean una verdad tan mí, podéis disfrutar de ello. No os lo impediré». obvia como aquella por la cual «la extensión no puede existir sin que haya una substancia pensante». Sólo existen mentes; en las mentes ES FALSA LA DISTINCIÓN ENTRE CUALIDADES PRIMARIAS Y están las Ideas; y las Ideas se reducen a sensaciones. No percibimos CUALIDADES SECUNDARIAS ni substancias ni causas: «¿Qué significa "causa", a diferencia de "ocasión"?» Por otra parte, afirma Berkeley, «no elimino las Las ideas abstractas son erróneas y peligrosas, pero tan. errónea substancias. Nadie tendría que acusarme de separar la substancia del y peligrosa como ellas es la distinción entre cualidades primarias y mundo racional. Lo único que rechazo es el sentido filosófico -que no cualidades secundarias. Berkeley sostiene: «Con las primeras existe- de la palabra "substancia". Preguntad a un hombre que jamás [algunos] aluden a la extensión, la forma, el movimiento, el reposo, la haya estado contaminado por dicha jerga, qué entiende por solidez o impenetrabilidad, y el número; con las segundas, designan substancia corpórea, o por la substancia de un cuerpo. Responderá todas las demás cualidades sensibles, como los colores, los sonidos, que masa, solidez u otras cualidades sensibles similares. También yo los sabores, etc.» Quienes defienden tal distinción la entienden en el las acepto. Lo que descarto es el filosófico nec quid nec quantum nec sentido de que las ideas que poseemos acerca de las cualidades quale, del que no tengo la menor idea». «El hombre corriente jamás secundarias (colores, sabores, sonidos, etc.) no son ideas de cosas piensa la idea abstracta de ser o de existencia. Nunca utiliza esas externas a la mente, «no son semejanzas de cosas que existan fuera palabras para expresar ideas abstractas.» de la mente, es decir, no percibidas». En cambio, dicen que «nuestras Berkeley, al eliminar la idea de existencia de la materia, no cree en ideas de las cualidades primarias son ejemplares o modelos de cosas absoluto que haya empobrecido el mundo. Todo sigue como antes, lo que existen fuera de la mente, en una substancia carente de que cambia es la interpretación del mundo y de la realidad: «Desafío a pensamiento, que se llama "materia"». Por consiguiente, comenta cualquiera a imaginar o concebir la percepción sin una idea, o una Berkeley, «por "materia" hemos de entender una substancia inerte y idea sin percepción.» En nuestra mente hay ideas. Lo que existe es la carente de sentidos, en la que subsistirían de manera actualizada la mente con sus ideas, y por esto «la existencia es percipi o percipere», extensión, la forma, el movimiento, etc.». Como puede apreciarse, la 13 distinción entre cualidades secundarias y primarias está ligada con la extensión y el movimiento de un cuerpo sin el resto de cualidades idea de una materia separada, que existe con independencia del sensibles. Por mi parte, me parece evidente que no puedo formarme espíritu que la percibe. No obstante, la existencia de una materia la idea de un cuerpo extenso y en movimiento sin atribuirle asimismo independiente de la mente en opinión de Berkeley es la base del un color u otra cualidad sensible que se reconoce como existente sólo materialismo y del ateísmo. Una vez admitida la existencia de la en la mente. En resumen, la extensión, la forma y el movimiento - materia, no es nada difícil reconocerla -contrariamente a lo que abstraídos de las demás cualidades sensibles resultan imposibles de pensaban Descartes, Newton y los que se inspiraban en ellos- como concebir. Donde estén las demás cualidades sensibles, estarán infinita, inmutable y eterna. Una apologética nueva, aguerrida y también las cualidades primarias: por lo tanto, estarán también en la adecuada a la época debe insistir precisamente aquí, en la negación mente, no en otro sitio». de la existencia de una materia independiente del espíritu. Esto es lo que hace exactamente Berkeley. Argumenta en estos términos: LA CRÍTICA A LA IDEA DE SUBSTANCIA MATERIAL «Quienes afirman que la forma, el movimiento y todas las demás cualidades primarias y originales existen fuera de la mente, en Al eliminar la distinción entre cualidades primarias y secundarias, substancias que no piensan, al mismo tiempo admiten que no existen también desaparece la idea de substancia material. Berkeley sostiene los colores, los sonidos, el calor, el frío, etc.; según ellos, no son más que algunos dicen que la extensión es un modo o un accidente de la que sensaciones que únicamente existen en la mente, y que materia, y que ésta es el substratum que le sirve de apoyo. ¿Qué dependen y son producidas por las diversidades de dimensión, significa que la materia sostenga a sus accidentes? «Es evidente - constitución, movimiento, etc., que se dan en las pequeñas partículas responde Berkeley- que la palabra "sostener" no puede utilizarse aquí de la materia. Creen que esto constituye una ver ad indudable, que en su sentido acostumbrado o literal, como cuando decimos que las pueden demostrar más allá de toda duda.» Así, parece Indudable que columnas sostienen un edificio. ¿En qué sentido hay que entenderla? las sensaciones referentes a las cualidades secundarias sólo están en Por lo que a mí respecta, no logro hallar un significado que se le la mente, mientras que las ideas de extensión, de forma y de pueda aplicar.» En efecto, «si examinamos lo que los filósofos más movimiento serían representaciones de cosas materiales que existen escrupulosos declaran entender por "substancia material", nos fuera de la mente. encontraremos con que reconocen que no pueden vincular con esos Empero, objeta Berkeley, «si fuese verdad que las cualidades sonidos ningún significado que no sea la idea de ser en general, junto primarias están inseparablemente unidas a las demás cualidades con la noción afín según la cual éste sostiene los accidentes». Sin sensibles, y ni siquiera con el pensamiento pueden separarse de ellas, embargo, contraataca Berkeley, «la idea general de ser me parece la de ello se deduciría evidentemente que sólo existen en la mente. más abstracta e incomprensible de todas; y en cuanto a que sostenga Ahora bien, cada uno debe reflexionar y tratar de [...] concebir la los accidentes, esto -como acabamos de observar- no puede 14 entenderse en el sentido que se suele atribuir a estas palabras: hay Los debates en torno a los sueños y a la locura nos muestran que que entenderlo en algún otro sentido, pero ellos no especifican cuál. «sería posible que recibiésemos todas las ideas que ahora poseemos, De modo que si examino las partes o ramas que constituyen el aunque no existiese cuerpos externos que se asemejasen a ellas. Es significado de las palabras "substancia material", me convenzo de que evidente, por tanto, que la hipótesis de los cuerpos externos no es no existe ningún significado claro que esté ligado con ellas». Además, necesaria para producir nuestras ideas, ya que se admite que a veces «¿por qué hemos de continuar preocupándonos de discutir este éstas son producidas (y sería posible que fuesen producidas, en el substratum o sustentáculo material de la forma y del movimiento, etc.? mismo orden en que ahora las vemos) sin el concurso de cuerpos ¿Acaso no implica que la forma y el movimiento poseen una externos». Alguien, empero, podría sostener que «aunque sea posible existencia fuera de la mente? ¿Y no es tal cosa una contradicción tener todas nuestras sensaciones sin ellos, parece más fácil concebir inmediata, del todo inconcebible?» y explicar su modo de producirse suponiendo que hay cuerpos No hay ninguna distinción entre cualidades secundarias y primarias externos semejantes a ellas, y así resultaría probable por lo menos tanto unas como otras están en la mente. La expresión «substancia que hubiese entes como los cuerpos que suscitasen sus ideas en material» simplemente carece de sentido. Sin embargo, prosigue nuestras mentes». Sin embargo, ni siquiera esto es defendible para Berkeley, aceptemos la posibilidad de que fuera de la mente existan Berkeley, «porque aunque se les conceda a los materialistas sus substancias sólidas, dotadas de forma y de movimiento. ¿Cómo cuerpos externos, no por ello -según confiesan ellos mismos- estarán podríamos llegar a conocer la existencia de tales substancias más cerca de saber cómo se producen nuestras ideas, ya que ellos extramentales? Es evidente que tendríamos que conocerlas por medio mismos reconocen su incapacidad para comprender cómo actúa el de los sentidos, o por medio de la razón. No obstante, «en cuanto a cuerpo sobre el espíritu, esto es, cómo puede imprimir en la mente nuestros sentidos, por medio de ellos sólo conocemos nuestras una idea cualquiera. Se hace evidente, así, que la producción de ideas sensaciones, o ideas, o cosas percibidas inmediatamente por un o sensaciones en nuestras mentes no puede constituir una razón sentido, como prefiráis llamarlas. Los sentidos no nos informan acerca adecuada para suponer que existan la materia o las substancias de la existencia de cosas fuera de la mente, no percibidas semejantes corpóreas, dado que se reconoce que dicha producción permanece a las que son percibidas. Esto lo reconocen hasta los materialistas». igualmente inexplicable aunque se acepte tal hipótesis». Por lo tanto, si se quiere admitir un conocimiento de las cosas Berkeley presenta en estos términos el resultado final de su externas, sólo se puede atribuir a la razón, que inferiría la existencia análisis semántica: «Si la gente no se dedicase a juguetear con las de aquéllas a partir de lo que los sentidos perciben de manera palabras, llegaríamos muy pronto -así lo creo- a un acuerdo. Un inmediata. Sin embargo, tal como nos informan acontecimientos tales análisis muy rápido de nuestros pensamientos es suficiente para ver como los sueños o la locura, no hay ninguna necesidad de que enseguida si podemos entender qué significa la existencia absoluta de recibamos nuestras sensaciones desde cuerpos externos a la mente. objetos sensibles por si mismos, es decir, fuera de la mente. Para mí, 15 es evidente que dichas palabras implican una contradicción inmediata, (cualesquiera que sean los objetos que constituyan) sólo pueden o bien no significan absolutamente nada.» existir en una mente que las percibe.» No se trata de afirmar que las ideas o sensaciones no pueden EL GRAN PRINCIPIO: «ESSE EST PERCIPI» existir sin la mente. Berkeley quiere decir más bien que no pueden existir si no es en una mente que las percibe. La prueba que aduce en Los objetos de nuestro conocimiento son las ideas; éstas se favor de una tesis tan decisiva consiste en otro análisis semántico reducen a sensaciones; las cosas son combinaciones perdurables de efectuado sobre la palabra «existir», cuando ésta se aplica a los ideas; pero las ideas y sus combinaciones perdurables sólo están en objetos sensibles. «Digo que existe la mesa sobre la que escribo, es la mente; las sensaciones siempre son concretas e individuales, por lo decir, la veo y la toco; y si estuviese fuera de mi gabinete de estudio que las ideas abstractas son ilusorias; la distinción entre cualidades diría que existe, en el sentido de que podría percibirla si estuviese yo primarias y secundarias no es más que un error peligroso; y la en mi gabinete, o si hay algún otro espíritu que la percibe actualmente. expresión «substancia material» es contradictoria o bien no significa Había un aroma, es decir, se lo olía; había un sonido, es decir, se lo nada. Tales son los resultados a que ha llegado Berkeley hasta este oía; había un color o una forma, es decir, eran percibidos con la vista momento. o el tacto: esto es todo lo que puede entenderse mediante No se detiene aquí, sin embargo. En efecto, «ademas de esta infinita expresiones variedad de ideas o de objetos del conocimiento, hay algo que conoce incomprensible lo que se dice de la existencia absoluta de cosas que o percibe dichas ideas y ejerce sobre ellas diversos actos, como el no piensan, y sin ninguna referencia al hecho de que sean percibidas. querer, el imaginar, el recordar, etc. Este ser que percibe y actúa es lo El esse de las cosas es un percipi, y no es posible que puedan tener que llamo "mente", "espíritu", "alma", "yo". Con estas palabras no una existencia fuera de las mentes o de las cosas pensantes que las indico ninguna idea mía, sino algo completamente distinto de todas perciben.» Cabe afirmar que una cosa existe sólo porque la mis ideas, y en lo cual estas existen, es decir, algo que las percibe. percibimos: su existencia consiste en su ser percibida y se reduce sólo Ambas expresiones significan lo mismo, porque la existencia de una a esto. Según Berkeley, esto constituye una verdad inmediata y obvia: idea consiste en ser percibida». «Todo el orden de los cielos y todas las cosas que llenan la tierra, de este género. Para mí resulta por completo Llegamos así al gran principio según el cual el esse de las cosas todos los cuerpos que forman la enorme estructura del universo no es un percipi. Berkeley afirma: «Todos reconocerán que ni nuestros poseen ninguna subsistencia fuera de una mente, y su esse consiste pensamientos, ni nuestros sentimientos, ni las ideas formadas por la en ser percibidos o conocidos. Por consiguiente, hasta que no sean imaginación pueden existir sin la mente. Pero no me parece menos percibidos por mí de una manera actual, no existen en mi mente, ni en evidente que las diversas sensaciones -las ideas impresas en los la de algún otro espíritu creado, no existen en absoluto, o subsisten de sentidos- en la medida en que se hallan unidas y combinadas entre sí otro modo en la mente de un Espíritu Eterno.» El mundo, dirá más 16 adelante Schopenhauer, es «una representación mía». Y ésta -sigue la validez de dichas ideas) no es más que una ilusión, ¿como se podrá diciendo Schopenhauer- es la verdad de la filosofía moderna desde distinguir las ideas que dependen de nuestra imaginación de aquellas Descartes hasta Berkeley. Se trata de una verdad antigua, como lo que, en cambio, no pueden ser suscitadas ni modificadas según la atestigua también la filosofía de los Vedas, para la cual «existencia» y voluntad del sujeto? Berkeley, en este contexto, aguza su ingenio y «perceptibilidad» son términos convertibles. La concepción de convierte una dificultad de su proyecto en un factor de refuerzo. En Berkeley se reduce a lo siguiente: «ya que me es imposible ver y tocar realidad, dice, «cualquiera que sea el poder que tengo sobre mis algo si no siento de manera actualizada dicha cosa, también me propios pensamientos, me encuentro con que las ideas percibidas resulta imposible concebir en mis pensamientos una cosa u objeto actualmente por los sentidos no dependen del mismo modo de mi sensible distintos de su percepción o sensación.» voluntad. Cuando abro los ojos a la plena luz del día, no puedo elegir ver o no ver, ni determinar qué objetos son los que han de aparecer DIOS Y LAS LEYES DE LA NATURALEZA concretamente ante mi vista, y lo mismo sucede con el oído y con los Al eliminar la materia y al reafirmar la existencia del espíritu o alma demás sentidos: las ideas impresas en ellos no son creaciones de mi del hombre, la realización del proyecto apologético de Berkeley voluntad. Por lo tanto, hay otra voluntad -otro espíritu- que las avanza por un buen camino, pero aun no ha concluido. En el mundo produce»: Las ideas actualmente percibidas por mis sentidos no son de Berkeley todavía falta la presencia de Dios. Veamos cómo creaciones de mi voluntad. Son producto de otra voluntad. Pero esto completa Berkeley no es suficiente. En efecto, «las ideas de los sentidos son más fuertes, su proyecto. Existe el espíritu humano, y «un espíritu es un ser simple, indivisible, activo: en la medida en que más vivas, más claras que las de la imaginación; además, poseen percibe ideas, se llama "intelecto"; en la medida en que produce ideas estabilidad, orden, coherencia. No son suscitadas por azar, como o actúa de alguna manera sobre ellas se llama "voluntad"». No ocurre a menudo con las causadas por obstante, señala Berkeley, «por lo que puedo ver las palabras mediante un proceso regularizado, en una serie ordenada». Dicha "voluntad", "intelecto", "mente", "alma" o "espíritu" no indican ideas estabilidad, este orden y esta coherencia de ideas no suscitadas al diferentes, más aún, no indican ninguna idea: en cambio expresan azar, ¿de dónde provienen? ¿Cuál es la razón de este fenómeno? A algo muy diferente de las ideas y que no puede parecerse ninguna de este interrogante, decisivo para su sistema filosófico, Berkeley estas, ni ser representado por ninguna idea, ya que se trata de un responde que «la admirable conexión de esta [serie ordenada de agente». Existe, pues, el espíritu, la mente. Y los objetos del ideas] demuestra por sí sola la sabiduría y la benevolencia de su conocimiento, es decir, las ideas, están en la mente. Autor. Y las reglas estables, los métodos según los cuales la mente de a voluntad humana, sino Una vez que ha llegado a este punto, Berkeley no puede evitar l que dependemos suscita en nosotros las ideas provenientes de los una dificultad considerable: si todas las ideas están en la mente y si el sentidos, reciben el nombre de "leyes de la naturaleza"; éstas las mundo exterior a la mente (mundo que hubiese servido para controlar aprendemos por medio de la experiencia, que nos enseña que estas o 17 aquellas ideas van acompañadas por éstas o por las otras, en el curso entendemos de la manera que sea, permanece tan firme como antes; ordinario de las cosas». Dios, por lo tanto,es la razón que explica la existe una rerum natura, y la distinción entre realidad y quimeras estabilidad, el orden y la coherencia de las ideas; es Dios quien conserva toda su fuerza.» El mundo de Berkeley quiere ser el mundo suscita en nosotros las Ideas de acuerdo con reglas fijas. de siempre, el mundo que experimentamos y en el que nos toca vivir Y «esto nos concede una cierta capacidad de previsión, que nos cada día. «Todas las cosas que en la Escritura se ponen del lado de la permite regular nuestras acciones según las necesidades de la vida. opinión corriente en contra de la opinión docta, también se ponen de Sin tal capacidad, estaríamos continuamente en un abismo; nunca mi parte. En todo me coloco del lado de la multitud.» Berkeley no sabríamos como usar una cosa cualquiera, de modo que nos arroja por la borda nada de este mundo. Lo único que niega es lo que produjese o nos quitase el más mínimo dolor sensible. El alimento «los filósofos llaman materia o substancia corpórea». Empero, nutre; el sueño descansa; el fuego calienta; sembrar en el tiempo de la eliminando la materia o substancia corpórea, la humanidad no padece siembra es el único modo de recoger en el tiempo de la cosecha; y, en ningún daño ni aumentan sus sufrimientos. La negación de la materia general, que estos o aquellos medios llevan a obtener estos o no empobrece la vida, y los hombres ni siquiera se darán cuenta de aquellos resultados, es algo que sabemos no porque descubramos aquello que se está negando. Al negar la materia el único objetivo que una relación necesaria entre nuestras ideas, sino únicamente porque s logra es que el ateo ya no podrá justificar ni defender su impiedad. observamos las leyes establecidas por la naturaleza, sin las cuales Sin ninguna duda, las mesas, las casas, las plazas, los jardines con nos veríamos siempre inseguros y confusos, y un adulto no sabría sus plantas, los ríos y las montañas también existen para Berkeley. En comportarse en la vida cotidiana mejor que un niño recién nacido». su opinión, lo que no existe es la materia. Nuestras ideas, pues, no están almacenadas a tontas y a locas en Berkeley, escribe Bertrand Russell, sostenía que los objetos nuestra mente. Manifiestan un funcionamiento coherente y uniforme materiales, sólo existen en la medida en que son percibidos. Contra tal que se dirige hacia la conservación de la vida. Nuestro conocimiento idea cabe objetar que, si esto fuese verdad, un árbol dejaría de existir es un instrumento para tal mantenimiento de la vida. Y el cuando nadie lo viera. Pero Berkeley responde que Dios ve todo funcionamiento coherente y uniforme de las ideas «muestra con gran siempre, y que si no hubiese un Dios, lo que llamamos objetos evidencia la bondad y la sabiduría de aquel Espíritu rector, cuya materiales tendrían una vida a «saltos», comenzando a existir de voluntad constituye las leyes de la naturaleza». Nosotros, sin manera repentina en el momento en que los miramos. A este embargo, en vez de encaminamos hacia él, vagamos en busca de propósito, Russell cita unos versos con respuesta, de Ronald Knox; causas segundas. donde se expone la teoría de Berkeley sobre los objetos Con estas afirmaciones, Berkeley no pretende para nada quitar el materiales: más mínimo elemento a la riqueza, la vivacidad y la realidad de la naturaleza: «Todo lo que vemos, tocamos, oímos, concebimos o Se asombra un necio un día: 18 «Sin duda, Dios encuentra bastante tonto que aquel pino siga existiendo aunque no haya nadie a la vista.» RESPUESTA: «Muy tonto, señor mío, sólo lo es tu asombro. No has pensado que si aquel pino siempre es es porque lo miro yo. Te saludo y soy Dios.» 19 Hume El Epílogo Irracionalista del Empirismo Además, nuestro filósofo está convencido de que la ciencia de la naturaleza humana es todavía más importante que la física y que las demás ciencias, ya que todas estas ciencias «dependen en cierto LA NUEVA ESCENA DEL PENSAMIENTO, O LA CIENCIA DE LA modo de la naturaleza del hombre». En efecto, si lográsemos explicar NATURALEZA HUMANA a fondo «el alcance y la fuerza del intelecto humano», así como «la naturaleza de las Ideas de las que nos servimos y de las operaciones El título, Tratado sobre la naturaleza humana, y la especificación que lleva a cabo el subtítulo: Un intento de introducir el método experimental de razonamiento en los argumentos morales, ya nos que llevamos a cabo en nuestros razonamientos», podríamos realizar progresos incalculables en todos los demás ámbitos del saber. El programa de Hume es el siguiente: están indicando cuáles son los rasgos esenciales de la nueva escena del pensamiento. Hume constata que, sobre la base segura de la El único medio de obtener el resultado que esperamos de nuestras investigaciones observación y del método de razonamiento experimental preconizado filosóficas, consiste en abandonar el tedioso y agotador método seguido hasta hoy; y en por Bacon, Newton había construido una sólida perspectiva de la lugar de adueñamos, de vez en cuando, de un castillo o de un pueblo fronterizos naturaleza física. Ahora bien, lo que aún queda por hacer es aplicar [alusión a las conquistas parciales y periféricas de la ciencia] avanzar directamente hacia la capital, hacia el centro de estas ciencias, es decir, a la naturaleza humana dicho método también a la naturaleza humana, es decir, al sujeto, y no misma: una vez dueños de ésta, conseguiremos en todas partes una fácil victoria. sólo al objeto. Partiendo de aquí, podremos extender nuestra conquista sobre todas las ciencias más Tales fundó la filosofía de la naturaleza, y sólo después Sócrates fundó la filosofía del hombre. En la época moderna, Bacon introdujo el íntimamente ligadas con la vida humana, y avanzar luego con comodidad, para profundizar en aquellas que son objeto de mera curiosidad. No existe cuestión de alguna importancia cuya solución no se encuentra en la ciencia del hombre, y ninguna método experimental que servía para fundamentar la ciencia de la puede solucionarse con certeza si antes no nos hemos convertido en amos de esa naturaleza. En cambio, los «filósofos ingleses recientes», los ciencia. Por lo tanto, ateniéndonos a explicar los principios de la naturaleza humana en realidad nos moralistas -entre los cuales Hume cita (además de a Locke) a proponemos llegar a un sistema de todas las ciencias, construido sobre una base nueva casi en su totalidad y la única en la que podemos apoyamos con seguridad. Shaftesbury, Mandeville, Hutcheson y Butler- en un período de tiempo aproximadamente igual al transcurrido entre Tales y Sócrates, habían En esto consiste el ambicioso proyecto. No obstante, la nueva comenzado «a llevar la ciencia del hombre en dirección a un terreno escena del pensamiento nos reserva un auténtico golpe inesperado. nuevo». Entonces, se trata de llegar hasta el final de este camino y La naturaleza humana, sofocada en el estrecho ámbito del método fundar de manera definitiva la ciencia del hombre sobre bases experimental, acaba por perder un gran porcentaje de su especificidad experimentales. En resumen, Hume considera que puede convertirse racional y espiritual, a manos del instinto, la emoción y el sentimiento, en el Galileo o, mejor aún, en el Newton de la naturaleza humana. hasta reducirse casi exclusivamente a una naturaleza animal, como se ha recordado antes. De modo que la conquista de la capital (la 20 conquista de la naturaleza humana tal como la entiende Hume), más con el problema de la prioridad de uno de los dos tipos de percepción: que a conquistas, llevará fatalmente a la pérdida de vastos territorios, ¿La idea depende de la impresión, o viceversa? La respuesta de como demostrarán los resultados escéptico-irracionalistas. Veamos de Hume es tajante: la impresión es la originaria, mientras que la idea es qué manera Hume, apelando al nuevo método experimental, dependiente. Para saber dónde se da esta dependencia, considero el reconstruye la naturaleza humana. orden de su primera aparición y descubro por una experiencia continuada que las impresiones simples siempre preceden las ideas IMPRESIONES, IDEAS Y EL PRINCIPIO DE ASOCIACIÓN correspondientes: nunca sucede lo contrario. Para transmitirle a un Todos los contenidos de la mente humana no son más que niño la idea del color rojo o anaranjado, de lo dulce y de lo amargo, le percepciones y se dividen en dos grandes clases, que Hume llama presento objetos: en otras palabras, le procuro tales impresiones. No «impresiones» e «ideas». Entre ambas sólo existen dos diferencias: a) cometo el absurdo de tratar de producir impresiones en él, excitando la fuerza o viveza con que se presentan ante nuestra mente; b) el sus ideas. Al presentarse nuestras ideas, no producen las impresiones orden y la sucesión temporal en que aparecen. correspondientes; no podemos percibir un color p experimentar una a) En lo que concierne al primer punto, Hume escribe: «La sensación si nos limitamos a pensar en ello. En cambio vemos que diferencia entre impresiones e ideas consiste en el distinto grado de una impresión, tanto mental como corpórea, siempre está seguida por fuerza y de viveza con que inciden en nuestra mente y penetran en el una idea que se le parece y que solo difiere de ella en fuerza y pensamiento o en la conciencia. Las percepciones que se presentan vivacidad. La unión constante de las percepciones semejantes con mayor fuerza y violencia pueden recibir el nombre de impre§iones: constituye, pues una prueba convincente de que las unas son causa esta denominación abarca todas las sensaciones, pasiones y de las otras; tal prioridad de las impresiones, igualmente, es la prueba emociones, cuando realizan su primera aparición ante nuestra alma. de que éstas son la causa de las ideas y no al revés.» En cambio, entiendo por ideas las imágenes debilitadas de las De aquí se deriva el primer principio de la ciencia de la naturaleza impresiones.» Consecuencia de tal distinción es la drástica reducción humana que -formulado sintéticamente- reza así: «todas las ideas de la diferencia entre sentir y pensar, que se limita meramente al simples grado de intensidad: sentir consiste en tener percepciones más correspondientes impresiones.» Este principio, dice Hume, elimina la vivaces (sensaciones), mientras que el pensar consiste en tener cuestión de las ideas innatas, que en el pasado provocó tantos percepciones más débiles (ideas). Por lo tanto, toda percepción es debates: no tenemos ideas hasta después de haber tenido doble: es sentida (de manera vivaz) como impresión y es pensada (de impresiones; estas últimas, en cambio -y sólo éstas- son originarias. manera más débil) como idea. provienen, mediata o inmediatamente, de las Hay que recordar otra distinción importante: hay impresiones b) Por lo que respecta al segundo punto, Hume señala que se sencillas (por ejemplo: rojo, cálido, etc.), e impresiones complejas trata de una cuestión de la máxima importancia, porque está ligada (como, por ejemplo, la impresión de una manzana). Las impresiones 21 complejas nos son dadas inmediatamente como tales; las ideas mente se traslade de una a otra idea, son tres: semejanza, contigüidad en el tiempo y complejas, en cambio, pueden ser copia de las impresiones en el espacio, causa y efecto. complejas, pero también pueden ser fruto de combinaciones múltiples que tienen lugar de diversas maneras en nuestro intelecto. Además de la facultad de la memoria, que reproduce las ideas, poseemos asimismo la facultad de la imaginación, capaz de variar y de combinar de diversas formas las ideas entre sí. Según Hume, ésta «es una consecuencia evidente de la división de las ideas en simples y complejas: dondequiera que la imaginación perciba una diferencia entre las ideas, puede separarlas con facilidad» y luego realizar una serie de combinaciones posteriores. Sin embargo, las ideas simples tienden a agregarse entre sí en nuestra mente, no sólo según el libre juego de la fantasía, sino también de acuerdo con un juego más complejo, basado en algunos principios siempre iguales en todos los tiempos y todos los lugares. Entre las ideas se da una fuerza (que en cierto modo recuerda a la fuerza de gravitación newtoniana, que une entre sí los cuerpos físicos, aunque posee un carácter diferente), expresada mediante el principio de la asociación, que Hume describe en los siguientes términos: Pasamos con facilidad desde una idea hasta otra que se le asemeja (por ejemplo, una fotografía hace que me venga a la mente la persona que representa), o desde una idea hasta otra que suela presentarse ante nosotros conectada a la primera en el tiempo o en el espacio (por ejemplo, la idea de un aula docente me recuerda las ideas de las aulas cercanas, el pasillo adyacente, o el edificio del que forma parte; la idea de levar anclas suscita la idea de una nave que parte, y así sucesivamente). La idea de causa me recuerda la del efecto, y viceversa (por ejemplo, cuando pienso en el fuego me veo llevado inevitablemente a pensar en el calor o en el humo que se extiende, y al revés). Como consecuencia, Hume concluye: «Estos son los principios de unión o cohesión entre nuestras deas simples y ocupan en la imaginación el lugar de la conexión indisoluble, con la que están unidas en la memoria. Hay aquí una especie de atracción, que [...] en el mundo mental, no menos que en el natural, tiene efectos extraordinarios, que se muestran de diversas y numerosas formas. Estos efectos son evidentes en todas partes; empero, por lo que se refiere a sus causas, en la mayoría de los casos Si las ideas estuviesen completamente desligadas e inconexas, sólo podrían unirse por azar; pero es imposible que las ideas simples se combinen regularmente en ideas complejas (como suele ocurrir) sin un vínculo que las una entre sí, sin una propiedad son desconocidas, y sólo se las puede considerar como propiedades originarias de la naturaleza humana.» asociativa, de modo que una idea lleve a otra naturalmente. Este principio de unión Se comprende por lo tanto el valor del segundo principio de Hume, entre las ideas no hay que considerarlo como una conexión indisoluble: en efecto, ya que es una consecuencia directa del primero: para probar la validez hemos excluido a ésta de la imaginación; tampoco hemos de concluir que, sin tal principio, la mente no puede unir dos ideas: nada hay más libre que dicha facultad. En cambio, hemos de considerado simplemente como una fuerza suave que se impone de las ideas que se discutan, es preciso indicar cuál es la impresión correspondiente a cada una de ellas. habitualmente, y causa entre otras cosas que las lenguas se correspondan tanto entre En el caso de las ideas simples esto no plantea problemas, ya que sí: la naturaleza parece indicar a cada uno las ideas simples más aptas para unirse en en nosotros no puede haber ninguna idea simple sin que antes ideas complejas. Las propiedades que dan origen a esta asociación y hacen que la 22 hayamos tenido la impresión correspondiente. El problema surge, en efecto. Empero, tal respuesta plantea de inmediato otra cuestión, cambio, con las ideas complejas, dado su origen múltiple y variado. El mucho más ardua: cuál será el fundamento de las conclusiones que interés de nuestro filósofo se dirigirá precisamente hacia éstas. Hume extraigo de la experiencia. hace suya la distinción general que Locke había formulado, entre He experimentado que el pan que como siempre me ha ideas de substancias, de modos y de relaciones. Sin embargo, Locke alimentado; ¿en qué me baso, sin embargo, para extraer la conclusión avanzará mucho más allá en el análisis crítico de estas nociones. de que también me seguirá alimentando en el futuro? El haber experimentado que una cosa determinada siempre ha estado LA CRÍTICA DE HUME A LA IDEA DE RELACIÓN DE CAUSA A acompañada por otra en calidad de efecto, me permite inferir que EFECTO otras cosas como aquélla habrán de estar acompañadas por efectos análogos. Causa y efecto son dos ideas muy distintas entre sí, en el sentido ¿Por qué extraigo estas conclusiones y, además las considero de que ningún análisis de la idea de causa -por cuidadoso que sea- necesarias? Para responder a este interrogante, planteemos mejor nos permite descubrir a priori el efecto que de él se deriva. Hume sus términos. escribe: «No es posible que la mente halle nunca el efecto en la En el nexo causa-efecto están presentes dos elementos esenciales: supuesta causa, ni siquiera a través de la indagación o el examen más a) la contigüidad y la sucesión y b) la conexión necesaria. a) La prolijos, puesto que el efecto es completamente distinto a la causa y, contigüidad y la sucesión son experimentables; en cambio b) la por consiguiente, jamás puede ser descubierto en ella.» Si con una conexión necesaria no se experimenta (en el sentido. de que no es. bola de billar golpeo a otra, digo que la primera ha causado el una impresión), sino que únicamente se infiere. Ahora bien, Hume movimiento de la segunda; pero el movimiento de la segunda bola de afirma que la inferimos por haber experimentado una conexión billar es un hecho distinto al movimiento de la primera, y no está a continuada, contrayendo así la costumbre de constatar la regularidad priori incluido en ésta. Supongamos, en efecto, que acabamos de de la contigüidad y de la sucesión, hasta el punto de que dada la llegar a este mundo de manera repentina: en tal eventualidad, en causa nos resulta natural esperar el efecto. absoluto podríamos saber a priori -al ver una bola de billar- que ésta, La costumbre o el hábito, por lo tanto, es el principio en base al al golpear a otra, producirá como efecto el movimiento de esta otra. Lo cual -por la simple sucesión hoc post hoc- inferimos el nexo necesario mismo cabe afirmar de todos los demás casos de este género. El hoc propter hoc. «Cada vez que la reiteración de un acto o de una propio Adán, señala Hume, al ver el agua por primera vez, no habría operación particular produce una tendencia a renovar el mismo acto o podido inferir a priori que podía ahogar a una persona. la misma operación, sin que un razonamiento o un proceso del En tales circunstancias, hay que decir que la experiencia es el intelecto nos obligue a ello, decimos que tal tendencia es efecto de la fundamento de todas nuestras conclusiones referentes a la causa y el costumbre. Al emplear este término, no abrigamos la pretensión de 23 indicar la razón última de dicha tendencia. Nos limitamos a indicar un que dos especies determinadas de objetos -llama y calor, nieve y frío-, siempre están principio de la naturaleza humana, conocido por todos y muy famoso unidas entre sí, cuando vuelve a presentarse ante los sentidos una llama o la nieve, la debido a sus efectos. Quizá no podamos avanzar más allá en costumbre impulsa a la mente a esperar el calor o el frío, y a creer que existe una cualidad así, que se desvelará ante nuestro ulterior acercamiento. Esta creencia es una nuestras investigaciones ni indicar cuál es la causa de esta causa, y consecuencia necesaria del hecho de que mente se encuentra en circunstancias debamos contentamos con ella como principio último que estamos en similares: es una operación del alma que, cuando nos hallamos en tal situación resulta condiciones de establecer, con respecto a todas las conclusiones que tan inevitable como el experimentar la pasión el amor cuando recibimos beneficios, o obtenemos gracias a la experiencia.» En conclusión, la costumbre es para Hume lo que nos permite ir más allá de lo inmediatamente presente ante la experiencia. Sin embargo, todas nuestras proposiciones referentes al futuro no tienen otro fundamento. del odio cuando se nos injuria. Todas estas operaciones son otras tantas especies de instintos naturales, que ningún razonamiento o procedimiento del pensamiento y del intelecto es capaz de producir o de vedar. Este instinto natural justamente será el límite último del empirismo de Hume. Queda todavía por exponer otro punto importantísimo. La costumbre de la que hemos hablado, por fundamental que resulte, no LA CRÍTICA A LAS IDEAS DE SUBSTANCIA MATERIAL Y es por sí misma suficiente para explicar de manera íntegra el SUBSTANCIA ESPIRITUAL: LA EXISTENCIA DE LOS CUERPOS Y fenómeno que estamos analizando. Una vez que se ha constituido DEL «YO» COMO OBJETO DE MERA CREENCIA A TEÓRICA dicha costumbre, engendra en nosotros una creencia (belief). Ahora bien, esta creencia es la que nos da la impresión de hallamos ante Hume somete a una crítica análoga el concepto clásico de una conexión necesaria y nos infunde la convicción según la cual, una substancia, 1) tanto en lo que se refiere a los objetos corpóreos, 2) vez que se ha dado lo que llamamos «causa», debe aparecer lo que como en lo referido al sujeto espiritual. llamamos «efecto» y (viceversa). Para Hume, por lo tanto, la clave 1) En criterio de Hume, lo que captamos en realidad no es más para solucionar el problema reside en la «creencia», que es un que una serie de grupos de impresiones y de ideas. Debido a la sentimiento. La base de la causalidad deja de ser ontológico-racional constancia con que se presentan estos conjuntos de percepciones, para convertirse en emotivo-arracional: sale de la esfera de lo objetivo imaginamos que existe un principio que constituye el fundamento de la para pasar a la de lo subjetivo. En las Investigaciones sobre el cohesión entre dichas percepciones. El conjunto de percepciones que intelecto humano puede leerse: llamamos manzana, por ejemplo, lo consideramos regido por un principio de cohesión que garantiza la solidez de las impresiones Entonces ¿cuál será la conclusión de todo este asunto? Se trata de una conclusión mismas y su continuada permanencia conjunta. Sin embargo, este sencilla, si bien -hay que admitirlo- muy alejada de las teorías filosóficas corrientes. principio no es una impresión, sino únicamente un modo que nos sirve Toda creencia en un dato de hecho o en una existencia real se deriva simplemente de para imaginar las cosas, que creemos que existen fuera de nosotros. un objeto -presente ante la memoria o los sentidos- y de una acostumbrada conexión entre este y otro objeto. En otras palabras, al haber comprobado en numerosos casos 24 Y lo que no puede asimilarse a una impresión, está desprovisto de validez objetiva. En el Tratado, Hume critica la tradicional distinción entre substancias y accidentes, y reduce el mecanismo psicológico que nos toda nuestra vida, si se supone que el «yo» existe de este modo. En realidad, no tenemos ninguna impresión constante e invariable: dolores y placeres, anhelos y alegrías, pasiones y sensaciones, se alternan de manera continuada y nunca existen todos a la vez. Por lo tanto, la idea del «yo» no puede provenir de ninguna de estas impresiones y, tampoco de ninguna otra. En consecuencia, tal idea no existe. lleva a efectuar tal distinción, valiéndose con habilidad del esquema Hume extrae, a este respecto, las mismas conclusiones tajantes mediante el cual trató de explicar el principio de causalidad. «No que en el caso de los objetos. Al igual que los objetos no son más que podemos evitar el considerar que el color, el sonido, el sabor, la figura series de impresiones, de una forma análoga nosotros no somos sino y las demás propiedades de los cuerpos son existencias que no conjuntos o grupos de impresiones y de ideas, somos una especie de pueden subsistir por separado, sino que exigen un sujeto en el que teatro donde pasan y vuelven a pasar continuamente las impresiones apoyarse, para que éste las sostenga y rija. Puesto que nunca hemos y las ideas. Sin embargo -téngase muy en cuenta- se trata de un descubierto una de estas cualidades sensibles sin imaginar -a la vez, teatro que no se imagina como un edificio estable, sino como un mero y por las razones expuestas- la existencia de una substancia, la pasar y volver a pasar las impresiones. Hume expresa así, en el misma costumbre que nos lleva a inferir una conexión entre causa y Tratado, su teoría al respecto: efecto, nos hace inferir aquí que todas las cualidades dependen de una substancia desconocida. La costumbre de imaginar una Empero, excepción hecha de algún metafísico [...], me atrevo a afirmar que para el dependencia posee el mismo efecto que tendría la de observarla resto de la humanidad no somos más que agrupamientos o series de diferentes realmente.» percepciones que se suceden con una rapidez increíble, en un flujo y un movimiento 2) Hume dirige críticas similares a la existencia de una substancia perpetuo. Nuestros ojos no pueden girar en sus órbitas sin que varíen nuestras percepciones. Nuestro pensamiento resulta aún más variable que nuestra vista, y todos espiritual en particular, en contra de la existencia del «yo» entendido los demás sentidos y facultades contribuyen a tales cambios; quizá no exista en nuestra como realidad dotada de subsistencia continuada y autoconsciente, alma un solo poder que permanezca idéntico, sin alteración ninguna, durante un solo idéntica a sí misma y simple. A este respecto, Hume escribe: instante la mente es una especie de teatro, donde hacen su aparición las diversas percepciones, pasan y vuelven a pasar, se deslizan y se mezclan con una variedad infinita de actitudes y de situaciones. En sentido estricto, en ella no existe ninguna Por desgracia, todas estas afirmaciones tajantes son contrarias a la misma simplicidad en un momento determinado, ni tampoco identidad a lo largo de tiempos experiencia [...] que se invoca: no tenemos ninguna idea del «yo», en el modo en que diferentes, cualquiera que sea la inclinación natural que nos lleve a imaginar tal aquí se explica. ¿De qué impresión podría derivarse tal idea? Es imposible responder a simplicidad e identidad. Y no se entienda erróneamente la comparación con el teatro: esta pregunta, sin caer en contradicciones y absurdos manifiestos; no obstante, se trata las percepciones sucesivas son las únicas que constituyen la mente. No poseemos ni la de una pregunta a la que por fuerza hay que dar respuesta, si pretendemos convertir la más mínima noción del lugar donde se representan tales escenas, o del material del idea del yo en algo claro e inteligible. Para producir una idea real siempre nos hace falta cual están hechas. una impresión. El "yo», o la persona, no es una impresión: es aquello a lo cual se refieren, por suposición, nuestras diferentes impresiones e ideas. Si hubiese una impresión que diese origen a la idea del «yo», tal impresión debería seguir siendo la misma, de forma invariable, en el transcurso de 25 Entonces ¿qué conclusión habría que sacar? Si el objeto no es las anteriores les corresponde una existencia efectiva y separada de más que una serie de impresiones y también el «yo» no es sino un aquellos objetos que conforman mi habitación. Más aún: al trabajo que haz de impresiones, ¿cómo se distinguen entre sí? ¿Cómo podría efectúa la imaginación se añade también el de la memoria, que otorga hablarse de «objetos» y de «sujetos»? La respuesta de Hume es vivacidad a las impresiones fragmentadas e intermitentes (debido a mi evidente: 1) la existencia de las cosas fuera de nosotros no es objeto salida de la habitación y mi posterior regreso). Esta vivacidad de conocimiento, sino de creencia; 2) análogamente, la identidad del engendra la creencia en la existencia de los objetos externos «yo» no es objeto de conocimiento, sino -ella también- objeto de correspondientes. En consecuencia, esta creencia instintiva nos salva creencia. de la duda escéptica, de origen alógico y arracional, algo casi 1) La filosofía nos enseña que cualquier impresión es una biológico. percepción y que por tanto es subjetiva. De la impresión no cabe 2) La imaginación y la memoria también reconstruyen de modo inferir la existencia de un objeto como causa de dicha impresión, análogo la unidad y la substancialidad del yo. Por consiguiente, porque el principio de causa carece de validez teórica, como antes se incluso la existencia del «yo» -en cuanto substancia a la que hacen ha comprobado. Nuestra creencia en la existencia independiente y referencia todas las percepciones- no es otra cosa que un objeto de continuada de los objetos es fruto de la imaginación, la cual-una vez creencia. Sin embargo, hay que señalar que, para Hume, el yo se que ha entrado en un determinado orden de ideas- continúa convierte a través de las pasiones en objeto de conciencia inmediata, espontáneamente por ese camino. y una vez más esto sucede por una vía arracional y en un ámbito En especial, dado que se descubre una cierta uniformidad y ateórico. Hablaremos de ello enseguida. coherencia en nuestras impresiones, la imaginación tiende a considerar tal uniformidad y coherencia como algo total y completo, LA TEORÍA DE LAS PASIONES Y LA NEGACIÓN DE LA LIBERTAD suponiendo la existencia de cuerpos que constituirían su causa. Y DE LA RAZÓN PRÁCTICA Pongamos un ejemplo: salgo de mi habitación y al hacerlo dejo de tener todas aquellas impresiones que configuran mi habitación. Después de un tiempo regreso, y tengo las mismas impresiones que antes o, en todo .caso, tengo percepciones en parte iguales a las anteriores y en parte distintas, pero coherentes con aquellas. Por ejemplo, encuentro que hay menos luz porque se ha hecho más tarde, y el fuego de la chimenea está casi apagado porque se ha quemado toda la leña. La imaginación colma el vacío de mi ausencia, suponiendo que a estas percepciones correlativas y coherentes con Las pasiones son un elemento originario y propio de la naturaleza humana, independiente de la razón y no sojuzgables por ésta. Son impresiones que proceden de otras percepciones. Hume distingue entre pasiones 1) directas y 2) indirectas. 1) Las primeras son las que dependen en forma inmediata del placer y del dolor, como por ejemplo el deseo, la aversión, la tristeza, la alegría, la esperanza, el temor, la desesperación o la tranquilidad. 2) Las segundas son, por ejemplo, el orgullo, la humildad la ambición, la vanidad, el amor, el odio, la 26 envidia, la piedad, la malignidad, la generosidad y todas las demás odio...» Obviamente, esta postura tan ambigua (la voluntad es una que se derivan de éstas. Hume se extiende mucho sobre el tema de pasión y no lo es) se refleja de modo inmediato en la concepción de la las pasiones. Lo más importante de su razonamiento es lo que libertad, que Hume acaba por negar. exponemos a continuación. El afirma que las pasiones se refieren al Para él, libre arbitrio es sinónimo de no-necesidad, esto es, de «yo» «es decir, aquella persona particular de cuyas acciones y casualidad y, por lo tanto, constituiría un absurdo. Lo que se suele sentimientos cada uno de nosotros está íntimamente convencido». A llamar «libertad» no sería, según Hume, más que una simple propósito del orgullo, señala además que «a esta emoción la espontaneidad, una ausencia de coacción externa. Al realizar todos naturaleza le ha asignado una idea determinada, la del "yo" (!), que nuestros actos nos encontramos determinados por motivos internos nunca deja de producirse». Como decíamos antes, es evidente que más bien que externos, pero siempre nos hallamos determinados. El Hume recobra la conciencia y la idea del «yo» sobre bases elemento más característico de la filosofía moral de Hume es la tesis emocionales. según la cual «la razón nunca puede contraponerse a la pasión en la La voluntad misma, en última instancia, queda asimilada a las guía de la voluntad». Esto significa aceptar el triunfo de las pasiones y pasión, o por lo menos constituye algo muy próximo a ellas, ya que en negar que la razón pueda ser práctica, es decir, que la razón pueda opinión de Hume se reduce a una impresión que procede del placer y guiar y determinar la voluntad. El texto que transcribimos a del dolor, como las pasiones. No obstante, nuestro filósofo parece continuación resulta paradigmático al respecto: algo inseguro sobre esta cuestión, como lo demuestra el siguiente texto: «Entre todos los efectos inmediatos del dolor y del placer, no Como la razón por si sola nunca puede producir una acción o suscitar una volición, hay ninguno que sea más importante que la voluntad; y aunque de ello infiero que la misma facultad es asimismo incapaz de impedir una volición, o de hablando en sentido estricto, no haya que incluir a ésta entre las disputarle su hegemonía a una pasión o emoción. Se trata de una consecuencia necesaria; es imposible que la razón tenga este segundo efecto de impedir una volición, pasiones [adviértase, empero, que posee el mismo origen que ellas], sin impulsar nuestra pasión en una dirección contraria: tal impulso, si hubiese actuado sin embargo nos dedicaremos ahora a examinarla, ya que para por su cuenta, habría estado en condiciones de provocar una volición. Lo único que explicar las pasiones se requiere una comprensión plena de la puede obstaculizar o frenar el impulso de una pasión es un impulso contrario; si este naturaleza y de las propiedades de la voluntad. Antes que nada, impulso contrario surgiese de la razón, esto significaría que esta última facultad habría de poseer una influencia originaria sobre la voluntad y tendría que estar en disposición deseo señalar que por voluntad sólo entiendo aquella impresión no sólo de impedir, sino también de causar cualquier acto de volición. Pero si la razón interna que nosotros advertimos y de la que somos sabedores, no tiene esta influencia originaria, es imposible que pueda obstaculizar un principio que cuando de forma consciente damos origen a un nuevo movimiento de en cambio sí posee tal capacidad, o que logre que nuestra mente vacile, aunque sólo nuestro cuerpo o a una nueva percepción de nuestra mente. Esta sea un instante. Por lo tanto, se ve con claridad que el principio que se contrapone a la razón no puede coincidir con la razón y sólo de una manera impropia puede dársele ese impresión es imposible de definir, como por otra parte lo son también nombre. Cuando hablamos de una lucha entre la pasión y la razón no hablamos de una las anteriores impresiones del orgullo y la humildad, el amor y el manera rigurosa ni filosófica. La razón es, y únicamente debe ser, esclava de las 27 pasiones y no puede reivindicar en ningún caso una función distinta de la de servir y impide acciones: lo cual, por los motivos antes expuestos, la razón no obedecer a éstas. está en condiciones de realizar. En conclusión, «es imposible que la Se trata de una postura exactamente contraria a la que Kant defenderá en la Crítica de la razón práctica. razón pueda establecer la distinción entre bien y mal moral, en la medida en que tal distinción ejerce sobre nuestras acciones un influjo del que la razón es por completo incapaz», Todo lo más, la razón EL FUNDAMENTO ARRACIONAL DE LA MORAL puede ponerse al servicio de las pasiones y colaborar con ellas, despertándolas y orientándolas. Resulta obvia la respuesta de Hume La moral fue el tema que más interesó a Hume desde el comienzo al interrogante antes planteado: el sentimiento es el fundamento de la de su formación espiritual, hasta el punto de que algunos especialistas moral «La moral [...] es más estrictamente objeto de sentimiento que sostienen que, si todo su sistema filosófico no fuese interpretado a la de juicio, porque este sentido o sentimiento acostumbra a ser tan luz de este interés básico, no se nos revelaría su significado peculiar. suave y tan leve que nos vemos llevados a confundirlo con una idea, En efecto, al principio del tercer libro del Tratado, Hume escribe: debido a nuestro hábito de tomar por idénticas aquellas cosas que poseen una notable semejanza recíproca.» ¿Cuál es entonces, este La moral constituye un tema que nos interesa más que todos los otros; consideramos sentimiento que sirve de base a la moral? Se trata de un sentimiento que la decisión que se relaciona con ella puede afectar la concordia social; y es particular de placer y de dolor. La virtud provoca un placer de tipo evidente que este interés hará que nuestras especulaciones sean más reales y más particular; al igual que el vicio provoca un dolor de tipo particular, de sólidas que las referentes a temas que nos son en gran medida indiferentes, Si algo nos toca de cerca, concluimos que no puede nunca ser una quimera; y dado que manera que, si logramos dar razón de dicho placer y dicho dolor, nuestra pasión se ve comprometida por una parte o por la otra, se nos ocurre también explicaremos el vicio y la virtud. Véanse las palabras de espontáneamente que la cuestión pertenece a la esfera de la comprensión humana; Hume: cosa que a veces dudamos a propósito de otros casos semejantes, Si no existiese tal privilegio, jamás me habría aventurado a escribir un tercer volumen de esta abstrusa filosofía, en una época en la que la mayor parte de los hombres parece considerar de forma unánime que la lectura es un pasatiempo, y rechaza cualquier cosa que exija un grado considerable de atención para ser comprendida, ¿Cuál es el fundamento de la moral? Hume, como ya hemos visto, negó que la razón huma a como tal pueda mover, la voluntad, es decir, que la razón pueda servir de fundamento a la vida moral De ello Tener el sentido de la virtud equivale a sentir una satisfacción de un tipo particular, al contemplar determinada cualidad, Y es precisamente en este sentir donde reside nuestra alabanza o nuestra admiración, No vamos más allá: no vamos a buscar cuál es la causa de nuestra satisfacción, No inferimos que una cualidad sea virtuosa porque nos guste: pero al sentir que nos complace en un modo particular, sentimos que es virtuosa en sus efectos, Lo mismo ocurre en nuestros juicios acerca de cualquier género de belleza, gustos y sensaciones. Nuestra aprobación es implícita, mediante el placer inmediato que nos dan todas estas cosas. se deduce que la moral tendrá que provenir de algo distinto a la razón, La moral, en efecto, afirma Hume, suscita pasiones y promueve o Hemos dicho que el placer (o el dolor) moral es peculiar. En efecto, hay que distinguirlo cuidadosamente de todos los demás tipos de 28 placer. Mediante la noción de placer entendemos sensaciones muy Para Hume, asimismo, es de una notable relevancia moral el diferentes entre sí: por ejemplo, el placer que experimentamos al sentimiento de la simpatía. Al conceder un gran valor a dicho beber un vaso de buen vino -dice Hume- es un placer de carácter sentimiento, nuestro filósofo se coloca en una clara antítesis con la puramente hedonista; en cambio, el placer que sentimos al escuchar pesimista visión de Hobbes, como lo prueba la siguiente página: una bella composición musical constituye un placer estético. Captamos de inmediato la diferencia que existe entre los dos tipos de No existe una cualidad más notable en la naturaleza humana, tanto en sí misma y placer, y no hay ningún riesgo de que consideremos que el vino es por sí misma, como por sus consecuencias, que nuestra propensión a experimentar armonioso o la composición musical posee un agradable sabor. simpatía por los demás, y a recibir mediante comunicación las inclinaciones y sentimientos de los otros, por distintos e incluso contrarios que sean a los nuestros. Igualmente, ante la virtud de una persona, experimentamos un placer Esto es evidente no sólo en los niños, que aceptan tranquilamente cualquier opinión que peculiar que nos impulsa a alabada (del mismo modo que ante el vicio se les proponga, sino también en hombres del máximo juicio e inteligencia, que experimentamos un disgusto que nos impulsa a criticado). Se trata - consideran muy difícil seguir su propia razón e inclinación, oponiéndose a la de sus dice Hume- de un tipo de placer (o de dolor) desinteresado. amigos y sus compañeros de cada día. A este principio hay que imputar la gran uniformidad que podemos observar en las inclinaciones y en el modo de pensar de Justamente en eso consiste el rasgo específico del sentimiento moral: quienes pertenecen a una misma comunidad; es mucho más probable que esta en ser desinteresado. En el texto siguiente Hume pone de manifiesto semejanza surja de la simpatía, que de una influencia cualquiera que provenga del de manera elocuente su concepción: suelo y del clima, los cuales -aunque permanezcan invariablemente idénticos- no pueden sin duda hacer que permanezca idéntico durante cien años el carácter de un pueblo. Un hombre de buen carácter se halla enseguida de acuerdo con el humor de las Las buenas cualidades de un enemigo,son perjudiciales para nosotros, pero pueden suscitar en nosotros estimación y respeto. Únicamente cuando consideramos determinado rasgo en general, sin ninguna referencia a nuestro particular interés, provoca un sentido o un sentimiento tal que hace que se le llame moralmente bueno o malo. Es verdad que todos estos sentimientos que surgen del interés y de la moral están sujetos a la confusión y se intercambian naturalmente uno con otro. Rara vez sucede que no juzguemos vicioso a un enemigo y que logremos distinguir entre su personas en cuya compañía está; e incluso el hombre más orgulloso y más huraño se trata con sus conciudadanos y sus conocidos. Un semblante alegre suscita en mi mente un claro sentimiento de satisfacción y serenidad; un semblante airado y afligido, en cambio, provoca de inmediato en mí un estado de tristeza. Odio, resentimiento, estimación, amor, valentía, alegría y melancolía: todas ellas son pasiones que experimento a través de la comunicación, más que por mi propio temperamento y natural disposición. oposición a nuestros propios intereses y su efectiva perversidad o bajeza. Esto no impide, empero, que los sentimientos --en sí mismos considerados- sean distintos y que un hombre recto y dotado de discernimiento pueda evitar dichos engaños. De igual Finalmente, en las Investigaciones sobre los principios de la moral, manera -aunque, como es obvio, una voz musical no es más que una voz que suscita Hume apeló también a la dimensión utilitarista con objeto de explicar naturalmente un tipo particular de placer- resulta difícil que un hombre llegue a advertir la ética. En su opinión, lo útil provoca nuestro asentimiento. Pero lo que la voz de un enemigo es agradable o a admitir que es musical. No obstante, una útil, en el terreno de la ética, no es nuestro útil particular, sino lo útil persona que tenga un oído sensible y que se domine a sí mismo, logrará separar tales sentimientos y alabar a quien lo merece. que más allá de nosotros se extiende también a los demás, lo útil público, que es lo útil para la felicidad de todos. Por lo tanto, Hume 29 escribe: «Si la utilidad es una fuente del sentimiento moral y si no c) La religión posee un fundamento instintivo. La idea de lo divino siempre se considera esta utilidad con respecto al yo individual, de nació debido al terror a la muerte y a la preocupación por una vida ello se sigue que insta directamente a nuestra aprobación y nuestra futura. Según Hume, «las primeras ideas religiosas no nacieron de la buena voluntad todo lo que contribuya a la felicidad de la sociedad. contemplación de las obras de la naturaleza, sino de una Este principio da razón, en gran medida, del origen de la moralidad.» preocupación por los acontecimientos de la vida, y de las esperanzas y temores que turban de modo incesante la mente humana» (es LA RELIGIÓN Y SU FUNDAMENTO IRRACIONAL evidente que aquí resuenan nociones procedentes de Epicuro y de Lucrecio). Hume no mostró un interés personal por la religión. Desde joven Hume no es ateo por principio y de una manera dogmática, pero se se había apartado de las prácticas religiosas asumiendo una actitud muestra extremadamente ambiguo. Valora de un modo negativo la de indiferencia, con ribetes de auténtica aversión. Sin embargo, en religión pero luego dice que un pueblo sin religión en poco difiere de cuanto hecho de la naturaleza humana, la religión no podía dejar de los irracionales. El texto siguiente ejemplifica tal ambigüedad: convertirse en objeto de sus reflexiones. La postura de Hume -a pesar de algunos puntos de contacto con ciertas ideas deístas- no es deísta y, más bien, en algunos aspectos es decididamente antideísta. a) La religión, en primer lugar, no posee un fundamento racional. Las pruebas que aducen los teólogos en favor de la existencia de Dios .No existen absurdos teológicos tan descomunales como para que, en ocasiones, no los defiendan hombres de gran inteligencia y cultura. No hay preceptos tan rigurosos que no hayan sido aceptados por los hombres más dedicados a los placeres y más holgazanes. La ignorancia es la madre de la devoción: se trata de una máxima proverbial, confirmada por la experiencia de todos. Buscad, empero, un pueblo que son rechazadas y refutadas por Hume. En su opinión, todo lo más se carezca totalmente de religión: si lo encontráis, tened la certeza de que poco difiere de podría considerar como plausible cierta analogía con la inteligencia, los irracionales. en lo que respecta a la causa del universo. De dicha analogía, empero, no se obtiene nada con seguridad. b) La religión ni siquiera posee un fundamento moral. Entre religión y ética, según Hume, no existe una verdadera conexión. El fundamento de la ética, en efecto, es el sentimiento, no la religión. En la Historia natural de la religión puede leerse: «Escuchad lo que proclaman los hombres: nada hay más seguro que sus dogmas religiosos. Examinad su vida: difícilmente podríais pensar que tengan la más mínima confianza en ellos.» LA DISOLUCIÓN DEL EMPIRISMO EN LA RAZÓN ESCÉPTICA Y EN LA CREENCIA ARRACIONAL Hume se consideró un escéptico moderado. En su opinión, el escepticismo moderado «puede ser beneficioso para el género humano», ya que consiste en la «limitación de nuestras investigaciones a aquellos temas que se adapten mejor a las limitadas capacidades del intelecto humano». En última instancia, por lo que se refiere a las ciencias abstractas, tales capacidades se reducen al conocimiento de las relaciones entre ideas, es decir, únicamente a las 30 matemáticas, por las razones antes manifestadas. Todas las otras la problemática razón escéptica, Hume contrapone el instinto y el investigaciones se refieren a los datos de hecho, susceptibles de elemento alógico, pasional y sentimental, portador de una seguridad constatación, pero no de demostración. En definitiva, en todos estos irrefrenable y, por lo tanto, dogmática. La razón filosófica misma, que ámbitos domina la experiencia y no el razonamiento. Las ciencias constituye empíricas se basan en la experiencia, la moral se fundamenta en el determinados momentos casi como una especie de instinto, también sentimiento, la estética se basa en el gusto, y la religión, en la fe y la irrefrenable. revelación. Por lo tanto, en las Investigaciones sobre el intelecto humano, Hume .extrae esta conclusión: una necesidad originaria de indagar, aparece en En suma: parecería que en Hume la última palabra la tiene justamente el instinto, es decir, lo arracional, por no decir lo irracional, como antes manifestábamos. Cuando, convencidos de estos principios, hojeamos los libros de una biblioteca, ¿de qué nos hemos de deshacer? Si tomamos un volumen -de teología o de metafísica Lo lejos que se halla el empirismo de Hume con respecto al de escolástica, por ejemplo- preguntémonos: «¿Contiene razonamientos abstractos acerca Locke queda en evidencia a través de las dos afirmaciones siguientes, de la cantidad o el número?» No. «¿Contiene razonamientos basados sobre la auténticamente representativas. Locke sostenía: «La razón tiene que experiencia y referentes a los datos de hecho o a la existencia de las cosas?» No. ser nuestro juez último, y nuestra guía en todas las cosas.» Por lo Entonces, hay que entregarlos a las llamas, ya que sólo pueden contener sofismas y engaños. contrario, Hume declara: «La razón es, y únicamente debe ser, esclava de las pasiones y en ningún caso puede reivindicar una Estas escépticas conclusiones pueden reducirse a un único función distinta a la de obedecer a éstas.» Como puede apreciarse, si fundamento: la negación del valor ontológico del principio de causa a el empirismo se lleva hasta sus últimas consecuencias, choca contra efecto. Resultaría muy fácil demostrar que, en realidad, en el límites infranqueables (por lo menos, ajustándose a la lógica interna momento mismo en que lo excluye, Hume vuelve a introducirlo de que le es propia). A Kant le corresponderá la gran empresa de intentar manera subrepticia -sin caer en la cuenta de ello- para poder avanzar avanzar por caminos nuevos, que permitan evitar los extremismos en su razonamiento. Las impresiones son causadas por los objetos, irracionalistas y escépticos, y también los extremismos de signo las ideas son causadas por las impresiones, la asociación de ideas contrario, en que habían incurrido los sistemas racionalistas. tiene una causa, a su vez la costumbre es causada, y estos ejemplos podrían multiplicarse. Si llegase a eliminarse de veras el principio de causalidad, no sólo se derrumbaría la metafísica, sino también toda la filosofía teórica y moral de Hume. No es ésta, empero, la cuestión sobre la que queremos llamar la atención (porque el tema nos llevaría al terreno de la crítica al sistema de Hume), sino más bien sobre la actitud general que caracteriza al pensamiento de nuestro filósofo. A