6 Cambios y constantes en la escuela y en el sistema de educación* Walo Hutmacher Universidad de Ginebra, Suiza “La educación para el mañana” es un rico tema que invita a la especulación interminable, la discusión y la proyección. De manera natural, el enfoque está en el cambio; la suposición subyacente es que la escuela del mañana será o debería ser diferente de la escuela de hoy, y muy diferente a la de ayer. Al inicio de la reflexión de CERI1 sobre este importante tema, me gustaría concentrarme menos en el cambio y más en lasconstanteso “invariantes”. Mientraslasprofundastransformaciones de décadas recientes dan la impresión de que todo ha cambiado y puede llevarnos a creer que las escuelas del mañana serán muy diferentes a las de hoy, una preocupación por el cambio previene que se haga un análisis redondo. La evaluación de lo que permanece como constante, también debe ser tomada en cuenta y de varias formas. * Este título corresponde al capítulo 2 en el texto original. (Nota del editor or INITE-OCDE.) 1 Centre for Educational Research and Innovation (Centro de Investigación e Innovación Educativa). I N N O VA CI Ó N E N L A S E SC U E L A S Primero, prácticamente no hay ningún cambio sin constantes. Ciertas dimensiones de las escuelas y sistemas de educación han permanecido estables a pesar de los cambios significativos que han tenido lugar en las décadas pasadas. Identificar estas constantes puede ayudarnosa detectar aquellosaspectosde la educación que, por otra parte, serían puntos ciegos en nuestra percepción de la realidad actual y de nuestras proyecciones del mañana. En efecto, pasar por alto estos puntos de estabilidad puede bloquear los cambios que creemos deseables porque operamos sólo con un análisis parcial de la situación de las escuelas. A l contrario, enfocarnos en las constantes de las escuelas puede ayudarnos a identificar los aspectos de éstas y de los sistemas de educación que deben permanecer constantes para que los cambios que buscamos puedan tener efecto. Segundo, tenemos la necesidad de distinguir el cambio fundamental del cambio superficial; algunos conservan el orden predominante de las cosas y las relaciones bajo condiciones de cambio; en este sentido, representan la constancia. Los cambios en los niveles más altos son fundamentales debido, sin embargo, a que ellosmodifican el orden predominante. Watzlawick2 ha mostrado muy bien cuánto determina la relación entre lo que cambia y lo que no, si un cambio es fundamental o no. La apreciación de las constantes puede permitirnos, por lo tanto, entender qué tan fundamentales son los cambios que percibimos, qué esperamos o buscamos fomentar. Además, buscar constantesen lascambiantesfuerzasdel campo de trabajo nos obliga a considerar la realidad del sistema educativo y sus escuelas, más que a los ideales normativos o críticas que abundan dentro de las discusiones sobre la educación para el mañana. Más que elaborar simplemente proposiciones normativas sobre cómo nos gustaría ver a las escuelas, este enfoque puede ayudarnos a identificar coacciones en el sistema que no deben ser ignoradas en el entusiasmo de formular un futuro deseable. 2 94 Watzlawick, P. et al., Change. Principles of Problem Formation and Problem Resolution, Norton, New York, 1988. ESC U EL A S A pesar del valor de identificar constantes en la educación, éstas son aún más difíciles de comprender que el cambio o la innovación. El cambio, ya sea político o pedagógico, esvisible en el discurso y el debate público. Puede ser elogiado o condenado, pero disfruta una existencia social. Las constantes, por otra parte, se perciben más al ojo público particularmente porque pertenecen a lo que es evidente y familiar. Al menos se pueden perseguir dos acercamientos diferentes. Un acercamiento es desarrollar un entendimiento a través de la historia de la educación. Éste puede ser muy revelador en cuanto a las decisiones y argumentos que han forjado, con el tiempo, los arreglos sociales específicos que ahora llamamos “escuelas” y “sistemas de educación”. L a historia nos proporciona los medios para documentar y entender mejor el desarrollo de nuestras instituciones, el resultado de largos procesos, a menudo conf lictivos, de la construcción social y política de las representaciones, creencias y prácticas. También trae a la luz los debates acerca de las definiciones de “ juventud”, “ familia”, “educación” y “escuelas” que se han ido olvidando cada vez más, como las principales construcciones sociales que ahora se encuentran en el corazón de la educación y que se han institucionalizado. Estos debates son tan familiares que parecen forzados a seguir como parámetros de la educación. I ncluso el entendimiento de tales cambios, desde una perspectiva histórica, puede ayudar a clarif icar qué tan necesarios son realmente los rasgos cotidianos de nuestras instituciones, o si su razón fundamental se deriva a partir de una era donde prevalecían condiciones diferentes. Un segundo acercamiento es ver a las escuelas y a los sistemas educativos como estructuras multifuncionales con muchos efectos a nivel individual y colectivo, algunos de los cuales son explícitamente declarados como metas u objetivos. En general, las escuelas tienen efectos observablesque se extienden másallá de losobjetivosindicados y declarados por el sistema. Tal acercamiento comienza asumiendo que ningún efecto observable debe ser considerado como anormal o “disfuncional” mientras que esto sea de la operación normal del sistema; losefectosque ocurran con regularidad que no correspondan a Q U E I N N O VA N ¿Por qué es tan importante entender la hi storia de la educación? 95 I N N O VA CI Ó N E N L A S E SC U E L A S losobjetivosexplícitosdel sistema pueden ser entendidoscomo latentes más que como funciones manifiestas. Los efectos observables pueden no corresponder con losobjetivosadjudicadosa lasescuelas; pueden no tener nada que ver o incluso contradecir los objetivos explícitos. Pero, en tanto que estos efectos resulten comunmente de las operaciones de la escuela, deben ser considerados como funciones regulares: contribuciones educativas a otros sistemas o a la sociedad libre. Es imposible dar un análisis completo de todas las funciones explícitas y latentes de las escuelas, así como de los sistemas de educación y lascaracterísticasque han permanecido como constantes a través de los movimientos principales de las últimas décadas. Sin embargo, es posible identificar algunas de éstas y sentar las bases para la reflexión en una imagen más completa. El debate crítico ha existido desde la creación de las escuelas. Éstas han sido criticadas desde su aparición en Europa en el siglo XVI –por cómo enseñan, cómo funcionan, lo que cuestan, lo que los estudiantes aprenden, y más, por lo que no aprenden. Nunca ha habido un periodo extenso para el consenso sobre la calidad de lasescuelas. Pero a pesar de tal crítica, tampoco ha existido este periodo aun cuando la existencia misma de las escuelas como instituciones de aprendizaje particulares ha estado seriamente en riesgo. Propuestas de abolir las escuelas, como la lanzada por Ivan Illich en la década de 1970,3 han dado pie a acalorados debates, pero no han aterrizado seriamente. La escuela, como un arreglo institucional específico, es en sí misma una constante. Ésta ha sobrevivido a muchas crisis religiosas, políticas, sociales y económicas, y se ha ampliado en tiempos de urbanización masiva e industrialización. Con el tiempo todas las naciones modernas han desarrollado sistemas escolares. De ahí que 96 3 Illich, I., Deschooling Society, Harper and Row, New York, 1971. ESC U EL A S Q U E I N N O VA N la escuela debe disfrutar de una ventaja selectiva, de alguna clase, sobre otros posibles modelos de educación. A lgo de ellas “funciona”, no obstante las críticas constantes: ya que si las escuelas, individual o colectivamente, trabajan “bien” o “mal” en términos de sus propios objetivos es otro asunto. El punto puede ser ilustrado por la observación diaria. En los países de la OCDE, millones de estudiantes son reunidos diariamente en cientos de miles de escuelas y aulas. Unoscalificarán para obtener un diploma, mientras otros abandonarán la escuela más o menos temprano sin adquirir las competencias esperadas. Estos procesos ocurren de una manera relativamente disciplinada y ordenada; incluso en escuelas con poblaciones de varios cientos de niños y jóvenes, los disturbios masivos son raros (aunque, por supuesto, hay otras manifestaciones de violencia). Es interesante reflexionar sobre las formas para tratar estas multitudes de manera más o menos disciplinada, y examinar las diferencias que existen entre escuelas en este aspecto. También podríamos preguntar cuál es el costo de mantener este orden. Esta reflexión nos llevará con mayor probabilidad a la conclusión de que hay aspectos, de que lo que hacen las escuelas realmente “funciona”. Si fueran totalmente disfuncionales, como algunas críticas han supuesto, no habrían sobrevivido tanto tiempo, y menos se habrían ampliado de forma tan clara en décadas recientes. La gente no pasaría gran parte de sus vidas en ellas ni se gastarían sust anciales sumas por parte de Estados y contribuyentes. Entonces, puesto que las escuelas son funcionales, en algunas o muchas formas, debemos preguntar exactamente, ¿con qué contribuyen realmente a la sociedad o al menos a los intereses de los grupos dominantes, ya sea de manera explícita o de modos más ocultos o latentes? ¿Cómo funcionan? ¿Qué contribuciones sociales específicas hacen a los participantes individuales y colectivos? 97 I N N O VA CI Ó N E N L A S E SC U E L A S Como parte integral de la modernidad, la escuela está arraigada en dos fuertes creencias que distinguen a nuestra civilización de la mayoría en la historia de la humanidad: ¿Cuáles son las creencias en las que está cambiar a la gente; los problemas sociales se pueden tartar con la educación, específicamente a través del trabajo de escuelas y sistemas escolares; arraigada la escuela? ¿Cuáles son las responsabilidades de la escuela como institución? 98 desarrollados por instituciones, relaciones, estructura y cultura, también significa que es posible cambiar a las escuelas. La base fuerte de la creencia en la educabilidad de los seres humanos y la maleabilidad de la naturaleza humana representan una larga tradición histórica y una premisa raramente cuestionada hoy en día, cuando la mayor parte del debate se concentra en la deseabilidad de resultados educativos específicos en la ausencia de esta educabilidad. Esta premisa ha sido seriamente cuestionada de manera indirecta, en debates alrededor de métodos correctos y justos de educación. Durante las dos décadas anteriores, las ciencias socialeshan explorado lascondicionesen lascualeslossereshumanos aprenden, pero las conclusiones siguen siendo inciertas y sólo han tenido efectos marginales en la definición sobre cómo las escuelas deberían ser estructuradas y dirigidas. Esta investigación no ha servido para mermar la suposición clave de la educabilidad. Con el tiempo, la escuela como institución ha acordado una amplia variedad de responsabilidades sociales: forjando creencias religiosas comunes, convicciones patrióticas, moral, instrucción en cálculo, análisis racional y conocimiento científico. Ahora se espera que las escuelas se enfoquen en otras cuestiones sociales como educación sexual y sida, tolerancia, no violencia, empleabilidad, ESC U EL A S Q U E I N N O VA N cohesión social y ambiente, entre otras. D e esta manera, las sociedades cambiantes requieren que las escuelas también cambien, pero la demanda por escuelas sigue siendo constante. La constante mayor de los sistemas de educación, con el tiempo, es la escuela misma. El hecho de que podamos llegar a muchospaísesy tradicionespara hablar de lasescuelasen seminarios internacionales como el de Hiroshima, demuestra que incluimos a éstas, y a los sistemas educativos, en nuestras definiciones de educación. Visto en conjunto, las diferencias nacionales aparecen como variaciones alrededor de un modelo institucional compartido, un grupo común de representaciones sociales y prácticas a las que nos referimos como “escuela”. 99 R esu m en La historia nos proporciona los medios para documentar y entender mejor el desarrollo construcción social y política de representaciones, creencias y prácticas. También trae a la que se han ido olvidando cada vez más, como las principales construcciones sociales que ahora se encuentran en el corazón de la educación y que se han institucionalizado. Estos debates son tan familiares que parecen forzados a seguir como parámetros de la educación. Aun, el entendimiento de tales cambios, desde una perspectiva histórica, nuestras instituciones, o si su razón fundamental se deriva a partir de una era donde prevalecían condiciones diferentes. Las escuelas tienen efectos observables que se extienden más allá de los objetivos indicados y declarados por el sistema. Tal acercamiento comienza asumiendo que ningún efecto observable debe ser considerado como anormal o “disfuncional” mientras que esto sea de la operación normal del sistema; los efectos que ocurran con regularidad que no correspondan a los objetivos explícitos del sistema pueden ser entendidos como El debate crítico ha existido desde la creación de las escuelas, han sido criticadas desde su aparición en Europa en el siglo XVI –por cómo enseñan, cómo funcionan, lo que cuestan, lo que los estudiantes, aprenden y más, por lo que no aprenden. Nunca ha habido un periodo extenso para el consenso sobre la calidad de las escuelas. Pero a pesar de tal crítica, tampoco ha existido este periodo aun cuando la existencia misma de las escuelas como instituciones de aprendizaje particulares ha estado seriamente en riesgo. Propuestas de abolir las escuelas han dado pie a acalorados debates, pero no han aterrizado seriamente. Las escuelas realmente “funcionan”; si fueran totalmente disfuncionales, como algunas críticas han supuesto, no habrían sobrevivido tanto tiempo, y menos se habrían ampliado de forma tan clara en décadas recientes. La gente no pasaría gran parte de sus vidas en ellas ni se gastarían sustanciales sumas por parte de los Estados y contribuyentes. 100 Como parte integral de la modernidad, la escuela está arraigada en dos fuertes creencias que distinguen a nuestra civilización de la mayoría en la historia de la humanidad: través del trabajo de escuelas y sistemas escolares; posible cambiar a las escuelas. Con el tiempo, la escuela como institución ha acordado una amplia variedad de responsabilidades sociales: forjando creencias religiosas comunes, convicciones Recientemente, se espera que las escuelas se enfoquen en otras cuestiones sociales como educación sexual y sida, tolerancia, no violencia, empleabilidad, cohesión social y ambiente, entre otras. De esta manera, las sociedades cambiantes requieren que las escuelas también cambien, pero la demanda por escuelas sigue siendo constante. 101 E j er c i c i o 6 Contesta las siguientes preguntas: 1. ¿Cuálesson lascreenciasa lasque está arraigada la escuela y que distinguen a nuestra civilización de otras? 2. Menciona las responsabilidades sociales que se ha impuesto la escuela. 3. Menciona las críticas, que desde el siglo XVI, se han planteado en favor y en contra de la existencia de las escuelas. Adopta un punto de vista y defiéndelo. 4. Da tu opinión acerca del porqué las escuelas no han desaparecido. 5. Es una de las cuestiones en las que se espera que se enfoquen las escuelas. a) b) c) d) e) 102 Educación cívica. Respeto. Eficacia. Cohesión social. A mbiente. Illich, I., Deschooling Society, Harper and Row, New York, 1971. Watzlawick, P. et al., Change. Principles of Problem Formation and Problem Resolution, Norton, New York, 1988. 103