CAPÍTULO I. FAMILIA, SEXO Y PROCREACIÓN Punto de vista cristiano El enfoque cristiano coincide con la Moral Natural, o moral que puede conocer el hombre con sus propias fuerzas. El sexo y la procreación son inseparables, dado que la finalidad natural primera del sexo es la procreación. La naturaleza ha previsto que la procreación se haga en el marco de la familia, monógama y estable, la cual debe encargarse también de la manutención y educación de la prole. La unión hombre-mujer es indisoluble ("uno con una y para siempre"). De acuerdo a la moral cristiana (y a la natural), es necesaria la castidad antes del matrimonio, y la mutua fidelidad matrimonial. Tampoco está permitida la reproducción fuera de este marco familiar y natural (no está permitida la fecundación "in vitro" ni los llamados '"niños-probeta"). Punto de vista materialista Sexo y procreación serían disociables: dado que no se admiten, en el materialismo, verdaderas finalidades naturales, el sexo podría usarse simplemente como vía de placer, evitando tener hijos mediante los métodos anticonceptivos, mientras que la reproducción "in vitro" no tendría nada criticable, como tampoco las manipulaciones genéticas que permitirían en un futuro hacer hombres-esclavos, sin voluntad ni apetencias, hombres-genios, etc. La familia sería un mero producto cultural, y las reglas objetivas de moral se substituirían por un vago sentimentalismo, siempre cambiante, y por cálculos meramente económicos. Métodos de control de natalidad Llamados también métodos contraceptivos, espacian o impiden el nacimiento de los niños. Se clasifican en artificiales (cuando impiden los procesos naturales) o naturales, en caso contrario. Los métodos artificiales están severamente prohibidos por la Iglesia Católica. En cambio, permite usar los naturales, en ciertos casos (a excepción de la lactancia materna, cuyo uso está permitido siempre, como veremos). Métodos artificiales más comunes: Para la mujer: − Dispositivo intrauterino. − Diafragma. − Ligadura tubárica (esterilización). − Aborto. − Anticonceptivos orales (píldora). 7 − Espermaticidas. Para el varón: − Preservativo o condón. − Vasectomía (esterilización). − Onanismo o coitus interruptus. Métodos naturales más conocidos: − Método del calendario (de Ogino-Knaus). − Método de la temperatura basal. − Método de Billings (o del moco cervical) − Lactancia materna. Calificación moral y médica Como hemos dicho, la Iglesia considera que todos los métodos artificiales son pecado grave; y el más grave, el aborto, que implica el asesinato de un inocente. Por su postura, la Iglesia ha recibido severas críticas, y ha tenido que soportar muchas deserciones. El punto culminante de esta controversia fue en los años 60, cuando la Iglesia estaba absolutamente sola oponiéndose al aborto con todas sus fuerzas (los protestantes, las sectas, el comunismo, y la masonería estaban felices con todos los métodos anticonceptivos, aborto incluido). Fue recién en los años 80, cuando se inventó el "ecómetro", que permite ver al niño en el seno materno en una pantalla de televisión, cuando los científicos pudieron comprobar que el llamado "feto" era ya un niño, con vida propia, que se defiende con maniobras elusivas ante los aparatos del abortista. Desde entonces han aparecido muchos adversarios del aborto, incluso al margen de la Iglesia. La ciencia ha confirmado la posición católica que afirmaba que el feto era un hombre desde su concepción. Actualmente es evidente que los métodos anticonceptivos artificiales resquebrajan la moral hasta límites no previstos, aumentan el egoísmo y la explotación, fomentan la promiscuidad y la difusión de las enfermedades llamadas venéreas, como veremos más adelante. Además, han causado una caída en picado de la natalidad, de forma que las naciones en que han tenido éxito dichos métodos se encaminan a una rápida extinción. Como muy bien dice el folleto de CEPROFARENA ("Paternidad Responsable", Lima, 1987): "Los métodos artificiales de control de natalidad: − Van contra las leyes naturales que regulan la función reproductiva de la pareja. − Hacen daño a la salud, sobre todo de la mujer, que es la que usa el método: píldoras, espirales, pomadas, jaleas, etc., y hasta los usados por el hombre, como el condón o el coitus interruptus, producen serios daños en la salud de la mujer. 8 − Algunos métodos, como los DIU, las píldoras y las inyecciones, son abortivos. Los DIU, siempre; las píldoras e inyecciones, muchas veces." Todos los métodos artificiales dejan, además de sus efectos fisiológicos, hondos traumas psicológicos. La naturaleza y el cuerpo saben que el sexo está destinado a la procreación, y se vengan cuando esta finalidad se frustra con los métodos artificiales. Los métodos naturales, recomendables sólo en caso de causas graves, son a veces difíciles de aplicar, pues exigen un cierto grado de cultura y entrenamiento en quien los emplea. Mayor información sobre los mismos puede encontrarse en el citado folleto de CEPROFARENA, y en los cursillos que se organizan a menudo para difundirlos. La lactancia materna es una excepción, pues es fácil de aplicar y sus efectos son conocidos desde antiguo. Lactancia materna Es sabido desde antiguo que la madre no suele quedar embarazada mientras amamanta a su hijo. Por eso se puede prolongar la lactancia hasta los 2 ó 3 años (a partir de cierto tiempo hay que añadir una dieta suplementaria al niño). Según R. V. Short (revista "Investigación y ciencia", junio de 1984), el método previene el embarazo siempre que se amamante al niño no menos de 6 veces al día, y no menos de 60 minutos en total. Este es, pues, un método natural de espaciamiento de los hijos, fácil de usar y sin ningún problema moral. PATERNIDAD RESPONSABLE Es este un concepto ambiguo, usado en muy diferentes sentidos. Veamos sus significados más frecuentes. Paternidad responsable: concepto cristiano Es el modo inteligente y libre, con que los padres cumplen a cabalidad su misión, cooperando con Dios en la transmisión de la vida (ver CEPROFARENA, o. c.). Los padres no pueden proceder al propio arbitrio, sino que han de servir al proyecto de Dios. Para ello deben: − Respetar y amar la vida en todos sus momentos. − Ser generosos, sabiendo aceptar el sacrificio de sus propios gustos e intereses. − Tener relaciones e hijos sólo dentro del matrimonio. − Trabajar para alimentar y educar a los hijos. − Educar a los hijos, básicamente en la fe y en las virtudes 9 Paternidad responsable: concepto materialista-consumista Lo importante sería tener pocos hijos, uno, dos o tres. No sería importante la fidelidad conyugal, ni la estabilidad del matrimonio. La responsabilidad se limitaría a procurar recursos económicos para los hijos. No se debería tolerar que existiesen niños "no deseados" en el momento de su concepción, y los padres deberían planificar cuántos hijos podrán mantener y limitarse a ese número, usando métodos contraceptivos si fuera preciso. Crítica del concepto materialista-consumista Ignora las finalidades naturales del matrimonio y la ética que conllevan. Ignora la fe religiosa. No tiene en cuenta que cualquier trabajo arduo suele ser no deseado antes de hacerlo (muchos niños tienen una escuela "no deseada", que sin embargo después recuerdan con cariño y agradecimiento). Los hijos no deseados, no por ello son menos queridos. Los padres no pueden prever cómo estarán económicamente cuando los hijos, ya crecidos, supongan una seria carga económica. Si trataran de hacerlo, previendo el futuro, se encontrarían en el 99% de los casos que el número de hijos que podrán mantener es...cero. El costo de vida está tan alto y los sueldos son tan pequeños, que no se podría tener hijo alguno. La pareja no necesita decidir: los números deciden por sí mismos. Afortunadamente, las parejas suelen confiar en el plan de reactivación económica que está siempre en marcha, y los niños nacen y sobreviven. La familia numerosa exige a los padres mantener buenas relaciones con parientes, vecinos y amigos, a ayudarlos cuando se pueda, y a usarlos como seguro contra alguna desgracia o necesidad (poder repartir los hijos si sucede algo desagradable a los padres). Los hijos son la riqueza del pobre, y su apoyo en la vejez: es iluso confiar excesivamente en las pensiones de jubilación, mientras exista inflación que no pueda ser compensada por los aumentos de pensión, como suele suceder. El modelo materialista-consumista, supone que las sociedades no son capaces de regeneración moral y que toda solución que se base en las virtudes cristianas debe ser desechada, por no ser éstas bien vistas, o por ser inaplicables. Esto es sencillamente falso. Función del Estado El Estado debe cumplir y hacer cumplir la ley moral natural. Así lo dice, en este tema, nuestra Constitución, que le ordena proteger a la familia. Para ello debe dar leyes que realmente la protejan, en su estabilidad, en su economía, en las facilidades para que los padres puedan educar 10 a sus hijos de acuerdo a sus convicciones. Por lo mismo -respeto a la familia y a la moral natural-el Estado debe erradicar la pornografía, la inmoralidad pública, el ambiente antisocial, de forma que los padres y educadores no queden desbordados por un ambiente hostil. El Estado debe resistir también a la tentación de disimular su falta de éxito en el terreno económico, amparándose en el "exceso" de población o de crecimiento poblacional. Y de ninguna manera puede dar apoyo a planes de control cuyos fallos morales y materiales estamos exponiendo. Función de la Educación La educación sexual de los niños y adolescentes, es un tema muy delicado. Los padres son los indicados para impartirla, y hay padres que lo hacen muy bien. Algunos introducen el tema en un contexto religioso: por ejemplo, explicando al niño el Ave María, al llegar a la frase "y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús", explican la maternidad. Después invitan a los niños a tratar con mucho respeto a las señoras embarazadas, y en el ómnibus cederles el asiento si ellas van de pie, etc. Los padres son también los mejores educadores, cuando tienen buena formación, para indicar al niño los problemas que se pueden presentar en el aspecto sexual y cómo deben superarlos, igual que lo pueden hacer muy bien en el tema de las drogas. Lo ideal es que lo hagan los padres con los niños, y las madres con las niñas. Si los padres no están preparados, el maestro debería intentar prepararlos con charlas adecuadas. Y cuando ello no sea posible, la escuela debe suplirlos. El profesor puede dar charlas a los muchachos, en grupo, pero lo mejor es tener conversaciones en privado, uno a uno. Lo más indicado es que los profesores varones hablen con los niños, y las profesoras con las niñas. Cualquier educación sexual al margen de la concepción religiosa cristiana, se convierte en un excitante para los jóvenes, y un acelerador de los procesos destructivos que se pueden producir. Una "capacitación" (no educación) en ciertas técnicas de control, crea el ambiente materialista-consumista (en nuestro caso, consumista sin consumo), e impide una solución correcta, propiciando en cambio un clima de tendencia erótica. En ningún caso, en este tema como en otros temas importantes, se puede prescindir de la ascesis, o negación del propio gusto (llámese autodisciplina, autocontrol o mortificación), ni seguir el camino más fácil, cediendo a las presiones del ambiente, de compañeros, etc. 11