Mayo 2013 - Corte de Constitucionalidad

Anuncio
Guatemala, mayo 2013, AÑO 3, No. 1
“Día Internacional del Trabajador”
Marcelo Richter
Aquellos
Primeros tiempos
“El trabajo forma parte del plan
del amor de Dios; (…) El trabajo
es un elemento fundamental para la
dignidad de una persona. El trabajo
(…), nos “unge” de dignidad, nos
llena de dignidad; nos hace semejantes
a Dios, que ha trabajado y trabaja,
que actúa siempre; da la capacidad de
mantenerse a sí mismo, a la propia
familia, de contribuir al crecimiento
de la propia nación. Y aquí pienso en
las dificultades que, en varios países,
encuentra hoy el mundo del trabajo
y de la empresa; (…), muchas veces
debido a una concepción economicista
de la sociedad, que busca el provecho
egoísta, más allá de los parámetros de
la justicia social”.
Papa Francisco
Desde aquellos años, no se dio jamás el caso de que ningún órgano del
poder judicial o del legislativo, desafiara las sentencias de la Corte. Salvo el
pretendido golpe de 1993, no han sido externos los factores que han puesto
en peligro la confiabilidad del Tribunal. Lo que podría temerse es que su
debilitación se produjera por dentro, por lo cual todos debemos recordar
cómo y por qué fue declinando el prestigioso, venerable, Senado romano:
triunfó de los reyes y sucumbió a la demagogia.
:
ción
a
c
i
l
b
va pu ios a la
e
u
r
N
enta
ítica
Com ción Pol e
ad
titu
Cons Repúblic
de la atemala
Gu
Alejandro Maldonado Aguirre
Los textos que se publican en INFOCC son de la exclusiva
responsabilidad de sus autores y no expresan necesariamente el pensamiento de la Corte de Constitucionalidad.
Guatemala, mayo 2013, AÑO 3, No. 1
AQUELLOS PRIMEROS TIEMPOS
Alejandro Maldonado Aguirre
L
a jurisdicción de control de constitucionalidad, de carácter
permanente e independiente, surgió en Guatemala con la
Constitución que entró en vigencia el 14 de enero de 1986.
Como se sabe, anteriormente existió dicha jurisdicción a cargo de
un tribunal eventual o extraordinario, que se formaba, para cada
caso, con magistrados pertenecientes al sistema ordinario de justicia. La Corte de Constitucionalidad quedó instalada el 13 de abril
del citado año, habiendo emitido su primera sentencia dos meses
después, exactamente el 16 de junio.
proceso constitucional: desde el enfoque finamente civilista y
acucioso hasta el de apertura conceptual del publicista. Surgían
los entusiasmos espontáneos del menos experto morigerados por
la solera de los más duchos, a veces impregnados con previsiones
dictadas por la realidad: “no todo lo bueno es constitucional ni todo lo
malo es inconstitucional.”
Se instalaron en edificio alquilado que luego fue propio (adquirido sin costo para la CC por la presidencia 89-90) y lo pudieron
acondicionar a las necesidades de la época. Designaron persoLos primeros meses organizativos de la Corte, en los que no se nal, que igual que sus jefes, fueron aprendiendo sobre la marcha.
tenía personal completo, edificio, equipo, utilería y otros elementos Redactaron reglamentaciones y normas internas, establecieron
instrumentales, los magistrados se reunían para planificar su tarea. sistemas que la tradición fue consolidando y se acostumbraron
Héctor Zachrisson, idealista consumado, propuso que la sede del a manejar un presupuesto modesto, que se administró consertribunal se estableciera en La Antigua, pues suponía que, como vadoramente, iniciando desde entonces la previsión de ahorrar
algunos tribunales de esa materia en otros lugares del mundo occi- para encarar alguna crisis financiera del Estado. Conscientes de
la necesidad de incorporarse
dental, tendría tiempo y silena los principios de la justicia
cio para dedicarse al estudio
constitucional, su primera
casi escolástico de los probleinquietud fue ilustrarse en la
mas y cumplir su tarea con el
materia. De ahí que invitaron
refinamiento que la paciencia
a juristas ilustres que compary la mesura debían propiciar.
tieron su ciencia y su vivencia:
Era una empresa de análisis inBurgethal, García Pelayo, Totelectual y de concienzuda elamás y Valiente, Fix Zamudio,
boración lógico-jurídica, proy otros no menos notables.
pia de profesores medievales,
Participaron en eventos interdistraídos solo por el rumor de
nacionales de los cuales extracoros gregorianos, tan plácijeron positivas experiencias y
dos y gratos para concentrarse
contactos importantes para
en el estudio de los clásicos y
la riqueza conceptual de su
los modernos grandes tratamateria. También gestionaron
distas.
un curso intensivo en el Tribunal de España para dos de
Aquellos años, desde los prilos magistrados, que durante
meros meses la Corte se acoalgunas semanas se formaron
gió a la hospitalidad del Tribuen esa jurisdicción. La CC fue
nal Supremo Electoral, que le
el primer tribunal que introproporcionó sala de sesiones,
dujo la modernización de la
personal auxiliar y buen café,
informática, obtenida por un
para reunirse a planificar su Magistrados y personal de la primera Corte de Constitucionalidad, instalada en abril de 1986
convenio de asistencia técnica
organización (Presupuesto,
con una entidad internacional.
organigramas, procedimientos, nombramientos, utilería) y la forma de ejercicio de sus
competencias (inicialmente proyectado con un sentido dinámi- Cuidaron su imparcialidad con el pudor de la mujer del César, al
co distinto de la rutina procesalista en la cual tuvo que devenir punto que en alguna ocasión discretamente declinaron el ofrecipor inercia). Los magistrados se conocieron o reconocieron en miento de un ministro de gobernación de proporcionarles cinco
el plano de la más pulcra cortesía curial y culminaron arraigan- vehículos para su servicio. Jamás solicitaron asignaciones presudo una envidiable amistad. Cada quien aportó su bagaje jurídico puestarias que no fueran las dispuestas por la Constitución y la
para nutrir las doctrinas del órgano encomendado a su discreción. ley de la materia, previsión juiciosa que evitó que discreparan más
Todo lo fueron implementando, pero la operatividad material era, por el gasto que por la doctrina. Lo más importante es que desde
según lo entendían, la mínima de las dificultades. Lo más serio esos primeros años se principiaron a redactar las doctrinas del triconsistía en el enfoque cualitativo respecto de sus atribuciones. bunal, muchas de las cuales perviven y resurgen con actualizado
Fue importante, por ello, que convergieran diversas visiones del vigor en la jurisprudencia de veinticinco años después.
2 www.cc.gob.gt
Guatemala, mayo 2013, AÑO 3, No. 1
En el día de la Constitución, 31 de mayo de 2013, la Corte de Constitucionalidad realizó un conversatorio con la participación de Magistrados y profesionales de la institución. De izquierda a derecha: M.A. Angélica
Vásquez Girón (Aspectos relacionados con la parte orgánica del Estado); M.A. Alejandro Morales Bustamante (Grupos vulnerables); Licda. Gabriela Ponce Solís (Derechos humanos individuales); Magistrado
Alejandro Maldonado Aguirre (Reflexiones finales); Lic. Manuel Duarte Barrera (Derechos políticos); M.A. Mauro Chacón Lemus (Derechos sociales); Dra. Aylín Ordóñez Reyna (Coordinadora de la actividad) y
Magistrado Roberto Molina Barreto, Presidente en funciones (Inauguración).
Durante ese tramo de tiempo, han asumido la dirección política
del país gobiernos distintos, producto siete de ellos (Cerezo, Serrano, Arzú, Portillo, Berger, Colóm, Pérez) del sufragio popular
directo, y uno (De León Carpio), de la designación constitucional
hecha por el Congreso de la República. Este órgano, como reflejo de los procesos electorales correspondientes, cambió su composición partidista (juego de mayorías y minorías parlamentarias)
también en varias oportunidades. El proceso institucional afrontó
graves momentos desestabilizadores: dos movimientos sediciosos
militares, un golpe de Estado que pretendió disolver algunos órganos (incluyendo la CC) y la persistencia del enfrentamiento armado
interno, con sus terribles excesos y su matiz de intervención extranjera. Todos símbolos de desafío al orden establecido. La misma
Corte sufrió el embate criminal con la destrucción alevosa de la
vida de su Presidente Epaminondas González Dubón. La magistratura se ha integrado seis veces, siendo la cuarta la que sufrió
fenómenos de disidencia interna por el enfrentamiento pugnaz de
interpretaciones, alguna de las cuales –la que prevaleció- fue duramente combatida por las corrientes de opinión del país.
Ha tocado a la Corte funcionar en el proceloso océano de la democracia sobresaltada. A la variación, en muy corto tiempo, del
componente ideológico, deben sumarse muchos e intensos factores que inciden en la temática nacional, sus actores y sus perspectivas. Particularmente sensibles han sido muchos fenómenos
de ingobernabilidad, de intransigencia y de desesperación. De
esto último, por caso, el auge cuantitativo y cualitativo de la criminalidad. Asimismo al nuevo protagonismo político en el país,
agréguese la mayor influencia de grupos de presión y su posicionamiento frente a los asuntos clave de la nación. La transición a
la democracia formal ha generado muchísimos desbordes, entre
ellos, el aumento de la litigiosidad y, en gran medida, el traslado
del debate partidista a las esferas netamente jurisdiccionales. El
proceso de amparo no ha podido quedar inmune a la controversia que es propia de la lucha por el poder, medio impugnativo
que no pocas veces ha sido utilizado como instrumento de esa
confrontación. El registro estadístico revela grandes cambios tanto cuantitativos (crecimiento casi exponencial) como cualitativos
(desplazamiento de las solicitudes de protección constitucional de
derechos fundamentales de la persona individual hacia una prolongación de litigio de cuestiones patrimoniales y contractuales,
quizás importantes para los interesados, pero carentes de la trascendencia social que significan los primeros).
Por los fenómenos socio-económicos, la realidad resultó muy diferente al cuadro ideal del ejercicio de las funciones de la CC. Ni
tiempo ni sosiego para resolver. Aquél, por el desborde de asuntos de amparo y de inconstitucionalidad que se multiplicaron; el
segundo, por el acompañamiento de publicidad desviada por el
activismo de algunos litigantes (a veces hasta de sujetos de poder
público ansiosos de estelarismo). Sin embargo, y a pesar de los
factores comentados, ahí está: varios miles de sentencias y resoluciones, algunas novedosas, otras impactantes y algunas pocas con
inevitables contradicciones y quizás ciertos retrocesos.
No obstante, se encuentra a la vista esa labor para que se estudie
con rigor crítico la jurisprudencia que, no obstante las naturales
limitaciones humanas, su enorme mayoría tiene la virtud de defenderse jurídicamente, a pesar de algunas voces descalificadoras que, por oportunismo sectario y tendencioso o por interés de
mantener hegemonías tradicionales, corrompen las bases de la
democracia, olvidando la advertencia de Bondenheimer: “Siendo
el Derecho uno de los instrumentos más delicados de la civilización, es difícil conseguir su posesión y es fácil perderlo.”
Acaso estos recuerdos se hagan como argumento que defiende la
importancia institucional de la CC, a pesar de (o quizás debido a)
la incidencia de tendencias detractoras que no han querido tener
en cuenta que la función de la Corte es, primordialmente, la defensa (no la destrucción) del orden constitucional justo y democrático, y, como elemento clave: el debido proceso legal, que debe
mantener su serenidad y no caer en lo espectacular que busque
gratificarse con el aplauso de la turba. Pero ¿qué podemos hacer?
¡Cómo si resolver conflictos fuera más fácil que crearlos!
Desde aquellos años, no se dio jamás el caso de que ningún órgano
del poder judicial o del legislativo, desafiara las sentencias de la Corte.
Salvo el pretendido golpe de 1993, no han sido externos los factores
que han puesto en peligro la confiabilidad del Tribunal. Lo que podría
temerse es que su debilitación se produjera por dentro, por lo cual todos debemos recordar cómo y por qué fue declinando el prestigioso,
venerable, Senado romano: triunfó de los reyes y sucumbió a la demagogia.
www.cc.gob.gt 3
Guatemala, mayo 2013, AÑO 3, No. 1
1° de mayo
“Día Internacional del Trabajador”
Marcelo Richter
I
nicio este sucinto ensayo con una breve aunque interesante reflexión: Es común en esta fecha escuchar al
menos dos referencias respecto de lo que estamos celebrando. Algunos señalan que el 1° de mayo es el día del
trabajo mientras que otros aseguran que se recuerda el día del
trabajador. Es extraña esta distinción, porque no existiría el
trabajo sin el trabajador y, por ello, confirmo la idea de que el
1° de mayo se conmemora al trabajador. Esto implica, que el
trabajo es digno y fundamental para una sociedad, pero por
ser realizado por una persona humana. La honra o el predicamento que posee el trabajo en la comunidad no derivan de
su naturaleza, calidad o tipo de tarea que un individuo realiza,
aquella está inmersa en la persona del hombre o mujer que lo
materializa. Esto significa que es la persona humana la que le
da dignidad a toda labor o tarea, por lo que es el trabajador el
que hace digno el trabajo.
pontífice a los obreros reunidos en la Plaza de San Pedro, “el
humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la
Iglesia la dignidad del obrero manual, sea también el próvido guardián
de vosotros y de vuestras familias”; y agregó: “(…) Por eso la Iglesia
ha querido ofrecer a todos los obreros este espectáculo de santidad, proclamándole solemnemente Patrón de los mismos, para que en adelante
el casto esposo de María, el trabajador humilde, silencioso y justo de
Nazaret, sea para todos los obreros del mundo, especial protector ante
Dios, y escudo para tutela y defensa en las penalidades y en los riesgos del
trabajo”. Esta última circunstancia nos demuestra, que el reconocimiento al trabajador y su aporte a la comunidad, dejó
de ser una reivindicación gremial o política, sino que también
comenzó a analizarse y mereció pronunciamientos concretos
de aquellos que se ocupan de la espiritualidad y de lo trascendente en la comunidad.
Respecto al ser humano que trabaja, la
Otra paradoja de esta fecha, es que casi
OIT ha impulsado la generación de tra“El costo final de las enfermetodo el mundo capitalista y aquellos paíbajo decente y la promoción de la segudades profesionales es la vida
ses que todavía abogan por el socialismo,
ridad y salud en el empleo. El trabajo
humana. Esto empobrece a los
celebran una fecha instituida por el Condecente, nuevo paradigma de la OIT, ha
trabajadores
y
a
sus
familias
y
greso Obrero Socialista de la Segunda
sido recogido en legislaciones internas
Internacional, que se celebró en París en
de varios Estados Latinoamericanos, sigpuede debilitar a comunidades
1889. El 1° de mayo se considera una jornifica, empleos con ingresos regulares
enteras cuando pierden a sus
nada reivindicativa, en esta los trabajadoy justos, condiciones de trabajo dignas,
trabajadores más productivos”.
res defienden y proclaman sus derechos;
protección legal y seguridad social, que
además, también se rinde homenaje a los
conlleven a la equidad social. Esto se
denominados mártires de Chicago, sindiha impulsado sin olvidar la relevancia y
calistas de ideología anarquista, que fueron ejecutados en los vigencia de los principios fundadores de la institución, los
Estados Unidos, por su participación en las movilizaciones que se encuentran contenidos en su Constitución y en los
que tenían como objetivo obtener la jornada laboral de ocho instrumentos normativos adoptados durante su historia, que
horas, acontecimientos que tuvieron su origen en la huelga estableciendo un marco internacional de tutela general de los
iniciada el 1° de mayo de 1886 y su momento de mayor vio- derechos laborales, refuerzan el valor social del trabajo como
lencia, el cuatro de mayo de ese año, en la Revuelta de Hay- instrumento para el desarrollo de nuestros países con mayor
market en Chicago.
democracia y equidad.
Como consecuencia de aquellas movilizaciones, los empresarios y el gobierno de Estados Unidos reconocieron la jornada
laboral de ocho horas. También la iglesia católica, reconoció
esta fecha e instauró el día de San José Obrero, fiesta instituida por Pío XII el 1° de mayo de 1955, para que, como dijo el
4 www.cc.gob.gt
En ese sentido, no es casual que la Declaración de Filadelfia,
de 1944, haya establecido entre sus principios fundamentales que el trabajo no es una mercancía, esto significa, que la
política de la OIT, desde sus orígenes, pretendió el respeto
absoluto de la persona del trabajador y de su núcleo familiar,
Guatemala, mayo 2013, AÑO 3, No. 1
Mural en la Sala del Pueblo del Congreso de la República.
como objetivo para lograr la paz social. Respecto a seguridad
y salud en el trabajo, el Director General de la OIT, Guy
Ryder, ha señalado: “El costo final de las enfermedades profesionales
es la vida humana. Esto empobrece a los trabajadores y a sus familias
y puede debilitar a comunidades enteras cuando pierden a sus trabajadores más productivos. Al mismo tiempo, se reduce la productividad de
las empresas y aumenta la carga financiera del Estado a medida que
incrementan los costos de la atención médica. En los casos en que la
protección social es débil o inexistente, muchos trabajadores, así como sus
familias, carecen del cuidado y el apoyo que necesitan”.
En referencia a esta temática, OIT indica, en base a estudios
realizados, que aunque las enfermedades profesionales causan
un número de muertes seis veces mayor que los accidentes
laborales, éstos últimos reciben mayor atención. Confirma esa
institución que de las 2.34 millones de muertes anuales vinculadas con el trabajo, la mayoría -cerca de 2.02 millones- las
causan enfermedades relacionadas con el trabajo. Esto representa un promedio diario de 5,500 muertes. Además, cada año
ocurren alrededor de 160 millones de casos de enfermedades
profesionales no mortales. Otro aspecto que también se destaca de los análisis realizados, es que por cada accidente mortal,
se calcula que se producen 1,000 accidentes no mortales, los
que generalmente provocan pérdidas de ingresos, discapacidades permanentes o pobreza. Y se concluye, que el índice de
mortalidad laboral, en gran parte se puede atribuir a prácticas
de trabajo peligrosas, originadas en los cambios en el empleo
y en la organización del trabajo, la diferenciación en el tratamiento por razón de género, el tamaño, la estructura y el ciclo
de vida de las empresas; y el rápido ritmo de los progresos
tecnológicos.
Finalmente, y con base en esos estudios, se estima que, al menos la mitad de las muertes por accidente podría evitarse si
se adquirieran prácticas de trabajo seguras, porque, se afirma,
todos los accidentes se pueden evitar y prevenir. Destacándose, y aquí encontramos otra paradoja del mundo laboral,
que la agricultura, la construcción y la minería son los sectores
más peligrosos, tanto en los países en desarrollo como en los
países industrializados. Todo lo señalado, reafirma la idea de
que se debe privilegiar al ser humano que con su labor diaria
contribuye tanto al progreso de su persona, como al de la comunidad.
Como se mencionó con anterioridad, todo lo relacionado con
las implicancias sociales derivadas del trabajo humano, dejaron
de ser materia exclusiva de la política o de las reivindicaciones
gremiales. En esto tuvo particular relevancia la Iglesia Católica,
la que mediante su Doctrina Social, se ocupó de manera concreta y comprometida del trabajador y de su dignidad. Muestra
de ello son las Encíclicas emitidas por distintos papas, de las
que se transcribirán algunos pasajes que ejemplifican lo afirmado.
La Rerum Novarum señala: “(…) deberes de los capitalistas y de
los amos: no tener en modo alguno a los obreros como a esclavos; respetar en ellos la dignidad de la persona humana, (…). Ante la razón y
ante la fe, el trabajo, realizado por medio de un salario, no degrada al
hombre, antes le ennoblece, pues lo coloca en situación de llevar una vida
honrada mediante él. Pero es verdaderamente vergonzoso e inhumano el
abusar de los hombres, como si no fuesen más que cosas, exclusivamente
para las ganancias, y no estimarlos sino en tanto cuando valgan sus
músculos y sus fuerzas. (…)”. La Quadragesimo Anno expre-
www.cc.gob.gt 5
Guatemala, mayo 2013, AÑO 3, No. 1
sa: “(…) es de la mayor urgencia poner remedio a un mal que está
llevando a la ruina a toda la sociedad humana. La curación total no
llegará, sin embargo, sino cuando, eliminada esa lucha, los miembros
del cuerpo social reciban la adecuada organización, es decir, cuando se
constituyan unos órdenes en que los hombres se encuadren no conforme
a la categoría que se les asigna en el mercado del trabajo, sino en conformidad con la función social que cada uno desempeña”.
el trabajo es un bien del hombre. (…) Y es no sólo un bien «útil» o
«para disfrutar», sino un bien «digno», es decir, que corresponde a la
dignidad del hombre, un bien que expresa esta dignidad y la aumenta.
(…) mediante el trabajo el hombre no sólo transforma la naturaleza
adaptándola a las propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo
como hombre, es más, en un cierto sentido se hace más hombre”.
La Centesimus Annus postula: “El desarrollo integral de la perLa Mater et Magistra, respecto de criterios reguladores del sona humana en el trabajo no contradice, sino que favorece más bien la
salario, afirma: “(…) juzgamos deber nuestro advertir una vez más mayor productividad y eficacia del trabajo mismo, (…). La empresa
que, así como no es lícito abandonar completamente la determinación del no puede considerarse únicamente como una sociedad de capitales; es,
salario a la libre competencia del mercado, así tampoco es lícito que su al mismo tiempo, una sociedad de personas, (…). (…). El hombre
fijación quede al arbitrio de los poderosos, sino que en esta materia deben trabaja para cubrir las necesidades de su familia, de la comunidad de
guardarse a toda costa las normas de la justicia y de la equidad. (…) la que forma parte, de la nación y, en definitiva, de toda la humanidad.
Esto exige que los trabajadores cobren un salario cuyo importe les per- Colabora, (…), en una cadena de solidaridad que se extiende progremita mantener un nivel de vida verdaderamente
sivamente. (…). (…) La obligación de ganar
humano y hacer frente con dignidad a sus obligael pan con el sudor de la propia frente supone,
“Una sociedad en la que este de- al mismo tiempo, un derecho. Una sociedad en
ciones familiares. Pero es necesario, además, que
recho se niegue sistemáticamente y la que este derecho se niegue sistemáticamente y
al determinar la remuneración justa del trabajo
se tengan en cuenta (…): (…) la efectiva aporlas medidas de política económica las medidas de política económica no permitan
tación de cada trabajador a la producción econóno permitan a los trabajadores a los trabajadores alcanzar niveles satisfactorios
mica; (…) la situación financiera de la empresa
de ocupación, no puede conseguir su legitimación
alcanzar
niveles
satisfactorios
de
en que se trabaja; (…) las exigencias del bien
ética ni la justa paz social.”.
ocupación, no puede conseguir su
común de la respectiva comunidad política, prinlegitimación ética ni la justa paz Finalmente, en la Audiencia General,
cipalmente en orden a obtener el máximo empleo
celebrada el 1° de mayo de 2013, el Papa
de la mano de obra en toda la nación; y, (…)
social.”.
Francisco aseguró: “El trabajo forma parte
las exigencias del bien común universal, (…)”.
del plan del amor de Dios; (…) El trabajo es
La Populorum Progressio, asevera: “(…) artista o artesano, un elemento fundamental para la dignidad de una persona. El trabajo
empresario, obrero o campesino, todo trabajador es un creador. (…). (…), nos “unge” de dignidad, nos llena de dignidad; nos hace semejantes
Más aún, vivido en común, condividiendo esperanzas, sufrimientos, am- a Dios, que ha trabajado y trabaja, que actúa siempre; da la capacidad
biciones y alegrías, el trabajo une las voluntades, aproxima los espíritus, de mantenerse a sí mismo, a la propia familia, de contribuir al crecimienfunde los corazones; al realizarlo así, los hombres se reconocen como her- to de la propia nación. Y aquí pienso en las dificultades que, en varios
manos. (…) El trabajo, sin duda ambivalente, porque promete el dinero, países, encuentra hoy el mundo del trabajo y de la empresa; (…), muchas
la alegría, el poder, invita a unos al egoísmo y a otros a la revuelta; desa- veces debido a una concepción economicista de la sociedad, que busca el
rrolla también la conciencia profesional, el sentido del deber y la caridad provecho egoísta, más allá de los parámetros de la justicia social”. hacia el prójimo. Más científico y mejor organizado, tiene el peligro de
n esta nueva época de desarrollo, no sólo se debe tedeshumanizar al que lo realiza, convirtiéndolo en esclavo suyo, porque el
ner una visión economicista de la realidad, el centro
trabajo no es humano sino cuando permanece inteligente y libre”.
referencial no debe ser el mercado sino el hombre
La Octogesima Adveniens manifiesta: “(…) La persona hu- que trabaja, y sus ejes el principio protectorio y el de irremana es y debe ser el principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones. nunciabilidad de derechos, debido a que el trabajador no es
Toda persona tiene derecho al trabajo, a la posibilidad de desarrollar un recurso económico más: es digno porque es persona y
sus cualidades y su personalidad en el ejercicio de su profesión, a una como tal debe ser protegido. La posibilidad de acceder al traremuneración equitativa que le permita a esta persona y a su familia bajo, y conservarlo durante el mayor tiempo posible, es la
llevar una vida digna en el plano material, cultural y espiritual, (…)”. clave esencial de toda la cuestión social, condiciona no sólo
el desarrollo económico, sino también cultural y moral de las
La Laborem Exercens afirma: “(…) el fundamento para de- personas, al garantizarles una vida digna en las que cubra sus
terminar el valor del trabajo humano no es (…) el tipo de trabajo que necesidades materiales, sociales e intelectuales; también conse realiza, sino el hecho de que quien lo ejecuta es una persona. (…) diciona a la familia, a la sociedad y a todo el género humano.
E
6 www.cc.gob.gt
Guatemala, mayo 2013, AÑO 3, No. 1
NUEVA PUBLICACÍON:
COMENTARIOS A LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA1
Julio César Cordón Aguilar
U
no de los proyectos de mayor relevancia, en el ámbito
académico, para la Presidencia 2012-2013 de la Corte
de Constitucionalidad, fue la elaboración de la obra
“Comentarios a la Constitución Política de la República de
Guatemala”, editada por primera vez en Guatemala. En esta
nueva publicación se presenta un estudio, desde la perspectiva
dogmática, legal y jurisprudencial, sin dejar de lado el Derecho
Comparado y los estándares internacionales aplicables, de las
disposiciones del texto constitucional guatemalteco.
La labor no fue fácil, desde el inicio, Magistrados y Letrados
de la Corte de Constitucionalidad, quienes voluntariamente
aceptaron el reto, se dieron a la tarea de
recopilar bibliografía, sentencias y cuanto
material, de origen nacional e internacional, fuera útil para el desarrollo de la obra.
El resultado ha sido altamente satisfactorio, la concreción de la publicación “Comentarios a la Constitución Política de la
República de Guatemala” en la cual los
autores han sabido expresar el fundamento, contenido y alcances de los 46 primeros
artículos del texto constitucional de nuestro país, a los que se suman importantes estudios acerca de la propia Constitución, el
Poder Constituyente y el Preámbulo de la
norma suprema, estos últimos abordados
espléndidamente por los Magistrados del
Tribunal, lo que indudablemente le otorga
un valor especial a la obra.
En cada uno de los comentarios a las normas constitucionales
se ha intentado abordar un estudio profundo del precepto específico, iniciando con la transcripción de este. A continuación se
han citado las CONCORDANCIAS existentes con otros artículos de la Constitución, es decir, otras normas del texto supremo
con las que el precepto bajo estudio se relaciona directamente.
Se ha incluido un apartado dedicado al estudio de los ANTECEDENTES CONSTITUCIONALES del derecho o institución que se comenta, con el que se ha pretendido identificar
qué anteriores cuerpos normativos fundamentales contenían
regulación al respecto.
En el apartado dedicado a la INTERPRETACIÓN DEL
PRECEPTO, el análisis se ha dirigido a explicar la relevancia
constitucional del derecho o institución, no limitando el estudio a la literalidad del texto que se comenta, sino abarcando
la explicación que desde la doctrina y la jurisprudencia se le
ha dado, sin dejar de lado el Derecho comparado, los instrumentos internacionales y los criterios que en ambos ámbitos
se han emitido.
Cada comentario incluye también tres apartados referidos
a DESARROLLO LEGISLATIVO, JURISPRUDENCIA
CONSTITUCIONAL y REFERENCIAS BÁSICAS DE
CONSULTA, en los que se han enumerado, respectivamente, las normas ordinarias que se han emitido para desarrollar el
precepto constitucional, pronunciamientos relevantes que la Corte de Constitucionalidad ha dictado en torno a este, y
por último, determinada bibliografía que
puede ser útil a quien esté interesado en
ahondar en el tema.
Los autores, Magistrados y letrados de
la Corte, quienes hicieron posible que la
obra fuera publicada, merecen un especial reconocimiento por su esfuerzo, dedicación y empeño, pues la elaboración
de los comentarios fue asumida con responsabilidad y entusiasmo, aunándose a
la carga de trabajo existente en el Tribunal, lo que no fue obstáculo para lograr
el cometido trazado. De igual manera
los miembros del Consejo Editor, muchos de ellos autores,
hicieron un esfuerzo sin parangón por revisar cada uno de
los trabajos a publicar, haciendo las observaciones pertinentes para que esta edición tuviera el nivel académico pretendido.
No queda más que expresar el deseo porque esta publicación
que ahora sale a la luz sea un aporte más para el estudio y desarrollo del Derecho Constitucional en nuestra patria.
Esta nueva publicación puede ser adquirida en la sede de la Corte de Constitucionalidad, en
edición impresa y digital.
1
www.cc.gob.gt 7
Guatemala, mayo 2013, AÑO 3, No. 1
Asistentes a la presentación del Tomo VII de Opus Magna Constitucional, en homenaje al Dr. Mario Aguirre Godoy (de izquierda a derecha): Dr. Julio César Cordón Aguilar, Lic. Martín Ramón Guzmán Hernández,
Magistrado Héctor Hugo Pérez Aguilera, Licda. Lizbeth Carolina Reyes de Barahona, Dr. Luis Felipe Sáenz Juárez, Licda. Gladys Elizabeth Chacón Corado, Dr. Mario Aguirre Godoy, Sra. Augusta Victoria Murga Luna
de Aguirre, Magistrado Mauro Roderico Chacón Corado, Sr. Adolfo Sun, Magistrado Juan Carlos Medina Salas, Dr. Rafael Armando Arroyo García y Lic. Rolando Aguirre Murga.
Tomo VII del libro
Opus Magna Constitucional
E
l pasado 10 de abril, en la Sala de Vistas de la Corte de Constitucionalidad, se hizo la presentación oficial del Tomo VII de Opus
Magna Constitucional, dedicado a la valiosa labor del jurista guatemalteco Mario Aguirre Godoy. El nuevo tomo de la publicación periódica
del Instituto de Justicia Constitucional, adscrito a la Corte de Constitucionalidad, contiene catorce trabajos distribuidos en cuatro secciones: I)
Derecho Constitucional; II) Constitución y Derecho Penal; III) Derecho
Procesal Constitucional; y IV) Jurisprudencia constitucional comparada.
Las obras que se incluyen en esta edición de Opus Magna Constitucional
son, en la primera sección: El debido proceso y su protección constitucional, del
Magistrado Mauro Roderico Chacón Corado; Estado de Derecho y Justicia
constitucional en América Latina, por Luis Pásara; Las democracias deben de acabar
con las “Constituciones” de las dictaduras, por Alberto Borea Odría; La enseñanza de los Derechos Humanos en espacios de lucha por la dignidad, por Yennesit
Palacios Valencia; y Marco conceptual mínimo para comprender el control político
en Guatemala, por José Ricardo Díaz Cobón. En el segundo apartado se
encuentran las siguientes obras: El genocidio y los deberes de la humanidad en
el Código Penal guatemalteco: su interpretación a partir de estándares internacionales,
por Alejandro Valencia Villa; Garantías constitucionales versus Derecho Penal del
enemigo, por Rony Eulalio López Contreras; Derecho al recurso y doble instancia
en el proceso penal. Algunas consideraciones a la luz de los instrumentos internacionales en materia de Derecho Humanos, por Julio César Cordón Aguilar. En
el siguiente apartado se encuentran las obras: El Derecho de amparo contra
resoluciones y actos jurisdiccionales –segunda parte–, por Luis Fernando Solano
Carrera; La eficacia temporal de las sentencias de las Cortes Constitucionales, por Lorenzo Bujosa Vadell; y La recusación del magistrado constitucional en los tribunales
constitucionales hispanoamericanos y España, por Jorge Luis Córdova Noguera.
Premio
“Edmundo Vásquez Martínez”
M
ediante Acuerdo 175-2012, reformado por Acuerdo 216-2012, ambos
del Presidente de la Corte de Constitucionalidad, se instituyó el Premio Edmundo Vásquez Martínez que se conferirá anualmente a las
mejores tesis de graduación en materias de Derecho Constitucional y Derecho
Procesal Constitucional, en las categorías de licenciatura, maestría y doctorado.
Para la concesión del Premio en su primera edición, la Junta Directiva del Instituto de Justicia Constitucional integró un jurado de calificación por cada categoría.
Dicho jurado se conformó por un mínimo de tres personas, quienes ostentan, por
lo menos, el grado académico correspondiente a la categoría en la que emitieron
calificación.
El Premio consiste en un diploma y una medalla de reconocimiento entregados en un acto público, además de la difusión de los trabajos galardonados
mediante su inclusión en una publicación especial. La convocatoria al Premio
se divulgó en todas las Universidades del país.
El acto de entrega del Premio se llevó a cabo el miércoles 3 de abril de 2013 en la
Sala de Vistas de la Corte de Constitucionalidad. En la categoría de Licenciatura,
el Premio le fue conferido a Kelly Marissa Loza Zenteno, de la Universidad Rafael
Landívar (URL), por la elaboración de la tesis: “Derechos Humanos de los Grupos
Vulnerables: Mujeres, Niños, Personas de la Tercera Edad y Personas en Estado de
Discapacidad”. Asimismo, conforme al dictamen del Jurado respectivo, se entregó
Mención Honorífica a Diana Lucía Yon Véliz, también de la Universidad Rafael Landívar, por la tesis: “Los objetivos de desarrollo del milenio y los derechos humanos”.
En cuanto a las categorías de Maestría y Doctorado, los respectivos Jurados
decidieron declarar desierto el Premio.
En la cuarta sección se incluyen las obras Juicio de ponderación constitucional:
caso libre emisión del pensamiento versus derecho a la intimidad, tendencia de la Corte
de Constitucionalidad de Guatemala, por Gustavo Adolfo Sigüenza Sigüenza;
Criterios del Tribunal Constitucional de Chile en relación a la judicatura 20062012, por Enrique Navarro Beltrán; y Los estándares de la reparación integral
vistos desde la jurisprudencia de la CIDH, por Boris Wilson Arias López.
Al acto de presentación asistieron familiares y amigos del homenajeado,
quien agradeció la edición de esta obra en su honor.
La convocatoria para aportar obras a ser publicadas en Opus Magna Constitucional se divulgó en universidades, centros de investigación e instituciones vinculadas al sistema de justicia, así como a universidades y centros
de investigación extranjeros y a los tribunales y salas constitucionales de
Iberoamérica.
8 www.cc.gob.gt
De izquierda a derecha: Licda. Kelly Marissa Loza Zenteno (URL), Premio Edmundo Vásquez Martínez en
la categoría de Licenciatura; Dr. Rolando Escobar Menaldo, Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de la Universidad Rafael Landívar; Licda. Diana Lucía Yon Véliz (URL), Mención Honorífica en la
categoría de Licenciatura, y M.A. Enrique Sánchez Usera, Director de Área de Ejes Transversales, Facultad de
Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar.
Descargar