REVISTA Nº 64, 2000, PÚBLICO. LAGOS Y LAGUNAS. TRIBUTOS

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Público. Lagos y Lagunas. Tributos. Determinación.
4013-1/00
Dictamen N° 93073-4
SECRETARIA LETRADA III
Código Civil
I.- Por las presentes actuaciones se consulta a esta Asesoría General de Gobierno
sobre la eventual obligatoriedad del pago de la tasa de Conservación, Reparación y
Mejorado de la Red Vial, por parte de un propietario de un inmueble en la porción del
mismo donde existe una laguna permanente.
II.- En atención que no se indica el nombre de la laguna y sus antecedentes, la consulta se evacúa en forma general y abstracta.
III.- Con tal alcance esta Asesoría General de Gobierno se ha expedido en numerosos
expedientes (2307-3789/97, 2335-28775/98, etc.) puntualizando que conforme: el Código Civil: los lagos navegables y sus lechos quedan comprendidos entre los bienes
del dominio público (art. 2340, inc 5º), en tanto que los no navegables, si bien también
son del dominio del Estado, su uso y goce lo tienen los propietarios ribereños (artículos 2342, 2349 y 2578).
El Código Civil emplea indistintamente la terminología de "lagos" y "lagunas" (art.
2578), entendiendo la doctrina que su situación es idéntica y que sólo se diferencian
por su magnitud (Lafaille y Marienhoff).
En lo atinente a los lagos navegables, su régimen legal está expresamente previsto en
el art. 2340 inc. 5) del Código Civil, asignándole carácter público. Con referencia a la
propiedad de los lagos no navegables, cuyo uso y goce el art. 2349 adjudica a los ribereños, el silencio del Código ha originado diversas tesis en cuanto a su condición jurídica, aunque la doctrina consagra la solución indicando que también pertenecen al
dominio público.
En este sentido, señala Spota que el legislador no ha enumerado en el art. 2340 a los
lagos no navegables, porque en tanto los bienes citados en esa norma se hallan librados al uso directo de los habitantes conforme a las prescripciones del derecho administrativo que regulen su aprovechamiento (art. 2341), los lagos no navegables son
susceptibles de un uso reservado a favor de sus ribereños.
Esta Asesoría ha tenido ocasión de exponer reiteradamente su criterio de que los lagos y lagunas, sean ellas navegables o no, pertenecen al dominio público provincial,
con excepción de aquellas que se forman por vertientes que nacen y mueren dentro
de una misma heredad, en mérito a lo dispuesto en los arts. 2340 incisos 3 y 5, 2349 y
2350 del Código Civil. Ha adherido así a la tesis publicista que sostiene que aunque el
art. 2349 no se pronuncie sobre la propiedad de los lagos no navegables, éstos pertenecen al dominio público del Estado, sea él nacional o provincial, según los casos.
En todos los supuestos, es menester remarcar que la reforma efectuada al Código
Civil por la Ley N° 17.711, ha ampliado sustancialmente el concepto de navegabilidad
en materia de lagos, al eliminar la frase "por buques de más de 100 toneladas..." del
inc. 5 del art. 2340, por lo que de acuerdo a la nueva redacción debe interpretarse que
para que un lago sea Iegalmente navegable basta con que pueda ser surcado con
embarcaciones destinadas a la pesca, actividades deportivas, etc.
A lo reseñado cabe agregar que la Ley N° 17.711 también ha reformulado el inc. 3) del
citado artículo y define como bien del dominio público a toda otra agua que tenga o
adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés general, por tanto, no sólo la navegabilidad es el carácter que define un espejo de agua como perteneciente al dominio y
uso público, sino toda otra circunstancia natural o artificial que permita su uso en bien
común.
Finalmente el artículo 2350 del Código Civil preceptúa que "Las vertientes que nacen y
mueren dentro de una misma heredad pertenecen en propiedad, uso y goce, al dueño
de la heredad". Si se trata de una heredad privada, la vertiente será un bien privado, si
se trata de un terreno público, el manantial será un bien del dominio público.
El origen del curso de agua es determinante en esta materia. Todo curso de agua que
proceda de un manantial o vertiente sigue la condición jurídica del predio en que nace
(arts. 2350 y 2637). En cambio, todo curso de agua cuyo origen no sea una vertiente o
manantial pertenece al dominio público (art. 2340 inc. 3).
Marienhoff, en su libro "Aguas Públicas y Privadas", pág. 492 y sgtes. expresa que
"Manantial es la denominación que recibe el lugar o punto en que aflora el agua procedente del interior de la tierra. También se llama vertiente". "La caracterización legal
de la vertiente o manantial comienza desde el momento que el agua que lo constituye
aflora a la superficie, antes que ello ocurra, legalmente solo se tratará de agua subterránea".
A continuación cabe destacar que nuestro derecho en lo referente a la condición legal
de los manantiales o vertientes consagra el principio de que ellos siguen la condición
del predio en que nacen, regla muy distinta a la que establece para los cursos de agua
cuyo origen sea otro que un manantial, pues tales cursos de agua, al contrario de lo
que sucede con los manantiales, son siempre públicos (art 2637).
En cuanto a la línea de ribera ha sido definida como la sucesión de puntos de nivel
(cotas) que determinan las más altas aguas en estado normal (arts. 2577 y 2340 del
Código Civil). En síntesis, es el límite legal entre el dominio público y el dominio privado. Por medio de estudios y operaciones se establece cuales son los niveles que intervienen y luego se eligen entre ellos los que darán la cota de ribera legal, sobre la
base de la especialidad que se requiere en cada caso particular y en cada zona geográfica y tiempo determinado. Tal acto está basado en una verificación empírica y no
es constitutivo de dominio público alguno, sino declarativo de la existencia de un dominio previamente establecido por la ley sustantiva (art. 2340 del C.C., Decreto N°
10.391/87 y Código de Aguas, Ley N° 12.257).
Por último cabe señalar que se ha definido a los lagos como una vasta y perenne
acumulación de agua formada por la naturaleza.
Spota en su Tratado de Derecho Civil T. I, Vol. 3, pág. 584 n° 1733, señala que el legislador considera parte fluida del suelo aquellas aguas que no existen perennemente
ya que se tratan de simples depresiones del suelo, que por fenómeno de las lluvias o
por otras circunstancias, contengan aguas sin que medie una alimentación de aguas
que determine la perpetua existencia de ellas.
En cambio, si resulta una masa o colección de aguas perennes, rodeadas por tierras y
depositadas en una concavidad, se estaría en presencia de un lago, el que para ser
tal, debe tener determinada extensión y concavidad y la masa de agua debe existir
perennemente.
Determinar cuando se está o no en presencia de un lago, constituye una cuestión de
hecho para cuya dilucidación deben tomarse en cuenta, entre otros factores: 1) la extensión o tamaño del lago, 2) ancho de la entrada o de la salida del lago o del ensanchamiento, en los casos que no se alimenten y descarguen por vía subterránea y 3)
profundidad.
Para Marienhoff los "lagos son lagos y no inmuebles ocupados por aguas. La porción
de tierra que ocupe un lago es su lecho y éste que forma parte esencial e inseparable
del lago, tendrá la condición jurídica que se le asigne a este último. Los lagos por sí,
constituyen bienes distintos de los terrenos que los rodean".
IV.- Resultando cuestiones de hecho será necesario para aquellos casos que no se
tratare de lagunas notoriamente conocidas (lo que se ignora en el caso en consulta,
dado que no se designa la misma) que se realice una inspección y relevamiento actual
del espejo de agua existente, de sus dimensiones, profundidad, uso turístico y deporti-
vos, pesca, flora, cultivos, como así también deberá determinarse si tiene o no afluentes y si su alimentación es por precipitaciones y aportes de napas subterráneas, y toda
otra circunstancia que incida para determinar su perennidad (art. 2340 incs. 3 y 5 del
Código Civil), debiendo la Dirección Provincial de Hidráulica adjuntar todos los antecedentes y documentación relativa a la misma, al igual que un croquis con la incidencia
de la laguna en las parcelas privadas en cuestión.
En el supuesto que se tratare de una laguna perenne y por tanto del dominio público
del Estado Provincial (art. 2340 incs. 3 y 5 del Código Civil), deberá fijarse la línea de
ribera (Código de Aguas, Ley N° 12.257 y Decreto N° 10.391/87), ya que de ella surgirá la superficie a descontar de los títulos privados, en relación a lo que se determine
como laguna perenne.
Va de suyo que si trata de un bien del dominio público provincial, por la parte que así
se determine en los respectivos planos, el propietario que eventualmente la hubiera
tenido incluida en sus títulos, no deberá tributar impuestos provinciales y tasas municipales.
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