Reacciones redox El funcionamiento de una pila de reloj, el de una planta de niquelado y el consumo respiratorio de oxígeno de cualquiera de nosotros tienen un fundamento común. Se trata, en todos los casos, de procesos que los químicos denominan redox (reducción-oxidación). Los procesos en los que la reordenación de los átomos va acompañada de una ganancia o de una pérdida de influencia sobre sus electrones externos representan un tipo de reacción química muy extensa y de grandes consecuencias, tanto en el orden biológico como en el tecnológico. Ejemplos destacados de reacciones redox son los procesos bioquímicos inherentes a la fotosíntesis, la quimiosíntesis o la respiración, que permiten a los seres vivos obtener energía a partir de la luz solar o de las moléculas de los alimentos. Los procesos redox han servido también como base de la acumulación de energía eléctrica en pilas y baterías que conocen hoy en día una diversificación extraordinaria y, al mismo tiempo se enfrentan a la problemática de la contaminación ambiental. La relación entre la electricidad y la química continúa a nivel de los procesos electrolíticos que procuran recubrimientos brillantes y duraderos en las piezas de automóviles y motocicletas o permiten fabricar diversas piezas de joyería. La corrosión de los metales y cómo evitarla es todavía otro aspecto que ocupa a una buena parte de los químicos que trabajan en las cuestiones electroquímicas.