RESEÑA DEL AMPARO EN REVISIÓN 824/2011 PRIMERA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN “VIOLA EL PRINCIPIO DE IGUALDAD EXIGIR MAYORES REQUISITOS AL HOMBRE QUE A LA MUJER PARA ACCEDER A UNA PENSIÓN DE VIUDEZ” RESEÑA DEL AMPARO EN REVISIÓN 824/2011 MINISTRO PONENTE: ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA SECRETARIA: ANA MARÍA IBARRA OLGUÍN PRIMERA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN “VIOLA EL PRINCIPIO DE IGUALDAD EXIGIR MAYORES REQUISITOS AL HOMBRE QUE A LA MUJER PARA ACCEDER A UNA PENSIÓN DE VIUDEZ” Cronista: Maestra Nicole Elizabeth Illand Murga∗ En este asunto, el cónyuge supérstite de una trabajadora que cotizó durante su vida laboral para el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales del Estado, solicitó el amparo y protección de la Justicia Federal en contra del Congreso de la Unión, Presidente de la República, Secretario de Gobernación, Director del Diario Oficial de la Federación, Subdelegado de Prestaciones de la Delegación Estatal en Colima, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, de quienes reclamó la creación, aprobación, publicación, refrendo y aplicación de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de diciembre de 1983,1 concretamente, el artículo 75 fracción III.2 Para el solicitante del amparo, el precepto legal impugnado vulneraba en su perjuicio los artículos 1º, 4º, 14, 16, y 123 apartado “B”, fracción XI, inciso a), de la Constitución Federal, pues estimó que se violaba la garantía de igualdad al establecer un ∗ Funcionaria adscrita a la Unidad de Crónicas de la Dirección General de Casas de la Cultura Jurídica. 1 Legislación vigente hasta el 31 de marzo de 2007, aplicable al caso. 2 Artículo 75. El orden para gozar de las pensiones a que se refiere este artículo será el siguiente: (…) III. El esposo supérstite solo, o en concurrencia con los hijos o éstos solos cuando reúnan las condiciones a que se refiere la fracción I siempre que aquél fuese mayor de 55 años, o esté incapacitado para trabajar y hubiere dependido económicamente de la esposa trabajadora o pensionada; -1- trato distinto para tener acceso a la pensión de viudez otorgada por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado, según se trate de la esposa supérstite, o bien, del esposo supérstite de la trabajadora o pensionada, pues para que el viudo de la trabajadora pueda ser derechohabiente de una pensión por viudez, se establecen como requisitos: tener 55 años, estar incapacitado para trabajar y haber dependido económicamente de la esposa trabajadora, siendo que esos requisitos no se prevén para la esposa sobreviviente del trabajador, además, el quejoso señaló que si durante su vida laboral la extinta pensionada cotizó para que quienes le sobrevivieran tuvieran derecho a disfrutar de los seguros previstos en la ley, entonces la pensión por viudez no era una concesión gratuita, sino un derecho generado durante su vida productiva con el objeto de garantizar la subsistencia de sus beneficiarios. El conocimiento de dicha demanda correspondió al Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de Colima, el cual, mediante sentencia de 16 de julio de 2010, terminada de engrosar el 30 de septiembre de 2010, concedió el amparo solicitado por el quejoso respecto a la creación, aprobación, promulgación, refrendo, publicación y aplicación del artículo 75, fracción III de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. Inconformes con la resolución anterior, el Subdelegado de Prestaciones, así como la apoderada y titular de la Unidad Jurídica, ambos de la Delegación Estatal del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, y el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, interpusieron recurso de revisión, el cual correspondió conocer al -2- Tribunal Colegiado del Trigésimo Segundo Circuito, cuyo Presidente mediante auto de 21 de febrero de 2011, admitió el mencionado recurso y lo registró con el número A.R. 80/2011. El 2 de diciembre de 2011, dicho órgano colegiado dictó sentencia en la que desechó el recurso de revisión interpuesto por la Subdelegación de Prestaciones de la Delegación Estatal en Colima, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, y de la Apoderada y Titular de la Unidad Jurídica de dicha dependencia; asimismo, en la materia de la revisión, modificó la resolución recurrida y sobreseyó en el juicio de garantías promovido por el quejoso contra la publicación de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de diciembre de 1983, por cuanto hace al artículo 75, fracción III, y reservó jurisdicción a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para conocer de la impugnación del artículo en comento. Así las cosas, el Alto Tribunal del país asumió su competencia originaria para conocer del recurso de revisión, al subsistir el problema de inconstitucionalidad planteado; se ordenó formar y registrar el toca con el número 824/2011; dar vista al Procurador General de la República para que formulara el pedimento respectivo; y turnar el asunto al señor Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, para la elaboración del proyecto de resolución correspondiente. El asunto se discutió y resolvió por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la sesión celebrada el día 15 de febrero de 2012. -3- En el análisis correspondiente, la Primera Sala se avocó al estudio de los argumentos hechos valer por el recurrente Delegado del Presidente de la República, en los que pretendió demostrar que el artículo 75, fracción III de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado no era inconstitucional. Sobre el tema, la Primera Sala consideró que no le asistía la razón al recurrente al señalar que el Juzgador Federal realizó una indebida interpretación del artículo 4º constitucional y que no analizó a fondo dicho precepto. Lo anterior, porque en la sentencia de amparo, el Juez de Distrito señaló que la garantía de igualdad contenida en el mencionado precepto constitucional se traduce en que varias personas que se encuentren en una situación particular frente a la ley, tengan la capacidad y posibilidad de ser titulares de los mismos derechos o bien de contraer las mismas obligaciones que otra persona, o sea, que guardan el mismo estatus jurídico, por lo que la anterior prerrogativa parte de la concepción de que la persona humana es lo más importante, y por ello, todo atributo que diferencie a los grupos humanos con la finalidad de discriminarlos o darles un trato preferente a otros, debe ser eliminado, si se basa en razones de raza, religión, condición económica, color de piel u alguna otra característica que no forme parte de la esencia del ser. En tal virtud, se estimó que el Juez de Distrito sí interpretó debidamente y a fondo el artículo 4° de la Constitución Federal. Posteriormente, la Primera Sala procedió a analizar los restantes agravios a fin de determinar si los requisitos que debe -4- cumplir el esposo supérstite de la trabajadora para obtener una pensión de viudez se justificaban a la luz de la garantía de igualdad establecida en el artículo 1º constitucional, en relación con el 4º de ese mismo ordenamiento. Para ello, se destacó que del texto de la fracción III del artículo 75 de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, se advertía que, en efecto, la norma establece mayores condiciones al esposo supérstite para obtener una pensión por viudez en relación con la esposa sobreviviente. Esto es, la Primera Sala indicó que el precepto impugnado prevé el derecho a la pensión de viudez para quien fue esposa del trabajador (viuda) cuando se encuentre sola, o en concurrencia de hijos con los requisitos establecidos en la propia norma, e hizo notar que dicho derecho también se encuentra reconocido para el viudo de la trabajadora, en principio bajo las mismas condiciones que las mencionadas para la viuda; pero, además, exigía la acreditación de otros requisitos, como lo eran: • Ser mayor de cincuenta y cinco años. • Esté incapacitado para trabajar. • Haber dependido económicamente de la trabajadora o pensionada. Precisado lo anterior, se destacó el contenido del artículo 73 de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de diciembre de 1983, así como el texto del numeral 123, apartado B, fracción XI, inciso a) de la Constitución Federal, pues el primero de los preceptos citados establece que el origen de las pensiones de viudez es la muerte del trabajador -5- cuando éste hubiere cotizado al Instituto más de 15 años, o bien, cuando tuviere 70 años de edad o más al momento de su fallecimiento y que hubiese cotizado un mínimo de 10 años; y, el segundo numeral mencionado establece las bases mínimas de seguridad social para los trabajadores al servicio del Estado, dentro de las que destaca como derecho fundamental el protegerlos hasta su muerte, lo que necesariamente implica la protección de su familia en caso de fallecimiento. Con base en lo anterior, la Primera Sala consideró que el derecho a una pensión no encuentra limitantes por razón de género, pues se refiere en general a los trabajadores, lo cual quería decir que si una trabajadora desempeñó la misma labor que una persona del sexo masculino, cotizó de igual forma para tener acceso a los derechos que otorga la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, y si su estado civil también es el mismo, sus familiares deben acceder al disfrute de los derechos que la institución concede, en la misma forma que lo tiene un trabajador varón. Por ende, se sostuvo que contrariamente a lo argumentado por el agraviado, no existía justificación para que ante una misma situación jurídica, es decir, el estado de viudez del cónyuge supérstite de una trabajadora o de un trabajador, se les diera un trato diferente, en tanto que se establecen mayores requisitos para que el viudo pueda acceder a dicha pensión en comparación a los que se exige para la viuda, sin razones válidas que lo justifiquen; pues tales exigencias se basan simplemente en el sexo de la persona en estado de viudez. -6- En ese sentido, se consideró que diferenciar entre uno y otro (viudo y viuda), sin mayor razón que las diferencias por cuestión de género, era claramente violatorio de lo dispuesto en los artículos 1º y 4º, en relación con el 123, apartado B, fracción XI, inciso a), de la Constitución. En tal virtud, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió, en lo que era materia de la revisión, confirmar la sentencia recurrida y conceder el amparo solicitado respecto al artículo 75, fracción III de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de diciembre de 1983. La anterior determinación se aprobó por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros Jorge Mario Pardo Rebolledo, José Ramón Cossío Díaz, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y ponente Presidente Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Cabe señalar que de este asunto derivó la tesis de rubro: TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO. EL ARTÍCULO 75, FRACCIÓN III, DE LA LEY DEL INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO, VIOLA EL PRINCIPIO DE IGUALDAD CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 4o. CONSTITUCIONAL (LEGISLACIÓN VIGENTE HASTA EL 31 DE MARZO DE 2007).3 3 Tesis 1a. VII/2012 (9a.), consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro VI, Marzo de 2012, Tomo 1, página 294, Registro IUS 160178. -7-