Valoración de los bienes intangibles en ajustes por precios de transferencia* RAFAEL COSÍN OCHAÍTA Agencia Estatal de Administración Tributaria SUMARIO 1. BIENES INTANGIBLES.—2. CLASES DE BIENES INTANGIBLES.—3. MODOS DE TRANSFERIR LA PROPIEDAD O EL USO DE LOS 3.1. Transmisión onerosa de bienes intangibles. 3.2. Cesión del derecho de uso mediante licencia.—4. VALORACIÓN DE BIENES INTANGIBLES. 4.1. Valoración de bienes intangibles de producción. 4.1.1. Paten­ te. 4.1.2. Know-How. 4.1.3. Canon. 4.2. Valoración de bienes intangibles de comercialización. 4.2.1. Marcas comerciales. 4.2.2. Participaciones de mercado. 4.3. Valoración de superintangibles. 4.4. Intangibles mixtos. 4.4.1. El sistema de información de la empresa o grupo. 4.4.2. Franquicias. 4.4.3. Fondo de comercio. 4.4.4. Orga­ nización del personal. BIENES INTANGIBLES. Palabras clave: Fiscalidad Internacional, Impuesto sobre Sociedades, operaciones vinculadas, precios de trans­ ferencia, valoración de intangibles. 1. BIENES Los bienes tangibles junto con los intangibles soportan los riesgos empresariales y una forma de medir dichos intangibles será en función del riesgo asociado a ellos. Contablemente, el Plan General Contable (en adelante PGC) considera a los activos intangibles (Inmateriales) como aquellos de naturaleza intangi­ ble, que son reconocidos si previamente se ha pro­ ducido una transacción con desembolso, y que son capaces de generar ingresos en el futuro, no exis­ tiendo dudas de dicha capacidad, ya que de lo con­ trario, serían gastos del ejercicio. La reforma contable que se está operando actualmente en España con la incorporación a la normativa contable de las Normas Internacionales de Contabilidad (en adelante NIC), en particular la NIC 38 define a los activos inmateriales como un activo identificable, de carácter monetario y sin sustancia física, con las siguientes características: — Identificación. Se identifican si son separa­ bles y pueden venderse, transferirse, alquilarse o intercambiarse con un activo o pasivo relacionado mediante contrato. — Control. El activo es un derecho a obtener beneficios económicos futuros y una capa­ INTANGIBLES Los bienes o activos intangibles están constitui­ dos por un conjunto de derechos y de relaciones de hecho, susceptibles de valoración económica, teniendo por aptitud la de contribuir de forma duradera a la obtención de beneficios, fruto de la actividad propia de la empresa. Como puede observarse la función de los intangibles, en si mis­ mos, no es financiera, lo que los distingue de los instrumentos financieros. En consecuencia, los bienes o activos intangi­ bles están formados por derechos de utilización de activos industriales, la propiedad literaria y artísti­ ca, la propiedad intelectual, entre ellos, las infor­ maciones relativas a experiencias industriales, comerciales o científicas (denominadas KnowHow). Asimismo, se debe incluir el software como categoría de bien intangible protegido por la Ley de Propiedad Intelectual y los acuerdos de I+D. Todos estos activos tienen como denominador común su existencia en la empresa, como asociados a los bienes tangibles, aunque carezcan de valor contable, a pesar de poseer, en muchos casos, un valor considerable. * Trabajo presentado al VII-A Curso de Alta Especialización en Fiscalidad Internacional celebrado en la Escuela de la Hacienda Pública del Instituto de Estudios Fiscales en el segundo semestre de 2006. 35 Cuadernos de Formación. Colaboración 18/07. Volumen 4/2007 — Propiedad intelectual: — – Know-How, secretos mercantiles, soft­ ware y acuerdos de Investigación y Desarrollo (en adelante I+D). Bajo el punto de vista económico se clasifican los bienes intangibles en relación a su incardinación en las funciones de producción o comercialización de la empresa: los bienes intangibles de fabricación o prestación de servicios asociados o creados en la actividad de producción o prestación de servicios e I+D, y los bienes intangibles de mercado que se asocian o se crean en las funciones de comerciali­ zación, distribución y servicios post-venta. Las Directrices aplicables en materia de precios de transferencia a empresas multinacionales y Administra­ ciones Tributarias de la OCDE (2003), en adelante Directrices de la OCDE, en su Capítulo VI considera a los bienes intangibles dentro de los "comerciales" en los que incluye las patentes, el Know-How, los diseños, los modelos que son utilizados para la pro­ ducción de un bien o la prestación de un servicios así como los intangibles que constituyen por sí mismos activos de una empresa transferidos a sus clientes o utilizados en la explotación de la empresa (software). Incluidos dentro de los Comerciales figuran los de comercialización que comprenden: las marcas de fábrica, los nombres comerciales, las listas de clientes, los canales de distribución y los símbolos o grafismos únicos que tengan un valor promocio­ nal importante para los productos de la empresa. Como tercer categoría de intangibles, las Direc­ trices de la OCDE, diferencian a los intangibles mercantiles como aquellos intangibles comerciales distintos de los de comercialización. Este tipo de intangibles surge normalmente de procesos de I+D y resulta difícil su delimitación con los anterio­ res (comercialización) dado que no todos los gas­ tos de I+D producen intangibles mercantiles, ni todas las actividades de comercialización van a dar origen a un intangible de comercialización. Estas actividades son: el estudio de mercado, el diseño o planificación de productos, las estrategias de promoción de ventas, las relaciones públicas, las ventas o realizaciones de servicios, el control de calidad, etc. Si estas actividades no tienen conse­ cuencias a medio o largo plazo, su calificación con­ table como gasto del ejercicio impide su activación o capitalización, no generando un posible intangible de comercialización. Por último, existe una categoría especial de intangibles que la doctrina ha separado por ser úni­ cos y singulares. Nos referimos a los superintangi­ bles de procesos o productos que solo son poseídos por una entidad a nivel mundial. cidad de restringir el acceso de terceros a estos beneficios. — Reconocimiento. Se reconocen cuando: — – es probable que los beneficios económi­ cos futuros esperados fluyan a la socie­ dad (el precio que se paga en una transacción refleja dicha probabilidad), o — – es posible valorar su coste de forma fiable. — Mantenimiento. Se mantienen en contabi­ lidad si son capaces de generar beneficios económicos futuros. Cualquier bien que no cumpla las características anteriores, se considerará como gasto del ejercicio, el precio de adquisición o el coste de generación interna, excepto si la forma de adquisición o genera­ ción interna es a través de una combinación de nego­ cios (fusión, escisión, aportación...), que en estos casos, debe formar parte del Fondo de Comercio. La nueva normativa contable impide el recono­ cimiento inicial de los siguientes bienes intangibles, cuando se han generado internamente: — las marcas; — las cabeceras de los periódicos o revistas; — las denominaciones editoriales; — las relaciones de clientes u otras partidas equivalentes; — el Fondo de Comercio; — los activos inmateriales generados del pro­ pio proceso de investigación, como vere­ mos más adelante, y — cualquier partida reconocida como gasto, que no puede posteriormente reconocer­ se como parte del coste de un activo inma­ terial. 2. CLASES DE BIENES INTANGIBLES Existen dos tipos de clasificaciones de los bienes intangibles: la clasificación jurídica y la económica. Bajo el punto de vista jurídico los bienes intan­ gibles se clasifican en función de la normativa jurí­ dica de referencia: — Derechos de utilización de activos indus­ triales. — Patentes, marcas de fábrica, nombres comerciales: — – dibujos; — – diseños, o — – modelos. — Propiedad literaria y artística. 36 Valoración de los bienes intangibles en ajustes por precios de transferencia R AFAEL C OSÍN O CHAÍTA 3. MODOS 3.2. Cesión del derecho de uso mediante licencia DE TRANSFERIR LA PROPIEDAD O EL USO DE LOS BIENES INTANGIBLES La modalidad más común de transferencia del uso de un bien intangible es mediante licencia. El acuerdo de licencia supone el pago de un Canon para obtener ciertos derechos sobre los bienes o activos intangibles, que tiene la naturaleza de periódico y está fijado de conformidad con la producción, las ventas o, en algunas ocasiones, en base a las utilidades o beneficios de quien los usa. El contrato de licencia deberá contener los siguientes términos: — El derecho territorial que garantiza la licencia. — El período contractual de utilización de la licencia. — El tipo de canon o royalty, el método de cálculo y período de pago. — Los derechos de uso que se conceden al licenciador por su propiedad. — Los derechos de uso que se conceden al licenciatario así como la frecuencia y el tipo de asistencia técnica que el licenciata­ rio recibe del licenciador, así como el coste de la misma. — La situación, en su caso, de haber sido sublicenciada. En algunos contratos se incluye, dentro del pre­ cio de la compraventa de los productos o de la prestación de los servicios, el pago compensatorio en concepto de canon, englobando, en definitiva, el precio de la mercancía o del servicio a prestar la retribución del activo intangible, normalmente de producción o comercialización de la misma. En estos casos, es necesario separar la parte corres­ pondiente a la remuneración de la cesión del intan­ gible, del precio de la mercancía o servicio. La cesión parcial de la propiedad o de la pose­ sión del bien intangible es otro supuesto que puede producirse, siendo necesario separar las remune­ raciones correspondientes a la cesión de uso y a la cesión parcial de la propiedad o posesión, a efectos de poder valorar ambos a precios de mercado, siempre que posean la misma importancia y que una no sea significativa respecto de la otra. Los bienes intangibles pueden transferirse, entre otros, a través de las cuatro formas siguientes: — Transmisión onerosa (compraventa, fusión, escisión...). — Cesión del derecho de uso mediante licen­ cia. — Cesión gratuita (por ejemplo donación). — Concesión administrativa. Dejando aparte las dos últimas, por no ser habi­ tuales, muy poco la última y la cesión gratuita por no permitir dicha cesión la normativa contable actual (PGC) aunque sí las NIC (NIC 38), vamos a referirnos a las dos primeras por ser las más comúnmente utilizadas. 3.1. Transmisión onerosa de bienes intangibles Los bienes intangibles por su propia naturaleza poseen una vinculación con el área geográfica en la que pueden ejercerse los derechos. Así mismo, dichos bienes están en relación directa con el pro­ ducto o servicios específico al cual se asocian. Por estos motivos, la legislación mercantil exige, al transmitente o al que desarrolla el bien, que se establezca en la transmisión el área geográ­ fica, producto y/o servicios en el que se ejerce los derechos o bienes que se transmiten. La relación del bien intangible al producto o servicios o al área geográfica determina en la mayoría de los casos un índice de ponderación en la valoración del bien intangible transmitido, todo ello, dentro de un contorno económico como es el mercado asociado. Este criterio de mercado plantea problemas específicos a la hora de valorar las transmisiones onerosas de bienes intangibles, como veremos más adelante. A título de ejemplo planteamos las trans­ acciones siguientes: — Transmisión onerosa de intangibles asocia­ dos a productos intermedios (por ejemplo componentes, productos semitransforma­ dos, ingredientes auxiliares, etc.). — Transmisión onerosa de intangibles asocia­ dos a productos finales dentro de un merca­ do de libre competencia o de un mercado oligopolista o de uno de precios regulados. — Transmisión onerosa de bienes intangibles asociados a productos industriales, adqui­ ridos por una entidad que los asociará a productos de consumo. 4. VALORACIÓN DE BIENES INTANGIBLES 4.1. Valoración de bienes intangibles de producción Como se ha indicado, bajo el punto de vista económico, los bienes intangibles relacionados con 37 Cuadernos de Formación. Colaboración 18/07. Volumen 4/2007 la función de producción de bienes o servicios e I+D se consideran como de producción. Son los denominados: patentes, cánones, Know-How o experiencias científicas o técnicas. En este aparta­ do solo se contemplan los tres primeros intangibles ya que las experiencias científicas o técnicas cuan­ do surgen espontáneamente e internamente o mediante procesos internos de I+D tiene su refle­ jo contable vía costes a la cuenta de pérdidas y ganancias (investigación o espontáneamente) o a su activación en determinados casos (desarrollo) según la NIC 38. En definitiva, al ser bienes intangibles generados internamente, ya sea espontáneamente (innova­ ción) o bien dentro de un proceso (I+D), su valo­ ración se realizará por su coste. La posterior transmisión de dichos activos requerirá una valora­ ción individual basada en el grado de desarrollo tecnológico que represente el activo en su relación económica para alcanzar un grado de poder mono­ polístico por la entidad respecto del bien o servicio potencial en un mercado correspondiente. Esta valoración va a ser objeto de desarrollo cuando nos refiramos a continuación a las patentes. 4.1.1. requisito es determinar si dicho mayor valor se mantiene o bien por el contrario, disminuye al aparecer patentes sustitutivas o complementarias. — La importancia de la patente en el proceso productivo del producto final. La creación de una patente puede referirse al producto final o bien a productos intermedios de fabricación del mismo. La valoración de la patente deberá realizarse en relación con dicho producto intermedio sin que pueda efectuarse en relación con el producto final. Todos estos requisitos deben ser tenidos en cuenta en la valoración de la patente. La cuestión que se suscita a continuación es cómo se determi­ na dicho valor. El procedimiento clásico es deter­ minar su valor a partir de la estimación de los beneficios esperados de la patente (valor actual neto de los beneficios estimados futuros). Otro sis­ tema es mediante su coste, si se ha generado inter­ namente mediante procesos de I+D. Ambos métodos no presentan ninguna dificultad, salvo en la mayor o menor certidumbre en las estimaciones. Para patentes "innovadoras" que representen un progreso de "punta" tecnológica, el procedimiento de valoración es más complejo y debe necesaria­ mente recoger la nueva posición que alcanza la empresa en el mercado. Bajo este punto de vista, las patentes constituyen verdaderas barreras para impedir la entrada o el desarrollo de las empresas dentro de un sector. Estas barreras pueden ser muy efectivas, cuando crean un monopolio absoluto para el propietario de la patente durante su vida útil, siendo inefectiva cuando puede ser plagiada fácilmente o cuando cubren solo parcialmente aspectos no significativos del producto o proceso. Este aspecto del grado de poder monopolístico que conlleva la patente es de singular importancia a la hora de valorar los precios de transferencia en transmisiones o cesiones de patentes. Patentes que proveen a su propietario de un alto nivel de protección, tienen un mayor valor que las que proveen menor nivel. Por tanto, para valo­ rar el precio de transferencia de una patente (transmisión de propiedad o cesión de uso) puede determinarse a través del grado de poder mono­ polístico originario que conlleva su adquisición por el adquirente, tanto bajo el punto de vista estático como dinámico, es decir, no sólo en términos absolutos sino también en relativos, el período de tiempo durante el cual el original diseño creado ha funcionado en monopolio para la empresa adqui­ rente. Este periodo de continuidad de la situación monopolística puede permitir al adquirente explo­ Patente La comparación entre transacciones de paten­ tes, ventas o cesiones de uso, vinculadas e indepen­ dientes debe atender a los requisitos siguientes, según las Directrices de la OCDE: — Naturaleza de la patente, distinguiendo las patentes de producto, de proceso o de sis­ tema. — El grado y período de protección que esta­ blece el derecho de patente en los países afectados. Así mismo, debe estimarse si se pueden desarrollar rápidamente nuevas patentes sustitutivas o complementarias de las anteriores. También se deberá esti­ mar si se puede desarrollar una nueva patente basada en la anterior que permita prolongar la duración de dicha patente. — El grado de conservación de su valor eco­ nómico. Tan importante es determinar el período de protección de la patente como establecer el tiempo en la cual se mantie­ ne su valor económico. A efectos de dicho valor, no es lo mismo la patente de intro­ ducción de un producto o proceso en el mercado, que la de sustitución o innova­ ción de un producto o proceso existente. Evidentemente la primera tendrá un mayor valor que la segunda. Ahora bien, lo que se trata con el establecimiento de este 38 Valoración de los bienes intangibles en ajustes por precios de transferencia R AFAEL C OSÍN O CHAÍTA tar su posición vía precios y desarrollar un nuevo Know-How de fabricación o producto así como una nueva marca. En definitiva, la valoración de la patente deberá recoger la capacidad de la empresa adquirente de generar beneficios extraordinarios o, lo que es lo mismo, el grado de poder monopolístico. Pues bien, este grado de poder monopolístico en paten­ tes innovadoras deberá adicionarse al coste del proceso de I+D, si la patente se ha generado inter­ namente o bien acumularse a los beneficios ordina­ rios futuros estimados, a efectos de determinar su valoración en los métodos tradicionales del valor actual neto y del valor a coste de introducción que indicamos anteriormente. La cuestión que surge es cómo se determina el grado de poder monopolístico. Una forma empírica de determinar este grado de poder monopolístico es precisamente no fijarlo específicamente sino determinar con cifras reales los extrabeneficios o beneficios extraordinarios que obtiene el adquirente de la patente. Por ejemplo, si suponemos que el grupo adquiere una patente por 200.000 €, con unas perspectivas de aumento de la cuota de mercado del 10 por 100 para el grupo y la filial española par­ ticipa en el 20 por 100 del mercado mundial. El Grupo adquirente ha obtenido unos resultados de 60.000 € el primer año y 90.000 € en el ejercicio que adquirió la patente. El valor de la patente coincidirá con la capaci­ dad para generar beneficios extraordinarios, es decir, en nuestro caso el beneficio del primer ejer­ cicio de adquisición de la patente es de 90.000 €. Desglosando este importe entre el beneficio nor­ mal de 60.000 € y que corresponde a un aumento de la cuota de mercado del 10 por 100 sobre el beneficio normal tenemos: Otros métodos de determinación son los basa­ dos en el precio límite o la del precio que previene a la sociedad de la entrada de nuevos competido­ res en el sector (teoría de KOVISOYARIS). De acuerdo con esta teoría, el beneficio que la entidad potencial entrante espera obtener en el mercado, está condicionado por las circunstancias de la demanda y de los costes existentes en el mer­ cado en el momento de analizar su entrada en dicho mercado. Para SYLOS LABINI, las empresas instaladas en el mercado, para evitar nuevas entradas, aumentarán la producción que inevitablemente establecerá una barrera de entrada, traducida en un precio límite, de forma que los beneficios de la entidad entrante sean mínimos o nulos. A este precio límite, la enti­ dad obtendría unos beneficios extraordinarios deri­ vados de su situación cuasi monopolística. Si continúa el grado de concentración en la cuota de mercado, la entidad llegaría a constituirse en mono­ polística absoluta, denominándose entonces a los intangibles en esta situación "superintangibles". El método del índice de concentración permite medir el grado de poder monopolístico. Vamos a describir cómo se obtiene un índice de concentra­ ción. Supongamos que tenemos n cantidades que miden la intensidad de un carácter determinado (por ejemplo precios o costes) en n casos posibles. Lo primero que haremos es ordenar las cantidades a1, a2 ... an en un orden creciente de forma que cada una de ellas sea igual o inferior a la sucesiva, es decir, ai ≤ ai+1. Ordenadas de menor a mayor procederemos a efectuar la suma de las dos primeras cantidades, a continuación de las tres primeras y así sucesiva­ mente obteniendo los siguientes valores: A 1 = a1 A2 = a 1 + a 2 A3 = a 1 + a 2 + a 3 An = a1 + a2 + ... + an. De esta forma obtenemos una tabla de cantida­ des (columna Ai) que completamos con las siguien­ tes columnas: 90.000 = [10% s 60.000 + 6.000]+ X por tanto: X = 90.000 − 66.000 = 24.000 Quiere esto decir que el grado de poder mono­ polístico representa un 40 por 100 en los benefi­ cios normales, siempre partiendo de la base que la estructura de costes se hubiese mantenido. Por tanto, el valor de la patente, como capaci­ dad para generar beneficios extraordinarios, es el resultado de capitalizar a 10 años los extrabenefi­ cios de 24.000 €. VAN = qi = Ai i , pi = y p i − qi A2 n La última columna (pi – qi) determinará la con­ centración del mercado (si el carácter que escoge­ mos son los precios de intercambio de los bienes o servicios en un mercado determinado. Gráfica­ mente puede representarse la curva de concentra­ ción (eje ordenadas qi y eje de abscisas pi) en 24.000 € = 240.000 € 0,1 39 Cuadernos de Formación. Colaboración 18/07. Volumen 4/2007 re distinguir, tan precisa como sea posible, el tipo de propiedad que va a ser licenciada. Una vez identifi­ cada la propiedad se determinarán los derechos garantizados por el licenciatario y finalmente se pro­ cederá a determinar la contraprestación a valor de mercado al propietario/desarrollador del intangible. La propiedad del intangible puede dar lugar a dos tipos de cánones: — La propiedad se refiere a un intangible "ordinario", el canon a) constituye una con­ traprestación de la protección frente a los competidores y por el contrario. — La propiedad se refiere a un "superintangi­ ble", la contraprestación retribuye no solo la protección normal frente a competido­ res sino además la posición de monopolio o cuasimonopolio del licenciatario respec­ to del mercado en cuestión. Para valorar la primera contraprestación se compara con la existente en licencias entre partes independientes. Cada licencia debe ser valorada bajo la posición del propietario o desarrollador de la patente. En cesiones de patentes entre partes independientes se debe determinar el uso de tec­ nología de tal forma que se establezca una ratio entre la operación vinculada y la independiente, por ejemplo si la ratio es de 1/3 originará que a la parte vinculada reciba 1/3 de la tecnología. relación con la recta de equidistribución (bisectriz del 1.er cuadrante). La mayor aproximación de la curva de concen­ tración con respecto a la recta de equidistribución llevará a calificar al mercado como de concurrencia perfecta. El alejamiento entre ambas representa un mercado monopolístico en el cual el precio de la empresa líder (vinculada) se diferencia en gran medida respecto de los precios de mercado de las entidades independientes. A la diferencia mayor de la columna pi – qi se denomina concentración máxima midiendo la exis­ tencia de economías de escala o de alcance de la empresa líder respecto de las empresas indepen­ dientes del sector o lo que es lo mismo en porcen­ taje tendríamos el grado de poder monopolístico (porcentaje de beneficios normales que se espera obtener como beneficios extraordinarios). 4.1.2. Know-How El Real Decreto 1750/1987 de liberalización de transferencia de tecnología u otras disposiciones del marco regulador de las inversiones extranjeras incorporó al ordenamiento español el término Know-How dentro del género de transferencias tecnológicas. Los Comentarios al Modelo de Con­ venio de la OCDE configuran al Know-How como el complemento de lo que un industrial no puede saber por el solo examen del producto y el mero conocimiento del estado de la técnica, englobando el concepto de Know-How a las informaciones rela­ tivas a "experiencias industriales o científicas". En definitiva el Know-How constituye la acumu­ lación de conocimientos que conlleva una habilidad para transformar o producir un producto. Atendiendo al nivel tecnológico de un producto se puede inferir la existencia del Know-How del sector. Existen sectores económicos con Know-How peque­ ños (fabricación de latas de conserva) frente a sectores con alto nivel tecnológico (fabricación de componen­ tes electrónicos) con alto valor de Know-How. El índice de desarrollo tecnológico en compara­ ción con las otras entidades no vinculadas o inde­ pendientes del sector puede ser utilizado como un primer parámetro valorativo del Know-How de la entidad. Ahora bien, no es un parámetro significa­ tivo de la determinación del Know-How actual de la entidad, dado que su referencia al esfuerzo en I+D de la entidad, medirá en mayor medida el futuro Know-How que el presente o actual. 4.1.3. 4.2. Valoración de bienes intangibles de comercialización Los intangibles de comercialización se conside­ ran dentro de los comerciales pero referidos espe­ cíficamente al área de comercialización. Se incluyen, sin limitación, las marcas, los nombres comerciales de la compañía, del producto o línea o familia de productos, la imagen de la corporación, la existen­ cia de una organización de ventas y la habilidad para prestar los servicios y captar a los clientes. La marca constituye un distintivo de identifica­ ción del producto fabricado en forma de nombre, logotipo, etc. Por su parte, el nombre comercial es la denominación bajo la cual una organización con­ duce su negocio. Normalmente ambos, marca y nombre comercial, son tratados como idénticos. Sin embargo son distintos, ya que frente a la marca como intangible de comercialización, el nombre comercial es un intangible específico de la empresa (intangible comercial). Así la valoración de la marca está directamente relacionada con el producto de la compañía, siendo su valor cero en el momento de su introducción en el mercado, aumentando durante las fases de introducción, crecimiento y alcanzando un valor constante durante la madurez Canon La determinación del valor de mercado de una contraprestación por el uso de un intangible requie­ 40 Valoración de los bienes intangibles en ajustes por precios de transferencia R AFAEL C OSÍN O CHAÍTA El problema se plantea cuando se usa el nom­ bre del grupo como nombre comercial, por lo que las subsidiarias pretenden compensar a la matriz por los derechos de uso de dicho nombre, renun­ ciando a las marcas del productor. Este problema se agrava si la matriz ha obtenido el registro y la protección de su nombre comercial en el área geográfica en el cual la subsidiaria des­ arrolla su actividad comercial. Si se producen pagos de cánones por el uso de la marca que consiste, en parte en el nombre de la matriz y en parte en el nombre de la subsidiaria, es necesario analizar si la subsidiaria podría haber vendido la mercancía fuera del contrato de licencia. En definitiva, el problema consiste en determinar el grado de protección legal del nombre de la empresa en el país que desarrolla la subsidiaria su actividad comercial. Algunos países conceden prioridad absoluta al nombre del negocio de una empresa. Otros limitan este derecho, considerando prioritario el nombre comercial sobre el nombre de la empresa, con el criterio de que una empresa puede utilizar su nom­ bre no sólo en aspectos estrictamente comercia­ les, por ejemplo relaciones con el Comunidad o correspondencia, lo que lleva a la conclusión de que el nombre de empresa se utiliza en sí mismo y no en lugar del nombre comercial. En consecuencia, si el país donde se desarrolla la actividad comercial, protege en mayor medida el nombre comercial que es de negocio o empresa, es indudable que la subsidiaria podrá vender su mer­ cancía fuera del contrato de licencia, lo cual consti­ tuye una prueba de la inutilidad del mismo. Sólo si se produce una mayor protección al nombre del negocio, tendrá sentido el contrato de licencia. Finalmente indicar que la dificultad será mayor si el nombre comercial consiste en el nombre del grupo bajo su especial diseño o bajo un logotipo que beneficia o puede beneficiar a la subsidiaria por su aceptación en el mercado. En este caso, el solapamiento entre el nombre comercial y el diseño o logotipo es menos aparente y genera unos beneficios distintos a los del propio nombre comercial. Estos beneficios deben conside­ rarse que forman parte de la imagen de la subsidia­ ria en su constitución o fundación, y no deben justificar el pago de un canon a la sociedad matriz. para terminar la última etapa del ciclo vital del pro­ ducto, como es el declive. Los nombres comerciales de la línea o familia de productos, denominados en mercadotecnia como marcas del productor, tienen la característi­ ca de representar los productos de la compañía, solapando bajo un mismo nombre, productos inno­ vadores junto con productos maduros o con pro­ ductos en declive. Este sistema utilizado en Estados Unidos con frecuencia (por ejemplo: IBM, Xerox, Campbell, Heinz, etc.) plantea problemas de valoración de una transacción vinculada, ya que una marca de productos que representase a un producto innova­ dor, es indudable que tendría mayor valor que si se refiriera a un producto maduro. En definitiva, deberá separarse en la marca comercial de pro­ ductor, las distintas partes de la misma que corres­ ponden a los distintos productos que alberga, para a continuación efectuar una valoración individuali­ zada de cada uno de ellos. La reputación de la sociedad está incluida en el Fondo de Comercio, cuya situación no se reconoce en contabilidad hasta que existe una transacción (las NIC solo considera reflejadas contablemente la existencias en Combinaciones de Negocios). Esta inclusión de la reputación en el Fondo de Comercio no puede llevar a considerar al Fondo de Comercio como sinónimo de la reputación societaria. Existen otros intangibles no específicamente valorables que pueden formar dicho Fondo: nos referimos a la red de compras o de distribución de productos, al nivel de formación de los trabajadores (curva de apren­ dizaje), a la capacidad de dirección, etc. La reputación de la sociedad tendrá como influen­ cia más directa un fuerte desarrollo en las ventas, no de un producto en cuestión, sino de todos los de la sociedad, ya que dicha reputación significa que la organización comercial se sitúa en un mercado donde la sociedad le es familiar tanto a sus clientes como respecto a sus productos, produciéndose en definitiva una mayor efectividad en las ventas. Así mismo, la reputación de la sociedad no va a tener una influencia solo en una mayor penetración en el mer­ cado sino también en los servicios posventa, así como en la formación del cliente del uso del producto. El nombre de la empresa constituye otro intan­ gible de comercialización, sobre todo en productos industriales, considerándose como un elemento esencial e inseparable de la creación de la empresa y los beneficios derivados de dicho nombre son consecuencia del acto de fundación o constitución de la propia sociedad, no pudiéndose ser separado en las transacciones entre matriz y subsidiaria. 4.2.1. Marcas comerciales La marca es un nombre, término, signo, símbo­ lo, diseño o combinación de estos elementos, cuyo objeto es identificar los bienes o servicios de un ven­ dedor o grupo de vendedores y diferenciarlos de las firmas de la competencia. Por tanto, nombre de 41 Cuadernos de Formación. Colaboración 18/07. Volumen 4/2007 marca es la parte de la marca que puede localizarse o pronunciarse (por ejemplo Ford, Pepsi...). Distin­ tivo de marca es la parte de la marca que puede reconocerse, pero no pronunciarse como son: el símbolo, diseño, color o letras distintivas (por ejem­ plo el caballo como distintivo de la marca Ferrari). En otro orden de ideas, la marca registrada es una marca o una parte de ella que está protegida legalmente para poder usar con carácter exclusivo. Por tanto, la marca registrada es un término legal que protege los derechos exclusivos del vendedor a utilizar un nombre o distintivo de marca. Las marcas se crean inicialmente mediante las inversiones en mercadotecnia o conjunto de gastos de promoción y publicidad de los productos o ser­ vicios ofertados por las empresas. Esta creación inicial de índole interna puede extenderse a pro­ ductos modificados o a otros productos adicionales o a nuevos productos. Se suele utilizar las modificaciones de producto acompañadas de la denominación de "marca per­ feccionada". Suele darse con gran frecuencia en el mercado de detergentes, con marca X "con aditi­ vos" o "reforzada" así como para introducir nuevos tamaños de envase, sabores distintos, modelos nue­ vos o perfeccionados. Esta extensión de marca per­ sigue como objetivo diferenciar el producto alargando la etapa de madurez del ciclo vital del producto, evitando que se inicie la etapa de declive. La extensión de la marca a otros productos adi­ cionales no tiene como objetivo diferenciar el pro­ ducto si no amparar bajo el mismo nombre comercial a distintos productos, normalmente adi­ cionales. Son las denominadas marcas multipro­ ducto, debiéndose distinguir tres grandes grupos: — Una marca o nombre de familia para todos los productos (por ejemplo: Jhonson). — Una marca o nombre de familia para pro­ ductos muy diversos (por ejemplo: la marca Tex de Carrefour). — Una combinación del nombre comercial de la compañía con los nombres de los productos individuales (por ejemplo la marca Kellogg´s: Kellogg´s Rice, Knispier; Rasin Bran). Finalmente la marca comercial se extiende para introducir nuevos productos (por ejemplo: marcas de relojes que corresponden a cigarrillos famosos o a automóviles de lujo). Dentro de este grupo tenemos lo que se denomina marca popular, dife­ renciándose de la marca de prestigio que contem­ pla a productos de menor calidad y a precios populares (por ejemplo General Motors con la marca Chevrolet). Pues bien, la valoración correcta de una marca exige que se posicione en alguna de las situaciones descritas. Finalmente, existen supuestos en los cuales se vende el negocio local incluida la marca desarrolla­ da en dicho mercado. En estos supuestos es necesario separar en la transmisión: la efectuada de bienes tangibles afectos al desarrollo del negocio local y la que corresponde a los bienes intangibles, entre ellos, la organización de ventas, la porción de mercado y la marca tradi­ cional desarrollada en el mercado local pero inclu­ yendo la influencia, en el mercado local, de la marca principal como garante de la tradicional. 4.2.2. Participaciones de mercado Este intangible se pone de manifiesto externa­ mente cuando se transmite a otra sociedad la par­ ticipación de un producto en un mercado determinado. Esta transmisión puede efectuarse mediante compra-venta, permuta, fusión, escisión, etc., pudiendo asimismo llevarse a cabo la transmi­ sión conjunta de una marca local. En este caso, la operación vinculada incluye, no solo la cesión de una participación de mercado, sino además la transmisión de una marca comercial, debiendo deslindarse ambos conceptos en la valoración del intangible. Ya hemos indicado como se determina el valor de una marca por lo que nos referiremos solamente a la valoración de una porción o partici­ pación de mercado. La valoración individual de una porción o parti­ cipación de mercado solo se puede producir en mercados de tipo industrial o de prestación de ser­ vicios a no consumidores finales dado que en los mismos no existe un producto o servicio vinculado a una marca identificable por el consumidor. En caso contrario, no podría valorarse la participación de mercado de forma individual, respecto a la marca comercial transmitida, ya que dicho proceso provocaría la duplicidad del valor determinado. La valoración de la participación de mercado depende del conjunto de circunstancias siguientes: — La etapa del ciclo vital del producto o ser­ vicio. — Las características del mercado. — Las cláusulas limitativas de la competencia. — El tipo de demanda del producto o servi­ cio. La etapa del ciclo vital del producto o servicio constituye una circunstancia esencial para valorar la participación del producto o servicio en un deter­ minado mercado. No tiene el mismo valor la 42 Valoración de los bienes intangibles en ajustes por precios de transferencia R AFAEL C OSÍN O CHAÍTA patente de fabricación del aluminio a partir de la bauxita, ha poseído durante años el monopolio de la producción de aluminio) hasta el sector de con­ sumo final (por ejemplo los Laboratorios Lilly, pro­ pietarios de la patente del principio activo del medicamento Dorven). La valoración de este tipo de intangibles resulta extremadamente difícil dada la inexistencia de un intangible comparable en el mercado monopolístico. Sin embargo la valoración de un canon por el uso del superintangible presenta una dificultad menor, siempre que se utilice la evaluación indirec­ ta, consistente en determinar el importe de un canon mínimo de fabricación que retribuya el uso de un proceso de fabricación conocido con genera­ lidad (supuesto opuesto al de un superintangible). La contraprestación vinculada en concepto de canon estará formada por dos componentes: el canon mínimo de fabricación del sector (determina­ do en comparación con empresas independientes), y el resto, corresponde al canon por el uso de tec­ nología correspondiente al superintangible. Este método tiene el inconveniente de sobreestimar el retorno de base tecnológica por incluir toda la renta del intangible con excepción de la parte correspon­ diente a la actividad de fabricación de la entidad vin­ culada en comparación con la independiente. Por este motivo, el retorno de renta debe ajus­ tarse en la parte correspondiente a la distinta base tecnológica entre la vinculada y la entidad inde­ pendiente. Entre los distintos métodos de determinación de la base tecnológica nos vamos a referir al com­ parativo. Bajo este método, la diferencia de tecno­ logía entre entidades viene condicionado por las inversiones en capital físico y humano, así como, por el progreso técnico, identificado en el esfuerzo en I+D. Ambas variables va a dar origen a rendimientos crecientes, partiendo de la base que la acumulación de conocimientos no sigue la ley de rendimientos marginales decrecientes, en definitiva el coste de innovaciones adicionales se reduce con la expe­ riencia científica y la productiva. Ahora bien, la dife­ rencia tecnológica entre entidades disminuye conforme exista una mayor difusión de nuevas tec­ nologías (efecto que se denomina catch-up tecno­ lógico). La explicación es muy sencilla y se basa en que la empresa poseedora de menor tecnología, no tiene porqué investigar ni desarrollar los distin­ tos niveles intermedios hasta llegar a la tecnología descubierta, por lo que ésta empresa crecerá tec­ nológicamente más deprisa que la de mayor tecno­ logía, la cual ha asumido los períodos de desarrollo cesión de una porción de mercado de un producto o servicio en su etapa de desarrollo que en su etapa de madurez o de declive. Las características del mercado que se cede es asimismo esencial, dado que, no es lo mismo ceder una porción de mercado monopolístico, con su potencial para obtener sobrebeneficios, que la cesión de un mercado de concurrencia perfecta en el cual los intervinientes obtienen beneficios nor­ males. Las cláusulas limitativas de la competencia en un mercado también constituye una circunstancia sin­ gular de valoración. En general, las cláusulas de no hacer o de no prestar servicios o de no vender productos sustitutivos o complementarios deben ser valoradas en función de los beneficios futuros no obtenidos por estas cláusulas obligacionales. El tipo de demanda del producto o servicio, ya sea cíclica, estable o esporádica debe tenerse en cuenta a la hora de determinar el valor de merca­ do del intangible cedido. Se añade que no pueden realizarse valoraciones de cesiones de mercado de la matriz a sus entida­ des subsidiarias cuando la primera se dedujo en su día los gastos de penetración en el mercado de las subsidiarias. El método de valoración normalmente aplicado es el deductivo de tal forma que del valor total de la transmisión convenida, cuando no se fije expre­ samente el valor de transmisión de la porción de mercado, deberá distribuirse entre los valores de los bienes tangibles (fábricas, maquinaria) y los intangibles (marcas, etc.) constituyendo el valor de la porción de participación en un mercado, una cuantía residual después de efectuadas las anterio­ res valoraciones. 4.3. Valoración de superintangibles Un superintangible se considera como un bien "comercial" que tiene la característica de ser único y suministrar a su propietario la protección total de un producto o servicio en un sector o mercado. Normalmente el intangible "comercial" está referi­ do al área de producción o prestación del servicio, frente al de "comercialización" o los "mercantiles". La protección que suministra a su propietario frente a posibles competidores constituye una barrera a la introducción o desarrollo de empresas dentro del sector, lo que hará derivar al mercado a una situación de monopolio o cuasimonopolio. Ejemplos de superintangibles pueden darse en cualquier sector económico, desde el sector pri­ mario (por ejemplo Alcoa, como propietario de la 43 Cuadernos de Formación. Colaboración 18/07. Volumen 4/2007 intermedio de tecnología. Ahora bien, esto solo es posible si existe una difusión tecnológica dentro del sector. Partiendo de la función agregada de producción y del stock agregado de capital, a través de un aná­ lisis macroeconómico, que no es el objetivo del presente trabajo, llegamos a que el diferencial tec­ nológico, entre la empresa líder y el resto del sec­ tor, es directamente proporcional a la diferencia entre los coeficientes de inversión en I+D de la empresa líder y la independiente respecto del sec­ tor, e inversamente proporcional a la velocidad de difusión de la tecnología dentro del sector. Los coeficientes de inversión se determinan por el porcentaje de gastos de la empresa líder y de la independiente del sector. Los valores normales que pueden adoptar estas variables son del 3,08 por 100 al 2,05 por 100 para la primera y del 2,05 por 100 al 0,5 para la segunda. La velocidad de difusión tecnológica es una variable sectorial que debe ser estimada. MARKIW, ROMER y WEIL han estimado macroeconómicamen­ te las velocidades de difusión obteniendo un inter­ valor de 0,064 a 0,99. La primera velocidad se considera mínima (ausencia casi total de difusión) frente a la máxima divulgación de la tecnología. Determinada la diferencia tecnológica entre la entidad preceptora del canon por superintangible (líder del sector) respecto de la entidad indepen­ diente, sobre la que se determinó el canon mínimo, se procede al ajuste de las ventas sobrestimadas por la base tecnológica, lo que permitirá determi­ nar indirectamente el canon correspondiente al superintangible. Un ejemplo aclarará lo que hemos analizado. Las sociedades vinculadas A y B establecen un canon de fabricación de un determinado producto, único en el mercado, de 2.000 unidades moneta­ rias (en adelante um) al año. La Inspección mediante un análisis funcional, de riesgos y activos utilizados determinó que el canon mínimo de fabricación del sector era de 1.000 um por lo que propuso un ajuste de 1.000 um (2.000 – 1.000). Sin embargo la multinacional alegó que se estaba sobrestimando el retorno de base tecnológica, habida cuenta que entre el grupo de vinculación, como líder del mercado, y el resto de las entidades competidoras, existía un gran diferen­ cial tecnológico. La Inspección procedió a establecer dicho dife­ rencial para lo cual determinó: — Los gastos de I+D de los últimos 5 años en la empresa líder y en la independiente, 2.500 y 2.000 millones de um respectiva­ mente. — Las previsiones de ventas de 200 y de 200 millones de unidades respectivamente (anualmente 25 y 20 millones). — La velocidad de difusión tecnológica del sector, a través de índices estadísticos de 0,73. Lo primero que estableció la Inspección son los costes de I+D por unidad producida, para poste­ riormente determinar el coste total anual resultado de multiplicar el número de unidades vendidas por el coste de I+D por unidad. Líder Indipendiente Coste de I+D / unidad 2.500 / 200 =12,5 2.000 / 200 =10 Coste total 25 x 12,5 =312,5 20x10=200 Diferencial tecnológico=(312,5–200) / 0,73 =154,11 Quiere decir que existe un diferencial tecnológi­ co a favor del líder representado en un 150 por 100 más alto que el del competidor. Sin embargo en la determinación de la remuneración del superintangi­ ble el diferencial tecnológico determinado por la Inspección era del 50 por 100 (1.000/2.000) lo que conduce a incrementarlo hasta el 150 por 100, por lo que se debe ajustar en 500 um, quedando: Remuneración pactada entre vinculadas (2.000) Canon mínimo (1.000) Ajuste por diferencial tecnológico (500) (1.500) En definitiva, el canon pactado entre partes vin­ culadas en condiciones de mercado similares a las establecidas entre partes independientes sería 1.500 um. Las 500 um restantes constituyen una contraprestación por la posición de cuasimonopo­ lista que representa el grupo. La comparación que se ha efectuado se parte de considerar que ambas entidades, vinculada e independiente, invierten en I+D para la obtención de un producto cuya etapa del ciclo de vida del producto es similar en ambos casos. De existir diferencias entre las etapas del ciclo vital de los productos, por ejemplo el producto vinculado está en la etapa de madurez y el independiente en la etapa de desarrollo, se debería efectuar un ajuste adicional que recoja las diferencias entre las etapas de los mismos. 4.4. Intangibles mixtos Hoy en día la frontera que separa los intangibles de producción y los de comercialización es cada vez 44 Valoración de los bienes intangibles en ajustes por precios de transferencia R AFAEL C OSÍN O CHAÍTA Los sistemas de información pueden clasificar­ se, atendiendo a su grado de integración, en: siste­ mas de gestión, sistemas de gestión y dirección, sistemas totales de información y sistemas integra­ dos de información. De estos cuatro sistemas nos vamos a referir exclusivamente al último de ellos ya que constituye la última etapa de la implantación de un sistema de información, constituyendo por tanto la tendencia hacia la cual se dirigen los tres anteriores. más difícil de delimitar, surgiendo en este campo intermedio los denominados intangibles mixtos que son en parte de producción y en parte de comer­ cialización. Atendiendo a la parte que prevalece sobre la otra podrá clasificarse como de producción o de comercialización. Normalmente la parte que prevalece sobra la otra se establece en función de cómo se ha formado la reputación de la sociedad: si la corporación históricamente ha producido pro­ ductos de alta calidad (por ejemplo los automóviles marca Mercedes) la reputación de la sociedad se ha formado claramente en la fabricación y los intangi­ bles mixtos de la misma se calificaron como de fabricación. Por el contrario, si la reputación nace del esfuerzo publicitario (por ejemplo los productos de la marca Coca-Cola), sus intangibles mixtos se calificaron como de comercialización. Esta distinción tradicional se quiebra hoy en día debido a que ninguna sociedad que fabrique un producto de alta calidad tendría éxito si no se diera a conocer mediante la publicidad y así mismo un producto bien conocido a través de la publicidad no se mantendría en el mercado si no tuviera una buena calidad. Por estos motivos los intangibles mixtos ya no se califican como de producción o de comercialización, dada la imposibilidad de separa­ ción por la prevalencia de uno sobre el otro, teniendo por tanto naturaleza mixta. Ejemplos de este tipo de intangibles mixtos los constituyen los siguientes: — El sistema de información de la empresa o grupos. — Las franquicias. — El fondo de comercio de la empresa o grupo. — El valor de la plantilla de trabajadores u organización del personal. Existen otros ejemplos que indicamos, como son: el valor de las relaciones contractuales existen­ tes en el suministro de bienes y servicios al grupo, el listado de clientes (mailing) y el mercado poten­ cial de abastecimiento, los cuales no van a ser obje­ to de desarrollo y valoración en el presente trabajo. El sistema integrado de información permite englobar los distintos subsistemas (gestión, direc­ ción, etc.) y relacionarlos de acuerdo con un esquema globalizado para el cumplimiento de todas y cada una de las actividades de la empresa. Debe por tanto cumplir los requisitos siguientes: — El sistema debe proporcionar a cada ejecu­ tivo la información que necesite con obje­ to de facilitar sus procesos de decisión. — El sistema debe dedicarse a desarrollar una intervención acorde con la estructura orga­ nizativa de la empresa y favorecer la coor­ dinación con las delegaciones de autoridad que se den dentro de la organización. — El sistema se integrará de tal modo que la información esté disponible a todos los niveles de dirección y para los distintos subsistemas de la empresa. Así mismo, la información debe concentrarse conforme suba en la pirámide organizativa, de tal forma que en niveles de alta dirección sea condensada y simplificada. — Deben existir dos flujos de información dentro del sistema integrado a través de los cuales se desarrollan las funciones de planificación y control. — El sistema debe generar conjuntamente tres tipos de información: la histórica, la presente y la provisional, de tal forma que la información se utilice en grado máximo, se relacione a las distintas partes relevan­ tes de los distintos subsistemas y la infor­ mación sea similar. Cumpliendo estos requisitos los sistemas inte­ grados de información serán detectados y se pro­ cederá a su valoración aplicando normalmente el método del coste total, es decir se aplicará al coste total del sistema integrado un margen de benefi­ cios teniendo en cuenta los menores costes del sis­ tema por el aprovechamiento de economías de escala tanto verticales como horizontales. En el coste total están comprendidos los siguien­ tes costes: 4.4.1. El sistema de información de la empresa o grupo SKLAR define al sistema de información de la empresa o grupo como: "la preparación e integra­ ción de la información, para todas las funciones contenidas en la empresa, que satisfaga de modo optimo la planificación, organización, dirección y control de las necesidades de los diversos gestores-directivos". 45 Cuadernos de Formación. Colaboración 18/07. Volumen 4/2007 El valor capitalizado representa la capacidad de la empresa para generar beneficios futuros. El valor sustancial es el valor de reemplazo o sustitución de los bienes tangibles de una empresa. En definitiva, el Fondo de Comercio recoge los activos intangibles o inmateriales que se han gene­ rado a lo largo de la vida empresarial. Estos intan­ gibles se incluyen en tres componentes: — La marca comercial como valor de la posi­ ción y prestigio reconocido en el mercado. — Los factores sectoriales: — – Concentración empresarial. — – Barreras económicas, financieras o fis­ cales a la entrada de nuevas empresas competidoras. — Otros factores: — – El valor de las técnicas de fabricación, Know-How y los métodos de gestión. — – El valor de la estructura organizativa y de su equipo directivo. — – El valor de los derechos, concesiones y patentes. — – El valor de la I+D+i. — – El valor de la capacidad de maniobrar a cambios de mercado. Existen dos métodos de determinación del Fondo de Comercio: — La diferencia entre el valor capitalizado y el valor sustancial. — La capitalización del rendimiento normal esperado del capital invertido en la empre­ sa (renta del good-will). El primer método o modelo se aplica cuando la empresa cotiza en los mercados de valores ya que el valor capitalizado será el valor de cotización, al reflejar el mismo, la capacidad de generar benefi­ cios futuros por la entidad. El precio de reposición se determinará recalculando a valor de mercado todos los activos de la empresa. Ahora bien, las transacciones realizadas entre empresas vinculadas normalmente no se realizan en mercados organizados, por lo que será necesa­ rio determinar el Fondo de Comercio por el segundo método. Capitalización del rendimiento normal espera­ do del capital invertido en la empresa. La diferen­ cia entre el rendimiento normal de la empresa [r] y el normal del sector [i] aplicado al valor sustancial de la empresa, pone de manifiesto la capacidad de la misma para obtener súper rendimientos futuros. — Coste de personal dedicado a labores de recogida, tratamiento y distribución de la información. — Coste del material utilizado: computado­ ras, programas, etc. a través de su amorti­ zación contable o deterioro producido. — Costes de mantenimiento y reparación de los bienes utilizados en el sistema integra­ do de información. Sobre este coste total se aplicará un margen razonable de beneficios que puede ser de un 10 por 100 a un 15 por 100 atendiendo a la mayor o menor economía de escala en el proceso de inte­ gración. Su valoración final será el resultado de capitalizar a 10 años a través del método VAN. 4.4.2. Franquicias La franquicia representa un acuerdo entre dos partes, de forma que, una de ellas (la franquiciado­ ra) concede a la otra (franquiciada) el derecho a vender un producto a cambio de un canon, asig­ nándole la asistencia necesaria para facilitar la venta de dicho producto. Además se fijan en el acuerdo las orientaciones de la manufactura a los distribui­ dores sobre la naturaleza de las ventas, programas de producción y prestación de servicios, formas de gestión interna del negocio y distribución. Se pue­ den calificar como franquicias los contratos que recogen las cuatro siguientes características: — Localización o elección del puesto de venta que se lleva a cabo por colaboración entre franquiciador y franquiciado. — Exclusividad de venta como característica esencial de este tipo de contratos. — Aprovisionamiento. Debe distinguirse entre las tres modalidades siguientes: aprovisio­ namiento exclusivo, tolerancia de aprovisio­ namiento o libertad de elección, siendo esta última la modalidad más generalizada. — Financiación de la inversión inicial. La ima­ gen de marca de la franquicia se utiliza para solicitar préstamos a las entidades banca­ rias que normalmente cubren entre el 50 y el 100 por 100 de la inversión inicial. Delimitado el contrato como franquicia su valo­ ración consiste en la suma de las valoraciones de cada uno de los bienes tangibles o intangibles inter­ cambiados contractualmente. 4.4.3. Fondo de comercio Se concibe como la diferencia entre el valor capitalizado de una empresa y el valor sustancial de la misma. Fondo comercio = 46 (r − i) Valor sustancial i Valoración de los bienes intangibles en ajustes por precios de transferencia R AFAEL C OSÍN O CHAÍTA Se plantean problemas en la aplicación de ambos métodos cuando se pone de manifiesto el fondo de comercio en transacciones realizadas entre subsidiarias, ya que junto con el fondo de comercio que transmite la subsidiaria existe una parte de dicho fondo que corresponde a la matriz del grupo o mejor a todo el grupo en general. Esta parte de dicho Fondo se justifica en el hecho de que la subsidiaria entrega a la otra los denominados factores sectoriales y otros factores así como el tercer componente del fondo de comercio, como es la marca comercial. La marca comercial, o en sentido más amplio el capital comercial, cuando es genérico del grupo, no debe tener valor alguno cuando se transmite a otra subsidiaria del grupo que lleva a cabo su actividad empresarial dentro del desarrollo de dicha marca. En estos casos el fondo de comercio vendrá dado por la diferencia entre el valor capitalizado y el sus­ tancial al que se detraerá el valor de la marca. Otro problema que surge es cuando se adquie­ re un grupo empresarial mediante la adquisición de las acciones de la entidad holding, sustentadora de las acciones de las entidades operativas del grupo. La norma de valoración octava, apartado segun­ do, contenida en la quinta parte del Plan General de Contabilidad, aprobado por Real Decreto 1643/1990, de 20 de diciembre determina el fondo de comercio por diferencia entre el precio de adquisición de la participación con el valor teórico contable de la participada. Ahora bien, tal fondo de comercio solo recoge el individual de la entidad holding que se adquiere, enmascarando los fondos de comercio que surgen en las entidades participa­ das operativas. Sin embargo, tanto el Banco de España en la anterior Circular 4/1991 como en la vigente 4/2004, así como el ICAC (con carácter general, en la Consulta 4 del BOICAC número 44/diciembre de 2000) consideran que deberá reconocerse el fondo de comercio del subconsoli­ dado, es decir que, cuando se trate de participacio­ nes en sociedades dependientes tenedoras de valores, como valor teórico contable de las partici­ padas se tomará el que se deduzca del Balance sub­ consolidado de las mismas. En definitiva, como fondos propios a efectos de calcular el valor teórico contable de la entidad hol­ ding, se tomarán no los individuales de tal sociedad sino los fondos propios consolidados. Ahora bien este fondo de comercio, denomina­ do financiero, no determina su registro contable, sino cuando se manifieste en las operaciones de combinaciones de negocio (operaciones de rees­ tructuración o racionalización empresarial: fusio­ nes, escisiones, canje de valores y aportaciones), tal como prevé la NIC 22 y NIIF 3 (Normas Inter­ nacional de Contabilidad y de Información Finan­ ciera). En particular la NIIF 3 considera que el adqui­ rente de una combinación de negocios: — Reconocerá el fondo de comercio adquiri­ do como un activo. — Valorará inicialmente ese fondo por su coste que será la diferencia entre el coste de la combinación y la participación del adquirente en el valor razonable neto de los activos, pasivos y pasivos identificables. Si el coste de la combinación es inferior al de la participación del adquirente procederá a evaluar los activos, pasivos y pasivos contingentes identifi­ cables así como la valoración del coste de la com­ binación y reconocerá una pérdida o beneficio en el exceso que resulte de esa reevaluación. El reconocimiento inicial del fondo de comercio que realiza la NIIF 3 hace surgir dos hipótesis con­ ceptuales del Fondo de Comercio: — La primera considera el fondo de comer­ cio por diferencia entre el valor de mercado de los activos y pasivos adquiridos y el valor de las accio­ nes propias entregadas a los socios de la adquisi­ ción. Bajo esta hipótesis no se manifestaría un fondo de comercio ya que surgiría internamente y los activos intangibles internos de la sociedad no puedan reconocerse salvo que hayan sido objeto de una transmisión (excepto la finalización con éxito de los procesos de I+D). En este caso la diferencia entre el valor nominal más la prima de emisión de las acciones entregadas a los socios de la adquisición y el de los activos y pasivos adquiridos se cargará o abonará a las Reservas de la sociedad y a la Prima de emisión, y de no haber reservas suficientes, se cargará como Diferencia negativa de Fusión. — La segunda hipótesis entiende que el fondo de comercio está comprendido en el valor real del negocio adquirido y surge por la diferencia entre el valor de mercado de cada activo y pasivo adquirido y el valor de mercado del negocio en funcionamiento en su conjunto, surgiendo por tanto en la sociedad adquirente como un activo más de los recibidos. Una vez que surge el fondo de comercio en cada activo y pasivo se produciría el proceso de pura compensación contable cargán­ dose o abonándose a reservas (si no hubiese dife­ rencia negativa de fusión) o a prima de emisión. Esta segunda hipótesis se recoge en el concep­ to contable de la NIIF 3 al individualizar el fondo de 47 Cuadernos de Formación. Colaboración 18/07. Volumen 4/2007 comercio, haciéndole depender individualmente de un activo o conjunto pequeño de activos. Coli­ siona con el concepto del Plan General de Conta­ ble de que el fondo de comercio se refiere a toda la empresa o a una explotación que se integre en la misma, con plena autonomía y no a activos concre­ tos. En realidad la NIIF 3 parte de considerar que el beneficio de las sinergias de las combinaciones de negocio se distribuye en las distintas unidades organizativas, desde el Consejo de Administración u órgano equivalente hasta la unidad más pequeña, denominada unidad generadora de efectivo, como nivel más bajo que gestiona internamente el fondo de comercio. En consecuencia el fondo de comercio se determinará en las combinaciones de negocio, según la adaptación a los NIC que ha llevado a cabo el Banco de España (Circular 4/2004 Norma cua­ dragésima tercera) comparando el coste de la combinación de negocios (valor razonable de los activos adquiridos, pasivos incurridos y de los ins­ trumentos de capital emitidos por el adquirente) con el porcentaje adquirido del valor razonable de los activos, pasivos y pasivos contrapartes de la entidad adquirida) y la diferencia, si es positiva se considerará fondo de comercio y si es negativa se reconocerá en la cuenta de pérdidas y ganancias como un ingresos. El fondo de comercio valorado globalmente deberá redistribuirse entre las distintas unidades organizativas desde el Consejo de Administración hasta la unidad generadora de efectivo, de tal forma que, la transmisión futura de una unidad o segmen­ to, formada por activos pasivos y la parte corres­ pondiente del fondo de comercio, dará origen a la transmisión de dicho fondo de comercio como un activo más de dicha unidad o segmento. La negati­ va a la amortización del fondo de comercio ha ori­ ginado que su deterioro anual se contabilice en cada unidad generadora de efectivo, comprobando si existe un deterioro empresarial en dicha unidad, bajo el principio de que si no se manifiesta dicho deterioro en los activos debe necesariamente corresponder al fondo de comercio. 4.4.4. valoración debido a los factores cualitativos y cuan­ titativos que afectan claramente a la determinación del valor de la plantilla de una empresa. A nivel individual, su valor como capital humano está for­ mado por dos tipos de atributos: los individuales y los organizativos. Los primeros son la productivi­ dad, la transferibilidad del individuo en el supuesto de ser destinado a otra unidad organizativa y la promocionabilidad de los servicios que podría prestar el individuo en el caso de ser destinado en un puesto superior. La medición de estos factores individuales se lleva a cabo mediante el modelo de Cobb-Douglas para la productividad y la valoración de la "curva de aprendizaje" para los dos siguientes. Los atributos organizativos del individuo se miden no solo respecto de la propia organización sino también en el estilo de dirección que practica la empresa. Estos atributos son dos: las funciones atribuidas al individuo y el sistema de incentivos o recompensas. — Las funciones atribuidas al individuo vienen a ser como el puente de unión entre las aportadas por el individuo y las posibilida­ des de la empresa. Esta última reparte las funciones de su organización entre los individuos, siendo básica su forma de reparto, a efectos de su valoración. Si su asignación es por libre designación, sin la existencia de normas de acceso a puestos superiores, el valor de la organización es menor que si dicha fórmula se realiza con trasparencia y publicidad. — El sistema de incentivos o recompensas de la organización al individuo debe recoger no solo el sistema de retribuciones sino la forma como se reconocen y se asignan a los individuos. Por ejemplo los bonus retri­ butivos en función de resultados, la valora­ ción de la integración del empleado con la empresa, la valoración de la aptitud de cooperación del empleado con sus compa­ ñeros y con sus superiores jerárquicos. Valoración Organización del personal La valoración de la estructura organizativa de una empresa comienza con la medición de la pro­ ductividad, definiéndose como la capacidad relativa de producción de un determinado factor producti­ vo, en nuestro caso el factor trabajo, midiendo la relación entre la producción y el coste de la mano de obra. Para determinar el valor añadido de la plantilla de una empresa se debe separar en el concepto de Su valoración es un intangible que define el valor inmaterial de una estructura organizativa efi­ caz en la obtención de resultados. En otros térmi­ nos es el capital humano de la sociedad o el valor actualizado de las capacidades productivas, comer­ ciales, financieras y administrativas de un bien o servicio en un período determinado. Constituye, como hemos dicho, un intangible de muy difícil 48 Valoración de los bienes intangibles en ajustes por precios de transferencia R AFAEL C OSÍN O CHAÍTA mano de obra la parte correspondiente a la cualifi­ cada de la parte que corresponde a la sin cualificar, obteniendo, por la diferencia de costes, el capital invertido por la sociedad en mejorar la selección y formación del personal o lo que es lo mismo, el valor invertido en la creación de una plantilla efi­ ciente. De acuerdo con la curva de Cobb-Douglas la función del coste total será es decir, los costes decrecientes son función del aprendizaje, que resulta, en que cada vez se nece­ siten menos horas-hombre para la producción de una unidad del producto. Este aprendizaje se lleva a cabo a partir de las inversiones de capital en la formación de la plantilla y tiene su traducción grá­ fica en la denominada "curva de aprendizaje". La experiencia ha demostrado que la curva de apren­ dizaje depende de los costes de mano de obra directa, no pudiéndose aplicar a los costes de materias primas ni a los costes indirectos (embala­ jes, herramientas, administración...). Se ha demos­ trado que existe un promedio derivado de la curva de aprendizaje, por ejemplo de un 80 por 100, sig­ nificando que, cuando se duplican las cantidades producidas de un producto, el promedio de horashombre por unidad se reduce en un 20 por 100. De esta forma se puede determinar la eficacia de la plantilla de la empresa, a través de la curva de aprendizaje, no solo en las funciones de produc­ ción, sino también en las fuerzas de ventas, del per­ sonal administrativo... pudiendo obtenerse una tasa promedio de la sociedad. C = C1 + RSH + C 2 (P), donde C = coste total. C1 = coste fijo de los activos físicos (materiales, equipos, depreciación, formación del personal, etc.). RSH = coste fijo del trabajo. C2(P) = coste variable. Por tanto la productividad de la mano de obra será: P RSH no incluye los costes de capital invertido en la for­ mación de la plantilla. La valoración de la transferibilidad y promocio­ nabilidad del individuo dentro de la organización se realiza mediante la denominada "curva de aprendi­ zaje". El estudio de la productividad demuestra que determinados costes decrecen en medida que se mejora el proceso productivo, el uso de la maqui­ naria y los métodos de producción, en particular la mejora en el control de la calidad y la ausencia de tiempos muertos en las líneas de producción. Estas mejoras se originan por la mayor familiarización de trabajadores y supervisores en su propio trabajo, Esta tasa promedio de la sociedad, en compara­ ción con la tasa sectorial, puede servir de referen­ cia para medir la eficacia de la plantilla de una sociedad. En consecuencia, el valor de la plantilla se podrá determinar actualizando a tipos de descuento el valor esperado (VAN) de las fugas de beneficios futuros estimados. El incremento de los beneficios futuros es función de la tasa de promedio de la sociedad, determinada según la curva de aprendi­ zaje (reducción de costes = 1 – tasa promedio). 49