Pasivo intelectual.

Ide@s CONCYTEG 10(121): Julio, 2015
ISSN: 2007-2716
El activo y pasivo de los intangibles
miento de carácter externo atados al negocio (proveedores, clientes, usuarios, aliados, etc.) y, por otro,
el Capital Relacional Social, cuyo encuadre se aproxima al marco de relaciones fuera del ámbito del
negocio (compromiso social, imagen pública, reputación, prestigio, acción social, etc.).
Figura 2: Configuración del Capital Relacional.
Fuente: Elaboración propia a partir de Bueno, E., Salmador, M. y Merino, C. (2008). Génesis,
concepto y desarrollo del capital intelectual en la economı́a del conocimiento: Una reflexión sobre el
Modelo Intellectus y sus aplicaciones. Estudios de Economı́a Aplicada, 26(2), 43-63.
Pasivo intelectual.
En la sección anterior se señaló, que aquella organización que desee obtener una ventaja competitiva, debe buscar el desarrollo de su Capital Intelectual por medio de todos sus activos intangibles;
sin embargo, también debe ser consciente de que no todos los intangibles son activos, pues existe su
contraparte que son los Pasivos Intangibles (Rodrı́guez, 2005), que representan todas aquellas fuentes
que generan una destrucción de riqueza. Esta variable es fundamental para entender en forma integral el proceso de generación de valor, desarrollo y sustentabilidad de la empresa. Garcı́a, Simó, y
Sallán (2006) proporcionan un ejemplo claro sobre el concepto, señalando que son las contingencias
no reflejadas en los estados financieros encontradas en algunas empresas, como consecuencia de su
impacto medioambiental o por un clima laboral enrarecido o conflictivo, que puede ser el resultado de
la insatisfacción -justificada o no- del personal.
En este mismo sentido, Ramı́rez (2010) indica que otros efectos de un pasivo intelectual, se podrı́an
relacionar con un reducido porcentaje de empleados con iniciativa y espı́ritu emprendedor o con una
reducida capacidad para comunicarse de forma oral o escrita en otro idioma; ası́ como con una escasa
capacidad de trabajar en equipo, un diseño organizacional poco flexible, la inexistencia de alianzas, la
inexistencia de procesos automatizados con los proveedores o el hecho de no haber un reconocimiento
público en el último año; los cuales en algún momento presente o futuro, pueden disminuir la riqueza
de la organización.
Con base en lo anterior, se puede reconocer que el estudio del capital intangible tendrı́a que centrarse
no solo en los activos sino también los pasivos. Si en la contabilidad financiera, los capitales propios
son igual a activo menos pasivo, al introducir estos conceptos en la perspectiva de los intangibles se
tiene que replantear la existencia de otra igualdad: el capital intangible es igual a los activos intangibles
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