220-11174 Ref. Para que la enajenación de acciones nominativas

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220-11174
Ref.
Para que la enajenación de acciones nominativas surta efectos respecto de la sociedad y de
terceros, es necesaria su inscripción en el libro de registro de acciones.
Se recibió su escrito radicado en este Despacho con el número 495,256-0, por medio del cual expresa, que, en
razón a un proceso ejecutivo instaurado por MARINA BERNAL DE BERNAL contra RAMIRO SÁNCHEZ, accionista de
una sociedad anónima, el juez ordenó con fecha del 25 de enero de 2001, el embargo y secuestro de las acciones
de las cuales este último aparecía como su titular.
Que, atendiendo su deber de informar a los asociados lo referente a procesos jurídicos, le notificó al mencionado
señor la medida adoptada por el juzgado Primero Civil Municipal de Facatativá; sin embargo, éste le manifestó que
las acciones que tenía en la sociedad se las había vendido al señor JAIME ENRIQUE BURGOS SÁNCHEZ el 24 de
mayo de 1999, allegando como prueba de ello un documento con fecha del 1 de febrero del 2001.
En consideración a lo anterior formula las siguientes inquietudes:
1.
2.
3.
"¿Quién tiene derecho sobre las acciones?"
4.
5.
"Debo de (sic) registrar dicho embargo en los libros de accionistas?"
"¿Estas acciones se pueden embargar de acuerdo a lo dictaminado por el juzgado?"
"¿Qué tiempo tenía el accionista que compró las acciones, para haber radicado este documentos ante la
Sociedad? Ya que en los estatutos no hay ninguna norma expresa."
"¿Estas acciones tiene (sic) el derecho de participar en la próxima asamblea?"
Para absolver la consulta, resulta procedente traer a colación las siguientes normas del Código de Comercio:
Artículo 403: "Las acciones son libremente negociables...".
Artículo 406: "La enajenación de acciones nominativas podrá hacerse por el simple acuerdo de las partes; mas
para que produzca efecto respecto de la sociedad y de terceros, será necesario su inscripción en el libro de registro
de acciones, mediante orden escrita del enajenante. Esta orden podrá darse en forma de endoso hecho sobre el
título respectivo.
Para hacer la nueva inscripción y expedir el título al adquirente, será menester la previa cancelación de los títulos
expedidos al tradente..." (subraya fuera del texto).
Como puede observarse, en razón del carácter nominal de las acciones, la sociedad le reconocerá la calidad de
accionista únicamente a la persona que aparezca inscrita en el libro de registro de acciones. En otras
palabras, la calidad de accionista de ninguna manera se subordina a un título, ni a un contrato de enajenación de
una o varias acciones; en virtud de la misma ley (Art. 379 del Código de Comercio), la inscripción en el registro del
libro de accionistas es la que brinda la garantía y seguridad en cuanto a la titularidad y participación porcentual en
el capital social, y la que hace oponibles a la sociedad y a terceros los derechos de los accionistas.
Lo anterior quiere significar, que para todos los efectos legales, el dueño de las acciones lo será la persona que se
encuentre inscrita en el libro de registro de acciones sin entrar a considerar si éstas han sido objeto de alguna
negociación, y en tal virtud, los acreedores de quienes figuren como titulares de las mismas, podrán, según los
términos del artículo 142 del Código de Comercio, "… embargar las acciones, las partes de interés o cuotas que
éstos tengan en la sociedad y provocar su venta o adjudicación judicial como se prevé en este Código y en las leyes
de procedimiento."
En consecuencia, no admite discusión alguna el que las acciones que aparecen en cabeza del señor Ramiro Sánchez
podían ser objeto de un embargo en su contra, como en efecto lo fue, pues para todos los efectos legales, para que
la enajenación de acciones surta efectos respecto de la sociedad y de terceros, es requisito sine qua nom, el
registro de las mismas en el libro de acciones correspondiente. No habiéndose procedido de conformidad, para lo
cual tampoco existe un término perentorio, es deber del representante de legal, una vez notificado, hacer el registro
de la medida cautelar ordenada por el señor juez de la República, tal y como se observa del contexto del numeral 6
del artículo 681 del Código de Procedimiento Civil, según el cual, para efectuar el embargo "...de acciones en
sociedades anónimas o en comandita por acciones...se comunicará al gerente, administrador o liquidador de la
respectiva sociedad...para que tome nota de él, de lo cual deberá dar cuenta al juzgado dentro de los tres días
siguientes, so pena de incurrir en multa de dos a cinco salarios mínimos legales mensuales.... " (subraya fuera del
texto)
Lo anterior quiere decir, que la sociedad está en la obligación, de una parte, de hacer la inscripción del embargo en
el libro correspondiente dentro del plazo fijado por ley para tal efecto, teniendo en cuenta que tratándose de una
medida cautelar, se requiere obrar dentro de la oportunidad legal y con la debida diligencia; a ese propósito
establece el artículo 415 del Código de Comercio, que el embargo de las acciones nominativas se consumará por
inscripción en el libro de registro de acciones mediante orden escrita del funcionario competente; y bajo el
entendido de que los bienes sobre los cuales pesa dicho gravamen quedan fuera del comercio, igual se obligará a
impedir transferencias y negociaciones sobre las acciones involucradas en dicho proceso judicial, salvo que medie
autorización de autoridad competente.
En síntesis, el embargo restringe la libre negociación, y por ende las acciones sobre las cuales recae quedan fuera
del comercio, lo cual implica que no sea posible su disponibilidad ni obviamente la inscripción de ninguna
negociación que de ellas se efectúe (art. 416 ibidem); por lo demás, su titular conserva todos los derechos
previstos en el artículo 379 ibídem, pues las acciones no pierden legitimidad. Así por ejemplo, a ser convocado
conforme a las normas legales y estatutarias pertinentes; a participar en las deliberaciones de la asamblea general
de accionistas y a votar en ella. En todo caso, según los términos del artículo 414 del Código mercantil, el embargo
de las acciones comprenderá los dividendos que pudieren corresponderle.
En los anteriores términos se responde su consulta, y se advierte que el presente pronunciamiento tiene el alcance
del artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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