Noticias | Ciencia/Salud | Nota Nuevos aspectos de la enfermedad La epilepsia aumenta el riesgo de depresión Es por trastornos de neurotransmisores Afecta con más frecuencia a pacientes refractarios a la medicación Recomiendan usar fármacos antidepresivos para mejorar la calidad de vida Hay que prestar atención a los síntomas Si bien la epilepsia es una enfermedad neurológica que afecta a una proporción que oscila entre el 1 y el 2% de la población, sus manifestaciones clínicas incluyen algunas veces también síntomas emocionales. "Y esto no es muy a menudo tenido en cuenta por los médicos que dirigen el tratamiento epiléptico -explica el doctor Andy Kanner, neuropsiquiatra especialista en epilepsia nacido en México, pero que vive desde hace 25 años en los Estados Unidos-. La frecuencia de procesos depresivos, por ejemplo, es mucho más alta entre pacientes epilépticos que en la población general y eso limita y desmejora la calidad de vida. En especial, cuando la enfermedad no responde a tratamiento farmacológico, algo que ocurre en alrededor del 25 al 30% de los casos." Kanner, director del Laboratorio de Electroencefalografía del Centro de Epilepsia de la Rush University, en Chicago, Illinois, visitó recientemente Buenos Aires en ocasión del 4° Congreso Internacional de Neuropsiquiatría. Otro aspecto poco difundido es que la epilepsia no solamente comienza en la infancia. "Si se miran los nuevos casos o incidencia de la enfermedad -dijo Kanner- la curva tiene una forma de U: el pico está en la infancia y luego en el paciente geriátrico, que padece epilepsia en una proporción dos a tres veces mayor que el adulto joven y dos veces más alta que la del niño." "Este fenómeno se vincula con que la gente vive más tiempo y es por eso que aparecen crisis epilépticas en mayores de 65 o 70 años. Luego de un stroke o accidente cerebrovascular, por ejemplo, entre un 5 y 10% de los pacientes están en riesgo de desarrollarlas, y alrededor del 10% de aquellas personas mayores con demencias también pueden sufrir epilepsia. En el resto de los casos no hay causa conocida, pero los adultos mayores responden bien a la medicación." El especialista dijo que la nueva medicación para tratar la enfermedad no causa adormecimiento y enlentecimiento de las facultades cognitivas, algo que sí ocurría años atrás. "Muchos nuevos fármacos -añadió- se utilizan también como estabilizadores del ánimo. Esto permite que más del 70% de los pacientes epilépticos controlen sus crisis sin afectar su nivel cognitivo." El grupo refractario El especialista explicó que cuando los fármacos no tienen efecto sobre la enfermedad, una opción muy tenida en cuenta actualmente es la cirugía. "Al menos la mitad del grupo refractario a las drogas tiene posibilidades buenas con la opción quirúrgica -dijo Kanner-. Se remueve el área del cerebro donde se genera la descarga que produce la crisis y si el foco epiléptico está en el lóbulo temporal la probabilidad de curación llega hasta el 80%. La opción quirúrgica revolucionó el tratamiento de la epilepsia refractaria, y se hace en la Argentina (Fleni, Hospital Británico, Hospital de Clínicas y otros centros del interior), con un nivel similar al de los mejores centros del mundo." Aquellos con epilepsia que no responde a la medicación son los más expuestos al riesgo de sufrir simultáneamente depresión, aun después de una exitosa cirugía. En la población general, la depresión oscila entre el 10 y 12%, pero llega al 20% entre los epilépticos. "No son cuadros agudos -explicó el especialista-, pero sí de muy larga duración. Muchas veces el paciente no lo reconoce y el médico tampoco pregunta por el tema. Parecería normal, dada su enfermedad y la imposibilidad de controlar las crisis, que tenga síntomas como desgano, irritabilidad, enfado, problemas de concentración, trastornos del sueño... A veces su ánimo mejora, pero luego vuelve a decaer. Por eso es importante que si él o el familiar que lo acompaña notan estos síntomas los refieran al médico." Al menos un 30% de los epilépticos a quienes se realiza una lobectomía temporal (ablación del lóbulo donde se inician las crisis) repite un cuadro depresivo al año de la cirugía. "Como la epilepsia refractaria es resultado de un trastorno más severo al nivel del sistema nervioso central -dijo el doctor Kanner- los mecanismos que actúan aumentan las probabilidades de depresión. No es un estado depresivo consecuencia del estigma social que pesa sobre el enfermo, sino producto de los mismos mecanismos que modulan su actividad cerebral." El investigador mencionó estudios en modelos experimentales de ratas convertidas en epilépticas en laboratorio "que aumentaban sus crisis al quitárseles dos neurotransmisores, la serotonina y la norepinefrina, cuya disminución está ligada también al circuito neuroquímico de la depresión. En cambio, si recibían medicación que mantenía durante mayor tiempo estos neurotransmisores en el espacio sináptico (inhibidores de la recaptación selectiva de serotonina, considerados los nuevos antidepresivos), se bloqueaban sus crisis epilépticas." Kanner indicó que a partir de estas demostraciones se cree que es posible que los cuadros depresivos y la epilepsia tengan trastornos comunes respecto de los neurotransmisores citados, aunque no son la misma enfermedad. "Por eso dijo- es fundamental reconocer la depresión en un epiléptico y medicarla adecuadamente, ya que eso mejorará mucho su calidad de vida, en especial si la epilepsia es refractaria a los fármacos." Por Gabriela Navarra De la Redacción de LA NACION Trastornos reversibles ¿El hecho de que epilepsia y depresión estén asociadas a través de similares déficit neuroquímicos implica que un depresivo tiene más riesgo de epilepsia? "Con respecto a esto hay un dato curioso -dijo Andy Kanner-. Ya Hipócrates escribió hace seis siglos que el melancólico se vuelve epiléptico y el epiléptico, melancólico . No podemos afirmar, por supuesto, que exista esta reversibilidad. Pero dos estudios epidemiológicos, uno en Suecia y otro en EE.UU., demostraron que entre pacientes diagnosticados por epilepsia había una importante proporción que antes habían sufrido depresión. En el trabajo sueco, los epilépticos habían tenido entre 6 y 7 veces más depresión que los del grupo control y si la crisis epiléptica se originaba en el lóbulo temporal, la frecuencia de depresión anterior a la epilepsia crecía 17 veces. Entre los norteamericanos, se vio que aquellos que habían desarrollado epilepsia habían sufrido entre 4 y 6 veces más procesos depresivos que el grupo control." http://www.lanacion.com.ar/02/09/20/sl_433190.asp LA NACION | 20/09/2002 | Página 11 | Ciencia/Salud