WHITEHEAD Y HUSSERL DOS FORMAS DE EMPIRISMO RADICAL

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WHITEHEAD Y HUSSERL
DOS FORMAS DE EMPIRISMO
RADICAL
Elementos para una comparación entre
Process and Reality e Ideen I
Nexos con William James
Tesis para optar al grado de Doctor en Filosofía
Facultad de Filosofía
Pontificia Universidad Católica de Chile
Profesor Guía: Giannina Burlando Bravo
Alumno: Gorgias Romero García
Diciembre 2011
1
A la ciudad de Claremont,
el lugar más amable y apacible
que he conocido en esta vida y en esta tierra
2
Agradecimientos
Sostiene la Filosofía del Organismo en su Categoría de lo Último que ―yace en la
naturaleza de las cosas el que los muchos se integren en una unidad compleja‖. Así
pues, la unidad plasmada de este esfuerzo ha sido tributaria de la contribución de
muchos. También sostiene esta filosofía que (salvo en el caso de la Criatura Primordial)
las prehensiones o captaciones puramente físicas preceden a todas las demás. Debo
comenzar pues todos los agradecimientos nombrando a John Quiring, el director del
Center for Process Studies de Claremont California. Cuando comencé a investigar no
recibí, por más que busqué, apoyo ni orientación de nadie. Y comencé a mandar e-mail,
así simplemente, como ―hijo de vecino‖. Uno de ellos llevaba su dirección. Para
sorpresa mía, no sólo respondió sino que, de costearme yo los gastos, me extendía una
invitación de seis meses para investigar y trabajar con toda libertad en el Center. Fue
con esa invitación que acudí donde Isabel Munita en Casa Central para postular a los
fondos necesarios. Ella fue amable, cordial y servicial en todo momento y no tuve
problema en obtenerlos. Estuve sólo tres meses en el Center y recibí en todo momento
un trato cordial, de parte de Steve que me ayudó a obtener tantos libros; en las
conversaciones con John Sweeney, con Richard Livingstone, con Zihe, con Roland
Faber y tantos otros. A partir de entonces un mundo se abrió para mí. He tenido el
privilegio de conocer en persona a John Cobb, con el cual he compartido en congresos
internacionales, discusiones, seminarios y reuniones informales. El octogenario más
vigoroso, juvenil y entusiasta que he conocido. Un discípulo directo de Hartshorne que,
a su vez, fue discípulo de Whitehead. Tuve el encuentro con ese nicaragüense
maravilloso que es George Pixley, un teólogo de proceso incansable al cual tuve el
honor de comentarle y presentarle un libro y con el cual hemos leído a Ernesto Cardenal
e incluso compartido juntos en su amada Nicaragua en un homenaje que se le hiciera al
inspirado cantor de cabellos blancos. Y fue George quien me llevó a conocer a ese
genuino principle of unrest que es mi querido amigo Ignacio Castuera, un pastor
metodista mexicano todavía más incansable en su defensa de los oprimidos y en la
denuncia de todo tipo de opresión y discriminación. Cuando necesité Onflow de Ralph
Pred, a los pocos días estaba el libro en mis manos all inclusive y tantas, tantas
atenciones más. Su sonrisa vale por un día de sol. En el primer encuentro internacional
3
de Filosofía de Proceso que tuvimos en Bogotá tuve el privilegio de conocer a ese
adorable torbellino poético que es Catherine Keller, con la cual he cambiado tantas
impresiones hermosas y que tuvo la magnanimidad de invitarme a ofrecer una charla y
una clase a la Universidad de Drew, NJ. Ella brilla e ilumina a los que la rodean.
También ha contribuido Ramón Cisneros-Ruelas con su disposición, opiniones,
consejos y sano inconformismo. No los podría nombrar a todos. Pero si estoy seguro de
que si John Quiring simplemente hubiese enviado a la ―papelera de reciclaje‖ ese e-mail
que hace años un desconocido le envió desde Chile, nada de eso habría ocurrido y
simplemente mi vida no podría contar como suyos e ―inmortalmente objetivos‖, a todos
esos bellos e imborrables momentos. No sé si tenga otros mejores, basta con que los
tenga iguales. John, nunca te lo podré agradecer como es debido.
Es de justicia un agradecimiento al entonces director del Programa de Doctorado
de la PUC, Alejandro Vigo, quien no titubeó un instante en apoyar este trabajo de tesis
apenas se lo planteé. En ese ámbito, mención especial merece Giannina Burlando que,
no sólo aceptó guiar este trabajo en sus inicios sin conocerme, me ayudó a conseguir
libros importantísimos que no estaban en Chile e incluso me facilitó el ejemplar de Les
Études Philosophiques donde estaba la frase que calzaba exactamente con mis
intuiciones, a saber, que había que emprender el trabajo de comparar a Whitehead y
Husserl, sino que con la mejor disposición retomó contacto conmigo al comenzar la
redacción de este texto en condiciones difíciles de tiempo y dedicación y, simplemente,
confió en mí. Un abrazo Giannina.
En otro orden han contribuido a este trabajo dos personas de BancoEstado con
las que comparto diariamente: Jorge Vásquez, a quien casi no puedo agradecerle porque
le debo no sólo un trabajo estable y la posibilidad de mantenerme, sino la mejor
disposición y comprensión cuando, frente al planteo de la necesidad de un mes
completo de vacaciones para comenzar la redacción de este trabajo, lo concedió sin
trámite alguno y, más aún, me dio todo el ánimo que necesitaba; y Hans Ritter, mi jefe
directo; un ser empático, cálido y esforzado con el cual compartimos codo a codo la
labor diaria y que jamás ha puesto un contratiempo cuando he necesitado descuidarla.
Con su capacidad de trabajo habría terminado esta tesis en un mes.
Una amistad casi de infancia y el amor entrañable por la ópera hacen que
agradezca a Sandro Pintz (mi hermano y con eso digo todo), quien junto a su esposa
Keyko y familia sólo han tenidos los brazos abiertos siempre, y su casa y su corazón.
4
Fue ella la que contactó a Anu y Conrad que, sin conocerme, ofrecieron gentilmente su
adorable casa de Santa Clara CA para que yo me concentrara plenamente en el trabajo.
Lo sustancial de él fue escrito allá y alternado con la música de Bach en aquel disco que
facilitara Enid y que diariamente apoyaba las pausas necesarias para reponerme de la
fatiga que dejaba la lectura y escritura. También agradezco a Misha, un ser encantador
con el cual compartí unas horas en medio de un gratísimo, humano y cálido entorno, y
que me dio dos hermosos consejos en aquella soleada tarde: “En el trabajo debes poner
lo que tú hayas encontrado y, recuerda, escribe con el corazón”. Sólo un corazón, que
no la mente, puede seguir agradeciendo la mirada melancólica de unos ojos y la bondad
de unas manos ya devoradas por el hondo misterio: Querida ―nona‖ Haydée, gracias por
encontrarme y traerme desde el soleado Camino Real mi edición MacMillan de Proceso
y Realidad. Sabes que te debo eso y tantas cosas más.
Acá en Chile, la casa de mi tía-madre Nury fue como siempre lo ha sido a lo
largo de mi vida el refugio predilecto para la redacción, lectura e interminables
correcciones. A ella simplemente no tengo cómo agradecerle de ningún modo,
sobrepasa todo agradecimiento. Ayudaron por último, tres palabras mágicas que me
dijera una persona un Domingo al terminar el canto de los zorzales: “Ponle un punto”.
5
6
ÍNDICE
Ouverture
9
Introducción
15
I
WHITEHEAD
Cap.1 Marco histórico y filosófico del pensamiento de Whitehead
39
Cap.2 Continuidad filosófica de la evolución del pensamiento de Whitehead
62
Cap. 3 Caracterización general de la Filosofía del Organismo
77
Cap. 4 NIVEL CATEGORIAL MICROCÓSMICO: Entidades Actuales
90
Cap. 5 El Principio de Relatividad, la noción de ―Superjeto‖ y el Principio Ontológico
111
Cap. 6 Los elementos formativos
121
Cap. 7 El pasaje de la concrescencia
135
Cap. 8 Fase I: Sentires conformativos
143
Cap. 9 Fase II: Sentires conceptuales
149
Cap. 10 Fase III: Sentires comparativos simples
158
Cap. 11 Fase IV: Sentires comparativos complejos
168
Cap. 12 NIVEL CATEGORIAL MACROCÓSMICO: Nexos y Sociedades
178
Cap. 13 La mentalidad humana
193
Cap. 14 Intermezzo. Acerca del título de Proceso y Realidad
201
Cap. 15 La teoría modal triple de la percepción
212
Cap. 16 La Eficacia Causal
224
Cap. 17 La Presentación Inmediata
241
Cap. 18 La Referencia Simbólica
251
Cap. 19 La noción de ―Conciencia‖
270
Cap. 20 La noción de ―Filosofía Especulativa‖
282
7
II
HUSSERL
Cap. 21 Caracterización sumaria de la estructura general de Ideen I
297
Cap. 22 Sentido general del capítulo I de Ideen I
308
Cap. 23 Conciencia y Realidad Natural
314
Cap. 24 Análisis de la percepción en Ideen I
328
Cap. 25 Estructuras universales de la conciencia pura
344
Cap. 26 La reflexión como acceso privilegiado al ser fenomenológico
351
Cap. 27 Los grandes temas fenomenológicos
358
III
WHITEHEAD, HUSSERL, JAMES
Cap. 28 La noción de ―corriente de pensamiento‖ en The Principles of Psychology
373
Cap. 29 La influencia de James
396
Cap. 30 Un caso de probabilidad mínima: Charles Hartshorne
408
Cap. 31 Ideas para una comparación entre Whitehead y Husserl
419
Coda
445
Bibliografía
449
APÉNDICES
La Contribución Creativa de Whitehead de John Cobb
459
Índices paralelos de Process and Reality e Ideen I
478
Traducciones
483
Glosario
486
Addendum
497
8
OUVERTURE
A nada conduce tratar de forzar las interpretaciones de filósofos
divergentes buscando entre ellos una vaga coincidencia
Proceso y Realidad, p. 67
El trabajo que Ud. tiene en sus manos es superficial, fragmentario, carece de
originalidad y está incompleto. Es superficial en el sentido exacto de que acota una
superficie de estudio que no ha sido capaz de ser excavada en su profundidad. Los
momentos que tenga de excesivamente analítico no han hecho más que fijar ciertas
zonas de superficie donde otros podrán profundizar. Es fragmentario porque no se ha
logrado dar homogeneidad y continuidad a sus partes, y la impresión de que muchos
momentos están de más o no encajan bien en el total es totalmente acertada. Tampoco
es original, puesto que se dispone de una tesis doctoral, de un libro de texto y de
abundantes artículos que comparan las filosofías de Husserl y Whitehead, tal como lo
señalaremos y dejamos consignado en la bibliografía. Si algo de originalidad tuviese,
habría que buscarla en la elección del material, su disposición y unos cuantos ejemplos
ilustrativos de propia autoría. Por último, adolece de incompletitud, puesto que no
extrae las todas consecuencias latentes por no haber mediado una pausa que permitiera
una distancia para reflexionar sobre las eventuales premisas dispersas a lo largo de él.
Creemos sí, que las premisas están allí y que sólo hay que descubrirlas, extraerlas y
aclararlas para hacer fecunda la comparación entre ambos pensadores. Pero el tiempo
apremiaba, la realidad posee también su elocuente lenguaje y no quedaba más que
presentar este intento en la forma en que está. Estamos convencidos, empero, de que
cumple con los requisitos mínimos que debe exigirse a un trabajo de esta naturaleza.
Las tesis doctorales de comparación tienen una primera justificación histórica
ineludible y sólida en el célebre trabajo de Marx de 1841 Diferencia entre la Filosofía
de la naturaleza de Demócrito y Epicuro y, por ese lado, desde el punto de vista que
podríamos llamar ―objetivo‖, se inscribe en un procedimiento ya sancionado
académicamente y que no requiere de mayor justificación. Prueba de la vigencia de esta
práctica son los siguientes textos que, en época reciente, han comparado a Whitehead
con otros pensadores: Hegel and Whitehead: Contemporary Perspectives on Systematic
9
Philosophy de LUCAS Jr. George R. (SUNY Series in Philosophy) New York USA
1986; Whitehead and Bradley A Comparative Analysis de McHENRY Leemon B.
(SUNY Series in Philosophy) New York USA 1991; Marx and Whitehead Process,
Dialectics, and the Critique of Capitalism de POMEROY Anne Fairchild (SUNY Series
in Philosophy) New York USA 2004 y Whitehead's Pancreativism Jamesian
Applications de WEBER Michel Frankfurt / Paris, Ontos Verlag 2011. Incluso en el
caso mucho más acotado e improbable —dada la real diferencia que hay y la
indiferencia total que hubo entre ambos pensadores—
de una comparación entre
Whitehead y Husserl podemos citar dos trabajos previos a los anteriores y a éste que
estamos comenzando: el libro Beyond Scepticism and Realism. A Constructive
Exploration of Husserlian and Whiteheadian Methods of Inquiry de LASZLO Ervin,
The Hague, Martinus Nijhoff, 1966 y una tesis doctoral, Lived Time in Husserl and
Whitehead: A comparative study de WINTER, Michael Frederick. A dissertation
submitted to the Graduate School in partial fulfillment of the requirements for the
degree Doctor of Philosophy. Northwestern University Evanston, Illinois 1975.
El punto de vista de nuestras motivaciones, intereses, inquietudes o el lado que
podríamos llamar con toda justicia ―subjetivo‖ puede ser condensado en dos momentos.
En primer lugar, la afinidad afectiva (en última instancia inexplicable) que sentimos por
ambos filósofos y que ya se ha prolongado por más de treinta años en el tiempo vivido.
¿Por qué? Simplemente no lo sabemos. Ellos dos, siendo tan diferentes y en ciertos
puntos cruciales abiertamente opuestos, siempre nos ―han dicho algo‖ que, si se nos
forzara a explicarlo, nos haría recurrir nada más que a cierta estructura psicológica
nuestra que debe tener una afinidad con las tensiones de opuestos; lo cual es muy
coherente, por lo demás, con los nacidos bajo el signo de la balanza. Junto a ello,
siempre nos ha causado admiración tanto la honestidad y seriedad de Husserl como el
vuelo poético y la fina ironía de Whitehead. En segundo lugar, estas vagas pulsiones se
vieron alentadas por una sugerencia del profesor M. Bertrand Saint-Sernin que,
insospechadamente, hallamos revisando literatura secundaria de manos de un ejemplar
que, graciosamente, nos ofreciera Giannina Burlando, nuestra profesora guía: ―Quand
on lit Whitehead en ayant à l‘esprit l‘oeuvre de Husserl, on ne peut pas s‘empècher de
rêver d‘une rencontre entre ces deux grands esprits. Ils avaient le même âge, le même
goût des mathématiques, la même appréciation de logique, la même exigence d‘un
10
retour aux ―choses mêmes‖ ‖1. Si se quisiera buscar un primum movens de este trabajo,
nos habríamos de remitir a ese párrafo y a la sorpresa y complicidad que nos causó su
lectura. Ahora bien, ¿qué comparar entre ambos? e incluso habiéndolo encontrado, ¿qué
podía justificar la comparación entre dos visiones tan divergentes y opuestas, no sólo
frente a la naturaleza del ejercicio filosófico sino frente a la misma realidad? Sea como
fuere, incluso antes de emprenderla había que buscar algunas (i) nociones o base
común. Eso no constituyó ningún problema e incluso una mirada superficial a los
índices de Ideen I y Process and Reality aporta la base común buscada, al menos a nivel
terminológico, ¿razón?, la problemática finalmente es filosófica y por tanto hay tópicos
comunes que aparecen naturalmente (mundo, experiencia, conocimiento, ser, Dios,
conciencia, percepción, ideas, etc.). En nuestro caso particular hemos escogido la
noción general de ―experiencia‖ y, al interior de ella y en cada autor, nos hemos
extendido en el caso particular de la percepción. Pero por razones muy diversas (y esa
es una de los motivos, lo confesamos, que atenta contra la unidad y homogeneidad de
este trabajo). En el caso de Husserl nos apoyamos para ello en la autoridad de Paul
Ricoeur: ―En gros les Ideen ont leur centre de gravité dans une phénoménologie de la
perception (sensible)‖2. Y en el caso de Whitehead, en el trabajo de Lucas:
―Whitehead‘s (...) unified theory of perception (...) ranks in my view as his chief
contribution to the Western philosophic tradition‖3. Por otro lado, en ambos filósofos
encontramos (ii) el mismo enfoque o inclinación; en este caso, la apelación permanente
―a las cosas mismas‖ para dirimir una controversia teórica o poner a prueba una
afirmación; en una palabra, hallamos en ambos una suerte de ―positivismo ampliado‖.
Sin embargo, y este punto es capital, aparecerán inevitables (iii) contrastes y, en el
paralelo que nos ocupa, algunos se presentarán del todo irreconciliables. Pese a ello, la
conjunción de los elementos anteriores aportará la única posibilidad de lograr una
armonía final, en el sentido más primigenio de la palabra: una tensión de opuestos. Así
lo entiende Winter y lo entendemos nosotros: ―The shared element plus the elements of
divergent form the basis for the comparison and contrast‖4. Claro que cabe la pregunta,
¿de qué sirve un contraste? Podemos apelar a dos instancias. Primero a la psicológica o
subjetiva. Consideramos saludable intelectualmente apreciar un tema desde puntos de
1
LES ÉTUDES PHILOSOPHIQUES. Octobre – Décembre 2002. Presses Universitaires de France. Paris
(número dedicado a Whitehead) (440)
2
RICOEUR Idées directrices. Introduction (XXI). Cursivas mías
3
LUCAS (91) Cursivas mías.
4
WINTER (2)
11
vista opuestos o incluso irreconciliables. Ésta ha sido nuestra experiencia: la de que es
un buen ejercicio mental por sí mismo y aún en ausencia de profundidad y erudición
filosóficas, el emprender un trabajo que afronte contrastes intelectuales. Nos ha
flexibilizado y fortalecido el pasar de un pensador a otro oscilando entre sus tan diversas
propuestas. No obstante, ello no nos ciega a la hora del convencimiento de que, a la
postre, son globalmente irreconciliables por más que parezcan hablar, en algunos
momentos, de los mismos conceptos con términos distintos. Hay, por último, una
cuestión irreductible de temperamento que separa las aguas entre ambos filósofos:
Husserl es de un talante a la vez escéptico y obsesivo mientras que Whitehead se nos
muestra más confiado y condescendiente. Nadie como James ha puesto a la vista de
todos que lo que finalmente separa a los filósofos es su forma de ser: ―Cualquiera sea el
temperamento del filósofo profesional, cuando filosofa, tratará de prescindir del hecho
de su temperamento. Como el temperamento no es una razón convencionalmente
reconocida, creerá que debe aducir solamente razones impersonales para sus
conclusiones. Sin embargo, su temperamento le proporciona una inclinación más fuerte
que cualquiera de sus más objetivas premisas‖5.
Por lo que respecta a la instancia filosófica u ―objetiva‖, acudiendo a Lazlo,
podemos señalar que ambos se merecen, con justicia, el membrete de ―empiristas‖:
―Knowledge is sought in experience by the sceptic as well as by the realist, and both
have a rightful claim to the title of empiricist‖6. En efecto, los ―empiristas‖ Husserl y
Whitehead encarnan por excelencia al ―escéptico‖ y al ―realista‖ respectivamente y con
ello se justifica la apelación a una comparación que, en la esfera del conocimiento,
puede operar como la ―iluminadora‖ de un problema, en este caso con dos focos: ―By
comparing and contrasting Whitehead‘s objectivist realism with Husserl‘s subjectivist
skepticism, the problem of consistently accounting for the world of physical objects and
that of subjective sensation can be illumined‖7.
Sea como sea, es muy poco probable que, de haberse encontrado en esta vida,
ambos pensadores hubiesen podido llegar a entenderse, pero nos ha fascinado el intentar
hacerlos hablar a través de nuestro esfuerzo postrero como si hubiesen podido
5
Pragmatismo. Primera Conferencia. Aguilar Argentina S.A. 1975. Ediciones Orbis S. A. Buenos Aires
1984. Traducción de Luis Rodríguez Aranda (25)
6
LAZLO (8)
7
Cf. WOODBRIDGE, Barry A. editor, Alfred North Whitehead a Primary-Secondary Bibliography.
Philosophy Documentation Center. Bowling Green State University. Bowling Green, Ohio 43403. U.S.A.
1977 (173). La cita corresponde al comentario que hace del libro mencionado de Lazlo.
12
intercambiar ideas o, al menos, explorar algunas áreas donde eventualmente pudieren
haberse encontrado. Ha sido nuestra experiencia y, antes de compartirla, quisiéramos
hacernos eco de aquellas antiguas pero todavía lozanas palabras: “Sé cuán expuestos
estamos a equivocarnos en todo lo que nos afecta, y cuán sospechosos deben sernos
también los juicios de los amigos cuando los pronuncian en nuestro favor. Con todo,
me gustaría mostrar en este discurso los caminos que he seguido”8.
8
Discurso del Método. Primera Parte (AT VI, 4).
13
14
INTRODUCCIÓN
Consideraciones metodológicas
Dicen que un compositor es un mal director, y que, pese a que nadie mejor que él
mismo puede conocer la obra que ha creado, no por ello posee la capacidad para
comunicarse con los demás, ni comunicar todo lo que su propia obra contiene.
Elocuentes testimonios dan fe de ello (baste recordar las conocidas referencias a
Beethoven dirigiendo, o los registros discográficos disponibles de Mascagni o
Stravinsky conduciendo sus propias obras). Sin embargo, este lugar común sólo revela
una cara de la medalla, pues también se acopian testimonios en contrario, verbi gratia,
Dvořák o Mahler dirigiendo sus propias obras; sin olvidar el caso más contemporáneo
de Bernstein al frente de la espléndida partitura de West Side Story. Así pues, ambas
posiciones se mantienen en equilibrio: el creador, que indisputablemente conoce su obra
mejor que nadie, puede o no ser buen recreador o comunicador de ella. La situación no
parece tan diferente cuando dirigimos la vista al ámbito de la filosofía. Efectivamente,
¿quién sino Platón, Aristóteles o Hegel podrían conocer su obra mejor que ellos
mismos? Y no obstante, es un hecho de la más asidua recurrencia el leer que dichos
autores, en realidad, no se entendían a sí mismos, y que la multitud de inconsecuencias
que cabe descubrir en un examen a posteriori de sus obras da prueba fiel de ello.
Nótese, sin embargo, que no me estoy refiriendo al inevitable caso de interpretación
cuando se acomete el análisis crítico de una doctrina (cuyo más elocuente ejemplo lo
podemos hallar en la crítica que, en vida, hiciera Aristóteles a Platón) sino a la situación
mucho más común de negar la letra del autor que se está interpretando en aras de la
propia interpretación. Algo que puede realizarse en completa impunidad, ya que como
adelantara certeramente el propio Platón, un texto escrito es un huérfano sin padre que
lo defienda: ―Por otra parte, una vez que han sido escritos, los discursos circulan todos
por todas partes, e igualmente entre los entendidos que entre aquellos a quienes nada
interesan, y no saben a quiénes deben dirigirse y a quiénes no. Y cuando los maltratan o
los insultan injustamente tienen siempre necesidad del auxilio de su padre, porque ellos
solos no son capaces de defenderse ni de asistirse a sí mismos‖9. De nuevo es elocuente
9
Fedro 275e. Traducción de María Araujo. Aguilar, Buenos Aires 9ª ed. 1982 (112)
15
el paralelo entre la interpretación filosófica y la musical. Se sabe que cierta vez el
prestigioso director holandés Willem Mengelberg aconsejó a Arturo Toscanini acerca de
cómo había de interpretarse ―al verdadero modo alemán‖ la obertura Coriolano, pues él
lo sabía por un director que, presuntamente, había recibido instrucciones del propio
Beethoven. La respuesta del italiano fue la siguiente: ―¡Bah! Yo las recibí directamente
del propio Beethoven, es decir de la partitura‖10. Situación exactamente análoga es la
que ocurre frente a un texto filosófico de un autor ya fallecido: sus instrucciones
directas las poseemos en sus textos, nada más. ¿No deberíamos por ello guardar mucho
cuidado a la hora de torcer o forzar lo directamente escrito? Estas advertencias que
parecen, dada su obviedad, ser completamente ociosas dentro de la órbita profesional
del trabajo académico filosófico, son sin embargo singularmente pertinentes en el caso
de Whitehead. En efecto, sabido es que su planteamiento
especulativa de largo alcance—
—como toda doctrina
se expone por ello mismo a incomprensiones e
interpretaciones equivocadas. Cabe preguntarse entonces, ¿cuáles son los límites dentro
de los cuales debe desenvolverse una correcta lectura? O, para insistir en ello, ¿se está
autorizado a negar la letra en aras de una lectura interpretativa realizada a posteriori?
Naturalmente, no estoy exagerando y, como prueba de ello y primer paso para esbozar
una respuesta a estas interrogantes, presentaré cinco casos de ―lecturas‖ de Whitehead
donde la violencia que deploraba Platón toma lugar.
Cinco negaciones de la letra de Whitehead
(a) El primero caso lo encontramos en el excelente libro de Ivor Leclerc11. Su tesis
central sostiene que Whitehead, al desarrollar el sistema que presentó en Process and
Reality, enfrentó problemas específicamente metafísicos y no aquellos que habían
caracterizado sus previas investigaciones en filosofía de la ciencia 12. A continuación, en
el capítulo I Whitehead‟s Philosophical endeavour afirma que con la inauguración de su
último período, el llamado propiamente ―filosófico‖ (desde 1925 en adelante, luego de
la publicación de Science and the Modern World) se verificó un cambio vital en su
centro de interés y en el modo de aproximación a los problemas epistemológicos
anteriores (tomando en cuenta básicamente An Inquiry into the Principles of Natural
10
SCHÖNBERG Harold Los Grandes Directores. Javier Vergara Editor. Buenos Aires 1990 (221)
LECLERC Ivor Whitehead‟s Metaphysics. An introductory exposition. Indiana University Press.
Bloomington & London 1958.
12
LECLERC (ix)
11
16
Knowledge y The Concept of Nature): ―In turning to metaphysics Whitehead turned to a
new set of problems, different from those which had previously been his primary
concern‖13. Más en detalle, todo estriba en cómo interpretar una palabra de una
sugerente frase del prefacio a la segunda edición de 1924 de An enquiry donde
Whitehead sostiene que espera dar cuerpo próximamente a sus ideas acerca de filosofía
de la naturaleza en un estudio metafísico más completo. En efecto, ¿cómo entender ―to
embody‖ en ese contexto?14 Leclerc sostiene que ha de interpretarse casi como un ―dar a
luz‖ (nuevos conjuntos de problemas, considerable cambio en las propias teorías, giro
del centro de interés). No obstante, también podría entenderse en un sentido más débil,
esto es, como un ―dar forma‖ a ideas propiamente metafísicas que ya estaban allí. Esta
interpretación divergente la ofrece nada menos que la autoridad de Victor Lowe:
―Whitehead‘s turning toward an all-inclusive speculative construction after his books on
the philosophy of natural science ought not to surprise us. He had written several times
of the need for a metaphysics which should synthesize mind with nature, and value with
fact‖15. Bien, es en este contexto que Leclerc impugna la tesis de que una consideración
de los problemas filosóficos de la ciencia lo haya conducido a sus nociones
fundamentales como solución para aquellos problemas, pues ello implicaría la
continuidad que, justamente, él está rechazando. Y en efecto, sostiene, ello debe hacerse
incluso cuando la opinión contraria sea favorecida por las afirmaciones expresas de
Whitehead: ―The impression is often gained, even from Whitehead‟s expressed
statements, that these notions have been arrived at by inference from scientific
situation‖16. Precisamente en ese punto se opone a la letra expresa del autor (citada
inmediatamente a continuación) en un decisivo pasaje de Science and the Modern
World donde Whitehead afirma expresamente que llegó a sus convicciones respecto de
una concepción orgánica del mundo a partir de sus estudios en matemática y física
matemática (debe recordarse que ese libro, que inaugura el tercer y final período de su
obra, fue publicado en 1925 y que el autor contaba, a la sazón, con 64 años, edad
suficiente para hacer una afirmación fundamentada): ―It is equally possible to arrive at
13
LECLERC (5) Cursivas mías
No existe traducción castellana de An Enquiry. El pasaje en cuestión es el siguiente: ―I hope in the
immediate future to embody the standpoint of these volumes (sc. The Concept of Nature and The
Principle of Relativity) in a more complete metaphysical study‖. Cursivas mías.
15
LOWE Victor Understanding Whitehead The John Hopkins Press. Baltimore 1966 (220) Cursivas
mías.
16
LECLERC (15) Cursivas mías.
14
17
this organic conception of the world if we start from the fundamental notions of modern
physics, instead of, as above, from psychology and physiology. In fact by reason of my
own studies in mathematics and mathematical physics, I did in fact arrive at my
convictions in this way‖17. Cabe sin duda preguntarse, ¿bajo qué circunstancias un
modelo interpretativo puede pasar a llevar así la letra? Veamos un segundo caso donde
se repite esta situación.
(b) Lo encontramos en el acucioso estudio de George R. Lucas Jr.18, específicamente en
capítulo V Whitehead‟s Understanding of Kant donde la tesis principal sostiene que
Kant fue incompleta y equivocadamente leído por Whitehead al haber ocurrido ello
naturalmente al interior de la tradición académica inglesa del siglo XIX donde su
filosofía era enseñada como una simple epistemología anti-metafísica de la ciencia
newtoniana: ―Whitehead was not so much ignorant of Kant as he was by and large a
prisoner of the Anglo-Saxon philosophic climate of opinion, in which Kant‘s
philosophy is customarily appropriated (in a very narrow and simple-minded fashion) as
purely as antimetaphysical epistemology of Newtonian science‖19. Aquí, en el empeño
de ―rehabilitar‖ a Whitehead ante la filosofía contemporánea, Lucas se propone la tarea
de mostrar que (i) la metafísica de aquél es ―apropiadamente post-crítica‖20 y que (ii) las
principales nociones whiteheadianas (actualidad, subjetividad, experiencia) serían más
bien extensiones que inversiones de ciertas doctrinas kantianas, a pesar de lo que el
propio Whitehead sostuvo: ―I further believe, however, that many of the views he
espouses about actuality, subjectivity, and the nature of experience can be shown to be
extensions of certain Kantian doctrines, rather than (as Whitehead himself thought)
inversions of them‖21. Para mostrar que se trata de dos negaciones ad litteram bastará
presentar los correspondientes textos de Process and Reality. El primero lo hallamos
derechamente en el prefacio donde sostiene de entrada y explícitamente que, en lo
sustancial, la Filosofía del Organismo es una recurrencia a los modos de pensar pre
kantianos: ―A careful examination of their exact statements discloses that in the main
17
SMW (152) Cursivas mías.
LUCAS Goerge R. The Rehabilitation of Whitehead. An Analytical and Historical Assessment of
Process Philosophy. SUNY Press 1989.
19
LUCAS (77)
20
LUCAS: ―We must be able to show that his metaphysics is suitably post- Critical‖ (79)
21
LUCAS (79) Cursivas mías.
18
18
the philosophy of organism is a recurrence to pre-Kantian modes of thought‖22.
Efectivamente, en la Parte II, Discusiones y Aplicaciones, Cap. I Hecho y Forma,
cuando va a explicar en qué consiste la experiencia gozada por una entidad actual
sostiene expresamente que esa experiencia gozada es la misma entidad actual
formaliter, utilizando el mismo y célebre término medieval que el propio Descartes
rehabilitara en sus Meditaciones Metafìsicas: ―I will adopt the pre-Kantian phraseology,
and say that the experience enjoyed by an actual entity is that entity formaliter‖23. El
segundo texto también es particularmente claro. La Filosofía del Organismo es una
inversión y no una extensión de la filosofía kantiana tal como es presentada en la Crítica
de la Razón Pura porque busca describir cómo datos objetivos se convierten en
satisfacción subjetiva y lo que es más, cómo el orden inherente a los datos objetivos
provee intensidad en esa satisfacción: ―The philosophy of organism is the inversion of
Kant‟s philosophy. The Critique of Pure Reason describes the process by which
subjective data pass into the appearance of an objective world. The philosophy of
organism seeks to describe how objective data pass into subjective satisfaction, and how
order in the objective data provides intensity in the subjective satisfaction‖24. Y sin
embargo, frente a todo ello y en aras de los propósitos del Lucas, la ―presunta
necesidad‖ de regresar a modos de pensar pre-kantianos ¡será obviada!: ―Thus, the
presumed necessity of reverting to ―pre-Kantian‖ modes of thought will be obviated‖25.
En el mismo libro que estamos examinando (Cap. IX Recent Developments in Process
Metaphysics) hallamos el tercer y cuarto caso que vamos a examinar.
(c) Sostiene F. Bradford Wallack (en The Epochal Nature of Process in Whitehead‟s
Metaphysics SUNY Press 1980) que Whitehead nunca mantuvo la rígida distinción
entre micro y macro ontología (lo que nosotros llamaremos los niveles categoriales
micro y macro cósmico de análisis respectivamente) que han seguido todas las
interpretaciones de su doctrina. Al contrario, cosas tales como sillas, el sol y El Imperio
Romano han de ser considerados como ejemplos de ―actual entities‖: ―Wallack claims
Whitehead never intended the rigid distinction between his micro- and macro-
22
PR (vi) Cursivas mías.
PR (81) las primeras cursivas son mías.
24
PR (135) Cursivas mías.
25
LUCAS (80) Cursivas mías.
23
19
ontology‖26 ¿Cómo sostener esta lectura frente a las decididas afirmaciones de
Whitehead en cuanto a que los objetos que ordinariamente percibimos no son ―actual
entities‖, sino ―nexos‖ y ―sociedades‖? En Adventures of Ideas, por ejemplo y entre
muchos lugares, enumera los diferentes tipos de nexos que pueden descubrirse según
sea la ―unidad de importancia dominante‖ e incluye por cierto todos los objetos
perceptibles: ―When the unity of the nexus is of dominating importance, nexus of
different types emerge, which may be respectively termed Regions, Societies, Persons,
Enduring Objects, Corporal substances, Living Organisms, Events, with other
analogous terms for the various shades of complexity of which Nature is capable‖ 27. En
Process and Reality la mención expresa de la micro-ontología es tan contundente que se
llega a afirmar que las partículas elementales postuladas por la física contemporánea son
lisa y llanamente ―sociedades‖ de otros eventos incluso más pequeños: ―Also each
electron is a society of electronic occasions, and each proton is a society of protonic
occasions‖.28 Por cierto, más adelante se agrega explícitamente que los cuerpos
materiales que percibimos son variantes de ―sociedades estructuradas‖: ―These material
bodies belong to the lowest grade of structured societies which are obvious to our gross
apprehensions. They comprise societies of various types of complexity
—crystals,
rocks, planets, and suns‖29.
(d) Luego tenemos la siguiente lectura de un connotado estudioso de Whitehead,
Donald Sherburne que, en su ensayo ―Whitehead without God‖30, y luego de
compendiar muy correctamente las tres principales funciones que cabe aplicar a Dios en
el sistema whiteheadiano —a saber, (i) inhibir el inevitable decoloramiento,
apagamiento o desvanecimiento del pasado; (ii) proveer el fundamento ontológico a los
Objetos Eternos y (iii) ser la fuente de la apiración inicial subjetiva para cada ocasión de
experiencia— afirma que todo el sistema puede ser ―reinterpretado‖ para ―acomodar‖
esas tres funciones sin el ―giro teístico‖ que Whitehead habría tomado, dadas las
―inconsistencias e incoherencia‖ que se introducen en todo su sistema: ―Sherburne
contends that each of these functions introduces inconsistencies and incoherence in
26
Cf. LUCAS (160) Cursivas mías.
AI (197-8)
28
PR (139) Cursivas mías.
29
PR (155) Cursivas mías
30
The Christian Scholar, 40, No 3 (fall 1967). No dispongo del artículo. La referencia está en Lucas (230
n. 38)
27
20
Whitehead‘s system and, further, that the system can be interpreted so as to accomodate
all three functions without recourse to Whitehead‟s theistic turn‖31. ¡Caramba! Pero fue
el propio Whitehead quien afirmó que ―requerido por completitud descriptiva‖ había
agregado a Dios a su sistema y que si no “jamás” lo habría hecho: ―Of the concept of
God, primordial and consequent, he said to me: I should never have included it, if it had
not been strictly required for descriptive completeness‖32. Frente a ello, y con el respeto
que el profesor Sherburne nos inspira, pensamos que al menos sería legítimo
preguntarse ¿qué justifica tal proceder metodológico?, ¿cabría, por ejemplo,
―acomodar‖ el sistema cartesiano para evitar el ―giro teístico‖ de Descartes?
(e) Veamos nuestro quinto y último caso. Lo tenemos en el estudio pionero de Allison
H. Johnson33 y que contó, como se sabe, con los comentarios y aclaraciones personales
de Whitehead. ¿Qué leemos allí? que pese a la adherencia de Whitehead al movimiento
realista, Johnson lo clasifica, sin más como ―un idealista en metafísica‖ al interior de la
corriente conocida como ―panpsiquismo‖: ―In the last analysis, Whitehead is an idealist
in metaphysics. He is unmistakably a pan-psychist‖34. De hecho, según el mismo
Johnson, uno puede poner seriamente en duda la afirmación expresa del propio
Whitehead de que se le haya otorgado una ―base realista‖ a las principales doctrinas del
idealismo absoluto: ―One must seriously question his statement that some of the main
doctrines of absolute idealism have been given a realistic basis‖35. No deja de ser
curioso que sobre las mismas premisas en que Johnson apoya su conclusión, y que son
limpiamente premisas del sistema de Whitehead —a saber: (i) las cosas reales finales
son entidades actuales; (ii) las entidades actuales son sujetos; (iii) nada hay aparte de los
sujetos— Victor Lowe haya sacado la conclusión opuesta. Y ello a partir del concepto
capital de ―derivación‖ que se asienta en el principio de ―solidaridad‖ de la realidad:
―What more solid empirical basis is likely to be found for realism than the premise that
a feeling of derivation from external occasions is found in the present occasion of
31
LUCAS (162) cursivas mías.
―Whitehead as I knew him‖, William Ernest Hocking Harvard University, Emeritus. The Journal of
Philosophy, Volume LVIII, N° 19 September 14, 1961 505-516 (Número especial publicado con motivo
del centenario del nacimiento de Whitehead): (515) cursivas mías.
33
JOHNSON Allison H. Whitehead‟s Theory of Reality. Dover Publications, Inc. New York 1962.
34
JOHNSON (164) Cursivas en el original.
35
JOHNSON (164) Cursivas mías. Cf. el pasaje correspondiente de PR (Preface viii). Whitehead habla
allí de ―transformación‖, luego explica que (al igual que en el caso de Kant) se trata de una ―inversión‖
(305)
32
21
experience?‖36. Por lo demás, es para Whitehead tan claro su parentesco con el
movimiento realista que lo declara, de entrada y en el Prefacio, simplemente ―obvio‖:
―Among the contemporary schools of thought, my obligations to the English and
American Realists are obvious‖37. De hecho, en la segunda parte, Cap. IX
(―Propositions‖) cuando trata expresamente a Bradley, no titubea en afirmar que, en la
Filosofía del Organismo, la doctrina de la actualidad de Bradley ha sido simplemente
invertida: ―In the philosophy of organism, an actual occasion
—as has been stated
above— is the whole universe in process of attainment of a particular satisfaction.
Bradley‟s doctrine of actuality is simply inverted‖38. A mayor abundamiento, la
oposición entre ―apariencia‖ y ―realidad‖ (opuestos básicos metafísicos fundamentales
del sistema de Bradley) es privada en Adventures of Ideas (en la Tercera Parte, Capítulo
XIV que justamente lleva el mismo título que el célebre libro de Bradley) de su carácter
radical y relegada a una relevancia relativa sólo a organismos de organización elevada,
i.e., provistos de conciencia: ―The division between appearance and reality does not
cover the whole of experience. It only concerns the objective content, and omits the
subjective form of the immediate occasion in question. In the second place, its
importance is negligible except in the functionings of the higher phases of experience,
when the mental functionings have achieved a peculiar complexity of synthesis with the
physical functionings‖39. ¿Por qué contradecirlo tan abiertamente para encasillarlo entre
los idealistas metafísicos?
¿Cómo vamos a leer?
Permítaseme presentar ahora
—y como consecuencia fundamental de este breve
examen— una respuesta a la pregunta que nos hacíamos respecto de los límites dentro
de los cuales debía desenvolverse una correcta lectura: la letra expresa de un filósofo
que decide publicar un texto debe marcar los límites para la interpretación de las ideas
expresadas. Es más, será justamente el respeto a esa letra lo que permitirá detectar
genuinas inconsistencias. En otras palabras, el deseo de comprender (y por ende de
interpretar) no puede ir más allá de afirmaciones que a nosotros, intérpretes, nos puedan
parecer escandalosas, inaceptables, extemporáneas o incluso inauditas. Aristóteles dice
36
LOWE (354) Cursivas mías.
PR Preface (vii) Cursivas mías.
38
PR (305) Cursivas mías.
39
AI, III, XIV (209) Cursivas mías.
37
22
que hay divinidades manifiestas y visibles: ―porque éstas son causas de los entes divinos
que nos son manifiestos‖ (
40
) y dice que
―hay algo divino en el interior de nosotros‖ (41; Descartes
dice que la mente conoce directamente las cosas particulares: ―Superest igitur ut
concedam, me nequidem imaginari quid sit hæc cera, sed sola mente percipere; dico
hanc in particulari, de cera enim in communi clarius est‖42; Hume dice que es
imposible para la razón humana explicar la causa última de las impresiones de los
sentidos y que incluso podrían ser causadas por el Autor de nuestro ser: ―En cuanto a
esas impresiones que derivan de los sentidos, su causa última es, en mi opinión,
absolutamente inexplicable para la razón humana, y será siempre imposible determinar
con certeza si surgen inmediatamente del objeto o son producidas por el poder creador
del espíritu o se derivan del Autor de nuestro ser‖43; Kant afirma que las leyes de la
razón son eternas en inmutables: ―(...) para que instituya un tribunal que garantice sus
pretensiones legítimas y que sea capaz de terminar con todas las arrogancias infundadas,
no con afirmaciones de autoridad, sino con las leyes eternas e invariables que la razón
posee‖44 y que quisiera legar a la posteridad una metafísica sistemática: ―Aunque no es,
pues, muy difícil legar a la posteridad una metafísica sistemática, concebida de
acuerdo con la crítica de la razón pura, sí constituye un regalo nada despreciable.‖45;
Hegel dice que el contenido de la lógica equivale a la exposición de Dios tal como Él es
en su esencia eterna antes de la creación del mundo: ―Puede afirmarse que dicho
contenido es la exposición de Dios, tal está en su esencia eterna, antes de la creación de
la naturaleza y de un espíritu finito‖46; Husserl dice que la conciencia absoluta es el
residuo de la aniquilación del mundo: ―la conciencia, considerada en su “pureza”, debe
tenerse por un orden del ser encerrado en sí, como un orden de ser absoluto en que
nada puede entrar ni del que nada puede escapar; que no tiene un exterior espaciotemporal ni puede estar dentro de ningún orden espacio-temporal‖47 y Whitehead
40
Met E 1026 a18. Ofrecemos la traducción de García Yebra del pasaje. Nótese la alteración que hay en
41
Etica a Nicómaco X 1153 b1-1154 a7
Meditatio II AT 31 Cursivas mías.
43
Treatise III, cap. V. Ofrecemos la traducción de Margarita Costa. Paidós, Buenos Aires 1974 (143)
cursivas en la edición española.
44
KRV A XII. Ofrecemos la traducción de Pedro Ribas. Alfaguara Madrid 1978: Prólogo 1ª ed. (9)
Cursivas mías.
45
KRV B XXX: Prólogo 2ª ed. (27) cursivas mías.
46
Ciencia de la Lógica Introducción
47
§ 49 (114) Cursivas de Husserl.
42
23
afirma, por sólo ofrecer un ejemplo, que una entidad actual, constitutivo final de la
realidad, jamás se mueve: ―Thus, an actual entity never moves: it is where it is and what
it is‖48. ¿Deberíamos alterar todas aquellas afirmaciones simplemente porque nos
parecen descabelladas y para apoyar una interpretación que fuese plausible con nuestras
opiniones o forma de ver el mundo?, peor aún, ¿habríamos de alterar un texto, omitirlo
o simplemente negarlo porque en caso contrario no sería aceptado o causaría la sorna de
nuestro auditorio? Al contrario, sostengo que lo novedoso y sorprendente de ciertas
doctrinas filosóficas se halla justamente en esas afirmaciones que un cierto apocamiento
pedagógico ha llevado a evitar o disminuir justamente por encontrarlas, o demasiado
descabelladas, o demasiado alejadas de un cierto sentido común compartido. Más
correcto es el propio proceder de Whitehead que, sin ser filósofo ―profesional‖, tenía
muy clara la inanidad del esfuerzo desplegado en aras de salvar un ―vago acuerdo‖
torciendo la interpretación de posiciones claramente divergentes: ―There is no point in
endeavouring to force the interpretations of divergent philosophers into a vague
agreement‖49 (Una advertencia que, lo decimos de entrada, ha de ser nuestra
salvaguarda a la hora intentar una comparación entre Husserl y Whitehead). Fuerza es
de agregar, naturalmente, que no nos estamos refiriendo una interpretación literal de
palabras aisladas, sino a la lectura alerta y desprejuiciada de afirmaciones,
descabelladas a primera vista, y que exigen nuestra aceptación. En una palabra, me
estoy refiriendo a la posición que deberíamos adoptar frente a ideas nuevas que
reclaman interpretación. No estoy adhiriendo con ello al caso extremo de Husserl que
exige valerse de las mismas expresiones con ―un sentido fijo‖50; por el contrario, una
cierta soltura de lenguaje siempre ha sido compatible con la expresión de tesis
propiamente filosóficas. Un ejemplo sobresaliente de este proceder lo hallamos en la
importante afirmación de Aristóteles en cuanto a que, si bien importa expresar
correctamente un asunto, más importante todavía es atender a lo que se quiera expresar
y que, frente a ello, carece de importancia el modo en cómo se lo lleve a cabo: ―Así,
pues, conviene tener en cuenta el modo en que debemos hablar de cada cosa, pero no
más que su modo de ser‖ (...) ―Pero la manera de hablar en todo esto es lo de menos‖51.
48
PR (113) Cursivas mías.
PR (63)
50
Cf. Ideen, Introducción (13)
51
Met Z, 4: 1030 a27 y b32. Ofrecemos la traducción de García Yebra de los respectivos pasajes: Los
textos
griegos
(Ross)
y
latinos
(Moerbeke)
son
los
siguientes:
oportet
49
24
Sostengo, a modo de resumen, que una práctica metodológica fructífera a la hora de
abordar los textos de Whitehead (y cualquier texto filosófico), podría condensarse en las
dos siguientes recomendaciones:

Aceptar literalmente las tesis expresas tal como se presenten, por más
sorprendentes que nos puedan parecer y no acomodarlas a nuestro parecer,
momento histórico o condición social para forzar la lectura ya sea omitiendo,
suavizando o simplemente negando la letra.

Adoptar libremente expresiones alternativas o ilustraciones para dar a entender
los términos nuevos que, eventualmente, haya en dichas tesis.
No veo paradoja en ello (y Whitehead proveerá suficientes ejemplos): Aceptar
literalmente una tesis para su interpretación no implica que sólo pueda ser expresada
con términos unívocos. No perdamos de vista a Platón y recordemos una vez más que al
leer un texto nos enfrentamos armados frente a un huérfano inerme. En tal situación,
vale la paradoja de que, a veces, la letra da vida.
¿Qué hemos leído?
Sólo tres textos, y parcialmente. En primer lugar, Process and Reality, cuyo texto de
referencia es la corrected edition de 1978 editada por David Ray Griffin y Donald W.
Sherburne. En efecto, hubo que esperar casi cincuenta años para que una edición
realmente útil estuviese a disposición del público. Como se sabe, la célebre edición
MacMillan de 1929 contenía una cantidad de errores y erratas que, durante el tiempo de
las sucesivas reimpresiones, nadie corrigió. Estas fallas provenían, en última instancia,
de la personalidad de Whitehead: simplemente hizo una revisión somera de las pruebas,
las entregó a la imprenta y se dedicó a su trabajo original sin volver a mirar atrás: ―The
deprolable state of the text, plus Whitehead‘s lack of enthusiasm for this sort of work,
make it virtually certain that he did not do much careful proofreading‖ 52. La edición
castellana
—fruto del esfuerzo pionero que hiciera en 1956 J. Rovira Armengol
obviamente sobre la ―deplorable‖ edición MacMillan de 1929— no está disponible
quidem igitur intendere et quomodo oportet dicere circa unumquodque; non tamen magis quam quomodo
habet (...) Hæc quidem igitur
quocumque modo velis dicere, differt nihil.
52
Process and Reality. Corrected Edition. Editor‘s Preface (vii)
25
actualmente. Y en cierto sentido hay que decir que es una bendición que así sea. La
cantidad de errores, malas lecturas, arbitrariedades y erratas es tal, que daría para otro
libro y ello podrá apreciarse en todas las notas que hemos incluido. Es una pena
constatar que tal vez anide allí la causa de que Whitehead haya caído en el olvido y se le
haya achacado hasta hoy el motejo de ―ininteligible‖. Si bien su filosofía es difícil (tal
como suele serlo todo esfuerzo creador del pensamiento) ello se ve extendido hasta el
ridículo fruto de aquella traducción. Para mala fortuna del habla hispana aquella vez no
valió el dicho de traduttore traditore sino el de traduttore assasino. No obstante, como
es probable que sea el ejemplar que haya disponible para el lector, hemos citado la
numeración de página de la edición Losada de 1956 precedida de ―PR‖ en todos los
casos. Somos muy conscientes de que la manera correcta de citar debería incluir la
parte, el capítulo, el apartado y la página y además hacer referencia a la página de la
corrected edition, pero simplemente no hemos tenido tiempo para eso (Así, por
ejemplo, cuando se cite PR (147), ello en realidad equivale a PR II (2da parte), III (cap),
VIII (sección) pag. 147 y, en la corrected edition, que incluye en cada página la
numeración de la edición MacMillan, a la pag. 103). Cada vez que Whitehead se refiere
a un término ocupa las comillas simples (por ejemplo, al aclarar el término ‗actuality‘).
Si no hemos corregido todas las comillas dobles (por ejemplo, ―actualidad‖) en la
edición española ha sido simplemente por falta de tiempo en la revisión. Entiéndanse
todas como comillas simples.
En segundo lugar, las Ideas relativas a una Fenomenología Pura y una Filosofía
Fenomenológica en la conocida traducción de José Gaos (FCE 1949 y sucesivas
reimpresiones, hemos trabajado con la de 1993). Este esfuerzo fue mucho más serio y,
si bien hay conocidas discrepancias con esta traducción
—por ejemplo al vertir reel
como ―ingrediente‖, moment como ―elemento‖ y regungen como ―mociones‖ o haber
repetido hasta hoy erratas, ya famosas, como la del §102 (249) donde se lee ―vivencias
internacionales‖ en vez de ―vivencias intencionales‖ (algo al parecer contagioso porque
en el índice analítico de la edición paperback (1962) de Boyce Gibson se lee
―internationality‖ en vez de ―intentionality‖ (415))— está actualmente disponible y
cumple plenamente con su objetivo: dar a leer a Husserl. Nos referiremos a su texto
como Ideen I y citaremos el parágrado seguido del número de página entre paréntesis,
por ejemplo §192 (248). Esta edición ha sido cotejada con las traduciones de Paul
Ricoeur, Idées directrices pour une phénoménologie; Gallimard 1950. (se cita como
26
Idées) y la edición inglesa de Boyce Gibson, IDEAS, General introduction to pure
phenomenology; first edition 1931, First Collier Books edition 1962 (se cita como
IDEAS). Para efectos de las citas textuales o referencias a un término preciso, se ha
acudido a la edición alemana Edmund Husserl Gesammelte Schriften. Herausgegeben
von Elisabeth Ströker Band 5 Text nach Husserliana III / 1 und V Felix Meiner Verlag;
Hamburg 1992.
En tercer lugar, el texto de James que hemos utilizado es The Principles of
Psychology. Great Books of The Western World. 53, William James. William Benton,
publisher. Encyclopædia Britannica. The University of Chicago 1952. Lo citaremos
simplemente como P seguido de número de página entre paréntesis, por ejemplo P (121)
y haremos referencia en el cuerpo al capítulo en cuestión que estemos comentando. En
todo caso, el comentario in extenso corresponderá al capítulo IX. Es muy de lamentar
que la edición de FCE de este extraordinario libro está actualmente agotada.
Dos textos de apoyo, que han sido cruciales para nuestro esfuerzo, merecen ser
nombrados aparte. Son, tal como su nombre lo indica, dos genuinas llaves para abrir la
puerta de entrada y las puertas interiores de Process and Reality e Ideen I. Primero, el
invaluable trabajo de Sherburne: A Key to Whiteheads Process and Reality. The
University of Chicago Press. Chicago and London 1966. Este libro expone las tesis de
la Filosofía del Organismo en forma lineal y progresiva reordenando los textos
principales de Process and Reality, intercalando comentarios aclaratorios, esquemas y
un glosario ténico. Es simplemente indispensable. En segundo lugar, A Key to Edmund
Husserl‟s Ideas I, by Paul Ricoeur. Translated by Bond Harris and Jacqueline Bouchard
Spurlock. Edited and with an Introduction by Pol Vandevelde. ISBN 0-87462-609-9.
©1996. Este libro consiste en la presentación ordenada y lineal (con una interesante
introducción y comentarios aclaratorios marginales) de todas las notas que Paul Ricoeur
agregara a su espléndida traducción de Ideen I (nosotros, que no leemos directo del
alemán, confesamos que en todos los casos en que tuvimos problemas de comprensión,
los vimos solucionados al acudir a la versión francesa y sus notas explicativas). Sin
ambas ―llaves‖ no habríamos sido capaces de presentar esta tesis.
Todavía una palabra más acerca de un célebre problema de traducción, el de la
palabra ―Erlebnis‖. Como es bien sabido, Ortega y Gasset, con la genialidad que lo
caracteriza, introdujo el neologismo ―vivencia‖ para traducirla y, literalmente, cambió el
idioma castellano. Por otra parte, Ricoeur, al optar por ―le vécu‖, también intentó
27
rescatar esa nota de vida que hay en la experiencia pasada, o que va pasando, de la
conciencia. En este contexto, es casi un lugar común el mencionar la crítica hecha a
Boyce Gibson cuando, en su trabajo pionero de 1931, tradujera ―Erlebnis‖ como
―experience‖. Pensamos sin embargo que es una crítica que se queda en los términos y
no va al fondo del asunto. Es más, pensamos que ―experience‖ es la traducción correcta
de ―Erlebnis‖ al inglés. Vamos a ofrecer algunas razones. En primer lugar una tomada,
justamente, de una ―experiencia‖ personal. Al tener dudas sobre esta traducción,
consulté a un muy buen amigo (por lo demás británico de nacimiento, doctorado en
idiomas en Oxford y traductor profesional) e intenté explicarle todo lo que había
implicado en la palabra ―Erlebnis‖ y que se había siempre traducido como ―vivencia‖ en
castellano. Una vez que lo hube hecho (y debo hacer notar que él no es filósofo ni
estudioso de la filosofía), me respondió sin asomo de duda: ―eso es exactamente lo que
en inglés llamamos ―experience‖ ‖. Lo cual, debo confesarlo, fue una sorpresa para mí;
ya que, filosóficamente hablando, concebía claramente como diversas a las nociones de
―experiencia‖ y ―vivencia‖, la primera directamente relacionada con la percepción
sensible y la segunda con un suceso psíquico. Pero ahí estaba el ―hecho obstinado‖: lo
que llamamos ―vivencia‖ o ―experiencia vivida‖ o ―impresión‖ o ―huella‖ o ―recuerdo‖,
así hablando en general, simplemente se expresa, para un inglés, con la palabra
―experience‖. Era entonces obvio que la utilizara un australiano como Boyce Gibson.
Pero hay más. En efecto, sabemos que él cotejó con el propio Husserl su traducción: ―I
have had important help towards the elucidating of the meaning of the text from
Professor Husserl himself, for whose generous kindness to me during my stay in
Freiburg in 1928 I cannot be too grateful‖53. Y por ello simplemente no es sensato
suponer que Boyce Gibson se iba a ―equivocar‖ al traducir un término tan crucial. Lo
que simplemente hizo fue expresar la idea husserliana tal como estaba en su propio
idioma. ¿Qué solución eligió para traducir ―Erfahrung‖? Simplemente mantuvo
―experience‖ y puso entre paréntesis la palabra alemana. Una solución económica y
perfecta, pues mantuvo un lenguaje coloquial y no forzó la propia ambigüedad de la
palabra ―experience‖. Por lo demás, agregó en el índice analítico la siguiente distinción:
Experience, (i) Empirical (Erfahrung) (ii) Experiential (Erlebnis). Que la disputa
continúa lo demuestra el hecho de que Kersten (Ideas Pertaining to a Pure
53
IDEAS, Translator‘s Preface (23)
28
Phenomenology and to a Phenomenological Philosophy: First Book: General
Introduction to a Pure Phenomenology, Springer 1983) traduce esta expresión como
―mental process‖, lo que hay llevado a un crítico a decir ―tenga un lápiz a mano y tárjelo
cada vez que lo encuentre‖. A decir verdad, trastocar el núcleo de lo que Husserl con
tanto esfuerzo quizo expresar con ―Erlebnis‖ y convertirlo, sin más, en un simple factum
natural no sólo es mucho peor que traducirlo como ―experience‖ sino que llama a
desconfiar de la traducción completa. Que esta disputa es en parte de palabras es algo
que queda claro cuando se considera que el propio Husserl (a quién nadie podría acusar
de ser descuidado a la hora de escoger los términos), al referirse a la ―tierra prometida‖
que se abre al investigador que está dispuesto a hacer la ―experiencia trascendental‖,
utilizara el término ―Erfahrung‖, aquel que se utiliza por excelencia para expresar la
experiencia sensible del mundo: ―Una experiencia trascendental [Transzendentale
Erfahrung] en sentido teórico y ante todo descriptivo sólo es posible sobre la base de
una radical alteración de aquella actitud en que transcurre la experiencia natural del
mundo [natürliche weltliche Erfahrung]‖54. Justamente aquella experiencia que se opone
frontalmente a la perspectiva de la mirada fenomenológica. Sin embargo, para posible
escándalo de los intérpretes, utilizó ―Erfahrung‖ sin problema para referirse a la esfera
trascendental. Le importaba más el sentido de lo que quería expresar que el quedarse
atrapado en las palabras. Cabe agregar, por último que ha sido la lectura de ―Erlebnis‖
como ―experience‖ la que nos ha abierto un vasto campo para comparar, sobre nuevas
bases, la Fenomenología con la Filosofía del Organismo. Cosa que no nos habría venido
a la mente a partir de la palabra ―vivencia‖. En suma, cuando Ud., al referirse a un
hecho pasado que le ha ocurrido, ocupa sin más la expresión ―lo viví así‖, está usando el
equivalente inglés exacto de ―I experienced it in that way‖. Es sólo cuestión de palabras:
la traducción de Boyce Gibson es correcta.
¿Qué va a leer usted?
Este trabajo consta de tres grandes partes de distinto tamaño y alcance. La razón de que
la parte dedicada a Whitehead ocupe mucho más espacio se debe al simple hecho de que
es el autor más desconocido en lengua castellana. Y, aunque si bien por ello la parte
dedicada a Husserl ocupe mucho menos lugar, se incluye un capítulo que compendia
54
Epílogo §1 (375)
29
todo el desarrollo de Ideen I, compensando con densidad su brevedad. La parte dedicada
a James es incluso más breve porque este trabajo sólo aspira a sugerir los nexos que
puedan encontrarse entre las propuestas de Whitehead y Husserl y la de James en cuanto
inspirador de aquéllas.
En la primera parte presentamos los lineamientos generales de la Filosofía del
Organismo de acuerdo a sus dos niveles de análisis: el microcósmico y el
macrocósmico. Nos detendremos además en las nociones de ―mentalidad‖, ―conciencia‖
y ―filosofía especuativa‖ y daremos un tratamiento particularmente detallado a la
doctrina modal de la percepción de Whitehead. La segunda está dedicada a Husserl y
presenta una visión sinóptica de Ideen I seguida de un breve análisis del ―enigmático‖
capítulo I y un tratamiento más detallado de las relaciones entre conciencia y realidad
natural, las estructuras fundamentales de la primera y los grandes temas
fenomenológicos. También nos detendremos en el fenómeno de la percepción. Las
razones para tratarlo en ambos autores son, ya lo hemos dicho, heterogéneas (y eso es
un defecto que resta unidad a nuestro trabajo). Consideramos que la doctrina modal de
la percepción de Whitehead debe contarse entre sus mayores contribuciones (si no la
mayor) al desarrollo de la filosofía occidental y creemos que ha sido injustamente
ignorada. En Husserl, por otro lado, el tratamiento de la percepción es decisivo e
instrumental ya que dejará como ―residuo‖ a la conciencia pura. La tercera parte aporta
lo contrastes. Comenzamos con una revisión del capítulo IX de los Principles de James
y seguimos, grosso modo, considerando la muy diversa influencia que tuvo este
pensador en Whitehead y Husserl. Hemos incluído un capítulo especial dedicado a
Charles Hartshorne por el papel casi único que le cupo a posteriori en la confluencia de
ambos pensadores. Finalizamos esa parte presentando elementos que consideramos
fructíferos para una comparación más acuciosa entre la Filosofía del Organismo y la
Fenomenología. Hemos agregado por último cuatro apéndices:
1. Nuestra versión de la introducción del libro de John Cobb A Christian Natural
Theology. Based on the thought of Alfred North Whitehead y que presentamos (basados
en una de sus frases) como ―La contribución creativa de Whitehead‖. La numeración y
los subtítulos son de nuestra autoría y ha sido incluida con autorización expresa del
autor.
30
2. Los índices analíticos de Process and Realiy e Ideen I puestos en paralelo. Pensamos
que puede ser de ayuda a futuras investigaciones o sugerir múltiples y nuevas
comparaciones.
3. Los títulos de las traducciones que hemos hecho de textos que consideramos
pertinentes y que no se encuentran actualmente disponibles en castellano.
4. Un glosario de términos técnicos propios de la Filosofía del Organismo que, salvo un
par excepciones tomadas de otras fuentes, es sustancialmente tributario de dos textos:
The One in the Many. A contemporary reconstruction of the God-World relationships
de Joseph A. Bracken, S.J. William B. Eerdmans Publishing Company. Grand Rapids,
Michigan / Cambridge, U.K. 2001 y A Key to Whitehead‟s Process and Reality de
Donald W. Sherburne, The University of Chicago Press. Chicago and London 1966.
¿Qué vamos a sostener?
Por de pronto algo sorprendente: que Whitehead y Husserl son ―empiristas‖. Que ambos
lo sean en cuando a la orientación de sus esfuerzos, es algo que apenas necesita ser
probado. Basten las afirmaciones de Husserl: ―Si ―positivismo‖ quiere decir tanto como
fundamentación, absolutamente exenta de prejuicios, de todas las ciencias en lo
―positivo‖, en, pues, lo que se puede aprehender originariamente, entonces somos
nosotros los auténticos positivistas‖55 y de Whitehead: ―Todo discurso humano que se
funde en la verdad de sus aserciones para aspirar a ser tenido en cuenta, necesita apelar
a los hechos‖56. Naturalmente, no vamos a sostener que sean empiristas tradicionales
sino radicales. Nuestro apoyo lo encontramos en William James: ―To be radical, an
empiricism must neither admit into its constructions any element that is not directly
experienced, nor exclude from them any element that is directly experienced. For such a
philosophy, the relations that connect experiences must themselves be experienced
relations, and any kind of relation experienced must be accounted as “real” as
anything else in the system‖57. En efecto, sostendremos que la Filosofía del Organismo
es, en definitiva, una filosofía de la relacionalidad donde los elementos finales reales
son las prehensiones —ellas mismas experiencias— que constituyen a las entidades
actuales, sustratos finales de la realidad. En palabras de Whitehead: ―Los hechos finales
55
§20 (52) Cursivas de Husserl.
PR (67)
57
A world of Pure Experience, en Essays in Radical Empiricism and A Pluralistic Universe, New York E.
P. Dutton & Co., Inc. 1971 A Dutton Paperback (25) Cursivas en el original.
56
31
son, todos por igual, entidades actuales‖58(…) ―Aparte de las experiencias de los sujetos
no hay nada, nada, nada; mera nulidad [nothingness]‖59. Por lo que toca a Husserl, nada
escapará al Urfaktum de la Conciencia Trascendental constituyente de todo sentido que
se extenderá al extremo del límite lógico con la noción de tode ti y al extremo del límite
fenomenológico con la noción de dato hylético. Nada quedará fuera, al menos como
aspiración de Husserl, del Erlebnisstrom: ―La fenomenología ha de ponerse ante la
vista, a título de ejemplares, procesos puros de conciencia, ha de dar a estos procesos
una perfecta claridad, dentro de esta claridad ha de analizarlos y aprehender sus
esencias, ha de perseguir las relaciones esenciales que se ven con evidencia intelectual,
ha de formular lo intuido en cada caso mediante fieles expresiones conceptuales, cuyo
contenido dependa puramente de lo intuido o de lo visto con evidencia intelectual‖60
(…) ―Es este ser [sc. el ser absoluto de la Conciencia Trascendental] la categoría radical
del ser en general (o, en nuestro lenguaje, la región radical) en que tienen sus raíces
todas las demás regiones del ser, a que se refieren por su esencia, de la que por tanto
dependen esencialmente todas‖61. Por supuesto, se trata de dos formas de empirismo
radical diferentes. Husserl privilegiará el campo de la conciencia donadora de sentido y
su relación final noesis-nóema. Whitehead no otorgará ninguna primacía a la conciencia
y establecerá como relación final la relación prehensiva. No obstante, ambas propuestas
serán, en última instancia pluralistas: Whitehead con la multitud de entidades actuales y
Husserl con la comunidad intersubjetiva de conciencias constituyentes. En una palabra,
sostendremos que ambas propuestas pueden legítimamente enmarcarse dentro del
empirismo radical propuesto por James al tomar como punto de partida y llegada a un
sujeto final que interactúa con datos, por más que, en ambos casos, este sujeto y los
datos, sean diferentes. Nos adscribimos en este punto derechamente a la tesis de Winter:
―Although it is possible to describe Husserl‘s and Whitehead‘s theories of experience in
terms of the notion of the subject‘s interaction with the datum, it must be pointed out
that Husserl‘s and Whitehead‘s notions of the nature of this subject are rather different.
For Husserl, the subject is the conscious subject, which is focused at the moment of the
primal impression. The subject is not simply the subject at the moment of primal
impression, but includes the entire stream of experiences. For Whitehead, on the other
58
PR (37)
PR (230)
60
§65 (148)
61
§76 (169)
59
32
hand, the subject of experience is rather the actual entity, a single pulse or act of
experience which is structurally analogous to the primal impression alone‖62. Si aún se
quisiera extender la comparación, sugeriremos que es posible encontrar un paralelo
entre los tres pensadores en el nivel de sus nociones últimas u ―operativas‖ (al decir de
Fink) de ―Conception‖ (James), ―Intentionalität‖ (Husserl) y ―prehension‖ (Whitehead).
Mostraremos también las notables semejanzas que guardan las doctrinas de los
Objetos Eternos de Whitehead con la doctrina de los Eide de Husserl al enfrentar ambos
el fenómeno de las relaciones entre los planos esencial y existencial de la realidad.
Paralelos notables serán la noción whiteheadiana de ―conceptual recognition‖ y la
husserliana de ―ideación‖. Asimismo, la ―ingresión‖ de los Objetos Eternos en las
entidades actuales hallará su reflejo en la doctrina de la inseparabilidad de hecho y
esencia husserliana. Se podrá apreciar que en este nivel, la Filosofía del Organismo y la
Fenomenología, guardan un paralelo no sólo en cuanto a orientación sino a nivel de
conceptos.
Este trabajo mostrará además que la imaginación juega un rol crucial en ambos
pensadores y que su diferente manera de comprenderla pudiere ser una de las
explicaciones para las hondas diferencias que advertimos entre sus propuestas. Si bien
tanto para Husserl como para Whitehead es la imaginación herramienta privilegiada, el
primero la entenderá como conditio sine qua non para acceder a la intuición esencial y
el segundo como la característica del esfuerzo filosófico especulativo entendido como
construcción imaginativa.
Este trabajo apoyará la tesis de que el fenómeno de la percepción es crucial en
ambos textos estudiados, pero por muy diversas razones. En Whitehead su teoría modal
triple de la percepción será la expresión elaborada de un principio constitutivo de la
Filosofía del Organismo: el principio subjetivista reformado. Y de allí su importancia.
En Husserl, por otra parte, el análisis de este fenómeno será la via regia para acceder a
la Conciencia Trascendental como ―residuo fenomenológico‖ y abrir con ello,
justamente, las puertas de la buscada Fenomenología Trascendental.
Sostendremos que la influencia de James es ineludible y capital. Whitehead la
confesará abiertamente al mostrarse como fiel seguidor de su doctrina del empirismo
radical y la expresará y elaborará en las nociones de ―feeling‖, ―drop of experiencie‖,
―specious present‖ e ―internal relations‖, entre otras. Husserl no hará mención expresa
62
WINTER (93)
33
de aquella influencia pero mostraremos que todos los elementos que configuran la
llamada ―Psicología Fenomenológica‖ de Ideen I habían sido ya anticipados por James
en sus Principios de Psicología.
Si bien es innegable que, a la postre, ambas expresiones de empirismo radical
serán incompatibles, creemos fecunda la propuesta del profesor Hiroshi Endo en cuanto
a que es factible que la Filosofía del Organismo integre los genuinos logros de la
Fenomenología y se enriquezca con ello, en tanto que la opción inversa es mucho más
improbable. Es una tesis que abiertamente compartimos y que, al menos a modo de
sugerencia, queremos dejar sentada en este trabajo: ―As for the subject-predicate logic,
it appears to me that it is not necessarily effective for process philosophy simply to
reject and discard it. Process Philosophy should rather include it as the logic of a
particular actual entity in its particular subjective form, i.e. consciousness. Husserl‘s
theory can possibly fuse into process philosophy. It is true that Husserl does not talk
about cells, moleculars, atoms, electrons, etc., but this negative fact on the contrary
helps his theory fuse into process philosophy without conflicting. I dare not to say the
reverse. Phenomenologists need a far braver adventure of ideas to transcend to process
philosophy‖63
Vamos a sugerir, por último, que la oposición entre una Filosofía del Organismo
que busca abiertamente incluir lo difuso y lo oscuro de la realidad y una Fenomenología
que aspira a claras intuiciones esenciales reflejadas en los términos precisos, es una
oposición aparente. Veremos que la Fenomenología, al menos tal como la plantea
Husserl en Ideen I, incluye tanta ambigüedad como la Filosofía del Organismo y que la
oposición entre ambos esfuerzos intelectuales bajo los rótulos de ―vaguedad y
obscuridad‖ y ―nitidez y claridad‖, es desorientadora y poco fiel a la voluntad de ambos
pensadores de ir ―tras las cosas mismas‖.
Una última recomendación
Más que eso, un consejo: salte en este minuto al primer apéndice y lea el texto de John
Cobb. No hemos podido encontrar (y lo decimos luego de haber leído miles de páginas
63
HIROSHI ENDO: ―The Metaphysics of Time in Husserl and Whitehead in Process and Reality‖. East
and West. International Conference, August 20-23 1984 at Nanzan University. The Japan Society for
Process Studies. Center for Process Studies Archives (234)
34
acerca de Whitehead) una introducción mejor y más didáctica para adentrarse en su
pensamiento. Así se lo hemos manifestado viva voce a su autor y lo fijamos en este
momento por escrito. Medite esas páginas y, eventualmente, regrese a este punto. Es
mucho mejor que seguir desde aquí, se lo aseguro. Y ahora, antes de entrar en materia,
nuestra confesión: al comentar, en lo que sigue, algunos textos de Whitehead, Husserl y
James, habrá apreciaciones que, quizá, tengan el tono de una crítica. No es más que eso,
un simple ―tono‖. Estamos convencidos de que un estudiante amateur como el que
escribe ―aún si tiene los argumentos e incluso la razón― simplemente no tiene
derecho a criticar a tales hombres. Ya es digno galardón el que pueda leerlos y, en la
medida de sus limitaciones, comprenderlos.
35
36
I
WHITEHEAD
El verdadero método de la construcción filosófica es formar un esquema de ideas,
el mejor que se pueda
Proceso y Realidad, Prefacio
37
38
Capítulo 1
MARCO HISTÓRICO Y FILOSÓFICO DEL PENSAMIENTO DE
WHITEHEAD
Marco histórico general: Cambios en el mundo
Tres filósofos geniales y de marca mayor —a horcajadas entre la segunda mitad del
siglo XIX y la primera del XX— ganaron irrenunciables horizontes filosóficos por
parte de Francia, Alemania e Inglaterra: Henri Bergson (1859-1941), Edmund Husserl
(1859-1938) y Alfred North Whitehead (1861-1947). Sin embargo, no bien que los
lineamientos para ello estén a la vista, un estudio comparativo de ellos está todavía por
hacerse. En efecto, los dos últimos elogiaron explícitamente al primero por sus audaces
reflexiones sobre la fundamentación del tiempo en la durée originaria. Además, ambos
fueron matemáticos que derivaron a la filosofía comenzando su reflexión en torno a los
fundamentos de la matemática (Husserl con Über den Begriff der Zahl —Halle 1887—
y Philosohpie der Arithmetik —Halle 1891— y Whitehead a través de On mathematical
concepts of the material world
comparativo
—Londres 1906—). Una sugerencia de estudio
—pero sólo entre estos dos últimos filósofos y no de los tres en
conjunto— ha sido hecha hace muy poco por M. Bertrand Saint-Sernin, profesor
emérito en Sorbonne (Paris IV) en su artículo ―Morphogenése mathématique du monde
matériel‖: ―Quand on lit Whitehead en ayant à l‘esprit l‘oeuvre de Husserl, on ne peut
pas s‘empècher de rêver d‘une rencontre entre ces deux grands esprits. Ils avaient le
même âge, le même goût des mathématiques, la même appréciation de logique, la même
exigence d‘un retour aux ―choses mêmes‖. L‘un comme l‘autre, en un sens, ont été
célèbres et sans posterité. La phénoménologie, dans la seconde moitié du XX siècle,
s‘est dissociée de la science; Whitehead, de son côté, est traité en étranger par les
partisans d‘une philosohie des sciences ―scientifique‖. Le moment serait propice, me
semble-t-il, pour confronter, avec un regard neuf et lavé par le temps, ces deux grandes
39
voies de réflexion sur l‘univers‖64. Creemos pertinente agregar que, de realizarse en
profundidad, tal estudio llevaría por sí mismo a la inclusión de Bergson. No obstante,
como nuestro empeño se centrará sólo en Whitehead, debemos regresar a ese dramático
cruce de siglos a que aludiéramos en primera línea.
De cara al siglo XXI cabe bien suscribir las acertadas afirmaciones que hiciera
Bocheński hace más de cincuenta años al sostener que los inicios del siglo XX no sólo
marcaron el comienzo de una nueva época sino que determinaron ―la liquidación de
toda una época histórica mucho más amplia, de suerte que nuestro presente no pertenece
ya a la llamada época moderna‖65. Hoy, en efecto, cualquier esfera de pensamiento
reflexivo se vale de la expresión ―postmodernismo‖ como moneda corriente
—
desgastada ya en el trasiego de problemáticas tales como ―la revolución informática‖,
―los mass media‖, ―la ingeniería genética‖, ―el VIH‖, ―la bi, homo y transexualidad‖
etc.— y no vacilaría en aplaudir sino que encontraría incluso pálida la afirmación que
el propio Bocheński agregara a renglón seguido: ―la transformación reciente va más a
fondo que la que se produjo en tiempos del Renacimiento‖. Vale la pena insistir en ello.
El niño Alfred que crece en el apacible ambiente anglicano de Kent —a carbón y con
luz de velas— fallece en Norteamérica sirviéndose cotidianamente de calefacción a
gas, luz eléctrica, teléfono, telégrafo, radio, T.V., etc. y luego de haber presenciado y
sufrido dos Guerras Mundiales. Así, muy es de notar que Husserl falleciera justo antes
del comienzo de los horrores de la Segunda Guerra y que Bergson lo hiciera antes del
final de ella y que —si bien los tres filósofos pudieron atisbar los hundimientos de un
viejo mundo no sólo en el naufragio del Titanic en Abril de 1912 sino en los hórridos
cuatro años de la Primera Guerra y las no menos funestas consecuencias del Tratado de
Versailles de 1919— sólo Whitehead hubiese de ver, desde su lejana cátedra de
Harvard (residía en Norteamérica desde 1924), el ataque a Pearl Harbor el 7 de
Diciembre de 1941 (―el día de la infamia‖) que decidiera la entrada de U.S.A. en la
Guerra, las atrocidades del nazismo y del fascismo y el no menos infame bombardeo de
Hiroshima y Nagasaki el 2 de Agosto de 1945.
Así pues, si cupiese valorar en términos globales el cambio sufrido por la
humanidad entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX, nuestra
64
LES ÉTUDES PHILOSOPHIQUES. Octobre – Décembre 2002. Presses Universitaires de France. Paris
(número dedicado a Whitehead): (440)
65
BOCHEŃSKI I.M. La Filosofía Actual. Primera edición en alemán 1947. (Título original ―Europäische
Philosophie der Gegenwart‖). Fondo de Cultura Económica. México, 7ª reimpresión 1977 (32)
40
calificación sería negativa, sin ambages. Se trata pura y simplemente del fin de ―la
ilusión del progreso operado por la técnica‖, de la cual ―no sólo los filósofos, sino
también las masas parecen curadas‖, expresiones de Bocheński que creemos
ampliamente compartidas66. Hemos creído oportuno recordarlo por cuanto una de las
características singulares del pensamiento de Whitehead será su vigoroso y renovado
optimismo confiado en el futuro. Un talante que, estimulado sin duda por las ideas del
pragmatismo de William James, encontramos reflejado no sólo en su vida personal (que
no escapó a los más grandes dolores) sino por doquier en sus pensamientos; ya sea
livianas acotaciones al pasar o vuelos de profunda metafísica.
Cambios en ciencia
Una vertiente importante que es preciso recorrer es aquella que, al interior del cambio
general ya esbozado, acota las transformaciones en ciencia; particularmente en física.
John Passmore en su excelente libro A Hundred Years of Philosophy las resume en
tres67:

El abandono de las nociones de duración y posición absolutas de algo en el
espacio y en el tiempo a causa de la formulación por parte de Einstein en 1905
de la teoría especial de la Relatividad.

El derrumbe del determinismo clásico fruto del surgimiento de la Mecánica
Cuántica plasmada en el ―Principio de incerteza‖ de Heisenberg que luego
recibiera su nombre definitivo de ―Principio de incertidumbre‖ por parte de
Eddington.

La eliminación del concepto de simultaneidad absoluta (supuesto no ya del
sentido común sino de toda filosofía) por parte de Einstein al establecer la
velocidad de la luz como límite universal68.
66
BOCHEŃSKI (1977): (53)
PASSMORE John. A Hundred Years of Philosopy. A Pelican Book. First published by Duckworth
1957. Great Britain. Reprinted 1980: (330)
68
Apunto muy someramente tres conceptos (los tomo del Glosario de la edición de la Historia del tiempo.
Del big Bang a los agujeros negros de Stephen HAWKING de la Biblioteca de divulgación científica
Muy Interesante. RBA editores Barcelona 1993):
Relatividad especial: teoría de Einstein basada en la idea de que las leyes de la ciencia deben ser las
mismas para todos los observadores que se mueven libremente, no importa cual sea su velocidad.
Relatividad general: teoría de Einstein basada en la idea de que las leyes de la ciencia deben ser las
mismas para todos los observadores, no importa cómo se estén moviendo. Explica la fuerza de gravedad
en términos de la curvatura de un espacio-tiempo de cuatro dimensiones.
67
41
Entiéndase bien, problemas por antonomasia filosóficos desaparecieron por avances
totalmente independientes en el campo de la ciencia. Una consecuencia no menos
notable
—y bien apuntada por Passmore—
será que, luego de tan abrumadoras
pruebas, no hayan sido los ―filósofos de libros‖ quienes se volvieran a la ciencia sino
que ¡los científicos se hayan vuelto a la filosofía!69 Ello tendrá repercusiones directas en
los defensores del llamado neorrealismo norteamericano. Lo veremos más adelante.
Por ahora cabe señalar, en todo caso, que tal situación no fue unánime, pues hubo
científicos de nota como Duhem y Mach que insistieron en el nulo aporte filosófico que
podrían entregar los avances realizados en ciencia y defendieron la separación de tales
campos de pensamiento. Otros, como Eddington y Whitehead fueron, a la vez que
científicos, ―metafísicos de tomo y lomo‖; y en una época en que, al menos en ciertos
círculos filosóficos, era prácticamente un despropósito el dedicarse a la metafísica70.
Hemos transitado así, casi insensiblemente, hasta un terreno filosófico que debemos
deslindar primero en sus márgenes más amplios.
Marco filosófico general
Bosquejaremos aquí las influencias filosóficas generales que nos llevarán a una correcta
contextualización del pensamiento whiteheadiano. Si bien su primera formación fue
como matemático, ella se inscribe en un marco filosófico que, en el caso del siglo XIX
inglés, está delimitado por dos grandes corrientes: el empirismo y el idealismo.
El empirismo inglés
Como se sabe, la filosofía inglesa se mantiene grosso modo en la orientación empirista
que había señalado Francis Bacon (1561-1626) en su Novum Organum y que, con todas
las salvedades del caso, habría de ser seguida por las señeras figuras de John Locke
(1632-1704), George Berkeley (1685-1735) y David Hume (1711-1776). Así pues, de
Principio de incertidumbre: nunca se puede estar totalmente seguro acerca de la posición y la velocidad
de una partícula; cuanto con más exactitud se conozca una de ellas, con menos precisión puede conocerse
la otra.
Para los dos primeros puntos puede consultarse también el Capítulo 1 ―Teoría general de la relatividad‖
en Gravitación y Cosmología. Del génesis al Apocalipsis. El Universo del profesor Carlos LÓPEZ S. n°
11 de los Fascículos para la comprensión de la ciencia, las humanidades y la tecnología del Consejo de
Rectores de las Universidades Chilenas. Editorial Universitaria, Santiago 1978: (11-23)
69
PASSMORE (330)
70
PASSMORE (329)
42
modo sucinto, pueden señalarse algunos temas o áreas comunes que estos grandes
pensadores ingleses legaran a la reflexión filosófica durante los siglos XVII y XVIII: el
sensualismo, la crítica de la facultad de conocer extremada hasta el escepticismo, la idea
de tolerancia, los principios liberales, el espíritu de la Ilustración, el deísmo o religión
natural y por último la llamada filosofía del commonsense que habría de desembocar en
el pragmatismo71. La nítida pluma del profesor Giannini nos ofrece lo medular de tal
orientación: ―el empirismo sostiene como tesis fundamental que a toda realidad del
mundo externo debe corresponder una o varias sensaciones posibles. Y que si no
encontramos éstas, tal pretendida realidad no existe‖72. Ahora bien, por lo que toca al
pragmatismo —término acuñado a fines del siglo XIX por Charles Sanders Pierce— le
leemos al mismo autor: ―el único criterio acertado para medir el valor y la verdad de un
conocimiento (de una proposición, de una idea, etc.) es a través de las consecuencias
teóricas y, finalmente, de la significación práctica que de él deriva‖73. En su momento,
veremos cómo estas ideas tendrán su repercusión en el nacimiento de la filosofía
norteamericana. Precisamente, Van Wesep —en un olvidado texto que nos ha sido de
mucha ayuda para comprender y situar a Whitehead— ha defendido la tesis de que,
frente a la Madre Patria, ―los Estados Unidos de América tienen, efectivamente, su
propia filosofía‖74. Recordamos estas características principales con el ánimo de hacer
comprensible la reacción en Inglaterra del movimiento idealista del siglo XIX que
habrá, a su vez, de alentar la consecuente réplica del nuevo realismo a principios del
siglo XX. En cuanto a Whitehead, procede señalar que tributa a Locke admiración
expresa en la primera página del prefacio de su obra capital, Proceso y Realidad: ―El
autor que más cabalmente anticipó las principales posiciones de la Filosofía del
71
Cf. MARÍAS Julián. Historia de la filosofía. Manuales de la Revista de Occidente, 8ª ed. Madrid 1956
(1ª ed. 1941) (243-244)
72
GIANNINI Humberto. Historia de la filosofía. Editorial Dionysos. Santiago 1979 (3ª ed. corregida y
aumentada) (167). El mismo parecer, suavizado en su conclusión, vemos en COPLESTON Frederick, S.I.
Historia de la filosofía. Vol VIII, de Bentham a Russell. Editorial Ariel. Barcelona 1979: ―Trataron de
reducir (los empiristas) los objetos físicos y el entendimiento a impresiones o sensaciones, y
reconstruirlos luego recurriendo al principio de asociación de ideas. Esto implicaba la tesis de que
básicamente conocemos sólo fenómenos, en tanto impresiones, y que, en caso de que existan realidades
metafenoménicas, no podemos conocerlas.‖ (151)
73
GIANNINI (264)
74
VAN WESEP, H.B. Siete sabios y una filosofía. Itinerario del pragmatismo. Franklin, Emerson,
James, Dewey, Santayana, Peirce, Whitehead. (Título original: Seven Sages: The Story of American
Philosophy. Franklin, Emerson, James, Dewey, Santayana, Peirce, Whitehead. New York, David Mckay
Company, Inc., 1963 (1960) by H.B. Van Wesep) Editorial Hobbs-Sudamericana S.A. Buenos Aires
1965:(5)
43
Organismo es John Locke en su Essay, especialmente en sus últimos libros‖75. El
empirismo de Hume, por el contrario, ya había sido sometido a crítica en su punto
medular
—el carácter fundante de nítidas impresiones sensibles— en escritos
anteriores76 y será examinado fundamentalmente en la Parte II capítulos V y VI de
Process and Reality.
El idealismo inglés: Bradley
El llamado ―idealismo inglés‖ predominó, y principalmente en Oxford, durante todo el
siglo XIX. Si bien cabe considerarlo como una reacción frente al empirismo del siglo
XVIII (que asentándose en una lógica del fenomenismo inauguró el estudio de las leyes
de asociación de ideas desembocando en una suerte de ―idealismo subjetivo‖) que
podría recibir, a su vez, el nombre de ―idealismo objetivo‖ (ya que el sujeto y el objeto
serían, a la postre, manifestaciones de una única realidad última) no sería justo
considerarlo un movimiento negativo puramente contestatario. En efecto, Muirhead ha
señalado que los idealistas del siglo XIX fueron los herederos de una tradición platónica
(los llamados ―platónicos de Cambridge‖) que se remontaba al siglo XVII y que
también se encontraría en la filosofía de Berkeley77. Junto a ello, y de mayor relevancia
por la implicación directa en el período que nos ocupa, encontramos el influjo positivo
del idealismo alemán en el público culto inglés a través de las figuras literarias de
Samuel Taylor Coleridge (1772-1834) y, una generación después, de Thomas Carlyle
(1795-1881)78. No obstante, es justo señalar que, a la postre, la única figura que
gravitaba en las sombras era Hegel y que incluso Kant era leído, al decir de Copleston,
―con gafas hegelianas‖; ello, dada la enorme influencia que tuvo Stirling79. Un estudio
75
PR Prefacio:(9)
The Encyclopedia of Philosophy MacMillan Paul Edwards, Editor in Chief. Volume Eight. MacMillan
Publishing Co., Inc. & The Free Press. New York / Collier MacMillan publisher London 1967. Reprint
Edition 1972. Article on Whitehad pp. 290-296. ―He attacked (in The Principles of Natural Knowledge
and The Concept of Nature) the ultimacy of the Humean analysis of our experience into distinct
impressions of sensation, such as visual sensation of colored patches‖ (292).
77
Cf. COPLESTON (153). El texto de J.H. Muirhead citado es The Platonic tradition in Anglo-Saxon
Philosophy, 1931.
78
DE RUGGIERO Guido; Filosofías del siglo XX. Editorial Abril, Buenos Aires 1947. Título original,
Filosofi del novecento; 3ª ed. 1933. Traducción de Adriana T. Bo.: (el idealismo inglés) ―Con tener sus
orígenes en el romanticismo alemán, logró aclimatarse en Inglaterra y extraer de su propio fondo acentos
peculiares y originales.‖ (11)
79
COPLESTON: ―Se veía en Kant a un precursor de Hegel y se le leía, como hemos dicho ya, con gafas
hegelianas. En efecto, en The Secret of Hegel (1865), de J.H. Stirling, se defendía explícitamente la idea
de que la filosofía de Kant, propiamente entendida y valorada, conduce directamente al hegelianismo.‖
(154)
76
44
independiente de la filosofía kantiana llegaría casi a fines de siglo80. Por último, es
preciso destacar la decisiva influencia pedagógica ejercida por otro simpatizante de la
filosofía hegeliana, el profesor Benjamin Jowett (1817-1893) que habría de formar
generaciones, no ya en Oxford sino incluso fuera de los límites de Gran Bretaña, a
través de su célebre traducción de los Diálogos de Platón que, sobre seguro, es aquella
que consultó Whitehead en sus inicios81.
Dentro de esta caracterización general, cabe señalar tres importantes
consecuencias de este peculiar idealismo. En primer lugar, y como podría esperarse,
estimuló un resurgimiento del pensar metafísico o de la realidad como totalidad única.
En segundo lugar, su popularidad se debió a la cercanía con el pensamiento y prácticas
religiosas como refugio contra empiristas y agnósticos. Finalmente, aportando una ética
propia (y aquí se distanciaba de Hegel) que ponía los acentos en la propia realización y
los derechos personales a cuyo servicio debía estar el Estado, adelantaba características
distintivas de la futura ―Ilustración Norteamericana‖ liderada por Franklin, Reid,
Jefferson y Emerson, entre otros. Ahora bien, desde un punto de vista netamente
filosófico —el que importa destacar aquí— concentran el origen de la influencia tres
grandes pensadores ingleses del siglo XIX: Francis Herbert Bradley (1846-1924),
Bernard Bosanquet (1848-1923) y Ellis McTaggart (1866-1925), todos ellos ―de cepa
hegeliana‖, al decir de Bocheński82. El más influyente en toda la historia de la filosofía
en general, y en el caso se Whitehead en particular, es sin duda Bradley, líder
indiscutido del idealismo absoluto inglés. Debemos dedicarle algunas palabras.
Como se sabe, su obra capital —de vastísima repercusión83— Apariencia y
Realidad (1893) expone lo medular de su filosofía. La estructuran dos polos de tensión
que la asimilan y diferencian respectivamente de la gran concepción hegeliana: (i) la fe
firme en la existencia de un Absoluto Suprarrelacional y (ii) la incapacidad del
pensamiento discursivo humano, necesariamente relacional, para aprehenderlo. Lo
80
COPLESTON: ―Los estudios serios sobre Kant, tales como la gran obra de E. Caird, A Critical Account
of the Philosophy of Kant (1877), no aparecieron hasta una fecha considerablemente tardía.‖ (154).
81
Que Whitehead se mantuvo constantemente renovando su lectura de Platón se desprende por sí mismo
de la nota 3 al Prefacio (13) de Proceso y Realidad: ―Lamento que el Commentary on Plato‟s Timaeus
del profesor A.E. Taylor no se publicara hasta que esta obra estaba ya preparada para la impresión. Así,
con la excepción de una sola pequeña referencia, no pude aprovecharlo. Es mucho lo que debo a otras
obras del profesor Taylor.‖
82
BOCHEŃSKI (48)
83
Incluso en estas latitudes en medio del ardiente ambiente universitario de los años 60, nuestro
compatriota Juan Rivano la tradujo y publicó como Apariencia y Realidad Ediciones Universidad de
Chile 2 v. Santiago 1961.
45
Absoluto se ha desdoblado en ―realidad‖ y ―apariencia‖ pero el pensamiento humano
queda necesariamente confinado en el lado de ésta84. Sin entrar en mayores detalles,
apreciamos que ―la cepa hegeliana‖ ha sufrido una mutación nada despreciable y que el
pensador inglés busca mantener la diferencia. Es más, ya fuera de su sistema escrito y
como advertencia pedagógica recomendaba al célebre profesor oxoniense A.E.Taylor la
lectura de Herbart como ―correctivo‖ frente a la influencia de Hegel 85. Ahora bien,
puesto que no procede detenerse aquí en una exposición de la metafísica de Bradley,
compendiaremos en cinco puntos generales aquellos que anticipan importantes notas de
la metafísica whiteheadiana: (i) Los objetos se disuelven en sus cualidades; (ii) Las
cualidades se disuelven en relaciones; (iii) Nuestra experiencia, siendo relacional,
pertenece a la esfera de la apariencia; (iv) El sujeto y el objeto pertenecen a la esfera de
lo aparente y (v) Lo Absoluto o la realidad es suprarrelacional.
Esto, a grandes líneas. Afinemos ahora más el trazado para apreciar la similitud
con Whitehead agregando cinco tesis de aquél que éste aprobará. En primer lugar, su
teoría de que todas las relaciones son internas, vale decir constituyentes de cada sujeto
en cuestión y que anticipa la noción whiteheadiana de ―concrescencia‖ (concrescence).
Bocheński da máxima importancia a este punto y nos ofrece una conexión filosófica
para entender la necesidad de ―lo objetivo‖ en el idealismo de Bradley: al ser cada cosa
sólo sus relaciones y disolverse en ellas, entonces todo es todo o todo es uno, en suma:
la realidad es orgánica86. Esta doctrina se encontraba ya anticipada en una nota de
Collected Essays I: ―El universo parece ser un sistema; es un organismo (se diría) y
más. Tiene el carácter del yo, de la personalidad de la que depende y sin la cual no vale
nada. Así, una parte del universo, por sí sola, no puede ser un sistema consistente,
porque está referida al conjunto y el conjunto está presente en ella.‖ 87 Así tenemos, en
segundo lugar, la noción de realidad o totalidad como sistema u organismo. En tercer
lugar, constatamos en Bradley la negación expresa de la identificación de Dios con Lo
84
COPLESTON (189)
COPLESTON: ―El profesor A.E. Taylor cuenta que cuando estuvo en Merton College, Bradley le
recomendó que estudiara a Herbart, como el mejor correctivo para no dejarse absorber exageradamente
por las formas hegelianas de pensar. Y la comprensión de la influencia de Herbart en Bradley ayuda a no
dar una importancia excesiva a los elementos hegelianos de su filosofía.‖ (189-90)
86
BOCHEŃSKI: ―Funda su filosofía sobre la idea de las relaciones internas. Según él, las relaciones no
se añaden a la esencia de las cosas ya constituidas, sino que constituyen esa esencia. Esta teoría conduce,
por un lado, a un monismo —la realidad es un todo orgánico— y, al ser aplicada al conocimiento,
conduce al idealismo objetivo.‖ (48)
87
COPLESTON (190) Posteriormente, en Appearance and Reality el Absoluto no se presentará como un
Yo.
85
46
absoluto, tesis que a su vez compartirá Whitehead en inopinado aserto: ―Dios es la
criatura primordial‖88. En cuarto lugar, Bradley había afirmado que frente a la
impotencia del pensamiento discursivo se alza la experiencia básica de un sentimiento
de totalidad vago que notifica de Lo Absoluto, siendo este último, a la postre, calificado
como un acto de experiencia sensible infinito89. Esta noción capital de ―sentimiento‖
(feeling) será retomada explícitamente por Whitehead: ―Su insistencia en el
―sentimiento‖ está muy en consonancia con mis propias conclusiones‖90. Finalmente, en
quinto y último lugar, notamos la similitud de las exigencias y limitaciones que ambos
imprimen a sus esquemas especulativos. Así Bradley reclamará coherencia (falta de
contradicción) y exhaustividad (completud), las cuales jamás llegarán a perfección por
pertenecer inevitablemente al pensar discursivo o aparente. Con todo, la empresa se
verá constantemente alentada por ―ese sentimiento vago de unidad‖ que ya señalábamos
y que el propio Bradley resaltara con inmejorable expresión en el prefacio de
Apariencia y Realidad: ―la metafísica es el hallazgo de malas razones para lo que
creemos por instinto, pero hallar tales razones no deja de ser un instinto.‖91 En la misma
línea afirmará Whitehead en el capítulo I, ―Filosofía Especulativa‖: ―El esquema
filosófico debe ser coherente, lógico, y, con respecto a su interpretación, aplicable y
adecuado. Aquí, ―aplicable‖ significa que algunos casos (some items) de la experiencia
son de esta suerte interpretables, y ―adecuado‖ que no hay casos que no sean
susceptibles de semejante interpretación. ―Coherencia‖, tal como aquí se emplea,
significa que las ideas fundamentales de acuerdo con las cuales se desarrolla el
esquema, se presuponen mutuamente, de suerte que aisladas carecen de significado‖92.
En una palabra, la noción de sistema u organismo especulativo.
Marco filosófico específico
Ahora vamos a fijar el marco de influencias más restringido en que se sitúa Whitehead.
Lo constituyen cuatro segmentos: el neorrealismo en sus vertientes inglesa y
88
PR (53)
Cf. COPLESTON (201 y 206)
90
PR Prefacio: (11). Whitehead hace aquí referencia a Essays on Truth and Reality de Bradley. Nosotros
siempre traduciremos, a diferencia de la edición española, feeling como ―sentir‖.
91
Cf. COPLESTON (212). Se cita la pag. xiv del Prefacio.
92
PR (17) Es de justicia agregar que inmediatamente antes de la explicación del esquema Whitehead
había definido lo que iba a entender por ―interpretación‖: ―Por esta noción de ―interpretación‖ entiendo
que cualquier cosa de que tengamos conciencia porque la gocemos, percibamos, queramos o pensemos,
deberá tener el carácter de caso particular [particular instance] del esquema general.‖
89
47
norteamericana, un remanente del idealismo y los nuevos desarrollos que recibió la
teoría de la evolución de Darwin.
El neorrealismo inglés
No obstante haber coexistido un movimiento realista con el idealismo —e incluso en la
propia Oxford en el momento de su mayor auge— no llegó a contrapesarlo93. Habrá
que esperar a inicios del siglo XX para que —a diferencia del idealismo inglés del siglo
XIX que había sido en parte una forma de reacción
frente al empirismo—
el
movimiento llamado ―neorrealista‖ sí reaccionara frente a tal idealismo. Y
vehementemente, a través de las voces de George Edward Moore (1873-1958) y
Bertrand Russell (1872-1970). El primero publicó en 1903 su ensayo Refutation of
idealism y el segundo dos años después el artículo ―On denoting‖ en Mind.
Consideradas las cosas en bloque, ambos rechazaban el monismo absoluto y el esquema
sujeto-predicado que presuponía el idealismo y, al decir de Burrows Acton, ―con
repulsión puramente emocional‖94. Sin llegar a esos extremos que exigirían una mejor
fundamentación por parte de dicho autor, sí podemos señalar la agudeza de Russell
cuando apuntaba que una vez que se ha comprendido que no todas las proposiciones
que expresan una relación conducen a la relación sujeto-predicado, ―la piedra angular
del monismo se viene abajo‖95. En una palabra, Russell y Moore proponían una
concepción pluralista de la realidad que excluía todos los grados y jerarquías en ella.
Por otra parte, las influencias positivas que alimentaban este realismo pueden rastrearse
en la doctrina que sostiene que aquello conocido
por la mente existe
independientemente del acto por el cual es conocido y que hallamos ya en Frege (cuya
93
COPLESTON: ―Se ha indicado ya cómo el idealismo vino a ocupar una posición dominante en las
universidades británicas, especialmente en Oxford, durante la segunda mitad del siglo XIX. Pero ni
siquiera en Oxford el triunfo del idealismo fue completo. Por ejemplo, Thomas Case (1844-1925), que
ocupó la cátedra de metafísica desde 1899 hasta 1910 y fue presidente del Corpus Christi College desde
1904 hasta 1924, publicó Realism in Morals en 1877, y Physical Realism en 1888.‖ (369). BOCHEŃSKI:
―Ya en la segunda mitad del siglo XIX asomó en Inglaterra una corriente realista, aunque débil. No abocó
a la formación de una escuela ni le fue posible imponerse frente al idealismo, entonces dominante, de un
Bradley y un Bosanquet.‖ (64)
94
Historia de la Filosofía Siglo XXI. Bajo la dirección de Yvon Belaval. Volumen 10. La filosofía en el
siglo XX. 1ª edición en francés, 1974. Édtitions Gallimard. 1ª edición en español, 1981. 8ª edición en
español, México 1992. Del artículo ―Lógica simbólica, pluralismo y empirismo‖ de Harry BURROWS
ACTON pp. 24-52: ―Russell y Moore compartían esta repulsión puramente emocional hacia el
monismo.‖(28)
95
Ibid.
48
influencia se advierte en Principia Mathematica96) y, más atrás en Meinong y
Brentano97. Passmore ha resumido inmejorablemente la característica principal de este
movimiento: ―A refusal to admit that anything we experience depends for its existence
upon the fact that it is experienced was to be the most characteristic feature of the New
Realism‖
98
. Este mismo autor nos precisa que el primero en sostener las doctrinas
distintivas de nuevo realismo fue Sir T. Percy Nunn (1870-1944), conocido educador
que, habiendo escrito poco en filosofía, tuvo enorme influencia tanto en Inglaterra —en
Russell en particular— como en los Estados Unidos. Su polémico escrito se titulaba
―Are secondary qualities independent of perception?‖ y sostenía allí dos tesis 99: (i) Que
las llamadas cualidades primarias y secundarias, ambas, existían realmente en los
cuerpos, fuesen percibidos o no y (ii) Que tales cualidades existen tal como son
percibidas. Aquí se ha trastocado la misma noción de ―cosa material‖, puesto que,
poseyendo en sí apariencias independientes del perceptor, se ha disuelto nuevamente en
una colección de ellas tal como ocurría en el antiguo empirismo inglés con las
apariencias subjetivas. Esta doctrina se emparienta con el fenomenalismo de Mach y
anticipa lo que será el realismo norteamericano100. Nos ha parecido pertinente
mencionar a Nunn por cuando el propio Whitehead reconoce su influencia en el
Prefacio a Proceso y Realidad: ―Debo hacer especial mención del Profesor T. P. Nunn,
de la Universidad de Londres. Sus anticipaciones (en los Proceedings of the Aristotelian
Society) de algunas de las doctrinas del realismo reciente, no parecen ser
suficientemente bien conocidas‖101. Lo que vamos a precisar ahora son las conexiones
—no evidentes a primera vista— que hacen posible una metafísica al interior del
realismo y que sancionarán la filiación futura del pensamiento whiteheadiano.
96
FERRATER MORA, José; Diccionario de Filosofía Tomo IV 1ª ed. revisada, aumentada y actualizada.
Ariel Referencia: Noviembre 1994. 1ª reimpresión: octubre 1998. Editorial Ariel S.A. Barcelona:
(Refiriéndose aquí a Whitehead) ―Influido por Peano, Cantor y Frege, y en colaboración con B. Russell,
prosiguió en los Principia Mathematica los trabajos iniciados ya en sus investigaciones de la lógica
simbólica y de los axiomas de la geometría‖ (3755)
97
PASSMORE: ―What a mind knows, Brentano and Meinong had argued, exists independently of the act
by which it is known‖ (258). Véase también Historia de la filosofía siglo XXI (BURROWS ACTON):
―Moore compartía el antisubjetivismo de Russell. Por lo demás, en este punto, también fue influenciado
por otro filósofo austríaco, Franz Brentano. En Principia Ethica (1903), Moore expone su punto de vista
hostil a todo subjetivismo cuando habla de la noción de valor.‖ (25)
98
PASSMORE (258)
99
Cf. PASSMORE Ibid
100
Cf. PASSMORE (259)
101
PR Prefacio (11)
49
De Ruggiero102 ha destacado con justeza tres aspectos típicos del realismo. Los
dos primeros los comparte con su antepasado —el empirismo inglés tradicional—
mientras el tercero lo aparta de él. En primer lugar, ostenta como aquél una tendencia
analítica que busca disolver cualquier percepción en data elementales. En segundo
lugar, y también en contraste con el idealismo, niega toda capacidad creadora y
autonomía al pensamiento. Finalmente (y ésta es la diferencia crucial con el empirismo
clásico), mientras aquél detenía su análisis en el dato subjetivo, la sensación —y
concedía con ello preeminencia al espíritu (sea éste lo que fuere) por sobre la
naturaleza— el realismo pretende dar una visión total de la naturaleza que comprenda
la res que es el espíritu. ¿Cómo?, extremando el análisis ―hasta hallar algunos datos
primordiales en los que se resuelvan igualmente los hechos físicos y los
psicológicos‖103. Ha quedado abierta la puerta para una metafísica de la realidad o, si
molesta el nombre, para una especulación integral sobre ella. Sin embargo, esta
caracterización es aún incompleta y falta todavía contrastarla un poco más con el
idealismo y su variante neocriticista. Así, para el primero —como bien ha señalado
Abbagnano— la naturaleza, si es que interesa, lo hace sólo como término de una
actividad intelectual o espiritual, ya que ―por sí misma, es nada‖104. Para el segundo, por
su parte, que acepta como punto de partida de su análisis gnoseológico a la ciencia de la
naturaleza (y en esto delata su filiación kantiana), esta última es considerada sólo como
objeto de conocimiento científico. En ambos casos, la naturaleza se ve reducida a mero
dato de conciencia. El realismo, por el contrario, ―tiende a tomar como punto de partida
de sus especulaciones precisamente la existencia o el modo de ser de la naturaleza‖105.
Dicho de otro modo, ésta pasa a ser la única realidad fundamental de la que son parte o
manifestación el propio hombre y sus actividades espirituales. Consecuencia necesaria
de ello será que la especulación que acompañe a dicho naturalismo (otra forma de
caracterizar esta tendencia) tome la forma y nombre de una cosmología. Será el caso de
Whitehead.
Nos queda todavía, por último, destacar aquellos aspectos que, en el realismo,
adelantan decidida y expresamente las ideas del filósofo inglés que nos ocupa y que éste
102
DE RUGGIERO (14)
DE RUGGIERO (15) Cursivas mías.
104
ABBAGNANO Nicolás. Historia de la Filosofía. Tomo III. La filosofía del Romanticismo. La
filosofía entre los siglos XIX y XX. Segunda edición española. Montaner y Simón S.A. Barcelona 1973:
(555)
105
ABBAGNANO Ibid. Cursivas mías.
103
50
recogerá gustoso. En efecto, los realistas acogen plenamente los adelantos llevados a
cabo en física —particularmente por Einstein con su Teoría de la Relatividad— que
desbaratan el materialismo clásico. Los elementos del mundo físico se han
―desmaterializado‖ en vibración o energía indistinguible del continuum espaciotemporal. No sólo eso, sino que ―espacio‖ y ―tiempo‖ han pasado a ser nombres para
distinciones que nosotros realizamos en ese continuum; siendo que, en realidad, no
pueden separarse porque no lo están106. Lo propio del materialismo clásico es disociar
espacio y tiempo para así forjar un mundo puramente extenso, no siendo ello sino una
prolongación de la doctrina cartesiana de la res extensa que, en último análisis, lleva a
su concepción de ―existencia instantánea‖ menesterosa del concurso creador divino para
su duración, puesto que nada puede llevar de instante a instante (ello será duramente
rebatido por Whitehead)107. Por el contrario, a partir de los avances en física a inicios
del siglo XX, el tiempo pasa a formar parte inherente del sistema cósmico y con ello el
elemento primordial de la realidad —en esto van de la mano científicos, realistas y
Bergson— ha dejado de ser el átomo (―punto del espacio suspendido en una eternidad
vacía‖108) para ceder su puesto al evento: un punto espacial tomado en un instante de
tiempo. Como consecuencia de lo anterior, el tiempo (no ya receptáculo absoluto
indiferente) pasa a tener ―la fuerza de un verdadero vínculo. El mundo del materialismo
es un mundo de lo instantáneo, sin ayer ni mañana; en el mundo de los realistas, el
pasado existe realmente como fuerza propulsora que empuja el presente cósmico hacia
106
FEYNMAN Richard (Premio Nobel de Física 1965). El carácter de las leyes físicas. (The Character
of Physical Law, M.I.T 1967. Charlas dadas en la Universidad de Cornell en 1964). Editorial
Univeristaria, Santiago 1973: ―No se trata de una mera adición artificial, como la explicación que se da en
la mayoría de los libros populares, que dicen: «Agregamos el tiempo al espacio porque no se puede
solamente ubicar un punto, además hay que decir cuándo». Eso es cierto, pero no se trataría
verdaderamente de un espacio-tiempo tetradimensional; eso no haría más que juntar las dos cosas. El
espacio real posee, en un sentido, la característica de que su existencia es independiente del punto de vista
particular, y de que mirado desde puntos de vista diferentes algo «de adelante-atrás», puede confundirse
con «izquierda-derecha». Análogamente, algo de «futuro-pasado» temporal puede confundirse con cierta
cantidad de espacio. Espacio y tiempo deben entrelazarse por completo.‖ (97)
107
El célebre pasaje pertinente de Descartes se encuentra en Med. III (49): ―En effet, cést une chose bien
claire et bien évidente (à tous ceux qui considéreront avec attention la nature du temps), qu‘une
substance, pour être conservée dans tous les moments qu‘elle dure, a besoin du même pouvoir et de la
même action qui serait nécessaire pour la produire et la créer tout de nouveau, si elle n‘était point
encore‖. La contundencia del texto latino es insuperable: Perspicuum enim est attendenti ad temporis
naturam, eadem plane vi & actione opus esse ad rem quamlibet singulis momentis quibus durat
conservandam, qua opus esset ad eandem de novo creandam, si nondum existeret.
108
La feliz expresión es DE RUGGIERO (15) quien también nos está guiando en esta última síntesis.
51
el porvenir‖109. Reale & Antiseri han encontrado una bella expresión poética para esta
idea: ―el universo es un organismo donde el pasado no se olvida‖110.
El neorrealismo norteamericano
Pese a que las raíces de este brote continental se hunden en el empirismo de la Isla,
presentará un aspecto completamente particular al momento de su florecimiento dando
lugar a la llamada ―Ilustración Norteamericana‖ que habrá de fructificar, sin duda, en
una filosofía propia111. Una primera característica es el intento de separar las virtudes
puritanas de su base teológica y cuyo ejemplo señero tenemos en Benjamin Franklin
(1706-1790) que ―estaba convencido de que había que dar a la moral una base
utilitarista y no teológica‖112. Al mismo tiempo, la teoría de los derechos naturales
defendida por John Locke (1632-1704) en sus Dos Tratados sobre el Gobierno113
encontrará vigoroso eco en Los Derechos del Hombre de Thomas Paine (1737-1809) y
en la célebre Declaración de Independencia que en 1776 redactara Thomas Jefferson
(1743-1826) afirmando que ―es una verdad evidente que todos los hombres fueron
creados iguales, que su Creador les dotó de ciertos derechos inalienables, entre los
cuales está el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad‖114. Sin duda
que Franklin y Jefferson no eran, por decirlo así, filósofos ―profesionales‖ y habrá que
aguardar al siglo siguiente para encontrarnos con la influencia decidida de la llamada
―escuela escocesa‖ de Thomas Reid (1710-1796) en el plano académico norteamericano
109
DE RUGGIERO (15). Véase también VAN WESEP (1965): ―La temporalidad está en la esencia de lo
que ocurre, y la opción está en el centro de las cosas. Se necesita una nueva metafísica, y Whitehead trata
con empeño de darnos precisamente esto en su Proceso y realidad.‖(373)
110
REALE Giovanni & ANTISERI Darío. Historia del Pensamiento Filosófico y Científico. Tomo III.
Del Romanticismo hasta hoy. Barcelona. Editorial Herder 1988 (579)
111
VAN WESEP: ―Al denominar norteamericana a esta filosofía, no se ha entendido otra cosa que verla
como una evolución, modificada por el mar, de algo surgido y arraigado en la madre patria, Gran Bretaña.
La filosofía norteamericana está construida sobre las filosofías inglesa y francesa, pero ahora es ya tan
diferente que posee una estatura y un sabor que le son propios‖ (8)
112
COPLESTON (254)
113
VON ASTER Ernst. Historia de la Filosofía. Ed. Zig-Zag, Santiago de Chile 1939: ―En defensa de la
Constitución liberal inglesa del año 1688, y contra Filmer, defensor del reinado patriarcal, del reinado por
gracia de Dios, escribió sus tratados sobre el gobierno. Dos Tratados sobre el Gobierno. Su ideal de
Estado es la monarquía constitucional, que mediante la ―separación de poderes‖, el legislativo y el
ejecutivo (a los que Montesquieu más tarde agrega el judicial), mediante la limitación legal de los poderes
del príncipe, que no está sobre la ley sino bajo la ley, defiende al individuo, su libertad personal, su
libertad espiritual y su propiedad contra las arbitrariedades del poder gobernante.‖ (231-2). También
MARÍAS: ―Respecto al Estado, Locke es el representante típico de la ideología liberal. En el mismo
barco en que Guillermo de Orange iba de Holanda a Inglaterra, viajaba Locke: con el rey de la monarquía
mixta iba el teórico de la monarquía mixta. Locke rechaza el patriarcalismo de Filmer y su doctrina del
derecho divino y del absolutismo de los reyes.‖ (251-2)
114
COPLESTON (256)
52
coexistiendo incluso posteriormente junto al pragmatismo de un James o el idealismo de
un Royce115. Peirce no se ahorra palabras de elogio para el primero116.
Corresponde ahora señalar la transformación que recibió el empirismo inglés (en
su vertiente ―clásica‖ humeana de la doctrina de las impresiones y la asociación de
ideas) con la fuerte dosis de realismo que le inoculó el scottish commonsense con su
doctrina de que la percepción de objetos exteriores ―inseparablemente unida con la
creencia en la realidad del objeto percibido, es algo último, inderivable; no es reducible
ni a ser datos de conciencia, ni a una ―conclusión‖; es un elemento natural de toda
conciencia, para la ―sana razón humana‖ o sentido común‖117. Con ello se hace visible
—notoria diferencia a lo que ocurrió en Inglaterra—
la poca acogida que tuvo en el
continente el Idealismo Absoluto de Bradley. ¿Por qué? porque una doctrina que relega
el yo personal a la esfera de la apariencia mal podría cuadrar con el espíritu que nutría a
la pujante colonia en expansión118.
Nada más iniciado el siglo XX
—marzo de 1901—
William Pepperell
Montague (1873-1953) y luego en octubre Ralph Barton Perry (1876-1957),
polemizaban (como era de esperar) contra Royce y su tesis de que el realismo destruía
la posibilidad del conocimiento. No será sin embargo hasta nueve años más tarde que el
realismo norteamericano hará ingreso oficial en la historia de la filosofía con The
Program and First Platform of six realists (1910). Con todo, el escrito definitivamente
célebre —The New Realism— llegaría en 1912 y provocaría una sólida réplica en 1920
a través de los Essays in Critical Realism llevados a luz por un grupo no menos capaz
de pensadores. El Program de 1910 fue publicado en The Journal of Philosophy y,
junto a los dos primeros autores ya señalados, agregaba los nombres de E.B. Holt
(1873-1946), W.T. Marvin (1872-1944), W.B. Pitkin (1878-1953) y E.G. Spaulding
115
Josiah Royce (1855-1916), ingeniero y luego filósofo, viajó a Europa y volvió a U.S.A.
constituyéndose en el más importante, que sepamos, hegeliano norteamericano. Enseñó en Harvard en la
misma facultad donde posteriormente lo haría Whitehead.
116
PASSMORE: ―Scottish ‗common-sense philosophy‘ (…) dominated the American Universities during
the greater part of the nineteenth century; nor was it entirely swept out of existence either by James‘s
pragmatism or by Royce‘s idealism. Peirce, to take the most notable case, continued to admire that ‗subtle
and well-balanced intellect, Thomas Reid‘ ‖(259)
117
VON ASTER (246) Cursivas mías. Por su parte MARÍAS señala la influencia de esta vertiente inglesa
en su propio país: ―Ejerció largo influjo en Francia (Royer-Collard, etc.) y en España, sobre todo en
Cataluña, donde sus huellas se advierten en Balmes y Menéndez Pelayo‖ (256). Nosotros podríamos
agregar sin temor a errar la actual doctrina de Zubiri sobre la realidad y su preeminencia frente al ser
expuesta elocuentemente en Inteligencia Sentiente, Madrid. Alianza Editorial 1989.
118
COPLESTON: ―La forma que adquirió el idealismo absoluto de Bradley con el relegamiento de la
personalidad a la esfera de la apariencia opuesta a la esfera de la realidad, no fue acogida por el
pensamiento norteamericano‖ (262)
53
(1873-1940) y sirvió, efectivamente de ―plataforma‖ para el escrito de 1912 cuyo título
completo es The New Realism: Co-operative Studies in Philosophy. Y con justeza, pues
una de las banderas enarboladas por este nuevo grupo de filósofos era la cooperación.
El escrito sostiene tesis que difícilmente hoy sería posible impugnar sin recurrir,
pensamos, a la mala fe. Pueden resumirse en tres: (i) Escrupuloso cuidado del lenguaje
como instrumento de toda filosofía; (ii) Análisis de los problemas complejos y vagos
para tratarlos por separado y (iii) Asociación con los avances de las ciencias
particulares. Todo ello justamente con el propósito de superar el subjetivismo, la
vaguedad de pensamiento y de lenguaje y la ignorancia culpable de los progresos
realizados en ciencia. Obviamente, una tarea tal no podía ser realizada por un individuo
aislado y requería de cooperación para la anhelada reforma general de la filosofía. Así
Pitkin, expresaba la tesis básica común a todos: ―las cosas conocidas no son productos
de la relación del conocer ni dependen esencialmente, en su existencia o
comportamiento, de tal relación‖ o, más elocuentemente todavía por boca de Spaulding
cuando afirmaba que el conocimiento era ―eliminable‖, en el sentido de que a una cosa
le es perfectamente indiferente el ser conocida o no, favoreciendo una tendencia
pluralista (que ya veíamos en Moore y Russell) frente al monismo idealista y
defendiendo la tesis de que al menos una de todas las relaciones posibles es
necesariamente externa: justamente la relación de conocimiento. Esta orientación se vio
matizada por las ideas de Holt y Perry que aceptaron la teoría del ―monismo neutral‖
según la cual no hay una última diferencia sustancial entre espíritu y materia119. Y así,
con Montague, en este caso a la luz de las ideas de William James, la conciencia pasaba
a ser una respuesta o función de un organismo frente a algo: en el conocer ―no hay nada
de sobrenatural o trascendental‖. En suma, todos rechazaron la teoría de la
representación y redujeron el conocimiento a la apretada fórmula de una copresencia
entre cognoscente y conocido120.
Cabe realizar tres precisiones a esta caracterización general. En primer lugar,
destacar uno de los puntos vitales de la lógica del realismo (y que se sitúa en las
antípodas de la tesis de Bradley): a saber, que todas las relaciones son externas y, en
119
PASSMORE: ―The central teachings of neutral monism ought by now to be clear (…): nothing exists
except objective ‗elements‘.‖ (263)
120
Para todo este pasaje (salvo la cita anterior de Passmore) y las citas de The New Realism nos hemos
basado en COPLESTON (375-6)
54
consecuencia, también la de conocer, según había adelantado James121. Así, junto a la
teoría de la percepción esbozada por Bergson en Matiére et Mémoire, Perry no tuvo
problemas en afirmar que lo que llamamos ―conciencia‖ sólo es una ―respuesta
interesada‖ de un organismo frente a algo122. Dicho de otro modo, el conocer es una
peculiar relación externa en la cual al menos uno de los términos es un proceso
orgánico. Insistimos en ello porque ésta será una de las tesis extrapoladas por
Whitehead, quién sostendrá por el contrario que ambos términos son procesos orgánicos
y que todas las relaciones son internas.
Otro punto importante de las tesis de los nuevos realistas, en segundo lugar,
consistió en sostener que los aspectos clásicamente llamados ―subjetivos‖ de un objeto
—sus ―perspectivas‖—
le pertenecen realmente a él. Aquí Holt sigue al profesor
Nunn: ―the innumerable geometrical projections of the tree —to any of which the
nervous system may react— have each of them an equal right to be regarded as
belonging to it, even if it is convenient for practical purposes to describe a certain shape
as its ‗real shape‘ ‖123. Aspecto delicado y punto de ataque por parte de los realistas
críticos de 1920.
Marvin, en tercer y último lugar, en su correspondiente artículo ―The
emancipation of philosophy from epistemology‖ (título singular, pues uno pensaría, de
buenas a primeras, que el realismo es ante todo una epistemología) había impugnado la
tesis
—vigente desde Descartes—
de que todo conocimiento se basa en el
conocimiento del contenido del espíritu y que, por tanto, una investigación de la mente
humana debía preceder a una indagación de la realidad misma. Por el contrario, siendo
el conocer una de las tantas relaciones posibles externas de toda nuestra experiencia, no
hay razón alguna para la preeminencia de la epistemología: el metafísico ha quedado así
―emancipado‖124. Por cierto que es necesario agregar que para Marvin la metafísica es
comprendida como el esfuerzo de alcanzar las más altas generalizaciones de nuestro
conocimiento presente. En líneas generales será una dirección seguida por Whitehead.
En 1920 un grupo de teóricos igualmente calificado y que incluía a D. Drake
(1898-1933), A.O. Lovejoy (1873-1962), J.B. Pratt (1875-1944), A.K. Rogers (18681936), G. Santayana (1863-1952), R.W. Sellars (1880), y C.A. Strong (1862-1940) salió
121
PASSMORE: ―The point most vital in the logic of The New Realism —that relations are external—
James had particularly urged.‖ (261)
122
PASSMORE (262)
123
PASSMORE (264)
124
PASSMORE Ibid.
55
a la palestra con Essays in Critical Realism: A Cooperative Study of the Problems of
Knowledge. Como su título lo indica, buscaba criticar los puntos débiles de The New
Realism. Principalmente uno: la negación total por parte de aquellos de cualquier
intermediario o re-presentación entre sujeto y objeto125. Así, algunos postularon que los
datos inmediatos eran los estados mentales mientras que Santayana, con una suerte de
fenomenología peculiar a su doctrina, afirmaba que tales eran ―las esencias‖ que, como
puro objeto de intuición permanecen ajenas no sólo a cualquier sistematización sino al
―reino de la existencia‖ propio del discurso y del razonamiento126. En suma, los realistas
críticos, no bien salvando de todas formas la existencia totalmente independiente del
objeto frente al cognoscente, estaban dispuestos a aceptar alguna forma de intermediario
que en cierto modo paliara lo que consideraban una postura demasiado ingenua por
parte de los nuevos realistas127.
Un remanente del idealismo alemán: Haldane
Richrad Burdon Haldane (1856-1928) fue, cuando menos (tanto como en Estados
Unidos por la misma época lo era Josiah Royce) una figura histórica exótica: filósofo,
estadista, vizconde, admirador de Einstein y…hegeliano declarado. En filosofía su
legado lo constituye la obra en dos volúmenes The Path to Reality (1903-4). Por otra
parte, su destacado desempeño en altas esferas del Gobierno Británico le valió la
distinción honorífica de carácter político de Vizconde de Cloan en 1911, aún cuando su
entusiasta admiración por Hegel —que en la obra citada llamara ―el mayor maestro del
método especulativo desde Aristóteles‖128—
le costara la pérdida de sus cargos
políticos y no fuese llamado a integrar el gobierno de 1915, dado el tinte francamente
anti germano que habían tomado los acontecimientos. Haldane se esforzó por demostrar
que la Teoría de la Relatividad en física no sólo era compatible con el hegelianismo,
sino que lo exigía. En sus escritos proponía una teoría de la relatividad filosófica; y
125
COPLESTON: ―Pronto surgió un movimiento de realismo crítico, animado por ciertos filósofos que
estaban de acuerdo con los neorrealistas en rechazar el idealismo, pero que no se sentían capaces de
aceptar su total negación del representacionismo.‖ (378) Cursivas mías.
126
ABBAGNANO: ―Las esencias no se encadenan y no constituyen un sistema. La atención, el discurso,
el razonamiento, les son ajenas. Son puros objetos de intuición, y la intuición es la única experiencia
inmediata posible. Atención, razonamiento, discurso, presuponen la existencia; y la existencia es un reino
completamente aparte del de las esencias. Es el reino de la acción, de la energía vital; en una palabra, de
la materia.‖ (569)
127
Historia de la filosofía siglo XXI ( BURROWS ACTON): ―Estos filósofos, que distaban mucho de
compartir los mismos puntos de vista, se ponían de acuerdo, a pesar de todo, para preconizar una forma
de realismo menos ingenua y menos absoluta que la de los neorrealistas.‖ (26)
128
COPLESTON (229)
56
cuando Einstein publicó sus escritos sobre el tema, Haldane los vio como
¡confirmación! de su propia teoría desarrollada en The Reign of Relativity de 1921.
Efectivamente, al ser la realidad finalmente una, posibilitaba de suyo la coexistencia
legítima de variados puntos de vista (físico, biológico, filosófico etc.) cuyos sistemas
categoriales parciales ofrecían un aspecto relativo de la verdad. Tesis que iba de la
mano, por cierto, con un espíritu de respeto y tolerancia por cada uno de los esfuerzos
parciales129. Nos hemos detenido en este autor porque Whitehead solía mantener
discusiones filosóficas personales con él130, lo cual nos notifica no sólo de las esferas de
influencia en las cuales se movía nuestro filósofo sino de su cercanía explícita con el
idealismo inglés. Comparte en efecto aquella visión sinóptica de la filosofía que hemos
caracterizado y la tesis de Haldane de que ―we ought to be prepared to believe in the
different aspects of the world as it appears‖131. En definitiva Whitehead aceptará (y aquí
la ruptura con Russell será clara) el principio de que cualquier proposición se refiere a
un universo que exhibe algún carácter metafísico general y que el propio análisis de
aquella debe dar cuenta de aquél. Se trata de la consecuencia final de la doctrina de
Bradley que reduce todas las propiedades a sus relaciones internas en un sistema132.
El evolucionismo: Morgan y Alexander
Convy Lloyd Morgan (1852-1936), filósofo y biólogo admirador de la obra de Darwin,
propuso una célebre variación de la teoría de aquél llamada ―Teoría de la Evolución
Emergente‖: un ―camino medio‖ entre el mecanismo y el vitalismo133. En efecto, no
sólo reafirma su admiración por la obra de Darwin sino que separa aguas respecto de
Bergson; vale decir, del ―genio poético‖ y de la metafísica134. Y con razón, pues
129
Cf. COPLESTON (229-30)
PASSMORE: ―Whitehead accepted the definition of philosophy formulated by the Idealists, and
particularly by Haldane, with whom Whitehead was accustomed to discuss philosophical questions.‖
(338) Cursivas mías.
131
Citado en PASSMORE (341)
132
PASSMORE Ibid.
133
PASSMORE: ―Lloyd Morgan hoped to tread a midway path between ‗mechanism‘ and ‗vitalism‘. The
mechanists had set out to show that organisms are ‗nothing but‘ physico-chemical structures, which have
assumed their present shape as a result of the operations of natural selection. For the vitalist, on the
contrary, an organism possesses a ‗vital force‘; it is, indeed a medium through which life struggles
towards perfection.‖ (269) Cursivas mías.
134
PASSMORE: ―Lloyd Morgan had no patience with vitalism as a biological theory. ‗With all due
respect‘, he wrote in Instinct and Experience, ‗for M. Bergson‘s poetic genius —for his doctrine of Life
is more akin to poetry than to science— his facile criticisms of Darwin‘s magnificent and truly scientific
generalizations only serve to show how large a degree the intermingling of problems involving the
metaphysics of Source with those of scientific interpretation may darken counsel and serve seriously to
hinder the progress of biology‘ ‖(270)
130
57
Morgan entiende (con todos los reparos que cupiese hacer a su propuesta) que su teoría
es una hipótesis científica que pretende describir lo que realmente sucede en el proceso
evolutivo, llegando al límite extremo de afirmar (y no parece tratarse aquí de una
metáfora) que en una genuina evolución ―there is always more in the conclusions than
is contained in the premises‖135. En otras palabras (y aquí adelanta la noción de sinergia
que habrá de ser crucial para la conocida Teoría General de Sistemas), lo que resulta de
un proceso es algo más que el ejercicio de aquel proceso. Con ello, es posible entender
que ciertos tipos de comportamiento tales como la conciencia emerjan de procesos
físico-químicos136. Ha sido necesario referirse a Morgan ya que su doctrina constituirá
el framework137 de Time, Space and Deity, la obra capital138 que Samuel Alexander
(1859-1938) escribiera en 1920 y cuya metafísica realista nos permitirá afianzar el
encuadre histórico que hemos dedicado a Whitehead. De hecho, la deuda de éste con
aquél reflejada en nociones cardinales tales como ―devenir‖ (becoming) y ―sentir‖
(feeling) es llanamente confesada en Proceso y Realidad139. Valgan pues, algunas
palabras sobre Alexander.
Hijo del colonialismo inglés, nace en Sidney y se traslada en 1877, a los
dieciocho años, a Oxford donde, obviamente, recibe la influencia de Bradley. Espíritu
multifacético, acogió también las tesis de la Teoría de la Evolución e incluso se interesó
por la psicología empírica (una rareza en Oxford en aquella época). Por si fuera poco,
recibió después el influjo de Moore y Russell e incluso del neorrealismo
135
Cf. PASSMORE (270)
PASSMORE: ―The resultant process is never ‗nothing but‘ the processes out of which it has evolved.
Thus it is that modes of behaviour —consciousness, for example— can evolve out of physico-chemical
processes without themselves being reducible to, although they are continuous with, such processes‖.
(270)
137
La expresión es de PASSMORE Ibid. Esta interpretación es en general compartida. Véase
ABBAGNANO: ―Alexander considera la realidad como un proceso de evolución emergente; el mundo se
desarrolla a partir de las primeras condiciones elementales del espacio y se complica poco a poco con la
emergencia de cualidades cada vez nuevas.‖ (574); DE RUGGIERO: ―Mediante las categorías el devenir
espacio-temporal se concreta y se especifica en grados de la realidad de orden cada vez más elevado y
complejo, e interligados de tal modo que el más alto emerge del más bajo con caracteres propios e
irreductibles. Ésta es la doctrina llamada de la emergent evolution (vide Lloyd Morgan, Emergent
Evolution, 1927) que recuerda, tal vez en un tono menor, la Évolution Créatrice de Bergson.‖ (16);
BOCHEŃSKI: ―Esta concepción de la evolución, como evolución emergente (emergent evolution), la
encontramos también, con independencia de Alexander, en el filósofo y biólogo inglés Convy Lloyd
Morgan (1852-1936) y ha sido una de las más discutidas en la filosofía inglesa. Se opone, sin duda, al
evolucionismo spenceriano y está cerca del bergsoniano‖ (227)
138
Desgraciadamente, este importante libro jamás, que sepamos, fue traducido al castellano.
139
PR: ―Toda actualidad última encarna en su propia esencia lo que Alexander denomina ―principio de
inquietud‖ [‗a principle of unrest‘], a saber, su devenir [becoming].‖ (49); PR: ―Este uso del término
―sentir‖ [feeling] es muy afín [has a close analogy] al uso que hace Alexander del término ―vivencia‖
[enjoyment]‖(69). El final de frase merece ser citado, ―y tiene también cierta afinidad [some kinship] con
el uso del término ―intuición‖ [ntuition] por Bergson‖.
136
58
norteamericano140. Ejerció la docencia en Manchester y tuvo a su cargo durante los años
1916-18 las Gifford Lectures cuya versión publicada tres años más tarde habría de ser
Time, Space and Deity que, culminando en un panteísmo evolucionista, tendría su
origen remoto —al decir de Copleston— en la filosofía de Spinoza y en el hecho de
que Alexander era judío141. A la verdad, el realismo de Alexander es definitivamente
naturalista y, como él lo dijera con sus propias palabras: ―The temper of realism is to
de-anthropomorfize to order man and mind to their prope place among the world of
finite things; on the one hand, to divest physical things of the colouring which they have
received from the vanity or arrogance of mind; on the other, to assign them along with
minds their due measure of self-existence‖142. Lo que es igual, el ser humano —
bastante lejos de ser el amo y señor de todo el universo— es un ser finito orgánico
como cualquier otro; nada más.143 Así pues, ¿de qué está hecho el Universo? De una
única sustancia universal o stuff primordial: el continuum espacio-temporal semoviente
y autodiferenciador que, en bellísima expresión de Alexander, es ―el cañamazo gris en
que están recamados los vivos colores del Universo‖144. De allí van emergiendo todas
140
Cf. COPLESTON (381). También, con más precisión, PASSMORE: ―Alexander, indeed, was
permanently influenced by Moore‘s ‗Refutation of Idealism‘; although he was attracted by the neutral
monist reduction of the ‗mental act‘ to an organic response he could never persuade himself wholly to
reject the act-object analysis‖. (267)
141
COPLESTON: ―Alexander era de origen judío y no es absurdo ver en su idea de Dios una versión
dinámica del panteísmo de Spinoza, adaptado a la teoría de la evolución‖. (385)
142
Cf. PASSMORE (269) Cursivas mías. La cita está tomada de The Basis of Realism, no se da número
de página.
143
PASSMORE: ―Thus Realism, as he conceives it, is naturalistic; for it, the human being is one finite
thing amongst others, not the ruler and lord of the finite universe‖. (269) (Uno hubiese esperado ―infinite
universe‖). Apenas cabe decir que sea éste el punto más repelente a posiciones cercanas a la escolástica.
A modo de ejemplo: SUSINOS RUIZ Francisco. Apuntes para una valoración crítica del organicismo
cosmológico de Whitehead (extracto de la tesis doctoral Whitehead: Un ensayo de cosmología orgánica).
Universidad Pontificia de Salamanca. Imp. «Calatrava». Salamanca, 1961: ―Tan exagerado inmanentismo
teológico viene exigido, en la Filosofía del Organismo, por la despersonalización de Dios o, si se prefiere,
por la universal personalización de todo ser actual‖ (...) ―es innegable que la persona goza de una
autonomía y de una dignidad peculiarísimas. Es un mismo delito negarle estos atributos, como repartirlos
generosamente sobre todo ser actual.‖ (51, cursivas en el original). ABBAGNANO: ―El realismo tiende a
tomar como punto de partida de sus especulaciones precisamente la existencia o el modo de ser de la
naturaleza. Por ello, la naturaleza es la realidad única o fundamental de la que son parte o manifestación
el propio hombre y sus actividades espirituales.‖ (555). DE RUGGIERO: ―Y la característica peculiar del
realismo se nos revela aquí en la preocupación constante de querer hacer del sujeto un caso particular,
aunque importante, de una objetividad natural que lo supera por todas partes‖ (...) ―Esta degradación del
sujeto cognoscente a un percipient event, esto es, a un momento del natural devenir, dotado, por efecto de
una evolución emergente, de una cualidad consciente y espiritual que no pertenece a los estadios más
bajos del proceso cósmico es, como fácilmente se puede advertir, la parte más débil de todo el sistema,
que debilita también las otras.‖ (16-17, cursivas en el original).
144
ABBAGNANO: (573). Cita Space, Time and Deity I p. 186.
59
las cualidades que
—en impulso del propio Universo para divinizarse145—
van
reproduciendo en cada nivel la relación fundamental que hay entre espacio y tiempo que
es como el espíritu del cuerpo de aquél146; así en nosotros por ejemplo, que poseemos
cuerpo y espíritu humanos. No obstante, si bien lo que llamamos ―ser humano‖
constituye el estadio más elevado de tal evolución, habrán de seguirle fatalmente
ángeles
en
la
carrera
evolutiva147.
Forzoso
es
reconocer
que,
no
bien
―desantropomorfizando‖, la doctrina final de Alexander es optimista. Dentro de este
encuadre, la metafísica es entendida de una manera completamente peculiar, ya que si
bien en tanto que ciencia del ser y de sus atributos esenciales o categorías podría no
alejarse demasiado de la definición de Aristóteles, su método es sin embargo empírico,
en el sentido de que se vale de hipótesis al igual que las demás ciencias para desentrañar
dichas categorías que, a diferencia de las kantianas, son constitutivas de la realidad
misma148. Su definición de metafísica es inaudita: ―el estudio experimental o empírico
de lo no empírico o a priori‖149. Sin embargo, debemos recordar que él comparte y
defiende la tesis cara a todo el movimiento neorrealista de que el conocimiento es ―una
relación de co-presencia o de conjunción entre un objeto y un ser consciente‖150, siendo
con ello la gnoseología sólo un capítulo más de la metafísica151. En efecto, el realismo
de Alexander es radical: como ningún intermediario puede haber en esta conjunción
145
ABBAGNANO: ―Hay un infinito actual, el universo entero, que tiende a la deidad. La realidad de
Dios está en este tender del mundo del espacio-tiempo hacia una cualidad más alta: es un esfuerzo, no una
realización.‖ (574)
146
DE RUGGIERO: ―El espacio, dice, se hace en el tiempo; y con una expresión más enérgica aun,
afirma en otra parte que el tiempo es el espíritu o el alma del espacio (Space, Time and Deity II, 39) y el
espacio es el cuerpo del tiempo.‖(18)
147
BOCHEŃSKI: ―Hasta ahora han surgido cuatro etapas o niveles de ser: 1) el puro movimiento, 2) la
materia, 3) la vida, 4) la conciencia (mind). Desde el punto de vista de la etapa precedente, la siguiente
aparece como la divinidad (divinity); los seres que pertenecerían a la etapa quinta los denomina
Alexander ―ángeles‖ o ―dioses‖.‖ (227)
148
DE RUGGIERO: ―Estos planos son llamados, con reminiscencia kantiana, categorías; pero a
diferencia de las categorías kantianas, no son formas de organización mental, sino formas constitutivas de
la realidad misma de los objetos: más oportunamente entonces, se las habría podido llamar ideas
platónicas.‖ (16). ―Las categorías se transforman en formas constitutivas y objetivas de la realidad,
independientes de nuestro pensamiento y, sin embargo, a priori, en el sentido de que la evolución
empírica de los objetos presupone su activa presencia.‖ (18)
149
ABBAGNANO: ―Es una ciencia empírica, diferente de las otras sólo por la naturaleza de su objeto: los
caracteres estables y universales de las cosas, que Alexander llama a priori o categoriales.‖ (572).
COPLESTON: ―podemos definir la metafísica como ―el estudio experimental o empírico de lo no
empírico o a priori‖, y de los problemas que surgen a propósito de la relación entre lo empírico y lo a
priori‖ (Space, Time and Deity I p.4).‖ (383)
150
COPLESTON: (382). DE RUGGIERO (20)
151
ABBAGNANO: ―Alexander tiene de la filosofía el mismo concepto que tienen de ella los otros
neorrealistas. La gnoseología no tiene ninguna primacía sobre la metafísica, sino que es un capítulo de la
metafísica misma.‖ (572)
60
entre cognoscente y conocido, sólo cabe que éste último sea contemplado y que la
conciencia del primero se goce o disfrute en ello. Lo propio del sujeto al conocer es el
―goce‖ (enjoyment) ya que le está vedada la contemplación de su propio acto de
conciencia (una contemplación gozosa de sí mismo sería justo lo propio del estadio
angélico inmediatamente superior)152. Pero, notemos bien, esa fruición mental es el
único modo de ser diverso de la objetividad que introduce el sujeto al estar copresente a
su objeto y, lo que es más decisivo aún, se trata, a la postre, de un desdoblamiento de la
única realidad original: el continuum espacio-temporal. Cabe señalar, por último, que
este monismo realista absoluto evolutivo que advertimos en Alexander adelanta el tipo
distintivo que presentará la metafísica whiteheadiana. Según señala Passmore, ―one
naturally compares Process and Reality with Time, Space and Deity which Whitehead
greately praised‖153 y descubre similitudes en lo que, con lenguaje tradicional,
podríamos llamar ―el objeto‖ que estudian y ―el método‖ con que proceden. En efecto,
afirma dicho autor que ambos ven como el problema central de su filosofía la relación
de las cosas con el espacio y el tiempo y, por otra parte, proceden ambos con un método
descriptivo o del ―yo le estoy contando a Ud.‖, dejando en segundo término la clásica
argumentación.154
152
PASSMORE: ―Acts cannot be contemplated, but only ‗enjoyed‘ —‗lived through‘, as it is sometimes
put. Thus ‗our consciousness of an object‘ is never, for us, an object of contemplation; what we
contemplate is the object, simply —although we at the same time enjoy the act which is conscious of it.
The mental act and its object are sharply sundered. Objects cannot be enjoyed, mental acts cannot be
contemplated. From ‗an angel‘s point of view‘ —the point of view of a being higher than ourselves—
our conscious act would be an object; an angel would contemplate our conscious act as something
compresent with its object.‖ (268)
153
PASSMORE (340) Cursivas mías.
154
PASSMORE: ―Both writers see in the relation of particular things to space and time the central
problem of philosophy, even if their solutions diverge. Further and more important still, they make use of
the same philosophical method —what we might disrespectfully describe as the ‗I‘m telling you‘
method. Neither argues, in any ordinary sense of that word. A metaphysics, Whitehead wrote in Religion
in the Making (1926), is a description: the metaphysician discerns in some special field of interest what he
suspects to be general characters of reality; he sets these up tentatively as categories; then he seeks to
discover whether they are in fact general by considering whether they are exemplified in other areas of
human interest.‖ Ibid.
61
Capítulo 2
CONTINUIDAD FILOSÓFICA DE LA EVOLUCIÓN
DEL
PENSAMIENTO DE WHITEHEAD
Nota biográfica
Alfred North Whitehead nace en Ramsgate, Kent, el 15 de Febrero de 1861. Su padre
era un clérigo anglicano y dicha impronta religiosa y familiar unida a la experiencia de
compañerismo con caracteres fuertes habría de plasmarse en él y en su filosofía155.
Posteriormente, influenciado por el Cardenal Newman, se acercó a las filas de la Iglesia
Católica Romana156. De todas formas, y como puede desprenderse fácilmente de su
filosofía, sus ideas religiosas no eran ortodoxas157. Se educó en el célebre Trinity
College de la Universidad de Cambridge donde logra el grado de fellow en 1884158.
Desde el año siguiente hasta 1910, en que se traslada al University College de Londres,
enseña matemáticas. Entre sus célebres alumnos se cuentan John Maynard Keynes y
Bertrand Russell (lo pudo haber sido George Edward Moore, que fue aconsejado por el
propio Russell para tomar lecciones privadas de matemática con él
—cálculo
diferencial en particular— pero que finalmente no lo hizo159). Junto con Russell (a
155
MacMillan Encyclopedia of Philosophy. Paul Edwards, editor in chief. Volume eight. MacMillan
Publishing Co., Inc. & The Free Press. New York / Collier MacMillan Publisher. London 1967. Reprint
Edition 1972. Article on Whitehead pp. 190-196.: ―The religious (Anglican) background of his home and
the experience of companionship with strong characters in a close-knit community made impressions
which left mark on his later philosophy.‖(290)
156
RUSSELL Bertrand. Portraits from Memory and other essays. London. George Allen & Unwin Ltd.
Great Britain 1956: ―He was at all times deeply aware of the importance of religion. As a young man, he
was all but converted to Roman Catholicism by the influence of Cardinal Newman.‖ (96)
157
RUSSELL: ―Whitehead´s theological opinions were not orthodox, but something of the vicarage
atmosphere remained in his ways of feeling and came out in his later philosophical writings.‖ (95)
158
No tengo noticias de que se haya reunido alguna vez una pléyade semejante en tan pocas décadas en
una misma Universidad: McTaggart, Moore, Russell, Keynes, Cornford, Whitehead, Wittgenstein...
159
SCHILPP Paul Arthur. The philosophy of George Edward Moore. The library of living philosophers
vol IV. Edited by Paul Arthur Schilpp. Northwestern university & Southwestern Illinois University. La
Salle Illinois. Open Court. Established 1887. First printing 1968. Second printing 1992. U. S. A.: ―About
1900 or a little later he (Russell) urged me strongly to take private lessons from Whitehead in
Mathematics, particularly in the Differential Calculus. This advice I did not take, not, I am afraid, for any
well-considered reasons, but mainly from mere inertia and doubt whether it would do me any good.‖ (16)
62
quien conoció como joven alumno de física en 1890160), como es bien sabido, escribirá
entre 1910 y 1913 los célebres Principia Mathematica que revolucionaron la disciplina
de la lógica: ―uno de los grandes monumentos intelectuales de todos los tiempos‖, al
decir de Quine161. Su progresismo, que es congruente con el talante optimista de su
filosofía se manifiesta en el hecho de (i) haber sido liberal en política (lo que en
Inglaterra marca una diferencia); (ii) defensor de los derechos femeninos
y (iii)
participante activo en la reforma educacional del University College162. En 1914 fue
nombrado profesor del Imperial College of Science and Technology, donde fue además
Decano de la Facultad de Ciencias y Presidente del Consejo Académico163. Muchas de
sus audaces ideas pedagógicas fueron publicadas posteriormente en 1929 en The Aims
of Education and others essays cuando ya residía en Norteamérica. De su insigne
calidad como profesor y como persona poseemos el testimonio elocuente de dos fuertes
personalidades nada proclives a repartir elogios: Russell, que lo califica de
―extraordinarily perfect as a teacher‖164 y de Moore —quien aparte de reconocer
expresamente su deuda con él— lo ensalza por sobre todos los que conoció en el
Trinity College ―with the warmest feelings of affection‖165. Como fellow de la Royal
Society le cupo el honor de estar presente cuando en 1919 se dio a conocer el resultado
del célebre experimento de Eddington realizado en apoyo de la nueva teoría de Einstein
y que demostraba la curvatura de los rayos solares al pasar por la vecindad de Mercurio.
La dramática descripción de Whitehead, como testimonio de su personalidad y cultura,
160
RUSSELL: ―I had no further contact with Whitehead until the year 1890 when as a freshman at
Cambridge, I attended his lectures on statics.‖ (92)
161
MacMillan: ―W.V. Quine, in his essay ―Whitehead and the Rise of Modern Logic‖, called Principia
Mathematica, ―one of the great intellectual monuments of all time.‖(291)
162
Routledge Encyclopedia of Philosophy. Version 1.0 London, 2003. From article ―Alfred North
Whitehead‖ written by James BRADLEY. (El número de página puede variar según el formato. Cito las
de mi copia): ―He was a liberal in politics and an advocate of women‘s rights. He wrote Principia
Mathematica (1910-13) with Russell, moving to London in 1910, where taught mathematics at University
College and was active in educational reform.‖ (1)
163
VAN WESEP H.B.: ―Cumplido esto (se refiere a la terminación de Principia Mathematica en 1913),
pensó en la estimulante labor de Londres, donde, como profesor del Colegio Imperial de Ciencias, decano
de la Facultad de Ciencias y presidente del Consejo Académico, ensanchó el ámbito de su interés hasta el
campo íntegro de la ciencia, junto con los problemas de administración.‖(360)
164
RUSSELL: ―Whitehead was extraordinarily perfect as a teacher. He took a personal interest in those
with whom he had to deal and knew both their strong and their weak points. He would elicit from a pupil
the best of which a pupil was capable. He was never repressive, or sarcastic, or superior, or any of the
things that inferior teachers like to be.‖ (97)
165
SCHILPP: ―I am very proud of having been one of their number (Fellow of Cambridge Trinity
College) —an honour wich I have shared with many of the philosophers whom I have had occasion to
mention, Sidwick, Ward, McTaggart, Russell, Broad, and Wittgenstein, as well as with one whom I have
only mentioned incidentally, but to whom I owe not a little and whom I regard with the warmest feelings
of affection, namely, Whitehead.‖ (35)
63
es inmejorable: ―El clima de tenso y palpitante interés era el característico de una
tragedia griega: nosotros éramos el coro que comentaba los decretos del destino,
revelados por el desarrollo de acontecimientos extraordinarios. Hasta la escenografía
poseía elementos dramáticos: el ceremonial tradicional y, en el fondo, el retrato de
Newton nos recordaba que la más grande de las generalizaciones científicas —después
de más de dos siglos— se veía ahora afectada por su primera modificación. Ni siquiera
estaba ausente el interés personal: una gran aventura del pensamiento llegaba por fin a
buen puerto, sana y salva. Permítaseme recordar que la esencia dramática de la tragedia
no consiste en la desdicha. Reside en la solemnidad del proceso inexorable e ineluctable
de los acontecimientos.‖166
Es importante agregar que durante este período de Londres su enseñanza
siempre estuvo enfocada a la matemática aplicada167 y que incluso el propio Whitehead
refirió las impresiones que sufrió al conocer directamente ese mundo práctico de
técnicos y obreros: ―Esta experiencia de los problemas de Londres, durante más de
catorce años (1910-1924) (…) transformó mis ideas (...) la masa bulliciosa de artesanos
en procura de luces intelectuales, de jóvenes de todos los niveles sociales, ansiosos de
conocimientos adecuados, la variedad de problemas que así se presentaban, todo ello era
un nuevo factor en la civilización‖168.
Pero en este período también medió la Gran Guerra, y no dejó impune a los
Whitehead. De los tres hijos —dos varones y una mujer— Eric, el menor de dieciocho
años, aviador en el ejército inglés, fue derribado pocos meses antes de que se firmara la
paz169. Este dolor enlutó por siempre a la familia y nuestro filósofo (gran conocedor de
los maestros de la poesía inglesa) confesó que, lejos de mitigar su dolor, la lectura de
aquéllos ―sólo había trivializado las emociones reales‖170. Tanto más cuanto que
Whitehead, formado en esa ―comunidad de caracteres fuertes‖ que mencionáramos al
166
REALE Giovanni & ANTISERI (578) (no se da la fuente de donde se ha tomado el testimonio).
Routledge Encyclopedia of Philosophy (BRADLEY): ―He became Professor of Applied Mathematics
at the Imperial College of Science and Technology in 1914‖ (1). BOCHEŃSKI: ―de 1914 a 1924 explicó
matemática aplicada en el Imperial College de la misma ciudad (Londres)‖ (244)
168
VAN WESEP (360). No se da la fuente del testimonio, verosímilmente Dialogues of Alfred North
Whitehead de Lucien Price. New York, N. Y. The New American Library, 1956.
169
VAN WESEP: ―Los Whitehead tenían tres hijos, dos varones y una mujer. El menor, Eric, era aviador
y murió en la Primera Guerra Mundial.‖ (363). RUSSELL (1956): ―In the last month of the war his
younger son, who was only just eighteen, was killed. This was an appalling grief to him, and it was only
by inmense effort of moral discipline that he was able to go on with his work.‖ (93)
170
VAN WESEP: ―Al final habían podido hablar de él de buen grado y con buen humor, porque
Whitehead dijo una vez que las más intensas expresiones de dolor y los intentos de consuelo de esos
maestros del lenguaje que son los poetas ingleses, para él ‗sólo habían trivializado las emociones reales‘.‖
(363). La referencia está tomada del libro de Lucien Price Dialogues of Alfred North Whitehead.
167
64
principio, había sido partidario de la entrada de Inglaterra a la Guerra. Esto lo refiere
Russell de primera mano y lo da como una causa importante del distanciamiento entre
ambos171. La otra distancia, la ―filosófica‖, habría de venir después cuando Whitehead
expuso su metafísica. Con todo, disentimos del juicio de Russell cuando atribuye a esta
terrible pérdida el hecho de que Whitehead se haya vuelto hacia la filosofía escapando
de la creencia en un universo ―meramente mecanicista‖. La profundidad filosófica, e
incluso metafísica, se advierte ya en los primeros textos (que trataban solamente de
matemática) según habremos de ver. En efecto, apoyaremos la tesis de una continuidad
de pensamiento que desmiente fuertemente el juicio de Russell. Este último sí que pasó
de un joven idealismo172 (en su Philosophy of Leibniz que nunca dejó de fascinar a
Whitehead173) hasta llegar a un agnosticismo declarado. Incluyamos como remate de la
caracterización del período que acabamos de hacer, dos sabrosas características de su
personalidad que nos refiere su discípulo: su extraordinaria capacidad de concentración
(hasta el punto de no advertir personas a un metro de distancia cuando se enfrascaba en
sus cálculos matemáticos174) y su costumbre de ¡no responder cartas! ya que ―de hacerlo
no le quedaría tiempo para trabajo original‖. Razón que Russell, quizá molesto, hubo de
considerar finalmente ―incontestable‖175.
Si dejáramos las cosas hasta aquí, Whitehead sin duda habría ocupado un lugar
en la historia de la matemática y de la ciencia en Inglaterra y, más allá de sus fronteras,
en la historia de la lógica. Sin embargo, si es que con justicia ha de transitar por el
camino real de la historia de la filosofía e incluso de la Historia Universal es por la
171
RUSSELL: ―We began to drift apart during the First World War when he completely disagreed with
my pacifist position. In our differences on this subject he was more tolerant than I was, and it was much
more my fault than his that these differences caused a diminution in the closeness of our friendship.‖ (93).
172
Historia de la Filosofía Siglo XXI:―Los filósofos más importantes de la primera mitad del siglo XX,
Bertrand Russell y G.E. Moore, empezaron por ser idealistas, pero no tardaron en poner en cuestión esta
primera elección.‖ (24)
173
PASSMORE: ―Indeed Russell‘s Philosophy of Leibniz —at that time his major contribution to
philosophy— never ceased to fascinate Whitehead, even if, at the end, he was more sympathetically
inclined towards Leibniz‘s philosophy, as Russell expounded it, than to Russell‘s own views.‖ (337)
174
RUSSELL: ―His capacity for concentration on work was quite extraordinary. One hot summer‘s day,
when I was staying with him at Grantchester, our friend Crompton Davies arrived and I took him into the
garden to say how-do-you-do to his host. Whitehead was sitting writting mathematics. Davies and I stood
in front of him at a distance of no more than a yard and watched him covering page after page with
symbols. He never saw us, and after a time we went away with a feeling of awe.‖ (95)
175
RUSSELL: ―He might have been an able administrator but for one defect, which was a complete
inability to answer letters. I once wrote a letter to him on a mathematical point, as to which I urgently
needed an answer for an article I was writing against Poincaré. He did not answer, so I wrote again. He
still did not answer, so I telegraphed. As he was still silent, I sent a reply-paid telegram. But in the end, I
had to travel down to Broadstairs to get the answer (…) he justified himself by saying that if he answered
letters, he would have no time for original work. I think the justification was complete and
unanswerable.‖ (96-7)
65
publicación de su elaboración filosófica que, todavía en esa época, no ha sido dada a
luz. Como bien dijo Russell: ―In England, Whitehead was regarded only as a
mathematician, and it was left to America to discover him as a philosopher‖176.
Efectivamente, en una sombría tarde ―tanto dentro como fuera de la casa‖ llegó una
carta de la Universidad de Harvard que le invitaba a sus aulas como profesor de
filosofía. La tomó de manos de su esposa, ―la leyó sentado frente al fuego y se la
devolvió. Ella a su vez la leyó y preguntó: ‗¿Qué te parece?‘ Para asombro suyo, él
respondió: ‗Me gustaría más que nada en el mundo‘ ‖177.Transcurría el año de 1924 y
Whitehead contaba con 63 años.
De este modo, un hombre de Cambridge, Inglaterra, habiendo descollado en
lógica, tomaba la cátedra que pudo haber sido del gran lógico Peirce en Cambridge
Massachussets, Nueva Inglaterra. Como señala bellamente Van Wesep, había ―justicia
poética‖ en ello178. Hoy, nadie podría poner en duda la sagacidad de la Facultad de
Filosofía de Harvard y lo justo de su invitación, ya que le permitía completar un
contingente del cual podía y puede todavía sentirse orgullosa: Josiah Royce, Charles
Sanders Peirce, George Santayana, Williams James... Alfred North Whitehead. Ejerció
hasta su jubilación en 1938 y fue profesor emérito hasta su deceso el 30 de Diciembre
de 1947. Del desarrollo de su pensamiento, de su admirable amplitud y de su obra
filosófica habremos de ocuparnos de modo somero en seguida. Baste decir que en sólo
siete años —con la publicación de The Science and the Modern World (1925), Process
and Reality (1929) y Adventures of Ideas (1932)— devolvió con creces la confianza
que Harvard había puesto en él: vino a Estados Unidos, vio y venció179.
Evolución general del pensamiento de Whitehead
Que se trate de uno de los más grandes filósofos británicos de comienzos del siglo
pasado (y quizá el mayor desde Bradley al decir de algunos) es algo en lo que hay
pleno consenso180. También se concuerda en agrupar el desarrollo de su pensamiento en
176
RUSSELL (93)
VAN WESEP (360). La referencia es del libro de Lucien Price Dialogues of Alfred North Whitehead.
178
VAN WESEP: (361)
179
la afortunada expresión es de VAN WESEP (1965): (361)
180
MARÍAS: ―El más importante de los filósofos ingleses contemporáneos‖(...)―Su libro capital es una
obra metafísica presentada como ―un ensayo de cosmología‖: Process and Reality (1929); la influencia de
Whitehead es hoy dominante, acaso más aún en los Estados Unidos que en Inglaterra.‖(393-4). SUSINOS
RUIZ: ―Creemos que Whitehead, con la Filosofía del Organismo, marca una pauta nueva en la Filosofía
moderna, una revolución, una crisis tan radical —y aun más, según pienso— que el «Sein und Zeit» de
177
66
tres períodos de reflexión181 —los dos primeros en Inglaterra y el tercero en Estados
Unidos— reflejados en consecuentes escritos (incluyo sólo los principales):

De 1898 a 1913: escritos sobre matemáticas y lógica (A Treatise on Universal
Algebra with applications; On mathematical Concepts of the Material World;
Principia Mathematica).

De 1917 a 1922: escritos sobre epistemología y filosofía de la ciencia (An
Enquiry concerning the Principles of Natural Knowledge; The Concept of
Nature).

De 1925 a 1947: escritos especulativos: historia, sociología y, sobre todo,
metafísica (Science and the Modern World, Process and Reality, Adventures of
Ideas y Modes of Thought).
Heidegger.‖(59, cursivas mías). También PASSMORE que, con todo, hace una salvedad importante:
―There are those who would maintain that he is the outstanding philosopher of our century— even if
there are others who would dismiss his metaphysical constructions as obscure private dreams.‖ (335).
Routledge Encyplopedia of Philosophy (BRADLEY): ―Whitehead made fundamental contributions to
modern logic and created one of the most controversial metaphysical systems of the twentieth century.‖
(1). COPLESTON Vol VIII. De Bentham a Russell: ―Debido al desarrollo y a la difusión de una corriente
de pensamiento que ha ido acompañada de una marcada desconfianza por todas las visiones del mundo
muy amplias, la filosofía de Alexander no ha merecido gran atención. En cualquier caso, en el campo de
la filosofía especulativa su estrella ha sido totalmente eclipsada por la de Alfred North Whitehead (18611947), el más grande filósofo metafísico inglés desde Bradley.‖ (386) Cursivas mías. BOCHEŃSKI:
―Alfred North Whitehead (1861-1947) pasa en general por ser el filósofo anglosajón más destacado de
nuestros días y parece merecer en verdad esta consideración.‖ (244) Cursivas mías. A estas alturas, no
deja de ser curioso el subtítulo que dió Burrows Acton a su artículo para la Historia de la Filosofía Siglo
XXI: ―Dos desconocidos: Whitehead y Oakeshott‖. Del último reconozco y acepto el calificativo, pero
¿de Whitehead?
181
RUSSELL, Bertrand; Historia de la filosofía. Historia de la filosofía occidental. La sabiduría de
Ooccidente. Aguilar S.A. ediciones. 1ª ed. española, Madrid 1973. (George Allen and Unwin, London
1962): ―Después de la composición de Principia Mathematica, su interés fue desviándose hacia los
problemas filosóficos que nacían de la ciencia contemporánea hasta que últimamente se orientó hacia la
metafísica.‖(1044). Así lo hace también la Routledge Encyclopedia of Philosophy (BRADLEY) que
estructura su artículo en tres partes: Mathematics and Logic, Philosophy of Science, Speculative
Metaphysics y la Historia de la Filosofía Siglo XXI (BURROWS ACTON): ―En An Iinquiry into the
Principles of Natural Knowledge (1919) y The Concept of Nature (1920), Whitehead ya se había
distanciado del pluralismo de su colega de Cambridge (Russell); pero sólo después de haber sido
nombrado profesor titular de la cátedra de filosofía de la Universidad de Harvard, en 1923, desarrolló
plenamente sus ideas más originales; primero en Science and the modern world (1925) esboza un sistema
en el que tienen cabida el cambio y la permanencia, los universales y Dios.‖ (28). DE RUGGIERO:
―Whitehead es un matemático dotado de extraordinario espíritu filosófico, que va desenvolviendo
gradualmente una doctrina de la ciencia y de la naturaleza, rica en geniales intuiciones.‖ (14). La edición
original de De Ruggiero es de 1933 y no tomó en cuenta los escritos filosóficos de Whitehead.
BOCHEŃSKI: ―Matemático de nota, uno de los fundadores de la moderna lógica matemática, creó al
mismo tiempo una Filosofía del Organismo.‖(245)
67
Revisaremos ahora algunos aspectos relevantes discernibles en los dos primeros
períodos. Lo medular del tercero lo trataremos a continuación en el capítulo 3 de esta
parte, luego de referirnos previamente a las dificultades intrínsecas de su pensamiento.
Matemáticas y Lógica
Ya desde su primer escrito —el Treatise de 1898—
advertimos un temperamento
filosófico que no sólo alienta sino que da continuidad a todo el desarrollo de su
pensamiento: ―his passion for arriving at the most extensive of possible generalizations‖
182
. En efecto, ya en aquella temprana obra se advierten, al menos, tres distintivos propia
e innegablemente filosóficos183: (i) Generalización de variables hasta un grado más
elevado que la simbólica usual; vale decir, no simbolizar ya números (por ejemplo
cualquiera por ―x‖), sino operaciones matemáticas; (ii) Definición de los esquemas
matemáticos como idealizaciones convencionales independientes de cualquier
contenido perceptivo, en oposición a los ―teoremas de existencia‖ para los cuales sería
insuficiente la sola consistencia y (iii) Tesis de que la inferencia matemática implica un
proceso sintético de construcción intelectual. Por ello
—y tal como lo harían
posteriormente los intuicionistas matemáticos— para él ―y‖ no es considerado como
sinónimo de identidad.
Según James Bradley, todas estas características acompañarán la posterior
evolución del pensamiento de Whitehead184. Sin embargo, será siete años después, en la
Memoir de 1905 —presentada ante la Royal Society el 7 de Diciembre del mismo año
y publicada en las Philosophical Transactions del año siguiente bajo el título de On
mathematical Concepts of the Material World— donde hallaremos ya explícitas las
tesis centrales que habría de desplegar en toda su amplitud veinticuatro años más tarde
en Proceso y Realidad. Es en un pasaje donde adelanta la posibilidad de una hipótesis
máximamente general y simple de la cual pudiesen derivarse el total de las leyes
electromagnéticas y gravitacionales: ―The complete concept involves the assumption of
only one class of entities as forming the universe. Properties of ―space‖ and of the
physical phenomena ―in space‖ become simply the properties of this single class of
182
PASSMORE (336)
Cf. Routledge Encyclopedia of Philosophy (BRADLEY) (2)
184
Routledge Encyclopedia of Philosophy (BRADLEY): ―The development of a philosophy which would
coherently relate the different orientations —realist, formalist and intuitionist— evident in the treatment
of construction in his mathematical writings is a central concern of Whitehead‘s subsecuent thought.‖
Ibid.
183
68
entities. In regard to the simplification of the preceding axioms (...), the ideal to be
aimed at would be to deduce some or all of them from more general axioms which
would also embrace the laws of physics‖185.
Como podrá apreciarse luego, están aquí anticipadas las tesis referentes a las
exigencias del ―esquema especulativo‖ y a la resolución de la totalidad en entidades
últimas186. En aquel momento de la Memoir dicho esquema era tributario de la teoría
electromagnética del flujo de energía, de tal suerte que las entidades últimas pasaban a
ser complejos de relaciones que, empíricamente, tomaban la forma de vectores, i.e.
líneas de fuerza. Esta peculiar síntesis entre lógica y física (que equivalía a la unión del
Idealismo Absoluto de Bradley —sostenido en la doctrina de las relaciones internas—
con el neorrealismo) pasará a ser característica del pensar whiteheadiano187. No sólo
eso, ya que también se anticiparán dos críticas frontales a la filosofía tradicional que
Whitehead tampoco abandonará.
En primer lugar, la denuncia del ―inadecuado aparato lógico‖ —que en el fondo
implica una simplificación excesiva—de que se valen los filósofos y que se asienta
sobre el supuesto de que: (i) sólo existen substancias y cualidades y (ii) las relaciones
son mayoritariamente de dos términos. Aquí, al proponer la utilización de relaciones
―poliádicas‖ (de muchos términos) estará ya minando las bases de la noción tradicional
de substancia188. En segundo lugar, la crítica al concepto clásico de ―mundo material‖
estructurado por las nociones de ―punto espacial‖, ―partícula de materia‖ e ―instante de
tiempo‖ (en realidad aquí Whitehead no hace más que exponer las consecuencias
filosóficas de los avances de la física de su tiempo) y junto a ella, in embryo, para
185
Citado por Bertrand Saint-Sernin en el artículo ―Morphogenèse mathématique du monde matériel‖,
donde se discute ampliamente la Memoir. Cf. LES ÉTUDES PHILOSOPHIQUES: Whitehead. OctobreDécembre 2002. Presses Universitaires de France: (428). Las cursivas son mías.
186
PR: ―Filosofía especulativa es la empresa de forjar un sistema de ideas generales coherente, lógico y
necesario, de acuerdo con el cual pueda interpretarse cualquier elemento de nuestra experiencia.‖(17);
PR: ― Las ―entidades actuales‖(actual entities) —denominadas también ―ocasiones actuales‖(actual
occasions)— son las cosas reales finales (the final real things) de que se compone (is made up) el
mundo.‖ (36)
187
Routledge Encyclopedia of Philosophy (BRADLEY): ―His preferred scheme is constructed on the
model of electromagnetic theory in terms of the flux of energy. The ultimate entities are complexes of
relations: points are classes of linear relations which can be given an empirical interpretation in terms of
vectors or lines of force. The emphasis is on a logic of relations as a way of uniting permanent structure
and change in one schematized serial order —an issue which occupied Whitehead for the rest of this
career.‖ (2)
188
PASSMORE (1980): ―Philosophers, Whitehead complains, work with a wholly inadequate logical
apparatus, admiting no more than substances, qualities and (at most) two-termed relations. Any adequate
account of the relation between material objects and space must, he maintained, make use of manytermed (polyadic) relations; the various traditional theories break down, he sought to show, just on
account of their over-simplification of the logical possibilities.‖ (336)
69
ocupar la expresión de Passmore, la propuesta de una nueva ontología que debía partir
de los logros de la ciencia natural189. Merece destacarse debidamente, pues hay acuerdo
pleno en que tal propuesta constituye el punto de arranque y base de toda la
especulación whiteheadiana; en una palabra
—cerradas las filas junto al
neorrealismo— que la filosofía no puede prescindir de los avances de la ciencia y que
la especulación filosófica correspondiente a la física de la Teoría de la Relatividad y de
la Mecánica Cuántica (los estadios más avanzados en su tiempo) aún estaba por
hacerse190. Esta posición jamás será abandonada por Whitehead, quien todavía en 1935
finalizaba el discurso de recepción anual para los graduados de los Departamentos de
Filosofía de Harvard y Radcliffe con las siguientes palabras: ―La poesía se alía con el
metro, la filosofía con el módulo matemático [mathematic pattern]‖191
189
PASSMORE: ―One can see in this Memoir why Whitehead was dissatisfied with ‗the classical concept
of the material world‘ and, in embryo, what kind of ontology he hoped to substitute for it. With its sharp
distinction between three kinds of entity —points of space, particles of matter, instant of time— the
classical theory failed to satisfy Whitehead‘s demand for complete generality‖ (336)
190
The Encyclopedia of Philosophy MacMillan: ―Made one of the outstanding attempts in his generation
to produce a comprehensive metaphysical system which would take account of scientific
cosmology‖(290). RUSSELL (1973): ―No pretendo conocer la importancia que pueda llegar a tener en la
historia de la filosofía. Lo que sí ofrece un interés inmediato, sin embargo, es la forma en que una
doctrina metafísica brota aquí directamente del interés por ciertos problemas generales de la
ciencia.‖(1044) Cursivas mías. SUSINOS RUIZ: ―Whitehead quiere poner a tono su pensamiento con los
resultados últimos de la Ciencia. El energetismo de Ostwald, la segunda ley de la Termodinámica, las
leyes electromagnéticas de Maxwell, el evolucionismo de Darwin, el quantum de acción de Plank, la
convertibilidad recíproca de materia y energía según la famosa ecuación de Einstein...traen la
dinamicidad, la conexión y la unicidad del universo.‖(14) Cursivas mías. Routledge Enciclopedia of
philosophy (BRADLEY): ―He drew out what he took to be the revolutionary consequences for
philosophy of the new discoveries in mathematics, logic and physics, developing these consequences first
in logic and then in the philosophy of science and speculative metaphysics.‖ (1). REALE & ANTISERI:
―Básicamente, el propósito fundamental de Whitehead consiste en construir una metafísica o visión del
mundo que se base en las más avanzadas generalizaciones de las ciencias, se entrelace y mantenga una
recíproca relación con ellas.‖ (578) Cursivas mías. ABBAGNANO Nicolás. Historia de la Filosofía.
Tomo III. La Filosofía del Romanticismo. La Filosofía entre los siglos XIX y XX : ―En el mismo marco de
una “filosofía científica de la naturaleza” se sitúa la obra de Alfredo North Whitehead‖ (575) Cursivas
mías. El ―marco‖ es el abierto por la teoría de la emergent evolution de Loyd Morgan. COPLESTON:
―Whitehead consideró que la nueva física exigía un nuevo esfuerzo en el terreno de la filosofía
especulativa. No partió de la relación sujeto-objeto o de la idea de un pensamiento creativo, sino más bien
de la reflexión sobre el mundo tal como lo presentaba la ciencia moderna.‖ (386) Cursivas mías.
BOCHEŃSKI se equivoca, sin embargo, cuando sólo incluye a Alexander entre los pensadores que han
tomado como supuesto a la física: ―También las ciencias de la naturaleza cobran realce en la metafísica
actual. Cierto que, con excepción de Alexander, ninguno de los metafísicos de que vamos a ocuparnos se
basa en esas ciencias ni arranca de ellas, ya que su objeto radica allende el campo de la ciencia natural.
Pero toda una serie de teorías científicas, especialmente la teoría evolucionista, ha logrado precisamente
en la metafísica actual su elaboración filosófica más completa. Esto es verdad en particular por lo que se
refiere a los pensadores ingleses.‖ (223) Cursivas mías. Luego, tímidamente, se corrige: ―El sistema que
desarrolló (Whitehead) a base de la física contiene toda una serie de ideas biológicas y desemboca en
una filosofía de la religión.‖ (245) Cursivas mías.
191
MT Epílogo: (199)
70
Epistemología y Filosofía de la Ciencia
La enumeración de algunos aspectos relevantes de esta fase de su pensamiento debe
tener en cuenta que todos ellos ocuparán un lugar en su posterior sistema metafísico. Al
respecto, hemos decidido destacar seis:
Su peculiar empirismo. Fruto de las vertientes provenientes de las nuevas teorías de la
física, la nueva lógica de las relaciones y la idea bergsoniana del flujo, ocupa una suerte
de lugar intermedio entre el representacionalismo y el fenomenalismo mediante una
redefinición de la experiencia sensorial como apertura o despliegue del ―paso de la
naturaleza‖ (passage of nature), siendo esto último una sucesión de eventos con
extensión espaciotemporal192. A la verdad, y ya lo habíamos adelantado, esta teoría del
flujo de energía (en el plano puramente científico en que la había expuesto Poynting)
que implica su herencia y transmisión constantes o, con otras palabras, que en cada
punto hay un curso cuantitativo con dirección, había hecho mella tempranamente en él,
cuando era apenas estudiante de pregrado.193
La distinción entre ―eventos‖ y ―objetos‖. Según Whitehead, ella queda de manifiesto
mediante un análisis cuidadoso de la experiencia sensible. Los primeros, que toman el
lugar que tradicionalmente se atribuía a las primæ substantiæ, son entidades
relacionales irrepetibles que se traslapan determinando regiones espaciotemporales que
avanzan e individualizan el ―paso de la naturaleza‖194. Este avance creador anticipa la
192
Routledge Encyclopedia of Philosophy (BRADLEY): ―Logical constructions and perceived qualities
are to be analysed as features of ‗one system‘ of multiple relations by means of a redefinition of senseexperience as the disclosure of the ‗passage of nature‘, that is, of occurrences or events with
spatiotemporal spread.‖ (3)
193
AI (XI): ―Lo oí por primera vez (la Teoría del Flujo de Energía de Poynting) cuando acababa de
doctorarme, hace cuarenta y siete años, en una conferencia que daba sir J.J. Thomson y era entonces un
descubrimiento nuevo acabado de publicar por Poynting aunque su progenitor fuera en realidad el gran
Clerk-Maxwell que había expuesto previamente todos los principios que se requerían para él. Aquí la
única conclusión que nos interesa es saber que la energía tiene caminos que pueden reconocerse, en el
espacio y en el tiempo (recognizable paths through time and space). La energía pasa (passes) de un suceso
particular a otro y en cada punto existe un flujo representable por un vector de intensidad cuantitativa
dada y de dirección definida (at each point there is a flux, with a quantitative flow and a definite
direction).‖(237). Para el ―paso‖ de la naturaleza ver El Concepto de Naturaleza, III Tiempo (61-87)
194
The Encyclopedia of Philosophy MacMillan: ―This ―passage‖ of nature could be divised into ―events‖,
so that its constituents are thought of not as enduring atoms but as happenings wich can be described as
events extending over other events. The writing of this article is a slice of the passage of nature, an event
extending over the writing of this sentence, which is an event extending over the writing of this word.‖
(292) Cursivas mías.
71
posterior noción central de ―Creatividad‖ (Creativity)195. Los segundos, por su parte,
toman el lugar de los universalia in rebus de la doctrina aristotélico-escolástica pasando
a ser, en peculiar denominación, ―ingredientes‖ de los eventos que, por sí mismos,
exhiben esos patrones recurrentes, i.e. lo permanente del cambio. Por ello mismo, la
simple clasificación de Whitehead como un ―platónico‖ o un ―nominalista‖ nos parece
completamente errada196; no bien se le haya clasificado así desde lecturas descaminadas
provenientes justamente de la escolástica tradicional que llegan incluso a sostener que
tal supuesto nominalismo vicia todo su sistema197. Distingue Whitehead cuatro tipos de
objeto198: (i) El sensible tal como un color cualquiera —azul cambridge— sentido por
parte de un ―evento percipiente‖; (ii) El perceptivo o asociación continua de objetos
sensibles
—una chaqueta de color azul cambridge— y que ya puede comportar
posibilidad de engaño, como un palo que se ve doblado en el agua. Es preciso subrayar
aquí que la perspectiva inherente al evento percipiente pertenece al mundo en esa
relación de conocimiento disolviéndose con ello la oposición entre subjetividad y
objetividad perceptivas; (iii) El físico, aquél cuyas relaciones condicionan el aparecer
de los objetos perceptivos, el palo recto que se ve doblado en el agua y, finalmente, (iv)
El objeto científico que es por definición no perceptible e inferido (un electrón por
195
Routledge Encyclopedia of Philosophy (BRADLEY): ―Taking the place of traditional concepts of
substance, events are unrepeatable, relational entities which overlap or extend over one another (...)Events
thus imply a special kind of activity pointing towards the later, speculative account of reality as
‗creativity‘. ‖ (3)
196
The Encyclopedia of Philosophy MacMillan: ―His view was nearer to the Aristotelian one of the
universalia in rebus or, in his own phrase, ―seeking the forms in the facts‖. His ―objects‖ are ―ingredients‖
in the process of events; they are ―pure potentials‖ actualizable in an indefinite number of instances. At
the same time he was not nominalist; the objects are more than names for observed resemblances.‖ (292).
Routledge Encyclopedia of Philosophy (BRADLEY): ―Objects take the place of universals: they are
repeteable characters or properties which are neither Platonic forms nor nominalist resemblances but, as
‗ingredients‘ in events, are like Aristotelian universalia in rebus.‖ (3)
197
SUSINOS RUIZ: ―Whitehead mismo se ve forzado a reconocer su deuda espiritual a un sector de la
tradición filosófica, sector enmarcado especialmente por los nombres de Platón, Plotino, Descartes,
Locke, Hume, Berkeley, Dewey, Santayana, Williams James y el formalismo de la logística.‖ (...) ―Los
nombres citados explican, ya incialmente, el nominalismo que vicia el sistema de pensamiento de
Whitehead.‖ (57) Cursivas mías.
198
Cf. The Encyclopedia of Philosophy MacMillan: (292). Una explicación complementaria la
encontramos en DE RUGGIERO: ―La génesis de los objetos está en la comparación de los eventos. Un
objeto sensible resulta de la composición de un cierto número de perspectivas (esto es, de eventos); un
objeto físico —una cosa material— no es más que el concurso habitual de un cierto grupo de objetos
sensibles en una situación. El origen del conocimiento científico está a su vez en el esfuerzo por explicar
en términos de objetos físicos los roles de los eventos, como condiciones activas del ingreso de los
objetos sensibles en la naturaleza. Los objetos científicos surgen en el progreso de esta investigación.
Éstos incorporan los caracteres de las situaciones de los objetos físicos que son más permanentes y que
pueden ser expresados sin referencia a una relación múltiple que incluya un sujeto que percibe. Su valor
está en su simplicidad y uniformidad.‖ (30). La doctrina como tal la encontramos en El Concepto de
Naturaleza VII Los Objetos (160-182)
72
ejemplo) y da cuenta de las propiedades generales y relaciones en los eventos que
constituyen, a su vez, las situaciones en las cuales los objetos físicos son ingredientes.
El método de abstracción extensiva199. Lo desarrolla tratando de establecer el status de
nociones teóricas clásicas —i.e. instantes de tiempo y puntos de espacio— que pasan
a ser definidas como rutas de aproximación, ora de duraciones, ora de volúmenes,
dispuestas entre sí como ―cajas chinas‖ (nosotros diríamos ―matrioshkas rusas‖)200. La
clave es la siguiente, la ciencia necesita, teóricamente, de instantes y puntos; ahora bien,
¿son los instantes y puntos ingredientes reales de la naturaleza? Whitehead lo negará de
plano al sostener que los ingredientes últimos son las breves duraciones del ―paso de la
naturaleza‖. Es a partir de ese ―compacto devenir‖ que nosotros, por abstracción,
forjamos las nociones de ―espacio‖ y ―tiempo‖ que enraízan, respectivamente, en las
mutuas relaciones de los eventos y en el ―paso‖ de unos a otros 201. Ahora bien, tomar
aquellas abstracciones por efectivos ingredientes de la realidad es caer en una ―falacia
de concreción fuera de lugar‖ (fallacy of misplaced concretness), vale decir, tomar por
concreto algo que es fruto de una abstracción; tales ―punto‖, ―instante‖, ―espacio‖,
―tiempo‖, ―conciencia‖202. Para algunos, este peculiar método sería la aplicación en la
esfera filosófica o epistemológica de los logros del cálculo infinitesimal que, con la
noción de límite que nunca permite llegar a un último número, puede sin embargo llegar
al máximo de exactitud203.
199
Cf. El Concepto de Naturaleza IV El método de abstracción extensiva (88-113)
Routledge Encyclopedia of Philosophy (BRADLEY): ―What Whitehead called his ‗Method of
Extensive Abstraction‘ is primarily an application of a constructivist logic of classes to the question of the
status of such theoretical entities as instants of time and points in space. Instants and points are routes of
approximation across, respectively, the durations of events and spatial volumes, which are arranged in a
continuum of whole and part like a nest of Chinese boxes.‖ (4) Cursivas mías. PASSMORE: ―By ‗the
method of extensive abstraction‘ Whitehead defines instants in terms of experience without actually
identifying the within experience; instants are defined as a class of sets of durations with certain special
extensive relations one to another.‖ (338). DE RUGGIERO: ―En su extenderse y su mutuo incluirse, los
eventos pueden compararse a la cajita del conocido juego chino, con la diferencia de que no se trata de
cosas materiales que estén una en otra, sino de momentos de un proceso; y el evento total que incluye a
todos los otros es la naturaleza misma en su becomingness (devenir).‖ (27)
201
DE RUGGIERO: ―De este compacto devenir nosotros aislamos, por medio de la abstracción, las
relaciones espaciales y las temporales: el germen del espacio está en las mutuas relaciones de los eventos
dentro del hecho general que es toda la naturaleza actualmente observable, esto es, dentro del único
evento que es la totalidad de la presente naturaleza; el germen del tiempo está en el pasaje mismo de la
naturaleza de un estado a otro.‖ (27)
202
BOCHEŃSKI: ―El cuerpo, tal como fue concebido por Galileo y Descartes, no existe, no pasa de ser
una abstracción. Aquí nos encontramos con la típica ―falacia de la concreción fuera de lugar‖.‖ (249)
203
DE RUGGIERO: ―El método de la abstracción extensiva (…) cumple así, en su esfera, el mismo papel
que el cálculo infinitesimal cumple en la del cálculo numérico, esto es, convierte un proceso de
aproximación empírica, en un instrumento de pensamiento exacto. Éste es, simplemente, la
200
73
La crítica a la ―bifurcación de la naturaleza‖. Tal es el nombre que da Whitehead a la
concepción científica que arranca de Galileo y que habría de ser sancionada
posteriormente por Locke: la doctrina de las cualidades primarias y secundarias; hoy por
hoy, patrimonio de un sentido común ilustrado. A saber, por un lado la experiencia
inmediata de un mundo pleno de sensibilidad y por otro la intelección de que, en
realidad, el mundo carece de color, sabor, olor etc. Una puesta de sol, sin embargo, con
toda la significación sentimental que entraña es tan parte de la naturaleza como la
vibración molecular o las longitudes de onda con su significación matemática, y sería
deber del científico (y a fortiori del filósofo) explicarlas ambas, si es que su propósito
es dar cuenta de toda la realidad204. Dicho de otro modo, aquella concepción ha
consagrado la separación de la naturaleza en dos sistemas de realidad reales en sentido
diferente: ―la conjetura y el sueño‖, según elocuentes palabras de Whitehead.205
La crítica a la noción de ―ubicación simple‖. Una consecuencia del materialismo clásico
—y que podemos remontar a la concepción del plano cartesiano, poco importa que
después se le agregue la variable tiempo—
es que las cosas, y en consecuencia las
partículas o puntos que las componen, se hallan en un momento en un lugar. No
obstante, y aquí recurrimos al Principio de Incertidumbre de Heisenberg, ello no puede
postularse para partículas infinitesimales: o accedemos a la posición del electrón o a su
velocidad, pero no podemos conocer ambas a la vez. Conocida una se renuncia a la otra,
con la paradójica consecuencia de que no podemos saber dónde está, por ejemplo, el
electrón. Hay más; dadas ciertas complejas condiciones experimentales, pueden
bombardearse electrones a través de una superficie con dos orificios sin poder
determinarse luego de recibir la carga en un detector por cuál orificio ―pasó‖ el electrón
sistematización del procedimiento intuitivo de la experiencia común, que busca simplicidad de relaciones
entre eventos bastante restringidos en el tiempo y en el espacio; su mayor precisión consiste en que
formula la ley según la cual la aproximación se cumple y puede ser indefinidamente continuada.‖ (31)
204
PASSMORE: (340)
205
El Concepto de Naturaleza II: ―Mi protesta va esencialmente dirigida contra la bifurcación de la
naturaleza en dos sistemas de realidad, que, en la medida en que son reales, son reales en sentidos
diferentes. Una realidad la constituirían entidades tales como los electrones que son objeto de estudio por
parte de la física especulativa. Ésta sería la realidad que se da para el conocimiento, aunque nunca es
conocida según esta teoría. Lo que se conoce es la otra especie [sort] de realidad, que es el juego aparte de
la mente [the byplay of the mind]. De este modo se darían dos naturalezas: una es la conjetura y la otra es
el sueño.‖(41-2)
74
que se comporta como si hubiese pasado por ambos206. Ello habría sido suficiente, pero
Whitehead va aún más lejos y adelanta aquí su doctrina de la ―mentalidad‖ —de
reminiscencia leibniziana y apoyada claramente en la tesis de Bradley de las relaciones
internas— repartida a través de todos los niveles de la realidad 207. La verdad es que lo
usual es que ciertos fenómenos estén múltiplemente localizados y que, a la postre, no
sea posible determinar sus propios límites que, difusamente, se extienden de manera
indefinida. Un ejemplo lo hará patente: un tsunami, ―localizado‖ en Indonesia, hace que
se cancelen todas las reservas en las agencias de turismo del planeta; el tsunami
entonces está localizado en todo el mundo; es más, la sola posibilidad de tal fenómeno
climático hace que su localización sea, ipso facto, múltiple.208
La teoría de la ―triple‖ percepción. Whitehead se sitúa en un plano realista: es
indesmentible que las lagunas o discontinuidades en la conciencia simplemente no son
lagunas o discontinuidades en la vida, que continúa su ―paso‖ en la naturaleza estemos
despiertos o no, conscientes o no (esta observación es reconocidamente jamesiana). A la
luz de ello, distingue dos tipos de percepción que todos experimentamos diariamente.
La primera, (la que habitualmente llamamos ―percepción‖), es correlativa de un acto de
atención de la conciencia que distingue el dato sensible frente a ella; se trata
exactamente de una impression de tipo humeano. Para ella acuña Whitehead el de
nombre ―Inmediatez Presentacional o Presentación Inmediata‖ (presentational
immediacy). No hay problema en ello, sólo que tomar esos datos como los datos
originarios para construir una filosofía (vgr. el empirismo) es partir por el extremo
equivocado. Una percepción nítida consciente presupone demasiado: conciencia y
206
Una estupenda explicación de este experimento puede encontrarse en FEYNMAN Richard El carácter
de las leyes físicas. Cap. 6, Probabilidad e incertidumbre. La concepción mecánico-cuántica de la
Naturaleza: (135-158)
207
Historia de la Filosofía Siglo XXI (BURROWS ACTON): ―Se consigue corregir algunos excesos de
esta concepción mecanicista al considerar que las cosas no están simplemente localizadas en un sitio, sino
que ocupan un lugar con relación a otro lugar. Esta noción de localización múltiple permite explicar de
manera racional las particularidades de ciertas relaciones y de ciertos conjuntos que se encuentran en el
universo, al mismo tiempo que muestra en el plano físico la forma en la que se establecen las relaciones
internas de los organismos. Algunos pretendían que las relaciones espacio-temporales eran externas. Pero,
según Whitehead estas relaciones externas son abstracciones de las relaciones internas que constituyen
la trama misma de los sucesos que se producen en la naturaleza.‖ (47) Cursivas mías.
208
PASSMORE: ―According to Whitehead, although we can properly ascribe a specific ‗situation‘ to an
object, it is a great mistake to think of it as being ‗simply located‘ in that region. We may say, for
example, that a gale is situated in the Atlantic. So it is; but nervous passengers in England cancel their
berths; the gale is in England, therefore, as well as in the Atlantic. ‗An object is ingredient throughout its
neighbourhood‘, he writes, ‗and its neighbourhood is indefinite‘ ‖. (339)
75
atención. Por el contrario, mucho antes de que tengamos una experiencia tal estamos
instalados en una vaga y obscura percepción orgánica del entorno o, con el término que
acuñó nuestro autor, experimentamos su ―Eficacia Causal‖ (causal efficacy)209. Por la
primera, tenemos una efectiva experiencia del presente (ahora estoy escuchando el
viento soplar entre las hojas); por la segunda, la percepción directa del pasado (cuando
digo ―ahora‖ o pongo atención, ya he sido causado por mi organismo)210. En palabras
de Whitehead: ―los filósofos desdeñaron la información que del universo obtenían por
medio de sus sentires viscerales [visceral feelings], y se concentraron en los sentires
visuales [visual feelings]‖211. Esta doctrina se complementa con la tesis del juego
recíproco o fusión de ambos tipos de percepción en el tercer momento de ―Referencia
Simbólica‖, que corresponde a lo que todos comúnmente llamamos ―percepción‖. Haber
puesto en el tapete este último tipo de percepción fue un gran aporte que recién hoy está
empezando a valorarse y discutirse con todo su debido peso212.
209
The Encyclopedia of Philosophy MacMillan: ―The primitive mode of perception is not, Whitehead
insisted, an apprehension of clear-cut sense data or Humean ―impressions of sensation‖. Rather, it is a
vaguer sense of environing realities pressing in upon us. Whitehead called this ―perception in the mode of
causal efficacy‖ and thought that it is mediated primarily through kinesthetic organic sensation (...) this is
a causal, not a phenomenalist, view of perception, in which the functioning of the physiological organism
(disregarded by Hume) is crucial.‖ (293)
210
VAN WESEP: ―Tomar estos datos sensoriales altamente civilizados y hacer de ellos los elementos
primarios de operación con los que construimos el mundo es proceder al revés. Con Whitehead es mejor
descender a las raíces. El grueso de la vida no es consciente. Muchos de nuestros órganos internos
cumplen su cometido mediante sensaciones en la oscuridad y lo hacen muy bien; por ejemplo, cuando una
hemorragia se detiene y una pequeña herida se cierra sin recurrir en modo alguno a los centros superiores
de la conciencia.‖(386) Cursivas mías.
211
PR (171)
212
Por ejemplo en el reciente Colloquium realizado en Avignon entre el 14 y 15 de Abril de 2004
dedicado expresamente a Whitehead y que llevaba como título ―Knowledge and action in contemporary
process thought: Philosophy and Psychology in dialogue‖. Las palabras iniciales rezaban así: ―The nexus
will hold its third Annual colloquium in Avignon, April 14-15 2004: Whitehead‘s theory of knowledge
and their application to contemporary psychological theories will be examined.‖
76
Capítulo 3
CARACTERIZACIÓN GENERAL
DE LA FILOSOFÍA DEL
ORGANISMO
Dificultad para clasificar a Whitehead como pensador especulativo
Cuando Bocheński213 enumera las cuatro características comunes del movimiento
neorrealista
—a saber: (i) actitud fundamental empirista, (ii) valoración declarada de
los avances de la ciencia natural, (iii) actitud antisistémica, en el sentido de rechazar
todo monismo idealista y (iv) método analítico (y que comparten sin problema un
Moore o un Russell) nos encontramos con que Whitehead, aún perteneciendo a este
movimiento, no encuadra en la clasificación propuesta. De hecho, este historiador
titubea, por cuanto incluye al filósofo en el capítulo II, Filosofía de la materia (donde
por cierto hallamos a Russell) en el apartado El neorrealismo inglés; pero pospone su
tratamiento para incluirlo definitivamente en el capítulo VII, Filosofía del ser. La
metafísica214. Lo cierto es que tal es la amplitud de áreas abarcadas por la inquietud y
capacidades de Whitehead que intentar encasillarlo en una sola clasificación es bregar
en el vacío. En efecto, cuando Bocheński lo intenta en el capítulo explícitamente
dedicado a él acaba por diluir toda clasificación al ―caracterizarlo‖ como naturalista,
platónico, aristotélico, spinozista, leibniziano y evolucionista215; a lo que agregaríamos
nosotros, matemático, lógico, educador etc.; y para colmo, si de amplitud de
pensamiento se trata, creemos que muy pocos sabrán que recibió de manos de Alfred
Ayer el manuscrito de su explosivo Language, Truth and Logic y que alentó
entusiastamente su publicación216. Así pues, lo que cabe es intentar una breve
caracterización del pensamiento especulativo de este verdadero uomo universale de
inicios del siglo XX.
213
Cf. BOCHEŃSKI (66)
BOCHEŃSKI: ―Pero en Morgan, Alexander, Whitehead y Laird encontramos, sin embargo, una
metafísica, de modo que nos ocuparemos de ellos en otro momento.‖ (65)
215
BOCHEŃSKI (245)
216
HACKER P.M.S. Wittgenstein‟s place in twentieth-century Analytic Philosophy. Blackwell Publishers
Ltd. U.K. U.S.A. 1996 (94). Las palabras precisas de elogio se reproducen en una carta que Whitehead
enviara a Ayer y que se reproduce en nota 81 de pag. 298.
214
77
Hemos mostrado en el capítulo 1 que el neorrealismo no excluye la metafísica217
y así, será natural encontrar a Whitehead clasificado ora como realista ora como
metafísico. Es el caso de Abbagnano (que incluye a Santayana, Alexander y Whitehead
en el capítulo X, El Realismo, aunque luego vacila y lo enraíza en el romanticismo
alemán218) y de De Ruggiero219. Otros, insisten más fuertemente en su carácter de
metafísico. Así por ejemplo el propio Bocheński (según acabamos de adelantar) y
Susinos Ruiz, que también lo inscribe en la tradición del romanticismo alemán220,
aunque lo acuse de un romanticismo ―paradójico‖ alimentado por dos corrientes
cualitativamente diversas: el evolucionismo de la biología del siglo XIX y la
reactualización de la cosmología platónica221. También Reale y Antiseri222y Burrows
Acton —que resalta debidamente el hecho de que Proceso y Realidad fuera publicada
en medio del máximo descrédito de la metafísica por parte del positivismo lógico223—
resaltan su espíritu metafísico. Empero, lo que sí sorprendería es que el realismo no
excluyera al idealismo. Pero ocurre justamente que en la filosofía de Whitehead no lo
hace. Sólo Copleston (que no ha hecho otra cosa que leer con detenimiento el Prefacio a
Proceso y Realidad) destaca con la suficiente nitidez esa peculiarísima síntesis y
reconoce lo forzado que es incluirlo en el capítulo XVII, El realismo en Gran Bretaña y
Norteamérica224. ¿Cuál es el pasaje en cuestión a que nos estamos refiriendo? Aquel
donde califica expresamente a su ―tipo de pensamiento‖ (type of thought) como una
transformación del Idealismo Absoluto sobre bases realistas: ―si esta cosmología se
juzga como lograda, resulta natural en este punto el preguntar si el tipo de pensamiento
implicado no es una transformación de algunas de las doctrinas principales del
217
Cf. El neorrealismo inglés y norteamericano.
ABBAGNANO: ―Y, verdaderamente, de Hegel y, en general, del romanticismo saca Whitehead el
sentido progresivo, finalista y optimista del devenir del mundo.‖ (577)
219
DE RUGGIERO: ―Del grupo de los realistas contemporáneos, emergen dos figuras más ricamente
dotadas que las otras: Alexander y Whitehead.‖ (14)
220
SUSINOS RUIZ: ―Su síntesis filosófica logra un grado de genialidad y de intimidad metafísica que, en
nuestra opinión, no desmerece al lado de las de Bergson o Heidegger‖ (3). ―El fondo de la visión
whiteheadiana del mundo es netamente romántico. Involucra a Dios en el centro de toda realidad,
animando así divinamente el espectáculo universal.‖ (52)
221
SUSINOS (52)
222
REALE & ANTISERI: ―Básicamente, el propósito fundamental de Whitehead consiste en construir
una metafísica o visión del mundo que se base en las más avanzadas generalizaciones de las ciencias, se
entrelace y mantenga una recíproca relación con ellas.‖ (578)
223
Historia de la Filosofía Siglo XXI (BURROWS ACTON): ―Sin embargo, en el curso de este período
un sistema de metafísica, de un alcance aún mayor que el de los hegelianos de Gran Bretaña, surgió con la
publicación, en 1929, de Process and Reality, de A.N. Whitehead.‖ (27)
224
COPLESTON: ―Él mismo hizo notar la afinidad entre los resultados de su filosofar y el idealismo
absoluto‖ (386), pero al mismo tiempo ―la filosofía de Whitehead, al apoyarse en lo que él llama una base
realista, ciertamente justifica que se la incluya en este Capítulo.‖ (387)
218
78
idealismo absoluto sobre una base realista [a transformation of some main doctrines of
Absolute Idealism onto a realistic basis]‖225 o, dicho con flemático humor inglés:
―aunque en el cuerpo principal de la obra estoy en franco desacuerdo con Bradley, el
resultado final no es tan diferente a pesar de todo‖226. Por último, cabe insistir en que el
propio Whitehead no llamó ni ―realista‖ ni ―idealista‖ a su propuesta, sino que le asignó
un nombre inédito: Filosofía del Organismo.
Presentación general de la propuesta metafísica
Whitehead no dio lugar a equívocos en cuanto al nombre de su proyecto: ―El esquema
filosófico que tratan de explicar [sc. estas conferencias] se denomina ―Filosofía del
Organismo‖ ‖227. Ni tampoco respecto al propósito de su cosmología. Una apretada
síntesis explícita la poseemos de su propia mano: ―La Filosofía del Organismo aspira a
expresar una cosmología coherente basada en las nociones de ‗sistema‘, ‗proceso‘,
‗avance creador hacia la novedad‘, ‗res verae‘ (en el sentido cartesiano), ‗hecho
obstinado‘ [stubborn fact], ‗unidad individual de experiencia‘, ‗sentir‘, ‗el tiempo como
perpetuo perecer‘, ‗la continuidad como re-creación‘ [endurance as re-creation]
‗designio‘ [purpose], ‗los universales como formas de definidad‘, ‗los particulares —o
sea, las res verae— como agentes últimos del hecho obstinado‘ [as ultimate agents of
stubborn facts]‖228. Para agregar, acto seguido, que todas esas nociones habían sido
empleadas por Descartes y Locke pero sin articularse en un sistema coherente. Ello,
evidentemente, no dispensa las dificultades (algunos han llegado a sostener que no cabe
sino ser arbitrario al intentar una exposición breve de su sistema229) que entraña una
presentación sumaria de aquél. Muy acertada nos ha parecido, sin embargo, la que
ofrece James Bradley, quien la condensa en cinco puntos:230
Realismo epistemológico: mediante la ―serialización‖ de las ocasiones de experiencia
—donde cada una es un proceso subjetivo de auto-construcción o ―concrescencia‖ y a la
vez objeto de las ocasiones sucesivas— puede obtenerse una visión del conocimiento
225
PR Prefacio: (11)
PR Prefacio, Ibid.
227
PR Prefacio: (9)
228
PR (181)
229
PASSMORE: ―No one will ever succeed in writing a short account of his work which is not, in a high
degree, arbitrary.‖ (335)
230
Cf. Routledge Encyclopedia of Philosophy (BRADLEY) (6-7)
226
79
que conjuga situación o perspectiva con la independencia del objeto que exige el
realismo.
Relaciones: el mismo pluralismo serial permite superar la oposición existente entre
Bradley y Russell en lo tocante a las relaciones. Una ocasión sucedente está
internamente relacionada (momento subjetivo) con su ocasión antecedente que, en
cuanto completada, lo está externamente con la que le sigue (momento objetivo).
Percepción: se trata de la doctrina de la ―triple percepción‖ como Eficacia Causal,
Presentación Inmediata y Referencia Simbólica.
Dios: que no es creador del Universo, le provee inteligibilidad, pues aporta la
determinación que por sí sola no podrían lograr los eventos y los objetos (ocasiones y
Objetos Eternos en el nivel metafísico) constituyéndose en el principio de concreción
de todo el proceso.
Análisis Especulativo: su estrategia general es definir idealidad y realidad no como
opuestos metafísicos fundamentales sino como estadios del proceso serial de autoconstrucción. Si quisiéramos un apelativo para el autor, sería el de un ―realista
especulativo‖.
Procede ofrecer ahora una visión muy somera del movimiento inherente a su
sistema. Siendo la Categoría de lo Último la Creatividad o Principio de la Novedad231
quien va incesantemente congregando muchos en uno, se halla necesariamente presente
en las últimas entidades reales —las ―gotas de experiencia‖ (drops of experience)— o
miríadas de ―centros de creación‖ que perpetuamente perecen justamente en su realidad,
por no ser más que pura actualidad: simples ocasiones. De tal suerte que, lejos de haber
sujetos que sientan datos, hay datos a los que hace frente un sentir y luego un resultado:
el ―superjeto‖ (superject)232. Éste ―con-crece prehendiendo‖233 las anteriores ocasiones
231
La polémica acerca de si esta Categoría de lo Último se refiere, excluyentemente, a un nivel puramente
inteligible (categorial) o ontológico (realidad) está vigente entre los estudiosos de Whitehead. Todo indica
que se refiere a ambos niveles.
232
El cacofónico neologismo ―superjeto‖ es preferible al equivocado ―supersujeto‖ utilizado por
GARCÍA BACCA en Nueve grandes filósofos contemporáneos y sus temas.Bergson, Husserl, Unamuno,
Heidegger, Scheler, Hartmann, W. James, Ortega y Gasset, Whitehead (457)
233
La noción de ―prehension‖ (prehension) es menos compleja de lo que parece. Indica la primitiva
captación originaria (tal como una raíz capta el agua o el imán el hierro) previa e independiente de la
captación consciente, esta última sí, justamente, una aprehensión. De hecho la expresión castellana
―prensión‖ llena a cabalidad el sentido de la expresión whiteheadiana: prensión, (Del lat. prehensĭo, ōnis). 1. f. Acción y efecto de prender algo. Y prender: (Del lat. vulg. prendĕre) 1. tr. Asir, agarrar, sujetar
algo. Y nótese en particular esta acepción: 10. intr. Dicho de una cosa, especialmente del fuego cuando
80
actuales y Objetos Eternos o posibilidades para devenir. Por ello cada resultado es algo
concreto o con-crecido; una ―concrecencia‖ (concrescence) o crecimiento conjunto de
muchos en uno o ―aunamiento‖ (togetherness)234. Frente a ellos —ajenos al perecer—
lo que permanece en el devenir y es ―sentido‖ por las ocasiones que pasan: los Objetos
Eternos o pura potencialidad. Entre ambos extremos y en medio de ellos, Dios,
principio de concreción a la vez actual y potencial por congregar en sí todos los Objetos
Eternos y devenir Él mismo en el proceso. Por último, es muy justo subrayar la audacia
de Whitehead al situar sus propuestas en el más exigente nivel de la discusión filósofica.
El entrevero se da con dos colosos del pensamiento —Kant y Hegel— y los textos
respectivos son los siguientes: ―La Filosofía del Organismo aspira a construir una
crítica del sentir puro [critique of pure feeling], en la posición filosófica en que Kant
colocó su Crítica de la razón pura‖235; ―En lugar de la jerarquía hegeliana de categorías
de pensamiento [thought], la Filosofía del Organismo encuentra una jerarquía de
categorías de sentir [feeling]‖236. Las aspiraciones de la ―Filosofía del Organismo‖,
como se colige, están muy lejos de ser de poca monta.
Process and Reality: dificultades intrínsecas
Su dificultad es proverbial237 —hasta el punto de haber hecho retroceder a Bocheński238
e incluso a Copleston239— y atañe tanto al contenido como al modo de expresión. Con
empieza a quemar: Empezar a ejecutar su cualidad o comunicar su virtud a otra, ya sea material o
inmaterial (del Diccionario RAE)
234
La traducción literal sería ―conjuntidad‖ (la que utiliza Rovira Armengol en la única versión castellana
de Proceso y Realidad). Frondizi, en su estudio pionero en la traducción de Naturaleza y Vida. Estudio
preliminar, traducción y notas. Buenos Aires 1941 prefiere ―coexistencia‖. ―Aunamiento‖ es la que
sugiere García Bacca en Nueve grandes filósofos contemporáneos y sus temas (453)
235
PR (161). Las primeras cursivas son mías.
236
PR (229). Cursivas mías.
237
The Encyclopedia of Philosophy MacMillan: ―Process and Reality is a very difficult book, partly
because of its vocabulary and not least when words of ordinary speech, such as ―feelings‖, are used with
special meaning‖ (294) Curivas mías. RUSSELL (1973): ―Los escritos que pertenecen a estos últimos
años (a partir de 1924 en Harvard) son con frecuencia muy oscuros y difíciles de leer. Aunque,
naturalmente, decir que un libro es difícil no es por sí solo una crítica, debo confesar que las
especulaciones metafísicas de Whitehead son un tanto extrañas para mí.‖(1.044) Cursivas mías.
SUSINOS RUIZ: ―Sólo nos queda pedir al lector un esfuerzo mental para entrar en un sistema filosófico
inédito pese a la dificultad que encierra la intelección de unas categorías de pensamiento y de expresión
que no nos eran familiares. Son categorías nuevas y, por lo mismo, sólo parcialmente reducibles al
esquema mental de la filosofía tradicional‖(4) Cursivas mías.
238
BOCHEŃSKI: ―En lo que sigue no ofreceremos sino una exposición somera del sistema de
Whitehead, apoyándonos sobre todo en su Science and the Modern World; por desgracia, tenemos que
pasar por alto su obra principal, tan difícil.‖ (246) Cursivas mías.
239
COPLESTON: ―Pero si bien la filosofía de Whitehead, al apoyarse en lo que él llama una base realista,
ciertamente justifica que se la incluya en este capítulo, es demasiado complicado resumirla en pocos
párrafos. Y tras algunas reflexiones, he decidido no realizar el intento.‖ (387) Cursivas mías.
81
referencia a esto último, disentimos profundamente de Abbagnano cuando califica de
―inútil‖ a la terminología whiteheadiana240. Muy por el contrario, pensamos que todos
los neologismos que introduce son simples consecuencias del esfuerzo de un
pensamiento que está siendo llevado al límite y para el cual no se dispone de las
palabras necesarias, no quedando más que inventar otras nuevas. Con ello no sólo
enfatizamos que esta distinción entre pensamiento y palabras muestra a Whitehead
como un buen hijo del commonsense, sino que además nosotros la compartimos.
―Prehension‖, ―Concrescence‖, ―Togetherness‖, ―Superject‖, etc. son conatos por
expresar algo para lo cual no había palabra —es el caso de palabras nuevas para ideas
nuevas— y vale la pena unirse a la tarea de desentrañar su significado. Lo mismo cabe,
por cierto, cuando con palabras conocidas se expresan nuevas ideas; tales, ―Feeling‖,
―Actual Occasion‖, ―Eternal Object‖, ―Creativity‖ etc.241. No obstante, pese a todas las
dificultades, es patente que Proceso y Realidad está construida por obra de un
matemático y que su economía y claridad estructural pueden, al menos, ayudar a quien
se atreva a internarse en ella. Se trata sólo de cinco partes donde la primera contiene
todas las definiciones (según el clásico proceder axiomático) que se discuten y aplican
en la segunda; luego, se presentan dos grandes teorías que llevan a una interpretación
final:
I
El Esquema Especulativo
II
Discusiones y aplicaciones
III
Teoría de la Prehensión
IV
Teoría de la Extensión
V
Interpretación final
A su vez, el Esquema Especulativo de la Parte I se estructura en cuatro niveles:
1º La Categoría de lo Último o Principio de Creatividad
2º Ocho Categorías de Existencia
240
ABBAGNANO: ―Los objetos de la percepción o del pensamiento son, pues, entes que, en el acto
mismo de ser percibidos o pensados, se revelan como independientes de la percepción o del pensamiento.
Esta tesis permanece inmutable en la obra capital de Whitehead, Proceso y Realidad, en la que se vuelve
a expresar en una terminología complicada, tosca y, en buena medida, inútil a los fines de la precisión y
de la claridad.‖ (576) cursivas mías.
241
Uno de los fenómenos más notables de la contemporánea crítica de la ―metafísica del sentido‖ es
enterarse de ella mediante textos, esto es, valiéndose de algún sentido para expresarse.
82
3º Veintisiete Categorías de Explicación
4º Nueve Obligaciones Categoriales
Una notable y sucinta explicación del sentido de cada uno de estos niveles la ofrece
Susinos Ruiz: ―La categoría de lo último expresa el trasfondo general del mundo, raíz y
fundamento de la originación, la consistencia física y dinámico-relacional y el quehacer
óntico de cada realidad actual. Las categorías de existencia intentan apresar los
elementos más concretos de nuestra experiencia. En las categorías de explicación se
ofrece un resumen del funcionamiento de las categorías de existencia. Finalmente, las
obligaciones categoriales compendian las exigencias metafísicas de esas categorías de
existencia en su funcionamiento, lo que necesariamente tienen que ser y que hacer.‖242
Así pues, y pese a todo, la claridad formal de su obra está siempre a la mano como
salvaguardia frente a la intrincada obscuridad que la puebla por momentos y socorre al
desorientado lector. Después de todo, Process and Reality contiene sólo dos grandes
teorías, nada más. Ahora bien, el texto completo se encuentra precedido de un prefacio
que, a continuación, vamos a considerar.
El Prefacio de Process and Reality
Sus primeras dos oraciones son las siguientes:

―Estas conferencias se apoyan en un retorno a aquella fase del pensamiento
filosófico que empezó con Descartes y terminó en Hume‖

―El esquema filosófico que tratan de explicar se denomina ‗Filosofía del
Organismo‘ ‖243
Así pues, el propósito general estará impulsado por un retorno hacia un tramo muy
acotado de la historia del pensamiento filosófico: entre Descartes y Hume. Por si
quedasen dudas o no se interpretase literalmente esta primera advertencia, se agrega
más adelante: ―la Filosofía del Organismo es principalmente un retorno a los modos de
pensamiento prekantianos‖244. Es justo notar de entrada, sin embargo, que Whitehead
centra en la persona de John Locke al mayor anticipador de su propuesta: ―El autor que
242
SUSINOS RUIZ: (4)
PR (9)
244
PR (10)
243
83
más cabalmente anticipó las principales posiciones de la Filosofía del Organismo es
John Locke en su ―Essay‖, especialmente en sus últimos libros‖245. Es importante
entonces no perder de vista que todas las referencias a Locke serán de capital
importancia. Así pues, no debería caber duda ni en cuanto al propósito ni en cuanto al
nombre de esta filosofía. Contra todo lo que pudiese esperarse, desde el momento en
que la propuesta de Whitehead consiste en una vuelta a los modos más tradicionales de
pensar, no debería ser difícil captar su ―estilo‖ básico que, como veremos, busca situarse
en la base del sentido común. Tenemos pues ya el nombre y el momento histórico en
que debemos situarnos para comprender esta propuesta. Agreguemos ahora su
contenido explícito: ―El propósito de estas conferencias es formular un esquema
condensado de ideas cosmológicas, desarrollar su significado por confrontación con los
diversos temas de la experiencia y, por último, elaborar una adecuada cosmología en
términos de la cual todos los temas particulares encuentren sus interconexiones‖246.
Tampoco deja aquí dudas el autor. Se trata de elaborar un esquema de máxima
generalidad y aplicabilidad. Desde este punto de vista, cualquier acusación imputable a
Whitehead respecto a que está ―construyendo teorías‖ pierde toda su fuerza desde el
momento en que él lo confiesa de entrada. Ya veremos las razones que tiene para ello.
Por cierto que esta claridad en cuanto a ubicación histórica, nombre y contenido no
exime justamente de ciertos hábitos de pensamiento que son los que, a la postre,
posibilitan la acusación que se acaba de señalar. El lenguaje de Whitehead es duro y
explícito al hacer esta advertencia: ―El mejor modo de entender estas conferencias
consiste en anotar la siguiente lista de hábitos de pensamiento dominantes que
repudiamos en lo que concierne a su influencia en la filosofía‖247. La lista llega a nueve,
¿cuáles son estos nueve perniciosos hábitos y que implican?

La desconfianza hacia la filosofía especulativa

La confianza en el lenguaje como medio adecuado de expresar proposiciones

El modo de pensamiento filosófico que implica a la psicología de la facultad y
es implicado por ella.

La forma de expresión sujeto-predicado
245
PR (9)
PR (10)
247
PR (12)
246
84

La doctrina ―sensacionalista‖ de la percepción

La doctrina de la actualidad vacua

La doctrina kantiana del mundo objetivo como construcción teórica a base de la
experiencia subjetiva

Las deducciones arbitrarias en argumentos ―ex absurdo‖

La creencia en que las inconsistencias lógicas pueden indicar algo más que
algunos errores antecedentes.
¿Resultado del imperio de tales hábitos?, ―a causa de la fácil aceptación de algunos o
todos de estos nueves mitos y procedimientos falaces, gran parte de la filosofía del siglo
XIX se priva a sí misma de tener interés para los hechos obstinados ordinarios de la
vida cotidiana‖248. Whitehead no sólo nos ha propuesto regresar al suelo del sentido
común sino que defenderá la tesis de que, a la postre, la filosofía puede ser incluso
interesante para ese sentido común. Se imponen algunos comentarios preliminares y
generales acerca de cada uno de aquellos ―hábitos‖ o ―mitos‖ de pensamiento.
El primer hábito que Whitehead repudia es tan dominante hoy como lo era cien
años atrás: es algo ocioso, estéril y sospechoso dedicarse y dedicar tiempo al trabajo
puramente especulativo. Esta pareciera una sentencia propia del sentido común y tan
antigua como la leyenda de la esclava tracia que se burló de Tales cuando cayó en un
pozo por andar preocupado por las cosas del cielo ignorando lo que pasaba delante de
sus pies. Sin embargo, no es a eso a lo que Whitehead se refiere sino a la propia
desconfianza que despierta el ejercicio filosófico al interior de la práctica filosófica
¿Para qué afanarse con especulación cuando los propios filósofos se han desencantado
de ella? Si quedase algún espacio para especular, más valdría buscarlo en la ciencia
empírica. Whitehead expondrá sus razones para oponerse a tal hábito. Los veremos al
tratar de la filosofía especulativa como tal. Por de pronto, adelantemos una afirmación
del capítulo I titulado justamente ―Filosofía Especulativa‖ y donde se exponen con toda
claridad sus dos exigencias básicas, audacia y humildad: ―La audacia especulativa tiene
que compensarse con una completa humildad ante la lógica y ante el hecho. Está
enferma la filosofía que no sea audaz ni humilde, sino simplemente reflexión de las
presuposiciones temperamentales de personalidades de excepción‖249.
248
249
PR (12)
PR (35)
85
El segundo hábito, en su momento, se nos mostrará frontalmente opuesto a un
supuesto básico de Husserl. A saber, que sí pueden expresarse adecuadamente todas las
intuiciones eidéticas y que nada más hay que darse el trabajo de buscar y refinar la
expresión adecuada. Siendo esto para Whitehead un ―procedimiento falaz‖, habrá que
ver cómo y con qué operar con el lenguaje, única herramienta del filósofo. Veremos
asimismo cuál es la novedosa concepción que tiene Whitehead acerca de las
proposiciones. En tercer lugar, y esto parece más claro, se repudia el supuesto filosófico
(y psicológico habría que agregar) que da por sentadas las ―facultades‖ como órganos
separados y substancializados en el ser humano. En efecto, no parece difícil apreciar
que la crítica va aquí dirigida hacia Kant, que daba por ciertas las facultades humanas de
―Razón‖, ―Entendimiento‖ y ―Sensibilidad‖. Whitehead acepta sin duda que se hable de
―funciones‖ psicológicas (tal como lo presentara William James en su ensayo ―Does
Consciousness exists?‖) como formas de actividad, pero no que se presuponga un sujeto
(del tipo que sea) donde ellas se asienten. Lo veremos claramente cuando examinemos
el modo en que Whitehead entiende la conciencia.
El cuarto hábito critica nada menos que la estructura básica de todos los
lenguajes occidentales: la estructura sujeto-predicado. Naturalmente, Whitehead no va a
escribir de otra manera ni va a inventar un idioma ad hoc para desarrollar su Filosofía
del Organismo, pero ¿por qué es perniciosa la estructura sujeto-predicado?, porque da
por supuesta, en el uso cotidiano del lenguaje y por lo mismo en el uso del lenguaje en
el ejercicio filosófico, una estructura metafísica última de la realidad; a saber, la
estructura de substancia-accidente o, para expresarlo con palabras de Whitehead, que la
realidad, en su fondo último está compuesta de sujetos permanentes que sufren
aventuras accidentales. En efecto, dándose por sentado en gramática que el sujeto es el
asiento estable de sus predicados accidentales tal como se expresa en la inocente frase
―el pasto es verde‖, no es difícil apreciar cómo, tan inocentemente va pasando
incuestionada y de contrabando toda una concepción metafísica radical de la realidad.
Whitehead se va a oponer frontalmente a ella.
La doctrina ―Sensacionalista‖ de la percepción es fácilmente identificable en la
tradición del empirismo inglés y consiste básicamente en sostener que el sujeto es
sensiblemente pasivo ante las impresiones de la realidad y que cada uno de esos
perceptos se halla, a la postre, compuesto de qualia o data claros y distintos, tales como
―rojo‖, ―duro‖, etc. Poco importa que se agregue la distinción entre cualidades primarias
86
y secundarias. La piedra de toque final de esta doctrina es que las impresiones son
fuertes, claras y distintas y que las ideas derivan de ellas quedando, por decirlo así, ―un
paso más atrás de la realidad‖ (Kant por cierto se opondrá a aquella concepción tal
como lo hiciera mucho antes el propio Leibniz en este aserto genial: Nihil est in
intellectu, quod non fuerit in sensu, excipe: nisi ipse intellectus250). Whitehead, a su vez,
la rechazará de plano y le opondrá su teoría tripartita de la percepción (completamente
desconocida y olvidada al menos en lo que respecta al conocimiento de Whitehead en el
ámbito de la filosofía de habla hispana).
La doctrina de la actualidad ―vacua‖, pese a lo inopinado del adjetivo, cae
también de lleno dentro de la tradición filosófica occidental y será consecuentemente
rechazada. ¿En qué consiste?, en sostener que las realidades son finalmente substancias
en las cuales inhieren accidentes. Poco importa que esta realidad sea un jarrón o el alma
humana. Ambas son substancias —distintas todo lo que se quiera— y a las cuales les
acaece tener tales o cuales accidentes. Pero como finalmente lo que es real es la
substancia nos quedamos a la postre con algo tan vacío como ―jarrón‖ o ―alma‖ o ―ego‖
si se prefiere. Despojadas de todos sus accidentes las substancias quedan efectivamente
vacías. La doctrina opuesta (que será parte del principio subjetivista ―reformado‖)
sostendrá que una ―realidad‖ en el sentido propio de la palabra, una res vera, no podrá
bajo ningún capítulo estar privada de inmediatez subjetiva o vacía de experiencia. La
Filosofía del Organismo sostendrá que algo tan inerte como un ―jarrón‖ es en realidad,
en sí mismo, una concurrencia de momentos inmediatos de experiencia por cuanto una
de las nociones básicas de dicha filosofía será la de ―sentir‖ (feeling).
El punto que sigue, el antepenúltimo y que es una crítica explícita a Kant (no
olvidemos que se trata de retornar a los modos ―prekantianos‖ de pensar) puede
exponerse muy sucintamente en palabras del autor: ―La Filosofía del Organismo es la
inversión de la filosofía de Kant. La Crítica de la Razón Pura describe el proceso
mediante el cual los datos subjetivos se transforman en el aparecer de un mundo
objetivo. La Filosofía del Organismo trata de describir cómo los datos objetivos pasan a
la satisfacción subjetiva (…) para Kant, el mundo surge del sujeto; para la Filosofía del
Organismo, el sujeto surge del mundo‖251.
250
Nuevos Ensayos sobre el Entendimiento Humano (1765), Libro II, CAPÍTULO I, seccción 2 (citado en
LUCAS: (217)
251
PR (129) Aquí hemos corregido la traducción y hemos preferido ―se transforman en el aparecer‖ en
vez de ―se transforman a la aparición‖ para el texto original ―pass into the appearance‖.
87
Los dos últimos hábitos repudiados pueden condensarse en uno sólo: una
inconsecuencia lógica es eso y nada más. No tienen ni implican ni pueden acarrear
consecuencias metafísicas sino sólo lógicas. Una reductio ad absurdum sostenida con
éxito implica que una o alguna de las premisas debe ser revisada para consolidar la
argumentación, nada más y nada menos. Lo que se repudia aquí no es el procedimiento
sino el suponer que implica algo más. En este caso la crítica velada es a Hegel y la
ofrecemos con el fino humor con que Whitehead la expresara en uno de sus últimos
artículos: ―Él es un gran pensador que exige respeto. Mi crítica de su proceder es que
cuando en su examen llega a una contradicción, la interpreta como una crisis en el
universo. Yo no soy tan optimista respecto a nuestro rango en la naturaleza de las cosas.
La actitud filosófica de Hegel es la de un dios. Pero tengo que dejar a Hegel a aquellos
que lo han estudiado de primera mano‖252.
Esto en cuanto a advertencias metodológicas o prevenciones negativas antes de
entrar en materia. En términos positivos, Whitehead introduce inmediatamente una
apretada síntesis de sus ideas: ―La doctrina positiva de estas conferencias se ocupa de la
formación, existencia y relaciones de las ‗entidades actuales‘. Una ‗entidad actual‘ es
una res vera en el sentido cartesiano del término; es una ‗substancia‘ cartesiana, no una
‗substancia primaria‘ aristotélica. Pero Descartes conservó en su doctrina metafísica el
predominio aristotélico de la categoría de ‗cualidad‘ por encima de la de ‗relación‘. En
estas conferencias, ‗relación‘ domina por encima de ‗cualidad‘ ‖253. Siendo Process and
Reality explícitamente un ―ensayo de cosmología‖ tal como reza su subtítulo, no es
extraño que Whitehead lo inserte en dicha tradición. Efectivamente, la tercera oración
del Prefacio dice así:

―No hemos expuesto ninguna doctrina que no pueda citar en su defensa alguna
aserción explícita de un filósofo de ese grupo de pensadores [sc. desde Descartes
hasta Hume], o de uno de los dos fundadores de todo el pensamiento occidental,
Platón y Aristóteles‖254
252
―Remarks‖ (8) Traducido por mí como ―Observaciones‖ y tomado de The Philosophical Review, vol
46, N° 2, March 1937 (pp. 178-186). Leído ante la División Este de la American Philosophical
Association durante el Symposium sobre la filosofía de Whitehead realizado en Cambridge el 29 de
Diciembre de 1936. No hay versión española.
253
PR (12) En este punto Whitehead agrega en nota que debe a los estudios de Gilson el haber captado el
sentido de la res vera, de la ―substancia cartesiana‖.
254
PR (9)
88
Cabe ahora agregar las precisiones correspondientes e insertar las especulaciones
cosmológicas en dicha tradición. Whitehead identifica y resume en dos los esquemas
cosmológicos dominantes de todo el pensamiento europeo: (i) el del Timeo de Platón y
(ii) el del siglo XVIII que extiende sus raíces en Galileo, siguiendo por Descartes y
Locke hasta llegar a Newton. Whitehead es muy consciente de la ambición de su
empresa ya que la presenta abiertamente como una nueva concepción cosmológica
europea pero a la par de dignidad con las dos anteriores. Sus palabras no dejan lugar a
dudas: ―Al intentar una empresa de la misma índole, es prudente seguir la guía de que
tal vez la verdadera solución consiste en una fusión de los dos esquemas anteriores, con
las modificaciones requeridas por la coherencia y por el progreso del conocimiento‖255.
Es muy importante entonces no perder de vista que Process and Reality busca plasmar
una ―fusión‖ entre las ideas cosmológicas de Platón y, a la postre, las de Newton; pero
modificada de acuerdo a los adelantos de la física logrados en la época de Whitehead
(básicamente la Mecánica Cuántica y la Teoría de la Relatividad). Este párrafo nos
noticia además de dos supuestos básicos que jamás fueron puestos en duda por él: (i) la
validez de la lógica y (ii) el progreso del conocimiento. Consideremos finalmente las
―cuatro fuertes impresiones‖ que, luego largos años de meditación, dominaban la mente
de Whitehead al ofrecer al público su material:

El movimiento de crítica histórica y filosófica de cuestiones aisladas de los
siglos XVIII y XIX ha llegado a su fin y necesita ser renovado por un esfuerzo
de pensamiento constructivo

El verdadero método de la construcción filosófica consiste en formar un
esquema de ideas, el mejor que se pueda, y explorar inflexiblemente la
experiencia ateniéndose a los términos de este esquema

Es inevitable que todo esquema constructivo esté dominado en los diversos
temas especiales de interés científico por algún esquema de esta índole, no
confesado, pero no por eso menos influyente en la guía de la imaginación

No obstante lo anterior, dicho esquema habrá de ser por definición provisorio,
dadas las limitaciones de la mente humana y la profundidad de la realidad
255
PR (13) Cursivas mías.
89
En resumen, según Whitehead, a principios del siglo XX, se imponía un trabajo
intelectual filosófico constructivo de síntesis creativa lastrado de dos limitaciones
inevitables; una que pudiésemos llamar ―histórica‖ y otra ―natural‖. Según la primera,
ningún pensador puede crear un esquema de ideas nuevo sin estar recurriendo a ideas
tácitas compartidas que se dan por sentadas y jamás se cuestionan (en esto Whitehead se
adelantó más de 30 años a las especulaciones de Kuhn). Según la segunda, simplemente
la realidad es más compleja, vasta y honda que las capacidades humanas. No basta
señalar una y otra vez que Proceso y Realidad encarna simplemente un ―esfuerzo‖
(endeavour) especulativo por la aventura de indagar las honduras de la realidad y que
ello mismo delata su carácter provisorio. Basta apreciar el vuelo poético de Whitehead
para expresar esta última ―fuerte impresión‖ de su ánimo: ―Cuán superficiales y
endebles son los esfuerzos para sondar las profundidades de la naturaleza de las cosas.
En el examen filosófico, el más leve asomo de certidumbre dogmática relativo a la
finalidad de la aserción, es prueba de necedad‖256. Dichas estas cosas, entremos en
materia.
Capítulo 4
NIVEL CATEGORIAL MICROCÓSMICO:
ENTIDADES ACTUALES257
Una de las dificultades del texto que nos ocupa (si dejamos a un lado la complicación
introducida por neologismos para expresar, justamente, ideas nuevas) radica en su modo
de exposición que recuerda en muchos aspectos la manera en cómo está escrita la
Fenomenología del Espíritu de Hegel. En efecto, en aquel texto cada una de las
―figuras‖ que, por fuerza de la escritura, se van presentando sucesivamente no han de
ser entendidas así sino orgánicamente: unas viviendo en otras, unas englobando a otras,
otras subsumidas en aquéllas. Desespera al lector que aparezcan caóticamente
256
PR (14)
Para todo el desarrollo de este Capítulo nos estamos basando en el inapreciable trabajo de Donal W.
SHERBURNE, A Key to Whitehead‟s Process and Reality. De allí he tomado también casi todas las
figuras con modificaciones.
257
90
mezcladas situaciones tales como la certeza sensible, la dominación de amos y esclavos,
el rescate del Santo Sepulcro, el ―reino animal‖ del Espíritu, la Razón, la Conciencia, la
Autoconciencia, el Mundo Griego, el surgimiento de la persona consciente, etc.
¿Cuándo ―entramos‖ en la Historia?, ¿hemos estado fuera?, ¿en qué momento?, ¿hay
figuras ―a-históricas‖ por decirlo así?, ¿figuras sólo epistemológicas?, ¿qué tiene que
ver la política?, ¿en qué minuto hemos cambiado de registro?, ¿no dijo ya lo mismo?,
¿por qué lo repite?, etc. Todas esas impresiones, referidas así, muy a la ligera, han
asaltado a todo lector de aquél texto. Pues bien, en el caso de Process and Reality ocurre
exactamente lo mismo y, como ha apuntado certeramente el profesor Sherburne, el
desarrollo que presenta Whitehead es ―al modo de una red‖ (weblike)258, moviéndose
plásticamente, por decirlo así, desde un nudo a otro. Podríamos complementar esta
sugerencia imaginando una red que flotara y se sumergiera en el agua, sin perder sus
amarras pero tomando constantemente todas las figuraciones y desfiguraciones posibles
dependiendo del movimiento del agua. En realidad lo que ha hecho Whitehead en
reflejar en la escritura el modo orgánico de existencia que él advierte como el carozo de
la realidad, y así como en ella es carácter constitutivo la repetición, aquí la escritura será
recurrente. Whitehead era perfectamente consciente de ello y lo advertía explícitamente
en el Prefacio: ―La unidad del tratamiento debe buscarse en el gradual desarrollo del
esquema en significado y relevancia, no en el tratamiento sucesivo de cada uno de los
temas. Por ejemplo, aludimos una y más veces a las doctrinas del tiempo, del espacio,
de la percepción y de la causalidad, a medida que se desarrolla la cosmología. Cada vez
que se presentan, esos temas arrojan nueva luz sobre el esquema, o reciben alguna
nueva elucidación‖259. En razón de ello, y sólo con fines pedagógicos, vamos a ofrecer
una exposición lineal del esquema partiendo con los elementos básicos con los que se
construye todo este esfuerzo especulativo que, como dijimos, busca ser reflejo de los
componentes básicos y derivados de la realidad. El más básico, el elemento por
antonomasia, se llama ―entidad actual‖.
La Entidad Actual
La expresión escogida por el autor tras largos años de meditación dista mucho de ser
una metáfora; lo de ―Filosofía del Organismo‖ hay que tomarlo de manera literal: ―La
258
259
SHERBURNE (3)
PR (11) cursivas mías.
91
Filosofía del Organismo es una teoría celular [cell-theory] de la actualidad. Cada
unidad última de hecho es un complejo celular [each ultimate unit of fact is a cellcomplex], no susceptible de análisis en componentes con equivalente completitud de
actualidad‖260. Así pues, la noción de ―entidad actual‖ es capital en el sistema de
Whitehead. Éste, (lo decimos de entrada aunque sabemos que durante el desarrollo se
volverá claro el sentido de la afirmación) es definitivamente atomístico. Al igual que
Demócrito, concibe la realidad compuesta por un vasto número de entidades
microcósmicas: ―La última verdad metafísica es el atomismo‖261, ―la actualidad es
incurablemente atómica‖262. Pero, a diferencia de aquél, que concebía a sus átomos
como puntos inertes de materia, Whitehead presenta una filosofía orgánica donde cada
una de las entidades u ocasiones actuales puede ser concebida como un organismo que
―crece, madura y perece‖. Hemos ocupado intencionalmente las comillas porque, en
propiedad, aquellos verbos corresponderán a nexos y sociedades de entidades actuales
—por ejemplo a una célula viva— aunque por ahora basta para lograr una imagen
inicial. Todo Proceso y Realidad puede ser concebido como una descripción de las
características e interrelaciones que poseen estas entidades actuales. El análisis que
presentaremos versará entonces sobre los componentes del nivel microcósmico de la
realidad para seguir luego, de acuerdo con nuestra exposición lineal, con el nivel
macrocósmico correspondiente a nuestra experiencia cotidiana. Esquemáticamente:
ENTIDADES
ACTUALES
NEXOS
SOCIEDADES
NIVEL
MICRO
CÓSMICO
NIVEL
MACRO
CÓSMICO
Figura 1. Niveles de organización de los componentes de la realidad
260
PR (299) cursivas mías. He cambiado ―completez‖ por ―completitud‖ [completness].
PR (59)
262
PR (95) He cambiado ―ineluctablemente‖ por ―incurablemente‖ [ncurably].
261
92
Caractericemos inmediatamente el devenir, ser y relacionalidad de las ―entidades
actuales‖ u ―ocasiones actuales‖: ―Las cosas reales finales de que se compone el mundo.
No hay paso alguno más allá de las entidades actuales para encontrar algo más real.
Difieren entre sí: Dios es una entidad actual, y lo es también el más trivial soplo de
existencia en el más remoto espacio vacío‖ (…) ―los hechos finales son, todos por igual,
entidades actuales, y estas entidades actuales son gotas de experiencia, complejas e
interdependientes‖263. La célebre expresión ―gotas de experiencia‖ que hemos destacado
está basada en las ideas de William James tal como puede apreciarse claramente en este
pasaje: ―All our sensible experiences, as we get them immediately, do (…) change by
discrete pulses of perception, each of which keeps us saying ‗more, more, more,‘ or
‗less, less, less,‘ as the definite increments or diminutions make themselves felt (…)
[All our sensible experiences] come to us in drops. Time itself comes in drops‖264.
Fijemos ahora la diferencia entre ―entidad‖ y ―ocasión‖. Para todos los efectos
prácticos de una primera lectura y su comprensión preliminar, ambos términos son
intercambiables. Hay sin embargo una diferencia: la palabra ―ocasión‖ implica una
ubicación espacio-temporal y sólo Dios (la ―criatura‖ primordial que articula todo el
sistema de Whitehead) es la única entidad actual no temporal; por tanto, ―se tomará
―entidad actual‖ en el sentido de entidad actual condicionada del mundo temporal, a
menos que se incluya expresamente a Dios en el examen. El término ―ocasión actual‖
excluirá siempre a Dios de su ámbito‖265. Ahora bien, como estamos haciendo una
exposición inicial y general del sistema whiteheadiano es preferible utilizar el término
―entidad‖ actual al de ―ocasión‖ actual ya que engloba a toda experiencia, vale decir,
Dios y todo lo demás. De hecho, si el sistema ha de abogar por la coherencia, Dios no
ha ser una excepción a él y deberá regirse y ejemplificar todas las condiciones
categoriales requeridas por aquél: ―Dios no debe ser tratado como excepción a todos los
principios metafísicos ni invocado para salvar el colapso de los mismos. Él es su
ejemplificación capital‖266.
Hechas estas salvedades, digamos que las entidades actuales son unidades
subjetivas complejas pasajeras e interrelacionadas. Insistimos en que estas figuras hay
que entenderlas de modo ―casi‖ literal. Decimos ―casi‖ porque obviamente no se trata
263
PR (37) cursivas mías.
A Pluralistic Universe. Cambridge, Mass. Harvard University Press, 1977 (104)
265
PR (129)
266
PR (461) He cambiado ―fracaso‖ por ―colapso‖ [collapse].
264
93
de gotas de agua. Pero si Ud. repara exactamente en lo que una célula viva es, no podrá
negar que su caracterización como ―gota de experiencia‖ es más que acertada. Se trata
de una vida esférica transitoria y acuosa, altamente compleja e interdependiente de su
medio y que sólo podría ser analizada a costa de ser destruida, pero en la que sin
embargo distinguimos muchas partes constituyentes. Estamos convencidos de que esa
imagen es de gran ayuda para penetrar en este pensamiento. Así pues, la presuposición
de que a la postre sólo existe un único género de actualidades o de que todo puede
reducirse a un solo tipo de existencia es un ideal propio de la cosmología al cual se
conforma la Filosofía del Organismo y es una idea que acompañó a Whitehead desde su
juventud según lo expresara en la Memoir de 1905. La forma capital de asegurar esta
homogeneidad de todas las entidades será estableciendo una dipolaridad (the dipolar
character) básica que compartirán todas y que Whitehead llamará respectivamente los
―polos‖ físico y mental de la entidad actual. El polo físico es ese aspecto de una entidad
actual por el cual ella no realiza ninguna contribución propia al proceso sino que
meramente recibe o repite la forma (se con-forma) a lo que es dado desde su pasado
(también el lenguaje coloquial ha preservado el mismo término para indicar que alguien
tiene nada más ―resignarse a lo que le tocó‖ y ―conformarse‖ cuando no puede
introducir cambios ni modificaciones en una situación dada). El polo mental es ese
aspecto que responde activamente frente a lo que está dado e introduce la novedad. Los
términos ―polo físico y mental‖ puede que no sean los más afortunados para una
filosofía que rechaza la dicotomía cartesiana entre res cogitans y res extensa (o
deberíamos decir ―tricotomía‖ si agregamos la res infinita) e insiste en que los
componentes últimos de la realidad son todos por igual entidades actuales. Así que se
hace necesario advertir de entrada que (i) ambos polos son compartidos igualmente por
todas las entidades actuales y que (ii) ―mental‖ no implica ni ―consciente‖ ni
―intelectual‖: ―Ninguna entidad actual está privada de uno u otro polo; aunque su
importancia relativa difiere en diferentes entidades actuales (…) Así, una entidad actual
es necesariamente dipolar, con sus polos físico y mental; e incluso el mundo físico no
puede ser propiamente comprendido sin referencia hacia su otro lado, que es el
complejo de operaciones mentales‖267. Por cierto, esto no significa que ―estas
operaciones mentales impliquen conciencia, la cual es el producto de intrincadas
267
PR (326)
94
integraciones‖268. Whitehead ha insistido en que todos y cada uno de los momentos de
realidad deben ejemplificar todas las categorías. Una sobresaliente es aquella de
―dipolaridad‖. Al mismo tiempo, nos recuerda en todo momentio que está nada más
tratando de forjar un esquema mental que enraíce en los ―hechos obstinados‖ de la vida
diaria: ―La Filosofía del Organismo es un intento por retornar a las nociones del
“vulgo” con un mínimo de ajuste crítico‖269. Así pues, si no encontramos ejemplos
debería ser falla nuestra. Pongamos un ejemplo muy simple y más que a la mano para
personas dedicadas a la actividad intelectual. Ud. necesita un libro en especial. Lo va a
comprar. Evidentemente no es que Ud. necesite ese objeto material sino que tan sólo lo
requiere para acceder a las ideas que están allí. La verdad, el cómo están allí es algo
bastante complejo de explicar. Pero el hecho es que están y Ud. quiere conocerlas, es
sólo por eso que va a comprar el libro y paga por él. Pero es un objeto bastante especial
ya que si bien tiene un soporte material claramente identificable, tiene también un lado
o aspecto intelectual ineludible, por cuanto se trata de un libro. Es simple, tiene un polo
físico y un polo mental. Y lo tiene, porque si no fuese así bastaría que Ud. nada más se
pusiese a pensar y se evitara las molestias y el gasto de ir a comprarlo. Pero nadie hace
eso. Si Ud. está interesado realmente en un libro, lo va a comprar o lo pide prestado para
leerlo. Lo que realmente le interesa es el polo mental del objeto para captarlo. Es
justamente el caso de una prehensión conceptual, pero eso ya nos llevaría a otro tema.
Lo más difícil de aceptar de la teoría whitehediana es que todos los seres que llamamos
inertes tengan también polo mental y físico. Y Whitehead lo sostiene audazmente, quizá
como en ninguna otra parte en este párrafo: ―El Castle Rock de Edimburgo existe de
momento a momento, y de siglo a siglo, a causa de la decisión efectuada por su propia
ruta histórica de ocasiones antecedentes‖270.
Whitehead ha afirmado que cuando utiliza el término ―actual‖ quiere significar
exactamente lo mismo que Descartes entiende por res vera; es decir, ―existencia‖ en el
más pleno sentido del término. Y, si bien Descartes atribuye a Dios un sentido de
existencia genéricamente distinto, no será así en este sistema salvo por el hecho de que
Dios es ―primordial‖ al mundo (lo veremos en su momento). Pero, ¿qué tiene que ver
Descartes aquí?, ¿cómo debemos entender la afirmación de Whitehead de que entiende
lo mismo que él en su noción fundadora (y que es el famoso punto de apoyo de
268
PR (337)
PR (108) Cursivas mías.
270
PR (72) Cursivas mías.
269
95
Descartes)? Hagamos el intento, de acuerdo a la metodología que nos hemos propuesto,
de tomar la afirmación en sentido literal. ¿Qué ―hay‖, por decirlo así, en el cogito
cartesiano?, ¿qué es lo esencial que está diciendo Descartes cuando afirma ego sum re
vera existens? Whitehead lo interpretará posteriormente como un sujeto en un goce de
experiencia: ―El ―Cogito, ergo sum‖ de Descartes ha sido erróneamente traducido como
―Yo pienso, luego yo soy‖. Jamás nos damos cuenta de pensamiento nudo (bare) o de
nuda existencia. Me encuentro a mí mismo, esencialmente, como una unidad de
emociones, gozos, esperanzas, temores, arrepentimientos, evaluación de alternativas,
decisiones
—todas ellas reacciones subjetivas al entorno en tanto activo en mi
naturaleza. Mi unidad
—que es el ―Yo soy‖ de Descartes—
es mi proceso de
conformar este revoltijo de material [this welter of material] en un patrón de sentires
consistente. El gozo individual es lo que yo soy en mi rol de actividad natural, en la
medida en que conformo las actividades del entorno en una nueva creación, que soy yo
mismo en este momento; y todavía, en la medida en que yo mismo lo soy como una
continuación del mundo antecedente‖271. Pero veamos más en detalle si acaso podemos
tomar literalmente lo afirmado por Whitehead. No vaya a ser que tengamos aclaraciones
respecto del sentido de ―actual entity‖. Descartes, dice ―yo soy, yo existo es
necesariamente verdadera cada vez que la concibo‖. Nótese, es un acontecer
instantáneo. Cada vez es nuevo y cada vez es la certeza de ser en el propio cogito. Pero
este acontecer instantáneo es además complejo, es una unidad compleja. De hecho,
acaece allí el ser, la verdad, la certeza, el pensar y todas las otras ideas que quepa
encontrar en mí. Por cierto, de esta sola complejidad depende el que se pueda seguir
adelante en el discurso de Descartes. Pero, ¿qué acontece en el cogito para que lo
podamos considerar el equivalente de las esquivas ―actual entities‖? Insistimos en que la
manera de salir del atolladero es tomar la afirmación en sentido literal, ¿qué acontece en
el cogito? Lo primero, una confluencia instantánea e irrepetible de pensamiento, ser y
verdad. En este punto, nos adscribimos a la conocida lectura del profesor Juan de Dios
Vial Larraín: ―Y este acto [sc. el cogito], más que investido de un valor de verdad, es la
verdad misma instituida en esta relación entre ser y pensar. Esta es la condición
existencial de la verdad ejercida fundamentalmente en el cogito y, por consiguiente,
ejercida ya en la acción de dudar. (...) Para hablar de la verdad, más que de una relación
271
En Nature and Life (Chicago University Press 1934) Cf. Twentieth Century Philosophy. Living
Schools of Thought. Edited by Dagobert D. Runes. Philosophical Library. New York 1947 (pp. 452-468)
Mi traducción. Es Capítulo fue posteriormente incluido en Modos de Pensamiento, III Naturaleza y Vida.
96
de adecuación, que ha suscitado todos los problemas o seudoproblemas de la llamada
gnoseología, cabe hablar de unidad: de la verdad como unidad de ser y pensar en el
acto existencial que ejerce el logos‖272. Pero, nótese, si tomamos en todo su peso el
momento estrictamente ―existencial‖, el cogito puramente acontece. En ausencia del
Dios re-creador, sólo queda como una experiencia infinitesimal que cada vez acontece
de nuevo, pero que cuando acontece es irrefutablemente verdadera. Y en este acontecer
no se puede prescindir del momento mental (el cogito en su más amplia acepción). Pues
bien, extrapolemos estas ideas, despojémoslas de todo carácter humano y tendremos a la
vista la buscada noción de ―entidad actual‖: Un acontecer microscópico, infinitesimal y
con un ―polo‖ inescapablemente mental. Extendamos y multipliquemos in infinitum
esos aconteceres y tendremos las mentadas ―células‖ que, según Whitehead, conforman
la realidad. Pongámoslas ahora en movimiento e introduzcamos derechamente un
primer neologismo whiteheadiano: ―concrescencia‖ (concrescence). Con esta palabra
—derivada del latín cum-crescere, ―crecer juntos‖ y cuyo participio pasado será
justamente concretum— se quiere señalar al proceso en virtud del cual el universo de la
pura multiplicidad (digamos por ahora ―los muchos‖) adquiere una unidad individual al
relegar y subordinar cada ítem de ―los muchos‖ en la constitución del nuevo ―uno‖
emergente. Con otras palabras, una entidad actual no es nada más que la unidad que
puede adscribirse a una instancia particular de concrescencia o, más simple aún, es el
crecer juntos de muchos en la unidad de uno. El proceso mismo es la constitución de la
entidad actual; y, dicho con los términos de Locke, es ―la constitución interna real de un
existente particular‖273. Se trata de una teoría de mónadas que —a diferencia de las
Leibniz que cambian y no tienen ventanas— sólo devienen y que son, si se me permite
la expresión, ―sólo ventanas‖. Cada una de ellas es un modo del proceso de sentir el
mundo, de albergarlo en una unidad de sentir compleja. Así, cada unidad de experiencia
es concebida como un acto de experiencia surgiendo a partir de los datos que le son
dados por su mundo o entorno. Ella misma es un proceso de sentir ―los muchos‖ o
multiplicidad circundante y absorberlos en la unidad de una satisfacción individual.
Aquí, ―sentir‖ (feeling) indica la operación genérica básica de pasar de la objetividad de
los datos a la subjetividad de la entidad actual en cuestión. Los ―sentires‖ reemplazan en
la filosofía de Whitehead al ―material neutro‖ (neutral stuff) de los filósofos realistas.
272
VIAL LARRAÍN, Juan de Dios. La vía de la verdad. El discurso de la metafísica. Ediciones
Universidad Católica de Chile, 2006 (65). Cursivas en el original.
273
PR (286) La referencia es al Essay II, XXI Of Power.
97
En efecto, una entidad actual es un proceso y no es concebible en términos de la
morfología de un ―material‖. La palabra ―sentir‖ constituye un término técnico y se
refiere al funcionamiento mediante el cual la actualidad concreciente se apropia el dato
para hacerlo suyo. Whitehead cita como otras analogías para su noción de ―sentir‖ la de
―goce‖ (enjoyment) de Alexander y la de ―intuición‖ (intuition) de Bergson; no
obstante, enraíza su noción en Descartes (sentire) refiriéndose al célebre pasaje de la
Meditación Segunda donde afirma la indistinción entre sentir y pensar y en Locke (idea
e individual‘s ideas) remitiendo al Essay libro III 2, 6 y 7274. Un sentir se apropia los
elementos del universo que, en sí mismos son ―otros‖ que el sujeto (y que son una
multiplicidad o ―muchos‖) y los absorbe en su constitución interna real sintetizándolos
en la unidad de un patrón emocional que expresa al propio sujeto. Siendo así, vale decir
objetivando o direccionando la multiplicidad hacia la unidad autoconstitutiva, los
sentires serán por definición vectoriales: ―Los sentires son ―vectoriales‖, puesto que
sienten los que está ahí y lo transforman en lo que está aquí‖275. Así entonces la
―célula‖ está constantemente apropiándose, para la fundación de su propia existencia,
los varios elementos del universo del cual surge. Cada proceso de apropiación se
caracteriza con el término técnico de ―prehensión‖ y expresa la actividad en virtud de la
cual la entidad actual efectúa la propia concreción u objetificación de otras cosas en sí
misma. (Whitehead ha evitado expresamente el conocido término de ―aprehensión‖ para
evitar toda confusión e insistir en que los mecanismos básicos del universo son preconscientes y que el fenómeno de la conciencia
—donde justamente acontecen las a-
prehensiones— corresponde a fases complejas del agrupamiento de las entidades
actuales o, con sus palabras, a fases superiores de la experiencia en el nivel
macrocósmico). Nuevamente la referencia es a Descartes: ―En el lenguaje cartesiano, la
esencia de una entidad actual consiste únicamente en el hecho de que es una cosa que
prehende (es decir, una sustancia cuya esencia total o naturaleza es prehender)‖ 276. Una
274
Cf. PR (69) Es interesante notar que Rovira Armengol haya traducido aquí ―enjoyment‖ como
―vivencia‖. El pasaje correspondiente de Descartes es el siguiente: ―Falsa hæc sunt, dormio enim. At certe
videre videor, audire, calescere. Hoc falsum esse non potest; hoc est proprie quod in me sentire
appellatur; atque hoc præcise sic sumptum nihil aliud est quam cogitare‖ (Med II 29, pag. 80 ed.
Flammarion)
275
PR (127)
276
PR (69) Este es uno de los pocos lugares en que el propio Whitehead agrega una nota: ―Para una
expresión análoga a ésta, cf. Meditación VI; sustitúyase ―ens prehendens‖ por ―ens cogitans‖ ‖.
98
prehensión277 se define como un hecho concreto de relacionalidad y corresponde a la II
categoría de existencia del esquema categorial278. Hay dos especies: la positiva y la
negativa. Un ―sentir‖ es exactamente una prehensión positiva o positiva inclusión del
elemento objetivado en la propia constitución real interna del ―sentidor‖ (feeler). Una
prehensión negativa es la positiva exclusión de ciertos elementos. Una entidad actual es
el resultado de su exclusiva combinación de prehensiones positivas y negativas pues
ambas, sus inclusiones y exclusiones, la constituyen efectivamente. A nivel psicológico
personal (y no se pierda de vista que la aspiración de Whitehead es que las categorías de
su esquema puedan verse ejemplificadas en cualquier nivel de existencia) podríamos
concebir a nuestra personalidad como el resultado de todo lo que nos agrada y
desagrada, de lo que aceptamos y rechazamos. Una idea que cualquiera puede
comprobar en sí mismo.
Las Prehensiones
Desde el momento en que una entidad actual no es sino una concrescencia de
prehensiones, éstas deberán considerarse más en detalle. Profundizaremos la noción de
―dato‖ y agregaremos la de ―forma subjetiva‖. Toda prehensión consta pues de tres
factores:

el sujeto que está prehendiendo

el dato que es prehendido

el cómo es prehendido el dato, a saber, su ―forma subjetiva‖
Vamos a preceder la exposición de una nueva figura que servirá de apoyo a las ideas e
interrelaciones que se van a ser presentadas:
277
Pocos saben que el neologismo de Whitehead está contemplado en el Diccionario RAE. Dice allí:
Prensión (del Latín Prehensĭo-ōnis) f. 1. acción y efecto de prender algo. Prender (del Latín Vulgar
prendĕre) 1. tr. Asir, agarrar, sujetar algo (debo esta referencia a la profesora Chaudia Chuaqui). Sin
embargo, no bien estar disponible la palabra, hemos preferido ―prehensión‖ a ―prensión‖ por las
asociaciones inevitables que originarían las formas verbales ―prender‖ y ―prendido‖ con ―encender‖ y
―encendido‖.
278
En uno de los tantos errores que posee la única edición española de Process and Reality se traduce
aquí ―concrete facts of relatedness‖ por ―hechos concretos de realidad‖ (¡) (41)
99
A
M
S
S’
X
O
K
Z
j
B
TIEMPO
Figura 2. Un Sentir Físico Simple
Se ha visto que una entidad actual está constituida por sus prehensiones. En este
ejemplo de simplificación máxima, ya que supone el interactuar de sólo dos entidades
actuales (A y B), cada una ellas está representada por un círculo fraccionado en cuartos,
siendo cada uno de ellos una prehensión. El total de cuatro cuartos es el círculo tal como
cada entidad actual es la suma de sus prehensiones. B es el sujeto concresciente, la
entidad que está en proceso de devenir. A es una entidad actual en el pasado inmediato
de B, que está siendo prehendida por B. S’ es una de las prehensiones de B, la que ―se
estira‖ o ―alcanza‖ o ―localiza‖ A para incluirla en B, es el vector (del latín vectus,
participio pasado de veho, ―llevar‖ y que es normalmente representada en matemáticas
por una flecha señalando una dirección fija en el espacio para indicar una fuerza ) que
lleva la cualidad de A o ―Aidad‖ hacia el interior de B. S, O, K y M son prehensiones
constitutivas de A. S es la particular prehensión en A seleccionada por B para ―sentir‖ u
objetivar a A en la concrescencia de B. Otras prehensiones de A (O y M) son
prehendidas negativamente por B; K es totalmente indiferente a este proceso de
concrescencia. Z y X representan prehensiones negativas que eliminan ciertos aspectos
de la constitución de A de la relevancia de los sentires de B. el papel de J en B es
análogo al de K en A. Antes de proseguir, es preciso aclarar el sentido del término
―concern‖ ya que es utilizado por Whitehead de modo técnico y es de muy difícil
traducción. En este caso particular, hemos preferido
100
—a diferencia de Rovira
Armengol— ―involucrarse‖ en vez de ―interesarse‖. En Naturaleza y Vida Whitehead
hace la siguiente observación: ―Cada ocasión es una actividad de concernencia o
preocupación (concern), en el sentido que dan Los Cuáqueros a ese término‖279. Vamos
ahora a exponer resumido y adaptado el texto pertinente de Whitehead haciendo
referencia explícita a la figura 2 e intercalando las letras correspondientes 280.
Así entonces, en un sentir físico simple [S’] hay dos entidades actuales involucradas.
Una de ellas [B] es el sujeto de ese sentir y la otra [A] es el dato inicial del sentir. Un
segundo sentir [S] está también involucrado, a saber, el dato objetivo del sentir físico
simple. Este segundo sentir [S] es la objetificación de su sujeto[A] para el sujeto [B] en
el sentir físico simple [S’]. El dato inicial [A] es objetificado siendo él el objeto del
sentir [S], el dato objetivo: la objetificación es la perspectiva del dato inicial. La
prehensión [S] en un sujeto [A] deviene el dato objetivo para la prehensión [S’] en un
sujeto posterior [B]. La objetificación relega a irrelevancia o a relevancia subordinada la
constitución completa de la entidad objetificada [K]. Algún componente real [S] en la
entidad objetificada [A] asume el rol de ser el ―cómo‖ esa entidad particular es un dato
en la experiencia del sujeto [B]. Un sentir [S’] es la apropiación de algunos elementos
en el universo para ser componentes en la constitución real interna (es importante no
perder de vista que cada vez que Whitehead utiliza esta frase la está tomando
literalmente de Locke) de su sujeto [B]. Los elementos son los datos iniciales, son lo
que el sentir siente, pero son sentidos bajo una abstracción (en el sentido de separación):
el proceso de sentir incluye prehensiones negativas [Z y X] que efectúan la eliminación.
279
Cf. Twentieth Century Philosophy. Living Schools of Thought. Edited by Dagobert D. Runes.
Philosophical Library. New York 1947 (pp. 452-468). El original fué publicado en Nature and Life
(Chicago University Press 1934). Mi traducción. ―Concernencia‖ es un sustantivo femenino dado por
RAE correspondiente a concernir: atañer, afectar, interesar. Tal como ocurre en francés (que sugiere
‗préoccupation‘ o ‗souci‘), es muy difícil ofrecer en castellano una traducción adecuada. Para aclararlo
hemos recurrido a Glossaire Quaker Glossary Edouard Domen Friends World Committee for
Consultation, Comité consultatif mondial des Amis en www.quaker.org que incluye un glosario inglés y
francés. The true 'concern' [is] a gift from God, a leading of his spirit which may not be denied. It is not
that on investigation it proves to be the intelligent thing to do - though it usually is; it is that the individual
(and if his concern is shared and adopted by the meeting, then the meeting) knows, as a matter of inward
experience, that there is something that the Lord would have done, however obscure the way, however
uncertain the means to human observation. Often proposals for action are made which have every
appearance of good sense, but as the meeting waits before God it becomes clear that the proposition falls
short of 'concern'. Le vrai concern est un don de Dieu, une direction de son esprit qui ne peut se refuser.
Sa sanction n'est pas qu'à l'examen il s'avère une chose intelligente à faire - bien qu'il en soit ainsi
d'habitude; elle est que l'individu (et si son concern est partagé et adopté par son groupe, alors le groupe)
sait par expérience intérieure que voici une chose que le Seigneur souhaite voir faire, peu importe que le
chemin soit obscur, peu importe que les moyens soient incertains à la perception humaine. On fait
souvent des propositions d'action qui ont toutes les apparences du bon sens, mais à mesure que le groupe
attend devant Dieu, il devient clair que la proposition ne atteint la mesure du concern.
280
PR (322 ss.)
101
Hay entonces una transición desde los datos iniciales hacia el dato objetivo efectuada
por la eliminación. El dato objetivo es la perspectiva de los datos iniciales [S]. Así, el
conglomerado de datos iniciales, que no es otro que la entidad actual A, es sentido bajo
una perspectiva que es el dato objetivo [S] del sentir [S’]. En virtud de esa eliminación
[de O y M por Z y X] los componentes del dato objetivo [S] han llegado a ser objetos
intervinientes en la constitución del sujeto [B] del sentir [S’]. Según la fraseología de la
física-matemática un sentir posee un carácter vectorial [→]. Un sentir [S’] es la agencia
en virtud de la cual otras cosas [S] son incorporadas en la constitución de un sujeto en
proceso de concrescencia [B]. Un sentir físico simple es un acto de causación. La
entidad actual que es el dato inicial [A] es la causa; el sentir físico simple [S’] es el
efecto y el sujeto que está teniendo el sentir físico simple [B] es la entidad actual
condicionada por su efecto. Toda acción causal compleja puede ser reducida a un
complejo de tales componentes primarios y, en consecuencia, los sentires físicos
simples serán llamados también sentires causales o de eficacia causal. No puede
llegarse a nada más simple y, desde el momento en que la X Categoría de Explicación
establecerá que ―el primer análisis de una entidad actual —en sus elementos más
concretos— revela que ésta es una concrescencia de prehensiones que se originaron en
su proceso de devenir‖281, Whitehead llamará con justicia a estos sentires físicos
simples los genuinos ―ladrillos atómicos‖282 (atomic bricks) de la realidad. Tal como lo
ha venido haciendo y consecuentemente a lo expuesto en el Prefacio, acudirá aquí
Whitehead para ilustrar su idea a la capital noción de ―power‖ de Locke: ―El ‗poder‘ de
una entidad actual sobre otra es simplemente cómo la primera está objetificada en la
constitución de la otra‖283. El núcleo más íntimo de la realidad se nos presenta así como
transido de poder atómicamente fluyente: ―Hay un fluir del sentir‖284. Ahora bien, un
sentir físico simple posee el carácter dual de ser el sentir de la causa [S] reactualizado
(re-enacted)285 por el efecto [S’] como su sujeto. Por razón de esta duplicidad [S → S’]
que no es una simple reiteración
—porque el nuevo sentir tiene algo del otro sentir,
281
PR (42) cursivas mías.
PR (323)
283
PR (91) He cambiado ―potencia‖ por ―poder‖ [power].
284
PR (323)
285
―Reenact‖ tiene la siguiente definición en el Merriam-Webster: transitive verb, 1: to enact (as a law)
again; 2: to act or perform again; 3: to repeat the actions of (an earlier event or incident). No posee exacta
traducción en castellano y también se ocupa para indicar la ―puesta en escena‖ de una obra de teatro, por
ejemplo. Whitehead lo utiliza como término técnico. También habría servido ―repetición‖ salvo porque en
otros sitios él usa derechamente ―repetition‖. Hemos preferido ―reactualización‖ a ―restablecimiento‖ que
es la versión escogida por Rovira Armengol. También podría haber servido ―reconstitución‖.
282
102
proviene de él, se ―parece‖ pero no es igual [S, S’]—
hay un carácter vectorial que
transfiere la causa hacia el efecto. Es un sentir de la causa que adquiere la subjetividad
del nuevo efecto sin perder la subjetividad original que tenía en la causa: ―En los
sentires físicos simples se encarnan el carácter reproductivo de la naturaleza y también
la inmortalidad objetiva del pasado. En virtud de estos sentires, el tiempo es la
conformación del presente inmediato al pasado. Tales sentires son sentires
―conformativos‖ ‖286
La Forma Subjetiva
Un sentir, vale decir, una prehensión positiva, es esencialmente una transición
efectuando una concrescencia. Su constitución compleja en analizable en cinco factores
que expresan qué es y qué efectúa esa transición:

el sujeto que siente [B]

los datos iniciales que han de ser sentidos en A [S, O, y M]

la eliminación que realizan las prehensiones negativas [Z y X]

el dato objetivo [S] que es sentido [S’]

la forma subjetiva, que es ―el cómo‖ ese sujeto siente ese dato subjetivo [S’]y
que marca el fin de este microproceso o su ―satisfacción‖
―Una entidad actual, por su lado subjetivo, no es sino lo que el universo es para ella,
incluyendo sus propias reacciones. Las reacciones son las formas subjetivas de los
sentires, elaboradas hasta ser definidas a lo largo de un proceso‖ 287. Como sabemos, la
aspiración de Whitehead es que cada elemento de la experiencia pueda hallar su
ejemplificación en el esquema. Así entonces, debe poder presentarse un ejemplo nada
rebuscado de la vida cotidiana. Y es efectivamente así. Ud. [B] ha sido invitado a un
matrimonio y llega la esperada hora de los postres y se dirige a la mesa correspondiente
[A] donde hay un gran surtido de ellos [S, O, K y M]. Uno de ellos le es completamente
indiferente [K] y dos definitivamente no le agradan [O y M] y los rechaza [Z y X], pero
por fortuna hay allí uno que le encanta [S], así que lo ve, lo elige y derechamente lo
toma [S’]; luego lo lleva a su mesa y lo prueba gozando de su sabor, es ese que a Ud. le
286
PR (324). No hay término equivalente para el neologismo de Whitehead ―conformal feelings‖, pero he
preferido ―sentires conformativos‖ a ―sentires conformales‖ de Rovira Armengol para derivarlo más
directamente de ―conformación‖.
287
PR (214) cursivas mías.
103
gusta y que le trae esos recuerdos de la infancia [S’]; Ud. está satisfecho con su
elección. Claro, mientras todo esto ha ocurrido, Ud. ha tenido en mente otra cosa [j] que
va a decir ahora a la persona que lo espera en la mesa y que no tenía nada que ver
directamente con la elección del postre que lleva en la mano (por cierto que cabe la
posibilidad de que Ud. se lleve una gran decepción y que justo al probar el postre
elegido [S’] el sabor sea completamente inesperado); poco importa, de todas formas
habrá surgido una forma subjetiva única, de desagrado en este caso y que podemos
representar así [S’!]. Whitehead llamará en todos los casos posibles ―satisfacción‖ a
este término del proceso así como llamará siempre ―goce‖ o ―gozo‖ al resultado final
existencial del proceso o concrescencia (nada importa que a niveles de existencia
humana esa experiencia final haya sido de dolor o alegría).
La forma subjetiva tendrá un rol decisivo en el desarrollo de nuestro trabajo
comparativo, desde el momento en que de acuerdo a la XIII Categoría de Explicación
―hay varias especies de formas subjetivas, tales como emociones, valoraciones,
propósitos, atracciones, aversiones, conciencia, etc.‖288. Nótese de entrada, que el ―etc.‖
nos está indicando que para Whitehead la conciencia es simplemente una forma
subjetiva entre otras y sin ninguna prerrogativa peculiar. Por cierto, su definición de
conciencia no será la tradicional. Lo veremos en su momento. Ahora bien, la novedad
esencial de un sentir pertenece a su forma subjetiva. Los datos iniciales [S, O, y M], e
incluso el dato objetivo [S] podría haber producido un resultado distinto en otro sujeto,
pero es la forma subjetiva la que aporta la novedad inmediata, la originalidad, ya que es
radicalmente ―el cómo‖ [S’] ese sujeto está sintiendo ese dato objetivo: ―No hay manera
de arrancar esta forma subjetiva de la novedad de esta concrescencia. Está envuelta en
la inmediatez de su presente inmediato‖289. Esa novedad única que surge en el encuentro
entre ciertos datos y cierto sujeto y que es sólo esa, encuentra una bellísima ilustración
en las palabras de Clive Staples Lewis: ―Si de tres amigos (A, B y C), A muriera, B
perdería no sólo a A sino ―la parte de A en C‖, mientras C perdería no sólo a A sino ―la
parte de A en B‖. En cada uno de mis amigos hay algo que únicamente otro amigo
puede hacer salir por completo. Por mí mismo, carezco de la capacidad suficiente para
poner en actividad la totalidad de otra persona; necesito otras luces además de la mía
288
PR (43) La palabra que hemos traducido como ―atracciones‖ equivale al inglés ―adversions‖ (¡que ni
siquiera figura en el Merriam-Webster!) y que sin duda Whitehead utilizó apelando a su origen latino: advertere, ―volverse hacia, dirigirse‖. La opción de Rovira Armengol, ―adversiones‖, obscurece el pasaje a
nuestro juicio.
289
PR (316)
104
para hacer visibles todas sus facetas. Ahora que Charles ha muerto, jamás volveré a ver
la reacción de Ronald a una broma típica de Charles. Lejos de tener más de Ronald, de
tenerlo ―para mí‖ ahora que Charles ha partido, tengo menos de Ronald‖290.
Satisfacción e Inmortalidad Objetiva
Una entidad actual inicia su proceso prehendiendo muchos otros datos en su pasado
causal. Luego acaecen las complejidades de la concrescencia durante las cuales los
muchos sentires iniciales singulares del mundo pasan a integrarse en un sentir complejo
del mundo actual de esa entidad actual. Este sentir complejo e integrado es su
―satisfacción‖. Ésta marca la clausura, completitud o conclusión de la entidad actual. Es
su carácter como ―superjeto‖ (superject), el carácter que posee como ―objetivamente
inmortal‖, esto es, su carácter como un objeto más que habrá de ser dato para otras
entidades actuales subsiguientes. Veamos en detalle todos estos aspectos.
Una entidad actual es un proceso en el curso del cual muchas operaciones de
unidad subjetiva incompleta terminan en una unidad de operación completa llamada
―satisfacción‖ o, lo que es igual, ella termina su devenir estableciendo un vínculo
completamente determinado de prehensiones positivas y negativas con cada elemento
del universo. Se trata de un proceso de integración de sentires que culmina en una
unidad concreta de sentir final. En esta unidad concreta se ha eliminado toda
indeterminación respecto de la realización de sus posibilidades: ―Las muchas entidades
del universo, incluyendo las que se originan en la concrescencia misma, encuentran sus
respectivos papeles en esta unidad final. Esta unidad final se denomina ―satisfacción‖.
―Satisfacción‖ es la culminación de la concrescencia en una realidad completamente
determinada [a completely determinate matter of fact]. En cualquiera de sus etapas
antecedentes, la concrescencia ostenta mera indeterminación con respecto al nexo entre
sus muchos componentes‖291. El tratamiento de la noción técnica de ―nexo‖ quedará
pospuesto por cuanto corresponde al nivel categorial macrocósmico de la realidad. El
alcance de una definición o definidad peculiar es justamente la causa final que anima un
proceso particular. Este logro detiene su proceso y la entidad en cuestión pasa entonces
a ser un objeto prehendible por otras entidades actuales que están en su futuro.
Utilizando categorías tradicionales (que Whitehead explícitamente usa tal como lo
290
LEWIS C. S. Los Cuatro Amores. Editorial Andrés Bello, Santiago, Chile 1ra Edición 2001 (75)
Cursivas mías.
291
PR (289). Cursivas mías.
105
expresara en el Prefacio), podemos decir que esta entidad es ahora causa eficiente para
otras entidades. De hecho, Whitehead es explícito respecto de su intención de lograr un
nuevo equilibrio entre estas dos tradicionales categorías filosóficas: ―Es notable que
ninguna ciencia biológica haya sido capaz de expresarse sin recurrir a una terminología
que es ininteligible a menos que se refiera a ideales propios del organismo en cuestión.
Este aspecto del universo se imprimió sobre el gran biólogo y filósofo Aristóteles. Su
filosofía condujo a dar una importancia enormemente exagerada a la noción de ―causas
finales‖ durante el medioevo cristiano; y de ahí, por reacción, a dar una importancia
enormemente exagerada a la noción de ―causas eficientes‖ durante el período científico
moderno. Una de las tareas propias de una metafísica razonable consiste en mostrar
las causas finales y eficientes en sus debidas relaciones mutuas. En sus Dialogues
Concerning Natural Religion, Hume subraya cuán difícil y necesaria resulta esta
tarea‖292. Así entonces, la causa final desencadena un proceso en la entidad actual cuya
culminación la vuelve un objeto que pasa a ser ahora causa eficiente para futuras
entidades actuales. En palabras de Whihehead: ―La definición es el alma de la
actualidad: el alcance de una definidad peculiar es la causa final que anima a un proceso
particular; y su alcance detiene su proceso, de suerte que por trascendencia pasa a su
inmortalidad objetiva como nueva condición objetiva [i.e. causa eficiente agregamos
nosotros] que se añade a las riquezas de definidad alcanzable, la ―potencialidad real‖ del
universo‖293 (la ―potencialidad real‖ aquí nombrada será tratada posteriormente cuando
nos preguntemos acerca del sentido de la ―y‖ respecto de los términos que forman el
título de esta obra: Proceso y Realidad). Es imperativo ahora aclarar el sentido de la
expresión ―inmortalidad objetiva‖. Tan central es para las ideas de Whitehead que había
sido incluida ya en el Prefacio, aunque por razones expositivas lo habíamos omitido en
su momento. Traigamos de nuevo a la mente aquella advertencia de respecto de que en
la Filosofía del Organismo será la categoría de ―relación‖ la que habrá de predominar
292
PR (123) Nos hemos apartado de Rovira Armengol en el primer párrafo de su versión para ―It is
notable that no biological science has been hable to express itself apart from phraseology which is
meaningless unless it refers to ideals proper to the organism in question‖ que consideramos francamente
enrevesada: ―Es curioso que no haya habido ninguna ciencia biológica que lograra expresarse
prescindiendo de una terminología que carece de sentido como no sea refiriéndose a ideales propios del
organismo en cuestión‖. Tampoco compartimos su versión para ―One task of a sound metaphysics‖ como
―Una tarea de sana metafísica‖. Cursivas mías.
293
PR (304) Nos apartamos de Rovira Armengol que traduce ―definiteness attainable‖ como ―logro de
una definidad peculiar‖ y luego como ―determinación lograble‖. Hemos preferido ―alcance de una
definidad‖. También hemos traducido ―the riches‖ como ―las riquezas‖ en vez de ―la riqueza‖. Whitehead
es cuidadoso cuando se trata de expresar la pluralidad del universo. Cursivas mías.
106
sobre la de ―cualidad‖: ―Toda relación se funda en una relación de actualidades, y esa
relación se ocupa totalmente de la apropiación de lo muerto por lo viviente —es decir,
de la ―inmortalidad objetiva‖, de suerte que lo despojado de su propia inmediatez se
convierte en componente real en otras inmediateces vivientes de devenir‖294. ¿Es sólo
una figura literaria aquella de ―apropiación de lo muerto por lo viviente‖ o ha de
entenderse de modo literal de acuerdo a nuestra regla metodológica? Veamos. Una vez
terminado el proceso, la entidad en cuestión ha devenido un objeto que ya es apropiable
por las otras entidades que están en proceso. Lo ―muerto‖ es precisamente lo puramente
objetivo, pues la satisfacción alcanzada marca justamente el fin de la subjetividad. Aquí
nada más está extendiendo Whitehead al máximo de extensión metafísica la experiencia
humana de la muerte; de la muerte de alguien cercano. Nada hay ya de interior en ese
cuerpo que fue viviente encarnando esa única perspectiva del mundo, sólo nos quedan
―sus restos‖ inmóviles. Lo que pueda ―hacer‖ ahora esa que se fue y ya no está más,
sólo lo puede ―hacer‖ desde su calidad de cosa, de puro objeto. Esa expresión única del
universo ha llegado a su fin y ya puede ser apropiada por todos los que siguen vivos. Ya
es nada más que un potencial para el devenir de otros, ya terminó su carrera en este
mundo y, paradojalmente, puede ser ―propiedad‖ de todos exactamente a partir del
momento en que se ha cancelado para siempre su interioridad, su subjetividad viva. Este
―para siempre‖ en que quedan las personas luego de fallecer es lo que Whitehead quiso
expresar con su audaz término ―inmortalidad objetiva‖. Vemos una vez más que,
dándose un pequeño trabajo, las complejas categorías de la Filosofía del Organismo
pueden ejemplificarse con sucesos de la vida diaria. Así pues, no ha de creerse que al
ejemplificar la expresión ―inmortalidad objetiva‖ directamente con referencia a la
muerte hayamos pretendido extender indebidamente la intención de Whitehead. Al
contrario, en escritos posteriores, él abiertamente sostiene esta lectura cuando nos
revela, retrospectivamente, que la intención global que subyace a todo Proceso y
Realidad es una meditación sobre el perecer y que aspira al mismo nivel de
profundidad que el análisis aristotélico del devenir: ―Philosophers have taken too easily
the notion of perishing (…) Almost all of Process and Reality can be read as an attempt
to analyse perishing on the same level as Aristotle‘s analysis of becoming‖295.
294
PR (12) Cursivas mías.
LOWE, Victor. Understanding Whitehead The John Hopkins Press, Baltimore 1966 (102). Lowe toma
ambas citas de Essays on Science and Philosophy Philosophical Library New York 1047 (117) y The
295
107
El lector ya habrá advertido que la insistencia en el flujo o proceso o devenir o
perecer como concepto originario remite en el último extremo de nuestra tradición
occidental a Heráclito y cabe hacer notar que Whitehead, siendo totalmente explícito al
respecto, entiende la doctrina de la Filosofía del Organismo como una extensión de
aquella idea. Lo que quizá sea nuevo es que la doctrina del ―perpetuo perecer‖ está
tomada —y también extendida— a partir de John Locke: ―La antigua doctrina de que
―nadie atraviesa dos veces el mismo río‖ se ha extendido. Ningún pensador piensa dos
veces, y formulando la cuestión en términos más generales: ningún sujeto experimenta
dos veces. Esto es lo que Locke debe haber querido decir con su doctrina del tiempo
como ―perpetuo perecer‖ (El pasaje en cuestión proviene del Essay Book II, Chapter
XIV Idea of Duration and its Simple Modes: ―Duration is fleeting extension. There is
another sort of distance, or length, the idea whereof we get not from the permanent parts
of space, but from the fleeting and perpetually perishing parts of succession. This we
call duration; the simple modes whereof are any different lengths of it whereof we have
distinct ideas, as hours, days, years, &c., time and eternity‖) ‖296. Así pues, por lo que
respecta a la deuda explícita con Locke ya podemos agrupar en 3 los conceptos capitales
de aquél que integran la arquitectura constitutiva de Process and Realiy: (i) power, (ii)
real internal constitution y (iii) perpetual perishing. Todas estas nociones irán ganando
en claridad a medida que avancemos en esta exposición lineal. Hemos llegado al punto
donde una entidad actual, una vez perecida al término de su proceso, es considerada
como un puro objeto. Nuevamente recurre Whitehead a doctrinas tradicionales bien
conocidas para explicar este paso entre ambos momentos. De este modo, el momento
del proceso será la entidad actual considerada formalmente y el de su
perecer o
satisfacción será ella considerada objetivamente. Con otras palabras, el proceso mismo
se mantiene en el campo de la aspiración inicial de la entidad actual (la causa final) y
sólo una vez concluido nos hallamos en el campo de la efectividad donde realmente esa
entidad puede influir (como causa eficiente) en las otras que quedan en el futuro (no
cabe decir ―su‖ futuro ya que ella sólo puede influir una vez que ha perecido). El lado
objetivo o de las consecuencias es, efectivamente, la entidad actual considerada de
modo pragmático, entendido este término tal como lo entendía William James en la
interpretation of Science: Selected Essays Library of Liberal Arts, Bobbs-Merill Co., Indianapolis and
New York 1961 (217)
296
PR (50) He cambiado ―es lo que hubiera debido pensar Locke‖ por ―esto es lo que Locke debe haber
querido decir‖ [This is what Locke ought to have meant].
108
Lección II del Pragmatismo. En efecto, se sostiene allí que la única posibilidad de
obtener claridad en nuestros pensamientos respecto de un objeto es considerar sus
consecuencias prácticas o, a secas, sus consecuencias297. Whitehead llamará,
respectivamente, a la consideración de la entidad actual por su lado formal, ―análisis
funcional‖ (o genético) y al de aquella por su lado objetivo ―análisis morfológico‖ (o
coordinado), esto es, que la entidad actual considerada formaliter es inmanente al
proceso y considerada objective es trascendida por él (Whitehead presenta ambos
aspectos de modo inverso a como lo hemos hecho en la exposición): ―La peculiaridad
de una entidad actual es que puede considerarse tanto ―objetivamente‖ como
―formalmente‖. El aspecto ―objetivo‖ es morfológico en la medida en que esa entidad
actual está involucrada: con lo cual quiere decirse que el proceso implicado es
trascendente con relación a ella, de suerte que el esse de su satisfacción es sentiri. El
aspecto ―formal‖ es funcional en la medida en que esa entidad actual está involucrada:
con lo cual quiere decirse que el proceso implicado es inmanente a ella. Mas la
consideración objetiva es pragmática. Es la consideración de la entidad actual respecto a
sus consecuencias‖298. Los términos escolásticos presentados no los hemos introducido
nosotros sino que los hemos tomado del propio Whitehead quien, fiel a su propósito de
retornar ―a los modos de pensamiento prekantianos‖, los utiliza a todo lo largo y ancho
de su obra. Sólo a modo de ilustración hemos escogido el siguiente pasaje porque allí
además refiere a Locke y paralelamente nos resume el crucial papel que juegan en la
Filosofía del Organismo sus dos nociones de ―constitución real interna‖ y ―poder‖: ―El
proceso en sí es la constitución de la entidad actual, en la frase de Locke: es la
―constitución real interna‖ de la entidad actual. En la antigua fraseología empleada por
Descartes, el proceso es lo que la entidad actual es en sí misma “formaliter”. Los
términos ―formal‖ y ―formalmente‖ son usados aquí en ese sentido. La unidad terminal
297
―The pragmatic method is primarily a method of settling metaphysical disputes that otherwise might
be interminable. Is the world one or many? – fated or free? – material or spiritual? – here are notions
either of which may or may not hold good of the world; and disputes over such notions are unending. The
pragmatic method in such cases is to try to interpret each notion by tracing its respective practical
consequences. What difference would it practically make to any one if this notion rather than that notion
were true? If no practical difference whatever can be traced, then the alternatives mean practically the
same thing, and all dispute is idle. Whenever a dispute is serious, we ought to be able to show some
practical difference that must follow from one side or the other‘s being right‖ (…) To attain perfect
clearness in our thoughts of an object, then, we need only consider what conceivable effects of a practical
kind the object may involve – what sensations we are to expect from it, and what reactions we must
prepare. Our conception of these effects, whether immediate or remote, is then for us the whole of our
conception of the object, so far as that conception has positive significance at all‖.
298
PR (300). He cambiado en ambos casos ―interesada‖ por ―involucrada‖ [concerned]. Las cursivas
(salvo las de esse y sentiri) son mías.
109
de operación, denominada aquí ―satisfacción‖, encarna lo que la entidad actual es más
allá de sí misma. En la fraseología de Locke, es en el análisis de la satisfacción donde se
descubren ―los poderes‖ de la entidad actual. En la fraseología de Descartes, la
satisfacción es la entidad actual considerada como analizable respecto de su existencia
“objective” ‖299. El cuadro comparativo siguiente compendiará las equivalencias que
hemos venido considerando.
EQUIVALENCIAS TERMINOLÓGICAS
DESCARTES
LOCKE
WHITEHEAD
formaliter
Real internal constitution
Process
(Concrescence)
objective
power
Satisfaction,
Objective
Inmortality
(Concretum)
La entidad actual ―inmortalmente objetiva‖ es un hecho definido, determinado, sellado e
―irreductible‖ de imprevisibles consecuencias. Sus propios procesos se ―se evaporaron,
se gastaron‖ [evaporated, worn out]300 pero todos sus efectos pueden ser descritos en
términos de su satisfacción; los efectos de una entidad actual son sus intervenciones en
procesos concrescentes diferentes a ella misma: ―De cualquier entidad que de esta
suerte intervenga en procesos que la trascienden, se dice que funciona como ―objeto‖
(…) Es este carácter metafísico [vale decir, agregamos nosotros, el hecho de que todas
las entidades actuales se vuelvan necesariamente objetos] lo que constituye la
solidaridad del universo‖301. ¿Qué hay implicado en esta última afirmación? En el
párrafo omitido de esta cita se remitía a la IV Categoría de Explicación que corresponde
a lo que se llama el ―Principio de Relatividad‖ de la Filosofía del Organismo y puede
299
PR (300) He usado ―fraseología‖ en vez de ―terminología‖ [phraseology] y he preferido ―es en el
análisis de la satisfacción donde se descubren ―los poderes‖ de la entidad actual‖ a la versión de Rovira
Armengol ―las ―potencias‖ de la entidad actual se revelan en el análisis de la satisfacción‖ [the ‗powers‘
of the actual entity are discovered in the analysis of the satisfaction]. Las cursivas son mías (excepto las
de formaliter y objective). Comillas de Whitehead.
300
Cf PR (300)
301
PR (300) Cursivas mías.
110
exponerse ahora de modo general (su plena comprensión requiere del tratamiento de los
―Potenciales Puros‖ u ―Objetos Eternos‖ que veremos posteriormente): ―Es propio de la
naturaleza de un ‗ser‘ que sea un potencial para todo ‗devenir‘ ‖302. Dicho muy
sucintamente, si cualquier cosa puede por derecho devenir cualquier cosa, la
relacionalidad o solidaridad de la realidad asienta sus raíces en una base metafísica
antecedente a todo nivel consciente y humano. El capítulo siguiente tratará de este
―Principio de Relatividad‖, de la noción de ―Superjeto‖ y del ―Principio Ontológico‖
inherentes a esta Filosofía del Organismo.
Capítulo 5
EL
PRINCIPIO
DE
RELATIVIDAD,
LA
NOCIÓN
DE
“SUPERJETO” Y EL PRINCIPIO ONTOLÓGICO
El Principio de Relatividad
Habíamos dicho que la IV Categoría de Explicación corresponde a lo que se llama el
―Principio de Relatividad‖ de la Filosofía del Organismo. Naturalmente, este principio
nada tiene que ver la Teoría de la Relatividad de Einstein, no bien haya Whitehead
propuesto en su momento su propia ―Teoría de la Relatividad‖ alternativa a la de aquél.
Ésta ha sido ignorada por los filósofos aunque no así por los físicos303, incluyendo al
propio Einstein que, dada la complejidad de la propuesta whiteheadiana, confesó ser
―incapaz de comprenderla‖304. Por supuesto que Whitehead —quien publicara Process
and Reality más de veinticinco años después de la formulación einsteniana de la Teoría
de la Relatividad e incluso le dedicara un artículo completo (―El Principio de
302
PR (41)
LOWE: ―In three books, published in 1919, 1920 and 1922, he expounded these concepts (sc. Space,
time and matter) and offered his reinterpretation of physical relativity, with new formulas for the laws of
motion, gravitation and electromagnetism. Although the great majority of mathematical physicist bypassed Whiehead‘s work at the time, there were some renewal of interest in it in the 1950s‖ (11)
304
LUCAS Jr.: ―Whitehead scholars have paid more attention to Whitehead‘s own principle of relativity
that they have paid to his earlier complicated theory of relativity, which even Einstein once professed
himself completely unable to understand‖ (180). La primera parte del Capítulo X de ese libro está
dedicada a la teoría de la relatividad de Whitehead.
303
111
Relatividad‖ incluido en Los Fines de la Educación y otros ensayos)—
hace dos
referencias explícitas a la célebre teoría en la obra que nos ocupa:

―Resulta bastante curioso que, aún en esta fase temprana de estudio metafísico,
sea importante la influencia de la ―teoría de la relatividad‖ de la física de hoy.
Según la opinión clásica del tiempo ―únicamente serial‖, dos entidades actuales
contemporáneas definen el mismo mundo actual. Según la opinión moderna, no
hay entidades actuales que definan el mismo mundo actual. Las entidades
actuales se denominan ―contemporáneas‖ cuando ninguna de las dos pertenece
al mundo actual ―dado‖ definido por la otra‖305

―Por definición, una duración que contiene a una ocasión M, tiene que hallarse
dentro del locus de los contemporáneos de M. Según las nociones clásicas prerelativistas acerca del tiempo, habría solamente una duración que incluyera a M
y contuviera a todos los contemporáneos de M. Según las visiones actuales
acerca de la relatividad, tenemos que admitir que hay muchas duraciones que
incluyen a M —en realidad un número infinito, de suerte que ninguna de ellas
contiene a todos los contemporáneos de M‖306
Retomaremos lo medular de ambas citas —a saber, que puede haber tiempos distintos
―en‖ un mismo tiempo— cuando, al analizar la doctrina de la percepción propia de la
Filosofía del Organismo, tratemos de la percepción bajo el modo de Presentación
Inmediata.
Lo que nos ocupa ahora es la exposición del Principio de Relatividad netamente
filosófico y constitutivo del sistema whiteheadiano. ¿Qué implica la IV Categoría de
Explicación al sostener que sea ―propio de la naturaleza de un ―ser‖ el ser un potencial
para todo ―devenir‖? Para comprenderlo debemos ahondar más en la crucial noción
whiteheadiana de ―objetificación‖ que está, por decirlo así, encarnada en este principio
y que busca derrocar los supuestos básicos que conducen en última instancia al
305
PR (101). Hemos corregido la lectura defectuosa de Rovira Armengol, ya que traduce ―when neither
belongs to the ‗given‘ actual world defined by the other‖ por ―cuando ninguna de ellas pertenece al
mundo ―actual‖ definido por la otra‖, omitiendo simplemente la crucial palabra ―given‖ y poniendo entre
comillas ―world‖. Quizá simplemente se saltó la palabra.
306
PR (431) He cambiado ―nociones clásicas prerrelativistas de tiempo‖ por ―las nociones clásicas prerelativistas acerca del tiempo‖ [classical pre-relativistic notions of time] y ―las opiniones relativistas
modernas‖ por ―las visiones actuales acerca de la relatividad‖ [modern relativistic views].
112
escepticismo de Hume y que también veremos en su momento al tratar de la percepción.
Lo que habíamos citado en el capítulo anterior era sólo el párrafo final de la IV
Categoría de Explicación donde Whitehead exponía, ―con otras palabras‖ [in other
words] el principio como tal: ―Que la potencialidad para ser un elemento en una
concrescencia real de muchas entidades en una sola actualidad, es el único carácter
metafísico general que conviene a todas las entidades, actuales y no actuales‖307. Esto
quiere decir que cada ocasión, una vez que ha devenido y alcanzado su satisfacción,
pierde su subjetividad, su propia inmediatez de devenir y pasa a ser un mero dato para
las generaciones sucesivas de entidades actuales que la incorporan en sus propias
concrescencias.
Las
dicotomías
sujeto/predicado,
substancia/cualidad
y
particular/universal que se originan en Aristóteles y conducen hasta Hume no sólo son
recusadas en virtud de esta teoría de la objetificación sino que nos entregan el propósito
más hondo subyacente a toda la argumentación y que no es sino otra expresión de la
doctrina del ―perpetuo perecer‖ que, según ya lo señalábamos, constituía el núcleo final
de Process and Reality. En este caso, y nuevamente en contrapunto con Aristóteles
(antes era respecto de la noción de ―devenir‖), tenemos que la tarea final consiste en
explicar cómo es posible que una entidad esté en otra entidad: ―El principio de la
relatividad universal se opone directamente a la proposición de Aristóteles ―(una
sustancia) no está presente en un sujeto‖. Por el contrario, según este principio, una
entidad actual está (cursiva de Whitehead) presente en otras entidades actuales (…) la
Filosofía del Organismo se consagra principalmente a la tarea de poner en claro la
noción de “estar presente en otra entidad‖. Esta frase está aquí tomada de Aristóteles:
no es una frase afortunada, y en la discusión subsiguiente será reemplazada por el
término ‗objetificación‘ ‖308. Esta doctrina de la objetificación consiste en sostener que
otras entidades actuales están en una entidad actual dada en el sentido de que sus
relaciones con ella la constituyen. Las prehensiones de una entidad actual dada
constituyen a la vez sus relaciones con otras entidades actuales y su propia esencia. Eso
sí, el rol de los ―Objetos Eternos‖ es crucial en este proceso ya que podría entenderse
que una entidad actual está simplemente en otra, como ―pegada‖ a ella o ―en una caja‖,
etc. Whitehead se adelanta al posible malentendido: ―La frase aristotélica sugiere la
307
PR (41) Aquí Rovira Armengol utiliza erróneamente ―potencialidad de llegar a ser‖ en vez de
―potencialidad para ser‖ cuando el original simplemente dice claramente ―potentiality for being‖,
desdibujando irremediablemente toda la argumentación. Las cursivas con mías.
308
PR (82) He cambiado ―disquisición‖ por ―discusión‖ [discussion]. Cursivas mías.
113
noción superficial de que una entidad actual se añade a otra simpliciter. Y no es eso lo
que se quiere decir. Una de las funciones de los Objetos Eternos es la de ser aquellos
elementos que expresan cómo cualquier entidad actual está constituida por su síntesis de
otras entidades actuales‖309 (Los ―Objetos Eternos‖ serán tratados en detalle en el
capítulo siguiente) Ahora bien, esta doctrina de la objetificación mutua perpetua en
virtud del perecer de todos los sujetos para ser absorbidos como objetos por otros
sujetos consecuentes lleva, efectivamente, al desdibujamiento de esa diferencia radical
entre sujeto y objeto, al extremo de que la actualidad o noción capital de realidad ha
―estallado‖, por decirlo así, en incesantes miríadas de ocasiones a ambos lados de la
diferencia. Whitehead no retrocede ante las consecuencias e incluye esta afirmación de
corte indudablemente hegeliano y que nunca ha dejado de sorprendernos: ―Ser actual
tiene que significar que todas las cosas actuales son igualmente objetos, gozando de
inmortalidad objetiva al realizar acciones creadoras; y que todas las cosas actuales son
sujetos, cada una prehendiendo el universo del cual surge‖310. No hay mención alguna,
empero, a Hegel en este momento del texto (la mención vendrá después en las secciones
IV y V del capítulo VII de la Parte II ―El Principio Subjetivista‖), pero sí un poco antes
a Locke, cuando critica su uso del término ―aprehensión‖ al sugerir que debió usar un
término neutro más general [a more general neutral term]
―prehensión‖―
―en este caso
para abarcar a fenómenos tanto conscientes como no conscientes,
humanos o no humanos. De hecho, según Whitehead, y según el propio contenido, el
título del célebre Essay, tendría que haber sido modificado: ―Tenía que haber dado a su
obra un título más amplio: ―Un Ensayo sobre la Experiencia‖ ‖ (...) ―Hubiera debido
partir de un término neutro más general que expresara la concrescencia sintética
mediante la cual las muchas cosas del universo devienen una sola entidad actual. Por
consiguiente, yo adopté el término ―prehensión‖ para expresar la actividad que permite
a una entidad actual efectuar su propia concreción de otras cosas‖311. Esta misma
categoría llevará a la postre a la equivalencia de las nociones tradicionales de ―sujeto‖ y
―objeto‖ y se verá plasmada en el neologismo whiteheadiano de ―superjeto‖ (superject)
que pasamos a revisar inmediatamente.
309
PR Ibid.
PR (89) Hemos preferido ―tiene que significar‖ a ―significa‖ [must mean] y ―gozando de inmortalidad
objetiva‖ a ―poseen inmortalidad objetiva‖ [enjoying objective immortality]. Cursivas mías.
311
PR (83) He preferido ―devienen‖ a ―se convierten‖ [become] y ―las muchas cosas‖ a ―las varias cosas‖
[the many things]. Cursivas mías.
310
114
La noción de “Superjeto”
Es fundamental para la doctrina metafísica de la Filosofía del Organismo que la noción
de una entidad actual o de una res vera o de una realidad a secas como un sujeto
invariable del cambio sea completamente abandonada. Una entidad actual es al mismo
tiempo el sujeto que está experimentando y el resultado de sus experiencias, la
concrescencia que es su captar los datos objetivos del mundo; esta resultante (tal como
el término lo indica) no precede a sus experiencias sino que las sucede: en vez de ser un
sub-iectum es un super-iectum. La entidad actual es siempre un sujeto-superjeto y por
ningún momento de perderse de vista ambos lados de la descripción: ―El término
―sujeto‖ será mayormente empleado cuando la entidad actual sea considerada respecto
de su propia constitución interna real. Pero ―sujeto‖ deberá ser entendido siempre como
una abreviatura de „sujeto-superjeto‟ ‖312. Hecha esta advertencia queda claro que
Whitehead ha retenido el término ―sujeto‖ sólo por razones prácticas ya que ―es familiar
en filosofía‖313. Pero es desorientador, puesto que valida las filosofías de la substancia
que dan siempre por supuesto un sujeto que (i) encuentra un dato y que (ii) reacciona
frente a ese dato. La Filosofía del Organismo, por el contrario: ―Presupone un dato que
se encuentra con sentires y que progresivamente alcanza la unidad de un sujeto‖314 (…)
―El sujeto-superjeto es el propósito del proceso que origina los sentires. Los sentires son
inseparables del fin al que ellos aspiran; y este fin es el sentidor. Los sentires aspiran a
sentidor como a su causa final. Los sentires son lo que son para que el sujeto pueda ser
lo que es‖315. Es pertinente entonces no perder de vista esta advertencia y renunciar a
una supuesta expresión adecuada de estas categorías con nuestra estructura gramatical.
Compartimos en este punto la observación de Schmidt cuando señala que es en realidad
imposible expresar la propuesta whiteheadiana (y a fortiori toda filosofía procesual) con
las categorías filosóficas tradicionales. La razón ya está a la vista: toda nuestra
gramática presupone la validez de la estructura sujeto-predicado y arrastra con ello los
supuestos metafísicos involucrados. Es más, si esa gramática se expresa con la
estructura sujeto-predicado, ¿cómo hacer entonces para expresar una nueva visión
metafísica con un lenguaje que no puede renunciar a esa estructura? Simplemente
siguiendo el camino que escogió Whitehead: elaborar un nuevo lenguaje técnico y
312
PR (50)
PR (302)
314
PR (214) Cursivas mías.
315
PR (303) Cursivas mías.
313
115
aceptarlo si se quiere acceder a la propuesta de la Filosofía del Organismo: ―There is no
way around this technical vocabulary. Attempts to explain Whitehead‘s postion in
ordinary philosophical language are impossible, because that language is based on a
subject-predicate type of statement which can never hope to express a process
philosophy‖316. Que el propio Whitehead era más que consciente de la inadecuación
radical de su nueva propuesta con el lenguaje y filosofías tradicionales occidentales
queda de manifiesto por su famosa observación del capítulo 1: ―La Filosofía del
Organismo parece aproximarse más a algunos modos de pensamiento hindúes o chinos
que al pensamiento asiático occidental o al europeo‖317.
Retomando, saquemos entonces la consecuencia de que el carácter ―superjetivo‖
de una entidad actual equivaldrá al valor pragmático de su específica satisfacción con el
cual califica a la ―Creatividad‖ (término capital que será tratado más adelante) que lo
trasciende. Dicho de otro modo, con nociones que ya nos son familiares, el carácter
―superjetivo‖ de una entidad actual es su carácter como ―dato muerto‖ al funcionar
simplemente como un objeto dado para la concrescencia de las generaciones
subsecuentes de entidades actuales. Whitehead, consecuente con su búsqueda de la
aplicación total de su esquema especulativo, nos muestra que estas abstrusas nociones
metafísicas no sólo encuentran inmediata ilustración en hechos de la vida diaria sino
que están presupuestas en una de las más básicas nociones de la moral (o sobre cuya
base mínima debería asentarse una moralidad), i.e. la noción de responsabilidad: ―El
sujeto es responsable de ser lo que es en virtud de sus sentires. Y también es
derivadamente responsable por las consecuencias de su existencia porque ellas fluyen
de sus propios sentires‖318. En una palabra, los sentires (proceso) originan
consecuencias (lado pragmático) o, en términos escolásticos, el lado formalis de una
entidad es inseparable de su lado obiectivum; la concrescencia se va plasmando
necesariamente en concreta: lo vivo en lo muerto. Tampoco es difícil captar que
Whitehead simplemente está diciendo con otras palabras y al interior de su concepción
lo que ya había afirmado Aristóteles en cuanto a que el hombre era libre antes de haber
hecho la elección y que es por eso que se le hace responsable: ―La virtud depende de
316
SCHMIDT, Paul F. Perception and Cosmology in Whitehead‟s Philosophy (128). Cursivas mías.
PR (22). Whitehead se refiere con ―asiático occidental‖ (western Asiatic) a la tradición de pensamiento
semítica luego absorbida por el Cristianismo. Por otro lado, cabe consignar que Process and Reality ha
sido ya traducida tres veces (¡) al chino: Fubin Yang. China City Press, 2003; Bangxian Zhou. Guizhou
People Press, 2006 y Bulou Li. Commercial Press, 2011
318
PR (303)
317
116
nosotros, y en igual forma el vicio depende también de nosotros, porque, en efecto, si
depende de nosotros el obrar, lo mismo depende el no obrar, y donde podemos decir no,
lo mismo podemos decir sí‖ (…) ―Los legisladores llegan hasta el punto de castigar
actos cometidos sin conocimiento de causa, cuando el individuo parece culpable de la
ignorancia en que estaba. Así, imponen dobles penas a los que cometen un delito en la
embriaguez porque el principio de la falta está en el individuo, puesto que es dueño de
no embriagarse, y la embriaguez ha sido la única causa de su ignorancia‖ (…) ―Es lo
mismo que cuando se lanza una piedra, que no es posible detenerla después de
desprendida de la mano, y, sin embargo, de nosotros dependía solamente lanzarla o no
lanzarla, porque el movimiento inicial estaba a nuestra disposición‖319.
Para realmente captar a cabalidad estas nociones es necesario abandonar la idea
de que la forma sujeto-predicado sea el portador de una condición última de la realidad.
En efecto, con esa suposición es imposible captar la doctrina de los sentires y el
superjeto resultante de ellos. Es preferible decir que los sentires aspiran a su superjeto a
decir que el sujeto aspira a ellos. La causa final es un elemento inherente al sentir que
constituye su propia unidad. Una entidad actual siente como siente para ser lo que es.
Whitehead entiende que simplemente ha dado explicación a la doctrina tradicional de
Spinoza: ―De este modo una entidad actual satisface la noción de substancia de Spinoza:
es causa sui‖320. Si se prefiere un lenguaje más actual, puede afirmarse fuera de toda
duda que Whitehead concibe a las entidades actuales como ―autopoiéticas‖, tal como lo
expresara en la Categoría de Explicación XXII: ―Una entidad actual, al funcionar con
respecto a sí misma, desempeña diversos roles en la auto-formación [self-formation] sin
perder su auto-identidad. Es auto-creativa [self-creative]; y en su proceso de creación
transforma sus diversos roles en un solo rol coherente‖321.
A modo de resumen, la satisfacción provee el elemento individual en la
composición de una entidad actual (ese elemento que, según los términos de la filosofía
tradicional, ha conducido a la definición de una substancia como algo ―que no requiere
sino de sí misma para existir‖) constituyéndola en ―superjeto‖ más bien que en ―sujeto‖
o ―substancia‖. Esto clausura o ―cierra‖ la entidad que es ahora el superjeto que aporta
319
Ética a Nicómaco Libro III Cap. VI, traducción de Patricio de Azcárate (pags. 68-70, paginación de la
edición de Editorial Universo, Lima. Perú 3ra Edición 1975)
320
PR (303)
321
PR (45) Cursivas mías. Siempre ha sido una sorpresa para mí que la noción de ―autopoiesis‖ haya sido
considerada una novedad. Sólo me lo explico por su irrupción en un contexto de conocimiento filosófico
frugal.
117
su carácter único a la Creatividad en virtud de la cual hay un devenir de entidades que la
superan. La satisfacción no puede ser entendida como un componente que contribuya a
su propio proceso, sino que es su hecho final, puramente individual, inamovible; es el
paso de lo que ―concrece‖ a lo ―concreto‖: la entidad considerada como un hecho
obstinado (stubborn fact). Podemos apreciar ahora que la extraña expresión
―inmortalidad objetiva‖ no es más que un giro filosófico fácilmente discernible en los
dichos populares ―lo hecho, hecho está‖ y ―no hay que llorar sobre la leche derramada‖.
El análisis que hemos venido desarrollando nos puede dar la impresión de que
tratamos con una concepción, por decirlo así, ―cerrada‖ de la realidad (si exceptuamos
la noción de ―Creatividad‖ de la cual todavía no hemos hablado); esto es, parece que
sólo encontramos un fluir de entidades actuales que devienen y perecen y nada más: El
flujo pasa de concrescere in concreta et sic in infinitum. Tal impresión es parcialmente
correcta, ya que el modo en que este flujo pueda ―abrirse‖ y se introduzca en él la
novedad no ha sido considerado aún. Sin embargo, el encadenamiento de entidades
actuales a que hemos llegado nos conduce a tratar otro de los principios del sistema
whiteheadiano: el Principio Ontológico que veremos a continuación.
El Principio Ontológico
Toda condición a la cual el proceso de devenir se conforma en cualquier instancia
particular tiene su razón de ser (i) en el carácter de alguna entidad que haya en el mundo
actual de esa concrescencia o (ii) en el carácter del sujeto que está en el proceso de
concrescencia: ―Este es el ‗principio ontológico‘ (…) significa que las entidades
actuales son las únicas razones; de tal suerte que buscar una razón es buscar una o más
entidades actuales‖322. Debe ser ésta, sin duda, una de las formulaciones más radicales
que quepa encontrar en una filosofía de corte realista: dar una razón no es argumentar
sino encontrar otra realidad. De hecho Whitehead dirá, con todas sus letras, que su
empresa se encamina a restaurar, de un nuevo modo, el realismo platónico: ―La
empresa de interpretar la experiencia de acuerdo con la abrumadora aportación del
sentido común, tiene que reconducirnos a alguna nueva formulación del realismo
platónico‖323. Whitehead será consecuente en la aplicación de este principio y no dejará
de advertirnos cuando se esté violando; esto es, cuando aparezca una razón ―de la nada‖
322
323
PR (44)
PR (81)
118
para dar cuenta de una situación. Una formulación del mismo principio más cargada de
humor inglés la hallamos cuando
—en referencia a ―lo que podría llevar a cabo‖ la
noción lógica de ―clase‖— dice Whitehead que pedirle a aquella que actúe sería tan
estéril como pedirle ―a un terrier imaginario que cazara una rata real‖ 324. Este principio
extiende la idea de Locke que afirma que ―poder‖ es lo que constituye ―en gran parte a
nuestras ideas de substancias complejas‖ (cf. Essay II, XXIII). En efecto, aquella
noción de ―poder‖ es transformada en el principio de que las razones que haya que
buscar para algo siempre han de ser halladas en la naturaleza compuesta de algunas
entidades actuales definidas y puede, en resumidas cuentas, ser formulado así: ―ninguna
entidad actual, ninguna razón entonces [no actual entity, then no reason]‖
325
. Otra
consecuencia de este principio, desde el momento en que una entidad actual (según se
ha visto al extender la noción cartesiana de ego sum tantum res cogitans) no es sino una
entidad que prehende, es lo que podríamos llamar el ―panexperiencialismo‖ de
Whitehead (y que no es otra cosa que una nueva exposición de las ideas de William
James respecto de un mundo de pura experiencia) que, sin reparos, no sólo expone de
manera elocuente, sino de la manera más hegeliana que cabría esperar: ―Aparte de las
experiencias de los sujetos no hay nada, nada, nada; mera nulidad [nothingness]‖326.
Whitehead no hace aquí ninguna mención, pero es bien sabido que este es uno de los
pilares, si no el pilar, de la grandiosa concepción del pensador alemán que, en sus
palabras, reza así: ―Todo depende de que lo verdadero no se aprehenda y se exprese
como sustancia, sino también y en la misma medida como sujeto‖327. Es lo que
apuntábamos antes al señalar que la idea básica del cogito debía ser extendida a toda
realidad concebible. Después de todo, ¿qué puede haber en el mundo más allá de las
experiencias de sujetos si todo puede reducirse a un flujo de microsujetos y agregados
de ellos? El término más general de ―cosa‖ o ―entidad‖ no significa sino ser uno a partir
de los muchos que encuentran sus ―nichos‖ [niches] en cada instancia de la
concrescencia. No es que haya la concrescencia y luego la ―cosa nueva‖ [novel thing]:
cuando la analizamos genéticamente no hallamos sino la concrescencia328. ―Actualidad‖
no quiere decir sino esta entrada ultima en lo concreto, en abstracción de la cual no hay
más que ―nada‖ [nonentity]. En otras palabras, considerar ―actualidad‖ en ―abstracción
324
PR (311)
PR (37). Rovira Armengol: ―Si no hay entidad actual, no hay razón‖.
326
PR (230)
327
Fenomenología del Espíritu, Prólogo (15). Cursivas en el original.
328
Cf. PR (288) Rovira Armengol traduce ―niches‖ como ―habitáculos‖.
325
119
de la noción ‗entrada en lo concreto‘ es una noción autocontradictoria, porque nos pide
que concibamos una cosa como una no-cosa [a thing as not a thing]‖329. Este principio
también puede, según Whitehead, ser retrotraído a Descartes. En efecto, la tesis del
principio ontológico de que las entidades actuales forman la base a partir de la cual
todos los otros tipos de existencia son derivados o abstractos encuentra una formulación
equivalente en los Principios de Filosofía (I, 52): ―Por esta razón, cuando percibimos
cualquier atributo, concluimos en consecuencia que alguna cosa o substancia existente a
la cual puede ser atribuido tiene que estar necesariamente presente‖330. Basta
simplemente reemplazar el término ―substancia‖ por el de ―entidad actual‖. Un paso
más en la caracterización de este principio nos llevará al encuentro del peculiar sentido
que da Whithehead a la noción de ―donación‖ o carácter de ―dado‖ [giveness] de lo real
y que será posteriormente crucial a la hora de la comparación con Husserl. Este paso
agrega, en una nueva formulación del principio que nos ocupa, el elemento de la
potencialidad al de la actualidad (y que no es en el fondo más que una expresión
alternativa de la doctrina de la ―solidaridad‖ del universo): ―Denominaremos ‗Principio
Ontológico‘ a este principio general. Es el principio de que toda cosa está positivamente
en actualidad en alguna parte y en potencia en todas partes‖331. La noción de
―donación‖ conlleva una referencia que va más allá de los meros datos en cuestión e
implica una decisión en virtud de la cual ―lo que está dado‖ se ha separado, para esa
ocasión de experiencia, de ―lo que no está dado‖: ―Este elemento de ‗donación‘ en las
cosas implica alguna actividad procurando limitación: ―La palabra ‗decisión‘ no implica
aquí juicio consciente, aunque en algunas ‗decisiones‘ sea factor la conciencia. La
palabra está empleada en su sentido etimológico de ‗cortar‘ ‖332. El principio ontológico
declara que ―toda decisión es referible a una o más entidades actuales‖ 333. Así, este
principio sostiene también la necesaria relatividad de la decisión porque expresa la
relación de la entidad actual por la cual se ha hecho la decisión en referencia a una
entidad actual en virtud de la cual se ha hecho la decisión. Sin embargo, ―decisión‖ no
ha de ser entendido como un simple agregado casual, adventicio o accidental de una
entidad actual (ya que estaríamos dando por sentada la categoría de sujeto
independiente); al contrario, ―constituye el significado mismo de actualidad. Una
329
PR (288) Rovira Armengol: ―que concibamos que una cosa no es una cosa‖.
Citado en PR (113)
331
PR (69) Cursivas mías.
332
PR (72) Comillas de Whitehead.
333
PR (72) Rovira Armengol traduce ―giveness‖ como ―ser dado‖.
330
120
entidad actual surge a partir de decisiones por ella, y por su mera existencia provee
decisiones para otras entidades actuales que la superan‖334. El Principio Ontológico
implica, en suma, una coordinación entre las nociones de ―entidad actual‖, ―donación‖ y
―proceso‖. Efectivamente, tal como ―potencialidad para el proceso‖ (Principio de
Relatividad) es el sentido más general del término ―entidad‖ o ―cosa‖; así ―decisión‖ es
el sentido adicional aportado por la palabra ―actual‖ en la frase ―entidad actual‖, con lo
que la expresión ―entidad actual‖ viene a ser exactamente equivalente a la expresión
―decisión en medio de la potencialidad”.
Quisiera finalizar con mi ejemplo favorito para ilustrar esta noción de
―panexperiencialismo‖ o de la igualdad y equivalencia metafísicas del estado de
―sujeto‖, ―objeto‖, ―objetificación del pasado‖ y ―Objetos Eternos‖. Se trata de la
conocida situación en que, al terminar un concierto, todo el público sale distraídamente
silbando o tarareando alguna conocida melodía de las que acaban de ser ejecutadas.
¿Qué está ocurriendo en definitiva cuando una diversidad de personas, desconocidas
entre sí, salen silbando o tarareando por ejemplo, el ―Himno a la Alegría‖ de Beethoven
o el ―Va Pensiero‖ de Verdi?, ¿no está ese objeto, inmortalmente objetivo, repitiéndose
en cada una de esas experiencias que está aconteciendo en el foyer? Tomándolo del
modo más literal posible, ¿qué puede haber más allá de todas esas experiencias
subjetivas que repiten el mismo objeto? Whitehead sostiene que nada, que ―lo demás es
silencio‖335 y que el acaecer último del universo se parece a esas personas repitiendo
cada una a su modo una música que los encantó.
Capítulo 6
LOS ELEMENTOS FORMATIVOS
Hemos hecho referencia más de una vez a las nociones de ―potencialidad‖,
―Creatividad‖ y ―Dios‖. La primera hace referencia a ―los Objetos Eternos‖, la segunda
334
335
PR (72) Cursivas de Whitehead.
PR (72)
121
a ―la Categoría de lo Último‖ y la tercera a ―la Criatura Primordial‖. Llamémoslos ahora
los elementos formativos del sistema por cuanto será a partir de sus múltiples
interrelaciones que surgirá el universo de entidades actuales. Comprender el
funcionamiento de los elementos formativos equivale a comprender más claramente la
naturaleza de las entidades actuales que ellos justamente forman. El primer elemento
considerado será el de ―los Objetos Eternos‖; aquel que encarna la pura potencialidad
del universo.
Los Objetos Eternos
Whitehead da tres definiciones:

― (i) Cualquier entidad cuyo reconocimiento conceptual no implique una
referencia necesaria a algunas de las entidades definidas del mundo temporal se
llama un ‗objeto eterno‘ ‖336

― (ii) Potenciales puros para la determinación específica del hecho o (iii) formas
de definidad‖337
En otras palabras, equivalen a las formas capaces de especificar el carácter de las
entidades actuales. Conforme, pero ¿cómo lo hacen? En la Filosofía del Organismo las
actualidades que constituyen el proceso del mundo son concebidas como ejemplificando
la ingresión (ingression)
—el término que Whitehead utiliza para diferenciarlo de la
―participación‖ platónica— de ―otras cosas‖ que constituyen las potencialidades de
definidad para cualquier existencia actual: ―Las cosas que son temporales surgen por su
participación en las cosas que son eternas‖338. Estas apreciaciones de Whitehead bien
bastarían para prevenir que se hiciese una lectura platónica ―ingenua‖ de su propuesta.
Es más, ya debería quedar claro que, a lo más, la Filosofía del Organismo es, cuando
mucho, un platonismo invertido, por cuanto el momento de la realidad queda atribuido
eminentemente al devenir de las actualidades (lo que para Platón era ―la sombra‖ de la
realidad) mientras que las formas, si bien necesarias para ese mismo devenir, quedan
ubicadas en la región de la pura potencialidad. Así pues, el esquema whiteheadiano no
es platónico en el sentido de que no atribuye ninguna realidad eminente a los Objetos
336
PR (73)
PR (41)
338
PR (68)
337
122
Eternos. En efecto, el Principio Ontológico asigna realidad a las entidades actuales en el
más pleno sentido del término y, de acuerdo a él, ―todo debe estar en alguna parte, y
aquí ―alguna parte‖ significa ―alguna entidad actual‖ ‖339. Nosotros habíamos ocupado
intencionadamente la palabra ―ubicadas‖ en el párrafo anterior justamente para
anteponernos a esta pregunta: ¿Dónde están los Objetos Eternos? De acuerdo al
principio invocado sólo una respuesta es posible: en alguna entidad actual donde se
―ubique‖ toda la potencialidad del universo o todos los ―posibles‖ de Leibniz, ¿cuál?
Dios: ―La potencialidad general del universo debe estar en alguna parte (…) este
‗alguna parte‘ es la entidad actual no temporal‖340. Los Objetos Eternos son los
potenciales puros del universo y las entidades actuales difieren entre sí por su peculiar
realización de los potenciales. Un objeto eterno es siempre una potencialidad para
entidades actuales pero, en sí mismo, es neutral respecto de su ingresión física en
cualquier entidad actual particular del mundo temporal. Pero si el objeto eterno ha
―ingresado‖ es porque ha sido objeto de una ―decisión‖ por parte de alguna entidad
actual, y entonces ― ‗potencialidad‘ es el correlativo de ‗donación‘. El significado de
‗donación‘ es que lo que está ‗dado‘ podría no haber sido ‗dado‘; y que lo que no está
‗dado‘ podría haber sido ‗dado‘ ‖341. Nos parece que una aproximación correcta a este
peculiar manera de entender la donación es equipararla al concepto clásico de
―contingencia‖: No hay ninguna necesidad de que lo que hay deba haber existido, está
de hecho pero perfectamente podría no haber estado jamás. Curiosamente, Whitehead
no hace ninguna mención a esta conocida noción tradicional escolástica. Ahora bien, en
abstracción de una multiplicidad de entidades actuales, los términos de ―donación‖ y
―potencialidad‖,
según
Whitehead,
serían
simplemente
carentes
de
sentido
(meaningless) puesto que, a la postre, nada estaría dado; lo cual, en efecto, vaciaría de
sentido a la propia noción de ―potencialidad‖. Pero como toda decisión o ―corte‖ lleva a
la ingresión de uno o más Objetos Eternos, tenemos también que en ausencia de
―donación‖ y ―potencialidad‖ no habría agrupación alguna o ―nexo‖ de cosas reales
proseguido de otras cosas reales nuevas. En efecto, un universo que fuese la realización
plena de todo, al excluir toda novedad posible, sería la forma extrema de monismo
concebible y la oposición diametral al pluralismo orgánico que se está proponiendo:
―La alternativa sería un universo monístico estático, sin potencialidades sin realizar;
339
PR (76)
Ibid.
341
PR (74) Comillas y cursivas de Whitehead.
340
123
desde el momento en que entonces sería un término carente de sentido‖ 342. Whitehead,
según ya señaláramos, evita el término ―participación‖ e introduce el de ―ingresión‖
para referirse a la relación que los Objetos Eternos guardan con las entidades actuales y
que equivale al ―cómo funciona‖ [functioning] en la autocreación de una entidad actual:
―El término ―ingresión‖ se refiere al modo particular en el cual la potencialidad de un
objeto eterno está realizada en una entidad actual particular, contribuyendo a la
definidad de esa entidad actual‖343. Ya sabemos que las entidades actuales en su
constitución objetiva están privadas de toda indeterminación: la potencialidad ha pasado
a realización y ellas son ahora un hecho determinado privado de toda indecisión, son
hechos obstinados. Pero son justamente los Objetos Eternos, desde el momento en que
son los potenciales puros, quienes implican la indecisión, y tienen que implicarla,
puesto que desde el momento en que no se puede violar el Principio de la Relatividad y
son ellos (al igual que cualquier entidad actual) potenciales para el proceso del devenir,
será justamente su ingresión la que definirá a tal o cual entidad actual. El hecho de que
pueda ser en tal o cual entidad actual y de que pueda ser tal o cual Objeto Eterno
establece la posibilidad de la indecisión y su consecuente realización, i.e. su donación.
Esta ingresión definida en una entidad actual particular no ha de ser concebida como la
―llana evocación‖ [sheer evocation] de ese Objeto Eterno desde el ―no ser‖ al ―ser‖, sino
que es la evocación de la determinación a partir de la indeterminación: ―La
potencialidad deviene realidad; y sin embargo retiene su mensaje de alternativas que la
entidad actual ha evitado. En la constitución de una entidad actual cualquier
componente que es rojo podría haber sido verde y cualquier componente que es amado
podría haber sido fríamente rechazado‖344. Así como antes citáramos a C. S. Lewis
refiriéndonos a la novedad única que surgía a partir de la integración de datos en cierta
concrescencia y no otra, cabe aquí ilustrar esta idea (que no es otra que la de ―donación‖
a la que hemos referido tácita o explícitamente en los párrafos anteriores) con este
pasaje de Chesterton (es en el contexto de la oposición entre ―los hombres de ciencia‖ y
―el filósofo de los cuentos‖): ―Desde luego, me encontré con que gentes a la moderna no
se ocupaban más que en hablar de fatalismo científico, asegurando que todo sucede
como tenía que suceder y según estaba infaliblemente previsto desde el principio del
mundo. La hoja del árbol ―decían― es verde porque no hubiera podido ser de otro
342
PR (75)
PR (42)
344
PR (207) Cursivas mías.
343
124
modo. Ahora bien: precisamente el filósofo de mis cuentos se complacía en pensar que
la hoja es verde por lo mismo que pudo haber sido escarlata. Él siente que la hoja
acaba de adquirir su color un instante antes de que él la contemple, y se complace en
pensar que la nieve es blanca por la muy razonable razón de que pudo haber sido
negra‖345.
Ahora bien, así como los sentires conformativos o puramente físicos se llaman
simplemente ―sentires físicos‖ y como el análisis de una entidad actual no revela otra
cosa que prehensiones, la prehensión cuyo dato es un Objeto Eterno se llamará
análogamente ―sentir o prehensión conceptual‖. En virtud de ésta un Objeto Eterno es
sentido como un objeto, es decir, como su capacidad para ser un determinante realizado
del proceso, ¿qué implican ambas nociones en relación a ―objeto‖?: ―Inmanencia y
trascendencia son las características de un objeto: como determinante realizado es
inmanente; como capacidad para determinación es trascendente; en ambos roles es
relevante para algo que no es sí mismo‖346. No hay carácter alguno perteneciente a lo
actual aparte de su determinación exclusiva en virtud de los Objetos Eternos
seleccionados. La definidad de lo actual surge a partir de la exclusividad de los Objetos
Eternos en su función como determinantes: ―Si la entidad actual es esto, entonces según
la naturaleza del caso no es eso o aquello. El hecho de alternativas incompatibles es el
hecho último en virtud del cual hay un carácter definido‖347. Así entonces, un sentir
conceptual equivale a sentir un Objeto Eterno respecto de su capacidad general como un
determinante de carácter incluyendo por eso mismo su capacidad de exclusividad. En
efecto, una entidad actual que está en el mundo actual de un sujeto tiene que entrar en la
concrescencia de ese sujeto mediante algún sentir causal simple por más vago que sea.
Las prehensiones negativas pueden eliminar su importancia distintiva pero, de algún
modo o de otro, por alguna traza de sentir causal la remota entidad actual es prehendida
positivamente. En el caso de un Objeto Eterno, no hay tal necesidad. En cualquier
concrescencia dada puede (i) ser positivamente incluido por medio de un sentir
conceptual o (ii) excluido por una prehensión negativa. En definitiva, las actualidades
tienen que ser sentidas mientras que los potenciales puros pueden ser obviados: ―Por lo
que concierne a su funcionamiento como objetos, hay una gran distinción entre una
345
Ortodoxia. Cap. IV, La ética en tierra de duendes. Editora Nacional Gabriela Mistral. 1ra ed. 1975
(86) Cursivas mías.
346
PR (327)
347
PR Ibid.
125
entidad actual y un Objeto Eterno. La primera es un hecho obstinado y el otro jamás
pierde su ―toque‖ [―accent‖] de potencialidad‖348.
Ya hemos señalado que el propio Whithehead entendía Process and Reality
como un esfuerzo por aclarar la noción de ―estar presente en otra entidad‖. Ahora se
verá claro que el rol de los Objetos Eternos en este respecto es crucial. La Filosofía del
Organismo no sostiene que ―los existentes particulares‖ (las entidades actuales) sean
prehendidos aparte de los ―universales‖ (los Objetos Eternos); al contrario, sostiene que
ellas son prehendidas por mediación de los universales. Ello puede caracterizarse en tres
momentos:

cada actualidad prehende por medio de algún elemento de su definidad

los Objetos Eternos determinan cómo el mundo de entidades actuales entra en la
constitución de cada uno de sus miembros mediante los sentires

los Objetos Eternos funcionan introduciendo una multiplicidad de entidades
actuales como constitutivas de la entidad actual en cuestión
En suma, ―para la Filosofía del Organismo, los datos primarios son siempre entidades
actuales absorbidas en el sentir en virtud de ciertos universales compartidos igualmente
por la actualidad objetificada y el sujeto que tiene la experiencia‖349. Esta doble
presencia simultánea de los Objetos Eternos será de importancia capital en la teoría de
la percepción whiteheadiana. Lo veremos en su momento. Recordemos ahora el estudio
que hiciéramos del ―sentir físico simple‖ a la luz del rol de los Objetos Eternos. Un
sentir físico simple goza de características que han sido diversamente descritas como
―reactualización‖, ―reproducción‖ y ―conformatividad‖. Ellas pueden ser ahora
comprendidas más claramente al considerar los Objetos Eternos implicados. En efecto,
hay (i) aquellos que son determinantes de la definidad del dato objetivo que es la causa
y (ii) aquellos determinantes de la definidad de la forma subjetiva propia del efecto:
cuando hay reactualización hay un solo objeto eterno funcionando relacionalmente de
dos maneras; a saber, sirviendo de conexión entre los datos iniciales y el sujetosuperjeto concrescente. Es crucial notar aquí que en el sentir conformativo ―el cómo‖
del sentir reproduce lo que es sentido por cuanto alguna conformación es necesaria
348
349
PR (326) Comillas de Whitehead.
PR (49) Cursivas mías.
126
como base de la transición vectorial en virtud de la cual el pasado es sintetizado en el
presente. Este doble rol de los Objetos Eternos pasa a ser la genuina ―amalgama‖ del
universo por la cual potencialidad y actualidad pueden ser y quedan relacionadas. Son,
ni más ni menos, que la garantía de la solidaridad del universo: ―Un único objeto eterno
en su funcionamiento dual [two-way functioning], como un determinante del dato y
como un determinante de la forma subjetiva, es así relacional. En este sentido la
solidaridad del universo está basada en el funcionamiento relacional de los Objetos
Eternos‖350. Ahora bien, los Objetos Eternos no son una mera multiplicidad de
disyunciones puras sino que expresan un orden por cuanto han sido fruto de una
evaluación que ―está‖ en alguna parte. Por cierto que la entidad actual donde ―están‖ los
Objetos Eternos que han sido ―evaluados‖ volviéndose un ―Reino‖ [Realm] 351 no es una
cualquiera sino ―la criatura primordial‖: Dios, el segundo elemento formativo que
vamos a considerar.
Dios
Debemos continuar extrayendo consecuencias de la aplicación universal de Principio
Ontológico y cuyo alcance no queda agotado por la afirmación de que toda decisión
debe estar referida a alguna entidad actual. Todo debe estar en alguna parte, y ―alguna
parte‖ significa aquí ―alguna entidad actual‖. Sería contradictorio que algún hecho
explicativo ―llegue‖ al mundo real a partir de la nada, pues ―no entidad‖ equivale a
―ninguna cosa‖ [nonentity is nothingness]352 y todo hecho explicativo se remite a una
decisión y por tanto a la eficacia de algo actual: la potencialidad del universo debe estar
―en alguna parte‖; y lo está, en la entidad actual que es llamada aquí ―Dios‖.
Naturalmente, su rol será decisivo al interior del esquema de la Filosofía del Organismo
y no es de nuestra incumbencia desarrollar in extenso todas sus implicancias desde el
momento en que ésta es sólo una exposición sumaria y sólo de las categorías básicas
del esquema whiteheadiano.
Dios no sólo provee el ―alguna parte‖ para los Objetos Eternos o los puros
potenciales o todos los posibles (papel que por cierto cumple Dios, mutatis mutandis, en
la teología escolástica tradicional) sino que hace que la pura multiplicidad que serían los
Objetos Eternos en ausencia de toda evaluación o relevancia relativa reciba un orden. Es
350
PR (227) Cursivas mías.
Tomamos la expresión de SHERBURNE (25 y 222)
352
PR (76)
351
127
justamente esto lo permite referirse a ellos como a un ―Reino‖. Dicho de otro modo, y
para expresarlo en lenguaje lógico, los Objetos Eternos per se o en ausencia de Dios
serían nada más que el conjunto de todas las disyunciones posibles y —al igual que ―el
terrier imaginario‖— carecerían de toda eficiencia: ―Esta entidad final es el elemento
divino en el mundo por el cual la estéril disyunción ineficiente de las posibilidades
abstractas obtiene primordialmente la conjunción eficiente de realización ideal‖353. Fiel
a su voluntad de que las ideas propuestas ―caigan dentro de la tradición occidental‖,
Whitehead insiste en este punto en que no ha hecho sino mantener el principio
aristotélico de que ―realidad‖ equivale a ―actualidad‖ expresada en una eficacia que, a la
postre, es ―el elemento divino del mundo‖: ―Mediante el reconocimiento del elemento
divino se mantiene el principio general aristotélico de que, aparte de las cosas que son
actuales, no hay nada —nada, ya sea en hecho o eficacia‖354. Por otra parte, el intento
de tratar de comprender los Objetos Eternos en completa aislación del mundo real acaba
por reducirlos a meras no-entidades indiferenciadas. Basta recordar los denodados y
nunca realmente convincentes esfuerzos de Platón por resolver este problema —la
introducción el Demiurgo, la teoría de la participación, la reducción de las ideas a entes
matemáticos, etc.— y la crítica despiadada a la que fueron sometidas las soluciones, no
diremos ya por Aristóteles con sus ataques a ―los amigos de las ideas‖, sino por el
propio Platón en el Parménides para percibir que el tema propuesto cae de lleno dentro
de la tradición del pensamiento occidental. Para evitar esa aislación Whitehead propone
que la relevancia diferenciada de los Objetos Eternos respecto a cada instancia del
proceso creativo requiera de una ―realización conceptual‖ en lo que llama la ―naturaleza
primordial del Dios‖. Esta realización conceptual implica (i) las relaciones generales
mutuas entre los Objetos Eternos, (ii) relaciones de diversidad, (iii) de patrón y (iv) sus
propias relaciones con esa realización conceptual. Aparte de esta realización, habría
―mera aislación indistinguible de la nada‖355. Ahora bien, ¿en qué sentido puede una
forma abstracta ser relevante?, ¿cuál es su base de relevancia? La explicación requiere
de la introducción de un nuevo neologismo whiteheadiano: ―conjuntidad‖
(togetherness). Este puede entenderse como una convergencia o agrupamiento de
entidades diversas en la concrescencia de una actualidad: ― ―Conjuntidad‖ en un término
genérico que abarca los diversos modos especiales en los cuales diversos tipos de
353
PR (68)
Ibid.
355
PR (348)
354
128
entidades están ―juntas‖ en cualquier ocasión actual‖356. Si esa conjuntidad expresa
algún tipo de jerarquía tenemos la noción de ―relevancia‖ que estábamos buscando.
Ahora bien, esta jerarquización, dada la relación inescapable entre potencialidad y
actualidad, puede estar realizada o no realizada pero en ambos casos tendrá que ―estar
en alguna parte‖, en la constitución formal de alguna entidad actual: ― ―Relevancia‖
tiene que expresar algún hecho real de conjuntidad entre formas. El Principio
Ontológico puede ser expresado así: toda conjuntidad real es una conjuntidad en la
constitución formal de una actualidad. Así, si hay una relevancia de lo que en el mundo
temporal está irrealizado, la relevancia tiene que expresar un hecho de conjuntidad en la
constitución formal de una actualidad no temporal. Pero por el Principio de Relatividad
tiene que haber sólo una actualidad no derivada, desvinculada de un mundo actual en
virtud de sus prehensiones‖357. ¿Qué quiere decir esta afirmación final respecto a que
―tiene que haber sólo una actualidad no derivada, desvinculada de un mundo actual en
virtud de sus prehensiones‖? Una aclaración la podemos encontrar en las apreciaciones
de Victor Lowe. Según él, la naturaleza primordial de Dios es la actualidad
incondicionada de los sentires conceptuales que hay a la base de las cosas. No es por
cierto un ―creador‖ puesto que no crea los Objetos Eternos (en rigor no crea nada) sino
que al ―evaluarlos‖ imprime un cierto carácter sobre la Creatividad del universo. En su
propuesta filosófica, Whithehead está constantemente moviéndose en la tensión entre lo
que es y lo que podría ser (ya sabemos que esta tensión define justamente el campo de
lo dado). Ahora bien, ya sabemos que la multiplicidad de procesos concrescente no
podría comenzar ―a partir de nada‖, pero la pregunta es ahora ¿cómo comienza? La
naturaleza primordial de Dios en Whitehead, cumplirá un papel análogo al primum
movens Aristotélico que ―persuade‖ o ―atrae‖ al modo de la causal final. Es, en suma,
―el señuelo o la carnada para sentir [lure for feeling]‖: ―Dios es el señuelo para el sentir,
el eterno acicate del deseo. Su pertinencia particular para cada acto creador tal como
surge de su propio punto de vista condicionado en el mundo, constituye para él el inicial
―objeto del deseo‖ que establece la fase final de cada aspiración subjetiva‖358
356
PR (40) Comillas de Whitehead. Nos hemos apartado de Rovira Armengol y hemos preferido
―diversos tipos de entidades están ―juntas‖ en cualquier ocasión actual‖ a ―en una ocasión actual están
―juntas‖ diversas clases‖ [various sorts of entities are ‗together‘ in any one actual ocasión].
Sorprendentemente la Corrected Edition tiene una errata importante en este punto e incluye ―Together‖ al
principio de la definición en vez de ―Togetherness‖ (¡)
357
PR (55) Rovira Armengol traduce ―relevance‖ como ―pertinencia‖.
358
PR (462)
129
(Whitehead es explícito al referir a la tradición ya que en este preciso punto cita Met.
1072ª 23-32). Así entonces, Dios ofrece a cada ocasión sus posibilidades de valor
dándoles no sólo “la carnada” sino el comienzo; en otras palabras, tiene que haber un
primer potencial para que comience la actualidad: ―The theory that each occasion
creates itself by realizing an aim internal to it, however, requires that the germ of this
aim be initially established at that spot in the temporal world by God; otherwise the
occasion‟s self-creation could never commence, since nothing can come from
nowhere‖359. En resumen, es la entidad actual en virtud de la cual la mera multiplicidad
de Objetos Eternos obtiene su relevancia graduada para cada estadio de la
concrescencia. En ausencia de Dios no habría novedad relevante. Las particularidades
del mundo actual presuponen esta evaluación primordial, mientras que ella sólo
presupone el carácter metafísico general del avance creativo, del cual es su primera
ejemplificación. Sin embargo, Dios ―no puede ser una excepción de los principios
metafísicos para salvar al sistema de su colapso‖360. En efecto, la llamada naturaleza
―primordial de Dios‖ es nada más que el primer aspecto de la triple naturaleza de Dios.
(nos falta ver en efecto las llamadas naturalezas ―consecuente‖ y ―superjetiva‖ de Dios).
Un modo claro de ver que Dios es ―el ejemplo principal‖ de las categorías exigidas por
la Filosofía del Organismo, es recordar las tres características básicas de una entidad
actual y luego considerarlas en la entidad primordial. Hemos visto, en efecto, que el
carácter de una entidad actual es triple: (i) el carácter objetivo o dado para ella por el
pasado; las objetificaciones de las entidades actuales presentes en el mundo actual
relativo a ella constituyen las causas eficientes a partir de las cuales surge esa entidad
actual; (ii) el carácter subjetivo que mueve ese proceso de concrescencia, la aspiración
subjetiva que, como causa final o ―carnada‖ [lure], desencadena el proceso y (iii) el
carácter superjetivo, que es valor pragmático de su satisfacción específica y que
cualifica, de ese modo, a la Creatividad que la trasciende; esa satisfacción lograda queda
como un elemento en el contenido del propósito creativo. Ahora bien, esta triple
característica se da en Dios: (i) Su naturaleza primordial equivale a la concrescencia de
una unidad de sentires conceptuales que incluye entre sus datos a la multiplicidad de
Objetos Eternos. La concrescencia (no hay excepción aquí) está regida por una
aspiración subjetiva: que las formas subjetivas de los sentires sean tales que dispongan a
359
360
LOWE (47) Cursivas mías.
PR (461)
130
los Objetos Eternos como ―señuelos de sentir relevantes‖ [relevant lures of feeling]
diversamente apropiados para todas las condiciones básicas realizables; (ii) su
naturaleza consecuente que equivale a la prehensión física por parte de Dios de todas las
actualidades del universo temporal. Al igual que las ocasiones temporales, Dios se va
completando mediante fases de sentires comparativos (lo veremos más adelante) en los
cuales los sentires físicos que son su propia naturaleza consecuente son integrados con
los sentires conceptuales de su naturaleza primordial. Esta integración (El mundo
―reacciona‖ sobre Dios) produce la tercera característica y (iii) su naturaleza superjetiva
que es el valor pragmático de su específica satisfacción que cualifica a la Creatividad
trascendente en las diversas instancias temporales (Dios ―reacciona‖ sobre el mundo).
Sin embargo, desde el momento en que Dios es ―primordial‖ y otras las entidades
actuales ―derivadas‖ —puesto que en Dios ―no hay pasado‖ [there is no past]361— se
produce una inversión fundamental para la articulación del sistema: así como en las
entidades actuales el sentir físico precede al sentir conceptual que es su reacción, en la
criatura primordial, el sentir físico sucede al conceptual. No debemos perder de vista
que toda actualidad (i) trasciende a las otras actualidades y que, al mismo tiempo, todas
(ii) son trascendidas (incluyendo a Dios) por la Creatividad. Por su aspiración subjetiva,
cada entidad actual excepto Dios es causa de sí misma; por la evaluación total de toda la
potencialidad posible, Dios es causa de sí mismo: ―Obsérvese que toda entidad actual
(incluso Dios) es, en beneficio de sí misma, algo individual; y por consiguiente
trasciende el resto de la actualidad. Y también hay que observar que toda entidad actual
(incluso Dios) es una criatura trascendida por la Creatividad a la que cualifica. Una
ocasión temporal con respecto al segundo elemento de su carácter, y Dios con respecto
al primer elemento de su carácter, satisfacen la definición de Spinoza de ser causa
sui‖362. ¿Cómo entiende Whitehead esta enigmática noción de ―Creatividad‖ que
trasciende a todo y a la que hace largo tiempo venimos refiriendo?
La Creatividad
Whitehead hace preceder a
las 8 categorías de existencia, las 27 categorías de
explicación y las 9 obligaciones categoriales de la sorprendente y enigmática Categoría
361
PR (128)
PR (128) Hemos preferido ―en beneficio de sí misma‖ a ―por amor de sí mismo‖ de Rovira Armengol
para ―for its own sake‖ (la traducción de Rovira Armengol corresponde más bien a la expresión coloquial,
que expresa frustración o impaciencia, de ―for God‘s sake!‖). Hemos agregado los paréntesis y hemos
cambiado ―califica‖ por ―cualifica‖ y ―de que es causa sui‖ por ―de ser causa sui‖.
362
131
de lo Último [the Category of the ultimate]: ―La ―Creatividad‖ es el universal del los
universales que caracteriza al hecho concreto final. Es ese último principio por el cual
los muchos, que son el universo disyuntivamente, devienen la ocasión actual única que
es el universo conjuntamente. Está en la naturaleza de las cosas que los muchos entren
en una unidad compleja‖363. Ahora bien, ha sido común y ciertamente es un peligro
abiertamente contrario a lo expuesto por Whithehead, el interpretar esta categoría de lo
último como si fuese un ―algo‖ previo o ―más allá‖ de Dios. Ningún texto de Whitehead
(aparte de una lectura ―teologizante‖) faculta para tal interpretación. Veámoslo en
detalle.
Por de pronto, esta categoría no está incluida entre las categorías de existencia, y
eso por sí solo, debería advertirnos de que no se trata de ningún tipo de ―existente‖,
―cosa‖ o ―entidad‖. Además, el primer párrafo ha establecido claramente que es ―un
universal‖. ¿Se trata de un concepto u Objeto Eterno entonces? Definitivamente no,
porque las Categorías de Existencia incluyen 8 niveles correspondiendo la 5ta a
aquellos364. ¿Cuál es pues el status de este ―universal del los universales‖ que no
―existe‖? Dos menciones a Aristóteles nos allanarán el camino:

―Esta Categoría de lo Último reemplaza a la categoría aristotélica de ―substancia
primera‖ ‖365

―La ―Creatividad‖ es otra versión de la ―materia‖ aristotélica‖ (…) La
Creatividad carece de carácter propio exactamente en el mismo sentido en que la
―materia‖ aristotélica carece de carácter propio‖366
Es efectivamente entonces la conocida materia prima en sí misma ininteligible e
incaracterizable. Por si quedasen dudas al respecto, Whitehead agrega: ―No puede
363
PR (40) Nos hemos apartado en varias partes de la versión de Rovira Armengol e incluimos los
pasajes originales donde hemos introducido las variantes. Reproducimos su versión: ―La ―Creatividad‖ es
el universal del los universales que caracteriza a la realidad última [ultimate matter of fact]. Es el último
principio mediante el cual [it is that ultimate principle by which] los muchos, que son el universo
disyuntivamente, se tornan [become] la ocasión actual única que es el universo conjuntamente. Está en la
naturaleza de las cosas que los muchos se unan en [enter into] una unidad compleja‖. Cursivas mías.
364
Cf. PR (41)
365
PR (40) He cambiado ―sustituye la‖ por ―reemplaza a la‖ [replaces] y ―sustancia primaria‖ por
―substancia primera‖ [primary substance] Cursivas mías.
366
PR (53, 54) He cambiado ―del mismo modo como‖ por ―en el mismo sentido en que‖ [in the same
sense in which] Cursivas mías.
132
caracterizarse porque todos los caracteres son más especiales que ella‖367. Así pues,
desde este punto de vista no se aprecia novedad alguna en el planteamiento
whiteheadiano. Lo que sí es nuevo (y que aquí debería considerarse como una inversión
radical) es que esta noción reemplace a la de substantia prima. No es que Whitehead
introduzca derechamente la ininteligibilidad en el corazón de su sistema sino que
considera a esta categoría tan última como lo es aquélla en el sistema aristotélico. Lo
que efectivamente llama a confusión es que la substantia prima aristotélica marca un
estadio eminente —en verdad ―el‖ estadio— de la realidad mientras que en la Filosofía
del Organismo ese estadio está indicado por la entidad actual (―desde Dios hasta el más
trivial soplo de existencia‖). Pero creemos que Whitehead ha sido claro. ―Creatividad‖
indica el extremo de inteligibilidad para caracterizar al hecho concreto final o, con otras
palabras, se trata de ―esa última noción de la más elevada generalidad que hay a la base
de la actualidad‖368. Nuevamente insiste en que se trata de una ―noción‖. Vale decir, la
noción última con la cual, dadas las capacidades humanas, es posible caracterizar al
hecho último, pero ¿se puede caracterizar, aún someramente, a este hecho concreto
final más allá del cual no se puede ir? Vale decir, si bien ―Creatividad‖ es el nombre,
¿se puede decir algo acerca de ella?, ¿se puede hablar de lo último? Whitehead cree que
sí y lo hace de la siguiente manera: ― ―Creatividad‖, ―muchos‖, ―uno‖ son las nociones
últimas implicadas en el significado de los términos sinónimos ―cosa‖, ―ser‖, ―entidad‖.
Estas tres nociones completan la Categoría de lo Último y están presupuestas en todas
las categorías más especiales [sc. Las categorías de existencia y las de explicación] (…)
El principio metafísico último es el avance desde la disyunción hacia la conjunción,
creando una entidad nueva diferente a las entidades dadas en disyunción (…) los
muchos devienen uno y se aumentan por uno. En sus naturalezas, las entidades con
disyuntivamente ―muchas‖ en proceso de paso a la unidad conjuntiva‖369. Así pues, no
bien insista Whitehead en emplear eminentemente el término ―Creatividad‖ para
referirse a esta categoría, no debe perderse de vista que es sólo una de las tres nociones
que caracterizan al hecho concreto final que no es otra cosa que un proceso de paso
(process of passage), el de muchos a uno et sic in infinitum. Es la lectura de Lowe que
compartimos: ―Whitehead‘s Categoreal Scheme begins with the three notions,
367
PR (54)
PR (54) He cambiado ―sobre la cual descansa‖ por ―a la base de la actualidad‖ [at the base of actuality]
Cursivas mías.
369
PR (39) Comillas de Whitehead y cursivas mías.
368
133
―creativity‖, ―many‖ and ―one‖, which comprise the ―Category of the Ultimate‖ ‖
370
.
Como este paso ―crea‖ a partir de los muchos que la preceden una entidad otra y nueva
[a novel entity other], Whithehead llama también con justicia a esta categoría ―el
principio de la novedad‖371 y, desde el momento en que ―la producción de conjuntidad
nueva‖ es la noción última implícita en el término ―concrescencia‖372 podemos concebir
por qué Whitehead caracteriza al ―paso‖ [pasaje] del universo como un avance creativo
[creative advance]. Pero con ello se han introducido inadvertidamente nuevas
caracterizaciones de esta misma categoría y ha pasado a completarse con nuevas notas
la noción de ―concrescencia‖: ―Estas nociones últimas de ―producción de novedad‖ y de
―conjuntidad concreta‖ son inexplicables lo mismo en términos de universales
superiores que en términos de los componentes que participen en la concrescencia‖373.
Efectivamente, esto no quiere decir que una entidad actual en su proceso de
concrescencia no se pueda analizar (de hecho lo haremos en el capítulo siguiente) sino
que no se puede acudir a ―universales más elevados‖ [higher universals] para explicarlo.
¿A qué acudir para captar estas nociones últimas? La respuesta que ofrece Whitehead
podría ser literalmente transcrita a Husserl y, de hecho, es uno de los puntos de
coincidencia en que confluyen en ambos pensadores; hela aquí: ―la única apelación es a
la intuición‖374. En resumen, ―cada pulso de existencia‖ (la feliz expresión es de
Lowe375) requiere como sus constituyentes a los otros que lo anteceden para lograr la
síntesis finita única que él individualizará y que, cuando termine su proceso, quedará en
el universo como uno de los innumerables ―hechos sellados‖ [settled facts] a partir de
los cuales surgirán nuevos pulsos en el futuro. Nuevamente en palabras de Lowe: ―The
ultimate character pervading the universe is a drive towards the endless production of
new syntheses. Whitehead calls this drive ―creativity‖ ‖376. Se trata efectivamente del
dinamismo, impulso, deriva o empuje [drive] final discernible en las cosas, con lo cual
no se ha vulnerado el Principio Ontológico ya que los ―muchos‖ y el nuevo ―uno‖
emergente son efectivamente entidades actuales mientras que, según ya se dijo, esta
categoría no encarna ninguna actualidad desde el momento en que es ―el universal de
370
LOWE (36) Cursivas mías.
PR (40) cursiva de Whitehead.
372
PR (40) cursivas mías.
373
PR (40)
374
PR (40) cursivas mías.
375
LOWE (36)
376
LOWE (36)
371
134
los universales‖ y puede ser considerado como una categoría descriptiva que apunta, en
definitiva, al hecho de que ninguna entidad en el universo es independiente lo cual, a su
vez, ejemplifica en el nivel más radical al Principio de Relatividad. Tal como lo señala
Sherburne, esta Categoría de lo Último es el resultado natural de la conjugación de
ambos principios: ―There has been no repudiation of the ontological principle. Each
individual among the ―many‖ and each ―one‖ that emerges are all alike actual
occasions‖ (…) ―As the ultimate principle descriptive of the one-many relationships
inhering in the coming-to-be of actual entities, creativity points up the fact that actual
entities are not independent of and separated from one another‖ 377.
Capítulo 7
EL PASAJE DE LA CONCRESCENCIA
Una entidad actual es susceptible de dos tipos de análisis: el genético y el morfológico
(Whitehead también las llama ―divisiones genética y coordinada o extensiva‖): ―Hay
dos maneras de ―dividir‖ la satisfacción de una entidad actual en sentires componentes:
genética y coordinadamente. (i) La división genética es la división de la concrescencia;
(ii) la división coordinada es la división de lo concreto‖378. El análisis morfológico
considera a la entidad actual ya ―satisfecha‖, es decir como un objeto para ser
ingrediente en devenires futuros de otras entidades actuales; es una entidad actual
concreta y extensa divisible in infinitum tal como se nos manifiesta en la paradoja de
Aquiles y la tortuga (de hecho Whitehead incluye ese análisis justamente en el capítulo
denominado ―El Continuo Extenso‖). Pero, allí mismo, agrega con otros términos una
referencia a los dos tipos de divisiones señalando que
―la criatura es extensa
(extensive), pero no lo es su acto de devenir‖379. En otras palabras, la Filosofía del
Organismo sostiene la tesis de que la actualidad es indivisible y de que la potencialidad
es infinitamente divisible: ―La continuidad concierne a lo potencial, mientras que la
377
SHERBURNE (35)
PR (383) cursivas y numeración mías.
379
PR (105) Cursivas mías.
378
135
actualidad es incurablemente atómica‖380. En Lowe hallamos espléndidamente
condensadas estas nociones del avance creativo como discontinuo y de lo creado como
continuo: ―Each concrescence is an indivisible creative act; and so the temporal advance
of the universe is not continuous, but discrete. But in retrospect and as potentiality for
the future, the physical side [though not the mental] of each atom of process is infinitely
divisible. The theory of this divisibility is the theory of space-time‖381. Estos dos tipos
de divisiones se ven nítidamente reflejados en la propia estructura expositiva de Process
and Reality y dejan de manifiesto la plena claridad que Whitehead tenía al respecto. En
efecto, como ya dijimos, sólo consta de cinco partes y, si dejamos de lado sus Partes I y
II (El Esquema Especulativo y Discusiones y Aplicaciones) y la V (Interpretación Final)
sólo nos quedarán la III y IV que corresponden a las únicas dos teorías que se proponen,
a saber: Teoría de la Prehensión y Teoría de la Extensión respectivamente. Ahora, si las
enfocamos en la entidad actual, tendremos que ―la célula [sc. La entidad actual] puede
considerarse genética y morfológicamente. En esta parte [Tercera Parte] se estudia la
teoría genética; la teoría morfológica se estudia en la Cuarta Parte con el título de
―análisis extensivo‖ de una entidad actual‖382. De tal suerte que todo Process and
Reality puede ser entendido nada más que como la exposición del análisis genético y
morfológico de una entidad actual: primero se estudia la entidad actual como proceso
(en movimiento o ―concreciendo‖) y luego como objeto (detenida o ―concreta‖); y eso
es todo. Pocas veces hallamos obras filosóficas de envergadura con tan económica
claridad estructural383.
Siguiendo con la exposición lineal y siendo funcional a nuestro trabajo el entrar
en el ―corazón‖ de una entidad actual, dedicaremos este apartado a la exposición la
división genética y omitiremos la exposición de la división coordinada. Podemos
resumir esquemáticamente las consideraciones previas:
380
PR (95) He cambiado ―afecta‖ por ―concierne‖ [concerns] y ―ineluctablemente‖ por ―incurablemente‖
[incurably]
381
LOWE (54)
382
PR (299) He cambiado ―análisis extenso‖ por ―análisis extensivo‖ [extensive analysis].
383
Un caso paralelo lo hallamos en El Medio Divino de Teilhard de Chardin que sólo consta de tres
partes: I Divinización de las Actividades, II Divinización de las Pasividades y III El Medio Divino. En
palabras del autor: ―Las dos primeras partes de este libro no fueron sino la exposición, al análisis y la
verificación de estas palabras de San Pablo: Nemo sibi vivit, aut sibi moritur...Sive vivimus, sive
morimur, Christi sumus‖ (Romanos XIV:7-8) (91)
136
Process and Reality
Análisis o División de una
Entidad actual
III TEORÍA DE LA PREHENSIÓN
Análisis o División genética
Considera la entidad actual que está
experimentando o como sujetosuperjeto en proceso (concrescere)
IV TEORÍA DE LA EXTENSIÓN
Análisis morfológico o
División coordinada o extensiva
Considera la entidad actual que ya ha
experimentado o como un objeto una
vez terminado el proceso (concretum)
El análisis genético presenta el pasaje de la concrescencia como un estadio inicial de
muchos sentires y en una sucesión de fases subsecuentes de sentires más complejos que
integran a los primeros hasta llegar a la unidad compleja de satisfacción. La entidad
actual es vista como un proceso y por tanto hay un crecimiento (en rigor un ―concrecimiento‖) de fase a fase con procesos de integración y re-integración. La
complicación viene inmediatamente: ―este paso genético de fase a fase no es en tiempo
físico‖384. ¿Cómo ha de entenderse esto? o, lo que es igual, ¿cómo es que el acto de
devenir no es extenso? La explicación se halla en la ―Teoría Epocal del Tiempo‖
(Epochal Theory of Time) a la que Whitehead hace mención explícita en dos pasajes: en
el capítulo II de la 2da Parte (El Continuo Extenso) y en el capítulo I de la 4ta Parte
(División Coordinada)385 y que, sucintamente puede formularse como la teoría de que el
tiempo acaece en totalidades discontinuas complejas o quanta
imposibles de
descomponer y cuya conexión es la que otorga la apariencia de continuidad al tiempo.
Whithehead es inconmovible en este punto: ―la última verdad metafísica es el
atomismo”
386
. Cada fase del proceso genético presupone al quantum completo y así lo
hace cada sentir en cada fase. La unidad subjetiva que domina el proceso impide la
división de ese quantum extensivo que se origina con la fase primaria de la aspiración
subjetiva. Dicho en breve: ―El tiempo físico expresa algunos rasgos [features] del
384
PR (383)
Cf. PR (104 y 383)
386
PR (59) Cursivas mías.
385
137
crecimiento, pero no el crecimiento de los rasgos‖387 (…) ―el análisis de la entidad
actual es únicamente intelectual‖388. Esta última mención no hace más que referirse a la
conocida distinctio rationis y sostiene que, aunque de hecho la entidad actual no es algo
dividido, puede ser sin embargo divisible. En este pasaje crucial para dar fuerza a su
argumento de apoyo a la teoría epocal del tiempo, acude sorprendentemente al
argumentum ad verecundiam: ―Para apoyar esta conclusión cabe citar la autoridad de
William James‖389. Por cierto, no es de esperar que alguien como Whitehead caiga en
tan conocida falacia material de razonamiento. Lo que está haciendo es (i) citar la
argumentación de James y, fiel a su principio de que cuando llegamos a las
características más generales de realidad la única apelación es a la intuición, (ii) ofrecer
el pasaje para que simplemente ―experimentemos‖ (o caigamos en la cuenta de que
hemos experimentado) esa situación más de una vez. En el texto citado —de Some
Problems of Philosophy Cap. X y de donde proviene la inmejorable expresión ―capullos
o gotas de percepción‖ [buds or drops of perception]—
la argumentación de James
puede resumirse así:

Se propone una disyuntiva: o la experiencia interna carece todo de contenido o
cambio o permite discernir algún movimiento o cambio mínimos.

Pero si hay algo así como una experiencia interna, entonces tiene que haber
algún contenido o cambio, pero

Si hay contenidos o cambios discernibles en la experiencia interna, entonces
ellos vienen literalmente como totalidades complejas dadas de una sola vez,
luego

Estas totalidades son sólo analizables a posteriori y mediante distinctio rationis
Dada su importancia citamos directamente el texto original: ―Either your experience is
of no content, of no change, or it is of a perceptible amount of content or change. Your
acquaintance with reality grows literally by buds or drops of perceptions. Intellectually
and on reflection you can divide these into components, but as immediately given, they
387
PR (383) Cursiva de Whitehead.
PR (310) Cursivas mías.
389
PR (104)
388
138
come totally or not at all‖390. Si nuevamente recordamos que Whitehead sólo quiere
tratar de interpretar el sentido común, deberíamos traer a la mente el pasaje anterior
donde hiciéramos referencia a la complejidad incluida en el acto singular del cogito (ver
capítulo 4) y reconocer que, por breve que sea el instante de pensamiento o unidad de
experiencia que recordemos, él incluye una totalidad compleja. Incluso no vemos cómo
de otro modo podría ser en absoluto una experiencia. Propongo un ejemplo entre miles
donde analizo intelectualmente vía distinctio rationis y a posteriori la experiencia de un
instante y que refleja, espero, alguna similar de cualquiera: ―Ayer —en la tarde, en la
fiesta— pasaron tantas cosas, es cierto; pero en ese momento en particular (una vez que
se cantó el ―Cumpleaños Feliz‖ y fueron de un soplo apagadas las velas), cuando
—
copa de cristal en mano— la dueña de casa dio gracias a la vida y simplemente nos
deseó prosperidad a todos nosotros irradiando, dijéramos, esa felicidad que afluía hacia
ella de tanto niñito corriendo, del primoroso jardín, del perfume de la tarde, de su
esposo, de tantos amigos; incluso de mí que había ido a parar allí por la conocida
situación del ser ―el amigo del amigo‖ ¡Ah, qué de recuerdos me afluían también, de
tantos cumpleaños, de tanta fugaz dicha extinguida ya como aquellas velas humeando
sobre la cremosa torta!‖. Podría acudirse a muchos otros. Basta recorrer la experiencia
de cada cual (―apelar a la intuición‖) para caer en la cuenta de lo acertado de la
observación de James. Este tipo de experiencia como ―presente engañoso‖ [specious
present]391 y, con sus propias palabras, podría ser caracterizado así: ―In short, the
practically cognized present is no knife-edge, but a saddle-back, with a certain breath of
its own on which we sit perched, and from which we look in two directions into time.
The unit of composition of our perception of time is a duration‖392 (es muy justo notar,
sin embargo, que la célebre expresión no es de James y que él, en el mismo pasaje
citado, la remite a su autor: ―The only fact of our immediate experience is what Mr. E.
390
PR (104) La errata en la frase final de la edición española donde se omite todo un pasaje simplemente
vuelve ininteligible el texto. Pues donde debería decir ―mas como inmediatamente dados, ellos vienen
totalmente o no vienen de ningún modo‖ dice ―mas como inmediatamente dados, o no vienen de ningún
modo‖ (¡) Cursivas mías..
391
La traducción habitual ―especious present‖ por ―presente especioso‖, si bien correcta, no es muy feliz
porque sólo la segunda acepción de ―especioso‖ quiere decir ―aparente, engañoso‖. En cambio,
―specious‖ en inglés quiere decir ―superficially plausible, but actually wrong; misleadingly attractive in
appearance‖.
392
Principles. Cap. XV The Perception of Time. The sensible present has duration (398). Cursivas de
James.
139
R. Clay has well called ―the specious present‖393). El profesor McHenry compendia lo
esencial de esta idea: ―The present is ―specious‖ in the sense that it is never just herenow. It is, rather, a temporal stretch that overlaps and includes bits of the past as well as
anticipations of the future‖394. En una palabra, la unidad mínima de un ahora real
conlleva en ella un ―espesor‖ mínimo imposible de eliminar, tiene ―algo‖ de pasado y
―algo‖ de futuro al mismo tiempo (esta teoría fue recogida literalmente por Husserl en
su doctrina de las ―retenciones‖ y ―protensiones‖) o, lo que es igual, conforma una
unidad discreta ―cuántica‖ concreta compleja. Justamente, porque en ese supuesto
presente instantáneo que no tiene tiempo (y que lleva a la paradoja aristotélica de que el
tiempo está hecho de puros ―ahora‖ que no tienen tiempo) y que sólo es una abstracción
que hacemos a posteriori, hay efectivamente tiempo y tiempo complejo cargado de
afectividad. Esta idea que sostiene que nuestra experiencia procede por ―brotes‖ o
―gotas‖ discontinuas ha sido muy bien sintetizada por Lowe: ―In its short life —what
psychologists call ―the specious present‖— it arises as an integration of nerve impulses,
and of conscious and subconscious emotions and attitudes. All these factors have a
vector character; that is, intensity and forward direction‖395. Nuestro supuesto ―ahora
instantáneo‖ nos ―ha engañado‖ con un puro presente vacío que sólo existe en la mente
cuando se reflexiona retrospectivamente sobre las experiencias pasadas. Pero hay más.
Whitehead complementa esta referencia tomada de la psicología con datos provenientes
de la ciencia física de su tiempo y su indicación de que toda la realidad, a la postre, está
constituida por esos ―latidos‖ o quanta de energía infinitesimales que conforman el
flujo: ―Los físicos modernos ven a la energía transferida en quanta definidos‖396 (…)
―La teoría física del flujo estructural de energía tiene que ver con la transmisión de
sentires físicos simples que van de una actualidad individual a otra‖397. Ahora bien,
nadie ha sostenido (ni menos Whitehead) que esto sea algo ―simple‖ de comprender a
cabalidad. Tanto es así que él no titubea en calificar de ―misteriosos‖ a tales quanta
393
Principles Ibid. Parte del pasaje de Clay citado dice lo siguiente: ―The present to which the datum
refers is really a part of the past ―a recent past― delusively given as being a time that intervenes
between the past and the future. Let it be named the specious present‖.
394
McHENRY, Leemon B. Whitehead and Bradley (49). Para mayor detalle, cf. el apartado 2 del
Capítulo 3 (The Analysis of Experience) titulado justamente ―The specious present‖ (49-58)
395
LOWE (18)
396
PR (325) He preferido ―ven a la energía transferida en quanta definidos‖ a ―ven energía transferida en
cuantos definidos‖ [see energy transferred in definite quanta].
397
PR (345) He preferido ―flujo estructural de energía‖ a ―del estructural fluir de energía‖ [the structural
flow of energy] y ―que van de una actualidad individual a otra‖ a ―de actualidad individual a actualidad
individual‖ [from individual actuality to individual actuality]. Cursivas mías.
140
energéticos que, en último extremo, parecen disolverse en luz: ―Los misteriosos quanta
de energía han hecho su aparición, derivados, al parecer, de lo recóndito de los protones
o de los electrones. Y, peor aún para esa concepción, parece que esos quanta se
disuelven en vibraciones de luz‖398. Pero, por extraño que parezca, eso es lo que
sostiene la física. Lucas Jr. (en un capítulo densamente técnico dedicado a David Bohm
y la moderna mecánica cuántica) se hace eco de estas mismas ideas e incluso con los
mismos términos al aludir al tópico del movimiento y la materia considerándolos como
―apariencias‖ de eventos en último término discretos: ―Movement defines a natural unit
of time, an ―epoch‖; successive epochs of iterations of the dynamic order determine a
flow or durations of time. But this resulting appearance of temporal flux (in terms of
which we customarily measure the duration of discrete phenomena or events) is not
itself independent, but rather is derivative from the essential underlying features of the
entire system. (…) Successive moments of time might be thought of like ―Chinese
Boxes‖, each moment containing or enfolding a nested sequence of past moments.
Matter is literally a kind of encoding or localized ―memory‖ or recording of these
successive enfoldments —a record of the history of the system‘s behavior as a
whole‖399 .
Así entonces, la doctrina básica propuesta por la Filosofía del Organismo
encuentra apoyo adicional en una ciencia empírica independiente del ejercicio
filosófico. Whitehead jamás puso en duda, y no era para él motivo alguno de conflicto
con su tarea especulativa, el avance del conocimiento en esferas independientes. Con
ello, no sólo vemos claro los dos puntos de apoyo particulares —los aportes de la
psicología y de la física de su tiempo— desde donde Whitehead adhiere a la doctrina
epocal del tiempo, sino que captamos el proceder general de su razonamiento que
ofrece todo el tiempo una característica dual: (i) apoyarse en una experiencia propia y
(ii) acudir a la ciencia vigente. Y en este caso para ilustrar algo que incomodó e
incomoda a más de alguno de sus lectores: ¿En qué se basa Ud. para sostener o
proponer siquiera la existencia de las dichosas entidades actuales? Creemos que él no
tendría incomodidad alguna en responder: ―Me baso en los datos de la ciencia vigente y
en experiencias comunes y corrientes‖. Es el parecer de Lowe que compartimos: ―The
―specious present‖ of human experience and the quantum events of physics are perhaps
398
399
PR (117)
LUCAS Jr. (195) Cursivas mías.
141
the best samples of actual occasions now discernible‖400. Adicionalmente entonces, y
para efectos de esta exposición, podemos considerar como complementarias la doctrina
epocal del tiempo de la física y la doctrina psicológica del ―presente engañoso‖ para dar
otro paso en la caracterización genética del pasaje de la concrescencia que estamos
considerando.
Whitehead considera a la concrescencia compuesta por tres fases sucesivas de
sentires: (I) la fase conformativa (conformal), la (II) la conceptual y (III) la comparativa
(esta fase implica a su vez comparaciones de comparaciones). Las dos últimas pueden
agruparse en una sola constituyendo la fase suplementaria (supplemental) de la primera.
Vamos a seguir a Sherburne complementando y alterando levemente la figura que
incluye ya que no hemos encontrado una ilustración mejor para presentar este complejo
análisis (de más está decir que Whitehead no agrega una figura en este punto, aunque, a
diferencia de la mayoría de los filósofos, no es reacio a este tipo de prácticas
pedagógicas401). Así, también por razones didácticas, vamos a expandir a cuatro las
fases dividiendo en dos la tercera (esto se justifica porque esta fase incluye
comparaciones de comparaciones). i.e. entre sentires comparativos simples y complejos
(llamados estos últimos ―sentires intelectuales‖). Las fases que van de la II a la IV
constituyen la fase suplementaria que, en oposición a la primera que es la corformativa,
receptiva o responsiva (la fase de lo dado, de los datos), es la fuente de novedad. La
figura 3 incluye estas apreciaciones y muchas otras que agregaremos a medida que
desarrollemos el análisis, pero es importante tenerla a la vista desde ahora y acudir a ella
constantemente:
400
LOWE (56)
De hecho incluye dos figuras en el libro (¡), ambas en el Capítulo II de la IV Parte, La Conexión
Extensiva [Extensive Connection]. Rovira Armengol traduce ―La Conexión Extensa‖ (397-8)
401
142
Sentires Primarios
Sentires Comparativos
d
d
d
d
d
d
d
d
d
Comparación de
comparaciones
Comparación
b’
‘‘‘
‘‘‘
b
c c’
c’’ *
x
y
Proposición
z
d
Nexo de
Entidades
Actuales
a
I Sentires
Conforma
tivos
II Sentires
Conceptuales
Fase Inicial
I
Propósitos
físicos
Sentires
Proposicionales
Sentires
Intelectuales
III Sentires
Comparativos
Simples
IV Sentires
Comparativos
Complejos
Fases Suplementarias
II
III
* Los propósitos
físicos se dividen en
2: c y c’. Los
sentires
proposicionales
corresponden a c’’
IV
VV
Figura 3. Fases de la Concrescencia
Capítulo 8
FASE I: SENTIRES CONFORMATIVOS
La primera fase implica la pura recepción del mundo actual precedente bajo forma de
datos para síntesis. Este dato (hablaremos de uno solo para simplificar) o primera fase
de la autocreación de la entidad actual, no es otra cosa que el mundo mismo en su
carácter de posibilidad para ser sentido, ejemplificando así el Principio de Relatividad:
todo ser es un potencial para un devenir. Este sentir físico simple posee un carácter
dual: es el sentir de la causa objetiva reactualizada por el efecto como su sujeto. Esta
143
transferencia de sentir no es por cierto una ―representación‖ del objeto: es un sentir
directo de la causa que adquiere la subjetividad del nuevo efecto sin perder la
subjetividad que tenía en el origen. Esta transferencia básica de sentires constituye la
maquinaria básica del mundo mediante el cual el movimiento creativo va trascendiendo
el mundo ya actual pero quedando al mismo tiempo condicionado por él: ―Esta fase
primaria de los sentires físicos simples constituye la maquinaria [machinery] en virtud
del cual la creatividad trasciende el mundo ya actual, y sin embargo sigue estando
condicionada por ese mundo actual en su nueva personificación‖402. En virtud de estos
sentires, el movimiento sucesivo de las entidades actuales se conforma inmediatamente
al mundo precedente y son estos los que, a nivel básico, encarnan el carácter
reproductivo de la naturaleza o, lo que es igual, la inmortalidad objetiva del pasado.
Por eso Whitehead, con toda justicia los llama ―sentires conformativos‖.
Aparte de la Categoría de lo Último, las 8 Categorías de Existencia y las 27
Categorías de Explicación, el esquema categorial whiteheadiano agrega 9 Obligaciones
Categoriales que son, por decirlo de modo simple, aquellas condiciones que deben
cumplirse siempre so pena de vulnerar la coherencia de todo el sistema; de hecho el
procedimiento es muy común en matemática escolar y corresponde a las expresiones del
tipo ―Para todo A tal que b + 1, existe un c = 1/2‖. De todos modos, estas categorías no
han dejado de intrigar a los estudiosos y algunos han sugerido que son similares a las
categorías kantianas excepto que operan universalmente y no sólo en la razón
humana403. En efecto, las Categorías de Obligación whiteheadianas ―obligan‖, por
decirlo así, o estructuran toda la realidad. Vamos a considerar 3 de las nueve y
seguidamente las vamos ilustrar con ayuda de nuestro esquema. Son aquellas que, al
decir de Whitehead, tienen ―un aire‖ [an air]
—esta vez la expresión castellana calza
perfectamente— de generalidad metafísica última404:
I Categoría de Unidad Subjetiva: los diversos sentires que corresponden a una fase
incompleta en el proceso de una entidad actual, aunque no estén integrados a causa de
402
PR (323) Rovira Armengol traduce ―machinery‖ como ―mecanismo‖, que es muy correcto. La palabra
―impersonation‖ es literalmente ―personificación‖ tal como cuando uno toma el carácter de otro o se hace
pasar por otro.
403
Cf. SHERBURNE (42)
404
PR (303) Rovira Armengol traduce ―an air‖ por ―un aspecto‖, que es muy correcto.
144
que la fase es incompleta, son compatibles para síntesis por razón de la unidad que tiene
el sujeto de aquellos sentires405.
II Categoría de Identidad Objetiva: No puede haber duplicación de ningún elemento en
el dato objetivo de la satisfacción de una entidad actual, en la medida en que concierne a
la función de ese elemento en esa satisfacción.
III Categoría de Diversidad Objetiva: No puede haber ―coalescencia‖ de elementos
diversos en el dato objetivo de una entidad actual, en la medida en que concierne a la
función de esos elementos en esa satisfacción. El término ―coalescencia‖ se aclara
mucho más adelante: ―Coalescencia significa noción auto-contradictoria de elementos
diversos que ejercen una absoluta identidad de función, privados de los contrastes
inherentes en sus diversidades. En otras palabras, en una unidad compleja real cada
componente particular impone su propia particularidad al status de aquella‖406.
Pasemos a ver a continuación una ilustración de estas tres categorías en
funcionamiento. El desarrollo está tomado del propio Whitehead y lo hemos apoyado
con figuras de nuestra autoría407.
MUNDO ACTUAL
B
B
A
A
D
D
C
C
DE
A
Figura 4. Las tres obligaciones categoriales ilustradas
405
Tomamos las definiciones que da el propio Whitehead en su esquema, cf. PR (46) Hemos modificado
levemente la traducción de Rovira Armengol para dar otorgar más claridad al texto whiteheadiano.
406
PR (307) Cursivas mías.
407
Cf. PR (308-9)
145
Se trata de una simplificación máxima: un universo de 3 entidades actuales. Así,
cualquier entidad actual (que llamaremos A) siente otras entidades actuales (B, C y D
unidas a ella por las flechas continuas gruesas) que están su mundo actual. Pero C y D
podrían estar en el mundo actual de B (flechas discontinuas delgadas) y ser sentidas por
B. Y también D podría estar el mundo actual de C (flecha discontinua delgada) y ser
sentida por C. Ahora B, como dato inicial para el sentir de A, también presenta a C y a
D para que A las sienta a través de su mediación (flechas discontinuas gruesas).
También C, como dato inicial de A, presenta a D para que A la sienta a través de su
mediación (flecha discontinua gruesa). De este modo, A tiene presentada a D para su
sentir a través de 3 fuentes: (i) directamente como ―dato crudo‖408, (ii) por mediación de
B y (iii) por mediación de C. Lo vemos en la figura 5:
MUNDO ACTUAL
B
B
A
A
D
D
C
C
DE
A
Figuraa 5. Una entidad actual sentida a través de 3 fuentes
El medio entre D y A consta entonces de todas aquellas entidades actuales que hay en el
mundo actual de A pero no en el mundo actual de D (otras múltiples relaciones que no
hemos representado) según este ejemplo simplificado de sólo dos intermediarios. Así,
en la fase básica de A surgen tres prehensiones del dato D y, de acuerdo a la Obligación
Categorial I, esas prehensiones no son independientes. La unidad subjetiva de
concrescencia que es A introduce prehensiones negativas, esto es, que D no es sentido
408
PR (308) La expresión es del propio Whitehead, ―crude datum‖. Rovira Armengol traduce ―dato sin
elaborar‖
146
en su completitud formal sino objetificado con la eliminación de aquellas prehensiones
que son inconsistentes con D en tanto sentido a través de la mediación de B y C. Así,
estos tres sentires que componen la primera fase son consistentes y pasan a ser
integrados en la segunda fase que consiste en una objetificación coherente de D. Desde
el momento en que D es necesariamente auto-consistente, las inconsistencias tienen que
surgir de las formas subjetivas (i) de la prehensión directa de D por B; (ii) de la
prehensión directa de D por C y (iii) de la prehensión directa de D por A. Estas
inconsistencias son las que conducen a las eliminaciones en la prehensión total de D por
A. Estas prehensiones negativas no constituyen algo que simplemente haya que dejar de
lado. El proceso a través del cual un sentir pasa a auto-constituirse (constituting itself)
también queda registrado en la forma subjetiva del sentir integral y, en este proceso, las
prehensiones negativas tienen sus propias formas subjetivas con las cuales contribuyen
al proceso. Como es usual, Whitehead complementa esta exposición abstracta con una
ilustración de tipo poético o literario: ―Un sentir carga en sí mismo las marcas de su
nacimiento; recuerda como una emoción subjetiva su lucha por la existencia; retiene la
impresión de lo que podría haber sido, pero no fue‖409. Efectivamente, lo que una
entidad actual ha rechazado como dato para sentir puede ser parte importante de su
propio ―equipamiento‖ [equipment]. La idea es bastante común sobre todo a nivel
psicológico en el sentido de que solemos afirmar en nosotros todo aquello que
rechazamos y que, a fuerza de rechazo, pasa a ser por eso mismo parte integrante de
nuestra personalidad. Nos define tanto lo que queremos como lo que detestamos. Por
cierto que la intención de Whitehead es expresar esto en términos metafísicos o de
máxima generalidad; vale decir, si el momento de la concrescencia es el momento de la
actualidad autoconstitutiva que incluye las prehensiones negativas (―lo que podría
haber sido y no fue‖) o lo que es igual, define lo dado para esa entidad o el momento de
la potencialidad, entonces tendremos que ese entrelazamiento es lo que constituye, en
definitiva, al movimiento total de la realidad donde lo que es no puede separarse de lo
que pudo haber sido: ―Lo actual no puede ser reducido al mero hecho en divorcio de lo
potencial‖410. Fieles a la insistencia de Whitehead respecto de la necesaria aplicación
409
PR (309) Nos hemos apartado ligeramente de la versión de Rovira Armengol que traduce ―cicatrices‖
donde yo he preferido ―marcas‖ [scars] pero omite el ―una‖ de ―una emoción‖ [a subjective emotion]. Por
último, pese a que en inglés la última sentencia dice ―but is not‖ (que Rovira Armengol traduce como ―y
no es‖), la traducción correcta es ―y no fue‖, tal como corresponde a la oposición con lo que ―podría
haber sido‖ [what it might have been]
410
PR (309) He preferido ―mero hecho‖ a ―mera realidad‖ [mere matter of fact]
147
posible de todas las categorías a todos los niveles de existencia, debemos acometer la
tarea de encontrar un ejemplo de la vida cotidiana que ilustre la situación anterior.
Veremos que no es tan difícil. Supongamos que las letras equivalen a nombres propios,
esto es, que A es Antonia, B es Bernardo, C es Carmen y D es Daniel. El ―mundo‖ de
Antonia comprende entre sus amigos y conocidos a Bernardo, Carmen y Daniel
(sentires directos de B, C y D por A). Puede que Bernardo conozca a Carmen y Daniel
(sentir de C y D por B) y también puede ser que Daniel conozca a Carmen (sentir de C
por D). Ahora, hay cosas de Carmen y Daniel que Antonia sólo sabe por Bernardo (el
sentir de C y D por A mediado por B) y a su vez Carmen sabe cosas de Daniel que
cuenta a Antonia (el sentir de D por A mediado por C). Hay tres maneras por las cuales
Antonia sabe de Daniel: (i) porque ha hablado con él mismo (D sentido por A como
―dato crudo‖), (ii) por lo que le ha dicho Bernardo y (iii) por lo que le ha dicho Carmen
(D sentido por A mediado por los sentires de B y C). Antonia no sabe mucho qué pensar
porque, pese a que ha hablado con Daniel y el muchacho le gusta, hay cosas que le ha
dicho Bernardo que ella no puede creer y que Carmen ha desmentido enérgicamente
reforzando la buena impresión que Antonia se ha hecho de Daniel (la inconsistencia de
los sentires de A por la triple prehensión que tiene de D). Finalmente, decide dejar de
lado las habladurías de Bernardo (prehensiones negativas de A) y enfrenta directamente
a Daniel para despejar sus dudas (es muy probable que Bernardo ―ande detrás‖ de
Antonia y que por eso haya hablado mal de Daniel) y cae en la cuenta de que Bernardo
ha mentido para perjudicar a Daniel, lo cual también es una desilusión para Antonia,
que antes tenía en gran estima a Bernardo. Con él, las cosas ya no volverán a ser como
antes (la prehensión negativa ha dejado la ―marca de su nacimiento‖ en A) ¡Y pensar
que hace poco le gustaba Bernardo! (―lo que podría haber sido y no fue‖). Como puede
verse, la situación no tiene nada de extraordinario y permite ilustrar con éxito esta
primera fase de los sentires de una entidad actual. Volviendo al párrafo precedente, es
preciso recordar que hemos visto ilustrado de modo explícito el funcionamiento de la
Obligación Categorial I. Las otras dos obligaciones categoriales han estado supuestas.
El hecho de que en definitiva haya integración surge de la condición expresada por la
Obligación Categorial II de identidad objetiva. La misma entidad, ya sea una entidad
actual o un objeto eterno (no debe perderse de vista que éstos pertenecen a las
categorías de existencia), no puede ser sentido dos veces en la constitución formal de
una concrescencia. Las fases incompletas con sus múltiples sentires de un objeto tienen
148
que ser interpretadas en términos de la satisfacción final porque la identidad objetiva
exige integración de los muchos sentires de un objeto en un solo sentir de ese objeto. La
Obligación Categorial III concierne a la antítesis en la unicidad, vale decir, a la
diversidad: una entidad actual no es meramente ―una‖ sino que es definitivamente411
compleja. Pero ―ser definitivamente complejo‖ equivale a incluir elementos definidos
diversos en modos definidos: ―La Categoría de Diversidad Objetiva expresa la
inexorable condición de que una unidad compleja tiene que proveer para cada uno de
sus componentes una real diversidad de estado (…) Una unidad real no puede
proporcionar diversidades de estado aparentes para sus diversos componentes‖412. En
este caso, no se trata sino de una aplicación particular de Obligación Categorial II, por
cuanto ―un estado o condición‖ (a status) es, después de todo, algo. Y así, de acuerdo a
la categoría de identidad objetiva, ese estado no puede duplicar su rol: el ―status‖ de
esto no puede ser en el mismo sentido el ―status‖ de eso. En definitiva, ―este proceso de
integración que yace en el corazón mismo de la concrescencia es el acicate impuesto en
la unidad concrescente de ese universo por las tres categorías‖ 413. Este impulso, que ha
involucrado hasta ahora sólo prehensiones físicas, lleva inevitablemente a la fase II de
las prehensiones conceptuales. ¿Por qué? Lo pasamos a considerar de inmediato.
Capítulo 9
FASE II: SENTIRES CONCEPTUALES
En toda concrescencia el ―acicate‖ creador toma un aspecto doble: origina sentires
físicos y conceptuales que corresponden a los respectivos ―polos‖ físico y mental de las
entidades actuales. Se imponen dos observaciones cruciales para seguir la
argumentación: (i) Toda entidad actual es esencialmente dipolar y sólo varía entre ellas
411
PR (310) Whitehead usa aquí el término ―definitely‖ que quiere decir sin más ―indudable,
ciertamente‖. Rovira Armengol traduce ―definidamente‖.
412
PR (310) He preferido ―diversidades de estado aparentes para‖ a ―diversidades aparentes en el estado
de‖ [sham diversities of status for its] Cursivas mías.
413
PR (310) He preferido ―yace en el corazón mismo‖ a ―está en el corazón mismo‖ [lies at the very
Herat] y ―acicate‖ a ―anhelo‖ [urge] Cursivas mías.
149
el grado de importancia de uno u otro polo y (ii) los sentires conceptuales no implican
necesariamente conciencia. La integración de ambos polos es justamente una de las
manifestaciones que caracteriza a toda entidad actual como autopoiética: ―La
integración de los lados físico y mental en una unidad de experiencia es una
autoformación [self-formation] que es un proceso de concrescencia‖414. Whitehead
arremete a todo lo largo de su obra (y con esto me refiero a todos los textos que tengan
que ver con epistemología y filosofía) contra el materialismo bruto que sostiene que la
mente puede, simpliciter ser reducida a puras operaciones mecánicas. De ningún modo,
una desapasionada consideración de los fenómenos naturales más simples revela,
incluso en microorganismos y plantas, ―algo más‖ que pura mecanicidad y que
Whitehead denomina, con toda justicia, ―mentalidad‖415: ―Ni siquiera el mundo físico
puede ser entendido propiamente sin referencia a su otro lado, que es el complejo de
operaciones mentales‖416. Como caracterización general de ―mentalidad‖ (y que es sin
duda la que Whitehead está suponiendo) ha de tenerse a la vista la de William James:
―The pursuance of future ends and the choice of means for their attainment are thus the
mark and criterion of the presence of mentality in a phenomenon‖417. En verdad
creemos que ésta es una caracterización más o menos compartida y ni siquiera
filosóficamente nueva (baste recordar la llamada Quinta Vía de Tomás de Aquino donde
se sostiene que, por simple observación, es patente la presencia de inteligencia y que
ciertos seres que incluso carecen de capacidad cognoscitiva llegan frecuentemente a sus
fines propios y con intención: Videmus enim quod aliqua quæ cognitione carent, scilicet
corpora naturalia, operantur propter finem, quod apparet ex hoc quod semper aut
frequentius eodem modo operantur, ut consequantur id quod est optimum; unde patet
quod non a casu, sed ex intentione perveniunt ad finem. ST, Ia, q. 2 a. 3 co.). Ahora
bien, Whitehead reparte por igual la mentalidad en todas las entidades actuales y no
debe perderse de vista que es esa una de las piedras angulares de la Filosofía del
Organismo. Lo importante de destacar ahora es que la herencia física está esencialmente
acompañada de una reacción conceptual que introduce emocionalidad y novedad: ―La
herencia física está esencialmente acompañada de una reacción conceptual [conceptual
reaction] que (i) en parte se con-forma con aquélla y (ii) en parte introduce un contraste
414
PR (154) Rovira Armengol traduce en cada caso ―mental‖ por ―espiritual‖ desvirtuando todo el texto.
Cf. Modos de Pensamiento III parte, Naturaleza y Vida, passim.
416
PR (326)
417
Principles (5) Cursivas de James.
415
150
relevante nuevo, pero insertando siempre énfasis, evaluación y propósito‖418. En virtud
de la Obligación Categorial I de Unidad Subjetiva la fase inicial de los diversos sentires
―obliga‖ a una sola integración de aquéllos. Pero la determinación completa de la forma
subjetiva de esa satisfacción aguarda el inicio de sentires conceptuales cuyas formas
subjetivas introducen el factor de evaluación y que puede ser una evaluación realzada
[valuation up] o menguada [valuation down]419 ,tal como en la primera fase había
sentires físicos positivos y negativos: ―De esta suerte, una fase suplementaria sucede a
la inicial, puramente física. Esta fase suplementaria empieza con dos fases subordinadas
de originación conceptual, y luego pasa a fases de integración y de reintegración en las
cuales pueden surgir sentires proposicionales y sentires intelectuales‖420. Esta apretada
sentencia se ve aclarada al referirla al figura 3. Las ―dos fases subordinadas‖ ocurren
ambas en la fase II y están indicadas por b y b’; la ―fase de integración‖ corresponde a
la fase III y la ―fase de reintegración‖ a la fase IV. Veamos las dos fases subordinadas
de la fase II.
Dado que un sentir conceptual es, por definición, un sentir cuyo dato es un
objeto eterno, la primera tarea consiste en descubrir los principios de acuerdo a los
cuales algunos Objetos Eternos son prehendidos positivamente y otros negativamente.
Y como es un hecho que unos se sienten y otros se eliminan, ello habrá de ocurrir de
acuerdo a alguna ―obligación‖. En este caso la IV Obligación Categorial de la
Evaluación Conceptual: ―A partir de cada sentir físico se da la derivación de un sentir
puramente conceptual cuyo dato es el objeto eterno determinante de la definidad de la
entidad actual o nexo físicamente sentido‖421. Esta categoría mantiene el principio
tradicional de que la mentalidad se origina de la experiencia sensible pero agrega el
nuevo principio de que toda experiencia sensible origina operaciones mentales. Ello no
implica (i) que no haya otras operaciones mentales derivadas de aquellas primeras
operaciones mentales ni (ii) que esas operaciones mentales impliquen conciencia. El
418
PR (154) La traducción de Rovira Armengol es simplemente ininteligible: ―La herencia física está
esencialmente acompañada de una reacción conceptual que en parte se adapta a un nuevo contraste de
interés y en parte lo introduce, pero siempre introduce vigor, evaluación y designio‖ [The physical
inheritance is essentially accompained by a conceptual reaction partly conformed to it, and partly
introductory of a relevant novel contrast, but always introducing emphasis, valuation and purpose]. He
introducido la numeración.
419
Rovira Armengol traduce ―valuation up‖ y ―valuation down‖ como ―evaluación alta‖ y ―evaluación
baja‖ PR (336)
420
PR (336) La edición española dice ―proporcionales‖ para ―propositional‖ (!)
421
PR (47) He preferido ―a partir de cada sentir físico se da la derivación‖ a ―desde todo sentir físico hay
la derivación [from each physical feeling there is the derivation]
151
polo mental es la contraparte del polo físico y, por lo que respecta a su origen, son
inseparables422. En la figura 3 el sentir conceptual representado por b en la fase II se
deriva tal como está indicado por la flecha x del sentir físico simple representado por a
en la fase I. En a (a partir de los datos d,d,d,d,d etc.) ciertos Objetos Eternos son
sentidos como siendo inmanentes, como siendo determinantes realizados del dato d. En
b esos mismos Objetos Eternos son sentidos conceptualmente, esto es, ―extraídos‖ de su
inmanencia y sentidos como trascendentes, como una capacidad para determinación. Ya
hemos apuntado a esta doble presencia o doble funcionamiento de los Objetos Eternos
cuando tratamos de los elementos formativos. Para proseguir, es necesario agregar la V
Obligación Categorial de la Reversión Conceptual: ―Hay una originación secundaria de
sentires conceptuales con datos que son (i) parcialmente idénticos con y (ii)
parcialmente diversos de los Objetos Eternos que forman los datos en la fase primaria
del polo mental. La diversidad es una diversidad relevante determinada por la aspiración
subjetiva‖423. Es muy importante notar la relación que hay entre ambas Obligaciones
Categoriales:

La IV concierne a la reproducción conceptual del sentir físico y

La V concierne a la diversidad conceptual a partir del sentir físico424
En la figura 3, la primera sub-fase del polo mental b corresponde a la reproducción
conceptual y la segunda sub-fase b’ a la reversión conceptual. Este es el proceso que
hace posible el enriquecimiento consecuente de formas subjetivas
—en patrón
cualitativo e intensidad a través de contrastes— porque consiste en la prehensión
conceptual de alternativas relevantes. Esta Categoría limita la rígida aplicación del
principio de la Escuela Sensacionalista de que la experiencia conceptual deriva
rígidamente de la experiencia física. Suponiendo que de hecho fuese así, la aplicación
estricta de la doctrina de aquella escuela implicaría necesariamente que todo el universo
mental no sería (ni podría ser) más que una réplica del mundo físico ¿De dónde podrían
provenir otras cosas?, ¿de ―otro‖ mundo? Ni siquiera, porque la mente no haría más que
422
Cf. PR (337)
PR (47) He preferido ―diversidad relevante‖ a ―diversidad pertinente‖ [relevant diversity] y
―aspiración‖ a ―designio‖ [aim]. He agregado la numeración.
424
Whitehead es aquí puntilloso en la terminología: ―reproduction of‖ y ―diversity from‖. Todo eso
simplemente desaparece en la traducción de Rovira Armengol: ―la categoría 4ª afecta (¡) [concern] a la
reproducción conceptual del sentir físico, y la categoría 5ª a la diversidad conceptual del sentir físico‖.
423
152
replicar datos. Es en este contexto que, creo, podemos comprender este sorprendente
texto de Whitehead cuando está comentando esta Categoría en el capítulo III de la III
Parte, La Transmisión de los Sentires: ―Esta es la categoría que, así formulada, parece
limitar la aplicación estricta del principio de la reminiscencia de Platón y el del recuerdo
de Hume. Probablemente no contradiga nada de lo que Platón quiso decir con su
principio. Pero limita la rígida aplicación del principio de Hume. Pero en realidad, hasta
el propio Hume admite excepciones‖425. De buenas a primeras esta referencia parece
complicar más las cosas. Sin embargo, el núcleo de la argumentación es que si cuando
el alma conoce ―recuerda‖ —poco importa que lo traído de nuevo a la mente
(recollection) venga de éste u otro mundo— entonces no hay modo alguno de que
aparezca una idea genuinamente nueva en el mundo ya que, en definitiva, la mente no
puede ―crear‖ nada (por cuanto es nada más que un reflejo débil de las impresiones).
Sherburne es de gran ayuda en este punto porque aclara a qué puede haber estado
refiriéndose Whitehead con ―las excepciones‖ que, supuestamente, habría admitido
Hume para el principio de la derivación rígida de impresiones a ideas. Es un pasaje
donde se admite la posibilidad (cualquiera puede comprobarlo en sí mismo) de que la
mente pueda ―completar‖ una gama de colores cuando falta uno de ellos: ―For example,
the famous instance of the missing shade of blue mentioned in the first section of the
Treatise. To imagine a particular shade of blue never actually experienced, which Hume
admits to be possible, would be an instance of a reverted conceptual feeling‖426. Con
esto es suficiente para captar la idea principal: más allá de toda duplicación (sea en el
recuerdo o por repetición de la impresión) la mente puede generar nuevas experiencias.
Es cierto que esto parece un truismo, pero si se acepta literalmente la Doctrina
Sensacionalista del conocimiento, no habría como sostener aquella afirmación. Así
entonces, el papel que juega la Categoría de Reversión Conceptual en el sistema
whiteheadiano es crucial, ya que es esta ―la categoría por la cual la novedad entra en el
mundo; de suerte que aún en medio de la estabilidad, nunca hay persistencia
indiferenciada‖427.
Demos un paso más. Todos los sentires conceptuales son sentires cuyos datos
son
Objetos
Eternos.
Algunos
sentires
425
conceptuales
meramente
reiteran,
PR (339) En este caso la traducción de Rovira Armengol ¡Dice exactamente lo contrario! Porque se
omitió la traducción del verbo ―to limit‖. Dice así: ―Esta es la categoría que, formulada así parece la
aplicación estricta del principio…‖
426
SHERBURNE (48, nota 5) Cursivas mías.
427
PR (339) Cursivas mías.
153
conceptualmente, las formas de definidad sentidas físicamente en la primera fase de los
sentires físicos; pero otros sentires conceptuales tiene como datos a Objetos Eternos que
no han sido sentidos como caracterizando a un hecho, sino que han surgido por medio
de la reversión. Volviendo a la ilustración tomada de Hume, el matiz de azul percibido
equivaldría a la forma de definidad ―azul‖ sentida físicamente y el matiz de azul
imaginado para completar la serie sería la forma de definidad ―azul‖ sentida por
reversión. Esos Objetos Eternos que han resultado relevantes como fruto de la reversión
tienen, por supuesto, algo en común con los Objetos Eternos que se simplemente se han
reiterado: su novedad es una novedad relevante, ¿qué implica esto? Que la relevancia
está determinada por la aspiración al contraste gobernada por la aspiración final a la
intensidad de sentir [final aim at intensity of feeling] por parte de toda entidad actual y
que es, a la postre ―la expresión del propósito creativo último de que cada unificación
logre, sujeta a las condiciones de su concrescencia, algún máximo de profundidad en la
intensidad de sentir‖428. Este propósito último es, en definitiva, el propósito de Dios y,
por lo tanto ―una explicación más fundamental tiene que adscribir el sentir conceptual
revertido que se da en un sujeto temporal a su sentir conceptual derivado (…) del sentir
físico híbrido de las relevancias conceptualmente ordenadas en la experiencia de
Dios‖429. Este resultado parece sorpresivo, ya que da la impresión de que el surgimiento
de novedades conceptuales (―el sentir conceptual revertido‖) es, en el fondo, aparente
puesto que las relevancias ya ha sido definidas por Dios (han sido ―conceptualmente
ordenadas‖) y el sentir entonces no es original (se trata del ―sentir conceptual derivado‖
de la entidad actual). Quizá, pero la expresión clave ha quedado sin explicar: ¿Qué
significa ―sentir físico híbrido‖? Recapitulemos. Hasta ahora hemos considerado dos
tipos de sentires: los físicos y los conceptuales. Los primeros, los sentires físicos
simples, se subdividen, a su vez en puros e impuros o ―híbridos‖. Los últimos se
subdividen a su vez entre los que se refieren a otras entidades actuales o a Dios.
Gráficamente:
428
PR (339) Rovira Armengol traduce aquí ―purpose‖ como ―designio‖, que es la misma palabra que
ocupa para traducir ―aim‖, con lo cual obscurece todo el texto de Whitehead.
429
PR (339) Rovira Armengol traduce ―relevancies‖ como ―pertinencias‖. Cursivas mías.
154
SENTIRES
Físicos Simples
Puros
Conceptuales
Impuros o ―Híbridos‖
Sienten otras entidades
actuales
Sienten a Dios
Ya hemos considerado los sentires físicos simples como objetificaciones directas de
otras entidades actuales. Un sentir conceptual es aquel que objetifica un Objeto Eterno o
potencial puro. Precisemos, en un sentir físico puro la entidad actual que es el dato está
objetificada por uno de sus propios sentires físicos: está literalmente presente en la otra
o “reactualizada”. De hecho Whitehead ilustra esta situación aludiendo simplemente a
―la transferencia de energía en el mundo físico‖430. Cuando Ud. siente calor, es el calor
del Sol el que está sintiendo en Ud.; así de simple (nunca es suficiente insistir en que
Whitehead fue explícito y consistente en su voluntad de ―retornar a los modos prekantianos de pensar‖). Citemos ahora in extenso y seleccionadamente uno de los pasajes
en que se caracteriza a los sentires físicos ―impuros o híbridos‖: ―En un ―sentir físico
híbrido‖ la entidad actual que forma el dato está objetificada por uno de sus propios
sentires conceptuales (…) Un sentir físico híbrido origina para su sujeto un sentir
conceptual con el mismo dato que el del sentir conceptual del sujeto antecedente. Mas
los dos sentires conceptuales de los dos sujetos respectivos pueden tener formas
subjetivas diferentes (…) Hay evidentemente dos subespecies de sentires híbridos: (i)
los que sienten los sentires conceptuales de las entidades actuales y (ii) los que sienten
los sentires conceptuales de Dios‖431. Por cierto que la cita requiere de explicación, pero
es menos compleja de lo que parece. Toda la clave está en la frase que hemos destacado.
En efecto, que todos los sentires físicos generen sentires conceptuales es algo que ya
sabemos por la Categoría IV (―por cada sentir físico se da la derivación de un sentir
puramente conceptual‖, la letra b del figura 3). Lo nuevo del sentir físico híbrido (que
430
431
PR (334)
PR (334-5) Cursivas mías y numeración de Whitehead.
155
generará necesariamente otro sentir conceptual) es que el punto de partida no es otro
sentir físico sino un dato conceptual de la otra entidad que es en efecto sentida
físicamente. Según Whitehead, cuando captamos una idea que tiene otra persona
estamos haciendo exactamente eso: ―Una prehensión ―híbrida‖ es la prehensión por
parte de un sujeto de una prehensión conceptual (…) perteneciente a la mentalidad de
otro sujeto‖432. Complementemos esta idea con un ejemplo expuesto en forma de
diálogo que involucre personas y no entidades actuales:
¡Hola, qué gusto de verte! ¿Me prestas esa copia de Proceso y Realidad que andas
trayendo? Se me olvidó que tengo que fotocopiar el Esquema Categorial, te la devuelvo
en la tarde.
Mira, no puedo porque tengo clase ahora y prefiero llevarla, porque pasado mañana hay
prueba y estoy preocupado porque es sobre el capítulo de los sentires primarios y no
entiendo nada.
Ah…me acuerdo de ese capítulo, pero creo que ―casi‖ entiendo lo esencial y no lo
encuentro tan difícil, así que préstamelo igual. Te devuelvo el libro a la salida de clase y
ahí te lo explico ¿ya?
El primer momento, el del saludo cuando nos hacemos señas y nos estrechamos las
manos corresponde a (i) una prehensión física; cuando me acuerdo de lo que tenía que
hacer y traigo a la mente el ―esquema categorial‖ es (ii) el momento de la prehensión
conceptual; cuando me explicas la situación y vemos juntos el capítulo sobre los
sentires primarios es (iii) el momento de la prehensión híbrida y; por último, cuando
difiero de tu apreciación respecto al capítulo por que no lo encuentro tan difícil,
corresponde al (iv) momento de la forma subjetiva diferente para una misma prehensión
conceptual. Extrayendo lo esencial de este ejemplo tendríamos:
Prehensión Física: saludo y le doy la mano a otra persona.
Prehensión Conceptual: pienso algo que le voy a decir a otra persona y se lo digo.
Prehensión Híbrida: escucho y capto la idea de la otra persona.
Forma subjetiva diferente: no opino igual que la otra persona respecto de aquella idea.
432
PR (153) Rovira Armengol traduce ―mentality‖ como ―espíritu‖.
156
Creo que hasta aquí podríamos seguir a Whitehead sin problema. Sin embargo, como de
lo que se trata es de la exposición de su sistema no podemos excluir de consideración al
segundo tipo de prehensiones híbridas en virtud de las cuales la entidad en cuestión
―siente‖ la prehensión conceptual de Dios. La objetificación de Dios en un sujeto
temporal es efectuada por los sentires híbridos que tienen como dato a los sentires
conceptuales de Dios. El párrafo clave es el siguiente: ―Aquellos sentires de Dios que
son prehendidos positivamente son aquellos con alguna compatibilidad de contraste o
de identidad con los sentires físicos transmitidos desde el mundo temporal‖433. Así, la
fase primaria de una entidad actual contiene un sentir físico híbrido de Dios respecto del
sentir conceptual de Dios que es inmediatamente relevante al universo dado para esa
concrescencia. Viene entonces (de acuerdo a la IV Obligación Categorial de Evaluación
Conceptual) un sentir conceptual derivado que reproduce para el sujeto los datos y la
evaluación del sentir conceptual de Dios. Es éste sentir conceptual el que constituye la
aspiración subjetiva de la entidad actual en cuestión. Volvamos a nuestra figura 3.
Cuandoquiera que haya una reversión (b’ de la Fase II) hay presupuesto en la Fase I un
sentir físico híbrido de Dios a partir del cual esa reversión es derivable por la IV
Obligación Categorial de Evaluación Conceptual. Esto podría traer la sorprendente
consecuencia de que la V Categoría de Reversión Conceptual es…superflua. Porque
bien podría explicarse, dentro del sistema, por la concurrencia de Dios y la IV
Obligación Categorial. En efecto, ¿por qué una originación secundaria de sentires
conceptuales (b’) tal como lo establece la V Obligación Categorial? La única
explicación está en el devenir de la entidad actual bajo condiciones espacio-temporales
tal como cuando hiciéramos referencia a los sentires físicos transmitidos desde el
mundo temporal que son el ―mundo sellado‖ con que se va encontrando la criatura. Sin
embargo, como no puede evitar ―sentir lo que Dios ha evaluado‖, para expresarlo así,
tiene que darse necesariamente alguna compatibilidad de contraste o de identidad con
aquellos sentires conceptuales divinos. Este estadio de la compatibilidad o
incompatibilidad es el marcado por la reversión (b’). La sorprendente consecuencia
final que extrae Whitehead es que al incluir a Dios en consideración, la V Categoría de
Reversión Conceptual: ―Resulta entonces abolida, y el principio de Hume de que la
experiencia conceptual se deriva de la experiencia física subsiste sin restricción
433
PR (335)
157
alguna‖434. ¿Cómo entender esta conclusión? Basta explicitar la disyuntiva
subentendida: (i) sin incluir a Dios la aplicación estricta de la doctrina de la Escuela
Sensacionalista de que toda idea deriva mecánicamente de la sensibilidad no deja lugar
alguno para comprender el surgimiento de novedad en el mundo y, por tanto, es
necesario ponerle alguna restricción (en este caso la doctrina de la reversión conceptual)
y sostener que, en alguna medida no toda idea deriva directamente de la experiencia
sensible; pero (ii) incluyendo a Dios, que ya ha hecho la evaluación conceptual total de
todos los potenciales puros u Objetos Eternos (lo cual nada más es otra manera de
nombrar a su ―naturaleza primordial‖) y que es sentida físicamente por la entidad actual
en virtud de una prehensión híbrida, se hace innecesario restringir el principio de la
Escuela Sensacionalista de que toda idea deriva necesariamente de alguna experiencia
sensible. En efecto, Dios ya ―ha evaluado‖ en su naturaleza primordial todas las
novedades o potenciales puros posibles que son luego sentidos híbridamente.
Capítulo 10
FASE III: SENTIRES COMPARATIVOS SIMPLES
Un sentir comparativo simple mantiene en la unidad de un contraste un sentir físico
simple de la Fase I y un sentir conceptual de la Fase II (ya sea la contraparte del sentir
físico derivada por evaluación
—línea continua de la llave que viene de b—
o
reversión — línea discontinua de la llave que viene de b’). En la figura 3, c representa
un sentir comparativo simple donde la llave y representa al dato para c que es un
contraste unificando b o b’ (Whitehead también llama a este estadio ―sentir comparativo
integral [the integral comparative feeling]‖435). Los sentires comparativos simples son
de dos tipos: (i) propósitos físicos y (ii) sentires proposicionales. Los primeros ocurren
en ocasiones actuales primitivas e inhiben subsecuentes integraciones. Los segundos,
por el contrario, son ―cebos‖ [lures] para integraciones subsecuentes que aparecen en la
434
435
PR (339) Cursivas mías.
PR (372) Cursivas mías.
158
Fase III de entidades actuales sofisticadas que a su vez llevarán a la Fase IV de los
sentires comparativos complejos. Veamos los primeros.
Propósitos Físicos
Los sentires físicos o causales y los sentires conceptuales constituyen las dos especies
principales de sentires primarios. Todos los otros, de cualquier complejidad que sea, son
derivados de aquellos. La integración de los sentires de la Fase I con los de la Fase II
produce en la Fase III un sentir físico cuya forma subjetiva de reactualización ha ganado
o perdido intensidad subjetiva se acuerdo a su evaluación realzada (valuation up) o
menguada (valuation down) en el sentir conceptual. Esta es la fase del propósito físico.
Veamos la figura 3 una vez más. En el sentir comparativo integral (c) el dato es un dato
complejo y equivale al contraste (a ↔ b → b’) entre el dato conceptual (b) y el nexo
objetificado (a). El nuevo dato (c) es la compatibilidad o incompatibilidad entre el
hecho en cuanto sentido (a) con el Objeto Eterno (b). Ahora bien, la Filosofía del
Organismo requiere del siguiente supuesto: ―El esquema cosmológico que
desarrollamos aquí nos obliga a considerar que todas las entidades actuales incluyen
propósitos físicos. La constancia de propósitos físicos explica la persistencia de orden
en la naturaleza‖436. Estos propósitos físicos se dividen en dos especies.
Propósitos Físicos de la Primera Especie (c): es la síntesis de a y b. Son aquellos en los
cuales el dato es el contraste entre el nexo sentido en el sentir físico (a) y el Objeto
Eterno evaluado en el sentir conceptual (b). Un ―nexo‖ es una colección unificada de
entidades actuales. Un sentir físico simple siente a una entidad actual como dato
mientras que otros (igualmente ―simples‖) tienen como objeto a un nexo de ocasiones
actuales. En este segundo caso el dato para el sentir conceptual derivado es un Objeto
Eterno complejo, llamado ―patrón‖ [pattern] (Esta noción de ―nexo‖ será vista más en
detalle cuando, en el nivel categorial macrocósmico, tratemos de los Nexos y
Sociedades). El sentir de ese nexo pasa ahora, de acuerdo a la secuencia categorial, a ser
evaluado. Esta evaluación otorgada al sentir físico reviste a la Creatividad trascendente
con el carácter de una atracción [adversion] o de una aversión [aversion]. El carácter de
la atracción asegura la reproducción del sentir físico como un elemento en la
objetificación del sujeto. Tal reproducción puede, ciertamente, verse frustrada por
436
PR (372) Rovira Armengol traduce aquí ―physical purpose‖ como ―designio físico‖.
159
objetificaciones incompatibles derivadas de otros sentires pero no por ello es eliminada:
―Un sentir físico cuya evaluación produce atracción, es por lo mismo un elemento con
alguna fuerza de persistencia en el futuro más allá de su propio sujeto. Es sentido y
reactualizado [re-enacted] a lo largo una ruta de ocasiones que forman un objeto
perdurable‖437. Cuando por el contrario hay aversión, la Creatividad trascendente asume
el carácter que inhibe o atenúa la objetificación de ese sujeto bajo la forma de ese sentir.
Así, la aversión tiende a eliminar una posibilidad por la cual el sujeto podría ser
objetificado en el futuro y, así como las atracciones promueven la estabilidad, las
aversiones promueven el cambio sin ninguna indicación del tipo de cambio: ―En sí
misma, una aversión fomenta la eliminación de contenido y el deslizamiento hacia la
trivialidad‖438.
Estos sentires son la base de que haya objetos permanentes en la naturaleza.
Propósitos Físicos de la Segunda Especie (c’): es la síntesis de a y b’. Se deben al
origen de reversiones en el polo mental y es debido a esta segunda especie que la
vibración y el ritmo juegan un papel dominante en el mundo físico. Cuando un sentir
conceptual revertido (b’) adquiere una relativa intensidad de evaluación realzada en su
forma subjetiva, la resultante integración del sentir físico (a), del primer sentir
conceptual (b) y del segundo sentir conceptual (b’) produce un propósito físico más
complejo (c’) que en el caso anterior cuando el sentir conceptual revertido era
desdeñable. ¿Qué tenemos ahora?, un nuevo proceso que vamos a intentar graficar
(expandiendo la figura 3439) como una secuencia de momentos en los cuales el nuevo
sentir físico (c’) se presenta evaluado por:
Su integración con el sentir conceptual primario (b → c)
Su integración con el sentir conceptual secundario (b’ → c)
El contraste que se da por las dos integraciones (b ^ b’) ↔ c
El realce de la intensidad subjetiva por la introducción del contraste (b ^ b’) ↔ c = c’
437
PR (372) La traducción de Rovira Armengol es muy difícil de seguir: ―Un sentir físico cuya valoración
produce adversión, es por ello un elemento con alguna fuerza de persistencia en el futuro, más allá de su
propio sujeto. Es sentido y restablecido a lo largo una ruta de ocasiones que forman un objeto persistente‖
438
PR (373) He preferido ―de contenido‖ a ―del contenido‖ [of content]
439
En este punto el lenguaje de Whitehead es particularmente abstruso e introduce nuevas obligaciones
categoriales que hemos omitido. El tema es tratado específicamente en la sección VIII del Capítulo V Las
Fases Superiores de la Experiencia de la III parte pp. 373-377. Una versión resumida la tenemos en
SHERBURNE pp. 58-59
160
La concentración de esta intensidad realzada sobre el sentir revertido por cuanto hay un
factor nuevo introduciendo el contraste (b ^ b’) ↔ c’ = d
Nuevo contraste y repetición del ciclo en niveles superiores de complejidad e intensidad
(c ^ c’) ↔ d = d’
Podemos representar este proceso con la figura 6:
a→b
b → b’
b ^ b’ → c
b → b’ ↔ c = c’
b → b’ ↔ c’ = d
c → c’ ↔ d = d’
figura 6: Una cadena de contrastes
Hay pues una cadena de contrastes (c, c’, d, d’, etc.) entre las ocasiones sucesivas. Esta
cadena es heredada como un contraste vívido de sentires físicos y en cada ocasión se da
el sentir físico con su evaluación primaria en contraste con el sentir conceptual
revertido: hay una regularidad de alternación que da estabilidad a la secuencia o
historia-vital de las ocasiones: ―Las constituciones formales de las sucesivas ocasiones
están caracterizadas por contrarios que se superponen a los datos originales, pero con
una regularidad de alternación que procura estabilidad en la historia-vital [life-history].
Así pues se ha ganado contraste. En ciencia física se llama a esto ―vibración‖. Es el
carácter principal de las historias-vitales de un objeto físico inorgánico, estabilizado en
su tipo‖440. Así entonces, un objeto perdurable gana una intensidad de sentir realzada
emanante del contraste que se da entre la herencia y el nuevo efecto, y también la
440
PR (258) Rovira Armengol traduce ―life-history‖ como ―historia de la vida‖ pero con ello hace pensar
erróneamente en seres vivos, cuando Whitehead está aquí tratando de caracterizar la vida inorgánica.
Cursivas mías.
161
obtiene de la herencia combinada de su carácter rítmico estable a lo largo de su historiavital. Posee pues:

El peso de la repetición

La intensidad del contraste

El equilibrio entre los dos factores del contraste
Estos sentires son la base de que haya ritmos estables en la naturaleza
Sentires Proposicionales
Una proposición entra en la experiencia como una entidad que forma el dato de un
sentir complejo derivado de la integración de un sentir físico con un sentir conceptual
(en la figura 3 la proposición está representada por la llave y, y su sentir proposicional
como c’’). Un sentir proposicional es aquel cuyo dato objetivo es una proposición.
Antes de proseguir, presentemos la estructura general en la cual se encuadrará el estudio
de estas especiales entidades que son las proposiciones. Nos basamos en el propio
Whitehead: ―No son ni potenciales puros, ni actualidades puras; son una manera de
nexo potencial [a manner of potencial nexos] que abarca potenciales puros y
actualidades puras. Son un nuevo tipo de entidades. Las entidades de este tipo impuro
presuponen los dos tipos puros de entidades (…) En conclusión, en el universo hay
cuatro tipos principales de entidades, dos de las cuales son tipos primarios y dos
híbridos. Los tipos primarios son las entidades actuales y los potenciales puros (Objetos
Eternos); los tipos híbridos son los sentires [sc. los sentires comparativos] y las
proposiciones (teorías)‖441. Gráficamente:
441
PR (259) Cursivas mías.
162
TIPOS DE ENTIDADES
PURAS
Entidades Actuales
Objetos Eternos
IMPURAS o HÍBRIDAS
Sentires Comparativos
Proposiciones
Lo primero que llama la atención es que uno habitualmente piensa acerca de las
proposiciones como combinaciones de sujetos lógicos o simplemente de ideas. Pero
Whitehead nos dice de entrada que aquellas corresponden a un tipo especial de
integración de sentires físicos y conceptuales. Y efectivamente, si de sorprenderse se
trata, hemos de confesar que la caracterización que hace Whitehead de las proposiciones
como ―cebos para sentir‖ debe estar entre las más inesperadas que hayamos leído en
filósofo alguno: ―Es una doctrina esencial de la Filosofía del Organismo el que la
función primaria de una proposición consista en ser relevante como un cebo para sentir
[lure for feeling]‖442. Así, siguiendo nuestro principio metodológico de no vulnerar la
literalidad de un autor, debemos tratar de comprender este aserto. El asunto es que
Whitehead entiende simplemente (o al menos en su función primaria) a las
proposiciones como carnadas. O, lo que tanto vale, las comprende en el sentido
etimológico de propuesta (de pro-ponere, ―poner delante‖) lo cual, es fácil apreciarlo,
no está para nada alejado de la realidad conocida de todo el mundo. Hay decenas,
cientos de maneras, de ilustrar esta idea de que una proposición sea una carnada para
442
PR (45) Rovira Armengol vulnera, una vez más, el corazón de la argumentación al traducir ―lure for
feeling‖ como ―señuelo para la sensación‖ ¡De ninguna manera! La mitad de Process and Reality está
dedicada a exponer la doctrina de los sentires [feelings], de los cuales la ―sensación‖ sólo corresponde a
organismos altamente complejos. Cursivas mías.
163
sentir. ¿Quién no ha escuchado alguna vez en su vida la canción de Roberto Carlos Yo
te propongo? La prueba clara de que Whitehead va en esa dirección queda de manifiesto
cuando, haciendo mención al lugar común de que la metafísica debe tratar de
―proposiciones metafísicas‖, insiste en que aquélla debería analizar también las
proposiciones comunes y corrientes, entre las cuales menciona, en igualdad de
condiciones ―Sócrates es mortal‖ y ―hoy en la noche hay asado para comer‖: ―Una
aspiración práctica de la metafísica es el análisis acucioso de las proposiciones; no sólo
de las proposiciones metafísicas sino de proposiciones totalmente corrientes [quite
ordinary] como ―Hoy en la noche hay asado para comer‖ [―There is beef for dinner
today‖] y ―Sócrates es mortal‖ ‖443. Todavía podríamos reforzar esta especial
aproximación a las proposiciones simplemente haciendo la experiencia en nosotros
mismos. Le ―propongo‖ tres proposiciones que, estoy seguro, le harán comprender lo
que Whitehead quiere comunicarnos:

―La profesora arañó el pizarrón con las uñas‖

―Las ostras se retorcían mientras les caía el limón encima‖

―El próximo viernes hay fin de semana largo‖
Estoy seguro de que a una gran mayoría de lectores se le habrá ―puesto la piel de
gallina‖ luego de leer la primera proposición, que a muy pocos no ―se les habrá hecho
agua la boca‖ luego de leer la segunda y que casi todos habrán proyectado un viaje fuera
de Santiago al leer la tercera. Todas, no sólo han sido ―carnadas‖ exitosas para sentir
sino que los han hecho efectivamente sentir. Estas tres proposiciones han cumplido a
cabalidad la función primaria que Whitehead extiende a todo tipo de proposiciones. Lo
que pasa es que, al interior de la tradición filosófica, las proposiciones han sido ―presa
fácil‖ de los lógicos que han, así, reducido la función de las proposiciones nada más que
a la tarea de expresar verdad o falsedad: ―Es evidente que la función primaria de las
teorías es como un cebo para sentir, proporcionando de este modo inmediatez de gozo y
propósito. Desafortunadamente las teorías, bajo el nombre de ―proposiciones‖, han sido
entregadas a los lógicos, quienes han apoyado la doctrina de que su única función
443
PR (28) He preferido ―análisis acucioso‖ a ―análisis exacto‖ [accurate analysis]
164
consiste en ser juzgadas respecto de su verdad o falsedad‖444. Esto, en cuanto a los
lógicos. Por lo que respecta a los filósofos (y que no es más que una consecuencia de la
afirmación anterior), han insistido en que la función primaria de las proposiciones
consiste en que las creamos, i.e. que las aceptemos como verdaderas. Whitehead, sin
negar ninguna de estas funciones, sólo insistirá en que aquellas no son sus funciones
primarias. Podrá ser, a lo más, secundario que una proposición sea verdadera o falsa y
que haga por eso que creamos en ella o no. Es más, han sido entendidas y aceptadas así
por un defecto de los filósofos; a saber, su inveterada ―hiperintelectualización‖ de la
realidad: ―El interés por la lógica, dominante en filósofos hiperintelectualizados
[overintellectualized], ha obscurecido la función principal que las proposiciones tienen
en la naturaleza de las cosas. Ellas no son en primer lugar para que las creamos [for
belief], sino para que las sintamos a nivel físico inconsciente‖445. Los ejemplos que da
el propio Whitehead en el capítulo correspondiente (Cap. IX de la Parte II, Las
Proposiciones) son muy reveladores ya que se sitúan ex professo a distancia de la lógica
y la filosofía; a saber, en el campo de la estética, de la religión y de la historia. Basta
referirlos muy someramente446: (i) Nadie analizaría en términos de verdad o falsedad
lógica el monólogo de Hamlet que comienza con ―Ser o no ser…‖ e, incluso si alguien
encandilado por la lógica lo intentara, ―en algún momento de la lectura, el juicio se
vería eclipsado por el deleite estético‖; (ii) por otro lado, no hay cristiano (ni no
cristiano agregaríamos nosotros) que meditando seriamente las palabras de Los
Evangelios las juzgue respecto a su carácter de verdad o falsedad; no, ―él está evocando
en su sentir el valor que tienen‖. Otra cosa es que luego pueda apoyar su juicio de
verdad sobre su propia puesta en práctica de ese valor; (iii) finalmente, el sólo
considerar las alternativas que pudiesen haber sido reales si el resultado de La Batalla
de Waterloo hubiese sido diferente al que fue, si bien puede dejar a muchos indiferentes,
para otros ―su tono emocional de complacencia o pesadumbre, de adhesión u odio está
obscuramente influenciado por esta penumbra de alternativas, sin ningún análisis
consciente de su contenido‖447. En el mundo real —y por esto entendemos ahora la
vasta extensión que reúne experiencias cotidianas, estéticas, religiosas e intelectuales
444
PR (254) Rovira Armengol traduce como de costumbre ―purpose‖ como ―designio‖. Hemos preferido
―han apoyado‖ a ―han fomentado‖ [have countenanced]
445
PR (256) He preferido ―para que las sintamos a nivel físico inconsciente‖ a ―para sentirlas en el nivel
físico de la inconsciencia‖ [for feeling at the physical level of unconsciousness]. Cursivas mías.
446
Cf. PR (254-5)
447
PR (255)
165
donde la filosofía y la lógica ocupan una región mínima— el atractivo o interés de una
proposición o propuesta prepondera con mucho sobre su valor de verdad. Es la última
palabra de Whitehead al respecto y la compartimos: “En el mundo real es más
importante que una proposición sea interesante a que sea verdadera”448.
Esto por lo que respecta a la función que cumplen las proposiciones, mas ¿qué
son? Sin duda algún tipo de entidad y, en efecto, Whitehead las incluye en la VI
Categoría de Existencia y les da cuatro equivalencias: ―Proposiciones o Hechos
Concretos en Determinación Potencial o Potenciales Impuros para la determinación
específica de hechos concretos o Teorías‖449. Es evidente que se trata de la
contrapartida, como potenciales impuros, de la V Categoría de existencia que
caracteriza a los Objetos Eternos como potenciales puros. Con esto sin embargo no
tenemos todavía una definición ni se nos ha explicado qué sea una proposición.
Acudamos a la XV Categoría de Explicación: ―Una proposición es la unidad de ciertas
entidades actuales en su potencialidad para formar un nexo, con su relacionalidad
potencial parcialmente definida por ciertos Objetos Eternos que tienen la unidad de un
Objeto Eterno complejo. Las entidades actuales implicadas son denominadas los
―sujetos lógicos‖. El Objeto Eterno complejo es el ―predicado‖ ‖450. Vamos a intentar
aclarar esta explicación.
Resumamos. Un sentir proposicional surge de un tipo de integración especial
entre un sentir físico y un sentir conceptual. El dato objetivo de un sentir físico, si es
simple, es una entidad actual y, si es complejo, es un nexo de entidades actuales. El dato
de un sentir conceptual es un Objeto Eterno que puede referirse a cualquier entidad
actual, donde el ―cualquiera‖ es absolutamente general y privado de selección. Ahora,
en el dato objetivo integrado el sentir físico provee su determinado conjunto de
entidades actuales indicadas establecido por las relaciones físicas sentidas por el sujeto
del sentir. Esas entidades actuales son los sujetos lógicos de la proposición. Por lo
mismo, la absoluta generalidad de la noción de ―cualquiera‖ inherente a un Objeto
Eterno ha sido eliminada en esta fusión. En una proposición, el Objeto Eterno, respecto
448
PR (351) Rovira Armengol traduce como ―que no que sea verdadera‖ a ―than that it be true‖ (¡).
Cursivas mías.
449
PR (41) Rovira Armengol traduce como ―realidades‖ a ―matters of fact‖. La disyuntiva o en cursiva es
de Whitehead.
450
PR (43) He preferido ―relacionalidad‖ a ―relatidad‖ [relatedness]. Aparte de la enojosa errata donde se
lee ―terno‖ en vez ―eterno‖, en la frase final dice increíblemente ―unidades actuales implicadas‖ en vez
―entidades actuales implicadas‖ (¡)
166
de sus posibilidades como un determinante del nexo, está restringido a esos sujetos
lógicos. Con otras palabras, la proposición es la potencialidad de un Objeto Eterno,
como determinante de definidad, en algún modo determinado de referencia restringida
a esos sujetos lógicos o, lo que es igual, ese Objeto Eterno restringido es el predicado
de la proposición. Tenemos entonces dos rendimientos: (i) En esta fusión ambos
extremos han perdido algo: El Objeto Eterno ha perdido su potencialidad absoluta pues
ahora se remite a esos sujetos y el dato ha perdido su condición puramente física ya que
ahora ha pasado a ser sólo una indicación para ese predicado: ―En esta síntesis, el
Objeto Eterno ha sufrido la eliminación de su absoluta generalidad de referencia. El
dato del sentir físico sufrió también eliminación (…) la objetificación subsiste
solamente para indicar aquella definidad que han de tener los sujetos lógicos a fin de
que sean alimento hipotético [hypothetical food] para ese predicado‖451 y (ii) se ha
establecido un nuevo tipo de entidad: ―Mas ahora se presenta un nuevo tipo de entidad
(…) no son entidades actuales, ni Objetos Eternos ni sentires. Son proposiciones‖452.
Ahora bien, una proposición considerada en sí misma es indiferente respecto a su propia
verdad, pues no bien sus sujetos lógicos estén, en cuanto hechos, completamente
determinados, ella será verdadera o falsa dependiendo de si acaso el predicado sea o no
la forma de definidad actual ejemplificada en el mundo actual por aquellos sujetos
lógicos. Una proposición es también, en sí misma, indeterminada por lo que respecta a
su realización en sentires proposicionales. Es un dato para sentir que aguarda a un sujeto
que lo sienta y su función en el mundo es, efectivamente, actuar como carnada (lure).
Por otra parte, el Principio Ontológico exige que toda entidad esté en alguna parte
(donde ―alguna parte‖ significa, ya lo sabemos, ―alguna entidad actual‖). ¿Dónde está
una proposición?, la respuesta habitual, a escala humana, es inmediata: en la mente (esto
presupone, obviamente, fases superiores de la experiencia de las cuales todavía no
hemos hablado).
Recordemos que todo ser es un potencial para el devenir y que toda entidad
actual, guardando grados de pertinencia, está presente en toda otra entidad actual. Así,
el locus de una proposición está constituido por todas aquellas entidades actuales cuyos
mundos actuales incluyen a los sujetos lógicos de la proposición, aunque no todas las
451
PR (350) Rovira Armengol elude la literalidad de Whitehead y traduce ―hypothetical food‖ como
―pábulo hipotético‖. Cursivas mías.
452
PR (348) He preferido ―tipo‖ en vez de ―clase‖ (que es como Rovira Armengol traduce ―kind‖) y he
reservado ―clase‖ para cuando Whithehead utilice ―class‖.
167
entidades actuales que hay en el locus de una proposición prehenderán la proposición de
modo positivo. Ilustraremos estas ideas adaptando un ejemplo tomado de la vida
cotidiana que incluye Sherburne453. Suponga Ud. que muchas personas (si es que no
todas) saben de la existencia de un sitio abandonado cerca de la plaza de un pueblo
cualquiera. Esto es, que la proposición ―el sitio que está abandonado‖ es compartida
igualmente por todas en ese lugar (lo que antes llamábamos el locus). Bueno, casi por
todas, porque un buen día llega una mujer con alma de comerciante que, paseando, lo ve
e inmediatamente lo proyecta como negocio futuro: sólo ella ha captado la proposición
―restaurant típico chileno al lado de la plaza‖. En el primer momento en que concibe la
idea o ―teoriza‖ al respecto (recordemos que Whitehead no distingue entre
proposiciones y teorías) la proposición es falsa, puesto que, de hecho, hay nada más que
un sitio eriazo ante sus ojos. Pero no es eso lo importante de la proposición sino el
hecho de que ―restaurant típico chileno al lado de la plaza‖ ha funcionado como una
―carnada para sentir‖ que lleva a la futura empresaria a comprar el sitio y embarcarse en
la aventura: Las proposiciones abren el camino para que la novedad ingrese en el
mundo.
Hemos pues intentado caracterizar lo principal de la Fase III correspondiente a
los sentires comparativos simples. Pero hay más, hay sentires complejos. Los veremos
en la Fase IV y final del proceso de la concrescencia.
Capítulo 11
FASE IV: SENTIRES COMPARATIVOS COMPLEJOS
Los sentires comparativos complejos, también llamados ―sentires intelectuales‖, están
representados en la figura 3 por d. El dato de tal sentir está representado por la llave z
que ejemplifica un contraste entre un nexo de entidades actuales (el brazo inferior de la
llave z) y una proposición (el brazo superior de la llave z) cuyos sujetos lógicos son los
miembros del nexo. ¿Qué entiende Whitehead por ―contraste‖?, está definido en la XVII
453
SHERBURNE (240)
168
Categoría de Explicación: ―Cuanto sea un dato para un sentir tiene una unidad en cuanto
sentido. Así, los muchos componentes de un dato complejo tienen una unidad: esta
unidad es un ―contraste‖ de entidades‖454. Repárese bien entonces en que para
Whitehead lo decisivo es la unidad que mantienen esos muchos componentes: contraste
es aquí lo opuesto de incompatible. En la medida en que una entidad actual (en la
práctica, los nexos y sociedades de entidades actuales) pueda mantener más elementos
de su experiencia en contraste (y en contrastes de contrastes), agregará más intensidad y
profundidad a su satisfacción. Las entidades actuales ―puras‖ o ―básicas‖ que son
incapaces de mantener los elementos de su experiencia en contrastes se ven ―forzadas‖
—a causa de las incompatibilidades resultantes— a descartar algunos elementos como
irrelevantes, con el resultado de que su experiencia es relativamente superficial y trivial
(observación que, fuera de toda duda, cabe extender a algunos seres humanos). Así
entonces, en aquel contraste que señaláramos al principio, se oponen la afirmación del
hecho objetificado en el sentir físico y la mera potencialidad indicada en el sentir
proposicional (la negación de tal afirmación): ―Este contraste es lo que se denomina
―contraste de afirmación-negación‖ (…) es el contraste entre “de hecho” y “podría
ser”, respecto de instancias particulares en este mundo actual‖455. Ahora bien, ¿Cuál es
la forma subjetiva de este tipo de contraste? La respuesta que da Whitehead a esta
pregunta será decisiva no sólo para rematar su análisis genético de una entidad actual
sino crucial para nuestra comparación con Husserl; y, hay que decirlo, es una respuesta
sorprendente: “La forma subjetiva del sentir de este contraste es conciencia (…) es el
cómo sentimos el contraste afirmación-negación‖456. Así pues, este tipo de contraste ha
sido destacado con este nombre especial, sc. ―afirmación-negación‖ justamente porque
la conciencia es el tipo de forma subjetiva involucrado en el sentir este tipo de
contraste. En éste, los dos componentes mantenidos en unidad (i.e. sintetizados en un
solo dato) son, como ya hemos dicho, (i) el sentir de un nexo de entidades actuales y
(ii) el sentir de una proposición con sus sujetos lógicos como miembros del nexo.
Ahora, como Whitehead entiende intercambiable el término ―proposición‖ y ―teoría‖
454
PR (44) He preferido ―en cuanto sentido‖ a ―como sentido‖ [as felt] y ―los muchos componentes‖ a
―los diversos componentes‖ [the many components] Cursivas y comillas de Whitehead.
455
PR (360) He preferido ―de hecho‖ a ―en realidad‖ [in fact] y ―respecto de instancias particulares en
este mundo actual‖ a ―con respecto a casos particulares de este mundo actual‖ [in respect to particular
instantes in this actual world] Cursivas y comillas de Whitehead (la cursiva de ―este‖ está omitida por
Rovira Armengol).
456
Cf. PR 331 y 360 respectivamente (he juntado en una frase dos referencias) Cursivas mías.
169
(desde el momento en que esta última no es sino un gran conjunto de las primeras),
también utilizará este contraste para nombrar al que puede haber entre hechos dados y
una teoría referida a ellos que, sin duda, podría ser errónea. En la figura 3 la llave z
representa un contraste del tipo ―afirmación-negación‖ y d representa el sentir de ese
contraste, cuya forma subjetiva equivale a conciencia. El desarrollo de esta noción
quedará pospuesto por ahora, pero había que necesariamente realizar todo este fatigoso
camino del análisis genético para ubicar exactamente el punto donde Whitehead sitúa a
tal fenómeno. Era la única manera de tener un punto de apoyo desde donde hacer la
comparación con el enfoque husserliano. Antes de abandonar el nivel microcósmico de
análisis nos resta caracterizar el resultado final de esta Fase IV cuando la entidad, ahora
―satisfecha‖, ha dejado de concrecer para ser concreta.
Satisfacción
La fase final del proceso de la concrescencia que constituye a una entidad actual es un
sentir complejo totalmente determinado respecto de: (i) Su génesis, (ii) su carácter y
objetivo respecto de la Creatividad trascendente y (iii) su prehensión, positiva o
negativa, de cada elemento de su universo. Así, el problema que la concrescencia
resuelve puede ser planteado en forma de pregunta: ¿Cómo los muchos componentes
del contenido objetivo pueden ser unificados en un único contenido sentido junto con su
forma subjetiva compleja? ―Este único contenido sentido es la ―satisfacción‖ gracias a
la cual la entidad actual es su sí mismo individual particular; para decirlo con la frase de
Descartes, ―no requiriendo de nada sino de sí misma para existir‖ ‖457. El proceso de la
concrescencia es una integración progresiva de sentires controlados por sus formas
subjetivas. En estas síntesis, los sentires de las fases previas se sumergen en los
componentes de algún sentir complejo de la fase subsiguiente. Cada una de ellas agrega
entonces su elemento de novedad, hasta que en la fase final se alcanza una
―satisfacción‖ completa y compleja. Así como según la figura 3 se distinguía 4 fases,
también todo este mismo proceso puede considerarse como integrado por 3 fases: (i) la
fase receptiva458, (ii) la fase suplementaria (que corresponde a las fases II, III y IV de la
457
PR (213) He preferido ―no requiriendo de nada sino de sí misma para existir‖ a ―que no se requiere
sino a sí misma para existir‖ [requiring nothing but itself in order to exist]
458
No hay equivalente exacto para ―responsive‖. ―Receptivo‖ (que hay sido nuestra opción), si bien
retiene la idea del carácter pasivo de los sentires conformativos no incluye el elemento activo de la
―respuesta‖ que implica ese conformarse. Rovira Armengol simplemente introduce el neologismo
―responsivo‖.
170
figura 3) y la satisfacción (que respecto de la figura 3 sería una fase V no incluida allí).
Lo ilustramos con la figura 7.
I
FASE RECEPTIVA
(FASE I)
II
FASE
SUPLEMENTARIA
(FASES II, III Y IV)
III
SATISFACCIÓN
(FASE V)
Figura 7. El proceso de la concrescencia en tres fases
Whitehead dice que este momento final marca, ―la culminación que señala la
evaporación [evaporation] de toda indeterminación, de suerte que con respecto a todos
los modos de sentir y a todas las entidades del universo, la entidad actual satisfecha
encarna [embodies] una determinada actitud de ―sí‖ o ―no‖ ‖459. La satisfacción es el
alcance del ideal privado que es la causa final del proceso de concrescencia, pero el
proceso mismo yace en las dos fases previas (la receptiva y la suplementaria) y con ello,
la Creatividad pasa nuevamente a la fase primaria de lo dado para la concrescencia de
las entidades actuales sucesivas. Pero, como obviamente esta cadena dato→fase
receptiva→fase suplementaria→satisfacción→dato, etc. no es algo mecánico
—y
Whitehead lo sabe muy bien— intenta expresar esta conexión entre concrescencia y
459
PR (289)
171
concreto llegando hasta el extremo poético: ―En la concepción de la entidad actual en su
fase de satisfacción, la entidad ha alcanzado su separación individual de otras entidades;
ha absorbido el dato y todavía no se ha perdido a sí misma al volver a oscilar [in the
swing back] hacia la ―decisión‖ mediante la cual su apetición deviene un elemento en
los datos de otras entidades que la van reemplazando. El tiempo se ha detenido…si
pudiera ser eso posible [Time has stood still —if only it could]‖460.
Hasta ahora hemos considerado a las entidades actuales —verdaderas ―células‖
o ―ladrillos‖ del universo—
en detalle y en sí mismas. Pero estas entidades son
microcósmicas y nosotros vivimos en un mundo macrocósmico de árboles, personas,
casas, etc. El puente que permite comunicar ambos mundos es llamado por Whitehead
―transmutación‖.
Transmutación
Una transmutación es una operación mediante la cual un agregado de muchas entidades
actuales formando un nexo o bien una sociedad, es prehendido no como un agregado,
no como ―muchos‖, sino como una sola entidad macrocósmica. ¿A qué llama
Whitehead un ―nexo‖ de entidades actuales?, ¿en qué se diferencia de una ―sociedad‖ de
ellas? Para todos los efectos prácticos (y en este caso didácticos) podrían entenderse
ambos términos como sinónimos. Sin embargo, un nexo implica mayor extensión lógica
que una sociedad: todas las sociedades son nexos pero no todos los nexos son
sociedades. Estos tópicos serán tratados más en detalle cuando pasemos al nivel
categorial macrocósmico, pero basta para seguir avanzando incluir esta caracterización:
―Hay hechos individuales reales de conjuntidad [real individual facts of togetherness]
(…) cualquiera de esos hechos (…) se denomina ―nexo‖ ‖461. Podemos ahora exponer la
VI Obligación Categorial o de la transmutación: ―Cuando (de acuerdo con las
Categorías IV y V) un mismo sentir conceptual se deriva imparcialmente por un sujeto
prehensor de sus sentires físicos simples análogos de diversas entidades actuales que
hay en su mundo actual, entonces en una fase subsiguiente de integración de esos
sentires físicos simples junto con el sentir conceptual derivado, el sujeto prehensor
puede transmutar el dato de este sentir conceptual en alguna característica de algún nexo
que contenga aquellas entidades actuales prehendidas entre sus miembros, o de alguna
460
PR (213) He preferido ―que la van reemplazando‖ a ―que la superan‖ [superseding it]. Comillas de
Whitehead y cursivas mías.
461
PR (38) Comillas de Whitehead.
172
parte de ese nexo. De esta suerte, el nexo (o su parte), así caracterizado, es el dato
objetivo de un sentir albergado por este sujeto prehensor‖462. Tal conversión de un
sentir físico simple de muchas actualidades en un solo sentir físico de un nexo como
uno, es lo que se llama un ―sentir transmutado‖: una síntesis de sentires. Su dato
completo es un contraste, a saber, el nexo como uno, en contraste con el Objeto Eterno.
Este tipo de contraste, en la Filosofía del Organismo, es uno de los significados de la
clásica noción ―cualificación de una substancia física por una cualidad‖. Acudamos a la
figura 8 para aclarar las consideraciones precedentes. Las ocasiones que forman los
datos están todas caracterizados por el Objeto Eterno ―rojo‖ (r, r, r, r, r, r,). Una serie
de sentires físicos simples (a1, a2, a3) acaecen en la Fase I del sujeto concresciente,
cada uno de los cuales objetifica su dato (que incluye al Objeto Eterno ―rojo‖) desde
una cierta perspectiva. En la Fase II emerge un sentir conceptual simple (b) que tiene a
su vez al Objeto Eterno ―rojo‖ como dato. Este sentir conceptual se ha derivado (x, x’,
x’’) de todas las a1, a2, a3, y de ahí que tenga relevancia imparcial respecto de la serie
total de a1, a2, a3. El sentir comparativo simple c que surge en la Fase III contrasta b
(tal como lo indica la llave y) con todos los sentires físicos implicados. El sentir c
prehende al nexo completo de ocasiones-datos (r, r, r, r, r, r,) como una sola entidad
cualificada por el objeto eterno ―rojo‖: c es un sentir físico transmutado que ―se da
cuenta‖ de una sola entidad macrocósmica donde realmente hay muchas entidades
microcósmicas.
462
PR (47) He preferido ―albergado‖ a ―concebido‖ [entertained]. Cursivas de Whitehead
173
x
b
a1
r
r
r
r
r
r
r
r
r
x’
c
y
a2
x’’
a3
I
II
III
FASES
Figura 8. Transmutación
Así entonces, esta obligación categorial es el modo mediante el cual la Filosofía del
Organismo intenta resolver (o al menos enfrentar) el problema inherente a todas las
cosmologías basadas en mónadas: ¿Cómo es que surgen esas unidades perceptivas
mayores a las miríadas de captaciones que de hecho están ocurriendo en la base de
aquellas?, ¿cómo se sustituyen las prehensiones separadas de todas las entidades
actuales involucradas por la prehensión de un nexo? Whitehead, obviamente, hace
mención explícita a Leibniz: ―Leibniz enfrenta en su Monadología la misma dificultad
con una teoría de la percepción ―confusa‖. Pero no logra dejar en claro cómo se origina
la ―confusión‖ (…) ―Este es el problema de Leibniz que surge en su Monadología. Lo
resuelve mediante una no analizada doctrina de la ―confusión‖ ‖463. Vale la pena
retener, entonces, (i) que Whitehead advierte uno de los problemas mayores que ha de
enfrentar toda propuesta monadológica y (ii) que Leibniz se dio perfecta cuenta de ello.
No sabemos si la ―solución‖ propuesta por Whitehead es mejor o no, ya que la idea
leibniziana de que tenga que haber algo así como una ―pérdida de nitidez‖ en la
captación de un conjunto de puntos mínimos para producir un nuevo resultado es
463
PR 47 y 341 respectivamente. He preferido ―surge‖ a ―se discute‖ [arises]
174
bastante plausible. De hecho, toda la escuela de pintura del siglo XIX conocida como
―puntillismo‖ se basa en ese principio. A una distancia x de un cuadro sólo constituido
por puntos azules y amarillos vemos una gran mancha verde: somos víctimas de una
percepción ―confusa‖ que no puede separar los puntos azules y amarillos que vienen a
ser en este caso las mónadas finales. Enfrentado al mismo problema, Whitehead
propone su doctrina de la transmutación que busca proveer al sentir físico de un nexo el
sentirlo como una sola entidad (que de hecho no es porque se trata de una conjuntidad),
puesto que la integración de sentires físicos simples en un sentir físico complejo
solamente proporcionaría para las varias entidades del nexo el ser sentidas como
unidades separadas requiriéndose unas a otras. La transmutación es posible por la
analogía que guardan entre sí los diversos sentires del nexo, lo cual lleva a un sentir
conceptual ―imparcial‖: ―Este sentir físico único del sujeto final se deriva por
transmutación de los varios sentires físicos análogos albergados por los varios
miembros del nexo, junto con sus varios sentires conceptuales análogos (con estos
varios miembros como sujetos) originados de estos sentires físicos, ya sea directamente
según la Categoría IV [evaluación] o indirectamente según la Categoría V [reversión]
(…) Es esta imparcialidad del sentir conceptual la que conduce a la integración en la
cual los muchos miembros del nexo son reunidos en el único nexo que ellos forman, y
en el cual ese nexo es puesto en contraste con el único objeto eterno que ha emergido de
sus analogías‖464. Se puede apreciar que esta es otra variante de la idea (nombrada ya
varias veces) de la ―doble presencia‖ de los Objetos Eternos y que, si queremos
derechamente remitirla a la tradición pre-kantiana de pensamiento, no es otra que la
doctrina de los universalia in rebus y los universalia post rem. Este acogimiento de la
forma de pensar tradicional se desplegará con todo su vigor en la doctrina
whiteheadiana del ―Principio Subjetivista Reformado‖ y que ya estamos en condiciones
de presentar. Que la Filosofía del Organismo es subjetivista es algo patente: el único
punto de partida (y en esto suscribe a Descartes plenamente) es un sujeto que goza de
sus experiencias. Si abstraemos de la realidad este momento, no queda nada. Ahora
bien, ¿por qué hay que ―reformar‖ este principio y en qué consiste la ―reforma‖? Es
necesario reformarlo porque
―en el caso de Descartes y de toda la corriente que
desembocó en la Doctrina Sensacionalista de la percepciσn (se verá que exceptuamos a
464
PR 340 y 341 respectivamente (hemos invertido el orden). La cursiva de ya sea…o es de Whitehead,
las demás, mías. He preferido ―albergados‖ a ―experimentados‖ [entertained]
175
Spinoza) en los cuales se da por supuesta como estructura final de la realidad la de
substancia y accidente, y que por tanto uno de los ―accidentes‖ del sujeto es conocer y
sólo conocer universales― lleva inevitablemente al solipsismo al haber restringido la
noción de experiencia a una exterioridad y al no haber dado cuenta de la indesmentible
inmanencia que caracteriza a toda genuina experiencia. Ivor Lecler, a nuestro juicio, da
la mejor explicación condensada del problema: ―Accepting the subjectivist principle, we
inevitably become involved in the solipsist difficulty unless we admit that the ‗content‘
of experience is not a purely private qualification of the mind, but is constituted by the
immanence of external things‖465. En palabras de Whitehead: ―Si la experiencia no está
basada en un contenido objetivo, no hay modo de escapar de un subjetivismo
solipsista‖466. Ahora bien, la ―reforma‖ consiste en aplicar justamente un contrapeso en
la doctrina subjetivista tradicional desde el lado del objeto o dato de experiencia: ―El
descubrimiento de Descartes por el lado del subjetivismo exige ser balanceado [requires
balancing] por un principio ‗objetivista‘ relativo al dato de experiencia‖467. Este
principio reafirma pues la doctrina de las relaciones internas constitutivas o que ―las
cosas están presentes unas en otras‖; la doctrina de la Objetificación; el Principio
Ontológico y es, por contrapartida, la oposición diametral a la doctrina tradicional de la
actualidad ―vacua‖, esto es, que haya alguna manifestación de lo real que carezca de
experiencia. Al contrario, desde el momento en que Whitehead (ahora en Adventures of
Ideas) define ―vacuo‖ como ―desprovisto de cualquier goce individual [any individual
enjoyment] que surja del mero hecho de realización en ese contexto‖ 468; se desprende
que, para la Filosofía del Organismo, ―actualidad vacua‖ equivalga lisa y llanamente a
―inexistencia‖. Retomemos ahora el hilo luego de estas cruciales aclaraciones.
Este examen somero de la Categoría de Transmutación muestra que la
aproximación al estadio intelectual desde el estadio previo de la mentalidad consiste en
ganar cierto de poder de abstracción. En efecto, tal como en el estadio previo del sentir
conceptual esa ―imparcialidad‖ hacía posible la integración, en fases superiores que van
desde la mentalidad hacia la intelectualidad, ―se elimina la irrelevante multiplicidad de
detalles y se pone el énfasis en los elementos de orden sistemático que hay en el mundo
465
LECLERC (121) Cursivas mías.
PR (211) Cursivas mías.
467
PR (221) Rovira Armengol traduce ―requires balancing‖ como ―requiere una compensación‖. Cursivas
mías.
468
AI cap. XIV (219) Paginación de la edición inglesa. Mi traducción
466
176
actual‖469. Del mismo modo a como ocurre en una obra de arte de valía cuyo mérito
consiste en poner orden en los contrastes sin renunciar a ellos, pero sin pasar a primer
plano todos los detalles (por demás, es fácil advertir que en el caso de la música
—
cuyas obras hay que recrear cada vez— es una falla destacar todas las voces en juego y
pretender que todas deban estar en primer plano en igualdad de condiciones.
Evidentemente hay subordinaciones en el contrapunto de las líneas melódicas de una
obra maestra y no corresponde destacarlas a todas por igual). Cabe agregar ciertamente
que esta interpretación de la doctrina whiteheadiana como una estética es compartida
por académicos especialistas en el tema. El propio Sherburne ha dedicado un libro
entero a esta interpretación470 que es también compartida por Lowe, cuando,
refiriéndose a las condiciones de síntesis (de cualquier nivel de complejidad de las
fases), afirma que no son ―dialectical antagonism of opposites, but aesthetic contrast
among ideal forms, and between these forms and the occasion‘s inheritance‖471.
Efectivamente, sin importar el nivel del proceso de la concrescencia que se considere, se
encontrará recursivamente la repetición pendular del contraste entre la herencia física y
su reacción conceptual. Sin la posibilidad de ―transmutar‖ seríamos incapaces de captar
las características dominantes de las cosas ya que, por decirlo con el dicho popular, ―los
árboles no nos dejarían ver el bosque‖. En efecto, ―Sólo descartando podemos
entender‖472. Ahora bien, si transmutar (que a la postre equivale a entender) es
básicamente ―eliminar detalles‖ o ―descartar‖, bien cabe pensar si acaso esta doctrina no
es, malgré Whitehead, sino la exposición y desarrollo de la no justificada doctrina de la
percepción ―confusa‖ de Leibniz. Sea del modo que fuere, Whitehead en ningún
momento deja de poner el acento en ambos lados de la relación; en este caso (i) el nexo
y (ii) la entidad prehensora. Vale decir, si el mundo puede ser sentido como totalidades
es porque ya hay una agrupación objetiva que precede a su prehensión. Ambos lados
pueden muy bien ser caracterizados como ―orden prevaleciente‖ y ―sentir como
comunidad‖: ―Transmutación es el modo por el cual el mundo actual es sentido como
una comunidad, y es sentido así en virtud de su orden prevaleciente‖473. ¿Cuáles son
469
PR (345) He preferido ―irrelevantes‖ a ―desprovistos de interés‖ [irrelevant] y ―que hay en el mundo
actual‖ a ―del mundo actual‖ [in the actual world] Cursivas mías.
470
A Whiteheadian Aesthetic. Yale University Press 1961 USA. Desgraciadamente no hemos podido
tener acceso a ese texto.
471
LOWE (51) Cursivas mías.
472
PR (341) Cursivas mías.
473
PR (341) Cursivas mías.
177
estos tipos de ―órdenes prevalecientes‖?, ¿qué tipos de estructuración presentan? Lo
trataremos de responder en el capítulo siguiente.
Capítulo 12
NIVEL CATEGORIAL MACROCÓSMICO:
NEXOS Y SOCIEDADES
Al pasar al nivel macrocósmico (ver figura 1 del capítulo 4) nos hallamos ya en los
grados o fases superiores de experiencia. Evitamos explícitamente llamar a este nivel el
del la experiencia ―humana‖ porque daría un tinte antropomórfico a la propuesta
whiteheadiana
que
desvirtuaría
su
tono
básico,
que
hemos
calificado
de
―panexperiencialismo‖. Por cierto que en este nivel superior también está la experiencia
humana de todos los días, pero es sólo un caso particular, y ni siquiera el más relevante.
Para el desarrollo que sigue convendrá tener a la vista la siguiente figura:
NIVEL MACROCÓSMICO
CORPUS
CULARES
ESTRUC
TURADAS
SOCIEDADES
NEXOS
Figura 9. Tipos de sociedades
178
El capítulo anterior dejó en claro que la transmutación presupone orden. Comencemos
con el que Whitehead caracteriza de más básico: el nexo. He aquí ahora la definición
completa: ―Las entidades actuales se implican entre sí a causa de sus prehensiones
recíprocas. Hay pues hechos individuales reales de conjuntidad [togetherness] de
entidades actuales, que son reales, individuales y particulares en el mismo sentido en
que las entidades actuales y las prehensiones son reales, individuales y particulares.
Cualquiera de esos hechos particulares de conjuntidad entre entidades actuales se
denomina ―nexo‖ ‖474. La función común general de las entidades actuales que
constituyen un nexo es de inmanencia mutua. Según Whitehead, la condición común
para un nexo perteneciente a nuestra época cósmica es expandirse espacial y
temporalmente. Un árbol, por ejemplo, que en este instante es muchas entidades
actuales ―engrosadas‖ o ―espesadas‖ espacialmente, es también muchas generaciones de
entidades actuales ―engrosadas‖ o ―espesadas‖ temporalmente. Veamos sucintamente
qué entiende Whitehead por ―nuestra época cósmica‖.
Las características propiamente metafísicas (tal como lo exige ese grado de
generalidad) de las entidades actuales son aquellas compartidas por todas las entidades
actuales.
Hay sin embargo, muchas características de cualquier conjunto dado de
entidades actuales que no son propiamente metafísicas sino que son el resultado de
relaciones ―sociales‖ menos universales. La noción de ―nuestra época cósmica‖ se
refiere a una vasta sociedad que ha establecido relaciones que no son totalmente
universales pero que constituyen, efectivamente lo que tenemos dado, lo puramente
contingente (que Whitehead llama ―arbitrario‖) porque simplemente, podría haber sido
de otra manera. Ahora bien, esa vastísima sociedad, hasta donde alcanzamos a
percibirla, es un continuo espacio-temporal: ―Los elementos arbitrarios, como si
dijéramos ‗dados‘, de las leyes de la naturaleza, nos advierten que estamos en una época
cósmica especial [special]. Aquí usamos la frase ‗época cósmica‘ en el sentido de la
más amplia sociedad de entidades actuales cuya relevancia inmediata para nosotros
sea rastreable. Esta época se caracteriza por las entidades actuales electrónicas y
protónicas, y por entidades actuales todavía más últimas que pueden distinguirse
vagamente en los quanta de energía‖475. Para Whitehead las sociedades o asociaciones
de entidades actuales son pasajeras e incluso esta ordenación máxima que nosotros
474
PR (38) Cursivas mías.
PR (132) He preferido ―relevancia‖ a ―importancia‖ [relevance] y ―vagamente‖ a ―oscuramente‖
[dimly] Comillas de Whitehead y cursivas mías.
475
179
llamamos ―Universo‖ no deja de ser la limitación máxima discernible de la Categoría de
lo Último: no hay razón alguna para que las entidades actuales que se han organizado de
esta manera no puedan, en un futuro apenas concebible, hacerlo de otra forma. Del
enfoque whiteheadiano se desprende no sólo que las leyes de la física puedan cambiar o
evolucionar, sino que cabe suponer inconcebibles universos sucesivos o nuevas formas
de orden ―social‖: ―Un sistema de ―leyes‖ que determina la reproducción en alguna
porción del universo, se eleva gradualmente a la dominación; tiene su fase de
persistencia, y deja de existir conjuntamente con la decadencia de la sociedad de la cual
emana‖476. Al entrar en las consideraciones de estos niveles de orden se ha abandonado
la máxima generalidad metafísica (correspondiente a la especulación solamente al nivel
de las entidades actuales) y nos pasamos a concentrar en los tipos de organización
―social‖ más especiales que puedan guardar entre sí aquellas entidades. Específicamente
este nivel es el que corresponde a las especulaciones cosmológicas y de un campo más
acotado que las llanamente metafísicas. La jerarquía de sociedades que Whitehead
plantea puede ser imaginada como las matrioshkas rusas que van unas dentro de otras
(el ejemplo es nada más que aproximado, ya que sólo una matrioshka puede contener a
otra matrioshka y la última a todas, pero Whitehead concibe que puede haber,
dijéramos, varias matrioshkas que contengan a otras dentro de una sola). Por ejemplo,
dentro de la sociedad geométrica puede haber varias sub-sociedades según la cantidad
de dimensiones que incluya esa geometría. Whitehead distingue, yendo de mayor a
menor extensión tres niveles de estas sociedades inclusivas donde las más
especializadas presuponen el orden de las sociedades más vastas:

La sociedad de la pura extensión, que es la forma más general de relacionalidad
social concebible por nosotros

La sociedad geométrica

La sociedad electromagnética
―Nuestra época cósmica presente está formada por una sociedad ‗electromagnética‘, que
es una sociedad más especial contenida dentro de la sociedad geométrica. En esta
476
PR (132) Hemos traducido como ―reproducción en alguna porción del universo‖ a ―reproduction in
some portion of the universe‖. Rovira Armengol dice: ―reproducción en cierta posición del universo‖ (¡).
Comillas de Whitehead.
180
sociedad se logran características definidoras más especiales aún. Estas características
presuponen las de las dos sociedades más amplias dentro de las cuales está contenida la
sociedad ‗electromagnética‘ ‖477. No es difícil apreciar que Whitehead tiene aquí en
mente al Timeo de Platón, particularmente en lo que respecta a las relaciones entre
khora, triángulos y los llamados ―sólidos platónicos‖ formados sólo por poliedros
regulares que, a su vez pueden ser reducidos a triángulos. De hecho, aparte de las
diversas veces en que hace mención explícita al gran diálogo platónico, lo analiza en la
sección III del capítulo III, El Orden de la Naturaleza, en la Parte II, al ponerlo en
paralelo con el Scholium de Newton: ―Para el Timeo, la creación del mundo es el
advenimiento de un tipo de orden que establece una época cósmica. No es el comienzo
de la realidad [matter of fact], sino el comienzo de un cierto tipo de orden social‖478.
Volviendo al primer tipo de ―hechos individuales reales de conjuntidad‖, a
saber, a los nexos, cabe concebir, extrapolando, dos tipos extremos de ellos; uno
puramente temporal y otro puramente espacial: (i) un nexo puramente temporal no
incluye ningún par de ocasiones actuales contemporáneas; es meramente un hilo de
transición temporal de ocasión a ocasión. La mutua inmanencia implicada es la
inmanencia causal de cada ocasión actual que prehende a la ocasión inmediatamente
precedente y (ii) un nexo puramente espacial no incluye ningún par de ocasiones
actuales sucesivas; es una ―rebanada‖ en el tiempo compuesta de ocasiones actuales
contemporáneas. La mutua inmanencia implicada es la del tipo indirecto propio de las
entidades contemporáneas, esto es, resulta de la mutua implicancia en un esquema de
conexiones extensivas pero que, una respecto de otra, se hallan necesariamente en
independencia causal.
Por lo que respecta a las sociedades, son aquellos nexos que gozan de “orden
social”, esto es, aquellos que exhiben características en cada generación de entidades
actuales que se derivan de las prehensiones de las generaciones previas. Por tanto, un
nexo puramente espacial no puede ser una sociedad. La noción de ―sociedad‖ está
asociada, según Whitehead, a la noción de ―orden‖: ―Un nexo no-social es lo que
responde a la noción de ―caos‖ ‖479. Nexos y sociedades admiten altos grados de
complejidad. Veámos sus tipos.
477
PR (141)
PR (139)
479
PR (109)
478
181
a) Sociedades Estructuradas: son aquellas sociedades complejas que incluyen
sociedades subordinadas y/o nexos subordinados; más específicamente, son aquellas
que consisten en ―el entretejimiento moldeado o pautado [patterned intertwining] de
diversos nexos que poseen características definitorias marcadamente diversas‖480.
Debido a la marcada diversidad entre los nexos habrá uno ―reinante‖ [regnant] y otros
―súbditos‖ [subservient]. El punto crucial es que esta sociedad estructurada proveerá el
entorno [environment] para ambos nexos. Pero en una sociedad estructurada puede
haber también sociedades subordinadas o ―súbditas‖. Hay sociedades que, siendo
entidades persistentes o perdurables, pueden (i) cambiar sus funciones dependiendo de
si estén o no dentro del entorno provisto por la sociedad estructurada; y además (ii)
subsistir fuera del aquel medio. El ejemplo que da Whitehead es claro: ―Hablamos de
una molécula dentro de una célula viva, porque sus rasgos moleculares generales son
independientes del ambiente de la célula. Una molécula es, pues, una sociedad
subordinada en la sociedad estructurada que denominamos ‗célula viviente‘ ‖481. Esto
ilustra la condición (ii). En el caso de la condición (i) nosotros podemos aportar el
ejemplo con la conocida situación de la niñita que se comporta diferente en el colegio a
como se comporta en la casa (poco importa en qué parte se porte ―bien‖ o ―mal‖), en
este caso la casa o el colegio aportan la sociedad estructurada que constituye el entorno
donde se desenvuelve, conservando sus características peculiares, la ―sociedad
subordinada‖ que es Camila por ejemplo.
Cuando se trata de nexos subordinados la situación es completamente diferente,
puesto que aquí las características en cuestión están totalmente subordinadas al entorno
de la sociedad estructurada y simplemente no pueden subsistir fuera de él. Whitehead
acude nuevamente al ejemplo de la célula: ―Las ocasiones que componen el espacio
‗vacío‘ dentro de la célula, ostentan rasgos especiales de que carecen ocasiones
análogas fuera de la célula. Así, el que es el espacio vacío dentro de una célula viva, se
denomina ‗nexo subordinado‘, mas no ‗sociedad subordinada‘ ‖482. A primera vista
parece fácil captar lo que quiere decir Whitehead con ―el espacio vacío dentro de una
célula viva‖ y uno podría simplemente pensar que se refiere a algo así como al
―citoplasma‖ en el cual flotan el núcleo, aparato de Golgi, mitocondrias, etc. Como es
480
PR (147) Rovira Armengol traduce ―patterned intertwining‖ como ―entretejerse regular y sujeto a
moldes‖. Cursivas mías.
481
PR (143) Comillas de Whitehead.
482
PR (143) Comillas de Whitehead.
182
bien sabido, el citoplasma como tal sólo puede existir al interior de la pared o membrana
celular. Fuera de ella, si bien pudiendo existir, pierde completamente las propiedades
anteriores. Nosotros podemos complementar el ejemplo de Whitehead con uno todavía
más sencillo. Un cubo de hielo es un ―nexo subordinado‖ dentro de un refrigerador. No
bien estando compuesto por agua, ésta se comporta de modo completamente diferente
dentro o fuera de él, no pudiendo subsistir de ningún modo aquel cubo de hielo fuera del
refrigerador. Las implicancias que tenga esta doctrina del espacio vacío dentro de una
sociedad estructurada sólo se harán patentes cuando Whitehead trate el tradicional tema
de las relaciones alma-cuerpo.
Una sociedad estructurada puede ser más o menos compleja respecto de (i) la
multiplicidad de sus sub-sociedaes o sub-nexos y respecto del (ii) enmarañamiento de
sus patrones estructurales. Así entonces, un objeto físico ordinario que posee
persistencia temporal, es una sociedad estructurada que, en el caso más simple, implica
nexos que gozan de orden ―personal‖ ¿Qué entiende Whitehead por esto último? ―Un
nexo posee ―orden personal‖ cuando (α) es una ―sociedad‖, y (β) cuando la
relacionalidad genética de sus miembros los ordena ―serialmente‖ (…) el nexo forma
una sola línea de herencia de su característica definitoria. Semejante nexo se denomina
―objeto persistente o perdurable‖ [enduring object]. Podría haberse denominado
―persona‖ en el sentido legal del término; mas, desgraciadamente, ―persona‖ sugiere la
noción de conciencia, de suerte que su empleo podría inducir a error. El nexo ―mantiene
un carácter‖, y este es uno de los significados de la palabra latina persona‖483. Creemos
que siguiendo los resguardos del autor, es perfectamente clara su idea: un nexo con
―orden personal‖ es análogo a una persona jurídica. Con estos elementos podemos
agregar otra precisión al análisis e introducir un nuevo tipo de sociedades.
b) Sociedades Corpusculares: son aquellas que cumplen con dos condiciones: (i) incluir
un nexo que goza de orden social y (ii) ser analizable en capas de objetos perdurables (o
―persona jurídicas‖) subordinados. Dependiendo de la importancia relativa que tengan
las características definitorias de sus diversos objetos en comparación con la
característica definitoria del nexo total, serán estas sociedades mas o menos
―corpusculares‖. El ejemplo
—tomado de la historia norteamericana—
483
que
PR (57-8) He preferido ―relacionalidad‖ a ―relatidad‖ [relatedness] y ―definitoria‖ a ―definidora‖
[defining] Comillas y numeración de Whitehead y cursivas de él para persona. Las otras cursivas son
mías.
183
proporciona Sherburne permite ilustrar con éxito esta distinción: ―A clear example of
this distinction occurs in American history. The colonies under the Articles of
Confederation were a more corpuscular society than were the colonies under the
Constitution because under the Articles the characteristics of the component states were
more important relative to the characteristics of the Central Government than they were
under the Constitution‖484. La idea es fácilmente trasladable al caso de Chile. La
transformación de aparato administrativo realizada durante el gobierno militar bajo el
nombre de ―Regionalización‖ intentaba hacer de Chile una sociedad más ―corpuscular‖
que lo que había sido bajo la administración por Provincias al otorgar, justamente, más
autonomía a las Regiones frente a la Región Metropolitana. Si pasamos ahora a los
grados de complejidad de estas sociedades estructuradas, veremos que va en función de
su respuesta frente a lo meramente dado: ―La mera complejidad de lo dado [giveness]
que proporciona incompatibilidades ha sido reemplazada por la complejidad del orden
que proporciona contrastes‖485. Se trata del pasaje que llevará desde los seres no
vivientes hasta los vivientes. Tales organismos son capaces de transformar en
contrastes las incompatibilidades amenazantes del entorno o, dicho de otro modo, no
rechazan la novedad que pueda aportar inesperadamente el entorno. Es la lectura de
Lowe que seguimos: ―The superiority of a living over an inanimate Nexus of occasions
is that it does not refuse so much of the novelty in its environment, but adapts it to itself
by a massive imposition of new conceptual feelings, thus transforming threatened
incompatibilities into contrasts‖486. Esto explica diferentes estadios del pasaje, pero ¿por
qué aumenta la complejidad? Ya tenemos todos los elementos para anticipar la
respuesta de Whitehead que, en este caso, remitirá al estrato de generalidad metafísica
última: por el aumento de intensidad de satisfacción, ―las relaciones estructurales [que
hay en una sociedad estructurada] acumulan intensidad a partir de esta intensidad que
hay en las experiencias individuales. Así, el crecimiento de una sociedad estructurada
compleja ejemplifica el propósito general que infiltra a la naturaleza‖487. Esta deriva
lleva al surgimiento de sociedades especializadas que son a la vez complejas y estables.
484
SHERBURNE (86, nota 1)
PR (144) He preferido ―de lo dado‖ a ―del darse‖ [giveness] y ―reemplazada‖ a ―anulada‖
[superseded]
486
LOWE (51)
487
PR He preferido ―acumulan‖ a ―juntan‖ [gather], ―a partir de‖ a ―a base de‖ [from], ―propósito‖ a
―finalidad‖ [purpose] y ―que infiltra a la naturaleza‖ a ―que se ve en toda la naturaleza‖ [pervading
nature]
485
184
Sin embargo, esta complejidad estable es la que precisamente hace que este tipo de
sociedades sea poco adaptable a cambios drásticos en su entorno. Por el contrario,
sociedades no especializadas normalmente podrán sobrevivir frente a esos mismos
cambios. Lo podemos ilustrar muy fácilmente acudiendo a dos situaciones de la vida
cotidiana. Si nos detenemos primero en el fenómeno rítmico de la cesantía veremos que
un trabajador que goza de habilidades altamente especializadas (que tiene una
―estabilidad compleja‖) tendrá muchas más dificultades para encontrar un nuevo trabajo
al ser despedido que aquél que, indiferenciadamente, puede realizar una gran cantidad
de labores diversas (lo cual implica por cierto, en ambos casos, la capacidad psicológica
de enfrentar semejante flagelo). Si consideramos ahora la recurrente situación de las
familias que salen un fin de semana fuera de la ciudad veremos que siempre tienen
mayores problemas aquellas que tienen perro a aquellas que tienen gato. La respuesta es
simple: un gato se puede dejar solo y un perro no. El primero es menos especializado
que el segundo y por tanto puede adaptarse mejor al desagradable cambio de entorno
que significa quedarse sin los amos un fin de semana (saltará a otras casas, robará
comida, maullará a un vecino, etc.; el perro no puede hacerlo y depende totalmente de
los amos para pasar ese fin de semana).
Claro que el fenómeno de la vida entendido así parece llevar a un callejón sin
salida, porque el aumento de intensidad lleva a sociedades cada vez más complejas y
estables pero con menos capacidad de adaptación. Una proyección asintótica simpliciter
del aumento de intensidad llevaría a la desaparición de la vida ya que una sociedad de
estabilidad y complejidad extremas apenas podría resistir un cambio drástico, siempre
posible, en el entorno. Whitehead llega, dialécticamente, a la conclusión de que para
sobrevivir hay que ser complejo e inespecializado a la vez. Es el ―problema‖ de la
naturaleza: ―El problema de la naturaleza es la producción de sociedades que estén
‗estructuradas‘ con una elevada ‗complejidad‘ y que al mismo tiempo sean ‗noespecializadas‘. De este modo, la intensidad se ha apareado con la supervivencia‖488.
Whitehead ha buscado muy conscientemente una metáfora propia del reino animal
cuando ha dicho que intensidad apareada o cruzada [mated] con supervivencia es la
―respuesta‖ de la naturaleza al impasse de una complejidad que aumenta sin contrapeso.
Ahora bien, esta ―solución‖ de las sociedades estructuradas ha tomado dos formas que
se han plasmado respectivamente en las sociedades que llamamos (a) inorgánicas y (b)
488
PR (145) He preferido ―se ha apareado‖ a ―corre pareja‖ [mated]
185
orgánicas. Pero ambas soluciones dependen de un único contrapeso: el realce del polo
mental que es el factor de intensidad de la experiencia.
Sociedades Estructuradas Inorgánicas: aquí la solución ha consistido en ―obtener un
promedio de objetificación masivo de un nexo y a la vez eliminar las diversidades de
detalle de los diversos miembros del nexo en cuestión. Lo que este método emplea, de
hecho, es la estratagema de bloquear los detalles inoportunos. Depende de la verdad
fundamental de que objetificación equivale a abstracción‖489. En este nivel de existencia
Whitehead sitúa sociedades tales como ―cristales, rocas, planetas y soles‖490, de las
cuales efectivamente no se puede negar que están entre las ―de más larga vida entre las
que conocemos susceptibles de ser rastreadas a lo largo de sus historias-vitales [lifehistories] individuales‖491.
Sociedades Estructuradas Orgánicas: aquí la solución ha consistido en resolver el
problema ―mediante una iniciativa en las prehensiones conceptuales i.e. en apetición.
La finalidad de esta iniciativa es recibir los nuevos elementos del entorno en sentires
explícitos, con formas subjetivas tales que los concilien con las experiencias complejas
propias de los miembros de la sociedad estructurada (…) en el caso de los organismos
superiores esta iniciativa conceptual equivale a pensar sobre las diversas experiencias;
en el caso de organismos inferiores equivale meramente a un ajuste de énfasis estético
carente de pensamiento en obediencia a un ideal de armonía‖492. La consecuencia
crucial que desprende ahora Whitehead (y que es consecuente con la propuesta de todo
su sistema especulativo) es que la diferencia entre ―vivo‖ y ―no vivo‖ no es nítida. Y en
efecto, según el tipo de estructuración, una sociedad puede ser ―más viva‖ que otra.
Para la Filosofía del Organismo no hay límite cortante a ningún nivel de la realidad:
―Es evidente que una sociedad estructurada puede tener más o menos ―vida‖, y que no
489
PR (145) He preferido ―un promedio de objetificación masivo‖ a ―un sólido promedio de
objetificación‖ [a massive average objetification] y ―la estratagema de bloquear los detalles inoportunos‖
a ―el recurso de dejar fuera los detalles molestos‖ [the device of blocking out unwelcomed detail].
490
PR (146)
491
PR (146) He preferido ―rastreadas‖ a ―de seguirse‖ [traced] Cursivas mías.
492
PR (146) la frase clave ―thoughtless adjustement of aesthetic emphasis in obedience to an ideal of
harmony‖ es traducida así por Rovira Armengol, ―un ajuste maquinal del acento estético obedeciendo a
una idea de armonía‖ (¿). La cursiva en pensar es de Whitehead, las demás son mías.
186
hay un abismo absoluto [there is no absolute gap] entre sociedades ‗vivientes‘ y ‗novivientes‘ ‖493.
Demos un paso más trayendo a la memoria lo que decíamos al principio acerca
de los nexos ―reinantes‖ y ―súbditos‖. Una sociedad estructurada proveerá el entorno
inmediato para todas sus sub-sociedades: la que ―reina‖ y la que ―sirve‖. En una
sociedad viviente sólo algunos de sus nexos serán tales que los polos mentales de todos
sus miembros tengan reacciones originales: ―Estos serán sus nexos ‗enteramente
vivientes‘, y en la práctica, sólo se llama ‗viviente‘ a una sociedad cuando tales nexos
son los reinantes‖494. Pero como se trata de una sociedad estructurada ésta implica
necesariamente nexos diversos, a saber, (i) los inorgánicos que tienen la peculiaridad de
no necesitar la protección de la sociedad viviente completa para sobrevivir frente a los
cambios del entorno (las moléculas que son parte de una célula pueden estar
perfectamente dentro o fuera de ella) y (ii) los ―enteramente vivientes‖ que sí necesitan
protección para sobrevivir. El cuerpo viviente se presenta entonces como un juego
recíproco donde el nexo inorgánico protege al nexo vivo, pero el nexo vivo —el que
provee las reacciones originales— protege a todo el ser viviente: ―Para la protección
del nexo ―enteramente viviente‖ (i) se construye un sistema de interacción inorgánico
complejo, y (ii) las acciones originales de los elementos vivientes son las protectoras
del sistema completo‖495. Pero ello lleva aparejada la consecuencia —al interior de lo
que Whitehead por cierto llama ―teoría conjetural‖ [conjectural theory]— de que ―un
nexo enteramente viviente no es una sociedad‖496. ¿Por qué?, ¿en qué sentido ―no es
una sociedad‖? en el sentido de que el nexo enteramente viviente no es una sociedad
corpuscular; esto es, no está compuesto de capas de objetos perdurables y por lo tanto
requiere de la protección de toda la sociedad a la que pertenece para poder sobrevivir.
Efectivamente, los objetos perdurables están ―personalmente‖ ordenados, su herencia
pasada pesa en ellos mientras que la vida ha de estar allende esos confinamientos: ―La
vida es una puja por la libertad: una entidad persistente enlaza cualquiera de sus
ocasiones a la línea de su linaje (...) el hecho raíz [root fact] es que ‗persistencia‘ es un
493
PR (147) Cursivas mías
PR (148) Rovira Armengol traduce ―when such nexus are regnant‖ como ―cuando en ella imperan esos
nexos‖ perdiéndose la tensión entre ―subservient‖ y ―regnant‖. Comillas de Whitehead y cursivas mías.
495
PR (148) He preferido ―las acciones originales de los elementos vivientes son las protectoras del
sistema completo‖ a ―las acciones que originan los elementos vivientes protegen a todo el sistema‖ [the
originative actions of the living elements are protective of the whole system]. Cursivas y numeración
mías.
496
PR (148) Cursivas mías
494
187
expediente mediante el cual una ocasión está peculiarmente constreñida por una sola
línea de linaje físico, mientras que ‗vida‘ significa novedad, introducida de acuerdo con
la Categoría de Reversión Conceptual‖497. En efecto, lo que hay que explicar es la
novedad, la originalidad de respuesta al estímulo y no la tradición, la pura herencia o
mera transmisión, que es lo propio de los nexos solamente físicos: ―Esto equivale a la
doctrina de que un organismo está ‗vivo‘ cuando en alguna medida sus reacciones son
inexplicables por cualquier tradición de pura herencia física‖498. Y con ello, por
consecuencia, pasa a colapsar toda la doctrina tradicional del alma como una entidad
que persiste en el tiempo. Ciertamente, la doctrina tradicional, al cargar todas las tintas
sobre la única línea de linaje que explicaría la persistencia del alma (antes de la vida,
durante la vida, después de la vida, poco importa) destaca, sin advertirlo, todas aquellas
características que harían del alma justamente una entidad no viva: ―La doctrina del
alma persistente con sus características permanentes es exactamente la respuesta
irrelevante para el problema que la vida presenta. Ese problema es ¿cómo puede haber
originalidad? Y la respuesta explica cómo el alma no necesita ser más original que una
piedra‖499. Al contrario, el nexo enteramente viviente goza de intensa experiencia
derivada del orden complejo del cuerpo animal material y no del simple ―orden
personal‖ proveniente de ocasiones pasadas con experiencia análoga. Hay intensidad sin
los grilletes del pasado. En suma, un nexo enteramente viviente hereda primero a partir
del medioambiente complejo provisto por el cuerpo animal y no de sus propias
generaciones previas. No obstante, un nexo enteramente viviente, aunque no social en
este sentido, ―puede mantener un hilo [thread] de orden personal a lo largo de alguna
ruta histórica de sus miembros. Una entidad persistente tal es una ‗persona viviente‘. No
es propio de la esencia de la vida el ser una persona viviente. En realidad, una persona
viviente requiere que su entorno inmediato sea un nexo viviente, no-social‖500. Esta
noción de ―persona viviente‖ es la que responde al concepto tradicional de ―alma‖ y (i)
el presupuesto nexo no-social vaga de parte a parte del cerebro heredando de aquellas
partes del propio cerebro que reportan actividad cerebral, mientras que (ii) la persona
viviente es el locus de control central unificado que reina sobre toda la sociedad
497
PR (149) He preferido ―introducida‖ a ―presentada‖ [introduced] Cursivas mías
PR (149) He preferido ―está ―vivo‖ ‖ a ―está en ―vida‖ ‖ [is ‗alive‘] Cursivas y comillas de Whitehead
499
PR (149) He preferido ―irrelevante‖ a ―inadecuada‖ [irrelevant] y ―presenta‖ a ―plantea‖ [presents]
Cursivas mías.
500
PR (153) Cursivas mías.
498
188
estructurada compleja que es la criatura viviente. ¿El detalle de estas relaciones?, en el
apartado siguiente y final de este capítulo.
Fisiología Psicológica
Este es el nombre que da Whitehead a la investigación acerca del tradicional problema
acerca de las relaciones entre alma y cuerpo. La fisiología física trata del aparato
inorgánico subordinado y la fisiología psicológica trata de los nexos enteramente
vivientes bajo tres capítulos: (i) en abstracción del aparato inorgánico, (ii) en sus
respuestas al aparato inorgánico y (iii) en las respuestas mutuas que se dan ambos.
Según Whitehead, si bien la fisiología física se constituyó como ciencia en el siglo XIX,
―la fisiología psicológica está todavía en proceso de incubación [sc. principios del siglo
XX]‖501.
Es menester recordar que una sociedad viviente y como tal estructurada,
comprende no sólo a su aparato inorgánico subordinado sino a muchos nexos vivientes,
al menos uno para cada célula. En efecto, ella incluye por cierto sociedades inorgánicas
subordinadas, tales como moléculas y electrones: es un cuerpo animal y, tendríamos
que presuponer entonces la fisiología psicológica propia a su instancia. ¿Qué pasa allí
con las ocasiones vivientes individuales? Rigiéndonos por la terminología que hemos
ido exponiendo, los pasos para aventurar una respuesta estarían guiados por las
siguientes preguntas: (i) Las ocasiones vivientes, en abstracción de las ocasiones
inorgánicas del cuerpo animal, ¿forman una sub-sociedad corpuscular, de tal suerte que
cada ocasión es miembro de una entidad perdurable con su orden personal?; en
particular, (ii) ¿se reduce esta sociedad corpuscular a la instancia extrema de tal
sociedad, a saber, a una sola entidad perdurable con su único orden personal? Sostiene
Whitehead que, hasta donde alcanza la evidencia y al menos por lo que respecta a la
célula, debería darse una respuesta negativa a ambas interrogantes. Ciertamente, lo que
hace la teoría de una entidad persistente con su correspondiente mentalidad heredada es
explicarnos por qué esta mentalidad debería estar dominada por su propio pasado.
Buscamos la originalidad y se nos da una razón para limitar esa originalidad. No, la
vida es una puja por la libertad. La misma objeción la podemos aplicar en el caso de
una sociedad corpuscular compuesta de muchas entidades persistentes diferentes, puesto
que el hecho básico es que ―persistencia‖ es un mecanismo en virtud del cual una
501
PR (148)
189
ocasión se halla sujeta a una sola línea de herencia física, mientras que ―vida‖,
repetimos, significa novedad introducida de acuerdo a la Categoría de Reversión
Conceptual. La objeción a la sociedad personal o la corpuscular es en el fondo la misma
porque equivale a la objeción a una o muchas tradiciones respectivamente, puesto que
un organismo está efectivamente ―vivo‖ cuando sus reacciones no se pueden explicar
por ninguna tradición de mera herencia física: ―La explicación por ‗tradición‘ es
meramente otra fraseología para la explicación por ‗causa eficiente‘. Requerimos una
explicación por ‗causa final‘ ‖502. Según la terminología de la Filosofía del Organismo,
una ocasión singular está viva cuando la aspiración subjetiva [subjetive aim] que
determina su proceso de concrescencia ha introducido una novedad de definidad que no
se halla en los datos heredados en la primera fase: ―La novedad ha sido introducida
conceptualmente y perturba el ajuste heredado ―de mera respuesta‖ [responsive] de las
formas subjetivas. Altera los ―valores‖, en el sentido que el artista da a ese término‖503.
Podríamos condensar esta idea afirmando que la vida, como tal, es una perturbación
estética. Las consecuencias que extrae Whitehead van, sin embargo, más allá. En efecto,
en abstracción de su cuerpo animal, un nexo ―enteramente viviente‖ de ningún modo
puede ser una sociedad puesto que la vida no es una característica definitoria: ―es el
nombre que damos a la originalidad y no a la tradición‖504. La mera respuesta a un
estímulo es una característica de todas las sociedades, ya sean inorgánicas u orgánicas;
acción y reacción están simplemente entrelazadas. Por cierto que el ser viviente
reacciona, pero lo propio de la vida, considerada en sí misma, es una reacción ―adaptada
a la captura de intensidad, bajo una gran variedad de circunstancias. Pero la reacción
está dictada por el presente y no por el pasado. Es el apresamiento [the clutch] de la
inmediatez vívida‖505. La última frase, ―It is the clutch at vivid immediacy‖ también
podría ser traducida como ―consiste en embragar hacia la inmediatez vívida‖. Y
creemos que es la idea de Whitehead, ya que si bien ―clutch‖ quiere decir ―asir,
apretar‖, no es el verbo que él suele utilizar para expresar esta idea, y en cambio―clutch‖
posee la llamativa acepción de ―pasar el embrague‖. Parece que Whitehead quiere
introducir un nuevo matiz (indicado con idea de dirección que implica la preposición
―at‖), algo así como ―pasar el cambio y seguir adelante‖.
502
PR (150) He preferido ―fraseología‖ a ―terminología‖ [phraseology]. Comillas de Whitehead.
PR (150) He preferido ―ha sido introducida conceptualmente‖ a ―se presenta conceptualmente‖ [is
introduced conceptually] Comillas de Whitehead y cursivas mías.
504
PR (150)
505
PR (150) Cursivas mías.
503
190
Nosotros ahora, en un nivel sociológico, nos atrevemos a sugerir otra
consecuencia o, al menos, una reflexión a la luz de estas ideas. ¿No cabe pensar de una
sociedad (en este caso manifestada en una ciudad particular) que, a lo largo de un
período significativo de tiempo, ha reaccionado siempre de la misma manera y sin
ninguna originalidad ante ciertos estímulos o situaciones del entorno ―vale decir por
―tradición‖ o ―tradiciones‖ heredadas― no cabe pensar, repetimos, que una sociedad
tal está simplemente muerta? ¿No es llamativo (si no filosófica al menos
sociológicamente) que, en un período comprobable de cien años, Santiago de Chile
haya sido simplemente incapaz de lograr un transporte público decente, de impedir que
sus propios ciudadanos destruyan sistemáticamente los árboles, ensucien y rayen los
espacios públicos y de terminar con los campamentos marginales? Según las categorías
de la Filosofía del Organismo el veredicto es llano y severo: Santiago de Chile es una
ciudad muerta ya que ha demostrado del modo más elocuente su impotencia para
desasirse de su mecánica, fatal y abrumadora herencia física. Dejamos sugerida la
reflexión.
Whitehead pasa a continuación a analizar otra característica definitoria de las
sociedades vivientes: su carácter depredador. ―Otra característica de una sociedad
viviente es que requiere de alimento. En un museo, los cristales se guardan en vitrinas;
en los parques zoológicos los animales son alimentados‖506. Si bien toda organización
social requiere de un ―juego recíproco‖ [interplay] con el entorno, no toda sociedad
requiere de la destrucción de otras sociedades elaboradas de su entorno para poder
persistir. Este es, sin embargo, el caso de las sociedades vivas: las sociedades que ellas
destruyen son justamente su comida: ―Esta comida se destruye disolviéndola en
elementos sociales algo más simples. Ha habido el robo de algo. Así, todas las
sociedades requieren de juego recíproco con su entorno; y en el caso de las sociedades
vivientes este juego recíproco toma la forma de robo‖507. De esta suerte, el sólo hecho
indesmentible de la vida suscita problemas morales agudos, pues ―el robo requiere de
justificación‖508.
¿Qué
justificación
ofrecerá
Whitehead?
Recapitulemos.
La
característica distintiva de una sociedad viviente es que constituye una estructura
compleja de sociedades inorgánicas entretejidas para la producción de un nexo no-social
506
PR (150) Cursivas mías.
PR (150) He preferido ―comida‖ a ―alimento‖ [food] y ―juego recíproco‖ a ―intercambio‖ [interplay]
Cursivas mías.
508
PR Ibid.
507
191
caracterizado por la intensa experiencia mental de sus miembros. Tal experiencia se
deriva del orden complejo del cuerpo animal material y no del orden “personal” simple
de las ocasiones pasadas con experiencia análoga y es por tanto una experiencia que
carece de la traba de la reiteración del pasado. Ahora bien, ¿dónde ―situar‖ esta
experiencia vital de novedad? La respuesta es sorprendente, en ninguna parte: ―La vida
es una característica del „espacio vacío‟ y no del espacio ‗ocupado‘ por cualquier
sociedad corpuscular. En un nexo de ocasiones vivientes hay cierta deficiencia social.
La vida acecha en los intersticios de cada célula viviente, y en los intersticios del
cerebro‖509. Así pues, por lo que respecta al funcionamiento del cuerpo animal, el
resultado total consiste en que la transmisión de influencia física, a través del ―espacio
vacío‖ que hay en él, no ha ocurrido en completa conformidad con las leyes físicas que
mantienen a dichas sociedades. Las moléculas que hay al interior del animal exhiben
ciertas peculiaridades de comportamiento diferentes a las exhibidas fuera de aquel
cuerpo. Con estas premisas pasa ahora Whitehead a describir la conexión entre
―comida‖ y ―vida‖. Si bien es cierto que a nivel inorgánico hay una pérdida de
estabilidad permanente ante la diversidad del entorno, en el caso de los organismos
vivos es la propia originalidad de respuesta la que provoca cambios internos: ―En el
campo físico de espacio vacío producido por la originalidad de las ocasiones vivientes,
tienen lugar disociaciones y asociaciones químicas que de otro modo no habrían
ocurrido. La estructura se ha averiado y está siendo reparada. La comida es ese
suministro que las sociedades altamente complejas toman del exterior y que, bajo la
influencia de la vida, entrará en las asociaciones necesarias para reparar el desgaste. La
vida, pues, actúa como si fuera un agente catalítico‖510. Ganado este terreno, podemos
avanzar hacia las sociedades que, en terminología de Whitehead, pueden alcanzar
―mentalidad personal‖511. Fijemos algunos términos con el fin de prevenir confusión y
plantear correctamente el problema. Es preciso considerar tres instancias: (i) Las
sociedades que Whitehead llama ―objetos perdurables‖ y que son aquellas que tienen
orden ―serial‖ o ―personal‖ y que perduran al modo como perdura una persona jurídica.
Sacrifican originalidad a cambio de persistencia; (ii) en el otro extremo un nexo
509
PR (151) Comillas de Whitehead y cursivas mías.
PR (152) Rovira Armengol omite traducir ―disociaciones‖ [dissociations]. He preferido ―se ha
averiado‖ a ―se deshace‖ [is breaking down] y ―sociedades altamente complejas‖ a ―sociedades
sumamente complicadas‖ [highly complex societies]. Cursivas mías.
511
PR (153) Como de costumbre Rovira Armengol traduce ―personal mentality‖ como ―espiritualidad
personal‖ haciendo ininteligible el desarrollo.
510
192
puramente viviente bullente de originalidad y desligado prácticamente de toda herencia
del pasado (este extremo es puramente ideal porque en la práctica estos nexos
enteramente vivientes pertenecen a sociedades estructuradas) donde cada momento sería
totalmente nuevo pero nada sería perdurable; (iii) pero frente a ellas tenemos como
hecho obstinado de la experiencia a la persona viviente: nosotros mismos, sin ir más
lejos. ¿Cómo puede perdurar algo que es nuevo cada vez?, ¿cómo decimos que la misma
persona es la que está viva? Si bien es cierto que no es ésta la pregunta habitual que nos
hacemos frente al fenómeno de la persona, ha sido el propio el desarrollo del
razonamiento de Whitehead el que nos ha llevado a la oposición entre la repetición que
asegura la persistencia de un objeto, por un lado y la vida como ―puja por la libertad‖
por el otro. John Cobb ha resumido espléndidamente este genuino dilema al que se ve
enfrentada aquí la propuesta whiteheadiana: ―We must ask, then, what makes endurance
possible without sacrifice of novelty, life, mentality‖512. ¿Podrá Whitehead escabullirse
de entre los cuernos?
Capítulo 13
LA MENTALIDAD HUMANA
Sabemos que aquel nexo viviente (no-social en virtud de su propia vida) puede soportar
un ―hilo‖ de orden personal a lo largo de alguna ruta histórica de sus miembros. Esta
entidad ―persistente‖ será una persona viviente. No es necesario que la vida encarne en
personas, pero lo crucial es que ―una persona viviente requiere que su ambiente
inmediato sea un nexo viviente no-social‖513. Pero si perdura o persiste es porque tiene
que haber alguna característica definitoria. En este caso, para salvar el momento de
originalidad propio de la vida, no queda sino que sea un tipo definido de prehensión
híbrida transmitida de ocasión a ocasión. Vale decir, aquellas que prehenden una
prehensión conceptual perteneciente a la mentalidad de otro sujeto. De este modo, según
Whitehead, la transmisión de pura originalidad mental (que a la postre sería
512
COBB Jr. John B. A Christian Natural Theology. Based on the thought of Alfred North Whitehead.
(20)
513
PR (153) Cursivas mías.
193
autodestructiva para el organismo en cuestión) ―recibe un carácter y una profundidad‖ y
es ―canalizada‖514 dando origen a una mentalidad personal. En el caso de los animales
superiores (Whitehead no hace ninguna distinción neta entre ellos y el hombre), a
diferencia de vegetales, células aisladas y formas elementales de vida, ―hay una
dirección central que sugiere que en ellos cada cuerpo animal alberga una persona o
personas vivientes. Nuestra propia autoconciencia es una percatación directa de
nosotros como personas de esta índole‖515. Estos pasos podrían compendiarse así:
ORDEN
FÍSICO
ORIGINALIDAD
MENTAL
PURA
ORIGINALIDAD
MENTAL
CANALIZADA
En el caso de la sociedad estructurada humana, dicha mentalidad es, en parte (i) el
resultado del cuerpo humano, en parte (ii) el agente singular directivo del cuerpo y en
parte (iii) un ―sistema de cogitaciones‖ [system of cogitations]516 que poseen una cierta
irrelevancia respecto de las relaciones físicas que mantiene el cuerpo. La Filosofía del
Organismo transforma el problema a que llevan las filosofías de raigambre cartesiana
cuando se ven enfrentadas al hecho patente de que en nosotros hay un cuerpo y una
mente unidos cuando lo entienden como dos substancias conectadas causalmente. Esta
conclusión es evitada ―gracias a las doctrinas de los sentires híbridos físicos y la de los
sentires transmutados. Por esas vías los sentires conceptuales pasan a la categoría de
sentires físicos. Y también de modo recíproco, los sentires físicos dan surgimiento a
sentires conceptuales y estos a otros sentires conceptuales‖517. Es una consecuencia
inevitable de las categorías básicas de la Filosofía del Organismo. En efecto, toda
actualidad es esencialmente dipolar física y mentalmente y la herencia física va
inevitablemente acompañada de una reacción conceptual que, (i) en parte se conforma
al pasado y (ii) en parte introduce un nuevo contraste relevante que agrega énfasis,
514
PR (153) ―Canalized‖, comillas de Whitehead que remite a la expresión a Bergson.
PR (153) Cursivas mías.
516
PR (154)
517
PR (335) Rovira Armengol no traduce ―físicos‖ en ―hybrid physical feelings‖. He preferido ―por esas
vías‖ a ―gracias a esto‖ [in these ways] y ―Y también de modo recíproco‖ a ―Por el contrario‖ [also
conversely]
515
194
evaluación y propósito. Es uno de los núcleos de toda la filosofía whiteheadiana. Cobb
lo ha compendiado brillantemente: ―For Whitehead every occasion has both a physical
and a mental pole. That means that every occasion prehends both past occasions and
eternal objects or possibilities‖518. Cada entidad actual es un vínculo único de pasado y
futuro, de repetición y novedad; todo lo demás es una complicación o complejización de
aquel hecho concreto radical. Esa integración de los lados físico y mental en una sola
unidad de experiencia es lo que llamábamos la ―autoformación‖, la condición de causa
sui o el proceso de concrescencia; son todas nociones sinónimas. Así, ―aunque la
mentalidad es no-espacial, la mentalidad es siempre una reacción desde y una
integración con la experiencia física que es espacial‖519. Ahora bien, en el caso de la
compleja sociedad estructurada que es el hombre, nos enfrentamos al hecho de que, en
nosotros, conviven millones de millones de centros de vida (nuestras células), de tal
suerte que lo que hay que explicar no es la disociación sino el control unificado en
virtud del cual tenemos ―no sólo un comportamiento unificado (...) sino también
conciencia de una experiencia unificada‖520. Para Whitehead, y sin menoscabo de que
haya varios centros de control en el cuerpo humano puesto que difícilmente alguno de
ellos puede ser identificado ―con el centro de la experiencia‖521, el órgano de control es
el cerebro. Si hay algo como ―un alma‖, debe estar en el cerebro. A diferencia de otros
seres vivientes (plantas y organismos más simples donde la coordinación completa
puede calificarse de ―democracia‖522), en el caso del hombre hallamos una suerte de
―presidencia‖. Sostiene Whitehead que hay una ―personalidad que preside‖ [presiding
personality] que recibe los influjos a través de los canales de herencia que confluyen
desde el cuerpo hasta el cerebro y que, recíprocamente, afectan al cuerpo por las
reacciones que produce esta ―ocasión que preside‖ [presiding occasion]: ―Gracias a la
delicada organización del cuerpo, hay un reflujo de influencia, una herencia de carácter
derivada de la ocasión que preside y que modifica a las ocasiones subsiguientes a través
del resto del cuerpo‖523. Ahora bien, así como antes había sostenido (y de modo
totalmente consecuente con toda su propuesta filosófica) que la división entre ―vivo‖ y
518
COBB (14)
PR (154) Cursivas mías. Como siempre traducimos ―mentalidad‖ donde Rovira Armengol indica
―espiritualidad‖.
520
PR (155)
521
PR (155)
522
PR (155)
523
PR (155) He preferido ―a través del‖a ―a lo largo del‖ [through]
519
195
―no vivo‖ no era en absoluto nítida, aplicará ahora el mismo razonamiento frente a la
diferencia que hay entre la perduración de un objeto material y la perduración de un
carácter. Quizá la fuerte distinción que aplicamos entre la permanencia de la Cordillera
de los Andes y la permanencia de Gorgias Romero sea, después de todo, sólo verbal:
―Así pues, la cuestión de si acaso deba llamarse a un objeto persistente una transición de
materia o de carácter es en gran parte una cuestión verbal‖524. Esta misteriosa ocasión
que preside (Whitehead también habla de ―miembro dominante‖525) es un nodo: ―Así,
en un cuerpo animal, la ocasión que preside, si es que la hay, es el nodo final o
intersección de una estructura compleja de muchos objetos persistentes‖526 (...) ―es por
razón del cuerpo, con su milagro de orden, que los tesoros del entorno que ha pasado
son derramados sobre la ocasión viviente‖527. Whitehead es muy consciente de los
problemas realmente graves que conlleva su solución. ¿Por qué ha titubeado al indicar
―si es que la hay‖ [if there be one] una ocasión que preside? No es difícil apreciarlo. Si
lo que define a una ocasión de experiencia es justamente su fugacidad, es contrario a
toda la lógica del sistema plantear una ocasión que preside o domina. Las ocasiones son
y dejan de ser incesantemente y por tanto mal cabe suponer a una sola ocasión que
―presida‖ o ―domine‖. Como lo señala Cobb, ellas son un puro recibir: ―it becomes only
in this receiving‖528. Quizá sea por ello que hacia el final de la obra (V Parte,
Interpretación Final Cap. Los Opuestos Ideales), donde explícitamente está
recapitulando, utilice esta expresión (sin duda mucho mejor que la anterior): “ruta
percipiente final [final percipient route]‖529. Ello sí es plenamente coherente con todo su
planteamiento. De hecho, en Aventuras de las Ideas, que es inmediatamente posterior a
Proceso y Realidad, utiliza consecuentemente los términos ―sociedad dominante‖, ―la
estrictamente única sociedad personal‖, ―sociedad personal viviente‖530 y, más adelante,
―una sucesión personal‖531. Así entonces, lo que llamamos ―personalidad‖ e ―identidad
personal‖ son, a la postre, una ruta, una huella donde se repite un carácter. Aún así,
quedan cabos sueltos por anudar en su propuesta. ¿Cómo es que las ocasiones mentales
524
PR (155)
PR (147) ―dominant member‖.
526
PR (156) Rovira Armengol traduce ―node‖ como ―nudo‖ (¡) Cursivas mías.
527
PR (456) He preferido ―por razón del‖ a ―a causa del‖ [by reason] y ―los tesoros del entorno que ha
pasado‖ a ―los tesoros del ambiente pasado‖ [the treasures of the past environment]
528
COBB (23) Cursivas en el original.
529
PR (456) Cursivas mías.
530
AI ―the dominant society‖, ―the only strictly personal society‖ (206), ―a personal living society‖ (208)
531
AI ―the personal succession‖ (215)
525
196
―heredan‖ para constituir algo así como la mentalidad humana?, ¿por qué nos resistimos
a aceptar que algo así como ―el alma‖ sea la mera perduración repetitiva de algo?, si
distintas ocasiones pasan incesantemente a través de la misma ―ruta‖, como en una
atestada autopista ¿cómo es que nos sentimos ―los mismos‖?, ¿dónde está la ruta?, ¿por
dónde pasa? Son preguntas que espontáneamente se agolpan ante nosotros. Whitehead,
consciente de la magnitud del asunto, nos ha legado el siguiente párrafo en Aventuras de
las Ideas: ―En nuestro recuento de la experiencia humana hemos atenuado la
personalidad humana hasta una relación genética entre ocasiones de experiencia
humana. Empero, la unidad personal es un hecho ineludible (...) Cualquier filosofía
debe proporcionar alguna doctrina acerca de la identidad personal‖532. Y ha respondido
que la identidad de la persona se debe a la herencia de un carácter común a través de las
ocasiones sucesivas. Se puede apreciar que esto es una aplicación especial al caso de la
personalidad humana del principio general en virtud del cual se define todo orden
social. Nótese que contiene dos aspectos: (i) La insistencia en un carácter común y (ii)
la transmisión de ese carácter de miembro a miembro de la sociedad. Pero con ello no
hemos hecho más que ahondar la paradoja, ya que la personalidad viviente pasa a ser
descrita en los mismos términos que una piedra (lo que el propio Whitehead quería
evitar): lo propio de la vida es la novedad y no la repetición de un patrón. Si incluso una
célula no podía ser considerada simplemente un objeto persistente por cuanto estaba
―viva‖, ¿cuánto menos lo que llamamos ―alma‖?, ¿cómo ―si en ella, en la personalidad
o la conciencia que en este nivel de análisis pueden ser considerados sinónimos, hay de
sobra mucha más ―novedad‖ que en una célula― podemos apelar a la herencia de un
carácter común para explicar su identidad a través del tiempo? Cobb reconoce que si
ésta fuese la última palabra, toda la propuesta de Whitehead estaría ―en serios
problemas‖533. Lo reconocemos así y, consecuentemente, acogemos la sugerencia que
da Cobb para salir de este atolladero haciendo una discriminación en el concepto de
―herencia‖534. Tiene que haber un modo distinto de heredar al de los sentires
conformativos para que haya una genuina persistencia de identidad personal viviente.
Dos pasajes clave de Proceso y Realidad nos dan señales al respecto: ―Nosotros
―como objetos perdurables con orden personal―
532
objetificamos las ocasiones de
AI (186) Mi traducción.
COBB (37)
534
Para el tratamiento detallado de esta cuestión cf. COBB Cap. 2 The Human Soul (18-49)
533
197
nuestro propio pasado en nuestro presente inmediato con una completitud peculiar‖535
y, mucho después, en la última sección: ―Una personalidad perdurable en el mundo
temporal es una ruta de ocasiones en la cual los sucesores resumen a sus predecesores
con alguna completitud peculiar‖536 ¿En qué puede consistir esta ―completitud
peculiar‖ [peculiar completeness]? El hecho de que al menos se la califique de
―peculiar‖ hace pensar que no se trata simplemente de la herencia puramente física
común a todo objeto perdurable. En este caso, cada ocasión objetifica a su predecesor
exclusivamente por el polo físico y tales prehensiones son únicamente de ocasiones
contiguas. La influencia de los miembros anteriores del objeto perdurable tiene que
estar mediada a través de los más recientes. En una persona viviente, por el contrario,
los polos mentales de las ocasiones pasadas son de primaria importancia para su
objetificación y sus correspondientes prehensiones no están sujetas a la condición de la
contigüidad. Whitehead sugiere esta prehensión directa de otro polo mental (que a
primera vista parecería incongruente con su doctrina que sólo reserva para Dios la
precedencia del polo mental frente al físico) refiriendo a dos situaciones de la vida
diaria de las cuales si bien una de ellas es discutible y la otra bastante común, es forzoso
reconocer que ambas poseen apoyo empírico y evidencia de primera mano. Con ello
notamos también la constante voluntad de Whitehead de aceptar o incluir ―hechos
obstinados‖ aún a costa de introducir excepciones a las reglas de su sistema. Las dos
situaciones en las cuales es lícito suponer la prehensión o captación directa de otra
mentalidad sin mediar de la contigüidad del cuerpo son la (i) telepatía y (ii) lo que
llamamos vulgarmente el ―captar una mala o buena onda‖ (como cuando decimos sin
más que, al entrar a un lugar, el ambiente ―se cortaba con cuchillo‖ o que ―uno se sentía
bien al entrar‖): ―Esta conclusión [sc. que es posible concebir la objetificación
inmediata de un polo mental] tiene algún apoyo empírico, tanto a base de la evidencia
en pro de casos peculiares de telepatía como de la aprehensión instintiva de un tono de
sentir en el trato social ordinario‖537. Se trata de extender estas ideas al propio caso
ahora y sostener que puede haber objetificación directa de muchas, si no de todas, las
ocasiones pasadas de mi propia persona. Ésta, que es la interpretación de Cobb, se basa
535
PR (222) He preferido ―objetos perdurables‖ a ―objetos duraderos‖ [enduring objects] y ―con una
completitud peculiar‖ a ―de modo peculiarmente completo‖ [peculiar completeness]. Cursivas mías.
536
PR (470) He preferido ―una personalidad perdurable en el mundo temporal‖ a ―una personalidad
duradera del mundo temporal‖ [an enduring personality in the temporal world] y ―completitud peculiar‖ a
―completez peculiar‖ [peculiar completeness]. Cursivas mías.
537
PR (415)
198
en el hecho radical de la memoria como el depósito de mis recuerdos: ―My sense of
personal identity with my past seems to me depend upon memory. I think of myself as
remembering my own past experiences but not as remembering the past experiences of
other persons or of any other entities‖538. De este modo es concebible una completitud
peculiar por lo que refiere a mi propia vida, con lo que pasaría a nivel secundario la
repetición de una misma característica, la que, sabemos, exige de contigüidad. Tampoco
es necesario hacer que la identidad personal dependa exclusivamente de la prehensión
inmediata de todas las ocasiones pasadas de la persona en cuestión. Se trata tan sólo de
que todas aquellas ocasiones de experiencia pasadas estén potencialmente disponibles
para el recuerdo. Sea como sea, esta intepretación es fiel a la sugerencia de que es
posible captar directamente el polo mental de una ocasión pasada. No podemos mejorar
el resumen que el profesor Cobb hace de su intepretación de la ―peculiar completitud‖
que conforma la experiencia personal: ―Personal identity obtains whenever there is a
serially ordered society of primarily mental occasions (a soul) in which each occasion
actually or potentially prehends unmediately the mental poles of all its predecessors‖539.
Esta lectura empero
Whitehead—
—y si bien plausible y concordante con lo propuesto por
se ha ofrecido como alternativa a su doctrina de la identidad personal
como perduración de un carácter a través de una ruta de ocasiones. Pero nosotros, de
acuerdo a la metodología que nos hemos impuesto, debemos seguir la lectura del propio
Whitehead no bien sea incluso extraña a captaciones del sentido común. El excursus que
hemos hecho deteniéndonos (y no exhaustivamente) en la exégesis de Cobb tenía como
motivo aclarar un punto delicado y quizá sin desarrollar en Proceso y Realidad, puesto
que la ―peculiar completitud‖, si es que la hay, no es entendida así por Whitehead. Él se
ha preguntado seriamente si acaso la distinción entre perduración de materia o
perduración de carácter no es sólo verbal. Incluso ha titubeado al preguntarse ―si es que
hay una ocasión que preside‖ y hemos visto que en el mismo texto ha desechado esa
terminología a favor de la ―sociedad o ruta de ocasiones‖. Es menester ahora, como
contrapeso y ejercicio de nuestra propia consigna de aceptar lo que está escrito, tratar de
comprenderlo. Nuevamente, creemos, no es necesario ir más lejos que a la experiencia
ordinaria (quizás las paradojas sean sólo aparentes). Hay una ruta de sucesos que ha
sido nuestro cuerpo. Tomamos una foto de cuando éramos niños y decimos ―ese soy
538
539
COBB (38)
COBB (41)
199
yo‖, pero ¿soy yo?; de ese cuerpo ya no queda nada y, por cierto, no la semejanza.
Hecho que se verá patéticamente magnificado si es que, eventualmente, llegamos a la
ancianidad. Por tanto es mucho más fiel a los hechos llamar a ―mi‖ cuerpo una ruta,
camino o secuencia de sucesos que muestran un cambio ostensible al paso del tiempo.
Es muy conocido el hecho de que en biografías o entrevistas se coloca una foto de
infancia del personaje en cuestión que, cuando corresponde a la etapa escolar y está
entre otros muchos hay que indicar con una flecha por la simple razón de que sería casi
imposible reconocerlo sin esa ayuda. Se dirá, ―es accidental, es la misma persona la que
va por dentro‖. Pero, ¿es la misma?, ¿quién no ha tenido la experiencia de encontrar o
de que le muestren un escrito de un tiempo considerablemente anterior y que
simplemente no lo reconozca y exclame ―¡Cómo pude haber escrito algo así!‖? o, en el
ámbito afectivo ¿quién no ha sentido alguna vez lo que dice la canción, ―fuiste tantas
cosas a la vez, que hoy me cuesta creer que no seas nada‖? Un celebérrimo poema ha
calado también en esta verdad: ―Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos‖540.
Las personas cambian, y ese es un hecho tan irreductible como el anterior que afirma
que todos nos sentimos los mismos pese al paso del tiempo. Pero, miradas fríamente las
cosas, ¿no se ajusta más a los hechos, pese a lo que nos aferramos a creer, el reconocer
que nuestra vida no ha sido sino el camino que eso que llamamos ―yo‖ ha seguido?, ¿no
será que en el caso de nuestra propia historia se repite aquello del cuento del ―mismo
cuchillo que ha estado en la familia desde el tiempo de mis abuelos, ¡claro, que de
cuando en cuando se le ha cambiado el filo y el mango, pero es el mismo!‖? Whitehead
acepta la consecuencia: lo que llamamos ―alma‖ es una sociedad, una ruta de ocasiones.
Ocasiones especiales de un animal de alto grado de desarrollo y que heredan de una
maquinaria
extraordinariamente
sofisticada
perdurando
o
manteniendo
un
carácter...pero nada más. La perduración de la mente no es más que un ejemplo especial
del principio general que informa al cuerpo: ―La mente humana es así consciente de su
herencia corporal. Hay también un objeto perdurable formado por la herencia de una
ocasión que preside a otra ocasión que preside. Esta perduración de la mente es
únicamente un ejemplo más del principio general sobre el cual está construido el
cuerpo‖541. ¿Qué es pues, y si cabe la pregunta, dónde está esa ruta percipiente final?
Las propias categorías que ha ido construyendo llevan a Whitehead a una respuesta
540
Pablo Neruda, Poema 20
PR (156) Una vez más todo el párrafo se desvirtúa porque Rovira Armengol traduce ―human mind‖
como ―espíritu humano‖.
541
200
necesariamente vaga y, diríamos, melancólica. Por de pronto, no puede haber ningún
lugar preciso, sino sólo uno general: el cerebro. Y dentro él, como ―asiento‖ de la vida
personal, el ―espacio vacío‖, los ―intersticios‖... ¿y nosotros mismos? Un hilo que vaga,
un sucederse sin lugar fijo ni reposo, en varias partes en medio de ese espacio vacío.
Una ―ruta‖ sin duda singular porque no va a ninguna parte ni hace nada, simplemente
recibe y entrega. En este extremo del esfuerzo filosófico, el lenguaje sólo puede
aventurarse con el ―quizá‖ de la conjetura y echar mano de las profundas intuiciones
poéticas o religiosas. Whitehead resume su propuesta y no titubea en recurrir a los
Evangelios para ilustrar en este caso la idea de esa pura gratuidad que alcanzamos a
distinguir en nuestro acontecer íntimo y que nos recuerda a los lirios del campo que
sobrepujaban a Salomón en esplendor: ―La ruta de ocasiones percipiente final es quizá
[perhaps] algún hilo de acaeceres que vagan en el espacio ―vacío‖ en medio de los
intersticios del cerebro. No trabaja ni hila. Recibe del pasado; vive en el presente‖542. El
fruto final de esta doctrina de la ruta de ocasiones puramente viviente no deja de tener
un cierto sabor amargo. Así es. Aparte de nuestro natural egoísmo y apego al propio yo,
toda la evidencia disponible apunta al hecho de que a nuestra alma no le es posible
existir sin el entorno provisto por el cuerpo. De ahí el lamento de la voz maestra de
nuestro folcklore: ―Cuando se muere la carne, el alma se queda a oscuras‖543.
Capítulo 14
INTERMEZZO
ACERCA DEL TÍTULO DE PROCESO Y REALIDAD
La lectura tradicional: Susinos Ruiz
Parecería ocioso detenerse a cavilar sobre el sentido del título de esta obra filosófica ya
proverbialmente compleja. Por demás, ¿qué más obvio? ―Proceso y Realidad‖ indica el
contenido total de la obra. Más todavía, busca desde el inicio mostrarnos que ambos
542
543
PR (456) La referencia tácita es a Mateo 6:28 y Lucas 12:27. Comillas de Whitehead, cursivas mías.
Violeta Parra, Rin del Angelito.
201
conceptos se identifican y que allí afinca la novedad: la realidad, en el fondo, es
proceso. Así pues, hemos comprendido la relación que implica la conjunción ―y‖ como
indicando una simple sinonimia. ―Proceso‖ y ―realidad‖ serían simplemente
intercambiables y se trataría de un caso donde la conjunción equivale a identidad. Y así
en efecto lo entendió Susinos Ruiz en su estudio pionero y una larga tradición de
intérpretes junto a una lectura comúnmente aceptada a nivel masivo: ―No se olvide que
el título de la obra fundamental del Whitehead, Proceso y Realidad, donde viene a
sostener, no sólo la realidad del proceso, sino también el proceso de toda realidad‖544.
De ser así se seguiría que la ―y‖ cumple una función puramente retórica por cuanto
ambos términos de la relación serían idénticos y entonces ―Proceso y Realidad‖ podría
ser formalizado como ―A y A‖, lo cual es perfectamente posible. En el fondo se
ocuparían dos términos distintos para designar una misma noción y el significado del
título equivaldría a las relaciones que hay entre proceso y realidad y que serían, a la
postre, relaciones entre lo mismo y lo mismo, puesto que ―A = A‖. La ―y‖ los separaría
de una manera puramente aparente y Whitehead, utilizando un título similar al célebre
de ―Apariencia y Realidad‖ de Bradley, estaría significando exactamente lo contrario.
En efecto, en el caso de Bradley sí que salta a la vista que ambos términos indican
nociones no sólo diferentes sino contrapuestas: la apariencia no es la realidad y su
formalización tomaría la forma ―A y B‖ puesto que ―A  B‖. Ahora bien, ¿es tan seguro
que Whitehead tuviese en mente una pura intención retórica al separar con la ―y‖
proceso y realidad?, ¿qué tal si aquí también los términos ―proceso‖ y ―realidad‖
apuntan a nociones distintas como en el caso de Bradley? Por último, ¿no fue el propio
Whitehead quien advirtió que la pequeña palabra ―y‖ es un ―nido de ambigüedades y
una trampa mortal para la precisión del razonamiento‖?: ―For example, the little word
and is a nest of ambiguity. It is very astounding how slight has been the analysis of the
ambiguities of words expressive of conjunctions. Such words are the death-traps for
accuracy of reasoning‖545. Creemos que sí, y como prueba de las ambigüedades y
peligros que en la ―y‖ pueden anidar vamos a ofrecer tres interpretaciones adicionales
diferentes del señalado título (y es indudable que puede haber más): la de Harry
544
545
SUSINOS RUIZ (35)
Modes of Thought III (53) Cursivas de Whitehead.
202
Kohlsaat Wells546; la de Victor Lowe547 y la de Donald Sherburne548. Veámoslas en
detalle.
Tres lecturas más profundas: Wells, Lowe y Sherburne
Wells. Se trata de un estudio crítico (básicamente desde la óptica hegeliana) y cuya tesis
central puede resumirse así: por enfrentar Whitehead el fenómeno del proceso provisto
del método tradicional de pensamiento que se basa en los principios de identidad y nocontradicción se habría visto en la necesidad de recurrir a Dios, los Objetos Eternos y la
armonía preestablecida. O, lo que es lo mismo visto desde otro punto de vista, al valerse
frente al mundo dinámico presentado por la física contemporánea de un método
diseñado para trabajar con un contenido estático —al modo como opera la física
tradicional— Whitehead habría pecado de lo que él mismo criticara tantas veces:
bifurcación. Esta vez, entre método y contenido. Pero hay más, sería justamente esta
incongruencia la que habría asegurado la necesaria continuidad entre la filosofía de la
naturaleza y la cosmología whiteheadianas: ―In attempting to deal with process by
rooting method in principles of identity and non-contradiction, Whitehead was
attempting the well-nigh impossible. It is little wonder that he was impelled to call on
God, eternal objects and pre-established harmony. In short, his speculative cosmology
is implied in his philosophy of nature because the method employed in the latter is
unequal to the task. He was attempting to employ a method designed to deal with a
static content on the dynamic world presented by contemporary physics‖549. En efecto,
la contradicción indisoluble entre método y contenido afincadas en la primera habrían
forzado a postular las soluciones de la segunda. Según Wells, sería sólo una lógica al
modo como Hegel la plantea en la Ciencia de la Lógica la que evitaría esas
incongruencias y permitiría tratar las categorías del proceso en sus propios términos:
―The lesson to be learned is that method must be brought into line with content; that a
method must be developed which will be adequate to deal with process in its own terms
—that is, without attempting to find something static, eternal, and unchanging.‖ (...)
―Whitehead himself might have been to recognize that contradiction between traditional
method and process had he gone to Hegel‘s criticism of formal logic in The Science of
546
WELLS Harry Kohlsaat Process and Unreality. A Criticism of Method in Whitehead‟s Philosophy.
King‘s Crown Press. Columbia University, New York 1950.
547
Understanding Whitehead, Baltimore, MD, The Johns Hopkins University Press 2ª ed. 1966.
548
A Key to Process and Reality, The University of Chicago Press. Chicago and London 1966.
549
WELLS (vii) Cursivas mías.
203
Logic or the Logic of the Encyclopedia. Recognizing the difficulty, he might have been
led further, perhaps partly through Hegel, to develop a new method‖550. Una vez más, y
como muchos lo han notado y el propio Whitehead confesara públicamente, habría sido
su ignorancia de Hegel la que, a la postre, le habría impedido ver las inconsistencias de
su propio sistema. No es el caso de examinar las relaciones de Whitehead con Hegel551
ni de criticar el libro de Wells, aunque me parece justo apuntar que si una
caracterización de Process and Reality como una gigantesca doctrina acerca de la
experiencia sin restricciones es, grosso modo, aceptable, entonces un paralelo con la
Fenomenología del Espíritu, cuyo título original iba a ser precisamente ―Ciencia de la
Experiencia de Conciencia‖ (――Ciencia de la Experiencia de la Conciencia‖ era, en
efecto, como ya se ha señalado, el título primitivo que Hegel había escogido para su
libro. Que luego lo reemplazara por el de ―Fenomenología del Espíritu‖ no significa que
el primero dejara de tener sentido‖552) se presenta como plenamente justificado y
tórnase mucho más nítido si se consideran en conjunto
—tal como Whitehead
recomendara— Science and the modern World, Process and Reality y Adventures of
Ideas. Ni falta hace decir que el gran libro de Hegel engloba igualmente las líneas
epistemológica (Science and the modern World), metafísica (Process and Reality) e
histórica (Adventures of Ideas). Volviendo a la crítica que Wells despliega contra
Whitehead, vemos que aquellas incongruencias recién señaladas habrían tomado la
forma de irreductibles pares de opuestos relacionados externamente; muy en particular,
la relación externa que en su filosofía de la naturaleza habría tomado la forma de una
oposición insoluble entre ―objetos‖ y ―eventos‖ y que se habría expresado luego en su
cosmología entre ―Objetos Eternos‖ y ―ocasiones actuales‖. La coordinación entre
ambos planos, nuevamente externa, sólo habría sido posible apelando a Dios. Desde
aquí se hace visible la lectura (peligrosa y apresurada a mi juicio) y significado que
puede darse al título de Process and Reality: ―proceso‖ y ―realidad‖ corresponderían a
opuestos máximos irreconciliables y externamente coordinados. Todavía más, el plano
de la ―realidad‖ sería equivalente al de los ―Objetos Eternos‖ (en definitiva, a Dios en su
―naturaleza primordial‖). Así, ―proceso‖ y ―realidad‖, lejos de identificarse,
permanecerían necesariamente ajenos y opuestos entre sí: ―It is this absolute opposition
550
WELLS (vii-viii) Cursivas mías.
Para tal efecto, véase LUCAS The Rehabilitation of Whitehead, ―Whitehead, Hegel, and the
Philosophy of Nature‖ (93-108)
552
DE LA MAZA Luis Mariano. Lógica, Metafísica, Fenomenología. La Fenomenología del Espíritu de
Hegel como introducción a la Filosofía Especulativa. Ediciones PUC. Santiago de Chile 2004 (23)
551
204
which lies at the base of Whitehead‘s system. It runs throughout his natural philosophy
in the form of ―events‖ and ―objects‖, and throughout his speculative cosmology in the
form of “process” and “reality” or “eternal objects”. There can be no solution of the
problem of their relation other than by an appeal to a deus ex machina‖. (...) ―Not being
internally or constitutively related, the opposites in the form of ―events‖ and ―objects‖,
“process” and “reality”, require an external coordinating agency. This in essence is my
criticism of Whitehead‘s philosophy; but with the addition that it was his acceptance of
traditional method which led him to establish the dualism of absolute opposites‖553.
Todo esto, sin embargo, es bastante difícil de reconciliar con las repetidas y tajantes
afirmaciones de Whitehead en cuanto a que lo finalmente real son las ―entidades
actuales‖ y no los ―Objetos Eternos‖, ya que éstos, desde el momento en que
representan a los potenciales puros, carecen de actualidad: ――Actual entities‖ —also
termed ―actual occasions‖— are the final real things of which the world is made up.
There is no going behind actual entities to find anything more real‖ 554 (…) ―That an
eternal object can be described only in terms of its potentiality for ‗ingression‘ into the
becoming of actual entities; and that its analysis only discloses other eternal objects. It
is a pure potential‖555 Wells ha hecho una inversión perfecta del planteo whiteheadiano
y en ello me parece ver un punto crucial de la debilidad de su crítica.
Lowe. Las indicaciones que nos ofrece para interpretar el significado del título de
Process and Reality surgen a la luz de una comparación con la filosofía de Bergson en
la que habremos de extendernos con el fin de contextualizarlas.556 Lowe defiende una
clara contraposición entre el filósofo francés, quien es caracterizado por la dualidad de
su doctrina, y Whitehead, con su propuesta integradora y llega a afirmar que es
desastroso para la comprensión de la doctrina whiteheadiana el definirla en términos
bergsonianos: ―It is fatal to the understanding of Whitehead‘s constructive metaphysical
effort to define it in Bergsonian terms‖557. En apoyo de ello, presenta las siguientes
diferencias que, en cada caso, hemos complementado con observaciones personales
apoyadas con referencias textuales a Whitehead que no se hallan en el estudio de Lowe:
553
WELLS (147-8) Cursivas mías.
.PR (27) Cursivas mías.
555
PR (34) Cursivas mías.
556
LOWE, The Third Period of Whitehead‘s Work, c. 1924-1947, apartado X (257-263)
557
LOWE (257)
554
205
(i) La posición de ambos frente a la relación entre física y metafísica. Bergson mantiene
una posición de rechazo frente a la ciencia física de su tiempo: siendo el dato último de
la ciencia la materia, aquella aplicaría el espacio como forma última sobre las cosas
desde el momento en que no puede tratar con el tiempo que, a su vez, pertenecería a la
esfera metafísica. Whitehead, por el contrario, habría buscado desde el principio una
posición integradora para dar cuerpo a la filosofía de la naturaleza y los principios de
conocimiento natural en un estudio metafísico: ―I hope in the immediate future to
embody the standpoint of these volumes‖ (sc. The concept of Nature y The Principle of
Relativity)558
(ii) Los tópicos filosóficos abordados por ambos. Por lo que toca a Bergson, temas tales
como nuestra conciencia del tiempo y del espacio; la acción recíproca entre la mente y
el cuerpo; la fuerza que anima la evolución; la evolución misma; las fuentes de la
moralidad y la religión, entre otros, (y que Lowe circunscribe correctamente al interior
de las problemáticas suscitadas por los sistemas de Descartes, Kant y Spencer), no
tienen paralelo en fuerza y protagonismo en la doctrina de Whitehead. Es más, en el
prefacio mismo de Process and Reality se toma distancia explícita y enfática frente a los
problemas ―tradicionales‖ de la filosofía: ―It must be thoroughly understood that the
theme of these lectures is not a detached consideration of various traditional
philosophical problems which acquire urgency in certain traditional systems of
thought‖559
(iii) La actitud frente al intelecto. Para Bergson, la ―espacialización del universo‖ en
categorías estáticas es una necesidad inherente al intelecto humano que, de suyo, ve
cerradas las puertas que le permitirían acceder a una comprensión del fluir,
característica definitoria y final de la realidad. Whitehead, por el contrario, restringe la
afirmación a un modo de proceder —todo lo erróneo que se quiera— de la filosofía
tradicional al amparo de categorías aristotélicas afines a un lenguaje accesible, pero no
la extiende a un proceder necesario a la hora de pensar el fluir. Es en este punto donde
separa aguas con Bergson: ―On the whole, the history of philosophy supports Bergson‘s
charge that the human intellect ‗spacializes universe‘; that is to say, that it tends to
ignore the fluency, and to analize the world in terms of static categories. Indeed Bergson
went further and conceived this tendency as an inherent necessity of the intellect. I do
558
559
Prefacio a la segunda edición de An Inquiry into the Principles of Natural Knowledge
PR Prefacio (vii) Cursivas mías.
206
not believe this accusation; but I hold that ‗spatialization‘ is the shortest route to a clearcut philosophy expressed in reasonably familiar language‖560. En efecto, como veremos,
Whitehead mantiene que la intelectualización misma es necesariamente inherente al
esfuerzo filosófico e inseparable de él. En un elocuente pasaje del epílogo de Modes of
Thought llega a aceptar la denominación de ―mística‖ para la filosofía, por cuanto el
misticismo consiste en ―mirar directamente en el interior de profundidades aún no
llevadas al habla‖: ―If you like to phrase it so, philosophy is mystical. For mysticism is
direct insight into depths as yet unspoken. But the purpose of philosophy is to
rationalize mysticism: not by explaining it away, but by the introduction of novel verbal
characterizations, rationally coördinated‖561
(iv) La posición que ocupa el flujo. Para Bergson, el perpetuo fluir es la característica
definitoria de la realidad. Para Whitehead, por el contrario, el heracliteano
es sólo una de las ―generalizaciones últimas‖ en torno a la cual ha de construirse su
sistema filosófico, debiendo tener como necesaria oposición la contraria, la idea de
permanencia: ―(...) the flux of things is one ultimate generalization around which we
must weave our philosophical system. (...) But there is a rival notion, antithetical to the
former. (...) This other notion dwells on permanences of things‖562. La conjugación de
ambas, en tanto intuiciones de la profundidad de las cosas en una ―experiencia integral‖
ha sido patrimonio de las intuiciones religiosas de la humanidad; la filosofía, según ya
hemos visto, habrá de llevarla al habla valiéndose de nuevos vocablos: ―The best
rendering of integral experience, expressing its general form divested of irrelevant
details, is often to be found in the utterances of religious aspiration‖563. Siendo
Whitehead tan explícito y claro al respecto, llama la atención lo mal comprendida que
ha sido su filosofía al encasillarla unilateralmente en la noción del perpetuo fluir.
Notando ello, se preocupó de insistir hasta el final de su vida académica en la
inseparabilidad entre lo fluyente y lo estático; más precisamente, en que el proceso es lo
que es, por razón de su forma, que pasa a ser, la esencia misma del proceso: ―The
necessity is, in a sense, static; but it is the static form of functional process. The process
is what it is by reason of its form, and the form exist as the essence of process‖564
560
PR (319) Cursivas mías.
MT Epílogo (174)
562
PR (317-8)
563
PR (318) Cursivas mías.
564
―Remarks‖ The Philosophical Review, vol 46, N° 2, March 1937 (186) Cursivas mías.
561
207
(v) La diferente posición frente a la continuidad del proceso. Para Bergson la
continuidad del proceso es un hecho fundamental y por ello cada instancia estática que
podamos distinguir surge por la intromisión artificial de nuestros actos de atención o en
virtud de algún análisis emprendido. Whitehead, al igual que James, mantiene la
posición de que la continuidad del proceso se manifiesta a nuestro nivel consciente, pero
que realmente aquél procede por ―gotas de experiencia‖, complejas e indivisibles, no
bien que analizables mediante distinciones de razón. De hecho, toda la Teoría de la
Prehensión de Process and Reality no es más que el despliegue que aquél análisis.
(vi) La esfera de aplicación de los principios. Mientras Whitehead los aplica y entiende
vigentes en todo lo existente o esfera completa de la realidad, Bergson los restringe a la
esfera espiritual y, a lo más, viviente. Así, Whitehead —firmemente alineado con el
nuevo realismo en su rechazo a la ―tradición antropocéntrica‖—
sostiene que la
conciencia es más bien un hecho aislado y e incluso ―escaso‖; no bien sea un poco
desorientador el llamarla ―corona de la experiencia‖, ya que eso parece dar primacía,
justamente, a la esfera humana: ―Mental activity is one of the modes of feeling
belonging to all actual entities in some degree, but only amounting to conscious
intellectuality in some actual entities‖565 (…) ―Consciousness is the crown of
experience, only occasionally attained, not its necessary basis‖566.
(vii) Las categorías finales. Siendo el élan vital bergsoniano un principio fundamental
que alienta activamente todo el gigantesco proceso evolutivo, se diferencia netamente
de la Creativity whiteheadiana que es, derechamente, la categoría postrera o ―el
universal de todos los universales‖ y que él mismo compara, con el fin de disipar toda
duda, con la materia prima aristotélica, desprovista de toda actividad y determinación.
(viii) La concepción de lo posible. Bergson, de acuerdo a su ensayo ―Lo posible y lo
real‖, de 1920, niega realidad a lo posible567. Para Whitehead, por el contrario, el
―ingreso‖ de potenciales puros es inherente al proceso mismo de lo real o, con sus
palabras, las ―entidades actuales‖ realizan ―Objetos Eternos‖, pues su relación es
indisoluble. Todavía más, esa esfera de realización determina justamente la
potencialidad real del proceso. Este tópico, de alta complejidad y que dejamos apenas
esbozado, puede condensarse con la estupenda formulación de Ivor Leclerc, diciendo
que, en el fondo, las actualidades antecedentes son Objetos Eternos condicionados:
565
PR (88) Cursivas mías.
PR (408) Cursivas mías.
567
Citado por LOWE (261)
566
208
―Accordingly Whitehead speaks indifferently (according to the emphasis required for
the discussion) of the antecedent actualities and the ‗conditioned‘ eternal objects as the
‗real‘ potentials‖. Leclerc advierte inmediatamente la magnitud del problema y agrega a
renglón seguido, ―Furhther justification of this doctrine must take the form of showing
in more detail how and why antecedent actualities are ‗conditioned‘ eternal objects.‖568
Es finalmente en este contexto (cuyo cuadro general hemos delineado) donde Lowe
menciona explícitamente el título de la obra que nos ocupa con intención interpretativa.
De hecho, afirma dos cosas: (i) que Process and Reality coloca como problema central
del sistema metafísico whiteheadiano la relación entre ―proceso‖ y ―realidad‖, y (ii) que
dicha realidad es algo más que proceso justamente porque alberga posibilidad real:
―But Process and Reality sets as the central problem of Whitehead‘s metaphysical
system the relation between process and reality which is more than process just because
it harbors real possibility‖569. Así entonces, el proceso señalaría un plano paralelo frente
a la potencialidad real de las actualidades antecedentes u Objetos Eternos condicionados
(siguiendo las palabras de Leclerc). Más que defender la rectitud de esta lectura quisiera
llamar la atención respecto de que esta interpretación se aleja de la lectura ―ingenua‖
que identifica, sin más, ―proceso‖ con ―realidad‖. La gravedad del asunto estriba en
aclarar el preciso status de la potencialidad ―real‖ frente a las entidades actuales que
son, explícitamente, las realidades finales de que el mundo está hecho.
Sherburne. Este autor no se refiere explícitamente al título que nos ocupa, pero da luces
para su comprensión al referirse al mundo actual real al interior de lo que Whitehead
llama nuestra ―época cósmica‖, i.e. aquella delimitada por el grado de orden más
general concebible o, en su lenguaje, la más general de todas las sociedades. Esta
asociación básica de las fugaces entidades actuales, por cuanto toda otra asociación
posible la supone, determina ese orden primario concebible que no es otro que el
continuo extenso o pura extensividad: ―(...) the widest society discernible, the outermost
―Chinese box‖, is the society constituted by the most general sort of order conceivable,
namely, pure extensiveness‖570. Así, toda otra conformación queda obligada a las
condiciones impuestas por esta primera asociación. Hasta aquí, Whitehead se está
568
LECLERC Ivor Whitehead‟s Metaphysics. An introductory exposition. § 19 (107) Cursivas de Leclerc.
LOWE (261) Cursivas mías.
570
SHERBURNE (103) Las similitudes filosóficas que cabría hallar entre esta concepción y las
correspondientes de Descartes o Spinoza saltan a la vista.
569
209
haciendo eco de hechos manifiestos y de la utilización de lógica elemental. Vale decir,
(i) es patente que el universo muestra como una característica básica el ser extenso, y
(ii) que es posible sin contradicción concebir que el universo pudiese haber sido de otra
manera. Ello equivale a decir, al interior de la doctrina whiteheadiana y valiéndose de su
lenguaje, que este orden ―social‖ puramente extensivo limita la potencialidad pura de
los potenciales puros u Objetos Eternos y determina, por lo mismo, la esfera de las
posibilidades reales en el mundo. Esta limitación básica e ineludible cobra, por ello, el
carácter de un ―hecho obstinado‖, inamovible, sellado por el pasado que no se puede
cambiar y que condiciona toda posibilidad. Dicho con el peculiar lenguaje de
Whitehead, se trata del pasado como ―objetivamente inmortal‖: ―(...) this purely
extensive sort of social order limits the perfectly general possibilities of the realm of
eternal objects —the only possibilities that are real possibilities in the actual world are
those that are compatible with the requirements if this special sort of extensive
orderliness, requirements laid down by the past functioning as objectively immortal‖571.
Estas observaciones permitirían interpretar el título Process and Reality como ya
encuadrado en la ―época cósmica‖ actual, i.e. dando por sentado que el único proceso
real es aquel que supone posibilidad real o condicionada y que explicaría por qué el
libro no se tituló, por ejemplo, Process and Potentiality con el fin de hacer velada
mención al ―Reino‖ de los potenciales puros que, por lo mismo, carecen necesariamente
de realidad. Una pista que da señas en esta dirección es que precisamente Whitehead
subtituló su libro como An essay in cosmology, vale decir, suponiendo como punto de
partida el continuo extenso. Así entonces, el título de Process and Reality indicaría la
relación básica del status actual del mundo y sería equivalente a la expresión ―proceso y
potencialidad real o condicionada‖. Como puede apreciarse, esta lectura resulta ser muy
similar a la de Lowe, diferenciándose ambas por razón de especificidad. En efecto,
Lowe ha afirmado que la realidad es algo más que proceso (porque alberga
potencialidad real) y Sherburne, sosteniendo lo mismo, ha insistido en que —para
efectos de nuestra época cósmica— la posibilidad real originaria está dada por el
continuo extenso, haciendo así una especificación mayor que la ofrecida por lectura de
Lowe.
571
SHERBURNE (103) Cursivas mías.
210
Corolario
Hemos revisado someramente sólo cuatro lecturas posibles del título de la obra señera
de Whitehead y ha quedado en claro que su significado dista de ser obvio. Esto ha sido
en el marco de un ―ejercicio‖ o ―experimento‖ de lectura analítica de Whitehead, nada
más. Estamos diciendo con esto no sólo que tenemos reserva frente a una lectura de
corte analítico de los textos de Whitehead sino que francamente no la recomendamos.
O, si se quiere, creemos que puede ser útil pero sólo estando en posesión de, al menos,
una comprensión general de la Filosofía del Organismo. El propio Whitehead era muy
libre a la hora de utilizar la terminología si lo que estaba en juego era que el lector
finalmente tuviese la intuición de lo que se quería comunicar. Hecha esta advertencia
podemos resumir las lecturas que hemos presentado:
(i) ―Proceso y Realidad‖ es un título que indica dos nociones sinónimas y la ―y‖
cumpliría un papel puramente retórico. El significado del titulo equivaldría a afirmar la
relación de identidad que guardan ―proceso‖ y ―realidad‖ (Susinos Ruiz, una larga
tradición y la lectura ―ingenua‖ o ―a primera vista‖).
(ii) ―Proceso y Realidad‖ es un título que indica dos nociones diversas y la ―y‖ equivale
a relación de diferencia (Wells, Lowe y Sherburne). El primero, realizando una
inversión exacta de la primera lectura, entiende por ―realidad‖ a los Objetos Eternos
simpliciter o pura potencialidad y los opone al puro proceso de las entidades actuales
que no serían en definitiva ―reales‖ llegando a negar incluso la letra del propio
Whitehead. El segundo entiende por ―realidad‖ a los Objetos Eternos condicionados o
potencialidad real y el tercero especifica aún más la idea al entender a la potencialidad
real como el continuo extenso. Esquemáticamente:
Proceso y Realidad
La relación que
la “y” señala
entre ambos
Son lo mismo: la realidad es proceso
(Susinos Ruiz y la lectura “ingenua”)
La “y” señala identidad
Excluyente (Wells): los Objetos Eternos
La realidad
se oponen al proceso
no es proceso
Son diferentes:
La “y” señala diferencia
Complementaria
La realidad
no es sólo proceso
(Lowe): los Objetos Eternos
indican potencialidad
real
(Sherburne): la potencialidad
real es el continuo
extenso
211
Como ha podido apreciarse y lo advertía el autor, inclusive en este pequeño estudio la
pequeña palabra ―y‖ se ha mostrado como ―un nido de ambigüedades‖ que, nada más,
hemos querido dejar a la vista con el fin de evitar que se convierta en una ―trampa
mortal‖ para futuros lectores. ¿Qué hemos obtenido para efectos del desarrollo lineal de
las categorías de la Filosofía del Organismo que retomaremos? Hemos ganado en
precisión respecto de tres tópicos: (i) la noción de ―potencialidad real‖, (ii) la noción de
―continuo extenso‖ y (iii) la diferencia entre ―metafísica‖ y ―cosmología‖. Estas
precisiones serán de mucha utilidad para comprender la teoría de la percepción
whiteheadiana que comenzamos a tratar de inmediato.
Capítulo 15
LA TEORÍA MODAL TRIPLE DE LA PERCEPCIÓN
Hemos presentado ya un análisis somero de la propuesta whiteheadiana acerca de las
entidades actuales (nivel microcósmico) y su agrupación en sociedades (nivel
macrocósmico). En el capitulo 13 en particular hemos considerado bajo esa óptica al
tradicional problema de las relaciones entre cuerpo y mente. Vamos a continuar ahora
presentando otro aspecto y otras categorías básicas de aquella propuesta por lo que
respecta al también tradicional problema filosófico de la percepción. La concepción
global es triple y contempla tres niveles o aspectos interrelacionados que dan cuenta de
una única noción de ―percepción‖; a saber, sus tres modos donde el tercero es una
mezcla o síntesis de los dos primeros. Ralph Pred la llama certeramente la teoría modal
de la percepción whiteheadiana572. Esquemáticamente:
572
PRED, Ralph: Onflow. Dynamics of Consciousness and Experience. ―Whitehead‘s modal theory of
perception‖ (184)
212
PERCEPCIÓN
Bajo el modo de:
EFICACIA
CAUSAL
PRESENTACIÓN
INMEDIATA
REFERENCIA
SIMBÓLICA
Comencemos con una experiencia de la vida diaria, con ―lo más conocido para
nosotros‖ según la perenne frase de Aristóteles. Según Whitehead, cualquier percepción
ordinaria, digamos, de una ―piedra ploma‖ (para usar su propio ejemplo), es una
percepción en el modo mixto, fundido o mezclado [mixed] de la Referencia Simbólica
[Symbolic Referente]. Para comprender ese tipo de percepción y las posibilidades de
ilusión y error que implica, se requiere de un análisis detallado de los dos modos
primitivos que componen la mezcla. Estos modos primitivos son, en ese orden, la
Eficacia Causal y la Presentación Inmediata.
La percepción bajo el modo de Eficacia Causal [Causal Efficacy] es la
característica primitiva y ubicua de toda realidad y corresponde a lo que hemos estado
refiriendo bajo la noción de ―prehensión física‖. Es el modo básico de herencia en que
los sentires reciben los datos pasados. Lo que transmiten estos sentires es vago, masivo,
inarticulado e irresistible: son sentidos como la eficacia del pasado. Esto es lo que
Whitehead llama derechamente percepción cruda [crude perception]573 y es la que surge
en la primera fase de la concrescencia como sentir conformativo.
En contraste, la percepción bajo el modo de Presentación Inmediata
[Presentational Immediacy], es producto de una fase posterior y suplementaria de esa
misma experiencia. Hacemos notar que la traducción habitual es ―inmediatez
presentacional‖ y que también podría haber sido ―inmediatez presentativa‖ (tal como en
castellano existen, por ejemplo, ―educacional‖ y ―educativa‖), pero no hemos querido
seguir forzando el castellano más de lo que ya ha sido al traducir a Whitehead y hemos
preferido simplemente ―Presentación Inmediata‖. De hecho el propio autor utiliza esta
expresión en Symbolism: ―One type is the familiar immediate presentation of the
573
PR (166) Se pierde toda la fuerza con la traducción de Rovira Armengol: ―percepción escueta‖.
213
contemorary world‖ e incluso en Process and Reality: ―El modo perceptivo de
presentación inmmediata proporciona información sobre los perceptos del modo más
primigenio de eficacia causal‖574. Este modo es articulado, nítido, agudo y sofisticado
pero carece de la contundencia y poder de la Eficacia Causal. La Presentación Inmediata
pura es un tipo de objetificación, por cierto, pero no del pasado sino de una región
contemporánea del espacio del perceptor que ilustra relaciones de extensión geométrica
específicas.
Con esto ya puede apreciarse, en primera instancia, la divergencia de Whitehead
frente a los modos tradicionales de comprender la percepción. En una palabra, todos
esos modos tradicionales enfatizan la percepción visual en la cual domina el modo de
percepción de Presentación Inmediata. Este énfasis es comprensible puesto que las fases
suplementarias de la experiencia que producen la Presentación Inmediata dominan la
experiencia humana y relegan casi totalmente a segundo plano el rol de la Eficacia
Causal o percepción ―cruda‖. Sin embargo, las consecuencias filosóficas de reducir toda
la percepción sólo a ese estadio han sido fatales. Notablemente en el caso de Hume,
quien, dando por supuesto que toda percepción se agotaba en la Presentación Inmediata
dedujo correctamente que no había base posible alguna para validar mediante
impresiones la noción de ―causa‖. Según Whitehead, el error de Hume no estuvo en la
inferencia que extrajo a partir de la Presentación Inmediata sino en que no fue capaz de
concebir al fenómeno de la percepción como un todo. Porque si tal fenómeno implica y
contiene el elemento de Eficacia Causal además del de Presentación Inmediata,
entonces todo su influyente análisis se desploma e incluso gran parte de los supuestos
básicos de cierta línea de la filosofía contemporánea y que pueden remontarse hasta el
positivismo lógico, han de ser revisados. Al respecto, suscribimos la afirmación de
Lucas en cuanto a que el análisis integral de la percepción propuesto por Whitehead ha
de clasificarse como su contribución capital a la tradición filosófica occidental:
―Whitehead‘s integration of these dimensions of experience into a unified theory of
perception, recovering the experience of causal efficacy, ranks in my view as his chief
contribution to the Western philosophic tradition‖ 575. Si se ha pasado por alto y ha sido
completamente ignorada en la enseñanza de las escuelas o ha permanecido al margen
del debate filosófico, ha sido simplemente ―por falta de un auditorio adecuado‖ (ello sin
574
575
Cf. Symbolism (13) y PR (245) Cursivas mías.
LUCAS (91)
214
menoscabo de incluir otros temas tales como la relación mente-cuerpo, la naturaleza del
pensar, la experiencia consciente, la intencionalidad, la acción con propósito y el
problema de la identidad personal): ―His treatment of these issues is scattered
throughout a number of texts on other topics, and lacking a subsequent substantial
philosophical audience, the full dimensions of a Whiteheadian ―philosophy of mind‖
have yet to be worked out‖576. Pasemos a considerar en detalle su propuesta.
Whitehead no titubea en absoluto en calificar de ―forma primaria‖ y ―sentido
primario‖ del percibir a la percepción bajo el modo de Eficacia Causal: ―La percepción,
en su forma primaria, es conciencia de la eficacia causal del mundo externo en razón de
la cual el que percibe es una concrescencia proveniente de un dato definitivamente
constituido. El carácter vectorial del dato es esta eficacia causal. La percepción, en este
sentido primario, es percepción del mundo sellado en el pasado como constituido por
sus tonos de sentir y como eficaz en razón de aquellos tonos‖577. Lo que habitualmente
la filosofía tradicional considera ―percepciones‖ son nuestras percepciones visuales,
siendo mucho más agudo el ingenuo sentido común que al decir ―¡Déjame ver!‖
inmediatamente estira las manos para tocar. Para Whitehead, una percepción visual es
un resultado fruto de varias, sucesivas y complejas fases previas de la experiencia que,
en absoluto, implican el ejercicio consciente. Cuando registramos en la conciencia la
percepción visual de una ―piedra ploma‖ (―grey stone‖ es su ejemplo favorito), por
cierto que queremos significar algo más que la mera visión. En efecto se suponen
muchas, demasiadas cosas: (i) la piedra tiene una ―historia‖, al menos bajo la mínima
forma de un pasado y un futuro; (ii) la forma ploma vista es contemporánea del que está
percibiendo; (iii) guarda ciertas relaciones espaciales definidas con el que percibe. Pero
cuando hemos observado así fijamente la piedra y dejando de lado su supuesta historia
nos centramos sólo en su visión teniéndola quieta frente a nosotros, digamos en la ribera
de un río y no la hemos sentido como un piedrazo en la espalda, es que nos hallamos
percibiendo en el otro modo básico, el secundario: ―La mera visión es confinada a la
ilustración de la relacionalidad geométrica de perspectiva, de una cierta región espacial
contemporánea al percipiente, siendo esta ilustración efectuada por la mediación de
―plomo‖. El dato sensible ―plomo‖ rescata esa región de su vaga confusión con otras
regiones. La percepción que meramente, por medio de un dato sensible, rescata de la
576
LUCAS (145)
PR (170) He preferido ―definitivamente constituido‖ a ―definidamente constituido‖ [definitely
constituted] y ―fijado‖ a ―establecido‖ [settled] Cursivas mías.
577
215
vaguedad a una región espacial contemporánea, respecto de su forma espacial y de la
perspectiva espacial que tiene desde el percipiente, será llamada ―percepción en el modo
de la Presentación Inmediata‖ ‖578. Es evidente que la percepción bajo el modo de la
Eficacia Causal ha sido desatendido por la tradición filosófica occidental que, como
todos sabemos, se remonta a los griegos y a su proverbial privilegio otorgado a la
percepción visual. Al extremo de que, como es bien sabido, en su propia lengua el
tiempo perfecto del verbo ―ver‖ ―vale decir, ―haber visto‖― equivale sin más a
―saber‖. Sin embargo, la percepción visual es, repetimos, un resultado muy sofisticado
de fases previas de la experiencia que la originan: ―Los griegos partieron de la
percepción en su forma más elaborada y sofisticada, a saber, de la percepción visual.
Pero en la percepción visual, la percepción cruda está casi completamente
transformada por las fases originativas de la experiencia [crude perception is most
completely made over by the originative phases in experience], fases que son
especialmente prominentes en la experiencia humana‖579. Así pues, la conciencia
únicamente ilumina los tipos más primitivos de prehensión sólo en la medida en que
aquellos están todavía presentes como elementos de integración en las fases posteriores.
Por contrapartida, las prehensiones de que gozamos bajo el modo de Presentación
Inmediata están entre aquellas que gozamos con la más vívida conciencia. De aquí
desprende Whitehead la siguiente consecuencia que califica explícitamente de ―ley‖
[law]: ―Aquellos elementos de nuestra experiencia que se destacan clara y distintamente
en nuestra conciencia no son sus hechos básicos; son las modificaciones derivadas que
surgen en el proceso‖580. El descuido u olvido de esta ―ley‖ ―que sólo los elementos
derivados son más claramente iluminados que los primitivos― no sólo ha impedido el
análisis en propiedad de una ocasión de experiencia sino que ha causado gran parte de
los problemas filosóficos tradicionales: se ha intentado explicar la experiencia entera
―patas para arriba‖ [in a thoroughly topsy-turvy fashion]. Según Whitehead, a los
578
PR (171) He preferido ―confinada a la ilustración de la relacionalidad geométrica de perspectiva‖ a ―se
limita a la ilustración de la relatidad de perspectiva geométrica‖ [is confined to the illusttration of the
geometrical perspectiva relatedness] y ―dato sensible‖ a ―senso‖ [sensum]. Una errata enojosa, de
muchas, deja leer en este pasaje ―región especial contemporánea‖ en vez de ―región espacial
contemporánea‖ (¡) Cursivas mías.
579
PR (166) La ininteligible traducción que da Rovira Armengol para este crucial pasaje merece citarse in
extenso: ―En la percepción visual, la percepción escueta está completamente cambiada las más veces por
las fases originativas de la experiencia, fases que alcanzan especial prominencia en la experiencia
humana‖ (¡). He preferido, además, ―elaborada y sofisticada‖ a ―elaborada y alambicada‖ [elaborate and
sophisticated]. Cursivas mías.
580
PR (223) Cursivas mías.
216
griegos se les podía perdonar porque no conocían ―la física moderna‖: ―Pero los
filósofos modernos discuten la percepción en términos de categorías derivadas de los
griegos‖581. Así entonces, si un modo deriva del otro, un problema capital de esta teoría
de la percepción consistirá en ―desenredar el juego recíproco complejo‖ [unravelling of
the complex interplay] que hay entre los dos modos de percepción básicos: ―El juego
recíproco entre ambos modos será llamado ―referencia simbólica‖‖582. Todo lo que
ordinariamente llamamos ―percepción‖ corresponde a este tercer momento posterior de
síntesis: ―La discusión filosófica habitual acerca de la percepción se ocupa casi
exclusivamente de este juego recíproco e ignora los dos modos puros que son esenciales
para su debida explicación‖583. En efecto, esta teoría modal de la percepción repudiará
dos dogmas sagrados de toda la filosofía moderna:

El dato de sensación inmediata goza de primacía total en la constitución de
nuestra experiencia.

Las vías exclusivas que llevan a aquella experiencia son nuestros cinco sentidos.
Ese primer dogma tomado literalmente lleva a sostener que, a la postre, la percepción
por sí misma no entrega información alguna acerca del pasado o del futuro de lo
percibido y que no podemos escapar de lo que Santayana ha llamado estupendamente
―solipsismo del momento presente‖ salvo por medio de una ―fe animal‖584. Para criticar
ese dogma y evitar estas consecuencias es necesario enfrentar a su máximo defensor:
David Hume. Como sabemos, los supuestos sobre los cuales Hume construye su
explicación de la experiencia llevan a la paradójica conclusión de que simplemente no
podemos tener conocimiento de causa y efecto como conexión necesaria a pesar de que
aceptemos la validez del conocimiento que reputamos de científico y de que, además,
presupongamos la validez de la conexión necesaria de causa y efecto en cada momento
de nuestra vida cotidiana. ¿Qué caminos podemos tomar para salir de la paradoja?
Schmidt ha expuesto adecuadamente que la paradoja se produce por sacar a la
casualidad de la experiencia y ha resumido en tres los caminos con que se ha
581
PR (166) He preferido ―en términos‖ a ―en función‖ [in terms]
PR (172) He preferido ―juego recíproco complejo‖ a ―compleja interacción‖ [complex interplay]
583
PR (172) He preferido ―e ignora‖ a ―hace caso omiso‖ [and ignores]. Cursivas mías.
584
Cf. PR (218) Whitehead hace referencia explícita en varios momentos al libro de Santayana
Escepticismo y Fe Animal, cf. también PR (79) Cursivas mías.
582
217
enfrentado este tradicional problema filosófico: (i) la doctrina Hume y la de los
empiristas lógicos que sostiene que las conexiones necesarias simplemente no existen y
que todo consiste, a la postre, en asociaciones que fruto de su repetición generan un
hábito; (ii) la doctrina de Kant que sostiene que la causalidad es una presuposición
necesaria de la experiencia y que como ésta, de hecho, sólo ofrece hechos particulares y
por ende no necesarios, no queda más que suponerla como una categoría del
entendimiento; o, final y simplemente (iii) ―to put causality back into experiencie‖585.
¿Cómo? o siguiendo a (a) los idealistas objetivos que suponen un único absoluto en el
cual sólo cabe distinguir relaciones internas o, contrariamente a esa posición, siguiendo
a (b) Whitehead con su doctrina pluralista de los sentires o prehensiones causales: ―La
Filosofía del Organismo es pluralista en contraste con el monismo de Spinoza; y es una
doctrina de la experiencia como prehensora de actualidades, en contraste con el
fenomenalismo sensacionalista de Hume‖586. Aunque es muy justo agregar que en la
doctrina de Aristóteles y en la de la Escolástica Tradicional la causalidad jamás fue
―sacada‖ de la experiencia.
Volviendo a Whitehead, notamos que concuerda con la primera premisa de
Hume de que todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia, pero rechaza la
segunda premisa que da por supuesto que tal experiencia consiste sólo y exclusivamente
en sensaciones inmediatas nítidas y discretas. Whitehead, de acuerdo a su proceder de
poner siempre a la vista ―una puerta de escape trasera velada por los usos corrientes del
lenguaje‖ [a back door]587, buscará, basándose en los propios textos de Hume, mostrar
que su doctrina es inconsistente en los mismos términos en que se expresa, y ello en dos
instancias:
(i) En primer lugar, es el propio Hume quien sostiene que la percepción implica
inevitablemente un proceso. En palabras de Whitehead: ―La marcha de pensamiento de
Hume enfatiza inadvertidamente el “proceso”. Su mismo escepticismo no es sino el
descubrimiento de que en el mundo hay algo que no puede expresarse en proposiciones
analíticas (...) la explicación por Hume del proceso que puede descubrirse en ‗el alma‘
es como sigue: en primer lugar, impresiones de sensación, de origen desconocido; luego
ideas de esas impresiones ‗derivadas de‘ [‗derived from‘] las impresiones; luego,
impresiones de reflexión ‗derivadas de‘ las ideas antecedentes; y luego ideas de
585
SCHMIDT (116)
PR (111) Cursivas mías.
587
PR (240)
586
218
impresiones de reflexión‖588. Es muy evidente aquí que ―derivación‖ podría ser
perfectamente intercambiada con ―herencia‖, noción capital de la Filosofía del
Organismo. Ahora bien, como se sabe, las repeticiones al interior de este proceso llevan
finalmente a la creación de un hábito psíquico en virtud del cual tomamos por necesaria
la conexión de causa a efecto. Lo que llama profundamente la atención es que Hume no
haya sometido a la misma crítica a la que somete la derivación de la idea de ―causa‖ por
vía de un hábito al propio proceso que conecta impresiones con ideas: ―Es difícil
entender por qué Hume dispensa al ‗hábito‘ de la misma crítica que aplica a la noción
de ‗causa‘ ‖589. En suma, la dependencia implícita que implica la expresión ―derivadas
de‖ apunta al hecho de que en la percepción hay más que mera sensación.
(ii) En segundo lugar, es el mismo Hume quien
―inadvertidamente pero
explícitamente de nuevo― enfatiza sistemáticamente la precedencia del cuerpo como
órgano de eficacia (citamos directamente a Hume): ―Creo que se admitirá sin dificultad
que las varias ideas distintas de colores que penetran por los ojos, o las de los sonidos,
que son transmitidas por el oído, son realmente diferentes unas de otras, aunque a la vez
se asemejan entre sí‖590 y, más adelante, ―pero mis sentidos sólo me proporcionan
impresiones de puntos coloreados dispuestos de una cierta manera. Si el ojo es sensible
a algo más, deseo que me lo señalen‖591 y, por último (los ejemplos podrían
multiplicarse) al referirse a la ambigüedad del término ―tocar‖ o ―tocarse‖ entre dos
objetos: ―Cuando sus imágenes afectan partes contiguas del ojo y cuando la mano palpa
ambos objetos (...)‖592. Lo que afirman estos textos es, sin mayor adorno, que el ojo ve,
el oído oye y la mano toca. La lectura ―usual‖ de estos pasajes, es que Hume
simplemente se está expresando como todo el mundo pero que, en el fondo, lo que
quiere decir es que el ego es el que ve, oye y toca puesto que, a la postre, son
impresiones de la mente. Whitehead, por el contrario, al referirse a ellos, resalta esta
manera cotidiana y ―literaria‖ de expresarse justamente porque expresa una verdad
588
PR (196) Cursivas mías. Todas las comillas son de Whitehead.
PR (196) Comillas de Whitehead.
590
HUME, Tratado de la Naturaleza Humana. Acerca del Entendimiento. Editorial Paidos, Buenos Aires,
Argentina. Traducción de Margarita Costa 1ra ed. 1974 Parte I, Sección I (36) Cursivas mías. El texto
inglés es todavía más explícito: ―Ideas of color which enter by the eye, or those of sound, which are
conveyed by the ear‖ cf. The Empiricists. Locke, Berkeley, Hume. An Anchor Press Book. Doubleday.
New York, London, Toronto, Sydney, Auckland 1954 (319) Cursivas mías.
591
HUME, Tratado Parte II, Sección III (80) Desafortunadamente, Margarita Costa traduce ―If the eye is
sensible of anything further‖ como ―Si la vista es sensible a algo más‖. Hemos corregido su traducción.
Cursivas mías.
592
HUME , Tratado Parte II, Sección V(119) Cursivas mías.
589
219
animal última previa a toda teoría filosófica: ―La razón de que citemos estos pasajes es
para corroborar la tesis de que la forma de lenguaje es literaria e inteligible porque
expresa la verdad última de la percepción animal. El ―ego‖ momentáneo último [the
ultimate momentary ―ego‖] tiene como dato suyo al ―ojo experimentando tales o cuales
visiones‖ ‖593. Así pues, Hume emplea tales expresiones aún a pesar de su propia
filosofía. Ahora bien, tal como ha apuntado certeramente Schmidt, el costo de negar
esta precedencia tendría que ser la supresión o al menos la omisión de todo
conocimiento fisiológico: ―What we see in immediate perception is causally dependent
upon the nature of our eyes unless all physiology is to be denied‖594. Costo no aceptable
para Whitehead ni, creemos, para ninguna filosofía cuya apelación final sea a los
hechos. Es más, profundizando en ello y llevando la expresión literaria hasta la esfera de
la religión, Whitehead extiende estas consideraciones más allá de los sentidos externos
mencionados: ―Podemos prolongar la lista de Hume: el sentir de la piedra está en la
mano; el sentir de la comida es el dolor en el estómago; la ardiente compasión está en
las entrañas, según los escritores bíblicos; el sentirse bien está en todas las vísceras; el
mal humor es un tono emocional derivado del hígado enfermo‖595. A la luz de estas
premisas, la Filosofía del Organismo extrae la capital consecuencia de que todo dato
perceptivo objetificado presupone una objetificación previa realizada en alguna zona del
cuerpo: ―La conclusión que saca la Filosofía del Organismo es que el hecho de
percepción fundamental que hay en la experiencia humana es la inclusión, en el dato, de
la objetificación de una parte antecedente del cuerpo humano con tales o cuales
experiencias‖596. Interpretada esta lista a la luz de las categorías whiteheadianas
podemos afirmar que, en el caso de la vista, la fase suplementaria que acaece en el
sujeto final o ―ego momentáneo último‖ llega incluso a contrabalancear la importancia
del dato heredado desde el ojo. En el caso del tacto, por el contrario, el sentir en la mano
mantiene su importancia y prevalencia frente a toda fase suplementaria posterior sin
importar la intensidad o carácter de esta última: palpar es un sentir tan extremadamente
593
PR (167) La expresión ―The ultimate momentary ―ego‖ ‖ también podría haberse traducido como ―El
―yo‖ pasajero final ‖. He preferido ―como dato suyo al ojo experimentando‖ a ―como dato suyo el ojo que
experimenta‖ [has as its datum the eye experiencing].
594
SCHMIDT (117) Cursivas mías.
595
PR (168) Todas las cursivas son de Whitehead excepto las de ―en todas las vísceras‖ [in the viscera
passim en el original] y las de ―derivado del hígado‖ [derivative from the disordered liver] que son mías.
Rovira Armengol traduce la última expresión como ―consiguiente al hígado enfermo‖.
596
PR (167) He preferido ―el hecho de percepción fundamental que hay en la experiencia humana‖ a ―en
la experiencia humana el hecho fundamental de la percepción‖ [in human experience the fundamental fact
of perception] Cursivas mías.
220
básico y directo que, al revés, llega a impregnar las fases suplementarias tal como lo
expresa elocuentemente la expresión ―lo tiene en sus manos‖ para decir ―lo tiene en su
poder‖ o incluso el conocido pasaje de Tomás ―el incrédulo‖ que agregó al ―ver para
creer‖ el ―tocar para creer‖597. En el caso del dolor de estómago, la importancia
preponderante es la de este último por sobre la de la comida que, sólo secundariamente
y, diríamos, a modo de ―peso‖ es sentida. Por cierto que el médico, desde fuera y fruto
de análisis intelectual dirá que ―es la comida‖ lo que nos hace sentir mal, pero lo que
sentimos primaria y básicamente es nuestro estómago. Al contrario, en medio de
sentires como la compasión o el mal humor tienden a predominar las fases
suplementarias y elaboradas del sujeto final y hay, según los casos, una referencia
secundaria a los órganos corporales desde donde se está produciendo la cadena de
herencia. Pero incluso en estos casos, el lenguaje popular no deja jamás de incluir al
cuerpo como lugar privilegiado de la experiencia. Valgan, entre otras muchas, las
conocidas expresiones de ―se me aprieta el corazón‖ para expresar compasión; ―me
cayó como patada en la guata‖ para expresar desagrado; ―fue como un balde agua fría‖
para expresar una fuerte sorpresa o, en el caso todavía más doloroso de una traición,
―fue como una puñalada en la espalda‖, como testimonios elocuentes de la precedencia
del cuerpo preservados en expresiones cotidianas. La consecuencia final de todo este
análisis puede condensarse así: ―La base predominante de la percepción es la percepción
de los diversos órganos corporales en la medida en que traspasan sus experiencias a
través de canales de transmisión y realce‖598. Nótese bien que Whitehead insiste una y
otra vez en que las experiencias son primero, y literalmente, de los órganos y luego,
eventualmente, del ―ego momentáneo‖. Ahora, todos los canales mencionados (que en
definitiva desembocan en el cerebro) han actuado como una especie de ―amplificador‖
para las diferentes sensaciones heredadas desde diversos lugares externos e internos.
Whitehead no titubea en la utilización, ahora metafóricamente, de este logro de la
ciencia electromagnética: ―Según esta interpretación, el cuerpo humano debe concebirse
como un ―amplificador‖ complejo, para usar el lenguaje propio de la tecnología del
597
Juan 20:25 ―Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los
clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré‖.
598
PR (168) Creemos haber mejorado la versión de Rovira Armengol que dice ―La base predominante en
la percepción es la percepción de los distintos órganos corporales, que comunican sus experiencias por
los conductos de transmisión y aumento‖ [The predominant basis of perception is perception of the
various bodily organs, as passing on their experiences by channels of transmisión and of enhancement]
Cursivas mías.
221
electromagnetismo‖599. Este primer acercamiento al fenómeno de la percepción ha
permitido mostrar que efectivamente el primer dogma de la Teoría Sensacionalista ―a
saber, que el dato de sensación inmediata goza de primacía total en la constitución de
nuestra experiencia y que siempre hay una derivación de ideas ―atenuadas‖ precedidas
de impresiones ―fuertes‖― no es más que eso, un dogma, y que en este caso la
apelación a los hechos exige, al menos, una revisión de tan sagrada formulación.
El segundo dogma que ha impregnado a toda la filosofía moderna es el que afirma la
restricción de toda experiencia sensible del mundo a la que proporcionan los cinco
sentidos. Es su aceptación sin revisión lo que nos impide el tomar conciencia de que
efectivamente tenemos experiencia de la Eficacia Causal ya que justamente los cinco
sentidos mencionados suelen acotar la percepción con relativa precisión. De hecho,
restringir toda nuestra experiencia perceptiva a ellos es caer en la falacia de concreción
fuera de lugar y tomar, una vez más, lo abstracto por lo concreto. Tal como lo señala
Schmidt: ―We have many other feelings and emotions which are avenues of
information, not so neatly analyzable, but providing information and molding our
experience. Any theory of perception must take account of these avenues as well as the
usual ones‖600. Pero, efectivamente, por razón de la clara exhibición de sus datos a una
experiencia consciente (principalmente la vista), se ha restringido ―percepción
sensorial‖ a ―percepción vía los cinco sentidos‖ llevando a la consecuencia final de
simplemente identificar ―observación directa‖ con ―percepción sensorial‖ consciente y
atenta. Y sin embargo, sostiene Whithehead, toda teoría representativa de la percepción
lleva a la postre al mismo problema epistemológico insoluble en sus propios términos.
A saber, ¿cómo se relaciona la representación con lo que representa?, ¿qué garantiza
que la representación represente al hecho representado? La verdad, este problema había
sido dramáticamente planteado ab initio en el célebre pasaje de Descartes: ―¿Qué era lo
que yo concebía en ellas [sc. en las cosas sensibles exteriores] clara y distintamente?
599
PR (169) He preferido ―para usar el lenguaje propio de la tecnología del electromagnetismo‖ a
―empleando el lenguaje técnico del electromagnetismo‖ [to use the language of the technology of
electromagnetism‖]. Comillas de Whitehead. Es pertinente recordar que, precisamente en la época en que
Whitehead escribe esas líneas, finales de la 2da década del siglo XX, acababa de desarrollarse la técnica
de grabación de discos ―eléctricos‖ que reemplazó definitivamente la era de los discos ―acústicos‖ y que
provenía directamente del gran invento de Edison. Todos los grandes cantantes que vivieron este pasaje
tecnológico volvieron a grabar sus arias de ópera por segunda vez en el nuevo sistema. La diferencia de
fidelidad entre ambos métodos es abisal y siempre será fuente de lamentación el hecho de que Caruso
haya fallecido en 1921 pocos años antes del desarrollo de esta nueva tecnología.
600
SCHMIDT (117) Cursivas mías.
222
Nada más, ciertamente, sino que las ideas o pensamientos de esas cosas se presentaban
a mi espíritu. Y aún ahora mismo, no niego que esas ideas se hallen en mí. Pero había
además, otra cosa que yo afirmaba y que, por la costumbre que tenía de creerla, pensaba
percibir muy claramente, aunque en verdad no la percibía, y era que había fuera de mí
algunas cosas de donde procedían las tales ideas, siendo estas ideas en un todo
semejantes a aquellas cosas‖601. En efecto, según ya hemos visto, este camino lleva por
último a sostener una suerte de ―fe animal‖ en el mundo ―de allá afuera‖. ¿Qué opción
nos queda? Sólo partir, desde el inicio, por otro camino: el seguido por la Filosofía del
Organismo y, a la postre, por toda filosofía de corte realista, y sostener que en la
percepción hay una captación real de algo y de ningún modo representación de ese
algo. Whitehead es singularmente elocuente en este punto que, sostenemos, ha de ser
considerado como uno de los pilares, no ya de su doctrina modal de la percepción, sino
que de todo su esquema especulativo: ―Es la base de cualquier filosofía realista el que
haya en la percepción una eclosión de datos objetificados [a disclosure of objetified
data] que son conocidos como teniendo una comunidad con la experiencia inmediata
para la cual son datos. Esta ―comunidad‖ es una comunidad de actividad común
abarcando implicación mutua [a community of common activity involving mutual
implication]‖602. Como puede apreciarse con toda claridad, Whitehead está evitando
toda metáfora y está llevando a este plano de consideraciones ―el de la percepción―
uno de los principios que articulan toda la Filosofía del Organismo: el cómo una
realidad está presente en otra, y que ya hemos tratado estudiar los complejos de
sentires en las fases iniciales y suplementarias de la concrescencia. A la postre, y como
bien ha señalado Schmidt, ―there is not representation but immanence‖603. Ahora bien,
si recordamos que la noción de ―poder‖ equivale en definitiva al modo en que una
entidad está objetivada en otra, la consecuencia es inevitable: el problema de la
percepción y el poder son uno y el mismo. Whitehead lo afirma derechamente: ―El
―poder‖ de una entidad actual sobre otra es simplemente cómo la primera está
601
Meditatio III ed. cit (94) El texto original es el siguiente: ―Quid autem de illis clare percipiebam?
Nempe ipsas talium rerum ideas, sive cogitationes, mente meae observari. Sed ne nunc quidem illas ideas
in me esse inficior. Alliud autem quiddam erat quid affirmabam, quodque etiam ob consuetudinem
credendi clare me percipere arbitrabar, quod tamen revera non percipiebam: nempe res quasdam extra me
esse, a quibus ideae istae procedebant, & quipus omnino similes erant‖. Cursivas mías.
602
PR (118) Rovira Armengol traduce así este crucial pasaje: ―En la percepción hay una revelación de
datos objetificados, de los cuales se sabe que están en comunidad con la experiencia inmediata para la
cual son datos. Esta ―comunidad‖ es una comunidad de común actividad que entraña implicación mutua‖.
Comillas de Whitehead y cursivas mías.
603
SCHMIDT (118)
223
objetificada en la constitución de la otra. Así, el problema de la percepción y el
problema del poder son uno y el mismo‖604. Ahora bien, ¿qué argumentos de tipo
empírico podemos extraer del sentido común para convencernos de que existe
percepción directa de la Eficacia Causal? Supongamos por un momento, que las
propuestas de Hume y Kant sean fieles a esta experiencia del sentido común y que, ya
sea un hábito o una categoría del entendimiento, nuestra aprehensión de la causalidad
dependa o (i) de una impresión de sensación o (ii) de la viveza o nitidez de nuestro
pensamiento. Sea como sea, bastaría que el pensamiento pasara al trasfondo para que
esa misma idea o impresión de causalidad perdiera fuerza y vivacidad puesto que ella
depende (poco importa que se trate de impresiones de sensación o categorías del
entendimiento) de la nitidez y la fuerza del estrato en cuestión. Sin embargo, y aquí se
sienta la base de la crítica a esa doctrina, a lo largo de cualquier razonamiento causal
yace la presuposición de que el presente inmediato se está conformando al pasado
inmediato. Tal como lo compendia Schmidt: ―Unless such conformation existed from
moment to moment, causal thought or habit have no ground whatsoever‖605. De esta
conformación —que ya hemos tratado en el nivel categorial microcósmico— vamos a
tratar ahora a nivel de percepción humana, ¿tenemos realmente experiencia directa de la
causalidad?
Capítulo 16
LA EFICACIA CAUSAL
Comencemos con la detallada descripción que da Whitehead de los efectos o
sensaciones que produce este modo de percepción: ―Produce perceptos que son vagos y
que no pueden ser controlados, cargados de emoción: produce la sensación de derivar de
un pasado inmediato, y de pasaje hacia un futuro inmediato; una sensación de sentir
emocional que pertenece a uno mismo en el pasado y que pasa hacia uno mismo en el
604
PR (91) He preferido ―poder‖ a ―potencia‖ [power] y ―son uno y el mismo‖ a ―son uno solo‖ [are one
and the same]. Comillas de Whitehead.
605
SCHMIDT (119) Cursivas mías.
224
presente y que pasa desde uno mismo hacia el futuro; una sensación del influjo de la
influencia desde otras vagas presencias en el pasado
evadiendo la definición del lugar―
―localizada pero no obstante
pero cuya influencia modifica, realza, inhibe y
desvía la corriente de sentir que estamos recibiendo, unificando, gozando y
transmitiendo. Esta es nuestra sensación general de estar existiendo [our general sense
of existente], como un elemento cualquiera en medio de otros, en un mundo actual
eficaz‖606. Esta última idea capital ya había sido caracterizada antes en el texto haciendo
referencia explícita a William James: ―Nos encontramos a nosotros mismos en un
mundo zumbante [buzzing wordl], en medio de una democracia de criaturas
mancomunadas [fellow creatures]‖607. Por nuestra parte, podemos agregar (en un
contexto y meta sin duda diferentes) que la vemos reflejada también en el pensamiento
de Teilhard de Chardin: ―Aquí, una vez más, es inútil que intentemos demostrarlo. Lo
que hace falta es ver, ver las cosas como son, real e intensamente. Vivimos, ¡ay!, en
medio de la red de influencias cósmicas, como en el seno de la masa humana, o como
en medio de las miríadas de estrellas: sin tomar conciencia de su inmensidad‖.608
Podría objetarse, sin embargo, que estas supuestas ―descripciones‖ solamente
reflejan los esquemas teóricos del caso (sea ya de Whitehead, James o Teilhard) y que,
en el fondo, no describen sensación alguna. La posibilidad siempre a mano para
responder sólo hay que buscarla, tal como se ha sostenido a lo largo de todo el texto, en
la ―apelación a la experiencia ordinaria‖609. Whitehead describe cuidadosamente una
sensación que, creo, todos hemos experimentado y que sólo bastaría recordar (damos
por descontado que si alguien jamás ha tenido una experiencia semejante, simplemente
desechará tal apelación como un recurso ad hoc). Se rememora una noche de pleno
verano en medio de un bosque y en el estado de duermevela: ―En la oscuridad hay
vagas presencias, dudosamente temidas; en el silencio, la irresistible Eficacia Causal
de la naturaleza presiona sobre nosotros; en la vaguedad del sordo zumbido de los
606
PR (246) Nos hemos apartado considerablemente de la traducción de Rovira Armengol. Hemos
buscado reflejar la neta distinción que en el texto original hay entre ―sensa‖ y ―feeling‖ y hemos preferido
―sensación‖ en la acepción más general del término para el primero y ―sentir‖ para el segundo (Rovira
Armengol traduce ambos con ―sentir‖ y sus derivados y se pierde la diferencia). Inexplicablemente
Rovira Armengol traduce ―not to be controlled‖, como ―no susceptibles de fiscalización‖ (¿) Cursivas
mías.
607
PR (81) Whitehead menciona explícitamente a James en nota al pie diciendo que la expresión
―buzzing world‖ está tomada evidentemente de James pero, desafortunadamente, no da la referencia.
Rovira Armengol ofrece la ininteligible traducción de ―mundo humoroso‖ para aquella expresión.
Cursivas mías.
608
El Medio Divino (33) Cursivas mías.
609
PR (242)
225
insectos en las arboledas de Febrero nos abruma la afluencia hacia nosotros de sentires
provenientes de la naturaleza que nos envuelve; en la tenue conciencia de la semivigilia,
las presentaciones de los sentidos se decoloran y nos quedamos con el sentir difuso de
influencias que provienen de las vagas cosas que nos rodean‖610. Cabe con justicia notar
aquí que estas mismas ideas las encontramos apuntadas nuevamente ―casi con los
mismos términos pero en un contexto y objetivos completamente diferentes―
por
Teilhard de Chardin en un pasaje dedicado a las ―pasividades humanas‖: ―Nos
conocemos y nos regimos aunque sea dentro de un radio increíblemente pequeño.
Inmediatamente más allá empieza una noche impenetrable y, no obstante, saturada de
presencias: la noche de todo cuanto está en nosotros y en torno a nosotros, sin nosotros
y a pesar de nosotros. En esta oscuridad, tan vasta, plena, turbia y compleja como el
pasado y el presente del Universo, no nos hallamos inertes; reaccionamos, puesto que
experimentamos. Pero esta reacción, que se produce sin control por nuestra parte, por
medio de una prolongación desconocida de nuestro ser, forma también parte de nuestras
pasividades, humanamente hablando‖611.
Luego de este preámbulo, una primera conclusión puede ser provisoriamente
extraída: la percepción se presenta como un proceso bastante más complejo que el
supuesto por la Teoría Sensacionalista. Además, Whitehead sostiene que pese a que
nuestro modo más familiar de percibir en vigilia sea efectivamente el de la Presentación
Inmediata, no por ello es más fundamental que el de la Eficacia Causal. Esta verdad,
según Whitehead, es difícil de captar justamente porque nuestro sentido común es fruto
de un tipo de organismo altamente desarrollado y que goza de ―conciencia‖, vale decir,
de complejísimas integraciones de sentires (evaluación, reversión, contraste, etc.).
Expondremos a continuación los argumentos a favor de la existencia de aquel modo de
percepción básico. Vamos a seguir la división que propone Schmidt y que exponemos
esquemáticamente612:
610
PR (242) Hemos traducido siempre ―feeling‖ por ―sentir‖, Rovira Armengol utiliza ―sensación‖.
Obviamente, hemos cambiado ―Agosto‖ [August] por ―Febrero‖. Cursivas mías.
611
El Medio Divino (53) Cursivas mías.
612
SCHMIDT (119-133)
226
Argumentos a favor de la
existencia de la percepción
bajo el modo de Eficacia
Causal
Argumentos Teóricos
(i) Eficacia Causal Simple
Argumentos Empíricos
(ii) Eficacia Causal Compleja
I Argumentos empíricos a favor de la existencia de la percepción bajo el modo de
Eficacia Causal
Requerimos pues asumir el hecho de la conformación de momento a momento que
Whitehead ha proporcionado con su teoría de la objetificación por medio de sentires
físicos simples en virtud de los cuales un determinado carácter de una entidad actual
pasada es reiterado en una entidad actual que prehende. ¿Podemos aportar argumentos
tomados de la vida cotidiana a favor de la existencia de ese ―sentir de conformación‖?
Toda la fuerza de la argumentación whiteheadiana se apoya en la constatación del
siguiente hecho: es justamente cuando los datos sensoriales son más vagos y cuando el
pensamiento está, por decirlo así en el trasfondo (vale decir oponiéndonos
respectivamente a Hume y Kant) cuando actuamos más decididamente porque sentimos
que el futuro inmediato se conformará a nuestro pasado inmediato. Si el caso opuesto
fuera el usual, actuaríamos más decididamente cuando estuviésemos frente a o en medio
de impresiones sensibles o ideas claras y distintas; pero la experiencia muestra que es
precisamente en esos casos cuando nos hallamos más indecisos. La claridad de
impresiones o de la idea o ideas en cuestión es precisamente lo que nos inmoviliza, nos
refrena y detiene impidiéndonos justamente ser eficaces en el mundo (al menos por lo
que respecta a la sensación de conformación inmediata). Y sin embargo, tal como lo ha
señalado Schmidt, ―This immediate feeling of conformation is perception in the mode of
causal efficacy"613. A favor de la existencia de un tal sentir podemos ofrecer, a la luz de
los textos de Whitehead, seis argumentos de tipo ostensivo tomados de la experiencia
613
SCHMIDT (120) Cursivas mías.
227
cotidiana: (i) la pronunciación de una frase, (ii) la reacción frente a un tono de voz, (iii)
el tropismo vegetal, (iv) el fenómeno de la encandilación, (v) la inhibición sensorial y
(vi) la primacía del cuerpo.
(i) La pronunciación de una frase614. Supongamos que una persona dice: ―Nosotros, en
Santiago de Chile...‖ ¿Qué hay allí? Varias sílabas, cada una ocupando respectivamente
su presente inmediato y luego, el pasado: una serie de impresiones de sensación. La
explicación de Hume es que esa particular secuencia de impresiones está guiada por una
asociación frecuente: por un hábito. La explicación de Whitehead, por el contrario, es
que las primeras sílabas están conectadas con las que les siguen por la intención del que
habla, y que por eso se van conformando de momento a momento. Pero supongamos
ahora que esta persona, que se acaba de integrar a un conjunto musical, dice: ―Nosotros,
en Santiago del Nuevo Extremo...‖ ¿Qué ha ocurrido? En términos cotidianos es fácil de
explicar: ha cambiado el contexto y, por supuesto, la intención de la persona al decir la
frase, cuyas sílabas han formado otra cadena. Lo que ocurre es que, exclusivamente en
términos de la teoría de Hume, no podemos explicar este nuevo encadenamiento porque
esta persona, que acaba de integrarse al grupo musical, no puede tener por eso mismo
el hábito provocado por la asociación frecuente de esas palabras. En términos
whiteheadianos, emitió ―Santiago‖ con la anticipación no sensorial (esto es, con
ninguno de los cinco sentidos que ofrecen percepciones claras y distintas) de un futuro
inmediato y que llevará al dato sensible (sensum) ―del Nuevo Extremo‖ y después
pronunció ―del Nuevo Extremo‖ con la percepción no sensorial de un pasado inmediato
que ya tenía el dato sensible ―Santiago‖. Si el hábito fruto de la asociación imperara sin
contrapeso, esta persona, ciudadano de Santiago, no tendría cómo haber asociado, si era
la primera vez que la pronunciaba, ―Santiago del Nuevo Extremo‖ y debió haber
pronunciado ―Santiago de Chile‖. Pero su intención (imposible de explicar en términos
exclusivamente sensacionalistas) da cuenta de lo ocurrido. Incluso si esta persona
hubiese sido interrumpida en la palabra ―Santiago‖, la habría completado con ―del
Nuevo Extremo‖, alegando que eso era lo que iba a decir. Este caso particular de la
inevitable conformación del presente a su pasado inmediato es un ejemplo más de lo
que Whitehead llama el ―hecho obstinado‖ o ―perpetuo perecer‖ que gobierna todo el
614
El ejemplo está tomado de Aventuras de las Ideas III Parte Cap. XI Objetos y Sujetos. Las parejas de
términos utilizados allí, ―United Stated‖ and ―United Fruit Company‖, han sido cambiados con fines
pedagógicos.
228
devenir natural: ―También somos arrastrados por nuestro pasado inmediato de
experiencia personal; terminamos una frase porque la hemos comenzado. La frase
puede encarnar un nuevo pensamiento, nunca formulado antes, o uno antiguo vuelto a
formular con novedad verbal. No es necesario que haya una manida asociación entre los
sonidos de las primeras palabras y los de las últimas. Pero sigue siendo inexorablemente
cierto que terminamos una frase porque la hemos comenzado. Estamos gobernados por
el hecho obstinado.‖615. Es de notar que el ―porque‖ que Whitehead enfatiza ambas
veces tiene en inglés una relación directa con la noción de causa que se pierde en
castellano: be-cause, ―por causa de‖, y de ahí ―porque‖.
(ii) La reacción frente a un tono de voz. Se trata de la conocida situación en que, frente a
alguna acción de un niño muy pequeño, digamos de poco más de un año o dos, se le
refrena inmediatamente diciéndole ―¡No!‖ en un tono muy enérgico (supongamos que
se está acercando a una estufa prendida o al horno de la cocina). El niño se detiene
instantáneamente y, fuera de toda duda, no entiende las palabras todavía. Es porque el
tono mismo lo ha hecho detenerse. En términos de la Filosofía del Organismo, hay un
―sentir conformativo‖ frente a la ―forma subjetiva‖ del tono de mi voz: ha habido una
conformación del tono de sentir entre ambos donde el primero ha sido la causa del
segundo (que el lenguaje articulado como tal con toda su complejidad es totalmente
prescindible en este caso queda atestiguado por la experiencia todavía más elocuente de
que esta situación suele repetirse cuando se le dirige el mismo tono golpeado a un
cachorro para refrenarlo).
(iii) El tropismo vegetal. Es en el caso del girasol donde podemos patentemente
observar, tal como su nombre lo indica, como esta flor va girando
―esto es,
conformándose de momento a momento― a lo largo del día en pos de la luz del Sol.
Sin duda que la explicación whiteheadiana puede ser reemplazada por otra mejor, pero
si bien parece difícil negar este hecho claramente perceptible en seres a los cuales no
atribuimos conciencia (intelectual al menos), no es menos difícil atribuirlo a un ―hábito‖
del girasol originado por acciones repetidas. Todo el mundo entiende que su
movimiento es causado por la luz del Sol y de ahí que haya recibido, desde muy
615
PR (181) Cursivas de Whitehead. Rovira Armengol no coloca la segunda cursiva del porque en su
traducción.
229
antiguo, este nombre en varios idiomas (Heliotropium, Sunflower, Girasole, Tournesol,
Sonnenblume, etc.).
(iv) El fenómeno de la encandilación. Si se insiste en mantener la tesis de Hume como
verdadera (esto es, la primacía del dato de sensación inmediata de ―origen desconocido‖
y sin revelar nada respecto de la causalidad), entonces debería verse reflejada en ciertas
pautas de comportamiento: ―Según Hume, nuestro comportamiento en cuanto
presupone causalidad se debe a la repetición de experiencia presentacional asociada‖616.
Y, en consecuencia, la presencia vívida de ciertas sensaciones debería originar, por
asociación, ciertas consecuencias en nuestro comportamiento. En esta respuesta
subjetiva (a la postre una impresión de reflexión) a los datos inmediatamente presentes
radica, según Hume, todo el misterio de la causalidad, puesto que la idea de causa pasa
a ser, a su vez, otra impresión más que la mente se inflige a sí misma. Ahora bien,
Whitehead propone considerar la siguiente situación cotidiana: en una pieza oscura se
enciende repentinamente la luz y parpadeamos617. ¿Cuál es la explicación científica
usual para el fenómeno? La fisiológica expuesta aquí grosso modo: (i) la luz se
transmite desde su fuente al ojo, (ii) impacta la retina (iii) los nervios ópticos van hasta
el cerebro con el impulso (iv) el cerebro devuelve el impulso hasta los párpados (v)
pestañeo. Todo esto en una fracción de segundo. Ahora bien, esta explicación presupone
de punta a cabo el encadenamiento causal y no recurre para nada a impresiones aisladas
que, por repetición y costumbre, generaran un hábito (de hecho un niño recién nacido
sano parpadea sin problema). De manera que mantener la explicación basada en la
Teoría Sensacionalista sería a precio de negar la explicación fisiológica. No exijamos
tanto, sino que preguntemos más bien a la persona en cuestión qué sintió cuando se
encendió la luz. Normalmente dirá que sintió un destello y que pestañeó, casi
instantáneamente. Pero jamás dudará en sostener que el destello fue primero. Y si se le
pregunta por qué, la respuesta será invariable: ―porque me hizo pestañear‖. La Filosofía
del Organismo acepta sin reparos este testimonio cotidiano de ser realmente afectados
por alguna causa previa.
616
PR He preferido ―comportamiento que presupone a la causalidad‖ a ―la parte de nuestra conducta que
presupone causación‖ [our behaviour presupposing causation]
617
Cf. PR (240)
230
(v) La inhibición sensorial. Según Hume, la idea de causalidad es fruto de una
asociación provocada por presentaciones repetidas de algún dato sensorial más vívido e
intenso. Si es así, se seguiría que, de inhibir algunos de estos estímulos, debería seguirse
la correspondiente inhibición de esta idea de causalidad (lo que Whitehead llama
―causal feeling‖) o de movimiento asociado. Y sin embargo, un hecho de sobra
conocido se opone frontalmente a esa consecuencia: la experiencia del miedo a la
oscuridad. En efecto, puestos en tal circunstancia, requerimos de gran aplomo y
experiencia para no dejarnos llevar por terrores y ansiedad apenas controlables. Es
justamente cuando las impresiones son más difusas y obscuras cuando sentimos que
―algo nos puede pasar‖, que ―alguien puede aparecer‖, etc.: ―Una inhibición de las
sensaciones habituales es muy apta para hacernos presa de vagos terrores respecto de un
mundo circundante de operaciones causales‖618. Podemos todavía agregar otro ejemplo
y que se conecta con el anterior respecto de las consecuencias en nuestro
comportamiento. Según la Teoría Sensacionalista, si se inhibe una impresión debería
inhibirse la idea, puesto que la última sigue necesariamente a la otra. Pero, ¿no ocurre
exactamente lo opuesto a lo sostenido por esta teoría cuando una ―leve‖ sensación
despierta una idea ―fuerte‖ que nos lleva a actuar? Hay sin embargo una experiencia
cotidiana que se opone frontalmente al dictum de Hume: vamos caminando por la calle
distraídamente y nos llega de improviso un leve aroma a naranja recién exprimida. No
sólo se nos hace ―agua la boca‖ sino que inmediatamente evocamos la jugosa fruta
nítidamente; la vemos, casi la ―tocamos‖ y la ―saboreamos‖. Seguimos caminando en
pos de ese aroma y, efectivamente, pocos metros más allá, nos topamos con la
vendedora estrujando sus naranjas en un carrito y le compramos inmediatamente un
vaso que despachamos de un trago. Según Hume, (y en general según la Teoría
Sensacionalista) nuestro proceder no debería haber sido así. Siendo toda idea
simplemente un ―reflejo débil‖ de la toda impresión, poco o nada nos habría movido ese
aroma de naranjas, pues su ―idea‖ habría sido necesariamente más débil que su
impresión. Y sin embargo, todo ha ocurrido exactamente al revés y a despecho
completo de toda teoría. Ello sin agregar todavía que esa doctrina no explica ni la
decisión que tomamos ni la acción que seguimos. Es una teoría clásica muy bien
elaborada y construida, pero son demasiados los hechos cotidianos que simplemente
618
PR (242) He preferido ―Una inhibición de las sensaciones habituales ― a ―Una inhibición de sensos
familiares‖ [an inhibition of familiar sensa]
231
quedan fuera de ella, y es esa su gran falencia. La tesis de que toda idea sigue a una
impresión y que es necesariamente más débil que la primera es válida justamente
cuando nos ponemos a pensar después de haber percibido algo, pero no cuando
estamos de hecho percibiendo.
(vi) La primacía del cuerpo. El hecho es palmario y ya hemos hecho referencia a él.
Aceptado que percibimos con los sentidos —incluso si fuesen sólo los cinco sentidos
habituales— no es menos cierto que vemos con los ojos, tocamos con las manos, oímos
con los oídos, olemos con la nariz y gustamos con la boca. La presencia y eficacia de
cada uno de estos órganos es previa a la sensación y basta solamente traer a colación
una vez más el hecho de que cuando uno de estos órganos está atrofiado, dañado o
enfermo, simplemente se suprime la sensación. Lo que Whitehead llama en inspirada
expresión ―la concomitancia del cuerpo‖ [the withness of the body]619 implica que él
mismo siempre está en el pasado inmediato del sujeto causando sus sensaciones. Esto
obliga a concluir que las supuestas impresiones inmediatas nada tienen de inmediato:
―La ingresión de un dato sensorial visual implica la objetificación causal de diversos
órganos corporales antecedentes y la objetificación presentacional [sc. percepción bajo
el modo de Presentación Inmediata] de la forma vista, forma que es un nexo de
entidades actuales contemporáneas. En esta explicación de la ingresión de los datos
sensoriales, el cuerpo animal no es más que la parte más íntimamente relevante del
sellado mundo antecedente‖620 (...) ―La percepción del mundo contemporáneo está
acompañada por la percepción de la ―concomitancia‖ del cuerpo. Esta concomitancia es
lo que hace del cuerpo el punto de partida para nuestro conocimiento del mundo
circundante. Aquí encontramos nuestro conocimiento directo de la ―eficacia casual‖
‖621. En suma, y como corolario final de todos estos argumentos empíricos u ostensivos
a favor de la existencia de tal modo de percepción, el testimonio de diversas expresiones
para ―causa‖ en casi todos los idiomas debería ser tomado en cuenta con todo su peso:
―La noción de causalidad surgió porque la humanidad vive en medio de experiencias en
619
PR (98) et passim . Cursivas de Whitehead,
PR (99) Whitehead ocupa dos veces la expresión ―sense-data‖, pero Rovira Armengol la primera vez
como ―dato sensorial‖ y la segunda como ―datos de los sentidos‖. Hemos uniformado la traducción. He
preferido ―sellado‖ a ―establecido‖ [settled]. Cursivas mías.
621
PR (120) Increíblemente Rovira Armengol omite la crucial palabra ―directo‖ [direct] en su traducción.
Cursivas mías y comillas de Whitehead.
620
232
el modo de Eficacia Causal‖622. Esto en cuanto a los argumentos empíricos. Pasemos a
considerar ahora los argumentos teóricos o doctrinarios que apoyan la existencia de tal
modo de percepción.
II Argumentos teóricos a favor de la existencia de la percepción bajo el modo de
Eficacia Causal
(i) Eficacia Causal Simple: el apoyo teórico está dado por la teoría de las prehensiones.
Acabamos de ver que casos de experiencia sensorial común y que la crítica a Hume han
permitido apuntar a la existencia de este modo primitivo de percepción que, a la postre,
no es más que experiencia de sentir cómo el cuerpo hereda del entorno. Pero los límites
de nuestro cuerpo en este tipo de sentir son vagos y nuestros sentires del pasado sienten
al mundo como eficaz en nosotros: ―La forma primitiva de la experiencia física es
emocional ―emoción ciega― recibida como sentida en alguna parte en otra ocasión y
apresada conformativamente como una pasión subjetiva‖623. Y ya sabemos que ―sentires
físicos simples‖ es el término técnico con que Whitehead caracteriza a la primera fase
de la concrescencia en la que el acto de captación, percepción o, en suma, prehensión
albergado por una entidad actual siente a alguna otra en su pasado en virtud de un dato
inicial del sentir. Este dato inicial es apropiado por la entidad actual prehendente pero
no con la misma inmediatez subjetiva de que goza en la entidad prehendida. El sentir
prehendido es lo que se llama el dato objetivo, pero que tiene como a su sujeto a la
entidad actual que ha provisto el dato inicial. Como bien apunta Schmidt: ―It is in this
sense that there is a direct experience by one actual entity of another‖624. Obviamente,
hay muchos sentires pertenecientes a la concrescencia de la entidad actual sentida que
pueden hacer las veces de dato objetivo, en tanto que otros no (en virtud de las
prehensiones negativas). Ahora bien, esos varios datos objetivos posibles constituyen
diferentes perspectivas del dato inicial: ―Un segundo sentir está también involucrado, a
saber, el dato objetivo del sentir físico simple. Este segundo sentir es la ―objetificación‖
de su sujeto por el sujeto del sentir físico simple. El dato inicial está objetificado siendo
el sujeto del sentir al que pertenece el dato objetivo [the inicial datum is objectified as
622
PR (242) Cursivas mías.
PR (224) He preferido ―apresada conformativamente como una pasión subjetiva‖ a ―conformalmente
apropiada como pasión subjetiva‖ [conformally appropriated as a subjective passion]. Cursivas mías.
624
SCHMIDT (123) Cursivas mías.
623
233
being the subject of the feeling which is the objetive datum]: la objetificación es la
―perspectiva‖ del dato inicial‖625. Como puede apreciarse, será en definitiva la noción
de ―objetificación‖ la que aportará el apoyo doctrinario que estamos buscando para
sostener la existencia de la percepción bajo el modo de Eficacia Causal. Si recordamos
que ―la Filosofía del Organismo se consagra principalmente a la tarea de poner en claro
la noción de ―estar presente en otra entidad‖ ‖626, concordaremos en que toda precisión
ulterior de esta noción es de vital importancia para la comprensión de esta propuesta
filosófica. Whitehead se ha referido una y otra vez a la inmanencia de una entidad en
otra, a la transferencia de sentir, al flujo vectorial de energía; no obstante y si fuese así,
¿cómo impedir que, a la postre, todo el Universo colapsara en una sola entidad? Y como
ya sabemos que el pluralismo de Whitehead es incompatible con esa posición
―que
no es otra que la del Monismo Absoluto― es que revisaremos ahora la noción que se
opone a la de inmanencia guiados por la siguiente pregunta: ¿En qué sentido una
entidad actual es trascendente a otra? Nos guiaremos una vez más por Schmidt (quien
sigue las observaciones de William Christian627). Hay tres sentidos en los que las
entidades actuales pasadas son exclusivas o trascendentes frente a alguna entidad actual
presente que las siente: (i) el locus del sentir para la entidad actual pasada no puede ser
el mismo de la entidad actual presente. En Aventuras de las Ideas se caracteriza
claramente esta condición: ―Two conditions must be fulfilled in order that an entity may
function as an object in a process of experiencing: (1) the entity must be antecedent, and
(2) the entity must be experienced in virtue of its antecedence: it must be given‖628; (ii)
la entidad actual pasada no está presente en la entidad actual presente en su plena
constitución interna: ―la objetificación relega a irrelevancia, o a relevancia subordinada,
la constitución plena [the full constitution] de la entidad objetificada. Algún
componente real en la entidad objetificada asume el rol de ser el cómo [the rôle of being
how] esa entidad particular es un dato en la experiencia del sujeto‖629. Obviamente, los
aspectos que son seleccionados constituyen el dato objetivo del sentir físico simple y
(iii) ningún aspecto de la entidad pasada es sentido por la entidad presente con la misma
625
PR (322) El párrafo clave es simplemente ininteligible en la traducción de Rovira Armengol: ―El dato
inicial se objetifica como siendo el sujeto del sentir que es el dato objetivo‖ (¡). Cursivas de Whitehead.
626
PR (82)
627
Christian W. A. ―The mutual exclusivennes of Whitehead‘s actual occasions‖, Review of Metaphysics,
2 (1949) (45-75) Desgraciadamente no hemos tenido acceso al artículo.
628
AI (178) Cursivas y numeración de Whitehead.
629
PR (96) Rovira Armengol traduce ―relevance‖ como ―importancia‖ y ―the rôle of being how‖ como
―asume el papel de representar cómo‖.
234
inmediatez subjetiva que tenía en la concrescencia de la entidad sentida. Ningún par de
entidades actuales podría poseer el mismo conjunto de sentires: ―Pero el sentir está
subjetivamente enraizado [subjectively rooted] en la inmediatez de la ocasión presente:
es lo que la ocasión siente por sí misma como derivada del pasado y fundiéndose en el
futuro [merging into the future]‖630. Hecha esta triple y fundamentada distinción para
asegurar la necesaria trascendencia que debe haber entre una entidad actual y otra, ¿qué
es lo que está presente de una en otra?, ¿cómo está presente una en otra? Después de
todo, es la propia doctrina de las prehensiones la que ha sido elaborada para explicar
este fenómeno, ¿cómo salir del atolladero al que parecemos haber llegado? Hemos
dicho más de una vez que el sentir que va a constituir el dato objetivo poseía una cierta
forma subjetiva cuando era un elemento en la concrescencia del dato inicial. He allí la
clave, en el aspecto formal. Schmidt señala las implicaciones: ―This subjective form
was an eternal object or group of eternal objects constituting a contrast or a
multiplicity‖631. Pero, a su vez, la entidad presente que está sintiendo a la entidad pasada
posee su propia forma subjetiva o el ―cómo‖ prehende a la otra desde su peculiar
perspectiva o dato objetivo: ―This subjetive form is some eternal object or group of
eternal objects‖632. ¿Qué es pues lo que está presente en ambas? Lo aclara este pasaje
crucial de Whitehead: ―Hay un fluir de sentir. Pero la re-actualización [re-enaction] no
es perfecta. Las exigencias categoriales [sc. las obligaciones categoriales] de la
concrescencia requieren de ajustes en el patrón [adjustements of the pattern] de las
intensidades emocionales. La causa está objetivamente en la constitución del efecto, en
virtud de estar el sentidor del sentir [in virtue of being the feeler of the feeling]
reproducido en el efecto con equivalencia parcial [partial equivalence] de forma
subjetiva‖633. En una palabra, hay repetición de Objetos Eternos y no simple
duplicación, reflejo, copia o inclusión literal de una entidad actual en otra. En efecto, lo
que hay en la objetificación es el funcionamiento relacional bidireccional de los
Objetos Eternos de la cual depende, a la postre, la solidaridad del universo: ―El Objeto
Eterno único en su función de doble modo [in its two way function], como determinante
del dato y como determinante de la forma subjetiva, es así relacional [is thus relational].
630
PR (225) Nos apartamos de Rovira Armengol que traduce ―subjectively rooted‖ como ―tiene sus raíces
subjetivas‖ y ―merging into the future‖ como ―emergiendo hacia el futuro‖ (?)
631
SCHMIDT (124) Cursivas mías.
632
SCHMIDT, Ibid.
633
PR (323) Traducción integra y cursivas mías. Rovira Armengol traduce ―re-enaction‖ como
―restablecimiento‖ y ―pattern‖ como ―estructura‖.
235
En este sentido, la solidaridad del universo [the solidaridity of the universe] se basa en
el funcionamiento relacional del los Objetos Eternos‖634. Ciertamente, una de las
propiedades esenciales de ellos es que pueden funcionar en muchas ―ingresiones‖ a la
vez, definiendo la relación asimétrica que guardan con entidades actuales en las que
―ingresan‖. ¿Por qué asimétrica?, porque como no están determinados a ingresar en ésta
entidad cualquiera, la relación es externa del lado del Objeto Eterno, pero interna del
lado de la entidad actual que pasan a definir; y por lo tanto, como destaca Schmidt:
―The same eternal object can be literally constitutive of the concrescence of many actual
entities‖635. Todo esto quizá parezca extraño al lector desde el momento en que uno
naturalmente asocia ―Objeto Eterno‖ a un mero concepto o idea; pero Whitehead no los
entiende así, sino como potenciales puros para la determinación específica del hecho
(V Categoría de Existencia) y por lo tanto, en su grado más bajo, son ellos nada más que
sensibilia o ―sensos‖: ―Aquellos Objetos Eternos que serán clasificados bajo el nombre
de ‗sensibilia‘ [‗sensa‘] constituyen la categoría más baja de Objetos Eternos. Tales
Objetos Eternos no expresan un modo de relacionalidad entre otros Objetos Eternos.
Ellos no son contrastes o pautas [patterns]. Los sensibilia son necesarios como
componentes en cualquier entidad actual y relevantes en la realización de los grados
superiores‖636. Ejemplos de tales sensibilia u Objetos Eternos simples o de grado ínfimo
son ―rojo‖, ―amargo‖, ―nota re‖, etc. Ahora bien, algunas entidades actuales
experimentan sólo unos pocos sensibilia con un mínimo de complejidad en sus
contrastes. Por lo mismo, la posterior reintegración en la concrescencia de tales
entidades actuales puede solamente incrementar la intensidad de sentir de esos
sensibilia en la satisfacción final, con el resultado de que ese proceso de concrescencia
carece de desarrollo original al estar dominado nada más que por pocos sensibilia: ―El
grado más simple de ocasiones actuales tiene que concebirse como experimentando
unos pocos sensibilia, con el mínimo de contraste pauteado [patterned contrasts]. Los
sensibilia se experimentan entonces emocionalmente, y constituyen los sentires
específicos cuyas intensidades se acumulan en la unidad de satisfacción. En tales
634
PR (227) Rovira Armengol omite traducir el ―thus‖.
SCHMIDT (125) Cursivas mías.
636
PR (162) Comillas de Whitehead. Hemos preferido la palabra latina ―sensibilia‖ a ―dato sensible‖ para
evitar toda referencia a mentes conscientes y estratos superiores de la experiencia al traducir ―sensa‖.
Creemos justificada nuestra elección ya que, en un pasaje posterior al tratar de la Presentación Inmediata,
Whitehead utiliza precisamente la expresión latina ―minima sensibilia‖, Cf. PR, 175. Rovira Armengol
traduce ―sensa‖ como ―sensos‖ y ―patterns‖ como ―moldes‖.
635
236
ocasiones el proceso es deficiente en sus fases más elevadas; el proceso es esclavo del
dato‖637. Las entidades actuales subsiguientes del proceso se verán limitadas en las
posibilidades de elección en su objetificación puesto que la entidad actual sentida tiene
pocos sentires en su concrescencia. Es en este caso cuando se da el mayor grado de
conformatividad del sentir desde el pasado hacia el presente y tenemos operando
entonces a la Eficacia Causal en plenitud: ―En su más primitiva forma de
funcionamiento, un sensibilium es sentido físicamente con el goce emocional de su
mera esencia individual [sheer individual essence]. Por ejemplo, el rojo es sentido con
el goce emocional de su mera rojez [redness]. En esta prehensión primitiva tenemos un
sentir físico original en el cual el sujeto se siente a sí mismo como gozando rojez‖638.
La consecuencia que extrae Whitehead, paradójicamente nada más que a primera vista,
es que estos sensibilia operando en su máxima simplicidad y crudeza equivalen
exactamente a las ―impresiones‖ de Hume. Lo que él entiende como el ejemplo por
excelencia de una Presentación Inmediata es, en el fondo, la base de toda efectividad y
causalidad. Si hay algo en este mundo donde la Eficacia Causal impera es justamente en
el dato bruto: ―Ésta es la ‗impresión de sensación‘ de Hume despojada de todas las
relaciones espaciales con otras impresiones semejantes‖639.
(ii) Eficacia Causal Compleja: Según Schmidt640, cuando contrastamos las expresiones
de Whitehead repartidas en diferentes textos y contextos, tenemos la impresión de que a
veces se contradice; en este caso, porque por un lado afirma que no puede haber error en
los dos modos puros de percepción (―mientras los dos modos perceptivos puros son
incapaces de error, la Referencia Simbólica introduce esa posibilidad‖641) y que puede
haber error incluso en el nivel de Eficacia Causal, el modo perceptivo más elemental de
todos (―es importante observar que aun sentires físicos auténticos pueden distorsionar el
carácter del nexo sentido al transmutar el concepto sentido en hecho físico sentido. De
esta suerte, sentires perceptivos auténticos pueden introducir error en el pensamiento; y
sentires físicos transmutados pueden introducir novedad en el mundo físico. Tal
637
PR (164) Cursivas mías.
PR (424) Rovira Armengol traduce ―en joyment‖ como ―vivencia‖ y en la segunda frase encontramos
la vergonzosa errata de ―violencia‖ en vez ―vivencia‖ (¡)
639
PR Ibid.
640
Cf. SCHMIDT (126)
641
PR (232) Cursivas mías.
638
237
novedad puede ser afortunada o desastrosa‖642). Ello se debería a que ―Whitehead in
discussing the notion of objectification frequently sacrifices precision to vividness of
language‖643. Observación que nosotros extendemos sin problema a todo el modo
expositivo whiteheadiano, según ya advertimos al prevenir lecturas de tipo ―analítico‖
frente a sus textos. No obstante ello, el propio Schmidt cree que la confusión surge
porque Whitehead (precisamente llevado de su ímpetu expositivo) no ha distinguido
claramente entre lo que hemos llamado Eficacia Causal ―simple‖ y ―compleja‖. Esta
distinción, que funcionaría nada más que a nivel operativo y permitiría distinguir entre
―sentir físico original‖ [original physical feeling] o Eficacia Causal ―simple‖ y ―sentir
perceptivo derivado‖ [derived perceptive feeling] o Eficacia Causal ―compleja‖, la
encontraríamos en el siguiente y decisivo pasaje: ―Consideremos al sujeto prehensor
con su sentir perceptivo directo. El sujeto tiene su fase concrescente incluyendo dos
factores: (i) el sentir físico original y (ii) el sentir físico derivado. En el primer factor, el
nexo, físicamente sentido, está objetificado a través de sus propios vínculos físicos.
Entre el hecho y el concepto revertido no hay incompatibilidades que produzcan
atenuación. En consecuencia, el dato objetivo es sentido con sus propias intensidades,
transmitidas a la forma subjetiva del sentir físico. El otro factor de la integración es el
sentir ―perceptivo‖. El dato de este sentir es la proposición que tiene como sujetos
lógicos a las entidades actuales del nexo y a su predicado también derivado del
nexo‖644. Recordando nuestro estudio de las fases primarias de la concrescencia,
podemos afirmar que estos casos de Eficacia Causal compleja y que, por lo mismo,
están sujetos a posibilidad de error, implican sentires sentires físicos transmutados y
sentires conceptuales revertidos. Insistimos en que ambos sentires pertenecen todavía a
las fases primarias de la experiencia (o fases simples de la experiencia, si se quiere)
porque no hay todavía allí implicada conciencia. Y por lo tanto, el ―error‖ que pueda
surgir aquí no es algo que dependa de nuestro pensamiento. Recapitulemos y
precisemos algunas de las ideas adelantadas cuando abordamos el estudio de las fases
de la concrescencia. Una entidad actual A tiene una prehensión física de una entidad
actual B. Si es un puro sentir físico, el sentir que es el dato objetivo es un sentir físico
que pertenece a la concrescencia de B. Ahora, de acuerdo a la IV Obligación Categorial,
642
PR (363) Preferimos ―distorsionar‖ a ―desfigurar‖ para ―distort‖ y ―afortunada o desastrosa‖ a
―acertada o desacertada‖ para ―fortunate or disastrous‖. Cursivas mías.
643
SCHMIDT (125)
644
PR (363) Numeración y cursivas mías.
238
habrá un sentir conceptual derivado de este sentir físico. El dato de este sentir
conceptual seré un Objeto Eterno o un contraste de Objetos Eterno. En el caso de un
sentir conceptual simple, el Objeto Eterno que es el dato es el mismo Objeto Eterno que
es la forma subjetiva del sentir físico a partir del cual se derivó el sentir conceptual.
Aquí no hay posibilidad de ―error‖ y estamos en la etapa del sentir físico original:
ROJO
SENTIR FÍSICO
ROJO
SENTIR
CONCEPTUAL
ROJO
Figura 10. Sentir Físico Original
Pero el error surge cuando, de acuerdo a la Categoría de Reversión Conceptual, el
Objeto Eterno que es el dato derivado es parcialmente diverso del Objeto Eterno
constituyente de la definidad de la forma subjetiva del sentir físico. Esta diversidad
relevante está determinada por la aspiración subjetiva de la entidad actual que es sujeto
de este sentir y que, por ello mismo, introduce novedad en la concrescencia, de tal
suerte que la conformatividad del sentir no es completa. Estamos aquí en la etapa de el
sentir físico derivado:
239
ROJO
SENTIR FÍSICO
ROJO
SENTIR
CONCEPTUAL
ROSADO
Figura 11. Sentir Físico Derivado
Conforme, pero ¿de dónde vino este Objeto Eterno ―parcialmente diverso‖? Si hemos
de ser fieles al Principio Ontológico tenemos que ser capaces de indicar alguna entidad
actual como razón de su ingresión, ¿por qué se pasó de ―rojo‖ a ―rosado‖? Porque este
nuevo Objeto Eterno se deriva de un sentir físico híbrido de Dios, la entidad actual
primordial. Tal como ya habíamos explicado, si una entidad actual A tiene un sentir
físico híbrido de Dios, entonces el dato objetivo para A es un sentir conceptual que
pertenece a Dios. El dato de este sentir conceptual es el Objeto Eterno parcialmente
diverso que se substituye en un sentir conceptual revertido. De algún modo, lo que ha
hecho Whitehead es fundir, a su manera, la doctrina tradicional del empirismo con una
teología peculiar para explicar la aparición de novedad en el mundo. Lo resume bien
Schmidt: ―While Whitehead remains an empiricist adhering to Hume‘s principle that all
knowledge is derived from experience, he provides an empirical account of the
introduction of genuine novelty into world and forges a system of empiricism linked
with a theology‖645.
Hemos concluido así una revisión somera de argumentos tanto empíricos como
teóricos a favor de la existencia del modo básico de percepción que, tal como su nombre
lo indica, determina solo la base sobre la cual se asentarán todos los momentos
ulteriores integradores de este proceso. Pasemos a considerar el momento derivado y
contraparte; justamente, la Presentación Inmediata.
645
SCHMIDT (129)
240
Capítulo 17
LA PRESENTACIÓN INMEDIATA
La Presentación Inmediata presupone la noción de un continuo extenso. Ya hemos
mencionado que la más amplia sociedad discernible, la matrioshka más exterior es la
sociedad constituida por el tipo de orden más general concebible; a saber: pura
extensividad. Esta sociedad o asociación, la más general de todas, establece la
obligación para todo lo que es de conformarse a este tipo general de orden social. Dicho
de otro modo, este tipo de orden social puramente extensivo limita la potencialidad pura
de los Objetos Eternos a una posibilidad real. Es decir, las únicas posibilidades reales
que hay en este mundo actual son las compatibles con los requerimientos de este tipo
especial de orden extensivo; requerimientos que, en terminología whiteheadiana, han
sido establecidos por el pasado funcionando como objetivamente inmortal. Estos
requerimientos han definido al continuo extenso como aquello donde toda posibilidad
real debe encontrar su nicho. Esta noción, repetimos, es esencial para comprender el
modo de percepción bajo la forma de Presentación Inmediata. Al interior del esquema
de Whitehead ello implica dos presuposiciones metafísicas:
(i) Que el mundo actual, en la medida en que es una comunidad de entidades que están
―selladas‖ o establecidas y ya han devenido, condiciona y limita la potencialidad de la
Creatividad. Esta presuposición es la que define el concepto de Whitehead para
―donación‖ o simplemente ―lo dado‖: ―Así, relativamente a cualquier entidad actual,
hay un mundo ―dado‖ de entidades actuales selladas y una potencialidad ―real‖, que es
el dato para crear más allá de ese punto de ubicación o locus‖646. Pero esto implica, a su
vez, que ―potencialidad‖ tiene dos significados básicos: (a) la pura potencialidad que es
el cúmulo de posibilidades mutuamente consistentes o alternativas provista por los
Objetos Eternos considerados como pura multiplicidad y (b) la potencialidad real que es
aquella condicionada por los datos proporcionados por el mundo actual: ―La
646
PR (100) No hemos seguido la traducción habitual del término ―standpoint‖ como ―punto de vista‖,
pues a este nivel metafísico de generalidad significa mucho más que eso. Hemos preferido ―punto de
ubicación o locus‖. La edición de Rovira Armengol incluye aquí el imperdonable error de incluir ―modo
dado‖ en vez de ―mundo dado‖ [given wordl]. Todas las comillas son de Whitehead.
241
potencialidad general es absoluta, y la potencialidad real es relativa a alguna entidad
actual, tomada como un punto de ubicación o locus a través del cual se halla definido el
mundo actual‖647.
(ii) Que las potencialidades reales relativas a todos los puntos de ubicación o loci
posibles [standpoints] están coordinadas como determinaciones diversas de un solo
continuo extenso.
Este continuo extenso es un ―complejo relacional‖ [relational
complex] en el cual toda objetificación potencial encuentra su nicho. Según Whitehead,
si se considera este continuo en su plena generalidad, esto es, aparte de las condiciones
adicionales características de esta época cósmica de electrones, protones, moléculas y
sistemas estelares, sus propiedades ―son muy pocas y no incluyen las relaciones de
geometría métrica‖648 ¿Qué es lo que lo define entonces si ni siquiera podemos incluir
relaciones geométricas?, ¿en qué sentido es ―extenso‖ a diferencia de la propuesta de
Descartes que, por cierto ―incluye las relaciones de geometría métrica‖?: ―Un continuo
extenso es un complejo de entidades unidas por diversas relaciones afines (i) de todo a
parte, (ii) de traslape de modo que posean partes comunes, (iii) de contacto y (iv) de
otras relaciones derivadas de esas relaciones primarias‖649. Así pues, este continuo
expresa la solidaridad de todos los loci posibles y no es, por tanto, anterior al mundo
sino que constituye ―la primera determinación de orden —esto es, de potencialidad
real— que surge del carácter general del mundo‖650. En una palabra, ―la extensión,
prescindiendo de su espacialización y temporalización, es ese esquema general de
relaciones que proporciona la capacidad de que muchos objetos puedan ser soldados en
la unidad real de una sola experiencia‖651. Estos ―muchos objetos‖ que ―se sueldan‖ o
―se funden‖ constituyendo esa ocasión única y compleja de experiencia que es la
entidad actual son, sin ser exhaustivos, Dios, los Objetos Eternos, prehensiones físicas,
prehensiones conceptuales, mundo antecedente, aspiración subjetiva, etc. Así entonces,
un acto de experiencia se atiene a un esquema de orden extensivo por razón de un doble
hecho: (i) su propio locus o punto de ubicación posee un contenido extenso y (ii) las
647
PR (101) He preferido ―a través del cual se halla definido el mundo actual‖ en vez de ―por el que se
define el mundo actual‖ [whereby the actual wordl is defined]
648
PR (102) He preferido ―y no incluyen‖ a ―y no abarcan‖ [and do not include]
649
PR (102) He preferido ―afines‖ a ―concordes‖ [allied] y ―de traslape‖ a ―de entrelazamiento‖
[overlapping]. ―De contacto‖ [of contact] aparece en la versión de Rovira Armengol como ―de concepto‖
(¡) He agregado la numeración.
650
PR (102)
651
PR (103) He preferido ―la capacidad de que muchos objetos puedan ser soldados‖ a ―la posibilidad de
que varios objetos puedan fundirse‖ [the capacity that many objects can be welded] Cursivas mías.
242
otras actualidades están objetificadas con sus respectivas relaciones extensivas. Estas
relaciones no determinan qué es lo que será transmitido sino las condiciones a las que
toda transmisión debe conformarse: ―El esquema ―extensivo‖ no es más que la
morfología genérica de las relaciones internas que unen a las ocasiones actuales en un
nexo, y que unen a las prehensiones de cualquier ocasión actual en una unidad que
puede dividirse coordinadamente‖652. Y con todo ello podemos aclarar las diferencias de
la nueva propuesta respecto de la de Descartes, para él ―el atributo primario de los
cuerpos físicos es la extensión; para la Filosofía del Organismo, la relación primaria de
las ocasiones físicas es la conexión extensiva‖653.
Pasemos ahora a considerar el modo de percepción en virtud del cual poseemos
una conciencia clara y distinta de las relaciones ―extensivas‖ del mundo, vale decir,
extensividad en tiempo y espacio. No cabe duda de que, al menos respecto del espacio,
esta claridad es obtenida a través de la percepción sensoria: ―Denominamos a este modo
de percepción ―Presentación Inmediata‖. En este ―modo‖ el mundo contemporáneo se
prehende como un continuo de relaciones extensivas‖654. Las implicaciones de la noción
de ―contemporaneidad‖ serán capitales para esta doctrina de la percepción de la
Filosofía del Organismo, puesto que, a la luz de las ideas propuestas por Einstein,
―contemporaneidad‖ equivale a independencia causal. La Presentación Inmediata es
exactamente el modo o lado diametralmente opuesto al de la Eficacia Causal que
presupone obligadamente precedencia: ―Por lo que concierne a las relaciones físicas, los
eventos contemporáneos suceden con independencia causal entre sí. Este principio se
asienta en la superficie de la fundamental fórmula einsteniana para el continuo
físico‖655. En razón de este principio de independencia, el mundo contemporáneo se
presenta ante nosotros objetivado bajo el aspecto de potencialidad pasiva o, lo que es lo
mismo, como potencialmente divisible. Si percibimos lo que está derechamente
―adelante‖ de nosotros, por decirlo así, de forma ―congelada‖ como en una foto, ya
hemos reducido el mundo: desde el momento en que lo proyectamos como
contemporáneo hemos extraído la causalidad de él. En este tipo de percepción, tenemos
652
PR (389) He preferido ―que puede dividirse coordinadamente‖ a ―coordinadamente divisible‖
[coordinately divisible] Cursivas mías y comillas de Whitehead.
653
PR (389) He preferido ―conexión extensiva‖ a ―conexión extensa‖ [extensive connection] Cursivas de
Whitehead
654
PR (95) He preferido ―relaciones extensivas‖ a ―relaciones extensas‖ [extensive relations]
655
PR (95) He preferido ―eventos‖ a ―acaecimientos‖ [events]. La referencia a Einstein viene allí mismo
en nota agregada por Whitehead, la hemos puesto yuxtapuesta. La traducción de Rovira Armengol es
curiosa, ―Este principio es lo más visible de la fórmula…‖ [This principle lies on the surface of the…] (¡)
243
definida (i) nuestra propia perspectiva geométrica, (ii) las posibilidades de las mutuas
perspectivas para otras entidades contemporáneas entre sí y (iii) las posibilidades de
división. Estas posibilidades de división son las que constituyen al mundo externo en un
continuo, puesto que un continuo es divisible. Con ello sin embargo, se nos ha ocultado
su actualidad: ―El mundo contemporáneo tal como lo perciben los sentidos (…) es
continuo, divisible pero no dividido. El mundo contemporáneo está de hecho dividido y
es atómico, puesto que es una multiplicidad de entidades actuales definidas‖656. Así, la
Presentación Inmediata no entrega información acerca de la atomización actual de esta
potencialidad real contemporánea y ejemplifica con ello la doctrina ya señalada de que
entre un mundo contemporáneo y otro, por definición, las ocasiones suceden con entera
independencia. De hecho, esta es la definición de ―contemporaneidad‖: ―Las ocasiones
actuales A y B son mutuamente contemporáneas cuando A no contribuye con el dato
para B y B no contribuye con el dato para A, excepto en que A y B son regiones
atómicas en el esquema potencial de extensividad espacio-temporal que es un dato para
ambas, A y B‖657. La Presentación Inmediata revela pues la extensividad real del mundo
contemporáneo y objetifica las actualidades contemporáneas en tanto condicionadas por
relaciones extensivas: ―Despliega un sistema que impregna el mundo, un mundo que
incluye y trasciende al experimentador. Es un vívido despliegue de potencialidad
sistemática real que incluye al experimentador y se extiende más allá de él‖658. Con
todas estas premisas la polémica de Hume contra la causalidad se presenta bajo un cariz
completamente nuevo. En efecto, una vez reducida la experiencia a lo que los sentidos
externos nos presentan clara y distintamente a partir de una posición definida en el
espacio y agregada la premisa de que contemporaneidad equivale a independencia
causal, no queda sino concluir que la causalidad es una especie de ―ilusión mental‖, por
cuanto se ha suprimido el único vehículo que tenemos para captarla: el cuerpo en tanto
percibe influencias vagas de su pasado inmediato. De manera que, si restringimos la
percepción sólo a este modo, Whitehead está en pleno acuerdo con Hume, su reproche
es que su análisis fue incompleto. Nos queda ahora como tarea ilustrar y expandir la
referencia que hiciéramos, de pasada, a la teoría de Einstein y mostrar cómo Whitehead
656
PR (96) He preferido ―está de hecho dividido y es atómico‖ a ―es de hecho dividido y atómico‖ [is in
fact divided and atomic] Cursivas mías.
657
PR (174) He preferido ―no contribuye con el dato‖ a ―no contribuye al dato‖ [does not contribute to
the datum] y ―extensividad‖ a ―extensidad‖ [extensiveness] y ―para ambas‖ a ―a la vez‖ [for both].
658
PR (437) He preferido ―Despliega un sistema que impregna el mundo‖ a ―Ostenta un sistema que se
extiende por el mundo‖ [It displays a system pervading the world] Cursivas mías.
244
la incorpora en su teoría de la percepción. Todas las referencias serán hechas a la figura
siguiente:
P
N
M
Pasado
Futuro
Figura 12. Contemporaneidad
Los dos modos puros de percepción que hemos analizado despliegan una variedad de
loci definidos en referencia a la ocasión percipiente M. Por ejemplo, hay ocasiones que
pertenecen al mundo ―sellado‖ que forma el pasado causal de M. Pero hay también
ocasiones que forman la potencialidad de M y que constituyen su futuro causal y hay
ocasiones que no guardan relación causal real (pasada) ni potencial (futura): son los
contemporáneos de la ocasión M y que, en inmejorable expresión de Whitehead,
acaecen en ―unísono de devenir‖659 con ella. La línea llena que intersecta a M delimita a
sus contemporáneos. Cualquier ocasión que caiga dentro de la cuña formada por esas
líneas sobre y bajo M es un contemporáneo suyo o, lo que es igual, ocurre en
659
PR (175)
245
independencia causal de M: ninguna de esas ocasiones puede afectarse en modo
alguno. Para poder ser afectado o recibir alguna influencia causal hay que encontrarse
en ―disonancia de devenir‖, para extender nosotros aquella feliz expresión. N y P son
contemporáneos de M. Dentro de esta región de contemporaneidad hay un número
indeterminado de duraciones que incluye a M. Las líneas punteadas que van de P a M y
de N a M y la cruzan representan dos duraciones tales. La línea entrecortada que
intersecta a N delimita a los contemporáneos de N. Es la contemporaneidad de N que
está incluida en la contemporaneidad de M. Es crucial notar que P no es contemporáneo
de N (cae ―fuera‖ de las líneas entrecortadas) pero sí de M (cae ―dentro‖ de las líneas
llenas). M y P se hallan en unísono de devenir y M y N se hallan en unísono de devenir
pero P y N no lo están, se hallan en ―disonancia‖ de devenir puesto que P está en el
pasado de N. Esto contradice las apreciaciones del sentido común que sostiene, sin más,
que si P y N ocurren al mismo tiempo de M, entonces P y N ocurren también al mismo
tiempo; no obstante, en este aspecto como en tantos otros, la Teoría de la Relatividad
contradice al sentido común e incluso a la Teoría Clásica y su supuesto de que cualquier
evento (ocasión actual en este caso) se halla únicamente en una única duración (el
Tiempo Absoluto de Newton). Según ella, y según el sentido común, cualesquiera dos
ocasiones que compartan una misma duración con M deberían estar en la misma
duración recíproca. Y sin embargo el admitir muchas duraciones diversas a lo largo de
la duración de M es lo que exige la Teoría de la Relatividad. Vamos a exponer
resumidamente a continuación el ejemplo con que Sherburne intenta ilustrar estas
ideas660.
660
SHERBURNE (112)
246
Suponga un rayo de luz saliendo hacia el cielo desde Cabo Kennedy con una velocidad
relativa al punto de despegue de 300.000 kmts. por segundo. Suponga ahora que se
lanza un cohete que despega a una velocidad relativa al punto de despegue de 2.000
kmts. por segundo. Ahora viene la pregunta esperada: ¿Cuál es la velocidad relativa del
rayo de luz respecto del cohete? La respuesta del sentido común es inmediata,
simplemente la diferencia o resta entre ambas: 298.000 kmts. por segundo. La Teoría de
la Relatividad sostiene, empero, que esta respuesta es errónea. En efecto, el resultado de
las ecuaciones de Einstein lleva a sostener que la velocidad de la luz respecto de
cualquier objeto será siempre de 300.000 kmts. por segundo. Así entonces, la velocidad
relativa del rayo de luz respecto del cohete es de…300.000 kmts. por segundo. Ahora
bien, si esto es realmente así (y en estos cien años desde la formulación de la célebre
Teoría se ha acumulado bastante evidencia a favor), al sentido común no le queda más
que sostener que ―¡Bueno, tendrá que haberse deformado o doblado el espacio, el
tiempo y el cohete allá en Cabo Kennedy cuando se hizo el lanzamiento!‖ Y eso es
exactamente lo que la Teoría de la Relatividad sostiene, que el tiempo y el espacio no
son absolutos, sino que bajo ciertas condiciones de gran velocidad o una enorme masa
pueden ser alterados. Ilustremos esto haciendo referencia al esquema anterior. Si M es
247
una ocasión actual en Cabo Kennedy, P una ocasión actual contemporánea con M en la
ruta histórica del rayo de luz y N una ocasión actual contemporánea con M en la ruta
histórica del cohete, la Teoría de la Relatividad exige que P y N no sean
contemporáneos, ya que si lo fuesen, las velocidades relativas entre el rayo de luz y el
cohete deberían ser de 298.000 kmts. por segundo y no 300.000 kmts. por segundo,
según demanda aquella teoría. Todavía una conclusión de importancia considerable
puede ser extraída de las premisas anteriores en referencia a la percepción bajo el modo
de Presentación Inmediata. Whitehead ha sostenido que ―una duración es una sección
transversal del Universo; es la condición presente inmediata del mundo en alguna época
según la antigua teoría ―clásica‖ del tiempo (…) Se habrá visto que la Filosofía del
Organismo acepta y define esta noción. Alguna medida [some measure] de aceptación
se impone sobre la metafísica. Si esta noción se rechazara totalmente, ninguna apelación
a la universal obviedad de convicción podría tener el menor peso, puesto que no puede
haber ninguna instancia más vigorosa que esta fuerza de obviedad [force of
obviousness]‖661 ¿A qué se está refiriendo?, ¿dónde radica esta ―fuerza de obviedad‖
que apoya y obliga a aceptar, ―en alguna medida‖ a la teoría clásica? En la propia
experiencia de la Presentación Inmediata. A escala humana y bajo las condiciones de
claridad y distinción propias de una percepción atenta, una duración es efectivamente
una sección transversal del Universo. Con su terminología técnica, podemos decir que
una entidad actual objetifica sólo una de las muchas duraciones en las cuales está
incluida cuando percibe en el modo de la Presentación Inmediata. Esta duración es
consecuentemente la única asociada con el presente actual inmediato percibido de esa
entidad actual, y es la consecuente avasalladora influencia de esa única duración la que
da cuenta de la ―obviedad de convicción‖ asociada a la teoría clásica. Es la manera en
que Whitehead funde en su esquema el sentido común, la física clásica y la Teoría de la
Relatividad.
En Proceso y Realidad hallamos las siguientes caracterizaciones de este modo
de percepción. Sus perceptos propios son ―distintos, definidos, controlables, aptos para
goce inmediato y con el mínimo de referencia al pasado o al futuro‖662; revela que ―el
mundo contemporáneo es prehendido conscientemente como un continuo de relaciones
661
PR (176) He preferido ―universal obviedad de convicción‖ a ―evidencia universal de convicción‖
[universal obviousness of conviction].
662
PR (246) Rovira Armengol traduce ―controllable‖ como ―fiscalizables‖.
248
extensivas‖663 y es ―una percepción que, meramente, por medio de un sensibilium
[sensum], rescata de la vaguedad una región contemporánea espacial, respecto de su
forma espacial y de su perspectiva espacial desde el percipiente‖664. Ahora bien, si
retornamos a la figura 12 teniendo en mente las consideraciones que hemos hecho,
podremos aquilatar en todo su peso el siguiente pasaje: ―La Presentación Inmediata sólo
da información positiva sobre el presente inmediato en cuanto definido por sí misma. La
Presentación Inmediata ilustra, por medio de sensibilia, subdivisiones potenciales
dentro de una sección transversal [cross-section] del mundo, que es objetificado de este
modo por M. Esta sección transversal es el presente inmediato de M‖665. En una
palabra, su dato propio es como una nítida ―foto‖ del mundo congelado en un instante.
Es en este punto donde el empirismo de Whitehead se muestra como una inversión del
empirismo sensacionalista de Hume, al sostener que ―en el sujeto inmediato, la
Presentación Immediata debe concebirse como originada en una fase tardía [late phase],
por la síntesis del sentir de la eficacia corporal con otros sentires‖ y que ―todo el meollo
[the whole point] de la conexión entre los dos sentires es que la Presentación Inmediata
se deriva [is derivative] de la eficacia corporal‖666. Con lo cual se hace forzoso confesar
que la propia expresión ―Presentación Inmediata‖ es engañosa, ya que desde todo punto
de vista se trata de una presentación que no es inmediata sino mediata, ya que
presupone toda la actividad previa y ―amplificadora‖ del cuerpo. Y, por otro lado,
tampoco es presentación sino una proyección que ha hecho el mismo cuerpo a través de
sus órganos. Si fuésemos muy exigentes a la hora de fijar los términos, digamos al estilo
de un Husserl, tendríamos que haber caracterizado a este tipo de percepción como el
modo de ―proyección mediada‖ y no como ―presentación inmediata‖. Incluso algunos
han llegado a preguntarse si se trata genuinamente de una ―percepción‖, como por
ejemplo Lucas: ―It is not clear that ―presentational immediacy‖ is even a form of
perception, strictly speaking, at all. Rather, it could be described as a projection ―by a
percipient subject onto a (ficticious) contemporaneous spatio temporal manifold― of
certain highly refined and analyzed features of entities (but more vaguely and dimly)
encountered in the percipient‘s immediate past through the mode of causal efficay‖667.
663
PR (95) Rovira Armengol omite la traducción de ―conscientemente‖ [consciously]
PR (171)
665
PR (174) Hemos preferido ―definido por sí misma‖ a ―definido por sí mismo‖ para ―defined by itself‖.
Cursivas mías.
666
PR (421) Cursivas mías.
667
LUCAS (90) Cursivas mías.
664
249
Y, ciertamente, hay un consenso en los estudiosos respecto a que este modo perceptivo
es realidad una proyección. Así por ejemplo Johnson: ―Some contemporary
epistemologists refer to the projection of sense data. Whitehead deals with this topic in
the context of his discussion of presentational immediacy. He suggests that the process
of projection depends on the condition of the body‖668; Schmidt: ―At least in some
places in Symbolism he mentions the theory of the projection of sensa (p.13-14), which
is the technical device in Process and Reality that accounts for our supposed direct
experience of contemporaries‖669 y Maclachlan: ―The grey sensum is given through the
appropriate physiological processes in the body, in virtue of the stimulation of the eyes.
Through projection, it comes to decorate the contemporary world‖670. Y esto es de
hondas implicaciones puesto que, según las propias premisas puestas por la Teoría de la
Relatividad y que Whitehead acoge, jamás habría percepción del presente, puesto que
incluso la que llamamos así, la de Presentación Inmediata, no sería más que la
proyección del pasado inmediato
—fracciones de segundo—
de la Eficacia Causal
sobre nuestro cuerpo modificada y amplificada por nuestros órganos corporales. El
mismo Maclachlan ha señalado bien la paradoja: ―Thus, a grey sensum, although given
as characterizing an object in the visual field of presentational immediacy, is not given
by that object. It could not be given by that object. Since object and subject are
contemporary, they cannot sustain between them a relation of giving and receiving‖671.
Aunque es fuerza reconocer que, en este punto, el propio Whitehead había sido
particularmente claro: ―La fase suplementaria eleva la duración presentada a vívida
nitidez [distinctness], de tal suerte que la vaga eficacia del confuso [indistinct] mundo
externo del pasado inmediato es precipitada sobre las regiones representativas en el
presente contemporáneo. En lenguaje usual, las sensaciones son proyectadas‖672
Así entonces, la percepción del presente, incluso a una escala tan pequeña como
la humana, sería una ilusión. Siempre estamos percibiendo el pasado, lo que pasa es que
cuando se trata de años-luz, se nota; como cuando miramos la puesta de Sol que ya fue
hace ocho minutos. Cuando Ud. mira esta hoja de papel, en realidad está viendo la hoja
668
JOHNSON (78) Cursivas mías.
SCHMIDT (134) Cursivas mías.
670
MACLACHLAN D.L.C. ―Whitehead‘s Theory of Perception‖. Process Studies Volume 21, Number
4, Winter 1992 (230) Cursivas mías.
671
MACLACHLAN (229) Cursivas mías.
672
PR (238) Rovira Armengol traduce ―is precipitated‖ como ―se vuelca‖. Cursivas mías.
669
250
que fue hace una fracción de segundo. Pero según Whitehead ver ―la hoja de papel‖ es
ya el resultado de un proceso mucho más complejo (lo que Ud. ve es ―el blanco aquí
delante‖ que fue hace una fracción de segundo) que implica la fusión y proyección de
los modos ―crudos‖ previos. Es un caso de Referencia Simbólica.
Capítulo 18
LA REFERENCIA SIMBÓLICA
Whitehead dedica explícitamente el capítulo VIII de la Parte II, titulado precisamente
―Referencia Simbólica‖, al tratamiento de este ―modo mixto‖ [mixed mode] fruto de la
―interacción‖ [interplay] de los dos modos ―puros‖ o ―crudos‖. Hemos visto que la
percepción bajo el modo de Eficacia Causal es un captar o un darse cuenta de la
presencia masiva del pasado y que la percepción bajo el modo de Presentación
Inmediata es un captar o un darse cuenta de las relaciones extensivas que estructuran un
continuo experimentado como presente inmediato. Ninguno de esos dos modos es lo
que experimentamos en la percepción ordinaria. Ésta constituye un modo de
percepción mixto fruto del juego recíproco entre los dos modos primitivos y que
equivale a lo que cotidianamente llamamos ―percepción‖: ―Cuando lo que está en
cuestión es la experiencia humana, ‗percepción‘ significa casi siempre ‗percepción en el
modo mixto de Referencia Simbólica‘ ‖673. ¿Cómo interactúan los dos modos básicos o
puros para llegar a ese resultado?
Hemos visto que el nexo contemporáneo percibido bajo el modo de Presentación
Inmediata implica una proyección a sus respectivas regiones definidas por los sentidos.
La crux de la Referencia Simbólica consiste en que los datos de los sentidos que definen
las regiones en el nexo contemporáneo no se hallan dados en el modo de la Presentación
Inmediata sino que provienen del modo de la Eficacia Causal siendo mediados por los
respectivos órganos corporales y luego proyectados hacia el nexo contemporáneo
673
PR (233) He preferido ―percepción en el modo mixto‖ a ―percepción del modo mixto‖ [perception in
the mixed mode]
251
revelado en la Presentación Inmediata: ―Nuestras experiencias de nuestras diversas
partes corporales consisten ante todo en percepciones de ellas como razones de
sensibilia ‗proyectados‘ [‗projected‘ sensa]: la mano es la razón del proyectado
sensibilium del tacto, el ojo es la razón del proyectado sensibilium de la vista‖674. La
figura 13 ilustra los aspectos principales de esta interacción. N está en el pasado causal
de M y M hereda de N bajo el modo de Eficacia Causal. M también capta, mediante
Presentación Inmediata, las características extensivas del continuo en su duración
presente (línea punteada). Un continuo que está de hecho atomizado en una cierta región
N‘. Si M no es víctima de ilusión, proyectará los datos sensibles heredados desde N bajo
el modo de Eficacia Causal hacia la región del continuo extenso atomizado en N‘. Si N
es un libro que está en el escritorio de M, el margen de error es mínimo; si N es una
estrella distante a millones de años luz, M proyecta sin duda los datos sensoriales
heredados, pero erróneamente, hacia la duración presente. La mayor fuente de error, sin
embargo, proviene del hecho de que la parte final de la ruta de N hacia M es a través del
cuerpo de M y de ahí hasta la ruta histórica reinante compuesta por las ocasiones
vivientes que dominan en su cuerpo sucesivamente. Si el cuerpo se halla fatigado,
drogado, limitado o disminuido de cualquier modo que sea, el efecto se hará sentir
inevitablemente en el modo de percepción de Referencia Simbólica.
674
PR (243) Cursivas y comillas de Whitehead.
252
N
N’
M
Pasado
Futuro
Figura 13. Referencia Simbólica
No obstante, si lo anterior puede caracterizar la interacción buscada, ¿qué la hace
posible?, ¿sobre qué se asienta este juego recíproco? La única posibilidad plausible es
proponer un fundamento o base común [a common ground]: ―El primer principio para
explicar la Referencia Simbólica es que semejante referencia requiere de un
―fundamento común‖. Por esta necesidad de un ―fundamento común‖ se entiende que
debe haber componentes de la experiencia que se reconozcan directamente como
idénticos en cada uno de los modos perceptivos puros‖675. Esta base está constituida por
dos elementos: (i) el locus presente o presentado [presented locus] y (ii) el rol que
juegan allí los Objetos Eternos. La Referencia Simbólica correspondiente, a su vez,
podrá ser simple o compleja676. Estos puntos, que desarrollaremos a continuación, se
hallan compendiados en el esquema siguiente:
675
PR (232)
Esta distinción la hemos tomado de PRED (195-200) La Referencia Simbólica compleja es tratada en
SCHMIDT bajo el acápite de ―Percepciones conscientes‖ [conscious perceptions] (154-160)
676
253
REFERENCIA
SIMBÓLICA
(MODO MIXTO)
a) Simple
b) Compleja
EFICACIA CAUSAL
(MODO PURO)
PRESENTACIÓN
INMEDIATA
(MODO PURO)
OBJETOS
ETERNOS
LOCUS
PRESENTADO
Referencia Simbólica simple
El locus presentado: Hemos dicho que lo que cotidianamente llamamos simplemente
―percepción‖ (esto es, percepción sensible de objetos con cualidades) corresponde, en el
sistema de Whitehead, al modo mixto de Referencia Simbólica. En efecto, cuando, de
buenas a primeras, nos topamos con un objeto por cualquiera de los sentidos
—
digamos por ejemplo la vista— es siempre percibido primero, aunque sea una fracción
de segundo antes, bajo el modo de Eficacia Causal puesto que la ―concomitancia del
cuerpo‖ es ineludible. Decimos es percibido pero todavía no ―visto‖ como objeto, ahí
delante (ob-iectum). Cuando, luego, aunque sea una fracción de segundo después, lo
percibimos bajo el modo de Presentación Inmediata, se vuelve claro, nítido visualmente
en una región demarcada por una característica cromática677. Ahora bien, cuando estas
dos percepciones son sentidas juntas en un contraste unificador mediante el cual la
677
Symbolism: ―In practice we never doubt the fact of the conformation of the present to the immediate
past. It belongs to the ultimate texture of experience, with the same evidence as does presentational
immediacy. The present fact is luminously the outcome from its predecessors, one quarter of a second
ago‖ (46)
254
fuente de lo vago es interpretada como un continuo con lo relativamente claro, estamos
frente a una percepción en el modo de Referencia Simbólica en el nivel que llamamos
simple; en palabras de Pred: ―The two modes are felt together in a unifying contrast, in
which the source of the vague is interpreted as continuous with that of the relatively
clear‖678. El ejemplo, digamos, ―clásico‖ que ofrece Whitehead de esta referencia
interpretativa inmediata está al comienzo de su consagrado texto sobre el simbolismo
donde presenta el caso del perrito que, frente a una silla, no se limita a ―percibirla
visualmente‖ en Presentación Inmediata sino que derechamente salta sobre ella para
recostarse. En este ―salto‖ —en sentido literal y perceptivo— cree Whitehead ver un
ejemplo inmediato de que, sin presuponer para nada una conciencia humana, la
percepción siempre va más allá de sí misma. En este caso podríamos decir, el perrito (i)
―se encuentra‖, ―husmea‖, ―huele‖ la silla (Eficacia Causal), (ii) la ―ve delante‖
(Presentación Inmediata) y (iii) ―salta‖ sobre ella y simplemente la ocupa (Referencia
Simbólica). Pues bien, un elemento constituyente principal de la base común que
buscamos está dado por el locus de la percepción en cuestión: ―Un elemento principal
del fundamento común, compartido por los dos modos, es el locus presentado. Este
locus figura subordinadamente en el modo perceptivo de la Eficacia Causal y
ejemplifica vagamente su participación en el esquema general de la interconexión
extensiva implicado en la potencialidad real‖679. Por ello mismo, el locus presentado o
presente es el contorno o entorno de quien está experimentando bajo el modo de
Presentación Inmediata, donde ya no figura subordinadamente: ―Es el nexo
contemporáneo percibido en el modo de Presentación Inmediata, con sus regiones
definidas por los sensibilia [sensa]‖680. En resumen del propio Whitehead: ―El locus
presentado es una base común para la Referencia Simbólica porque es percibido directa
y distintamente en la Presentación Inmediata e indistinta e indirectamente en la Eficacia
Causal‖681. Ahora bien, como ya sabemos, en la percepción bajo el modo de Eficacia
Causal el campo pertinente en cuestión es percibido indistintamente, las relaciones
geométricas detalladas son vagas y si bien las cualidades sentidas están localizadas en
alguna parte (―por aquí en la espalda‖, ―allá en el bosque‖, ―atrás, en la entrada‖, ―detrás
de la cabeza‖, etc.) no poseen todavía nítida definición local. Por contrapartida, en el
678
PRED (195)
PR (233) Inexplicablemente se traduce aquí ―ground‖ como ―fondo‖ cuando debería haberse
mantenido ―fundamento‖ o ―base‖. Hemos preferido, además, ―extensivo‖ a ―extenso‖.
680
PR (177)
681
PR (234) He preferido ―base‖ a ―fondo‖ [ground] Cursivas mías.
679
255
modo perceptivo derivado de Presentación Inmediata los ―sentires geométricos‖
[geometrical feelings] (expresión de Pred682) han ganado en claridad y precisión. Este
tipo de sentires que implican datos sensibles que guardan relaciones geométricas con el
perceptor son llamados por Whitehead ―tensiones‖ [strains]: ―Un sentir en el cual las
formas ejemplificadas en el dato conciernan a loci geométricos, rectos y superficies, se
denominará una ―tensión‖ ‖683. El proceso de formación de ―sentires de tensión‖ [strain
feelings] es, en terminología de Whitehead, ―trasmutativo‖ y constituye el aspecto
geométricamente característico del movimiento desde el primer modo de percepción
puro (Eficacia Causal) al segundo (Presentación Inmediata). Este movimiento, como
necesariamente ocurre al interior de la concepción global de la Filosofía del Organismo,
ha de estar gobernado por una aspiración o interés: ―El interés geométrico [geometrical
interest] que domina el crecimiento de una tensión eleva a importancia las líneas, planos
y superficies tridimensionales completas que están definidas por la sede [seat] [sc. el
punto de vista del perceptor] de la tensión‖684. Recordemos uno de los hábitos de
pensamiento repudiados en el Prefacio de Process and Reality: la doctrina de la
―actualidad vacua‖. Muy por el contrario, nada hay en el mundo bajo ningún aspecto de
realidad que esté simplemente allí sin jugar ningún papel y carente de interioridad o
promotor de cambio. Nada hay que no esté allí sino es por el poder de otro y para
ejercer su poder. No en balde el capítulo dedicado a las ―tensiones‖ (Parte IV Cap. IV)
condensa en inmejorable frase el ―principio ontológico‖ y la doctrina del ―poder‖:
“Nada hay en el mundo real que sea meramente un hecho inerte. Toda realidad está
ahí para sentir: fomenta el sentir y es sentida”685.
La caracterización del locus, sin embargo, quedaría radicalmente incompleta si
se restringiera a la tridimensionalidad y menos aún en una filosofía que busca integrar
los avances de la ciencia física. El elemento temporal, efectivamente, es parte integrante
de aquél: ―Recuérdese que el locus presentado tiene su cuarta dimensión de espesor
temporal ―espacializado‖ como presente engañoso del percipiente‖686. Whitehead tiene
muy en claro la doble dimensión temporal implicada aquí y que nada más dejamos
682
PRED (197)
PR (418) He preferido ―superficies‖ a ―llanos‖ [flat]
684
PR (419) Cursivas mías.
685
PR (418) Rovira Armengol traduce allí ―real world‖ como ―mundo actual‖. Cursivas mías.
686
PR (233) La edición española incluye la desagradable errata de ―especializado‖. He preferido
―presente engañoso‖ a ―presente especioso‖ [specious present]
683
256
apuntada porque excede el alcance de este trabajo: (i) la duración externa del evento
geometrizado y (ii) la duración interna o ―espesor psíquico‖ del evento percipiente687.
Los Objetos Eternos: Se revelará aquí en plenitud lo que antes llamáramos el carácter
eminentemente relacional que poseen. En efecto, en la progresión que va desde la
prehensión física hasta la percepción de una cualidad localizada, el otro elemento
común fundamental está dado por el mismo Objeto Eterno en tanto ingrediente de
ambos modos puros o básicos: ―El segundo ―fundamento‖ para la Referencia Simbólica
es la conexión entre los dos modos efectuado por la identidad de un Objeto Eterno que
sea ingrediente de ambos‖688. La forma oscura vagamente verdosa se vuelve la clara
forma de un árbol que hay frente a mí. En este sentido, la cualidad, más que ser un
atributo de una sustancia opera como una característica relacional: el poseer una
cualidad es tener el poder de afectar a percipientes potenciales para que, en el curso de
esa experiencia, tengan sentires conceptuales que impliquen el concepto en cuestión (el
Objeto Eterno complejo ―árbol‖) para el cual el sentir físico en cuestión ha provisto la
base perceptiva. El fundamento común que proporcionan los Objetos Eternos ocurre de
dos maneras, según sean ellos (i) sensibilia [sensa] o (ii) características geométricas.
Cuando consideramos la Eficacia Causal vimos cómo los datos sensibles operaban en
ella; esto es, a partir de un sentir físico simple cuyo dato inicial era una entidad actual
pasada y cuyo dato objetivo era un sentir perteneciente a la concrescencia del dato
inicial, se producía un sentir conceptual derivado cuyo dato era un Objeto Eterno. Éste,
(que no es otro que la forma subjetiva del sentir del dato objetivo) ha pasado a jugar su
rol en la concrescencia que es la entidad que prehende en virtud de sentires físicos
―transmutados‖ y sentires conceptuales ―revertidos‖. Ahora bien, el punto que hay que
retener es el siguiente: la Eficacia Causal contiene Objetos Eternos de grado ínfimo que
son sensibilia [sensa]. Por lo que toca a la Presentación Inmediata, ya se ha visto que los
datos sensibles son presentados indirectamente (por el hecho mismo de la proyección
que distingue a este tipo puro de percepción) puesto que son heredados desde la Eficacia
Causal y asociados luego con ciertas regiones exteriores directamente discriminadas. De
687
Como señalamos al principio, nuestra pesquisa bibliográfica dio con una sola tesis doctoral dedicada
explícitamente a Whitehead y Husserl (y, hasta el presente, la única que sepamos que exista) y que trata,
in extenso, de la temporalidad en ambos autores: WINTER, Michael Frederick. Lived Time in Husserl
and Whitehead: A comparative study. Tuvimos acceso en el Center for Process Studies CA al único
ejemplar mecanografiado en fotocopias disponible y, que sepamos, no publicado.
688
PR (235) Cursivas mías
257
modo estrictamente análogo hay otros Objetos Eternos comunes a ambos modos puros
de percepción: los hechos geométricos determinantes de la definidad de las entidades
actuales pasadas: (i) de la forma y la (ii) perspectiva de las regiones percibidas en la
Presentación Inmediata. Y así, cuando el mismo Objeto Eterno es común a los dos
modos puros de percepción surge la posibilidad de la percepción en el modo mixto de la
Referencia Simbólica. Se entiende el mismo pero no el único, pues salta a la vista luego
de las consideraciones hechas que, en un ejemplo muy simplificado, podría haber 3
Objetos Eternos compartidos: ―plateado‖, ―ovalado‖ y ―liso‖ dando la base para la
Referencia Simbólica de ―esta moneda‖. El proceso genético de integración que tiene
como fruto esta referencia está lejos de ser agotado. La expresión que da Whitehead en
su sistema a esta génesis es particularmente compleja y nos adscribimos, sin entrar
todavía en mayores análisis, a los tres niveles que, según Schmidt, están implicados en
este acto de referencia689: (i) el nexo percibido como tal que incluye a los miembros
pasados que son sentidos causalmente y en los cuales ingresan ciertos Objetos Eternos;
(ii) el sentir físico que es a la vez un sentir transmutado cuya forma subjetiva es la
característica determinada que ingresa en las entidades actuales del nexo y (iii) un sentir
derivado transmutado a su vez y cuyo dato es el Objeto Eterno que constituye la forma
subjetiva del sentir físico. En definitiva, la Referencia Simbólica equivale a un sentir
proposicional complejo en el cual el primer sentir físico transmutado es el sentir
―indicativo‖ y el último el ―predicativo‖690. No obstante, y más allá de todas las
complejidades, ambos elementos —locus y Objetos Eternos— forman en conjunto la
base común para la Referencia Simbólica. Sin embargo, y tal como hiciéramos antes al
tratar del locus ―absoluto‖ de los Objetos Eternos y que Whitehead nominara la
―naturaleza primordial de Dios‖, cabe bien preguntarse por el ―dónde‖ de esa base
común dual de la Referencia Simbólica, puesto que tiene que haberla so pena de
vulnerar el principio ontológico de que las entidades actuales son las únicas razones. Se
trata en este caso de una sociedad estructurada que no es otra que el cuerpo animal: ―el
cuerpo animal es la gran base central subyacente a toda Referencia Simbólica‖691.
El cuerpo animal: Es la región en y por la cual la Eficacia Causal adquiere alguna
precisión en su capacidad de distinguir regiones. En efecto, pasa a ser el punto focal
689
SCHMIDT (151)
SCHMIDT (151)
691
PR (235) He preferido ―la gran base central‖ a ―el gran fondo central‖ [the great central ground]
690
258
inescapable a partir del cual han de tomarse o definirse todas las referencias; lo cual, en
paradoja también inevitable lo vuelve el punto de vista ―absoluto‖ justamente por ser el
centro relativo a todos los otros lugares. Whitehead nota agudamente que en este caso el
lenguaje común ha invertido la situación al tratar de la ubicación del cuerpo. En efecto,
si el propio cuerpo lleva siempre con el viajero el locus de todos los otros loci habría
que reformular la exclamación al momento de sentirse extraviado: ―Un viajero que
perdió su camino no debería preguntar ―¿dónde estoy?‖, cuando lo que realmente quiere
saber es ―¿dónde están los otros lugares?‖ Su propio cuerpo, lo tiene; lo que perdió son
los otros lugares‖692. Sobre esta base, la Eficacia Causal siempre previa y subyacente
gana en definición mediante el concurso de los diversos órganos que van a proyectar la
Presentación Inmediata del caso donde el aparato unificador de ―sintonía y nitidez‖
(expresiones que agregamos nosotros) es el cuerpo como asiento aquellos órganos:
―Vemos con nuestros ojos, gustamos con nuestros paladares, tocamos con nuestras
manos, etc.; aquí la Eficacia Causal define regiones que son identificadas con ellos
mismos [sc. aquellos órganos] en cuanto percibidas con mayor distinción por el otro
modo [sc. Presentación Inmediata]‖693. Así, vemos con nuestros ojos con algún rango de
foco central y periférico que corresponde a lo que Whitehead llama ―tensión ocular‖ o
―esfuerzo del ojo‖ [eye-strain] proporcionando entonces el movimiento y actividad de
aquél una base para una definición regional dentro del cuerpo o, lo que equivale a lo
mismo, la nitidez fruto del enfoque del ojo y que lleva a relevancia lo que llamamos
Presentación Inmediata tiene su asiento siempre en una conexión causal eficaz: ―La
evidente correlación del esfuerzo del ojo [eye-strain] con la visión [sight] proviene de la
percepción en el otro modo: el del ojo como eficaz para ver‖694. En una palabra,
―Nuestra experiencia corporal es primariamente una experiencia de la dependencia de la
Presentación Inmediata respecto de la Eficacia Causal‖695. A partir de esta base y
asiento común, la Referencia Simbólica hace que las diversas actualidades desplegadas
respectivamente por los otros dos modos sean correlacionadas como elementos del
entorno. Es muy importante notar que no llegamos todavía a los niveles superiores de la
692
PR (235) He preferido ―los otros lugares‖ a ―los demás lugares‖ [the other places] Hemos agregado las
comillas.
693
PR (235) Creemos que la lectura de ―with themselves‖ como ―con ellos mismos‖ vuelve más
inteligible el pasaje. Rovira Armengol traduce ―regiones identificadas consigo mismas‖, lo cual lo hace
muy difícil de entender.
694
PR (235) He preferido ―el del ojo como eficaz para ver‖ a ―del ojo como eficaz en la visión‖ [of the
eye as efficacious in sight] La cursiva de ―ojo‖ es de Whitehead, la del otro párrafo, mía.
695
PR (243) Cursivas mías.
259
experiencia que implican juicio intelectual. No, la referencia de que aquí se trata (y que
será consecuentemente la base de todo simbolismo superior o complejo) es ciega y lo
que produce es una precipitación de lo proyectado hacia la región del caso: ―Los dos
modos están unificados por una Referencia Simbólica ciega [blind] mediante la cual los
sentires suplementarios derivados del intenso pero vago modo de la eficacia son
precipitados [are precipitated] sobre las distintas regiones ilustradas en el modo de la
inmediatez‖696. Efectivamente, y hacemos nuestras las palabras de Pred para
caracterizar este movimiento, la relación prehensiva implicada por el sentir físico se
vuelve, mediante transmutación, un sentir de relación: ―The prehensive relation
involved in physical feeling becomes with transmutation a feeling of relation‖ que
implica un (i) ―asiento‖ o ―sede‖ interna [seat] (―sentido‖ dentro del cráneo del
percipiente o en algún otro órgano) y una (ii) ―región focal‖ o región espacial definida
externa al percipiente (el ―en frente de‖ propio de la experiencia visual o el ―allá‖ de la
experiencia auditiva, por ejemplo)697 . Este tránsito desde una ―vaguedad‖ hasta una
―focalidad‖ que permite, efectivamente, la ubicación de una entidad respecto de su
entorno guarda relación directa con su propia auto-conservación: ―Los animales, y aún
los vegetales, en formas inferiores de organismo, ostentan modos de comportamiento
dirigidos a la auto-conservación. Hay todos los indicios de un vago sentir de relación
causal con el mundo externo, de alguna intensidad vagamente definida en punto a
cualidad, y con alguna definición en punto a localidad‖698. A medida que subimos en
los grados de complejidad inherentes al cuerpo orgánico viviente, notamos que la
―precipitación ciega‖ a que hiciéramos referencia hace poco pasa a verse iluminada por
―destellos‖ [flashes] de originalidad definitorios justamente de la vida. Utilizando muy
cuidadosamente la terminología (cosa no tan habitual en Whitehead), notamos que a
este nivel, dijéramos sub o pre humano, cabría mejor hablar de ―transferencia‖
simbólica en vez de ―referencia‖ que encuadraría mejor en el nivel superior. No
obstante la precisión, Whitehead no es prolijo al utilizarla, pero bien podemos adoptarla
nosotros con fines expositivos. Esta transferencia del vago pasado al discriminado
presente es lo que asegura la supervivencia del organismo: ―Las delicadas actividades
de auto-conservación han pasado ahora a ser posibles por la transferencia del vago
mensaje del pasado a las regiones, discriminadas más precisamente, de la duración
696
PR (248) He preferido ―suplementarios‖ a ―suplementales‖ [supplemental] Cursivas mías.
Cf. PRED (197)
698
PR (243) Cursivas mías.
697
260
presentada [sc. el locus espacio-temporal presentado]. La transferencia simbólica
depende de los destellos de originalidad conceptual que constituyen la vida‖699. Antes
pasar al nivel superior (el que todos naturalmente asociamos a la Referencia Simbólica)
debemos señalar junto con Pred que Whitehead, al basar en última instancia su teoría de
la percepción en los difusos sentires corporales del cuerpo consiguientemente
transmutados y focalizados, le ha hecho justicia a la exigencia de James de devolverle a
lo vago y difuso su lugar propio en la esfera psíquica: ―By paying attention to the role of
physical prehensions in perception, Whitehead accomplishes in exemplary fashion what
James termed restoring the vague to its proper place in mental life‖700.
Hemos hecho mención a la vida psíquica y debemos insistir, para prevenir
nuevamente una fuente de error común ante la lectura de Whitehead, que ello no
equivale a vida humana consciente. Efectivamente, el modo mixto de percepción puede
ser erróneo incluso sin la intervención de conciencia: ―En el modo mixto, la
determinación perceptiva se debe puramente a los órganos corporales, y en
consecuencia hay —por decirlo así— un bache en la lógica perceptiva [there is a gap
in the perceptive logia]. Este bache no se debe a ninguna libertad conceptual por parte
del sujeto último. Tampoco es una equivocación debida a la conciencia‖701. En el
sistema de Whithehead la fuente usual de error no proviene de un juicio erróneo (que
implica un sentir intelectual consciente) sino de la integración de los dos modos cuando
la base común supuesta no está presente en alguno de los componentes de aquella.
Esquemáticamente:
699
PR (245) He preferido ―han pasado ahora a ser posibles‖ a ―pasaron a ser posibles ahora‖ [are now
becoming posible] Cursivas mías.
700
PRED (198)
701
PR (248) Rovira Armengol traduce ―gap‖ como ―vacío‖.
261
ERROR EN REFERENCIA
SIMBÓLICA
INTEGRACIÓN FALLIDA
DE EFICACIA CAUSAL CON
PRESENTACION INMEDIATA
OBJETOS ETERNOS
LOCUS PRESENTADO
a) Respecto de la Eficacia
Causal
a) Respecto de la Eficacia
Causal
b) Respecto de la
Presentación Inmediata
b) Respecto de la
Presentación Inmediata
Con respecto a la base común de los Objetos Eternos
(a) Se da la posibilidad de que surja el error a nivel de la Eficacia Causal debido al
concurso de las categorías de reversión conceptual y de transmutación. Un sentir
―revertido‖, según ya hemos visto, tiene como su dato a un Objeto Eterno relevante pero
no idéntico con el Objeto Eterno determinante de la definidad de alguna entidad actual
sentida. Puede ocurrir que en la derivación del sentir conceptual a partir del sentir físico
la reversión substituya al Objeto Eterno relevante (trátese de un sensibilium o una forma
geométrica) y, según explica Schmidt, ―this substitution may falsify the character of the
actual entity from which it is supposed to be derivative‖702. En el caso de los sentires
transmutados es más fácil captar la idea, ya que éstos realizan una síntesis a partir de los
muchos datos del nexo. Un Objeto Eterno derivado de algunas partes del nexo puede ser
considerado como caracterizando el total u otras partes del nexo. (b) En segundo lugar,
se da posibilidad de que surja el error a nivel de la Presentación Inmediata del siguiente
modo. Los Objetos Eternos heredados desde la Eficacia Causal pueden ser proyectados
sobre una región potencialmente divisible en entidades actuales que tales Objetos
Eternos nos caracterizan. Alguien que percibe un sonido —esto es, que lo ―hereda‖
causalmente a partir del influjo en su aparato auditivo— puede atribuirlo erróneamente
a una región focal que no le corresponde, tal como ocurre en el caso del eco.
702
SCHMIDT (153) Cursivas mías.
262
Con respecto a la base común del locus presentado
Éste es aportado por el aspecto directo de la Presentación Inmediata. En efecto, ésta se
centra en lo contemporáneamente presente haciendo abstracción del efecto causal del
pasado. Recíprocamente, el locus presentado sólo puede ser aportado indirectamente
por la Eficacia Causal (en el caso de los animales y el hombre, a través de sus cuerpos).
Ya sabemos que el grado de conformación del locus presentado de alguna entidad actual
presente a otra entidad actual pasada varía según el grado de complejidad de la
concrescencia de esa entidad actual presente. Si este grado de conformación es
suficientemente débil, entonces la percepción indirecta del locus presentado puede ser
afectada por una distorsión considerable. Se trata del tipo de percepciones engañosas o
ilusorias a que hacíamos mención a comienzos del capítulo cuando presentábamos las
relaciones que N y N‘ podían guardar con M (ver figura
13). Los grados de
complejidad pueden llevarse al extremo. Basta considerar la situación de alguien
extraviado desde hace varias horas o incluso días y que, además de la fatiga, ve un
espejismo por causa de la reflexión de los rayos solares o cree escuchar una caída de
agua hacia su derecha al frente cuando en realidad el sonido se origina a sus espaldas y
hacia la izquierda. Es preciso, sin embargo, no perder de vista que por lo que respecta a
los dos modos puros, los sensibilia en cuestión están exactamente donde están y son lo
que son; el error surge siempre, a posteriori, en su integración en la Referencia
Simbólica703.
Referencia Simbólica compleja
Es esta la esfera que todos naturalmente asociamos a la Referencia Simbólica puesto
que corresponde al nivel de percepción consciente que, en el sistema de Whitehead, se
define como un sentir intelectual cuyo dato es un contraste que implica la integración de
un nexo de entidades actuales junto con un sentir proposicional. Una percepción
consciente surge del contraste entre una ―teoría‖ [sc. proposición] que puede ser errónea
y el ―hecho‖ [sc. nexo] que está ―dado‖. Whithehead, como ya sabemos, llama
―conciencia‖ a la forma subjetiva correspondiente a ese sentir. Esquemáticamente:
703
Cf. SCHMIDT (153)
263
SENTIR
PROPOSICIONAL
(―TEORÍA‖)
SENTIR INTELECTUAL
DEL CONTRASTE
(―CONCIENCIA‖)
NEXO DE ENTIDADES
ACTUALES
(―HECHO‖)
CONTRASTE
Figura 14. Referencia Simbólica Compleja
Ahora bien, el ―grado‖ de conciencia (que aquí equivale a independencia mental e
introducción de novedad) puede ser aumentado dependiendo de la falta de
conformación entre el nexo y la proposición; de otro modo, sólo habría mera
reproducción. Puede decirse en consecuencia que la conciencia surge a partir del sentir
de diferencia o sentir negativo. Los sentires intelectuales que implican juicio requieren
de este principio de negación: juzgar que A no es B implica el contraste negativo que
está a la base del pensamiento consciente. En este punto, es muy evidente que
Whitehead se presenta, malgré lui, como un genuino hegeliano y, de hecho lo afirma
expresamente a comienzos de Proceso y Realidad: ―El juicio negativo es el ápice de la
mentalidad‖ [The negative judgement is the peak of mentality] 704. Naturalmente y en
conformidad con todas las premisas que establece su doctrina, este ámbito de libertad
implicado se extiende más allá de la pura especulación; como bien compendia Schmidt,
704
PR (20) Rovira Armengol: ―El juicio negativo es la cumbre del espíritu‖ (¡)
264
a mayor contraste mayor creatividad: ―The greater the contrast the more consciousness
is freed for the imaginative flights of creative art and science‖705.
Whitehead había introducido el capítulo dedicado a la Referencia Simbólica con
esta sorprendente afirmación: ―El no haber puesto el debido énfasis sobre la Referencia
Simbólica es una de las razones para que haya dificultades metafísicas; redujo la noción
de ‗significado‘ [meaning] a un misterio‖706. El modo en cómo Whitehead intenta
resolver este ―misterio‖ es, muy sucintamente, el siguiente. Desde el momento en que,
querámoslo o no, ―estamos supeditados [we are subject] a nuestros perceptos en el
modo de la eficacia, ajustamos [we adjust] nuestros perceptos en el modo de
inmediatez‖707, este proceso habrá de encontrar un reflejo en el lenguaje. Efectivamente,
dada la estructura sujeto-predicado, ocurrirá, como norma general, que los adjetivos
concentren la información sobre la Presentación Inmediata y que los sustantivos lo
hagan con la Eficacia Causal. En el ejemplo referido con la afirmación ―esta piedra es
ploma‖; ―plomo‖ es una manera de congelar esa forma coloreada que está delante de
nosotros, en tanto que ―piedra‖ sustantiva la experiencia de la efectividad de tal objeto
en el pasado y sus implicaciones para un cierto futuro: ―Encontramos que en general
—bien que no siempre—
las palabras adjetivas expresan información derivada del
modo de inmediatez, mientras que los sustantivos portan nuestros tenues perceptos en el
modo de eficacia. Por ejemplo, ‗plomo‘ se refiere a la forma ploma que está
inmediatamente ante nuestros ojos: este percepto es definido, limitado, controlable,
agradable o desagradable, y sin referencia alguna al pasado o al futuro. (…) La palabra
‗piedra‘ se eligió, sin la menor duda, porque su significado en el diccionario servirá de
alguna ayuda para entender los perceptos particulares en cuestión. Pero la palabra se
entiende referida a sentires particulares de eficacia en el pasado inmediato, combinados
con anticipaciones del futuro inmediato‖708. Así, entonces, por lo que refiere a la fusión
de ambos modos en la Referencia Simbólica, la Presentación Inmediata actúa como la
localización y discriminación de los perceptos vagos del modo de Eficacia Causal: ―La
Referencia Simbólica entre los dos modos perceptivos proporciona el principal ejemplo
de los principios que rigen todo simbolismo‖709. ¿Por qué? Porque Whitehead la
705
SCHMIDT (154)
PR (232) Rovira Armengol traduce ―significar‖.
707
PR (246)
708
PR (247) He preferido ―portan nuestros tenues perceptos‖ a ―comunican nuestros oscuros perceptos‖
para ―convey our dim percepts‖ y ―controlable‖ a ―fiscalizable‖ para ―controllable‖.
709
PR (248) Cursivas mías.
706
265
entiende simplemente como la correlación o juego recíproco o conexión entre dos
especies de perceptos, en este caso el nítido percepto de la ―forma ploma‖ y el vago
sentir de ―la piedra‖. Esta manera de concebir la referencia, nos hace aventurar la
sugerencia de que Whitehead la está entendiendo al modo de una función matemática,
diríamos, y como se puede ver ilustrado en la figura 15 donde, dados dos conjuntos, tres
letras de Y son función de 3 números de X:
Figura 15. Representación elemental de una función entre números y letras
Obviamente, éste es un caso de simplificación extrema. Una situación más interesante
estaría dada por la asociación o mutua referencia entre el número de lados de un
polígono cualquiera y la figura correspondiente. Dados, por ejemplo, los conjuntos
―polígonos‖ y ―número de lados‖, sería inmediata la referencia de ―triángulo‖ a
―número 3‖ o de ―cuadrado‖ a ―número 4‖. Lo ilustramos con la figura 16:
Figura 16. Representación elemental de una función entre figuras y números
266
Sea como sea, en ambos casos un elemento remite al otro. En efecto, para que haya
Referencia Simbólica, se quiere como conditio sine qua non que haya dos conjuntos y
correlación, al menos, entre un par de correlatos. En el caso más complejo que estamos
tratando de la percepción humana, se produce la evocación que un elemento produce
respecto de otro y la consecuente precipitación emocional que le acompaña: ―Hay
‗Referencia Simbólica‘ entre las dos especies cuando la percepción de un miembro de
una especie evoca [evokes] su correlato en la otra especie, y precipita [precipitates]
sobre este correlato la fusión de sentires, emociones y acciones derivadas que
pertenecen a alguno del par de correlatos, y que resultan también reforzadas por esta
correlación‖710. Ahora bien, Whitehead todavía da un paso más y sostiene que estas
correlaciones entre los elementos de los dos conjuntos son recíprocas; esto es, que los
pares en cuestión se remiten el uno al otro en ambas direcciones, tal como ocurre en el
cuando un sonido puede evocar un objeto o un objeto el correspondiente sonido, en este
caso la palabra. Según la historia personal o incluso el momento, una especie actuará
como ―símbolo‖ y la otra como ―significado‖ o viceversa: ―El lenguaje ilustra también
la doctrina de que con respecto a una pareja de especies de cosas propiamente
correlacionadas, depende de la constitución del sujeto percipiente el asignar qué especie
está actuando como ‗símbolo‘ y cuál cómo ‗significado‘ [meaning]. La palabra ‗bosque‘
puede sugerir recuerdos de bosques; pero igualmente la vista de un bosque, o recuerdos
de bosques, pueden sugerir la palabra ‗bosque‘ ‖711. Pero si bien esta correlación es
biunívoca, no implica ello que no haya un contrapeso entre ambos elementos y que, en
general, no pensemos en las cosas como símbolos de las palabras; la última razón de
ello será de índole pragmática: ―Usualmente no pensamos en las cosas cómo símbolos
de las palabras correlacionadas con ellas. Este hecho de que no logremos invertir
nuestras ideas proviene del aspecto más útil del simbolismo. En general, los símbolos
son, en nuestra experiencia, elementos mucho más manejables [more handy elements]
que los significados‖712. Ello puede ilustrarse de inmediato. El siguiente símbolo sin
duda le evocará a Ud. el significado ―paz‖:
710
PR (249) Rovira Armengol comete el error de traducir ―evokes its correlate‖ como ―evoca su
correlación‖, desvirtuando todo el pasaje.
711
PR (251) He preferido ―el asignar qué especie está actuando‖ a ―señalar qué especie actúa‖ para ―to
assign which species is acting‖.
712
PR (251) Rovira Armengol traduce ―elementos de empleo más cómodo‖. Cursivas mías.
267
Pero también pudo haber sido este otro:
Pero en cambio no cabe duda de que la sola lectura de la palabra ―paz‖, sin importar
exactamente qué signifique para Ud., pudo haberle evocado muchos otros símbolos
diversos o incluso ninguno. Esta cierta ―impotencia‖ de las palabras como símbolos de
significados es particularmente elocuente en el caso de leer una palabra cuyo idioma y
mundo hayan desaparecido para nosotros, ¿qué evoca entonces? Algo vago que se ha
escapado, que se ha perdido irremisiblemente. Si Ud. ahora lee la palabra ―Llanquihue‖
y si alguna vez ha estado delante de la imponencia de su entorno, no cabe duda de que
la figura se instalará en su mente. De igual forma, si ve la figura dirá su nombre y se
logrará la referencia recíproca. Pero ¿qué significa esa palabra? Usualmente, es el poeta
y no el filósofo el llamado a expresar este misterio de la conexión entre sonidos, objetos
y mundos:
268
-¿Y cómo lo llaman, di?
A ver si llamado, él habla.
-Oye: se llama Llanquihue,
el indio así lo mentaba.
-¿Y qué dice eso "Llanquihue"?
-¡Ay! para nosotros, nada!
Porque fue la vieja gente
la que, como Dios, mentaba,
y nombrar es un gran arte.
Tú y yo no sabemos nada713
Había dicho Whitehead que el hecho de no haber reparado debidamente en el fenómeno
de la Referencia Simbólica había reducido la noción de ―significado‖ a un misterio.
Pero luego de este examen la pregunta casi se nos impone: ¿Y ha siquiera Whitehead
―tocado‖ este misterio?, ¿se ha acercado por ventura a su antesala? Creemos que no,
pero no por falencia o descuido del pensador sino porque él sinceramente creía que tal
fenómeno no era misterio alguno sino que quedaba agotado con las mutuas referencias
(generalmente ciegas) entre los conjuntos de los ―símbolos‖ y los ―significados‖.
Cuando él dice que la filosofía tradicional, al referirse al significado, lo redujo a un
misterio, parece estar diciendo que lo elevó a la categoría de misterio. Para Whitehead,
el juego recíproco de referencias como activación de conexiones o hábitos, paece agotar
el ―misterio‖ del significado. Así lo ha comprendido también Pred: ―Whitehead later
generally termed these habits of experience, symbolic reference. With that
terminological change [antes había hablado de ―canalización‖ tomándolo de Bergson],
habits and experience-based connections facilitating conveyance, become capabilities
of carrying out, and so potentials for, simbolic reference. (…) Functionally, conveyance
or complex symbolic reference is a form of calling into relevance, for each functionings
of a symbol or concept involves the activations of associations‖714. A nosotros, por el
contrario, nos parece en este punto mucho más penetrante el ojo escrutador de Husserl.
Compartimos en este punto plenamente con el juicio del profesor Hiroshi Endo: ―To
make an incidental remark, Whitehead‘s theories of causal efficacy and symbolic
713
714
Gabriela Mistral, Poema de Chile. Selva Austral.
PRED (202)
269
reference are too basic for the elucidation of the multiple higher order structures of
sedimentated objective meanings Husserl ultimately aimed at. (…) Husserl seems to
know better about concrescence, especially in its supplementary phases, than Whitehead
does‖715. De todas formas, no es posible eximirse de enterarse qué entendía Whitehead
por la palabra ―conciencia‖, ¿no le parece?
Capítulo 19
LA NOCIÓN DE “CONCIENCIA”
Fieles a uno de los principios que nos hemos impuesto, a saber, ilustrar las complejas
doctrinas de la Filosofía del Organismo con situaciones tomadas de la vida cotidiana (el
otro principio ha sido el de tratar de leer literalmente a los autores, sin ―acomodarlos‖ o
―suavizarlos‖ según sea el caso o preferencias), vamos a iniciar este capítulo retomando
un caso cotidiano de Referencia Simbólica que nos conducirá al tratamiento de la
noción ―conciencia‖. Fijemos en la mente la bien conocida calle ―Londres‖ del centro
de Santiago; en particular, el número 38. Normalmente suele verse a turistas, sobre todo
a partir del comienzo de los calores, recorriendo las calles de ese ―pequeño Paris‖ con
sus cámaras fotográficas; cual si su propio aspecto no los delatara ya como tales.
Después de todo, es uno de los pocos puntos del centro de la ciudad que, resistiendo
todavía en pie, tiene algún valor arquitectónico y permanece como testimonio elocuente
de aquella Europa que a comienzos del siglo XX, todavía regía los ideales estéticos de
Chile y que se plasmaron por la voluntad de Ernesto Holzmann. El turista, ya sea solo,
en grupo o en parejas, busca el mejor ángulo, se agazapa y toma la fotografía
(experiencia que puede ser repetida hasta la saciedad en la era de las cámaras digitales)
que de inmediato pasa a contemplar en su pequeña pantalla, mientras ya sus pasos se
dirigen hacia otro recoveco de ese par de calles en busca del nuevo trofeo. De vuelta en
su país, comentará con sus parientes y amigos hablando en su lengua vernácula:
―¡Mira!, es una foto del centro de Santiago, en Chile, ¿no es increíble?‖. Lo que se ha
715
HIROSHI ENDO ―From Lorenzen through Husserl to Whitehead‖. Process Studies Volume 19
Number 4, Winter 1990 (235-6) Cursivas mías.
270
―llevado‖, empero, es nada más que la congelación plana de un instante desde una
perspectiva determinada; lo que atesora en su máquina es literalmente una ―disección
del mundo‖ [a cross section]; lo que se lleva de Santiago es un ejemplo instantáneo y
nítido puramente geométrico y visual: se lleva la Presentación Inmediata. De hecho, si
no tuviésemos la posibilidad de ―percibir‖ así, jamás se habrían inventado las cámaras
fotográficas. En efecto, ¿qué otra cosa son sino la materialización técnica de aquél
modo perceptivo? Y sin embargo, ¿qué hay de lo que no ―sale‖ en la foto?, ¿qué hay allí
del ruido constante, de la basura, de los rayados, de la porfía insistente del polvo, de la
agresividad y malas caras de todos lo que van obligados a trabajar, de los árboles
mustios y despedazados, de los perros vagos, del mal olor, etc.; en fin, de la ―onda‖ de
Santiago? Nada de eso hay en la foto. Y no podría haberlo porque es inevitablemente la
Eficacia Causal de la ciudad la que ha quedado y tiene que quedar afuera con todo su
peso de influencia real, ya que, por definición, nada de eso podría constreñirse en un
instante visual. Pero todavía hay más. En la percepción cotidiana ambos modos se dan
fusionados en la Referencia Simbólica simple; ciega, inmediata y cargada de emoción.
Esa casa frente a la cual el turista hizo su disección temporal y visual y que para otro
simplemente fue la experiencia de esquivar la resolana y las basuras esparcidas, es para
un tercero el nefando centro de detención y tortura de ―Londres 38‖, que existió y
operó impune y para vergüenza nuestra, en pleno centro de la ciudad. La asociación, el
―precipitado‖ delator de la Referencia Simbólica se desborda con toda su fuerza
emocional característica. Y ello no se conduce ni con reflexión ni juicios de moral ni
nada por el estilo. Porque sin duda habrá un cuarto que asocie inmediatamente esa casa
con ―la liberación de Chile‖ y que dirá (para sus adentros o a las abiertas), ―por algo
sería que los llevaron ahí‖, exhibiendo con ello un grado de empatía ―cero‖ con alguien
que, uno supondría, es su semejante. Nada de eso cuenta cuando se trata de la
Referencia Simbólica ciega que simplemente funde los dos tipos ―crudos‖ de
percepción. Un caso de Referencia Simbólica compleja sería, por ejemplo, aquél que se
detuviese en las distinciones que hemos hecho al considerar estos dos casos opuestos de
Referencia Simbólica simple e introdujera nuevas asociaciones no mecánicas, en virtud
de una cierta distancia que supondría y exigiría un grado de reposo, racionalidad y
ponderación más elevados para correlacionar ambos tipos básicos de percepción en
nuevas formas. A nivel de vida cotidiana ello es, empero, un caso excepcional. Por todo
ello, la Referencia Simbólica compleja
—que implica ―que la reversión conceptual
271
pueda entrar a jugar libremente‖ [conceptual reversion can freely come into play] según
afortunada expresión de Pred716—
correrá parejas con el tratamiento de la noción de
―conciencia‖ que, sin más dilación, pasamos a considerar.
Despejemos un poco más el terreno con las pertinentes observaciones de Allison
H. Johnson cuando distingue los dos sentidos implicados en la noción de ―forma
subjetiva‖ o el cómo un sujeto prehende un dato. En primer lugar, lo que podría
llamarse (i) la actitud o reacción emocional cuando Whithehead menciona, en la
décimo tercera Categoría de Explicación717, ―adversion, and aversion, horror, anger,
disgust, indignation, enjoyment, as instances of subjective forms‖ y (ii) la vida integral
de una entidad actual cuando indica que ―the individual immediacy of an occasion is
the final unity of subjetive form, which is the occasion as an absolute reality‖ 718. En
suma, la forma subjetiva se refiere a la vez a un nivel que podríamos llamar
―psicológico‖ y a otro que podríamos caracterizar como ―metafísico‖. Ahora bien, en su
lista de formas subjetivas, Whitehead nombra entre otras, y sin otorgarle ningún tipo de
prerrogativa, a la forma que llama ―conciencia‖. Nada más natural entonces que asumir
que toda prehensión conceptual tiene que tener como a su forma propia a la
―conciencia‖. Y nada más lejos de lo que Whitehead quiere decir: ―Consciousness is not
present in the experience of most actual entities‖719. Esto ha de ser tomado de modo
literal y sin mayor adorno: al interior de todos los procesos que forman la trama del
Universo, los procesos conscientes son ínfimos en número y relevancia. La Filosofía del
Organismo no otorga preeminencia alguna a la experiencia humana bajo ningún
aspecto. Cuando Whitehead utiliza el término ―conciencia‖ en sentido estrictamente
técnico no está entendiendo por él ―aprehensión‖ sino, como ya hemos visto, ―el sentir
de un contraste‖: ―Para que haya conciencia se requiere más que el mero habérselas [the
mere entertainment] con una teoría. Es preciso sentir el contraste de la teoría como mera
teoría con el hecho como mero hecho‖720. Frente a este uso técnico, tenemos el
significado usual para ―conciencia‖, y que es el que está siendo constantemente
sometido a crítica por cuanto se le ha otorgado un lugar eminente dentro de la
716
PRED (200) Pred sostiene que la posibilidad de que ocurra este libre juego está dada por la
Presentación Inmediata, condición de toda reversión.
717
PR (43)
718
JOHNSON (33)
719
JOHNSON (33) Cursivas en el original.
720
PR (258) Rovira Armengol traduce ―the mere entertainment‖ como ―la mera contemplación‖. Cursivas
de Whitehead.
272
experiencia, ya que se toma como punto de partida de todo análisis filosófico a la
percepción bajo el modo de Presentación Inmediata. Nuevamente es Johnson quien
acota bien el punto: ―It is obvious that in Whitehead‘s opinion the data of consciousness
are not the most important data. Hence, the tradition which overemphazises clarity and
distinctness is subject to constant criticism by him‖721. Por contrapartida, y según
acabamos de ver, el uso especializado del término ―conciencia‖ la entiende como una
cualidad que emerge y como resultado de las relaciones entre un hecho y una
suposición frente a aquél. El dogma siempre presupuesto y a partir del cual está
argumentando Whitehead es el siguiente: ―El principio que yo estoy adoptando es el de
que la conciencia presupone a la experiencia y no la experiencia a la conciencia‖722.
Debemos recordar y precisar todavía la noción de ―teoría‖ a que hiciéramos referencia y
que aquí equivale a ―proposición‖: aquel tipo de entidad híbrida cuyo sujeto es una
entidad actual o un nexo de ellas y su predicado un Objeto Eterno o un conjunto de
ellos. Su carácter ―híbrido‖ queda delatado en la mixtura de actualidad y potencialidad
que encarnan las proposiciones. Como señala bien Johnson: ―The proposition is the
possibility of that predicate applying in that assigned way to those logical subjects‖723.
De lo cual se desprende que los sujetos lógicos implicados se hallan imparcialmente
relacionados o, lo que es igual, que ninguna proposición es posesión exclusiva de
ningún sujeto percipiente. Ahora bien, ese particular contraste entre hecho y teoría que
definía ―conciencia‖ en sentido técnico toma la forma todavía más especial del sentir el
contraste afirmación-negación: ―Conciencia es cómo sentimos el contraste afirmaciónnegación‖724. Whitehead ilustra, precisa y profundiza los tres grados ascendentes que
implica el estadio de ―conciencia‖ con su nada inocente ejemplo de la ―piedra ploma‖.
Si suponemos el caso más simple y obvio, a saber ―yo percibiendo una piedra ploma
que es ploma‖, todo el mundo convendría en que se trata de una percepción consciente
(en el caso de Husserl, una percepción sensible par excellence); todo el mundo menos
Whitehead. ¿Por qué? Porque de acuerdo a su doctrina de los sentires, en esta primera
situación (que llama ―el caso positivo‖), ―el plomo tiene ingresión en su carácter de una
posible novedad, pero de hecho por su conformidad enfatizando el plomo dado [the
721
JOHNSON (33)
PR (84)
723
JOHNSON (83) Cursivas en el original.
724
PR (331)
722
273
dative grey], ciegamente sentido‖725. En este ―sentir ciego‖ del mismo Objeto Eterno
que, para efectos prácticos, está repetido entre la piedra y el perceptor en virtud de un
sentir conformativo, la conciencia, en cuanto sentir, ―está en su germen ínfimo‖ [barest
germ]. En el segundo caso (el ―negativo‖), tenemos la situación de ―yo percibiendo una
piedra ploma como no ploma‖, tenemos al sentir anterior ―en su cabal desarrollo‖ [full
development]. En efecto, ―la percepción negativa es el triunfo de la conciencia‖.
Notemos el esfuerzo imaginativo o contrastante a que está haciendo referencia
Whithehead, puesto que, de hecho, la piedra que tenemos al frente es ploma; pero no
queremos percibirla así, la percibimos como si no fuese ploma. Uno, diría, ―estamos
fantaseando con los ojos abiertos‖ y Whitehead, probablemente nos recordaría que eso
es exactamente lo que ha querido plasmar en su V Obligación Categorial de Reversión
Conceptual: ―Hay una originación secundaria de sentires conceptuales con datos que
son parcialmente idénticos y parcialmente diversos [b‘] de los Objetos Eternos que
forman la primera fase del polo mental [b]. La diversidad es una diversidad relevante
determinada por la aspiración subjetiva‖726. Nuestro simple ejemplo y lo que llevamos
avanzado nos permite ver ahora a través de esta complejidad expresiva. La ―primera
fase del polo mental‖ es simplemente el color plomo derivado e idéntico al color plomo
de la piedra; la ―originación secundaria‖ es justamente lo que se llama ―reversión‖: allí
y aquí está el color ―plomo‖ pero al percibirlo como ―no plomo‖ ya el Objeto Eterno ha
dejado de ser idéntico; ¿por qué?, porque no queremos verlo así en virtud de nuestra
―aspiración subjetiva‖ que le resta relevancia a ese primer color plomo, como cuando
decimos, mirando la piedra ploma, ―¿Y qué tal se vería blanca esa piedra?‖. Pero hay
más, está la tercera fase y superior en la cual la conciencia ―alcanza el ápice de la libre
imaginación, en el cual las novedades conceptuales escudriñan un universo en el cual no
están ejemplificadas dativamente [they are not datively exemplified]‖727. Podríamos
decir que los estadios que llevan a la plena eclosión de la conciencia, según las
categorías whiteheadianas, son respectivamente (i) recepción o simple repetición, (ii)
oposición y (iii) libre imaginación. Fieles a nuestra voluntad de encontrar ejemplos
cotidianos o tomados de otras fuentes para ilustrar estas complejas categorías, creemos
ver fielmente representados en un pasaje de La Tregua de Mario Benedetti los tres
725
PR (223) Rovira Armengol traduce ―ingression‖ como ―tiene acceso‖, desvirtuando todo el pasaje al
omitir el término técnico. Cursivas mías. Todas las citas que siguen están tomadas de la misma página.
726
PR (47) Rovira Armengol utiliza ―polo espiritual‖ para ―mental pole‖, ―pertinente‖ para ―relevant‖ y
―designio‖ para ―aim‖.
727
PR (223) Cursivas mías.
274
―niveles de conciencia‖ que hemos estado caracterizando. Es el momento en que el
protagonista, Martín Santomé, está esperando a Laura Avellaneda en un café y, junto a
la ventana, simplemente decide ―verla‖ en cada una de las mujeres que se acercan,
proyectando sobre ellas la propia imagen añorada: ―Estuve en el café de Veinticinco y
Misiones. Desde las doce y media hasta las dos. Hice un experimento. Tengo que hablar
con ella, pensé, por lo tanto tiene que aparecer. Empecé a verla en cada mujer que se
acercaba por Veinticinco. Ahora no me importaba mayormente que en ésta o aquella
figura no pudiera reconocer ni un solo detalle que me la recordara. Yo igual la veía. Una
especie de juego mágico (o idiota, todo depende del ángulo desde el que se mire). Sólo
cuando la mujer se encontraba a pocos pasos, yo efectuaba un brusco retroceso mental y
dejaba de verla, sustituía la imagen deseada por la indeseable realidad. Hasta que, de
pronto, el milagro se hizo. Una muchacha apareció en la esquina y, de inmediato, vi en
ella a Avellaneda, la imagen de Avellaneda. Pero cuando quise efectuar el consabido
retroceso, sucedió que en la realidad también era Avellaneda‖728. ¿Qué hay en esta
―especie de juego mágico‖? El primer momento, el positivo, en que para Whitehead la
conciencia está en su ―germen ínfimo‖, está aquí ilustrado con el momento del
―milagro‖, cuando la imagen de Avellaneda ―calza‖ con Avellaneda (el mismo Objeto
Eterno en ambos extremos). El segundo momento, el negativo, está indicado por la
voluntad de verla, ―Yo igual la veía‖, cuando veía a todas aquellas mujeres como no
ellas, cuando las veía como Avellaneda antes del frustrante ―retroceso mental‖. El tercer
momento, ―el ápice de la libre imaginación‖, el momento de negatividad máxima, es
justamente el aportado, tras bambalinas, por el propio Benedetti que, al crear sus
personajes, nos ha hecho intimar con la vida que les ha otorgado en virtud de su fuerza
creadora.
Ahora bien, es obvio que restringiendo el uso del término ―conciencia‖ a los
casos en que se da un contraste entre un hecho y una ―teoría‖ acerca de ese hecho,
Whitehead está negando que muchas experiencias que ordinariamente llamamos
―conscientes‖, efectivamente lo sean. Él ha sostenido, por ejemplo, que cuando una
persona ―experimenta‖ una proposición, no es consciente, a menos que contraste en
algún grado esa proposición con el hecho que la origina. Y así, sostiene, según ya
hemos visto, que las proposiciones no son primariamente para ―creer‖ en ellas, sino para
728
La Tregua. Cf. el día ―Miércoles 15 de Mayo‖ del diario que forma la novela. Lo tomamos de la
Editorial Millalonco, Santiago Centro, Chile 1ra. Ed. Febrero 2010 (pag. 49-50) Cursivas mías.
275
―sentirlas‖, en un nivel que todos llamamos normalmente ―inconsciente‖; reiteramos un
pasaje que, pensamos, ha de ser tomado literalmente: ―Ellas [las proposiciones] no son
primariamente para el creer [for belief], sino para el sentir a nivel físico de la
inconsciencia‖729. También ha sostenido que es posible experimentar un Objeto Eterno
sin estar consciente de ello. Es que, en suma, ningún tipo de sentir requiere de
conciencia tal como lo afirma expresamente en la XI Categoría de Explicación: ―Las
prehensiones de entidades actuales
entidades actuales―
―i.e., prehensiones cuyos datos comprenden
son llamadas ―prehensiones físicas‖; y las prehensiones de
Objetos Eternos son llamadas ―prehensiones conceptuales‖. La conciencia no está
necesariamente comprendida en las formas subjetivas de uno u otro tipo de prehensión
[either type]‖730. Por todo ello es evidente que los dos tipos ―crudos‖ de percepción y su
fusión en la Referencia Simbólica puedan ocurrir todos por igual sin la concurrencia de
la conciencia. A la postre, y esta consecuencia la extrae Jonson con justicia, ―in his own
particular fashion, Whiteheads claims that a very considerable portion of a person‘s
experience is unconscious. To this extent he agrees with Freud. However, this is as far
as the agreement goes‖731. No deja de ser interesante notar que Whitehead nombra una
vez a Freud en Process and Reality, en el contexto de aclarar algunas nociones
derivadas del Esquema Categorial: ―La palabra ―apetición‖ ilustra un peligro que acecha
en los términos técnicos. Este mismo peligro está ilustrado también en la psicología
derivada de Freud‖732. El contexto a que aludimos se refiere a que ha de buscarse una
cierta neutralidad en los términos técnicos que intentan ilustrar la totalidad de la
experiencia y que ―el peligro‖, justamente, consiste en constreñirlos y atribuirles un
significado restringido, antropomórfico e incluso negativo, tal como hacemos con los
apetitos. En este punto Whitehead remite derechamente a Leibniz con una paráfrasis de
la Monadología: ―La apetición es un hecho concreto inmediato [immediate matter of
fact] que incluye en sí mismo un principio de inquietud [principle of unrest], que
implica la realización de lo que no es y podría ser‖733. El ―principio de inquietud‖ está
tomado directamente de Alexander, según el propio Whitehead lo declara: ―Toda
729
PR (256)
PR (43) Rovira Armengol traduce la frase final como ―no está necesariamente comprendida en las
formas subjetivas de cualquier tipo de prehensión‖, trastocando el sentido del ―either‖. Cursivas mías.
731
JOHNSON (86)
732
PR (55)
733
PR (54) Rovira Armengol traduce ― immediate matter of fact‖ como ―hecho positivo inmediato‖ pero
comete el error garrafal de omitir el ―no‖ en la frase ―realization of what is not and may be‖ quedando su
traducción así: ―realización de lo que es y puede ser‖ (¡)
730
276
actualidad última encarna en su propia esencia lo que Alexander denomina ―principio
de inquietud‖, a saber, su devenir [becoming]‖734. La paráfrasis de la Monadología
corresponde al parágrafo 15: ―La acción del principio interno que realiza el cambio o el
paso de una percepción a otra puede llamarse Apetición: es cierto que el apetito no
puede alcanzar siempre y por entero toda la percepción a la que tiende, mas siempre
consigue algo de ella, y alcanza percepciones nuevas‖735. Es prácticamente ocioso
insistir en la afinidad patente que hay entre el planteamiento de Leibniz y Whitehead.
Baste decir que una ojeada a esa perla del pensamiento que es la Monadología nos pone
en la senda de la concepción orgánica de la realidad tal como Whitehead se adelanta a
confesarlo: ―Es evidente que la fundamentación de la filosofía en el presupuesto de
organismo, debe retrotraerse a Leibniz‖736.
Retomemos el hilo para seguir desentrañando y aclarando las implicaciones de
la noción de ―conciencia‖. Todavía hay más que decir. Puesto que los sentires
proposicionales ocurren en la tercera fase de la concrescencia, y puesto que el contraste
entre sentires proposicionales y el hecho que implica conciencia es un producto de fases
todavía más elevadas de integración en la cuarta fase de la concrescencia, se sigue que,
para Whitehead, la conciencia ―es la corona de la experiencia, sólo ocasionalmente
alcanzada, no su necesaria base‖737. Esta afirmación ha de considerarse con el máximo
de cuidado, puesto que esconde dos consecuencias de peso.
(i) Primero, porque el sentido de ―coronación‖ no implica un juicio necesariamente
positivo ni prerrogativa alguna para tal manifestación. La conciencia es aquí una
―resultante‖, una forma subjetiva, un ―cómo‖ habérselas con ciertos datos en una fase
derivada. En efecto, desde el momento en el que principio adoptado establece que la
conciencia presupone a la experiencia y no al revés, ―ha de recordarse que claridad en la
conciencia no es evidencia a favor de un estadio primitivo en el proceso genético‖738.
Así es, para Whithehead la conciencia, o el estado consciente, determina un momento
obscurecedor frente a la totalidad de la experiencia. Esta tesis, central en el sistema de
Whitehead, fija su base para el ataque a Hume y a Kant. En efecto, al considerar las
734
PR (49)
Monadología (15) Ediciones Orbis S.A.Hyspamerica, Madrid, España 1984 Traducción de Manuel
Fuentes Benot 1984 p.25.
736
CMM (188)
737
PR (361) Rovira Armengol traduce ―crown‖ como ―cima‖. Cursivas mías.
738
PR (239) Rovira Armengol prefiere ―no es prueba de primitividad‖ para ―is no evidence for
primitiveness in the genetic process‖.
735
277
relaciones entre causalidad y percepción, ―las diversas escuelas de pensamiento
derivadas de Hume y Kant (fueron conducidas) por el malentendido [misapprehension]
generado por una inversión de la genuina constitución de la experiencia [an inversion
of the true constitution of experience].La inversión era explícita en las obras de Hume y
Kant: para ambos la Presentación Inmediata era el hecho primario de la percepción, y
cualquier aprehensión [apprehension] de la causalidad había de ser extraída, de un modo
u otro, de este hecho primario‖739. Como se sabe y ya lo dijimos, este es uno de los
―dogmas o verdades sagradas‖ de la filosofía moderna; a saber, que sólo puede
obtenerse conocimiento acerca de la causalidad a partir de data sensibles nítidos
ofrecidos a una conciencia atenta. La Filosofía del Organismo, que parte del extremo
diametralmente opuesto, ―no admite esa verdad, y en consecuencia rechaza la piedra de
toque que es el arma neolítica de la filosofía ―crítica‖ ‖740. En efecto, la conciencia
―sólo ilumina [illuminates] los tipos de prehensión más primitivos en la medida en que
estas prehensiones sigan siendo elementos en los productos de integración‖741. Es más,
se trata de una ―iluminación‖ derivada, acotada, restringida y tenue respecto de la
percepción que sí entrega información acerca de la trama final de la realidad: ―La
conciencia sólo vagamente ilumina las prehensiones en el modo de la Eficacia Causal,
porque estas prehensiones son elementos primitivos en nuestra experiencia‖742. Pero con
ello la crítica a la filosofía ―crítica‖ se ha extendido incluso hasta Descartes, ya que
―claridad y distinción‖, lejos de ser las notas que aseguren el punto de partida para una
filosofía de inconmovible fundamento, van a ser más ―obscurecedoras‖ de la trama final
de la realidad, justamente porque su iluminación oculta su origen en lo obscuro, en las
vísceras que sí están conectadas con el mundo: ―Así, aquellos elementos de nuestra
experiencia que se destacan clara y distintamente [clearly and distinctly] en nuestra
conciencia, no son sus hechos básicos; son las modificaciones derivadas que surgen en
el proceso‖743. Esto, para Whitehead, constituye una ley [law]: ―Los elementos tardíos
derivados son iluminados más por la conciencia que los elementos primitivos‖744. Es
justamente esta iluminación tardía la que vuelve a la conciencia un elemento
739
PR (239) Curiosamente aquí, en un caso particular de precisión terminológica por parte de Whihehead,
ya que utiliza ―apprehesion‖ porque se está refiriendo al estadio humano de la experiencia, Rovira
Armengol traduce ―prehensión‖. Cursivas mías.
740
PR (239) Cursivas mías.
741
PR (223) Rovira Armengol traduce ―in the products‖ como ―de los productos‖ (¡) Cursivas mías.
742
PR, Ibid.
743
PR, Ibid. Cursivas mías.
744
PR (224)
278
―obscurecedor‖: ―La conciencia es solamente el último y más grande de esos elementos
mediante los cuales el carácter selectivo del individuo obscurece la totalidad externa de
la cual proviene y a la cual encarna‖745. Como puede apreciarse, esta ―corona‖ de la
experiencia lleva en sí misma la mácula de su realeza y, para efectos del ejercicio
filosófico, esta ceguera provocada por el resplandor nos recuerda, agregamos nosotros,
el fatal destino Luciferino que ha marcado a todas las ―filosofías de la claridad‖. No,
claridad en la conciencia no es evidencia a favor de un estadio primitivo en el proceso
genético. Pero decíamos que había dos consecuencias de peso escondidas en la
―coronación‖ de la experiencia, ¿cuál es la segunda?
(ii) Se decía que la coronación era ―sólo ocasionalmente alcanzada‖ [only occasionally
attained]. ¿Qué implica esto? Que la iluminación acotada, derivada y parcial que realiza
la conciencia ni si quiera es constante. En efecto, aún si pudiésemos estar
permanentemente en vigilia y con plena claridad o lucidez mental, no por ello perdería
ese estado su carácter de ―engañoso‖ (al ocultar su origen y su derivación); pero ocurre
que precisamente la conciencia es un ―estado‖ y, por lo tanto, la tenue luz que ilumina
su pequeño entorno, ―parpadea‖: ―La conciencia titila [flickers]; e incluso cuando está
en su brillantez máxima, hay una pequeña región focal de clara iluminación, y una vasta
región de experiencia en penumbra que nos habla de una intensa experiencia en vaga
aprehensión [which tells of intense experience in dim apprehension]‖746. Whithehead es
muy riguroso a la hora de someter a crítica todas la definiciones tradicionales, no sólo
por acoger los supuestos metafísicos implicados por la estructura sujeto-predicado que
conlleva toda definición sino por dar por supuesto las ―actualidades vacuas‖, esto es,
desprovistas de subjetividad en devenir. Tomemos el caso por antonomasia: la
definición del ser humano como ―animal racional‖. Dice Whitehead: ―Se dice que ―los
hombres son racionales‖. Esto es palmariamente falso: sólo son intermitentemente
racionales (...) el intelecto de Sócrates es intermitente: a veces duerme y puede estar
entorpecido o aturdido por drogas‖747. Las afirmaciones que hacemos respecto de
―esencias‖ que aspiramos a fijar en definiciones, vacían a la realidad de sus procesos y
vicisitudes. De manera que justamente lo difícil, y tarea filosófica, es tratar de
caracterizar un proceso. Volviendo al caso de la conciencia, es palmario que no siempre
745
PR (32) Cursivas mías.
PR (361) Rovira Armengol: ―que recuerda toda experiencia intensa en vaga aprehensión‖. Cursivas
mías.
747
PR (119) Cursivas mías.
746
279
estamos en el estadio de lucidez máxima y que, no bien lo tuviésemos por muchas
horas, el sueño acabaría por vencernos. Todo lo que la filosofía tradicional cataloga de
―accidental‖ para a ser un distintivo constituyente en la Filosofía del Organismo. El
hecho de que Whitehead caracterice a la conciencia como una cualidad que emerja o
resulte de un proceso complejo y que además sea inestable y con gradaciones, tiene su
claro antecedente en William James que, en su famoso artículo, la calificara
simplemente de ―función‖: ―Durante veinte años he desconfiado de ‗la conciencia‘
como una entidad; por siete u ocho años he sugerido su no existencia a mis alumnos y
he tratado de ofrecerles su equivalente pragmático en realidades de experiencia. Tengo
el convencimiento de que el tiempo está en sazón para que sea abierta y universalmente
descartada. Negar de golpe que ‗la conciencia‘ existe parece tan absurdo que frente a
ello —puesto que innegablemente ‗los pensamientos‘ existen— temo que algunos de
mis lectores ya no me van a acompañar. Permítaseme pues exponer de inmediato que
quiero únicamente decir que niego que la palabra pase por una entidad, pero que insisto
del modo más enfático en que debe pasar por una función‖748. En todo momento insiste
Whitehead en el carácter puramente resultante y derivado del fenómeno ―conciencia‖:
―La filosofía orgánica sostiene que la conciencia únicamente surge [arises] en una fase
posterior derivada [derivative] de integraciones complejas‖749 (…) ―Este recuento [sc.
de las fases de la concrescencia] nos permite concebir al estadio de la conciencia [the
stage of consciousness] como una prolongación del estadio de suplemento‖750. Su
carácter puramente funcional guarda paralelo evidente con la noción matemática de
―función‖. En efecto, se dice que una magnitud o cantidad es función de otra si el valor
de la primera depende exclusivamente del valor de la segunda. Por ejemplo el área A de
un círculo es función de su radio r: el valor del área es proporcional al cuadrado del
radio, A = π·r2. Del mismo modo, la duración T de un viaje en un tren circulando a una
velocidad v de 150 km/h depende de la distancia d entre el origen y el destino: la
duración es directamente proporcional a la distancia (dada una velocidad constante), T =
v / d. A la primera magnitud (el área, la duración) se la denomina variable dependiente,
y la cantidad de la que depende (el radio, la distancia) es la variable independiente. La
conciencia humana simplemente es función de un estadio muy elevado y complejo de la
748
Does Consciousness exists? Mi traducción (1)
PR (223) Cursivas mías.
750
PR (228) Rovira Armengol traduce ―stage of supplementation‖ como ―etapa de supleción‖. Cursivas
mías.
749
280
experiencia que presupone entre sus condicionantes un cuerpo animal sano. Whitehead
es muy explícito en este punto. Cuando establece las cuatro gradaciones difusas que
puede haber entre las ocasiones yendo desde el nivel inorgánico al nivel humano,
caracteriza a este último de la siguiente manera: ―El cuarto grado ha de identificarse con
la importancia canalizada de los funcionamientos [functionings] conceptuales libres,
mediante los cuales se analiza la experiencia ciega comparándola con la realización
imaginativa de la mera potencialidad‖751 (…) ―Si algunos objetos eternos, en su
capacidad abstracta, se realizan como relevantes para el hecho actual, hay una ocasión
actual con operaciones intelectuales. El complejo de tales operaciones intelectuales se
denomina a veces la ‗mente‘ [‗mind‘] de la ocasión actual; y la ocasión actual se
denomina también ‗consciente‘ ‖752. Pero consideradas las cosas desde un punto de vista
global que, en este caso, quiere decir desde la potencialidad real de las entidades
actuales que conforman extensivamente esta época cósmica del mundo, los procesos
conscientes son completamente irrelevantes. No hay la menor, ni la más mínima
injerencia de su conciencia para que lentamente vaya florenciendo la rosa del jardín ni
para que Júpiter brille esta noche a millares de kilómetros de ella: ―La entidad actual es
el producto de la interacción del polo físico con el polo mental. De este modo, la
potencialidad pasa a la actualidad, y las relaciones extensivas moldean el contenido
cualitativo y las objetificaciones de otros particulares en una experiencia finita
coherente. En general, la conciencia es prescindible [negligible]; e incluso en la
consideración de ella en los sentires proposicionales vívidos, no logró alcanzar
importancia. El propósito físico ciego es el que reina. Ahora es obvio que las
prehensiones ciegas, físicas y mentales, son los ladrillos últimos [the ultimate bricks]
del universo físico‖753.
Hemos hecho un largo (y a ratos tedioso), recorrido a través de los principales
elementos que articulan la Filosofía del Organismo. Mas, ¿para qué todo este esfuerzo?,
¿por qué toda esta compleja construcción conceptual? La respuesta está en el modo en
que Whitehead concebía el ejercicio de la filosofía especulativa, de la cual, apenas
hemos dicho algo.
751
PR (245) Cursivas mías.
PR (292) Rovira Armengol traduce ―relevant‖ como ―pertinente‖ y ―mind‖ como ―espíritu‖ (¡)
Cursivas mías.
753
PR (416) Rovira Armengol traduce ―purposes‖ como ―designios‖ y ―mental‖ como ―espiritual‖.
Cursivas mías.
752
281
Capítulo 20
LA NOCIÓN DE “FILOSOFÍA ESPECULATIVA”
Apenas hemos dicho algo salvo la caracterización general que adelantamos en el
capítulo 3 y la referencia al Prefacio de Process and Reality cuando comentábamos las
―cuatro fuertes impresiones‖ que dominaban el espíritu del autor luego de años de
reflexión. La segunda de ellas era la siguiente: ―El verdadero método de la construcción
filosófica [philosophical construction] consiste en formar un esquema [to frame a
scheme of ideas] de ideas, el mejor que se pueda, y explorar inflexiblemente la
experiencia ateniéndose a los términos de este esquema‖754. De modo que no hay punto
a dudas aquí, el trabajo propio del filósofo es construir y luego explorar con la
construcción. El capítulo I de Process and Reality se titula justamente ―Filosofía
Especulativa‖ y se inaugura con la siguiente definición: ―es la empresa [endeavour] de
forjar un sistema de ideas generales coherente, lógico y necesario, de acuerdo con el
cual pueda interpretarse cualquier elemento de nuestra experiencia‖ 755. Sigamos a
Whitehead en la explicación que él mismo va dando de cada uno de los elementos de
esta definición.
Coherente: ―las ideas fundamentales de acuerdo con las cuales se desarrolla el esquema,
se presuponen mutuamente, de suerte que aisladas carecen de significado [in isolation
they are meaningless]‖756. El esquema es sistémico porque el Universo lo es. Whitehead
busca que su sistema sea reflejo de cómo la realidad efectivamente es: ―se presupone
que no hay entidad que pueda concebirse haciendo por completo abstracción del sistema
del universo, y que es de incumbencia de la filosofía especulativa el hacer patente esta
verdad‖757. Puede apreciarse aquí una similitud con el ejercicio de la labor filosófica tal
como la planteaba Hegel: ―La verdadera figura en que existe la verdad no puede ser sino
el sistema científico de ella. (...) La necesidad interna de que el saber sea ciencia radica
754
PR (13)
PR (17)
756
PR (17) Cursivas mías.
757
PR (17)
755
282
en su naturaleza, y la explicación satisfactoria acerca de esto sólo puede ser la
exposición de la filosofía misma‖758.
Lógico: se refiere al ―significado ordinario que implica la consistencia ‗lógica‘ o (i)
falta de contradicción, (ii) la definición de construcciones en términos lógicos, (iii) la
ejemplificación de nociones lógicas generales en instancias específicas y (iv) los
principios de inferencia. Obsérvese que las nociones lógicas mismas tienen que hallar
su sitio en el esquema de las nociones filosóficas‖759.
Necesario: se refiere a la proyección que implica su carácter de ―adecuado‖ o, con otras
palabras, remite a la relación futura del dicho esquema: ―la adecuación del esquema a
cada caso no significa la adecuación a los casos que hayan podido considerarse.
Significa que la textura [texture] de la experiencia observada, en cuanto ilustra al
esquema filosófico, es tal que toda experiencia relacionada tiene que exhibir la misma
textura‖760. Debe llevar en sí su garantía de necesaria universalidad ―a condición de que
nos limitemos a lo que se comunica como realidad inmediata [matter of fact]‖. ¿Cómo
enfrentar la previsible pregunta de ―y qué pasa con lo desconocido‖? la clave de la
respuesta está en la noción de ―comunicación‖: ―Pero lo que no se comunica así [sc.
como realidad inmediata], es incognoscible, y lo incognoscible es desconocido y así
puede bastar esta universalidad definida por ‗comunicación‘ ‖761. Sin duda que la
referencia tácita aquí (y haya o no sido Whitehead consciente de ello) es a Gorgias de
Leontini: ―En el libro intitulado Sobre lo que no es o sobre la naturaleza desarrolla tres
argumentos sucesivos. El primero es que nada existe; el segundo, que, aún en el caso de
que algo exista, es inaprensible para el hombre; y el tercero, que, aún cuando fuera
aprensible, no puede ser comunicado ni explicado a otros‖762. Ahora bien, ¿cuál es el
supuesto previo de esta ―necesaria universalidad por comunicación‖?: ―En el universo
hay una esencia que prohibe relaciones más allá de sí misma, considerándolas
violaciones de su racionalidad. La filosofía especulativa busca esa esencia‖763. Es,
758
Fenomenología del Espíritu, Prólogo (9). Cursivas mías.
PR (18) Cursivas mías. He agregado la numeración.
760
PR (18)
761
PR (18)
762
Sofistas. Testimonios y Fragmentos. Biblioteca Los Grandes Pensadores. Editorial Gredos, Barcelona
2003. Traducción de Antonio Melero Bellido. El fragmento de Gorgias citado está tomado de Sexto
Empírico, Contra los matemáticos VII 65 ss. (89)
763
PR (18) Cursivas mías.
759
283
como se aprecia, la apuesta ciega sobre la racionalidad final de la realidad, por débiles,
superficiales y necesariamente incompletos que sean nuestros esfuerzos.
Interpretación: ―cualquier cosa de que tengamos conciencia porque la gocemos,
percibamos, queramos o pensemos, deberá tener el carácter de caso particular del
esquema general‖764. Esto hace, que respecto de la interpretación, el sistema deba ser,
por ello mismo (i) aplicable, ―algunos casos de la experiencia son de esta suerte
interpretables‖ y (ii) adecuado, ―no hay casos que no sean susceptibles de semejante
interpretación‖765. Ahora bien, como ya dijimos, este esquema tiene que ser un reflejo
de las características últimas de lo real (a saber, que toda entidad actual es dipolar
incluyendo sus polos físico y mental) y no es extraño entonces que también tenga un
lado ―mental‖ y otro ―físico‖. En este caso bajo los términos de ―lado racional‖ y ―lado
empírico‖, ello da orden a todas las nociones anteriores: ―este ideal de la filosofía
especulativa tiene su lado racional y su lado empírico. El lado racional se expresa con
los términos ‗coherente‘ y ‗lógico‘. El empírico, con los términos ‗aplicable‘ y
‗adecuado‘ ‖ (18). Esquemáticamente:
Coherente
Lado racional
Lógico
FILOSOFÍA
ESPECULATIVA
Adecuado
Lado empírico
Aplicable
Pero Whitehead había dicho ―lógico y necesario‖. ¿En qué sentido entendía el término
desde el momento en que toda construcción es, por definición, un esfuerzo provisorio?
―El esquema debiera ser ‗necesario‘ en el sentido de que llevara en sí su propia
garantía de universalidad a través de toda la experiencia, a condición de que nos
limitemos a lo que se comunica como realidad inmediata‖766. Esta doctrina de ―la
necesidad en la universalidad‖ [necessity in universality] es otra manera de expresar la
764
PR (17) Cursivas mías.
PR (17)
766
PR (18) Cursivas mías.
765
284
idea anterior de que la filosofía especulativa da por supuesta ―una esencia que prohibe
relaciones más allá de sí misma‖ en el corazón íntimo de la realidad. Como puede
apreciarse, el hecho de que el sistema sea ―necesario‖, en este caso, equivale a que sea
―adecuado‖. Esto, en cuanto a la estructura que debe tener el esquema. Veamos ahora
cómo se pone en movimiento.
¿Qué es lo que pugna constantemente contra el éxito final de la construcción
filosófica? ―La debilidad de la intelección y las deficiencias de lenguaje [weakness of
insight and deficiences of language] se oponen inexorablemente a ello‖767. Por lo que
toca al lado racional, y supuesta ya la racionalidad última de lo real e incluso dejando de
lado las limitaciones del lenguaje, ―la deficiencia de la penetración imaginativa impide
el progreso en cualquier forma que no sea una aproximación asintótica [asymptotic
approach] a un esquema de principios definibles solamente en términos del ideal a que
debieran satisfacer‖768 y por lo tanto queda asegurada esa ―marcha de la intelección‖
(para valernos de la expresión de Zubiri) y que también, por razones muy diferentes,
encontraremos en Husserl.. Las verdaderas dificultades se presentan en el lado empírico,
porque ―nuestro dato es el mundo actual‖769 incluidos nosotros mismos. He allí la
apelación a la experiencia inmediata, única justificación de cualquier construcción de
pensamiento y que revela el lado ―positivista‖ de Whitehead: ―La elucidación de la
experiencia inmediata es la única justificación de cualquier pensamiento, y el punto de
partida del pensamiento es la observación analítica de los componentes de esa
experiencia‖770. Ahora bien, analizamos, vale decir observamos, por el método de
diferencia; esto es, en función de la (i) ausencia o presencia del objeto en cuestión y de
la (ii) importancia del objeto en cuestión. Whitehead, con fino humor inglés, ilustra esta
idea así: ―A veces vemos un elefante, a veces no. El resultado es que cuando un elefante
está presente, lo notamos. La facilidad de la observación depende del hecho de que el
objeto observado es importante cuando está presente, y a veces está ausente‖771. Ahora,
¿Cómo tomar distancia para observar aquello que siempre está presente? o, para decirlo
con las palabras de Heráclito, ¿cómo ―ponerse a salvo de aquello que jamás
desaparece‖? Porque ocurre justamente que los primeros principios metafísicos jamás
dejan de ejemplificarse y simplemente está vedado ―tomarse unas vacaciones‖ (ni a
767
PR (18)
PR (19) Cursivas mías
769
PR (19)
770
PR (19) Cursivas mías
771
PR (19) Cursivas mías
768
285
nosotros ni al mundo) de ellos; para notar, dijéramos, su ausencia: ―Jamás podemos
apresar al mundo actual tomándose unas vacaciones del dominio de ellos [taking a
holiday from their sway]‖772. ¿Qué hacer entonces?, ¿cómo conseguir que el ―elefante‖
del mundo aparezca y desaparezca para poder notarlo? (Nótese bien que esta misma
distancia de lo cotidiano, de lo obvio, de lo natural, de lo de todos los días se verá, en el
caso de Husserl, posibilitada por el ejercicio de la epoché: sólo ella nos permitirá ver
―por primera vez‖ el mundo). Acudiendo a la imaginación, pero controlada por el ―lado
racional‖ de la filosofía especulativa; se trata, en efecto de llevar a cabo ―el juego de
una imaginación libre fiscalizada por los requisitos de la coherencia y la lógica‖773.
Viene aquí entonces la célebre imagen del aeroplano y de su limitado vuelo: ―El
verdadero método del descubrimiento es como el vuelo de un aeroplano. Despega del
suelo de la observación particular; hace un vuelo por la delgada capa de aire de la
generalización imaginativa, y aterriza de nuevo para reanudar la observación agudizada
por la interpretación racional‖774. Whitehead, fiel a su soltura para expresar con diversos
términos una misma idea, lo llama indistintamente ―generalización imaginativa‖,
―generalización filosófica‖, ―construcción imaginativa‖ o derechamente ―método de
generalización‖ que consiste en la ―utilización de nociones específicas que se aplican a
un restringido grupo de hechos, para la adivinación [divination] de nociones genéricas
que se apliquen a todos los hechos‖775. Tal como puede apreciarse, es simplemente una
variante del método ―hipotético deductivo‖ científico aplicado al nivel de máxima
generalidad. Así lo ha entendido también el profesor Leemon McHenry: ―Whitehead
repeatedly criticized the attempt to encapsulate the universe in any one system. (...) This
was the very reason why he conceived the proper method in metaphysics to be
hypothetico-deductive‖776. Muy bien, pero ¿cómo ayuda la imaginación para lograr el
método de la diferencia y poder ―observar‖ lo siempre presente o lo nunca ausente?
Porque el pensamiento imaginativo ―proporciona las diferencias de que carece la
observación directa‖777. En efecto, dada su libertad propia puede ―incluso jugar con la
inconsistencia‖ [even play with inconsistency] para arrojar luz sobre los elementos
772
PR (19) Aquí la traducción de Rovira Armengol es ininteligible: ―Nunca podremos captar el mundo
real si nos permitimos liberarnos de ese imperio‖ (¡)
773
PR (19)
774
PR (19)
775
PR (20) Cursivas mías.
776
McHENRY (48)
777
PR (20) Cursivas mías
286
consecuentes y persistentes de la experiencia mediante la comparación con lo
incompatible: ―el juicio negativo es el ápice de la mentalidad‖778. Whitehead agrega
empero dos condiciones para que la generalización imaginativa tenga éxito: (i) ―Que de
algún modo haya una aplicación importante‖ (el lado empírico sin disociación con el
lado del valor), ¿cómo se consigue esto? Construyendo y generalizando a partir de
factores discernidos en ―temas particulares del interés humano (...) en física, fisiología,
psicología, estética, en convicciones éticas [ethical beliefs], en la sociología o en los
lenguajes concebidos como depósitos [storehouses] de experiencia humana‖779. Esto es
muy de notar. Para Whitehead no hay un punto de partida único o privilegiado a partir
del cual tenga que llevarse a cabo la especulación filosófica: simplemente no hay punto
de partida único, basta aplicar el método. En su propio caso, el punto de partida fue la
reflexión sobre los avances de la física tal como lo dejó consignado él mismo en La
Ciencia y el Mundo Moderno: ―Es igualmente posible llegar a esta concepción orgánica
del mundo partiendo de las nociones fundamentales de la física moderna en vez de
hacerlo (...) de la psicología y de la fisiología. Y en realidad fue por este camino que
llegué a mis convicciones debido a mis propios estudios de matemática y de física
matemática‖780. Pero poco importa el punto de partida, puesto que ―el éxito del
experimento imaginativo debe comprobarse siempre mediante la aplicabilidad de sus
resultados más allá del locus restringido donde se originó‖781 y (ii) ―La inflexible
observancia de los dos ideales racionalistas: la coherencia y la perfección lógica‖782. El
ejemplo típico de la perfección lógica está para Whitehead dado por la matemática y
cita como caso histórico de impulso imaginativo fiscalizado por la lógica a la doctrina
de las secciones cónicas y asegura que fue por esa fusión que, a la postre, mil
ochocientos años después, se asegurara su aplicabilidad. Por lo que toca a la coherencia
――la gran salvaguardia de la sanidad racionalista‖783― observa Whitehead que, en el
terrero filosófico, suele no ser observada. Los litigantes la exigen de sus adversarios y
ellos mismos no la respetan. Whitehead caracteriza a la ―incoherencia‖ del siguiente
778
PR Cf. (20) Rovira Armengol traduce ―coquetear con la inconsecuencia‖, lo cual vulnera el
razonamiento de Whitehead que está refiriéndose allí a la ―consistencia‖ como elemento constitutivo de la
filosofía especulativa. Como ya hemos repetido muchas veces, traduce ―mentality‖ como ―espiritual‖.
779
PR (20) Rovira armengol traduce ―creencias éticas‖. Cursivas mías.
780
CMM cap. IX (185) Cursivas mías.
781
PR (20)
782
PR (21)
783
PR (21)
287
modo: ―Desconexión arbitraria de los primeros principios‖784. Este ―de‖ indica aquí la
desconexión entre los primeros principios. Su ejemplificación con Descartes aclara la
idea: ―Las dos clases de substancia de Decartes: la corpórea y la mental, son una
muestra de incoherencia. En la filosofía de Descartes no hay razón alguna para que no
haya un mundo unisubstancial solamente corpóreo, o un mundo unisubstancial
solamente mental‖785. El aporte de Spinoza consistió justamente en agregar coherencia
al sistema cartesiano y, en ese sentido,―la Filosofía del Organismo está muy
estrechamente emparentada con el esquema del pensamiento de Spinoza‖786; difiere,
naturalemente, en el hecho de que (i) no acepta que la estructura lingüística de sujetopredicado exprese una verdad metafísica última y en que (ii) es pluralista en oposición
al monismo de Spinoza.
Volviendo al terreno histórico, notamos que es aquí donde, por segunda vez (la
primera había sido poco antes al afirmar que los principios generales ―están
obscurecidos por su persistente ejemplificación‖787) se adelanta más de treinta años a las
observaciones de Kuhn: ―Un sistema de filosofía nunca se refuta; sólo se le
abandona‖788. Como bien se sabe, ambas situaciones fueron condensadas por Kuhn años
después en la noción de ―paradigma‖ y en el contexto del desarrollo de la ciencia. Pero
es indudable que Whitehead había anticipado estas ideas. En efecto, veamos cómo
formuló con sus palabras la misma célebre noción de Kuhn: ―El esquema [scheme] es
verdadero con no-formuladas salvedades, excepciones, limitaciones e interpretaciones
nuevas en términos de nociones más generales. Todavía no sabemos cómo pueda
amoldarse el esquema a una verdad lógica. Pero el esquema es una matriz [matrix] del
cual pueden derivarse proposiciones verdaderas aplicables a circunstancias
particulares‖789. Salta a la vista que ―esquema‖ y ―matriz‖ equivalen al ―paradigma‖ de
Kuhn. Ahora bien, para Whitehead, detectar y reparar una falla lógica es algo
relativamente simple y no más grave que eso (fiel a su 9° ―mandamiento‖ que incluyera
en el Prefacio). El punto es que los sistemas filosóficos ―adolecen de inadecuación e
incoherencia‖790. ¿Cuándo ocurre ello?, ―cuando no logran incluir en el ámbito del
784
PR (21)
PR (21) Cursivas mías.
786
PR (22)
787
PR (20)
788
PR (21)
789
PR (24) Rovira Armengol traduce ―matrix‖ como ―molde‖. Cursivas mías.
790
PR (21)
785
288
sistema algunos elementos notorios de la experiencia, salen del paso negando
osadamente los hechos‖791. Es sólo la novedad de un sistema filosófico lo que otorga
―indulgencia plenaria para sus pecados de incoherencia‖792, pasada la novedad viene la
reacción y la crítica y se transita a una nueva matriz novedosa. Esta anticipación de
Kuhn por parte de Whitehead, a nuestro juicio ostensible y aún más elocuente en
Aventuras de las Ideas cuando afirma: ―En cada una de las épocas que se han
distinguido por una elevada actividad, se encontrará en su culminación y entre las
acciones que han conducido a la misma, alguna perspectiva cosmológica profunda
implícitamente aceptada [some profound cosmological outlook implicitly accepted] y
que ha impreso su propio sello sobre los móviles habituales de la acción. (...) En cada
período ha existido un tipo general de formas de pensamiento [a general form of the
forms of thought], y, como el aire que respiramos, este tipo es tan translúcido, tan
penetrante, y tan aparentemente necesario que sólo podemos adquirir conciencia de que
existe mediante un esfuerzo extraordinario‖793, ha sido también refrendada por el
acucioso estudio de Lucas Jr.: ―Thus, over thirty years in advance of Thomas Kuhn‘s
seminal study, one finds already set forth, in Whitehead‘s meticulous historical and
philosophical analysis of the rise of modern science, a surprinsingly contemporary
analysis of many of the salient features of paradigm funcioning in ―normal‖, in
revolutionary, or in pre-paradigm scientific disciplines‖794. En suma, para Whitehead,
no hay experiencia sin interpretar: ―La filosofía no inicia las interpretaciones. Su
búsqueda de un esquema racionalista es la búsqueda de una crítica más adecuada (de
una justificación más adecuada) de las interpretaciones que inevitablemente empleamos.
(...) Si deseamos un testimonio de experiencia sin interpretar, tendríamos que pedirle a
una piedra que registre su autobiografía‖795.
Ahora bien, será el propio vuelo constructivo el que inclinará a la filosofía a su
principal error: la exageración [overstatement]. Whitehead presenta en Proceso y
Realidad las dos formas principales que toma pero que nosotros extenderemos
complementariamente a tres:
791
PR (21) Cursivas mías.
PR (21)
793
AI, Introducción (23) Cursivas mías.
794
LUCAS (133)
795
PR (32) Cursivas mías.
792
289
1. La falacia de colocar lo concreto en el lugar equivocado. Han corrido litros de tinta
interpretando la ―Fallacy of misplaced concreteness‖ e incluso intentando traducirla al
español. Rovira Armengol, por ejemplo, traduce ―falacia de la concretez fuera de lugar‖.
Otros, ―falacia de la concretud mal colocada‖, etc. Pero la idea básica es simple, se toma
lo abstracto por lo concreto y, al considerar una abstracción como algo concreto, lo
concreto ha quedado ―mal colocado‖ y puesto fuera de su lugar. En palabras de
Whitehead: ―Consiste en hacer caso omiso del grado de abstracción implícito en el
hecho de que una entidad actual se considere meramente en la medida en que
ejemplifica ciertas categorías de pensamiento. Hay aspectos de actualidades que se
ignoran simplemente mientras se restringe el pensamiento a esas categorías‖796. Lo que
dice Whitehead tiene un cierto grado de complejidad, pero la traducción de Rovira
Armengol lo vuelve ininiteligible. En realidad, la idea no es tan compleja. Si los
primeros principios metafísicos no pueden dejar de ejemplificarse, entonces cada
acaecimiento los ejemplifica. Ahora, si nos detenemos sólo en la categoría
ejemplificada a raíz del acaecimiento podemos perder de vista aspectos de la propia
actualidad que acaece. Hemos perdido el foco y hemos tomado lo abstracto por lo
concreto. Una buena traducción del pasaje evitaría muchos dolores de cabeza: ―Esta
falacia consiste en descuidar el grado de abstracción implícito cuando una entidad actual
se considera sólo como ejemplo de ciertas categorías de pensamiento. Hay aspectos de
las actualidades que quedan simplemente ignorados en la medida en que restringimos el
pensamiento a esas categorías‖.
2. La sobreestimación del procedimiento lógico respecto de la certeza y de
las
premisas. Aquí la distancia con Husserl no puede ser mayor, si bien es cierto que
ambos, y por muy distintas razones, diferenciarán y distanciarán a la Filosofía de la
Matemática. Así Husserl sostendrá que ―La Fenomenología Trascendental como ciencia
descriptiva de esencias pertenece a una clase fundamental de ciencias eidéticas
totalmente distinta de las ciencias matemáticas‖797. Y Whitehead, por su parte, afirmará
que ―la filosofía se descarrió por el ejemplo de la matemática‖798. ¿Pecado original de
la filosofía? Su método (tomado de la matemática, y queda claro que, de nuevo, la
crítica es a Descartes): (i) indicar dogmáticamente premisas que sean cada una de ellas,
796
PR (23)
§75 (168) Cursivas de Husserl.
798
PR (23) Cursivas mías.
797
290
distinta y cierta y (ii) edificar sobre estas premisas un sistema de pensamiento
deductivo. Según la orientación dada por Whitehead, la situación es exactamente la
inversa: ―la expresión exacta de las generalidades finales es la meta del examen, no su
origen‖799. La verificación (si es que de ―verificación‖ puede hablarse y Whitehead
utiliza esa expresión) de un sistema debe buscarse ―en su éxito general, no en la peculiar
certidumbre o claridad inicial de sus primeros principios‖800. Se aprecia claramente la
vaguedad de aquel ―éxito general‖ y cómo Whitehead, en todo momento, está creando
espacio para la ambigüedad eludiendo una solución definitiva. En matemática, cuando
surge una contradicción, nada más se busca la premisa falsa anterior en la cadena del
razonamiento. Pero cuando en filosofía se aplica indiscriminadamente el razonamiento
ex absurdo se está dando por supuesto que todo el sistema es válido, coherente y con
términos y premisas claros. Pero tal esquema es siempre tentativo: ―a falta de un
esquema categorial de entidades bien definido y que culmine en un sistema metafísico
satisfactorio, toda premisa de un argumento filosófico resulta sospechosa‖801. ¿Objetivo
propio de la filosofía?: ―gradual elaboración de esquemas categoriales formulados
definidamente en cada fase del progreso‖802; poco importa que los esquemas logrados
resulten incompatibles entre sí, el momento crítico es de todas formas inevitable: ―Las
categorías metafísicas no son aserciones dogmáticas de lo evidente; son formulaciones
por vía de ensayo de las generalidades últimas‖803. Si consideramos un esquema
filosófico en su totalidad ―como una aserción compleja y le aplicamos la alternativa del
lógico: verdadero o falso, la contestación tiene que ser que el esquema es falso‖804. ¡Y
nótese que esto vale también para Proceso y Realidad! Esta sobreestimación esconde
otro supuesto que vulnera la afirmación que hiciéramos arriba en cuanto a que ―la
debilidad de la intelección y las deficiencias de lenguaje‖ se oponen inevitablemente y
por definición al ―éxito‖ final de la construcción imaginativa. ¿Cuál es ese supuesto?
3. La falacia del diccionario perfecto. Es a todas luces una tercera forma de
―sobreestimación‖ que pierde a la filosofía y que consiste en creer que la idea adecuada
y su correspondiente expresión ―están‖, por decirlo así, ―en alguna parte‖ y que sólo
799
PR (23) Cursivas mías.
PR (23)
801
PR (24) Cursivas mías.
802
PR (24)
803
PR (24)
804
PR (24) Cursivas mías.
800
291
basta buscarlas para encontrarlas. En su libro final, Modos de Pensamiento, llama
efectivamente a esta creencia ―la falacia del diccionario perfecto‖ y la define así: ―Hay
una presuposición insistente que esteriliza de continuo al pensamiento filosófico. Es la
creencia, la muy natural creencia, de que la humanidad ha acogido conscientemente
todas las ideas fundamentales que son aplicables a su experiencia. Junto con ello, se
sostiene que el lenguaje humano, en palabras o frases aisladas, expresa explícitamente
aquellas ideas. Calificaré a esta presuposición como ‗La falacia del Diccionario
Perfecto‘ ‖805. Whitehead será en todo momento particularmente enfático al recordarnos
la debilidad de las intuiciones humanas y la falencia de nuestro lenguaje para
expresarlas: ―No hay certezas axiomáticas expuestas con precisión de las cuales pueda
partirse. Ni siquiera hay el lenguaje en el cual forjarlas”806.
Nos queda todavía por aclarar un punto que no ha dejado de ser fuente de
confusión. Se tiende a pensar, a partir de la confesión de Whitehead en cuanto a que
llegó a sus convicciones respecto de la Filosofía del Organismo a partir de sus estudios
en física (―Y en realidad fue por este camino que llegué a mis convicciones debido a
mis propios estudios de matemática y de física matemática‖807) que es a partir de allí
―digamos por ejemplo a partir de la noción de ―electrón‖ y de las ideas propias de la
mecánica quántica― que no sólo se postula la noción de ―entidad actual‖ sino que se
comienza la generalización. No es así. Cabe bien preguntarse entonces, ¿cuál es la
―hipótesis de trabajo‖ a partir de la cual se generaliza?, ¿qué experiencia es la que se
extrapola en la construcción? En este respecto no hay vacilación entre los
comentadores: la experiencia básica a partir de la cual se generaliza es la de nosotros
mismos. La Filosofía del Organismo adhiere explícitamente a la base instaurada por
Descartes: el punto de partida es un sujeto gozando de sus experiencias y es esta
experiencia básica la que se extrapola. Así lo leemos en Lowe: ―In human life, he finds
value not far off, but at hand as the living essence of present experience. If every puff of
existence is a pulse of some kind of immediate experience, there can be no final dualism
of value and fact in the universe‖808; Johnson: ―As Whitehead aptly points out, it is
805
MP, Epílogo. Mi traducción.
PR (30) Dado lo crucial del pasaje lo he puesto todo en cursivas y lo transcribo: ―There are no
precisely stated axiomatic certainties from which to start. There is not even the language in which to
frame them‖. Diferimos de la traducción de Rovira Armengol: ―No hay certidumbres axiomáticas
formuladas de modo concreto de las cuales pueda partirse. Ni siquiera existe el lenguaje en que puedan
formularse‖.
807
CMM (185)
808
LOWE (38)
806
292
easier to study a human individual than an individual molecule or electron. It is to be
noted that an examination of psychological data reveals the same basic information
provided by physics. Also additional information is derived from the more concrete
data of psychology‖809; McHenry: ―For Whitehead, the clearest instance of an actual
occasion is to be found in a moment of one‟s own consciousness. In fact, the actual
occasion is best conceived as a metaphysical generalization of an initially
psychological concept. Introspection reveals the concrete drop of experience; this then
becomes a method for generalizing about the rest of the universe‖810; Morris:
―Whitehead‘s course of procedure is to give a comprehensive description of human
experience (…), and then to take this description as the key to the nature of reality. The
procedure is in temper radically empirical, the results being then given an ontological
extension‖811 y Cobb: ―In one way or another any model by which we attempt to
understand reality or any part of it must arise from human experience. There is simply
nowhere else to turn. (…) Whitehead launched boldly forth on the speculative
possibility that human experience as such is a clue to the ultimate nature of things‖812.
Toda duda o reparo de esta interpretación se desvanece, por último, delante de las
propias palabras que Whitehead (quizá con el fin de aclarar este mismo punto ya que
remite explícitamente a Proceso y Realidad) agregara en Aventuras de las Ideas: ―Pero
si nosotros sostenemos, como lo hicimos por ejemplo en Proceso y Realidad, que todas
las actualidades individuales finales poseen el carácter metafísico de ocasiones de
experiencia, entonces, sobre esa hipótesis, la evidencia directa relativa a la conexión
[connectedness] de la ocasión de experiencia presente inmediata de uno mismo con las
propias ocasiones inmediatamente pasadas, puede ser válidamente utilizada para
sugerir categorías que se apliquen a la conexión de todas las ocasiones de la
naturaleza‖813 (ver Addendum).
He aquí pues, a grandes rasgos, la ―construcción‖ whiteheadiana. Si ahora
traemos a colación el parágrafo 22 de la Monadología, podrá verse con toda claridad
por qué él había afirmado que su concepción debía retrotraerse a Leibniz: ―Y como todo
estado presente de una substancia simple es naturalmente una consecuencia de su estado
809
JONSON (14) Cursivas en el original.
McHENRY (38) Cursivas mías.
811
MORRIS, Charles W. Six Theories of Mind (183-4). Cursivas mías.
812
COBB (3-4) Cursivas mías.
813
AI cap. XV (221) Cursivas mías.
810
293
precedente, de este modo su presente está preñado de su porvenir‖814. Sobre esta misma
base, es innegable el mérito sintético y comprensivo que posee su versión desarrollada,
al haber descrito la experiencia como una selección de ocasiones pasadas objetivadas
selectivamente por y en ocasiones presentes fugaces, caracerizadas ya sea por sus
diversos grados de novedad o por la mera repetición de sus patrones previos de
comportamiento. Así lo han reconocido estudiosos tales como Lucas: ―Is simply the
most general description that can be offered of the ceaseless, remorseless, and dynamic
activity characterizing the nature of things‖815; y Hartshorne, que da incluso un paso
más y caracteriza a esta ―descripción‖ de fenomenológica: ―This is the simplest, neatest,
of all comprehensive theories of experiencing and causation (...) It is one of the most
powerful generalizations ever accomplished. And I believe it is good phenomenology as
well‖816. Y no es el único que piensa así; se acoplan a esta postura serios estudiosos,
tales como Pred: ―Throughout the articulation of his philosophy of organism,
Whitehead‘s ontology and methodology, indeed his phenomenology, remain consistent
with the monistic radical empiricist program initiated by James‖817 y Cobb: ―We might
call his procedure phenomenological except that at no time did Whitehead dismiss from
his thought the relevant knowledge about physics, physiology, and psychology‖ 818.
Ahora bien, todos ellos pueden hablar así porque ya poseen ―como parte de su bagaje
cultural y filosófico―
una noción de ―fenomenología‖, y la poseen porque hubo un
hombre genial que la inventó: Edmund Husserl.
814
Monadología (28)
LUCAS (147) Cursivas mías.
816
HARTSHORNE (101) Cursivas mías.
817
PRED (11) Cursivas mías.
818
COBB (5) Cursivas mías.
815
294
II
HUSSERL
Me aferro a mi vieja convicción de que en las cosas científicas
se trata menos de crítica que de trabajo hecho,
el cual resiste en conclusión,
por muy mal entendido que sea
Ideen I, Epílogo
295
296
Capítulo 21
CARACTERIZACIÓN
SUMARIA
DE
LA
ESTRUCTURA
GENERAL DE IDEEN I
Al desarrollar este capítulo seguimos libremente la introducción y notas aclaratorias de
Paul Ricoeur incluidas en Idées Directrices pour une Phénoménologie y A Key to
Edmund Husserl‟s Ideas I. Cinco puntos, eso sí, son de nuestra exclusiva autoría: (i) el
destacar el papel del tode ti; (ii) el giro que notamos en el cambio de título al § 86
cuando se pasa de ―función‖ a ―constitución‖; (iii) la mención al segundo camino
paralelo que lleva a la Fenomenología en el § 124; (iv) lo que hemos llamado el
segundo ―desfonde‖ del esquema husserliano en el § 152 de la Sección IV al incluir al
ser histórico en los problemas constitutivos y (v) la selección de todos los textos de
Ideen I a partir de la edición de José Gaos.
Tal como ocurre con Process and Reality, la estructura de Ideen I es clara y concisa. Se
trata tan sólo de cuatro secciones:
I
Las Esencias y el Conocimiento de ellas
II
Meditación Fenomenológica Fundamental
III
Sobre el Método y los Problemas de la Fenomenología Pura
IV
La Razón y la Realidad
Caractericémoslas brevemente con el fin de obtener una visión sinóptica.
I Las Esencias y el Conocimiento de ellas
Esta sección es un prefacio general a todo el libro y consta de 2 capítulos. No se trata en
ella directamente del asunto propio de la Fenomenología pero se deja en claro que ―tal
como ocurre con el grupo completo de ciencias al que pertenece―
ella da por
sentados los dos supuestos que se reflejan en el título de esta sección; a saber, (i) que
hay esencias y (ii) que pueden ser conocidas. Esta nueva ciencia alberga y trata no sólo
297
las verdades formales que pueden adscribirse a todas las esencias sino también las
verdades materiales que gobiernan su distribución a priori en regiones específicas. La
Fenomenología, necesariamente, presupondrá la intuición de las esencias propias de la
región del ser que le corresponde: la corriente de las vivencias intencionales. El
capítulo 1 (Hechos y esencias) establecerá estas presuposiciones de modo directo y
sistemático en un estilo que podríamos calificar de ―dogmático‖ y que apunta hacia dos
metas: (i) establecer la noción de esencia y su correspondiente intuición y (ii) examinar
las condiciones a priori de las propiedades regionales de las esencias (al sentido global
de este capítulo 1, considerado más de una vez ―enigmático‖, le dedicaremos en el
capítulo siguiente un estudio más detallado). Lo nuclear de todo el razonamiento puede
compendiarse así: hecho y esencia son inseparables (inseparabilidad expresa
introducida de entrada y que debería conjurar toda lectura apresurada que pretendiese
encasillar a Husserl en un idealismo subjetivo819): todo hecho habrá de incluir de suyo
una esencia que a su vez estará subordinada a una jerarquía de esencias y cualquier
esencia incluirá un rango de individuos contingentes que, en el extremo, llegará al hic et
nunc de ―este individuo ahí‖. A este nivel corresponderá una última categoría extrema
puramente indicativa carente de toda forma sintáctica: el tode ti820. Los giros principales
de este capítulo son, grosso modo,
derechamente realista
821
los siguientes: (i) definir esencia de modo
; (ii) establecer la realidad de la intuición de esencias; (iii)
incluir el papel capital de la imaginación para lograr ese propósito y cuya primacía en
relación al conocimiento eidético será establecida de modo definitivo en el desarrollo
posterior del texto822; (iv) definir y mostrar la conexión que guardan entre sí las
nociones de ―generalización‖, ―necesidad‖ y ―apodicticidad‖ y (v) definir la naturaleza
de las ontologías regionales formales y materiales. El capítulo 2 (Erróneas
interpretaciones naturalistas), por otro lado, corroborará las presuposiciones del capítulo
1 indirectamente a través de una querella contra el idealismo, realismo platónico e
historicismo. En definitiva, una pugna contra el empirismo que Husserl, lejos de
819
Baste el título del § 2: El Hecho. Inseparabilidad [Untrennbarkeit] de Hecho y Esencia. Cursiva mía.
§ 12: ―A estos núcleos corresponden las categorías del sustrato, que se ordenan bajo dos epígrafes
cardinales y disyuntivos: ―esencia última dotada de contenido material‖ y ―esto que está aquí‖ (40)
Cursivas y comillas de Husserl. He agregado los dos puntos para mayor claridad.
821
§ 3: ―Ante todo designo ―esencia‖ lo que se encuentra en el ser autárquico de un individuo
constituyendo lo que él es‖ (20) Comillas y cursivas de Husserl.
822
§ 70: ―La “ficción” constituye el elemento vital de la fenomenología, como de toda ciencia eidética‖
(158) Comillas y cursivas de Husserl.
820
298
rechazar, buscará incluir823. El meollo de la crítica puede resumirse así: el empirismo
tradicional restringe toda intuición posible a la intuición sensoria o sensible824. Este
capítulo, no obstante su carácter (de hecho, el único capítulo abiertamente polémico de
Ideen I y que puede ponerse en paralelo con los Prolegómenos de las Investigaciones
Lógicas) incluye el decisivo § 24 (El principio de todos los principios) que establece el
sentido pleno otorgado a la intuición del modo más amplio825. En ese sentido ella es
previa a toda construcción. Puede dejarse apuntado desde ahora, sin embargo, que este
principio no conservará su carácter de ―primero‖ a lo largo del desarrollo del texto. En
este nivel de preámbulo sí; pero más adelante, al tratar de los problemas constitutivos,
será un genuino problema el indagar cómo la constitución de la objetividad en la
subjetividad podrá integrar esta ―docilidad‖ de la intuición en lo que es simplemente
―visto‖ con dicha constitución. En una palabra, los problemas constitutivos estarán en
un nivel de análisis filosófico más profundo o radical que incluso el propio principio de
la intuición del § 24. Esto, que podría parecer una sorpresa o contradicción, se hace
patente cuando el análisis se extiende dramáticamente hasta la esfera de la
autoconstitución.826 Señalemos, por último, la conclusión ―a primera vista
sorprendente― a que obliga esta primacía otorgada a la intuición: ha de tomarse el
camino de la actitud dogmática y no el de la actitud filosófica827. Esta última, en efecto,
conduce, en el extremo, al escepticismo al quedarse enredada en el estudio de la
posibilidad del conocimiento. No; en este momento inaugural es preciso partir
simplemente del mundo natural cotidiano donde se ―conoce‖ sin más. Esta ―actitud‖ y
su ―desconexión‖ serán los grandes temas de la Sección II.
823
§ 20: ―Si ―positivismo‖ quiere decir tanto como fundamentación, absolutamente exenta de prejuicios,
de todas las ciencias en lo ―positivo‖, en, pues, lo que se puede aprehender originariamente, entonces
somos nosotros los auténticos positivistas‖ (52) Comillas y cursivas de Husserl.
824
§ 20: ―Así, pues, sustituimos el concepto de experiencia por el más general de intuición, y por ende
rechazamos la identificación entre ciencia en general y ciencia empírica‖ (50)
825
§ 24: ―Toda intuición en que se da algo originariamente es un fundamento de derecho del
conocimiento‖ (58) Cursivas de Husserl.
826
§ 81: ―El ―absoluto‖ trascendental, este preparado que debemos a las reducciones, no es en verdad lo
último, es algo que se constituye a sí mismo en cierto sentido profundo y de todo punto sui generis y que
tiene su prístina fuente en un absoluto último y verdadero‖ (192) Cursivas mías.
827
§ 26: ―La justa posición, dentro de la esfera de la investigación, en un buen sentido dogmática, esto es,
prefilosófica, a que pertenecen todas las ciencias empíricas (pero no sólo ellas), consiste en hacer a un
lado con plena conciencia todo escepticismo juntamente con toda “filosofía natural” y “teoría del
conocimiento”, y en tomar las objetividades del conocimiento allí donde nos encontremos realmente con
ellas‖ (61) Comillas y cursivas de Husserl. Justo es agregar que este párrafo tiene su homólogo exacto en
la Introducción de la Fenomenología del Espíritu de Hegel: ―No obstante, si el temor a equivocarse
infunde desconfianza hacia la ciencia, la cual se entrega a su tarea sin semejantes reparos y conoce
realmente, no se ve por qué no ha de sentirse, a la inversa, desconfianza hacia esta desconfianza y abrigar
la preocupación de que este temor a errar sea ya el error mismo‖ (52) FCE 7ª reimpresión 1987.
299
II Meditación Fenomenológica Fundamental 828
Esta sección es preparatoria en tanto define la reducción fenomenológica pero todavía
no la aplica. Consta de 4 capítulos. El capítulo 1 (La tesis de la actitud natural y la
desconexión de la misma) introduce la reducción fenomenológica en relación a la tesis
de la actitud natural que ―pone fuera de juego‖, ―desconecta‖ o ―coloca entre
paréntesis‖829. Este capítulo, (i) comienza desde la actitud natural y describe los
diversos modos de presencia que la conciencia puede aprehender en esa actitud y
enuncia el principio fundamental de aquélla: el mundo está siempre ahí como
realidad830 y (ii) define la epoché primero en relación con la duda metódica de
Descartes y luego en sí misma en tanto epoché propiamente ―fenomenológica‖ en virtud
de la cual el mundo perderá toda validez 831. Los Caps. 2 y 3 describen la conciencia y
preparan la aplicación de la reducción fenomenológica. El capítulo 2 (La conciencia y la
realidad natural) analiza el fenómeno de la percepción con el propósito de liberarlo de
los prejuicios naturalistas y revelar la oposición básica existente entre dos modos de ser
radicalmente diferentes: (i) el ser como realidad en sentido estricto y (ii) el ser como
conciencia. La meta perseguida con esta oposición es solamente separar la región
conciencia de todas las demás. Este capítulo no lleva a cabo la epoché pero describe la
conciencia de tal modo que el lector pueda quedar preparado para efectuarla por su
cuenta a partir de aquella descripción. Sin embargo, no bien sea todo este análisis previo
a la reducción, está atraído de todas formas por una ―primera referencia‖ a la conciencia
trascendental (tal como lo delata el propio título del § 33832) que va, gradualmente,
elevando el nivel de la reducción. Por ello, los más importantes análisis de Ideen I son, a
medias psicología fenomenológica o intencional y a medias idealismo o Fenomenología
Trascendental. Este es el sentido de la limitación previa que se aplica a la reducción al
828
Es la traducción consagrada, pero la palabra alemana ―Betrachtung‖ quiere decir simplemente
―consideración‖, ―tener en cuenta‖, ―contemplar‖ sin el sentido más hondo que tiene ―meditar‖. Boyce
Gibson la traduce como ―outlook‖.
829
Husserl utiliza indistintamente las 3 expresiones, cf. § 30: ―la ponemos, por decirlo así, “fuera de
juego”, la “desconectamos”, la “colocamos entre paréntesis‖ (71) Comillas y cursivas de Husserl.
830
§ 30: ―La ―realidad‖ la encuentro —es lo que quiere decir ya la palabra— como estando ahí delante y
la tomo tal como se me da, también como estando ahí‖ (69) Cursivas de Husserl.
831
§ 32: ―Practico la epoché ―fenomenológica‖ que me cierra completamente todo juicio sobre
existencias en el espacio y en el tiempo‖ (73), ―El mundo entero, puesto en la actitud natural, con que nos
encontramos realmente en la experiencia (…) no vale para nosotros ahora nada‖ (74) Comillas y cursivas
de Husserl.
832
Primera Referencia a la ―Conciencia Pura‖ o ―Trascendental‖ como Residuo Fenomenológico.
Comillas de Husserl.
300
comenzar los análisis833. Y así es justamente esta inevitable relación ambigua entre
psicología fenomenológica o intencional e idealismo o Fenomenología Trascendental la
que, junto al proceder gradual y difuso del capítulo, hacen que el lector nunca esté del
todo seguro respecto de si se efectuó o no la reducción en algún momento del texto. Su
desarrollo puede compendiarse en cuatro etapas: (i) primera mirada a la conciencia
trascendental develada por la reducción; (ii) descripción intencional pre-fenomenológica
de la conciencia; (iii) planteo del problema central de una eidética de la región
conciencia: ¿En qué sentido es la conciencia algo otro que la realidad mundana? Uno de
los resultados será afirmar la oposición entre percepción inmanente y trascendente; (iv)
extracción de la conclusión: oposición radical entre ser absoluto e indubitable de la
conciencia y el ser dudoso y relativo de la realidad mundana834. El capítulo 3 (La región
de la conciencia pura) va más allá de esta oposición y muestra la relatividad del ser del
mundo respecto del ser de la conciencia: la actitud natural es invertida o trastocada. Este
capítulo complementa al anterior y conduce la descripción eidética hasta el umbral de la
Fenomenología Trascendental. Pueden distinguirse cuatro momentos en esta
conducción: (i) la conciencia no es sólo ―distinta‖ a las realidades en sentido estricto
sino que constituye un absoluto respecto del cual cada una de esas realidades es relativa
en cuanto correlato de ella. Así, como fruto de la hipótesis de la ―destrucción del
mundo‖835 se despliega ante nuestro ojos el abismo que separa a la conciencia de la
realidad natural836; (ii) esta transformación de la actitud natural que colocaba la
conciencia en medio del mundo como un ser entre otros está, a partir de aquí, conectada
con la reducción que se introdujo explícitamente en el § 32 y que lleva a la descripción
final que marca el comienzo de la Fenomenología Trascendental 837; (iii) clarificaciones
833
§ 32: ―Con buenas razones limitamos la universalidad de esta epoché. Pues si fuera tan amplia como
en general puede ser (…) no quedaría dominio alguno de juicios no modificados, ni mucho menos de
ciencia‖ (73) Cursivas de Husserl.
834
§ 46: ―Así resulta perfectamente claro que todo cuanto en el mundo de las cosas está ahí para mí, es
por principio sólo una presunta realidad; que, en cambio yo mismo, para quien este mundo está ahí (…) o
que la esfera de actualidad de mis vivencias es una realidad absoluta, dada por obra de una posición
incondicionada, absolutamente incontrastable‖ (106) Cursivas de Husserl.
835
§ 47: ―En el camino de la destrucción de la objetividad de las cosas —como correlato de la conciencia
empírica— en el pensamiento, no nos pone obstáculo ningún límite‖ (108); § 49: ―Es concebible (…)
que el orden entero de la experiencia pierda la firme regulación de sus matices y escorzos, apercepciones
y apariencias —que ya no haya un mundo‖ (112) Cursivas mías.
836
§ 49: ―Entre la conciencia y la realidad en sentido estricto se abre un verdadero abismo de sentido‖
(114) Cursivas mías.
837
§ 50: ―En lugar de llevar a cabo de un modo ingenuo los actos inherentes a la conciencia constituyente
de la naturaleza (…) dirigimos la mirada de nuestra aprehensión e indagación teórica a la conciencia pura
en su absoluto ser propio. Así, pues, esto es lo que queda como el “residuo fenomenológico” buscado, lo
301
remanentes respecto de trascendencias frente a la conciencia: Dios, la cosa física, el
compuesto psicofísico humano y la conciencia psicológica; (iv) la conciencia, si bien es
todavía una región del ser, pasará pronto a ser presentada como la región originaria838.
El capítulo 4 (Las reducciones fenomenológicas) aplica derechamente esta técnica de
las ―reducciones‖. En efecto, habiendo sido establecida la posibilidad de la reducción
fenomenológica, se retoma el tópico de los ―grados‖ o ―niveles‖ de la reducción
señalados al final del § 33839. En general, habrá dos niveles de reducción: (i) la
reducción de la trascendencia divina y del ego psicológico y (ii) la reducción de la
trascendencia de lo eidético a nivel formal y material. Este capítulo ha de ser estimado
señaladamente por cuanto el inicio de la compresión y puesta en práctica de la genuina
novedad del ejercicio fenomenológico se hallan expuestas en él, según declaración
expresa retrospectiva del autor840.
III Método y Problemas de Fenomenología Pura
Esta sección pone en práctica esta fenomenología ―pura‖ que forma una transición entre
la psicología fenomenológica y la Fenomenología Trascendental. Todo el núcleo está
formado por el estudio de las estructuras noético-noemáticas y puede ser vista como una
serie de ejercicios fenomenológicos que preparan al lector para repensar las diversas
características del conocimiento en tanto dimensiones originales de la intencionalidad
constitutiva. El capítulo 1 (Preliminares metodológicos), sin agregar nada a la teoría de
la reducción, clasifica e incluye a la Fenomenología dentro de las ciencias como una
ciencia intuitiva y descriptiva841. La idea central es que comprende un tipo de eidética
que queda a pesar de que hemos ―desconectado‖ el mundo entero con todas sus cosas, seres vivos,
hombres, comprendidos nosotros mismos‖ (115) Cursivas y comillas de Husserl.
838
§ 76: ―Es este ser [sc. el ser absoluto de la conciencia trascendental] la categoría radical del ser en
general (o, en nuestro lenguaje, la región radical) en que tienen sus raíces todas las demás regiones del
ser, a que se refieren por su esencia, de la que por tanto dependen esencialmente todas‖ (169) Cursivas de
Husserl.
839
§ 33: ―Metódicamente se descompondrá esta operación en diversos pasos que ―desconectarán‖ o
―colocarán entre paréntesis‖, con lo que nuestro método tomará el carácter de una reducción progresiva‖
(77) Comillas de Husserl y cursivas mías.
840
Epílogo § 1: ―El verdadero inicio de la comprensión sistemática de esta ciencia reside en los capítulos
que tratan de las indicadas reducciones. Únicamente desde ellos, y siguiendo las enseñanzas graduales,
puede el lector que íntimamente las siga juzgar si hay aquí un trabajo realmente propio y nuevo‖ (375).
Este Epílogo de la 2da. Edición alemana de 1928 es el que figura como Prólogo en la 1ra. edición inglesa
de Boyce Gibson de 1931.
841
§ 65: ―La Fenomenología ha de ponerse ante la vista, a título de ejemplares, procesos puros de
conciencia, ha de dar a estos procesos una perfecta claridad, dentro de esta claridad ha de analizarlos y
aprehender sus esencias, ha de perseguir las relaciones esenciales que se ven con evidencia intelectual, ha
302
material distinto al de la matemática (considerada en general) fruto de la esencial
inexactitud de las esencias que describe842. El capítulo 2 (Estructuras universales de la
conciencia pura) aborda los grandes temas de la reducción que ya habían sido
bosquejados antes de su aplicación: la reflexión, el Ego, la temporalidad, la
intencionalidad, la hylé. Ahora bien, girar desde una eidética meramente psicológica
hacia una Fenomenología genuinamente trascendental equivale a comprender cómo —
luego de haber excluido toda trascendencia del ego psicológico, que había sido
considerado en la Sección II como simple conciencia inmanente— toda trascendencia
está genuinamente incluida en el Ego Trascendental. En consecuencia, esto implica un
cambio gradual progresivo de nivel de análisis en virtud del cual la conciencia,
inicialmente caracterizada como una región entre otras, pasa a ser la ―proto-región‖
originaria o constituyente843. Esta reversión que lleva desde el movimiento en que se
separa la conciencia de todo otro ser hasta la inclusión de todo otro ser en ella completa
el significado pleno de la reducción. Cabe hacer notar, sin embargo, la observación
marginal que en el II ejemplar agregara Husserl al § 86 (cuyo título es ―Los problemas
funcionales‖) y donde lo corrige como ―Los problemas constitutivos‖844. Creemos ver
allí un giro terminológico decisivo; pues una Fenomenología que se basase en la noción
de función (lo que parece haber sido, si cabe en cuanto a términos, la idea original) pudo
haber conducido a un camino muy distante al que condujo una Fenomenología basada
en la noción de constitución. Sea como fuere, y pese a que después la idea de función
fuera absorbida por la de constitución, Husserl mantuvo la afirmación de que es la
función quien marca el punto de vista central de la Fenomenología845. El capítulo 3
de formular lo intuido en cada caso mediante fieles expresiones conceptuales, cuyo contenido dependa
puramente de lo intuido o de lo visto con evidencia intelectual‖ (148)
842
§ 75: ―En este caso es lo fenomenológicamente singular (la singularidad eidética) este imaginar en la
fantasía la cosa, en toda la plenitud de su concreción, exactamente como va transcurriendo en la corriente
de la conciencia, exactamente con la determinación e indeterminación con que hace aparecer la cosa, ya
por un lado, ya por otro; exactamente tan distinta o tan borrosamente, con la vacilante claridad e
intermitente oscuridad, etc., que le sean justamente propias‖ (167) ―La fenomenología trascendental como
ciencia descriptiva de esencias pertenece a una clase fundamental de ciencias eidéticas totalmente distinta
de ls ciencias matemáticas‖ (168). Cursivas de Husserl,
843
§ 86: ―Conciencia es (…) fuente de toda razón y sinrazón, de toda legitimidad e ilegitimidad, de toda
verdadera realidad y ficción, de todo valor y contravalor, de toda hazaña y fechoría‖ (207); y más
adelante, § 149: ―Toda región objetiva se constituye en la conciencia‖ (355)
844
Cf. Apéndice crítico (478). Podría sugerirse incluso que esta primacía de la ―función‖ se haya basado
en los estudios que Husserl hiciera de William James, por ejemplo a partir de la lectura de “Does
Consciousness exist?” donde la conciencia o ―alma‖ es abiertamente presentada como una función de la
estructura psíquica humana. Esto, obviamente, sólo podemos sugerirlo.
845
§ 88: ―El punto de vista de la función es el central de la fenomenología‖ (207) El texto alemán no deja
un ápice de duda: ―Der Gesichtspunkt der Funktion ist der zentrale der Phänomenologie‖.
303
(Nóesis y nóema), ya en la antesala de la Fenomenología, marca el paso decisivo hacia
la constitución de la objetividad. Al respecto, es pertinente recordar que Husserl aplica
en Ideen I tres términos diferentes a los tres sentidos en que entiende ―objeto‖: (i)
―Objekt‖ (entre comillas) está tomado en sentido no fenomenológico tal como se
emplea en las ciencias y en la filosofía de la ciencia y se refiere al objeto como fruto del
conocimiento matemático-experimental, en cuanto opuesto a lo subjetivo; (ii)
Gegenstand es el objeto propio de la percepción o representación tal como se da, junto
con sus cualidades y (iii) Objekt (sin comillas) se refiere al objeto considerado en
sentido fenomenológico, vale decir, al correlato de conciencia cuya amplitud supera al
objeto de la representación e incluye al objeto del percibir y del querer.
En
consecuencia, la noción de ―nóema‖ definirá el tema central de toda la Sección III846.
Este capítulo es una reflexión acerca del objeto como tal, un descubrimiento del objeto
como un componente de lo que es vivenciado. En otras palabras, en el sujeto hay más
que el sujeto en el sentido en que hay más que cogitatio o nóesis. Tenemos por una
parte al objeto mismo en cuanto mentado o intencionado, el cogitatum en cuanto es
puramente para el sujeto, esto es, constituido por referencia al flujo subjetivo de lo que
es vivenciado. En esto es en lo que consiste una Fenomenología vuelta hacia el objeto y
que reflexiona sobre el objeto en el sujeto. El término ―nóema‖ indica que el ―objeto‖ ha
de cambiar de nombre y su bautismo fenomenológico nos recuerda al nous que, de
algún modo, incluye. El capítulo 4 (Sobre los problemas de las estructuras noéticonoemáticas) incluye ejercicios fenomenológicos a lo largo de las problemáticas
adelantadas en el capítulo 3: (i) se intensifica la oposición entre hylé y nóema y se
define con más precisión la inclusión del nóema en la nóesis; (ii) los análisis principales
tratan de las llamadas ―características‖ y los ―grados de las representaciones‖ que,
unidas al ―sentido‖ determinan al nóema completo; (iii) la segunda serie de
―características‖ (que es la más importante porque regresa al problema capital de la
―tesis del mundo‖) estudia los modos de la creencia. En suma, todos los modos (certeza,
cálculo, conjetura, pregunta, duda) se remiten a la certeza como modo básico y se
846
§ 88: ―Tropezamos en seguida, por lo que respecta a la intencionalidad, con una [sc. distinción] de
todo punto fundamental, a saber, la distinción entre los componentes propiamente tales de las vivencias y
los correlatos intencionales de éstas o de sus componentes (212) Cursivas de Husserl. ―Dondequiera
responde a los múltiples datos de los ingredientes, del contenido noético, una multiplicidad de datos
comprobables en una intuición realmente pura e integrantes de un correlativo “contenido noemático”, o
más brevemente, de un “nóema” —términos que desde ahora usaremos constantemente‖ (213) Cursivas
de Husserl.
304
colocan todos en oposición a la modificación de neutralidad847; (iv) se extienden las
conclusiones, a lo vivenciado en tanto fundado en simples representaciones cuando se le
agregan las características de validez, agrado, etc.; a las síntesis de representaciones y a
las ―tesis‖ prácticas o afectivas; (v) finalmente, el paralelismo entre nóesis y nóema es
extendido a nivel del ―logos‖ o nivel expresivo con su paralelismo entre significar y
significación848. Husserl, si bien afirma expresamente que este camino (el seguido en las
Investigaciones Lógicas) es el primero que conduce a las investigaciones eidéticas y
fenomenológicas849, no lo constituye por ello en un camino exclusivo conducente a la
Fenomenología. De hecho, el otro camino y tan legítimo como el anterior es el que parte
simplemente de la experiencia diaria tal como se da (el seguido en Ideen I).850
IV Razón y Realidad
Esta sección final consta de 3 capítulos. El capítulo 1 presenta el problema general de
la relación entre nóema y objeto y, preguntando en qué sentido el objeto es ―real‖
conduce a considerar los problemas propios de una conciencia ―racional‖ que el capítulo
2 responde con la teoría del ver originario. El capítulo 3 extiende dicha teoría a la esfera
de las ontologías formales y materiales.
Esta última sección quiebra, rompe o desfonda la estructura de todos análisis
precedentes en dos niveles radicales que identificamos primero en el capítulo 1 y luego
en el capítulo 3. Consideremos pues el primer desfondamiento en el capítulo 1 (El
sentido noemático y la referencia al objeto) recordando que el tema de la sección
anterior ha consistido, en una palabra, en el análisis del sentido del nóema y las diversas
―características‖ que lo modifican, siendo las principales las llamadas ―dóxicas‖. Sin
embargo, un aspecto fundamental del sentido (percibido, imaginado, juzgado, deseado,
querido, etc.) no ha sido considerado aún, a saber, su aspecto más íntimo: el estar
847
§ 109: ―Se trata para nosotros ahora de una modificación que en cierto modo anula por completo, quita
por completo su fuerza a toda modalidad dóxica sobre la cual se vierta —pero en un sentido totalmente
distinto que la negación, la cual, como vimos, tiene en lo negado su efecto positivo, un no-ser que es a la
vez un ser. Esta modificación no tacha, no ―efectúa‖ nada; es en la conciencia el polo opuesto de todo
efectuar: su neutralización‖ (258) Comillas y cursivas de Husserl.
848
§ 124: ―Vamos a fijarnos exclusivamente en el ―significar‖ y la ―significación‖. Originalmente tienen
estos términos una exclusiva relación con la esfera del lenguaje o del ―expresar‖. (296) comillas de
Husserl.
849
§ 124: ―Son los problemas de la expresión y la significación (...) los primeros problemas de todos y
también los primeros que (…) empujan hacia las investigaciones eidéticas y fenomenológicas‖ (297)
850
§ 124: ―Un segundo camino que partía del lado opuesto, a saber, del lado de la experiencia y de los
datos sensibles, y que el autor siguió igualmente desde el comienzo del último decenio del siglo pasado,
no encontró su plena expresión en dicha obra [sc. Las Investigaciones Lógicas]‖ Nota de Husserl (298)
Cursivas mías.
305
relacionado a un objeto851. El nivel de radicalidad del giro que Husserl va a introducir
aquí, como ya puede apreciarse, queda de manifiesto en la utilización del término
―Gegenstand‖: el simple objeto percibido852. Ahora bien, esta relación de lo que es
mentado como tal presenta el problema de la validez que, a la postre, será el problema
de la razón. Esta relación, sin embargo, no concierne a un nuevo estrato de sentido (tal
como se da, por ejemplo entre el estrato del juicio y el estrato de la expresión lógica de
él) sino a una dimensión completamente diferente e incluso nueva: la referencia al
objeto. Este giro, torsión o ―desfonde‖ que incluso podríamos calificar de ―dramático‖
se basa en las propias afirmaciones de Husserl en cuanto a que si en el sentido mentado
en cuanto correlativo de la conciencia no somos capaces de discernir un movimiento
que vaya más allá, una especie de ―flecha‖ o ―rayo‖ que lo atraviese y que apunte hacia
la objetividad, no habremos captado todavía lo más íntimo de la intencionalidad: que no
es sólo la conciencia la que va más allá de sí misma en el sentido mentado sino que éste
mismo va más allá de sí mismo hacia el objeto853. Los dos niveles de análisis noemático
de la reflexión de Husserl, a saber, (i) El nóema psicológico como un sentido mental
que se relaciona con un objeto fuera de sí mismo; (ii) el nóema ―trascendente‖ que
habría de incluir al mundo mismo en su sentido y en su ser abarcan la extensión del
exclusivo y peculiar idealismo husserliano: toda trascendencia ―reducida‖, incluso la
trascendencia de lo eidético, ha de estar finalmente constituida por una conciencia
trascendental como estructura última del nóema. El capítulo 2 (Fenomenología de la
razón) enfrenta el problema de la realidad, entendido como el problema de la
legitimidad racional, con la teoría del ―ver‖. Anteriormente, la doctrina del nóema ya
había puesto en oposición al ―núcleo noemático‖ con su correspondientemente
―reproducido‖, ―imaginado‖, ―recordado‖, etc.854 . La tarea consiste ahora en extender a
la ―x‖ de todo objeto la característica posicional que había sido llevada a luz dentro del
marco de las determinaciones noemáticas; esto es, enfrentar los grandes problemas de la
851
§ 129: ―Caeremos en la cuenta de que con la expresión ―referencia‖ (en especial ―dirección‖) de la
conciencia a su objeto, nos encontramos remitidos a un íntimo elemento del nóema‖ (310) Comillas y
cursivas de Husserl. Es curioso que Gaos traduzca ―moment‖ como ―elemento‖ en este crucial pasaje [ein
innerstes Moment des Noema].
852
§ 129: ―Un manzano en flor, el que está aquí en este jardín‖ (309)
853
§ 129: ―Hay que hacer la distinción entre ―contenido‖ y ―objeto‖ no solo por respecto a la
―conciencia‖, a la vivencia intencional, sino también por respecto al nóema tomado en sí mismo‖ (310).
Comillas y cursivas de Husserl.
854
§ 135: ―A la unidad de la cosa hace frente una infinita multiplicidad ideal de vivencias noéticas de un
contenido esencial totalmente determinado y abarcable a pesar de la infinitud, unánimes todas en ser
conciencia de ―lo mismo‖ ‖ (322) Comillas de Husserl.
306
―mismidad‖, ―realidad‖ y su ligazón855. La radicalización de la teoría de la intuición y
su despliegue en una filosofía de la evidencia corroboran el carácter del
trascendentalismo husserliano en el cual el ver es la culminación del constituir: la más
elevada donación de la conciencia trascendental es, en definitiva, visión856 (es patente, y
lo adelantábamos al principio, la tensión que hay entre esta doctrina y la afirmación del
§ 81 en que se atisban las honduras de la autoconstitución que parecen ir más allá de
todo ―ver‖ y, consecuentemente, del principio de todos los principios del § 24). El
propósito del capítulo 3 (Grados de universalidad en los problemas de la teoría de la
razón) es aplicar a disciplinas establecidas —que incluyen, en terminología de Husserl,
a todas las ontologías formales y materiales—
los logros obtenidos relativos a las
estructuras noético-noemáticas y a las nociones de la evidencia, verdad y realidad.
Recíprocamente,
aquellas
disciplinas
(que
obviamente
son
anteriores
a
la
Fenomenología) son ubicadas dentro de la estructura de la Fenomenología
Trascendental. Ahora bien, ¿cuál es el hilo de Ariadna que Husserl propone para no
extraviarse en este laberinto de análisis? Lo expone derechamente en el título del § 150:
la región cosa. Efectivamente, todas las series posibles de análisis estarán determinadas
o prescritas por aquella región privilegiada857. Sin embargo, al enfrentar la ineludible
extensión del problema de la constitución trascendental a otras regiones (título exacto
del § 152) nos encontramos con el segundo desfondamiento, ruptura o quiebre radical
de la estructura de los análisis previos. En efecto, si antes advertimos este rompimiento
en la referencia interna del nóema hacia su objeto en el nivel de la percepción, vemos
ahora cómo la extensión de la esfera de los problemas constitutivos conduce
inevitablemente a la inclusión del ser histórico llegando el propio Husserl a afirmar que
es en la cultura y no en la naturaleza donde nos encontramos con aquellos productos
concretos que determinan nuestra vida cual dura realidad858. Otro de los momentos
855
§ 152: ―La x pertrechada con diverso ―contenido de determinaciones‖ en los diversos actos o nóemas
de actos es necesariamente consciente como la misma. Pero ¿es realmente la misma? Y ¿es el objeto
mismo “real”? ‖ (323) Comillas y cursivas de Husserl.
856
§ 137: ―Lo que llamamos habitualmente evidencia (o ver con evidencia) es una conciencia dóxica
posicional y que además da adecuadamente o que ―excluye el ser de otra manera‖; la tesis está motivada
por el darse adecuadamente de un modo enteramente excepcional y es en el más alto de los sentidos un
acto de la ―razón‖ ‖ (328); ―La conciencia racional en general designa un sumo género de modalidades
téticas en el que el ―ver‖ (en el sentido ampliado hasta el extremo) que se refiere al darse originariamente
constituye una especie deslindada con toda precisión‖ (329) Comillas y cursivas de Husserl.
857
§ 150: ―La Idea regional de cosa, su idéntica x con el contenido de sentido que la determina, puesta
como existente —prescribe reglas a las multiplicidades de apareceres‖ (361) Cursivas de Husserl.
858
§ 152: ―En general se revela que hay muchos géneros de objetividades que resisten a todas las
interpretaciones psicologistas y naturalistas. Así, todas las clases de objetos-valores y de objetos
307
ambiguos y sin duda ―dramáticos‖ de Ideen I, puesto que si bien allí mismo se ha
atribuido
a estas objetividades de la cultura el status de ―objetividades de orden
superior‖ no se ha renunciado por ningún momento a colocar su base en el nivel de las
realidades físicas859 y, en última instancia, en la realidad material860. Es evidente que
fue la obligada inclusión del problema de la intersubjetividad861 lo que condujo a este
extremo y cuya escasa elaboración y falta de contrapeso en el texto de Ideen I propició
una mala comprensión del planteo de la naciente Fenomenología, según confesara el
propio Husserl varios años después en su Epílogo a la 2da. edición alemana de 1928:
―Aunque en todo lo realmente esencial es inatacable [sc. la exposición], le falta, en lo
que toca a la fundamentación de este idealismo [sc. el idealismo trascendental propuesto
en Ideen I], tomar explícitamente posición frente al problema del solipsismo
trascendental o de la intersubjetividad trascendental, o frente a la referencia esencial del
mundo objetivo válido para mí a los ―otros‖ también válidos para mí‖ 862.
Capítulo 22
SENTIDO GENERAL DEL CAPÍTULO I DE IDEEN I
Introducción
Ideen I es un texto difícil. Basten como testimonio las afirmaciones de Ricoeur (que
buscó claridad en aquellos que conocieron directamente a Husserl): ―Leurs conseils
précieux (se refiere a Van Breda, el Dr. Strasser el Dr. y Sra. Biemel) qui m‘ont permis
d‘améliorer ma traduction et de mieux comprendre ce texte dense et rigoureux‖863; de
Gibson (que pidió ayuda a Husserl en persona): ―I have had important help towards the
prácticos, todos los productos concretos de la cultura que determinan nuestra vida actual cual duras
realidades, como, por ejemplo, el Estado, el derecho, las costumbres, la Iglesia, etc.‖ (365) Cursivas de
Husserl.
859
§ 152: ―Estas colectividades [las colectividades intersubjetivas de seres animados], aunque fundadas
esencialmente en realidades en sentido estricto —psíquicas, que a su vez están fundadas en otras físicas,
se presentan como nuevas objetividades de orden superior‖ (365) Cursivas de Husserl.
860
§ 152: ―Como grado inferior está, finalmente, en la base todas las demás realidades en sentido estricto
la realidad material‖ (366) Cursivas mías.
861
§ 151: ―El grado inmediatamente superior [al de la cosa sustancial-causal] es la cosa
intersubjetivamente idéntica, una unidad constitutiva de orden superior. Su constitución está referida a
una abierta pluralidad de sujetos que se hallan en la relación de ―inteligencia mutua‖ ‖ (363) Cursivas y
comillas de Husserl.
862
Epílogo § 5 (383) Cursivas mías y comillas de Husserl.
863
Idées (XXXIX) Cursivas mías.
308
elucidating of the meaning of the text from Professor Husserl himself, for whose
generous kindness to me during my stay in Freiburg in 1928 I cannot be too grateful‖864
y del propio autor agradeciendo la versión inglesa donde agradece el interés del profesor
Gibson por ―the translating of this extensive work, the language of which is so difficult,
even for Germans‖865. Ricoeur ha llegado a afirmar que la dificultad aumenta cuando se
lo intenta comprender como texto aislado866 y se apoya en cuatro poderosas razones:

Ideen II y III no se publicaron en vida del autor.

Presupone
los
conocimientos
técnicos
proporcionados
por
Logische
Untersuchungen

El fundamento trascendental de la lógica formal se halla en Formale und
transzendentale Logik

Ideen I aspira a provocar un ―cambio de visión‖ más que a proveer afirmaciones
de contenido que no serían rectamente comprendidas sin aquél.
Por su parte, el propio Husserl fue claro y explícito en cuanto al propósito parcial de
Ideen I
—no en balde subtitulada Allgemeine Einführung—
y que resumo en tres
acápites: (i) ofrecer la doctrina de las reducciones fenomenológicas que permite acceder
a la conciencia pura, (ii) caracterizar la peculiar estructura de la conciencia pura y (iii)
tipificar los problemas, direcciones de investigación y métodos de la naciente
Fenomenología867. Siempre consciente de que no todo estaba dicho allí, observó en el
pasaje pertinente en su Ej.III “Lo dado efectivamente es sólo un fragmento”868. Así
pues, en este libro no hay soluciones sino la propuesta de un punto de partida
radicalmente nuevo para plantearse sólo entonces los problemas. En repetidas ocasiones
veremos que advierte ―esto es tema de futuras investigaciones‖, ―nos abstenemos de ir
864
IDEAS (32) Cursivas mías.
IDEAS (30) Cursivas mías. Este pasaje no se encuentra en el Epílogo de Gaos.
866
Idées: ―Il est particulièrement difficile de traiter Ideen I comme un livre qui se comprend par luimême‖ (XII)
867
Introducción: ―En el primer libro no trataremos sólo la doctrina general de las reducciones
fenomenológicas que nos hacen visibles y accesibles la conciencia trascendentalmente purificada y sus
correlatos esenciales; intentaremos también alcanzar ideas precisas acerca de la estructura más general de
esta conciencia pura, y mediante ellas acerca de los grupos de problemas, direcciones de investigación y
métodos más generales también que son propios de la nueva ciencia‖ (11)
868
Cf. nota 11b (447). También lo señaló en 1925 en ―Tarea y significación de las Investigaciones
lógicas‖: ―En las Ideas para una fenomenología pura y filosofía fenomenológica de 1913 se esbozó y se
llevó a cabo en trozos fundamentales la fundamentación metódica de una ciencia universal de la
subjetividad trascendental‖ (201)
865
309
más allá‖ o ―quede en suspenso por ahora‖ etc869. Husserl tenía perfectamente claro el
nivel en el cual se desenvolverían las consideraciones de Ideen I al señalar que sólo se
avanzaría hasta presentar los problemas de constitución de objetividades pero no más
allá; subrayando que la esfera última correspondiente a la de la autoconstitución e
inseparable de los problemas atinentes a la temporalidad no sería tratada allí; según
puede apreciarse en el §81 donde señala claramente que el tiempo determina una esfera
de estudios y problemas perfectamente cerrada y ―de excepcional dificultad‖870 y que se
presentará como el campo en el cual, por decirlo así, la Fenomenología se sobrepase a
sí misma. En efecto, el absoluto trascendental que nos había procurado la reducción
fenomenológica, ya toda una tarea de alcanzar, remite más allá de sí hasta una protoautoconstitución-originaria donde ―se constituye a sí mismo en cierto sentido
profundo‖871. Este es el nudo de problemas final que habrá de enfrentar la búsqueda
fenomenológica. A esas alturas, la ―región‖ conciencia habrá dejado de ser una región
más entre las regiones e incluso los arduos problemas de constitución de la objetividad
encontrarán su fundamento. Ricoeur872 y Zubiri873 lo han entendido así. En definitiva,
los grandes problemas que en Ideen I sólo quedan anunciados y en espera de una
aclaración final a nivel de constitución temporal originaria son tres: el yo, la propia
temporalidad y la hyle874. No es extraño pues que al lector diligente le asalte la siguiente
pregunta: ¿Qué hay propiamente de Fenomenología en esa gran introducción que es
Ideen I? Dicho de otro modo, ¿hay, en su interior, un desarrollo efectivo de la reducción
869
Cf. §41: ―Cómo seguir distinguiendo, en sistemática integridad, los diversos ingredientes de la
percepción (...) es tema para grandes investigaciones‖ (94); §51(nota): ―Pero nada de esto nos interesa
aquí más. Nuestros designios inmediatos no se dirigen a la teología, sino a la fenomenología‖ (118); §57:
―Encontraremos ocasión, por lo demás, de dedicar a las difíciles cuestiones del yo puro (...) un Capítulo
aparte en el libro segundo de esta obra‖ (133); §85: ―En el plano de nuestras consideraciones (...) y que se
abstiene de descender a las oscuras profundidades de la conciencia última que constituye la temporalidad
de todas las vivencias‖ (202); §153: ―que se trata realmente de serios problemas y que se abren campos de
investigación que afectan a todo lo que tiene carácter de principio, en el auténtico sentido del término, en
todas las ciencias materiales‖ (367) y passim.
870
§81(192)
871
Ibid.
872
Idées: ―L‘Urkonstitution du moi -qui est en un sens une auto-constitution- fait l‘objet d‘un groupe
important d‘inédits. S‘il y a, comme il est dit plus loin, une «énigme» (Rätsel) de la conscience du temps,
c‘est en tant qu‘elle touche à cette Urkonstitution du moi lui-même‖ (274n)
873
Zubiri Xavier: Cinco lecciones de filosofía; Alianza Editorial Madrid, España 2ª ed. 1982: ―Su
problema radical es justamente la constitución de mi ego y del mundo en que este ego vive. En rigor, es el
problema de la autoconstitución. Es el intento supremo de llevar la constitución a evidencia, es decir, es el
supremo intento de lo que Husserl ha llamado razón: es la reconstitución evidencial de lo que soy como
ego, y de lo que es el mundo de este ego. Esta reconstitución es la suprema evidencia‖. (245)
874
Idées: ―Moi, temporalité, Hylé, forment une trilogie qui appelle une proto-constitution seulement
salutée de loin dans les Ideen‖ (XXIV)
310
fenomenológica? Ejemplos aislados los hay y explícitos875, pero no es ese el problema,
sino ¿cuáles son, globalmente considerados, los planos en los cuales estamos
efectivamente fuera de la actitud natural? Al respecto Fink, (a quien, aparte de ser
aventajado alumno de Husserl, difícilmente imputaríamos falta de agudeza intelectual)
señalaba que el texto completo adolecía de una vacilación entre psicología y filosofía
trascendental876.
No obstante, pienso que esa impresión se alimenta de falsas
expectativas frente a promesas que el texto nunca ha hecho, según se desprendía de las
propias palabras del autor. Se trataba en efecto de ―buscar caminos por los cuales quepa
superar a trozos, por decirlo así, las más que grandes dificultades de la entrada en este
nuevo mundo‖877 que no es, ni con mucho, explorado en totalidad o analizado en Ideen
I. No obstante, parece fecunda la sugerencia de Flores878 de una ―dicotomía
fundamental‖ (que entiendo en el sentido de ―tensión fundamental‖) entre
fenomenología y ontología en sus dos vertientes formal y material. Este trabajo aspira a
mostrar la inseparabilidad de fenomenología y ontología en Husserl. Bien sentado
entonces que se trata rigurosamente de una introducción a la fenomenología, y
siguiendo el plan de trabajo, enfrentemos el ―enigmático‖879 capítulo I: Hecho y
Esencia.
El “enigmático” capítulo primero de Ideen I
Este capítulo inicial, que no trata en absoluto de fenomenología880, aparte de ahuyentar
a cualquier lector aficionado y desanimar a los más avezados y constituir un verdadero
―escollo‖ al comienzo de la navegación por Ideen I no ha dejado de intrigar a los
estudiosos y ha llevado a traductores autorizados como Gibson y Ricoeur a sugerir al
novel lector que simplemente lo posponga. La razón que dan para ello es directamente
pedagógica: para Gibson es preferible estar primero ―familiarizado con el argumento
875
Cf. §88 donde se analiza la percepción de un árbol: ―Ahora pasemos a la actitud fenomenológica‖
(214) Cursivas mías.
876
Idées: ―Les analyses les plus importantes de la II Section sont en dessous du niveau de la réduction et
il n‘est pas certain, si l‘on en croit Fink, que les analyses de la III et de la IV Section, dépassent un niveau
indécis entre la psychologie et la philosophie vraiment transcendantale‖ (XV)
877
Introducción (9) Cursivas mías.
878
FLORES, Luis: ―La fenomenología de Husserl. Principios metodológicos y teóricos‖ en Revista
Chilena de Sociología y Antropología; Universidad de Chile, facultad de filosofía, humanidades y
educación: ―La dicotomía fundamental para Husserl no es la existencia entre ciencias del espíritu y
ciencias de la naturaleza (Dilthey), sino entre el a priori fenomenológico y el a priori ontológico‖(70)
879
La expresión es de Ricoeur: Idées (XV)
880
En la última línea del Capítulo I (insistiendo en la imbricación de lógica y fenomenología en los
estudios ontológicos o ―regionales‖) se señala con toda claridad: ―es menester también la fenomenología
-de la cual hasta ahora no sabemos nada‖ §17 (45) Cursivas mías.
311
principal‖, en tanto que para Ricoeur se debe primero ―comprender el movimiento
espiritual de la obra‖. Las razones que sugieren al lector para volver a su lectura son un
tanto diferentes. Para el traductor australiano depende de la necesidad de mayor claridad
lógica881 y para el francés para captar el estatuto de la Fenomenología como ciencia882.
Y sin embargo ha de haber razones de mucho peso para que mantenga su lugar desde el
momento en que Husserl, que podía llegar a extremos despiadados de autocrítica 883 y
consciente como era de las demandas pedagógicas, jamás alteró su posición ni menos lo
eliminó en las sucesivas ediciones de 1922 y 1928. Lo consideraba pues esencial como
capítulo inicial y las razones no hay que buscarlas muy lejos. Afirma en efecto en la
Introducción: ―Será útil anteponer [vorausgehen] a todos los esfuerzos que habrá que
consagrar a la Fenomenología misma una serie de discusiones fundamentales
[fundamentaler Erörterungen] sobre las esencias y las ciencias de esencias y una defensa
de los derechos naturales del conocimiento esencial frente al naturalismo‖884. Como se
sabe, estas ―discusiones fundamentales‖ son, en palabras del propio Husserl,
―de
carácter lógico‖: ―Todas nuestras consideraciones han sido lógico-puras‖885 y ―de
principio‖: ―Hemos hecho algunas indicaciones de principio en el sentido más riguroso
del término indicación‖886, algo así como los mínimos puntos de acuerdo que deberían
fijarse antes de comenzar siquiera la introducción a la filosofía y que, a diferencia de
toda la tradición que sí reconocía a la lógica un carácter propedéutico, abrazarán
consideraciones de base y definitivas respecto de la ontología al modo sui generis en
como Husserl la entiende. Vemos pues, que siguiendo la letra del autor simplemente se
desvanece el supuesto carácter ―enigmático‖ del capítulo primero. No obstante, la
extrañeza que nos provoca (descontando ya su dificultad) es al considerarlo en relación
a la Fenomenología como proyecto global. Ricoeur ha resumido brillantemente esa
incomodidad: ―Si la phénoménologie doit être «sans présupposé», en quel sens
881
IDEAS: ―Should the first chapter of the first Section -which treats of logical preliminaries, and forms
the link of connexion with the later Logical Studies- prove by reason of its compression difficult or
unsatisfying to the uninitiated, let him pass on to the Second Chapter, and make that starting-point of his
reading, reserving to himself, of course, the privilege of retourning to the ommited chapter when he has
become more familiar with the drift of the main argument, and feels for further light on its logical
basis‖(33)
882
Idées : ―Ideen I s‘ouvre sur un très difficile chapitre de Logique que le lecteur peut omettre
previsoirement pour comprendre le mouvement spirituel de l‘ouvre, mais qu‘il lui sera essentiel de
réintégrer en cours de route pour saisir finalement le statut de la phénoménologie comme science‖ (XIV)
883
Como podemos apreciar por ejemplo en la nota 99ª ―¡El §44 entero, inservible!‖(464)
884
Introducción (12) Cursivas mías.
885
§17 (45)
886
§18 (469)
312
présuppose-t-elle une armature logique?‖887 Incluso podríamos desplegar tentativamente
los supuestos allí contenidos:
Que hay esencias
(§1-8)
Que es posible una ciencia de las esencias
Verdades formales comunes a todas las esencias
(§9-17)
Verdades materiales propias de cada ―región‖
Que Husserl era más que consciente del problema queda atestiguado por la sola
publicación de Lógica formal y trascendental donde abordó la fundamentación
fenomenológica de la lógica. No es tema de este trabajo. Lo que me importa mostrar
aquí es que esta suerte de ―puente‖ que el primer capítulo lleva a cabo entre Logische
Untersuchungen y el resto de Ideen I es no sólo ―útil‖ —según indicó el propio autor—
sino necesario y que la ontología husserliana es inseparable de su proyecto
fenomenológico. Desde este punto de vista (y con el debido respeto que merece el
profesor Gibson que trató en vida a Husserl y un pensador de la talla de Ricoeur) ni
siquiera por motivos pedagógicos pospondría la lectura del primer capítulo so pena de
desfigurar la comprensión y dejar la lectura desamparada frente a tendencias de corte
―existencialista‖ en el peor sentido de ―anti-lógicas‖ o ―anticientíficas‖, según
rectamente señaló en su tiempo Schérer888. En la actualidad, Thurnher889 ha destacado
el hecho de que para los primeros discípulos, bajo la enseña de ―¡A las cosas mismas!‖,
la Fenomenología fue algo así como una ―liberación‖ del rigor lógico. Husserl, muy por
el contrario, tuvo buenas razones para anteponer este difícil y riguroso capítulo a todo el
estudio890, y las expuso de manera tan explícita que cabría preguntarse si la calificación
de ―enigmático‖ atribuida a él no proviene simplemente de una lectura descuidada.
Afirma en efecto en el último parágrafo de ese capítulo (titulado inequívocamente
887
Idées (XIV)
SCHÉRER, René; La fenomenología de las “Investigaciones lógicas” de Husserl: ―Lo que ésta (la
fenomenología) representa para nosotros es algo que no puede desprenderse fácilmente de toda una serie
de desviaciones anti-lógicas o anti-científicas a que ha dado lugar‖ (11)
889
THURNHER, Rainer; ―Las Ideas de Husserl y Ser y Tiempo de Heidegger‖, artículo inédito facilitado
amablemente por el profesor Alejandro Vigo: ―La fenomenología se experimentó en este sentido como
una liberación por parte de toda una generación de jóvenes filósofos; como liberación de la filosofía de la
fijación en cuestiones de teoría y crítica del conocimiento‖(4)
890
Que en todo caso fue siempre un capítulo problemático queda de sobra atestiguado en la sexta adición
de 1927 que lleva, por mano de su autor, el temible título de ―Objeción contra todo el Capítulo primero de
la primera sección‖(Adición VI, 407)
888
313
―conclusión de las consideraciones lógicas‖): ―Había, justo, que trazar en el terreno de
la lógica pura un esquema inicial y originario de la constitución fundamental de todo
posible conocimiento u objetividades del conocimiento‖ [Es war eben auf dem Boden
der reinen Logik ein Schema zu zeichnen, als Stück der von ihr ausgehenden
Grundverfassung aller möglichen Erkenntnis, bsw. Erkenntnisgegenständlichkeiten]891.
Una claridad tal es justamente lo opuesto a lo ―enigmático‖. La base de todo posible
conocimiento se encuentra en la lógica pura; la Fenomenología es uno de los
conocimientos posibles; ergo su base ha de buscarse en la lógica pura. Lo que es igual,
antes de comenzar la tarea de la búsqueda de los fundamentos de la ciencia
fenomenológica es preciso detenerse en consideraciones lógicas básicas. Se ve pues la
necesidad de que un tal capítulo precediera a Ideen I.
Capítulo 23
CONCIENCIA Y REALIDAD NATURAL
Los elementos que consideramos preliminares se presentan entre el §33 y el §38 del
capítulo 2 de la Sección II titulado justamente ―Conciencia y Realidad Natural‖. Se trata
de un capítulo claramente preparatorio y funcional que está espacial y conceptualmente
ubicado en una región intermedia; esto es, entre la actitud puramente natural y la región
de la conciencia pura. Es necesario por tanto que sus dos polos se presenten como
―conciencia‖ y ―realidad natural‖. Así, el ahondamiento de su tensión mutua, a nivel de
una psicología eidética, llevará finalmente a la desligazón del mundo y la conciencia y
allanará el camino para ―una nueva región del ser‖; única meta del capítulo. Momento
crucial y que marcará un punto de no retorno frente a la unidad de conciencia y mundo
naturales será el análisis de la percepción. En cuanto al tono y distintivo de este
891
(§ 17, 45) Idées: ―Il fallait precisément se placer sur le terrain de la logique pure et y brosser une
esquisse qui puisse fournir un ´chantillon de cette législation fondamentale -issue de la logique et
appliquée à toute connaissance possible ou à toutes les objectivités possibles de la connaissance‖(58).
IDEAS: ―The precise task was to draw up a scheme on the foundations of pure Logik, as a sample of the
logically originated fundamental constitution of all possible knowledge, or of the objetivities proper to
such knowledge‖ (78).
314
capítulo, concordamos con las dos afirmaciones de Paul Ricoeur en el sentido de que,
(i) presenta un carácter ―ambiguo‖ y ―equívoco‖ alimentado por la tensión subyacente
entre psicología y Fenomenología y, (ii) en su carácter fuertemente cartesiano. Como de
costumbre, el método argumentativo de Husserl será netamente instrumental: una vez
lograda la conclusión que es menester para avanzar en pos de la meta, ésta se deja de
lado y se señala el campo abierto para futuras indagaciones, ya sea de él mismo u otros
investigadores. De hecho, en la última línea del capítulo se expondrá explícitamente la
restricción impuesta a sus consecuencias: ―Provisionalmente trazamos nuestras
consecuencias dentro de un marco de validez restringida‖892.
La epoché y su acotación
Descartes, que es quien anima desde el pasado estas reflexiones, ya había apuntado en
su Primera Meditación que podía rechazar no sólo las opiniones falsas sino también las
meramente dudosas y que siempre estaba a su disposición la posibilidad de no asentir a
las falsas: ideoque etiam ab iisdem, non minus quam ab aperte falsis, accurate deinceps
assensionem esse cohibendam (22,1) at certe hoc quod in me est, ne falsis asentiar
(23,6)893. Así pues, respecto de la epoché, y como rendimiento del capítulo anterior (La
tesis de la actitud natural y la desconexión de la misma), podemos señalar dos
consecuencias: (i) se ha aprendido a entender su sentido pero (ii) no se ha entendido
todavía su posible acción. En efecto, ¿qué podría restringir la universalidad de su
capacidad disolvente?, ¿qué podría no sucumbir a la posibilidad del intento de duda?
Husserl se está haciendo cargo de su previa afirmación respecto a la libertad absoluta
que acompaña a nuestra posibilidad de intentar dudar de todo: ―El intento de duda
universal pertenece al reino de nuestra absoluta libertad: podemos intentar dudar de
todas y cada una de las cosas, por firmemente convencidos que estemos de ellas, más
aún, por seguros que estemos de ellas en una evidencia adecuada‖894. Es el camino que
había inaugurado Descartes al extender al máximo la fuerza corrosiva de la duda sin
saber si ella habría de hallar un límite o no, tal como lo indicó en la Synopsis sex
sequentium meditationum: In secunda, mens quæ propria libertate utens, supponit ea
892
§ 46 (107)
Meditationes de Prima Philosophia. Edición y notas Geneviéve Rodis-Lewis. Paris, Librairie
Philosophique J. Vrin, 1970) La numeración corresponde a la edición latina original.
894
§ 31 (70) Cursivas de Husserl.
893
315
omnia non existere de quorum existentia vel minimum potest dubitare895. En efecto,
¿qué podría limitar el poder de la epoché sino esa misma ―libertad absoluta‖ del
espíritu? Descartes encontró un límite sin embargo: animadvertit fieri non posse quin
ipsa [sc. mens] interim existat896. Veremos más adelante que al terminar el capítulo que
estamos comentando Husserl se hará cargo de esta limitación. Notemos por ahora el
norte hacia el que se encaminan las consideraciones: ―El interés que domina estas
meditaciones se endereza a una nueva eidética‖897. Se esperaría, en consecuencia, la
desconexión del mundo como un hecho, pero no como eidos.
Algunas esferas
esenciales (la serie de los números y su aritmética por ejemplo) deberían, de suyo,
conservarse frente a la desconexión para desarrollar una nueva ontología. Y sin
embargo, este camino no nos llevaría a la meta que se nos notifica, explícita, en el
párrafo siguiente: ―la conquista de una nueva región898 del ser [Seinsregion], hasta aquí
no deslindada en lo que tiene de propio, y que, como toda auténtica región, es una
región de ser individual‖899. Son muy de notar los primeros nombres para el nuevo ―ser
que se trata de señalar‖: ―vivencias puras‖, ―conciencia pura‖ con sus respectivos
―correlatos puros‖ y su ―yo puro‖900. Si se omitiesen todos los mentados adjetivos
(―puro‖) la argumentación se sostendría igualmente pero se perdería de vista que la
actitud natural será inevitablemente sobrepasada en el acceso a la nueva región; y para
ello, ineludiblemente, debemos partir de la actitud natural. En efecto, soy yo, tal como
una cosa real más al interior del mundo, el que llevo a cabo actos de conciencia. El tener
conciencia es un hecho más del mundo: ―Estos actos son en cuanto pertenecientes a este
sujeto humano, sucesos de la misma realidad natural‖901. Y sin embargo, son estas
mismas sanas observaciones que cualquiera puede llevar a cabo las que nos impiden el
acceso al ―nuevo dominio de objetos [Objektgebiet]‖902, pues al no efectuar el radical
cambio de actitud que conlleva la epoché permaneceríamos simplemente realizando una
ontología natural de las vivencias y se nos ocultaría el nuevo dominio del ser: ―Ni
895
Meditationes de Prima Philosophia. Numeración de la edición latina original (12, 10)
Meditationes, Ibid.
897
§ 33 (75) Ya en § 32 ya se había señalado: ―Nuestros designios se enderezan, justamente, a descubrir
un nuevo dominio científico‖ (73) Cursivas mías.
898
―Una región no es otra cosa que la unidad total de sumos géneros inherentes a un concreto, o la
complexión, una por su esencia, de los sumos géneros que corresponden a las ínfimas diferencias dentro
de un concreto‖ §16 (43)
899
§ 33 (75) Cursivas de Husserl.
900
Cf. § 33 (75)
901
§ 33 (75)
902
§ 33 (76)
896
316
siquiera advertimos que estas esferas de vivencias son las mismas de que brota por obra
de la nueva actitud el nuevo dominio‖903.
Aclaraciones metodológicas, epistemológicas y terminológicas
El proceder estará articulado en tres pasos: (i) mirar firmemente a la esfera de la
conciencia, (ii) estudiar lo que inmanentemente hallemos y (ii) someterla a un análisis
esencial aunque no exhaustivo. En suma, llenar un vacío filosófico con el método de la
ideación: ―Lo que nos hace absolutamente falta es una cierta visión general de la esencia
de la conciencia en general, y especialmente de la conciencia en tanto de suyo, por
esencia, es conciencia de la realidad ―natural‖ ‖904. Esto habrá de llevar a la visión de
que ―la conciencia tiene de suyo un ser propio, que, en lo que tiene de absolutamente
propio [in seinem absoluten Eigenwesen], no resulta afectado por la desconexión
fenomenológica‖905. Esta nueva región sui generis del ser no sólo resistirá siempre al
poder disolvente de la epoché sino que será el campo de la nueva ciencia. Y sin
embargo ―el mundo fenomenológico‖906 había permanecido siempre oculto, ¿por qué?
Husserl ofrece una doble razón: (i) se había desconocido la posibilidad de la actitud
fenomenológica y (ii) el método de la ideación. Este último punto puede precisarse.
Husserl insiste, refiriéndose a la señalada y nueva actitud, que ―ni se desarrolló el
método para aprehender originariamente las objetividades que brotan de ella‖907. Pero el
método es sólo uno: la ideación o intuición de esencias, de cualquier objetividad que se
trate y no, como podría desprenderse de lo afirmado, sólo de aquellas objetividades que
broten de la nueva actitud. De hecho, el propio Husserl dirá que todavía no vamos a
cambiar de actitud, según se desprende de las inequívocas afirmaciones que inauguran
el siguiente §34, según veremos. Pero con ello se instala al mismo tiempo, al decir de
Ricoeur, una tensión o ambigüedad que impregnará todo el capítulo: ―Ce rapport
ambigu de la psychologie intentionnelle et de la phénoménologie trascendentale
explique le mouvement du chapitre‖908. Se señalan tres aclaraciones finales: (i) la
903
§ 33 (76) Cursivas mías.
§ 33 (76) Cursivas de Husserl.
905
Ibid. Cursivas de Husserl.
906
Ibid. Husserl mismo corrigió la expresión en Ej II por ―la esfera trascendental del ser siendo una esfera
desconocida, incluso apenas sospechada‖. Nota 76h p. 455.
907
Ibid.
908
Cf. Idées, nota 3 p. 105. Cursivas mías. Y, más adelante, ―La continuité entre l‘eidétique régionale de
la conscience et de la phénoménologie transcendentale, du moins au stade des Ideen, fai toute l‘equivoque
de ce texte difficile‖ Idées, nota 2 p. 108. Cursivas mías
904
317
conciencia ―pura‖ se designará como conciencia ―trascendental‖ y su esfera se
conquistará con la epoché ―trascendental‖ (aquí es nuevamente Ricoeur particularmente
aclarador: ―La phénoménologie ―et donc aussi la réduction― est transcendentale
parce qu‘elle constitue toute transcendance dans la subjectivité pure‖909); (ii) la vía de
acceso tomará el carácter progresivo de varias reducciones fenomenológicas o
trascendentales (jamás hay que perder de vista la importancia que Husserl otorgaba a
este método para la comprensión su nueva propuesta: ―El verdadero inicio de la
comprensión sistemática de esta ciencia reside en los capítulos que tratan de las
indicadas reducciones‖910)
y (iii) ni la historia ni los hábitos del lector deberán
contaminar los nuevos sentidos de los términos. La expresión de esta nueva región del
ser nunca antes explorada obligará incluso a acuñar nuevos términos, de acuerdo a lo
que el propio Husserl adelantara en la introducción911. En efecto, el acceso al nuevo
dominio forzará a romper los límites del lenguaje natural, único desarrollado hasta
ahora, puesto que toda la reflexión anterior de la humanidad se ha desarrollado siempre
y necesariamente en actitud natural.
La esencia de la conciencia como tema
Como preliminar metodológico, el §34 deja bien en claro que no practicaremos la
epoché y que por tanto no saldremos de la actitud natural: ―No nos fatigaremos con
ninguna epoché fenomenológica‖(...)―llevamos a cabo, sin dejar la actitud natural, una
reflexión psicológica sobre nuestro yo y sus vivencias‖(...)―como haríamos si no
hubiésemos oído nada de la nueva actitud‖, y refiriéndose a las vivencias, éstas serán
―tomadas como se dan en la actitud natural, como hechos humanos reales en sentido
estricto‖912 para llevar a cabo intuiciones eidéticas913 . Como sabemos, tenemos varios
caminos para ―apresar las esencias [Wesensfassung]‖914 correspondientes a la esfera de
las vivencias: o llevamos a cabo vivencias singulares o bien nos las representamos en el
recuerdo o bien nos las representamos en la fantasía. Husserl por ahora, despejando
909
Idées, nota 3 p. 108. Cursivas de Ricoeur.
Epílogo (375)
911
―Son frecuentemente indispensables locuciones compuestas, que ponen en fila varias expresiones del
habla corriente, usuales en un sentido aproximadamente igual, destacando terminológicamente algunas de
ellas‖(13)
912
§ 34 (77) Cursivas mías.
913
―Todo suceso individual tiene su esencia que es apresable en pureza eidética y en esta pureza no puede
menos de pertenecer a un campo posible de investigación eidética‖. § 34 (77) Cursivas mías. No se pierda
de vista la inseparabilidad de hecho y esencia. Cf § 2 (18 ss.)
914
§ 34 (78)
910
318
terreno y hablando en general desde la actitud psicológica, nos presenta estas
distinciones gruesamente. Luego, afinando la descripción, distinguirá netamente entre
―vivencia real‖, ―representación‖, ―recuerdo‖ y ―fantasía‖. En este momento nos basta
retener que cualquiera de ellas nos proporciona la ―base ejemplar [exemplarischen
Grunde]‖915 para la captación esencial. Husserl pasa ahora a una limitación ulterior del
tema. Primero se habló simplemente de ―la conciencia‖, luego se precisó ―la vivencia de
conciencia en general‖ pero sin exacto deslinde. Esta vivencia en general se
corresponde exactamente con el cogito cartesiano: ―Como es sabido, fue éste [el cogito]
entendido por Descartes tan ampliamente, que abraza todo ―yo percibo, yo me acuerdo,
yo fantaseo, yo juzgo, siento, apetezco, quiero‖ y, así, todas las demás vivencias
semejantes del yo, en sus innumerables y fluyentes formas especiales‖ 916. Como se
sabe, la estructura básica de tales vivencias implica de suyo la referencia al yo
correspondiente que en ellas y de muy diverso modo vive. Pues bien, justamente este yo
multiforme quedará por ahora fuera de consideración: ―Al yo mismo (...) lo dejamos por
lo pronto fuera de consideración, y esto por lo que se refiere al yo en todos los
sentidos‖917. Podemos presentar esta limitación sucesiva de modo esquemático:

conciencia en general

vivencia de conciencia en general

vivencia de conciencia en general con exclusión del yo
Así, en primera instancia, las vivencias se presentarán fundidas e integradas en una
corriente, siendo cada una de ellas apresable mediante un movimiento reflexivo: ―La
reflexión es (...) un rótulo que designa actos en que resulta apresable con evidencia y
analizable la corriente de las vivencias [Erlebnisstrom] con todo cuando de variado
sobreviene en ella‖
918
. Se perseguirán pues, dos metas parciales: (i) aprehender y
caracterizar en general el eidos
cogitatio y (ii) caracterizar la unidad de conciencia
requerida por las propias cogitationes. Este último punto, según el efectivo desarrollo
del capítulo, ocurrirá sólo a nivel de la percepción.
915
§ 34 (77)
§ 34 (78) Comillas de Husserl.
917
§ 34 (78)
918
§ 78 (176) También se había aclarado previamente que ―el método fenomenológico se mueve
íntegramente en actos de la reflexión‖ § 77 (172)
916
319
Diferencia entre cogito y cogitatum a nivel de la percepción
Distinguimos, ante todo, entre percepción [Wahrnemung] (ver, tocar, como plena
vivencia múltiplemente cualificada) y percepto [Wahrgenommenes] (la cosa misma,
propiedades objetivas, extensión, situación en referencia a mi cuerpo). La vivencia o
experiencia sensible y aquello sensible externo de que es vivencia. Ahora bien, ¿sólo lo
sensible externo puede volverse un percepto? La propia experiencia muestra que no, ya
que puedo percibir mis propias vivencias; lo cual es, de hecho, justamente un acto de
reflexión: ―Puede un percepto ser perfectamente él mismo una vivencia de
conciencia‖919. Lo que sí importa firmemente destacar, empero y en aras de la meta
husserliana de ganar la ―nueva región del ser‖ es que una cosa no puede ser una
vivencia ni parte de ella: ―Es evidente que algo como una cosa material (...) no es en
principio ninguna vivencia, sino un ser de una forma de ser totalmente distinta‖920. Toda
percepción implica, desde el momento en que se destaca lo percibido desde su fondo
empírico, un campo de co-presencia, inactualidad o halo de intuiciones de fondo. Si no,
no sería posible, justamente, el destacar. Pero sin perder de vista que este mismo
―fondo‖, ―campo‖ o ―halo‖ es al mismo tiempo y necesariamente una vivencia de
conciencia. Vale decir, la percepción como tal se nos presenta con la estructura
vivencial
figura-destacada-fondo-sin-destacar.
Esta
caracterización
insuficiente todavía por el lado dinámico. En efecto, la mirada
se
muestra
――no precisa ni
meramente la física, sino la ―mirada del espíritu‖ [―geistigen Blickes‖]‖921―
puede
desplazarse libremente destacando cada objeto desde su anterior fondo implícito con lo
cual ellos pasan a tornarse explícitamente conscientes. Esta señalada estructura
acompaña a cualquier conciencia de cosas. Vale decir, también en la representación,
recuerdo o libre fantasía la ―mirada del espíritu‖ destacará una figura de un fondo según
se vuelva a cada cosa representada, recordada o fantaseada. La idea que Husserl nos
quiere comunicar se ha delimitado con parejas de términos (implícito-explícito; actualinactual) y su respectivo movimiento. Tanto así, que éste último, esta capacidad de
destacar o dirigir la mirada del espíritu, es llamada por Husserl ―notable modificación
[merkwürdige Modifikation]‖922
que la conciencia perceptiva,
919
§ 35 (79)
§ 35 (79) Cursivas mías
921
§ 35 (80) Cursivas y comillas de Husserl.
922
Ibid.
920
320
representativa,
rememorativa o fantasiosa puede siempre llevar a cabo sobre cualquier objeto ya
implícitamente presente.
Características de un yo “en vigilia” [“waches”]
Para prevenir cualquier identificación apresurada se precisa que ―actualidad‖ no
equivale a ―atención‖ y que ―la corriente de las vivencias no puede constar nunca de
puras actualidades‖923. Para estas últimas, en contraste con sus respectivas y necesarias
inactualidades, se reservará el término cartesiano cogito924. La ―actualidad‖, en pocas
palabras, consiste justamente en ―dirigirse al objeto con la mirada del espíritu‖ o, lo que
es equivalente, ―ocuparse con él‖925. Así pues, un yo en vigilia posee dos características
básicas: (i) realiza continuamente el cogito en la corriente de sus vivencias lo exprese
predicativamente o no y (ii) la cadena de sus cogitationes está constantemente rodeada
de un medio de inactualidad presto a pasar al modo de la actualidad y viceversa
mediante la ―notable modificación‖ que Husserl señalara. Nos parece muy importante
destacar que en este §35 afirmara, en el contexto de la corriente de las vivencias, que
hay ―sujetos-yos animales‖926 y que dedicara explícitamente el §53 a la conciencia de
los animales otorgando a esta área de estudio su debida relevancia: ―Muy importante es
otro ensanchamiento de los límites de nuestras consideraciones‖927. Ahora bien, por
―notable‖ que sea la modificación y por ―profunda‖ que sea la alteración que sufren las
vivencias al pasar de la inactualidad a la actualidad, conservan ―una significativa
comunidad de esencia con las primitivas‖928. En suma, ambas comparten el carácter de
la ―intencionalidad‖. Todo cogito implica alternativamente el paso del cogitatum de
actual a inactual. Sin embargo, podría interpretarse la relación entre vivencia y objeto
como un ―enlace psicológico que en la realidad objetiva tuviera lugar entre lo uno y lo
otro‖929. Y no. Husserl insiste en que el estudio se refiere a ―vivencias puramente según
su esencia, o de esencias puras y de lo que en las esencias está encerrado con absoluta
923
§ 35 (81) Cursivas de Husserl.
―Tengo conciencia de algo‖ (...) ―llevo a cabo un acto de conciencia‖ § 35 (81) Cursivas de Husserl.
925
§ 35 (80)
926
§ 35 (81)
927
§ 53 (125) La traducción de Gaos para el parágrafo, ―Los seres animados y la conciencia psicológica‖,
le hace perder toda la fuerza original: Die Animalien und das psychologische Bewußtsein. Boyce Gibson
traduce ―Animalia and Psychological Consciousness‖.
928
§ 36 (81)
929
§ 36 (82) Cursivas de Husserl. Posteriormente, refiriéndose a este enlace, corrigió en el Ej. III
―psicofísico y, de alguna manera, real‖. Nota 82c p. 458.
924
321
necesidad, “a priori” ‖930, y que por tanto no versa directamente sobre la experiencia
mundana. Una prevención, hay que decirlo, muy delicada y también difícil de
comprender. En efecto, si no hemos abandonado la actitud natural ni nos hemos
fatigado con ninguna epoché y sólo hemos realizado un examen eidético, según sus
propias palabras, podríamos perfectamente sostener que, con evidencia eidética, la
relación cogito-cogitatum debe, en ciertos casos y necesariamente anclarse en un
mundo real en sentido estricto; que no podemos eliminar esa referencia, al menos
cuando hablemos de ―percepción‖, tal como se ha hecho. Resumamos lo avanzado, no
obstante, en una apretada sentencia: ―En la esencia de la vivencia misma entra no sólo el
ser conciencia, sino también de qué lo es y en qué sentido preciso o impreciso lo es‖931.
Despleguemos ahora su contenido:

se trata de un análisis puramente eidético (―en la esencia‖)

las diversas cogitationes (percepción, representación, ficción) con sus
respectivos cogitata afectan a las vivencias, pero no como hechos del mundo,
―sino a la esencia pura y aprehendida en la ideación como pura idea‖932 (―de qué
lo es‖)

cada una de las cogitationes puede realizar la ―notable modificación‖ de lo
inactual a lo actual y viceversa (―en qué sentido preciso o impreciso lo es‖)
Así entonces, ―vivencia‖, en sentido amplio, indica todo aquello que podamos encontrar
en la corriente de vivencias, a saber, (i) cogitationes actuales y potenciales y (ii) ―cuanto
ingrediente [irgend an reellen Momentem] encontremos en esta corriente y sus partes
concretas‖933. Ahora bien, y esto es capital para el desarrollo ulterior, ―no todo
ingrediente de la unidad concreta de una vivencia intencional tiene él mismo el carácter
fundamental de la intencionalidad‖934. Un dato de la sensación, un sentimiento sensible
son ingredientes de algunas estructuras ―conciencia-de‖ pero no son ellos mismos
―conciencia-de‖; por ejemplo, el ―blanco‖ de una hoja de papel percibida: ―El dato de la
sensación de blanco (...) en cuanto contenido exhibidor del blanco fenoménico del
930
§ 36 (82) Cursivas y comillas de Husserl.
§ 36 (82)
932
Ibid.
933
§ 36 (82) Cursivas mías.
934
§ 36 (82) Cursivas de Husserl.
931
322
papel, es sostén [Träger] de una intencionalidad, pero no es él mismo conciencia de
algo‖935.
“Mera cosa” y pleno objeto intencional práctico o valorativo
Es digno de notar que Husserl se refiera a todo lo avanzado como ―análisis descriptivo
de las vivencias intencionales‖936 y que luego, en Ej. III haya agregado ―psicológico‖
después de ―descriptivo‖937. De tal suerte que tenía muy claro que, hasta aquí (y aunque
nos pareciera lo contrario) no habíamos realizado Fenomenología o, lo que es lo
mismo, que ninguno de los análisis anteriores supone la epoché
todo caso, cabe preguntarse, ¿no será que el ejercicio de la sola ideación (aceptada su
posibilidad, claro está) lleva de por sí a franquear las barreras de la actitud natural
conduciéndonos a terreno fenomenológico? Sea como sea, y aceptando la aclaración,
reparemos en los siguientes cuatro puntos: (i) toda cogitatio implica un ―mirar‖
cualificado del yo (percipiente, fingidor, volente, etc.); (ii) este ―tener ante la vista del
espíritu‖ no es por tanto un acto peculiar aparte de los ya cualificados; (iii) ―no debe
confundirse con un percibir (en ningún sentido, por amplio que fuese)‖938 y (iv) ―objeto
intencional‖ [intentionales Objekt] no es sinónimo de ―objeto aprehendido‖
[Gegenstand]. Esto último es crucial. Tendemos en efecto a no establecer esta última
diferencia, pues al considerar un objeto cualquiera, en sentido amplísimo, no lo estamos
por ello aprehendiendo. En otras palabras, notamos que el pensamiento tiene una
particular capacidad objetivante como singular modo de estar vuelto al objeto que, por
una parte, se distingue de la simple actualidad propia del modo del cogito en general y,
por otra, de la estructura propia de cada cogito no aprehensor: ―En el acto del valorar
estamos vueltos al valor, en el acto de la alegría a lo que alegra, en el acto de amor a lo
amado, en el obrar a la obra, sin aprehender nada de esto‖939. Es así pues que hay un
acto peculiar objetivante exigido por actos predicativos o lógicos pero que no tiene por
qué coincidir con el pleno correlato intencional (lo valioso, lo amado etc.). Se produce
entonces una duplicación tanto por el lado del cogito como del cogitatum. Hay un
objeto intencional en doble sentido: la mera cosa y el pleno objeto intencional. Y una
intentio en doble sentido: la aprehendemos y la valoramos (la amamos, la detestamos,
935
§ 36 (83) Cursivas de Husserl.
§ 37 (83)
937
Nota 83c p. 459.
938
§ 37 (83) Cursivas mías.
939
§ 37 (84) Cursivas de Husserl.
936
323
etc). Hay una feliz expresión castellana que ilustra perfectamente esta síntesis: ―objeto
de valor”, como este reloj que heredé de mi abuelo, por ejemplo. Ahora bien, salvo un
acto simple del valorar, lo que realmente ocurre es que la complejidad sea mucho mayor
y que haya en los actos del sentimiento y la voluntad una multiplicación de la
objetividad intencional que no coincida con el mero volverse objetivante. Todo esto nos
lleva a una tesis explícita: ―En todo acto impera un modo de la atención. Pero siempre
que el acto no sea un acto de simple conciencia de cosas (...) se separan la cosa y el
pleno objeto intencional (por ejemplo, la ―cosa‖ y el ―valor‖) y asimismo el entender y
el tener a la vista del espíritu‖940. A modo de corolario, podemos afirmar que todo
pleno objeto intencional puede volverse objeto representado, y entonces ―gracias a esta
objetivación, estamos, en la actitud natural, y por ende en cuanto miembros del mundo
natural, no frente a meras cosas naturales, sino a valores y objetos prácticos de toda
índole, ciudades, calles con instalaciones de luz, habitaciones, muebles, obras de arte,
libros instrumentos, etc.‖941. La afirmación es compleja, ¿Puede darse una ―mera cosa
natural‖? ¿En qué sentido es el mundo práctico y valorativo algo ―representado‖? En
todo caso, es muy digno de notar esto que, si se nos permite la expresión, podríamos
llamar ―hegelianismo al revés‖. En efecto, desde una mirada hegeliana, sería justamente
el ―objeto natural‖ una ―objetivación a-histórica‖ puesto que, sin poder escapar de la
historia, nunca estaríamos vueltos a ―meras cosas naturales‖.
Reflexiones sobre actos. Percepciones inmanentes y trascendentes: Preliminar
metodológico y terminológico
Metodológicamente, recordemos que en cualquier cogito actual la cogitatio no es el
objeto intencional, pero siempre puede serlo en virtud de un acto reflexivo o de
―percepción interna‖: ―Toda cogitatio puede convertirse en objeto de la llamada
―percepción interna‖, y ulteriormente en objeto de una valoración reflexiva, de una
aprobación o desaprobación, etc.‖942. Terminológicamente, reparemos en que se
privilegiará la expresión ―percepción o actos de dirección trascendente o inmanente‖
[gerichteten Akten] por sobre la expresión ―percepción externa o interna‖. Husserl no da
aquí expresamente las razones, pero puede fácilmente deducirse que la manera de
940
§ 37 (85) Cursivas de Husserl.
§ 37 (85) Cursivas de Husserl. Posteriormente agregó (ca. 1929) en el Ej III: ―(...) todas las
objetividades fundadas en otras, por elevadamente que sea, como las de la actitud originariamente
valoradora o práctica, se reducen a la que aprehende teoréticamente‖. Nota 85b p. 460.
942
§ 38 (85) Cursivas y comillas de Husserl.
941
324
expresarse que él rechaza no favorece la captación de la ―nueva región del ser‖ que
estamos persiguiendo. Podría pensarse en efecto que es una ―única realidad o tipo de
ser‖ el que se percibe ya sea externa o internamente, cuando lo que se busca destacar es
la separación y novedad radicales de la nueva región.
(i) Vivencias intencionales de dirección inmanente
Son ―aquellas a cuya esencia es inherente que sus objetos intencionales, si es que
existen, pertenecen a la propia corriente de vivencias que ellas mismas‖943. Se
mencionan dos situaciones:

una cogitatio de una cogitatio, un acto del yo referido a un acto del yo

un acto del yo referido a un ―dato de sentimiento sensible‖ [Gefühlsdatum] del
mismo yo
Husserl no da ejemplos. Podríamos aventurar que el primer caso indica cualquier
reflexión posible, y el segundo un caso tal como ―me doy cuenta que siento‖, que ―estoy
sufriendo‖ por ejemplo. Sea como sea, en ambos casos, ―la conciencia y su objeto
forman una unidad individual sentada puramente por las vivencias‖944.
(ii) Vivencias intencionales de dirección trascendente
Aquellas en que no tiene lugar lo anterior. Se agrupan en dos tipos:

todos los actos dirigidos a esencias o a vivencias intencionales de otros yos

todos los actos dirigidos a ―cosas‖ reales en sentido estricto o en general
(iii) Diferencia entre ambos tipos de vivencias
Percepción y percepto en un acto de dirección inmanente forman una unidad tal que el
objeto percibido sólo es separable del percibir por abstracción formando en realidad
―una unidad inmediata, la de una sola cogitatio concreta‖945, por ejemplo, ―estoy
convencido de que...‖. Nos parece muy importante destacar, en todo caso, la mención
943
§ 38 (86) Cursivas de Husserl.
Ibid.
945
Ibid. Cursivas de Husserl.
944
325
explícita a la capacidad activa del abstraer: ―El percibir entraña aquí su objeto de tal
suerte, que sólo es separable de él por abstracción‖946. Esta particularidad
――esta
forma de ―estar encerrado‖ como un ingrediente [Diese Art ―Beschlossenseins‖]‖947―
es una característica distintiva sólo de la percepción inmanente y ―falta en los más de
los restantes casos de referencia inmanente de las vivencias intencionales‖948. Por
ejemplo, en el recuerdo de hoy no entra el recuerdo de ayer como ingrediente de su
unidad concreta. Puede siempre haber recuerdo hoy aunque no haya habido ayer; pero si
lo hubo ayer, ambos quedan enlazados sin solución de continuidad ―en los recuerdos de
los recuerdos‖949. Por cierto que enteramente distinto es lo que sucede con las vivencias
intencionales de referencia trascendente o en particular con las percepciones
trascendentes donde la unidad esencial ha desaparecido: ―La percepción de una cosa no
sólo no encierra entre sus ingredientes la cosa misma, sino que está fuera de toda
unidad esencial con ella, supuesta, naturalmente, la existencia de la cosa‖
950
. Por el
contrario, una vivencia sólo puede estar combinada esencialmente con otra vivencia.
Husserl ha allanado el camino para visualizar la diferencia radical que hallaremos al
abordar la ―nueva región del ser‖. Desde ya podríamos adelantar el enorme problema
que se acerca, ¿Cómo puede ser que la percepción, quizá el conocimiento más sólido
que cada uno de nosotros posee, sea justamente aquél cuyos elementos conformadores
carezcan de unidad esencial?
El misterioso entretejimiento de conciencia y cosas
Husserl nos recuerda la meta hacia la que nos dirigen todas las reflexiones realizadas:
―Ganar la esencia de esa conciencia “pura” con que debe quedar acotado el campo de
la Fenomenología‖951. Y tal como lo ha hecho anteriormente y para evitar
malentendidos, señala con toda claridad: ―No hemos abandonado el terreno de la actitud
natural‖952. ¿Cómo denominar pues todo el ejercicio que hemos llevado a cabo? Bien
podríamos caracterizarlo como ―psicología eidética o descriptiva‖, para no perder de
vista que aún no hemos realizado Fenomenología como tal. Es más, se va a caracterizar
946
Ibid. Cursivas mías.
§ 38 (87) Cursivas y comillas de Husserl. Boyce Gibson: ―This type of real (reellen) ―selfcontainedness‖ ‖
948
§ 38 (87)
949
Ibid.
950
§ 38 (87) Cursivas de Husserl.
951
§ 39 (87) Cursivas y comillas de Husserl.
952
§ 39 (88)
947
326
ahora en detalle la vivencia como un hecho del mundo natural. ¿Cómo se presenta?
―Entretejida‖ [verflechten] con él de doble modo: (i) es vivencia de algún hombre o
animal y (ii) es vivencia de este mundo953. Llegadas las cosas a este punto, se precipitan
las grandes preguntas a que los tipos de filosofía de raigambre ―cartesiano‖ llegan tarde
o temprano ya que implican, velis nolis, una separación radical en la realidad. Por el
contrario, filosofías de raigambre ―totalizante‖ como las de Spinoza, Hegel, Theilhard
de Chardin, James o Whitehead por ejemplo, si bien se plantean esas preguntas, no
llegan jamás a una encrucijada semejante. Estas interrogantes toman en Husserl la
siguiente forma954:

¿Será el mundo material algo excluido por principio de la esencia propia de las
vivencias?

Si las vivencias forman ―un cuerpo cerrado en sí‖ con otras vivencias dada su
comunidad de esencia, ¿cómo pues se ―entretejen‖ con el mundo real, lo
―extraño‖, el ―ser otro‖?

Siendo
de
hecho,
el
mundo
material
la
―capa
fundamental‖
[Fundamentalschicht] del mundo natural a la que todo está referido (toda
realidad incluidas las vivencias humanas y animales) y siendo ―la conciencia y
las cosas un todo bien ligado‖(...) ―supremamente en la unidad real en sentido
estricto del mundo entero‖, ¿cómo van a ser heterogéneas por principio sin
comunidad de esencia sus partes integrantes?
Nos hallamos ante un clásico dilema. O bien las vivencias y las cosas son radicalmente
diversas y excluidas por principio y entonces no puede salvarse la unidad esencial de la
realidad salvo apelando a algún artífice divino o armonía pre-establecida que mantenga
en funciones coherentes el ―entretejimiento‖ del mundo, (cosa que Husserl no está
dispuesto a aceptar); o bien se salva la unidad esencial de la realidad y entonces las
vivencias tienen comunidad de esencia con lo ―extraño‖ a ellas, con lo cual hay que
confesar que, o bien ambas son ―cosas‖ (naturalismo que Husserl impugna), o bien
ambas son ―vivencias‖ y entonces esse est percipi y el mundo es apariencia, como
953
954
Cf. § 39 (88)
Cf. § 39 (88) Cursivas y comillas de Husserl.
327
sostenía Berkeley (argumentación que tampoco suscribe Husserl). ¿Qué camino escoge
tomar en este momento? Sigue decididamente adelante y penetra todavía más en el
análisis de la experiencia en plena actitud natural. Nosotros, aún sospechando que a
veces ni siquiera Dios puede volver a unir lo que el hombre ha separado, vamos a seguir
sus pasos.
Capítulo 24
ANÁLISIS DE LA PERCEPCIÓN EN IDEEN I
La visión del “hombre de la calle”955
Ésta se inicia con lo que Husserl llama análisis ―ingenuo‖ de la experiencia y nos va
tomar una revisión de los §39 a §46. La encrucijada se ha convertido en un callejón sin
salida y ya no queda sino ahondar en él para poder salir: ―Busquemos la última fuente
de que se alimenta la tesis general del mundo‖956. ¿Cuál es? No otra que la experiencia
sensible y, en particular, la percepción sensible; en una palabra, el ejercicio de los cinco
sentidos. Baste recordar una de las primeras afirmaciones con que se inicia Ideen I: ―La
intuición en que se dan, la intuición de la primera esfera del conocimiento, la ―natural‖,
y de todas sus ciencias, es la experiencia natural, y la experiencia en que aquellos
objetos se dan originariamente es la percepción, entendida la palabra en el uso
habitual‖957. ¿Qué caracteriza a este tipo señalado de conciencia? ―La presencia de un
objeto individual en su propia persona‖958 ¿Qué características podemos distinguir en
este percibir habitual? Husserl las resume en tres: (i) nuestro percibir es constante, (ii)
es actual o inactual y (iii) el percepto constante es el mundo de cosas, incluido nuestro
cuerpo. De acuerdo, pero cabe reiterarse ¿cómo ―se segregan‖ [aussondern]
―conciencia‖ por una parte y ―percepto‖ por otra? Meditando como ―hombres de la
calle‖, trataremos con hechos nada más. Puedo ―ver y tomar‖ la cosa en cuestión y aún
así puedo sufrir engaño de todas formas: o la cosa no era como yo creía (me engañé
955
Acogemos la traducción de Boyce Gibson para el § 39, ―Die Auffassung des ―naiven‖ Menschen‖:
―The view of ―the man in the street‖ ‖. Gaos: ―La concepción del hombre ―ingenuo‖ ‖
956
§ 39 (88) Cursivas mías.
957
§ 1 (17) Cursivas y comillas de Husserl.
958
§ 39 (89) Cursivas de Husserl.
328
respecto de sus propiedades: acepté un billete falso o mastiqué un alimento
descompuesto que se veía apetitoso) o la cosa ni siquiera era (me engañé en cuanto a su
existencia: ví llegar a alguien que tomé por otro o simplemente ví el espejismo de algo o
su reflejo o bien partí en la dirección equivocada al seguir la fuente sonido cuando era
su eco, etc.). No se trató de una auténtica percepción la cual debería poderse confirmar
de forma continua y ―eventualmente con la ayuda del correcto pensar empírico‖959 para
asegurar que la cosa esté allí dada realmente y en persona. Justamente, fue por esa
misma falta de confirmación que supe que mi anterior percepción había sido un engaño.
Ahora bien, ¿Podría aislarse del cuerpo y de los órganos corporales el percibir (o mejor,
el ―yo-percibo‖ según corrigió el propio Husserl en Ej. II960) y considerarse ―meramente
como conciencia‖[bloß als Bewußtsein]? Solamente en virtud de una abstracción:
restaría nada más que ―el vacío mirar de un ―yo‖ vacío al objeto mismo que se toca
misteriosamente [merkwürdig] con éste‖961. Pero no es este vacío el que interesa a
Husserl ahora, pues él va tras la percepción concreta y no la abstracta.
La clásica distinción entre cualidades “primarias” y “secundarias”
La conocida distinción entre cualidades primarias y secundarias (donde estas últimas
son nada más que ―signos‖ de las primeras) explicaría las falencias de la percepción.
Todo lo que el sentido común llama ―cualidades‖ no sería más que afecciones
subjetivas, mientras que la cosa objetiva correspondería, en definitiva, a un proceso
matematizable962. Con lo cual quedaría superada la objeción de Berkeley (que la
extensión, lo único objetivamente cognoscible en la realidad corpórea es inconcebible
sin alguna cualidad secundaria, color o dureza por ejemplo) ya que la entera cosa
percibida
―con todas sus cualidades primarias y secundarias―
pasaría a ser
apariencia frente a su verdad puramente matemática y carente por principio de toda
―cualidad secundaria‖. De hecho, si lo que objetivamente son las cosas es sólo
expresable en términos matemáticos, esto equivale llanamente a decir que no son
accesibles a la percepción y que ésta última, por necesidad, sólo percibe apariencias y
959
§ 39 (89)
Ver corrección 89e p. 462
961
§ 39 (89) Cursivas mías. Discrepamos de Gaos aquí cuando traduce ―como forma de conciencia‖ el
texto que sólo dice ―bloß als Bewußtsein‖, esto es, ―meramente como conciencia‖. Boyce Gibson:
―simply as consciousness‖. Del mismo modo, quizá quedara mejor ―de modo raro, extraño o
sorprendente‖ para ―merkwürdig‖ en vez ―misteriosamente‖. Boyce Gibson: ―in some astonishing way‖.
962
―Átomos, iones, energía, etc., y en todo caso como procesos que tienen lugar en el espacio y cuyos
únicos caracteres son expresiones matemáticas‖ § 40 (90)
960
329
―piensa algo trascendente‖963 a ellas. ¿Cuál sería, pues, el ―verdadero ser‖ [―wahre
Sein‖]964? Un ser, por principio, no perceptible y definible sólo matemáticamente ¿Qué
ha llegado a ser la cosa percibida? ―el simple “esto”, una x vacía, que viene a ser el
sujeto de determinaciones matemáticas y de las correspondientes fórmulas
matemáticas‖965. Así entonces, no sólo las cualidades secundarias sino también el
mismísimo espacio de la percepción pasaría a ser ―signo‖ de un espacio objetivo
matemático. Para efectos prácticos, esta doctrina es perfectamente aceptable:
―Aceptémoslo así. Sea, como se nos enseña, lo dado en persona a toda percepción una
―mera apariencia‖, algo ―meramente subjetivo‖ en principio y, sin embargo, no una
apariencia vacía‖966. Husserl, destacando entonces el lado práctico de la física,
caracteriza a todo su conocimiento como ―índice de un curso de experiencias posibles
con las cosas sensibles‖ (...) ―sirve, pues, para orientarnos en el mundo de la
experiencia actual en que todos vivimos y obramos‖967. Ahora bien, ¿qué es lo que ―no
entra‖ en los ingredientes de la percepción misma como cogitatio? ni la ―cosa física‖ ni
tampoco el ―mundo de la apariencia‖ pues ambos son ―trascendentes‖ a la percepción.
Pero se trata justamente de saber qué debemos entender por ―trascendente‖, o mejor
aún, la misteriosa relación que tienen entre sí la conciencia y lo trascendente a ella en la
mera experiencia sensible cotidiana: ―Se trata de lograr ahora una visión más profunda
de la forma en que lo trascendente está en relación con la conciencia‖ (...) relación que
―tiene su misterio‖ [Rätsel]‖968. En efecto, ¿Qué elementos nos ofrece el análisis
esencial de la percepción excluyendo la física entera y el dominio entero del pensar
teórico?969 Una mutua referencia esencial entre percepción y cosa percibida, aunque al
mismo tiempo “no son algo uno” [nicht eins]970 ni están vinculadas como ingredientes
ni por esencia.
963
§ 40 (90) Cursivas de Husserl.
§ 40 (91) Comillas de Husserl.
965
§ 40 (91) Cursivas de Husserl.
966
§ 40 (91) Comillas de Husserl.
967
§ 40 (91) Comillas de Husserl.
968
§ 41 (92) Cursivas de Husserl. . Al haber agregado el propio autor en su Ej.III ―de la mera experiencia
sensible, de la cosa que pasa por tal en la vida diaria anteriormente a la ciencia‖ (nota 91ª p. 463) a la
expresión ―trascendencia de la cosa‖, nos está recordando, una vez más, que no hemos dejado la actitud
natural.
969
―Excluyamos, pues, la física entera y el dominio entero del pensar teórico‖§ 41 (92)
970
§ 41 (92) Cursivas de Husserl.
964
330
Descripción de una percepción particular
Se trata de la percepción de una mesa971: el percepto se presenta como uno y el mismo
frente a la variabilidad libre que puedo ejercer sobre mi percepción (―dando vueltas en
torno a ella‖); puedo interrumpir la percepción (―cierro los ojos‖) y reanudarla: la
percepción ya no es la misma pero el percepto sí. El recuerdo de la ―conciencia
sintética‖ ha permitido ―tener como idéntica‖ la cosa percibida; el percepto se presenta
como pudiendo existir sin ser percibido, sin ni siquiera conciencia ―inactual‖ o
―potencial‖ de él972. Así, la percepción y su conciencia correspondiente se presentan
como procesos: ―La percepción misma es lo que es en el fluir constante de la conciencia
y ella misma es un fluir constante‖973. En ella, toda cualidad, primaria o secundaria, es
necesariamente trascendente a la percepción y toda cualidad tiene su modo propio de
―aparecer‖ (los colores ―se matizan‖; las formas ―se escorzan‖). La percepción, ―con el
carácter de lo que se da en su propia persona‖974 y como idéntico es inseparable de la
multiplicidad de sus señalados modos de aparecer. Husserl nos habla de la conciencia
empírica “omnilateral” [―allseitigen‖]975 y aclara que cada uno de estos modos de
aparecer posee su ―sistema‖ [System] propio (modos de matizarse, escorzarse) i.e. que
la omnilateralidad no se ofrece como caótica. Los momentos de la percepción como
vivencia intencional son resumidos por Husserl en tres:

Las multiplicidades perceptivas tienen un determinado contenido descriptivo
coordinado esencialmente con la unidad del percepto (tales matices, tales
perceptos)

Los datos de la sensación se funden en campos de sensación

La exhibición o aparecer de la multiplicidad de notas entretejidas se da en la
conciencia de una y la misma cosa.
971
Cf. § 41 (92)
Cf. § 35 (79) Donde el ejercicio se ejemplificó con un papel blanco.
973
§ 41 (92)
974
§ 41 (92) Cursivas de Husserl.
975
§ 41 (93) Cursivas de Husserl.
972
331
El ser como conciencia y como realidad en sentido estricto. Distinción de principio
entre los modos de la intuición
El matizar o el escorzar es una vivencia y, por principio, nada espacial; recíprocamente,
lo matizado o escorzado, tiene que ser espacial: ―El matiz o el escorzo, aunque lleve el
mismo nombre, no es, por principio, del mismo género que lo matizado o escorzado‖
976
. La investigación detallada de la distinción entre percepción y percepto (como
cogitatio y cogitatum) en cuanto a sus respectivos componentes ha quedado pues
esbozada y abierta. Cabría en todo caso preguntarse con justicia ¿cuál es la ciencia que
debe llevar a cabo estas ―grandes investigaciones‖ [große Untersuchungen]977? Sólo
cabría pensar en la psicología ―fenomenológica‖ pero no en la Fenomenología como tal,
puesto que no se ha abandonado la actitud natural. Recapitulemos. El parágrafo anterior
nos ha permitido establecer una doble trascendencia: (i) la trascendencia de la cosa
frente a la percepción y (ii) la trascendencia de la cosa frente a toda conciencia relativa a
ella: ―Con universalidad o necesidad rigurosamente absoluta, no puede darse una cosa
en ninguna percepción posible, en ninguna conciencia en general posible, como
inmanente en sentido de ingrediente‖978. En otras palabras, toda vivencia es, por
esencia,
―perceptible
en
percepción
inmanente‖
[immanenter
Wahrnehmung
wahrnehmbar]979 mientras que una cosa espacial no puede serlo. Se hacen necesarias
mayores precisiones. La trascendencia de los objetos intencionales de la representación,
el recuerdo y la intrafección [Einfühlung]980 o, lo que es lo mismo, su exclusión de la
inmanencia como ingredientes de la respectiva vivencia intencional debe diferenciarse
de la específica trascendencia estudiada hasta aquí: la del percepto. No procede por
ahora ahondar en las otras vivencias mencionadas (sc. representación, recuerdo o
intrafección). Basta detenerse en ―la cosa en cuanto tal‖981
―la cosa percibida y su
típica trascendencia― para tener ante la vista la distinción de que precisamos para
seguir avanzando: ―La diversidad que hay por principio entre los modos del ser, la más
cardinal que hay en general, la que hay entre la conciencia y la realidad en sentido
976
§ 41 (94) Cursivas de Husserl.
§ 41 (94)
978
§ 42 (95) Cursivas de Husserl.
979
§ 42 (95)
980
El conocimiento necesariamente indirecto que tenemos de las afecciones de otro. Boyce Gibson
traduce ―Einfühlung‖ como ―empathy‖. Había sido introducido en el primer parágrafo: ―Experiencia
originaria la tenemos de nosotros mismos y de nuestros estados de conciencia en la llamada percepción
interna o autopercepción, pero no de los demás ni de sus vivencias en la ―intrafección‖ ‖ § 1 (18)
Comillas de Husserl.
981
§ 42 (95) Cursivas mías.
977
332
estricto‖982. Muy es de notar la posterior aclaración del autor en Ej. III al enfatizar que
esta distinción es de tipo preliminar y de ningún modo todavía fenomenológica (pese a
que creyéramos lo contrario) desde el momento en que ocurre ―en el terreno natural que
nos movemos acá‖. Bajo estas condiciones, aún no podemos apresar ―puramente‖ a la
conciencia y al ―yo puro‖ que son ―todavía una determinación mundana del hombre
real‖983. Todo ello es de una honda significación ya que implica que la más cardinal de
las distinciones ontológicas (y que abrirá justamente las puertas de la Fenomenología)
proviene de un análisis eidético llevado a cabo en la actitud natural984. La oposición
general entre inmanencia y trascendencia se ha circunscrito a la oposición especial
entre percepción inmanente y trascendente y con ello ha fundamentado una nueva
distinción que acotará más nítidamente estas ―dos regiones del ser‖: (i) ambas
percepciones se distinguen por su objeto intencional y (ii) por el modo de darse de sus
respectivos objetos. Bajo el primer aspecto percibimos ―cosas‖, por un lado, y
―vivencias‖ por el otro. Pero luego, bajo el segundo aspecto, las primeras (―cosa visual‖
y más en general ―cosa espacial‖) sólo pueden darse matizadas y escorzadas y les
pertenece necesariamente un ―exhibirse‖ y un ―aparecer‖ del que carecen por principio
las segundas. Husserl, en este punto, presenta sus afirmaciones con un fuerte tono
realista: no depende en absoluto de nuestra condición humana el que las cosas
espaciales puedan darse de ese modo en la percepción: ―No es una caprichosa
obstinación de la cosa o un capricho de ―nuestra humana condición‖ el que ―nuestra‖
percepción sólo pueda acercarse a las cosas mismas a través de meros matices o
escorzos de ellas‖985. No, algo espacial percibido tiene que matizarse o escorzarse.
Sostenerlo es, para Husserl, afirmar una verdad absoluta986. Notamos pues dos
importantes consecuencias de tal afirmación que, con terminología tradicional,
podríamos adscribir al ámbito epistemológico y ontológico, respectivamente.
982
§ 42 (95) Cursivas mías.
―En el terreno natural en que nos movemos está, en efecto, mi conciencia, la corriente de mi
conciencia, apresada también en forma puramente inmanente y es mi yo puro, el inherente a ella, todavía
una determinación mundana del hombre real‖ Cf. nota 96ª p. 463
984
En el § 10 (34) analizando las categorías lógicas y en particular las que llama ―analíticas‖, llama
Husserl al concepto de lo ―analítico‖, ―el único concepto filosóficamente importante‖.
985
§ 42 (96) Comillas de Husserl.
986
Empero, con los propios argumentos del autor puede objetarse que es pensable un ser físico con ojos
dispuestos de otra manera que la humana y que, de tal suerte, logre una síntesis que ―vea‖ por delante y
por detrás a la vez mediante una estructura orgánica visual cóncava que ―abrace‖ al objeto percibido.
983
333
Consecuencia
epistemológica.
Si
la
realidad
externa
percibida
sólo
puede
necesariamente darse mediante sucesivas multiplicidades de escorzos y matices,
entonces pertenece por derecho a la ―cosa espacial‖ la posibilidad de ―pasar a
multiplicidades de percepción continuas en un orden determinado y prolongables
indefinidamente, o sea, que nunca se cierran‖987. Se trata, en otras palabras, la
fundamentación eidética de la ciencia natural como tarea infinita.
Consecuencia ontológica. La unidad de la conciencia perceptiva es engendrada
estructuralmente por la unidad de esta multiplicidad de apareceres: ―En la esencial
estructura de estas multiplicidades radica, entonces, el que engendren [herstellen] la
unidad de una conciencia en que se den coherentemente cosas perceptibles‖988. Esta
última es una consecuencia grave. Acotada y parcial, pero de importancia suma. En
efecto, si no respetásemos el despliegue del razonamiento husserliano y la esfera
natural en la que constantemente nos ha recordado que nos movemos, habríamos
esperado precipitadamente que antepusiera a la percepción la unidad de la conciencia;
y sin embargo vemos que, fiel a la descripción, realiza todo lo contrario. Ha afirmado,
en una palabra, que a nivel perceptivo, es la unidad de las cosas la que engendra o
establece la unidad de la conciencia989.
Aclaración de un error de principio
Consiste en suponer que la percepción en particular y toda otra clase de intuición de
cosas en general no se acerca a la cosa misma. La imposibilidad de percibir la cosa tal
como es en sí misma se debería sólo a nuestra finitud. Dios, siendo infinito (y gozando
por ello de conocimiento perfecto), percibiría las cosas tal como son en sí mismas y no
por mediación de apariencias: ―Dios, el sujeto del conocimiento absolutamente perfecto,
y por ende también de toda posible percepción adecuada, poseerá naturalmente la que a
nosotros, entes finitos, nos está rehusada, la de la cosa en sí misma‖990. Esta manera de
ver las cosas (i.e. extrapolando al infinito la potencia del sujeto cognoscente) implicaría,
según Husserl, un contrasentido expresado en tres momentos:
987
§ 42 (97) Cursivas mías.
Ibid. Cursivas de Husserl.
989
El verbo clave, ―herstellen‖ también puede traducirse como ―fabricar‖ o ―establecer‖. Boyce Gibson:
―establish‖.
990
§ 43 (97)
988
334

No habría diferencia esencial entre ser inmanente y trascendente.

En la supuesta intuición divina, la cosa espacial sería un ingrediente de sus
vivencias.

La trascendencia de la cosa sería la de una imagen o signo.
Será precisamente este último la raíz del contrasentido. En efecto, ya que la cosa
espacial, con toda su trascendencia, es ―algo dado en su propia persona [Leibhaftigkeit]
a la conciencia‖991 sin remitir a otro. Percibir un signo o una imagen es netamente
diverso a percibir una cosa. No bien agregue Husserl en el § 52 complementos al tema
en discusión y que posteriormente calificara de ―esenciales‖992, el esquema conceptual
subyacente general puede ser presentado ahora:
Percepción
simple
Representación
por medio de imágenes
simbólica
Vivencias
por medio de signos
Recuerdo
Libre fantasía
El punto capital estriba en que hay diferencias esenciales entre cada uno de esos
estratos. Vemos efectivamente que lo típico de la representación simbólica (en
cualquiera de sus dos formas) es intuir algo ―con la conciencia de que es imagen o signo
indicador de otra cosa‖993 cosa que no ocurre en ninguna de las otras cuatro vivencias
(percepción, representación simple, recuerdo y fantasía). Cada una de estas vivencias
tiene su peculiar estructura donde lo dado posee a su vez su modo específico de darse.
En suma, ―la percepción de cosas no representa algo no presente [vergegenwärtigt nicht
ein Nichtgegenwärtiges]‖994. Lo que ocurre es que pertenece a su esencia el que lo dado
en persona tenga que hacerlo al modo del matiz y escorzo. En definitiva, el
contrasentido puede expresarse así: no puede exigirse a un percepto que se dé
absolutamente; el único modo de percibir algo ―en persona‖ es escorzado y matizado.
No puede pretenderse que un percepto se dé como se da una vivencia.
991
§ 43 (98) Cursivas de Husserl.
Nota 98ª p. 464. Om en Ej. II.
993
§ 43 (98) Cursivas mías.
994
§ 43 (99) Cursivas mías.
992
335
El problemático § 44
Todas las afirmaciones del § 44 que comentaremos deberían ser tomadas con mucha
cautela y, si fuéramos rigurosos, deberíamos simplemente suprimirlo desde el momento
en que el propio autor exclamó en su Ej. II ―¡El § 44 entero, inservible!‖995. Advertido
esto, pasaremos a su comentario considerando en primer lugar lo que Husserl llama la
―imperfección propia de la percepción trascendente‖. A toda percepción de cosas le es
inherente una inadecuación constitutiva. En efecto, la matización y escorzamiento exige
que parte del total del objeto se dé propiamente en primer plano y que el resto de los
planos sea ―co-dado impropiamente [uneigentlicher ―Mitgegebenheit‖]‖996. Ahora bien,
esta esencial inadecuación prefigura dinámicamente el darse posterior, sin solución de
continuidad, de lo co-dado y así ―anuncia posibles multiplicidades de la percepción‖997.
Toda percepción ulterior se manifiesta pues asentada sobre una cierta homogeneidad de
sus sucesivos apareceres; esto es, la inadecuación y multiplicidad señaladas no implican
en absoluto un ―caos‖ sensible que hubiese que ―ordenar‖. Con más precisión, cabría
señalar que, así como estas multiplicidades perceptibles se extienden in infinitum, al
mismo tiempo se presentan coordinadas desde una unidad. En efecto, las percepciones
posibles ―se extienden en una infinitud de direcciones de un modo regulado con todo
rigor sistemático, y encima, hasta lo infinito en cada una, pero dominadas
constantemente por una unidad de sentido‖998. Así, la percepción de la naturaleza no
puede, como tarea y por principio, tener un término o final. Extrapolando, todo ser
trascendente sólo puede darse a un yo ―de un modo análogo al de la cosa, o sea, sólo
por medio de apariencias‖999. Aún así, todos nosotros recordamos situaciones en que
decimos que algo, ―se aprecia perfectamente‖, o ―se ve con su forma propia‖ o ―su
color‖ o ―se oye como se debe‖, etc. ¿Qué tipo de ―absoluto‖ es éste?
El pretendido “absoluto” de la cosa: la objetivación “secundaria”[sekundārer
Objektivierung]1000
La percepción de vivencias es un intuir en que se da algo absolutamente. Una vivencia
no se matiza ni se escorza, se da ―de una vez‖, ―sin matiz ni escorzo‖ ni ―lado de atrás‖.
995
Nota 99ª p. 464. Om.
§ 44 (99) Cursivas de Husserl. Boyce Gibson: ― ―co-data‖ of an accessory kind‖.
997
Ibid. Cursivas de Husserl.
998
§ 44 (100) Cursivas de Husserl.
999
§ 44 (100) Cursivas mías.
1000
§ 44 (101)
996
336
Destaquemos que Husserl equipara este intuir justamente a un ―mirar presente‖, un
―actual mirar‖. Efectivamente, al referirse a ―lo que se da‖ en este percibir agregó en Ej.
III ―en su presente, en cada punto de su ahora‖1001. Lo consideramos muy importante ya
que resalta la intermitente actualidad del cogito perceptivo: el dato absoluto lo tenemos
cada vez que percibimos o ―miramos‖ el percibir. Justo una a-percepción. No ocurre así
por cierto con la percepción de dirección trascendente. Por muy ―absoluta‖ o ―tal como
es en sí‖ que se suponga emitida una nota de violín (en tal sala de conciertos, a tal
distancia del auditor, con tal ejecutante o instrumento etc.) o, en caso de una cosa visual,
por muy ―perfecta‖ que se vea (con tal luz, a tal distancia, en tal posición etc.), no por
ello dejan de ser exterioridades afectadas de la inadecuación esencial ya mencionada.
Nada más hemos dado una segunda objetivación a su objetivación primera. Se
subentiende que ésta es tributaria de estructuras subjetivas, sociales y, en definitiva,
históricas. En efecto, ¿Dónde obtenemos el ―sonido perfecto‖, en el Teatro de Epidauro
o en el Carnegie Hall? ¿Cuál es el ―azul puro‖, el del Mediterráneo o el del Pacífico?
¿Por qué la ―orientación correcta‖ de un mapa es con el Polo Norte arriba? En suma, la
sola expresión ―apariencia absoluta‖ es un contrasentido: ―A la esencia del darse por
medio de apariencias es inherente el que en ninguna se dé la cosa como una apariencia
―absoluta‖ de ella‖1002. ¿Quiere decir esto que la percepción inmanente es perfecta? De
ninguna manera.
Imperfección propia de la percepción inmanente
Por más que se den ―absolutamente‖, también poseen las vivencias ―respecto de su
intento de captación en la percepción interna o inmanente―
una imperfección
constitutiva inherente: no son apresables adecuadamente por cuanto pertenecen por
esencia a un flujo constante. La idea parece fácil de captar, pero dado lo peculiar de la
región ―vivencia‖ que no dice referencia a nada espacial, Husserl se ve obligado (al
igual que cualquiera) a recurrir, en este caso, a la metáfora del ―mirar‖ y del ―nadar‖:
una vivencia ―es por su esencia un río al que, dirigiendo la mirada de la reflexión a él,
podemos seguir a nado desde el punto del ahora, mientras se pierden para la percepción
los trechos que quedan a zaga‖1003 (recordemos que la percepción inmanente o ―mirada
intuitiva‖ equivale a ―reflexión‖y que se ha expresado en este momento como ―el seguir
1001
Nota 100d p. 464.
§ 44 (101) Comillas de Husserl.
1003
§ 44 (101-2) Cursivas mías.
1002
337
a nado desde el punto del ahora‖1004). Más adelante se señala como inadecuación
esencial el que la percepción interna no pueda ―nadar‖ a la misma velocidad que la
―corriente entera‖ de las vivencias. ¿Cómo podemos tener conciencia de la vivencia que
acaba de fluir?, ―Sólo bajo forma de la retención [Retention] tenemos conciencia de lo
que acaba de fluir, o bajo la forma de la rememoración retrospectiva
[Wiedererinnerung]‖1005. Sea como sea, es ésta una inadecuación sui generis (enraizada
finalmente en la conciencia del tiempo inmanente) que nada tiene que ver con la
inadecuación propia de la percepción externa. Las vivencias son parcialmente
inapresables porque jamás dejan de fluir. Las cosas son parcialmente inapresables
porque siempre se escorzan, matizan y ocultan algunos de sus lados. Por muy distintas
razones, un puro fluir nunca puede darse por entero ni una cosa espacial tampoco.
“Claridad” y “obscuridad” representativas
Encontramos que, a nivel de la representación [Vergegenwärtigung], podemos
referirnos a percepciones y vivencias respectivamente observándose en cada caso la
presencia o ausencia de matices o escorzos. En una palabra, que la modificación
reproductiva o representación no altera la esencial diferencia entre percepción y
vivencia. La ―claridad u oscuridad‖1006 de toda representación corresponde a un tipo de
imperfección esencial distinta al matiz o escorzo de toda cosa espacial. Vale decir,
cuando me represento una cosa espacial, de todas formas ―se va a exhibir‖ por alguno
de sus lados y matizadamente, por más claro que me la represente. De hecho, en una
esfera ―más cercana‖, por así decir, a la realidad, también hablamos de percepciones
claras, oscuras, distintas, confusas etc. Importa retener, no obstante, que representación
y percepción corresponden a dimensiones distintas de la cogitatio.
Diferencia esencial entre vivencias y cosas en cuanto a su perceptibilidad1007
Aquí se aclara que ―reflexión‖ equivale a ―mirada de percepción intuyente‖ [Blick
erschauender Wahrnehmung] cuando nos referimos a la esfera de las vivencias. Husserl
nos habla de la ―notable propiedad‖ [merkwürdig Eigene] que posee: ―Lo aprehendido
perceptiblemente en ella se caracteriza por principio como algo que no sólo existe y
1004
Husserl dedica íntegros los § 77 y § 78 al tema de la reflexión.
§ 44 (102)
1006
Ibid.
1007
Todas las citas de este apartado en § 45 (103)
1005
338
dura dentro de la mirada percipiente, sino que ya existía antes de que esta mirada se
volviese a ella‖. Todas las vivencias están allí, antes de toda reflexión: (i) como fondo,
(ii) prestas a ser percibidas, (iii) análogamente a como lo están las cosas del mundo
externo, pues (iv) no todas las cosas del mundo están así prestas (mi campo perceptivo
no es infinito) sino que tienen que aparecer. ¿Qué condiciones debe cumplir la vivencia
anterior a la reflexión para ―estar presta a ser percibida‖[wahrnehmungsbereit]? Husserl
agrega que las peculiaridades esenciales de reflexión y vivencia están ―aquí meramente
indicadas‖: esto es, la vivencia, antes de reflexionar sobre ella: (i) no puede ―aparecer‖
al modo de una cosa sensible, (ii) está presta siempre en el mero modo de su ―estar
ahí‖[seines Daseins], (iii) para aquél yo al que corresponde y (iv) del cual la mirada
pura vive eventualmente en ella.
Elementos del contraste entre vivencia y cosa no percibidas
Pueden condensarse en nueve:

toda vivencia es por principio perceptible reflexivamente

toda cosa es por principio perceptible sensiblemente

la vivencia pertenece a la corriente de mis vivencias

la cosa pertenece a mi mundo circundante aunque no la perciba

su fondo correspondiente es sólo una pequeña parte del mundo

la vivencia pertenece a la total corriente de mis vivencias

a diferencia de la vivencia, no basta ―una mirada de simple atención‖1008 para
captar la cosa

al contrario, su ―estar ahí‖ [est ist da] conduce, desde ―percepciones actuales‖ a
―series de percepciones posibles y motivadas con coherencia continua, y
rodeadas de campos siempre nuevos de cosas‖1009

la intersubjetividad juega un papel capital en este enlace, puesto que ―sólo por
medio de la relación de posible comprensión mutua es identificable el mundo de
mi experiencia con el de los otros, a la vez que es posible enriquecerlo con los
sedimentos de la suya‖1010
1008
§ 45 (104)
Ibid. Cursivas de Husserl. La nitidez y diferencia terminológica de Husserl expresada en los términos
―seines Daseins‖ y ―es ist da‖ desaparece en la traducción de Gaos al traducir ambos como ―estar ahí‖.
Boyce Gibson es más preciso y traduce, respectivamente: ―its existence‖ y ―it is there‖ (129)
1010
Ibid.
1009
339
Este último es capital. En efecto, desde un lado que podríamos llamar ―subjetivo o
inmanente‖, es la comprensión mutua la que hace posible no sólo identificar el mundo
de mi experiencia con el de los otros sino enriquecerlo con las experiencias de aquéllos.
A la vez que, desde un lado que podríamos llamar ―objetivo o trascendente‖ no
podríamos suprimir del enlace perceptivo la coherencia de su conexión: ―Una
trascendencia que careciera del descrito enlace, por medio de conexiones de motivación
coherentes, con la esfera de mi percepción actual, sería una suposición completamente
infundada‖1011. Cuando Husserl señala que una trascendencia que careciera de dicho
enlace coherente sería un non sens está destacando fuertemente la coherencia básica
indesmentible del mundo. Así, por estos dos capítulos de intersubjetividad y coherencia
sucesiva se diferencia radicalmente el ―estar ahí‖ [est ist da] presto a ser captado de las
cosas frente a la posibilidad inmediata de reflexionar sobre las vivencias en la
percepción inmanente, siempre prestas para ello en virtud de su mero ―estar ahí‖ [seines
Daseins]1012. Es tiempo de extraer una conclusión capital.
Indubitabilidad de la percepción inmanente, dubitabilidad de la trascendente
Hasta aquí, hemos alcanzado por otra vía el resultado del cogito cartesiano1013: basta
que reflexione sobre una vivencia mía cualquiera o, lo que es lo mismo, que lleve a cabo
una percepción inmanente, para que, ipso facto, no pueda negar mi existencia. Para nada
influye aquí la ya estudiada inadecuación inherente a las vivencias. Basta simplemente
el ahora en que me capto: ―Tan pronto como dirijo la mirada a la vida que corre, en su
presencia real, y me apreso a mí mismo como el puro sujeto de esta vida (...) digo
simple y necesariamente: existo, esta vida existe, vivo: cogito‖1014. Dicho con los
célebres términos de Descartes: ―Denique statuendum sit hoc pronuntiatum, Ego sum,
ego existo, quoties a me profertur, vel mente concipitur, necessario esse verum‖1015. Y
en palabras de Husserl: ―Cada uno lleva en sí mismo la garantía de su absoluto estar ahí
1011
Ibid. Cursivas mías.
La posterior inserción de Husserl en Ej. III enfatiza aún más la diferencia al declarar que las
vivencias están ―presentes para mí en cada caso y a lo sumo no destacadas o atendidas‖. Capacidad, se ve,
de la que no gozamos frente a las trascendencias. Cf. nota 104b pag. 465
1013
Paul Ricoeur es de la misma opinión: ―L‘existence indubitable du vécu est la conclusion de cette
psychologie éidetique. Malgré la différence de démonstration qui sépare Husserl de Descartes, cette
affirmation est cartésienne‖. Idées, nota 2c p. 148.
1014
§ 46 (105) Cursivas de Husserl.
1015
Itálicas en el original. Meditación II, p. 25,11 de la edición citada
1012
340
[seines absoluten Daseins]‖1016. La objeción siguiente (y que ya se la había planteado
Descartes yendo incluso más lejos con la suposición del ―genio maligno‖) en cuanto a
que la corriente total del yo estuviera compuesta de fantasías (sc. que fueran fingidas las
realidades del mundo, con todas sus cosas y mis semejantes) en nada afecta la evidencia
siempre a la mano de mi existencia de que dispongo en cada caso. Husserl da un paso
más. También, junto con mi existencia se da la existencia del tipo de vivencia en
cuestión, esto es, su esencia. Así, en cada cogito, podemos distinguir tres niveles1017:

mi existencia

la existencia de mi vivencia

la esencia existente de esa vivencia
Volviéndonos al mundo de las cosas hemos de confesar (incluso con la coherencia
requerida para su experiencia), su inextirpable contingencia. Más precisamente, en las
cosas u objetos de la percepción externa se constata una fisura (inexistente en la esfera
inmanente) entre su darse y su existencia. Husserl formula una primera Ley Esencial:
―la existencia de una cosa (―en una experiencia que ha transcurrido concorde y aún al
presente concorde sigue corriendo‖ agregó el autor en su Ej. II1018) no es nunca una
existencia requerida como necesaria por su darse, sino siempre contingente en cierta
forma‖1019. Ahora, si bien para Husserl una tal ley constituye una verdad absoluta que a
otros puede parecer razonable, llama la atención que poco antes haya afirmado,
diríamos casi temerariamente, lo siguiente: ―El que toda experiencia, por vasta que sea,
deje abierta la posibilidad de que lo dado, a pesar de la conciencia constante de su estar
presente en sí mismo, en su propia persona, no exista‖1020. Que toda cosa exterior pueda
ser pensada como no existente es una posibilidad siempre a la mano, pero la posibilidad
de que algo no exista, a pesar de la conciencia constante de su estar presente en sí
mismo, parece una exigencia extrema que se acerca incluso hasta el sinsentido. Sin
ahondar más, reconozcamos que a Husserl le importa resaltar la diferencia entre estas
1016
§ 46 (105)
―Pero mi intrafección, mi conciencia en general, está dada (―como presente que corre‖ agregó Husserl
en Ej.III nota 105d p.465) originaria y absolutamente, no sólo en esencia, sino en existencia‖ § 46 (105)
Cursivas mías.
1018
Nota 106ª p. 466.
1019
§ 46 (106) Cursivas de Husserl
1020
§ 46 (105) Cursivas de Husserl
1017
341
dos esferas del ser. En efecto, el ahora vivo se ofrece como ―la esfera de la posición
absoluta [eine Sphäre absoluter Position]‖1021 frente a la posición relativa del fluir de
las cosas. Husserl, valientemente, no hecha pie atrás frente a las dos audaces
consecuencias que se avecinan:

el mundo es una presunta realidad

mi realidad es absoluta fruto de una posición incondicionada1022
Todo lo cual lo lleva a la formulación de una segunda Ley Esencial: “Toda cosa dada
en persona puede no existir; ninguna vivencia dada en persona puede no existir”1023. Y
nótese que Husserl agregó, contra todo sentido común, en su ejemplar II que ello se
verificaba a pesar
de que la cosa se
diera en persona
confirmándose
concordantemente1024. Sí, aún a pesar de ello, puede no existir1025.
Factum único del cogito
Sea como fuere, el cogito es inevitablemente algo que yo llevo a cabo y es, pues, un
factum del mundo. Pero uno singularísimo. En efecto, se había sostenido en el § 6 que
toda necesidad empírica o ilimitada validez de una ley natural no alcanza, por principio,
la universalidad eidética al implicar la existencia de sus objetos: ―La proposición ―todos
los cuerpos son pesados‖ no pone, sin duda, cosa alguna determinada como existente
dentro del todo de la naturaleza. A pesar de ello, no tiene la universalidad
incondicionada de las proposiciones eidéticamente universales, en cuanto que, de
conformidad con su sentido de ley natural, siempre lleva consigo un poner una
existencia‖1026. En cambio aquí se da un caso único: el factum del cogito implica
esencialmente la posición absoluta de una existencia: ―En la esencia de un yo puro en
1021
§ 46 (106) Cursivas mías. Tras ―en la esfera absoluta‖ se añadió en Ej. III: ―de un presente vivo,
inmanente‖. Cf. nota 106c p. 466
1022
―Todo cuanto en el mundo de las cosas está ahí para mí, es por principio sólo una presunta realidad‖
(...) en cambio, yo mismo, para quien ese mundo está ahí (...) o la esfera de actualidad de mis vivencias es
una realidad absoluta, dada por obra de una posición incondicionada, absolutamente incontrastable‖ § 46
(106) Cursivas de Husserl.
1023
§ 46 (106) Cursivas de Husserl
1024
Nota 106 f p. 467. Con lo cual la frase corregida quedaba así: ―Toda cosa dada en persona puede
mientras se dé en persona confirmándose concordantemente no existir‖.
1025
Sin embargo, consciente de lo exagerado de alguna de sus afirmaciones observó e incluso diríamos
que se desdijo posteriormente en Ej. III: ―nunca deben arrancarse del contexto frases tales. La cosa tiene
que existir, si el orden de la experiencia sigue corriendo concorde hasta el infinito‖. Nota 106h p. 467.
1026
§ 6 (27)
342
general y de una vivencia en general radica la posibilidad ideal de una reflexión que
tiene el carácter esencial de una tesis de existencia evidentemente incontrastable‖1027. Se
nos hace preciso ahora, sin embargo, morigerar las audaces afirmaciones previas
haciéndonos la siguiente pregunta: ¿En qué sentido el mundo es ―dudoso‖? La respuesta
liga la noción de ―duda‖ con la de ―contingencia‖ y se presenta nítidamente en una
inserción del Ej. II donde contrapone la indubitabilidad empírica de la experiencia
concordante del mundo frente a la posibilidad de la duda, puesto que incluso ese mismo
orden coherente podría ser de otra manera o bien no ser o, lo que es lo mismo, por su
contingencia: ―Una duda subsiste en el sentido de ser concebible un volverse dudoso y
nulo, de no estar nunca excluida como posibilidad de principio la del no ser‖ 1028. Toda
la fuerza de la empirie es necesariamente provisoria pues puede ser superada por otra.
Frente a todo ello, mi yo existe gnoseológicamente antes1029. Podemos presentar ahora
el corolario final ya que tenemos las premisas necesarias para la consecuencia buscada:
―La posibilidad de principio de desligar [Ablösbarkeit] el mundo natural entero del
dominio de la conciencia‖1030. Según Husserl, con ello por fin se ha hecho justicia a la
dormida semilla que yacía sin germinar en las Meditaciones de Descartes: ―Se hace
finalmente justicia a cierto núcleo de las Meditaciones de Descartes (dirigidas a una
meta enteramente distinta), núcleo que simplemente no había llegado a desarrollarse en
toda su pureza‖1031. La meta es sin duda ―enteramente distinta‖. El gran filósofo francés
pretendía, en definitiva, ofrecer al mundo dos demostraciones: la de la existencia de
Dios y la de la distinción real entre el alma y el cuerpo del hombre, tal como lo resume
el propio título de su célebre libro: Meditationum de Prima Philosophia in quibus Dei
existentia & Animæ a corpore distinctio demonstratur. Husserl, en cambio, busca
acceder a la esfera definitivamente otra de la conciencia pura para sentar las bases de
una ciencia nueva, la Fenomenología Trascendental: ―Mis Ideas relativas a una
Fenomenología pura y una Filosofía fenomenológica (...) intentan fundamentar, bajo el
título de Fenomenología Pura o Trascendental, una ciencia nueva, bien que preparada
por el curso entero de la evolución filosófica desde Descartes, referente a un nuevo
1027
§ 46 (106) Cursivas de Husserl
Nota 107ª p. 467.
1029
Complemento en Ej. II: Yo existo y existo gnoseológicamente ―antes‖. Nota 107b p. 467.
1030
§ 46 (107) Cursivas mías.
1031
§ 46 (107)
1028
343
campo de experiencia [Erfahrungfeld], exclusivamente propio de ella, el de
―subjetividad trascendental‖ ‖1032.
Capítulo 25
ESTRUCTURAS UNIVERSALES DE LA CONCIENCIA PURA
Una vez ganada la región de la conciencia pura, Husserl se entrega al estudio de su
estructura. Ella se desplegará en el medio universal de la intencionalidad mediante una
serie
de
―universales
Wesenseigentümlichkeiten]‖
1033
peculiaridades
esenciales‖
[allgemeinsten
que corresponderán respectivamente a la reflexión, el
yo, el tiempo y la intencionalidad. Esta última llevará de suyo a los problemas
funcionales o constitutivos. Nosotros trataremos de estas estructuras en tres capítulos.
En éste abordaremos la peculiaridad esencial par excellence de esta esfera de las
vivencias: la reflexión. En el siguiente enfrentaremos una crítica radical a ella en cuanto
método de acceso a la esfera fenomenológica y en el tercero y final trataremos
brevemente y a grandes rasgos lo que hemos llamado sus grandes temas: el yo, el
tiempo, la intencionalidad y los problemas funcionales o constitutivos. Comencemos.
La notable extensión de la Fenomenología a todas las ciencias
La reducción fenomenológica ha dado por resultado el acceso al reino del ser ―absoluto‖
de la conciencia trascendental que luego habrá de mostrarse no como una región del ser
entre otras sino como la proto-categoría [Urkategorie] o proto-región [Urregion] en la
cual enraizarán, se referirán y dependerán esencialmente todas las otras categorías o
regiones del ser. En esta distinción esencial entre ser ―trascendental‖ y ―trascendente‖ se
fundan las relaciones que la Fenomenología guarda con todas las otras ciencias, desde el
momento en que ella ―se extiende en cierta notable forma, a todas las demás
ciencias‖1034 (169) justamente al desconectarlas1035. En efecto, todo aquello de que se
1032
Epílogo (374) Comillas de Husserl, cursivas mías.
§77 (172)
1034
§76 (169) Cursivas mías.
1033
344
tenga conciencia y su respectivo ser consciente caen bajo el estudio de la
Fenomenología. Así pues, si tomamos todo el ser trascendente (que engloba a toda la
naturaleza física comprendiendo lo material y lo psíquico) y sus consecuentes modos de
darse (conciencia del mundo material, conciencia del mundo psíquico) que
corresponden a todas las disciplinas posibles (física, antropología, sociología, historia,
psicología) y recordamos que, por esencia, se remite al ser trascendental, veremos que
de iure puede la Fenomenología extenderse a todos los ámbitos del saber: ―Todo lo
trascendente, en la medida en que se da en forma consciente, es objeto de una
investigación fenomenológica‖1036. Así, esta ―notable forma‖ de extenderse se
presentaría, en el caso de la naturaleza física, de este modo:
Ser Trascendente
naturaleza física
Ser Trascendental
desconexión
conciencia de la naturaleza física
fenomenología de la naturaleza física
desconexión
fenomenología de la conciencia de la naturaleza física
Ahora bien, el esquema anterior es una simplificación. El razonamiento husserliano es
más sutil y ello se nos revela al considerar el caso de la ―conciencia‖ a secas ¿qué
disciplina la estudia? La psicología. Pero la hay de dos tipos: empírica y eidética, y
ambas sucumben a la desconexión fenomenológica abriendo campo a la Fenomenología
Pura: ―Comprobamos que la conciencia (...) es objeto de la psicología: de la empírica,
en la investigación científica empírica; de la eidética, en la investigación científica de
las esencias. Por otra parte, entra en la Fenomenología, bajo la modalidad del quedar
colocado entre paréntesis‖1037. Esquemáticamente:
Ser Trascendente
Ser Trascendental
Conciencia/Psicología empírica→ reducción → Conciencia/Psicología eidética→ reducción → Fenomenología Pura
eidética
trascendental
1035
Husser prefiere aquí la expresión ―desconexión‖ [Ausschaltung] que Ricoeur vierte por ―mise hors
circuit‖ a la de ―puesta entre paréntesis‖ [Eingeklammerte] que entiende en sentido figurado [Bildich
gesprochen]
1036
§76 (170)
1037
§76 (170)
345
En referencia a ello, podemos por ahora sacar dos conclusiones: (i) psicología y
Fenomenología están estrecha y esencialmente relacionadas desde el momento en que
versan sobre el mismo objeto: las vivencias de conciencia; (ii) la psicología sólo puede
lograr una fundamentación radical en su respectivo análisis de esencias o psicología
eidética. Ahora bien, ¿cuáles son los ―grandes temas‖ de la Fenomenología?1038 Husserl
tiene muy en claro que aunque ―el campo de investigación está en franquía‖ 1039, ello no
equivale a dejar a la descripción completamente libre y descontrolada. Al contrario, será
precisamente esa región peculiar del ser la que deberá señalar la dirección de la
descripción: ―qué direcciones fundamentales señala a la descripción la forma esencial
más universal de las vivencias [die allgemeinste Wesensartung der Erlebnisse]‖1040. Los
capítulos siguientes buscarán caracterizar esta ―forma esencial más universal‖1041 que no
será otra que la intencionalidad con las peculiaridades de su estructura. Como se verá,
se trata de una posición diametralmente opuesta al punto de partida kantiano. Las
normas metodológicas para conocer de una región del ser no pueden preceder al estudio
de sus estructuras1042. La lógica formal se muestra estéril para proveer ―un método
determinado‖ y antes bien sólo suministra ―la forma de un posible método‖1043. ¿Qué es
pues un método determinado? ―Una norma que brota de la fundamental forma regional
del dominio y de las estructuras universales de ésta‖1044. Así pues, análogamente a como
antes al tratar de la percepción el único modo de seguir avanzando fue profundizar en
dicha experiencia desde el lado objetivo y su contenido, no queda ahora más que
1038
§76 (171) Cursivas de Husserl
Ibid.
1040
Ibid. Cursivas de Husserl
1041
Ricoeur: ―la spécification éidetique la plus générale des vécus‖ Idées (245)
1042
―Del conocimiento de estas estructuras se depende esencialmente para aprehenderlo
epistemológicamente‖§76 (171), sc. el dominio o región respectiva. Este carácter anti-kantiano que
antepone la descripción al estudio de la posibilidad de la descripción es patente en los pensadores de
raigambre fenomenológica. Véanse, por ejemplo, los enérgicos términos de Zubiri: ―Publicar este estudio
sobre la inteligencia después de haber publicado un estudio sobre la esencia, no significa colmar el vacío
de una necesidad insatisfecha; significa por el contrario mostrar sobre la marcha que el estudio del saber
no es anterior al estudio de la realidad. El «después» a que antes me refería no es pues una mera
constatación de hecho sino la mostración en acto de la deliberada repulsa de toda crítica del saber como
fundamento previo al estudio de lo real‖. Inteligencia Sentiente, v. I Inteligencia y realidad. Alianza
editorial, Madrid, España 5ª ed. 1998. Prólogo (10-11) Cursivas mías. En 1807 Hegel había afirmado:
―No obstante, si el temor a equivocarse infunde desconfianza hacia la ciencia, la cual se entrega a su tarea
sin semejantes reparos y conoce realmente, no se ve por qué no ha de sentirse, a la inversa, desconfianza
hacia esta desconfianza y abrigar la preocupación de que este temor a errar sea ya el error mismo‖
Fenomenología del Espíritu Introducción (52)
1043
Cf. §76 (171) Cursivas de Husserl
1044
§76 (172)
1039
346
profundizar en el lado subjetivo o de la forma y tomar como tema a la propia reflexión
que, dijéramos ―tras bambalinas‖, ha ido haciendo real todo el avance analítico.
La reflexión1045
Ésta se presenta como la más general, esencial y fundamental peculiaridad de la esfera
pura de las vivencias y debe ser tratada en primer lugar pues hace posible la
Fenomenología en cuanto método: ―El método fenomenológico se mueve íntegramente
en actos de la reflexión‖1046. No ha de perderse de vista en al análisis que sigue la
certera advertencia de Ricoeur al señalar la ambivalencia fundamental de la reflexión en
cuanto a que ella es, a la vez, (i) procedimiento fundamental de la Fenomenología y (ii)
característica esencial de toda vivencia1047. Husserl propone que recapitulemos ―esto
es, en actitud natural― antes de entrar más ―a fondo en las cosas‖ 1048, vale decir, en
actitud fenomenológica.
Recapitulación en actitud natural
Podemos condensar lo avanzado en ocho puntos1049:

todo yo vive sus vivencias

ellas contienen variados ingredientes reales [reell] e intencionales

lo anterior no equivale a ―tenerlas ante la mirada‖

toda vivencia puede, esencialmente, ser objetivada mediante el acto de reflexión
del yo

toda reflexión puede objetivarse en otra reflexión in infinitum

toda vivencia preexiste ―realmente‖ [wirklich] al acto reflexivo

al reflexionar se da ―como ahora‖ y ―como hace un momento‖
1045
No deja de llamar la atención que en dos pensadores tan dispares como Hegel y Husserl ocupe la
reflexión un lugar tan señalado y crucial. Se sabe que para el primero en su Ciencia de la lógica ―con
sus divisiones en lógica del Ser, de La Esencia y del Concepto― el estudio de la Esencia se inaugura con
la sección La esencia como reflexión en sí misma con todas sus complejas subdivisiones (reflexión
ponente, exterior y determinante) y determinaciones (identidad, diferencia, oposición y contradicción).
Este tema capital ya se había abordado en §38 y en §45 al tratar de la percepción inmanente si bien ello
había ocurrido ―aun antes de pisar el campo fenomenológico‖ §77 (172)
1046
§77 (172) Cursivas mías.
1047
―La réflexion est à la fois le procédé fondamental de la phénoménologie et un trait du vécu‖ Cf. Idées
p.246 nota.
1048
§77 (172)
1049
Cf. §77 (172-3)
347

al reflexionar, la esfera de las vivencias se presenta dotada de una temporalidad
básica estructurada
En este momento, al recordar Husserl que este análisis simplemente lo hemos hecho
―como psicólogos‖1050, deja en claro que la estructura que se manifiesta
―y que
consiste en una cierta extensión temporal hacia el pasado inmediato y lejano y hacia el
futuro inmediato y lejano desde el ahora en que reflexionamos―
no agrega nada
nuevo a los logros de la naciente psicología (de hecho toda esta estructura puede
remitirse a la doctrina del ―specious present‖ de James). Nótese en que si bien siempre
el futuro sucede al pasado, podemos en el ahora reflexivo inmediato movernos en
ambos
sentidos
dada,
justamente,
esa
peculiar
―extensión‖
del
ahora.
Esquemáticamente:
PASADO
FUTURO
pasado inmediato
Recuerdo-------------Retención
futuro inmediato
Ahora
Protensión----------Expectativa
Pese a que para Husserl se trata de un simple análisis psicológico (al punto que
caracteriza en el §78 a los análisis del precedente §77 como ―las trivialidades de la
actitud natural‖1051), la terminología usada es muy precisa y, desgraciadamente, ello no
se conserva en la versión de Gaos. Allí, en efecto, ―Protention‖ equivale al neologismo
―protención‖ y ―Retention‖ a ―retención‖, en tanto que ―Vorerinnerung‖ es vertido
como ―expectativa‖ y ―Wiedererinnerug‖ por ―recuerdo‖, con lo cual se pierde, frente a
esta última pareja de conceptos, el matiz de ―memoria hacia adelante‖ y ―memoria de
nuevo o de vuelta‖. Ricoeur traduce respectivamente ―protention‖, ―rétention‖, ―prosouvenir‖ y ―re-souvenir‖1052. Entrando más en detalle, vemos que la reflexión, en
relación al pasado, posee una doble propiedad: podemos (i) simplemente recordar algo
que ocurrió o bien (ii) proyectarnos ―en‖ el recuerdo a cuando aquello ocurría.
1050
§77 (174)
§78 (177)
1052
Cf. Idées (248)
1051
348
Análogamente, en relación al futuro, podemos (i) anticipar lo que sucederá o bien (ii)
proyectarnos ―en‖ la expectativa a ese futuro. En todos los casos, ―la percepción
inmanente, que de hecho es una reflexión‖1053 se refiere a lo pasado o futuro como
habiendo sido o habiendo de ser percibido.
Estudio fenomenológico de las reflexiones sobre las vivencias: Precisiones y Ley
Esencial
―Reflexión‖, según lo ya avanzado, designa: (i) un tipo de actos que permite apresar con
evidencia y analizar todo ingrediente de la corriente de conciencia; (ii) el método de
conciencia para el conocimiento de la conciencia en general y que permite a ella misma
volverse objeto de reflexión y (iii) ―formas de vivencias esencialmente relacionadas
[wesentlich zusammengehörige Erlebnisarten]‖1054 que integran un capítulo principal de
la Fenomenología. En otras palabras, toda reflexión tiene el carácter de una
modificación (que en principio toda conciencia puede experimentar) en virtud de un
cambio de actitud que transforma la vivencia en cuestión. Poco importa que el objeto de
reflexión sea una reflexión, ya que ―en último término nos remontamos a vivencias
absolutamente no reflejadas y a los posibles datos, ingredientes o intencionales, de
ellas‖ [und ihre reellen oder intentionalen Dabilien]1055‖ (Temática que será retomada
en §85 al tratar de la hyle intencional). Husserl formula ahora la siguiente Ley Esencial:
―Toda vivencia puede trasponerse en modificaciones reflexivas y en diversas
direcciones‖1056
Importancia metodológica del estudio de la reflexión: niveles originario y
reproductivo
Su importancia metodológica estriba en dos aspectos básicos: (i) incluye todos los
modos del aprehender inmanentemente esencias en los cuales nos damos cuenta de que
teníamos conciencia y de qué, lo cual toma la forma de ―un dirigir la mirada desde algo
consciente en otra forma a la conciencia de ello‖1057 e (ii) incluye la noción de
1053
§78 (176)
§78 (176) Ricoeur: ―espéces du vécu essentiellement solidaires ler unes des autres‖. Boyce Gigson:
―types of experience which belong essentially together‖
1055
§78 (176) Ricoeur: ―à leurs dabilia réels ou intentionnels‖. Boyce Gibson: ―the real (reellen) or
intentional data implicit in them (Dabilien)‖
1056
§78 (176) Cursivas de Husserl.
1057
§78 (177)
1054
349
―experiencia inmanente‖; ejemplarmente, la percepción inmanente con la peculiaridad
ya notada del ―haber sido percibido‖ y el ―haber de ser percibido‖. Con lo cual la tarea
fenomenológica cobra ya en este nivel un carácter específico: ―indagar sistemáticamente
el conjunto de las modificaciones de las vivencias que caen bajo el nombre de
reflexión‖1058. Es el momento de presentar lo que, junto con Husserl, podemos llamar
“niveles originario o radical y reproductivo o paralelo de las vivencias‖ que les
pertenece esencialmente como transformación operativa ideal. Son los siguientes:

El nivel originario presenta las características de flujo constante de los
inmediatos ―antes‖ y ―después‖ ligados por el ―ahora‖ viviente: ―Un río
constante de retenciones y protenciones unificado por un aspecto, él mismo
fluyente, de originariedad, en que se tiene conciencia del vivo ahora de la
vivencia frente a su ―antes‖ y ―después‖ ‖1059.

El nivel reproductivo apunta a que toda vivencia originaria tiene su paralelo
―exactamente correspondiente‖1060 en el recuerdo, expectativa o fantasía con sus
posibles reiteraciones, variaciones y sus consecuentes modalidades propias.
Agrego ejemplos en ausencia de los de Husserl, ―recuerdo que imaginaba‖,
―imagino que me acuerdo‖, ―recuerdo que esperaba‖, ―esperaba recordar‖,
―esperaba imaginar‖, ―imagino que esperaré‖, ―espero recordar‖, ―me acuerdo
que imaginaba que iba a suceder‖, ―espero recordar lo que imaginé‖, ―imagino
que esperaré recordando‖ etc.
En definitiva (y por más complejas que puedan ser las operaciones ideales
reproductivas) se remiten todas ―a ciertas vivencias primitivas, a “impresiones”, que
representan las vivencias absolutamente originarias en sentido fenomenológico‖1061 y
cuya característica definitoria es ―el momento del ahora vivo‖1062. Como muy bien
apunta Ricoeur, hemos llegado a un momento de síntesis privilegiado; al de lo dado1058
Ibid.
Ibid. Comillas de Husserl
1060
Ibid.
1061
§78 (178) Comillas y cursivas de Husserl. La semejanza con el razonamiento e incluso la
terminología de Hume es evidente. Husserl en 1931 a los 72 años, prologando la edición inglesa, no
ahorraba elogios para el gran pensador escocés: ―Se puede decir que en el Treatise de D. Hume se
encuentra el primer bosquejo sistemático de una Fenomenología Pura, aunque no eidética, y en especial
en su primer tomo el primer bosquejo de una fenomenología completa del conocimiento‖.Epílogo (389).
Cursivas mías.
1062
§78 (178) Cursivas de Husserl
1059
350
ahora o, con otras palabras, al de la presencia-presente: ―Maintenant l‘originaire est
compris temporellement comme le caractère vivant du présent. Ces deux sens du mot
s‘appellent: présence et présent: le donné est le maintenant‖1063. Los párrafos finales del
parágrafo insisten en que la única forma de obtener experiencia interna es mediante
actos reflexivos; es más, ―experiencia interna‖ y ―acto reflexivo‖ equivalen. Negar los
derechos de la reflexión sería, a ultranza, negar la posibilidad misma de pensar y cerrar
con ello no sólo las puertas a la Fenomenología sino a todo saber posible. Con la
peculiaridad que hemos notado
—la presencia presente originaria como otra
formulación del ―principio de todos los principios‖—
se reafirman entonces los
derechos absolutos de la reflexión percipiente inmanente y de la retención inmanente
frente a los derechos relativos del recuerdo inmanente. La razón de esto último, ahora lo
vemos, estriba en que todo recuerdo carece del ahora vivo.
No obstante todo este razonamiento, ya en época de Husserl fueron presentadas
objeciones profundas a su ―método de la reflexión‖. Después de todo, ¿no es
simplemente imposible apresar el ―ahora vivo‖ desde el momento en que la reflexión,
per se, tiene que llegar después?, ¿cómo conjurar la tensión manifiesta que hay entre la
intuición (experiencia inmediata) y la reflexión (experiencia mediata)?, ¿dónde radica,
en definitiva, el proceder metodológico último, en el intuir o en el reflexionar? Husserl
dedicó el §79 completo a enfrentar estos grandes problemas. Los consideraremos en el
capítulo siguiente.
Capítulo 26
LA REFLEXIÓN COMO ACCESO PRIVILEGIADO AL SER
FENOMENOLÓGICO
La Fenomenología y las dificultades de la “autoobservación”
En el §79 Husserl se hace cargo de la polémica entre H.J.Watt y Th.Lipps (las
objeciones son del primero). Se entiende que si el propio autor decidió insertarlo en el
1063
Idées p.254 nota.
351
cuerpo del texto es debido a la gravedad de unas objeciones que atacan los fundamentos
de posibilidad de la Fenomenología: la intuición intelectual, y por ende, la intuición
intelectual de la esencia de las vivencias. Conceptualmente, la objeción es una sola,
pero para efectos expositivos puede presentarse en dos grupos: (i) objeciones que
impugnan la intuición eidética y (ii) objeciones que impugnan el ―principio de todos los
principios‖.
Las primeras, en rigor ya fueron tratadas por Husserl a lo largo de toda la
Sección I, particularmente el capítulo II (Erróneas interpretaciones naturalistas) y
remitimos a él. Con las segundas no es así y las examinaremos más en detalle. Como de
costumbre, Husserl tomará posiciones en su más cómodo terreno, el de la refutación
lógica, y buscará dejar al descubierto el contrasentido de la posición contraria. Con
todo, veremos que la profundidad de aquellas objeciones hace que aún hoy, y pese a la
refutación lógica, gocen de vigor. Lo medular de ellas puede condensarse en estos
cuatro puntos:

¿Se puede transmitir la experiencia interna de una vivencia?

¿Cómo superar la brecha entre vivir algo y saber de ello?

¿Cómo sé que lo que vivo es tal como lo vivo?

Si aún supero todo lo anterior, ¿cómo saber si mi conocimiento es absoluto y no
mío particular?
En palabras del propio Watt: ―no se comprende cómo una información acerca del vivir
el vivir algo, aún cuando esté ahí, pueda estamparse sobre el papel‖ (...) ―vivir algo lo
hace, en conclusión, cada cual. Sólo que nadie sabe lo que es. Y aun cuando lo supiera,
¿cómo podría saber que su vivir algo es realmente absoluto, tal como se lo figura?‖1064.
Sin embargo, creemos que la argumentación pierde notoriamente su fuerza (y queda
desprotegida frente a la acusación de contrasentido) cuando agrega, para concluir, que
las dificultades enumeradas podrían superarse en virtud del método experimental
inductivo: ―Quizás una discusión de la cuestión de la auto-observación por parte de la
psicología experimental arrojará de nuevo luz sobre el campo‖ (…) ―debe confiar (la
1064
§79 (181) Cursivas en original. Esta argumentación aún hoy conserva su fuerza, por ejemplo en
KOLAKOWSKI, Husserl y la búsqueda de certeza: ―No hay razones para suponer que todos llegarán a
las mismas conclusiones, y si alguien dice «yo he tenido la intuición, usted no», la discusión se termina‖
(47)
352
Fenomenología) de suyo más bien en un método inductivo‖1065.
La respuesta de
Husserl a este último punto es más bien parca: la Fenomenología no hace afirmaciones
sobre existencias, no tiene que ver con el método inductivo y punto, ―de hechos se
siguen siempre sólo hechos‖1066. El punto delicado está antes. En efecto, la
fenomenología se mueve íntegramente en actos de la reflexión y realiza afirmaciones
gracias a ella, ―o más exactamente, a la intuición reflexiva de las esencias‖1067. He allí
el nudo: puesto que la Fenomenología busca apresar esencialmente vivencias originarias
no reflejadas y sólo puede hacerlo mediante reflexión, parece que por principio no son
apresables aquellas. De hecho, como bien apunta Watt, el contrasentido se afincaría en
la doctrina de Husserl, ya que la sola expresión ―intuición reflexiva‖ lo sería: ―La
esencia aprehendida es sólo esencia de la vivencia reflejada, y el creer poder llegar
mediante la reflexión a conocimientos absolutamente válidos, o válidos para las
vivencias en general, lo mismo reflejadas que no reflejadas, es completamente
infundado‖1068. Así pues, y al agregar todavía los reparos que tendría el llevar a la
expresión tales conocimientos, tenemos ya configurado un doble problema:

¿Cómo apresar la vivencia no reflejada si el único medio es la reflexión?

Aún si se pudiera apresar ¿cómo comunicarla?
Ante todo, Husserl advierte que tales objeciones afectan a toda reflexión posible y que
por tanto se vuelven contra quienes las formulan, pues una objeción válida es fruto de
una reflexión: ―Quien dice simplemente: dudo de la significación epistemológica de la
reflexión, afirma un contrasentido. Pues haciendo una proposición sobre su dudar,
reflexiona‖1069. La réplica es más sutil de lo que parece. Efectivamente, parece que
podría objetarse ¿cómo sé que la reflexión no altera la vivencia no reflejada? y sin
embargo supongo con ello la diferencia entre los dos tipos de vivencias (no reflejadas y
reflejadas), pues bien ¿cómo sé de las primeras?, replica Husserl: sólo por reflexión,
―Esto último, que era el constante supuesto, sólo puede saberse por medio de la
reflexión‖1070. No obstante, el último llamado husserliano (y también su debilidad) será
1065
§79 (181-2)
§8 (29)
1067
§79 (182) Cursivas mías.
1068
§79 (183) Cursivas mías.
1069
§79 (184)
1070
§79 (185)
1066
353
a realizar la experiencia propia de la intuición: ―Que se tome intuitivamente una
exposición como la que hemos intentado hacer en los parágrafos anteriores tan
intuitivamente como se llevó a cabo y se presentó‖1071. Por lo que se refiere a la
comunicabilidad de tal intuición hay que confesar que el mero hecho del lenguaje, o
mejor, la relación por así decir ―transparente‖ entre pensamiento y lenguaje es un
supuesto básico del autor: Nos entendemos y, a lo más, cabe hacer precisiones
terminológicas para la correcta expresión de las ideas. Queda pues por revisar la
posición de Husserl respecto a la comunicabilidad de lo vivenciado.
Sobre la terminología
En toda ciencia (y por tanto en Fenomenología) o, más precisamente, en toda expresión
del saber, es decisiva la elección de los términos adecuados. La relación entre conceptos
y términos no es el problema pues para Husserl el sentido como significación es algo
dado. Lo que ocurre es que en los comienzos de una ciencia son los propios conceptos
los que están ―en estado de fluidez‖1072 afectando por ello mismo su expresión
terminológica. Será el
desarrollo mismo de una ciencia es el que llevará a
―terminologías definitivas‖1073. En el caso de la Fenomenología ello cobra un carácter
singular, pues hay que utilizar términos forjados todos en actitud natural para expresar
la otra región del ser. ¿Cuáles utilizar?, da igual: ―Para el comienzo es buena toda
expresión, y en especial toda expresión figurada adecuadamente elegida‖1074.
Conforme, pero ¿cómo evitar la arbitrariedad?, ¿qué determina lo ―adecuado‖ de la
expresión elegida? La respuesta es antigua y sorprendente: la propia fuerza evocativa o
incluso impelente de la palabra desde su sentido figurado para llevarnos a una
intuición dada. Insistimos en ello, puesto que Husserl, lector de James y Bergson, tenía
muy claro que no había expresiones propias para expresar la vida de la conciencia. Así,
será adecuada toda expresión figurada ―que sea capaz [vermag] de dirigir nuestra
mirada hacia un proceso fenomenológico claramente aprehensible‖1075. Deriva de aquí
una importante consecuencia epistemológica: que no cabe exigir, como en las ciencias
exactas, ―definiciones‖ a la Fenomenología. Entiéndase bien, no es que al comienzo no
1071
§79 (185) Cursivas mías.
§84 (201)
1073
Ibid.
1074
§84 (201) Cursivas mías.
1075
Ibid. Cursivas mías. Boyce Gibson: ―Which has the quality of directing our glance to a
phenomenological result that can be clearly grasped‖
1072
354
haya definiciones provisorias por tratarse de una ciencia emergente. No, en esta
disciplina no puede haber definiciones dado el carácter exclusivamente descriptivo
exigido por su propio ―objeto‖: la corriente de las vivencias. Husserl remata con un
ejemplo ejemplar: la utilización del término ―intencionalidad‖. ¿Es vago?,
¿multiforme?, ¿difícil de fijar?, ¿de delimitar?, poco importa, pues se trata de ―un
concepto inicial y fundamental totalmente indispensable al comienzo de la
fenomenología‖1076. Vale decir, valiéndonos de él logramos la captación esencial de que
habíamos menester al considerar a todas las vivencias como ―conciencia de‖. ¿Por qué?,
porque para ello ―ha sido capaz‖ el término ―intencionalidad‖.
Otro ejemplo lo
encontramos en la utilización de los términos ―reducción‖, ―epoché‖, ―desconexión‖,
―puesta entre paréntesis‖ y ―poner fuera de juego‖ para expresar una sola idea: la del
cambio radical de actitud que nos abre las puertas de la Fenomenología.
Consecuencias esenciales de las réplicas
Es de evidencia esencial que partiendo de lo dado (por ejemplo de una percepción),
pueda volverme reflexivamente sobre el objeto (el percepto) y su correspondiente tener
conciencia (el percibir). No sólo eso, sino que es la única manera en que puedo saber de
mis contenidos de conciencia y del tener conciencia de ellos. En otras palabras, la
reflexión, lejos de ser un ―defecto‖ epistemológico que tuviéramos implica una
necesidad esencial anclada en las cosas mismas y que no depende de ―nuestra
accidental ―constitución psicofísica‖ ‖1077; aún más, ni siquiera Dios podría escapar a
ella: ―Dios mismo sólo reflexivamente podría adquirir conocimiento de su conciencia y
del contenido de ella‖1078. Es el concepto de la omnipotencia divina ―limitada‖ que
hallamos por ejemplo en Santo Tomás y que se opone a la omnipotencia ―ilimitada‖ que
vemos luego en Ockam y después en Descartes. Esta manera de comprender el aserto
husserliano es también la de Ricoeur: ―L‘idée de Dieu est ici l‘index de la noncontingence des lois éidétiques. Si Dieu est le principe de l‘ordre contingent (§58), il ne
l‘est pas de l‘ordre éidétique, il n‘est pas le créateur des vérités éternelles comme chez
Descartes‖1079. Ahora bien, ¿cuál puede ser el sentido de tal afirmación doctrinaria?,
¿cómo es posible hacer una afirmación sobre Dios cuando justamente queremos fundar
1076
§84 (202)
§79 (186)
1078
Ibid
1079
Idées, p.265 nota.
1077
355
la nueva ciencia no dogmáticamente? Husserl no puede haber caído en una
inconsecuencia tan manifiesta, ¿se trata de una afirmación meramente retórica
entonces? Sin duda no. Sucede que el autor acepta la doctrina kantiana de Dios como
idea-límite
― por tanto imprescindible para la propia razón― y por ende sujeta a la
necesidad de las verdades esenciales: ―La idea de Dios es un concepto límite, necesario
en las consideraciones epistemológicas, o un índice indispensable para construir ciertos
conceptos límites de que no podría prescindir ni siquiera el ateo filósofo‖1080. La
siguiente consecuencia se refiere al carácter normativo de la Fenomenología frente a la
psicología.
El análisis de la reflexión ha mostrado la ―íntima conexión‖ entre ambas
disciplinas 1081 (pues las dos tratan de la experiencia interna de las vivencias). Conexión
que, por lo mismo, habrá de ser fuente constante de variados malentendidos que incluso
muchos años después habrían de ser impugnados por Husserl: ―Grandes dificultades
fundadas en la naturaleza de las cosas depara en general el comprender, o al menos el
dominar con seguridad, la distinción entre la Fenomenología Trascendental y la
psicología descriptiva, o como últimamente se suele decir, ―fenomenológica‖ ‖1082. Para
Husserl dicha conexión establece la necesaria primacía normativa de la primera dado su
proceder puramente eidético. La Fenomenología tiene la última palabra en cuanto a la
metodología psicológica y ello debe no sólo ser reconocido sino incluso defendido por
el psicólogo: ―La Fenomenología es la instancia para juzgar de las cuestiones
metodológicas fundamentales de la psicología. Lo que ella afirma en general tiene el
psicólogo que reconocerlo, y dado el caso defenderlo, como condición de posibilidad de
toda su metodología ulterior‖1083. Husserl lo pone de manifiesto en un punto muy
preciso: la respuesta que ambas disciplinas adelantan frente a los posibles reparos
escépticos de su avance cognoscitivo o, lo que es lo mismo, frente a la posibilidad del
alcance de sus objetos propios. Así, en psicología, se cuestiona, como ya hemos visto, la
capacidad y alcance de la percepción interna. En física experimental se objetan las
limitaciones propias de la percepción externa. ¿Cómo pretenden ambas superar dichas
limitaciones? Mediante la inducción basada en la experiencia. He allí el contrasentido,
pues para llevar a cabo ―psicología experimental‖ o ―física experimental‖ se presuponen
1080
§79 (186) nota 1
§79 (187)
1082
Epílogo (377) Cursivas mías.
1083
§79 (188) Cursivas mías.
1081
356
como válidos ambos tipos de percepción: el que niega la validez de la reflexión
reflexiona y el que niega la validez de la percepción percibe: ―Todo genuino
escepticismo, de cualquier forma y dirección que sea, se delata en el contrasentido de
principio que consiste en suponer implícitamente en sus argumentos, como condiciones
de la posibilidad de la validez de éstos, justo aquello que niega en sus tesis‖1084. Remata
Husserl esta digresión polémica con dos consideraciones capitales:
a) Para el desarrollo llevado aquí en la digresión crítica, incluida la refutación, no ha
sido ni es necesario acceder a la Fenomenología Trascendental, basta un análisis
eidético: ―También las relaciones rozadas aquí entre la fenomenología (o entre la
psicología eidética, aquí provisionalmente no distinguida de ella y en todo caso unida
íntimamente a ella) y la psicología ciencia empírica, con todos los profundos problemas
conexos, recibirán mayor luz en el segundo libro de la obra‖1085.
b) En este nivel
—en el que la posibilidad precede a la realidad—
la doctrina
ontológica tradicional sirve, mutatis mutandis, para afianzar los derechos de la naciente
Fenomenología Trascendental: ―La vieja doctrina ontológica de que el conocimiento de
las “posibilidades” tiene que preceder al de las realidades [Wirklichkeiten], es a mi
parecer, con tal que se la entienda bien y se la use del justo modo, una gran verdad‖1086.
Años después, en el Epílogo, Husserl no sólo refrendaría esta afirmación sino que
incluso la enfatizaría: ―En todas partes tiene que anteceder igualmente la ciencia de las
posibilidades puras a la ciencia de las realidades efectivas‖1087. Muy es de notar la
relevancia que le fue dada a esta tesis en Ser y Tiempo: ―Más alta que la realidad está la
posibilidad. La comprensión de la Fenomenología radica únicamente en tomarla como
posibilidad‖1088.
1084
§79 (184)
§79 (188) Cursivas mías.
1086
§79 (189) Cursivas y comillas de Husserl.
1087
Epílogo (377)
1088
Ser y Tiempo §7 (49) Cursivas en el original. Allí mismo se incluye la siguiente nota: ―Si la siguiente
investigación da algunos pasos hacia delante por el camino que abre las ―cosas mismas‖, lo debe el autor
en primera línea a E. Husserl, que le familiarizó durante los años de estudio del autor en Friburgo con los
más variados dominios de la investigación fenomenológica, mediante una solícita dirección personal y la
más liberal comunicación de trabajos inéditos‖. Tristemente la historia mostraría que ―el autor‖ no estuvo
a la altura de la humanidad y liberalidad del maestro.
1085
357
Capítulo 27
LOS GRANDES TEMAS FENOMENOLÓGICOS
Los hemos resumido en tres: el yo, el tiempo y la intencionalidad. Su tratamiento se
encuadra entre los §80 y §86 del capítulo II (Estructuras universales de la conciencia
pura) de la Sección III de Ideen I. Los hemos separado con números romanos y hemos
agregado subtítulos según el caso. Nuestro tratamiento será nada más sumario y sucinto.
I El yo
Imposibilidad de su desconexión
La peculiaridad universal y esencial de las vivencias que vamos a tratar consiste en la
referencia necesaria de todas ellas al yo puro. En el desarrollo previo de Ideen I, ya
había aparecido este yo ―puro‖ al constatar la imposibilidad de su desconexión y su
conspicua trascendencia: ―Pero si nos queda, como residuo del desconectar
fenomenológicamente el mundo y la subjetividad empírica inherente a éste, un yo puro
(y un yo diverso por principio para cada corriente de vivencias), entonces se nos
presenta con él una trascendencia sui generis —no constituida— una trascendencia
en la inmanencia‖1089. En efecto, en actitud natural podemos constatar que basta
―pensar‖ cualquier cosa (el cogito en el mismo sentido cartesiano que abraza todo
percibir, fantasear, meditar, querer, alegrarse, entristecerse, desear, hacer y todas sus
correspondientes abstenciones) para poner al yo: ―En todos estos actos estoy yo ahí,
actualmente ahí. Reflexionando, me aprehendo como el hombre que está ahí‖1090.
Ahora, si efectuamos la epoché
existencias, notamos
—como también lo había reconocido valientemente Descartes
que llegado al punto correspondiente de las Meditationes se abstuvo de utilizar la
expresión homo e introdujo la célebre res cogitans—
hombre‖
1091
que sucumbe también ―yo, el
al tiempo que notamos que el yo puro es indesconectable: ―No hay
1089
§57 (133) Cursivas de Husserl.
§80 (189) Cursivas de Husserl.
1091
Ibid.
1090
358
desconexión capaz de borrar la forma del cogito y el sujeto ―puro‖ del acto‖1092, puesto
que incluso toda abstención es ya un cogito y por tanto posición del yo. ¿Cuáles son las
peculiaridades de esta presencia del yo puro?

Acompaña a toda vivencia abarcando incluso su necesario campo o fondo de
inactualidad. Si bien no actuales, todas aquellas vivencias potenciales ―
―pertenecen‖ a él como ―suyas‖, son el fondo de su conciencia, el campo de su
libertad‖1093.

No obstante jamás puede volverse objeto de investigación y su necesaria
presencia posee la extraordinaria propiedad de carecer de componentes
esenciales: ―No tiene absolutamente ningún contenido desplegable, es en sí y
por sí indescriptible: yo puro y nada más‖1094. Al respecto, nos parece muy
aclaratoria la observación de Ricoeur: ―Le moi est seulement impliqué dans
toute description comme manière de se comporter. Il ne se prête pas à la
question Qui sit, mais Quomodo sit‖1095.
Pero si bien el yo puro, como tal, no puede ser objeto de descripción; no por ello deja de
dar ocasión a múltiples descripciones según el modo en que el yo vive cada una de sus
vivencias. Esto permite distinguir: (i) entre la vivencia misma y el yo puro de la
vivencia; (ii) lo puramente subjetivo del modo de la vivencia y (iii) ―el restante
contenido de la vivencia desviado del yo‖1096. Con ello se han sentado las bases para la
fundamental división de las investigaciones según se orienten al lado objetivo o
subjetivo de las vivencias. Más en particular, ―las unas orientadas hacia la pura
subjetividad, las otras hacia lo que pertenece a la ―constitución‖ de la objetividad para
la subjetividad‖1097 lo cual será posteriormente el tema explícito del §86. Por de pronto,
cabe señalar que los dos capítulos siguientes de la sección III (3 Nóesis y nóema y 4
Sobre los problemas de las estructuras noético-noemáticas) ofrecerán investigaciones
1092
§80 (189)
§80 (190) Cursivas y comillas de Husserl.
1094
Ibid. Es notable que Husserl utilice aquí la conocida expresión hegeliana: ―es ist an und für sich‖.
1095
Cf. Idées p.271nota.
1096
§80 (190) Cursivas de Husserl. Ricoeur: ―Ce qui reste par soustraction, le statut (Gehalt) du vécu qui
pour ainsi dire se détourne du moi (ich-abgewante)‖. Boyce Gibson: ―The remainig, Ego-diverted content
of the experience‖
1097
§80 (190) Cursivas y comillas de Husserl.
1093
359
orientadas hacia el lado objetivo ―por ser el primero que se ofrece cuando se parte de la
actitud natural‖1098 .
II El tiempo
Diferencia preliminar entre el tiempo fenomenológico y el “cósmico”
Peculiaridad esencial universal de las vivencias es también el llamado ―tiempo
fenomenológico‖ que se distingue del tiempo llamado ―objetivo‖ o ―cósmico‖1099. Esto,
en primera instancia, pues en un estadio posterior de su pensamiento y exposición
permitirá distinguir cuatro referencias a la temporalidad: el tiempo objetivo (objektive
Zeit); el tiempo fenomenológico (phänomenologische Zeit); la proto-temporalidad (ÜrZeitlichkeit) y la a-temporalidad (Überzeitlichkeit)1100. Por lo que ahora nos ocupa,
basta afirmar que el tiempo ―objetivo‖ o ―cósmico‖ es el de uso habitual, el del reloj y el
calendario: el medible. El otro, el ―fenomenológico‖ o propio de la corriente de las
vivencias, el inmanente con sus modos básicos del ―ahora‖, ―antes‖ y ―después‖ y las
notas de ―simultáneo‖ o ―sucesivo‖ etc. y fruto de la reducción fenomenológica, i.e.
desvinculado de la existencia espacio-temporal, no puede medirse por medio de nada
físico ―ni en general se puede medir‖1101. Husserl presenta una analogía propiamente tal
(de 4 términos) entre el tiempo y el espacio: el tiempo cósmico es al tiempo
fenomenológico como la ―extensión‖ [Ausdehnung] espacial objetiva es a la
―expansión‖ [Ausbreitung] inmanente de un dato de sensación1102. Esquemáticamente:
TIEMPO ESPACIAL
=
EXTENSIÓN ESPACIAL
TIEMPO FENOMENOLÓGICO
EXPANSIÓN INMANENTE
Obviamente, Husserl se preocupa de recordar el carácter estrictamente analógico de los
términos de la comparación puesto que no hay comunidad de esencia entre
trascendencias y vivencias ni tampoco entre el tiempo y el espacio: ―En la vivencia y
sus notas puede exhibirse bajo la forma de apariencia el tiempo trascendente; pero en
1098
§80 (191)
Revisando, Husserl titubeó posteriormente en la terminología agregando esta observación marginal en
su Ej.II: ―cósmico puede ser malinterpretado:¿tiempo espacial?‖. Cf. nota 191ª p.477
1100
FLORES (69)
1101
§81 (191)
1102
Cf. §81 (191) Ricoeur traduce ―Ausdehnung‖ por ―l‘étendue‖ y ―Ausbreitung‖ por ―l‘extension‖.
Boyce Gibson: ―extension‖ y ―extensity [spread]‖ respectivamente.
1099
360
principio no tiene sentido aquí, como en ninguna otra parte, suponer una semejanza de
―imagen‖ entre la exhibición y lo exhibido, semejanza que, en cuanto tal, supondría una
unidad de esencia.‖1103.
Primera referencia a la “autoconstitución” y al “enigma” de la conciencia del
tiempo
El tiempo determina una esfera de estudios y problemas perfectamente cerrada y ―de
excepcional dificultad‖1104. No sólo eso, sino el campo en el cual, por decirlo así, la
Fenomenología se sobrepasa a sí misma. En efecto, el absoluto trascendental que nos
había procurado la reducción fenomenológica remite más allá de sí hasta una protoautoconstitución-originaria: el absoluto ―se constituye a sí mismo en cierto sentido
profundo‖1105. Este es el nudo de problemas final que habrá de enfrentar la búsqueda
fenomenológica. A esas alturas, la ―región‖ consciencia habrá dejado de ser una región
más entre las regiones e incluso los arduos problemas de constitución de la objetividad
encontrarán su fundamento. Serios estudiosos de la Fenomenología han interpretado de
este modo las afirmaciones de Husserl. Así por ejemplo Ricoeur, ―L‘Urkonstitution du
moi ―qui est en un sens une auto-constitution― fait l‘objet d‘un groupe important
d‘inédits. S‘il y a, comme il est dit plus loin, une «énigme» (Rätsel) de la conscience du
temps, c‘est en tant qu‘elle touche à cette Urkonstitution du moi lui-même‖1106 y Zubiri,
―su problema radical es justamente la constitución de mi ego y del mundo en que este
ego vive. En rigor, es el problema de la autoconstitución. Es el intento supremo de
llevar la constitución a evidencia, es decir, es el supremo intento de lo que Husserl ha
llamado razón: es la reconstitución evidencial de lo que soy como ego, y de lo que es el
mundo de este ego. Esta reconstitución es la suprema evidencia‖1107. Condensemos en
nueve las características del tiempo fenomenológico que Husserl, en este momento,
adelanta:

la temporalidad no designa una propiedad esencial de cada vivencia aislada sino
una ―forma necesaria de unión de unas vivencias con otras”1108
1103
§80 (192)
Ibid.
1105
Ibid.
1106
Cf. Idées p. 274 nota.
1107
ZUBIRI (245)
1108
§81 (193) Cursivas de Husserl.
1104
361

toda vivencia, que necesariamente dura, se inserta en un ―continuo lleno‖1109

ese continuo se exhibe como infinito. Una vivencia comienza y finaliza, ―pero la
corriente de las vivencias no puede empezar ni finalizar‖1110

el yo siempre puede dirigir su mirada pura para aprehender la vivencia durando
en el tiempo fenomenológico

también puede dirigir su mirada al modo de darse la vivencia

este modo de darse es a su vez una vivencia

el ahora persiste como una especie de forma para una materia siempre nueva

según transcurre, cada vivencia se da como ―un continuo encajar de retenciones
en retenciones‖1111 que van modificándose

al continuo de las retenciones le corresponde un continuo de las protensiones
Así, desde el momento en que el triple horizonte de las vivencias es a la vez el horizonte
de reflexión sobre las vivencias, podemos considerar en este momento al ―ahora‖ bajo
esta perspectiva.
El ahora vivo y el modificado
Tal como antes nos referimos al horizonte de inactualidad que acompaña a toda
percepción1112, notamos que todo ―ahora‖ de las vivencias conlleva su necesario
horizonte ―lleno sin solución de continuidad‖ del ―antes‖ y del ―después‖1113. Esto
indica que en modo alguno se trata de una postulación formal. El ahora-pasado es una
vivencia pasada y el ahora-futuro será una vivencia futura como horizonte del ―ahora
originario y total‖1114. Husserl formula una nueva Ley Esencial: ―Toda vivencia se halla
inserta en un complejo de vivencias esencialmente encerrado en sí mismo, no sólo bajo
el punto de vista de la sucesión temporal, sino también bajo el punto de vista de la
simultaneidad‖1115. En otras palabras, todo yo puede reflexivamente remontarse a los
respectivos ―ahora‖ modificados con sus correspondientes ―fue simultáneamente‖ y
1109
Ibid.
Ibid.
1111
§81 (194)
1112
Cf. §35 (79)
1113
§82 (194)
1114
§82 (195) Cursivas de Husserl.
1115
§82 (195) Cursivas de Husserl.
1110
362
―será simultáneamente‖. El ahora presente y los ―ahoras modificados‖ no son separables
de sus horizontes propios.
La peculiar aprehensión unitaria de la corriente de las vivencias
Sabemos que podemos desplazarnos libremente a lo largo y ancho del horizonte de las
vivencias y que sin embargo, ―no es nunca este complejo [Zusammenhang] entero algo
dado o que pueda darse por medio de una sola mirada pura‖1116. Sin embargo, en cierto
modo aprehendemos la corriente de las vivencias como una unidad: ―en el modo de una
Idea en sentido kantiano‖1117. Sin duda que se trata de una intuición pero ―en un sentido
adecuadamente ampliado del término darse‖1118. Ello implica, por de pronto, dos cosas:
(i) provenir de una fuente distinta de la que emana el ser de cada vivencia dada en
percepción inmanente y (ii) pertenecer a un tipo peculiar de ideación, la intuición de una
―idea kantiana‖. ¿Qué es lo distintivo de esta última? ―No perder lo que tiene de
evidencia por ser inasequible la determinación adecuada de su contenido, aquí la
corriente de las vivencias‖1119. Paul Ricoeur ha notado certeramente que, aparte este
caso, la referencia a la idea límite kantiana había sido utilizada ya dos veces: al tratar de
la geometría (―Aquella ideación que da por resultado las esencias ideales como ―límites‖
ideales con que en principio no cabe encontrarse en ninguna intuición sensible‖1120) y,
según vimos en el capítulo anterior, al tratar de Dios (―La idea de Dios es un concepto
límite, necesario en las discusiones epistemológicas‖1121); con lo cual se hace patente
que la ―idea‖ en sentido kantiano juega un triple rol crucial al interior de Ideen I bajo las
siguientes formas: unidad del flujo de las vivencias, límite ideal geométrico y Dios1122.
Cabe considerar, por último, la dependencia esencial respecto de su único horizonte,
que caracteriza a toda vivencia.
1116
§83 (196). Cursivas de Husserl. Ricoeur traduce ―Zusammenhang‖ como ―enchaînement‖. Boyce
Gibson, ―connexion‖.
1117
§83 (196-7) Cursivas de Husserl. Kant define así: ―El concepto es, o bien empírico, o bien puro. Este
último, en la medida en que no se origina sino en el entendimiento (no en la imagen pura de la
sensibilidad), se llama noción (notio). Un concepto que esté formado por nociones y que rebase la
posibilidad de la experiencia es una idea o concepto de razón‖(B 377) Crítica de la Razón Pura,
Alfaguara, Madrid 1978 (314)
1118
§83 (197) Cursivas mías.
1119
Ibid.
1120
§74 (166) Cursivas y comillas de Husserl.
1121
§79 (186) nota.
1122
―Trois usages differents de la notion d‘Idée: l‘essence-limite de la géométrie (p.138n.1), le conceptlimite de Dieu (p.157 n.1), l‘unité totale du flux vécu‖. Cf. Idées p.281nota (La numeración indicada es la
de Husserliana)
363
En efecto, cada vivencia posible transcurre inscrita o inserta en su respectivo
horizonte tal como podemos verlo, por ejemplo, al analizar una percepción cualquiera.
Puede ser percepción, digamos, de la misma casa y no obstante el contorno propio de
las vivencias que la rodean, en tanto percepción, no puede ser el mismo entre un yo y
otro. Se trataría de la misma corriente de vivencias con el mismo ―halo‖ en ambos
casos, lo cual no puede ser o es, según Husserl, inconcebible: ―Una consideración más
detenida mostraría, además, que son inconcebibles dos corrientes de vivencias (esferas
de conciencia para dos yos puros) de idéntico contenido esencial‖1123. El autor formula
una nueva Ley Esencial: ―ninguna vivencia concreta puede pasar por independiente en
sentido plenario‖1124.
III La intencionalidad
Esta peculiaridad esencial de las vivencias acota el campo de estudios de la
Fenomenología de ―orientación objetiva‖ según ya habíamos adelantado: ―Habremos de
decir muchas cosas de la ―referencia intencional‖ de las vivencias (o del yo puro que las
vive) a los objetos y de muchas clases de componentes de las vivencias y ―correlatos
intencionales‖ que se relacionan con ellos‖1125. Con más precisión, no podemos decir de
toda vivencia que tenga intencionalidad en el sentido actual del cogito tal como sí
podemos decir de toda vivencia que es temporal. En particular, la intencionalidad:

caracteriza la conciencia en su pleno sentido

designa la corriente entera de las vivencias como corriente de conciencia

designa la corriente entera de las vivencias como corriente de una conciencia
Resumiendo muy apretadamente podríamos decir que todo cogito en el más amplio
sentido (que abarca desde lo puramente teórico a lo cargadamente afectivo) implica su
cogitatum inscrito en su respectivo y esencial campo inactual necesariamente abierto a
la posible mirada actualizadora del ego. Y aunque parece que hasta aquí no hemos
hecho sino recapitular, cabe preguntarse, ¿qué nuevos elementos están agregados en
este análisis de la intencionalidad a nivel de estructura fenomenológica universal?
1123
§83 (197-8) Cursivas de Husserl.
§83 (197) Cursivas de Husserl.
1125
§80 (190)
1124
364
La noción ampliada de intencionalidad
Al tratar de aquellos actos orientados ahora específicamente hacia la constitución de
objetividades, Husserl distingue entre las diferentes ―modificaciones‖ y ―capas‖ de
actos simples y fundados según apunta Ricoeur: ―Il reste tous les problèmes de
structure, c‘est-à-dire les «modifications» de toute espèce et les hiérarchies des
«couches» d‘actes simples et fondés‖
1126
. Por de pronto, lo que Husserl llama
―mociones‖ [Regungen] y actos ―llevados a cabo‖ [vollzogen] y que serán tratados más
a fondo en el §115 (―Aplicaciones. El concepto ampliado de acto. Actos llevados a cabo
y mociones de actos‖). Adelantemos algo de estos notables aspectos (todos incluidos en
la noción de ―intencionalidad‖) descubiertos por Husserl. Si tomamos la tristeza, por
ejemplo, podremos notar que tiene que estar ―en el fondo‖ [Hintergrunde], como
―cebando‖ al yo del caso según su ―lejanía‖ o no para que efectivamente se
entristezca1127. Se trata de un fondo no de ―profundidad‖ u ―hondura‖ sino de ―plano de
atrás‖, ―segundo plano‖. Ricoeur: ―l‘arrière-plan‖. Boyce Gibson: ―Background‖.
Ricoeur al traducir ―Regung‖ (―movimiento‖, ―impulso‖) utiliza ―amorcer‖ que, junto
con ―iniciar‖, ―emprender‖, también significa ―cebar‖ y como sustantivo ―carnada‖.
Boyce Gibson: ―Stirring‖. Al mismo tiempo, podemos advertir que múltiples
―mociones‖ pueden permanecer ―en el fondo‖ sin desencadenar la ―ejecución‖ u
―operación‖ [Vollzug]. Estamos convencidos de que es de la mayor importancia
destacar esta noción ampliada de intencionalidad cuyas graves consecuencias no se
aprecian al traducir ―Regungen‖ por ―mociones‖. Lo que Husserl está en realidad
haciendo es extender el horizonte de las vivencias hasta incluir en él a las mismas
pulsiones. Prueba fehaciente de ello es la Adición XVI donde afirma con toda claridad
que ―no debe afirmarse que sea inconcebible que el fondo sea un mero fondo de
sensaciones sin apercepciones de cosas‖ y que ―parece que haya o pueda haber diversos
modos de la conciencia de fondo, el modo primitivo, que no presenta nada de tales
modificaciones, y la conciencia de fondo que es una conciencia de primer término
hundida en la oscuridad‖1128. Esto puede parecer sorprendente frente a una lectura
apresurada que simplemente haga equivaler ―conciencia de‖ a cogito puramente
1126
Idées p.282 nota
Cf. §84 (200). Se trata de un fondo no de ―profundidad‖ u ―hondura‖ sino de ―plano de atrás‖,
―segundo plano‖. Ricoeur: ―l‘arrière-plan‖. Boyce Gibson: ―Background‖. Ricoeur al traducir ―Regung‖
(―movimiento‖, ―impulso‖) utiliza ―amorcer‖ que, junto con ―iniciar‖, ―emprender‖, también significa
―cebar‖ y como sustantivo ―carnada‖. Boyce Gibson: ―Stirring‖.
1128
Adición XVI (425) Cursivas mías.
1127
365
intelectual. Por el contrario, Husserl, al incluir derechamente las pulsiones ciegas en la
esfera de las vivencias o, lo que tanto vale, al haber extendido la noción de ―conciencia
de‖ al extremo de dejar al cogito como un simple caso particular y restringido de ella,
ha sentado las bases de una fenomenología que dista mucho ser una ―intelectualización‖
de la complejidad de la experiencia. Era preciso destacarlo ya que tales pasajes no
suelen aquilatarse en su debido peso. Sus propias palabras no dejan lugar a dudas: ―Por
eso no hicimos entrar en la esencia de la intencionalidad también lo específico del
cogito (…) antes bien, este cogitativo nos sirvió como una modalidad especial de lo que
llamamos en general intencionalidad‖1129.
Hyle sensible [Sensuelle], morphé
Husserl reitera el campo acotado en que se desenvolverá el desarrollo de Ideen I al
señalar que no se llegará hasta la última esfera autoconstituyente sino que se avanzará
sólo hasta los problemas de constitución de trascendencias: ―En el plano de nuestras
consideraciones en que nos mantenemos hasta más adelante y que se abstiene de
descender a las oscuras profundidades de la conciencia última que constituye la
temporalidad de las vivencias‖1130 y, más adelante, ―dentro del plano, en que hay que
mantenerse
constantemente,
de
la
temporalidad
constituida‖1131.
permaneciendo al interior de esta especie de ―medio universal‖
1132
Así
pues,
de la intencionalidad
que abarca todas las vivencias podemos realizar la siguiente distinción:

Las vivencias designadas en las Investigaciones Lógicas (VI §58) como
―contenidos primarios‖ que corresponden a todo tipo de data sensible tales como
―datos de color, datos de sonido, datos del tacto, etc.‖ y sensaciones tales como
―placer, dolor, cosquilleo etc.‖1133. En suma, elementos puramente sensibles y
carentes de intencionalidad sobre los cuales una ―capa animadora‖
[beseelende...Schicht] da sentido: ―Capa mediante la cual se produce de lo
sensible, que en sí no tiene nada de intencionalidad, justo la vivencia
intencional concreta‖1134.
1129
§84 (200) Cursivas mías.
§85 (202) Cursivas mías.
1131
§85 (203) Cursivas mías.
1132
§85 (202)
1133
§85 (203)
1134
§85 (203) Cursivas de Husserl.
1130
366

Las vivencias o momentos de las vivencias [Erlebnismomente] que llevan en sí
lo específico de la intencionalidad1135.
Pero junto con ello,
han quedado al descubierto y en suspenso dos enormes
interrogantes:

¿Se hallan siempre en ―función intencional‖ estas ―vivencias sensibles
[sensuellen Erlebnise]‖1136 o pueden darse sin la ―capa animadora‖ en una
especie de ―puro sentir‖? o, como Husserl lo dice más adelante, ¿puede haber
“materias sin forma [Stoffe formlose]?‖1137

Inversamente, ¿puede originarse la intencionalidad sin una base sensible
[sensuelle Unterlagen]? o también haber ¿“formas sin materia [stofflose
Formen]?‖1138
En suma, esta ―notable dualidad y unidad‖
1139
de hyle puramente sensual y morphé
intencional domina la esfera de estudios del lado ―objetivo‖ de la intencionalidad. Muy
en general, la sensualidad se presenta como materia para ciertas formaciones de sentido.
Precisiones terminológicas atinentes
“Hyle”: Con el fin de prevenir malentendidos, y en función de fijar el concepto
funcional de hyle, Husserl se desprende de una serie de términos (―contenido primario‖,
―vivencia sensible‖, ―vivencias pura o meramente sensibles‖) amén de las
ambigüedades inseparables de las expresiones ―sentido‖ (referido tanto a órganos del
sentir y su actividad y como a la función intencional de dar sentido) y ―sensibilidad‖
(que apunta a capacidad de sentir, sentimientos y emociones) y elige la expresión
“datos hyléticos materiales” para designar todo el grupo de las materias sensibles.1140
1135
§85 (202) Gaos, extrañamente, vierte ―Erlebnismomente‖ como ―elementos de las vivencias‖.
Ricoeur: ―moments du vécu‖. Boyce Gibson, ―Phases of experience‖.
1136
§85 (203)
1137
§85 (204) Cursivas de Husserl.
1138
Ibid. Cursivas de Husserl
1139
§85 (203) Anteriormente (§41 92), al tratar de la percepción, Husserl había hecho mención a la
misteriosa relación entre lo trascendente y la conciencia.
1140
§85 (204) Cursivas de Husserl. Gaos es aquí impreciso. El original dice ―den Ausdruck hyletische
oder stoffliche Data‖. Ricoeur: ―l‘expression de data hylétiques ou matériels‖. Boyce Gibson: ―the
expression hyletic or material data‖.
367
“Noesis”: Aquí se desecha el término ―conciencia‖ (o más precisamente ―momentos de
conciencia‖ [Bewußtseinsmomenten]) y ―psíquico‖ (por su relación con la psicología
experimental) para expresar la conformación intencional de los data hyléticos y se
escoge el de ―momento noético‖ [noetisches Moment] o simplemente ―nóesis‖.1141 En
suma: ―La corriente del ser fenomenológico tiene una capa material y una capa
noética‖.1142
Los problemas funcionales: el origen de todo sentido
Muy es de notar, primeramente, que Husserl haya agregado la siguiente observación al
título en su Ej.II: ―los problemas constitutivos‖, modificando con ello el título original
del §86 y que mantuvo siempre en todas las ediciones posteriores: ―Los problemas
funcionales‖1143. Y si bien sabemos que fue a la postre ―constitución‖ la expresión
consagrada, no podemos negar la virtud que poseía el término ―función‖ al indicar una
especie de estructura operatoria que, no obstante acercarlo a la matemática, resaltaba el
carácter dinámico de la conciencia sin ―cosificar‖ o ―sustancializar‖ a esta última, cosa
mucho más difícil de evitar con el término ―constitución‖. Se trata pues de una tensión
interna o ambigüedad más discernible en Ideen I y que apreciamos claramente en el §86
dedicado a la constitución, cuando el propio Husserl afirma: ―El punto de vista de la
función es el central de la Fenomenología‖1144. Sin embargo, todo indica que en este
caso Husserl buscaba distanciarse no sólo conceptual sino terminológicamente de la
matemática y de salvaguardar ese espacio fenomenológico de la noesis: ―“Función” en
este sentido (totalmente distinto frente al de la matemática) es algo de todo punto sui
generis que se funda en la esencia pura de las nóesis‖1145. Espacio en el cual nos
enfrentaremos a ―los problemas mayores de todos‖: los de la “constitución de las
objetividades de la conciencia [Konstitution der Bewußtseingegenständlichkeiten]‖1146.
Efectivamente, aquí la tensión estará alimentada por los polos ―materia irracional‖ y
―conciencia‖, algo que, bajo ningún aspecto puede ser una ―cosa‖ sino aquello que
otorga todo sentido concebible: ―La conciencia es, pues, toto cœlo diversa de lo único
1141
§85 (205) Es incomprensible la traducción de ―Bewußtseinsmomenten‖ por ―elementos de la
conciencia‖ y de ―noetisches Moment‖ por ―elemento noético‖.
1142
§85 (206) Cursivas de Husserl.
1143
Cf. nota 207ª p.478
1144
§86 (207) Cursivas mías.
1145
§86 (207) Cursivas y comillas de Husserl.
1146
§86 (207) Cursivas de Husserl. Ricoeur: ―constitution des objectivités de conscience‖. Boyce Gibson:
―constituting of the objective field of consciousness‖
368
que quiere ver el sensualismo, de la materia, de suyo y de hecho carente de sentido,
irracional ―aunque sin duda accesible a la racionalización‖1147. Y sin embargo, pese a
la radicalidad en que se presentan, tales problemas no son los más profundos, pues la
tensión se da aquí entre la materia totalmente irracional y el sentido sintético unificador
que aporta la conciencia y no desciende hasta las ya señaladas profundidades de la
autoconstitución en la temporalidad originaria. En efecto, que la conciencia anime un
contenido hyletico y le dé sentido ya es un gran problema (se trata de la ―síntesis‖, que
sólo en la terminología recuerda a Kant, y que remitirá al punto de vista
―teleológico‖1148), pero que además surjan para ella objetos como tales que haya, según
el caso, que determinar racionalmente es, cuando menos, otro gran misterio. ¿Cómo se
constituye una ―conciencia objetiva de la objetividad [daß objektive Einheit der
Gegenständlichkeit]‖1149?, ¿de qué modo la conciencia es ―fuente de toda razón y
sinrazón, de toda legitimidad e ilegitimidad, de toda verdadera realidad y ficción, de
todo valor y contravalor, de toda hazaña y fechoría [Tat und Untat]‖1150? En este punto
es difícil no emparentar este razonar con la gran idea hegeliana de un espíritu que se
―extraña a sí mismo‖ y se busca como un otro donde él mismo se ha puesto. En palabras
de Hegel: ―La sustancia viva es, además, el ser que es en verdad sujeto o, lo que tanto
vale, que es en verdad real pero sólo en cuanto es el movimiento del ponerse a sí misma
o la mediación de su devenir otro consigo misma‖1151. Y sin embargo a su modo —no
aquí fenomenología del Espíritu sino Trascendental—
enfrentará Husserl la magna
tarea de ―averiguar cómo se ―constituyen conscientemente‖ las unidades objetivas de
toda región y categoría‖1152, desde las más elementales ―intuiciones simples‖ hasta las
formas ―más altas, las de la ciencia teórica rigurosa‖1153, ―y de toda cultura‖, según
1147
§86 (207) Cursivas mías.
―Aparece la consideración de lo singular bajo el punto de vista ―teleológico‖ de su función, hacer
posible la unidad sintética‖(208) Ricoeur aclara, ―la phénoménologie est una téléologie, une science
fonctionnelle, en ce sens qu‘elle subordonne les problèmes partiels à la totalité des «sens» constitués et à
la totalité du flux de conscience‖Idées (295 nota)
1149
§86 (207) Ricoeur: ―l‘unité objective (objektive) du vis-à-vis de la conscience (Gegenständlichkeit)‖.
Boyce Gibson: ―In the objective unity of the field of objects‖.
1150
Ibid. Si bien Gaos se toma aquí una cierta libertad (pues el alemán tiene una palabra para ―hazaña‖,
―Heldentat‖, literalmente, ―obra o acción de héroe‖ y para ―fechoría‖ por ejemplo ―Bosheit‖ o
―Schlechtigkeit‖) sin duda que apunta mejor al sentido de lo que Husserl quiere expresar. De hecho,
―actuar‖ o ―no actuar‖ no dice relación a dar sentido. Ricoeur: ―de toute action (Tat) et de toute nonaction‖. Boyce Gibson: ―all deed and misdeed‖.
1151
Fenomenología del Espíritu Prólogo (15-6)
1152
§86 (208)
1153
§86 (208-9)
1148
369
agregó el autor en su Ej.III1154. En suma, la Fenomenología Trascendental habrá de
mostrar cómo las formas fundamentales de conciencia ―diseñan por su propia esencia
todas las posibilidades del ser (y las imposibilidades)‖1155. Y eso vale para la posibilidad
de su propia existencia, pues si la posibilidad de la Fenomenología no hubiese ya
dormido profundamente entre las miles de páginas de los Principios de Psicología de
William James, ni siquiera la eximia mano de un Husserl hubiese podido sacarla de su
letargo.
1154
1155
Cf. nota 209ª p.478
§86 (209) Cursivas de Husserl.
370
III
WHITEHEAD
HUSSERL
JAMES
La conciencia es lo que surge en algún proceso de síntesis
de operaciones físicas y mentales
Proceso y Realidad, pag. 330
No pocos se cierran la entrada simplemente porque no son capaces de aprehender la
vivencia intencional con la esencia que le es propia en cuanto tal
Ideen I § 87
Ahora, la relación de conocer es la cosa más misteriosa que hay en el mundo
Principles of Pychology, cap.VIII
371
372
Capítulo 28
LA NOCIÓN DE “CORRIENTE DE PENSAMIENTO” EN THE
PRINCIPLES OF PSYCHOLOGY
En el primer párrafo del Capítulo IX titulado justamente ―The Stream of Thought‖,
William James, escribiendo como psicólogo y comenzando el estudio de la mente desde
dentro1156 establece que ―lo único que la psicología tiene derecho a postular al comienzo
es el hecho mismo del pensar‖1157. Para efectos de estas constataciones y a lo largo de
todo el texto, James utilizará indiferentemente los términos ―pensamiento‖ (thought) y
―sentir‖ (feeling); así lo decide al tratar de la nomenclatura en el capítulo VII (―The
Methods and Snares of Psychology‖) y confesar que es la mejor elección que puede
hacerse y que cada término será usado dependiendo del contexto1158. Y lo primero que
notamos es que el pensar o sentir simplemente, ―pasa‖, ―va‖, ―ocurre‖, ―acontece‖1159.
Esta postulación básica no debería hacer creer, sin embargo, que James supone algo así
como un ―monismo del pensar‖. Lejos de ello. Hay dos dualismos capitales, a diferente
nivel y uno contenido en el otro,
que el psicólogo —desde su punto de vista, ―el
relativamente a-crítico y no idealista de toda ciencia natural y más allá del cual este
libro no puede ir‖— debe aceptar1160. En primer lugar el dualismo más básico de todos
que, en cuanto psicólogo, se presenta como insoslayable: el existente entre los estados
de conciencia y los procesos cerebrales correspondientes y vice-versa. No es preciso
suponer ―influencia‖ de ningún tipo entre uno y otro lado de la oposición sino que basta
aceptar el paralelo entre ―procesos cerebrales‖ y ―estados de conciencia‖1161. Cualquier
1156
P: ―We now begin our study of the mind from within‖ IX (146) Cursivas mías.
P: ―The only thing which psychology has a right to postulate at the outset is the fact of thinking itself‖
IX (146)
1158
P: ―In this quandary we can make no definitive choice, but must, accordingly to the convenience of
the context, use sometimes one, sometimes another of the that have been mentioned. My own partiality is
for either FEELING or THOUGHT‖ VII (122) Cursivas y mayúsculas de James.
1159
P: ―The first fact for us, then, as psychologists, is that thinking of some sort goes on‖ IX (146)
Cursivas de James.
1160
P: ―The psychological point of view, the relatively uncritical no-idealistic point of view of all natural
science, beyond which this book cannot go‖ IX (177) Cursivas de James.
1161
P: ―The bare PHENOMENON, however, the IMMEDIATELY KNOWN thing which on the mental
side is in apposition with the entire brain-process is the state of consciousness and not the soul itself‖ VI
(119) Cursivas y mayúsculas de James.
1157
373
supuesto acerca de un ―alma‖ iría más allá del ―mero fenómeno‖ y nos dejaría fuera del
ámbito de la psicología adentrándonos en la metafísica; no es preciso, ―los fenómenos
son bastantes y el único ―pensador‖ verificable es el propio pensar que va pasando1162.
Dado este ―pensar que pasa‖ debemos, a su vez, aceptar un segundo dualismo ineludible
y que corresponde a la actitud que el psicólogo debe tomar frente al fenómeno del
conocimiento: nos referimos al dualismo entre que hay entre la mente que conoce y la
cosa conocida. El psicólogo debe tratar esta oposición como irreducible y aceptar que
ambos lados simplemente se ―enfrentan cara a cara en un mundo común‖1163. Pero será
justamente esta fiel sumisión a los meros hechos o fenómenos lo que hará de la
reflexión de James una ―psicología fenomenológica‖ de primer nivel y, quizá, la
primera llevada a cabo en la historia. No debe perderse de vista ni por un instante que
The Principles fueron publicados en 1890, vale decir, 23 años antes de que Husserl
publicara Ideen I en 1913. En efecto, al describir el pensar e introducir por vez primera
la noción de ―corriente de pensamiento‖ ―y dejando de lado las inapropiadas imágenes
de ―cadena‖ o ―tren‖ y escoger las de ―río‖ o ―flujo‖ puesto que la conciencia ―no se
aparece ante sí misma como trozada en pedacitos‖―
distingue cinco características
que le son inherentes mediante una descripción que, sin temor alguno, calificamos de
―fenomenológica‖1164:

Todo pensamiento tiende a ser parte de una conciencia personal

El pensamiento está constantemente cambiando

El pensamiento es patentemente continuo

Parece tratar siempre con objetos que son independientes de él

Se interesa en algunas partes de esos objetos con exclusión de otras, y las
incluye o rechaza ―en una palabra escoge entre ellas― en todo momento
1162
P: ―As psychologists, we need not be metaphysical at all. The phenomena are enough, the passing
Thought itself is the only verifiable thinker, and its empirical connection with the brain-process is the
ultimate known law‖ X (223) Cursivas de James.
1163
P: ―The psychologist‟s attitude towards cognition will be so important in the sequel that we must not
leave it until it is made perfectly clear. It is a thoroughgoing dualism. It supposes two elements, mind
knowing and thing known, and treats them as irreducible. Neither gets out of itself or into the other,
neither in any way is the other, neither makes the other. They just stand face to face in a common world,
and one simply knows, or it is known unto, its counterpart‖ VIII (142) Cursivas de James.
1164
P: ―Consciousness, then, does not appear to itself chopped up in bits. Such words as ―chain‖ or ―train‖
do not describe it fitly as it presents itself in the first instance. It is nothing jointed; it flows. A ―river‖ or a
―stream‖ is the metaphor by which it is most naturally described. In taking of it hereafter, let us call it the
stream of thought, of consciousness, or of subjective life‖ IX (155) Cursivas y comillas de James.
374
James organiza ese capítulo en torno a esas características para proseguir en los
restantes de los Principles a analizar las funciones psicológicas como tales (atención,
concepción, asociación, memoria, percepción, imaginación, razonamiento, voluntad,
etc.) y en relación con estas cinco características definitorias del único flujo donde ellas
asientan. Pero junto con ello, y en esto concordamos con Pred, estas cinco
características básicas establecen condiciones adecuadas para una especulación
filosófica acerca de la conciencia1165. Siguiendo en esta línea, cualquier descripción
debería mostrar (i) cómo esas características del pensar están ejemplificadas en
cualquier estado mental y (ii) cómo funcionan ellas ―desde dentro‖ en la estructuración
de la experiencia y contribuyen a dar forma al mundo en el cual está el que experimenta.
Dada su amplitud funcional, serán estas mismas cinco características las que permitirán
realizar un puente entre un empirismo tradicional y una ―fenomenología radicalmente
empírica‖1166. Veámoslo más en detalle.
Todo pensamiento tiende a ser parte de una conciencia personal
Esta primera característica del pensamiento implica, para James, dos aspectos. Primero,
que cada pensamiento es personal en el sentido de que es privado y que, como tal, no
puede ser experimentado por nadie más que por uno mismo. James supone a dos
personas en una biblioteca leyendo y pensando, cada una absorta en sus pensamientos,
sin posibilidad alguna de ―ver‖ el pensamiento de la otra ni de trocarlo, ambas en
silencio en ―aislamiento absoluto e irreducible pluralismo‖1167. Las experiencias o
vivencias son ineluctablemente subjetivas. Segundo, que cada pensamiento es sentido
como formando una unidad acumulativa con los otros pensamientos de uno e
integrándose al flujo de la historia personal. El hecho psíquico elemental no es ―mero
pensamiento‖ ni ―éste‖ o ―ese‖ pensamiento sino mi pensamiento: cada uno de ellos,
además de privado, es propio1168. Sin embargo, al análisis de James es más sutil todavía
ya que distingue tres niveles: (i) el Sí mismo (Self), (ii) el Yo (I) y el Mí (Me). Así,
1165
PRED: ―They also serve as conditions of adequacy on philosophical accounts of consciousness‖ (21)
PRED: ―The characters bring behavioral, physiological and developmental accounts compatible with
data available to the traditional empiricists together with a richly textured radically empirical
phenomenology‖ (22) Cursivas mías.
1167
P: ―Each of these minds keeps its thoughts to itself. There is no giving or bartering between them. No
thought even comes into direct sight of a thought in another personal consciousness than its own.
Absolute insulation, irreducible pluralism, is the law‖ (147) Cursivas de James.
1168
P: ―It seems that the elementary psychic fact were not thought or this thought or that thought, but my
thought, every thought being owned‖ IX (147) Cursivas de James.
1166
375
como señala Pred, el Sí mismo implica la presencia de dos elementos: la ―persona
objetiva‖ o el ―Mí‖ que es continua en el tiempo y el ―Yo‖ o ―pensamiento subjetivo‖
pasajero que la reconoce como tal1169. El propio James resume estas ideas en el sumario
del capítulo X ―titulado justamente ―La conciencia del Sí Mismo‖ (The consciousness
of Self)― al concluir que el Sí Mismo implica una corriente de pensamiento que
envuelve dos aspectos: un ―Yo‖ (I) que puede recordar aquellos pensamientos que ya
pasaron y conocer las cosas que aquellos pensamientos conocían y un ―Mí‖ (Me) que
enfatiza algunos de ellos y se los apropia haciéndolos míos. Ese ―Yo‖ que hace del ―Mí‖
un agregado empírico de cosas objetivamente conocidas y cuyo núcleo es la propia
existencia corporal, no puede ser un mero agregado ni una supuesta entidad metafísica
tal como un ―Alma‖ o un ―Yo Puro‖ sino simplemente pensamiento apropiador y
selectivo de cada momento que pasa1170. Esta corriente de pensamiento no ha de
entenderse, sin embargo, como una continuidad simpliciter sino como una corriente que
procede por ―pulsaciones‖, donde cada una difiere de la anterior pero hace posible la
apropiación de las precedentes. Es justamente de esta ambigüedad (o mejor, momento
dialéctico) que se alimenta la riqueza de las intuiciones de James. Estos ―pulsos‖ son
llamados por él ―capullos‖, ―brotes‖ o ―yemas‖ (buds) y la noción es introducida en
Some Problems of Philosophy como ―yemas de percepción‖ donde caracteriza esas
unidades complejas pero indivisibles en virtud de las cuales avanza la corriente de
pensamiento y que sólo en un momento posterior y en virtud de una distinctio rationis
pueden ser descompuestas o analizadas (lo que Whitehead llamará ―división o análisis
genético‖). Es exactamente de allí de donde toma Whitehead la base para su noción de
entidad actual como ―gota de experiencia‖ según él mismo lo confiesa en Process and
Reality. De hecho, el propio pasaje de Some Problems of Philosophy es citado allí:
―Either your experience is of no content, of no change, or it is of a perceptible amount
of content or change. Your acquaintance with reality grows literally by buds or drops of
1169
PRED: ―James uses the word ―me‖ to refer the objective person ―continuing in time‖ and ―I‖ to refer
to the passing subjective thought‖ (23)
1170
P: ―The consciousness of Self involves a stream of thought, each part of which as ―I‖ can 1)
remember those which went before, and know the things they knew; and 2) emphasize and care
paramountly for certain ones among them as ―me‖; and appropriate the these the rest. The nucleus of the
“me” is always the bodily existence felt to be present at the time‖ (…) This me is an empirical aggregate
of things objectively known. The I which knows them cannot itself be an aggregate; neither for
psychological purposes need it to be considered to be an unchanging metaphysical entity like Soul, or a
principle like the pure Ego, viewed as ―out of time‖. It is a Thought, at each moment different from that of
the last moment, but appropriative of the latter, together with all that the latter called its own‖ X (258259) Cursivas y comillas de James.
376
perception. Intellectually and on reflection you can divide these into components, but as
immediately given, they come totally or not at all‖1171. Así, la ―persona objetiva‖ o el
―mí‖ es modificada continuamente, ―yema tras yema‖, donde las modificaciones y
asociaciones van siendo constreñidas por el momento inmediatamente precedente. Sería
un error, sin embargo, pensar que la ―dialéctica Yo-Mí‖1172 quedara agotada
simplemente en este aprisionamiento condicionante del presente por la situación
precedente o, en una palabra, por el simple hábito. No, cada ―brote‖ o ―yema‖ vivos es,
al mismo tiempo un vehículo de conocimiento, elección y, por ende, de resistencia a las
ingentes fuerzas de herencia social o personal1173. James dedicará el cap. XXVI (titulado
simplemente ―Will‖) de sus Principles a este crucial momento de la vida psicológica.
El pensamiento está constantemente cambiando
Un pensamiento o un sentir particular pueden recordarle a uno otro semejante que haya
tenido antes (―yo sentí algo parecido esa vez que…‖) o incluso puede que una
experiencia o vivencia (ocupamos todo en el sentido lato cotidiano en que simplemente
decimos ―pensé, sentí, tuve tal experiencia o vivencia‖) parezca la misma que tuvimos
antes (―es lo mismo que sentí esa vez que…‖) y sin embargo todos sabemos muy bien
que no es exactamente la misma, ya que la otra ya pasó para siempre. En este aspecto de
la corriente del pensamiento se ilustra una vez más la vieja doctrina de Heráclito que
más bellamente expresó Huidobro en su Balada de lo que no vuelve:
Nada vuelve
Todo es otra cosa
Nada vuelve nada vuelve
Se van las flores y las hierbas
el perfume apenas llega
como una campanada de otra provincia
Vienen otras miradas y otras voces
Viene otra agua en el río
Vienen otras hojas de repente en el bosque
1171
Citado por PRED (9) Cursivas mías en el texto de James.
La expresión es de PRED: ―The I-me dialectic‖ (25)
1173
PRED: ―For James, life procedes existential by existential bud, each concrete moment being a vehicle
of both cognition and choice and therefore a scene of potential contest of or resistance to the persistent
force of societal inheritances and personal ―neurotics‖ patterns‖ (26) Cursivas mías.
1172
377
Todo es otra cosa
Nada vuelve
Se fueron los caminos
Se fueron los minutos y las horas
Se alejo el río para siempre
James nada más se hace eco de un hecho palpable: nuestros estados mentales,
pensamiento, vivencias o como quiera llamárselos son, estrictamente hablando, únicos e
irrepetibles. Es más, incluso cuando un hecho se repite y lo llamamos apresuradamente
―el mismo‖, no queda sino pensarlo de modo diferente, con otro ángulo, con nuevas
relaciones, etc.1174 La novedad está entrando perpetuamente en la propia historia
querámoslo o no. Ahora bien, James, consecuente con su principio descriptivo de que
en cuanto psicólogo debe aceptar un dualismo básico, no tiene temor alguno en afirmar
que, ―mientras pensamos, nuestro cerebro cambia‖ y que su equilibrio interno total se
altera con cada pulso de cambio1175. No hay nada de ―filosofía‖ aquí. Los cambios
cerebrales suponen el nivel más básico de la nutrición y oxigenación sanguínea y
responden a ellos. En verdad, el equilibro cerebral es tan frágil y sutil como el de una
―aurora boreal‖1176. De todas formas, James rechaza toda condición causal lineal entre
el estado material del cerebro y la ―corriente de pensamiento‖, sólo basta dejar sentada
la correlación y el hecho innegable de que alguna acción química debe acompañar a la
actividad cerebral (remitimos a las agudas observaciones que agrega en el capítulo III
(―On some General Conditions of Brain-Activity‖) en su párrafo final titulado
―Phosphorus and Thought‖ donde rechaza la comparación simplista que pudiese
establecerse entre el cerebro y otra glándula secretora: ni remotamente podría comprarse
1174
P: ―The result on which I wish to lay stress is this, that no state once gone can recur and be identical
with what it was before‖ IX (149) Cursivas de James. ―For there it is obvious and palpable that our state
of mind is never precisely the same. Every thought we have of a given fact is, strictly speaking, unique,
and only bears a resemblance of kind with our other thoughts of the same fact. When the identical fact
recurs, we must think of it in a fresh manner, see it under a somewhat different angle, apprehend it in
different relations from those in which it last appeared‖ IX (151) Cursivas de James.
1175
Para un análisis más detallado de estas relaciones entre procesos cerebrales y mentales, véase PRED
Cap. 2 (―James on the Stream of Thought and Experience‖), el apartado ―The jamesian neural net‖ (3034)
1176
P: ―Whilst we think, our brain changes, and that, like the aurora borealis, its whole internal
equilibrium shifts with every pulse of change. The precise nature of the shifting at a given moment is a
product of many factors. The accidental state of local nutrition or bloody-supply may be among them‖ IX
(152)
378
la secreción de bilis u orina con la ―secreción‖ de una corriente de pensamiento)1177. Sea
como sea, cada estado cerebral está parcialmente determinado por toda la sucesión
pasada que lo antecede1178. Esta sucesión, por cierto, no incluye solamente el estado
previo químico y de pensamiento (nos atenemos a la dualidad) sino el estado previo de
todo el mundo que nos rodea hasta ese preciso momento. Nuestras ―vivencias‖ (para
usar el lenguaje de Husserl, aunque sabemos que la expresión de James ―experiences‖
significa exactamente lo mismo) nos moldean a cada instante y nuestra reacción mental
frente al mundo es inevitablemente una resultante de nuestra manera de ―vivir‖ el
mundo hasta ese preciso instante1179. En resumen, (y James lo había adelantado en el
mismísimo comienzo del libro) la vida mental acaece entre [intervene between] las
impresiones que el cuerpo recibe del exterior y las consecuentes reacciones de éste1180.
Siendo así, podemos establecer la siguiente cadena: (i) el incesante cambio del mundo
que afecta nuestros sentidos, (ii) la correspondencia de cada sensación con alguna
acción cerebral, (iii) el cambio del estado cerebral y de su delicado y total equilibrio
interno según ocurra cada pulso de pensamiento y (iv) los efectos fisiológicos de todos
los cambios en el cerebro y su contrapartida psicológica. Como resultado de ello, y
como bien lo resume Pred, podemos concluir que el pensamiento envuelve cambio y
que cada pensamiento previo y su correspondiente estado cerebral es diferente al que ya
necesariamente fue1181. De hecho, James, con su agudeza habitual, se plantea la
posibilidad de que una sensación idéntica ocurriera de nuevo y la rechaza en términos
puramente fisiológicos, ya que supondría su recurrencia en un cerebro ausente de toda
modificación y como eso es per se una imposibilidad en un órgano vivo, no queda sino
concluir que un nuevo pensamiento o un nuevo sentir está siempre e inevitablemente
modificado y que por eso mismo es ―nuevo‖ y diferente a cualquier otro1182.
1177
P: ―Chemical action must of course accompany brain-activity‖ (…) ―We know of nothing connected
with liver and kidney activity which can be in the remotest degree compared with the stream of thought
that accompanies the brain‘s material secretions‖ III (66-67) Cursivas de James.
1178
P: ―Every brain-state is partly determined by the nature of this entire past succession‖ IX (152)
1179
P: ―Experience is remoulding us every moment, and our mental reaction on every given thing is really
a resultant of our experience of the whole world up to date‖ IX (152)
1180
P: ―Can we state more distinctly still the manner in which the mental life seems to intervene between
impressions made from without upon the body, and reactions of the body upon the outer world again?‖ I
(4)
1181
PRED: ―Thinking involves change and each former thought or state of mind and each corresponding
brain state is different from what went before‖ (28)
1182
P: ―Every sensation corresponds to some cerebral action. For an identical sensation to recur it would
have to occur the second time in an unmodified brain. But as this, strictly speaking, is a physiological
impossibility, so is an unmodified feeling an impossibility‖ IX (151) Cursivas de James.
379
El pensamiento es patentemente continuo
Esta es una característica del pensamiento filosóficamente crucial ya que, de no ser así
―esto es, que el pensamiento no fuese continuo― valdría toda la argumentación de
Hume y sus secuelas hasta el empirismo lógico y no tendría cabida un empirismo
radical como doctrina alternativa. En efecto, no habría otra salida si el pensamiento no
fuese más que el ―reflejo débil‖ de las impresiones ―más fuertes‖ que llegan desde el
exterior atómicamente y ―desde causas desconocidas‖; es más, tendría que ser
necesariamente discontinuo cuan discontinuas son aquéllas. Desgraciadamente para esa
doctrina, nuestra experiencia innegable es la de la continuidad: simplemente
experimentamos como continua nuestra vida interna y que es justamente eso, ―este libre
efluvio de la conciencia‖, el que la psicología tradicional a pasado por alto1183. Que
experimentamos interrupciones es algo innegable ― siendo la más patente la del
sueño― pero aún así, al despertar unimos sin solución de continuidad nuestra vida en
vigilia a la inmediatamente anterior. Como agudamente repara James, aunque Pedro y
Pablo duerman en la misma cama, al despertar cada uno de ellos se conecta con su
corriente de pensamiento1184. En efecto, al definir ―continuo‖ como aquello ―sin bache,
quiebre o división‖ y que la propia experiencia exhibe esa característica, James
reconoce que ―quizá el más grande bache que haya en la naturaleza sea el que existe
entre una mente y otra‖1185. Podemos comenzar nuestro análisis con las tres
características preliminares a favor de esta doctrina de la continuidad que presenta
Pred1186:

La analogía con la fisiología cerebral. En efecto,
las fibras nerviosas son
continuas y están conectadas con los extremos (por ejemplo en el caso del nervio
ocular) y, por otra parte, ciertas zonas del cerebro pueden sufrir trauma a raíz de
un accidente vascular e imposibilitar ciertas funciones (desencadenando por
ejemplo afasia o parálisis).
1183
P: ―What must be admitted is that de definite images of traditional psychology form but the very
smallest part of our minds as they actually live‖ (…) ―It is just this free water of consciousness that
psychologists resolutely overlook‖ IX (165)
1184
P: ―When Paul and Peter wake up in the same bed, and recognize that they have been asleep, each of
them mentally reaches back and makes connection with but one of the two streams of thought which were
broken by the sleeping hours‖ IX (155) Cursivas de James.
1185
P: ―I can only define ―continuous‖ as that which is without breach, crack, or division. I have already
said that the breach from one mind to another is perhaps the greatest breach in nature‖ IX (154) Comillas
de James.
1186
PRED (28)
380

Ningún proceso cerebral termina abruptamente (salvo en el caso de una
interrupción violenta justamente externa al proceso en cuestión) sino que cada
equilibrio interno momentáneo, yendo de ―yema‖ en ―yema‖ posee su propia
inercia e influye en el pulso que le sucede.

Aparte de toda analogía o comprobación empírica externa, el pensar se siente
continuo: cada momento de experiencia me moldea y es apropiado por sus
sucesores. Allí radica, ni más ni menos, la posibilidad de que podamos recordar
algo de lo que todos decimos que perteneció a mi vida.
Válidas como sean estas consideraciones, no son lo que importa aquí a James, sino la
transición de momento a momento de experiencia. En este respecto, nos vamos a
detener en los tres aspectos capitales que James considera: (i) los momentos o partes
―sustantivas‖ y ―transitivas‖ del pensar (substantive and transitive parts), (ii) la noción
de ―halo‖ o ―nimbo‖ (fringe) y (iii) los sentires de tendencia y dirección (feelings of
tendency).
(i) Las transiciones y detenciones: evidentemente que hay diferencias en el flujo
continuo del pensar o, como dice James, ―hay cosas que ocurren dos veces‖ o que se
repiten y que, bajo la forma de repetición, reconocemos como la misma cosa: eso es
exactamente lo que se llama ―objeto‖1187. Así pues, la transición de la corriente de
pensamiento entre un objeto y otro (o el mismo cuando se repite) será comparada a una
rama de bambú; y así como cada juntura en el bambú no altera la continuidad de la
vara, puesto que cada juntura no implica un quiebre de ella, también cada objeto de
conciencia, por más diferente que sea, no altera la continuidad de ella1188. Esta imagen,
sin embargo, adolece del defecto de carecer de movimiento ―la vara de bambú es
estática― y es reemplazada por la más adecuada del ―vuelo del pájaro‖, donde ―vuelo‖
quiere decir ―parte transitiva‖ y ―detención‖ o ―posada‖ quiere decir ―parte sustantiva‖.
Y James se preocupa de agregar que el pensamiento es como la vida de un pájaro que,
sin temor a errar, puede ser caracterizada como una serie alternada paradas y vuelos
1187
P: ―What is got twice is the same OBJECT. We hear the same note over and over again; we see the
same quality of green, or smell the same objective perfume, or experience the same species of pain‖ IX
(150) Cursivas y mayúsculas de James.
1188
P: ―The transition between the thought of one object and the thought of another is no more a break in
the thought than a joint in a bamboo is a break in the wood. It is a part of the consciousness as much as
the joint is a part of the bamboo‖ IX (156) Cursivas de James.
381
hasta la detención final1189. Para James, los lugares de detención o reposo están
usualmente ocupados por ―imágenes sensoriales‖ cuya peculiaridad consiste en que
pueden ser ―mantenidas delante de la mente y contempladas sin cambio‖. Por
contrapartida, los vuelos ―están llenos con pensamientos de relaciones estáticas o
dinámicas‖ que normalmente se obtienen a partir de los momentos de detención o
contemplación. Este movimiento, sin embargo, presenta la tendencia general de lograr
una nueva ―parte sustantiva o conclusión‖ provisoria. Ahora bien, desde el momento en
que el ―posarse del vuelo‖ justamente termina con él, no es extraño que sea altamente
difícil su observación como tal y que, en consecuencia, normalmente la psicología se
haya expresado en términos estáticos1190. El verdadero desafío consiste en tratar de
expresar las características del ―vuelo‖ o ―partes transitivas‖ o, como dijo al principio
del capítulo, en estudiar la mente ―desde dentro‖. Cabe preguntarse no obstante, la
medida en que ello sea posible, y la dificultad la plantea el propio James al afirmar que
captar una relación como tal sin detenerse en los extremos en que termina es ―como
atrapar un copo de nieve en la tibia mano y que por lo mismo deja de ser tal
transformándose en una gota‖; lo que normalmente ―atrapamos‖ no es el sentir de
relación sino algo sustantivo, ―usualmente la última palabra que estábamos
pronunciando pero que ya ha perdido la función, la tendencia y el sentido preciso que
tenía en la sentencia‖1191.
Sin embargo, tal como afirma Pred, es la serie que
apreciamos entre las ―partes sustantivas‖ y las ―partes transitivas‖ (que son las que
realmente encarnan las conexiones reales con las primeras) la que, a nivel filosófico,
echará por tierra la noción de Hume de una cadena de percepciones distintas como el
origen del pensar1192. En efecto, James, oponiéndose tanto a ―sensacionalistas‖ —que
niegan la existencia de cualquier ―sentir de relación‖ (feeling of relation) e incluso en el
extremo la existencia de cualquier relación fuera o dentro de la mente— como a
―intelectualistas‖ —que sólo aceptan el ―sentir‖ o conocer de las relaciones como tales
1189
P: ―Like a bird‘s life, it seems to be made of an alternation of flights and perchings‖ IX (158)
P: ―The resting-places are usually occupied by sensorial imaginations of some sort, whose peculiarity
is that they can be held before the mind for an indefinite time, and contemplated without changing; the
places of flight are filled with thoughts of relations, static or dynamic, that for the most part obtain
between the matters contemplated in the periods of comparative rest‖ IX (158)
1191
P: ―As a snow-flake crystal caught in the warm hand is no longer a crystal but a drop, so, instead of
catching the feeling of relation moving to its term, we find we have caught some substantive thing,
usually the last word we were pronouncing, statically taken, and with its function, tendency, and
particular meaning in the sentence quite evaporated‖ IX (158)
1192
PRED: ―It is at this juncture in his analysis that James has recourse to the substantive parts (…) and
the transitive parts, which embody the real connections between moments of experience, and render the
Humean chain of distinct perceptions a defunct notion‖ (29)
1190
382
en virtud de algún actus purus trascendente a cualquier mente particular— sostiene la
tesis de que si existen tales entidades como los ―sentires‖ del tipo que sea, es porque las
relaciones como tales poseen un status de realidad y que con mucha mayor razón han
de existir los sentires que corresponden a ellas1193.
(ii) El halo: esta característica propia de las ―imágenes de la mente‖ es la que, par
excellence, encarna ―lo vago‖ inherente al flujo del pensar. La simple belleza y fuerza
emotiva con que James la ilustra nos obliga simplemente a cederle la palabra y a citar in
extenso (nada más aventuramos nuestra propia traducción): ―Cada imagen definida que
hay en la mente está como sumergida en una infusión y teñida en la libre agua que,
fluyente, la rodea. Ella arrastra el sentido de sus relaciones, cercanas y remotas; el
desfalleciente eco que vino desde alguna parte hasta nosotros y el sentido que,
despuntando, a otra parte ha de llevar. La significación y el valor de la imagen están
enteramente en este halo o penumbra que la rodea y escolta o que más bien está fundida
en uno con ella y que ha llegado a ser hueso de sus huesos y carne de su carne‖ 1194. En
otra imagen, James comparará el ―halo‖ que rodea o ―tiñe‖ a todo concepto con la
noción de ―armónico‖ (overtone), esto es, las notas acompañantes que dan el específico
―color‖ al sonido de cada instrumento o voz humana, no bien estén emitiendo la misma
nota. Por ejemplo, un ―la 440‖ emitido por una trompeta o un cello se diferenciará
inmediatamente por el sonido distintivo, no por la frecuencia o ―altura‖ del sonido. Y
ello se debe a un sinnúmero de pequeñas notas inaudibles separadamente pero que, en
conjunto, caracterizan ese ―color‖ peculiar del instrumento. Así, cada pensamiento
correspondiente a una ―parte sustantiva‖ tendrá sus específicos armónicos
acompañantes, sus asociaciones únicas, su ―teñido‖ o ―impregnación‖ o ―fusión‖
(suffusion) peculiar. Más en particular, James
psicólogo debe mantenerse—
—siempre fiel al dualismo en que el
definirá el ―halo‖, la ―impregnación‖ o ―armónico
psíquico‖ como ―la influencia de un tenue proceso cerebral sobre nuestro pensamiento
1193
P: ―But from our point of view both Intellectualists and Sensationalists are wrong. If there be such
things as feelings at all, then so surely as relations between objects exist in rerum natura, so surely, and
more surely, do feelings exist to which these relations are known‖ IX (159) Cursivas de James.
1194
P: ―Every definite image in the mind is steeped and dyed in the free water that flows round it. With it
goes the sense of its relations, near and remote, the dying echo of whence it came to us, the dawning
sense of whiter it is to lead. The significance, the value, of the image is all in this halo or penumbra that
surrounds and escorts it, —or rather that is fused into one with it and has become bone of its bone and
flesh of its flesh‖ IX (165)
383
que nos noticiara de relaciones y objetos pero vagamente percibidos‖1195. Ahora bien, si
restringimos nuestra consideración a la función cognitiva de la mente veremos que la
ausencia o presencia de ―halo‖ equivale justamente a la diferencia entre lo que James
llama ―conocer simple‖ (mere acquaintance) y ―saber‖ (knowledge about). Esta
distinción capital había sido introducida en el capítulo VIII (―The Relations of Minds to
other Things‖). Al tratarla más en detalle veremos su reflejo en las formas gramaticales
y agregaremos una distinción entre ―sentir‖ y ―pensar‖. Ante todo, James constata que
muchos idiomas reflejan conceptual y terminológicamente estos dos tipos básicos de
conocimiento: gnonai/eidénai; noscere/scire; kennen/wissen; connaître/savoir
1196
. En
el primer caso nada más sabemos superficialmente de algo, tenemos trato con el objeto
o persona, nos damos cuenta, lo tratamos sin más, etc. ¿Qué sabemos en realidad
cuando decimos, por ejemplo, ―¡Ah! Sí, conozco a fulano‖ o ―¡Claro, conozco ese
lugar!‖?, ¿qué queremos decir con tales expresiones?, porque en realidad nada o muy
poco sabemos de la persona o el lugar en cuestión. De lo que yo sé es de su presencia en
lugares donde me he topado con la persona o de los lugares donde he estado: conozco el
azul del mar que vi en la playa y sé del sabor de la fruta que degusté; nada menos pero
nada más1197. Por el contrario, si me veo forzado a dar cuenta de aspectos íntimos de la
persona en cuestión que me hagan saber de su comportamiento o postura ante la vida; si
tengo que explicar la confluencia de los acontecimientos históricos relevantes que
expliquen la cultura de tal o cual país; si trato de explicar por qué el mar se ve azul y
con ese tono a tal hora del día o por qué se produce el dulzor que experimento en las
papilas etc., entonces estamos hablando de saber en profundidad en el sentido de
conocimiento cabal o de la naturaleza interna de los hechos en cuestión. El primer caso
es el de la familiaridad más sosa (dumb way of aquaintance) y el segundo el de
realmente saber acerca de (knowledge-about)1198. La estructura gramatical más simple
refleja este genuino comportamiento del ser humano. En efecto, el ―sujeto‖ refleja el
momento del mero trato, aquello de que se va a hablar y el ―predicado‖ agrega las notas,
1195
P: ―Let us use the words psychic overtone, suffusion, or fringe, to designate the influence of a faint
brain-process upon our thought, as it makes it aware of relations and objects but dimly perceived‖ IX
(167) Cursivas de James.
1196
Cf. P: VIII (144)
1197
J: ―I am acquainted with many people and things, which I know very little about, except their
presence in the places where I have met them. I know the color blue when I se it, and the flavor of a pear
when I taste it!‖ VIII (144)
1198
P: ―All the elementary natures of the world, its highest genera, the simple qualities of matter and
mind, together with the kind of relation that subsists between them, must either not ne known at all, or
known in this dumb way of acquaintance, without knowledge-about‖ VIII (144) Cursivas de James.
384
características o lo que se sabe del sujeto1199. En suma, ―sabemos‖ en el primer sentido
simplemente cuando algo está presente a nuestros sentidos o mente, cuando tenemos su
idea; pero ―sabemos‖ en el segundo sentido cuando ponemos ese algo en relación,
cuando lo tratamos u operamos con él mentalmente. Esta es justamente la antítesis que
expresan los términos ―sentir‖ y ―pensar‖: ―Los sentires son el germen y punto de
partida del conocimiento, los pensamientos el árbol desarrollado‖1200. Se ve claramente
ahora por qué James afirma que la diferencia entre ambos tipos de conocimiento puede
reducirse a la ausencia o presencia del ―halo‖ o a la cantidad de ―armónicos psíquicos‖
que lo acompañe: el conocer genuino es saber acerca de las relaciones, el simple
conocer se limita a la mera impresión causada y a la carencia de expresión verbal
(recordemos que ―dumb‖ también significa ―mudo‖)1201.
(iii) Sentires de tendencia: las partes transitivas pueden ser consideradas como aquellas
funciones psicológicas que nos llevan de ―yema en yema‖, i.e. de pensamiento a
pensamiento, de percepción a intención, de intención a satisfacción. Como bien señala
Pred, los sentires de tendencia y dirección configuran el cómo experimentamos o
vivenciamos las partes transitivas1202. En efecto, James insiste en que tales sentires no
corresponden a una descripción ―desde fuera‖ sino que tales tendencias han de ser
contadas entre los genuinos objetos constituyentes de la corriente de pensamiento que
todos sentimos ―desde dentro‖ sin importar la impotencia que exhiba el lenguaje para
expresarlos1203. Por lo demás, y consecuente con el dualismo que como psicólogo se ha
propuesto aceptar, no duda en afirmar que tales sentires o ―psicosis inarticuladas‖ son
1199
P: ―The grammatical sentence expresses this. Its ―subject‖ stands for an object of acquaintance which,
by the addition of the predicate, is to get something known about it‖ VIII (144) Comillas de James.
1200
P: ―The words feeling and thought give voice to the antithesis. Through feelings we become
acquainted with things, but only by our thoughts do we know about them. Feelings are the germ and
starting point of cognition, thoughts the developed tree‖ VIII (144) Cursivas de James.
1201
P: ―If we then consider the cognitive function of different states of mind, we may feel assured that the
difference between those that are mere ―acquaintance‖ and those that are ―knowledges-about‖ is reducible
almost entirely to the absence or presence of psychic fringes or overtones. Knowledge about a thing is
knowledge of its relations. Acquaintance with it is limitation to the bare impression which it makes‖ IX
(167) Cursivas y comillas de James.
1202
PRED: ―The transitive parts can be regarded as standing in for psychological functions that carry us
from bud to bud (…) The feelings of tendency and direction figure in how we experience the transitive
parts‖ (29) Cursivas mías.
1203
P: ―That ―tendencies‖ are not only descriptions from without, but they are among the objects of the
stream, which is thus aware of them from within, and must be described as in very large measure
constituted of feelings of tendency, often so vague that we are unable to name them at all‖ IX (165)
Cursivas de James.
385
debidos a incrementos y menguas de la excitación del cerebro. Propondrá considerar
tres situaciones comunes para defender e ilustrar su tesis1204:
(a) Actitudes de expectativa provocadas por expresiones tales como ―¡Detente!‖,
―¡Escucha!‖, ―¡Mira!‖. Lo primero es notar que las tres, pese a no hacer referencia a
ningún objeto definido, son marcadamente diferentes y ocasionan tres tipos diferentes
de expectativa y de actitud corporal: ponerse alerta, dirigir el oído, aguzar la vista. Ante
tales advertencias nadie negará la presencia de una ―afección residual consciente‖ o
―sentido de dirección‖ ante la impresión que está a punto de venir por cuanto ninguna
impresión efectiva ha llegado y de allí la advertencia1205.
(b) El estado de conciencia experimentado cuando tratamos de recordar un nombre que
no se nos viene a la mente. Sin duda hay un ―bache‖ allí, pero no uno cualquiera sino
―intensamente activo‖1206. Y la prueba está en el hecho de que cuando se van
proponiendo nombres alternativos los rechazamos sin dudar porque no es el que
buscamos, pero ¿cómo podemos hacerlo con tanta seguridad si justamente ―no
recordamos‖ el que estamos buscando? Y sin embargo hay innumerables estados de
―conciencia de vaciedad‖ sin que haya nombre posible para ellos y nada más distante
que ―el sentir de la ausencia que la ausencia de sentir‖1207.
(c) La intención de decir algo, ¿quién no conoce ese estado mental específico y definido
diferente a cualquier otro que es el de ―estar a punto de decir algo que se quiere decir‖?
Se diría que todo el mundo, más ¿a qué imagen sensorial, sea de palabras o cosas
corresponde? A ninguna. Y sin embargo está allí apuntando hacia una acción
determinada, y la prueba es que justamente ese estado mental desaparece cuando llega y
se profiere la palabra adecuada1208.
1204
P: ―Examples will make clear what these inarticulate psychoses, due to waxing and waning
excitements of the brain, are like‖ IX (162)
1205
P: ―Probably no one will deny the existence of a residual conscious affection, a sense of the direction
from which an impression is about to come, although no positive impression is yet there‖ IX (162)
1206
P: ―Suppose we try to recall a forgotten name. The state of our consciousness is peculiar. There is a
gap therein; but no mere gap. It is a gap that is intensely active‖ IX (163)
1207
P: ―There are innumerable consciousness of emptiness, no one of which taken in itself has a name, but
all different from each other‖ (…) The feeling of an absence is toto cœlo other than the absence of a
feeling. It is an intense feeling‖ IX (163)
1208
P: ―Has the reader never asked himself what kind of a mental fact is his intention of saying a thing
before he has said it? It is an entirely definite intention, distinct from all other intentions, an absolutely
386
Sea como sea, estos sentires están allí por más que no se dejen atrapar en palabras y
puede concluirse que gran parte del habla humana no es más que signos de dirección en
el pensar, de cuya dirección sin duda tenemos un agudo sentido discriminatorio aunque
no los podamos fijar en ninguna imagen o palabra1209. Es un hecho que ―la carencia de
nombre es compatible con la existencia‖1210
El pensamiento parece tratar siempre con objetos que son independientes de él
Ya sabemos que ésta es la segunda dualidad básica aceptada por el psicólogo, a saber, la
que hay entre el pensamiento y su objeto o, lo que es igual, esto equivale a afirmar que
el pensamiento es cognitivo o que posee la ―función de conocer‖1211. En función de ello,
James propone de entrada la siguiente pregunta: ¿Cuál es la razón que hace que todos
nosotros estemos convencidos de que los objetos de nuestros pensamientos tengan una
existencia duplicada afuera? La respuesta es asombrosamente simple y profunda: el
hecho patente de que hay muchos pensamientos diferentes acerca del mismo objeto1212.
En una palabra, es la mismidad que se da en medio de una multiplicidad de apariencias
objetivas la que provee la base para nuestra creencia en realidades fuera del
pensamiento1213 (La mismidad será tratada posteriormente en detalle en el capítulo XII
(―Conception‖ en el apartado ―The Sense of Sameness‖) y el sentir de la realidad o su
creencia en el capítulo XXI (―The Perception of Reality‖ en el apartado ―Belief‖).
Ahora bien, si es comúnmente aceptado que una mente adulta en su estado habitual
―sabe que sabe‖ o ―conoce que conoce‖ no ha de pensarse por ello que sea éste el
estadio más primitivo. Y sin embargo muchos filósofos dan por sentado que la
conciencia reflexiva de sí mismo es esencial para la función cognitiva del pensar: para
que un pensamiento pueda en absoluto conocer algo tiene que distinguir expresamente
entre la cosa y el propio yo que conoce. Ésta, que podría decirse es una tesis habitual,
será repudiada por James: ―es una suposición perfectamente gratuita y no hay la más
distinct state of consciousness, therefore; and yet how much of it consists of definite sensorial images,
either words or of things? Hardly anything!‖ IX (164) Cursivas de James.
1209
P: ―The truth is that large tracts of human speech are nothing but signs of direction in thought, of
which direction we nevertheless have an acutely discriminative sense, though no definite sensorial image
plays any part in it whatsoever‖ IX (164) Cursivas de James.
1210
P: ―Namelessness is compatible with existence‖ IX (163)
1211
P: ―It is cognitive, or possesses the function of knowing‖ IX (176) Cursivas de James.
1212
P: ―The reason why we all believe that the objects of our thoughts have a duplicate existence outside,
is that there are many human thoughts, each with the same object, as we cannot help supposing‖ IX (176)
Cursivas de James.
1213
P: ―Sameness in a multiplicity of objective appearances is thus the basis of our belief in realities
outside of thougt‖ IX (176) Cursivas de James.
387
leve sombra de razón que haga suponer que es cierta‖1214. ¿En qué se basa James para
tal rechazo? En primer lugar en razones puramente experimentales. En efecto, personas
sometidas a anestésicos o que han sufrido desvanecimientos refieren que todavía podían
reconocer objetos a la vez que había desaparecido el pensamiento o conciencia de sí
mismos1215. En segundo lugar en un argumento lógico bajo la forma de una reductio ad
absurdum: si para conocer tengo que conocer que conozco, ¿Por qué entonces puedo
soñar sin tener que soñar que sueño, jurar sin jurar que juro y negar sin negar que niego?
No. Yo puedo tener la relación cognitiva de mero habérmelas (acquaintance-with) o
genuino saber (knowledge-about) con cualquier objeto sin tener que pensar en mí en
absoluto. Sólo se requiere de dos condiciones: (i) que yo lo piense y (ii) que exista. Que
yo piense además que yo existo a la vez es adicional a ese primer hecho básico1216.
Confundir ambos planos sería caer en la que James había llamado ―falacia del
psicólogo‖ que, aunque puede tomar varias formas, se reduce al hecho de confundir la
relación que tiene un pensamiento con su objeto con la relación que nosotros (en ese
caso ―el psicólogo‖) tenemos con ese pensamiento de ese objeto. James la llama ―la
gran trampa‖ en que puede caer el psicólogo y que, alternativamente, puede expresarse
de esta manera: la confusión de su propio punto de vista con el del hecho mental que
está investigando. Por cierto que las implicaciones de esta observación tienen alcance
filosófico y son susceptibles de expresarse también en esa esfera. Así, la falacia
consistiría en que se toma como objeto a un pensamiento (que, en el caso de la función
cognitiva toma la forma de un percepto, pensamiento, concepto, etc.) que, a su vez y
necesariamente, es pensamiento del objeto en cuestión. No ha de perderse de vista en
que el modo en que yo conozco un pensamiento no tiene por qué coincidir con el modo
en que ese pensamiento es pensamiento (o percepto o concepto) de su objeto1217. La
1214
P: ―They hold that a thought, in order to know a thing at all, must expressly distinguish between the
thing and its own self. This is a perfectly wanton assumption, and not the faintest shadow of reason exists
for supposing it true‖ IX (177)
1215
P: ―Many persons testify that a certain stage of the anæsthetics process objects are still cognized
whilst the thought of self is lost‖ IX (177)
1216
P. ―I may have either acquaintance-with, or knowledge-about, an object O without thinking about
myself at all. It suffices for this that I think O, and that it exists. If, in addition to thinking O, I also think
that I exist and that I know O, well and good‖ IX (178)
1217
P: ―The great snare of the psychologist is the confusion of his own standpoint with that of the mental
fact about which he is making his report. I shall hereafter call this the ―psychologist‘s fallacy‖ par
excellence‖ (…) when it is a cognitive state (percept, thought, concept, etc.), he ordinarily has no other
way of naming it than as the thought, percept, etc., of that object. He himself, meanwhile, knowing the
self-same object in his way, gets easily led to suppose that the thought, which is of it, knows in the same
way in which he knows it, although this is often very far from being the case‖ VII (128) Cursivas de
James.
388
conclusión transitoria es la siguiente: la discriminación entre el pensamiento y su objeto
no es conditio sine qua non de la función cognitiva1218. Dando un paso más en la noción
de ―objeto‖ tal como James la entiende agregaremos por último la capital distinción que
él establece entre ―objeto‖ y ―tópico‖.
En el lenguaje cotidiano, como todos sabemos, la palabra ―objeto‖ es tomada
simplemente sin referencia alguna al acto de conocer y tratada como sinónimo de un
sujeto individual existente. Ahora bien, vamos a seguir el mismo ejemplo que James
propone para clarificar la distinción que estamos perfilando y bajo la forma de una
pregunta, supongamos, dirigida a varias personas: ¿Cuál es el objeto que Ud. tiene en
mente cuando dice ―Colón descubrió América en 1492‖? las posibles respuestas serán
sin duda diferentes, pues algunos dirán ―Colón‖, otros ―América‖ y quizá la mayoría
―El descubrimiento de América‖. En el fondo, cada uno aludirá al ―grano‖ [kernel] o
núcleo de conciencia del caso y nos dirá que su pensamiento es acerca de eso y que,
por tanto, ese es su objeto. Ese núcleo, que James también llama ―el objeto fraccional‖,
―el asunto de su discurso‖ y que suele equivaler al sujeto gramatical es lo que designa la
expresión ―tópico‖1219. Por contrapartida, y frente a lo que justamente hemos
caracterizado como una fracción, el genuino ―objeto‖ del pensar es la totalidad aludida.
Según James, es un uso vicioso del lenguaje el extraer el ―grano‖ de su envoltura y
llamarlo a él exclusivamente el ―objeto‖ (tal como sería igualmente vicioso agregarle
otro núcleo no articulado con aquél). No, el objeto de pensamiento es el contenido o la
aserción completas sin importar si tengamos o no las herramientas gramaticales para
expresarlo. En el caso anterior, el objeto de pensamiento es ―Colón descubrió América
en 1492‖. Si deseáramos expresarlo sustantivamente no quedaría más que expresarlo
todo entre guiones: ―Colón-descubrió–América-en-1492‖. Según James, esta sería la
única manera de expresar la ―delicada idiosincrasia‖ de ese objeto de pensamiento. Pero
si quisiéramos sentirla no quedaría más que reproducir ese pensamiento ―tal como fue
1218
P: ―To conclude, then, thought may, but need not, in knowing, discriminate between its object and
itself‖ IX (178) Cursivas de James.
1219
P: ―They will name a substantive kernel or nucleus of the consciousness, and say the thought is
―about‖ that —as indeed it is— and they will call that your thought‘s ―object‖. Really that is usually
only the grammatical object, or more likely the grammatical subject, of your sentence. It is as most your
―fractional object‖; or you may call it the ―topic‖ of your thought, or the ―subject of your discourse‖. IX
(178) Comillas de James.
389
proferido, con cada palabra orlada y la sentencia completa bañada en ese halo original
de obscuras relaciones que, como un horizonte, se difunden en torno a su sentido‖1220.
El pensamiento se interesa en algunas partes de esos objetos con exclusión de otras
El pensamiento, por el sólo hecho de existir, está todo el tiempo escogiendo. Con la
metáfora de James, el vuelo del pájaro está siempre posándose donde le interesa; en
algunas partes de preferencia a otras. Ahora bien, en el campo derechamente
fenoménico, ¿Quién osaría negar los hechos patentes de la atención selectiva y la
voluntad deliberativa? Para resumirlo todo en uno, ¿quién no ha experimentado la
frustrante experiencia de haber decidido contarle algo alguien (voluntad deliberativa),
hablarle lo más delicada y cuidadosamente posible para percatarse luego de que la
persona en cuestión simplemente ―no escuchó‖, por más que estaba allí y que incluso
parecía que nos miraba atenta (atención selectiva)? Pero James va más lejos y sostiene
que la actividad de escoger como tal está presente en todo momento y no sólo en
actividades que comúnmente llamamos por ese nombre: la acentuación y el énfasis se
hallan presentes en cada percepción que tenemos. En realidad es al revés, puesto que es
imposible dispersar nuestra atención imparcialmente a lo largo de un número cualquiera
de impresiones: quien dice percepción dice, por ello mismo, percepción selectiva. El
ejemplo clásico propuesto por James es aquel de la imposibilidad de escuchar el tic-tac
del reloj sin colocar subjetivamente un acento en alguno de los momentos o la
observación de manchas en un papel sin agruparlas de alguna manera o líneas separadas
que agrupamos en más de una figura. Simplemente nuestra estructura perceptiva se
expresa en distinciones tales como éste y ése, aquí y allí, ahora y entonces. Nada más
inténtese observar la siguiente figura ―imparcialmente‖ sin agregar énfasis alguno y se
comprobará que es no es posible1221:
1220
P: ―But the Object of your thought is really its entire content or deliverance, neither more nor less.‖
(…) ―It is nothing short of the entire sentence, ―Columbus-discovered-America-in-1492.‖ And if we wish
to speak of it substantively, we must make a substantive of it by writing it out thus with hyphens between
all its words. Nothing but this can possibly name its delicate idiosyncracy. And is we wish to feel that
idiosyncracy we must reproduce the thought as it was uttered, with every word fringed and the whole
sentence bathed in that original halo of obscure relations, which, like and horizon, then spread about its
meaning‖ IX (178-179) Cursivas y comillas de James.
1221
P. ―Accentuation and Emphasis are present in every perception we have. We find it quite impossible
to disperse our attention impartially over a number of impressions‖ IX (184)
390
U observar esta otra sin ―completarla‖:
Pero hay más, no sólo enfatizamos cosas (manteniendo unas aparte y reuniendo otras)
sino que, en el estado percepción ordinaria, simplemente ignoramos la inmensa mayoría
de todas las impresiones que realmente estamos padeciendo. James va de una vez al
fondo del asunto, esto es, a nuestra estructura corporal orgánica ¿Qué son nuestros
propios sentidos sino órganos de selección? Nuestra retina sólo distingue una gama de
colores; nuestros oídos un limitado campo de frecuencia; nuestras papilas sólo un trecho
entre acidez y bases, etc. Estamos permanentemente rodeados de todo tipo de
vibraciones, aquí y ahora, frente a las cuales nuestro cuerpo es simplemente indiferente.
391
Enciéndase aquí y ahora una radio y se apreciará cientos de radioemisoras, hágase lo
mismo con una aparato de TV, si es en blanco y negro no habrá colores pero si es a
color se verán, si la TV es estéreo o digital, nuevas posibilidades, etc. y podría seguirse
enumerando aún aparatos más sofisticados. Frente a ello, los cinco sentidos de nuestro
cuerpo totalmente ignorantes de todas esas presencias. Simplemente no las detectan, no
están hechos para detectarlas y de allí la vigencia de la observación de James de que el
bottom del asunto se halle en que nuestra propia estructura perceptiva sea limitada y
selectiva1222. El otro camino (que junto con James no vamos a seguir) sería simplemente
negar esa evidencia. De ninguna manera, antes de que la atención mental haya
enfatizado o seleccionado ya han disectado el mundo nuestros sentidos. Una salida sería
decir que captamos sólo aquellas sensaciones que son para nosotros signos de ―cosas‖.
Pero sería sólo aparente, puesto que tal como agudamente replica James, ¿Qué son las
―cosas‖ para nosotros? Nada sino grupos especiales de cualidades sensibles que práctica
o estéticamente nos interesan, razón por la cual vuelve a tornarse ineludible el hecho
selectivo previo1223. Ahora bien, sobre esta base selectiva que han establecido los
sentidos la mente vuelve a seleccionar a su vez. ¿En qué sentido? Para establecer lo que
considera el genuino o fidedigno aspecto de la cosa privilegiando algunos aspectos y
llamando a los desechados sus ―apariencias‖1224. Llamamos por ejemplo a la mesa
―cuadrada‖, cuando en realidad sólo es posible verla así desde la altura, y llamamos su
―perspectiva‖ a los ángulos agudos u obtusos que efectivamente vemos. Dando un paso
más, atribuimos en este caso el carácter de ―cuadratura‖ a la esencia de la mesa. Igual
cosa vale para la forma ―real‖ de círculo (sólo cuando la línea de visión está
perpendicular al centro), el sonido ―real‖ de un cañonazo (a esta distancia y posición
precisas), el color ―real‖ de un ladrillo (a esta hora del día, con tal ángulo y luz) etc. La
supuesta ―objetividad‖ de la cosa está impregnada de razones estéticas1225. En efecto,
todas esas características que llamamos ―esenciales‖ y que forman para nosotros la
1222
P: ―To begin at the bottom, what are our very senses themselves but organs of selection? Out of the
infinite chaos of movements, of which physics teaches us the outer world consists, each sense-organ pick
out those which fall within certain limits of velocity‖ IX (184)
1223
P: ―But what are things? Nothing, as we shall abundantly see, but special groups of sensible qualities,
which happen practically or æsthetically to interest us‖ IX (185)
1224
P: ―The mind selects again. It chooses certain of the sensations to represent the thing most truly, and
considers the rest as its appearances, modified by the conditions of the moment‖ IX (185) Cursivas de
James.
1225
P: ―But I call the latter perspective views, and the four right angles the true form of the table, and
erect the attribute squareness into the table‘s essence, for æsthetic reasons of my own‖ IX (185) Cursivas
de James.
392
―genuina objetividad de la cosa‖ y que se ponen en contraste con lo que llamamos
―nuestras sensaciones subjetivas‖ son ambas meras sensaciones: tanto vale el rombo de
la mesa como el cuadrado, el óvalo como el círculo etc. La mente ha escogido y
decidido qué sensación ha de ser tenida como más real y válida que el resto1226. Así
entonces, cualquier acto de
percepción
―y dando por descontado que nuestra
estructura sensorial ya hizo una discriminación inevitable―
implica una doble
elección: (i) de todas las sensaciones realmente presentes separamos de las ausentes sólo
aquellas que son significativas para nosotros o que nos interesan y (ii) de todas las
ausentes que las seleccionadas sugieren, separamos a su vez unas pocas para erigirlas en
la ―realidad objetiva‖ o, como la llama James, la ―realidad par excellence‖ de la cosa
percibida: ―Sería imposible concebir un ejemplo más exquisito de labor selectiva‖1227.
Esta ―labor‖ [industry] trata pues con las cosas que nos son dadas en la percepción y
corresponde a lo que llamamos ―pensamiento empírico‖ de una persona. Pero se
descubre en su origen una doble dependencia: (i) el pensamiento empírico de uno
depende las cosas que uno haya experimentado y (ii) lo que uno realmente experimenta
está condicionado por sus hábitos de atención1228. En efecto, poco importa que algo
haya estado miles de veces ―presente‖ si no le prestamos atención o simplemente nada
significa para nosotros; no lo ―vemos‖, por decirlo así. Por otra parte, basta que
hayamos experimentado o ―visto‖ una cosa sólo una vez en la vida para que deje en
nosotros una imagen indeleble. Por supuesto que hay una notable complejidad implícita
en estas afirmaciones. Así, en el primer caso
―en el de la repetición de la
experiencia― la atención y el interés puede tener que ver con conocimientos ya
adquiridos (James propone en ejemplo de todo lo que puede ser dicho por un
entomólogo respecto de las moscas que todos hemos visto todo el tiempo y toda la vida
y que no han despertado en absoluto nuestro interés); en el segundo
experiencia imborrable―
―el de una
puede tener que ver con la propia historia personal, la
formación cultural, por último la inquietud de la persona (James propone el caso de
1226
P: ―But all these essential characteristics, which together form for us the genuine objectivity of the
thing and are contrasted with what we call the subjective sensations it may yield us at a given moment,
are mere sensations like the latter. The mind chooses to suit itself, and decides what particular sensation
shall be held more real and valid than the rest‖ IX (185)
1227
P: ―And out of all the absent associates which these suggest, we again pick out a very few to stand for
the objective reality par excellence. We could have no more exquisite example of selective industry‖ IX
(185)
1228
P: ―The industry goes on to deal with the things tus given in perception. A man‘s empirical thought
depends on the things ha has experienced, but what these shall be is to a large extent determined by his
habits of attention‖ IX (185)
393
cuatro personas que dan un viaje juntas por Europa visitando los mismos lugares. No
cabe duda de que a la vuelta las impresiones de las cuatro serán diferentes: uno volverá
impregnado de visiones artísticas o de paisajes; para otro todo eso será simplemente
inexistente y se habrá preocupado de distancias, precios, poblaciones, disposiciones
técnicas de aparatos, datos de ingeniería o estadísticos; otro hablará de fiestas,
restaurantes, teatros, comidas, bebidas y nada más; otro habrá estado todo el viaje
enfrascado en sus pensamientos personales, absorto y aparte de lo que estaba ocurriendo
a su alrededor). Sea como sea, ambos casos y por las razones que sea, todos habrán
seleccionado de entre la masa de objetos circundantes aquello que calza con su propio
interés; y será eso lo que en definitiva estructurará cada una de las experiencias o
―vivencias‖ (si quiere utilizarse el lenguaje de Husserl)1229.
Si ahora damos un paso y dejamos atrás el nivel de pensamiento o combinación
empírica y apreciamos cómo la mente procede racionalmente a combinar objetos,
veremos que allí la selección es, en palabras de James, ―omnipotente‖ 1230. En efecto, en
el capítulo XIII (―Discrimination and Comparison‖) James mostrará que todo
razonamiento depende de la habilidad de la mente para fragmentar en partes el
fenómeno acerca del cual se va a razonar y escoger de entre ellas las que llevarán a la
conclusión buscada. Otra conclusión requerirá de otras partes, etc. Esta habilidad para
escoger y ―ensartar siempre el arpón en el punto correcto para traspasar y extraer el
elemento correcto‖ es, efectivamente, la marca del ―hombre de genio‖1231. Esta ley de
selección, que también puede llamarse de eliminación es todavía más evidente cuando
transitamos al área de la estética. La genuina obra de arte ―que bajo este aspecto
incluso supera para James a las ―obras de la naturaleza‖― se distingue por lograr una
armonía única por la convergencia de los diversos caracteres escogidos y destacados
frente a los descartados y los que quedan en segundo plano1232. En el plano más elevado
de todos, en el de la ética, la elección reina suprema. James se vuelve aquí un nítido eco
de las perennes observaciones de Aristóteles. Obviamente, ¿Qué valor ético podría tener
1229
P: ―Each has selected, out of the same mass of presented objects, those which suited his private
interest and has made his experience thereby‖ IX (186)
1230
P: ―If (...) we ask how the mind proceeds rationally to connect them [sc. Objects], we find selection
again to be omnipotent‖ IX (186) Cursivas de James.
1231
P: ―The man of genius is he who will always stick in his bill at the right point, and bring it out with
the right element (…) transfixed upon‖ IX (186)
1232
P: ―That unity, harmony, ―convergence of characters‖, as M. Taine calls it, which gives to works of
art their superiority over works of nature, is wholly due to elimination‖ IX (186) Cursivas y comillas de
James.
394
una acción a menos que fuese elegida de entre muchas otras?1233 Aún así todas esas
acciones elegidas dependerán del fin a que se encaminen o, en palabras de James, de la
capacidad de ―escoger entre varios intereses igualmente coercitivos‖, pues ―ésta
decidirá toda la carrera del hombre‖. Esta capacidad de escoger un fin o camino a seguir
en aras un interés supremo es la ―energía ética par excellence‖1234. Pero hay más,
cuando escogemos un acto encaminado a un fin que para nosotros es el supremo de
todos los que podíamos seguir, hacemos mucho más que la elección de una acción
correcta. La verdadera dimensión ética de despliega ante nosotros cuando caemos en la
cuenta de que, con cada elección, estamos eligiendo en qué tipo de persona nos vamos a
convertir. La elección se afinca allí en lo más hondo de nuestro ser1235.
En última instancia, el mundo que vivimos y sentimos es fruto de las elecciones
pasadas que nuestros ancestros, ―esculpiendo‖, han realizado sobre la materia básica
dada para su existencia1236. James postula incluso que, sin importar la complejidad de la
red de elecciones que implique esta herencia de ―los ancestros‖, todo se resuelve en la
elección más básica, radical e individual de todas: aquella que divide toda la experiencia
posible en las mitades ―yo‖ y ―no-yo‖. Aquí el punto de división es ineludiblemente
individual y eso determina esa esfera privativa de intereses entre lo que es mío y lo que
no lo es. Nadie toma interés en lo mío tal como yo lo hago y, por más que sea un
acertijo moral el saber cómo la mente divide la totalidad en esas dos partes del ―yo‖ y
―no-yo‖ y se interesa en la que siente como suya, es ello un hecho psicológico
fundamental1237. ¿Cómo no iba a reflejarse este misterio en una de las características
constitutivas de nuestra corriente de pensamiento?
1233
P: ―An act has no ethical quality whatever unless it be chosen out of several all equally possible‖ IX
(186)
1234
P: ―The ethical energy par excellence has to go farther and choose which interest out of several,
equally coercive, shall become supreme. The issue here is of the utmost pregnancy, for it decides a man‘s
entire career‖ IX (186) Cursivas de James.
1235
P: ―The problem with the man is less what act he shall now choose to do, than what being he shall
now resolve to become‖ IX (187)
1236
P: ―The world we feel and live in will be that which our ancestors and we, by slowly cumulative
strokes of choice, have extricated out of this, like sculptors, by simple rejecting certain portions of the
given stuff‖ IX (187) Cursivas de James.
1237
P: ―One great splitting of the whole universe into two halves is made by each of us; and for each of us
almost all the interest attaches to one of the halves; but we all draw the line of division between them in a
different place. When I say that we all call the two halves by the same names, and that those names are
―me‖ and ―not-me‖ respectively, it will at once be seen what I mean. The altogether unique kind of
interest which each human mind feels in those parts of creation which it can call me or mine may be a
moral riddle, but it is a fundamental psychological fact‖ IX (187)
395
Capítulo 29
LA INFLUENCIA DE JAMES
La amplitud y profundidad de la mente William James fueron suficientes para dar
pábulo, a la vez, a aventuras intelectuales de la talla de la Fenomenología y de la
Filosofía del Organismo. En este punto, nada más suscribimos, letra por letra, la
afirmación de Pred: ―James‟s work directly influenced several of the major figures of
twentieth-century Western philosophy, including Dewey and Husserl, but it was
Whitehead who actually adventured along the path of development opened by James,
formulating a ―philosophy of organism‖ that meets Jamesian conditions of
adequacy‖1238 ¿Qué nos queda sino emprender el esfuerzo de otorgar un poco de luz a
esta tesis aportando el combustible de unos cuantos ―hechos obstinados‖?
La influencia de James en Whitehead
Esta primera parte será de corte más bien breve. La influencia de James en Whitehead
es del todo evidente y, además, ha sido un tema de sobra estudiado. El locus classicus
para su estudio es el extenso artículo de Lowe titulado William James and Whitehead‟s
Doctrine of Prehensions incluido como capítulo 13 de Understanding Whitehead
(pp.340-360). La evidencia a que nos hemos referido, por otra parte, dimana de las
propias afirmaciones de Whitehead. Al respecto, el consenso entre los estudiosos es
pleno. Citamos, entre muchos, el testimonio de Edie: ―They will, perhaps, no questions
in any way the great importance of James for Whitehead (which is, in any case,
undeniable and well documented both historically and in the solid philosophical
achievements of this school of thought)‖1239. Y no podría no serlo, ya que el mismo
Whitehead, como dijimos, lo ha confesado abiertamente en su obra. Es claro que su
noción capital de ―entidad actual‖ es equivalente a la ―gota de experiencia‖ (drop of
experience); que la afirmación de que ―aparte de las experiencias de los sujetos no hay
nada en absoluto‖ guarda parejas con las intuiciones básicas de James acerca de un
1238
1239
PRED (14) Cursivas mías
EDIE (485)
396
mundo ―de pura experiencia‖; que su noción capital de ―sentir‖ (feeling) ha sido tomada
literalmente de James; que su idea acerca del análisis genético de la concrescencia de la
entidad actual y la doctrina epocal del tiempo están contenidas en la ideas de James
acerca del ―presente engañoso‖; que la idea de la eficacia casual innegable del pasado
inmediato tal como se manifiesta en la intención de decir una frase ha sido tomada de
James; que la noción de la conciencia como ―función‖ ha sido inspirada por James; que
la Filosofía del Organismo sostiene firmemente la doctrina de un pluralismo radical tal
como lo hizo James; que la propia noción de ―hecho obstinado‖ (stubborn fact) y la
voluntad de someterse a ellos también ha sido tomada de James y, por último, la
convicción de Whitehead en cuanto a que, a la hora de querer expresar las
profundidades de la realidad, el lenguaje es impotente: ―Whitehead sympathized with
James‘s sense of the inability of words to describe certain features of experiences and of
the inevitable incompleteness that this inadequacy represents for any philosophical
theory‖1240. Eso, nada más que por hacer una lista superficial. Además, es Whitehead
mismo quien no se ahorra elogios para el ―adorable genio‖ de William James: ―Una
frase de una carta del adorable genio que fue William James ilustra exactamente lo que
quiero decir. Cuando estaba acabando su gran tratado, Principios de Psicología,
escribió a su hermano Henry James: ―Tengo que forjar cada frase en las fauces [in the
teeth] de hechos irreductibles y obstinados‖ ‖1241. Por otra parte, cuando afirma que toda
labor filosófica sistemática ha de estar precedida por una etapa más libre de
―amontonamiento‖, ―recolección‖, ―recopilación‖ o ―acopio‖ [assemblage], sólo cuatro
nombres son dignos del galardón: ―En la literatura occidental hay cuatro grandes
pensadores cuya contribución al pensamiento civilizado ha consistido en gran medida
en una tarea de acopio filosófico; aunque cada uno de ellos haya aportado también
importantes contribuciones a la estructura de la filosofía sistemática. Estos hombres son
Platón, Aristóteles, Leibniz y William James‖1242. He allí la razón de la admiración que
Whitehead profesaba por aquellas obras filosóficas asistemáticas en las cuales el genio
perspicaz del ―recolector‖ podía manifestarse a sus anchas y dejar diseminadas allí
despreocupadamente las flores de intuiciones profundas que, de ser constreñidas a
manifestarse bajo el invernadero de un sistema, habrían perdido su lozanía. El caso par
excellence estaría dado por el conjunto de los diálogos de Platón tal como está y en
1240
MYERS Gerald E. William James. His Life and Thought (613, nota 82)
CMM (15)
1242
MP (12) Cursivas mías.
1241
397
ausencia de toda sistematización posterior. Difícil que un tema de interés humano
profundo no haya sido tocado allí por su admirable stylus. Otro caso lo tendríamos al
considerar la distancia que media entre el Descartes que va ahondando honestamente en
las Meditaciones y que nos lleva de la mano y a ratos nos deja abandonados frente a la
hondura de los grandes problemas y el Descartes de los Principios, donde ya se ha ido
apagando la típica frescura de la reflexión viva. En cuanto a Locke, Whitehead ha sido
explícito al calificar a su Essay como ―una reserva inestimable [the invaluable
storehouse] para aquellos que desean confrontar sus construcciones metafísicas
acudiendo a los hechos‖1243. Como resumen de todo lo anterior, citamos el siguiente
pasaje de entre las extensas conversaciones que mantuviese Whitehead con Lucien
Price: ―The difficulty of communication in words is but little realized. If I had to write
something about your personality, of course I could —but how much would remain that
couldn‘t be put into words. So when the rare balance of knowledge and perception
appears, as in William James —one who could communicate so much more than
most— it is perhaps an advantage that his system of philosophy remained incomplete.
To fill it out would necessarily have made it smaller. In Plato‘s Dialogues there is a
richness of thought, suggestion, and implication which reaches far‖1244. Ahora, un genio
de ese calado no solo fue leído por Whitehead; Husserl también cayó bajo su embrujo.
La influencia de James en Husserl
Un serio estudioso de la historia de la Fenomenología, James Edie, sostiene que la
influencia de James sobre Husserl está suficientemente asentada como ―un hecho
prominente‖ y que como ―ya no cabe duda posible u obscuridad respecto del registro
histórico‖, sólo podría ser ignorada si, ―después de examinar la evidencia, se concluyese
que tal influencia fue marginal o de poca importancia filosófica‖: ―The salient fact of
this influence are well established in the literature here under review; there is no longer
any doubt or obscurity concerning the historical record, and historians of philosophy are
henceforth permitted to ignore it only if, after examining the evidence, they conclude
that this influence was marginal or of no philosophical importance‖1245. Sin duda, no se
trata de una tesis aislada y es compartida por otros investigadores. Así Joseph J.
1243
PR (202) Rovira Armengol traduce ―tesoro inappreciable‖.
MYERS, ibid. Por cierto la referencia es a Dialogues of Alfred North Whitehead: As Recorded by
Lucien Price. Boston. Little, Brown & Co. 1954 (337-8). Cursivas mías.
1245
EDIE, James M.: ―William James and Phenomenology‖. The Review of Metaphysics, volume XXIII,
Nº 3 March 1970 (485) Cursivas mías.
1244
398
Kockelmans, cuando afirma que hay una inequívoca relación entre la psicología de
James y la fenomenología psicológica de Husserl y que no cabe duda de que éste último
no sólo estaba al tanto del trabajo de aquél sino que recibió su influencia: ―There exists
an
unmistakable
relationship
between
the
psychology
of
James
and
the
phenomenological psychology of Husserl. It is quite certain that Husserl was
acquainted with James‟ work and that he was influenced by him‖1246; Dermot Moran:
―As Husserl originally envisaged it, phenomenology had much in common with William
James‟s radical empiricism‖1247; Bruce Wilshire, quien se admira de que hayan pasado
más de setenta años antes de que se reconociera la influencia que tuvo The Principles of
Psychology en Husserl: ―Thus it is startling that his pioneering work in phenomenology
and his influence on Husserl went without proper notice for seventy years and has only
just recently gained recognition. Husserl‘s own acknowledgment of James‘s influence is
particularly revealing‖1248 y Hans Linschoten quien refiere el indesmentible testimonio
que el propio Husserl anotara en su diario personal al tenor de un curso de psicología
que estaba dictando. Allí Husserl no sólo no se ahorra alabanzas para ―el hombre
valeroso y genial que no se dejó maniatar por ninguna tradición sino que hizo el
esfuerzo de mantenerse firme en su posición y describir lo que veía‖ sino que reconoce
abiertamente la influencia que ejerciera sobre él mismo y que todavía testimoniara en
Krisis, al señalar que James fue él único que captó la noción de ―horizonte‖. Citamos in
extenso: ―In this context it is interesting to note what Husserl wrote in his diary in
connection with a course he taught in psychology: Although I was able to read only a
few things and too little of James‟s Psychology, it brought some lightning flashes. I saw
how a courageous and original man did not let himself be shackled by any tradition but
endeavored effectively to hold on to and describe what he saw. This influence was not
unimportant for me… (cf. ―Persönliche Aufzeichnungen, hrggb. Ven W. Biemel‖
Philosophy and Phenomenological Research, vol. 16, 1956 p. 295). Later on, Husserl
mentioned James as the only one who noticed the phenomenon called ―the horizon‖
(Krisis. The Hague 1954 p. 267)‖1249. Estamos convencidos de que esta somera
1246
KOCKELMANS, Joseph J. Edmund Husserl‟s Phenomenological Psychology. A Historico-Critical
Study (73) Cursivas mías.
1247
MORAN, Dermot: Introduction to Phenomenology. (Preface, xiii) Cursivas mías.
1248
WILSHIRE, Bruce William James and Phenomenology: a Study of “The Principles of Psychology”.
(4) Cursivas mías.
1249
LINSCHOTEN, Hans On the Way Toward a Phenomenological Psychology. The Psychology of
William James 1968 (17) He puesto en cursivas la cita del diario de Husserl.
399
inspección de la evidencia disponible muestra que esa influencia no sólo existió, sino
que fue decisiva; mas, ¿cómo llegó Husserl a saber de James?
El encuentro con los textos de James
Corría el año de 1882 cuando Carl Stumpf
—el brillante discípulo de Brentano que
había obtenido su grado doctor a los veinte años en la Universidad de Göttingen—
paseando por las calles de Praga, habría de toparse a quien el tiempo habría de convertir
en su amigo íntimo y fiel corresponsal; a William James1250. No cabe duda de que fue el
propio Stumpf, a la sazón profesor del joven colega Husserl que se había trasladado a
Halle en 1886 para que aquél supervisara su tesis de habilitación 1251, quien interesó a su
discípulo a que leyera The Principles of Psychology y que, según Moran, en 1894,
apenas a cuatro años de la aparición del libro, le hiciese llegar un ejemplar 1252. Algunos
años después, en 1900, Husserl plasmaría para siempre la gratitud debida a su maestro
de Halle al dedicarle, ―en testimonio de veneración y amistad‖, ese monumento
intelectual del pensamiento que son Las Investigaciones Lógicas. Entretanto, ¿siguió
Husserl los consejos de su maestro y leyó The Principles of Psychology?, todavía más,
¿llegó alguna vez a relacionarse con James? Veremos que no poca tristeza y
repercusiones intelectuales de largo alcance habrían de resultar de aquella confluencia.
El encuentro con James
La referencia que hiciéramos a que en 1894 Husserl leyera The Principles merece ser
revisada a la luz de lo que él dejara escrito en su diario durante su crisis personal de
1906. Allí afirma que había leído la obra señera de James en 1891, vale decir, al año
siguiente de su publicación y con motivo de estar dictando un curso de psicología;
posteriormente, hallamos una referencia explícita en 1894 al tratar de los contenidos y
los actos de conciencia (lo que puede haber movido a confusión a Moran al citar el año
de 1894)1253 y, por último, la elocuente mención de Las Investigaciones Lógicas: ―Las
1250
EDIE: ―Carl Stumpf, fellow disciple of Brentano and colleague at Halle to whom Husserl dedicated
the Logische Untersuchungen, had met James in Prague in 1882 and became, thereafter, James‘ closest
friend and most constant correspondent in the German academic world‖ (487)
1251
MORAN: ―Husserl moves to Halle in 1886 with Sumpf supervising his Habilitationsschrift‖ (71)
1252
MORAN: ―Stumpf, a close friend of, and correspondent with, William James, recommended James‘s
Principles of Psychology to Husserl in 1894‖ (71)
1253
EDIE: ―In the diary, written during his period of crisis in 1906, Husserl tells us that he first read the
Principles in 1891-1892 in connection with a course he was giving on descriptive psychology and in an
400
observaciones geniales de James en el terreno de la psicología descriptiva de las
vivencias representativas no conducen forzosamente al psicologismo; como se ve en
esta obra, puesto que las sugestiones que al notable investigador debo yo en el análisis
descriptivo no han hecho más que favorecer mi abandono del punto de vista
psicologista‖1254. Además, era el propio Husserl quien en sus cursos alentaba a los
estudiantes norteamericanos que recibía a ―estudiar a James‖ para así, paradojalmente,
desasirse de las influencias psicologistas y encaminarse hacia la Fenomenología1255.
Cabe todavía señalar que en la biblioteca privada de Husserl se encuentran las
principales obras de William James y dos reimpresiones que él mismo enviara a
Husserl1256. Estos datos se remiten al estudio pionero de Linschoten que, con la venia de
Herman van Breda, tuviera acceso a la biblioteca de privada de Husserl y cotejara, entre
otros, su ejemplar de The Principles y los artículos que personalmente James enviara a
Husserl1257. Sin entrar todavía con más en detalle a indicar en qué puntos se manifestó
la influencia de James sobre Husserl, nos parece haber puesto en claro que tal influencia
existió y que fue reconocida abiertamente por éste último. Tanto fue así que (luego de
titubear sin duda por el respeto que profesaba a James y por la diferencia de edad que
los separaba) se decidió un buen día a escribirle con el fin lograr su intercesión y
recomendación para a un posible editor norteamericano de la primera versión en inglés
de las Investigaciones Lógicas. James recibe la carta, la lee, la aleja y toma, sin saberlo,
una decisión que podría haber contado como uno más entre ―los momentos estelares de
article published in 1894 he first explicitly cites the work of James in a discussion of the objective
contents of acts of consciousness‖. (488)
1254
Investigaciones Lógicas I, Cap. V, Apéndice nota 16 p. 371. Alianza Editorial, 1ra. Edición en
―Ensayo‖ 1999. Traducción de Manuel García Morente y José Gaos. En el § 37 se refiere también
explícitamente a James al tratar de la noción de ―fringe‖ (―fleco‖ en la versión citada), cf. p.365. Cursivas
mías.
1255 EDIE: ―Husserl‘s invariable advice to visiting American students at the end of their stay in Freiburg
to ―study James‖ has sometimes been misinterpreted in this sense. Husserl himself no doubt felt that the
best advice he could give those foreign students who could not be enticed further into phenomenology
was to give them an author to read who would put them in some sense on the same path‖. (486, nota 12)
1256 EDIE: ―Husserl‘s library, preserved at Louvain, contains most of James‘ major works and two
reprints which James sent to Husserl. Only the Principles of Psychology, however, and one of the
reprints, ―The Knowing of Things Together‖, contains marks and marginal notes which indicate that they
were read intensively‖ (488)
1257 LINSCHOTEN: ―I also feel very grateful for the permission Fr. Herman van Breda, O.F.M.,
director of the Husserl-Archives in Louvain, gave to study Husserl‘s copy of the Principles. The marginal
notes Husserl made, contain some indications about his evaluation of James‘s thoughts.‖ (17) (aquí
mismo la siguiente nota): ―We find marginal notes, key words and translation of terms especially in Part
I, ch. 4-9, 11, 12, 14-16; Part II, ch. 17-22 and 26. Most of other independent publications of James
appear to be present in Husserl‘s personal library. None of these showed any sign of being studied except
the abbreviated edition of the Psychology. Of the two reprints which James sent to Husserl, ―The
knowing of Things Together‖ shows such signs; ―A world of Pure Experience‖ does not.‖ (18 nota 11)
401
la humanidad‖ que nos legara la pluma maestra de Stefan Sweig; porque si bien James
es un hombre genial, la estrella del destino lo hizo en ese instante un ser cualquiera:
―Muy raras veces ―maravillosos momentos de la historia del mundo― el hilo de los
hados es agarrado un momento por una mano indiferente, y ese hombre se siente más
atemorizado que feliz, una tempestad de responsabilidades se lanza entonces al heroico
espectáculo del mundo y la mano deja escapar el hilo que había asido‖ 1258. A decir
verdad, si no fuese porque la realidad ha opacado tantas veces a nuestras más vivaces
fantasías, apenas podríamos dar crédito a lo que efectivamente ocurrió. El gran William
James, cual Edipo y sin ver lo que tenía ante sus ojos, disuadió al representante de la
importante casa editorial de emprender el trabajo argumentando que ―nadie en
Norteamérica se interesaría por un nuevo y extraño libro alemán de lógica‖. Provocando
con ello no sólo amargura y desengaño al inseguro Husserl sino retardando en varias
décadas la llegada al mundo académico de habla inglesa de uno de los más grandes
libros de lógica jamás escritos y, aparejado con ello, provocando un retraso en la
difusión de las nuevas ideas fenomenológicas que anidan allí1259. ¿Se convirtió en
rencor la desilusión de Husserl? No lo sabemos y no lo creemos, dada la liberalidad y
humildad de su persona, pero lo cierto es que todos los elementos y las observaciones
de ―psicología fenomenológica‖ que se hallan dispersos en Ideen I, publicadas trece
años después de Las Investigaciones Lógicas, ya están presentes en The Principles, y
Husserl, que sabemos conocía bien aquel texto, no nombra a James ni una sola vez.
Algunas ideas de James que anticiparon la fenomenología de Husserl
Vamos a revisar muy someramente, y haciendo prácticamente indicaciones, el trabajo
de tres estudiosos que apoyan esta tesis: James M. Edie, ―Wiliam James and
Phenomenology‖. The Review of Metaphysics, volume XXIII, Nº 3 March 1970; Bruce
Wilshire, William James and Phenomenology: a Study of “The Principles of
Psychology”. Indiana University Press. Bloomington, London 1968 y Hans Linschoten,
On the Way toward a Phenomenological Psychology. The Psychology of William
1258
Momentos Estelares de la Humanidad. El minuto mundial de Waterloo. Editorial Porrúa, México 2da.
Edición 2006 (3)
1259
Cf. EDIE: ―In fact it was James himself who, some years later, advised a great eastern publishing
house in America against publishing a translation of Logische Untersuchungen (―Nobody in America
would be interested in a new and strange German work on Logic‖) to Husserl‘s lasting grief and, it must
be said, to the detriment of American Philosophy‖ (488) y MORAN: ―Unfortunately, James was less
enthusiastic about Husserl, being responsible for a proposed project to translate the Logical Investigations
into English being rejected by the publishers in 1910‖ (71)
402
James. Amedeo Giorgi ed. Duquesne Studies Psychological Series 5. Duquesne
University Press, Pittsburgh, Pensylvania. U.S.A. 1968.
Según Edie, hallamos ya en James la noción de ―intencionalidad‖ caracterizada en sus
determinaciones esenciales (imposibles de fijar a partir de un análisis solamente
empírico) y por tanto, fenomenológicas, cuando afirma es una nota distintiva del
pensamiento el ser cognitivo, i.e., que trata con objetos que son diferentes a él; no obsta
para ello que se considere el sentido ―débil‖ o más simple de intencionalidad, el ser
―conciencia-de‖1260; es además patente (hasta en los términos mismos) que la célebre
expresión de Husserl ―Erlebnisstrom‖ es la simple traducción de ―stream of
consciousness‖ de James y que ―Reflexion‖ equivale ―introspection‖1261; ahora, desde el
momento en que el aspecto cognitivo es una nota inherente al pensar, en tanto necesaria
referencia a algo otro que sí mismo, ello se vería reflejado en la idea husserliana de que
el aspecto ―presentativo‖ propio de los actos de conciencia sería la base de todos los
otros ―no presentativos‖ de objetos1262; adelantó (y ya hemos visto que es uno de los
pocos casos en que Husserl lo confiesa abiertamente) la noción de ―horizonte‖ al
distinguir entre el ―campo‖ y los ―márgenes‖ de un significado con su distinción entre
―objeto‖ y ―tópico‖1263 estableciendo con ello que el horizonte final de todo significado
era ―el mundo de la vida‖1264; introdujo la idea de ―objeto del pensar‖ como una función
1260
EDIE: ―We might grant to Husserl that intentionality even in this weak sense is a law of experience
which never was and never could have been discovered by empirical psychology since it involves an
eidetic analysis of what is meant by consciousness and is a ―transcendental‖ structure of experience
whose validity is neither confirmed nor infirmed by empirical procedures which must always already take
it for granted. It is of the ―essence‖ of consciousness that it ―deal with objects independent of itself‖ (in
the words of James), i.e. that it is a ―cognitive‖ or ―presentational‖ process.‖ (493)
1261
EDIE: ―James was the first to launch the notion that consciousness is a temporally flowing ―stream‖
of experiences which continually change, grow and merge with one another, and he believed, at first, that
one could grasp these mental acts (or ―feelings‖ or ―thoughts‖) by ―introspection‖ and then correlate them
with their ―causes‖ ‖ (498)
1262
EDIE: ―By the ―omnipresence of cognition‖ James means ―reference to an object other than mental
state itself‖ (Principles, Vol I, p. 186), and this seems to play the same role in his theory of consciousness
as what Husserl call the ―presentational‖ aspects of acts of consciousness in his. According to Husserl,
there are other kinds of acts of consciousness than ―presentational‖ (or ―cognitive‖) acts, but all nonpresentational acts include and presuppose a presentational act at their basis, whereas the converse is not
the case.‖ (499, nota 2)
1263
EDIE: ―He was the first to distinguish between the ―field‖ of a given meaning and its ―margins‖. And,
above all, he distinguished the ―object‖ of thought in the strict sense (its meaning) from the ―topic‖ (or
referent in the real world) which it is ―about‖. This was elaborated more fully in his distinction between
―knowledge by acquaintance‖ and ―knowledge about‖ something‖ (502)
1264
EDIE: In other words, both ―knowledge about‖ and ―knowledge by acquaintance‖ are directed toward
the life-world as a whole and it is this life-world itself, as the ―horizon‖ of any particular cognition, which
is the final a priori ground of all experience.‖ (503)
403
intencional de la conciencia1265; estableció la distinción (capital en la propuesta
husserliana) entre la mera presentación de un objeto a la conciencia y nuestra creencia
en él1266; sugirió que el sentido primario de la expresión ―real‖, y que llamó literalmente
―el sentir de la realidad‖ (the feeling of reality), radica en la conciencia perceptiva1267.
Wilshire por su parte, sostiene que, a partir de las reflexiones de James acerca
de los ―engaños‖ que sufrimos respecto de los fenómenos, cuando
—al tratar de
explicarlos ya sea por razones prácticas o teóricas— los nombramos o especificamos
en términos de la cosa singular que los causa y ocultamos con ello la totalidad del
mundo circundante que les otorgaba su cabal sentido, Husserl habría derivado su noción
de epoché y con lo cual, además, ya estaría en gérmen la noción de ―mundo de la vida‖
como horizonte final de significado1268; que, según ya hemos visto, la noción de
―fringe‖ de James es el equivalente de ―horizonte‖ como ese campo no focal de
conciencia que rodea como una presencia y da sentido a aquello que está en el foco de
conciencia1269; la distinción entre objeto y tópico que habría de desembocar en la noción
husserliana de ―noema‖1270; sostiene además que el célebre ―Principio de todos los
1265
EDIE: ―The ―object of thought‖ (which in chapter twelve of the Principles he designates by the term
―conception‖) is the ―function‖ through which the mind intends ―a permanent subject of discourse‖ (505)
1266
EDIE: At the outset James adopts a distinction found in Brentano, and one which is pivotal for
Husserl‘s phenomenology, between the mere presentation of an object to consciousness and my ―belief
in‖ or ―assent to‖ what is presented in this cognitive experience.‖ (505)
1267
EDIE: ―James does more than provide a preliminary map of the various orders of reality. He goes on
to suggest that there is one sense of the word ―real‖ which is paramount and which provides us with the
primary analogue in terms of which the various orders of reality can be unified. In so doing he anticipates
Husserl and Merleau-Ponty in locating the primary sense of reality in perceptual consciousness‖ (508)
1268
WILSHIRE: ―We are deceived about phenomena, James says, both by our practical concerns as men
and by our theoretical concerns as scientists. Both concerns prompt us to pick out, before we know it, in
the twinkling of an eye, what particular things cause the phenomenon. (…)We then name or specify the
phenomenon in terms of the single thing that causes it (for example, ―an odor of violets‖, ―a cheesy
taste‖) and mask out the whole phenomenal field —the sense of the world presence— in which the
phenomenon is embedded, and for which, in its wholeness, the phenomenon should be named if it is to be
specified adequately. Since we specify our thoughts in terms of the phenomena which are their objects,
this also amounts to deception concerning thoughts. Husserl took James‘s insight and formulated it thus:
all judgments concerning physical things and causation are to be bracketed or suspended —not denied or
ignored, but suspended, i.e., viewed within the environing context of meaningfulness which makes them
possible as meaningful judgments (…)―As phenomenology developed in the hands of Husserl, it became
increasingly clear that the whole lived world (Lebenswelt) as the founding level of meaning is even more
basic than the internal relationship of thought to thought‘s object (intentionality)‖ (6-7)
1269
WILSHIRE: ―By ―horizon‖ Husserl means substantially what james does by ―fringe‖ (James in one
occasion even uses the word): the relations and characteristics of the thing in the world as known or
intended or meant. I know my room, for example, as that kind of place which I can escape from if need be
—it is fringed that way— although my awareness of this fringe is usually nonfocal or marginal. That is,
it is only when my expectation, built into the fringe, is abruptly dissatisfied that I become aware of the
fringe as such‖ (120)
1270
WILSHIRE (en este punto cita a Aaron Gurwitsch): Aron Gurwitsch points out further parallels
between James‘s idea of fringe and/or thought‘s Object and the corresponding idea in Husserl. He also
point out a parallel to James‘s idea of topic. James‘s distinction between object and topic of thought
404
principios‖ del §24 de Ideen I guarda estrecha similaridad con la noción de ―objeto‖ de
James1271; habría adelantado incluso, al concebir el fenómeno de la concepción mental
como una función, aquello que Husserl llamara después ―el a priori de correlación‖1272;
habría anticipado las ideas de que todo sentido surge en una temporalidad, de que hay
un tiempo ―prospectivo‖ asociado al ―halo‖, la idea del ―espesor‖ del presente
anticipada en su doctrina del ―specious present‖, la noción de ―horizonte‖ ya tantas
veces mencionada e incluso la idea del ―llenado‖, ―completud‖ o ―repleción‖ de los
significados1273.
Linschoten sugiere las siguientes anticipaciones por parte de James: la noción
de la realidad humana no sólo como verbalizada sino como plena de sentido1274; la idea
de que hay un ―abismo‖ entre los fenómenos conscientes y lo que no lo son; la
falsicación de las vivencias (experiences) cuando, empujados por el lenguaje ordinario,
las nombramos según las ―cosas‖1275; de hecho, la problemática central que atraviesa
coincides substantially with that [which] Husserl maintains between ―object which is intended‖ and
―object as it is intended‖…In Husserl‘s later wirttings, the latter concept is denoted by noema (Théorie du
champ de la conscience. Desclée de Bruwer 1957. Translated as The Field of Consciousness. Duquesne
1964 p. 185)‖ (120)
1271
WILSHIRE: We add, moreover, that Husserl conceives the grasp of the total Object to the sine qua
non of phenomenology, ―the principle of all principles‖ which he set forth in 1913: ―Whatever presents
itself…in primordial form…is simply to be accepted as it gives itself out to be, though only within the
limits in which it then presents itself‖ (Ideen § 24). This is strikingly similar to what James holds to be
primordial: the Object conceived as ―all that thought thinks, just as thought thinks it‖ ‖ (121)
1272
WILSHIRE: ―James defines conception as the ―function‖ of a mental state‘s signifying ―a permanent
subject of discourse‖. He says that it is not the mental state, and it id not what is signified; rather it is the
―relation‖ between them. In giving us an account of conception, then, he is giving us an account of the
cognitive relationship‖ (151)
1273
WILSHIRE: ―It may well be both that meaning arises only in a temporal flow and that it is sustained
only in a network of relationships in which the temporal strand is ineluctable. But if this strand is present
in the fringe, and if the fringe is present, then it is anticipated or prospective time. Moreover, it should be
pointed out that James himself was one of the first to make theoretical room for anticipated time in his
notion of the specious present. (…) When he writes in Ideen of ―retention‖ and ―ptotention‖ as the
primary dimensions of the time-sense (§77), he is echoing the following words of James: These lingerings
of old objects, these incoming of new, are the germs of memory and expectation, the retrospective and the
prospective sense of time (P I 606). And Husserl‘s idea of ―meaning intentions‖ and ―meaning
fulfillments‖ may well reflect a Jamesian influence. Husserl points out that a meaning intention is
conceptually tied to its fulfillment: we know what a sign marked ―dip‖ means because we know what a
dip in the road will be like if and when we come to it —time is of the essence, in a way‖ (206)
1274
LINSCHOTEN: ―On the one hand, he saw that language can seriously seduce us, that a psychologist
might be led by it to mistake for true realities the mental (psychic) realities as expressed in words by
language. On the other hand, as we have seen, James considered language as a creative moment in the
constitution of reality itself, of reality in general. (…) But there is a third difficulty. It is proper to man to
express thoughts in words, and verbal expression is connected with experience, with the reality man
experiences. Human reality is not only a verbalized reality, it is a reality of things that ―speak‖ and
signifiy; it is a world in virtue of meaningful interconnection‖ (102)
1275
LINSCHOTEN: ―According to James experience and ―conscious phenomena‖ are of totally different
nature than things. (…) Suffice it to mention four things here: (1) James considers experience to be
something different than things; (2) But experience is not a mode of some spiritual substance; (3) We
405
The Principles
—a saber, la relación entre experiencia, lenguaje y cosas—
misma que encontramos en Ideen I
1276
es la
; la idea de que las vivencias constituyen una
unidad de actualidad, retención y protensión sobre la base del ―presente engañoso‖1277;
las nociones de ―pensamiento‖ y ―sentir‖ de James tendrían su equivalencia en la noción
de intencionalidad ampliada de Husserl1278; la noción de ―objetivación secundaria‖1279;
su noción de ―conception‖ como antecedente de ―intentionalität‖1280; la idea de la
captación de unidades de sentido determinadas (por más que sean contradictorias),
anticipando con ello la idea clave de ―ideación‖ husserliana1281; la noción de ―objeto del
pensar‖ como ―aquello que el pensamiento piensa tal como lo piensa‖ sería equivalente
a la idea husserliana de objeto como correlato noemático1282; la idea de ―creencia‖
(belief) que tendrá su contrapartida en la noción de ―doxa‖ husserliana como ―confianza
en la realidad‖1283; la estratificación de las ―modalidades dóxicas‖ también la
falsify experience when we describe it by naming it according to the things we experience; (4) Language,
nowever, misleadingly prompts us to do this‖ (104)
1276
LINSCHOTEN: ―The mutual relation between experience, language and things is a central problem
throughout the Principles‖ (104)
1277
LINSCHOTEN: ―Experience is the spanned unity of actuality, retention and anticipation (protention).
Let us imagine a being for whom the ―now‖ of experience coincides perfectly with the precise actual
physical instant of time. There would be no question of memory for what now occurs has for him no
connection with what went just before. Remembrance is possible only when the now-of-experience has a
certain density, when there is a retention, and we anticipate what will happen in a moment‖ (143)
1278
LINSCHOTEN: ―If we leave Husserl‘s ―Empfindumgen‖ (sensations) and James‘ ―impressions‖ out
of consideration, we must then say about James‘ ―thoughts‖ and ―feelings‖ that they are ―intentionale
Erlebnisse‖ (intentional experiences). For James ascribes a cognitive function also to ―feelings‖: for
example ―feelings relation‖, ―feelings of tendency‖ ‖ (153)
1279
Cf Principles IX (185)
1280
LINSCHOTEN: Conception is the function of a ―state of consciousness‖ which means precisely that
particular thing (I 461). Conception, we could say, is the involvement (being related to) of an experience
with something. “Conception” here is James‟term for intentionality‖ (181) Cursivas en el original.
1281
LINSCHOTEN: ―For although mental life is attuned to practical realities, although all abstract
concepts are convertible into perceptual experiences, James nevertheless considers ―round-square‖ and
―black-white‖ things as completely definite conceptions; with respect to conception it is only by pure
accident that these concepts have no counterpart in the world of what is perceptible (I 463). And here we
have access to a phenomenological doctrine of eidetic contemplation which James never made use of‖
(181)
1282
LINSCHOTEN: ―Let us recall James‘ definition: the object of every thought is everything that
thought thinks, precisely as it thinks it. What we have just seen shows that ―thinkhing‖ must not be
understood here in the narrow sense. James‘ definition applies to all experience. (…) The things in
question, particularly the subject-things, are ―that which is judged‖. The whole that is formed from them,
the totality of that which is judged, taken exactly with the characteristics and specific givenness that is
present in lived consciousness, this totality forms the complete noematic correlate, the meaning (the term
being taken here in its widest sense) of the judgment-experience. Now the object, the complete noematic
correlate is certainly the same identical thing in the statements of James and Husserl. Even Husserl‘s
words: ―genau so genommen (wie) es in Erlebnis ‗Bewusstes‘ ist‖ is identical with James‘ ―exactly as the
thought thinks it‖ ‖ (195)
1283
LINSCHOTEN: No one objects if I amuse myself picturing to myself that my horse that is in the
stable suddenly acquires wings, rises in the air, and briskly flies around. I can even imagine this very
vividly (II 289). But I do not believe that this is really my old horse that is in the satble; I do not believe
406
encontramos mucho antes de James1284; por último, la noción de los ―varios mundos
circundantes‖ y su inserción final en el ―mundo de la vida‖1285. Agreguemos nosotros,
por último, que el modus operandi de Husserl se reduce sólo a dos momentos: (i) fijar la
intuición eidética y (ii) darle expresión adecuada con el lenguaje. Es un punto
particularmente claro en Ideen I y sobre el que Husserl llega a ser reiterativo: ―Nos
hemos limitado a dar expresión fiel a distinciones que se nos dan directamente en la
intuición‖1286; ―Ninguna teoría podría sacar su propia verdad sino de los datos
originarios. Toda proposición que no hace más que dar expresión a semejantes datos,
limitándose a explicitarlos por medio de significaciones fielmente ajustadas a ellos, es
también realmente (...) un comienzo absoluto‖1287; ―En la fenomenología, que no quiere
ser nada más que la doctrina de esencias dentro de una intuición pura, intuimos, pues,
directamente esencias en datos ejemplares de la conciencia pura trascendental y fijamos
las esencias intuidas por medio de conceptos o términos‖1288. Todo lo cual guarda
evidente analogía con el modo en que James entendía el método de la psicología, la
instrospección, cuya definición somera albergaba los dos momentos que ya hemos
notado en Husserl: (i) mirar en nuestra mente y (ii) reportar lo que vemos. En palabras
de James: ―Introspective Observation is what we have to rely on first and foremost and
always. The word introspection need hardly be defined
―it means, of course, the
looking into our own minds and reporting what we there discover. Every one agrees
that we there discover states of consciousness‖1289.
En una palabra, prácticamente nada de lo que es ―psicología fenomenológica‖
en Ideen I es original de Husserl. Lo que sí es totalmente nuevo y que jamás pasó por la
that Pegasus actually exists. There is a difference in what I imagine and what I experience with a doxic
confidence in reality‖ (201) Cursivas mías.
1284
LINSCHOTEN: ―The psychological contraries of ―belief‖ are not ―disbelief‖ but doubt and
examination (inquiry). In James they appear as phenomena that belong to the same order. We shall see
later that he does not maintain this point of view; that is why we now speak of doxic modalities in the
sense given to them by Husserl‖ (204) Cursivas en el original.
1285
LINSCHOTEN: ―According to James, the various worlds have only a rather loose inter-connection.
On the contrary, it is one of Husserl‘s fundamental theses that there are no horizons that exist alongside of
and free from one another; he maintains instead that they are differentiated by and are based upon an
ultimate, or rather, a first general horizon, namely that of the “Lebenswelt” (Life-world)‖ (211) ―He
[James] considers that sensations are already related to and involved in things, we are permitted to waive
the fact that he falls back on Hume in his discussion of this original reality. “Sensible objects are thus
either our realities or the tests of our realities” (II 301). Here we have nothing but the primacy of the
―Life-world‖ (Lebenswelt). For Husserl also the reality of perception characterizes, in the first place, the
―Ur-doxa‖. It is to this world that all others are oriented.‖ (213) Cursivas en el original.
1286
§18 (46) Cursivas de Husserl
1287
§24 (58) Cursivas de Husserl
1288
§66 (149) Cursivas de Husserl
1289
P: VII (121) Cursivas de James.
407
mente de James ni de nadie, es la idea extraordinaria del método progresivo de las
reducciones que culmina en la epoché trascendental y que nos abre las puertas de un
campo de conocimiento inédito y virgen: el de la ―experiencia trascendental
[Transzendentale Erfahrung]‖1290.
Capítulo 30
UN
CASO
DE
PROBABILIDAD
MÍNIMA:
CHARLES
HARTSHORNE
Es un hecho incontrovertible que Husserl y Whitehead, pese a haber sido
contemporáneos y haber tenido una evolución intelectual paralela que los llevó desde la
matemática, a la lógica, a la filosofía de la ciencia y finalmente a la filosofía, fueron
totalmente indiferentes y desconocidos el uno para el otro en vida1291. Cosa más extraña
todavía si se le agrega el hecho de que ambos fueron discípulos intelectuales confesos
de William James. Confesamos no poder adelantar ni siquiera una hipótesis para
explicarlo. Lo más probable es que, habiendo tenido desarrollos profesionales e
intelectuales totalmente análogos se hubiesen leído o citado el uno al otro. Sin embargo
no ocurrió y debemos atenernos nada más a ese ―hecho obstinado‖. Sabemos también
que sólo hace muy poco M. Bertrand Saint-Sernin planteó explícitamente la posibilidad
de hacer un paralelo1292 entre ambos pensadores y que nuestra pesquisa sólo ha arrojado
hasta el presente, lo repetimos, la existencia de un solo trabajo en el mundo dedicado a
ello: el notable trabajo de Winter acerca de la noción de temporalidad en Husserl y
Whitehead1293. Es patente pues que ha habido pocos intentos por establecer un puente
intelectual entre ambos autores digámoslo así, ―desde afuera‖, vale decir como simple
1290
Epílogo §1 (375) Cursivas mías.
PACI, Enzo. La Filosofia di Whitehead e i problemi del tempo e della struttura: ―E tutti sane che
Whitehead ignorava Husserl, come Husserl ignorava Whitehead‖ (115)
1292
LES ÉTUDES PHILOSOPHIQUES. Octobre – Décembre 2002. Presses Universitaires de France.
Paris (número dedicado a Whitehead): (440).
1293
WINTER, Michael Frederick. Lived Time in Husserl and Whitehead: A comparative study. A
dissertation submitted to the Graduate School in partial fulfillment of the requirements for the degree
Doctor of Philosophy. Northwestern University. Evanston, Illinois 1975.
1291
408
investigación académica de biblioteca a posteriori, sólo a partir de los textos. Bueno,
¿qué otra posibilidad cabría? No siempre se da en la historia la fortuna de que un
pensador contemporáneo comparta con otro, discuta sus ideas y las plasme en el papel.
Aunque sin duda se han dado casos sobradamente célebres, verbi gratia, las referencias
de Aristóteles a Platón, de Descartes a Gassendi, de Leibniz a Malebranch, de Husserl a
Brentano, de Heidegger a Husserl, sólo por citar algunos casos. Es claro que en el caso
que nos ocupa apelaríamos a un ideal casi imposible: un pensador que hubiese sido
contemporáneo de Husserl y Whitehead y que, no sólo nos dejara sus impresiones sino
que hubiese conocido en persona a ambos pensadores. Nótese bien, buscamos a una
sola persona en el mundo que cumpliera las siguientes condiciones: (i) ser estudioso de
la filosofía, (ii) ser alumno presencial de Husserl y Whitehead, (iii) que se interesase por
ambos y (iv) que dejara sus impresiones por escrito. ¿Qué probabilidad hay de que haya
existido tal persona? casi cero. Pero tal persona existió, dialogó personalmente con
Husserl en Friburgo siendo su alumno por más de un año a partir de 1923 y luego fue
asistente directo de Whitehead en Harvard por un semestre a partir de 1925. Para
efectos del trabajo que nos ocupa sólo Charles Hartshorne venció todas las
probabilidades en contra y sólo por eso su opinión merece ser considerada con seriedad
y en detalle1294. (Siendo fiel a los ―hechos obstinados‖ debemos consignar que, en la
misma época, hubo otro estudiante que siguió un camino estrictamente paralelo: Dorion
Cairns, que también fue consecutivamente discípulo directo de Husserl y de Whitehead.
Pero no lo hemos considerado para efectos de este trabajo por haber encarnado la
situación exactamente opuesta, Dorion nunca dejó de amar a Husserl y fue indiferente a
Whitehead)1295.
1294
Cf.
Boston
Collaborative
Encyclopedia
of
Western
Theology
en
http://people.bu.edu/wwildman/bce/hartshorne.htm : ―Two years were then spent in Europe studying
especially with Edmund Husserl and Martin Heidegger. From 1925-1928 Hartshorne returned to Harvard
as a research fellow where he was an assistant to Alfred North Whitehead for a semester‖ (cursives mías)
y Wikipedia en http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Hartshorne: ―De 1923 a 1925, Hartshorne siguió
estudios en Europa. Asistió a la Universidad de Friburgo, donde estudió bajo la tutela del fenomenólogo
Edmund Husserl, y también en la Universidad de Marburgo, donde estuvo a cargo del filósofo
existencialista Martin Heidegger. Luego, regresó a la Universidad de Harvard como investigador de 1925
a 1928, donde editó junto con Paul Weiss seis volúmenes de los Collected Papers de Charles Sanders
Peirce y pasó un semestre asistiendo a Alfred North Whitehead‖. Cursivas mías.
1295
GIER: ―Dorion Cairns, an intimate and translator of Husserl, also spent two years in Germany (192426) working directly under Husserl at Freiburg. Cairns was a confirmed adherent of Husserlian
phenomenology when he return to Harvard in the fall of 1926. Although he attended all of Whitehead‘s
lectures and participated in his seminars, he confided in a 1969 interview that ―the phenomenological
virus had bitten mo so deeply that I must say that the philosophical influence of Whitehead on me was
minimal‖ (198)
409
En cuanto a la competencia académica de Hartshorne, baste consignar que ocupa
el puesto único, en toda la historia de Harvard, de haber obtenido tres grados
académicos consecutivos (Bachiller, Maestría y Doctorado) en sólo cuatro años1296. En
su larguísima vida (103 años entre 1897 y 2000) sus inquietudes lo llevaron desde la
filosofía hasta la teología en incluso la ornitología1297. Su legado ha preponderado en el
ámbito teológico siendo uno de los fundadores de una escuela llamada ―Teología de
Proceso‖ y que cuenta ya con una obra clásica a la que no hemos tenido acceso, The
Divine Relativity: A Social Conception of God, (Terry Lectures), New Haven: Yale
University Press, 1948, reimpreso en 1983. Personalmente, recomendamos la lectura de
Omnipotence and Other Theological Mistakes, Albany: State University of New York
Press, 1984. Es muy notable consignar, para finalizar esta breve mención a la vida de
Hartshorne, que jamás se haya traducido ninguna de sus obras al castellano. Su archivo
personal se encuentra en Claremont School of Theology donde tuvimos el privilegio de
hacer nuestra investigación bibliográfica1298.
Retornando al tema específico que nos ocupa, nos centraremos en el único
artículo que, fruto de nuestra búsqueda, trata explícitamente de Husserl y Whitehead:
―Husserl and Whitehead on the Concrete‖ (se encuentra en el libro de F. Kender and R.
Zaner, Phenomenology: Continuation and Criticism. Essays in Memory of Dorion
Cairns. Martinus Nijhoff, The Hague, 1973. Lo citaremos como artículo de
Hartshorne)1299. Su tono general es más bien polémico y nos recuerda las divergencias
personales que Hartshorne tuviese con Husserl respecto a la noción de lo ―dado‖ o lo
1296
―Obtuvo el grado de bachiller (1921), maestría (1922) y doctorado (1923). Su disertación doctoral
trató sobre "la unidad del ser". Obtuvo los tres grados en solo cuatro, un logro único en la historia de
Harvard‖ cf. http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Hartshorne.
1297
Born to Sing: An Interpretation and World Survey of Bird Song. First published in 1973, Born to Sing
is a monumental undertaking, one of the most comprehensive, totally entertaining studies of bird
vocalizations ever available. It offers a global survey of modes of singing, encompassing more than 5,000
species of singing birds, with special analyses of nearly 200 species with highly developed songs. For the
professional ornithologist, informed birdwatchers, biologists, psychologists, philosophers, and
musicologists with a strong interest in nature. Paperback: 324 pages Publisher: Indiana University Press
(November 22, 1992).
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Cf. The Hartshorne Archive en http://www.ctr4process.org/programs/Archives.shtml: ―During his
life, Charles Hartshorne designated the Center for Process studies as the repository for his books, papers,
and other scholarly material. The Hartshorne Archive is a catalogued collection of the published and
unpublished academic material of Charles Hartshorne, his annotated personal library of books and
journals, personal and professional correspondence stretching from his childhood forward, and other
materials such as diaries, photographs, degree certificates, honorary degrees, newspaper clippings, and
miscellaneous material relevant to his life as a philosopher and a person. The collection mainly contains
Hartshorne‘s philosophical and theological works, although some of it includes works on ornithology‖.
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Otro artículo que recomendamos es ―Husserl and the Social Structure of Immediacy‖ en Farber
Marvin, Philosophical. Essays in memory of Edmund Husserl. Published for the University of Buffalo by
the Harvard University Press. Cambridge, Massachusetts 1940.
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―concreto‖1300 y su contenido nos interesa particularmente porque proviene de una
relectura de Ideen I que Hartshorne hiciera a una edad ya avanzada1301. En suma, el
artículo trata la pregunta ¿Qué es finalmente lo concreto de la experiencia? y trata de
responderla críticamente desde la postura de Whitehead (que, con mínimas salvedades,
es la Hartshorne) hacia la de Husserl. En efecto, si bien ambos pensadores coinciden en
su postura de ir más allá del planteo del empirismo tradicional 1302, es patente en sus
propuestas una dicotomía radical: entre hecho y esencia en Husserl y entre entidad
actual y objeto eterno en Whitehead1303. En este paralelo, ambos pensadores parecen
considerar que todo el qué de algo excepto su mero eso puede ser abstraído enteramente
de su devenir (paralelo elocuentemente reflejado en la primera sección de Ideen I,
―Hechos y Esencias‖ y en la segunda sección de Process and Reality, ―Hecho y
Forma‖)1304. La postura de Hartshorne —que compartimos— consiste en preguntar
simplemente cuánto puede ser abstraído de la realidad o, en otras palabras, a cuánto de
de lo concreto que deviene, es susceptible de asignársele un status eterno1305. No
obstante, hechas estas salvedades, en virtud de las cuales la propia postura de
Hartshorne toma distancia, a la vez, de la Fenomenología y de la Filosofía del
Organismo, él criticará a Husserl desde Whitehead. Se distinguen seis puntos en que
ambos pensadores difieren frontalmente respecto de lo que consideran lo concreto o
finalmente real.
(i) La irremontable dualidad de principio husserliana: como bien se sabe, Husserl
sostiene abiertamente el abismo de sentido que separa a la conciencia de toda realidad
en sentido estricto. Cualquier cosa posible sólo se da por escorzos espacio-temporales
1300
HARTSHORNE: ―My personal relation to Husserl is perhaps a bit unusual. I was in Freiburg for
more than a year beginning in November, 1923‖ (…) ―I did not share his confidence that he could divest
himself of theories and read off the exact traits of the given; particularly since, as I told him, I was fairly
confident of some truths about the given which he seemed to have badly missed.‖ (90) Cursivas mías.
1301
Op. cit.: ―It should be understood at the outset that my discussion in what follows is based, not on
Husserl‘s work in its entirety, but in Ideen I, some parts of which I have recently reread (…)‖ (90)
1302
Op. cit.: ―Husserl‘s defense of essences and eidetic ontology and his critique of empiricism and
positivism are in some respects not very different from Whitehead‘s defense of metaphysics‖ (91)
1303
Op. cit.: ―one of the difficulties I have with Whitehead‘s system also troubles me in Husserl, namely
the dichotomy of concrete singularities (Whitehead, ―actual entities‖) and timeless essences or ―eternal
objects.‖ ‖ (91)
1304
Op. cit.: ―Both Whitehead and Husserl talk as thought almost the entire what of a concrete entity, all
but its that, can be completely abstracted from becoming.‖ (91)
1305
Op. cit.: ―Just how much of the quality of the reality can be assigned an eternal status? (91)
411
mientras que las vivencias1306 se dan de una sola vez y enteramente sin tener ―espacio‖
ni ―lados‖ ni ―perspectivas‖, etc. Y, si bien es incontestable que también debe ―pasar
tiempo‖ para tener una vivencia no es menos cierto que el modo de darse es lo que
define tal abismo y consagra esta dicotomía insalvable1307. Por el contrario, es bien
sabido que la postura de Whitehead
—que también podría considerarse como una
extensión al extremo de la noción de ―vivencia‖, vale decir, esa experiencia de una
totalidad compleja dada absolutamente, pero extendida a miríadas de ocasiones de
experiencia sucesivas que en su devenir conforman todo el aparataje de la realidad—
busca desde el principio superar todo dualismo1308.
(ii) Los supuestos de la percepción que no discrimina o ―confusa‖: para fijar este punto
de crítica a un aspecto que nosotros también consideramos débil en Ideen I a nivel de la
teoría de la percepción ni siquiera es preciso acudir a Whitehead, basta posicionarse en
Leibniz y realizar la siguiente pregunta: En medio de las realidades físicas, ¿a cuáles
debemos considerar como agregados y a cuáles como singulares?, ¿qué es un singular y
qué un agregado de singulares? Esta es una pregunta que Husserl jamás se hace y él da
todo el tiempo por supuesto que los genuinos singulares son aquellos que percibimos
nosotros, esto es, una mesa, una hoja de papel, un árbol, etc. Efectivamente, no se niega
que sean objetos unitarios de percepción, pero no por ello dejan de ser objetos de
nuestra percepción cuyos poderes de discriminación son por ello relativos a nosotros.
Y sin embargo este genuino problema se remonta hasta el atomismo griego, ¿lo que
tomamos como ―uno‖ no será un agregado de ―muchos‖? Husserl en este sentido, y fiel
a su voluntad de no hacer entrar en la Fenomenología nada que provenga como dato y
fundamento desde las ciencias de hechos, debe pagar el precio de simplemente ignorar
toda la evidencia científica respecto de que cualquier objeto de percepción cotidiana es,
justamente de hecho, un agregado de micropartículas vibratorias1309. No obstante,
1306
Naturalmente, como todo autor anglosajón, Hartshorne utiliza ―experience‖ cuando se refiere a
―Erlebnis‖. Normalmente coloca la palabra alemana entre paréntesis.
1307
Op. cit.: ―partial or one-sided aspects revealed from diverse perspectives, and the object itself is the
unity of the possible perspectives. Experiences, by contrast, are intuited not perspectivally but integrally‖
(92)
1308
Op. cit.: ―Husserl accepts a form of radical dualism between experiences, Erlebnisse, and physical or
spatiotemporal ―realities‖, while Whitehead holds that a sufficiently generalized and adequate view of
Erlebnisse get rid of the dualism‖ (92)
1309
Op. cit.: ―A single thing for phenomenology is what we ordinarily take as such, e.g., a desk. Yet the
query is as old as Greek atomism, how does one know that what appears as ―one‖ is anything more or less
than a ―many‖ whose constituent units are too small for our powers of discrimination?‖ (92)
412
Husserl siguió bien a Leibniz en la doctrina de que si bien nada de lo que percibimos
externamente como unidad es tal sino un agregado de unidades más pequeñas (dada
nuestra percepción ―confusa‖ que ―con-funde‖ en una unidad al agregado) no era por
ello menos cierto que una sola singularidad si era dada como tal a nosotros: nosotros
mismos. En este punto, ambos superaron a los atomistas griegos. No obstante, y en esto
seguimos a Whitehead y a Hartshorne, no estamos dispuestos a simplemente desechar
todo saber científico (teoría del calor, molecular, atómica, de la luz, etc.) para fundar
una filosofía y menos a nivel de la percepción. Situado en el mismo punto, Hartshorne
acepta de buen grado la evidencia aportada por la ciencia: el carácter inerte de una mesa
percibida es simplemente aparente, por cuanto ella, más allá de nuestros poderes
discriminatorios, es un enjambre de actividad y poco importa que no percibamos
directamente eso1310. Por último, nos parece justo agregar el punto de vista emocional
que alienta la posición de Hartshorne y que, dicho sea de paso, compartimos: ―Me
rehúso a aceptar que sea la pobreza que tienen nuestros poderes para distinguir a
entidades singulares dinámicas la que determine mis creencias‖1311.
(iii) Una vivencia y una cosa son ambos eventos: Esto es algo que Husserl no parece
enfatizar debidamente y es una de las razones que lo lleva a sostener ese dualismo
radical ya señalado. En efecto, en Ideen I se contraponen, a nivel de la percepción,
―vivencias‖ y ―cosas‖, donde las primeras están constantemente cambiando y las
segundas permanecen. Pero eso es quedarse en una indebida abstracción: las ―cosas‖
¡también está permanentemente cambiando! Sólo que a otra escala y a otra velocidad.
Pero todavía hay más, pues 
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