ENCUBRIMIENTO. RECEPTACION SOSPECHOSA SALA

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ENCUB RIMIENTO. RECEPTA CION SOSPECHO SA
SALA SEGUNDA:
Deja constancia el Sr. Magistrado que a su entender los
elementos de cargo obtenidos no perm iten determ inar de que m odo
lleg— el vehiculo a poder del encartado, es decir, que no podr’a en
base a ellos considerarse acreditado que el causante haya
adquirido, recibido u ocultado el ciclomotor que conduc’a al
mom ento de ser detenido, de modo que el recurso Fiscal resulta
insuficiente si solo cuestiona en el terreno de los hechos la
FRQFXUUHQFLDGH ORV HOHP HQWRVVXEMHWLYRV GHO DUW LQFž GHO &3
±FRQRFLP LHQWR GH OD SURFHGHQFLD LOtFLWD \ iQLP R GH OXFUR VLQ
controvertir las restantes conclusiones f‡cticas del a quo ni que,
como Žste lo afirmara, los supuestos de consumo, regalo o
prŽstamo queden excluidos de la figura en an‡lisis.
Por otro lado, la recurrente tampoco logra demostrar en base
D TXH UD]RQHV SRGUtD VXSRQHUVH TXH HO ³D TXR´ WUDQVJUHGH ODV
reglas de la l—g ica, la experiencia o el sentido comœn al considerar
TXH QR FRQFXUUHQ ORV H[WUHP RV VXEMHWLYRV GHO DUW LQF ž VL OR
œnico que pudo acreditarse es que el encausado M. circulaba
conduciendo un ciclomotor que no pose’a sus placas de dominio y
sin la documentaci—n respectiva nueve dias despuŽs de que dicho
veh’culo fuera hurtado, antes bien, lo que hace es verter un criterio
de apreciaci—n solo dispar que im pide, a travŽs de la v’a casatoria
±HQ SULQFLSLR UHVHUYDGD D OD UHYLVLyQ GH ODV LQIUDFFLRQHV GH
derecho- la revisi—n de los hechos fijados en la sentencia.
Finalm ente, tampoco podr’a valorarse del modo propuesto
SRU OD LP SXJQDQWH OD ³IDOWD GH H[SOLFDFLyQ DOJXQD SRU SDUWH GHO
HQFDUWDGR´ HQ WDQWR HO VLOHQFLR GHO LP SXWDGR GHULYD GHO OHJ tWLPR
HMHUFLFLR GH XQ GHUHFKR GH UDLJDPEUH FRQVWLWXFLRQDO ±DUW GH O
CN- tambiŽn claram ente tutelado por nuestro c—digo ritual en la
PDWHULD ±DUWV \ GHO &33 \ HQ HVH VHQWLGR QR SRGUtD
erig irse en indicio en su contra ni emplearse para reforzar el valor
convictivo de los restantes ya m erituados por el m agistrado.
C o n f o r m e S a l a II; s e n t en c i a d e l 20 /0 6/2 0 0 2 e n c au s a 5 24 9: R e c u r s o
d el M i n i s t er i o Pœ b l i c o F i s c al en c au s a 898. (R eg i s t r o 374/2002).
SALA TERCERA:
Asi, la figura del encubrim iento por receptaci—n sospechosa
no resulta hoy punible al haber sido desincrim inado como
encubrim iento especial...
(Co n f o r m e s en t en c i a d el 3/10/2001 en c au s a
0 L Q L V W H U L R 3 ~ E O L F R ) L V F D O H Q F DX V D Q ž 5231:
Recu rso
d el
El rŽgim en actualmente vigente describe una figura dolosa
que exige un saber que las cosa son provenientes de un delito, y
que com o tal, no puede reemplazarse por un dudar, ni equipararse
a quien recepta cosas que de acuerdo con las circunstancias deb’a
sospechar que proven’an de un delito, porque com o alguna vez
dijera Soler, quien compr— a 1 sabiendas es receptador, y
quien lo hizo debiendo tener motivos
de
sospecha,
es
contraventor.
La receptaci—n de cosas de procedencia sospechosa recibi—
consagraci—n legislativa, por primera vez, a traves del art’culo 278
bis, segœn la llam ada ley 17.567, trayendo una desafortunada
H[SUHVLyQ ³GHEtD SUHVXPLU´ SURSLD GH OD IDOWD GH SUHYLVLyQ
negligencia o descuido, y por cierto incom patibles con el dolo,
puesto en cabeza del que obraba con tem eridad o desprecio
voluntario de las normas relativas al honesto intercam bio de
objetos (conf. Exposici—n de motivos citada por Marcelo A. Manigot
HQ -3%$ 7ž SDJ \ VV FXDQGR DOXGH D HVWDV IRUPDV GH XQ
estado subjetivo inconciliable ccon la culpa mencionada en algunos
precedentes de la C.C.C. y la C‡mara Federal de Buenos Aires),
pero esos si, con una menor exigencia en el aspecto subjetivo
(Soler) que conduce a la bifurcaci—n que no ve el impugnante y
UHVFDWDQ &DUORV )RQWiQ %DOHVWUD \ $OEHUWR 6 0LOOiQ ³/DV UHIRUPDV
DO&yGLJR3HQDO´$EHOHGR3HUURW%V$VSDJ
En otras palabras, en la derogada figura que se pretende
DSOLFDU SRU YtD GHO DUWtFXOR ž GHO &yGLJR 3HQDO VH SUHVFLQGtD GHO
conocim iento cierto de que se trataba de cosas producto de un
delito, pues sospechar, en el sentido de esa norma, exclu’a la
certeza. Bastaba con sospechar que se estaban adquiriendo cosas
que proven’an de un delito, siendo punible una adquisici—n a
sabiendas de las oscuras circunstancias sobre el origen de la
FRVD GH DFXHUGR FRQ ODV FXDOHV GHEtD ±YDOJD OD UHSHWLFLyQ ±
abrigar tal sospecha y, sin embrago, se obraba nom‡s sin importar
el riesgo que se hacia correr a la Justicia (vid. Fontan Balestra y
Mill‡n. O p y pags. Cits.)
C o n f . Sen t en c i a d el 28/09/2001 S A L A III en c au s a 6283: R ec u r s o d e
& D V D F L y Q L Q W H U S X H V W R S R U H O 0 U L R 3 F R ) L V F DO HQ O D F DX V D ´ En an‡logas circunstancias v . c . 7 0 6 : R e c u r s o d e C a s a c i — n
L Q W H U S X H V W R S R U H O 0 L Q L V W H U L R 3 ~ E O L F R ) L V F D O H Q F D X V D Q ž ´
sostuve que por la derogada
redacci—n del art. 278 del C.P.
conforme la ley 23.468, se pun’a la adquisici—n, recepci—n u
ocultamiento de dinero, cosas o efectos que de acuerdo con las
circunstancias deb’a sospecharse provenientes de un delito, en
tanto dicha conducta estuviera inspirada en un fin de lucro.
De ello resulta, a diferencia del rŽgimen legal vigente a partir
GH OD OH\ ±HQ FXDQWR H[FOX\H GLFKR ³DQLPXV´ TXH OD PHUD
recepci—n de una cosa derivada de un delito no im portaba, por si,
un
encubrim iento,
siendo
que
la
conducta
jur’dicamente
desvalorada requer’a en su estructura subjetiva un especial ‡nimo
lucrativo. De ello resultaba un tipo con mayores exigencias y un
espacio penalm ente mas restring ido de conductas subsum ibles en
dicha figura.
Por otro lado, la anterior redacci—n adm it’a que el origen
il’cito de los bienes pudiera ser solam ente sospechado por el
sujeto activo, lo cual a tenor de la formulaci—n del actual art. 277
del c—digo de fondo, resulta inadmisible en tanto 2 HO VXMHWR ³GHEH
VDEHU´ OD SURFHGHQFLD LOtFLWD GHO REMHWR (VWH HV XQ ³VDEHU´ TXH VH
corresponde œnicam ente con un conocim iento
positivo (dolo
directo) no equiparable con la duda o la sospecha, o incluso el dolo
eventual.
Com o consecuencia de lo expresado, resulta que un universo
de hechos que anteriormente hubiesen podido encuadrar en la
figura del art. 278 con plena satisfacci—n del elemento t’pico
subjetivo, de ninguna forma resultar’an hoy d’a encuadrables en el
art. 277, sin violentar el principio de legalidad (art. 18 de la CN) en
raz—n de la certeza exigida t’picam ente en la actual formulaci—n
legal respecto de la procedencia il’cita del bien recibido.
Asi, la figura del encubrim iento por receptaci—n sospechosa
no resulta hoy punible al haber sido desincrim inado como
encubrim iento especial...
C o n f o r m e s en t en c i a d el 3/10/2001 en c au s a
0 L Q L V W H U L R 3 ~ E O L F R ) L V F D O H Q F DX V D Q ž 3
5231:
Rec u r s o
d el
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