FENOMENOLOGÍA DEL DESARROLLO SUSTENTABLE Edmundo ANDRADE ROMO, Rosa María CHÁVEZ DAGOSTINO Av. Universidad de Guadalajara 203, Del. Ixtapa, Puerto Vallarta, Jalisco, México. Correo electrónico [email protected]. Centro universitario de la Costa, CA Análisis Regional y Turismo, UdeG. Palabras clave: Bienestar Social, Calidad de Vida, Huella Ecológica, Resiliencia RESUMEN Reflexión sobre modelo teórico posible con relación al Desarrollo Sustentable tomando en cuenta los paradigmas que conforman y soportan una estructura de pensamiento y acción. La teoría Reloj de arena permite analizar el discurso de lo sustentable, su viabilidad y contradicción en sistemas diferentes. INTRODUCCIÓN Etimológicamente la palabra “desarrollo” implica la acción de desenrollar algo que obviamente estaba enrollado, metafóricamente, se puede decir que la humanidad ha ido desarrollando, desplegando o expandiendo a lo largo del tiempo. Esta expansión implica un acaparamiento de espacio en el mejor de los casos, ya que en realidad el término correcto es que ha desplazado posibles competidores. Si bien en los últimos cincuenta años la población humana se ha duplicado, el progreso en este lapso de tiempo, es cuantitativa y cualitativamente superior, al resto del tiempo de existencia de la humanidad. Parafraseando a Galileo Galilei: ”Y sin embargo sigue desarrollándose”. Esta condición humana es en si misma un debate teórico-ético, por un lado se discute si el desdoblamiento humano es finito o infinito y sus repercusiones en cualquiera de los casos; por otro lado, con base a un biosistema finito, ¿qué tan válido es que el hombre, en base a su supremacía, se desarrolló de tal o cual forma?, lo anterior plantea una nueva disyuntiva modal en cuanto a la forma y fondo del desarrollo en si. En cuanto al concepto sustentable se acepta la definición amplia: derecho de goce y uso de recurso en tanto se garantice el goce y uso de los mismos a futuras generaciones. Existe un espacio de reflujo teórico o dialéctico entre los conceptos de “desarrollo” y “sustentabilidad”, que permite la elaboración de realidades discursivas, incluso llega a permear hasta los espacios de la filosofía y de la ciencia, en unos casos se advierte en la construcción de teorías o sistemas de ideas (ideologías o paradigmas) y en otros a través de la revolución de lo cotidiano mediante las nuevas tecnologías, en cualquiera de los supuestos, la idea de desarrollo implica las dimensiones económicas, tecnológicas y humanas (Hidalgo, 2004), entre otras posibles. Actualmente el modelo denominado “Desarrollo Sustentable” (DS) es una necesidad del sistema operante, que con el propósito de lograr una mayor equidad y crecimiento en la reducción de la pobreza mundial, conservación de la biodiversidad y medio ambiente a la vez que permita el crecimiento económico, que es a fin de cuentas su verdadero interés, ello genera el discurso sustentable que es susceptible de ser manufacturado y adecuado al producto o servicio ofertado, según los intereses existentes de un particular, grupo, comunidad, empresa, región, país o trasnacional. El DS, más que consecuencia de una actitud conciente, está dictada por las prioridades de la especie humana en su fase Homo consumus; es un mecanismo para la exclusión y aniquilamiento entre competidores dentro del sistema capitalista donde el dominio del poder tecnológico es factor de las asimetrías socioeconómicas, o en el mejor de los casos, es el argumento discursivo y necesario para la aprobación de proyectos, bajo el supuesto del progreso independientemente de sus implicaciones reales. Por tanto, el grado de deterioro del contexto natural y social del planeta, es proporcionalmente igual el grado de amenaza o riesgo del propio sistema. Por ello es que se ha pretendido que el concepto de desarrollo sustentables sea tratado desde la ética ya que ésta finalmente se subordinada a la política y a través de la educación, entendida esta última desde la perspectiva aristotélica donde el garante es el Estado (Moreau 1972). Con base al paradigma anterior, es necesario un esquema teórico con referentes cualitativos y cuantitativos (indicadores) reales que integre lo meramente discursivo y político, con lo práctico y científico, por lo que el objetivo es representar a través de un esquema u objeto teórico multidimensional un modelo para medir lo sustentable como estado o condición objetiva y no meramente un referente discursivo o supuestos idealizados. La integración de los parámetros humanos de Bienestar Social (BS), Calidad de Vida (CV) y Huella Ecológica (HE) con aspectos cualitativos/cuantitativos con base a las implicaciones de la Teoría de la Dependencia (Gonder 1963), permiten redimensionar el concepto de desarrollo sustentable a través de del principio del Reloj de Arena, donde se reconocen tres espacios y un elemento, perfectamente diferenciados: dos cápsulas esféricas y un cuello comunicador; arena. Este modelo es empleado en la docencia para efectos de intoducir a los alumnos a una debate o discusión filosófica sobre el DS. En la teoría “Reloj de Arena” en la primera cápsula o cámara superior denominada generador se ubica el elemento finito consumible, pero con capacidad de resiliencia (R), que en este caso la capacidad de volver al estado inicial implica fondo y forma, en este caso está representado por el planeta tierra; el cuello representa el movimiento, lo que implica tiempo y espacio, que para efectos del modelo se puede establecer como el proceso de cambio, transformación, progreso, es decir: desarrollo, pero también es ahí donde se genera la pobreza y el deterioro ambiental; en tanto que la segunda cápsula o recámara inferior se le denomina receptora y se representa por la urbe en su dimensión material y por la cultura, en su dimensión abstracta como resultado de la transformación, pero a la vez es la concentración de residuos de la transformación que se materializa en contaminación y pobreza, sin embargo cuando los residuos son más que el producto transformado es cuando se cuestiona si el modelo de desarrollo está diseñado para generar BS y CV , al vez que minimice la HE, o es un generador de pobreza y contaminación incrementando la HE. Alfonso Reyes (1980) en su teoría literaria sustentaba que en el proceso creativo se existía es flujo y reflujo de elementos culturales, lo llamó el método ancilar, algo semejante acontece con la teoría del Reloj de arena, ya que dicha teoría no está soportada en la postura de la catástrofe, sino que atendiendo el principio materialista: nada se crea ni se destruye, sino que se transforma, la sustentabilidad real será la aplicación de la dinámica de R del Reloj de arena, al girar éste, y la cámara receptora ahora es el generador de tal suerte que invertidas las cápsulas el elemento que se vierte, la cultura nutre al espacio receptor que está representado por el planeta, ahora el cuello del reloj es el espacio transformador y conductor, necesariamente dialéctico, donde la precipitación del contenido en el continente vacío en forma de la espiral que explica la revolución del círculo, pero no se encierra en si misma, en lo repetible, es historia en construcción: De ser posible está dinámica, se estaría en condiciones para afirmar que lo natural y cultural se retroalimenta, similar al préstamos y empréstitos entre lo literario y lo científico; entre la ficción y lo real, aludido en el método ancilar de la teoría literaria ya mencionada. Modelo teórico integrado por las variables BS, CV, HE como unidad reflexiva y condicionante del concepto de DS en un sistema finito. DISCUSIÓN El concepto de DS resulta utópico dentro del paradigma actual, ya que si se aplica al modelo teórico Reloj de arena, no sería giratorio, esto es, no permite el intercambio de posición entre las cápsulas donde la R es meramente un planteamiento vertical estático, por lo que el BS y la CV quedan condicionados únicamente a la dinámica del crecimiento económico, incrementando con ello la HE. La pobreza y el deterioro natural es una condición necesaria del actual sistema, combatirla significa la autodestrucción. DS es la máscara discursiva del crecimiento económico y enriquecimiento de unos, ello genera desarrollo de los menos y éste a su vez genera el subdesarrollo de los más, bajo la consigna del incremento de bienestar social (ONU 2005), aunque no existen el sometimiento real donde lo cultural alimente lo natural, (posición 2). Pobreza y medio ambiente son tema de la problemática mundial y el resurgimiento del concepto de ecocultura (Leach 1998), como la armonía entre los medios natural y cultural. Figura 1. Primera posición de la Teoría Reloj de arena Figura 2. Segunda posición de la Teoría reloj de arena REFERENCIAS Gonder-Frank A. (1963). América Latina: Subdesarrollo o revolución. México. 174 p. Era, Hidalgo, A. (2004). Teoría y modelos de la Idea de desarrollo: Los cinco cánones. En Cooperación al desarrollo y bienestar social. Hidalgo y Medina, Eikasia, España, 672 p. Leach, M. (1998). Cultura y sostenibilidad. En Informe Mundial sobre la Cultura. UNESCO, Capítulo 6, p. 5. (http://whc.unesco.org) Moreau, J. (1972). Aristóteles y su escuela. Ed. Universitaria de Buenos Aires. Argentina. 310 p. ONU (2005). Objetivos del desarrollo del milenio: Una mirada desde América Latina y el Caribe. ONU, Chile, p. 17. Reyes, A. (1980). El Deslinde. Obras Completas Tomo XV Fondo de Cultura Económica, México, 285.