Valor pronóstico de la Glucemia al ingreso en Accidente Cerebro Vascular Aguirre Ackermann, M. - Cardozo, R. - Martínez, C. - Popescu, B. Cátedra III Medicina Interna - Facultad de Medicina - UNNE. Servicio de Medicina Interna Hospital Escuela “José F. de San Martín” Mariano Moreno 1240 - (3400) Corrientes - Argentina. Tel./Fax: +54 (03783) 465620 - E-mail: [email protected] ANTECEDENTES Las enfermedades cerebrovasculares agudas (ictus, stroke, apoplejía, accidente cerebrovascular agudo) son definidas por la OMS como signos de alteración focal (o global) de la función cerebral de desarrollo rápido, con síntomas de 24 horas o más de duración, o muerte, sin otra causa aparente que la vascular(1). Dentro de todas las enfermedades neurológicas de la vida adulta se ubican claramente primeros en frecuencia e importancia. Al menos 50% de los trastornos neurológicos atendidos en un hospital general son de este tipo(1-2). La importancia social se refleja en la incidencia aproximada de 2 a 25 casos por cada 10000 adultos, 110 a 250 en los pacientes por encima de 75 años, con una prevalencia que oscila entre 5 y 8/1000 en la población de más de 25 años. A esto se agrega el hecho de que las enfermedades cerebrovasculares agudas constituyen la tercer causa de muerte en numerosos países occidentales, y la primera en discapacidad y en algunos de ellos con una mortalidad por encima de la cardiovascular. En Estados Unidos fallecen aproximadamente 175.000 pacientes por año con este diagnóstico, muchos más pacientes quedan severamente incapacitados(3-4-5-6-7-8-9). Aunque la glucosa es un nutriente esencial del cerebro, muchos trabajos en humanos y experimentales sugieren que la hiperglucemia aumenta el daño cerebral isquémico agudo. El estudio de este tema se ve complicado por el hecho de que algunos accidentes vasculares cerebrales agudos producen una hiperglucemia reactiva(10-11) La hiperglucemia que se produce durante la isquemia cerebral aguda produciría daño por aumento de la acidosis tisular local, aumento de la permeabilidad de la barrera hematoencefálica y el riesgo de transformación hemorrágica del infarto. La hiperglucemia se asocia con edema y aumento del tamaño del infarto, junto a disminución del flujo sanguíneo cerebral y la reserva cerebrovascular. La isquemia conduce a enlentecimiento del metabolismo oxidativo de la glucosa y un incremento de la glucólisis anaerobia, que resulta en un aumento de la concentración de ácido láctico. A medida que disminuye el pH intracelular la célula muere o se vuelve disfuncional. La hiperglucemia exacerba estos cambios. La evidencia experimental sugiere que la hiperglucemia puede incrementar la producción de lactato por dos mecanismos: a) directo en cerebros con isquemia severa por aumento de la glucosa disponible, o b) indirecto en caso de isquemia cerebral incompleta por inhibición de la respiración mitocondrial y oxidación de la glucosa. El aumento de lactato en el área de penumbra isquémica conduce a una evolución desfavorable. Estos mecanismos también pueden interferir en las hemorragias intracerebrales relacionado con el exceso de lactato en el área isquémica que rodea al sitio de hemorragia(12-13-14-15-16-17). Se intentó corregir y además relacionar la presión arterial después del ingreso y el stress psicológico por la internación y el físico por el daño neurológico. Ni la presión arterial sistólica ni la diastólica están relacionadas con la severidad y secuelas al egreso. Además la presión diastólica no se correlaciona en forma significativa con la glucemia. Esto indica entonces que la hiperglucemia no se debe a una respuesta de stress postictal(18). La literatura, en relación a hiperglucemia y su valor pronóstico, muestran los siguientes hallazgos: En 1988, Woo y cols. Publican en Stroke una revisión de 252 pacientes con accidente cerebrovascular agudo, y la relación de los niveles de glucosa de ingreso en relación con la morbilidad y mortalidad. Excluyeron los pacientes diabéticos, y encontraron que existía una correlación entre los niveles de glucosa al ingreso y la morbilidad y mortalidad en pacientes con accidente cerebrovascular isquémico, mientras que en los hemorrágicos, los niveles elevados de glucosa tenían una mayor correlación con la mortalidad y nada con la morbilidad(19-20). Weir y cols. en 1997 publican l una serie de 811 pacientes con accidente cerebrovascular, en un seguimiento a largo plazo, buscando determinar si la concentración elevada de glucosa al ingreso tiene correlación con la evolución y pronóstico del ictus o es sólo respuesta al stress, reflejando la severidad del cuadro. Encontraron que la hiperglucemia se asociaba a una mayor mortalidad, aún después de ajustar los resultados para otros factores de riesgo. La hiperglucemia se asociaba incluso con un peor pronóstico a los tres meses, teniendo en cuenta la evolución (vivo en su domicilio, vivo en cuidado internado o muerto). Concluyen que la hiperglucemia no es sólo una respuesta de stress a un insulto neurológico, sino que predice la evolución, independientemente de otros factores pronósticos. Postulan como mecanismos involucrados al aumento del edema y del tamaño del infarto, junto a una disminución del flujo sanguíneo cerebral y la reserva cerebrovascular. La isquemia lleva a una disminución del metabolismo oxidativo de la glucosa y a un incremento de la glucólisis anaerobia y aumento de la concentración de ácido láctico. Esto provoca un descenso del pH intracelular y trastornos funcionales o la muerte celular. La hiperglucemia exacerba estos cambios. El aumento del lactato en el área de penumbra isquémica llevaría a una evolución desfavorable(21). Bruno y colaboradores, investigadores del grupo TOAST (Trial of ORG 10172 in Acute Stroke Treatment), publican en 1999 un estudio de 1259 pacientes incluidos en un estudio multicéntrico de tratamiento del accidente cerebrovascular agudo. Plantean que aunque la glucosa es un nutriente esencial del cerebro, muchos estudios sugieren que la hiperglucemia aumenta la injuria isquémica cerebral aguda, que el estudio de este tema está complicado por el hecho que algunos ictus agudos provocan una hiperglucemia reactiva, y que si la hiperglucemia complica la isquemia cerebral aguda, además de ser una reacción secundaria, y en que extensión no está clara. Muchos de los estudios que reportan los efectos adversos de la hiperglucemia en el ictus no están totalmente controlados y son muy pequeños. Los resultados del estudio demuestran que la hiperglucemia se asocia con una evolución desfavorable, consistente con estudios previos en animales y humanos. Sugieren que el descenso de los niveles de glucosa elevados durante un accidente vascular isquémico agudo podría tener efectos beneficiosos(22). MATERIALES Y METODOS Desde el mes de julio de 2001, se han reclutado todos los pacientes ingresados al Hospital Escuela “JF de San Martín” con diagnóstico de Accidente Cerebro Vascular, isquémicos y hemorrágicos, confirmados por Tomografía Axial Computada, ingresados a los servicios de Terapia Intensiva, Clínica Médica y Neurocirugía. Al ingreso se completó una ficha de seguimiento del paciente donde se evaluó severidad del compromiso neurológico utilizando el Score de Barthel , la Escala de Stroke del Instituto Nacional de Salud de EEUU (NIHSS) y el score de Glasgow. La glucemia se determinó al momento del ingreso al hospital y en ayunas la mañana siguiente. Los valores límites normales superiores son de 6.5 mM/l, pero como no todas las determinaciones se realizan en ayunas, se tomó como punto de corte el valor de 7.8 mM/l para el diagnóstico de hiperglucemia (140 mg/dl). Se efectuó Tomografía axial computada de cerebro, y se catalogó como isquémico o hemorrágico según la lesión observada, o se excluyó si presentaba otro tipo de lesión como hemorragia subaracnoidea, masa o nódulo cerebral, etc. Al alta, y a los tres meses, se volvió a evaluar al paciente con el Score de Barthel y el Score del NIH, a fin de precisar cambios con respecto al status neurológico del paciente con respecto a su ingreso. DISCUSION DE RESULTADOS Entre el 10/07/01 y el 10/05/02 se ingresaron al Hospital Escuela "JF de San Martín", en los servicios de Clínica Medica, Neurologia y Terapia Intensiva, 51 pacientes con diagnóstico de Accidente CerebroVascular, corroborado por Tomografía Computada de Cerebro. De los 51 pacientes, 31 pacientes (60,8%) con diagnóstico de ACV isquémico y 20 pacientes (39,2%) con diagnóstico de ACV hemorrágico. En la distribución por sexos, 22 (43,2%) pacientes de sexo femenino y 29 (56,8%) pacientes de sexo masculino.Con respecto a las glucemias y la evolución de los pacientes teniendo en cuenta el valor de glucemias al ingreso, utilizamos dos parámetros para medirla, el score de Barthel y el score del NIH. La media de score de Barthel al ingreso en el grupo de glucemias altas fue de 19,4 + - 26,7, y la media en el grupo de glucemias bajas fue de 27,1 +- 24,8 (p 0.3). Teniendo en cuenta el score de Barthel al alta, la media en el grupo de glucemias altas fue de 19,7 +- 27,1, y en el grupo de glucemias bajas fue de 38,4 +- 24,3 (p<0,01). Y teniendo en cuenta el score de Barthel a los tres meses, la media en el grupo de glucemias altas fue de 27,1 +- 31,3, y en el grupo de glucemias bajas la media fue de 52,9 +- 30 (p<0,01). En el score de NIH , la media al ingreso en el grupo de glucemias altas fue de 6,8 +- 4,7, y en el grupo de glucemias bajas fue de 4,8 +- 3,1(p 0,07). Teniendo en cuenta el score de NIH al alta, la media en el grupo de glucemias altas fue de 4,4 +- 3,9, y en el grupo de glucemias bajas de 3 +-2,9 (p 0,16). Y teniendo en cuenta el score de NIH a los 3 meses, la media en el grupo de glucemias altas fue de 1,7 +- 2,3, y en el grupo de glucemias bajas fue de 0,4 +- 1,5 (p 0,02). Al discriminar en Accidentes Vasculares Isquémicos y Hemorrágicos, en el grupo de ACV isquémicos, la media de score de Barthel al ingreso en el grupo de glucemias altas fue de 25 +- 27,5, y en el grupo de glucemias bajas la media fue de 24,5 +- 25,2 (p 0,9). Al alta, el score de Barthel en el grupo de glucemias altas tuvo una media de 25,5 +- 28,1, y en el grupo de glucemias bajas fue de 36,7 +- 25,1 (p 0,27). A los tres meses, la media del score de Barthel en el grupo de glucemias altas fue de 32,5 +- 34,5, y en el grupo de glucemias bajas fue de 53,1 +- 31,1 (p 0,1) En el grupo de ACV hemorrágicos, la media de score de Barthel al ingreso en el grupo de glucemias altas fue de 10+24,5, y en el grupo de glucemias bajas fue de 31,1 +- 24,5 (p 0,09). Teniendo en cuenta el score de Barthel al alta, en el grupo de glucemias altas la media fue de 10 +- 24,5, y en el grupo de glucemias bajas la media fue de 41,1 +- 24 (p 0,01). Y comparando el score de Barthel a los tres meses, el grupo de glucemias altas tuvo una media de 18,3 +- 25,4, y el grupo de glucemias bajas una media de 52,5 +- 28,1 (p 0,01) Estableciendo glucemia como factor predictor de mal pronóstico, teniendo en cuenta el score de Barthel inicial y a los tres meses, podríamos decir que el paciente con ACV isquémico con glucemias altas al ingreso tiene un odds ratio de 9,5 (IC 95% 1,05-117) (p< 0,01). En ACV hemorrágico, midiendo Barthel al ingreso y a los tres meses, no hay una diferencia significativa entre los pacientes con glucemias altas y normales al ingreso. CONCLUSIONES Con el número de pacientes estudiado hasta el momento, podemos decir que la hiperglucemia al ingreso es un factor de mal pronóstico en pacientes con diagnóstico de Accidente cerebrovascular Isquémico, ya que el aumento precoz de las concentraciones de glucosa en plasma en estos pacientes afecta la evolución clìnica y neurológica del cuadro, en forma estadísticamente significativa. Con respecto a los pacientes con Accidente cerebrovascular Hemorrágico, los scores estudiados no mostraron que la hiperglucemia al ingreso represente un factor de mal pronóstico en la evolución de estos pacientes, pero el número de pacientes con diagnóstico tomográfico de Accidente Cerebrovascular Hemorrágico fue menor, por lo que creemos conveniente reevaluar los datos una vez incluidos más pacientes, para establecer fehacientemente la relación entre hiperglucemia y este subgrupo de pacientes. BIBLIOGRAFIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. Bamford J. Clinical Examination in Diagnosis and Subclassification of Stroke. Lancet. 1992;339:400-402. Adams H. Chair TG. Crowell, RM. Furlan AJ. Gomez C. Grotta, J. Helgason C. Marler J. Woolson RF. Zivin J. Guidelines for the Management of Patients with Acute Ischemic Stroke. American Heart Brott Th, Bogousslavsky J. The treatment of acute ischemic stroke. NEJM 2000 343; 10, 710-722 TAlberts MD, Hademenos G, Latchaw R, Jagoda A, Marler JR, Mayberg MR. Consensus Statement: Recommendations for the Establishment of Primary Stroke Centers Caro JJ, Huybretchts K, Duchesne I. Manegement Patterns and costs of Acute Ischemic Stroke: an international study. Stroke 2000, 31: 582-590. Dunbabin DW, Sandercock PA. Preventing stroke by the modification of risk factors. Stroke 1990. 21: IV 36. Elkind y Sacco. Stroke risk factors and stroke prevention. Semin Neurol 1998;18(4):429-40. David B. Matchar. The value of stroke prevention and treatment. Neurology 1999;51(Suppl 3):S31-35. Sudlow CLM, Warlow CP. Comparing stroke incidence worldwide: what makes studies comparable. Stroke 1996 27: 550-558 Cognazzo A, Grasso E, Gerbino Promis PC, Zagnoni. Frequency of risk factors in cerebrovascular disease and their effect on the course and outcome. Study on 423 hospitalized patients. Minerva Med 1981 Nov 10;72(44):2929-34. Gomez, CR. Diagnostic Evaluation of Patients with Cerebral Ischemic Events. Handbook of Cerebrovascular Diseases, ADAMS HP. New York Marcel Dekker. 1993. Gisselsson L. Smith ML, Siesjo BK. Hiperglycemia and focal brain ischemia. J Cereb Blood Flow Metab 1999; 19 (3): 288-97. Kawai N, Keep RF, Betz AL. Hiperglycemia and the vascular effects of cerebral ischemia. Stroke 1997; 28 (1): 149-54. Dietrich WD, Alonso O, Busto R. Moderate hyperglycemia worsens acute blood-barrier injury after forebrain ischemia in rats. Stroke 1993; 24: 111-116. Berger L, Hakim AM. The association of hyperglycemia with cerebral edema in stroke. Stroke 1986; 17:865871. Cherian L, Goodman JC, Robertson CS. Hyperglycemia increases brain injury caused by secondary ischemia after cortical impact injury in rats. Crit Care Med 1997 Aug;25(8):1378-83. Kawai N, Keep RF, Betz AL, Nagao S. Hyperglycemia induces progressive changes in the cerebral microvasculature and blood-brain barrier transport during focal cerebral ischemia. Acta Neurochir Suppl (Wien) 1998;71:219-21. Kawai N, Keep RF, Betz AL. Hyperglycemia and the vascular effects of cerebral ischemia. Stroke 1997 Jan;28(1):149-54. Keep RF, Betz AL. Hyperglycemia and the endothelial mechanism of ischemia. Acta Neurochir Suppl (Wien) 1997;70:27-9 . Lin B, Ginsberg MD, Busto R. Hyperglycemic exacerbation of neuronal damage following forebrain ischemia: microglial, astrocytic and endothelial alterations. Acta Neuropathol (Berl) 1998 Dec;96(6):610-20 Bruno A, y colaboradores. Acute blood glucose level and outcome from ischemic stroke. Trial of ORG10172 in Acute Stroke Treatment (TOAST). Investigators. Neurology 1999 Jan 15;52(2):280-4.