c'22.. INCIDENTE DE EXCARCELACIÓN DEFENSOR OFICIAL CEFERINO ABRIGO CARATULADA: DEL DETENIDO FORMADO "ABRIGO PROMOVIDO POR EL SR. CONRADO RAMON EN LA CAUSA NRO. CONRADO RAMÓN 5650, CEFERINO S/TENTATIV A DE CONTRABANDO DE ESTUPEFACIENTES." (CAUSA NRO. 56.913-FOLIO 6-0RDEN NRO 24.995), Juzgado en lo Penal Económico Nro. 1, Secretaría Nro. 2; SALA "A". cv Illnos Aires, '7 de agosto de 2007. VISTOS: El recurso de apelación interpuesto por el Defensor Oficial a cargo de la defensa de Comado Ramón Ceferino Abrigo contra la resolución que denegó la excarcelación a su asistido y no hizo lugar a sus planteos de inconstitucionalidad. La memoria escrita presentada por el recurrente en sustento del recurso. CONSIDERARON: El Dr. Repetto: 1.- Que lo resuelto se funda en que de conformidad con lo establecido por la ley procesal aplicable -artículos 316 y 317 del Código Procesal Penal de la Nación- y de acuerdo a la pena máxima prevista para el hecho de que se trata, en caso de recaer condena, podría corresponderle al imputado un máximo superior a los ocho años de pena privativa de la libertad, siendo que, además, el monto mínimo de esa pena es superior a los tres años, circunstancia ésta que constituye un obstáculo insoslayable a la procedencia de la suspensión del cumplimiento de la pena. Asimismo, la señora juez a quo indica que no existen constancias precisas y concretas de las manifestaciones que la defensa de Conrado Ramón Ceferino Abrigo invoca para desvirtuar la presunción de riesgos procesales previstos en el artículo 319 del mismo cuerpo legal. II.- Que el Defensor Oficial sostiene que no concurren elementos que permitan presumir fundadamente que su defendido intentará eludir la acción de la justicia y/o entorpecer las investigaciones. Hace hincapié en que Abrigo tiene arraigo en nuestro país y que carece de antecedentes penales. Propicia la aplicación del Informe 35/07 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a los fines de evaluar la existencia real y concreta de los riesgos procesales. Finalmente plantea la inconstitucionalidad del artículo 872 del Código Aduanero. 111.-Que el artículo 317 del Código Procesal Penal de la Nación, por expresa remisión al artículo 316 del mismo código, fija como límite objetivo a la procedencia de la excarcelación que la pena que podría corresponderle al imputado, en caso de una eventual condena, no supere, en su máximo, los ocho años de prisión y, en su mínimo, permita la condena de ejecución condicional, esto es, que no supere los tres años de prisión. Dicha disposición legal se funda en que el legislador presumió que en los casos en los que el imputado se enfrenta a la eventualidad de ser condenado a una pena privativa de libertad que implica el cumplimiento efectivo de la condena, intentará eludir la acción de lajusticia o entorpecer las investigaciones. Ello es así, excepto que, por los elementos de juicio obrantes en la causa, se demuestre el desacierto de observar dicha presunción. En tal sentido, la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal ha sostenido que "resulta innegable que las previsiones del artículo 316 del rito penal resultan de ineludible aplicación, excepto en aquellos casos en que la presunción legal resulte conmovida por los elementos de juicio obrantes en el sumario y que demuestren el desacierto en el caso de observar dicha presunción. En efecto, la circunstancia que la norma contenida en el artículo 316 debe ser tenida como una presunción iuris tantum no autoriza a desconocer su existencia y operatividad, dado que en la medida en que se trata de derecho positivo vigente, su aplicación a los supuestos que se encuentran abarcados por sus disposiciones resulta un imperativo legal (conf nuestro voto en causas nO 6040caratulada "López, DeliaAngelas/recurso de casación ", reg. 673/05, del 1/9/05; nO6042 "Amigo, José s/ recurso de casación ", reg. 675/05, del 1/9/05; y nO6096 caratulada " De Marchi, Gustavo Raúl s/ recurso de casación ", reg. 678/05, del 1/9/05). Recordemos que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido también que por amplias que sean las facultades judiciales en orden a la aplicación e interpretación del derecho, el principio de separación de los poderes, fundamental en el sistema republicano de gobierno adoptado por la Constitución Nacional, no consiente a los jueces el poder de prescindir de lo dispuesto expresamente por la ley respecto del caso, so color de su posible injusticia o desacierto (Fallos 249:425; 250: 17; 263:460) De esta manera, la presunción legal que indica que en aquellos casos en que los imputados se enfrenten a la posibilidad de una severa pena privativa de la libertad habrán de intentar profugarse debe ser tenida en cuenta al momento de decidir sobre su excarcelación; y sólo corresponderá apartarse de la referida disposición legal cuando concurran elementos de juicio objetivos y comprobables que demuestren el desacierto -disfuncional o irracional- de lo que la ley presume. Justamente por el/o -porque admite prueba encontrario-, es que la referida presunción es iuris tantum. Y no está de más señalar que tal prueba (la que confronte con la solución legal) debe existir y ser contrastable, pues de lo contrario lapresunción mantiene todo su valor y efecto". (conf. Reg. 1047/05 del 24 de noviembre de 2005 del voto del Dr. Riggi). Que, asimismo, la Sala Ir del mismo Tribunal se ha pronunciado por la constitucionalidad de las normas procesales que regulan el instituto de la excarcelación "en tanto admiten una interpretación que se encuentra a cubierto de la tacha de inconstitucionalidad, según la cual la escala penal prevista para el delito endilgado da pautas que no son inflexibles, sino indicativas y que la gravedad debe ser analizada en cada caso en concreto" (conf. Reg.Nros. 9139/06, 9591/07, entre otros) y ha sostenido que "la especial gravedad del delito que se imputa, la severidad de la pena prevista ...presentan como posible que el imputado intente eludir la acción de lajusticia, ante el pronóstico de una futura pena grave y de efectivo cumplimiento; siendo estos fundamentos suficientes para la denegación del beneficio ... "(conf. Reg. 9592/07). En conclusión, la interpretación que se postula por el presente no afecta el principio de inocencia y de la libertad ambulatoria de los imputados en la medida que la calificación jurídica no constituya una presunción automática de fuga o entorpecimiento que no admita prueba en contrario. IV.- Que, por su parte, el artículo 319 de la ley procesal ya mencionada, contempla la posibilidad de denegar la excarcelación en los casos en que, no obstante que la calificación legal del hecho permita la soltura del imputado, conforme los parámetros antes indicados (artículo 316), se estime que concurre alguna de las circunstancias establecidas en dicha norma. Si, más allá de la calificación legal del suceso investigado, los únicos motivos cautelares a considerar fueran los establecidos por el artículo 319 del Código Procesal Penal de la Nación, no se entiende por qué el legislador no lo dispuso expresamente ni por qué estableció previamente las pautas del artículo 316 del mismo código. Que, en definitiva, el artículo 319 de la ley procesal penal establece pautas que autorizan a denegar la excarcelación no obstante que, en el caso, pueda resultar objetivamente viable su concesión conforme los límites establecidos por el artículo 316, segundo párrafo, de la misma ley. No cabe interpretar, en cambio, que aquella norma constituya disposiciones una regla que deje sin efecto las demás procesales que no permiten la libertad durante el proceso en función de la calificación legal del hecho. Que al respecto ha sostenido la Sala 1de la Cámara Nacional de Casación Penal que "no es del caso entender que el encartado podría burlar la acción de la justicia o entorpecer el curso de la presente investigación -supuestos del artículo 319 del Código Procesal Penal de la Nación-, pues ...para examinar su procedencia es necesario que ex ante se den los presupuestos exigidos en los arts.316 y 317 del mismo ordenamiento legal" (conf. Reg. 10.269/07). V.- Que la restricción interpretativa de las normas que coartan la libertad personal y la obligación de respetar los límites indispensables establecidos por la ley procesal al momento de decidir su restricción de acuerdo con sus disposiciones (arts. 2 y 280 del Código Procesal Penal de la Nación), debe aplicarse, precisamente, en la interpretación conjunta y aplicación al caso de los arts. 316, 317 Y319 de la ley procesal. Así cabe extremar al máximo el análisis a fin establecer la correcta calificación del hecho, el grado de participación que cabe atribuir al imputado en el mismo, si existen circunstancias que desvirtúen la presunción del legislador de riesgo procesal o si concurre alguna de las pautas que, no obstante resultar viable la libertad, autorizan el dictado de un pronunciamiento restrictivo. Así, como he sostenido en reiteradas oportunidades, la presunción del legislador de fuga o entorpecimiento que contiene el artículo 316 del Código Procesal no es automática y su aplicación depende de las particulares circunstancias de cada caso en concreto. VI.- Que la conducta imputada a Comado Ramón Ceferino Abrigo se encuadra primafacie en las previsiones de los artículos 863, 864 inc. d), 866 segundo párrafo, segundo supuesto, 871 y 872 del Código Aduanero y 45 del Código Penal. Que la escala penal prevista por la ley aduanera para ese hecho no \. I permitiría la aplicación de una eventual condena de ejecución condicional (confr. artículo 26 del Código Penal a contrario sensu, artículos 316 y 317 del Código Procesal Penal de la Nación), y las circunstancias apuntadas por la defensa no alcanzan, por sí mismas, a desvirtuar la presunción legal de fuga o entorpecimiento que, conforme lo expuesto anteriormente, opera en supuestos como el de autos. Que las manifestaciones del Defensor Oficial podrían desvirtuar aquella presunción sólo en la medida de que se encuentren acreditadas, 10 qu~ no sucede en el caso. No existen constancias del arraigo que tendría el imputado en la provincia de Santa Fe ni de su actividad laboral como albañil en aquella provincia. Tampoco la falta de antencedentes resulta un indicador suficiente para concederle la excarcelación. Ello, sumado a la especial gravedad del delito que se le imputa, la severidad de la pena prevista, y el grado de participación en calidad de autor que se le atribuye, constituyen circunstancias concretas que avalan la necesidad de neutralizar esos riesgos procesales presumidos legalmente. VIl.- Que, por lo demás, aún en caso de considerar improcedente el criterio hasta aquí expuesto, esto es, aún haciendo abstracción de la calificación legal del hecho que se atribuye al imputado, corresponde confirmar la excarcelación denegada. En efecto, las circunstancias mencionadas en el considerando anterior ) \ también justificarían la denegatoria de excarcelación por los motivos cautelares previstos por el artículo 319 del Código Procesal Penal de la Nación. VIll.- Que, por otra parte, el cuestionamiento del recurrente respecto de la constitucionalidad del artículo 872 del Código Aduanero no puede ser admitido. La equiparación de penas entre el delito de contrabando en grado de tentativa y el delito de contrabando consumado, no contravienen garantía constitucional alguna. Esa equiparación se basa en razones de política legislativa criminal y el examen del acierto o de la conveniencia de la citada equiparación punitiva es función propia del Congreso Nacional y, como regla general, es ajena 1 a la actividad de los tribunales de justicia (Cf. Fallos 240:223, 247:121, 250:410 y 251 :21). La razón por la que se ha legislado de manera diferente responde a que se trata de situaciones distintas. El propio Código Penal (artículo 4) Y el Código Aduanero (artículo 861) posibilitan la legislación independiente de la tentativa de contrabando, disposición que, como ya se mencionó, no resulta inconstitucional ni lesiona los principios constitucionales invocados y que, además, permite al juez graduar las penas entre el mínimo y el máximo de la escala penal aplicable a la situación. IX.- Que, por las razones expresadas y más alla del criterio que se adopte a fin de evaluar la procedencia de la libertad personal durante el proceso de quien aún no ha sido juzgado, lo resuelto por el señor juez a qua se encuentra \ I ajustado a derecho y, por ende, corresponde confirmar la resolución apelada. El Dr. Bonzón: En numerosos precedentes he sostenido que la interpretación armónica de los artículos 316, 317 Y 319 de la ley procesal, en su aplicación a los casos concretos, debe ser extremadamente cuidadosa, en el sentido de establecer la correcta calificación del hecho, el grado de participación que cabe atribuir a los imputados y la concurrencia de algunas de las pautas que, no obstante resultar viable la libertad, autorizan el dictado de un pronunciamiento restrictivo (conf. "Incidente de excarcelación solicitada en favor de Jessica Vasquez Champion por su letrado defensor Dr. Ignacio Tedesco. Causa N° 9760 "Vazquez Champion, Jessica y Vargas Martinez Elvira s/contrabando de estupefacientes" entre otros). En mi criterio, el legislador presumió que en los casos en los que el imputado se enfrenta a la eventualidad de ser condenado a una pena privativa de libertad que implica el cumplimiento efectivo de la condena, intentará eludir la acción de lajusticia o entorpecer las investigaciones. Ello es así, excepto que los elementos de juicio obrantes en la causa demuestren el desacierto de observar dicha presunción. En el presente caso en análisis, coincido con que las circunstancias señaladas por el Dr. Repetto en el considerando VI de su voto, justifican presumir la existencia de riesgo procesal conforme lo autoriza la ley. Es por ello que considero que corresponde confirmar la resolución apelada. Por todo lo cual SE RESUELVE: CONFIRMAR la resolución apelada. Con costas. Regístrese, notifiquese. remítanse los autos principales al Juzgado de origen con oficio de estilo y devuélvase. Se deja constancia que firman únicamente los suscriptos por encontrarse en uso de licencia el Dr. Hendler, y conforme lo autoriza el arto 109 del Reglamento para la Justicia Nacional. JUAN CA~LOS BONZÓN JUeZ DE NICANOR eA MARA M. p, REPETTO JUEZ DE CAMARA ANTE MI MARCELA R. Al Al (1