Los primeros programas de la CNEN

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Los primeros programas de la CNEN
Durante sus primeros años de trabajo,
la Comisión Nacional de Energía Nuclear fincó las líneas de investigación
científica y tecnológica que perduran
hasta nuestros días, a través de varios
programas (CNEN: 1973):
así como el de partículas que se generan por los choques de éstos entre sí:
mesones, hiperones, etc.
Para las investigaciones sobre física nuclear experimental se contaba con dos
aceleradores: un Van de Graaff de dos millones de electronvolts propiedad de la
UNAM y otro de medio millón, que se construyó en la misma Universidad con la
cooperación económica de la CNEN.
Programa de Física Nuclear
Fue creado en 1960. Según el doctor
Moshinsky, titular del Programa, «la investigación en física nuclear es el cimiento de todo el desarrollo de la energía nuclear».
La investigación en física nuclear abarcó dos campos principales: uno, la estructura del núcleo atómico, y el otro, la
estructura de las partículas que lo integran, así como su fuerza de amarre. Las
investigaciones, en ambos terrenos, se
llevaron a cabo en lo teórico y en lo
experimental.
Entre las investigaciones de este programa figuraron:
Este Programa también colaboró en los trabajos de la Escuela Latinoamericana
de Física. Incluso dos cursos de esta escuela fueron auspiciados por la CNEN, en
1959 y en 1962.
El Programa de física nuclear contaba con varios laboratorios:
a) El laboratorio de radiación electromagnética, capacitaba personal en diversos
campos de la cibernética y construía equipo electrónico de alta calidad. Prestaba servicio regularmente a facultades de la UNAM, el IPN y otros centros de
estudios.
b) El laboratorio de radioquímica, en donde se efectuaban trabajos originales de
investigación como: absorción de radiaciones gamma por materiales de construcción mexicanos, medida de los productos de desintegración del torio, separación cromatográfica de estroncio-90 e itrio-90, separación cromatográfica
de circonio-95 y niobio-95 y determinación de uranio en aceitunas y aceite de
oliva.
Programa de Educación y Capacitación
i. La teoría de grupos y estructura nuclear, en que se analizaron las simetrías existentes en el núcleo para
compararlas con los resultados experimentales y así estructurar modelos que diesen la pauta de nuevos
estudios experimentales
ii. Las reacciones nucleares, procesos
en que participan muchas partículas, lo cual tuvo gran importancia
para la producción de energía en el
terreno práctico.
iii. El estudio de neutrones y protones,
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Nuestros
inicios
En este Programa destacaron por su importancia los «Cursos de Técnicas Básicas
en Radioisótopos e Instrumentación Nuclear», iniciados en junio de 1958 e impartidos por varios años. Estos cursos se dieron en la Facultad de Ciencias de la
UNAM, que facilitó sus laboratorios a la Comisión. El costo del curso fue sufragado por la CNEN y contó con personal docente de la UNAM y del IPN, que a su vez
formaba parte de la planta de científicos e investigadores de la CNEN. De esta
forma, a partir de 1960, surgieron recursos humanos capacitados para organizar
laboratorios similares en las universidades de Guadalajara, Guanajuato, Veracruz,
Puebla, Hermosillo y San Luis Potosí.
En 1960, el OIEA facilitó a la Comisión un Laboratorio móvil de radioisótopos, que
visitó varias ciudades de la República, despertando gran interés.
Para dotar de instrumental electrónico, la Comisión donó equipo a aquellas uni-
versidades cuyos representantes asistieron a los cursos iniciales de 1958. Asimismo vendió a precios de costo, instrumental electrónico a todas las instituciones de
educación superior que se interesaran en su uso.
En 1960, inició el Curso de Medicina Nuclear, posteriormente llamado «Aplicaciones Médicas de los Radioisótopos», bajo la dirección inmediata del Programa de
Medicina Nuclear de la propia Comisión.
En 1962, se creó el Curso de Radiobiología y en el mismo año el curso «Bases
Físico-Químicas de Radioquímica» instaurado durante la estancia de un experto
del OIEA, ambos impartidos en la Facultad de Ciencias de la UNAM y sufragados
por la CNEN. La Universidad de Puebla también organizó como materia piloto la
asignatura Laboratorio de Radioquímica.
Seminarios
En este rubro destacaba el Seminario de Física. Inició en 1951 en un pequeño
salón del antiguo Instituto Nacional de Investigación Científica, con la asistencia
de unas diez personas y desde agosto de 1957 se impartió en la biblioteca de la
CNEN. Durante los años cincuenta y parte de los sesenta dictaron conferencias
físicos y matemáticos de renombre mundial como Glaser, Oppenheimer, Peierls,
Wiener, Lemmâitre, Wightman, Wigner,
Lowdin y Huber, entre otros. Asimismo,
casi todos los trabajos mexicanos de
física, fueron discutidos en este seminario.
El Seminario de Química comenzó a reunirse mensualmente desde abril de
1959, con la asistencia de unas veinte
personas. Los temas tratados inicialmente fueron los problemas en el Laboratorio de Química de la Comisión y en la
planta piloto para el tratamiento de minerales uraníferos, hasta la obtención
del uranio.
Programa de reactores
El Programa de Reactores comenzó en
instituto nacional de investigaciones nucleares
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1960 y su actividad se desarrolló principalmente a través del llamado «grupo de reactores», integrado por científicos especializados en esta área. El grupo de reactores elaboró trabajos como
cálculos de redes (disposición
geométrica del moderador y el combustible en el reactor) para reactores
subcríticos, ingeniería de reactores, química de reactores y materiales nucleares.
Para cumplir sus funciones el Programa de Reactores contaba con tres dependencias: 1) el Laboratorio de Tecnología Nuclear: con equipo especializado para aprovechar la materia prima;
2) el Laboratorio del Reactor: para trabajar problemas relacionados con física de reactores nucleares; y 3) La Sección de Materiales Nucleares: encargada de llevar a cabo estudios químicometalúrgico en materiales nucleares.
Cabe destacar que la primera planta
piloto de tratamiento de uranio estuvo
en Tacuba, en la Facultad de Química
de la UNAM.
Programa de radioisótopos
Este programa consideraba dos usos
básicos de los radioisótopos: como
trazadores, utilizados para calcular volúmenes
sanguíneos
y
radiocardiogramas, débito cardiaco, localización de tumores cerebrales, metabolismo de proteínas y control
transoperatorio con circulación
extracorpórea, entre otras aplicaciones;
y como fuentes de irradiación para inducir alteraciones en la materia.
El Programa de radioisótopos tenía tres
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Nuestros
inicios
áreas:
i. El Laboratorio de dilución, el cual importaba grandes cantidades de
radioisótopos y proporcionaba al sector saluddosis tan pequeñas como fueran
necesarias, a precios bajos.
ii. El Laboratorio de normas radiactivas, donde se realizaban medidas de precisión de fuentes de radiación ionizante.
iii. Medicina nuclear, con 5 objetivos fundamentales: a) la creación y desarrollo
de métodos y procedimientos en que se utilizaban los radioisótopos como
agentes de información; b) la utilización práctica de radioisótopos como fuentes de energía ionizante para uso médico; c) el estudio de la Física Nuclear
para el conocimiento de las fuentes de radiación; d) el estudio de los efectos
patológicos de las radiaciones sobre materia viva, sobre todo del organismo
humano; e) el desarrollo de tecnología nuclear orientada al uso de energía
radiante.
Programa de aplicaciones industriales de la radiación
Para este programa se instalaron tres centros de investigación:
El primero en el Departamento de Investigaciones Científicas de la Universidad de
Guanajuato, que tenía un acelerador de electrones tipo Van de Graaff, donde se
realizaron estudios de química con radiaciones. Asimismo se efectuaron trabajos
para el control de unidades raspadoras destinadas a la limpieza interior de los
oleoductos de PEMEX Salamanca-Guadalajara y Salamanca-Aguascalientes; en
ellos se utilizó una fuente de gammas como trazador.
El segundo centro se estableció en la refinería Antonio M. Amor de PEMEX en
Salamanca, Gto. Para este centro se construyeron laboratorios por cuenta de PEMEX,
que fueron dotados de equipo por la CNEN. El propósito era estudiar problemas
cuyas soluciones pudieran beneficiar a otras refinerías.
El tercero se estableció en la Ciudad de México con un programa de aplicaciones
industriales. El laboratorio estaba equipado con un espectrómetro de gammas de
400 canales, donado por el OIEA. También se realizaron trabajos de radiólisis en
colaboración con el IFUNAM, utilizando el acelerador Van de Graaff de 2.0 MV
transformado en ese entonces como acelerador de electrones.
Programa agronómico
Desde 1962 se llevaron a cabo actividades sobre mejoramiento genético, producción de semillas, creación de tipos vegetales diferentes y mutaciones.
En dichas actividades se utilizaron las radiaciones ionizantes para inducir transformaciones permanentes y transitorias en los vegetales.
Programa de genética
Este programa se creó en 1960. Se concentraba en cuatro objetivos: a) investigación del proceso hereditario; b) investigación de los efectos genéticos de las radiaciones; c) aplicación de la técnica genética a la medicina y la biología; y d)
adiestramiento técnico, enseñanza y divulgación científica.
Este Programa fue el primero en México dedicado a la investigación en genética
y radiobiología. Tuvo originalmente cinco laboratorios: Genética humana, Genética
de drosophila, Genética de mamíferos (ratones); Bioquímica; y Radiogenética y
Radioimágenes.
Programa de protección radiológica
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Se encargó de promover la adecuada protección, tanto de la salud pública , como
del personal ocupacionalmente expuesto. Así mismo, hubo programas de Fabricación de aparatos (con un Laboratorio de Construcción de Equipo y de Contado-
res) y de Instrumentación (con laboratorios de Cristalografía, Instrumentos y
Dispositivos Especiales).
Por otra parte, desde octubre de 1957
se realizaron cuantificaciones de la precipitación radiactivas en muestras provenientes de Ensenada, Hermosillo,
Chihuahua, Tampico, Veracruz, Comitán,
Monterrey y la Ciudad de México. Posteriormente se procesaron otras muestras colectadas en Guadalajara,
Tonanzintla, Oaxaca y Mérida
Es importante destacar el acervo bibliográfico de la CNEN que contaba con 5
mil volúmenes de obras básicas y unos
85 mil trabajos monográficos sobre
energía nuclear y materias conexas, de
los cuales unos 30 mil se encontraban
en microtarjetas y micropelículas.
Átomos en acción
Un importante evento marcó un
de Educación y de la Defensa, Jaime Torres Bodet y Agustín Olachea, respectiva-
parteaguas en la concepción de espe-
mente; el subsecretario de Relaciones Exteriores, Pablo Campos Ortiz; el embaja-
cialistas y público mexicanos sobre la
dor de Estados Unidos en México, Thomas C. Mann; y José María Ortiz Tirado,
energía nuclear: la exposición Átomos
presidente de la CNEN, entre otros funcionarios y hombres de ciencia de ambos
en acción organizada por la CNEN con-
países.
juntamente con la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos.
Uno de los atractivos de la exposición fue la presentación, por primera vez en
México, de un pequeño reactor nuclear; correspondió al ingeniero Antonio Maga-
Con sede en el campo de polo Marte
ña Plaza ser el primer mexicano en manejar este equipo. También en este reactor
de la Ciudad de México, el propósito
se irradiaron dos muestras: una de telurio metálico y otra de dióxido de telurio. La
de la exposición fue mostrar, en forma
operación de esta primera irradiación estuvo a cargo de los químicos Silvia
sencilla, los avances en la aplicación
Bulbulián Garabedián -quien aún labora en el ININ- y Tomas A. Brody. Esa mues-
de las radiaciones y los radioisótopos
tra se obtuvo por la técnica de destilación, yodo-131 para uso médico.
en áreas como la medicina, la industria, la agricultura y la investigación cien-
La exposición fue un éxito y durante el mes que permaneció abierta con un hora-
tífica, entre otras.
rio de 10:00 a 21:00 horas no cesó el flujo de visitantes (Bulbulián: 1996: 32-36).
La inauguración fue el 2 de abril de
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1962 y a ella asistieron los secretarios
Es importante destacar que en aquella época todavía se practicaban explosiones nucleares al
aire libre en la Laboratiorio Nacional de Los Alamos, E. U. El propósito de las mediciones era
conocer los niveles de estroncio 90 y de cesio 137 en el ambiente.
instituto nacional de investigaciones nucleares
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