LEY DE LA FUNCIÓN DE TRANSPARENCIA Y CONTROL SOCIAL. La Constitución Política de la República vigente, incluyó entre sus innovaciones, la creación del denominado “Quinto Poder, a través de la “Función de Transparencia y Control Social”, que tiene como objetivo el promover e impulsar el control de las entidades y organismos del sector público, y de las personas naturales o jurídicas del sector privado que presten servicios o desarrollen actividades de interés público, para que los realicen con responsabilidad, transparencia y equidad; fomentar e incentivar la participación ciudadana; proteger el ejercicio y cumplimiento de los derechos; y prevenir y combatir la corrupción.1 La Comisión de Justicia y Estructura del Estado, presentó hace pocos días el Proyecto de Ley de la Función de Transparencia y Control Social, norma que tiene como objetivo que dicha Función del Estado “...disponga de un marco legal para el ejercicio de sus competencias, funciones y atribuciones, en armonía con el ordenamiento constitucional vigente en el Ecuador, así como con los tratados internacionales ratificados por el Estado” 2 Durante el proceso de discusión y elaboración de la Constitución, y particularmente del capítulo correspondiente a la Función de Transparencia y Control Social, la Corporación Participación Ciudadana, realizó algunas observaciones al diseño constitucional / institucional de la nueva función por considerar que existían elementos que distorsionaban el espíritu de lo que debía ser una función de transparencia y control social o ciudadano. Las observaciones se centraron en la conformación tanto de la función, como de las comisiones ciudadanas encargadas de seleccionar a los miembros de los órganos del Estado, cuya conformación deba realizarse por concursos públicos. Conforme la propuesta que se presentó y que fue aprobada por el Pleno de la Asamblea Nacional Constituyente, la Función de Transparencia y Control Social está conformada por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, la Defensoría del Pueblo, la Contraloría, y las superintendencias. Con dicha conformación –netamente estatal- se pierde la esencia del control social y ciudadano. Por tanto, lo que se creo no fue propiamente una Función de Transparencia y Control “Social” sino mas bien un ente de coordinación entre instituciones públicas, lo cual puede ser positivo y útil desde la óptica de coordinar políticas y acciones para prevención de la corrupción, pero dista mucho de ser un ente de control ciudadano. Objeción similar, realizamos en lo que se refiere a la estructura de las Comisiones Ciudadanas, instancias que están integradas en un 50% por representantes de las Funciones del Estado, con lo cual, al igual que lo dicho en el caso anterior, se pierde la esencia de “Comisión Ciudadana”. Volviendo al tema que ocupa el presente análisis, esto es la propuesta de Ley de la Función de Transparencia y Control Social, la Corporación ha presentado 1 2 Constitución Política de la República, Art. 204 Considerandos, Informe de Primer Debate algunas sugerencias orientadas más bien a clarificar conceptos. Sugerimos por ejemplo, se precise que el control social, lo ejerce la ciudadanía, a través de los diferentes mecanismos establecidos en la Ley, tanto de manera individual o colectiva, ya sea por iniciativa del Estado o autoridades, o por su propia iniciativa. En lo referente a Rendición de Cuentas, creemos importante precisar que la misma debe tener un carácter de interactiva (entre autoridad y ciudadanía). Este requisito de interacción, es indispensable en la nueva concepción de la Rendición de Cuentas, y es lo que diferencia precisamente a la rendición de otros mecanismos de información como los informes de labores, enlaces radiales o de TV, etc., en los cuales la autoridad se presenta ante los ciudadanos pero no interactúa con ellos. Adicionalmente, y de conformidad con la prohibición constante en Art. 219 de la Ley Orgánica Electoral y de Organizaciones Políticas – Código de la Democracia, los eventos de Rendición de Cuentas –al igual que el resto de actividades públicas- no pueden conllevar la promoción personal de la autoridad o de movimientos políticos. La Corporación Participación Ciudadana ha presentado estas sugerencias y aportes con el fin de contribuir a mejorar el proyecto, pero recordando que el problema mayor que presenta la Función de Transparencia y Control Social (a criterio de esta organización) radica en su composición, a consecuencia de un inapropiado diseño institucional. Para que la sociedad civil pueda actuar y ejercer plenamente sus acciones de control y veeduría desde la ciudadanía, se requiere que sus organizaciones actúen con total independencia del Estado. Es importante el control estatal, y el mismo debe ser fortalecido ya que éste tiene además capacidad coercitiva y sancionadora, pero el control social no puede estar supeditado al primero. Si las organizaciones de la sociedad civil, o los espacios en los que éstas actúan, están influenciadas por instancias estatales, se pierde absolutamente la esencia del control social.