El Gobierno vasco pone en marcha un plan para paliar los

El Gobierno vasco pone en marcha un
plan para paliar los problemas
generados por el "mal de las vacas
locas"
El plan, que tendrá un coste anual de 2.500 millones de pesetas, pretende
garantizar la calidad de la carne procedente de los mataderos vascos, el
80 por ciento de la consumida en Euskadi
VASCO PRESS
El Gobierno Vasco ha puesto en marcha un plan integral para atajar los
problemas sanitarios y medioambientales generados por el
denominado mal de las vacas locas. Este plan, que tendrá un coste
anual de 2.500 millones de pesetas, establece los instrumentos necesarios para garantizar la carne de
las reses sacrificadas en los mataderos vascos y eliminar los restos no aptos para el consumo humano.
Este programa garantiza al consumidor vasco que toda la carne procedente de animales sacrificados en
los mataderos vascos, aproximadamente el 80% de la carne que se consume en Euskadi, ha pasado el
test de las vacas locas y está totalmente apta para el consumo. El 20% restante, y cuyo control no
corresponde al Ejecutivo autonómico, procede de mataderos de otras comunidades autónomas u otros
estados.
Asimismo, el plan incluye diversos mecanismos de información al consumidor. Entre ellos, destaca el
desarrollo de una página web que permitirá al consumidor conocer a través del número de identificación
de la carne que consume (crotal) una completa información de la historia vital y sanitaria de la res de la
que procede siempre que haya sido sacrificada en Euskadi (lugar de nacimiento, lugar de cría, controles
sanitarios pasados, etc.).
El consejero de Agricultura, Iñaki Gerenabarrena, ha presentado esta mañana públicamente el contenido
de un programa que tiene un presupuesto aproximado de 2.500 millones de pesetas. Gerenabarrena ha
explicado que el Gobierno Vasco asumirá este coste durante este año debido a la urgencia de la
situación, pero ha indicado que para próximos ejercicios se repartirán los gastos entre los agentes
sectoriales implicados.
"Ahora, en un momento de urgencia, ni el sector ni los consumidores pueden hacer frente a estos costes,
y por este motivo los asume la Administración. Pero no lo tiene ni debe hacer de forma indefinida", ha
afirmado.
De hecho, el consejero ha señalado que tienen previsto abrir un proceso de negociación con ganaderos,
mataderos, carniceros, productores de harinas animales y cementeras para establecer los mecanismos
más adecuados y justos para ello. Incluso ha afirmado que el Ejecutivo ha llegado a barajar la posibilidad
de fijar algún tipo de tasa que permita financiar todas las actuaciones.
Tres ámbitos
Estas acciones se reparten en tres ámbitos principales: sanitario, medioambiental e informativo. El
primero busca garantizar la calidad de la carne procedente de reses sacrificadas en Euskadi mediante la
aplicación del test de las vacas locas a todos los animales de más de 30 meses de edad procedentes de
Francia, Suiza, Irlanda y Portugal, y más de 20 meses en el caso de reses con cualquier otro origen.
Esta prueba, que se practica desde esta semana y cuyos resultados están disponibles entre 24 y 72
horas, impedirá que ningún animal infectado y sacrificado en los mataderos vascos llegue a las
carnicerías y, por lo tanto, al consumidor.
El Departamento de Agricultura ha realizado en los últimos meses inversiones en los laboratorios Neiker,
encargados de realizar los test, para adecuar sus instalaciones y equipos con el fin de poder hacer
30.000 análisis anuales, y tiene en proyecto poner en marcha un nuevo laboratorio. Asimismo, ha tenido
que contratar y formar a nuevos técnicos para dotar a este laboratorio de personal cualificado.
La legislación vigente exige también que, además de las reses enfermas, sean retirados de la cadena
alimenticia los materiales de riesgo específico (MER) de todos los animales, tales como el cráneo, el
encéfalo, los ojos, las amígdalas, la médula espinal y los intestinos por ser las zonas donde se concentra
el riesgo de transmitir a los humanos la enfermedad. Asimismo, deberán ser retiradas las harinas
producidas con otras partes del vacuno.
Para dar salida a estos productos, el Gobierno Vasco ha llegado a un acuerdo económico con las dos
fábricas de harinas animales existentes en Euskadi, Garmesa y Seberías Bilbainas, para que conviertan
en harina los materiales MER (incluidas aquellas reses infectadas) y residuos no MER. Asimismo, ha
firmado un convenio con Cementos Rezola y Cementos Lemona, para que estas harinas sean
incineradas en sus plantas.
A este respecto, Gerenabarrena ha explicado que la incineración, que busca evitar los problemas
ecológicos que crearía el vertido de todas las harinas a vertederos, ha recibido el visto bueno del
Departamento de Medio Ambiente. En estos momentos, ha comenzado un proyecto piloto de
incineración con control de Inasmet y Labein, laboratorios que analizarán las emisiones, y de Osalan,
entidad que estudiará los riesgos laborales.
Medidas informativas
Por último, y como tercera pata del plan, el Ejecutivo autonómico ha tomado una serie de iniciativas para
informar al consumidor sobre la carne que consume y ofrecerle confianza. Para ello, en primer lugar ha
aprobado un decreto de etiquetado voluntario de la carne que pone a disposición de los carniceros la
base legal para completar el etiquetado obligatorio con información complementaria como el lugar de
nacimiento de la vaca.
Por otra parte, y junto a la página web ya mencionada con anterioridad, el Departamento de Agricultura
ha impulsado la creación del Instituto Vasco de Garantía Alimentaria (ELIKA), una entidad sin ánimo de
lucro integrada inicialmente por las fundaciones Azti y Kalitatea, y el centro de investigación Neiker. El
Gobierno Vasco tiene previsto incorporarse dentro de un tiempo al patronato de esta nueva entidad.
ELIKA se encargará de asesorar científicamente a la Administración vasca en temas agroalimentarios,
advertir sobre puntos de riesgo en la cadena alimenticia y proponer soluciones. También definirá
protocolos de actuación conveniente para los agentes del sector agroalimentarios que, en caso de
ponerlos en práctica, tendrán la posibilidad de incluir en sus productos el logotipo de la nueva fundación.