[ REPORTAJE ] Mónica Patiño / Arturo Olmedo El concepto y sus actores Las palabras “Protección” y “Civil” parecieran fáciles de entender, pero conllevan un sentido profundo de resguardo y de reacción ante situaciones que se presentan fuera del control de la dinámica y del funcionamiento de una comunidad, ya sea rural o urbana. Para ahondar en la materia, Acontecer Veracruzano entrevistó a la Lic. Laura Gurza Jaidar, coordinadora general de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, quien nos habló con amplitud respecto de los diversos aspectos del tema. En primera instancia, explicó, “se debe entender como Protección Civil al conjunto de disposiciones, medidas y acciones destinadas a la prevención, a dar auxilio y ayudar a la recuperación de la población, ante la eventualidad de un desastre, tales acciones sirven para disminuir los riesgos de una sociedad a ser afectada por fenómenos perturbadores”. 38 acontecer Como seres humanos estamos expuestos a múltiples situaciones imprevistas en el vaivén de la cotidianidad, ya sea que habitemos en la ciudad, en la costa, en las montañas o en el desierto, en cada uno de estos hábitats se corren diversos riesgos en los que, sin duda, es imprescindible contar con programas y estrategias coordinadas, tanto por el Estado como por la sociedad, para tener un plan óptimo de Protección Civil. ¿Pero a qué se refiere este concepto?, ¿qué es lo que contempla?, y ¿cuáles son sus alcances en una sociedad como la mexicana? Dos actores fundamentales para su coordinación y su funcionamiento son el Estado y la Sociedad Civil; en este sentido, Gurza Jaidar delineó las responsabilidades del Estado en dicha asignatura: “Al Ejecutivo Federal, según la Ley General de Protección Civil (LGPC) le corresponde dictar los lineamientos que conducirán las labores a realizar, a fin de lograr la participación de todos los sectores de la sociedad. Claro está que, incluye el presupuesto para ello, y la forma de disponer tanto del Fondo de Desastres, como del Fondo para la Prevención de Desastres, con su debida regulación. Asimismo, es de su incumbencia emitir las declaratorias de emergencia o de desastre”. Al referirse a las responsabilidades de la Coordinación Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Civil, la funcionaria federal comentó que entre las atribuciones que tiene están las de integrar, coordinar y [ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ] supervisar el Sistema Nacional “para garantizar, mediante la adecuada planeación, la prevención, el auxilio y la recuperación de la población y de su entorno ante situaciones de desastre”. Además, puntualizó, “en una situación de emergencia, el auxilio a la población es la función prioritaria de la protección civil, por lo que las instancias de coordinación deberán actuar en forma conjunta y ordenada, en los términos que marca la Ley”. La coordinadora explicó que en caso de emergencia, la primera instancia de actuación especializada corresponde a la autoridad municipal o delegacional que conozca la problemática. En caso de que ésta supere su capacidad de respuesta, acudirá a la instancia estatal correspondiente, en los términos de ley. Si ésta resulta insuficiente, se procederá a informar a las instancias federales correspondientes, quienes actuarán de acuerdo con los programas establecidos para tal efecto. El otro actor importante en este asunto es la Sociedad Civil, la cual se conforma de todas aquellas personas que se desempeñan fuera de una institución militar o eclesiástica; de este modo y desde nuestra trinchera, sea el hogar, el trabajo, las aulas o cualquiera que sea el lugar donde habitemos o nos desempeñemos, podemos contribuir a prever accidentes y a aportar acciones respecto de la Protección Civil. Respecto de lo anterior, la Lic. Laura Gurza comentó que en la política de la Protección Civil, el papel de la sociedad adquiere la mayor relevancia “porque servir a ésta es el propósito fundamental de los programas y acciones que se llevan a cabo. Se instrumentan acciones para salvaguardar la vida de las personas, así como su patrimonio y medio ambiente; por lo que el objetivo primordial del Sistema Nacional de Protección Civil es proteger la integridad física de la población, incorporando la participación activa y comprometida de la sociedad, tanto en lo individual como en lo colectivo, como se ha manifestado en diversas ocasiones tales como los sismos de 1985, o en la inundación en el 2007 del estado de Tabasco”. [ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ] acontecer 39 [ REPORTAJE ] Los riesgos En la página del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) existen diversas definiciones para cada uno los fenómenos que se pueden suscitar en caso de emergencia; de inicio se establece el significado de agente perturbador, que según la información consultada, se refiere a “un acontecimiento que puede impactar a un sistema social y transformar su estado normal en un estado de daños, que puede llegar al grado de desastre”. En ese orden de ideas, a desastre se le define en el Diario Oficial de la Federación, desde febrero de 1996, como “una interrupción seria del funcionamiento de una sociedad, causando grandes pérdidas humanas, materiales y ambientales, suficientes para que la sociedad afectada no pueda salir adelante por sus propios medios”. Parte fundamental es el conocimiento por parte de la población de los diferentes fenómenos a los que está expuesta en la región en que se habite; en ese sentido, el Cenapred hace una relación de ellos, a lo que le llama “Tipología de Fenómenos”, que a continuación se presentan: Fenómenos de origen hidrometeorológico; este tipo de fenómenos destructivos comprende a los ciclones tropicales, inundaciones, nevadas, granizadas, sequías, lluvias torrenciales, temperaturas extremas, tormentas eléctricas, mareas de tempestad e inversiones térmicas. Fenómenos de origen geológico; incluyen a los sismos, vulcanismo, deslizamiento y colapso de suelos, hundimientos y agrietamientos. Fenómenos de origen sanitario; destaca la contaminación en todas sus modalidades y la desertificación natural o provocada por el hombre, epidemias, plagas y lluvias ácidas. Fenómenos de origen físico-químico; en este grupo se incluyen los incendios, explosiones, envenenamientos por fugas de sustancias peligrosas y daños causados por radiaciones. Fenómenos de origen socio-organizativo; aquí se podrían ubicar los accidentes aéreos, terrestres, marítimos y fluviales, la interrupción o desperfectos en el suministro y operación de servicios públicos y sistemas vitales. Los problemas originados por las concentraciones masivas de la población y los actos de sabotaje y terrorismo como las amenazas de bomba. Fuente: www.cenapred.unam.mx Nuestro país, por su ubicación, características geográficas, socioeconómicas y demás, está expuesto a todas estas tipologías, por lo que se hace necesario estar prevenidos para cualquiera de ellas. Sin embargo, es de suma importancia estar conscientes de tales situaciones, sin llegar a la paranoia, pues si bien es cierto que es relevante estar preparados para cualquier tipo de eventualidad, también lo es que no es sano vivir en una continua sensación de amenaza. 40 acontecer [ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ] En México, según la información del Cenapred, en cada una de las 32 entidades que le conforman, existe una Ley de Protección Civil, en la que se publican “un conjunto de principios, normas, procedimientos, acciones y conductas incluyentes, solidarias, participativas y de corresponsabilidad, que deben efectuar coordinada y concertadamente la sociedad y las autoridades; que se llevan a cabo para la prevención, mitigación, preparación, auxilio, rehabilitación, restablecimiento y reconstrucción, tendientes a salvaguardar la integridad física de las personas, sus bienes y su entorno frente a la eventualidad de un riesgo, emergencia, siniestro o desastre”. Un asunto esencial dentro de la prevención es la difusión de los aspectos de la Protección Civil hacia la población en general; al respecto la funcionaria de la Secretaría de Gobernación, Laura Gurza, expresó que las acciones de difusión y los procesos de comunicación del riesgo que se realizan por parte de su coordinación, permiten que la población conozca mejor los riesgos a los que está expuesta y las causas que los generan, “además de contribuir a que tome una mayor conciencia sobre su seguridad; a que participe activamente en su prevención y mitigación, y a que fomente actitudes positivas y una mejor preparación para actuar en caso de emergencias o desastres”. Dijo que la difusión de temas de protección civil que se realizan desde la Coordinación General, les permiten informar, orientar y alertar oportunamente a las autoridades en los distintos niveles de gobierno, y a la población en general, sobre situaciones de riesgo y la manera de prevenirlas o mitigarlas. Además, consideró que “uno de los mayores retos de la difusión es lograr que toda persona se constituya en un activo promotor de la protección civil, comenzando desde su familia y ampliando su participación hacia todos los ámbitos en los que se desenvuelve”. La coordinadora general de Protección Civil comentó que para lograr una reacción adecuada por parte de la población antes, durante y después de una situación de emergencia hace falta avanzar en la instrumentación del enfoque del “Manejo Integral de Riesgos”, que es el reconocer que éstos existen no sólo como producto de las manifestaciones de la naturaleza, sino también que son fenómenos expuestos a factores institucionales, culturales, sociales, económicos y políticos, que en conjunto, crean condiciones de vulnerabilidad en la población. “Este manejo integral de riesgos, nos permitirá contar con acciones encaminadas a la identificación, análisis, evaluación y reducción de los riesgos, las cuales apoyan de manera sistemática la toma de decisiones para la creación e implementación de políticas, estrategias y procedimientos que combatan las causas estructurales de los desastres y fortalezcan las capacidades de resistencia de la sociedad”, aseveró. Gurza Jaidar mencionó ciertos aspectos importantes para que la población tenga una cultura de Protección Civil: “que conozca los peligros y sus propias vulnerabilidades. Que participe de la mano con sus autoridades. Que se apropie de su riesgo y que sea el principal actor de su desarrollo y gestión para su seguridad. Que se logre una percepción adecuada del riesgo al que están expuestos y se logre una capacidad de adaptación reflejada en conductas y habilidades, que permita reaccionar de una manera adecuada, así como tener una actuación para reducir sus riesgos. Que la población se apropie plenamente de los principios básicos que la identifiquen como personas comprometidas con la protección civil: la prevención, la legalidad y la responsabilidad de identificar oportunamente riesgos y mostrar voluntad para reducirlos”. [ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ] acontecer 65 [ REPORTAJE ] Haciendo memoria Desde que el hombre apareció en la faz de la Tierra, se ha enfrentado con un sinnúmero de eventos e imprevistos que sortear para poder subsistir; desde las erupciones volcánicas y otros eventos naturales, hasta incendios en las grandes ciudades de la antigüedad o epidemias, plagas, pestes y enfermedades en siglos pasados. La era moderna no ha estado exenta de ello, por el contrario, con el avance de la tecnología y la complejidad de la sociedad, se suman a la lista situaciones como las guerras, el SIDA, el terrorismo y el cambio climático. Sólo por desastres naturales, según los datos del Cenapred, día con día mueren 411 personas en promedio; es decir, 150 mil al año. Ejemplos hemos tenido muchos a lo largo de la historia en el mundo y en nuestro país: el terremoto de San Francisco en abril de 1906; el hundimiento del Titánic en abril de 1907; un tsunami en Kyoto, Japón, en1927; por supuesto la Primera y la Segunda Guerras Mundiales; el ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001; el atentado terrorista en Madrid el 11 de marzo de 2004; el tsunami en Indonesia y Tailandia en diciembre de 2004; el huracán Wilma en octubre de 2005. Asimismo, la explosión de la gasera en San Juanico, estado de México, el 19 de noviembre de 1984; los terremotos del 19 y 20 de septiembre de 1985 en la ciudad de México; la explosión de gas en Guadalajara, en abril de 1992; o los Huracanes Gilberto en septiembre de 1988, Paulina en septiembre de 1997 o Stan en septiembre de 2005, que azotaron a buena parte del territorio nacional. Justamente, como respuesta a la situación vivida por causa de las guerras mundiales, fue que el 12 de agosto de 1949 nace la Protección Civil, como concepto, dentro del Tratado de Ginebra, según la información recopilada de la página de Protección Civil del Gobierno del Distrito Federal. Dicho documento se realiza para facilitar las acciones de la Cruz Roja en los conflictos armados y dice literalmente: a) Se entiende por Protección Civil el cumplimiento de algunas o de todas las tareas humanitarias que se mencionan a continuación, destinadas a proteger a la población contra los peligros de las hostilidades y de las catástrofes, y a ayudarla a recuperarse de sus efectos inmediatos, así como a facilitar las condiciones necesarias para su supervivencia. Estas tareas son las siguientes: I) Servicio de alarma, II) Evacuación, III) Habilitación y organización de refugios, IV) Aplicación de medidas de oscurecimiento, V) Salvamento, VI) Servicios sanitarios, incluidos los de primeros auxilios, y asistencia religiosa; VII) Lucha contra incendios; VIII) Detección y señalamiento de zonas peligrosas; IX) Descontaminación y medidas similares de protección; X) Provisión de alojamiento y abastecimientos de urgencia; XI) Ayuda en caso de urgencia para el restablecimiento y el mantenimiento del orden en zonas damnificadas; XII) Medidas de urgencia para el restablecimiento de los servicios públicos indispensables; XIII) Servicios funerarios de urgencia; XIV) Asistencia para la preservación de los bienes esenciales para la supervivencia; XV) Actividades complementarias necesarias para el desempeño de una cualquiera de las tareas mencionadas, incluyendo entre otras cosas la planificación y la organización. b) Se entiende por organismos de protección civil los establecimientos y otras unidades creados o autorizados por la autoridad competente de una Parte en conflicto para realizar cualquiera de las tareas mencionadas en el apartado a) y destinados y dedicados exclusivamente al desempeño de esas tareas. c) Se entiende por personal de organismos de protección civil las personas asignadas por una Parte en conflicto exclusivamente al desempeño de las tareas mencionadas en el apartado a), incluido el personal asignado exclusivamente a la administración de esos organismos por la autoridad competente de dicha Parte. Fuente: www.proteccioncivil.df.gob.mx 42 acontecer [ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ] d) Se entiende por material de organismos de protección civil el equipo, los suministros y los medios de transporte utilizados por esos organismos en el desempeño de las tareas mencionadas en el apartado a). Su postulado básico es: “La salvaguarda de la vida de las personas, sus bienes y el entorno”. Asimismo, según dicha información, el día 8 de junio de 1977 se adopta en Ginebra el protocolo adicional a los convenios de 1949. En nuestro país tal protocolo fue aprobado por el Congreso de la Unión el día 21 de diciembre de 1982, publicado en el Diario Oficial el 22 de diciembre de 1983. Sin embargo, en México después de 1985 las cosas se transformaron por lo devastadores que fueron los sismos de septiembre de aquel año. Antes de esa fecha, las labores de rescate, resguardo de bienes y auxilio a la población en caso de desastres estaban a cargo del Ejército Mexicano. Pero con la magnitud de la catástrofe, quedó de manifiesto la falta de capacidad que se tenía en cuanto a la prevención de tal tipo de fenómenos, y se hizo patente la importancia de la participación de la sociedad civil, quien tuvo un papel protagónico y de suma importancia en las acciones de rescate y de solidaridad con las personas afectadas por los terremotos del 19 y 20 de septiembre. Asimismo, se cayeron muchos velos que permitieron darse cuenta de los contrastes de luz y sombra que se dan en situaciones de desgracia, como la cantidad de deficiencias que se tenían en el país para reaccionar oportunamente ante ese tipo de situaciones; la falta de organización y la corrupción dentro de los cuerpos institucionales, en contraste con el apoyo y hermandad de muchas Naciones que enviaron ayuda humanitaria y pusieron a disposición de los mexicanos a sus especialistas y su tecnología para ayudar. Y lo más importante, quedó de manifiesto la fuerza y el compromiso de una sociedad mexicana unida para salvar a sus compatriotas, así como su capacidad de dar apoyo, solidaridad y trabajo para salir adelante. Así, se hizo fundamental organizarse para realizar acciones de carácter preventivo, antes, durante y después de alguna eventualidad. De este modo, como se expone en la página de Protección Civil del GDF, es que después de los terremotos se forma La Comisión Nacional de Reconstrucción, y de los trabajos de ésta surgen las bases para la creación del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), cuya misión es ser “un conjunto orgánico y articulado de estructuras, relaciones funcionales, métodos y procedimientos que establecen las dependencias y entidades del sector público entre sí, con las organizaciones de los diferentes grupos sociales y privados, con las autoridades de los estados y municipios, a fin de efectuar acciones de común acuerdo destinadas a la protección de los ciudadanos contra los peligros y riesgos que se presentan en la eventualidad de un desastre”. [ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ] acontecer 43 [ REPORTAJE ] Hablando de Veracruz En el estado se hace prioritario conocer y tener un adecuado y bien planeado sistema de Protección Civil, debido a que por sus características geológicas y geográficas pueden presentarse eventualidades de las diferentes tipologías que se han mencionado con anterioridad; de hecho, en la Ley número 256 de Protección Civil para el estado libre y soberano de Veracruz de Ignacio La Llave, publicada en la Gaceta Oficial modificada en 2002, se establece un compromiso compartido entre la sociedad, la iniciativa privada y el estado para enfrentar cualquier situación de emergencia que se suscite. La Lic. Laura Gurza Jaidar, coordinadora general de Protección Civil del gobierno federal, habló hacia el final de la entrevista respecto de las características que se observan en el estado de Veracruz, pues con regularidad se presentan un gran número de fenómenos perturbadores, en ocasiones de mucha intensidad. Principalmente pueden mencionarse los fenómenos hidrometeorológicos, geológicos y los de origen químico. Inundaciones y Ciclones Tropicales, que son constantes; sin embargo, también se presentan fenómenos como sismos y deslizamientos de laderas, con intensidades que deben tomarse en cuenta, por los daños que causan; existen también en Veracruz volcanes con posibilidad de entrar en una fase eruptiva, como el Pico de Orizaba y el San Martín Tuxtla, con asentamientos importantes en sus alrededores”. La funcionaria de la Secretaría de Gobernación explicó que Veracruz, por ser uno de los estados con mayor población del país y por su alta actividad económica, se encuentra en condiciones de vulnerabilidad tanto física como social. “Lo anterior se ve reflejado en las pérdidas económicas del estado en los últimos años. Desde la perspectiva de los riesgos antrópicos o generados por el hombre, se encuentran riesgos químico tecnológicos, el almacenamiento y transporte de materiales peligrosos, derivados de la actividad petrolera y del comercio internacional que llega a los puertos. Adicionalmente, se tiene el riesgo asociado a la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, para lo cual existe un programa específico de Protección Civil nombrado PERE: Plan de Emergencia Radiológica Externo”, concluyó. Respecto de la temporada de lluvias y de huracanes en el estado, se sabe que desde la segunda semana de mayo a la primera de diciembre de cada año hay que estar alerta para cualquier inundación, escurrimiento, desbordamientos de ríos, de lagunas y de esteros o deslaves, vientos fuertes, mareas 44 acontecer altas y oleaje fuerte y violento, de modo que se está preparado con el subprograma de Auxilio del Programa Veracruzano de Protección civil 2004 – 2010, que involucra a los tres niveles de gobierno: el municipal, el estatal y el federal. En el portal oficial del gobierno de Veracruz, en la página de la Secretaría de Protección Civil (www.proteccioncivilver.gob.mx) se detallan las acciones para salvaguardar la seguridad de las personas en zonas de riesgo; en él vienen las regiones vulnerables, las estrategias y funciones de las instituciones de ayuda y las acciones del mismo plan, como: el alertamiento, la evacuación, la coordinación de emergencia, la seguridad, las brigadas de salvamento y asistencia, los servicios de equipamiento y bienes, la salubridad, el aprovisionamiento, la comunicación social y la reconstrucción para volver a la normalidad. De hecho, se dan recomendaciones importantes para la ciudad y para las zonas rurales; tanto preventivas como para el durante y el después del meteoro. Algunas de esas recomendaciones son: mantener el alcantarillado sanitario y pluvial limpio, así como tuberías y azoteas; reubicar asentamientos humanos establecidos en zonas riesgosas; elaborar el catálogo de posibles albergues; dar mantenimiento a caminos y puentes; retirar materiales de obra en cunetas y en acotamientos; podar los árboles; mantener informados a la población de las acciones pertinentes para antes, durante y después de la situación de emergencia, entre muchas otras medidas. [ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ] Según la información de la página de Protección Civil de Veracruz, las zonas de riesgo en el estado son: la cuenca del río Pánuco, con 25 municipios; la cuenca del río Tuxpan, con ocho municipios; la cuenca del río Cazones, con cuatro municipios; la cuenca del río Tecolutla, con 11 municipios; la cuenca del río Nautla, con 21 municipios; la cuenca del río Actopan, con 16 municipios; la cuenca del río La Antigua, con 15 municipios; la cuenca del río Jamapa – Cotaxtla, con 25 municipios; la cuenca del río Papaloapan, con 64 municipios; y la cuenca del río Coatzacoalcos, con 23 municipios. Asimismo, en dicha fuente pueden consultarse los planes de emergencia en general y en particular, el Plan de Incendios Forestales, el Plan de Emergencia Radiológica Externo (PERE) y el Programa de Hospital Seguro. Laura Gurza Jaidar. Coordinadora General de Protección Civil de la Segob. Foto: Internacional Institute for Sustainable Development (IISD). [ REPORTAJE ] Como muestra basta un botón Ya sea en el campo o en la ciudad, tanto el Sistema Nacional de Protección Civil como el Centro Nacional de Desastres de la Secretaría de Gobernación establecen que cada institución, ya sea pública o privada, deberá contemplar su Programa Interno de Protección Civil, necesario para enfrentar las situaciones de emergencia, bajo la normatividad establecida. A continuación se expondrá en términos generales, el modelo del programa del Cenapred, publicado en la página de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) (www. proteccioncivil.uam.mx), e implementado por esta institución educativa, resumiendo su contenido, para que lo conozcan los lectores de Acontecer Veracruzano. El programa de Protección Civil está dividido en tres subprogramas para definir sus funciones, estos son: de Prevención, de Auxilio y de Recuperación. El subprograma de Prevención es el más amplio y tiene una serie de consideraciones que permitirán a las instituciones y personas estar alertas en cualquier momento, para evitar o mitigar el impacto de cualquier situación de emergencia. Como parte fundamental está la organización, y en dicha estrategia se hace necesario nombrar a diferentes personas que estén a cargo del lugar o inmueble donde se encuentren, estos son: el coordinador o responsable del inmueble o lugar, el suplente, los jefes de piso o área (en número acorde a las características del inmueble) y los brigadistas de: Prevención y combate de incendios, de Primeros auxilios, de Evacuación de inmuebles, y de Búsqueda y rescate. Tales brigadas se deben integrar considerando la proporción de una persona por cada diez. Otro aspecto importante es el análisis de riesgos, el cual tiene dos aristas: el primero es respecto de los riesgos al interior del inmueble o institución, y el segundo es sobre los riesgos externos según la zona donde se ubique, las condiciones, los lugares aledaños de riesgo, la geografía, etcétera. También se recomienda contar con un croquis en el que se detallen las calles que la delimitan, así como las instalaciones inseguras que en un momento dado pongan en peligro la integridad física de las personas. También debe contemplarse la realización de directorios e inventarios que puedan ser útiles a la Dirección General de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, en caso de desastre. Desde el directorio de las organizaciones de respuesta a emergencia hasta el inventario de recursos humanos. Un aspecto relevante dentro del programa es la señalización, la cual debe cumplir con los colores, las formas y los símbolos establecidos por la Secretaría de Gobernación en la forma “NOM003-SEGOB/2002, publicado en el Diario oficial de la Federación el 17 de septiembre de 2003”. 46 acontecer [ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ] Señalizaciones Informativas Preventivas Hidrante Extintor Teléfono de emergencia Alarma contra incendio Equipo de emergencia Piso resbaloso Sustancia tóxica Sustancia corrosiva Materiales inflamables o combustibles Materiales oxidantes y comburentes Materiales con riesgo de explosión Riesgo eléctrico Radiación láser Riesgo biológico Radiaciones ionizantes Zona de acceso restringido Prohibitivas Obligatorias Lugar para minusválidos Bocina que se usará en caso de emergencia Registro obligatorio de acceso Es evidente que también se requiere de un programa de mantenimiento, que permita tener todas las instalaciones en buen estado y funcionando en óptimas condiciones para disminuir la vulnerabilidad de la institución, ya sean las instalaciones eléctricas, las hidrosanitarias, las de gas; así como los extintores vigentes y cargados, los hidrantes en buen estado, los detectores de Prohibido fumar Módulo de información Prohibido el paso No encender fuego No correr No gritar No empujar humo, los medios de comunicación y el equipo de seguridad y primeros auxilios, etcétera. Para que el Programa de Protección Civil de cualquier institución pública o privada funcione, es de suma importancia la capacitación, ya que la práctica la realizan seres humanos que deberán contar con los elementos necesarios tanto de carácter teórico – prácticos como psicológicos para estar al cien por ciento si se presenta una eventualidad. En ese sentido, se debe contar con cursos formativos y actualizados de manera periódica sobre temas como: introducción a la protección civil, ejercicios y simulacros, primeros auxilios, prevención y combate de incendios, amenaza de bomba, búsqueda y rescate. [ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ] acontecer 47 [ REPORTAJE ] De la mano de lo anterior están la difusión y la concientización, todas las personas, desde los más pequeños hasta los adultos mayores, debemos tener una cultura de la Protección Civil para saber cómo conducirnos y qué hacer antes, durante y después de una situación de riesgo; para ello es necesario contar con información clara y precisa, ya sea a través de materiales impresos, audiovisuales, conferencias y seminarios, etcétera. Como se mencionó, la práctica es fundamental para poder estar preparados para cualquier emergencia, de modo que los simulacros son fundamentales para que la población sepa cómo actuar; tales ensayos, por así decirlo, se clasifican por su operatividad, en ejercicios de gabinete y simulacros de campo. Por su programación, con o sin previo aviso y por su alcance, si se hacen parciales o se hacen integrales. Es fundamental tener un previo diseño del simulacro y los objetivos que se quieren alcanzar; asimismo, es importante tomar el tiempo y aplicar los conocimientos adquiridos en la capacitación, y finalmente es relevante realizar una evaluación al concluir el ejercicio para saber qué hace falta y cuáles han sido los logros. El subprograma de auxilio por su parte, según el modelo de la UAM, es el conjunto de actividades planeadas previamente para rescatar y salvaguardar a las personas en el momento de la emergencia; para ello se necesita tener el equipo y los servicios en óptimas condiciones, estar altamente capacitados y actualizados en el tipo de siniestro que se presente, ya sea sismo, incendio u otra emergencia. Asimismo, para instrumentarse se tendrá que alertar a tiempo y bajo las señales y símbolos ya establecidos y conocidos por las personas de la institución; poner de inmediato en práctica el plan de emergencia de la institución con las funciones de cada brigadista y coordinador, así como la ejecución del apoyo externo necesario; realizar una evaluación de daños inmediatos como la magnitud del siniestro, las necesidades para el auxilio, la estimación de daños humanos y materiales, para después poder volver a la normalidad. 48 acontecer Finalmente, el subprograma de Recuperación es un momento de transición entre la emergencia y la vuelta a la normalidad, donde el objetivo está en reconstruir, mejorar o reestructurar lo que haya sido dañado por el siniestro. Para regresar al estado normal de la institución, será necesario que se realicen la revisión y análisis de las condiciones en que ha quedado el lugar interna y externamente; asimismo, se tendrá que hacer un peritaje por parte de las autoridades para establecer el estado de las estructuras de los inmuebles; las instalaciones eléctricas e hidrosanitarias; el suministro de agua y gas; también que no existan fugas ni derrames de sustancias peligrosas; que no haya mobiliario o equipo peligroso; así como que no existan plafones, ventanas, lámparas y otros objetos que pudieran ser inseguros. Después de tal análisis y después de que se [ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ] determine que no hay riesgo alguno, el responsable del Programa de Protección Civil dará la autorización para que todo regrese a la normalidad. En la página del Sinaproc, en el portal de la Secretaría de Gobernación (www.proteccioncivil.gob.mx) se da información muy amplia respecto de los planes y programas de emergencia, tanto de situaciones de riesgo en el transporte de materiales peligrosos, como del riesgo con los volcanes de nuestro país, teniendo un constante monitoreo de ellos, así como los planes para la temporada de lluvias y huracanes de cada año. También se pueden encontrar diversos cursos de capacitación y talleres sobre los grupos vulnerables en caso de desastre, el atlas de riesgos de nuestro país, así como un buen número de documentos para actualizarse y conocer más ampliamente lo referente a la Protección Civil. [ REPORTAJE ] Otra percepción Sin duda, es importante estar preparados para cualquier situación de peligro; sin embargo, se hace prioritario también bajar los niveles de estrés y paranoia que puedan engendrar miedo y caos en la población. En ese sentido, es interesante exponer lo que explican el investigador Andrés García Gómez, del Centro Europeo de Investigación Social de Emergencias y coordinador del estudio Percepción Social del Riesgo en España (www.proteccioncivil.es/ es/galerías/…/percepcion_social_riesgo. pdf), junto con otros colegas como Rafael de Francisco López, investigador social experto en análisis cualitativo de desastres y en el análisis de contenido de televisión y prensa respecto de los siniestros, entre otros importantes especialistas. Ellos comentan que estamos insertados en una “sociedad de riesgo”, construida por diversos intereses y estrategias de control social desde el siglo XIX, que además responde a una serie de incertidumbres, “vitales, emocionales y cotidianas” de la población; en ese entonces, comentan en el estudio, el peligro mayor eran las máquinas y las enfermedades masivas; en la actualidad, conforme ha evolucionado la ciencia y la tecnología, así como los procesos sociales, han aumentado los factores de inseguridad para la población. 50 acontecer Los autores comentan que esta sociedad de riesgo focaliza escenarios muy concretos que son avalados por las instituciones y medios de comunicación, para hacer de la “seguridad” un producto de consumo más, estos escenarios son: las nuevas tecnologías, la ecología y el medio ambiente; la vida laboral, la vida cotidiana y la sociabilidad. Como un factor novedoso que se ha sumado recientemente y es un concepto de la modernidad en términos de “riesgo y catástrofe”, es el tan nombrado “cambio climático” y sus secuelas. Lo que pone de manifiesto que la población se vive amenazada e insegura. Evidentemente, nadie escatimaría en ponerles atención a los escenarios antes mencionados si de seguridad se trata; dice el estudio que en términos psicosociales, por un lado hay una tendencia al fatalismo, pero por otro lado, hoy en día la prevención ha calado fuertemente y la percepción y el deseo es que “todo [ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ] puede prevenirse, incluso los eventos naturales más devastadores”; una prueba de ello es la venta de seguros de todo tipo para resguardar desde la vida hasta los muebles e inmuebles. Así, explican los investigadores, el imaginario de los seres humanos transita en esas dos vertientes: la tensión entre lo tradicional – fatalista y lo moderno – previsible, lo cual está ligado también al manejo que hacen los medios de información y comunicación en la sociedad moderna, donde las estructuras contemporáneas reposan en este tipo de tecnologías. Al respecto, los autores del análisis comentan que la relación entre los medios de comunicación e información y el manejo de las emergencias es de una “pertinencia excepcional”, pues están directamente relacionados con sus intereses y los intereses de la audiencia. También por la competencia que se genera entre ellos, haciendo un monopolio de la información “una verdadera catástrofe —comentan los autores— es aquella de la que se ocupan todos los canales y que consigue el monopolio de la emisión nacional”. Asimismo, en el estudio se expresa que “el periodismo tiende a crear héroes y villanos. Es la imagen heroica la que va a perdurar en la memoria. Hay ganadores y perdedores, por eso hay una gran lucha en la definición del acontecimiento. Además, como un componente esencial del manejo de la información es la transmisión en directo o simultánea, convirtiendo a las tragedias en un espectáculo, dramatizando o desdramatizando el hecho según los intereses”; éste tipo de percepciones que se publican en el estudio, son también producto de las opiniones recopiladas para el mencionado análisis, de modo que la sociedad española sabe perfectamente cómo se manipulan los hechos que se transmiten por los medios de información y comunicación. En ese sentido, se hace imprescindible la educación para tener una cultura del análisis y la crítica respecto de lo que se ve en los medios de comunicación e información, para tener cautela y criterio al ver, escuchar o leer respecto de los siniestros y otros temas, en un país tan mediatizado como lo es México. De tal forma que debe darse un equilibrio entre la importancia de la seguridad y la prevención, sin que permeé una atmósfera de temor o amenaza entre la población. Es necesario tener una buena organización, así como planes y programas de Protección Civil que realmente funcionen en situaciones de riesgo; pero además, es relevante contar con la conciencia y la confianza de que se vive en un lugar seguro y con paz, y eso es responsabilidad tanto de la sociedad como de un Estado comprometido con su población, responsable y que gobierne en pro de las necesidades de todas las personas y no de los intereses de unos cuantos. En un país que dé prioridad a la seguridad no con armas sino con valores. No fomentando el temor, sino la educación. [ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ] acontecer 51