Como seres humanos estamos expuestos a múltiples situaciones

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[ REPORTAJE ]
Mónica Patiño / Arturo Olmedo
El concepto y sus actores
Las palabras “Protección” y “Civil” parecieran fáciles de entender, pero conllevan
un sentido profundo de resguardo y de
reacción ante situaciones que se presentan fuera del control de la dinámica y del
funcionamiento de una comunidad, ya
sea rural o urbana. Para ahondar en la
materia, Acontecer Veracruzano entrevistó
a la Lic. Laura Gurza Jaidar, coordinadora
general de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, quien nos habló con
amplitud respecto de los diversos aspectos
del tema. En primera instancia, explicó,
“se debe entender como Protección Civil
al conjunto de disposiciones, medidas y
acciones destinadas a la prevención, a dar
auxilio y ayudar a la recuperación de la
población, ante la eventualidad de un desastre, tales acciones sirven para disminuir
los riesgos de una sociedad a ser afectada
por fenómenos perturbadores”.
38 acontecer
Como seres humanos estamos expuestos a
múltiples situaciones imprevistas en el vaivén
de la cotidianidad, ya sea que habitemos en la
ciudad, en la costa, en las montañas o en el desierto, en cada uno de estos hábitats se corren
diversos riesgos en los que, sin duda, es imprescindible contar con programas y estrategias coordinadas, tanto por el Estado como por la sociedad, para tener un plan óptimo de Protección
Civil. ¿Pero a qué se refiere este concepto?, ¿qué
es lo que contempla?, y ¿cuáles son sus alcances
en una sociedad como la mexicana?
Dos actores fundamentales para su
coordinación y su funcionamiento son el
Estado y la Sociedad Civil; en este sentido,
Gurza Jaidar delineó las responsabilidades
del Estado en dicha asignatura: “Al Ejecutivo
Federal, según la Ley General de Protección
Civil (LGPC) le corresponde dictar los lineamientos que conducirán las labores a realizar, a fin de lograr la participación de todos
los sectores de la sociedad. Claro está que,
incluye el presupuesto para ello, y la forma
de disponer tanto del Fondo de Desastres,
como del Fondo para la Prevención de Desastres, con su debida regulación. Asimismo,
es de su incumbencia emitir las declaratorias
de emergencia o de desastre”.
Al referirse a las responsabilidades
de la Coordinación Ejecutiva del Sistema
Nacional de Protección Civil, la funcionaria
federal comentó que entre las atribuciones
que tiene están las de integrar, coordinar y
[ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ]
supervisar el Sistema Nacional “para garantizar, mediante la adecuada planeación, la
prevención, el auxilio y la recuperación de
la población y de su entorno ante situaciones
de desastre”. Además, puntualizó, “en una situación de emergencia, el auxilio a la población es la función prioritaria de la protección
civil, por lo que las instancias de coordinación
deberán actuar en forma conjunta y ordenada, en los términos que marca la Ley”.
La coordinadora explicó que en caso
de emergencia, la primera instancia de actuación especializada corresponde a la autoridad municipal o delegacional que conozca
la problemática. En caso de que ésta supere su
capacidad de respuesta, acudirá a la instancia
estatal correspondiente, en los términos de
ley. Si ésta resulta insuficiente, se procederá a
informar a las instancias federales correspondientes, quienes actuarán de acuerdo con los
programas establecidos para tal efecto.
El otro actor importante en este asunto es la Sociedad Civil, la cual se conforma de
todas aquellas personas que se desempeñan fuera de una institución militar o eclesiástica;
de este modo y desde nuestra trinchera, sea el hogar, el trabajo, las aulas o cualquiera
que sea el lugar donde habitemos o nos desempeñemos, podemos contribuir a prever
accidentes y a aportar acciones respecto de la Protección Civil.
Respecto de lo anterior, la Lic. Laura Gurza comentó que en la política de la Protección Civil, el papel de la sociedad adquiere la mayor relevancia “porque servir a ésta
es el propósito fundamental de los programas y acciones que se llevan a cabo. Se instrumentan acciones para salvaguardar la vida de las personas, así como su patrimonio
y medio ambiente; por lo que el objetivo primordial del Sistema Nacional de Protección
Civil es proteger la integridad física de la población, incorporando la participación activa
y comprometida de la sociedad, tanto en lo individual como en lo colectivo, como se ha
manifestado en diversas ocasiones tales como los sismos de 1985, o en la inundación en
el 2007 del estado de Tabasco”.
[ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ]
acontecer 39
[ REPORTAJE ]
Los riesgos
En la página del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) existen
diversas definiciones para cada uno los
fenómenos que se pueden suscitar en
caso de emergencia; de inicio se establece el significado de agente perturbador,
que según la información consultada, se
refiere a “un acontecimiento que puede
impactar a un sistema social y transformar
su estado normal en un estado de daños,
que puede llegar al grado de desastre”. En
ese orden de ideas, a desastre se le define
en el Diario Oficial de la Federación, desde
febrero de 1996, como “una interrupción
seria del funcionamiento de una sociedad, causando grandes pérdidas humanas,
materiales y ambientales, suficientes para
que la sociedad afectada no pueda salir
adelante por sus propios medios”.
Parte fundamental es el conocimiento por parte de la población de los diferentes fenómenos a los que está expuesta en
la región en que se habite; en ese sentido,
el Cenapred hace una relación de ellos, a
lo que le llama “Tipología de Fenómenos”,
que a continuación se presentan:
Fenómenos de origen hidrometeorológico; este tipo de fenómenos
destructivos comprende a los ciclones tropicales, inundaciones, nevadas,
granizadas, sequías, lluvias torrenciales, temperaturas extremas, tormentas
eléctricas, mareas de tempestad e inversiones térmicas.
Fenómenos de origen geológico; incluyen a los sismos, vulcanismo,
deslizamiento y colapso de suelos, hundimientos y agrietamientos.
Fenómenos de origen sanitario; destaca la contaminación en todas sus
modalidades y la desertificación natural o provocada por el hombre, epidemias,
plagas y lluvias ácidas.
Fenómenos de origen físico-químico; en este grupo se incluyen los incendios,
explosiones, envenenamientos por fugas de sustancias peligrosas y daños causados
por radiaciones.
Fenómenos de origen socio-organizativo; aquí se podrían ubicar los
accidentes aéreos, terrestres, marítimos y fluviales, la interrupción o desperfectos
en el suministro y operación de servicios públicos y sistemas vitales. Los
problemas originados por las concentraciones masivas de la población y los actos
de sabotaje y terrorismo como las amenazas de bomba.
Fuente: www.cenapred.unam.mx
Nuestro país, por su ubicación, características geográficas, socioeconómicas y
demás, está expuesto a todas
estas tipologías, por lo que se
hace necesario estar prevenidos para cualquiera de ellas.
Sin embargo, es de suma
importancia estar conscientes
de tales situaciones, sin llegar
a la paranoia, pues si bien es
cierto que es relevante estar
preparados para cualquier
tipo de eventualidad, también lo es que no es sano vivir en una continua sensación
de amenaza.
40 acontecer
[ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ]
En México, según la información del
Cenapred, en cada una de las 32 entidades
que le conforman, existe una Ley de Protección Civil, en la que se publican “un conjunto de principios, normas, procedimientos,
acciones y conductas incluyentes, solidarias,
participativas y de corresponsabilidad, que
deben efectuar coordinada y concertadamente la sociedad y las autoridades; que se llevan a
cabo para la prevención, mitigación, preparación, auxilio, rehabilitación, restablecimiento
y reconstrucción, tendientes a salvaguardar
la integridad física de las personas, sus bienes
y su entorno frente a la eventualidad de un
riesgo, emergencia, siniestro o desastre”.
Un asunto esencial dentro de la prevención es la difusión de los aspectos de la
Protección Civil hacia la población en general; al respecto la funcionaria de la Secretaría de Gobernación, Laura Gurza, expresó
que las acciones de difusión y los procesos
de comunicación del riesgo que se realizan
por parte de su coordinación, permiten que
la población conozca mejor los riesgos a los
que está expuesta y las causas que los generan, “además de contribuir a que tome una
mayor conciencia sobre su seguridad; a que
participe activamente en su prevención y mitigación, y a que fomente actitudes positivas
y una mejor preparación para actuar en caso
de emergencias o desastres”.
Dijo que la difusión de temas de protección civil que se realizan desde la Coordinación General, les permiten informar,
orientar y alertar oportunamente a las autoridades en los distintos niveles de gobierno, y a
la población en general, sobre situaciones de
riesgo y la manera de prevenirlas o mitigarlas.
Además, consideró que “uno de los mayores
retos de la difusión es lograr que toda persona se constituya en un activo promotor de la
protección civil, comenzando desde su familia y ampliando su participación hacia todos
los ámbitos en los que se desenvuelve”.
La coordinadora general de Protección Civil comentó que para lograr una reacción adecuada por parte de la población
antes, durante y después de una situación de
emergencia hace falta avanzar en la instrumentación del enfoque del “Manejo Integral
de Riesgos”, que es el reconocer que éstos
existen no sólo como producto de las manifestaciones de la naturaleza, sino también
que son fenómenos expuestos a factores institucionales, culturales, sociales, económicos
y políticos, que en conjunto, crean condiciones de vulnerabilidad en la población. “Este
manejo integral de riesgos, nos permitirá
contar con acciones encaminadas a la identificación, análisis, evaluación y reducción
de los riesgos, las cuales apoyan de manera sistemática la toma de decisiones para la
creación e implementación de políticas, estrategias y procedimientos que combatan
las causas estructurales de los desastres y
fortalezcan las capacidades de resistencia de
la sociedad”, aseveró.
Gurza Jaidar mencionó ciertos aspectos importantes para que la población
tenga una cultura de Protección Civil: “que
conozca los peligros y sus propias vulnerabilidades. Que participe de la mano con sus
autoridades. Que se apropie de su riesgo y
que sea el principal actor de su desarrollo y
gestión para su seguridad. Que se logre una
percepción adecuada del riesgo al que están expuestos y se logre una capacidad de
adaptación reflejada en conductas y habilidades, que permita reaccionar de una manera adecuada, así como tener una actuación
para reducir sus riesgos. Que la población se
apropie plenamente de los principios básicos
que la identifiquen como personas comprometidas con la protección civil: la prevención, la legalidad y la responsabilidad de
identificar oportunamente riesgos y mostrar
voluntad para reducirlos”.
[ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ]
acontecer 65
[ REPORTAJE ]
Haciendo memoria
Desde que el hombre apareció en la faz de
la Tierra, se ha enfrentado con un sinnúmero de eventos e imprevistos que sortear
para poder subsistir; desde las erupciones
volcánicas y otros eventos naturales, hasta incendios en las grandes ciudades de la
antigüedad o epidemias, plagas, pestes y
enfermedades en siglos pasados. La era
moderna no ha estado exenta de ello, por
el contrario, con el avance de la tecnología
y la complejidad de la sociedad, se suman
a la lista situaciones como las guerras, el
SIDA, el terrorismo y el cambio climático. Sólo por desastres naturales, según los
datos del Cenapred, día con día mueren
411 personas en promedio; es decir, 150
mil al año.
Ejemplos hemos tenido muchos a lo
largo de la historia en el mundo y en nuestro país: el terremoto de San Francisco en
abril de 1906; el hundimiento del Titánic
en abril de 1907; un tsunami en Kyoto,
Japón, en1927; por supuesto la Primera
y la Segunda Guerras Mundiales; el ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001; el atentado terrorista
en Madrid el 11 de marzo de 2004; el
tsunami en Indonesia y Tailandia en diciembre de 2004; el huracán Wilma en
octubre de 2005. Asimismo, la explosión de la gasera en San Juanico, estado
de México, el 19 de noviembre de 1984;
los terremotos del 19 y 20 de septiembre de 1985 en la ciudad de México;
la explosión de gas en Guadalajara, en
abril de 1992; o los Huracanes Gilberto
en septiembre de 1988, Paulina en septiembre de 1997 o Stan en septiembre
de 2005, que azotaron a buena parte del
territorio nacional.
Justamente, como respuesta a la
situación vivida por causa de las guerras
mundiales, fue que el 12 de agosto de
1949 nace la Protección Civil, como concepto, dentro del Tratado de Ginebra, según
la información recopilada de la página
de Protección Civil del Gobierno del
Distrito Federal. Dicho documento se
realiza para facilitar las acciones de la
Cruz Roja en los conflictos armados y
dice literalmente:
a) Se entiende por Protección Civil el cumplimiento de algunas o de todas las tareas humanitarias que se mencionan a
continuación, destinadas a proteger a la población contra los peligros de las hostilidades y de las catástrofes, y a ayudarla a recuperarse de sus efectos inmediatos, así como a facilitar las condiciones necesarias para su supervivencia. Estas
tareas son las siguientes:
I) Servicio de alarma,
II) Evacuación,
III) Habilitación y organización de refugios,
IV) Aplicación de medidas de oscurecimiento,
V) Salvamento,
VI) Servicios sanitarios, incluidos los de primeros auxilios, y asistencia religiosa;
VII) Lucha contra incendios;
VIII) Detección y señalamiento de zonas peligrosas;
IX) Descontaminación y medidas similares de protección;
X) Provisión de alojamiento y abastecimientos de urgencia;
XI) Ayuda en caso de urgencia para el restablecimiento y el mantenimiento del orden en zonas damnificadas;
XII) Medidas de urgencia para el restablecimiento de los servicios públicos indispensables;
XIII) Servicios funerarios de urgencia;
XIV) Asistencia para la preservación de los bienes esenciales para la supervivencia;
XV) Actividades complementarias necesarias para el desempeño de una cualquiera de las tareas mencionadas,
incluyendo entre otras cosas la planificación y la organización.
b) Se entiende por organismos
de protección civil los
establecimientos y otras
unidades creados o autorizados
por la autoridad competente
de una Parte en conflicto para
realizar cualquiera de las tareas
mencionadas en el apartado
a) y destinados y dedicados
exclusivamente al desempeño
de esas tareas.
c) Se entiende por personal de
organismos de protección civil
las personas asignadas por una
Parte en conflicto exclusivamente
al desempeño de las tareas
mencionadas en el apartado a),
incluido el personal asignado
exclusivamente a la administración
de esos organismos por la autoridad
competente de dicha Parte.
Fuente: www.proteccioncivil.df.gob.mx
42 acontecer
[ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ]
d) Se entiende por material de
organismos de protección civil el
equipo, los suministros y los medios
de transporte utilizados por esos
organismos en el desempeño de las
tareas mencionadas en el apartado a).
Su postulado básico es:
“La salvaguarda de la
vida de las personas, sus
bienes y el entorno”.
Asimismo, según dicha información, el día 8 de junio de 1977 se adopta en Ginebra el protocolo adicional a los
convenios de 1949. En nuestro país tal
protocolo fue aprobado por el Congreso de la Unión el día 21 de diciembre de
1982, publicado en el Diario Oficial el 22
de diciembre de 1983.
Sin embargo, en México después de
1985 las cosas se transformaron por lo devastadores que fueron los sismos de septiembre de aquel año. Antes de esa fecha,
las labores de rescate, resguardo de bienes
y auxilio a la población en caso de desastres estaban a cargo del Ejército Mexicano. Pero con la magnitud de la catástrofe,
quedó de manifiesto la falta de capacidad
que se tenía en cuanto a la prevención de
tal tipo de fenómenos, y se hizo patente la
importancia de la participación de la sociedad civil, quien tuvo un papel protagónico
y de suma importancia en las acciones de
rescate y de solidaridad con las personas
afectadas por los terremotos del 19 y 20
de septiembre.
Asimismo, se cayeron muchos velos que permitieron darse cuenta de los
contrastes de luz y sombra que se dan
en situaciones de desgracia, como la
cantidad de deficiencias que se tenían
en el país para reaccionar oportunamente ante ese tipo de situaciones; la
falta de organización y la corrupción
dentro de los cuerpos institucionales, en
contraste con el apoyo y hermandad de
muchas Naciones que enviaron ayuda
humanitaria y pusieron a disposición
de los mexicanos a sus especialistas y su
tecnología para ayudar. Y lo más importante, quedó de manifiesto la fuerza y el
compromiso de una sociedad mexicana
unida para salvar a sus compatriotas, así
como su capacidad de dar apoyo, solidaridad y trabajo para salir adelante. Así,
se hizo fundamental organizarse para
realizar acciones de carácter preventivo, antes, durante y después de alguna
eventualidad.
De este modo, como se expone en
la página de Protección Civil del GDF, es
que después de los terremotos se forma
La Comisión Nacional de Reconstrucción, y de los trabajos de ésta surgen las
bases para la creación del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), cuya
misión es ser “un conjunto orgánico y articulado de estructuras, relaciones funcionales, métodos y procedimientos que establecen las dependencias y entidades del sector
público entre sí, con las organizaciones de
los diferentes grupos sociales y privados, con
las autoridades de los estados y municipios,
a fin de efectuar acciones de común acuerdo
destinadas a la protección de los ciudadanos
contra los peligros y riesgos que se presentan
en la eventualidad de un desastre”.
[ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ]
acontecer 43
[ REPORTAJE ]
Hablando de Veracruz
En el estado se hace prioritario conocer y
tener un adecuado y bien planeado sistema
de Protección Civil, debido a que por sus características geológicas y geográficas pueden
presentarse eventualidades de las diferentes tipologías que se han mencionado con
anterioridad; de hecho, en la Ley número
256 de Protección Civil para el estado libre
y soberano de Veracruz de Ignacio La Llave,
publicada en la Gaceta Oficial modificada en
2002, se establece un compromiso compartido entre la sociedad, la iniciativa privada y
el estado para enfrentar cualquier situación
de emergencia que se suscite.
La Lic. Laura Gurza Jaidar, coordinadora general de Protección Civil del gobierno federal, habló hacia el final de la entrevista respecto de las características que se
observan en el estado de Veracruz, pues con
regularidad se presentan un gran número de
fenómenos perturbadores, en ocasiones de
mucha intensidad. Principalmente pueden
mencionarse los fenómenos hidrometeorológicos, geológicos y los de origen químico.
Inundaciones y Ciclones Tropicales, que son
constantes; sin embargo, también se presentan fenómenos como sismos y deslizamientos de laderas, con intensidades que deben
tomarse en cuenta, por los daños que causan; existen también en Veracruz volcanes
con posibilidad de entrar en una fase eruptiva, como el Pico de Orizaba y el San Martín
Tuxtla, con asentamientos importantes en
sus alrededores”.
La funcionaria de la Secretaría de Gobernación explicó que Veracruz, por ser uno
de los estados con mayor población del país y
por su alta actividad económica, se encuentra en condiciones de vulnerabilidad tanto
física como social. “Lo anterior se ve reflejado en las pérdidas económicas del estado en
los últimos años. Desde la perspectiva de los
riesgos antrópicos o generados por el hombre, se encuentran riesgos químico tecnológicos, el almacenamiento y transporte de
materiales peligrosos, derivados de la actividad petrolera y del comercio internacional
que llega a los puertos. Adicionalmente, se
tiene el riesgo asociado a la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, para lo cual existe
un programa específico de Protección Civil
nombrado PERE: Plan de Emergencia Radiológica Externo”, concluyó.
Respecto de la temporada de lluvias y
de huracanes en el estado, se sabe que desde
la segunda semana de mayo a la primera de
diciembre de cada año hay que estar alerta
para cualquier inundación, escurrimiento,
desbordamientos de ríos, de lagunas y de
esteros o deslaves, vientos fuertes, mareas
44 acontecer
altas y oleaje fuerte y violento, de modo que
se está preparado con el subprograma de
Auxilio del Programa Veracruzano de Protección civil 2004 – 2010, que involucra a
los tres niveles de gobierno: el municipal, el
estatal y el federal.
En el portal oficial del gobierno de
Veracruz, en la página de la Secretaría de Protección Civil (www.proteccioncivilver.gob.mx)
se detallan las acciones para salvaguardar la
seguridad de las personas en zonas de riesgo; en él vienen las regiones vulnerables,
las estrategias y funciones de las instituciones de ayuda y las acciones del mismo plan,
como: el alertamiento, la evacuación, la coordinación de emergencia, la seguridad, las
brigadas de salvamento y asistencia, los
servicios de equipamiento y bienes, la salubridad, el aprovisionamiento, la comunicación social y la reconstrucción para
volver a la normalidad.
De hecho, se dan recomendaciones importantes para la ciudad
y para las zonas rurales; tanto preventivas como para el durante y el
después del meteoro. Algunas de
esas recomendaciones son: mantener el alcantarillado sanitario y
pluvial limpio, así como tuberías
y azoteas; reubicar asentamientos
humanos establecidos en zonas
riesgosas; elaborar el catálogo de
posibles albergues; dar mantenimiento a caminos y puentes; retirar
materiales de obra en cunetas y en
acotamientos; podar los árboles;
mantener informados a la población de las acciones pertinentes
para antes, durante y después de la
situación de emergencia, entre muchas otras medidas.
[ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ]
Según la información de la página
de Protección Civil de Veracruz, las zonas
de riesgo en el estado son: la cuenca del río
Pánuco, con 25 municipios; la cuenca del
río Tuxpan, con ocho municipios; la cuenca del río Cazones, con cuatro municipios;
la cuenca del río Tecolutla, con 11 municipios; la cuenca del río Nautla, con 21 municipios; la cuenca del río Actopan, con
16 municipios; la cuenca del río La Antigua,
con 15 municipios; la cuenca del río Jamapa – Cotaxtla, con 25 municipios; la
cuenca del río Papaloapan, con 64 municipios; y la cuenca del río Coatzacoalcos,
con 23 municipios. Asimismo, en dicha
fuente pueden consultarse los planes de
emergencia en general y en particular, el
Plan de Incendios Forestales, el Plan de
Emergencia Radiológica Externo (PERE)
y el Programa de Hospital Seguro.
Laura Gurza Jaidar. Coordinadora
General de Protección Civil de la
Segob. Foto: Internacional Institute
for Sustainable Development (IISD). [ REPORTAJE ]
Como muestra basta un botón
Ya sea en el campo o en la ciudad, tanto el Sistema Nacional de Protección Civil
como el Centro Nacional de Desastres de
la Secretaría de Gobernación establecen
que cada institución, ya sea pública o privada, deberá contemplar su Programa Interno de Protección Civil, necesario para
enfrentar las situaciones de emergencia,
bajo la normatividad establecida. A continuación se expondrá en términos generales, el modelo del programa del Cenapred,
publicado en la página de la Universidad
Autónoma Metropolitana (UAM) (www.
proteccioncivil.uam.mx), e implementado
por esta institución educativa, resumiendo su contenido, para que lo conozcan los
lectores de Acontecer Veracruzano.
El programa de Protección Civil está
dividido en tres subprogramas para definir
sus funciones, estos son: de Prevención,
de Auxilio y de Recuperación.
El subprograma de Prevención
es el más amplio y tiene una serie de
consideraciones que permitirán a las
instituciones y personas estar alertas en
cualquier momento, para evitar o mitigar el impacto de cualquier situación de
emergencia. Como parte fundamental
está la organización, y en dicha estrategia se hace necesario nombrar a diferentes personas que estén a cargo del lugar
o inmueble donde se encuentren, estos
son: el coordinador o responsable del
inmueble o lugar, el suplente, los jefes
de piso o área (en número acorde a las
características del inmueble) y los brigadistas de: Prevención y combate
de incendios, de Primeros auxilios,
de Evacuación de inmuebles, y de
Búsqueda y rescate. Tales brigadas se
deben integrar considerando la proporción de una persona por cada diez.
Otro aspecto importante es el análisis de riesgos, el cual tiene dos aristas:
el primero es respecto de los riesgos al interior del inmueble o institución, y el segundo es sobre los riesgos externos según
la zona donde se ubique, las condiciones,
los lugares aledaños de riesgo, la geografía, etcétera. También se recomienda contar con un croquis en el que se detallen las
calles que la delimitan, así como las instalaciones inseguras que en un momento
dado pongan en peligro la integridad física
de las personas.
También debe contemplarse la realización de directorios e inventarios
que puedan ser útiles a la Dirección General de Protección Civil de la Secretaría de
Gobernación, en caso de desastre. Desde
el directorio de las organizaciones de respuesta a emergencia hasta el inventario
de recursos humanos.
Un aspecto relevante dentro
del programa es la señalización,
la cual debe cumplir con los colores, las formas y los símbolos
establecidos por la Secretaría de
Gobernación en la forma “NOM003-SEGOB/2002, publicado en
el Diario oficial de la Federación
el 17 de septiembre de 2003”.
46 acontecer
[ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ]
Señalizaciones
Informativas
Preventivas
Hidrante
Extintor
Teléfono de
emergencia
Alarma contra
incendio
Equipo de
emergencia
Piso resbaloso
Sustancia tóxica
Sustancia corrosiva
Materiales inflamables
o combustibles
Materiales oxidantes
y comburentes
Materiales con
riesgo de explosión
Riesgo eléctrico
Radiación láser
Riesgo biológico
Radiaciones ionizantes
Zona de acceso restringido
Prohibitivas
Obligatorias
Lugar para
minusválidos
Bocina que se usará en
caso de emergencia
Registro obligatorio
de acceso
Es evidente que también se requiere de un programa de mantenimiento,
que permita tener todas las instalaciones
en buen estado y funcionando en óptimas
condiciones para disminuir la vulnerabilidad
de la institución, ya sean las instalaciones
eléctricas, las hidrosanitarias, las de gas; así
como los extintores vigentes y cargados, los
hidrantes en buen estado, los detectores de
Prohibido fumar
Módulo de
información
Prohibido el paso
No encender fuego
No correr
No gritar
No empujar
humo, los medios de comunicación y el
equipo de seguridad y primeros auxilios, etcétera.
Para que el Programa de Protección
Civil de cualquier institución pública o privada funcione, es de suma importancia la
capacitación, ya que la práctica la realizan seres humanos que deberán contar
con los elementos necesarios tanto de
carácter teórico – prácticos como psicológicos para estar al cien por ciento si se presenta una eventualidad. En ese sentido, se debe
contar con cursos formativos y actualizados
de manera periódica sobre temas como: introducción a la protección civil, ejercicios
y simulacros, primeros auxilios, prevención y combate de incendios, amenaza
de bomba, búsqueda y rescate.
[ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ]
acontecer 47
[ REPORTAJE ]
De la mano de lo anterior están la
difusión y la concientización, todas las
personas, desde los más pequeños hasta
los adultos mayores, debemos tener una
cultura de la Protección Civil para saber
cómo conducirnos y qué hacer antes,
durante y después de una situación de
riesgo; para ello es necesario contar con
información clara y precisa, ya sea a través de materiales impresos, audiovisuales,
conferencias y seminarios, etcétera. Como
se mencionó, la práctica es fundamental
para poder estar preparados para cualquier
emergencia, de modo que los simulacros
son fundamentales para que la población
sepa cómo actuar; tales ensayos, por así
decirlo, se clasifican por su operatividad,
en ejercicios de gabinete y simulacros de
campo. Por su programación, con o sin
previo aviso y por su alcance, si se hacen
parciales o se hacen integrales. Es fundamental tener un previo diseño del simulacro y los objetivos que se quieren alcanzar;
asimismo, es importante tomar el tiempo
y aplicar los conocimientos adquiridos en
la capacitación, y finalmente es relevante realizar una evaluación al concluir el
ejercicio para saber qué hace falta y cuáles
han sido los logros.
El subprograma de auxilio por
su parte, según el modelo de la UAM,
es el conjunto de actividades planeadas
previamente para rescatar y salvaguardar a las personas en el momento de
la emergencia; para ello se necesita
tener el equipo y los servicios en óptimas condiciones, estar altamente
capacitados y actualizados en el tipo de
siniestro que se presente, ya sea sismo,
incendio u otra emergencia. Asimismo,
para instrumentarse se tendrá que
alertar a tiempo y bajo las señales y
símbolos ya establecidos y conocidos
por las personas de la institución; poner de inmediato en práctica el plan
de emergencia de la institución con las
funciones de cada brigadista y coordinador, así como la ejecución del apoyo
externo necesario; realizar una evaluación de daños inmediatos como la
magnitud del siniestro, las necesidades
para el auxilio, la estimación de daños
humanos y materiales, para después
poder volver a la normalidad.
48 acontecer
Finalmente, el subprograma de
Recuperación es un momento de transición entre la emergencia y la vuelta a
la normalidad, donde el objetivo está en
reconstruir, mejorar o reestructurar lo
que haya sido dañado por el siniestro.
Para regresar al estado normal de la institución, será necesario que se realicen
la revisión y análisis de las condiciones
en que ha quedado el lugar interna y
externamente; asimismo, se tendrá que
hacer un peritaje por parte de las autoridades para establecer el estado de las
estructuras de los inmuebles; las instalaciones eléctricas e hidrosanitarias; el
suministro de agua y gas; también que
no existan fugas ni derrames de sustancias peligrosas; que no haya mobiliario o
equipo peligroso; así como que no existan plafones, ventanas, lámparas y otros
objetos que pudieran ser inseguros. Después de tal análisis y después de que se
[ Una responsabilidad para compartir: La protección civil ]
determine que no hay riesgo alguno, el
responsable del Programa de Protección
Civil dará la autorización para que todo
regrese a la normalidad.
En la página del Sinaproc, en el
portal de la Secretaría de Gobernación
(www.proteccioncivil.gob.mx) se da información muy amplia respecto de los
planes y programas de emergencia, tanto
de situaciones de riesgo en el transporte
de materiales peligrosos, como del riesgo
con los volcanes de nuestro país, teniendo un constante monitoreo de ellos, así
como los planes para la temporada de
lluvias y huracanes de cada año. También se pueden encontrar diversos cursos
de capacitación y talleres sobre los grupos vulnerables en caso de desastre, el
atlas de riesgos de nuestro país, así como
un buen número de documentos para
actualizarse y conocer más ampliamente
lo referente a la Protección Civil.
[ REPORTAJE ]
Otra percepción
Sin duda, es importante estar preparados para cualquier situación de peligro;
sin embargo, se hace prioritario también
bajar los niveles de estrés y paranoia
que puedan engendrar miedo y caos en
la población.
En ese sentido, es interesante exponer lo que explican el investigador Andrés
García Gómez, del Centro Europeo de Investigación Social de Emergencias y coordinador del estudio Percepción Social del
Riesgo en España (www.proteccioncivil.es/
es/galerías/…/percepcion_social_riesgo.
pdf), junto con otros colegas como Rafael
de Francisco López, investigador social
experto en análisis cualitativo de desastres
y en el análisis de contenido de televisión
y prensa respecto de los siniestros, entre
otros importantes especialistas.
Ellos comentan que estamos insertados en una “sociedad de riesgo”, construida por diversos intereses y estrategias de
control social desde el siglo XIX, que además responde a una serie de incertidumbres, “vitales, emocionales y cotidianas”
de la población; en ese entonces, comentan en el estudio, el peligro mayor eran las
máquinas y las enfermedades masivas; en
la actualidad, conforme ha evolucionado
la ciencia y la tecnología, así como los procesos sociales, han aumentado los factores
de inseguridad para la población.
50 acontecer
Los autores comentan que
esta sociedad de riesgo focaliza
escenarios muy concretos que son
avalados por las instituciones y medios de comunicación, para hacer
de la “seguridad” un producto de
consumo más, estos escenarios son:
las nuevas tecnologías, la ecología y
el medio ambiente; la vida laboral,
la vida cotidiana y la sociabilidad.
Como un factor novedoso que se ha
sumado recientemente y es un concepto de la modernidad en términos
de “riesgo y catástrofe”, es el tan
nombrado “cambio climático” y sus
secuelas. Lo que pone de manifiesto
que la población se vive amenazada
e insegura.
Evidentemente, nadie escatimaría
en ponerles atención a los escenarios antes mencionados si de seguridad se trata;
dice el estudio que en términos psicosociales, por un lado hay una tendencia
al fatalismo, pero por otro lado, hoy en
día la prevención ha calado fuertemente
y la percepción y el deseo es que “todo
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puede prevenirse, incluso los eventos
naturales más devastadores”; una prueba de ello es la venta de seguros de todo
tipo para resguardar desde la vida hasta
los muebles e inmuebles. Así, explican
los investigadores, el imaginario de los
seres humanos transita en esas dos vertientes: la tensión entre lo tradicional
– fatalista y lo moderno – previsible, lo
cual está ligado también al manejo que
hacen los medios de información y comunicación en la sociedad moderna,
donde las estructuras contemporáneas
reposan en este tipo de tecnologías.
Al respecto, los autores del análisis
comentan que la relación entre los medios de comunicación e información y
el manejo de las emergencias es de una
“pertinencia excepcional”, pues están
directamente relacionados con sus intereses y los intereses de la audiencia.
También por la competencia que se genera entre ellos, haciendo un monopolio de la información “una verdadera
catástrofe —comentan los autores— es
aquella de la que se ocupan todos los canales y que consigue el monopolio de la
emisión nacional”.
Asimismo, en el estudio se expresa
que “el periodismo tiende a crear héroes
y villanos. Es la imagen heroica la que
va a perdurar en la memoria.
Hay ganadores y perdedores, por
eso hay una gran lucha en la definición
del acontecimiento. Además, como un
componente esencial del manejo de la información es la transmisión en directo o
simultánea, convirtiendo a las tragedias en
un espectáculo, dramatizando o desdramatizando el hecho según los intereses”;
éste tipo de percepciones que se publican
en el estudio, son también producto de las
opiniones recopiladas para el mencionado
análisis, de modo que la sociedad española sabe perfectamente cómo se manipulan
los hechos que se transmiten por los medios de información y comunicación.
En ese sentido, se hace imprescindible la educación para tener una cultura
del análisis y la crítica respecto de lo que
se ve en los medios de comunicación e información, para tener cautela y criterio al
ver, escuchar o leer respecto de los siniestros y otros temas, en un país tan mediatizado como lo es México.
De tal forma que debe darse un equilibrio entre la
importancia de la seguridad y la prevención, sin que
permeé una atmósfera de temor o amenaza entre la población. Es necesario tener una buena organización, así
como planes y programas de Protección Civil que realmente funcionen en situaciones de riesgo; pero además,
es relevante contar con la conciencia y la confianza de
que se vive en un lugar seguro y con paz, y eso es responsabilidad tanto de la sociedad como de un Estado
comprometido con su población, responsable y que gobierne en pro de las necesidades de todas las personas y
no de los intereses de unos cuantos. En un país que dé
prioridad a la seguridad no con armas sino con valores.
No fomentando el temor, sino la educación.
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