actualización Aproximación diagnóstica y terapéutica a la hiperhidrosis Matilde M. Rubio Garaya, Sandra Martínez Somolinosb, Edwin E. Mármol Cazasb, Xavier Baldó Padróa, Juan Carlos Penagos Tafurta y Fernando Sebastián Quetglása Médico especialista en Cirugía Torácica. bMédico residente de Cirugía Torácica. Hospital Universitari de Girona Dr. Josep Trueta. Girona. a La hiperhidrosis es una entidad muy frecuente y habitualmente infradiagnosticada. Puede ser primaria o secundaria a diversas enfermedades o tratamientos. La hiperhidrosis primaria localizada condiciona trastornos de sociabilidad y fobia social. Se presenta en manos, axilas, pies y fascies, y su tratamiento tiene un enfoque multidisciplinario, debiendo individualizarse cada caso. Puntos clave l l l l La hiperhidrosis primaria es una entidad frecuente que puede producir fobia social y que se encuentra infradiagnosticada. El tratamiento debe individualizarse en cada caso, teniendo en cuenta que sólo la cirugía proporciona resultados perdurables en el tiempo. La simpatectomía torácica está considerada, actualmente, el tratamiento de elección en la hiperhidrosis palmar o palmo-axilar dados sus buenos resultados y la escasa morbilidad asociada a su realización mediante videotoracoscopia. Todos los pacientes deben ser muy bien informados previamente de las posibles complicaciones y efectos secundarios, así como de las posibles alternativas de tratamiento, para que el índice de satisfacción sea lo más alto posible. C omo su nombre indica, hiperhidrosis significa mucha sudoración. Se define como un exceso de sudoración, espontáneo e incontrolable, no necesario para la termorregulación. Puede ser primaria (esencial o idiopática) o secundaria a algunas enfermedades o fármacos. En este segundo caso, su tratamiento es el de la enfermedad de base o la retirada del fármaco que la produce, si es posible. En algunos casos, se tratan igual que la hiperhidrosis primaria. Algunas causas de hiperhidrosis secundaria son: siringomielia, compresión nerviosa por costilla cervical, lesiones neurológicas neoplásicas o traumáticas (disreflexia autonómica), enfermedades hematológicas (principalmente producen diaforesis nocturna), síndrome de Frey (hiperhidrosis gustatoria unilateral tras parotidectomía), síndrome de Raynaud, artritis reumatoide, eritromelalgia, fístula atrioventricular, queratosis palmo-plantar con clinodactilia, tratamiento con venlafaxina (antidepresivo, produce hiperhidrosis en aproximadamente un 12 % de los pacientes tratados), daños por congelación… En cuanto a la hiperhidrosis primaria, puede ser localizada o generalizada. Los casos generalizados suelen estar en relación con el sobrepeso o estímulos emocionales. Los tratamientos dermatológicos, en estos casos, tienen malos resultados. Si la causa es emocional, el tratamiento con ansiolíticos o antidepresivos, como diazepam o fluoxetina, puede mejorar la sintomatología. En algunos casos, se aplican anticolinérgicos vía sistémica para disminuir la secreción de sudor, pero son poco utilizados por los importantes efectos secundarios que producen, entre los que se encuentran la retención de orina, íleo paralítico, visión borrosa y sequedad de mucosas. En este artículo vamos a hablar específicamente de la hiperhidrosis primaria localizada. Se trata de un trastorno de inicio, habitualmente, en la infancia o la adolescencia, que afecta principalmente las palmas de las manos, las axilas, las plantas de los pies y/o la cara. Existen diversos tratamientos para la misma, desde la aplicación tópica de diversas sustancias hasta la intervención quirúrgica, pasando por la iontoforesis y la inyección de toxina botulínica subcutánea. Todos los tratamientos tienen sus pros y sus contras, por lo que hay que individualizar cada caso. www.jano.es | marzo 2010 01-act00161Aproximac.indd 51 51 5/3/10 13:44:50 actualización Aproximación diagnóstica y terapéutica a la hiperhidrosis M.M. Rubio Garay, S. Martínez Somolinos, E.E. Mármol Cazas, X. Baldó Padró, J.C. Penagos Tafurt y F. Sebastián Quetglás Diagnóstico de la hiperhidrosis La hiperhidrosis primaria idiopática se inicia, habitualmente, en la infancia o adolescencia. Afecta aproximadamente al 2,8% de la población1. Los pacientes que suelen consultar son, normalmente, jóvenes, y en su mayoría mujeres. Aproximadamente, el 50% tiene antecedentes familiares de hiperhidrosis. Los pacientes explican un cuadro de hipersudoración, habitualmente palmar, axilar, craneofacial y/o podal, que empeora en las situaciones de estrés y que les produce una limitación en su vida social, laboral, académica… Los pacientes con hiperhidrosis palmar, al saludar intentan no dar la mano. En la mayoría de los casos, se aprecia esta hipersudoración en la consulta. Existen diferentes métodos para realizar el diagnóstico, pero el más utilizado, barato y práctico es realizar una correcta historia clínica y una exploración física. Para identificar las zonas con hiperhidrosis se pueden utilizar diversas técnicas: – Test del almidón y el yodo. Una vez bien seca la región a explorar, se pinta con una sustancia yodada, como povidona yodada, y se seca. Encima, se espolvorea almidón en polvo; inmediatamente, allí donde empieza a sudar se tiñe de color violeta oscuro. – Violeta de genciana. Tras secar la región a explorar, se “pinta” con una gasa impregnada en violeta de genciana; el área afecta se tiñe. – Pañuelo de papel. Colocar un pañuelo de papel sobre el área a explorar para verificar dónde se moja es otra de las técnicas empleadas, más sencilla pero que no permite delimitar correctamente al zona. – Medidas gravimétricas. Se puede medir la pérdida de agua transepidérmica en g/m2/h2. Habitualmente sólo se utilizan en estudios. Tratamiento dermatológico Para inhibir la secreción de las glándulas sudoríparas se utilizan diferentes sustancias. En todos los casos son tratamientos no definitivos que tienen que aplicarse regularmente3, 4. Seguidamente, se describen los tratamientos más utilizados actualmente: Tratamientos tópicos Los más utilizados son: – Clorido-hexahidrato de aluminio al 20% disuelto en alcohol anhidro-etílico. Ampliamente utilizado, debe aplicarse sobre la piel seca para que sea efectivo y evitar irritaciones. – Solución acuosa de glucopirrolato. Utilizado desde los años sesenta en el tratamiento de la hiperhidrosis5, el glucopirrolato es un fármaco anticolinérgico que actualmente ha sido probado con éxito en la hiperhidro- 52 sis compensadora tras simpatectomía en una solución al 2%6. Difícil de conseguir y muy caro, puede producir los mismos efectos secundarios que los anticolinérgicos vía oral. Por estas causas es poco utilizado. – Formaldehído. Poco usado por su tendencia a teñir la piel. – Otros. Se ha utilizado, también, el glutaraldehído y el ácido tánico, con peores resultados que los anteriores. Iontoforesis Existen diferentes modelos de máquinas que galvanizan el agua. No se conoce bien el mecanismo por el cual el agua galvanizada produce, hasta en el 85% de los pacientes, una euhidrosis. Puede utilizarse, también, un anticolinérgico junto con el agua para que el tratamiento sea más efectivo4. Poco útil en la hiperhidrosis axilar por la dificultad en la administración y la irritación que puede causar, es utilizada básicamente en el tratamiento de la hiperhidrosis palmar y plantar. El único efecto secundario descrito es la sequedad excesiva, que puede producir fisuras en la piel. Su principal inconveniente es que, al cesar el tratamiento, reaparece la hiperhidrosis inmediatamente. Toxina botulínica tipo A Actúa bloqueando los receptores de acetilcolina. Al hacerlo en las fibras simpáticas posganglionares de las glándulas sudoríparas, inhibe el estímulo simpático con el resultado de una disminución de la sudoración durante unos 6 meses, como mínimo. Se administra mediante múltiples inyecciones subcutáneas en la zona afecta, que se habrá identificado previamente, diluyendo 50 UI en 4 cc de suero fisiológico, pudiéndose aplicar hasta 200 UI en un área. Hay diferentes casas farmacéuticas que la comercializan. En España, únicamente ha sido aprobada la indicación de hiperhidrosis axilar por el Ministerio de Sanidad. En otros países se aplica, también, en la hiperhidrosis palmar y plantar7. Mientras que el tratamiento axilar es poco doloroso y muy bien tolerado, en las palmas de las manos y en las plantas de los pies no ocurre lo mismo, por lo que es necesario aplicar técnicas anestésicas previamente. Sistema de ultrasonidos VASER® Los ultrasonidos se utilizan en cirugía plástica previamente a la liposucción. Recientemente se ha descrito una significativa reducción del sudor en 13 pacientes tras la realización de este tratamiento, sin liposucción posterior, sin observarse complicaciones y sin recurrencia tras un seguimiento de 6 meses8. Tratamientos sistémicos Son utilizados, además de en la hiperhidrosis generalizada, cuando falla el resto de los tratamientos4. Comúnmente se utilizan: marzo 2010 | www.jano.es 01-act00161Aproximac.indd 52 5/3/10 13:44:50 actualización Aproximación diagnóstica y terapéutica a la hiperhidrosis M.M. Rubio Garay, S. Martínez Somolinos, E.E. Mármol Cazas, X. Baldó Padró, J.C. Penagos Tafurt y F. Sebastián Quetglás Ansiolíticos Cuando se evidencia o se sospecha que la causa de la hiperhidrosis es emocional, el tratamiento con fármacos ansiolíticos, incluso antidepresivos, se ha mostrado eficaz para reducir los síntomas. Anticolinérgicos sistémicos Producen una disminución del sudor de forma generalizada, por lo que son poco utilizados en la hiperhidrosis localizada. Se utilizan, básicamente, en la hiperhidrosis generalizada y en algunos casos de hiperhidrosis compensadora importante en los que falla el resto de los tratamientos3. Suelen ser mal tolerados por sus efectos secundarios: xerostomía, midriasis, cicloplejía, disfunción intestinal y vesical (hasta puede producir íleo paralítico y retención urinaria)… Se han descrito otros fármacos que han producido una mejoría en casos aislados de hiperhidrosis, la mayoría secundarios. No son series de enfermos ni estudios sino casos únicos, por lo que hay que ser muy cautos en cuanto a la efectividad de estos tratamientos en otras condiciones. Tratamientos quirúrgicos Mientras que la cirugía suele indicarse como último recurso en el tratamiento de muchas enfermedades, hoy en día se considera el de elección en la hiperhidrosis palmar por su efectividad y el alto índice de satisfacción. Seguidamente se describen las diferentes técnicas quirúrgicas que se emplean actualmente, diferenciando las técnicas de control local en la hiperhidrosis axilar de la simpatectomía torácica: Cirugía axilar Es utilizada básicamente por cirujanos plásticos cuando el resto de las técnicas han fallado, en especial en pacientes con problemas cutáneos asociados a la hiperhidrosis. Se han descrito, principalmente, dos técnicas: – Exéresis/ablación de las glándulas sudoríparas axilares. Se aconseja utilizar sólo si el área afectada es pequeña, para evitar problemas de limitación del movimiento secundarios a la cicatriz tras el cierre de la piel. – Liposucción subcutánea axilar, con o sin curetaje subcutáneo. Con la liposucción subcutánea se produce la exéresis de las glándulas sudoríparas. células adiposas, hepáticas, los tejidos linfáticos y los túbulos renales. A nivel de las glándulas sudoríparas, su estimulación produce un aumento de la secreción, por lo que la abolición del estímulo simpático produce una anhidrosis. La simpatectomía se empezó a emplear en los años treinta en casos extremos de hiperhidrosis palmar, con buenos resultados10-12. Desde entonces, se ha depurado y modificado tanto el acceso a la cadena simpática como la técnica de interrupción del nervio. Al cesar el impulso simpático se produce, además de anhidrosis, una vasodilatación periférica (lo cual produce un calentamiento de las manos) y una alteración vasomotora que se refleja en forma de un aumento de la onda del pulso. Estas características permiten monitorizar la cirugía mediante el control de la temperatura palmar y la onda de pulso. Debido a que el mejor acceso a la cadena simpática torácica es a través del tórax, desde hace años son los cirujanos torácicos los que, primero mediante toracotomía o acceso supraclavicular y posteriormente mediante videotoracoscopia, realizan esta intervención (fig. 1). El término “simpatectomía” significa resección, tras su disección, de la cadena ganglionar simpática. Aunque se hable de simpatectomía en todos los casos, se ha generalizado el término para hablar de todas aquellas técnicas que producen una interrupción de la misma, como la simpaticolisis y el clipaje del nervio13. La simpaticolisis consiste en la sección de la cadena simpática y muestra resultados similares a la simpatectomía mediante una cirugía más sencilla con menos morbilidad y menor estancia posoperatoria14. Se puede realizar con distintos tipos de bisturís (diatermia, ultrasonidos…), incluso con láser15, y no hay estudios que demuestren claramente las ventajas de uno u otro sistema (fig. 2). Para el clipaje del nervio se precisa una disección de la cadena simpática, lo que puede producir una elongación de la misma y, en Figura 1 Recorrido del simpático torácico derecho a nivel de T2 y T3, visto mediante videotoracoscopia derecha Simpatectomía Hoy en día se considera el tratamiento de elección en la hiperhidrosis palmar y palmo-axilar, y también se indica en el tratamiento de la hiperhidrosis axilar, facial y podal, así como en el tratamiento del rubor facial9. Hay numerosos artículos que hablan sobre ella y se han realizado muchos estudios. El sistema nervioso simpático es parte, junto con el parasimpático, del sistema nervioso vegetativo. Éste inerva las fibras musculares lisas de todos los órganos, las glándulas sudoríparas, salivales y digestivas, así como las www.jano.es | marzo 2010 01-act00161Aproximac.indd 53 53 5/3/10 13:44:51 actualización Aproximación diagnóstica y terapéutica a la hiperhidrosis M.M. Rubio Garay, S. Martínez Somolinos, E.E. Mármol Cazas, X. Baldó Padró, J.C. Penagos Tafurt y F. Sebastián Quetglás consecuencia, hay riesgo de lesiones. Permitiría, en caso de aparecer efectos secundarios invalidantes, la reversibilidad de la técnica al retirar el clip, aunque se ha demostrado que esto no ocurre en todos los casos16. Otras técnicas empleadas por grupos aislados son la alcoholización del nervio y la radiofrecuencia percutánea. Para producir la anhidrosis en las manos, así como para el tratamiento de la hiperhidrosis y el rubor facial o blushing17, hay que interrumpir el estímulo simpático a nivel de la segunda-tercera vértebra torácica; se amplía hasta la cuartaquinta para abarcar la axila9, 13, 17. Para tratar la hiperhidrosis podal, los cirujanos generales han realizado simpatectomías lumbares, aun con el riesgo de disfunción eréctil. No existen contraindicaciones absolutas a la técnica, aunque ésta se desaconseja en los casos de asma mal controlada y de historia de síncopes vagales, pues el posterior predominio del sistema parasimpático puede agravar los síntomas. Los resultados son, tras la técnica quirúrgica, inmediatos, con una eficacia cercana al 100% gracias a la monitorización intraoperatoria de la temperatura palmar (que aumenta más de 0,5 ºC, a veces tras un descenso inicial) y de la onda de pulso (que aumenta en más de 5 mm). La morbilidad es escasa, alrededor del 5% cuando se realiza una simpaticolisis14. Las recidivas aparecen de forma similar con todas las técnicas. Complicaciones de la simpatectomía Como complicaciones de la técnica hay que destacar: – El neumotórax (presencia de aire en la cavidad pleural), que suele obviarse si se mantiene un drenaje pleural en el posoperatorio durante unas horas, retirándose al comprobar la ausencia de fuga aérea. Es la complica- Figura 2 Interrupción de la cadena simpática derecha a nivel de T2 y T3 (simpaticolisis) mediante electrocoagulación Visión mediante videotoracoscopia derecha. 54 – – – – ción más frecuente y se resuelve, si es preciso, con un drenaje pleural. El síndrome de Claude-Bernard-Horner, por la lesión indirecta del ganglio estrellado tras la elongación del nervio o la electrocoagulación (lesión por transmisión del calor). Su incidencia es menor del 5% y, al tratarse de una lesión indirecta, suele revertir en un promedio de 4 meses (aunque no siempre). El hemotórax secundario a lesión vascular. Como en cualquier cirugía torácica, una de las posibles complicaciones es el hemotórax por lesión de un vaso. Es excepcional la reconversión a una toracotomía para la realización de hemostasia. El quilotórax. Complicación excepcional, suele producirse por lesión del conducto torácico a nivel de T4, en que pasa del hemitórax derecho al izquierdo. Así, se han descrito casos de quilotórax derecho e izquierdo que suelen responder al tratamiento conservador con nutrición parenteral. Neuralgia. En ocasiones, la compresión de un nervio intercostal con el trócar para toracoscopia puede causar una neuralgia intercostal que puede durar varios meses y, en ocasiones, precisar tratamiento mediante infiltraciones del nervio o derivados mórficos por vía oral. También se ha descrito neuralgia braquial secundaria a la elongación del plexo debida a la posición de los brazos en quirófano. Efectos secundarios de la simpatectomía A pesar de su alta eficacia, el índice de satisfacción, sin embargo, no es del 100% sino de, aproximadamente, el 85-90% debido a sus efectos secundarios14. Éstos son los principales efectos secundarios de la cirugía: – El principal efecto secundario de la simpatectomía, que aparece en aproximadamente el 50% de los casos14, es la hiperhidrosis compensadora o sudor reflejo. Consiste en la aparición de hiperhidrosis en otra región corporal donde antes no existía y no se sabe cuál es el mecanismo que la produce. Habitualmente aparece en el tronco (tórax, espalda y/o abdomen) y su intensidad no suele producir problemas a los pacientes. Aparece a los pocos días de la cirugía, de forma progresiva, y no suele mejorar tras el paso del tiempo. En algunos casos, sin embargo, se han descrito hiperhidrosis compensadoras tan graves que han requerido tratamiento (bien tópico, bien vía sistémica). Por esta causa, en algunos centros, en lugar de realizar una simpatectomía o simpaticolisis se lleva a cabo un clipaje de la cadena simpática, una técnica en principio reversible. Se han realizado diversos estudios para comprobar si la extensión de la simpatectomía afecta al sudor reflejo, aunque los resultados son contradictorios18, 19. A pesar de ello, hoy en día se tiende a seccionar el mínimo número de ganglios. A pesar de los esfuerzos de los cirujanos para evitarla, la compensación sigue siendo una norma en la simpatectomía y marzo 2010 | www.jano.es 01-act00161Aproximac.indd 54 5/3/10 13:44:52 actualización Aproximación diagnóstica y terapéutica a la hiperhidrosis M.M. Rubio Garay, S. Martínez Somolinos, E.E. Mármol Cazas, X. Baldó Padró, J.C. Penagos Tafurt y F. Sebastián Quetglás todos los pacientes, antes de la cirugía, deben de ser informados y deben aceptar las consecuencias. – Al producirse una anhidrosis completa en las manos es habitual que los pacientes tratados requieran la aplicación de cremas hidratantes para evitar la sequedad excesiva. Algunos pacientes quedan insatisfechos por esta causa, por lo que deben estar informados de esta consecuencia. – Hiperhidrosis gustatoria: en casos excepcionales, el paciente presenta, al comer, hiperhidrosis, habitualmente en el tronco. El simpático también se encarga de la inervación vegetativa de las glándulas salivares y podría ser éste el mecanismo que desencadene la sudoración, a causa de una regeneración nerviosa anómala12. – La hipohidrosis, que consiste en una disminución de la sudoración pero no una anhidrosis completa. Gen eralmente, los pacientes se muestran satisfechos y no requiere una reintervención. Más frecuente en la axila, en ocasiones se requiere tratamiento local, siendo de elección el tratamiento con toxina botulínica. – La sudoración fantasma: poco o nada nombrada, habitualmente no se la considera una complicación pues los pacientes la relatan de forma anecdótica y no les condiciona su calidad de vida. Consiste en la sensación de que van a sudar, pero no sudan. No tiene tratamiento y suele desaparecer con el tiempo. – Efectos hemodinámicos: el nervio vago produce un estímulo parasimpático continuo que origina una reducción de la frecuencia y la contractibilidad cardiaca. Al realizar la simpatectomía parece lógico que predomine el estímulo parasimpático en el corazón. Se ha descrito una reducción asintomática de la frecuencia cardiaca en aproximadamente un 12% de los pacientes20, así como bradicardia con reducción de la tensión arterial asociada en el 50% a los pocos minutos de la cirugía bilateral, que revierte espontáneamente. Dado que la simpatectomía bloquea la respuesta cronotrópica, se ha evidenciado un incremento significativo de la eyección de volumen al pasar de posición erecta al decúbito21. Habitualmente no tiene ninguna repercusión clínica, aunque se han descrito tres casos de asistolia y/o bradicardia extrema en pacientes con antecedentes de síncope vagal previo, de los cuales dos han requerido tratamiento con marcapasos definitivo22. La recidiva es poco frecuente14. Si se produce a las pocas semanas de la intervención se considera un fallo de la técnica. Se han descrito, sin embargo, recidivas tardías años después de la cirugía, por, supuestamente, regeneración nerviosa, sin mejoría de la sudoración compensadora4. Debido a que la simpatectomía para la hiperhidrosis primaria se empezó a realizar de forma rutinaria y en gran número a partir del final de la década de los noventa con la generalización de la videotoracoscopia, faltan estudios a largo plazo para analizar los resultados y las consecuencias a largo plazo. J BiBliografía 1. Solish N, Wang R, Murria CA. Evaluating the patient presenting with hyperhidrosis. Torac Surg Clin. 2008;18:133-40. 2. Tetteh HA, Groth SS, Kast T, Whitson BA, Radosevich DM, Klopp AC, et al. Primary palmoplantar hyperhidrosis and thoracoscopic sympathectomy: a new objective assessment method. Ann Thorac Surg. 2009;87:267-74. 3. Reisfeld R, Berliner KI. Evidence-based review of the nonsurgical management of hyperhidrosis. Thorac Surg Clin. 2008;18:157-66. 4. Stolman LP. Hyperhidrosis. Medical and Surgical Treatment. Eplasty. 2008;8:e22. 5. Francois H, Johnson TW. Topical antiperspirants. J Natl Med Assoc. 1967;59:48-50. 6. Cladellas E, Callejas MA, Grimalt R. 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