3. ESCULTURA

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2 – EVOLUCIÓN DE LA ESCULTURA GRIEGA
A) PERIODO ARCAICO: S. XII – VI AC.
PERIODO PREARCAICO : 1200 – 700 aC.
Pequeñas estatuillas de madera llamadas “Xoana”. Son “exvotos” (estatuas votivas a los dioses
por promesas, agradecimientos, etc). No se han conservado, excepto alguno en bronce. Son el
precedente de las estatuas del periodo arcaico (Korés y Kurós).
PERIODO ARCAICO . S. VII – VI aC.
ESCULTURA EXENTA
Figuras femeninas y masculinas en piedra caliza o mármol:
KURÓS: estatuas votivas de atletas triunfadores en los juegos. Aparecen completamente
desnudos.
KORÉ: muchachas vestidas con una túnica larga y ceñida (Jitón), un chal corto (peplos) y un
manto (Himatión).
En ambos casos se nota una influencia de las esculturas egipcias: frontalidad, rigidez,
compacidad (brazos pegados al cuerpo: estatua-bloque), hieratismo, gran tamaño, simetría,
cabelleras rudimentariamente trabajadas y con largos cabellos peinados a la egipcia, en
cascada, dispuestos radialmente y con trenzas), ojos almendrados.
Mientras ellos presentan las piernas en posición de marcha, pero con las plantas pegadas al
suelo, ellas presentan ambas piernas juntas.
La gran aportación es el intento de dar vida a los personajes, pues aunque presentan los labios
cerrados, éstos esbozan una sonrisa, muy tosca y poco real, con un gesto forzado, es la
llamada “sonrisa arcaica”.
A lo largo del tiempo se produce una evolución hacia una técnica más depurada, una menor
frontalidad (mayor tratamiento de los costados), un mejor tratamiento de los cabellos y
vestiduras (pliegues en zig-zag o en abanico), poses más naturales. Es la búsqueda de la
“idea” de humanidad, y de la belleza ideal del ser humano.
EJEMPLOS:
En los Kuroi, se ve una evolución desde “Cleobis y Bitón”, o el “Jinete Rampín”, todavía muy
arcaicos: frontalidad, peinados de influencia egipcia, hieratismo, sonrisa arcaica, ojos
almendrados, estatismo, desproporción.
Moscóforo: joven con becerro sobre los hombros. Este modelo tuvo una gran influencia en el
cristianismo, que cambiando el becerro por un cordero, lo adoptó como símbolo del buen
pastor.
Kurós Anavissos: Ya se ha producido una evolución. Aún presenta rasgos arcaicos como la
frontalidad, la sonrisa arcaica, cierto estatismo, una postura rígida, es una estatua-bloque. Pero
también presenta rasgos evolucionados: un mayor trabajo en los cabellos y músculos, mayor
proporción, formas más redondeadas, etc.
Efebo Critio. Hacia el 500 AC. Aún más evolucionado: mayor realismo en los rasgos faciales,
el cabello, los músculos, mayor naturalidad en la pose, menor frontalismo, tratamiento de las
calidades (piel) más fino.
En las Korai, también se puede ver una evolución:
Dama de Auxerre (sobre el 650 AC.) Hoy en el Museo del Louvre.
Pequeña estatuilla (58 cm.) de gran influencia cretense. Imagen votiva (mano en el pecho) de
gran frontalidad (bloque compacto). El peinado tiene una gran influencia egipcia (trenzas con
“pisos”). Presenta una sonrisa arcaica muy forzada y falsa. Ojos almendrados. Cierta
desproporción en manos y pies. Distinto tratamiento entre la parte superior (más curvas,
detalles en el peplo) y la inferior (más rectas, más geométrica, sobre todo en el faldellín, que no
presenta pliegues).
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En el S. VI AC. Se trabaja mucho en las islas del Egeo, como demuestran la “Avenida de
Leones” de la isla de Delos (parecida a las avenidas de esfinges egipcias), y sobre todo la
imagen de Hera encontrada en la isla de Samos.
Hera de Samos (Museo del Louvre) En realidad es una columna adaptada a la figura humana
(de ahí su forma cilíndrica). Destaca el diferente tratamiento de los ropajes, los pliegues del
Jitón, finos y apretados, rectos, y los del Himatión, curvos, amplios, espaciados.
Las Korai de finales del VI AC. Ya presentan menos frontalidad, más gracia, pliegues más
reales, menor simetría, etc.
ESCULTURA MONUMENTAL
La encontramos en:
Metopas: relieves adaptados a la forma cuadrada del espacio.
Frontones: escenas con figuras de bulto redondo, adaptadas a la composición triangular del
espacio delimitado por el tímpano, que suelen tener como tema las luchas (“maquia”) entre
dioses, héroes o humanos, o bien el tema de la adoración a un dios.
La muestra más antigua es el tímpano del Templo de Artemisa de Corfú: en el centro aparece
una Gorgona corriendo, cuya mitad superior aún está de frente mientras la mitad inferior
aparece representada de perfil. En los ángulos encontramos figuras de tamaño más reducido.
Por tanto aún no se domina la proporción, hay una excesiva frontalidad, los relieves son muy
planos y la ley de adaptación al marco arquitectónico se cumple de un modo irreal.
Características similares tienen la “Gorgona” de Siracusa o los relieves del Tesoro de Sifnos
en Delfos.
El frontón del Templo Hecatónpedon de la Acrópolis de Atenas (hoy destruido, ya que se
encontraba en el lugar que hoy ocupa del Partenón) presenta rasgos arcaicos como el
estatismo, la frontalidad, los ojos almendrados, etc., pero la adaptación al marco está mucho
más conseguida, ya que el cuerpo tricéfalo del monstruo Tifón se adapta al espacio triangular
de los extremos, en los que se encuentra la cola.
1ª MITAD DEL S. V aC. : TRANSICIÓN DEL ARCAÍSMO AL CLASICISMO
Se acentúa y acelera la evolución de la técnica y la concepción de la escultura. Los modelos
son más naturalistas e idealizados, con un movimiento natural y una configuración anatómica
más real.
ESCULTURA MONUMENTAL
Frontones del Templo de Atenea Afaia en Egina (489 AC.)
Narran episodios de la Guerra de Troya (el objetivo es ensalzar el papel de los guerreros de
Egina durante las Guerras Médicas). Atenea aparece en el centro, protegiendo a los guerreros,
heridos y tumbados en los ángulos para adaptarse al marco. Aún quedan algunos rasgos de
arcaísmo como una cierta rigidez y frontalidad. Aparecen gran variedad de expresiones de
dolor, sufrimiento, angustia, junto a sonrisas y otros gestos. El modelado de los cuerpos
transmite fuerza, dinamismo, movimiento. En el otro frontón destaca la figura de Hércules
disparando el arco, lleno de plasticidad y fuerza.
Frontón de Templo de Zeus en Olimpia (452 AC.)
Aún quedan rasgos de arcaísmo (rigidez en pliegues y peinados), pero da un paso más hacia
el dinamismo y la perfección anatómica. El tímpano Este representa a Zeus en el centro y a
ambos lados hombres compitiendo en una carrera de carros (mito de la victoria de Pelops
sobre Enomao, con su hija Hipodamia como recompensa, que simpoliza la conquista del
Peloponeso). Destaca el uso del bronce en brazaletes, adornos y piezas para sujetar las
esculturas de bulto redondo al tímpano y unir unas con otras.
El tímpano Oeste representa las luchas de lapitas contra centauros, con Apolo en el centro,
concediendo la victoria a los primeros.
En las metopas se representan los 12 trabajos de Hércules.
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Trono Ludovisi (Museo de las Termas. Roma) Aproximadamente sobre el 460 AC. Se trata
de un trono de piedra, cuyos laterales y respaldo están decorados con relieves. En el respaldo
hay un relieve sobre el “Nacimiento de Venus” (Afrodita). Aún hay rasgos arcaicos, como el
relieve muy plano, pero también hay novedades: la pureza del dibujo, el equilibrio en la
composición, dinamismo, movimiento sinuoso, flexibilidad en las figuras, el tratamiento del
desnudo, y sobre todo el tratamiento de los pliegues, que semejan paños mojados, con suaves
ondulaciones, transparentes, que dejan intuir las formas bajo ellos.
ESCULTURA EXENTA
El auriga de Delfos . 474 AC. (¿Onatas? ¿Pitágoras de Reggio?)
Es lo que queda de un monumento en bronce encargado por el tirano “Polyzalos” de Gela para
conmemorar su victoria en una carrera de cuadrigas en Delfos. El carro y el tirano han
desaparecido, pero queda el cochero, el “auriga”.
Presenta rasgos de arcaísmo: cabellos planos, rigidez en los pliegues (excesivamente rectos)
de la túnica. Pero todos los pliegues son diferentes y esa rigidez puede ser intencionada, al
pretender transmitir el espíritu dorio de solemnidad, seriedad (como las acanaladuras de las
columnas dóricas).
También presenta novedades como el uso del bronce y del cristal para los ojos, lo que le da
más vivacidad a la mirada y a la figura, al igual que los labios, recubiertos de plata.
El tratamiento del jitón es distinto según la parte: la superior está más cuidada, los pliegues son
curvos y dinámicos; la inferior está menos cuidada, los pliegues son más rectos (puede
deberse a que originalmente estaría oculta por el carro).
La cabeza es ya la típica del periodo clásico: el cráneo tiene forma esférica (la esfera
representa la perfección, la razón, y el cerebro humano debe ser guiado por la razón.
Composición: sostiene las riendas con una mano y gira la cabeza en dirección contraria para
compensar. Si el conjunto parece rígido, la mano adelantada y el giro de la cabeza rompen la
simetría y proporcionan una cierta sensación de movimiento.
La expresión transmite dignidad, calma, serenidad. Es la idealización del ser humano.
Otros ejemplos: Poseidón, Guerreros de Riace.
B – PERIODO CLÁSICO: 2ª mitad del S. V – S. IV AC.
La escultura alcanza el punto máximo de perfección técnica. Las figuras humanas representan
la idealización del hombre: serenidad, equilibrio, proporción, movimiento pausado.
- Se estudia la anatomía y el movimiento real de los músculos.
- Aparece el escorzo (parte del cuerpo en un plano distinto al resto) y el contraposto
(oposición armónica de las diversas partes del cuerpo).
- Desaparece la frontalidad: la escultura se hace para ser vista desde múltiples puntos de
vista.
- Los pliegues de los vestidos dejan entrever el movimiento del cuerpo, sobre todo con la
técnica de los “paños mojados”.
- Se estudia la proporción, ya que en ella reside la belleza ideal: Policleto inventa el “Canon”,
en el que la cabeza es la medida del cuerpo (cabeza = razón humana).
- Se produce una evolución desde el frontalismo de Mirón hasta el afectamiento de
mediados del S. IV AC. (Praxíteles, Lisipo), transición hacia la escultura helenística.
- Es posible estudiar autores concretos a través de sus obras. Por tanto ya se firman, hay un
orgullo por la obra realizada y un cierto reconocimiento de la obra, el autor, el arte.
MIRÓN
Trabaja a mediados del S. V AC. Utiliza sobre todo el bronce. Estudia el movimiento potencial,
sin violencia, busca posturas inestables. Obras:
Atenea y Marsias: la escena representa a Atenea tocando la flauta, sonriente, mientras el
sátiro Marsias la observa.
El Discóbolo: representa a un atleta en el momento de contraer los músculos antes de lanzar
el disco (¿el discóbolo Jacintos que murió lanzando el disco?), en definitiva el movimiento
potencial. La disposición es temeraria (sólo posible por el bronce del original): el brazo derecho
hacia atrás, el pie izquierdo se apoya sólo sobre los dedos.
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La composición es curva, en espiral, multiplicando los puntos de vista y dando una mayor
sensación de movimiento. El cuerpo se dispone en zig-zag, con 2 curvas opuestas (brazohombros-brazo-pierna; y cabeza-espalda-pie).
Aún presenta algunos rasgos arcaicos: los músculos todavía demasiado planos. No aprovecha
todas las posibilidades de estereometría (aún sigue siendo un poco frontal). Le falta expresión
al rostro, que no acompaña la acción del cuerpo. Los cabellos tienen poco relieve.
POLICLETO
Surge en la escuela de Argos. Trabaja sobre todo el bronce. No solo esculpe; también teoriza
al escribir “El Canon” (norma), recopilación de su concepto de la escultura: la proporcionalidad
de la figura humana (belleza es igual a armonía del cuerpo humano, siempre en relación a la
cabeza. Cuerpo = 7 cabezas).
El Doríforo (portador de lanza). Bronce perdido (sólo tenemos copias romanas en mármol).
Prototipo del canon de belleza, proporción, armonía, de Policleto. En él aplicó toda su teoría del
canon: todo el cuerpo se encuentra en proporción a la cabeza (el cuerpo tiene 7 cabezas de
alto; la mano extendida es como la cara, la cabeza perfecta es circular, etc.).
El conjunto es armonioso, pero además cada parte del cuerpo guarda su autonomía a través
pliegues (líneas curvas, por ejemplo en la zona inguinal).
La composición: Utiliza el “contraposto”: todo el cuerpo se arquea y toma una dirección oblicua,
al contrarrestar unos músculos con otros (pierna recta/flexionada, brazo doblado/recto): gracias
al bronce, se apoya en un solo pie, el derecho; el brazo izquierdo sostiene la lanza, está
doblado en escorzo, ganando en profundidad; la cabeza se desplaza hacia la izquierda.
Transmite serenidad y armonía física y espiritual, pero también dinamismo y fuerza. La única
pega es que aún tiene un único punto de vista fundamental, frontal, sin interesar los costados.
El Diadumenos (portador de cinta, “diadema”, en el pelo. Hacia el 420 AC. 195 cm. de altura)
También lo conocemos por copias romanas. Es una variante del Doríforo, pero menos
musculoso. Un joven, ciñéndose una cinta en la cabeza, símbolo de su victoria en una
competición deportiva.
El cuerpo se curva más, dando mayor sensación de movimiento al avanzar hacia el
espectador, con una pierna flexionada hacia atrás mientras la otra soporta el peso.
FIDIAS
Figura máxima del clasicismo. Ateniense, muy ligado a Pericles, director de la reconstrucción
de la Acrópolis, del Partenón, y sobre todo, autor de los relieves que lo decoraban (auxiliado
por sus ayudantes). Cuando murió Pericles tuvo que exiliarse de Atenas, acusado de gastar
demasiado, autorretratarse en los relieves, y de malversar el oro de la estatua de Atenea (fue a
Olimpia, donde realizó la estatua de Zeus Olímpico).
Tomando por base lo real, lo eleva a lo ideal: naturalismo idealizado. Sus obras se caracterizan
por la belleza en los rostros, la flexibilidad de los cuerpos, la transparencia de los vestidos
(técnica de los paños mojados, de la que fue el gran maestro indiscutible), y la mezcla de
movimiento y dinamismo pausado (cuerpos quietos, cabezas inclinadas, calma, junto a
movimiento reposado).
Se han perdido muchas de sus obras (Atenea y Zeus en técnica criselefantina, de 10 y 15 m
de altura respectivamente), otras están fuera de su emplazamiento original (relieves del
Partenón).
Es el autor de las 92 metopas del Partenón: lado Este (Gigantomaquia); Oeste
(Amazonomaquia); Norte (Guerra de Troya); y Sur (Centauromaquia). Representan las luchas
de los atenienses con sus enemigos, glorificando a la ciudad.
En los frontones del Partenon sus relieves tienen la composición acertadas, adaptada al
mismo tiempo al marco arquitectónico y guardando la proporción. Destaca nuevamente por la
flexibilidad de las figuras y la técnica de los paños mojados.
En el frontón Este el tema es el del Nacimiento de Atenea, asistida por las Parcas, Deméter,
Perséfone, Iris. En los ángulos coloca los carros de Selene y Helios (Luna y Sol), mientra en el
centro están las figuras de Atenea y Zeus.
En el frontón Oeste el tema es la disputa entre Poseidón y Atenea por el patronazgo de la
ciudad.
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El friso de la cella es su obra cumbre: 160 m de longitud por 1,02 m de altura (hoy en el British
Museum, parte en el Louvre y en el Museo de la Acrópolis). El tema es el de la “Procesión de
las Panateneas”: el desfile de toda la ciudad tras las doncellas de la diosa que llevan al templo
la ofrenda, un peplo tejido por ellas mismas. Representa un total de 360 personajes, 220
animales, 10 carros. Aparecen los atenienses individualmente y como pueblo, con los dioses
entremezclados entre ellos. La composición es equilibrada; los cuerpos totalmente
proporcionados, con estudios anatómicos, y formas elegantes, en posiciones diferentes, a pie,
a caballo, hablando entre ellos, pero siempre guardando el respeto a su diosa, con un
tratamiento psicológico de los personajes. De lo más real (personajes reales de Atenas,
públicos, conocidos) Fidias llega a la belleza ideal máxima.
S. IV AC. TRANSICIÓN AL PERIODO HELENÍSTICO
Grecia sufre una crisis religiosa, cayendo en desuso el culto a los dioses tradicionales, mientras
se van adoptando divinidades procedentes de Asia Menor (Dionisos, Cibeles, etc.), y va
ganando terreno el escepticismo respecto de los dioses (influencia de la filosofía). Por ello en el
S. IV AC se realiza menos escultura para los templos y más escultura privada. Se sigue
retratando a los dioses, pero como hombres, realizando acciones humanas. Estas esculturas
ya no son para los templos, sino para exhibirse en las plazas. Son mas frecuentes los grupos
escultóricos.
La escultura se hace más suave, delicada, femenina. Abundan los temas costumbristas y
ordinarios, los retratos, con un mayor realismo, mayor expresividad: ira, pasión, tragedia,
sentimientos, movimiento.
PRAXÍTELES: Nace hacia el 400 AC y trabaja entre el 380 y el 330 AC. Trabaja sobre mármol
y bronce.
Se caracteriza por las formas suaves de líneas con bellas curvas, muy delicadas, que exageran
el contraposto, la llamada “curva praxiteliana”.
Tiene un gran cuidado en las calidades, logrando una gran tersura y suavidad en las pieles y
que el tránsito de la luz a la sombra sea gradual, logrando el efecto pictórico del “sfumatto”, por
lo que el claroscuro tiene un gran papel en sus obras (sus superficies no son lisas, sino
modeladas en desniveles), especialmente en los cabellos.
Esculpe figuras de hombres, pero con modelos humanos, y el resultado son seres humanos.
Venus de Cnido (Afrodita): Es la belleza femenina idealizada: si en el S. V AC había sido el
hombre, en el S. IV AC le toca a la mujer (la modelo fue su amante Friné).
Afrodita se prepara para el baño (o sale), desnuda, dejando sus prendas sobre un jarrón (o
recogiendo). Es la primera vez que una diosa aparecía completamente desnuda, lo que
provocó un gran escándalo.
La postura es ambigua: desnuda, pero recatada, tapando con la mano su pubis. También lo es
su sonrisa. El cuerpo entero emana gracia, realismo y humanidad.
La curva praxiteliana, poco acentuada, aumenta la sensualidad, proporcionando un ritmo suave
y delicado.
Ante el escándalo suscitado hizo otras copias mas recatadas, como la “Venus de Arlès”
(donde se cubre las piernas con un paño).
Hermes con Dionisos niño. Hallado en Olimpia, no se sabe con certeza si es el original o una
copia.
El tema (anecdótico) es el de Hermes llevando a Dionisos (niño) del Olimpo a la casa de las
ninfas que han de criarle. Hermes hace un alto y ofrece al niño, jugando, un racimo de uvas
(mano derecha, perdida), que el niño quiere alcanzar (uvas = vino, y el dios del vino es
Dionisos). Destaca la humanidad de los gestos, de la historia reflejada, la actitud del niño, la
sonrisa afectuosa de Hermes.
Las texturas son muy suaves, las superficies muy pulimentadas. La luz resbala, creando
claroscuros. En la composición destaca el contraposto y la curva praxiteliana tan exagerada
que necesita un soporte (disimulado con un paño).
Apolo Sauróctonos: el dios se apoya indolente en un tronco y se dispone a matar un lagarto
que hay sobre el. La escena es muy humana, nada divina. El cuerpo de Apolo se contornea
igual que el del lagarto. El estilo es delicado, las superficies pulidas, etc.
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SCOPAS. Formado en Paros. Trabaja en Asia Menor y el Peloponeso.
Su material favorito es el mármol. En sus obras Scopas da rienda suelta al movimiento, y sobre
todo nos revela las interioridades del alma: el amor, la sensualidad, desesperación, nostalgia,
inquietud, deseo, etc.
Decoró el templo de Atenea en Tegea y el Mausoleo de Halicarnaso, del que nos queda el
retrato de Mausolo.
Ménade furiosa: se trata de una “bacante”, una mujer realizando los ritos dionisíacos,
arrebatada por el frenesí de la danza y el vino. Scopas exalta el sentimiento, la contorsión, el
frenesí, el “pathos”, abandonado el idealismo. El trabajo sobre los paños es muy profundo,
creando grandes claroscuros. Da una gran sensación de movimiento. La composición está
realizada para ser observada de lado, abandonando el frontalismo, gracias al violento escorzo.
¿LEOCARES? : Apolo del Belvedere.
LISIPO Es contemporáneo de Alejandro Magno, al que llegó a retratar. Crea un nuevo canon,
más estilizado, de formas más alargadas y cabeza mas reducida (altura= 7 ½ cabezas).
También se caracteriza por la total estereometría y por la búsqueda del realismo en la figura
humana. No queda ningún original.
Apoxiomenos (Museo Vaticano)
Tema: atleta desnudo, con los brazos extendidos hacia adelante, limpiándose con el estrígilo el
aceite y polvo tras el ejercicio (lucha).
Destaca el movimiento, los músculos vibrando. No es un movimiento efectivo, sino sugerido.
Composición: el brazo extendido hacia el espectador crea nuevos puntos de vista, en busca de
la total estereometría.
Tiene un gran tratamiento de la anatomía, acentuando el tono muscular.
Pero ya no se trata del hombre idealizado, sino que el realismo de Lisipo le lleva a reflejar un
hombre taciturno, cansado, con el pelo revuelto.
Ares Ludovisi: el dios de la guerra sentado indolentemente, en una postura de cómodo
naturalismo, muy humana, no divina (infl. En Miguel Ángel, etc.)
3 – PERIODO HELENÍSTICO (fines del IV hasta el S. I AC)
Tras la expansión territorial de Alejandro Magno (de Egipto Al Río Indo) y la división de su
imperio entre sus generales cambia la situación política, cultural, etc.:
Las polis griegas pierden su independencia, forman parte de un estado unido, mucho más
amplio. Pierden importancia la polis y el ciudadano.
La cultura helénica se extiende e influye sobre todos esos territorios conquistados por los
griegos, los “Estados Helenísticos” (Egipto, Asia Menor, Mesopotamia). Por eso muchas de las
manifestaciones artísticas helenas las encontramos en esas zonas.
Llegan a Grecia influencias de los pueblos de Oriente Próximo: religiosas (nuevas deidades,
que provocan la crisis de la religiosidad clásica), el gusto por lo colosal, lujoso, fastuoso.
Esos cambios se notan también en el arte, y muy especialmente en la escultura:
1 – De Scopas toman la tendencia pasional, trágica. De Lisipo la riqueza de puntos de vista, la
estereometría.
2 – Se abandona el idealismo clásico y se va hacia un mayor naturalismo y realismo, que
desembocan en la representación de las pasiones humanas, el desenfreno, el sufrimiento,
dramatismo, en el Pathos. No se cortan al representar lo feo, grotesco, lo monstruoso, la vejez.
3 – Ese naturalismo lleva a un cambio en los temas:
- A veces desemboca en una escultura sensual, que a veces traspasa el límite de lo decoroso
(sátiros, faunos, el hermafrodita, etc.).
- En ocasiones representan escenas cotidianas.
- También son frecuentes las representaciones alegóricas: ciudades o ríos son representados
de forma humana, antropomórfica.
- Consecuencia lógica de esa tendencia al realismo y naturalismo es el desarrollo del retrato.
- Los dioses del Olimpo caen en desuso, con la excepción de Afrodita (representación de lo
sensual y el amor). En cambio se introducen nuevos dioses (Cibeles, Mitra, etc), o divinidades
mixtas (Zeus-Amón, etc.).
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4 – Las composiciones se complican: Triangulares o piramidales, helicoidales, etc. Son
frecuentes los grupos. Se busca la estereometría, el desequilibrio, el movimiento. Las líneas se
abren.
5 – Ya no hay grandes individualidades, sino que los escultores trabajan en equipo. Por ello no
nos llegan nombres de autores, sino de obras anónimas. Por eso es más fácil el estudio por
escuelas o por obras concretas, aunque Atenas sigue siendo el gran centro artístico.
Venus de Milo (Museo del Louvre). Mármol.
Hallada en 1820 en las isla de Melos. De autor anónimo, aproximadamente del S. II AC.
Le faltan los brazos, pero es posible que llevara en una mano una manzana, símbolo de Melos
y de la propia Afrodita (Manzana de la Discordia).
Denota una gran influencia de Praxíteles (Venus de Cnido), de la vuelta al ideal clásico, la
proporción, el canon, pero con un gran sentido del movimiento: el cuerpo marca una línea
sinusoidal.
Hay un deliberado contraste entre la plasticidad del desnudo y el pictoricismo del vestido
(pliegues, claroscuros) bajo el cual se intuye el movimiento de las piernas, una avanzada, y la
otra en retroceso.
ESCUELA DE ATENAS
Los pugilistas: escena de lucha, tensión, fuerza, brutalidad, realismo, cotidianeidad.
Torso del Belvedere: destaca por el estudio anatómico de los músculos, el escorzo.
El niño de la espina: Bronce. Copia romana en el Museo del Capitolio de Roma. Joven
corredor arrancándose una espina después de una carrera. Una escena totalmente cotidiana,
natural. Destaca por el encanto, la suavidad y gracilidad.
ESCUELA DE RODAS
Coloso de Rodas: desaparecido. Enorme estatua de Apolo en la entrada del puerto de Rodas.
Toro Farnesio. (Museo de Nápoles). Obra de Apolonio de Tralles. Representa el castigo de
Dirce (por torturar a Antíope) cuyo cuerpo es atado por los hijos de Antíope a un toro salvaje
para que la arrastre. Se trata de un gran grupo cuya composición es piramidal. Destaca el
movimiento, la tensión, fuerza, sufrimiento y patetismo. También el gran estudio anatómico
humano y animal.
Victoria de Samotracia (Museo del Louvre). Mármol. Aprox. Del 190 AC. 2,45 m de altura.
Representación alada de la Niké (Victoria). Procede del santuario de Cabiros, en Samotracia.
Se encontraba sobre una proa de navío de piedra, erigida en la concha superior de una fuente.
Conmemoraba la victoria de Rodas sobre Siria. La Niké se posa sobre el barco, victoriosa, con
sus vestimentas sacudidas hacia atrás por el viento, muy ceñidas al cuerpo, creando grandes
claroscuros y sensación de movimiento. Ese movimiento se acentúa con la posición de las
piernas, una adelantada, mientras las alas y los ropajes se dirigen hacia atrás. La composición
es helicoidal, con el eje retorcido sobre sí mismo.
Laocoonte y sus hijos: (¿50 AC – 50 DC?). Copia romana de un original del s. III AC. Obra de
un equipo de 3 escultores. Tuvo una gran influencia posterior, tras su redescubrimiento en
Nápoles en 1506 sobre todo en Miguel Ángel y su “terribilitá”.
Representa el momento en que los 2 hijos de Laocoonte son atacados por 2 serpientes
enviadas por Poseidón, como venganza por haber avisado a los troyanos de que el caballo era
una argucia griega. Laocoonte intenta evitarlo pero finalmente mueren los 3 (episodio de la
Iliada narrada por Virgilio en la Eneida).
Es toda una alegoría del dolor, del sufrimiento y dramatismo, del Pathos: el dolor físico (muerte)
y moral (ver morir a los hijos y no poder impedirlo).
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No es realista, sino teatral: parece un escenario donde se desarrolla una escena (cierta
frontalidad); las posturas retorcidas aumentan la fuerza expresiva, mayor en el Laocoonte que
en sus hijos, más clásicos.
Composición muy compleja: los personajes se interrelacionan y entrelazan por la línea
ondulante de las serpientes. La composición es centrípeta: la luz y la tensión fluyen del centro
hacia afuera. Las líneas abiertas, especialmente el Laocoonte, que forma una diagonal.
El tratamiento anatómico es impresionante, sobre todo en Laocoonte: musculatura,
barroquización en la expresión de dolor.
Los contrastes de luz en los cabellos, la boca y los ojos aumentan el dramatismo.
Se ha intentado añadir sin éxito el pedazo de brazo que le falta.
ESCUELA DE PÉRGAMO
Galo Ludovisi. En acción de suicidarse con una espada.
Galo moribundo (Museo del Capitolio. Roma). Pareja del anterior. Ambos son un homenaje a
la victoria de Pérgamo sobre los Gálatas
Altar de Zeus en Pérgamo (hoy en el Museo de Berlín): Altorrelieves situados en el zócalo del
altar (2,5 m.). Representan la Gigantomaquia (luchas de los dioses olímpicos contra los
gigantes). Gran influencia de Scopas en el movimiento y el expresivismo (dolor, fuerza).
V - PINTURA, CERÁMICA Y MOSAICO
No nos han llegado restos de pintura griega, pero ésta debió ser importante en: policromía de
arquitectura y escultura y decoración de paredes de las casas.
Posiblemente los mosaicos y gran parte de la pintura romana se basan en modelos griegos ya
perdidos.
De lo que sí han llegado abundantes muestras es de cerámica, decorada con pintura. Hay
varios tipos de piezas de cerámica:
-
Ánfora: de panza alargada y dos asas para su transporte.
Crátera: de cuello ancho (como una sopera).
Hidra: para el transporte de agua.
Kílix, kántaros: vasos o copas de mesa.
Lekitos: para ungüentos funerarios.
Hay varios estilos, motivados por la evolución histórica, la rivalidad entre diversos talleres de
localidades distintas, por distintas influencias (dorias, jonicas, etc). Era una actividad tan
importante en Grecia que fue la primera industria griega, y los grandes creadores firmaban sus
diseños, por lo que conocemos el nombre de muchos ceramistas.
-
Estilo Dypilon: grandes vasijas funerarias decoradas con figuras geométricas.
Estilo Corintio: S. VII-VI AC. Corinto. Decoración en franjas horizontales con motivos
animales o vegetales.
Estilo de figuras negras: Atenas. A partir del S. VI AC. Figuras negras sobre fondo rojizo.
Una única escena de tema heroico, mitológico, etc. (sin franjas).
Estilo de figuras rojas: Atenas, a partir del S. V AC. Al revés que el anterior (figuras rojas
sobre fondo negro), que resultaba demasiado sombrío.
Los mosaicos que nos han llegado son de época helenística. Dominan la técnica, el color, el
dibujo, la profundidad. Tuvieron gran influencia en el mosaico romano y bizantino. Ejemplos:
Alejandro en la batalla de Issos (copia romana en Pompeya)
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