SOBRE EL JUICIO ABREVIADO”

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CAPITULO III
ANALISIS JURIDICO DEL PROCEDIMIENTO ABREVIADO
A. ASPECTOS GENERALES
1. Definición del Procedimiento Abreviado
Para el profesor Miguel A. Trejo, el Procedimiento Abreviado o monitorio:
“Es un mecanismo procesal estructurado para no utilizar la misma cantidad de
recursos que se disponen para la persecución de delitos de mayor importancia,
con él no solo se logra que el costo del servicio judicial sea menor, sino que
también se materialice el ideal de pronta y cumplida justicia, pues nadie concibe
como acción justas aquellas en que por una mínima infracción se deba tramitar
todo un proceso ordinario que se toma largos costos y complicados”. 1
En los escritos “Documentos Básicos de la Nueva Normativa Penal y
Derechos Humanos en el Salvador”, señalan que el Procedimiento Abreviado:” Es
un procedimiento especial que se utiliza para dictar la sentencia oral, siempre que
el imputado y el Fiscal lo consientan, y el primero haya admitido los hechos y la
pena pedida por el fiscal, hasta el momento de la audiencia preliminar, no sea
privativa de libertad o no supere los tres años de prisión. También el
Procedimiento Abreviado puede pedirse en el momento de la audiencia inicial en
las condiciones indicadas”. 2
Por su parte, Julio B. J. Maier, lo define en los siguientes términos: “es
esencialmente no por su brevedad un procedimiento sumario. Su idea central gira
en torno de la supresión del debate y, por ello de la defensa, es decir del
Derecho a ser oído y defendido de probar y controlar la prueba y de discutir el
resultado del procedimiento, todo en homenaje a una economía funcional en las
infracciones leves más que a la necesidad de una rápida represión, es conocido
también como Procedimiento Monitorio o por Decreto Penal, Antes y no después,
del decreto penal hay que oír al imputado y tal condena solo es posible si
reconoce ahí ser autor o participe culpable de la infracción.3
En resumen la institución regulada en la reciente reforma procesal penal,
puede definirse como el procedimiento especial que se utiliza para dictar la
sentencia, sin debate oral, es decir que en el referido procedimiento se omite la
1
2
.
3
Trejo Escobar, Miguel A.,: ”En Defensa del Nuevo Proceso Penal Salvadoreño, Centro de Investigación y Capacitación
Proyecto de Reforma Judicial, 1º Ed. El Salvador, 1994 Pág. 39
Asamblea Legislativa Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Documentos Básicos de la Nueva
Normativa Penal y Derechos Humanos en el Salvador, 1997. Pág. 225.
Maier Julio B. J.:”La Ordenanza Procesal Penal Alemana su comentario y comparación con el Sistema Penal
a
Argentino”, 1 edición, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1982, Págs.355 y 356.
25
realización del juicio oral y público y como consecuencia no existe recepción oral y
público de la prueba; lo cual obliga a fundamentar la sentencia definitiva en la
información recabada en la investigación inicial y preliminar que se considere
idónea para resolver el caso.
Siempre que el imputado haya admitido los hechos y el Ministerio Público
por medio del Fiscal solicite la imposición de una pena privativa de la libertad no
mayor de tres años, o una sanción no privativa de libertad, solicitando que se
tramite la causa conforme a este procedimiento abreviado formulando
expresamente el pedido de pena.
En este sentido la decisión de omitir la realización del juicio surge de un
acuerdo entre el imputado y fiscal, como manifestación propia de las facultades
discrecionales conferidas a este último. De ahí, que este acuerdo significa la
renuncia del juicio como acto por parte del imputado.
Si esta posibilidad es rechazada por el Tribunal correspondiente que ejerce
el control jurisdiccional, el juicio sigue causa del proceso común; no siendo tomado
en cuenta de ninguna manera, como indicio de culpabilidad la conformidad que
haya prestado el imputado y su defensor.
2. Fundamento y Naturaleza Jurídica
a) Fundamento doctrinario
Los expositores del Derecho coinciden en sostener que el fundamento del
Procedimiento Abreviado resulta de la imposibilidad del sistema judicial para dar
respuesta a la gran cantidad de casos en trámite, el de lograr sentencias en un
lapso razonable, como consecuencia de la supresión del debate así como
también, el ahorro de recursos judiciales (economía procesal) que pueden ser
reinvertidos en el proceso común, a fin de materializar una pronta y cumplida
justicia.
En palabras de José I. Cafferata Nores, “La idea de lograr sentencias en un
lapso razonable, con fuerte ahorro de energía y recursos jurisdiccionales y sin
desmedro de la justicia, tradicionalmente aceptada para delitos leves, se ha
extendido últimamente también para el tratamiento de ilícitos de mayor entidad.
Respecto a estos, ahora se admite alternativas para evitar el juicio oral y público,
cuando él no sea imprescindible para arribar a una sentencia que resuelvan el
caso, con respecto de los principios de legalidad y verdad. Condicione sine que
non (teoría de equivalente de las condiciones, todas las condiciones son por igual
causa del resultado) para ello será que la prueba reunida en la investigación
preparatoria sea idónea a tal fin, sin que sea necesario reproducirla en un debate,
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a criterio de los sujetos esenciales del proceso”.4
El antes citado Cafferata Nores, ha señalado seis objetivos que a su
entender hacen necesaria la consagración del juicio abreviado ( Procedimiento
Abreviado) en el ámbito penal: “1) lograr una racional distribución de los recursos
que el Estado afecta al proceso penal, 2) llegar a condenas judiciales en el
sistema procesal en el cual son muchos más los presos sin condena que aquellos
que están cumpliendo una ; 3) agilizar los procesos penales ; 4) abaratar
considerablemente el costo del juicio penal; 5) aliviar la tarea de los tribunales
orales saturados por la gran cantidad de causas que tienen que resolver; y 6)
tomar en consideración el interés del acusado, quien mediante la colaboración
prestada en el acuerdo puede obtener una reducción de la pena, dentro de los
límites de la escala”.5
Por su parte, Maier, en su escrito “ ¿Es aún practicable el proceso penal?”,
Maier, sostiene que: ” dicha institución es una respuesta al problema de la
duración del procedimiento penal frente a la exigencia de aceleración o de
abreviación del procedimiento, que afecta tanto al contenido práctico de la
sentencia, como a su legitimidad como decisión estatal sobre la pena. “6
Con base a lo anteriormente expuesto, podemos decir; que el
Procedimiento Abreviado se convierte en una respuesta positiva a los problemas
que la administración de justicia presenta hoy en día por múltiples motivos, tales
como razones de política criminal, carencias de recursos materiales o humanas,
mora y deficiencia de los sistemas comunicadores del delito, toda vez que el
referido procedimiento se convierta en una práctica intensiva que permita el
ahorro de esfuerzos jurisdiccionales en causas que verdaderamente no lo
merecen, sin menoscabo de las garantías procesales y constitucionales, de tal
forma que los esfuerzos se orienten en otras causa que sí demandan una mayor
atención y dedicación por parte de los tribunales de justicia.
Además, vale decir que la razón que fundamenta la incorporación de esta
institución se centra en la necesidad de acelerar los procesos penales con
beneficio para las partes. En cuanto al imputado, elimina la incertidumbre que
puede tener al no encontrarse definida su situación procesal. Evitara la penalidad
adicional que conlleva todo juicio oral y público para la imagen social que posee.
Por otro lado, beneficia al Estado, ya que cumplirá con la tarea de
administrar justicia en menor tiempo, y además reducirá los costos que significa la
tramitación completa de un juicio oral y público. No podemos dejar de mencionar
4
.
Cafferata Nores, José I. : “El Juicio Penal Abreviado” Revista de Ciencias Penales, Revista de la Asociaciónde Ciencias
Penalesde Costa Rica; año 8, No. III, Julio 1996, Pág. 70
Cafferata Nores, José I. : “ Proceso Penal ( mixto) y Sistema Constitucional. Reflexiones a patrtri del artículo 75 inc. 22
de la Constitución Nacional Argentina”. Editorial del huerto, Bs., As., pub. “Nueva Doctrina Penal”1997, Págs. 73/86.
6
. Maier Julio B. J.: citado por Andrade, Leandro y otros.;” Sobre el Juicio Abreviado”. Doctrina Extranjera. Pág. 2.
5
27
que frente a la resolución del caso penal en menor tiempo, el imputado también
encontrara respuesta a su reclamo de justicia, dándole vida al principio
constitucional de pronta y cumplida justicia
b) Naturaleza Jurídica
Siguiendo a Seoane Spiegelberg, señala que la naturaleza jurídica del
procedimiento Abreviado es vista como “…una transacción, o lo que es lo mismo
un convenio entre acusación e imputado para poner fin al proceso, aceptando una
concreta extensión de la pena procedente por el delito reconocido. Se ha
sostenido igualmente que nos hallamos ante una auténtica confesión del imputado
con las consecuencias jurídicas de poner fin al proceso, ahora bien el último pf.
Del Art. 380 le viene a negar tal valor, puesto que de no ser aceptada por el Juez
“no podrá ser considerada como prueba útil durante el procedimiento común”.
Alcala Zamora y Aguilera De Paz defienden la posición de que nos encontramos
ante un allanamiento penal, como acto dispositivo o renuncia del derecho de
defensa, en los supuestos en los que, por ley, así se autoriza. Fenech lo reputa
como procedimiento especial, en cuya virtud se lleva a cabo un acto de
disposición procesal, que tiene como consecuencia que se dicte sentencia sin
celebrarse el debate del juicio oral. Serra Domínguez, al que sigue Barona Vilar,
Lo considera como institución con efectos meramente procesales, provocando
una abreviación del procedimiento ordinario, prescindiendo de la etapa probatoria
y dictándose, sin más, sentencia”.7
3. El Procedimiento Abreviado y su Simplificación de acuerdo a la
Política Criminal
La Política Criminal en palabras de Jiménez de Asúa es: “El conjunto de
principios fundados en la investigación científica del delito y de la eficacia de la
pena. Por medio de los cuales se lucha contra el crimen valiéndose tanto de
medios penales (pena) como de los caracteres asegurativos (medidas de
seguridad).8
Sobre este punto Pablos de Molina y otros exponen que: “La política
criminal se encarga de transformar las experiencias criminológicas en “Opciones y
Estrategias” concretas asumibles por el legislador y los poderes públicos. Es decir
que trata de transformar el cúmulo de conocimientos empíricos sobre el delito, el
delincuente, la víctima y el control social del comportamiento desviado.
7
8
Seoane Spiegelberg, José Luis, y otros”Código Procesal Comentado”, primera edición, Proyecto de Asistencia Técnica a
los Juzgados de Instrucción y Tribunales de Sentencia. CSJ. 2001. Pág. 655
De Asúa, Jiménez.: citado por Guillermo Cabanellas “Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, 21ª edición,
Editorial Helíasta S.R.L. Buenos Aires, Argentina, Tomo, Pág.
28
A la Política Criminal corresponde transformar ésta información sobre la
realidad del crimen de base empírica en opciones alternativas y programas
científicos desde una óptica valorativa.
El Derecho Penal concreta las opciones previamente adoptadas con el
lenguaje de Derecho, dándoles la forma de normas, de proposiciones jurídicas
generales y obligatorias”. 9
Para, Gonzáles Bonilla y otros, “La Política Criminal se encarga de dar
respuesta a la cuestión de cómo se debe proceder con personas que han
infringido las reglas básicas de la convivencia social dañando o poniendo en
peligro a los individuos o a la sociedad en general. Pero la Política Criminal no
actúa sola, para dar respuesta necesita recurrir a un mecanismo imprescindible y
violento como lo es el Derecho Penal; el cual, es siempre la realización de un
determinado modelo de Política Criminal; es lo que la Política Criminal ha querido
hacer de él.
Es pues, la Política Criminal la que señala por una parte cuando ha de
entrar en juego el Derecho Penal y por otra, cual debe ser la configuración
concreta del mismo para cumplir su función específica en el ámbito de la política
social encaminada a luchar contra la criminalidad.
No se trata de plantear aquí la idea de simplificación como un traslado del
conflicto a una instancia no jurisdiccional, sino que la idea es que sea el mismo
sistema de justicia el que diseñe mecanismos tendientes no solo a simplificar las
formas de dar respuesta a los conflictos de la sociedad, sino también a evitar el
desgaste institucional y económico que sufre el sistema cuando a pesar del
transcurso del tiempo no puede “deshacer” un expediente judicial en el cual existe
incertidumbre sobre cual ha de ser la resolución final que se dicte.
Ahora bien, cabe preguntarse a qué responder o qué trata de justificar con
todos los planteamientos y deducir de ellos la finalidad político criminal del
Procedimiento Abreviado.
Si el conjunto de actividades del Estado encaminadas a reducir la
criminalidad es Político Criminal y el Derecho Penal es su instrumento más
importante; la forma como debe estructurarse el Proceso Penal es también una
decisión Político Criminal.
La introducción del Procedimiento Abreviado en nuestro ámbito de justicia
penal, no es sino, un caso de simplificación del proceso, sin que ello signifique
9
.
a
Pablos de Molina, Antonio García.” Manual de Criminología, Introducción y Teorías de la Criminalidad “, 1 edición,
Ed. Calpes, S. A., Madrid, 1998. Págs. 120 y 121.
29
depreciación de las garantías judiciales reconocidas a favor del imputado. La
principal preocupación en los casos de la abreviación del procedimiento a partir
del consentimiento expreso del imputado, es la idea de control sobre la
manifestación de este, de someterse a dicho procedimiento, fundamentalmente
para evitar que su consentimiento sea viciado, caso en el cual no habría una
manifestación fundamentada en el principio de la autonomía de la voluntad. Una
de las tendencias Político-Criminales más acentuadas de los últimos años
representa la necesidad de buscar mecanismos del procedimiento penal”.10
Aquí es conveniente remarcar que la simplificación del proceso penal
implica, básica y centralmente, un problema de política económica. En ese orden,
el conjunto de actividades discrecionales que el Estado realiza con el objetivo de
regular la coerción penal, proteger los bienes jurídicos y la de reducir la
criminalidad, es Política Criminal; será entonces, el Derecho Procesal Penal el
instrumento mas idóneo para cristalizar dicho objetivo; por consiguiente la forma
como debe estructurarse el Proceso Penal es también una decisión de Política
Criminal.
En consecuencia la Institución del Procedimiento Abreviado, que recoge el
vigente Código Procesal Penal es por excelencia un mecanismo de simplificación
penal, que da origen a procesos de tramitación simplificada que den adecuada y
pronta respuestas a los requerimientos de las partes en conflictos, sobre la base
de respetar las exigencias mínimas (garantías procesales) que para el desarrollo
del referido procedimiento se imponen desde el nivel constitucional.
4. El Procedimiento Abreviado en relación con el Derecho Constitucional
La Institución del Procedimiento Abreviado se relaciona íntimamente con el
Derecho Constitucional, justamente porque este instituto es parte del Derecho
Procesal Penal; como dice Serrano y otros:” En ese sentido, éste guarda una
relación de subordinación con el Derecho Constitucional, ya que la Constitución
contiene normas que constituyen la primera manifestación jurídica de la política en
general,…Por tanto ella establece el marco al cual deberá sujetarse la ley procesal
penal”. 11
Lo anteior, sigue diciendo el mismo autor, que: “Los vínculos que tiene el
Derecho Procesal con el Derecho Constitucional son más evidentes. Uno de los
propósitos del Derecho Procesal Penal es el de preservar las garantías
individuales del imputado. Estas garantías se encuentran reconocidas en la
Constitución justamente en la parte denominada dogmática”.12
10
. González Bonilla, Rodolfo Ernesto y otros.:” Ensayos Doctrinarios sobre el Nuevo Código Procesal Penal” Unidad de
Programas de Apoyo a la Reforma del Sistema Judicial. UPARSJ. 1a, Edición, San Salvador, 1998. Pág. 662.
11
Vid, Serrano, Armando Antonio , Rodríguez, Delmer Edmundo y Otros; “Manual…..” Op., Cit., Pág. 42.
12
Vid, Ibíd., Pág. 42.
30
En ese orden de ideas, el principio constitucional de pronta y cumplida
justicia el cual se pretende desarrollar con la aplicación del Procedimiento
Abreviado, prevé poner término del modo más breve posible, la situación de
incertidumbre del imputado, respetando las garantías mínimas constitucionales.
Nuestra constitución por su parte, contiene este tipo de garantías mínimas
procesales, es decir, los presupuestos jurídicos de la función penal, cuando
dispone en la normativa constitucional, a saber:
En su Art. 15 dice, “nadie puede ser juzgado sino conforme a las leyes
promulgadas con anterioridad al hecho de que se trate, y por los tribunales que
previamente haya establecido la ley”;
Por su parte el Art. 11, expresa “ninguna persona puede ser privada del
derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad y posesión, ni de cualquier otro de
sus derechos sin ser previamente oído y vencido en juicio con arreglo a las leyes;
ni puede ser enjuiciado dos veces por la misma causa”.
El Art. 12, manifiesta “Toda persona a quien se impute un delito, se
presumirá inocente mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley y en
juicio público, en el que se le aseguren todas las garantías necesarias para su
defensa”
En esa dirección ha señalado el Profesor Serrano, que de “las normas
constitucionales transcritas resultan los siguientes principios:
a) Nulla poena sine lege, o sea, que la ley penal debe preexistir a toda sanción.
Puede decirse, que la pena criminal consiste en un poder autorregulado y
controlado. Ello supone la existencia, públicamente conocida, de una ley previa
que definida con claridad y precisión “al hecho de que se trate”, o sea”hecho
antecedente” y determine explícitamente sus consecuencias jurídico-penales
(Nullum crimen sine lege, Nulla poena sine lege).
b) Nulla poena sine iudicio, o sea, que el juicio o proceso penal debe estar
necesariamente regulado por una ley que lo haga inalterable, tornándose así,
en el único medio de aplicar la ley sustantiva. La atribución del poder punitivo
mediante un “juicio Previo”, constituye la llamada garantía jurisdiccional,…Es
necesario, además, que para la aplicación de la pena se hayan cumplidos
todas las reglas estrictas del debido proceso, en el que estén asegurados el
respeto de los derechos humanos y las garantías del imputado. Sin esas
garantías, el “proceso penal” no tendrán vigencia alguna.
c) El principio de inocencia, o sea, que nadie puede ser considerado culpable
mientras no lo declare como tal una sentencia firme:
31
d) Nemo iudex sine lege, esto es, que se manifiesta el principio del juez natural
como única fuente de la sentencia legitima para limitar definitivamente la
libertad.“13
Por ello, se pone de manifiesto la relación del Procedimiento Abreviado y
del Derecho Constitucional, ya que el referido procedimiento especial debe regirse
por los parámetros constitucionales procesales, que como dice Cafferata Nores,
por aquellos valores que tutelan, “la supremacía del individuo y la limitación del
poder público”14
5. El Procedimiento Abreviado en relación con la Normativa Jurídica
Internacional
El Derecho Procesal Penal se relaciona con el Derecho Internacional
Público, tal como lo expresan Armando A. Serrano y otros, en su obra Manual de
Derecho Procesal Penal: “La necesidad de regulación de la aplicación de la ley
penal en el espacio y la relación a las personas, constituyen un punto de
encuentro entre el Derecho Internacional Público y el Derecho Procesal Penal
pues en base a ello es que inevitablemente debe normarse lo relativo a la
extradición. Ya sea como país requerido o como país requirente a las comisiones
rogatorias por otro Estado o por él rogadas, por hechos punibles comenzados a
ejecutar o consumados entre territorio de diferentes Estados; también los efectos
que producen las inmunidades diplomáticas”.15
Así tenemos que nuestro Vigente Código Procesal Penal recoge la
Institución del Procedimiento Abreviado, al igual que otras legislaciones
extranjeras, por ejemplo: con el juicio Abreviado Argentino (Córdoba), el
Procedimiento Abreviado de España, el Juicio Abreviado Italiano, el Procedimiento
Abreviado de Guatemala y el Procedimiento Abreviado de Costa Rica., entre otros.
En otro orden de ideas, el referido procedimiento se relaciona con los
diferentes Tratados Internacionales que han fundamentado nuestro Código
Procesal Penal, tales como:
La Declaración Universal de Derechos Humanos, esta en su Art. 5, “Nadie
será sometido a torturas ni apenas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”;
en su Art. 7, consagra que “ Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción,
derecho a igual protección de la ley……); en su Art. 10 “Toda persona tiene
derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia
por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y
13
14
15
Vid, Ibíd., Págs. 30 y 31
Vid. Cafferata Nores, José I.: “ Proceso Penal …” Op. Cit., Págs. 77.
Vid, Serrano Armando Antonio, Rodríguez, Delmer Edmundo y Otros; “Manual…..” Op., Cit., Pág. 42.
32
obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia
penal”; en el Art.11, plasma el principio de inocencia.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos, “pacto de San José
Costa Rica” en su Art. 7 regula sobre derechos a la libertad personal; Art. 8
garantías judiciales. Cabe transcribir de este artículo, el numeral 2, literal g; por
tener intima relación con el procedimiento abreviado, el cual expresa que toda
persona inculpada de delito tiene : “ derecho a no ser obligado a declarar contra si
mismo ni declararse culpable”.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; encontramos
plasmados garantías procesales, en su Art. 9 regula el derecho a la libertad y a la
seguridad personal; en su Art. 8 el derecho de “toda persona a ser oída, con las
debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en
la sustentación de cualquier acusación penal formulada contra ella o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral fiscal o de
cualquier otro carácter “; El Art. 14, consagra el principio de igualdad ante la Ley;
precisa también subrayar en este mismo artículo, el numeral 3, literal g, en el cual
proclama la garantía mínima de no ser obligado a declarar contra si mismo ni a
confesarse culpable.
Por su parte, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre, otorga derecho y garantías procesales. Como en sus Art. 2, derechos
de igualdad ante la ley, y en su Art. 28 Derechos de Protección contra detención
arbitraria.
6. Legislación Comparada del Procedimiento Abreviado
Los autores distinguen dos sistemas bien diferenciados en los que no existe
juicio previo, por la aplicación de un juicio abreviado o procedimiento abreviado, al
respecto Alvero, Marcelo R. Y Ranuschio, Daniel C., sintetizan que: “un Sistema
de Negociación Amplia: tal como el derecho penal norteamericano el cual se
ajusta a este tipo de negociación amplia que se denomina “plea bargainig” el que
consiste en el reconocimiento de culpabilidad (plea guilty) de un delito menor o de
uno o varios cargos que se le imputan a cambio de una sentencia más benigna.
Evita un largo juicio y consecuencias más graves.
En tal sentido Langbein, Jonh
H., ha señalado que en el caso
estadounidense donde opera esta clase de sistema el “ 95 por ciento, de los
delitos son resueltos sin juicio; en el 91 por ciento, de los casos se impone la
33
condena a través de la práctica “plea bargainig” y el 4 por ciento, en juicio sin
jurado. “16
Riquert Marcelo A., se adhiere a la posición de Langbein en los siguientes
términos: “En su consideración, no se esta respetando el imperativo constitucional
norteamericano y el sistema, en términos reales, opera por la intimidación. En sus
dos versiones (charge bargain o negociación sobre el hecho imputado y sentence
bargain o negociación sobre la pena, la práctica del plea bargaining consiste en
obligar al acusado a resignar su derecho a un juicio por jurado, amenazándolo con
una pena sustancialmente mayor en el caso de que decida ejercer su derecho. De
este modo, el Plea Bargaining suprime tanto al juicio como al jurado y se pierde en
el camino las virtudes de estos últimos: la publicidad Republicana del juicio y el
limite al poder del funcionario estatal (y al Estado mismo).” 17
Volviendo a Alvero, Marcelo R., continua con su comentario con respecto a
los sistemas, dice que la: “negociación amplia es entendible en un sistema como
el norteamericano como consecuencia de que en ese país impera el principio de
discrecionalidad o disponibilidad de la acción penal, por lo que existen criterios de
selección de la persecución penal.
Por otro lado, el Sistema Restringido en el cual el acuerdo se realiza
únicamente sobre el monto de la pena, esto es acorde con el principio de
legalidad, dado que el fiscal no puede disponer de los delitos.
Otros expositores del derecho, coinciden, en considerar la existencia de un
Sistema Constitucional Europeo: resultan antecedentes de las legislaciones
nacionales, los procedimientos en España y Alemania, por allí se prevé el juicio
abreviado para delitos menores. Para delitos más graves se regulan aceleración
de plazos procesales, abreviación del procedimiento”. 18
En consonancia con estos antecedentes, la Institución del Procedimiento
Abreviado se ha incorporado en países de América del Sur, como en la América
central, Tales como en Guatemala, Costa Rica y El Salvador.
En esa dirección ha señalado Rodolfo Ernesto González Bonilla, y otros,
que “Es importante enfatizar, que las actuales tendencias en materia de
enjuiciamiento penal comparten la idea de la simplificación del proceso, los
nuevos Códigos Procesal Penal de Europa y Latinoamérica, son el fiel
testimonio de ese claro convencimiento, como lo es la realización de la justicia de
forma ágil y con apego a las garantías.
16
17
18
Alvero, Marcelo R. Y Ranuschio, Daniel C.,”El Juicio Abreviado en el Proceso Penal” Doctrina extranjera, Dotrina
Extranjera, Buenos Aires,2000, Pág.13.
Riquert, Marcelo Alfredo, “El debido proceso y algunas cuestiones conexas en el denominado Juicio Abreviado”
Doctrina Extranjera, Buenos Aires, 1999. Pág. 6.
Alvero, Marcelo R. Y Ranuschio, Daniel C.,”El Juicio Abreviado….”. Op., Cit., Pág.13.
34
Pero es de tener presente que no todo modelo de enjuiciamiento penal
simplificado ha de tener las misma características. Estas dimanan de Patrones
culturales y de los niveles de desarrollo en que se encuentran la sociedad en la
que dichos modelos se implanten.
Esta observación es válida para aclarar la errónea concepción que en
ámbitos culturales, como el nuestro se tiene sobre algunas instituciones jurídicas,
e incluso sobre todo modelo procesal, recientemente puesto en vigor. En nuestro
medio somos proclives a afirmar o sostener posiciones sin convencimiento alguno,
lo cual resulta perjudicial al enriquecimiento de la discusión jurídica científica de
nuestra sociedad.
Realizada esta observación, y para evitar criterios que se manejan acerca
de que el Procedimiento Abreviado. Es otro modelo de enjuiciamiento importado
como se ha dicho, incluso del juicio oral, en total desconocimiento de la visión
constitucional de la idea de juicio y de la tradición oral que en materia de solución
de conflictos han realizado los Jueces de Paz”. 19
Por lo expuesto anteriormente, podemos decir que en nuestro país, el
Código Procesal Penal, recoge el espíritu del Sistema Constitucional Europeo, el
cual tiene previsto en su Art. 379 y 380. La omisión del debate y lograr una
sentencia sin juicio ordinario, en el caso de que el fiscal estime suficiente la
imposición de una pena no mayor de tres años, no exige la confesión, sino la
conformidad del imputado con asistencia de su defensor. Admitida por el tribunal
que dictará sentencia y puede absolver o condenar, pero no mayor a la pena
pedida por el Fiscal.
Ahora bien, como la idea central de este apartado es la relación y
regulación del Procedimiento Abreviado con otras legislaciones. Al respecto Gloria
Isabel Gómez Rivas, Jesús Alfredo Pérez Juárez y otro, ha señalado que “la Ley
de Enjuiciamiento Criminal en el titulo III del libro IV: dicha ley regula la aplicación
de este procedimiento solamente para determinados delitos y para aplicar esta
figura se tienen que seguir tres etapas según lo regula la referida ley: la primera
etapa que consiste más que todo en la fase de instrucción preparatoria o
diligencias previas, la segunda que se refiere a la preparación del juicio oral y la
tercera que ya es en si el juicio oral, pues como puede observarse la Legislación
Española exige tres pasos a seguir para aplicar este procedimiento, caso
contrario que nuestra legislación no prevé un procedimiento ha seguir
simplemente hace referencia en qué momento procesal puede hacerse la solicitud
para poder aplicar esta figura del Procedimiento Abreviado.
En términos concluyentes podemos observar que la Legislación Española
19
. González Bonilla Rodolfo Ernesto y otros.” Ensayos Doctrinarios…….”. Op., Cit., Pág. 668.
35
(Ley de Enjuiciamiento Criminal, Arts. 789/793) es muy poco parecida a la nuestra,
debido a que en España se sigue todo un procedimiento que es mucho más
sencillo y corto que el otro, es cierto, pero que de alguna manera puede tender a
retrasar siempre al sistema, no obstante es conveniente ya que los juzgadores
tienen claro que procedimiento a seguir cuando se aplique el Procedimiento
Abreviado, lo que según nuestra legislación no tenemos, pues no hay proceso a
seguir, lo cual de alguna manera deja un poco a voluntad del Juzgador cómo llevar
a cabo el proceso de aplicación de este procedimiento.
Respecto a la relación comparativa del Procedimiento Abreviado
Guatemalteco con el Procedimiento Abreviado Salvadoreño,…. conviene hacer las
siguientes consideraciones.
Que se evidencia, en el caso de Guatemala la participación activa del
Ministerio Público en el seguimiento del proceso, lo cual es armonioso respecto
del caso nuestro, pues demás está mencionar la función protagónica de la
Fiscalía General de la República en la dirección funcional del delito.
Respecto específicamente al establecimiento del Procedimiento Abreviado,
la Legislación Guatemalteca establece que el Ministerio Público estimará de una
pena no mayor de dos años de privación de libertad o de una pena no privativa de
libertad (como la multa o confiscación).
En el caso Salvadoreño esta situación difiere totalmente de la planteada ya
que como se sabe el Art. 379 No 1. Pr. Pn. Salvadoreño establece que el Fiscal
debe solicitar pena no privativa de libertad o de prisión de hasta 3 años no
obstante que ambas legislaciones no dejan de lado que la pena solicitada puede
ser no privativa de libertad o de prisión.
Otro punto que debe considerarse es respecto al derecho de defensa que
asiste al imputado ya que en ambas legislaciones se estipula que los hechos
aceptados por el imputado (que la legislación Guatemalteca lo toma taxativamente
como confesión no así El Salvador) no podrán; caso que el Juez de Instrucción no
haya aceptado el Procedimiento Abreviado y este pase a juicio; tomarse como
prueba en el tribunal de sentencia.
Asimismo, en el caso salvadoreño no se estipulan aspectos que la
Legislación Guatemalteca contempla, como es el parte, tanto el Ministerio
Público, el querellante, la víctima y el imputado, manifiesten el deseo de que se
aplique el Procedimiento Abreviado, también las partes tienen la facultad de
rechazar el Procedimiento Abreviado, y en este caso se envía el caso a la
tramitación ordinaria, Art. 407 Pr. Pn. De Costa Rica, párrafo segundo, y Art.
379 No. 4 y 380 Inc. final, de nuestro C. Pr. Pn. En ambas legislaciones, sino
es procedente la aplicación del procedimiento, la admisión de los hechos no es
vinculante para las partes, ya que estas no se pueden considerar como una
36
confesión; la admisión de los hechos en este caso, es decir solo para la
aplicación del Procedimiento Abreviado, a la vez en ambos casos el Juez no debe
imponer una pena superior a la requerida por el Fiscal, ambas legislaciones,
tratando de dar cumplimiento a las exigencias del garantismo penal, otorgan a la
sentencia dictada por el Juez, el Recurso de Casación, Art. 407 párrafo final,
Código Costarricense, y Art. 422 de nuestro C. Pr. Pn.
Después de estas semejanzas, hay que hacer notar que también existen
algunas diferencias, y una de ellas es que el Código Costarricense no señala a
qué delitos se aplica tal procedimiento ni mucho menos señala hasta que pena
puede pedir el Ministerio Público, así tampoco, nuestra legislación Procesal
Penal no señala para que tipo de delitos es procedente, pero si señala que el
Fiscal puede pedir una pena hasta de tres años, por otra parte en Costa Rica
formulada la acusación o la querella, el Juez Intermedio, pone en conocimiento
de las partes las actuaciones y evidencias obtenidas en la investigación para que
las examine en un plazo común de cinco días. En esta oportunidad, en que las
partes podrán proponer por escrito la aplicación del Procedimiento Abreviado; a
diferencia de Nuestro Código Procesal Penal, en el que se puede solicitar el
Procedimiento Abreviado en la Audiencia Inicial o en la Audiencia Preliminar, en
estas audiencias se puede hacer en forma oral, fuera de estas audiencias las
partes deberán pedirlo por escrito según el Art. 380 Inc. 1o. Pr. Pn.” 20
B. INCONSTITUCIONALIDAD DEL PROCEDIMIENTO ABREVIADO.
En el presente apartado se procurara efectuar una valoración del
Procedimiento Abreviado regulado en la normativa procesal, a partir de su
confrontación con la normativa de jerarquía constitucional que fija los parámetros
del debido proceso, buscando analizar si el referido procedimiento no transgrede
el limite de los principios básicos del proceso penal constitucional: contradicción,
oralidad, publicidad, e inmediación.
Al respecto, Miguel A. Almeyra, destaca que los aspectos mas censurables
del juicio abreviado (procedimiento abreviado) son: ”a) la innegable coacción
psíquica que envuelve la exigencia del reconocimiento de la existencia de la
existencia del hecho y la participación para que opere el mecanismo; b) la
imposibilidad del tribunal de aplicar una pena mas grave que la solicitado por el
fiscal, que permitiría a este contar con un medio de presión y negociación para
obtener del imputado el reconocimiento de su autoría y culpabilidad; c) la
reducción del rol del acusador particular; d) en momentos en que se lucha por
extender la oralidad en el proceso penal e imponer un sistema acusatorio, supone
20
. Gómez Rivas, Gloria Isabel, y otros, “EL Procedimiento Abreviado en la Legislación Procesal Salvadoreña” Tesis de
Grado, Universidad de El Salvador, febrero de 1999, Pág. 118 y 123.
37
una clara regresión hacia el juzgamiento escrito y un reverdecimiento de la figura
de la confesión, tan cara a la ideología del sistema inquisitivo”.21
Desde una visión contraria Cafferata Nores, señala que en el denominado
juicio Abreviado (procedimiento abreviado) se respetan las garantías
constitucionales: “ ya que hay acusación, una defensa que se ejercita por medio
de un reconocimiento de participación del delito libremente formulada y estimada
conveniente a sus intereses por el imputado (debidamente asesorado por su
defensor; prueba que fue recibida en la investigación preparatoria y fue estimada
idónea por las partes y el tribunal; sentencia que decidirá el caso fundada en
dichas pruebas y en el reconocimiento corroborante del imputado; finalmente,
recursos que procederán por las causales comunes”.22
Con base a lo planteado inicialmente, ¿el Procedimiento Abreviado
transgrede el límite de los principios básicos del proceso penal constitucional?
Cabe entonces, tener como referencia en el análisis Art. 12 de la Constitución de
la República que dice. “Toda persona a quien se impute un delito, se presumirá
inocente mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley y en juicio
público, en el que se le aseguren todas las garantías necesarias para su
defensa…” En materia Procesal Penal, el Art. 1. (Juicio Previo), dice: “Nadie
podrá ser condenado o sometido a una medida de seguridad sino mediante un
sentencia firme, dictada luego de probar los hecho en un juicio oral y público,
llevado a cabo conforme a los principios establecidos en la Constitución de la
República, en este Código y demás leyes, con observancia estricta de las
garantías previstas para las personas”, por tanto consagra las garantías
constitucionales y las formas sustanciales del proceso, relativas a la acusación,
defensa, prueba y el fallo dictado por el órgano jurisdiccional.
1. ¿Viola la bilateralidad procesal el Procedimiento Abreviado?
La facultad de investigación policial, de ejercicio de la acción penal y de
dirección en la investigación del delito por el fiscal, la intervención de la defensa
pública y la potestad de juzgamiento constituye actividades que tienen su
fundamento en el principio de oficialidad. Y de este se desprenden los
subprincipios de Estatalidad, Oficiosidad y Legalidad.
Nuestra Constitución por su parte, contiene ese tipo de reglas, que
distribuyen el poder, determinando qué órganos pueden aplicar una pena (jueces),
los pasos a seguir para ello (juicio previo) y los principios a tomarse en cuenta
21
22
. Miguel A. Almeyra Miguel A., citado por Riquert, Marcelo A., “El debido proceso...” Op., Cit., Pág. 4.
Vid, Ibíd., Pág. 3.
38
durante el juicio (garantías del imputado). Así establece en forma concreta la
separación de las formas estatales de juzgar y acusar.
La función de administrar justicia entregada al Estado, se concretiza a
través de órganos especializados que tienen a su cargo la aplicación de la ley
penal mediante la potestad jurisdiccional. (Jueces y Tribunales. Art. 172 Cn). Así,
el Código Procesal Penal, en el Titulo III, Capitulo I, sección 1a, la competencia
que ejercerán los Tribunales y Jueces. Corte Suprema de Justicia y Sala de lo
Penal. (Art.50). Cámara de Segunda Instancia. (Art. 51). Tribunal de Sentencia.
(Art. 53). Jueces de Instrucción (Art. 54) y Jueces de Paz. (Art. 55).
Asimismo, nuestra Constitución establece en su Art. 193 No.2 y 4, que la
promoción y ejercicio de la acción penal es una facultad del Ministerio Público
(Fiscalía General De la República). Consecuentemente son los Fiscales quienes
se encuentra obligados de intervenir de oficio, iniciando las investigaciones de los
delitos perseguibles por acción penal pública. (Art. 19 Nos. 1 y 2, Art. 26. C.Pr.Pn.)
Al determinar las funciones de los tribunales y jueces, la Constitución y la
Ley secundaria (penal) especifica que conocerán y decidirán en los procesos.
Además, reconoce al Ministerio Público como órganos independientes, cuya
función es de promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de
los intereses generales de la sociedad. Por ello, los principios neprocedat iudex
ex officio y nemo iudex sine actaro, (los cuales supone la prohibición del juzgador
de perseguir de oficio al imputado y, la necesidad de que el fiscal formule una
clara acusación en su contra), adquieren rango constitucional.
Partiendo de estos presupuestos se puede aseverar que el Ministerio
Público está en condiciones de ejercer la acción penal e incluso de solicitar al juez
el sobreseimiento definitivo entre otros, sin embargo la función jurisdiccional ha
sido reservada para el órgano competente (Juez ), y si bien ha sido destinada y
limitada a conocer o decidir en los casos que se le plantean, sin poder de
injerencia en lo relativo al ejercicio de la acción penal, pero si con plenas
facultades para aplicar la pena que estime corresponda según el caso concreto.
Ahora bien, el Dr. Magariños, destaca las razones que fundamentan la
declaración de inconstitucionalidad del Procedimiento Abreviado. “Así se sostuvo
que bajo la apariencia de un sistema acusatorio se encierra una fórmula de alto
contenido inquisitivo, pues se utiliza una verdadera coacción sobre el acusado, a
quién se coloca frente al dilema de aceptar el trámite acelerado o afrontar el riesgo
de una condena mayor, si opta por el juicio común.”23
En este sentido es interesante plantear la opinión que se cita de Bernd
Schunemann que dice “que no se garantiza el consenso,
sino sólo un
23
Magariños, Mario.: Citado por Alvero, Marcelo R. Y otros,”El Juicio Abreviado….”. Op., Cit., Pág.15.
39
compromiso al cual la parte más débil debe adherirse, por necesidad al punto de
vista de la parte más fuerte, además en tales casos no es posible individualizar la
pena. Asimismo este instituto hace reunir la facultad acusatoria y en cierta medida
la decisoria sobre la existencia del hecho punible y la decisoria sobre la clase y el
monto de la pena, facultades que cuando el caso va a juicio, se hallan repartidas
entre el fiscal, el jurado o el juez”. 24
Para los expositores precedentes, el Procedimiento Abreviado, además de
acrecentar las facultades del Ministerio Público, reduce las propias del Poder
Jurisdiccional (juzgar e imponer penas), de donde se requerirá un cambio cultural
para adoptar una posición muy distinta a la clásica de investigar y acusar. Es decir
que el fiscal no debe perseguir como único objetivo el castigo y la represión.
Como representante público debe buscar la solución más justa, la que mejor
exprese el sentido de equidad y que además aparezca como la mejor para todos
los involucrados en el proceso.
Aquí conviene citar a Clariá Olmedo, en relación a la actitud que debe
tomar el representante del Ministerio Público en el proceso, (fiscal) “… en materia
penal tiene como fundamental misión excitar la actividad del órgano jurisdiccional,
mediante el ejercicio de la acción. Los funcionarios que la integran hacen valer la
pretensión penal (raramente la civil) para que los jueces la satisfagan en los casos
concretos.
Son órganos de justicia que persiguen esa satisfacción y no tan sólo el
castigo a ultranza del imputado. De hecho que también ejerza la acción penal
cuando persiguen el sobreseimiento o la absolución…”. “Los deberes del
Ministerio Fiscal son la imparcialidad y la frialdad y sobre todo debe ser cauto en
no confundir el celo por la condena con el celo por la justicia.
El Ministerio Fiscal no es un órgano acusador ciego e irreflexivo, pues
constituye con el juez un órgano coexaminador de las probanzas y elementos de
juicio del proceso y coadyuvante obligado de la sentencia justa y arreglada a
derecho”.25
Con todo, y arribando a la conclusión de este acápite, nos adherimos la
opinión que no se viola la necesaria bilateralidad procesal; si bien, la legislación
procesal penal pone en manos del Ministerio Público (Fiscal), el acuerdo y la pena,
en su Art. 379 No.1, literalmente dice “ Que el fiscal solicite una pena no privativa
de libertad o de prisión hasta de tres años” y de conformidad al mismo artículo,
numeral 2, dice “ Que el imputado admita el hecho y consienta la aplicación…” ¿
Esta situación acaso daría paso a violar la bilateralidad del proceso,
consecuentemente el derecho de defensa y con ello el debido proceso?
24
25
Ibídem.
a
Clariá Olmedo, Jorge A., “Derecho Procesal Penal “, Tomo III, 1 edición, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1982. Pág.
12 y 13.
40
Debe considerarse al respecto que los verbos acusar y juzgar son
dialéctica y técnicamente distintos. Como se ha dejado planteado al inicio de este
apartado, de manera que no viola el derecho de defensa y del debido proceso;
considerando por un lado que únicamente el fiscal le corresponde el monopolio del
ejercicio de la acción penal, es por ello que el fiscal es el funcionario público
legitimado a proponer la aplicación del Procedimiento Abreviado al tenor del
artículo arriba citado, como uno de los requisitos de procedencia. Por el otro
desaparece el ejercicio simultáneo e indiferenciado de ambas funciones (acusar y
juzgar) pues con el dictado de la sentencia se juzga, así lo expresa el Art. 380, Inc.
3, “El juez oirá al imputado y dictará la resolución que corresponda…”.
Además, la aplicación del referido procedimiento especial, debe someterse
al control jurisdiccional, conlleva que el tribunal deberá controlar tanto la
voluntariedad y pleno conocimiento del hecho admitido, como las pruebas
recolectas. Por otro lado es el tribunal quien en última instancia decide si admite o
no la aplicación del Procedimiento Abreviado, en el caso de no ser admisible
ordenara la continuación del trámite ordinario. Por otra parte el consentimiento del
imputado deberá ser acreditado por su defensor, garantizando su derecho de
defensa. (Art. 379 No. 3 Pr. Pn.).
De lo contrario trasgrede el límite constitucional, por lo tanto si el Juez
considera que no ha sido asesorado por un defensor, no debería admitir la
aplicación del Procedimiento Abreviado, con el agravante de que el proceso sea
nulo absolutamente, según lo establecido en el Art. 224 No. 4, en relación con el
Art. 254 Inc. 4 y 5 Pr. Pn.
En ese orden de ideas nuestra Constitución en su Art. 12, consagra entre
otras garantías, que a toda persona que se le impute un delito se le proporcione
los medios necesarios para su defensa. Asimismo, en el Código Procesal Penal,
regula por una parte el derecho a la Defensa Técnica que se encuentra reglada en
el Art. 10 Pr. Pn., y es aquella que ejerce el imputado mediante un defensor
(Abogado); ya sea particular o público el Defensor Particular es aquel que nombra
el imputado, ya sea de su confianza o de su elección, y el Defensor Público es
aquel que el Ministerio Público, a través de la Procuraduría General de la
República la nombre el imputado, ya sea por carecer éste de los recursos
económicos necesarios para nombrar un defensor particular, o por alguna razón
no puede proveerse de un defensor particular. Por el otro, en su Art. 9 Pr. Pn.
encontramos lo que se conoce como la Defensa Material, es decir el derecho que
tiene el imputado de intervenir en todos actos del procedimiento, y del poder
incorporar los diferentes medios legales de prueba, y a la vez formular las
peticiones que considere necesarias.26
26
. Vid. Art. 9, 10, 87 No. 3, 107 Inc. 2, 109 Inc.1, 241 No. 9, 242, y 353, Inc. final. Pr. Pn.
41
2. El Juicio Previo y el Procedimiento Abreviado
El artículo 11 de la Constitución de la República establece que”Ninguna
persona puede ser privada del derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad y
posesión, ni de cualquier otro de sus derechos sin ser previamente oído y vencido
en juicio con arreglo a las leyes...”.
Por su parte el artículo 1 del Código Procesal Penal, establece que “Nadie
podrá ser condenado o sometido a una medida de seguridad sino mediante
sentencia firme, dictada luego de probar los hechos en un juicio oral y público,
llevado conforme a los principios establecidos en la Constitución de la República,
en este Código y demás leyes, con observancia estricta de las garantías previstas
por las personas”. De estas disposiciones se hace necesario, determinar que
significa juicio previo, para arribar a una respuesta sobre la constitucionalidad del
Procedimiento Especial en estudio.
Al respecto, entiende Juan José López Ortega, “ Que la exigencia del
juicio previo se traduce en la necesidad de una sentencia judicial firme de
condena, resultado, a su vez, de un juicio seguido con observancia estricta de
todas las garantías establecidas en la constitución y en la ley, es decir, un
auténtico juicio justo, en el que se encuentren asegurados al máximo los derechos
esenciales del imputado; el derecho a ser informado del contenido de la acusación
del que ha de defenderse; el derecho a ser juzgado por un tribunal imparcial; el
derecho a un proceso oral y público, en el que ha de darse al acusado y a su
defensor la posibilidad de exponer sus propias razones; el derecho a producir
pruebas de descargo, sin obstáculos ni restricciones arbitrarias, a interrogar a los
testigos de la acusación y a obtener la comparecencia de los testigos de
descargo”.27
Un sector de la doctrina entiende que la exigencia de un juicio previo no es
más que el debate público, oral, continuo y contradictorio que no opera sólo
como una garantía constitucional sino que es un imperativo insoslayable de todo
proceso penal. Como lo expresa Bidar Campos “Nadie puede ser penado o
condenado sin la tramitación de un juicio durante el cual se cumplan las etapas
fundamentales requeridas por el debido proceso legal. Esas etapas en el juicio
penal son: acusación, defensa, prueba y sentencia”. 28
Remitiéndonos al derecho internacional, encontramos en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos en su artículo 10 que “toda persona tiene
derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída por un tribunal
independiente e imparcial…para el examen de cualquier acusación contra ellas en
27
28
López Ortega, Juan José. “Código Procesal Penal Comentado” 1a edición, septiembre de 2001, Proyecto de
Asistencia Técnica a los Juzgados de Instrucción y Tribunales de Sentencia. PNUD. Pág.26.
Campos, Bidar.:citado por Alvero, Marcelo R. y otro,”El Juicio Abreviado….”. Op., Cit., Pág. 25.
42
materia penal “. Asimismo, la Convención Americana sobre Derechos Humanos
establece dentro de las garantías judiciales, en su artículo 8 el derecho de “toda
persona a ser oída… por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial… en sustentación de cualquier acusación penal formulada contra ella…”
A la luz de lo anteriormente expuesto, seria inútil proseguir con nuestro
análisis en virtud que el procedimiento abreviado colisionaría con un imperativo
constitucional. Porque sin juicio previo se quiebran los principios básicos
procesales de inmediatez, concentración, oralidad y publicidad. Como con
precisión destaca Marcelo R. Alvero, “ Todo el sistema de garantías queda así
“quebrantado”, el nexo causal y proporcional del delito y pena, ya que la medida
de la pena no dependerá de la gravedad del primero, sino de la habilidad
negociadora de la defensa, del espíritu de aventura del imputado de someterse a
juicio común y de la discrecionalidad de la acusación, los principios de igualdad
certeza y legalidad, ya que no existe ningún criterio legal que condicione la
severidad o la indulgencia del Ministerio Público”.29
Las garantías constitucionales aparecen como instituciones y
procedimientos de seguridad, creados a favor de los habitantes para que cuenten
con medios de amparo, tutela o protección a fin de hacer efectivos los derechos
subjetivos. Como un intento de proteger a los individuos contra la utilización
arbitraria del poder penal del Estado. ¿Significa entonces que se violan las
garantías mínimas procesales? y la conformidad de la aplicación del
Procedimiento Abreviado por parte del imputado ¿significa acaso una renuncia al
juicio previo?
Determinada la necesidad de un juicio previo y reconociendo la existencia
de normas establecidas a favor del imputado que resultan obligatorias según lo
establece la ley, siguiendo a Cafferata Nores ha señalado que el denominado
juicio Abreviado (Procedimiento Abreviado) las garantías mínimas se respetan ya
que hay “acusación, una defensa que se ejercita por medio de un reconocimiento
de participación en el delito libremente formulada y estimada conveniente a su
interés por el imputado, debidamente asesorado por su defensor; prueba que fue
recibida el la investigación preparatoria y fue estimada idónea por las partes y el
tribunal; sentencia que decidirá el caso fundada en dichas pruebas y en el
reconocimiento corroborante del imputado; finalmente, recursos que procederán
por las causales comunes”.30
Creemos que con la aplicación del referido procedimiento especial no se
vulneran las garantías mínimas procesales, quedando inalterado el debido
proceso. En todo caso hay renuncia a un tipo procedimental determinado
(Procedimiento Común), para sustituirlo por otro (Procedimiento abreviado) en
29
30
Vid, Ibid., Op., Cit., Págs. 24 y 25.
Cafferata Nores. “Cuestiones Actuales sobre el Oroceso Penal” Ed. Del Puerto, Bs. As., Buenos Aires, Argentina, 1997,
págs. 84 y 85.
43
virtud de un derecho que le franquea la ley al imputado y que lo beneficia
sustituyéndole por el referido procedimiento especial, si bien este omite el principio
de oralidad y publicidad, no así el de inmediación que queda garantizada por el
conocimiento y control jurisdiccional que toma del caso el Tribunal; de lo contrario
el desconocimiento de este derecho implicaría que las garantías se tornen en
contra del imputado y no a su favor
Con respecto a la segunda interrogante, ¿significa acaso una renuncia al
juicio previo?, en palabras de Ferrajoli: “la indisponibilidad de los derechos
fundamentales evita que el sistema de garantías quede alterado ya que la medida
de la pena no dependería de la gravedad del delito, sino de la habilidad
negociadora de la defensa, del espíritu de aventura del imputado y de la
discrecionalidad de la acusación”.31 El citado autor muestra su interés en el
problema de la disponibilidad de las garantías, ya que es evidente que la
discusión de la disponibilidad de las garantías retoma una especial atención en el
procedimiento abreviado.
En este sentido es pertinente señalar, que una de las principales diferencias
entre el ejercicio de la acción en el ámbito del derecho privado y el ejercicio de la
acción en el campo del derecho procesal penal, es precisamente el principio
dispositivo que rige al primero y el principio de oficiosidad que guía al segundo;
por ello, en el derecho civil la voluntad de las partes es tan determinante que;
provoca la iniciación, el mantenimiento y hasta el fenecimiento del litigio por el
carácter disponible de la acción; en cambio, en la ley vigente en materia procesal
penal tal posibilidad no existe como regla general: de tal forma que ni el fiscal, ni
el imputado, ni las otras partes procesales que pueden actuar eventualmente en
el proceso ( el actor civil y el demandado civil) tienen la facultad de disposición del
proceso.
No obstante, por excepción y solo en señalados supuestos por la ley, la
acción y el proceso penal en sí son disponible; por ejemplo; la adopción de los
criterios de oportunidad (Art. 20 Pr. Pn.), la suspensión del procedimientos a
prueba (Art. 22 Pr. Pn.), la conciliación (Art. 32 Pr. Pn.), el Procedimiento
Abreviado (Art. 379 Pr. Pn.).
Sintetizando, somos de la opinión que con el acuerdo del Procedimiento
Abreviado no hay renuncia general a las leyes, debe entenderse al juicio previo, es
decir al debido proceso; al respecto nuestra Constitución consagra el principio de
legalidad en su Art. 8, dice “ Nadie esta obligado hacer lo que la ley no manda ni a
privarse de lo que ella no prohíbe” Podemos, finalmente, enunciar como principio
rector de la disponibilidad de los derechos y garantías, al artículo 12 del Código
Civil: el cual instituye que la renuncia general a las leyes no produce efecto
31
a
Ferrajoli, Luigi, “Derecho y Razón” 2 Ed. Editorial Trotta, S.A:, Madrid, 1997, Pág. 749.
44
alguno, pero podrán renunciarse los derechos conferidos por ellas, con tal que
las mismas sólo miren al interés individual y que no esté prohibida su renuncia.
Por sentado esta, en mi opinión, y a la vista de variadas reflexiones, que
con el acuerdo del Procedimiento Abreviado no hay renuncia general a las leyes,
es decir al debido proceso; al respecto nuestra Constitución consagra el principio
de legalidad en su Art. 8, dice “ Nadie esta obligado hacer lo que la ley no manda
ni a privarse de lo que ella no prohíbe” Podemos, finalmente, enunciar como
principio rector de la disponibilidad de los derechos y garantías al artículo 12 del
Código Civil: el cual instituye que la renuncia general a las leyes no produce
efecto alguno, pero podrán renunciarse los derechos conferidos por ellas, con tal
que las mismas sólo miren al interés individual y que no esté prohibida su
renuncia.
3. La Verdad en el Derecho Procesal y en el Procedimiento Abreviado
Con respecto a la verdad real o material el profesor Serrano, Armando A. y
otros, señala que: “En el campo del Derecho, tradicionalmente se ha establecido
una diferenciación entre la verdad formal o ficticia y la verdad real o material. En
el campo del derecho privado, como consecuencia del principio de libre
disposición de las partes, es suficiente con el establecimiento de una verdad
formal, aparente o ficticia. Acá, el juez se limita a verificar las propuestas de los
litigantes, quedando satisfecho con lo que ellas le muestran y estableciendo una
verdad que puede serlo solo en apariencia. Ello es diferente en el campo del
Derecho Penal, dado su carácter público y la trascendencia de sus conflictos el
juez o tribunal están obligados a desentrañar la verdad histórica real de lo
sucedido. El juez no puede conformarse con lo que le muestran las partes por
iniciativa propia, sino que debe desplegar toda una labor investigadora para dar
con la verdad material del hecho puesto bajo su conocimiento”.32
Al respecto de esta última afirmación, vale la pena señalar que en un
proceso penal acusatorio o de tendencia acusatoria como el nuestro; el juez de
paz y el juez de instrucción quedan inhibidos de actuar de oficios; salvo los actos
irreproducibles urgentes (Art. 266, No. 4, 273, Inc. 2 Pr. Pn.); además, los jueces
no están facultados para investigar oficiosamente los delitos, y sin la formal
presentación del requerimiento fiscal sus actuaciones y decisiones no son
legítimas (Art. 253 Pr. Pn.).
Según sostiene Ferrajoli, “la verdad del derecho procesal no pretende ser la
verdad (absoluta), no es obtenible mediante indagaciones inquisitivas ajenas al
objeto procesal, y está condicionada en sí misma por el respeto a los
procedimientos y garantías de la defensa. Es por tanto, la verdad procesal, sólo
32
. Vid, Serrano Armando Antonio, Rodríguez, Delmer Edmundo y Otros; “Manual…..” Op., Cit., Pág. 317.
45
una verdad aproximada respecto del modelo ideal de la perfecta correspondencia.
En efecto, la imposibilidad de formular un criterio seguro de verdad de las tesis
judiciales depende el hecho de que la verdad de las tesis judiciales depende del
hecho de que la verdad cierta, objetiva, o absoluta representa siempre la
expresión de un ideal inalcanzable”.33
El derecho procesal penal objetiviza más la averiguación de la verdad que
otras regulaciones jurídico procesales; por la trascendencia que en él tiene el
interés público por la averiguación de la verdad. Este carácter objetivo no significa
que la verdad sólo se refiere a elementos fácticos, sin tener en cuenta los
aspectos normativos que también configuran la verdad en el procedimiento. La
consideración de que todo proceso penal responde como medio de conocer la
verdad no puede ocultar que ese conocimiento resulta muy limitado y
condicionado por las propias reglas procesales; por ello, el concepto de verdad
que maneja el procedimiento penal es el de la llamada “verdad procesal” penal.
Ahora bien, Para dictar sentencia se requiere un mejor conocimiento de los
hechos y como acto jurisdiccional vele por las garantías del debido proceso, como
lo precisa el profesor
Serrano y otros, “La sentencia ha de fundarse
exclusivamente en base a elementos probatorios que hayan sido vertidos durante
el debate de la fase oral y publica. La información contenida en el expediente de la
instrucción o los elementos de juicio que hayan llegado al juez
extraprocesalmente, no pueden ser tomadas en cuenta ni valorados para
fundamentar el fallo”.34
Lo anteriormente expuesto sobre la verdad real o material, pone las bases
para compararle con la del procedimiento abreviado.
Como contraposición a la verdad real o material procesal, se ha sostenido
la conveniencia de optar en el proceso por un tipo de verdad consensual, que
sería la base sobre la cual se arriba por el acuerdo de las partes involucradas en
el proceso acerca de cómo sucedieron los hechos.
Se ha dicho que existen teorías que ven en la verdad consensual como un
medio de acceder a la aplicación del procedimiento abreviado, distando del
contenido de la verdad real; y aun más, con el agravante de negociar la pena o
burlar la justicia. Al respecto Andrada, Leandro y otro, señala que “la mera
confesión o aceptación del imputado que decide su condenación, implicaría la
imposibilidad de la persecución del verdadero culpable,
con lo cual se
consolidaría la idea de que el procedimiento es útil para”burlar” la justicia y no para
“afianzarla”. En tal sentido, dicha aceptación conduciría admitir la disconformidad
entre lo efectivamente ocurrido y lo que las partes acuerdan que ocurrió, con lo
33
. Ferrajoli, Luigi., “Derecho…”, Op., Cit., Pág. 45
. Vid, Serrano Armando Antonio, Rodríguez, Delmer Edmundo y Otros; “Manual…..” Op., Cit., Pág. 323.
34
46
cual difícilmente podría afirmarse que por intermedio de la sentencia basada en
dicho acuerdo se hiciere justicia. Esta situación entraría en contradicción con la
estructura jurídica de nuestro sistema, que es presidido por los principios de
legalidad y verdad real que se equipara a la verdad probada o procesal, es por
ello que el juicio aprobado o procesal, es un instrumento de justicia que se
interpone entre el delito presunto (ab. initio probado o probado anticipadamente) y
al sentencia, la que no puede tener otra finalidad inmediata, como base de la
decisión más justa, la búsqueda de la verdad”.35
En tal sentido Ferrajoli expresa que “más allá de las fórmulas la
legitimación, el peligro de que la práctica del pacto pueda provocar una importante
perversión burocrática y policial de un buena parte de la justicia penal,
transformando el juicio en un lujo reservado sólo a quienes estén dispuestos a
afrontar su costos y riesgos, y que el proceso pueda quedar reducido a un juego
de azar en el que el imputado, incluso inocente, se coloque ante la disyuntiva
entre condena a una pena reducida y el albur de un juicio ordinario que pueda
cerrarse con la absolución pero también con una pena mucho más grave. El pacto
en materia penal no podría ser, sino, un intercambio perverso: qué pueda dar el
sospechoso, en su confrontación desigual con la acusación, a cambio de la
reducción de la condena, sino la propia declaración de culpabilidad o la admisión ,
incluso infundada, de haber codelinquido con los demás acusados”,36
De lo anteriormente expuesto por Farrajoli consideramos, que solo tiene
cabida en el Sistema de Negociación Ampliada, donde opera el principio
discrecional y disponibilidad de la acción penal, estamos persuadidos que la crítica
no alcanza nuestro legislación penal, en el cual gobierna el principio de Legalidad;
de modo que el de oportunidad (criterios de oportunidad) funciona jurídicamente
como una excepción, siendo los criterio del mismo, determinados por la normativa
procesal penal, a manera de autorizaciones para prescindir de la persecución
penal en ciertos casos definidos por la ley. En el Procedimiento Abreviado los
fiscales no disponen de la pena de ninguna forma porque someten los acuerdos al
control de los jueces que lo pueden rechazar, siendo que al pactar lo hacen
dentro de la más estricta legalidad como lo hemos venido demostrando.37
Así mismo, compartimos la idea que es conveniente optar en el
Procedimiento Abreviado por un tipo de verdad consensual, a la cual se arriba por
el acuerdo entre el fiscal y el imputado acerca de cómo sucedieron los hechos.
35
Andrada, Leandro y Tedin, Gabriel,” Sobre el Juicio Abreviado” Doctrina Extranjera, Buenos Aires, Argentina, 1999,
Pág. 3.
36
. Ferrajoli, Luigi., “Derecho…”, Op., Cit., Pág. 748.
37
. Vid., Art. 20 Pr. Pn.
47
La anterior pretensión se corresponde con la necesidad de que la sentencia
se base en la prueba recolectada durante la investigación inicial o preparatoria de
la acusación; es por ellos, que consideramos que no riñe con los principios de la
sana critica y el de indubio pro reo.
4. ¿La conformidad y la Admisión de los Hechos en el Procedimiento
Abreviado es equiparable a la Confesión?
Otro punto a tener en cuenta es la conformidad del imputado, exigida por el
Código Procesal Penal, en su artículo 379, inciso 2, sobre la existencia del
hecho y su participación en él, descriptas en la solicitud de la aplicación del
referido procedimiento especial. Es evidente, lo que aquí se pretende para cierto
sector de la doctrina es la confesión del imputado. En relación con ello, la
Constitución de la República, en su artículo 10, establece que: “La ley no puede
autorizar ningún acto o contrato que implique la perdida o el irreparable sacrificio
de la libertad…”. Una de las consecuencias de esta garantía consiste en que la
libertad de decisión del imputado con respecto a su declaración no puede ser
obtenida por ningún acto o situación de coacción, física o moral (tortura o
tormento, amenaza, etc.) tendientes a obtener la confesión, por la promesa
ilegitima de una ventaja o por el engaño.
Por su parte, La Convención Americana sobre los Derechos Humanos,
manifiesta en su Art.8, numeral 2, literal g, que todo imputado de delito no puede
ser obligado a declarar contra si mismo ni declararse culpable. En esa dirección la
regulación del Procedimiento Abreviado: ¿significa entonces, premiar la confesión
o conformidad, con una reducción de la pena?, Estaríamos ante la presencia de
un institución que induce a no hacer uso de una garantía constitucional y
coaccionar la auto incriminación?, seria para nuestro caso, craso resabio de las
prácticas inquisitivas que hace poco sustentaba nuestra legislación penal; que
sólo se diferenciarían de la conformidad en referencia en que antes se utilizaban
las torturas, amenazas y privación de libertad y ahora se utilizaría la coacción
psicológica para despejar la duda de cuándo terminará el proceso y con qué
monto la pena se condenará al culpable.
Con razón ha estimado, Maier, que” constituye una exageración prohibir de
plano la aplicación de ciertas técnicas para obtener información del imputado,
cuando éste libremente lo considere, persiguiendo un fin valioso que no podría
sólo dificultosamente podría obtener por otros medios; para que el consentimiento
sea libre no sea obligado a declarar contra si mismo. Debe de estar precedido de
una amplia información sobre el hecho que se le imputa y sobre los derechos que
posee, emergentes de la cláusula constitucional (abstenerse de declarar, no
declarar contra sí mismo, no permitir el uso de medios que coarten su voluntad)”.38
38
. Maier, Julio B. J., citado por, Andrada, Leandro y otro,” Sobre el Juicio…” Op., Cit., Pág. 7.
48
Si nos remitimos a la regulación del Procedimiento Abreviado, en el Código
Procesal Penal Vigente, observamos que el mismo ha sido dotado de una serie de
controles para impedir la condena del imputado valiéndose de una errónea
comprensión de este procedimiento especial. De esta manera se requiere la
conformidad del imputado asistido por el defensor sobre la existencia del hecho,
su participación en él y la calificación legal recaída para que el fiscal solicite la
aplicación del procedimiento especial (Art.379, inciso 2 y 3); se exige que la
sentencia se base en la prueba legalmente obtenida durante los actos iniciales o
en la instrucción y consignados en la solicitud requerida para la aplicación del
referido procedimiento especial y no en la conformidad únicamente, lo que se
desprende del Art. 380, inciso 5; que dice “La sentencia contendrá los requisitos
previstos en este código, de modo conciso”. Deberá entonces entenderse, que la
sentencia debe fundarse sobre la base fáctica, probatoria y judicial.
Por ello, cabe recordar que se impone el control por parte del órgano
jurisdiccional, encargándose de verificar la existencia de una acusación válida,
con base probatoria suficiente, que la calificación propugnada sea correcta y
finalmente que la pena resulte justa de acuerdo a la calificación y demás
circunstancias del hecho (Art.379, inciso 1 y 2). Además, en caso que el Tribunal
rechace el acuerdo de juicio abreviado, la norma legal impide evaluar la
conformidad de los hechos como indicio en contra del imputado; pero no
podemos desconocer el hecho que a pesar de la regla del código, la conformidad
del imputado constituye un dato objetivo de la causa para el juez que realizara el
juicio, razón por la cual el legislador previo en el Art. 380, inciso final, que la
conformidad del imputado sobre la existencia del hecho o su participación en él,
no podrá ser considerado como una prueba útil durante el procedimiento común.
De este modo la ley nos provee de los elementos necesarios para actuar
dentro de un marco de legalidad y limitaciones para evitar que la mera confesión o
aceptación del imputado decida su condena, impidiendo de este modo la
persecución del verdadero culpable. Cabe adicionar un elemento; la ley franquea
la posibilidad de la impugnación de la resolución que ponga término al
procedimiento Abreviado. (Art. 422, Pr. Pn.).
5. Síntesis
Queda en evidencia, a esta altura del análisis, que el Procedimiento
Abreviado se ensambla de manera correcta y coherente con los pilares
fundamentales del debido proceso, y como consecuencia no seria
constitucionalmente valida la tramitación del Procedimiento Abreviado si no se
respetaran las garantías mínimas que regulan el proceso penal; precisamente el
Art. 18, del Código Procesal Penal, señala que “Las garantías y principios
previstos en el mismo serán observados en todo procedimiento a consecuencia de
la cual se puede aplicar un sanción penal o cualquier disposición restrictiva de la
49
libertad”.
A nuestro entender el Procedimiento especial en estudio, no vulnera la
necesaria bilateralidad del proceso; si tenemos en cuenta el espíritu acusatorio de
nuestra legislación constitucional y procesal; no pone en manos de una sola
persona la facultad acusatoria y de juzgamiento; en virtud del subprincipio de
Estatalidad, la función de administrar justicia depositada al Estado, se concretiza a
través de órganos especializados, así el Ministerio Público ejerce el monopolio del
ejercicio de la acción penal ( Art. 19, Pr. Pn.) y la potestad jurisdiccional de dictar
sentencia a jueces y tribunales (Art. 172 Cn. , 50 y sigtes., Pr. Pn.).
Por otra parte, la Constitución de la República en su Art. 11, consagra la
presunción de inocencia, la garantía de audiencia, y el Art. 1 del Código Procesal
Penal, reafirma la garantía básica del juicio previo, en ese sentido los expositores
del derecho resumen al juicio previo como: Acusación, Defensa, Prueba y
Sentencia. En esa dirección somos de la opinión que el camino que recorre la
aplicación del Procedimiento Abreviado, con la citación a debate realizada por el
Ministerio Público (Fiscal), la defensa material y técnica que el imputado ha tenido
desde la etapa inicial, elementos de convicción suficientes para la acusación y que
fueron aportados por la investigación y finalmente el fallo del tribunal; resguarda
las garantías mínimas procesales constitucionales.
El concepto de Verdad sobre el cual se arriba a un acuerdo es el de la
verdad consensuada; que es la base sobre la que se asienta el consentimiento
que lleva la aplicación del Procedimiento Abreviado; es decir que se acuerda como
verdadero lo que el fiscal y el imputado, en condiciones de igualdad convienen que
son ciertos los hechos imputados.
De lo expuesto, considero que no significa que el proceso penal renuncie a
la búsqueda de la verdad material; sino solamente aceptar que la verdad material
debe adecuarse con la averiguado hasta el momento de su aplicación y descansar
en el control de la sentencia como un acto eminentemente jurisdiccional, que avala
que la aplicación del aludido procedimiento especial, vele por las garantías
constitucionales del debido proceso.
También, somos de la opinión que en la aplicación del Procedimiento
abreviado no se viola el derecho de defensa, aún que en principio parecería
vulnerarse, cuando se reclama la conformidad del imputado en la admisión de los
hechos, y no tiene la oportunidad, ni el derecho a contradecir los extremos de la
acusación. Por el contrario nuestra legislación penal prevé un minino de
resguardo contra el “Ius Puniedi” del Estado, poniendo ciertos limites sin los cuales
no resultaría legitima la persecución del Estado (principio de inviolabilidad de la
defensa). De ahí, que el imputado tiene derecho a la defensa material; que es la
que desarrolla el propio imputado(Art. 9 Pr.Pn.) y la defensa técnica; que ejerce su
abogado cuando acredita que el imputado ha prestado su consentimiento
50
libremente; además, de ser informado de las consecuencias jurídicas de
someterse al procedimiento.(Art. 10, 379 Pr. Pn.)
Asimismo, podemos afirmar que la aplicación del Procedimiento Abreviado,
no exige de una confesión; de ser así, nos pondría de nuevo a transitar el camino
del Sistema inquisitivo; tal como registra la historia popular, que los extintos
cuerpos de seguridad, eran famosos por arrancar una confesión; quizás para
otorgar tranquilidad de conciencia al juzgador y satisfacer a la sociedad que sabe
que ha condenado a un confeso.
Para finalizar, a mi entender dicha institución viene a llenar un vacío
constitucional; por un lado, la marcada inclinación acusatoria de nuestra
Constitución; por el otro, con la introducción de esta institución novedosa en
nuestra legislación penal, ya que a toda persona que se le acusa de un delito la
garantía constitucional de audiencia incluye el derecho de todo imputado a obtener
un pronunciamiento que ponga término del modo más breve posible, a la situación
de incertidumbre a que se ve expuesto en el enjuiciamiento penal.
C. ANALISIS DE LOS PRESUPUESTOS DE ADMISIBILIDAD Y TRAMITE DEL
PROCEDIMIENTO ABREVIADO
1. Introducción
El Código Procesal Penal en su
Libro Tercero, se ocupa de los
Procedimientos Especiales y en el Titulo I, Capitulo Único. Del Procedimiento
Abreviado; se trata de la aceleración del proceso penal común, que se caracteriza
por una conclusión de la causa, sin plenario; es decir, que con este procedimiento
se simplifica el procedimiento común, a fin de lograr en forma más rápida la
finalización del caso que ha ingresado al sistema.
Seoane Spiegelberg, clasifica en tres grandes grupos los requisitos del
procedimiento Abreviado. A saber; subjetivos, objetivos y de actividad.39
Los requisitos subjetivos, hacen relación a los sujetos procesales que
deben o podrán posibilitar la aplicación del procedimiento abreviado, como son:
Juez, fiscal, imputado, defensor, víctima y querellante.40
39
40
Vid., Ibíd., Cf., Pág. 656
Vid., Ibíd., Cf., Pág. 657.
51
Los requisitos objetivos, hacen referencia de aquellos requisitos de
obligación general en la aplicación del referido procedimiento especial, tales como:
la concreta sanción punitiva solicitada por parte del fiscal; a las circunstancias
concurrentes: modificativas y de responsabilidad criminal, grado de ejecución o
participación delictiva, la que motiva la posibilidad de sustanciar el proceso por
estos trámites procedimentales; y del control jurisdiccional que debe ejercer el
Juez , afín de velar por el cumplimiento de los requisitos en el tramite del
procedimiento abreviado, como de las garantías mínimas que rodea la aplicación
de este.41
Los Requisitos de actividad. Estos hacen referencia a los condicionantes
de: Tiempo; con relación a cuando podrá proponerse la aplicación del
procedimiento abreviado. Lugar; donde se llevara el tramite del procedimiento ya
sea en el Juzgado de Paz o de Instrucción; y finalmente la condicionante de
forma; Si la conformidad se obtiene fuera de una audiencia el fiscal deberá
presentar la solicitud mediante un escrito que medie el consentimiento tanto del
imputado como de su defensor. Cuando el acuerdo se alcance en una audiencia,
el acta contendrá dichos requisitos.42
2. Momento Procesal para Realizarlo
Tras esta breve introducción procederemos a analizar la regulación
normativa del procedimiento abreviado. Al respecto el artículo 379 Pr. Pn. de la
normativa procesal penal dice “Desde el inicio del procedimiento hasta la
audiencia preliminar, se podrá proponer la aplicación del procedimiento abreviado
previsto en este título cuando concurran las circunstancias siguientes: 1) Que el
fiscal solicite una pena no privativa de libertad o de prisión hasta de tres años.---2)
Que el imputado admita el hecho y consienta la aplicación de este procedimiento,
sin perjuicio de incluir en su manifestación otros hechos o circunstancias que
considere convenientes.---3) Que el defensor acredite que el imputado ha
prestado su consentimiento libremente.---4) El consentimiento de la víctima o del
querellante. En caso de negativa, el juez apreciara las razones expuestas,
pudiendo llevar adelante el procedimiento abreviado aún sin el consentimiento de
la víctima o del querellante.---5) La existencia de coimputados no impedirá la
aplicación de estas reglas a alguno de ellos.
De conformidad a esta disposición es importante precisar: en que momento
deberá proponerse, quien puede realizar el acto de ejecución. Y ante quien debe
proponerse
41
42
Vid., Ibíd., Cf., Pág. 656.
Vid., Ibíd., Cf., Pág. 658,659 y 660
52
¿En que momento debe proponerse el Procedimiento Abreviado? Como
puede observarse en el primer inciso de la disposición transcrita, en forma expresa
informa que “Desde el inicio del procedimiento hasta la audiencia preliminar, se
podrá proponer la aplicación del procedimiento abreviado previsto en este
título…”.
No hace alusión, ni tacita o expresamente a términos
o plazos
encaminados a su ejecución; mas bien, provee dos momentos en los cuales se
puede concretar la petición: El Art. 248.6 Pr. Pn., establece que el fiscal podrá en
el requerimiento solicitar la aplicación del procedimiento abreviado, al momento de
requerir la audiencia inicial lo que implica un arreglo previo con el fiscal, imputado
y defensor, en consecuencia solo podrá solicitarse siempre que se haya
judicializado el caso; y hasta la audiencia preliminar con la observancia de que el
Fiscal pueda incluso solicitarla en la misma audiencia preliminar.
Lo anterior es confirmado por el Art. 313 Inc. 5 Pr. Pn., el cual faculta al
Fiscal o al querellante a solicitar la aplicación del Procedimiento Abreviado
hasta diez días antes de la audiencia preliminar. Por su parte el Art. 315 y 316
Inc. 6 Pr. Pn., faculta de nuevo a las partes a solicitar el referido
procedimiento en el plazo de los cinco días que la ley les franquea para
consultar las actuaciones y evidencias antes de participar en la audiencia
preliminar. Ahora Bien, en el párrafo anterior decíamos que tal procedimiento
puede incluso solicitarse en la misma audiencia preliminar; regla que
encontramos de forma tácita en el inciso segundo del Art. 380 Pr. Pn.
¿Ante quien debe proponerse?, La ley establece que podrá proponerse los
trámites del procedimiento abreviado, desde su inicio hasta la audiencia
preliminar; significa entonces, que el tramite se resolverá ya sea en la audiencia
inicial en la audiencia preliminar. En la audiencia inicial resolverá el Juez de Paz
(Art. 248. 6. Pr. Pn.), tras oír a las partes; en los casos que el procedimiento se
resuelva en la audiencia preliminar será el Juez de Instrucción, que decidirá
después de finalizada la audiencia. (Art. 320. 6. Pr. Pn.).
3. Requisitos que deben darse para posibilitar el Procedimiento
Abreviado
De conformidad al Art. 379, el procedimiento abreviado procede, siempre y
cuando se den los siguientes requisitos:
1) Que el fiscal solicite una pena no privativa de libertad o de prisión hasta de
tres años.
2) Que el imputado admita el hecho y consienta la aplicación de este
procedimiento, sin perjuicio de incluir en su manifestación otros hechos o
circunstancias que considere convenientes.
53
3) Que el defensor acredite que el imputado ha prestado su consentimiento
Libremente.
4) El consentimiento de la víctima o del querellante. En caso de negativa, el
Juez apreciara las razones expuestas, pudiendo llevar adelante el
Procedimiento abreviado aún sin el consentimiento de la víctima o del
Querellante.
5) La existencia de coimputados no impedirá la aplicación de estas reglas a
alguno de ellos.
El primer requisito da la respuesta a la interrogante ¿Quien puede realizar
el Procedimiento Abreviado? Es decir quien esta legitimado, conforme a este
numeral se le reconoce al Ministerio Público a través del Fiscal, ( el
monopolio de la acción penal), por supuesto después de realizar la valoración
inicial y de escoger si continua con la investigación o acogerse a tal
procedimiento. En palabras de Seoane Spiegelberg, “Tal petición deberá
efectuarse dentro de la legalidad punitiva, por razón de un delito en cuya
persecución y sanción le corresponda intervenir y, por último, ha de cuidar que el
procedimiento se lleve a efecto con escrupulosa observancia de los requisitos
exigidos en el CPP para su viabilidad”.43
Continuando con el análisis del primer requisito de admisibilidad, cabe aquí
recordar el numeral 1 del Art. 379 Pr. Pn., que dice: “Que el fiscal solicite una
pena no privativa de libertad o de prisión hasta de tres años”. En razón del
numeral trascrito, puede observarse que no determina qué clase de delitos se
puede aplicar el referido procedimiento especial, mas bien condiciona al fiscal a
pedir una pena no privativa de libertad o de prisión hasta de tres años; ahora bien,
al tenor del Art. 18 del Código Penal, el cual clasifica los delitos en graves y
menos graves; si tiene en cuenta el limite de la pena; se infiere, entonces, que la
figura del Procedimiento Abreviado es aplicable a todos los delitos menos graves.
No obstante, debe tenerse presente los delitos graves, en cuanto su pena mínima
sea de tres años; es decir que el Fiscal para requerir pena hasta de tres años,
debe tener parámetros tales como, que el mínimo de la pena no supere los tres
años de prisión. Del mismo modo, debe apreciar; en el caso de delito imperfecto o
tentado (Art. 24, 68 Pr. Pn.); en la situación de error de tipo o de prohibición (Art.
28, 69 Pr. Pn.) y de las circunstancias que atenúan la responsabilidad penal (Art.
29, 64 ). Lo que implica en materia de delitos graves una reducción de la pena, lo
que conlleva a que el mínimo de la pena no supere los tres años.
43
Vid., Ibíd., Cf., Pág. 658,659 y 660
54
Por otro lado, el procedimiento abreviado no resulta aplicable a los delitos
de acción privada, al respecto alude el Código Procesal Penal en su artículo 19,
inciso 2o y 3o, dice: “Corresponde a la Fiscalía General de la República ejercer la
acción penal publica, para la persecución de oficio de los delitos en los caso
determinados por este Código; asimismo, cuando la persecución debe hacerse a
instancia previa de los particulares.
Corresponde a los particulares en los casos determinados por la ley, el
ejercicio de la acción penal privada”.
El numeral 2 del artículo 379, establece: “Que el imputado admita el hecho
y consienta la aplicación de este procedimiento, sin perjuicio de incluir en su
manifestación otros hechos o circunstancias que considere convenientes”. En el
literal B, numeral 4, de este trabajo se dejo en evidencias que la conformidad
sobre la existencia del hecho y su participación conforme lo relata el fiscal en su
requerimiento, no se trata de una confesión, ya que si el Tribunal no admite la
aplicación del procedimiento abreviado el caso se sustanciara conforme al
procedimiento común. En esta situación el Juez, no vincula al fiscal, tampoco la
admisión de los hechos por el imputado será considerado como una prueba útil en
el juicio plenario.
Como con precisión destaca Seoane Spiegelberg,” El hecho admitido será
el que es objeto de imputación en la causa (Art. 8 y 87del CPP). Es necesario,
por lo tanto contar con el consentimiento del imputado sobre dos concretos
extremos: el hecho delictivo, y la aplicación del procedimiento abreviado; pues
pueden conocerse los hechos imputados, pero disentir de la aplicación de este
procedimiento especial, por ejemplo por no conseguirse una conformidad con la
pena, o por entender concurrente una causa excluyente de responsabilidad
criminal.
La conformidad del imputado deberá reunir una serie de requisitos, que
podemos sintetizar de la forma siguiente: 1) que sea absoluta, es decir no
supeditada a condición, plazo o limitación de clase alguna; 2) personalísima:
dimanante del propio imputado y ratificada ante el Juez, 3) voluntaria, o lo que
es lo mismo consciente y libre, extremo que implica el conocimiento de las
consecuencias de la misma, a tal efecto será asesorado por defensor que deberá
cuidar que el imputado ha prestado su consentimiento libremente; 4) formal,
reuniendo las solemnidades que la ley procesal establece; 5) vinculante, una vez
exteriorizada en legal forma; 6) de doble garantía , pues se exige el control por
su defensor y ratificación judicial…”.44
El numeral 3 del artículo 379, dice “Que el defensor acredite que el
imputado ha prestado su consentimiento Libremente”. Aquí cabe recordar lo
44
Vid., Ibíd., Cf., Pág. 656.
55
señalado en el literal B, numeral 1, de este trabajo: el consentimiento del imputado
deberá ser acreditado por su defensor, garantizando su derecho de defensa; por
ello, el abogado defensor debe explicar las posibles consecuencias jurídicas
(privación de libertad, responsabilidad civil, inhabilitaciones, etc.), de consentir y
admitir los hechos a fin de acelerar el proceso. A mí entender, debería
documentarse el acreditamiento que el imputado ha prestado su consentimiento
libremente y, además, el imputado tiene pleno conocimiento de las consecuencias
jurídicas de la aplicación del Procedimiento Abreviado.
De lo contrario trasgrede el limite constitucional, por lo tanto si el Juez
considera que no ha sido asesorado por un defensor, no debería admitir la
aplicación del Procedimiento Abreviado, con el agravante de que el proceso sea
nulo absolutamente, según lo establecido en el Art. 224 No. 4, en relación con el
Art. 254 Inc. 4 y 5 Pr. Pn.
Spiegelberg, ha señalado que “Por parte del defensor, cuya intervención
deviene obligatoria, toda vez que un imputado gozará del derecho irrenunciable a
la asistencia y defensa de un abogado, desde el momento de la detención o
desde que tenga la calidad del imputado hasta el fin de la ejecución de la
sentencia (Art. 10 del CPP), sin que el hecho de que se siga este procedimiento
deba suponer la merma de las garantías procesales (Art. 18 de dicho texto legal);
deberá cuidar que el imputado preste su consentimiento de su decisión, recibiendo
la correspondiente información de las consecuencias que derivan de su
conformidad, extremo sobre los que será informado por su defensor, que no
tolerará y denunciará cualquier intento de conminar al imputado a doblegarse de a
la pretensión acusatoria a través de medios ilegítimos. En el caso de que el
defensor entienda que el imputado no presta libremente su consentimiento, así lo
deberá informar al juez”.45
Por consiguiente la aplicación del referido procedimiento especial, debe
someterse al control jurisdiccional, conlleva que el tribunal deberá controlar tanto
la voluntariedad y pleno conocimiento del hecho admitido como las pruebas
recolectadas. Finalmente, es menester señalar que la acreditación del defensor,
debe tener su origen en un acuerdo previo con el imputado, quién tiene derecho a
ser uso de su defensa material.
El numeral 4 del artículo 379, manifiesta “El consentimiento de la víctima o
del querellante. En caso de negativa, el Juez apreciara las razones expuestas,
pudiendo llevar adelante el Procedimiento abreviado aún sin el consentimiento de
la víctima o del Querellante”.
Con apego a los derechos regulados en el Art. 13 ,1o, 2o, 3o, 5o. Pr Pn.; la
víctima tiene el derecho reconocido a intervenir en el procedimiento en la forma
45
Vid., Ibíd., Cf., Pág .657
56
establecida en la ley. Y con forme al numeral descrito la víctima o el querellante
deberán prestar su consentimiento, si bien el mismo no es vinculante para el Juez;
si la víctima o querellante no esta de acuerdo a la aplicación de tal procedimiento,
deberá fundamentar su negativa, si no lo hace y simplemente dice no estar de
acuerdo; el Juez en base a las reglas de la sana crítica (Art. 162 Inc. 3o. Pr.
Pn.) Y habiéndose cumplido los requisitos que la ley establece, procederá a su
respectiva aplicación.
Por otra parte, la conformidad puede prestarse ante el Juez de Paz en la
audiencia inicial, el cual de admitir la misma resolverá conforme el procedimiento
abreviado (Art. 55.1 y 256.7), o ante el Juez de Instrucción (Art. 54.1 y 320.6).
Por tanto el órgano Jurisdiccional deberá comprobar la concurrencia de los
requisitos que posibilitan la aplicación del procedimiento abreviado.
Con todo, el Órgano jurisdiccional esta en la potestad de denegar la
aplicación del Procedimiento Abreviado; si faltan los requisitos previstos en la ley
para su aplicación; si la pena solicitada por el fiscal no es legalmente procedente;
si las circunstancias concurrentes, tales como: modificativas de responsabilidad,
grado de ejecución o participación delictivas, no se adecuan a la norma jurídica
procesal penal, sino que solo han servido de motivo para sustanciar el proceso a
través del aludido procedimiento especial.
El numeral 5 del artículo 379, establece que “La existencia de coimputados
no impedirá la aplicación de estas reglas a alguno de ellos”. , es decir que no
precisa la conformidad de todos, basta que uno de ellos solicite la aplicación del
referido procedimiento especial. Cabe cuestionar, ¿si la conformidad de la
admisión de los hechos afecta a los coimputados que se someten al procedimiento
común?; es a nuestro entender, que no perjudica a los coimputados que se
someten al procedimiento común, ya que en virtud del (Art. 380 inc. último pr. Pn.)
ni al propio imputado, que acepto los hechos le podrá ser considerada como una
prueba útil durante el procedimiento común.
Los anteriores requisitos son los que la ley establece como presupuestos
indispensables para la aplicación del procedimiento abreviado, de tal forma que si
uno de ellos falta el referido procedimiento especial no podrá ejecutarse. Sin
embargo, toda regla tiene su excepción, esta la encontramos en el numeral cuarto
del artículo en comento; expresa que procederá la aplicación del procedimiento
abreviado aún sin el consentimiento de la víctima o querellante.
4. Trámite del Procedimiento Abreviado
El Art. 380, de nuestra normativa procesal penal, dice en su primer inciso:
“Cuando los sujetos mencionados en el artículo anterior acuerdan este
procedimiento fuera de una audiencia presentarán conjuntamente un escrito,
57
acreditando todos los requisitos previstos en el mismo artículo y requerirán al juez
una audiencia para su tratamiento”.
El inciso primero de este artículo se refiere a los requisitos formales que
deben respetarse para solicitar el procedimiento, cuando el fiscal, imputado y
defensor hayan acordado solicitarlo fuera de una audiencia, será pedida al juez o
tribunal mediante un escrito. Por supuesto, deben acreditar los tres requisitos o
condiciones comentados anteriormente, a la vez solicitarán una audiencia para
proceder con tal medida.
El inciso segundo del artículo en comento literalmente dice “Cuando este
acuerdo se produzca, en una audiencia, el acta contendrá los mismos requisitos”.
En estos casos si el acuerdo es producido en audiencia, debe el tribunal
establecer los mismos requisitos de admisibilidad en una acta.
El inciso tercero del Art. 380 Pr. Pn., dice: “El juez oirá al imputado y dictará
la resolución que corresponda, sin más trámite. Si lo considera necesario podrá
oír a la víctima o al querellante, salvo que ella lo haya solicitado, caso en el cual,
estará obligada a oírla”. Este inciso, vincula al juez a oír al imputado antes de
resolver el asunto, esto es fundamental, por que el tribunal tiene la atribución y
obligación de cerciorarse que al imputado se le hayan respetado las garantías
mínimas procesales; es decir que no haya sido presionado directa o
indirectamente, o engañado para acceder al aludido procedimiento especial.
Por otra parte, en relación a la víctima, es facultad del juez oírla o no, al
menos en principio, por que si ella ha solicitado intervenir, obliga al juez también
a oírla. Somos de la opinión que el fiscal promueva la intervención de la víctima
a fin de darle transparencia a la ejecución del evento; y resguardar los derechos
que justamente le corresponden a la misma. (Art. 13 Inc. 1° ,2° y 3° Pr.Pn.). 46
El inciso cuarto reza: “El juez absolverá o condenará, según corresponda.
Si condena, la pena impuesta no podrá superar la requerida por el fiscal”. Por su
puesto que Luego de oír al imputado y eventualmente a la víctima, el juez debe
dictar sentencia, esta puede ser absolviendo o condenando al imputado según
corresponda, en atención; a si el hecho reconocido es constitutivo o no de delito; si
el reconocimiento de los hechos tendrían o no eficacia probatoria en el juicio. Si
bien la disposición no expresa taxativamente que el juez este facultado para
imponer otra menor, puede hacerlo. Además, dicha sentencia puede ser
absolutoria, ya sea por que los hechos admitidos por el imputado no sean
constitutivos de delitos, que exista una causa de justificación o de inimputabilidad
46
El numeral uno del articulo 13 establece que la victima tiene derecho a “…intervenir en el procedimiento penal,
conforme a lo establecido en este código”; el numeral dos dice: “A ser informado de los resultados del procedimiento,
aun cuando no haya intervenido en él” y el numeral tres expresa “A ser escuchado antes de cada decisión que implique
la extinción o suspensión de la acción penal, siempre que ella lo solicite”.
58
penal como la prescripción, el padecimiento de enfermedad incurable en período
terminal (Art. 96 Pn.) o en legítima defensa (Art. 27 pn. ) etc.
El inciso quinto dice:”La sentencia contendrá los requisitos previstos en este
Código, de modo conciso”. La disposición legal en comento, determina que tales
requisitos se incorporarán en forma breve, es decir que el juez debe fundamentar
su resolución; por un lado es un deber, y por el otro una atribución legal del
juzgador, pues de lo contrario, se expone a que se impugne la resolución. En la
resolución dictada de la aplicación del Procedimiento Abreviado, no son
procedentes los recursos de revocatoria Art. 414 al 416 Pr. Pn., tampoco los
recursos de apelación Art. 417 al 420 Pr. Pn., el único medio de impugnación
que es aplicable a dicha resolución es el recurso de CASACION, según el Art.
422 Pr. Pn.
Finalmente en el inciso sexto establece que “Si el juez no admite la
aplicación del procedimiento abreviado, ordenará la continuación del trámite
ordinario. En este caso, el requerimiento anterior no vinculará al Fiscal ni la
admisión de los hechos por parte del imputado podrá ser considerada como una
prueba útil durante el procedimiento común”. En consideración a lo dispuesto en
este inciso, el juez no admite la aplicación del aludido procedimiento porque;
pueda existir discrepancia en la calificación jurídica del delito; discrepancia del
juzgador con la pena concreta solicitada por el fiscal y por considerar que existen
razones para estimar que el hecho admitido en relación a los elementos
aportados en el requerimiento fiscal, pueden razonablemente entenderse no
acontecidos en la realidad.
En el escrito “Nociones sobre el Labor del Fiscal en el Nuevo Proceso
Penal” señalan que “… la petición del fiscal de aplicar el procedimiento, no es
vinculante para el juez, es decir, él está facultado para admitirlo o inadmitirlo. Si
no lo admite, deberá ordenar la continuación del procedimiento ordinario ; en
este supuesto, el fiscal, no está tampoco vinculado por el requerimiento anterior
y en relación al imputado, no puede tomarse como prueba; ni siquiera puede
considerarse la admisión de los hechos que haya realizado.
El fiscal entonces debe olvidarse por completo de la aceptación de los
cargos por el imputado, no podrá utilizarlos en ningún momento. Esto significa
que si el procedimiento común no permite en todo su desarrollo ninguna salida
alterna del proceso penal y llega hasta el juicio oral, tal conformidad no puede
ser utilizada ni siquiera en forma disimulada o insinuada por el fiscal…”.47
47
“Nociones sobre el Labor del Fiscal en el Nuevo Proceso Penal” Proyecto de Reforma Judicial II. USAID. UTE. EL
Salvador. FGR. 1998, Pág. 151
59
Una última nota: es pertinente destacar las diferencias principales entre el
Proceso Común y el Procedimiento Abreviado: al respecto señala Gloria Isabel
Gómez Rivas, señala las siguientes diferencias entre ambos procesos.
a) En cuanto al Procedimiento Abreviado el Juez de Paz o el de Instrucción dicta
sentencia ya sea absolviendo o condenando al imputado, y es el único caso en
que estos lo pueden hacer. En el proceso común la sentencia solamente la
puede dictar el tribunal de sentencia o en su caso el tribunal de jurado.
b) En el Procedimiento Abreviado se evita el debate oral para que el Juez dicte
sentencia, no es requisito que las partes debatan, basta el acuerdo entre ellas.
En el proceso común se requiere el cumplimiento de una serie de instancias
para poder llegar a obtener una sentencia y se da el debate oral.
c) El Procedimiento Abreviado cuando es propuesto en audiencia preliminar el
Juez de Instrucción dictará sentencia absolviendo o condenando.
En el proceso común el tribunal de instrucción es el que valora la prueba que
puede ofrecer para la vista pública.
d) El Procedimiento Abreviado permite omitir a las partes que debatan de forma
oral lo concerniente a los elementos de prueba presentadas.
En el proceso común se requiere que las partes debatan y manifiesten de una
forma oral sus alegatos haciendo referencias a los medios y elementos de
prueba en la vista pública.
e) El Procedimiento Abreviado es uno de los casos en que el Juez de Paz y de
Instrucción valora la prueba y dicta la sentencia la sentencia respectiva.
En el procedimiento común los Jueces de Paz y de Instrucción no pueden
valorar prueba para dictar sentencia pues su función es valorar si existen de
elementos o indicios de participación del imputado y de la existencia del ilícito y
determinar si es pertinente que el proceso continúe.
f) En el Procedimiento Abreviado se suprime todo debate y alegato oral. En el
proceso común se le da cumplimiento a la publicidad y a la oralidad.48
48
Gomez Rivas, Gloria Isabel y otros: “El procedimiento...”. Op. Cit. Pag. 44.
60
D.
Consideraciones Diagnosticas sobre la Aplicación del Procedimiento
Abreviado
1.
Análisis de datos sobre la Aplicación y Tasa de Crecimiento del
Procedimiento Abreviado
A partir del veinte de abril de mil novecientos noventa y ocho, la Función
Penal del Estado (Ius Puniendi) en nuestro país, ha adquirido un cambio
trascendental. Por su parte Víctor Moreno Catena, señala que “…todos los
grandes cambios estructurales y de fondo que presenta el nuevo modelo de
proceso penal puede decirse que viene de la mano de un doble factor, a partir del
principio de soberanía de la ley: el reconocimiento y el respecto más escrupuloso
del derecho de libertad de los individuos y la importación a Francia del jurado
británico. Estos dos elementos son los que motivan todo el resto de nuevos
principios del proceso penal”.49
Con ello también, la normativa Procesal Penal trajo, una Institución
Novedosa, que persigue resolver la situación jurídica de una persona, en cuanto a
la persecución de un hecho delictivo, a través de un trámite abreviado
denominado Procedimiento Abreviado.
El presente apartado tiene por objeto el conocimiento cuantitativo y
cualitativo de la aplicación del Procedimiento Abreviado en nuestro país; por lo
que se utilizó la investigación realizada por Eduardo A. Urquilla, publicada en la
revista jurídica Actualidad, investigación que tuvo como fuente, Información
estadística de la Fiscalía General de la República, de la Procuraduría General de
la República y en base a una muestra de 67 expedientes estudiados, en cuatro
Departamentos del país: San Salvador, Santa Ana, San Miguel y San Vicente.
Por nuestra parte, a fin de enriquecer la investigación emprendimos la
búsqueda de datos correspondiente al año 2001; la Fiscalía General de la
República, manifestó estarlos consolidando, por su parte la Procuraduría General
de la República, nos proporcionó únicamente el total de los caso atendidos por
dicha Institución; para el año 2001, el total de los casos vistos ascendieron a
44862 y con respecto al Procedimientos Abreviado se atendieron 1374 casos.
49
Catena, Víctor Manuel.: “Derecho Procesal Penal Salvadoreño” 1a edición, Editorial, Justicia de Paz (CSJ-AIEC), AÑO
2000. Pág. 3
61
Cuadro 1
Delitos sujetos a Procedimiento Abreviado y procedimientos Abreviados
Realizados.
1998-2000
(Cifras absolutas y porcentajes)
Procedimientos
Delitos sujetos a
Abreviados
Porcentaje
Año
Procedimiento
Realizados
Abreviado
1998
40712
81
0.20
1999
10046
640
6.37
2000
2001 *
70308
44862
1059
1374
1.51
3.06
Fuente: FGR/PGR/Revista Jurídica. Actualidad. Año 5, 2001. Eduardo A. Urquilla. ”Aplicación de
las Salidas Alternas al Sistema Penal Salvadoreño”.- FGR.
El cuadro 1 muestra el grado de aplicación del Procedimiento Abreviado, en
comparación con el total de delitos y faltas con una pena no privativa de libertad o
con una pena de tres años; apreciándose para el año 1998, de 40712 delitos y
faltas, el 0.20 %, corresponde a aquellos que se les aplicó el referido
procedimiento; de los 10046, delitos correspondientes al año 1999, el 6.37 %, se
tramitaron vía procedimiento abreviado; para el año 2000, los procedimientos
abreviados realizados, alcanzaron, el 1.51 %, de un total de 70308 delitos y faltas;
en el año 2001, de 44,862 delitos, el 3.06% corresponde a procedimientos
abreviados realizados.
Por lo anterior, podemos decir que el grado de aplicación del procedimiento
abreviado para el año de 1998, en comparación con el resto del período, reporta
un menor grado de aplicación, porcentaje que se justifica si tenemos en cuenta
que es en este año que se implementa el Código Procesal Penal Vigente; Aunado,
el hecho que para nuestra comunidad jurídica el procedimiento abreviado es una
Institución novedosa.
Con relación al año 1999, se observa un aumento de la aplicación del
procedimiento abreviado, tanto en cifras absolutas y relativas; cabe señalar que el
aumento del grado de aplicación del procedimiento tiene su asidero en la
considerable disminución de los delitos y faltas sujetos al aludido procedimiento;
no así con su aumento en cifras absolutas que de 81 casos conocidos en 1998,
paso a 640 casos en 1999, lo cual proveía un mayor interés o convencimiento de
la utilidad social o de política criminal en su aplicación.
Para el año 2000, la aplicación del procedimiento abreviado, mantiene su
tendencia al aumento, en valores absolutos; pasando de 640 casos favorecidos
62
con el trámite abreviado a 1059, para este año en referencia; sin embargo, el
grado de aplicación porcentual, se ve reducido hasta el 1.51%; para el año 2001,
se alcanzo un porcentaje de 3.06 por ciento de un total de 44862 caso vistos por
la Procuraduría General de la República. Finalmente podemos inferir que el uso y
aplicación del procedimiento abreviado mantiene una trayectoria ascendente
durante el período 1998/2001.
Año
1998
1999
2000
2001 *
Cuadro 2
Procedimientos Abreviados Aplicados.
1998-2000
(Cifras absolutas)
Procedimiento
Crecimiento
Abreviado
Absoluto
81
640
559
1059
419
1374
315
Tasa de
Crecimiento
87 %
40 %
23 %
Fuente: Revista Jurídica. Actualidad. Año 5, 2001. Eduardo A. Urquilla. ”Aplicación de las Salidas
Alternas al Sistema Penal Salvadoreño”.
* PGR.
El cuadro 2 muestra el crecimiento anual de los procedimientos abreviados
aplicados durante el período 1998/2001; si bien, muestra una tasa de crecimiento
negativo con respecto al año anteriores, se debe principalmente que su
comparación se realiza con el año de su implementación, insistimos que durante
dicho período, al menos en valores absolutos muestra una tendencia positiva. La
tasa de crecimiento de dicho período corrobora los datos y comentarios anteriores.
Cuadro 3
Procesos penales ingresados y Procedimientos Abreviados
Aplicados, por tribunales de Justicia.
Abril 1998- Octubre 2000
(Cifras absolutas y Porcentajes)
Procesos
Procedimientos
Tribunales
Porcentaje
Ingresados
Aplicados
Juzgado de Paz
Juzgado de
Instrucción
Total
17965
43
0.24
9301
252
2.71
27266
295
1.08
Fuente: Revista Jurídica. Actualidad. Año 5, 2001. Eduardo A. Urquilla.”Aplicación de las Salidas
Alternas al Sistema Penal Salvadoreño”
63
Así en el cuadro 3, refleja el grado de aplicación de los Procedimientos
Abreviados por tribunales competentes; puede observarse que, los Juzgado de
Instrucción marcar una mayor preponderancia en la aplicación del referido
procedimiento, de un total de 9301, procesos ingresados, el 2.71 % se resolvieron
aplicando un tramite abreviado; los Juzgado de Paz, les corresponde 0.24%, de
17965 procesos ingresados a dicho tribunal. Por lo anterior, a nuestro entender, el
Ministerio Público, podría modificar la presente estructura, a fin de que un mayor
porcentaje de los procesos ingresados al sistema se resuelvan en los tribunales de
Paz. Con el consecuente impacto en el ahorro de recursos (economía procesal) y
la de eliminar la incertidumbre que pueda tener el imputado de no definirse su
situación desde la audiencia inicial
2. Delitos Aplicables al Procedimiento Abreviado
Cuadro 4
Delitos Aplicables en el Procedimientos Abreviados.
Abril 1998 - Octubre 2000
(Porcentajes)
DELITOS
PORCENTAJE
Fabricación,…de Armas de fuego o explosivos Caseros o
Artesanales
27.53
Lesiones Graves
8.68
Hurto Agravado (Tentativa)
5.79
Hurto (Tentativa)
4.35
Conducción de Mercaderías de Dudosa Procedencia
4.35
Amenazas Agravadas
4.35
Posesión y Tenencia de Droga
4.35
Resistencia
4.35
Desobediencia en caso de Violencia Intrafamiliar
2.90
Encubrimiento
2.90
Receptación
2.90
Robo Agravado (tentativa)
2.90
Uso de documentos Falsos
2.90
Robo ( Tentativa)
2.90
Aborto Consentido y Propio
1.45
Abuso del Derecho de Corrección
1.45
Acoso Sexual
1.45
Comercio, Tráfico y Almacenamiento Ilícito de Droga
1.45
Desobediencia de Particulares
1.45
Disparo de Arma
1.45
Evasión Violenta
1.45
64
Falso Testimonio
Incumplimiento de los Deberes de Asistencia
Inducción, Promoción y Favorecimiento de la Prostitución
Otras Agresiones Sexuales
Privación de Libertad Agravada
Violación de los Derechos de Autor y Derechos Conexos
TOTAL
1.45
1.45
1.45
1.45
1.45
1.45
100.0
Fuente: Revista Jurídica. Actualidad. Año 5, 2001. Eduardo A. Urquilla. ”Aplicación de las Salidas
Alternas al Sistema Penal Salvadoreño”.
El Art. 379, 1. Pr. Pn., señala que para que se pueda seguir el
Procedimiento Abreviado, el fiscal debe solicitar por el delito imputado una pena
no privativa de libertad o una pena de prisión hasta de tres años, por tanto el
referido Procedimiento, se aplica a delitos menos grave; igualmente a los delitos
graves con pena mínima de tres años de prisión o en el caso que la pena minima
del delito se reduce y no exceda de tres años, ya sea por una causa atenuante o
por tratarse de un delito tentado (Art. 18 Pr.Pn.)
Al respecto, el cuadro 4 presenta los delitos sometidos al Procedimiento
Abreviado en el período 1998/2000; mediante el cual puede observarse dos
situaciones relevantes: Por un lado, el delito de Fabricación, Portación, Tenencia o
Comercio Ilegal de Armas de Fuego o Explosivos Caseros o Artesanales, tipificado
en el Art. 346-A Pr. Pn., y sancionado con prisión de tres a cinco años, es el más
tramitado con el aludido procedimiento, con un 27.53 por ciento; por el otro, refleja
que un porcentaje del 4.35 por ciento, de los delitos aplicados por los jueces
tienen penas mínimas de cuatro y cinco años, como son el Robo Agravado
(Tentativa) y Comercio, Tráfico Y Almacenamiento Ilícito de Drogas. En este
punto, el Tribunal debió resguardar el principio de legalidad, rechazando la
solicitud de aplicación del Procedimiento Abreviado, basado únicamente en que el
referido artículo en comento, fija un límite al tribunal de no admitir el trámite
abreviado para aquellos delitos penados hasta de tres años, es decir para delitos
menos graves.
65
3. Aspectos procesales y participación de las partes
Cuadro 5
Iniciativa de Propuesta de Procedimiento Abreviado por las Partes en diferentes
momentos del Proceso Penal.
Abril 1998- Octubre 2000
(Cifras absolutas y Porcentajes)
AUDIENCIA
AUDIENCIA
INICIATIVA
TOTAL
%
INICIAL
PRELIMINAR
Fiscal
19
32
51
76.12
Querellante
0
1
1
1.49
Defensa
5
10
15
22.39
Fuente: Revista Jurídica. Actualidad. Año 5, 2001. Eduardo A. Urquilla. ”Aplicación de las Salidas
Alternas al Sistema Penal Salvadoreño”.
Al comparar la Iniciativa de Propuesta del Procedimiento Abreviado por las
Partes en los diferentes momentos del Proceso Penal, puede observarse en el
cuadro 5, que si bien, La parte Fiscal tuvo el 76.12 por ciento en las iniciativas de
propuestas en la aplicación del procedimiento; la Defensa participó solo con el
22.39 por ciento; se infiere que por parte de la defensa existe poco interés en
proponer la aplicación de dicho procedimiento; ya sea como estrategia para
acelerar el enjuiciamiento en beneficio del propio defensor que vera reducida su
actividad o de evitarle al imputado el efecto social que sufre su imagen, como
aliviar la carga que tendría en el proceso común de afrontar una condena mayor.
No sería justo, no intercalar los comentarios realizados por abogados
defensores en el sentido, que poco pueden mejorar los datos estadísticos, en
relación con la iniciativa de propuesta del procedimiento abreviado por parte del
defensor; si se tiene en consideración que es propio del fiscal el solicitar el
enjuiciamiento especial y; además, cuando procede a iniciativa del defensor no
es documentado el arreglo previo a las audiencias.
SOLICITUD
CON PENA
SIN PENA
Cuadro 6
Solicitud Fiscal Respecto a la Pena.
Abril 1998- Octubre 2000
(Cifras absolutas y Porcentajes)
TOTAL
60
7
PORCENTAJE
89.55
10.45
Fuente: Revista Jurídica. Actualidad. Año 5, 2001. Eduardo A. Urquilla. ”Aplicación de las Salidas
Alternas al Sistema Penal Salvadoreño”.
66
En lo que concierne a la concreta sanción punitiva solicitada por el fiscal, en
el cuadro 6, se puede observar que el 89.55 por ciento de las solicitudes el fiscal
realizó la estimación de la pena; y en el resto de las solicitudes no la estimó,
situación que representa el 10.45 por ciento del total de casos en estudio; en este
último punto se ve quebrantado el principio de legalidad por el incumplimiento de
la normativa procesal penal. (Art. 379, 1. Pr. Pn.); En este caso el Juez deberá
decretar inadmisible el Procedimiento Abreviado, debido a la inobservancia de
parte del fiscal de un requisito objetivo fundamental.
Cuadro 7
Admisión del Hecho y Consentimiento por parte del Imputado.
Abril 1998- Octubre 2000
(Porcentajes)
REQUISITOS
SI
NO
TOTAL PORCENTAJE
TOTAL
PORCENTAJE
Admisión del Hecho
63
94.03 %
4
5.97 %
Consentimiento
62
92.53 %
5
7.47 %
Fuente: Revista Jurídica. Actualidad. Año 5, 2001. Eduardo A. Urquilla. ”Aplicación de las Salidas
Alternas al Sistema Penal Salvadoreño”.
EL Código Procesal Penal, en su Art. 379. 2, reza que el imputado debe de
admitir el hecho y consentir en la aplicación del Procedimiento Abreviado, el
cuadro 7, muestra que el 5.97 por ciento, de los caso investigados no se dejó
constancia expresa de que el imputado admitió el hecho; por otra parte, el mismo
cuadro refleja que el 7.47 por ciento de los Procedimientos Abreviados, el
imputado no expreso su consentimiento. En este punto, es evidente que se viola
su derecho de defensa cuando al imputado no se le ha reclamado que admita el
hecho y su conformidad; consecuentemente se menoscaba su derecho a
contradecir los extremos de la acusación; violando su derecho de defensa; el Juez
debe declarar la nulidad del acto pertinente. (Art. 224, 6. Pr.Pn.)
Lo anteriormente expuesto, contradice la tesis de la limitación del poder
punitivo del Estado, cuando sus operadores de justicia quebrantan la ley
establecida, haciendo caso omiso de las garantías mínimas Constitucionales.
67
Cuadro 8
Acreditamiento del Defensor de que el Imputado ha Prestado su Consentimiento
Libremente.
Abril 1998- Octubre 2000
(Porcentajes)
DEFENSOR
SI
NO
TOTAL PORCENTAJE
TOTAL
PORCENTAJE
Acreditación
42
62.68 %
25
37.32 %
Fuente: Revista Jurídica. Actualidad. Año 5, 2001. Eduardo A. Urquilla. ”Aplicación de las Salidas
Alternas al Sistema Penal Salvadoreño”.
Al analizar la materialización de la defensa técnica, a la que todo imputado
tiene derecho, se ve por el cuadro 8, que el 37.32 por ciento, de los
Procedimientos Abreviados consultados no se hace constar expresamente la
acreditación del consentimiento del imputado por parte de su Defensor. Por lo que
el imputado queda en una situación de total indefinición y aun mas grave si no
admitió el hecho y no dio su conformidad en la aplicación del Procedimiento
Abreviado; en este caso el Tribunal como guardián del cumplimiento de las
garantías Constitucionales, verificada una irregularidad violatoria de ellas; el Juez
debe declarar la nulidad del acto pertinente. (Art. 224, 6. Pr.Pn.).
Cuadro 9
Consentimiento de la Víctima o Querellante.
Abril 1998- Octubre 2000
(Porcentajes)
VÍCTIMA /QUERELLANTE
SI
Consentimiento
NO
TOTAL
PORCENTAJE
TOTAL
PORCENTAJE
50
74.63 %
17
25.37 %
Fuente: Revista Jurídica. Actualidad. Año 5, 2001. Eduardo A. Urquilla. ”Aplicación de las Salidas
Alternas al Sistema Penal Salvadoreño”.
Para la aplicación del Procedimiento Abreviado, la Víctima o Querellante
deberá prestar su consentimiento; si bien el mismo no es vinculante para el juez,
este apreciará las razones expuestas pudiendo llevar adelante el referido
procedimiento especial aun sin el consentimiento de aquello. (Art. 379, 4. Pr. Pn.).
Por lo tanto deberá cumplirse el requisito de actividad formal, de dejar constancia
en un acta la respuesta de la Víctima o Querellante.
Al respecto, el cuadro 9, muestra que el 74.63 por ciento de los
Procedimientos Abreviados la Víctima o el Fiscal han dado su consentimiento; el
25.37 por ciento de los casos no existe registro que haya una respuesta expresa
ya sea positiva o negativa, por parte de la Víctima o Querellante “debido a su
ausencia en la audiencia correspondiente”.50
50
Urquilla, Eduardo A., “Aplicación de las Salidas Alternas al Sistema Penal Salvadoreño", Revista Jurídica, Año 5, 2001.
Unidad Técnica Ejecutiva. Pág. 62.
68
Cuadro 10
Resolución Respecto al Plazo Establecido por el Art. 254 CPP. Por Tribunales
de Justicia.
Abril 1998- Octubre 2000
(Porcentajes)
TRIBUNALES
PLAZO ESTABLECIDO SUPERIOR
AL PLAZO
TOTAL PORCENTAJE
TOTAL
PORCENTAJE
Juzgado de Paz
62
91.67 %
5
8.33 %
Juzgado de Instrucción
58
86.05 %
9
13.95 %
Fuente: Revista Jurídica. Actualidad. Año 5, 2001. Eduardo A. Urquilla. ”Aplicación de las Salidas
Alternas al Sistema Penal Salvadoreño”.
El Art. 380 inciso 3, Pr.Pn., vincula al juez a oír al imputado antes de
resolver el asunto, ya que el tribunal tiene la atribución y obligación de cerciorarse
que al imputado se le hayan respetado las garantías mínimas procesales; por su
parte el Art. 254 Pr. Pn. establece los plazos para convocar a audiencia una vez
recibido el requerimiento fiscal.
El cuadro 10, muestra que tanto en el Tribunal de Paz, como en el de
Instrucción se irrespeto la normativa penal (Art. 254 Pr.Pn.), en un 8.33 y 13.95
por ciento respectivamente.
Cuadro 11
Naturaleza de la Sentencia en los Procedimientos Abreviados.
Abril 1998 - Octubre 2000
(Porcentajes)
SENTENCIA
TOTAL
PORCENTAJE
Condenatoria
63
94.02 %
Absolutoria
4
5.98 %
Fuente: Revista Jurídica. Actualidad. Año 5, 2001. Eduardo A. Urquilla. ”Aplicación de las Salidas
Alternas al Sistema Penal Salvadoreño”.
El cuadro 11, muestra el grado de aplicación del Procedimiento Abreviado,
en comparación con la naturaleza de la sentencia, apreciándose que el 94.02 por
ciento, de los casos investigado han sido de carácter condenatorio y el 5.98 por
ciento, absolutoria.
En lo concerniente a este punto, es importante señalar la comparación que
hay entre la naturaleza de la sentencia y la concreta sanción punitiva solicitada por
el fiscal, reflejada el cuadro 6, en palabras de Eduardo A. Urquilla, “En los
Procedimientos Abreviados donde no cedió cumplimiento al requisito de la
solicitud fiscal de la pena (10.45 %), el 7.46 por ciento ha sido condenatorio y el
69
2.99 por ciento, absolutorias”.51 Lo que contribuye aun más al menoscabo del
principio de legalidad por el reiterado incumplimiento de la ley. Como en todo
caso, que se vulneren las garantías mínimas previstas en la Constitución, en el
Derecho Internacional vigente y en la normativa procesal, el proceso es nulo
absolutamente o en parte. (Art.224, 6. Pr.Pn.).
4. Síntesis
Sin desconocer que el Procedimiento Abreviado es una Institución
novedosa y con gran arraigo utilitario y la necesidad de la búsqueda de
alternativas que simplifiquen y modernicen el proceso penal; por supuesto, sin que
debiliten las garantías mínimas Constitucionales.
En esa dirección Almeyra, precisa que “la simplificación de los
procedimientos constituyen un ideal alcanzable en la medida que no resienta las
cláusulas garantísticas: juicio previo e inviolabilidad de la defensa; incoercibilidad
moral del imputado; estado de inocencia y carga probatoria”.52
Al respecto, no puede soslayarse que en el diagnóstico sobre la aplicación
del Procedimiento Abreviado, refleja un menoscabo a la legalidad y al
cumplimiento de los requisitos objetivos y de actividad del trámite abreviado, de
parte del Fiscal, Defensor y del Tribunal competente. Como Ferrajoli, señala en su
obra “La ley del más débil” con mucha precisión que: “Ninguna mayoría puede
hacer verdadero lo que es falso, o falso lo que es verdadero, ni, por tanto,
legitimar con su consenso una condena infundada por haber sido decidida sin
pruebas. Por eso me parece inaceptables y peligrosas las garantías del justo
proceso y , sobre todo, del proceso penal de las doctrinas “consensualistas” y
“discursivas” de la verdad que nacidas en el contexto de disciplinas muy
diferentes, como la filosofía de las ciencias naturales de (Khun), o la filosofía moral
o política de (Hamermas); algunos penalistas y procesalistas querrían importar
ahora en el proceso penal, quizás para la justificación de esas Instituciones
aberrantes que son las negociaciones sobre la pena. En efecto, ningún consenso,
ni el de la mayoría, ni el del propio imputado puede valer de criterio de
conformación de la prueba. Las garantías de los derechos no son derogables ni
disponibles”.53
Ahora bien, parece que la advertencia de ferrajoli, toma vivencia a la luz de
la información que arrojaron los datos estadísticos sobre la aplicación del
Procedimiento Abreviado en El Salvador, ante las evidencias de
inconstitucionalidad por parte de los Tribunales competentes en la aplicación del
51
52
53
Urquilla, Eduardo A., “Aplicación de las Salidas…” Op., Cit., Pág. 62
Almeyra, Miguel A.: citado por Riquert, Marcelo A., “El debido proceso...” Op., Cit., Pág. 4
Ferrajoli, Luigi, citado por Sormani, María Marta,” El juicio abreviado en el procedimiento contravencional. Verdad
material vs. Verdad consensuada”. Diario Judicial, Buenos Aires, Argentina, 2002. Doctrina Extranjera, Pág. 4
70
aludido procedimiento especial; al respecto el Art. 15, Cn. Reza que “Nadie puede
ser juzgado sino conforme a las leyes promulgadas con anterioridad al hecho de
que se trate, y por los tribunales que previamente haya establecido la ley “. Por su
parte, el Código Procesal Penal es suficientemente claro en señalar en su Art. 18,
que dice: “Las garantías y principios previstos en el mismo serán observado en
todo procedimiento a consecuencia de la cual se puede aplicar una sanción penal
o cualquier disposición restrictiva de la libertad. A partir de la praxis, entiendo
modestamente que es conveniente repensar si es verdaderamente posible el
respeto de las garantías mínimas procesales y el cumplimiento de la ley en la
aplicación del referido procedimiento especial por parte de los Operadores de
Justicia.
Lo anteriormente expuesto, conlleva a reflexionar si ¿la política Criminal
puede validarse por meras cuestiones utilitarias? O bien si, ¿se justifica la
aplicación del Procedimiento Abreviado por el solo convencimiento de solucionar
conflictos, aunque sea de modo ilegal?, por nuestra parte mantenemos la
convicción de que las conclusiones de las consideraciones diagnósticas y de las
ideas precedentes vertidas me llevan al entendimiento que el Procedimiento
Abreviado es una forma rápida y eficaz de solucionar conflictos; por supuesto que,
sobre la base que dicha tramitación debe ser minuciosa y adecuadamente
controlada en el ámbito jurisdiccional, por aquellos a quienes la ley lo ha envestido
de tutelares de nuestra Constitución.
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