04 como ase 7115 32 28/11/06 09:37 Página 1 El futuro de la investigación en España ¿Cómo asegurar una investigación clínica de calidad en nuestros hospitales? La investigación clínica de calidad sólo es posible si la asistencia prestada es también de calidad. La investigación clínica mejora la calidad de los médicos y, en sus distintas vertientes, debe fomentarse como actividad esencial en la práctica de la medicina moderna Antoni Trilla García Unidad de Evaluación, Soporte y Prevención. Hospital Clínic. Universidad de Barcelona. Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS). Barcelona. España. La investigación de calidad en los hospitales La investigación biomédica se caracteriza por incluir un amplio abanico de líneas de actuación, que van desde la investigación fundamental o básica hasta la investigación clínica, la investigación en servicios de salud o la investigación epidemiológica. En todos estos niveles, se pueden formular diferentes preguntas de investigación relevantes para la mejora de la salud de las personas y las poblaciones. Los ciudadanos españoles seguimos confiando en la investigación biomédica (habitualmente la más valorada en todas las encuestas de opinión pública), a pesar de que la cultura científica de nuestra sociedad es todavía escasa. La generosidad y la solidaridad de los ciudadanos, junto con una mayor educación sanitaria de la población y la garantía del cumplimiento de los estándares éticos y de calidad, 28 JANO 8-14 DICIEMBRE 2006. N.º 1.632 . www.doyma.es/jano posibilitan que comprendan y asuman la naturaleza de la investigación biomédica. Es importante, en este contexto, aumentar de forma sostenible la inversión pública y privada en el área de investigación biomédica, y saber transmitir bien a la sociedad las reglas éticas de esta investigación, sus avances reales y sus limitaciones1. La investigación biomédica clínica en España puede entrar en crisis si no se asegura su calidad, una financiación adecuada y sostenible, y si no se contempla la posibilidad de que los médicos y otros profesionales sanitarios reciban formación adecuada en investigación, y dispongan de tiempo para investigar. Los organismos públicos y privados que financian la investigación sanitaria en España deben dar soporte a instituciones con programas de investigación clínica bien establecidos y de calidad contrastada (acreditada)2. La investigación biomédica incluye la denominada investigación clínica, o investigación en pa- 04 como ase 7115 32 28/11/06 09:37 Página 2 Puntos clave • La investigación biomédica clínica en España puede entrar en crisis si no se asegura su calidad, una financiación adecuada y sostenible, y si no se contempla la posibilidad de que los médicos y otros profesionales sanitarios reciban formación adecuada en investigación, y dispongan de tiempo para investigar Àxel Oliveres • Para garantizar en lo posible una investigación de calidad, es necesario asegurar 2 condiciones básicas: la calidad y la integridad individual de los investigadores, así como la calidad y la integridad del sistema institucional que da soporte a dicha investigación • La situación de la investigación biomédica ha experimentado tantos cambios que es poco probable que esta figura del médico-científico pueda ya mantenerse. Es muy difícil que un mismo individuo tenga capacidad de ser un líder en investigación, un buen docente y, a la vez, un gran clínico cientes. Existen diferentes categorías o etapas en el proceso de investigación biomédica clínica. La primera es la denominada investigación traslacional, que incluye el proceso de transferencia de conocimientos y tecnología (diagnóstica o terapéutica) desde el laboratorio hasta la cabecera del paciente, y viceversa, en grupos más bien reducidos de pacientes. Consiste, en sí misma, en la aplicación de los conocimientos básicos (biología molecular, genética) al proceso asistencial. Los ensayos clínicos constituyen el segundo gran grupo dentro de la investigación clínica. Por una parte, cabe considerar los ensayos en fase I o II iniciales, que permiten establecer, en ocasiones, nuevos conocimientos de la enfermedad particular que se investiga; por otra, existen los ensayos en fase III de gran extensión y complejidad, en la mayoría de los casos. La industria farmacéutica está interesada en el desarrollo de estos ensayos siempre que su calidad se mantenga dentro de los estándares aceptados y siempre que estos ensayos se realicen dentro del plazo determinado y sin sobrepasar el presupuesto. La rapidez en reclutar a pacientes válidos para el análisis final y la calidad de los datos son los factores esenciales que las instituciones asistenciales deben ofrecer a la industria, en este caso. Una posible ventaja competitiva de España, si se potencian los recursos humanos y técnicos dedicados a la investigación clínica, es que se pueden llevar a cabo ensayos clínicos de alta calidad (y otros estudios de intervención) sin un especial interés económico para la industria farmacéutica, pero con un interés científico, social y para el sistema sanitario elevado. Finalmente, existe la denominada investigación epidemiológica o de resultados o investigación en servicios de salud, basada en el estudio de poblaciones y que intenta averiguar el papel que distintas estrategias diagnósticas, terapéuticas o variaciones en la práctica clínica pueden tener en los JANO 8-14 DICIEMBRE 2006. N.º 1.632 . www.doyma.es/jano 29 04 como ase 7115 32 28/11/06 09:37 Página 3 resultados finales, tanto sanitarios como económicos, de manera que el proceso asistencial ofrecido puede basarse cada vez más en evidencias científicas. Existen numerosos ejemplos de los beneficios potenciales de este tipo de investigación biomédica traslacional, en ensayos clínicos y en evaluación de servicios de salud. Algunos de ellos incluyen beneficios secundarios, como los derivados de la investigación de nuevas indicaciones para fármacos desarrollados originalmente para otras entidades o enfermedades, basadas en nuevos conocimientos fisiopatológicos o clínicos obtenidos tras la comercialización de fármacos o dispositivos3,4. La experiencia acumulada en las últimas 2 décadas permite afirmar que es necesario que los hospitales dispongan de un marco adecuado en el que se intenten resolver múltiples preguntas que constantemente derivan de la práctica clínica. Es necesario poder acortar el intervalo de tiempo entre la producción de nuevos conocimientos (eficacia) y su investigación en condiciones reales de aplicación (efectividad y eficiencia) en la práctica clínica diaria. Ésta es una cadena interactiva que va desde la investigación básica a la asistencia médica diaria, pasando por la investigación clínica. La práctica clínica proporciona constantemente ideas y desafíos tanto a la investigación clínica como a la básica: a mayor integración de ambas, mejor y más rápida será la posible aplicación de los avances en la prevención y el tratamiento de problemas de salud importantes para los ciudadanos. La investigación biomédica debe contemplarse como una tarea habitual y parte esencial de la buena práctica médica1. La integración de la investigación con la práctica clínica garantiza una mayor calidad de los servicios de salud y una mejor implantación de los avances médicos en la prevención y el tratamiento de las enfermedades, y un cuidado más ético y eficiente de los pacientes. No es posible llevar a cabo una investigación de calidad sin una práctica médica de excelencia y dotada de las mayores garantías de calidad, éticas y técnicas5-7. Para garantizar en lo posible una investigación de calidad, es necesario asegurar 2 condiciones básicas: la calidad y la integridad individual de los investigadores, así como la calidad y la integridad del sistema institucional que da soporte a dicha investigación. Calidad individual: formación y desarrollo profesional de investigadores biomédicos Hace aproximadamente 50 años, en las facultades de medicina de Estados Unidos y Reino Unido se consideraba que los médicos académicos (científicos) eran investigadores con amplia experiencia, capaces, por una parte, de descubrir mecanismos biológicos fundamentales y, por otra, de aplicar a sus pacientes estos avances científicos en el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades. En la actualidad, la situación de la investigación biomédica ha sufrido tantos cambios que es poco probable que esta figura del médico-científico pueda ya mantenerse. Es muy difícil que un mismo individuo tenga capacidad de ser un líder en investigación, un buen docente y, a la vez, un gran clínico. La formación de posgrado actualmente existente en España es excelente. El sistema de especialización MIR ha tenido un éxito notable y su existencia básica no se cuestiona. Sin embargo, la formación específica en investigación durante el período de pregrado y durante la residencia no está contempla30 JANO 8-14 DICIEMBRE 2006. N.º 1.632 . www.doyma.es/jano da. En Estados Unidos existe una dilatada experiencia en programas de investigación básica durante y después de la residencia. El Real Colegio de Médicos de Londres recomendaba, con gran énfasis, la necesidad de crear becas de formación de investigación biomédica posresidencia en los hospitales universitarios de Reino Unido: la investigación biomédica ayudaba al médico a avanzar en el conocimiento científico de la medicina y permitía adquirir una gran capacidad crítica, con lo que mejoraba su formación en medicina asistencial8,9. Es necesario conseguir un ambiente adecuado para el desarrollo de la investigación biomédica, extremo que se hace más evidente cuando se considera la insuficiencia actual del desarrollo de la carrera profesional del investigador en el sistema de salud y la desigual valoración de los méritos de investigación en los sistemas de carrera profesional de los médicos de hospitales. Los hospitales deberían considerar la incorporación sostenible de investigadores jóvenes y de excelencia a sus unidades de investigación, en igualdad de condiciones que el resto de la plantilla médica ordinaria. Estas unidades de investigación deben recibir el máximo apoyo institucional posible y deben someterse periódicamente a un procedimiento objetivo de evaluación de su calidad que incluya su estructura, su proceso y sus resultados. Ante esta situación, es evidente que deben producirse cambios profundos en la enseñanza de la medicina y en la organización de la investigación. La Universidad española debe tomar conciencia de los retos que se avecinan en el siglo XXI y realizar todos aquellos cambios estructurales y organizativos necesarios. España debe entrar y mantenerse con pleno derecho en la órbita de los países científicamente más desarrollados, de los que ha permanecido alejado durante demasiado tiempo2. Deben realizarse, además, los esfuerzos necesarios para que los futuros profesionales de la medicina tengan suficientes conocimientos básicos y clínicos que les permitan incorporarse con relativa rapidez al mundo científico moderno y a la medicina asistencial actual y del futuro. No se sostiene que, en el siglo XXI, muchas facultades de medicina ignoren por completo la formación en investigación clínica o en bioética aplicada a la investigación, por emplear sólo 2 ejemplos. Es imprescindible que los conceptos clásicos imperantes en la enseñanza de la medicina y la investigación biomédica se renueven con urgencia y se adapten a la realidad actual. Calidad estructural: los institutos de investigación biomédica La investigación biomédica se realiza con la participación de hospitales, universidades y centros de investigación, así como empresas del sector farmacéutico, biotecnológico y médico. La investigación biomédica se divide clásicamente en 2 modelos: la investigación básica o fundamental, realizada habitualmente en instituciones universitarias y en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y la investigación clínica o aplicada (desarrollo), llevada a cabo mayoritariamente en hospitales, la mayoría docentes y vinculados a universidades. La investigación clínica de calidad sólo es posible si la asistencia prestada es también de calidad10. La investigación clínica mejora la calidad de los médicos y, en sus distintas vertientes, debe fomentarse como actividad esencial en la práctica de la medicina moderna. Los hospitales, en tanto que centros de investigación, deben desarrollar proyectos específicos de in- 04 como ase 7115 32 28/11/06 09:37 Página 4 TABLA I. Algunos criterios de calidad evaluables para la acreditación de institutos de investigación biomédica Estructura y sistema de gestión de la I + D + I Estructura y fines del Instituto de Investigación. Vinculo jurídico Estructura organizativa Recursos económicos Documentación del sistema de gestión y de actividades y resultados Cualificación y experiencia del personal Recursos bibliográficos Compras Inventario Equipamientos científicos Plan de seguridad en casos de emergencia Seguridad informática Protección del medioambiente Análisis de la actividad científica Plan estratégico Política de calidad y buena práctica científica Planes de formación del personal Alerta de innovaciones científicas o técnicas Sistemas de medición, análisis, mejora, protección y difusión de la actividad investigadora Actividad investigadora prescindibles para optar a la acreditación de calidad a la que se refiere el Real Decreto 339/2004. Existen criterios imprescindibles (cuyo incumplimiento implica una no conformidad mayor), y criterios recomendables y alcanzables a medio plazo (para los que se señala un período de 5 años para lograr su implantación). La guía de evaluación se actualizará periódicamente para asegurar su validez y el cumplimiento de los objetivos fijados: promocionar la I + D en los centros del Sistema Público de Salud, integrar grupos de investigación de diferente procedencia y perfil y contribuir a fomentar la investigación traslacional. Los contenidos de la guía evalúan la puesta en práctica de sistemas de calidad de la investigación que se lleva a cabo en los institutos de investigación sanitarios (entendiendo como tales los que son resultado de la asociación a los hospitales del Sistema Nacional de Salud de universidades y otros organismos públicos o privados de investigación). La idea de partida es que los sistemas de gestión de la calidad garantizan la optimización de recursos y su viabilidad, y contribuyen al fin último de incentivar la mejora continua de la calidad de la I + D en el Sistema Nacional de Salud. Se busca asegurar niveles contrastados de calidad de la gestión de estos institutos y contribuir a la mejora de la calidad de la investigación sanitaria, sin que ello tenga que interferir en las estrategias de gestión, ni en las políticas de investigación que los distintos centros sanitarios y los institutos de investigación puedan llevar a la práctica. Es un primer paso quizá modesto, pero muy importante, en la buena dirección (tabla I).J Actividad formativa de I + D + I Alianzas con otras instituciones y empresas Memoria de actividades Difusión y transferencia de resultados de investigación Orientación a la mejora vestigación clínica. Una de las soluciones apuntadas para mejorar este proceso de traslación se basa en la creación de institutos de investigación biomédica multidisciplinarios, organizados horizontalmente, con un fuerte componente clinicoasistencial1. Bajo esta óptica moderna, no tiene mucho sentido potenciar centros de investigación biomédica en los que no se atienda a pacientes. Los investigadores biomédicos deben percibir los problemas de salud como una realidad próxima. El núcleo básico, fundamental e insustituible es el hospital y el sistema de atención primaria (ámbito con particularidades propias que no es objeto de esta reflexión). La Orden SCO/1245/2006, de 18 de abril, por la que se desarrolla el Real Decreto 339/2044, sobre acreditación de institutos de investigación sanitaria, de 27 de febrero11,12, ha permitido el diseño del proceso de solicitud de acreditación y de una guía de evaluación de institutos de investigación sanitaria. Es el primer intento serio de acreditación de un determinado nivel de calidad (en mi opinión personal, más que exigible: imprescindible), en el desarrollo y la gestión de la investigación biomédica en cualquier institución sanitaria asistencial, pública o privada. En el proceso se contempla una primera fase de autoevaluación y una segunda de evaluación externa (auditoria). La acreditación consta de elementos básicos (criterios) para optar a una primera acreditación provisional de institutos de investigación sanitaria, junto con otros elementos que demuestran mayor madurez y experiencia en la gestión de la calidad de estos institutos y que, en el plazo de 5 años, resultarán im- Este artículo está dedicado a la memoria del Dr. Josep Font, colega y compañero de trabajo en el Hospital Clínic, durante más de 25 años. Entre sus múltiples virtudes destacaba la de la perseverancia: siempre defendió el papel central de los médicos clínicos y la importancia de la investigación en pacientes en la mejora de la calidad de la asistencia. Descanse en paz. Bibliografía 1. Rodés J, Trilla A. Investigación clínica: del laboratorio al paciente. Med Clin (Barc). 2003;121:189-91. 2. Rodés J, Trilla A. Formulas para la integración de la formación clínica y básica en medicina. Med Clin (Barc). 1999;113:379-82. 3. Horton B. From bench to bedside. Research makes the translational transition. Nature. 1999;402:213-5. 4. Lenfant C. Clinical research to clinical practice. Lost in translation. N Engl J Med. 2003;349:868-74. 5. Campbell EG, Weissman JS, Moy E, Blumenthal D. Status of clinical research in academic health centers. Views from the research leadership. JAMA. 2001;286:800-6. 6. Costa ST, Ausiello D, Joiner K, Neilson EG, Taylor I, Wenzel RP. Supporting Research in Departments of Internal Medicine: Recommendations for NIH. Am J Med. 2000;109:178-80. 7. Crowley WF, Thier SO. A program to facilitate clinical research in an AHC: the first five years. Acad Med. 2001;76:403-9. 8. McNally N, Kerrison S, Pollock AM. Reforming clinical research and development in England. BMJ. 2003;327:550-3. 9. Does research make for better doctors? Lancet. 1993;342:1063-4. 10. Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud. 11. Real Decreto 339/2004, de 27 de febrero, sobre acreditación de institutos de investigación sanitaria. 12. Orden SCO/1245/2006, de 18 de abril, por la que se desarrolla el Real Decreto 339/2004. JANO 8-14 DICIEMBRE 2006. N.º 1.632 . www.doyma.es/jano 31