N° 2. Agosto de 2007 - Universidad Externado de Colombia

Anuncio
B
OLETÍN VIRTUAL DE
DERECHO PROCESAL
NO. 2, AGOSTO DE 2007
ISSN 2011-2750
ADVERTENCIA
Aunque la escogencia de los casos es obra de una decisión colectiva de los profesores del Departamento de Derecho
Procesal de la Universidad Externado de Colombia, los comentarios, citas y observaciones tratados en el Boletín
Virtual de Derecho Procesal en ningún momento reflejan la posición jurídica ni la opinión del Departamento, pues,
por lo general, aquí se reproducen providencias judiciales. Cuando el Departamento exprese un criterio suyo o el de
algunos de sus profesores, así lo hará saber en cada caso.
1. Ante el silencio de la ley, ¿en el proceso divisorio cabe la medida cautelar de
secuestro del bien objeto del proceso cuando quiera que se ha ordenado su venta en
pública subasta?
El inciso 3 del numeral 7 del artículo 471 del Código de Procedimiento Civil dispone que “para el
remate de bienes muebles es necesario su secuestro previo”. Sin embargo, la norma guardó
silencio para los bienes inmuebles.
Pese a dicho silencio, la Sala Civil del Tribunal Superior de Bogotá en auto del 24 de noviembre de
2006, con ponencia del doctor Eluín Guillermo Abreo Treviño (expediente no. 20040294),
consideró que tanto los bienes inmuebles como los muebles deben estar secuestrados antes de que
se proceda a su remate en el proceso divisorio, cuando se ha ordenado su venta en pública subasta,
a efectos de que el Juez pueda entregar materialmente el bien a los terceros compradores, con lo
cual es total la remisión que al proceso ejecutivo se hace en este evento en el proceso divisorio.
2. ¿Resulta improcedente que el deudor promueva un proceso declarativo, por
separado, para cuestionar la validez de un negocio jurídico, particularmente cuando
se refiere al tema del contrato de mutuo garantizado con hipoteca, si en el proceso
ejecutivo adelantado para obtener el pago de las obligaciones surgidas de dicho
negocio jurídico el deudor presentó sus excepciones de mérito y éstas fueron
decididas o, pudiendo presentarlas no lo hizo?
De conformidad con lo expuesto por la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia en
sentencia del 15 de febrero de 2007, con ponencia del doctor Edgardo Villamil Portilla, los asuntos
referidos a la validez y al alcance de los negocios jurídicos que dan lugar al proceso ejecutivo deben
proponerse y decidirse en dicho proceso.
[1/3]
Si el demandado tiene medios de defensa que aducir contra el título ejecutivo debe alegarlos en la
respectiva oportunidad “so pena de preclusión”, de tal suerte que la providencia que resuelve las
excepciones de mérito tiene efectos de cosa juzgada no sólo frente a las excepciones que fueron
propuestas y decididas, sino también frente a las que “pudieron y debieron plantearse”, pues
señala la referida corporación que atentaría contra la lealtad procesal que el demandado “guarde
estratégico silencio en el juicio ejecutivo para de este modo reservar el alegato de nulidad contra
el título para formularlo a su antojo en trámite ordinario separado”.
Consulte providencia referenciada.
3. ¿Cuál es el término de caducidad para interponer la acción de reparación directa,
tratándose de la reparación derivada de la desaparición forzada de personas,
respecto de hechos ocurridos con anterioridad a la vigencia del artículo 7 de la ley
589 de 2000, la cual previó que tal término empieza a computarse a partir de la
aparición de la víctima o, en su defecto, desde la ejecutoria del fallo definitivo
adoptado en el proceso penal? ¿Se aplicará la regla general de caducidad de los dos
años contados a partir del día siguiente al acaecimiento del hecho, prevista en el
artículo 136 num. 8 del C.C.A, en cuyo caso, la acción caducaría pasados dos años del
desaparecimiento aun cuando no haya aparecido la víctima o se haya dictado
sentencia definitiva en el proceso penal, o, por el contrario, se aplicará el artículo 7
de la ley 589 de 2000?
La Sección Tercera del Consejo de Estado, en auto 31135 de 19 de julio de 2007, (proceso no. 2004
– 01514) con ponencia del Consejero Enrique Gil Botero definió que la modificación introducida
por la Ley 589 de 2000 al Código Contencioso Administrativo no implica, en modo alguno, que la
acción de reparación directa derivada del delito de desaparición forzada no caduque, sino que, por
el contrario, ésta se produce una vez vence el plazo para ejercitar la acción, el cual se halla sometido
al aparecimiento de la víctima o a la ejecutoria del fallo definitivo adoptado en el proceso penal.
La citada providencia del Consejo de Estado, partiendo de la premisa del carácter continuado y
permanente del delito de desaparición forzada, consideró que es viable posible aplicar el artículo 7
de la mencionada ley, cuando se trata de hechos de desaparición forzada que se presentaron con
anterioridad a su entrada en vigencia, sin que ello signifique aplicación retroactiva de la misma.
Así las cosas, el Consejo de Estado concluyó que en el asunto sublite no puede darse la caducidad de
la acción en atención a que ya habían transcurrido dos años de la desaparición de una persona, toda
vez que al extenderse en el tiempo la conducta punible, el término para intentar la acción de
reparación directa no ha empezado a correr aún. Consulte providencia referenciada.
4. ¿Es posible librar mandamiento de pago por el valor de las cuotas de
administración que en el curso del proceso se causen, toda vez que la Ley 675 de 2001
establece como título ejecutivo la certificación de deuda expedida por el
administrador, documento que, por obvias razones, no puede certificar el no pago de
cuotas de administración futuras?
Es posible que en el auto mandamiento de pago, aún sin conocer el monto exacto de las mismas, se
ordene al demandado cancelar las cuotas de administración que en un futuro se causen, toda vez
que el hecho de no saber su valor exacto, no impide desconocer que el copropietario demandado
tiene la obligación legal y estatutaria de pagarlas.
[2/3]
Una cuestión es el monto de la cuota y otra muy distinta la existencia de la obligación que está
radicada en cabeza del demandado de pagarla en forma oportuna. Negar la orden de pago, por
cuanto en el certificado expedido por el administrador no aparece el monto de las cuotas futuras,
equivale a incorporar un presupuesto o condición que no trae el inciso segundo del artículo 498 del
Código de Procedimiento Civil, lo que beneficiaría en forma antijurídica al deudor incumplido.
El monto de dichas cuotas se conocerá al momento de liquidar el crédito en el proceso, en donde
deberá acompañarse la mencionada certificación, a efectos de conocer el valor exacto y
determinado de las respectivas cuotas causadas con posterioridad al mandamiento de pago.
5. ¿Puede librarse mandamiento de pago en divisa extranjera o, por el contrario,
siempre será necesario realizar la conversión a moneda nacional al momento de
proferir dicha providencia?
La parte final del inciso primero del artículo 498 del Código de Procedimiento Civil dispone que
“cuando se trate de obligaciones en moneda extranjera cuyo pago deba realizarse en moneda
legal colombiana a la tasa vigente al momento del pago, el juez dictará el mandamiento ejecutivo
en la divisa acordada”, disposición a partir de la cual pueden plantearse varias hipótesis:
a.- Que la obligación se haya pactado en moneda extranjera y las partes hayan estipulado que el
pago se hará en moneda legal colombiana a la tasa vigente para el momento en que efectivamente
se haga el pago, caso en el cual el juez librará el mandamiento de pago en la divisa extranjera
correspondiente y la conversión únicamente se realizará hasta el momento de la liquidación del
crédito.
b.- Que la obligación se haya pactado en moneda extranjera y las partes hayan estipulado que el
pago se hará en moneda legal colombiana a la tasa vigente para el momento en que debió hacerse el
pago, caso en el cual el juez librará mandamiento de pago realizando la conversión correspondiente,
tomando para tal efecto, tal y como lo pactaron las partes, la tasa vigente para la fecha en que según
lo pactado por las partes debió realizarse el pago.
c.- Que las partes guarden silencio en cuanto a la tasa de conversión a moneda legal colombiana,
caso en el cual, al igual que en el evento anterior, el juez librará mandamiento de pago realizando la
conversión correspondiente, tomando para tal efecto la tasa vigente para la fecha en que según lo
pactado por las partes debió realizarse el pago.
DEPARTAMENTO DE DERECHO PROCESAL
[3/3]
Descargar