Aportes teóricos para la reflexión sobre la práctica en el Nivel Inicial Documento de Apoyo Nº 1 / Año 2005 Versión Preliminar 1 Gobierno de la Provincia de Buenos Aires Gobernador Ing. Felipe Solá Director General de Cultura y Educación Prof. Mario Oporto Subsecretaria de Educación Prof. Delia Méndez Directora de Educación Inicial Prof. Ana María Tocco Dirección de Educación Inicial Torre Gubernamental I – piso 11 Calle 12 y 50 (1900) La Plata Provincia de Buenos Aires Tel. (0221) 429-5296 E-mail: [email protected] Visite el portal abc: www.abc.gov.ar 2 Índice: __________________________________ Pág. 4 Introducción __________________________________ Pág. 5 Presentación 1. Presupuestos político – pedagógico y didácticos de la tarea docente ________ Pág. 7 1.1 ¿Cómo comenzar a reflexionar? 2. Comencemos por la pedagogía tradicional ____________________________ Pág. 10 3. Los legados de la Nueva Escuela ____________________________________ Pág. 12 4. Irrumpe el tecnicismo ____________________________________________ Pág. 14 5. Los albores del pensamiento crítico _________________________________ Pág. 15 6. ¿Qué significa revisar las propias biografías escolares y los procesos de profesionalización ______________________________________________ Pág. 17 6.1 ¿Por dónde comenzar? 7. Concepción de enseñanza y de aprendizaje ___________________________ Pág. 22 7.1 ¿Qué implica entonces, desde una perspectiva crítica. Hablar de una “buena enseñanza” y de una “enseñanza comprensiva”? 7.2 ¿Cuándo una enseñanza es una “buena enseñanza? 8. Organización de la enseñanza pensando en los aprendizajes ______________ Pág. 27 8.1 8.2 8.3 8.4 8.5 8.6 8.7 8.8 La Planificación: una breve introducción. Algunos aspectos a tener en cuenta. ¿Qué implica pensar en la Planificación Didáctica? Sobre los componentes didácticos de la planificación. Estrategias didácticas. Los materiales y recursos La Evaluación La Comunicación 9. Tipos de Planificación ____________________________________________ Pág. 77 9.1 9.2 9.3 9.4 9.5 ¿Qué entendemos por unidad didáctica? ¿Qué es un Proyecto de Sala? ¿Convivencia o Divorcio? Unidad Didáctica y Proyecto de Sala: similitudes y diferencias. Y el juego: ¿Qué lugar ocupa? 10. Juego _______________________________________________________ Pág. 100 10.1 Concepciones teóricas acerca del juego y su influencia en las prácticas del Nivel Inicial. 10.2 ¿A qué se juega y cómo se juega? 10.3 Algunos aportes sobre el juego – trabajo. Anexo __________________________________________________________ Pág. 119 Texto para trabajar la problemática de la evaluación ______________________ Pág. 135 Bibliografía ______________________________________________________ Pág. 139 3 Presentación Durante el año 2004, la Dirección de Educación Inicial, los invitó a participar de una consulta en torno al Diseño Curricular. En el marco de dicha consulta, miles de docentes expresaron sus opiniones, dudas, inquietudes, reflexiones y propuestas acerca de la práctica pedagógica en el Nivel Inicial. Esta Dirección agradece la participación docente que posibilitó sistematizar las inquietudes relativas a la práctica pedagógica y su sustento teórico y, permitió elaborar un documento que intenta dar respuesta a las inquietudes, abordando aspectos tanto teóricos como prácticos, que surgen como producto del exhaustivo análisis de la consulta. Dicho documento oficia como un espacio de articulación e intercambio en el trabajo integral del Nivel Inicial dentro de la Provincia de Buenos Aires. El propósito es poder encontrar a partir del análisis crítico del mismo y de la reflexión sobre la propia práctica, aquellas respuestas necesarias para resignificar dichas prácticas y mejorarlas. El presente documento aborda además de líneas teóricas, propuestas de acción que permiten transferir los lineamientos teóricos al análisis, interpretación y puesta en marcha de la práctica pedagógico didáctica. Prof. Ana María Tocco Directora 4 Aportes teóricos para la reflexión sobre la práctica en el Nivel Inicial “La idea es comenzar a probar, a vivir y a andar otros caminos, a escribir y a narrar otras narrativas; ya que entre el andar, el narrar y el vivir, escribimos, deliberamos y construimos la historia. Tal vez no la que quisiéramos pero seguramente, la que podemos y es posible para cada uno y entre todos construir” Introducción El presente documento intenta dar respuesta a la consulta que en torno al Diseño Curricular del Nivel Inicial de la provincia de Buenos Aires, realizó la Dirección de Educación Inicial en el año 2004. Lo expresado en dicho documento, si bien en principio, aparenta ser un tratado teórico, intenta ser realmente la base y el punto de partida de una discusión orgánica y sistemática en el seno de las instituciones de Nivel Inicial. Con lo cual su tratamiento será paulatino, promoviendo múltiples acercamientos al mismo, desde diferentes perspectivas de análisis. La elección de la forma de abordaje es decisión de cada institución y será en respuesta a las demandas de actualización y perfeccionamiento. El propósito es poder encontrar a partir del análisis crítico del mismo algunas respuestas a las preguntas y demandas que los maestros realizaron en el año 2004, cuando reflexionando acerca de los propios conocimientos sobre la práctica cotidiana, respondían a la consulta mencionada. 5 Bajo ningún aspecto debe entenderse que este documento es una prescripción teórica, ya que entendemos que ninguna reflexión teórica sobre la práctica, cuando es prescriptiva, es una verdadera reflexión. Sí tenemos claro, que ninguna reflexión sobre la práctica y en la práctica, puede hacerse al margen de la teoría, ya que cuando reflexionamos sobre los supuestos que sustentan la tarea pedagógico didáctica cotidiana, es cuando se actúa en el nivel de la praxis, nivel al que haremos referencia especialmente más adelante. Para reflexionar sobre y en la práctica educativa es necesario hacerlo a partir de alguna teoría. La idea entonces es brindar una herramienta teórica más, que permita iniciar los procesos de reflexión y buscar acuerdos intra institucionales entre quienes integran los equipos docentes. El presente documento presenta además de líneas teóricas, propuestas de acción que permitan transferir los lineamientos teóricos al análisis e interpretación de la práctica. Propuestas que es deseable se realice en grupo en la institución o entre instituciones. El documento se desarrolla alrededor de una serie de ejes que surgen como producto del análisis que el equipo de la Dirección de Educación Inicial realizó sobre las inquietudes y preguntas que plantearon los docentes oportunamente. Los ejes serán: • Presupuestos Pedagógicos Didácticos de la tarea docente. Este eje abordará el desarrollo histórico de las corrientes pedagógicas y su incidencia en la didáctica del docente del nivel inicial a través de las distintas épocas, hasta nuestros días. • Concepción de enseñanza y de aprendizaje desde una perspectiva crítica. Algunos aportes y definiciones conceptuales. 6 • Organización de la Enseñanza: planificación didáctica – estrategias didácticas – juego – evaluación. Unidad Didáctica y Proyecto de Sala. Concepto de currículo. Los componentes didácticos: objetivos (su diferencia con las expectativas de logro y las competencias), contenidos, actividades, evaluación. Teoría sobre el juego. Juego y juego – trabajo. 7 1.- Presupuestos Político – pedagógico y didácticos de la tarea docente ¿Por qué creemos importante comenzar por hacer referencia a los presupuestos político, pedagógico didácticos de la tarea docente? Porque cuando la tarea docente está ligada especialmente a la enseñanza, ha sido abordada de diferentes formas a través de las llamadas “tradiciones” y “tendencias” pedagógicas. En este marco denominamos “tradiciones” a aquellas corrientes pedagógicas que a través de la historia se han consolidado en las ideas y en las prácticas de las maestras jardineras, mientras que las “tendencias” son aquellas concepciones pedagógicas que están en vías de consolidación y que aún, en general, no forman parte de muchas de las ideas y prácticas de los docentes del Nivel Inicial. 1 Las tradiciones pedagógicas, entre las que podemos considerar a la Pedagogía Tradicional, la Escuela Nueva y la Pedagogía Tecnicista, han marcado con fuerza la formación docente de la maestra jardinera y por consiguiente han dejado una impronta que es necesario revisar para poder comprender tanto la matriz de la formación como la propia biografía escolar. 2 Hoy son múltiples las investigaciones que nos hablan de la necesidad de revisar la propia formación para poder encauzar una tarea reflexiva sobre el hacer cotidiano, por lo tanto ninguna reflexión puede hacerse en el vacío, es necesario hacerla a partir de un contenido teórico que la sustente y que enmarque su marcha. 1.1 ¿Cómo comenzar a reflexionar? Una forma de comenzar la reflexión teórica es a partir de reconocer las dimensiones que constituyen el “hacer” docente. Para ello haremos referencia a 1 Las categoría “tradiciones” y “tendencias” son utilizadas por María Cristina Davini. Se entiende que la biografía escolar es la experiencia que cada persona ha construido durante la trayectoria realizado en su paso por la escolarización, desde su ingreso por primera vez a una institución educativa. 2 8 los aportes que al respecto hace Carlos Libaneo, un pedagogo brasileño que considera que las dimensiones del hacer pedagógico, son: “Saber, saber ser, y saber hacer”. Tal y como lo expresa el autor estas dimensiones son exhaustivas en tanto pretenden representar todos los aspectos en los cuales el docente incursiona en su accionar pedagógico escolar. El “saber” está en estrecha relación con lo pedagógico, es decir, es necesario que el maestro sepa aquello que enseña; el “saber hacer” se vincula con lo didáctico, en este caso no sólo basta con saber, sino que también es necesario saber cómo enseñar, es decir, la dimensión técnica refiere a lo que hoy llamamos promover la “transposición didáctica”; por último el “saber ser” refiere a lo ético, a lo político, al compromiso social que tiene la función del educador. Cabe aclarar que, si bien lo político aparece con fuerza en la última de las dimensiones, el autor deja bien claro que las tres tienen algo en común: las tres son políticas. Esto se fundamenta en el hecho de que no existe práctica educativa neutra, ni acción pedagógico didáctica neutral. La institución escolar, que en nuestro caso son: jardines maternales, jardines de infantes, Escuelas Infantiles, SEIMM, están insertos en un contexto social, cultural e histórico real y los maestros ejercen a través de su acción educadora, una acción política y en virtud a ello es necesario que mantengan con la realidad social y cultural una relación dinámica, en la que lo político y lo pedagógico se complementan y retroalimentan. Hoy hablamos de la necesidad de construir una pedagogía y un educador de cuño crítico; pero es necesario saber que ello implica otorgarle a la escuela, además de su función claramente conservadora y transmisora, y en ocasiones reproductora, una función transformadora, delimitando el campo de los posible y redefiniendo tanto el papel que la institución escolar tiene en la sociedad como la función que en ella ejercen los docentes, los alumnos y el conocimiento, que es el sentido que los reúne en ese espacio. 9 Las tres dimensiones además apuntan a comprender la acción del docente como una acción integradora, que evita las parcializaciones, los reduccionismos y recupera el trabajo desde una perspectiva totalizadora en la que se conjugan, lo pedagógico, lo psicológico, lo didáctico, lo social, lo cultural y lo político. Es por lo antes dicho que para poder iniciar una reflexión en profundidad, se nos impone necesariamente recuperar la mirada histórica, volver a la génesis de la formación docente y a su desarrollo a través del tiempo. Esta mirada nos permitirá comprender de qué forma, en las diferentes épocas, se fragmentó el trabajo pedagógico, disociando el saber, del saber ser y del saber hacer. Esta disociación no sólo implicó una mirada parcializada de la realidad educativa y como consecuencia, un sesgo del trabajo docente, sino que también respondió a una sobredeterminación de algunos aspectos por sobre otros, haciendo prevalecer una dimensión en desmedro de las otras. 2. Comencemos por la pedagogía tradicional La función docente entendida como la representativa de la Pedagogía Tradicional (Siglo XVIII y parte del XIX), en una primera etapa acentúa la dimensión del “saber ser”, es la etapa que correspondería tal y como lo describe María Cristina Davini a la tradición normalizadora – disciplinadora, en la que el “buen maestro”, el “modelo” es aquel que es capaz de impulsar y difundir un mensaje socializador a la vez que disciplinador. La empresa educativa se orienta al disciplinamiento de la conducta, a la homogeneización ideológica de la población y a la formación de la moral. Si bien se difunde la imagen del docente como el difusor de la cultura, en general el saber se centra en las normas y en los principios necesarios para actuar en el nuevo orden 10 social. A esta época corresponde la idea de “educar al soberano” o la de “civilización o barbarie”. 3 Una segunda etapa se corresponde a la tradición “academicista” o la del “docente enseñante”. Se reconoce la necesidad de que el docente posea conocimientos, saberes, que sea idóneo, experto, que conozca sólidamente aquello que enseña. El proyecto educativo liberal de ese momento centra en estas características la formación de los docentes. Existe una fuerte influencia del positivismo, que sostiene la creencia de la neutralidad de la ciencia y por ende del conocimiento pedagógico. 4 En esta línea existe una clara valorización del “saber”, en desmedro de las otras dos dimensiones. Es evidente que enseñar constituye un componente fundamental de la tarea del docente y que para ello es necesario saber, ya que nadie enseña realmente aquello que no sabe o no conoce, pero lo que preocupa concretamente es la derivación que la tradición academicista tiene en la práctica concreta, ya que esta obtura una verdadera acción pedagógico didáctica integradora. Es la época de “la letra con sangre entra”. Desde la visión de la Pedagogía tradicional, el “magiocentrismo” es una de sus características más destacadas, ya que centra en el maestro la condición de éxito de la educación, porque él es quien organiza la vida de los alumnos, sus actividades, resuelve los problemas, genera un universo pedagógico ajeno a la vida real, auspicia como “modelo” y dirige el proceso trazando un único camino para todos en el que los alumnos deben imitarlo y obedecerlo a ultranza. Este proceso implica sin lugar a dudas un proceso de homogeneización. En este marco el papel de la disciplina, como del control y el castigo, se vuelven fundamentales y necesarias. 3 No debemos olvidar las características de la época histórica a la que se hace referencia. En relación a la educación, el nacimiento de la escuela pública es paralela a la constitución de los Estados Nacionales de los países centrales y periféricos. 4 El positivismo pedagógico argentino se inscribe en un campo mayor, el del racionalismo e iluminismo que acompaña las profundas transformaciones de la Europa de los Siglos XVIII y XIX. Esta influencia ha 11 El objetivo que se persigue en este esquema es el de ordenar, ajustar y regular las inteligencias, formar el carácter, respetar reglas y normas impuestas, ser “insensible a las gentilezas del corazón”, respetar los modelos considerados como los reconocidos por los adultos, alimentar la atención y el esfuerzo a través del trabajo intelectual y la acumulación de conocimientos por parte de los alumnos. En la enseñanza del nivel inicial en particular, el acento puesto en el cuidado del cuerpo y la salud; el predominio de los aspectos fisiológicos por sobre los psicológicos; las lecciones y actividades basadas en la verbalización del maestro; el uso de láminas; la repetición y fijación como recurso necesario en el desarrollo de actividades intelectuales; el control por parte del maestro de lo aprendido por los niños; el desarrollo de actividades en las que el protagonismo está puesto en el maestro; la ejecución de actividades pautadas y dirigidas por él, en las que el alumno queda relegado a un segundo plano; la enseñanza de temas como “los animales salvajes” por ejemplo, siendo éstas realidades lejanas y descontextualizadas para los niños; el excesivo acento puesto en un único método como camino a seguir; el desarrollo de los motivos del lenguaje, las ocupaciones manuales, la educación de los sentidos por separado, entre muchas otras características propias de esta perspectiva pedagógica que aún hoy, en algunos, casos siguen vigentes. 3. Los legados de la Escuela Nueva En las posturas escuelanovistas, reflejadas en nuestro país ya avanzados los años ‘60, el trabajo pedagógico es reenfocado. Esta tradición pedagógica se centra en el “saber hacer” en desmedro del “saber” y del “saber ser”. En desmedro del saber, porque pasa a un segundo plano la importancia que tenían los contenidos en la etapa anterior; se da mayor valor a las estrategias didácticas, que a los métodos como único camino en el acceso al conocimiento. penetrado en la formación de los maestros a través de los programas de formación normalistas y de los textos especializados en educación a los que accedían los que se formaban para ser maestros. 12 Importa más cómo se aprende algo, que la cantidad de conocimientos a la que se accede. Es decir, importa más el cómo, representado por el proceso, que el qué, representado por los contenidos. En este momento los maestros dicen: “es mejor que los niños sepan poco, pero lo poco que saben, que lo sepan bien”. El desmedro del “saber ser” reside en el hecho de que se valora más un maestro que actúa como guía, ya que es el momento de la historia de la pedagogía en que la figura del maestro pasa a un segundo plano y es el alumno quien sale a escena y centra la atención de todas las acciones. Es la visión “paidocéntrica” de la educación. Visión que desplaza el centro del maestro hacia el alumno. Es además la época de la valorización de la libertad de movimiento y de la libertad psicológica por sobre la pasividad característica de la etapa anterior. La base psicológica en la que se funda dicho movimiento pedagógico es el maduracionismo, aparecen los aportes de la psicología a la educación y se desarrolla la psicología profunda y la psicogenética. Las propuestas apuntan fundamentalmente al desarrollo de la personalidad y a la formación del comportamiento por diferentes dominios (intelectual, motriz, afectivo, social). Se destaca el trabajo en grupo en reemplazo del trabajo solitario. El clima de afectividad caracteriza la relación entre el maestro y el alumno, en oposición al accionar coercitivo de la etapa anterior. La cooperación reemplaza al trabajo individualista y solitario que defendía la perspectiva tradicional. Pero no todo lo que brilla es oro, dice por allí un dicho popular, ya que no sólo se tergiversan, en esta etapa, muchos de los principios de la escuela nueva como: libertad, actividad, individualidad, interés, sino que además la realidad educativa nos muestra que esta tradición pedagógica a pesar de los cambios propiciados por los pedagogos que la conformaron, no produjo cambio reales en las prácticas de los docentes, ni contribuyó a superar las dificultades que concretamente se reflejaban en el proceso de enseñanza y de aprendizaje, en las aulas. 13 4. Irrumpe el tecnicismo En la década del ’70, se instaura una nueva tradición: la “eficientista”. En ese período la función de la escuela y del trabajo docente están al servicio del “progreso económico”, del “despegue” económico. El objetivo es obtener el progreso técnico, donde el “saber hacer” adquiere otro sentido ya que en este caso particular, responde a la necesidad de que la educación forme recursos humanos para los nuevos puestos de trabajo y en función al desarrollo industrial se introduce la “división técnica del trabajo” como medio para el control. Se trata de tecnificar la enseñanza, acción que se basa en la “racionalidad tecnocrática” y en la idea de que la labor del docente consiste fundamentalmente en “bajar a la práctica un currículo preestablecido y prescripto”, y esto el maestro lo hace de manera simplificada, ya que se ocupa fundamentalmente de copiar un currículo elaborado por especialistas. En este momento el “saber hacer” está al servicio de la lógica del control de los resultados. Ya no importa el cómo, el proceso, sino que pasa a valorizarse el producto obtenido, destacando que éste tiene que lograrse en el menor tiempo posible, con el mínimo de esfuerzo y de la forma más efectiva. Eficiencia, eficacia y efectividad son los mandatos que reciben los docentes en la tradición “eficientista”. En esta etapa el trabajo docente se impregna de un furor planificador que se asienta sobre el mito de la absoluta previsibilidad, de la evaluación objetiva del rendimiento escolar como aquella que va a garantizar la neutralidad del trabajo docente y por lo tanto la cientificidad del mismo. Prevalece la idea de que el éxito o el fracaso escolar encontrarán sus justificaciones en las “aptitudes naturales”, las que serán medidas a través de baterías de test psicológicos. Esta es la excusa perfecta para centrar el fracaso de la enseñanza en factores innatos y ocultar el papel que cumplen los condicionantes sociales en el proceso de aprendizaje. ¿Cómo fue entendida la enseñanza y la tarea del maestro desde el tecnicismo? La enseñanza fue entendida como un mero proceso técnico y el docente como un mero “aplicador” o “ejecutor” de técnicas, éstas, a su vez, 14 eran entendidas como universales, aplicadas a niños también universales (epistémicos). En segundo lugar hay una clara tendencia a identificar a la enseñanza con el aprendizaje, algo así como si fuesen dos caras de la misma moneda. En realidad, no toda enseñanza redunda en aprendizaje y muchas veces los alumnos no aprender a pesar de la enseñanza y sin embargo en otras ocasiones lo hacen, sin haber mediado un proceso de enseñanza significativo. 5. Los albores del pensamiento crítico En la década de los ’80 se instala el debate en torno a la necesidad de instaurar propuestas de acción que impliquen una revisión de las tradiciones descriptas y permitan concentrar esfuerzos en torno a una pedagogía de cuño crítico que contribuya a superar las prácticas reproductoras de las tradiciones anteriores. Estas tendencias que se vislumbran como alternativas, en general aún no se han instalado en las prácticas aunque ya hace varios años que circulan en el imaginario de los docentes. En muchos casos el debate se desarrolló en torno a la importancia de que el docente recupere su función pedagógico didáctica inscripta en la función política que le da marco y significado a su tarea, así como a la idea que plantea la necesidad de recuperar los contenidos como “socialmente válidos y significativos”, “validados”, entendiendo que son las herramientas o los instrumentos necesarios para que todos los niños accedan al conocimiento, organización, comprensión, cuestionamiento y transformación de la realidad social, como sujetos de derecho, sociales e históricos. Todos estos aspectos están íntimamente ligados al principio de democratización de la educación que intenta dar sentido a la práctica educativa de la época . La perspectiva crítica hace referencia a una educación con un fuerte compromiso político, social y cultural en la que las dimensiones a las que 15 aludimos: “saber”, “saber ser” y “saber hacer” cobren importancia en su conjunto y operen igualitariamente en el contenido del hacer pedagógico, aunque en algunas oportunidades y según cuál sea la tarea de la que se trate, el docente prioriza una dimensión por sobre la otra o las otras. Es necesario tener claro que el “saber”, dimensión pedagógica, es importante en tanto el docente tiene que poseer autoridad pedagógica, que dicha autoridad se la dará el saber que despliega en su trabajo político, pedagógico didáctico, pero también esa autoridad la adquirirá a través del “saber ser”, dimensión política y ética, ya que ésta está íntimamente relacionada con la identidad del “ser docente”, con la identidad profesional. Nadie puede enseñar a “ser” lo que no es; pero también esta autoridad la conquistará a partir del “saber hacer”, dimensión técnica, que está íntimamente relacionada con el aspecto didáctico que también es político pedagógico. Hoy entendemos que la enseñanza es un proceso muy complejo, que se desarrolla en contextos institucionales y áulicos, entendidos éstos como espacios conflictivos y determinados por el contexto más amplio en el que se insertan; espacios en que los alumnos representan una heterogeneidad social, cultural y psicológica, que son sujetos reales portadores de significaciones sociales y culturales y en el que el docente opera a partir de supuestos personales y condiciones tanto subjetivas como objetivas que determinan su trabajo y el resultado del mismo. El docente, por lo tanto, en este contexto, no es un sujeto “neutro”, sino que está condicionado por sus creencias, preconceptos, representaciones, ideologías. Todos estos supuestos determinan su forma de pensar y de actuar e impactan no sólo en lo que enseña sino en cómo lo hace. Estas creencias, valoraciones y representaciones son el producto de su experiencia de vida en general y de su paso por el sistema educativo en particular, primero como alumno de los diferentes niveles de enseñanza ( incluido su formación profesional en el 16 profesorado) y luego como maestro en su trayecto por las diferentes instituciones de nivel inicial, o sea su socialización laboral. Durante todo este proceso el docente fue incorporando y estructurando de forma inconsciente las diferentes representaciones y valoraciones que lo condicionan, como ya dijimos, y que conforman no sólo su pensamiento, sino también su acción. En virtud a lo expuesto, se torna necesario realizar un proceso de concientización, es decir, de hacer conciente aquellos aspectos que constituyen la propia matriz de aprendizajes como docentes y comprender el impacto que tienen en la tarea docente. Es necesario transformar en objeto de reflexión teórica y de indagación científica, la propia práctica, como práctica social que se desarrolla en contextos particulares. Será necesario desocultar, develar los prejuicios, las representaciones sociales que se tienen acerca de qué es un alumno, qué es el conocimiento, cuál es la tarea de la escuela, cuál es la tarea docente y cómo se promueve su vinculación con los elementos mencionados. Esto indica la necesidad de que los docentes pongan en tela de juicio sus supuestos, incorporados como producto de sus historias personales y profesionales, tratando de evitar que sean los marcos de referencia implícitos los que determinen las prácticas pedagógicas presentes y futuras. La posibilidad de ahondar en la revisión crítica de los propios procesos de escolarización y profesionalización, así como la de los colegas, puede ser un punto de inflexión y un punto de partida para reestructurar de manera crítica y conciente las propias prácticas y la de los demás. 6. ¿Qué significa revisar las propias biografías escolares y los proceso de profesionalización? Ahora bien, mientras el análisis histórico nos proporciona una serie de datos y descripciones en las que cada uno de nosotros podemos reconocernos, 17 ya sea por la formación que hemos recibido en nuestra propia experiencia como alumnos (en el tránsito de todo el trayecto de escolarización personal), o por la formación inicial del profesorado en la que participamos hace poco o mucho tiempo, o por los aprendizajes que hemos desarrollado en nuestra inserción laboral como maestras jardineras, es necesario reconocer que las características descriptas están instaladas en nuestras prácticas docentes habituales, y que conviven en ella y le dan forma. Pierre Bourdieu, un sociólogo francés que con sus investigaciones contribuyó mucho a la construcción del pensamiento crítico, nos aporta un concepto que nos permite comprender por qué estas tradiciones están instaladas en nuestras ideas y en nuestras prácticas. Cuando se habla de la tarea y el trabajo docente, es imprescindible hacer referencia al “habitus”. ¿Qué quiere decir esto? Que el “habitus” está conformado por estructuras que se fueron incorporando, son aquellas ideas y prácticas que se fueron asimilando de manera inconsciente a lo largo de la historia personal y profesional y dichas estructuras, mientras permanezcan inconscientes en cada uno, actúan como estructurantes de otras, es decir, que al ser estructuras que se “han hecho cuerpo”, actúan como formadoras de otras estructuras. Estas estructuras incorporadas constituyen el sentir, el pensar y el hacer de cada uno de nosotros, tanto a nivel personal, como profesional. Si bien estas estructuras son construcciones individuales también son sociales, porque el “habitus” es una construcción a la vez que individual, social; ya que si bien se construye individualmente, se comparte socialmente. A su vez, estas estructuras pasan a ser la impronta que transportamos a todos los ámbitos del ser, del hacer, del pensar y sentir y por supuesto también en relación al “saber”, al “saber ser” y al “saber hacer” político, pedagógico y didáctico. Para ilustrar lo expresado en relación al habitus y su relación con la tarea docente apelaremos a un ejemplo real de la práctica cotidiana que si bien es 18 extenso la idea es que puedan analizarlo críticamente y discutir sus contenidos de enseñanza, tanto implícitos como explícitos. 5 Veamos un ejemplo: La maestra mientras espera la comida que trae la cocinera a la sala les comenta a los alumnos que les va a leer una poesía que ellos ya conocen pero que a ella le gusta: - Un nene: esa ya la vimos con Valeria ( haciendo referencia a la alumna residente), es la de la hipopótamo. - Maestra: bueno pero como a mí me gustó mucho, decidí volverla a leer. Las poesías o los libros y los cuentos se pueden leer más de una vez. ¿Por qué le dicen la hipopótamo salsera? ¿Quién se acuerda? - Una nena: por el tuco. - Maestra: Ah, vos te referís ¿a la salsa de tomate?. Bueno no, la salsa es también un ritmo de baile que se baila en países de América como Venezuela, Colombia. Y nosotros ¿qué bailamos? - Un nene: la cumbia villera. - Maestra: Bueno está bien, pero si nos preguntan cuál es el baile típico de los argentinos, decimos que es el tango y en otros países es la salsa. ¿Qué hace el hipopótamo acá? 6 Este ejemplo da cuenta de lo que Bourdieu plantea acerca del “gusto” y de lo “estético”.( Bourdieu. 2000). Este autor nos dice que la “disposición estética”, ya sea a la música, al baile, a la pintura, al teatro, a los modos de vestir, de ornamentar un ambiente, etc, es una manifestación del sistema de disposiciones que producen los condicionamientos sociales asociados con una clase particular de las condiciones de existencia, es decir, al 5 Dicho ejemplo es extraído del informe final de tesis “La construcción de la identidad docente de la maestra jardinera en el espacio de la formación inicial: la residencia” de Elisa Spakowsky. 6 Observación a una maestra. Jardín de infantes “E”. Caso 9. párrafo 121 a 127 inclusive 19 “habitus”; ya que este es generador de prácticas y factor primordial de la reproducción cultural y simbólica. En este sentido como el “gusto” es producto de unos condicionamientos asociados a una clase, se dice que el “gusto”, une y separa. Une a quienes comparten el “gusto” por las mismas cosas, los une por su pertenencia al mismo grupo de clase, es decir, quienes gustan de la misma música, los mismos bailes, las mismas películas, los mismos libros, son parte de una clase particular. En consecuencia también separa, porque distingue a un grupo de los demás, a una clase de otra, porque en materia de gustos, amplía el autor, “toda determinación es negación”, es decir que toda determinación siempre expresa un principio de exclusión, ya que si me gusta esto, difícilmente me guste esto otro. Es decir que los “gustos son afirmaciones prácticas de una diferencia inevitable” (Bourdieu 2000: 53). El contexto familiar y el escolar, son dos espacios privilegiados a los que los niños acceden y en los que se les trasmiten los “gustos” que en cada uno de esos espacios son los válidos y por tanto validados por los integrantes de cada espacio, ya que son “preferencias manifiestas” y en consecuencia “aceptables”. Los niños aprenden también en esos espacios, a rechazar o a desvalorizar a los objetos culturales que pertenecen a los “gustos” de otros. En cada espacio sus integrantes luchan por dar valor a lo que entiende como legítimo y en cada espacio se estructuran las subjetividades y las posiciones objetivas de cada sujeto, como parte de un grupo social. En ocasiones lo que se legitima en el espacio escolar y que en el ejemplo está representado por la visión de la maestra cuando en respuesta a la expresión y opinión de un niño dice: “Bueno está bien, pero si nos preguntan cuál es el baile típico de los argentinos, decimos que es el tango”, es el producto de lo que para alguien es legítimo y que si bien pareciese representar a todos, esto no es así. En la respuesta de la maestra, el “bueno está bien”, aparece como un intento de neutralizar la desvalorización hacia la opinión del niño, sin embargo, en el resto de lo expresado se evidencia cuál es la visión hegemónica y dominante que pretende ser consolidada por 20 ella, en el espacio escolar. Esto implica entender que desde su perspectiva particular, la “cumbia villera” es un factor que la separa de la mayoría de los niños de ese grupo y por lo tanto forma parte del “gusto” de los otros. No obstante parece que su tarea es legitimar su “mirada” de lo social, imponiéndola como válida, en desmedro de la del niño y de otros niños y niñas que sientan y piensen como este niño. 6.1 ¿Por dónde comenzar? Encontrar una respuesta a esta pregunta implica pensar en la acción de reflexión. Consideramos que como primera medida es necesario desenmarañar las estructuras que nos constituyen como sujetos, conocerlas, comprenderlas, hacerlas conscientes, analizarlas, pensarlas, discutirlas, cuestionarlas, para intentar lograr modificarlas. Este ejercicio forma parte de lo que el mismo autor denomina “autosocioanálisis”. Dicho ejercicio es necesario que opere como reflexión acerca de la propia práctica en contextos compartidos con los otros colegas. Es un ejercicio que permitirá comenzar a desandar los caminos andados, no para tirar por la borda o destruir lo adquirido, sino para reenfocarlo, reubicarlo, mejorarlo y/o cambiarlo. Sólo de esta manera valdrá la pena seguir caminando. Porque como dice el poeta : “caminante no hay camino, el camino se hace al andar”. No es fácil, pero tampoco es imposible. Es un desafío al que hay que animarse a comenzar a hacer. Volviendo de alguna manera a lo que dijimos al inicio de este documento: la oportunidad que las instituciones se proporcionen para analizar, discutir y profundizar sobre este documento, en grupo, por institución, o, entre varias instituciones, estamos convencidos, es una buena oportunidad para ello. 21 7. Concepción de enseñanza y de aprendizaje 7 El proceso de adquisición de los conocimientos en las instituciones educativas está dirigido a la apropiación de los contenidos curriculares por parte de los alumnos, trasmitidos explícita o implícitamente por los responsables en ellas. En este proceso se establece una relación sistemática entre el contenido a enseñar, los procesos cognitivos y socio – cognitivos que realizan los alumnos cuando aprenden y la intervención didáctica del docente cuando enseña. Es decir, que la especificidad de las circunstancias en las que se produce la enseñanza y el aprendizaje escolar es siempre particular y está fuertemente marcada por una intervención intencional cuya sistematización didáctica está especialmente diseñada alrededor de un recorte curricular o selección de contenidos que se articulan en la propuesta de enseñanza. Sin lugar a dudas no tenemos que olvidar los contextos en los que estos procesos se desarrollan, es decir, nos referimos en particular a las variables contextuales externas representadas por la política educativa que impregna a los diseños curriculares, la procedencia social y cultural de los alumnos, los contextos familiares, la región en la que habitan, e internas como el edificio, el mobiliario, los materiales, el currículo en acción, la formación profesional de los maestros, etc. El proceso de enseñanza que cobra significado en un contexto particular, nos remite a pensar en las practicas de la “buena enseñanza” y de la “enseñanza comprensiva”. Al referirnos a la enseñanza a ¿qué hacemos referencia?: ¿a la enseñanza como teoría? ó ¿a la enseñanza como práctica?. Por supuesto ni a una ni a la otra exclusivamente, la una y la otra complementariamente, es decir, la teoría de la enseñanza que se refleja en la práctica y la práctica de la enseñanza que se reflexiona a través de la teoría. Este interjuego que existe entre teoría y práctica, lejos de ser una simple relación o juego de palabras, es una construcción que connotan conceptos, es una construcción compleja denominada praxis. El concepto de praxis remite a 7 Para ampliar este punto ver: “Experiencia Escuela Infantil. Los niños de dos años en los servicios educativos del Nivel Inicial” Documento N° 2 Año 2004, páginas 34 a 36. 22 un nuevo concepto que es producto y síntesis superadora tanto de la teoría como de la práctica, ya que este nuevo concepto conserva pero supera y transforma a los otros dos, para erigirse como diferente, pero íntimamente ligado a los que le dieron origen: la teoría por un lado y la práctica por otro. Apelando a la visión histórica a la que aludíamos cuando abordamos el punto primero de este documento, nos vemos obligados a aclarar, en este caso también, que las relaciones entre la enseñanza y el aprendizaje han ido variando históricamente y en dichas variaciones se ha pasado de considerar que la enseñanza consiste en “llenar las cabezas” de los niños y sujetarlos a decisiones en los que ellos no tienen ninguna o poca participación, o que por el contrario consiste en ”sacarles” cosas de la mente y permitir que cada uno se exprese libremente. Ambas formas, evidentemente opuestas, se vinculan a dos tradiciones pedagógico didácticas que están en franca oposición y a la cual hemos hecho referencia en el mismo punto de este documento. La primera, la Pedagogía Tradicional, que considera al niño como tabula rasa y a la enseñanza como proceso de inscripción de conocimientos en un contexto de coerción y la segunda, la Escuela Nueva, que considera al niño como el poseedor de todas las potencialidades y a la enseñanza como el proceso de desplegar esas potencialidades y de cuidar ese desarrollo, proceso que se lleva a cabo en un contexto de amplia libertad. Ambos modelos cuyas direcciones en el proceso de enseñar y de aprender van: de afuera hacia adentro en el primer caso y de adentro hacia fuera, en el segundo. Además, no debemos sumir en el olvido, a aquella etapa histórica en la que se consideraba que enseñar es nocivo, que “todo lo que se enseña a un niño, impide que lo descubra por sí mismo”. El ideal de maestro en ese momento histórico se inscribía en la principio de que los alumnos debían descubrirlo todo. El lema que se defendía era la no intervención y sugería que los maestros evitaran la enseñanza, para que “las cosas salgan de los niños” y que “salgan naturalmente”. Fue entonces cuando escuchábamos: “Hoy no jugaron. No jugaron porque de los niños no surgió nada” 23 7.1 ¿Qué implica entonces, desde una perspectiva crítica, hablar de una “buena enseñanza” y de una “enseñanza comprensiva”? Antes de intentar dar respuesta a esta pregunta cabe preguntarnos acerca de algo a lo que ya hemos hecho en parte referencia, pero que es necesario profundizar. En este sentido la pregunta es: ¿cada vez que hay enseñanza, automáticamente, hay aprendizaje? De hecho la respuesta puede resultar bastante perturbadora, porque lo que cabe responder es que: si bien cuando se enseña el logro del aprendizaje es un intento noble, nunca ese resultado es una certeza, es decir, que tal vez en muchas ocasiones el o los intentos por generar una “buena enseñanza” fracasen. ¿Fracaso de quién?, ¿del que enseña?, ¿del que aprende? o ¿de ambos? En relación a estos interrogantes es conveniente recordar que: ningún problema de la enseñanza puede comprenderse cabalmente si no se consideran las distintas dimensiones y variables que intervienen en el proceso de enseñar. Las variables a las que hacemos referencia son: las características individuales tanto psicológicas como sociales y culturales de sus protagonistas; la presencia o ausencia de motivaciones y deseos; la presencia o ausencia de contenidos potencialmente significativos; el tipo de evaluación que del proceso se realice; las características del contexto en el que se lleva a cabo el proceso; y los condicionantes en general, tanto intra institucionales como extra institucionales que determinan ese proceso y a sus protagonistas, sean estos alumnos y/ o maestros. 7.2 ¿Cuándo una enseñanza es una “buena enseñanza”? En principio y a grandes rasgos, la respuesta sería: Cuando el docente, el alumno, el problema y el o los contenidos interactúan en forma dinámica, en un proceso de comunicación estratégico, en el cual el alumno resuelve el problema a partir de establecer relaciones significativas entre contenidos, materiales y problemas. 24 Cuando observamos que los alumnos avanzan porque tienen la posibilidad de transferir los aprendizajes adquiridos anteriormente a nuevas situaciones. Cuando el docente andamia y sostiene aquellas situaciones que por contingencia así lo requieran, pero que también tiene la habilidad de retirarse para ocupar un lugar secundario hasta que las circunstancias lo obliguen nuevamente a ser un protagonista mas activo, sabiendo claramente que su alejamiento nunca es para transformarse en pasivo, porque está siempre activamente atento a lo que los alumnos hacen. Cuando la evaluación implica valoración de aprendizajes, comprensión de dificultades, búsqueda de información y retroalimentación para conocer los propios procesos y producir cambios en ellos para mejorarlos. Cuando los otros protagonistas institucionales confían y comparten la labor emprendida en cada sala y en la institución en general. Cuando existe voluntad política para legitimar la tarea que la escuela lleva a cabo y se respeta el derecho de todos los niños a acceder al conocimiento en igualdad de condiciones, siendo esta una función indelegable del Estado. Ya no quedan dudas que cuando hablamos de enseñanza, indefectiblemente aunque esta relación no sea automática, interviene el aprendizaje como su posible contra cara. Llegado a este punto tenemos que preguntarnos: ¿qué lugar ocupan las diferentes teorías psicológicas del aprendizaje en la construcción de los procesos de enseñanza? En este sentido es necesario aclarar nuevamente que tanto el protagonismo como el tipo de teorías que intervienen en estos procesos han ido variando históricamente. Hoy destacamos en especial el avance que en los últimos tiempos tuvieron los enfoques cognitivos, que junto a la resignificación de los enfoques culturalistas e interaccionistas del desarrollo, abren nuevas perspectivas y nuevas miradas en el campo de las intervenciones político pedagógico didácticas. Si bien es cierto que una teoría acerca de la “buena enseñanza” no nos dice qué sucede al enseñar, nos advierte acerca de las formas que tiene que 25 ser llevado a cabo el proceso para producir, por ejemplo, aprendizajes significativos por reestructuración. En este sentido la sicología del aprendizaje ofrece aportes relevantes a la didáctica y cabe mencionar particularmente el poder que tienen ciertas imágenes, en el proceso de enseñar y de aprender. Concretamente aludimos al concepto vigotskyano de “Z.D.P” (Zona de Desarrollo Próximo), al concepto de “andamiaje” acuñado por Bruner, al de aprendizaje significativo abordado por Ausubel, al de “participación guiada” desarrollado por Bárbara Rogoff, sólo para mencionar algunos o tal vez, los que consideramos más importantes. 8 Todos estos conceptos que conocemos y valoramos gracias a los aportes de las teorías cognitivas de cuño sociocultural y que tienen un alto impacto en los procesos de enseñanza, no brindan por si mismos las habilidades y las disposiciones necesarias para intervenir en las decisiones didácticas. Su comprensión requiere de procesos profundos de análisis, de investigación, indagación y profundización teórica, de discusión colectiva, de diseño de acciones prácticas y de reflexión teórica sobre y en la práctica. Lo que queremos dejar en claro con esto es que, para poder generar una “buena enseñanza” no alcanza con instruirse técnicamente, como a veces ingenuamente o no, se pretende desde algunos cursos de actualización docente, sino que es necesario comenzar por, como ya dijimos al principio, deconstruir, que no es destruir la propia historia, sino que implica generar procesos de reflexión, para comprenderla y poder resignificarla, es decir, darle un nuevo sentido . Es en este contexto, volvemos a insistir, que cobra importancia el hecho de comenzar entendiendo cuáles son las teorías implícitas que conforman nuestras propias matrices de aprendizaje como profesionales de la educación, con el fin de comprenderlas y a partir de allí intentar modificarlas.i 8 Ver al final de este documento la propuesta de realizar un glosario de conceptos para poder ampliar la información a la que se accede. 26 8. Organización de la enseñanza, pensando en los aprendizajes 8.1 La Planificación: una breve introducción En todo momento, la planificación didáctica estuvo vinculada a alguna tradición pedagógica. Esto quiere decir que a la hora de planificar las acciones prácticas el maestro lo hace desde un marco conceptual de referencia que vincula sus creencias en relación con la concepción que tiene acerca de la infancia, de la enseñanza, del aprendizaje, de la tarea de la escuela y su relación con la sociedad. Estas concepciones que porta el docente en ocasiones pueden ser inconscientes, pero siempre son la base de su “saber hacer”, vinculado, sobre todo, con el hacer práctico. Es deseable que estas ideas que los docentes transportan al “saber hacer” sean conocimientos y decisiones explícitas, ya que esta es la condición de posibilidad para encarar la tarea de planificar como una verdadera acción de investigación y de transformación de la práctica. ¿Qué quiere decir esto? Que iniciar un proceso de reflexión implica incursionar en el nivel de la praxis, o el nivel praxiológico. En este nivel es necesario tomar decisiones sobre ¿qué hacer? y ¿para qué hacer?, en este nivel el docente reflexiona acerca del sentido de lo que hace. Quien no conoce o conoce poco sobre el sentido de su hacer, es imposible que pueda producir modificaciones sobre el hacer, para hacer mejor. Es intención del presente documento orientar la construcción de la planificación didáctica desde una perspectiva crítica. Desde esta perspectiva definimos a la planificación didáctica como un dispositivo organizador que otorga sistematicidad y organicidad a las acciones del maestro a la hora de enseñar. Puede ser entendida también como un dispositivo analizador, para comprender cómo se programa la puesta en marcha del curriculum. Esto implica entender que a partir del análisis de una 27 planificación es posible inferir cómo lleva a cabo el curriculum en acción del autor de la misma. 8.2 Algunos aspectos a tener en cuenta Para plantear a la planificación como una acción sistemática y organizada, es necesario considerar algunos aspectos que son relevantes a la hora de planificar, es decir, que cuando se planifica se da respuesta a algunas líneas teóricas y se deja de lado otras. En primera lugar es fundamental recordar y reconocer que si bien la tarea del Nivel Inicial es entendida como asistencial y como educativa, lo asistencial siempre tiene que estar enmarcado en lo educativo, o lo que es lo mismo decir: lo asistencial siempre es educativo. Con lo cual se puede afirmar que la tarea específica del Nivel Inicial, ya sea en el primero o en el segundo ciclo del nivel, es “enseñar”. Lo que sin duda tenemos que agregar es que, dada la franja de edad de la que se trata la enseñanza adquirirá particularidades específicas. En segundo lugar y en concordancia con lo anterior, la función del docente es la de enseñante, es decir, un docente con un claro compromiso político, social y pedagógico que como punto de partida de su intervención lo hace no sólo respetando las características y particularidades de la práctica social en la que está inmerso sino que además lo hace con claros propósitos de producir modificaciones en la práctica social en la cual interviene. Es decir que esto habla de un docente que tiene clara intencionalidad pedagógica y didáctica, donde lo pedagógico como lo didáctico están enmarcados tanto en lo político como en lo social y cultural. Seguidamente al ser este un docente que entiende que la tarea en el Nivel Inicial y la suya propia es enseñar y que su tarea es básicamente educativa, es necesario que también tenga claro que aquello que enseña tiene que ser significativo para quienes están aprendiendo. Que a su vez interprete, que la tarea de planificación y enseñanza, no son acciones cerradas o acabadas, sino 28 que son acciones posibles de ser mejoradas, desde una intervención crítica y reflexiva tanto de la organización como de la puesta en marcha de la propia práctica. 8.3 ¿Qué implica pensar en la Planificación Didáctica? Pensar en la planificación didáctica implica hacerse una serie de interrogantes que tienen estrecha vinculación con los componentes didácticos de toda planificación. INTERROGANTES ¿Para qué se enseña lo que se COMPONENTES DIDACTICOS OBJETIVOS CONTENIDOS ACTIVIDADES INDIVIDUALES, enseña? ¿qué se enseña? ¿qué acciones son necesarias DE CONJUNTO Y A LOS JUEGOS para llevar a cabo la – TRABAJO enseñanza? ¿cómo se enseña? ¿qué elementos serán los más adecuados para enseñar lo propuesto? ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS MATERIALES Y RECURSOS EVALUACIÓN DE APRENDIZAJES ¿cómo se valoran los aprendizajes realizados por los 29 alumnos?, ¿cómo se comprenden los procesos que realizaron para aprender y AUTOEVALUACIÓN cómo se indaga sobre lo que no se aprendió? ¿cómo valoran los que enseñan sus propios logros y comprenden las propias dificultades? 8.4 – Sobre los componentes didácticos de la planificación 8.4.1 Los objetivos Cuando decidimos hacer mención a los objetivos, queremos advertir que no hacemos referencia a un mero cambio de palabras. ¿Qué queremos decir con esto? No es que ahora hay que hablar de Objetivos cuando antes hablábamos de Expectativas de Logro y es lo mismo decir Objetivos que Expectativas de Logro. Conceptualmente hablar de Objetivos, no es lo mismo que hablar de Expectativas de Logro o hablar de Competencias. Por ello y con el fin de hacer algunas aclaraciones conceptuales es que previo a adentrarnos en la especificación del primer componente didáctico: los objetivos, estamos obligados a hacer algunas aclaraciones conceptuales. Si bien tanto los objetivos como las Expectativas de Logro, son orientaciones que se establecen sobre el camino a seguir durante un proceso de enseñanza, no tienen el mismo punto de partida en cuanto al sustento teórico que les da origen, ni la misma intencionalidad pedagógico didáctica por parte de los maestros, ni el mismo alcance en el tiempo vinculado a procesos 30 de enseñanza y de aprendizaje. Por un lado es necesario señalar que los “Objetivos”, tanto generales como específicos, señalan la dirección del proceso de enseñanza y de aprendizaje, responden a contextos institucionales y áulicos particulares, son traducidos en términos pedagógico didácticos por el maestro a partir de un diagnóstico real de la situación de su grupo de alumnos y en términos de tiempo, los primeros remiten a procesos de largo alcance y los segundo de corto. Un ejemplo de objetivo general es aquel objetivo que el maestro se propone lograr por ejemplo en el área de la lengua con su grupo de alumnos durante un determinado mes del año y uno específico es el que se propone lograr en ese mes en una determinada unidad didáctica en dicha área. Por otro lado, las Expectativas de Logro, a diferencia de los objetivos, son producto de una propuesta curricular prescriptiva que señala al maestro el camino a seguir, pero desde fuera de la realidad grupal, ya que no es una propuesta realizada por el maestro, sino por especialistas que no tienen en cuenta a los grupos reales y, en relación al tiempo, remiten a un proceso de largo alcance. En los diseños Curriculares del Nivel Inicial en vigencia las Expectativas de Logro están propuestas para ser alcanzadas finalizado cada ciclo. Es decir que, las que figuran en los mismos, han sido propuestas como metas mínimas al finalizar el 1° y 2° ciclo respectivamente. Muchos docentes se preguntaron en estos últimos años cómo hacer para plantear Expectativas de Logro por año, es decir, para 3 , para 4 y 5 años. Este trabajo se torna muy complejo, carece de sentido y resulta poco significativo. En este sentido es que proponemos, en este momento, replantear este aspecto en particular. El primer principio destaca que toda práctica pedagógico didáctica necesita establecer los objetivos desde el principio de la acción y teniendo en cuenta las orientaciones curriculares, pero vinculándolas a grupos reales. Esto favorecerá a la planificación racional y científica de la tarea docente y permitirá la toma de decisiones fundadas, concretas, programadas, explicitadas, acciones que sin duda contribuyen a la fundamentación teórica de la práctica o dicho de otra manera, fundamentan la práctica en una teoría. El segundo principio establece que esta decisión 31 ofrece la plataforma en la que se construirá el proceso de enseñanza y la evaluación, tanto formativa como sumativa, basada en criterios epistemológicos y éticos, previamente establecidos. El tercero sugiere la posibilidad de llevar a cabo un proceso de enseñanza y de aprendizaje en permanente retroalimentación, en el que exista un constante perfeccionamiento del sistema didáctico y sus componentes. El cuarto que ninguna planificación puede construirse al margen de ciertas informaciones que tengan presente a sus destinatarios como sujetos de derecho reales y concretos y a la enseñanza en función del contexto, y que para que la planificación responda a las necesidades y a los intereses reales de los alumnos, tiene que estar contextualizada en el contexto real en el cual opera, responder a las particularidades de sus protagonistas, teniendo en cuenta sus historias e identidades. Habiendo establecido las diferencias conceptuales con las Expectativas de Logro y teniendo en claro que no son lo mismo a la hora de planificar, ¿qué otras cuestiones es necesario saber respecto de este componente didáctico? los Objetivos. Este componente didáctico tiene ciertas dimensiones que es importante tener en cuenta a la hora de plantear objetivos. Las dimensiones internas de un objetivo son: a) explicitación, b) presencia de un contenido, c) fuente de decisión, d) individualización, e) nivel de abstracción f) secuenciación Desarrollaremos una breve explicación de los alcances de cada una de estas dimensiones para su mejor comprensión. 32 Como primera medida diremos que la explicitación aunque parezca una aclaración redundante, es necesaria; ya que esta característica es condición para hablar de una organización racional de la enseñanza. Se trata de la decisión de explicitar los objetivos al comenzar una secuencia didáctica, una unidad didáctica y/ un proyecto de sala, ya que sin objetivos específicos explícitos no puede haber acción racional de enseñanza. Clarificar los objetivos implica ofrecer la posibilidad de explicitar los valores que fundamentan las decisiones didácticas y es develar las intenciones educativas de la acción concreta. El contenido como parte del objetivo, es la dimensión determinante de la planificación didáctica. El objetivo no sólo implica una función psicológica sino también un contenido escolar, es decir, una función epistemológica. Respecto a los contenidos se ampliará especialmente más adelante cuando se haga referencia a este componente didáctico específicamente. La fuente de decisión es una dimensión que no atañe sólo a los objetivos, sino a todo el modelo educativo en el que se inscribe la enseñanza, ya que en este caso se trata de la autonomía o dependencia de poderes externos en los que se inscriben las decisiones pedagógico- didácticas. Esta es una dimensión netamente ideológica y que nos indica una opción de valores, opción que nos permite comprender que elegir unos objetivos y desechar otros no es una acción aséptica o neutra, sino que es una decisión intencional y cargada de significados. El nivel de individualización apunta por un lado al hecho de considerar que los niños portan una individualidad que los caracteriza y a la vez diferencia. Desde la perspectiva psicológica sabemos que cada niño posee una estructura que le es propia, que determina sus posibilidades, capacidades, motivaciones, puntos de partida, experiencias, etc. Pero también es necesario 33 tener en cuenta que este niño es un sujeto social, y que forma parte de un medio cultural que lo determina. Por lo tanto es imprescindible a la hora de optar por determinados objetivos, tener en cuenta las variables sociales y culturales que intervienen el los procesos de enseñanza y de aprendizaje. El nivel de abstracción de los objetivos tiene que ver con el grado de generalidad o especificidad de los mismos. Esta dimensión generalidad especificidad, tiene una importante proyección en la planificación de la acción didáctica. Los objetivos más generales son formulaciones de resultados educativos de cierto grado de complejidad y apuntan a procesos de enseñanza y de aprendizaje más largos, mientras que los objetivos específicos, por el contrario, requieren un proceso también complejo, pero más delimitado en el tiempo. Para que un alumno alcance un objetivo de orden general, será necesario que alcance múltiples efectos de aprendizaje a través de múltiples acciones complejas durante un período largo en el tiempo. Si el objetivo, como ya se dijo, tiene que orientar la acción didáctica, el problema de la secuenciación plantea la necesidad de coordinar las estrategias que lleven a un proceso de aprendizaje capaz de conseguir esos objetivos propuestos. La secuenciación puede actuar como un arma de doble filo, en tanto se la asocie con la linealidad en el proceso de aprender, o con el establecimiento de secuencias didácticas rígidas, tal y como se caracterizó la enseñanza programada desde una perspectiva conductista. Es necesario tener en cuenta tal y como lo afirmó Bruner, que “no existe un orden de sucesión único para todos los que aprenden, y el óptimo en un caso particular dependerá de una variedad de factores que incluyen el aprendizaje anterior, la etapa de desarrollo, el carácter del material y las diferencias individuales”. Será necesario entonces tener en cuenta estas recomendaciones para no generalizar la pretensión de secuenciación y suponer que existe un isomorfismo entre objetivos y aprendizaje tal y como lo plantean las propuestas conductistas. 34 Por último, decimos también que hoy en día hay una marcada tendencia a hablar de “competencias”, o se escucha decir que es función de la escuela formar competencias. Pero, ¿qué son las competencias? En términos de historia curricular Carlos Cullen afirma que ésta es una categoría que reemplaza fuertemente a la de “objetivos educacionales”; pero sostiene también que es necesario reenfocar esta postura y encontrar un nuevo sentido desde una postura crítica. (Cullen, 1997) Esto último es lo que trataremos de hacer a continuación. En coincidencia con este autor, entendemos a las competencias como a “un sistema abstracto de reglas generativas de posibles realizaciones o desempeños que la escuela enseña y que se van construyendo a lo largo de la historia personal de cada niño durante su paso por la educación formal y no formal”. En dicha construcción de hecho la escuela tiene que desempeñar una función esencialmente democratizadora, en la que es posible que todos los niños tengan acceso por igual a dichos aprendizajes. Las competencias que formará la escuela brindarán a los alumnos aquellas herramientas necesarias no sólo para que se desempeñen y actúen en determinadas condiciones socio- históricas, sino que también les permitirán hacer una lectura crítica de esas condiciones y sentirse capaz de transformarlas. “Formar competencias es formar sujetos capaces de definir fines y medios, alternativas fundadas y estrategias diferentes, capacidad para evaluar desempeños a la luz de la posibilidad que viene de la competencia adquirida y no de la demanda específica de determinados desempeños”( Cullen, Carlos; 1997). De lo expresado, se desprende que la formación de competencias, desde la escuela, necesita de la intencionalidad educativa. Las competencias son saberes socio- históricos acumulados y transmitidos por la escuela. Son aquellos saberes que conforman social e históricamente al sujeto. Son saberes que si no se enseñan, no se aprenden y si se aprenden, favorecen a la posibilidad de construir subjetividad; 35 ya que son en palabras de Carlos Cullen, el “plus” de subjetividad que la sociedad le pide a la escuela que forme en los individuos. ¿Qué competencias es necesario entonces que la escuela forme? El criterio de selección será siempre histórico y definido socialmente. Podemos afirmar que surgen de la demanda social. Pero... ¿quién determina cuáles son las “competencias” necesarias? Dicha demanda es sin duda alguna heterogénea y cargada de intereses, poderes e ideologías. La escuela no puede ni debe desconocer esta demanda que la sociedad le impone. Debe plantearse esta difícil cuestión teniendo en claro que las competencias no sólo se expresarán en términos de desempeños (tal y como lo entenderían las propuestas tecnicistas) sino que apuntarían a la formación de capacidades que permitirán actuar al sujeto, frente a una variedad de situaciones que la sociedad en cada momento histórico le imponga, de manera autónoma, crítica y reflexiva, pudiendo el sujeto distinguir el tipo de imposición y saber cómo actuar críticamente frente a ella. Las competencias que la escuela formará serán: lingüísticas, comunicativas, tecnológicas, estéticas, cognitivas, afectivas, científicas, críticas, de participación ciudadana, éticas, creativas, motrices, y que, en todos los casos contextualizarán los aprendizajes, se referirán a sujetos concretos, respetarán los saberes previos de los mismos, respetando las diferencias en los puntos de partida y brindando la posibilidad de que estas diferencias sean cada vez menores, porque democratizar implica tratar de que todos accedan a niveles equivalentes de conocimientos. 36 8.4.2 – Los contenidos Los contenidos, son los instrumentos que permiten “leer”, comprender y organizar la realidad, así como una guía para su transformación. Los contenidos designan el conjunto de conocimientos o formas culturales cuya apropiación por los niños es esencial para su desarrollo y mejor integración a la sociedad. Sin dudas el desarrollo nunca se produce en el vacío, es decir, que los seres humanos hacen suyos los conocimientos y formas culturales del grupo social al que pertenecen. Esta incorporación nunca es lineal ni pasiva, es entendida como compleja, históricamente construida, culturalmente organizada, reelaborada y reconstruida por cada uno. Los contenidos son entonces, conocimientos culturales que se traducen en conceptos, ideas, creencias, sentimientos, actitudes, intereses, pautas de conductas, normas, valores, procedimientos. La enseñanza y el aprendizaje de contenidos no es un fin en sí mismo, sino un medio imprescindible para desarrollar las capacidades de los alumnos, como ciudadanos y sujetos de derecho. Las dimensiones a tener en cuenta para la selección de contenidos son: a) valoración y caracterización del conocimiento, b) selección, c) organización, d) significatividad e) optatividad. Para su mejor comprensión desarrollaremos una breve síntesis de cada una de las dimensiones mencionadas. La valoración y caracterización del conocimiento del que se parte indica que todas las cuestiones que se planteen a nivel epistemológico (a nivel del conocimiento), repercuten en la perspectiva didáctica. En la enseñanza de los contenidos escolares es necesario reparar en la necesidad de atender a la estructura interna de los mismos. Reconocer esto permite tomar en cuenta 37 los aspectos más sustantivos de las disciplinas curriculares así como preocuparse por los procesos psicológicos internos coherentes con ese contenido. El contenido tiene, por un lado, una estructura lógica interna y, por otro, una significación psicológica y experiencial que ese contenido alcanza en quien lo aprende. La selección de contenidos teniendo en cuenta el crecimiento cuantitativo de la ciencia en nuestra época es una fuente de decisión muy importante. Al mismo tiempo que se plantea que este crecimiento se desarrolla en progresión geométrica, se detecta que los conocimientos que brinda la escuela pierden vigencia rápidamente. La selección sin duda impone el hecho de clarificar los criterios de selectividad. La selección supone la relativización del conocimiento, esto tiene una proyección importante en la actitud de quienes se planteen la selección de contenidos, es decir del docente o del equipo; ya que como dijimos con respecto a los objetivos, en este caso también, no existe neutralidad a la hora de seleccionar qué se enseña y por qué y que no se enseña y por qué. La tarea de construir un PCI a nivel institucional, implica decisiones que están atravesadas por las representaciones que portan sobre los sujetos de aprendizaje los integrantes de cada institución y esta tarea es sin lugar a dudas una tarea ideológica y por ello exige por parte de los responsables, profundos procesos de reflexión. Para la selección de contenidos habría que tener en cuenta tres variables: a) la estructura propia del área , b) al sujeto que aprende, c) las fuerzas sociales que se imponen a la hora de seleccionar contenidos. Como primera medida el análisis de la estructura científica propia del área o de la disciplina implica tener en cuenta, como cuestión principal, que el contenido seleccionado responda a la condición de validez, 38 representatividad, profundidad y potencialidad. Todas estas propiedades le dan al contenido un alto poder de transferencia. En segundo lugar, es de destacar que la estructura psicológica y las variables socioculturales del sujeto que aprende son una fuente de decisión en la selección de contenidos. Hoy se reclama para que los aprendizajes sean significativos y para que los sujetos que aprenden puedan tener la oportunidad de construir significados y de atribuir sentido a aquellos contenidos que tienen oportunidad de aprender en la escuela, una enseñanza que parta de las raíces idiosincráticas de los sujetos que aprenden. Por último, es de destacar la relación que la educación guarda con la pirámide social. La función social que el sistema educativo cumple a través de la enseñanza, puede ser conservadora o innovadora. A la escuela y a los educadores les corresponde la tarea de forjar una actitud crítica a la hora de seleccionar los contenidos que la sociedad le encarga transmitir. Esta actitud crítica será la que permitirá tener en cuenta el amplio espectro social que alberga la escuela, responder a las necesidades de toda la sociedad y no sólo a la de unos pocos. En este caso es necesario apelar a la autonomía relativa que todo equipo docente posee en los momentos de decisiones curriculares, y es necesario que este poder de decisión nunca quede al margen de dicha autonomía relativa, que siempre es relativa a algo. En este caso particular es relativa al Diseño Curricular Provincial y a los marcos teóricos en los que se enmarca la tarea de enseñanza. El Diseño Curricular, lejos de ser copiado, tiene que ser una guía para orientar la tarea educativa, para ser contextualizado y recontextualizado por los equipos docentes cuando construyen el PCI (Proyecto curricular institucional) y para que el maestro cuando planifica para su grupo, tome decisiones fundadas.9 La organización de los contenidos de enseñanza responden a un modelo metodológico cuyo eje es la globalización. El concepto de globalización 9 El proceso de contextualización y recontextualizacfión refiere a un docente hacedor del currículo, a un docente protagonista que entiende que es activo en la toma de decisiones curriculares a la hora de construir el PCI institucional y que su protagonismo le demanda una actitud responsable con su actualización en la tarea de profesionalización de su propia práctica, durante el proceso de socialización laboral. 39 es un concepto psicológico que ha hecho grandes aportes a la didáctica, fundamentalmente a la organización de los contenidos en la planificación. Este concepto se apoya en la idea psicológica del “sincretismo” la que estipula que el niño percibe y conoce la realidad a través de captar estructuras, todos no diferenciados, y que el conocimiento acerca de un problema o porción de realidad se integrará cognoscitivamente en ese todo y permitirá a partir de conocerlo, organizarlo y comprenderlo significativamente, además de cuestionarlo e intentar modificarlo. Es de destacar la necesidad de integrar los conocimientos en base a criterios epistemológicos respetando las diversas áreas del conocimiento, procurando que esta integración sea significativa con vistas a la aplicación práctica, o sea, a su transferencia. “El conocimiento será instrumento de comprensión y transformación del mundo en la medida que pase a ser instrumento de pensamiento, lo cual sólo es posible si es un conocimiento significativo” (Gimeno Sacristan; 1986). La significatividad del contenido es entonces una dimensión fundamental, es el problema central en el proceso de enseñar y de aprender. Este problema es crucial siempre, pero sobre todo en las primeras etapas de la educación; ya que el conocimiento científico requiere un aprendizaje simbólico que en los primeros años de vida es muy difícil de conectar con el bagaje de conocimientos experienciales que porta el alumno. Es necesario que el individuo al aprender conecte su bagaje de conocimientos (saberes adquiridos, saberes previos, teorías implícitas), con el conocimiento que brinda la escuela, que se vuelve contenido escolar, transposición didáctica mediante.10 La dimensión de la significatividad es definitiva en orden a configurar estrategias didácticas adecuadas, significativas e interesantes para los alumnos, ya que tienen que tener relación con los niveles de desarrollo, como condición de posibilidad de todo aprendizaje. 10 “Un contenido de saber que ha sido designado como saber a enseñar, sufre a partir de entonces un conjunto de transformaciones adaptativas que van a hacerlo apto para ocupar un lugar entre los objetos de enseñanza. El “trabajo”que transforma de un objeto de saber a enseñar en un objeto de enseñanza es denominado la transposición didáctica.( Yves, Chevallard;1991). 40 La posibilidad de optar, que tiene que ver con el poder de decisión que tienen los alumnos frente al curriculum, es una dimensión cuyas posibilidades son muy diferentes según los niveles educativos de los que se trate. Siempre es posible ofrecer algún grado de opción, pero esto es diferente según sea la disciplina que se aborda. En el caso de la matemática o la física es probable que ese grado de opción sea menor que en el caso de las ciencias sociales. Los límites de la opción están dados por la estructura de la disciplina y en los contenidos mínimos y esenciales que se establecen como necesarios para que un aprendizaje sea significativo. 8.4.3 Las actividades Las actividades pueden dividirse en: a) abiertas b) pautadas c) integradoras Las actividades abiertas implican contextos estimulantes en el cual los niños y las niñas exploran, descubren y experimentan las propiedades de los objetos y/o diferentes situaciones que se les propone. Son situaciones que si bien son planificadas por los maestros, parten de una propuesta general del maestro y/o de los alumnos, pero no responden a un plan establecido paso a paso. Estas actividades se llevan a cabo cuando se realizan juegos con masa y/o plastilina, arena, dactilopintura, arcilla, etc. Juegos con cintas, diarios, sogas, elásticos, sábanas, etc. Dramatizaciones de cuentos, poesías, juegos con el propio cuerpo y el de los demás, así como otras situaciones en general. Las actividades pautadas se diseñan en contextos estimulantes a través de intervenciones que guían y orientan el trabajo de los niños. Son pautadas porque responden a una secuencia ordenada de las acciones y requieren de una regla que implica entender que algunas cosas se hacen primero y otras 41 después y que en este caso el orden de los factores altera el producto. Esto no implica que no sean creativas y libres, sólo que en este sentido, responden a un desarrollo paso por paso. Un ejemplo de este tipo de actividades se lleva a cabo cuando se escribe una receta o se construye una entrevista. En educación física, cuando se propone por ejemplo realizar un circuito con diferentes grados de complejidad en su recorrido. Cuando en matemática se lleva a cabo un juego que implique diferentes momentos y grados de complejidad. Las integradoras, permiten interrelacionar contenidos de diferentes áreas, así como combinar actividades abiertas y cerradas. Son representativas de este tipo de actividades los Juegos – trabajo, las actividades de conjunto que permiten abordar contenidos de las diferentes áreas, como por ejemplo elaborar cuadros de doble entrada que ayuden a sistematizar datos obtenidos en una encuesta, llevar a cabo una actividad de investigación sobre alguna problemática en particular, etc. Es decir que en la integración se ponen en juego contenidos que se relacionan e interrelacionan de manera lógica. Las actividades además se desarrollan teniendo en cuenta tres momentos a saber: a) Momento de apertura y/o inicio. b) Momento de desarrollo o puesta en marcha de la propuesta. c) Momento de cierre de la propuesta y evaluación de la misma. El primer momento tiene como propósito generar un clima propicio para la enseñanza, así como conectar a partir de la propuesta, el interés en los niños y las niñas hacia lo que se está presentando. Es el momento entonces, en el que los alumnos ponen en conexión lo nuevo que se les presenta con lo que ellos poseen como contenido ya conocido en sus esquemas de asimilación, es decir, con lo que ya saben y conocen. Este momento no requiere ni de cajas sorpresas, ni de relatos poco creíbles a los niños y a las niñas, prácticas estas muy arraigadas en la cotidianeidad de la sala y que es tiempo de repensar su significado, para poder resignificarlas. La propuesta que hace el maestro tiene 42 como objetivo intentar hacer interesante la propia situación problemática presentada y no abusar de los artilugios que generalmente acompañan la presentación, como ruidos indefinidos por identificar que suenan dentro de una caja cerrada, adivinanzas poco claras para descubrir de qué elemento se trata, argumentos que consideramos vacían de contenido en relación al problema presentado, ya que evitan que los niños focalicen la atención en el problema, para dirigirla a cuestiones secundarias que en realidad no hacen a la cuestión central a atender. El segundo momento, el desarrollo, implica poner en marcha la resolución de la situación problemática presentada. Es el momento en que el maestro tendrá una participación activa, ya que estará a cargo de la enseñanza, incentivará a su vez la participación de los alumnos, es decir que, los alumnos participarán activamente proponiendo formas de resolver el problema planteado. Sin duda el maestro ejercerá de incentivador, provocando el trabajo de los alumnos, andamiándolos en el recorrido que él o ellos propongan, coordinando el proceso durante el desarrollo, momento destinado a la búsqueda de soluciones. Este momento también tiene como eje los contenidos que el maestro se propone enseñar y es el momento en el que el maestro presenta materiales. El tercer momento que es de cierre pero a su vez de evaluación, permite en principio llegar a algunas posibles conclusiones, también hacer generalizaciones y/o transferencias a otras situaciones semejantes; pero además reflexionar sobre lo realizado, sobre los caminos elegidos, los logros alcanzados, las dificultades encontradas, las posibles soluciones a esas dificultades, los sentimientos vivenciados y las nuevas propuestas que surjan a partir de lo realizado. Acciones que son coordinados por el maestro, pero explicadas, verbalizadas y apreciadas por los alumnos. 43 8.4.4 La relaciones entre los componentes didácticos son complejas: una mirada sobre la complejidad No podemos finalizar el apartado destinado a la comprensión de los alcances de los diferentes componentes didácticas, sin antes hacer mención a cómo se establece la relación entre los mismos en una propuesta concreta de planificación didáctica. Decimos que se trata de una mirada compleja cuando dicha mirada supera la mirada lineal, tan difundida en las propuestas de enseñanza propias del tecnicismo. Dicha mirada interpreta que cuando se propone una enseñanza, la posibilidad de acceder a un aprendizaje es producto de una secuencia lineal entre el objetivo propuesto, el contenido que sustenta la enseñanza, la actividad y la evaluación. Producto de esta idea son los argumentos que escuchamos entre mucho maestros cuando dicen: “eso ya lo enseñamos, ya fue evaluado”. Esta idea se sustenta en un principio simplista, que entiende que cada elemento de la secuencia es un eslabón de una única cadena que tiene un principio y un fin. Sin embargo, una mirada compleja, superadora de la descripta implica propiciar un desarrollo que supone relaciones dialécticas, espiraladas y procesuales, en las que la línea se reemplaza y supera por la imagen de las ramificaciones. Esta idea se sustenta en principios diferentes y sienta la base de que existe una verdadera retroalimentación en los contextos de enseñanza, entre el desarrollo y el aprendizaje. Dicho principio establece que cuando se enseña, a mayor desarrollo, se corresponden mayores posibilidad de aprendizaje y, a su vez, se entiende que: cuando se aprende más cuando existe un real contexto de aprendizaje, y que cuando más se aprende, paralelamente se produce un mayor desarrollo. En general los maestros se preguntan entonces: ¿Cuál es el límite de la intervención desde esta perspectiva?: ¿la edad del que aprende?, ¿el contexto?, ¿las prescripciones curriculares?, ¿las condiciones objetivas de trabajo del maestro?, ¿las teoría implícitas que portan los maestros en relación a los conocimientos sobre aquello que enseñan y cómo lo enseñan?, 44 ¿las condiciones objetivas de los alumnos? Todas y cada una de estas variables entran en juego y determinan el proceso de enseñanza y de aprendizaje, ya que es el contexto real y a los sujetos reales, a los que es necesario tener en cuenta. Razón por la cual hablamos de complejidad, nunca de imposibilidad. En evitar esto último, creemos está el desafío. Con el fin de representar la idea de que las relaciones que se establecen entre los componentes didácticos en una propuesta de planificación de un proceso de enseñanza son complejas y que el desarrollo no es lineal, elaboramos un esquema de posibles relaciones entre los componentes didácticos, desde una perspectiva dialéctica. C A A C O. E C A A O. E C A O. G O. G COMPETENCIA O. E O. G A O. G A O. E C O. E C A O. G O. E O. E A C C A Referencias: O.G= Objetivos Generales; O.E= Objetivos específicos; C= Contenidos; A= Actividades. 45 El diagrama del tipo arbolar que se presenta, puede ser leído en dos direcciones: una desde la competencia a construir a las actividades a desarrollar, otra, desde las actividades desarrolladas a la competencia a construir. En la primera dirección podemos apreciar cómo una determinada competencia que se va constituyendo en un determinado nivel de escolarización y se va complejizando en los demás, se construye a partir del logro de varios objetivos generales vinculados al área en cuestión a la que alude la competencia. Cada objetivo general se alcanza a través de varios objetivos específicos. Cada objetivo específico se logra a partir de acceder al conocimiento de múltiples contenidos escolares. Cada contenido escolar se interioriza a través de la realización de múltiples actividades que permiten abordarlo, para incorporarlo, para apropiarse del mismo. En la segunda dirección se entiende que múltiples actividades desarrolladas, permiten abordar un contenido escolar, para comprenderlo e interiorizarlo. Apropiarse de varios contenidos escolares apuntan a la consecución de una serie de objetivos específicos. Lograr los objetivos específicos permite concretar los objetivos generales propuestos. Lograr los objetivos generales implica construir una competencia del área de la que se trate, en el nivel del que se trate y complejizarla en los otros niveles. Para finalizar creemos significativo hacer mención a un fragmento de un texto de Guba que entendemos representa significativamente el sentido de lo que se viene desarrollando. El autor dice así: “Imaginemos un árbol con muchas ramas apoyadas contra un fondo que representa todo el conocimiento posible. Si trepamos a ese árbol, las ramas nos pueden conducir a muchos escondrijos y grietas de ese fondo que es la realidad, pero siempre habrá partes del fondo que no podrán ser alcanzadas desde ninguna posición a la que accedemos por sus ramas. Alcanzar estos lugares exigirá trepar a otros árboles. (...) Trepar a un árbol particular abre muchas opciones al escalador, pero también cierra otras. Cuando elijamos subir a un 46 árbol particular debemos primero estar seguros como podamos de que sus ramas alcanzarán el lugar al que deseemos llegar”. (Guba, 1985: 101) 8.5 Estrategias Didácticas ¿Qué se entiende por estrategias didácticas? Comenzaremos mencionando en primera instancia que las estrategias se vinculan directamente con el campo de las decisiones didácticas, pero es necesario destacar que dicho campo está inscripto en el campo pedagógico, por lo que el campo didáctico se nutre del campo pedagógico que le auspicia de marco. Es decir que cuando hablamos de estrategias en general, podemos estar refiriéndonos tanto a la enseñanza como al aprendizaje, ya que el campo pedagógico didáctico se relaciona con el hecho educativo y con los sujetos que en este hecho intervienen, el maestro y el alumno, mediatizados ambos por el conocimiento. Cuando hacemos referencia a las estrategias de enseñanza, estamos vinculándonos directamente con el campo de la didáctica, ya que acordando con la definición que de la didáctica hace Edith Litwin, (1996) sostenemos que “la didáctica es la teoría de las prácticas de enseñanza”. Es en este sentido que afirmamos que “las estrategias didácticas son entendidas como las herramientas teórico /prácticas de las que se vale el maestro para enseñarle a los alumnos y son la mejor forma del “saber hacer” vinculadas a la enseñanza, con el propósito de que esta sea comprensiva y para que sea entendida como una “buena enseñanza”. (Spakowsky, Elisa. 2002. Inédito) También podemos decir que las estrategias son los instrumentos de la acción práxica del docente. Entendiendo por acción práxica a la acción que se 47 deriva tanto de los supuestos teóricos como de la puesta en práctica de esos supuestos teóricos, es decir la puesta en marcha de la práctica pedagógica. En la práxis se conjugan ambos supuestos , los teóricos y los prácticos. Por ello es necesario dejar en claro que nunca una decisión didáctica está al margen de lo pedagógico; ya que como afirmamos antes, lo pedagógico enmarca y nutre a lo didáctico. Por ello las decisiones didácticas que los docentes toman están siempre inscriptas en un contexto más amplio que le da sentido y significado. Este contexto, que es el contexto pedagógico, se vincula a las diferentes concepciones de infancia, de enseñanza, de la función docente, de la función del alumno, de la función de escuela y de sociedad, como ya afirmamos oportunamente. Cuando hablamos de enseñanza nos estamos refiriendo concomitantemente al aprendizaje, ya que el maestro enseña en función a como entiende que los alumnos aprenden. Al referirnos al aprendizaje directamente entramos en el campo de la psicología del aprendizaje y a las diferentes corrientes psicológicas que dan cuenta de ¿cómo aprenden los sujetos? es decir, ¿cómo accede al conocimiento el sujeto que aprende? O ¿ cómo se pasa de un menor conocimiento a un mayor conocimiento? Es en este momento y a propósito de tener en cuento cómo un sujeto que está aprendiendo pasa de un menor conocimiento a un mayor conocimiento, cuando la didáctica se nutre de la psicología o lo que es lo mismo, la psicología nutre a la didáctica. La selección de estrategias didácticas tiene como propósito encontrar, por parte de los docentes, la mejor forma de estructurar la propuesta de enseñanza de contenidos escolares, de modo tal que el maestro facilite a los alumnos la adquisición de aprendizajes, potenciando en ellos diferentes procesos de pensamiento que contribuyan por un lado, a enriquecer las posibilidades de comprensión de las nuevas informaciones a las que acceden en la escuela y por otro, a la adquisición de aprendizajes significativos por reestructuración, concepto que desarrollaremos más adelante. 48 En el nivel inicial los aportes de Piaget han tenido honda repercusión. En su propuesta teórica dicho autor aporta la idea del aprendizaje por descubrimiento y afirma que el alumno a partir de la actividad “autoestructurante”, es decir, por su propia actividad, encuentra tanto en los materiales como en los contenidos con los que trabaja y con los que fundamentalmente se relaciona en forma espontánea y natural, una organización o una estructuración que no necesita una explicitación por parte del maestro. La idea que sostiene este autor es la de un aprendizaje por descubrimiento autónomo. Es por ello que nos aclara que, cada vez que al niño se le “enseña algo”, se le “impide que lo descubra por sí mismo”, se le impide que lo invente o lo reinvente y como consecuencia de ello que lo comprenda. En la misma línea de Piaget, se ubica Carl Rogers, quien niega la enseñanza por transmisión y defiende la función del maestro que facilita un ambiente y materiales, afirmando también que el verdadero aprendizaje es aquel que el alumno logra por sí mismo. Sin embargo, existen otros teóricos cognitivistas, que tienen una mirada diferente y que sostienen que la enseñanza por descubrimiento no es el único medio para el logro de un aprendizaje significativo, y se encargan a su vez de reubicar no sólo la manera en la que los niños acceden a dichos aprendizajes, sino la forma en que el maestro presenta los nuevos contenidos y la función que cumple su figura y tarea, en este proceso. En esta línea se ubican Vigotsky, Bruner , Ausubel y Rogoff, entre otros. 49 El aprendizaje significativo desde la línea socio histórico cultural. Según las propuestas de Ausubel, un aprendizaje es potencialmente significativo cuando el nuevo contenido que se le presenta al alumno puede ser relacionado con los conocimientos que este ya posee, es decir con aquello que conocemos como los saberes previos, o las teorías implícitas. Es necesario también que el alumno tenga una especial disposición para acceder al aprendizaje, pero como en parte esto también es responsabilidad del maestro, es imprescindible generar en los alumnos esta necesidad. Es decir que, la presencia o ausencia de la disposición para el aprendizaje significativo, así como la naturaleza de dicha disposición dependen, por un lado, de la significatividad potencial que tengan los nuevos materiales, por otro, del o de los nuevos contenidos y por último, del tipo de práctica que el maestro elija para llevar a cabo la enseñanza. Esto implica entender que lo contenidos que se seleccionan, los materiales que se decide utilizar, las actividades que se proponen y la forma en que en general se lleva a cabo la enseñanza, son un testimonio de la forma en que el maestro produce enseñanza y genera el contexto para que se produzcan aprendizajes significativos. Existen también en relación con el aprendizaje significativo otros aprendizajes como por ejemplo el exploratorio. Este aprendizaje es entendido como el proceso que se basa en el uso de materiales concretos y en la realización de actividades manifiestas por parte del sujeto. En este caso al conocimiento se accede a través de la manipulación de objetos. Dicha manipulación no es exclusivamente motora también es manipulación psicológica. Se trata de un sujeto activo que por medio de la acción, entre la que se menciona como acción a la psicológica, incorpora al objeto transformándolo y transformándose. Si bien el aprendizaje significativo se diferencia del exploratorio se basa en él, sobre todo con los niños de temprana edad. 50 El aprendizaje por recepción significativa incluye la recolección de información, la identificación de ideas centrales y definiciones, la comparación y contrastación de información antigua y nueva y la expresión de los conocimientos tanto en forma oral como escrita. El aprendizaje significativo implica la incorporación sustantiva y no arbitraria, ni verbalista de nuevos conocimientos en la estructura cognitiva de los sujetos que aprenden. Esto implica también, por parte de los sujetos que aprenden, un esfuerzo deliberado por relacionar los nuevos conocimientos como conceptos de nivel superior, más inclusivos (inclusores) y ya existentes en la estructura cognitiva. Los nuevos contenidos se relacionan con las experiencias previas, con los hechos y objetos que el alumno ya posee en sus estructuras de conocimiento. Bruner cuando se refiere al proceso de aprendizaje también hace referencia a la necesidad de enseñarle a los niños ciertas estrategias vinculadas a los aprendizajes comprensivos. Entre ellas destaca por ejemplo a la estrategia de “categorización”, entendida como el proceso que permite organizar e integrar la información. En este proceso se establecen vinculaciones significativas entre la nueva información con la ya adquirida. La posibilidad de categorización es una estrategia que elabora el pensamiento teniendo en cuenta determinados principios que permiten clasificar la realidad con el propósito de conocerla y de reducir su complejidad y desorden inicial. Es decir, permite el paso del sincretismo al todo más organizado, entendiendo este pasaje desde una perspectiva estructuralista. Dicha estrategia (la categorización) propicia aprendizaje de habilidades que implican la posibilidad de: 1) Conocer la realidad tanto natural como social. 2) Organizarla para comprenderla. 3) Simplificarla. 4) Encontrar semejanzas entre elementos y relaciones. 51 5) Comprender diferencias entre elementos y relaciones. 6) Eliminar la necesidad de los reaprendizajes constantes. 7) Mejorar la capacidad de relacionar objetos, acontecimientos, procesos y conflictos. Pozo Juan Ignacio (1993), alude a un fragmento de Julio Cortázar en “Historias de cronopios y de famas” para referirse al significado de la teoría de la reestructuración y para ayudar al lector a la comprensión de su sentido. Por la misma razón consideramos pertinente transcribirla en esta oportunidad: “ Un señor toma un tranvía después de comprar el diario y ponérselo bajo el brazo. Media hora más tarde desciende con el mismo diario bajo el mismo brazo. Pero ya no es el mismo diario, ahora es un montón de hojas impresas que el señor abandona en un banco de una plaza. Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas se convierte otra vez en un diario, hasta que un muchacho lo ve, lo lee, y lo deja convertido en un montón de hojas impresas. Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas se convierte otra vez en un diario, hasta que una anciana lo encuentra, lo lee, y lo deja convertido en un montón de hojas impresas. Luego se lo lleva a su casa y en el camino lo usa para empaquetar medio kilo de acelgas, que es para lo que sirven los diarios después de estas excitantes metamorfosis”. En este proceso de aprendizaje y desarrollo, la actividad del sujeto es el motor del conocimiento. El que está aprendiendo actúa sobre los estímulos, transformándolos y transformándose. Ello es posible gracias a la intervención de instrumentos y/o herramientas que median entre el estímulo y la respuesta y de un maestro que las proporciona. La actividad es un proceso de transformación del medio y los objetos a través de la selección y aplicación de instrumentos y herramientas y de los procesos cognitivos, afectivos y sociales que el sujeto que aprende realiza con la orientación de alguien más experto. Por un lado, están las herramientas proporcionadas por la cultura que enriquecen las posibilidades de desempeño y que actúan directamente sobre 52 los estímulos modificándolos, y por otro, están los signos, que modifican al propio sujeto y a su vez modifican a los estímulos. El siguiente esquema permite visualizar la relación explicada. HERRAMIENTA E R MEDIADOR SIGNO (Pozo. 1993) La tarea que cumple el adulto/ maestro en la enseñanza En relación con la tarea que desempeña el adulto en la enseñanza, Bruner, basándose en las ideas de Vigotsky, sostiene que su tarea es “andamias” o “sostener” las consecuciones de los niños, forzándolos, mediante el juego, a entrar en la “zona de desarrollo próximo” y “enseñándoles” a conseguir el control consciente de lo que van “aprendiendo” gracias a las relaciones sociales establecidas, es decir, a la intersubjetividad que se establece en la comunicación y en la construcción de las subjetividades. Si bien cuando Bruner se refiere a la tarea que tiene que cumplir el adulto se refiere a las madres, es posible homologar esta tarea planteada por el autor, a los maestros; ya que en la etapa de escolarización sistemática el adulto significativo en el espacio escolar es el maestro o los maestros encargados de la enseñanza de los niños. 53 Dicho autor recalca que en la tarea de andamiar y sostener, la intervención del adulto/ maestro es mayor cuando menor es la capacidad del niño de resolver los problemas por sí mismo. De allí la relación entre este concepto y el de “zona de desarrollo próximo”. Si el maestro debe actuar, según lo afirmado por Vigotsky, en la zona de desarrollo potencial, es decir, cuando el niño no puede resolver problemas sólo, esto quiere decir que la intervención del maestro es contingente a la falta de resolución de problemas de manera autónoma de los niños y que cuando menos puede el niño hacerlo por sí mismo más fuerte tiene que ser la presencia del adulto. ¿Para qué? ¿Por qué la intervención del maestro tiene que ser inversamente proporcional? La respuesta desde esta perspectiva del desarrollo es: para instrumentar al niño, para ayudarlo cuando no puede resolver por sí mismo algo, para enseñarle y ofrecerle las herramientas necesarias, así como para generar las posibilidades de comprensión de las nuevas informaciones en relación con las teorías implícitas que tiene incorporadas y que son producto de sus experiencias y conocimientos previos vinculados a su condición social, cultural y psicológica y a su paso por la escuela. 11 Tal y como afirma Wood (1980), la eficacia de la enseñanza (...) depende en gran medida de que se respete la regla de contingencia. Que según esta regla, la intervención educativa tiene que oscilar entre los mayores niveles de intervención, es decir, de máxima ayuda, a los de mínima ayuda. (Coll, 1993). Por lo que queda claro entonces que es el maestro quien con expresas intenciones pedagógico didácticas y en virtud de procurar enseñar a los niños, produce el andamiaje necesario y contingente a cada realidad, como también proporciona deliberadamente un contexto significativo como escenario social y materiales que favorezca la adquisición de conocimientos, generando aprendizajes significativos, comprensivos y reflexivos y promoviendo la “buena enseñanza”. 11 La ley de Contingencia hace alusión a que la ayuda es inversamente proporcional a las posibilidades autónomas de acción de los alumnos. Lejos de pensar que cuando solos no pueden hay que esperar a que puedan, la Ley de Contingencia promueve una actitud intervensionista del maestro. Esta intervención es 54 ¿Cómo se promueven las operaciones del pensamiento a través de la enseñanza comprensiva y reflexiva, para que devengan en aprendizajes significativos? La pregunta que encabeza este apartado no es un pregunta menor, ya que la misma está dirigida a la búsqueda de respuestas vinculadas a pensar sobre ¿cuáles son las acciones que es necesario llevar a cabo en el proceso de enseñanza? Tiene en cuenta además, que cuando hacemos referencia a la enseñanza, se espera que esta apunte a promover procesos comprensivos y reflexivos; pero que a la vez, su impacto produzca aprendizajes significativos. ¿Qué es una estrategia de pensamiento? Una estrategia de pensamiento es sin duda un plan explícito y articulado que se pone en movimiento frente a un problema. La estrategia se pone en marcha siempre y cuando el abordaje del problema, implique un desafío intelectual. Ya que, pensar bien, tal y como lo afirma Monereo, Carlos (1993) (...) “significa poner en marcha una estrategia, que debe considerarse un proceso deliberativo, de toma de decisiones, que se inicia en el momento que existe una demanda, sigue cuando se está aplicando el plan trazado, regulando la acción cuando surgen imprevistos y finaliza en el momento en el que el sujeto percibe que ha cumplimentado el objetivo o que no puede resolver en los términos esperados, con la consiguiente valoración de lo realizado”. Las regulaciones y reestructuraciones que el pensamiento lleva a cabo en el proceso de aprendizaje se valen de las herramientas adquiridas previamente y se traducen en términos de habilidades y competencias. Dichas habilidades y competencias, que son entendidas como las condiciones de posibilidad del conocimiento, corresponden a aquellas estrategias que cada uno mayor cuando menos autonomía en las decisiones tiene el alumno, allí es cuando interviene el maestro instrumentando al alumno y luego alejándose para apreciar los logros alcanzados. 55 tuvo la oportunidad de aprender. Esto quiere decir que las estrategias que se ponen en acción a la hora de acceder al conocimiento son las habilidades que se ponen en juego frente a una determinada demanda. Para que algo se ponga en juego primero hay que construirlo, si esa oportunidad no está dada, la capacidad de razonar queda sumamente restringida y las acciones que se desprenden de esos procesos son muy limitadas. ¿Qué significa entonces brindar oportunidades desde el espacio escolar, para la construcción de estrategias? 12 Los procesos que desarrolla el pensamiento, también denominados capacidad de razonar o razonamiento, deberían producirse en forma sistemática durante la trayectoria escolar de los niños. Es en esta instancia cuando cobra significado el contexto de la clase, donde los espacios, los materiales, los contenidos y las estrategias que utiliza el docente para enseñar influyen en los procesos de construcción del pensamiento. En la clase importa tanto desarrollar aquello que conocemos como razonamiento formal o lógico como el denominado razonamiento informal. Entre las operaciones del razonamiento formal es necesario destacar las inferencias lógicas que desarrolla el pensamiento tales como: la inducción, la deducción y la analogía. Todas estas inferencias lógicas, ya sean, las inductivas, las deductivas como las analógicas implican por un lado, pasar de algo que es conocido a aquello que es desconocido y, por otro, usar el conocimiento para construir y diseñar nuevas operaciones, como también, partir de los datos conocidos para construir nuevas interpretaciones. Cuando se trata de una inferencia deductiva el pasaje de lo conocido a lo desconocido va de lo general a lo particular. Por ejemplo, de un todo como: medios de transporte, se obtienen sus elementos, las partes: autos, colectivos, 12 Tener en cuenta que pueden ampliar el estudio y la comprensión de este punto consultando la “Orientaciones didácticas para el Nivel inicial 1ª Parte”, página 21, página 32. 3ª Parte, páginas 17, 24, 27, 29, 65, 74, 91. En todas estas propuestas podemos observar de qué forma a través de las propuestas de 56 trenes, camiones, barcos. Es en este caso cuando el razonamiento recorre una trayectoria que va del todo a las partes, de lo general a lo particular. Mientras que en la inferencia inductiva el proceso es inverso, es decir, de las partes se deduce el todo. En este caso y siguiendo con el mismo ejemplo, de las partes: autos, colectivos, trenes, camiones, barcos, se infiere el todo: medios de transporte. Es en este momento cuando el niño, a partir de una serie de elementos que son de la misma naturaleza, construye una categoría. Por último, la analogía, permite inferir lo desconocido a partir de lo conocido con una dirección que va: “de un todo conocido” a “un todo desconocido”. Por ejemplo a los niños se les puede explicar las reglas necesarias para el funcionamiento de un grupo a partir de ayudarles a caracterizar las acciones que desarrollan los jugadores en un partido de football y los objetivos que cada uno y todos tienen para la consecución de un fin. El razonamiento informal que también se denomina como razonamiento de la vida cotidiana, también tiene que tener su protagonismo en la escuela. En la base de este razonamiento se agrupan acciones que permiten operar en la vida cotidiana y que implican: planificar, defender ideas, proponer ideas, proponer posibles establecer posibles causas y soluciones, posibles elegir consecuencias, opciones, evaluar argumentos, defender argumentos, tomar decisiones, evaluar los pro y los contra de diferentes situaciones, entre muchas otras acciones. En este tipo de razonamiento influyen tanto las creencias, como las teorías implícitas, los sentimientos y los prejuicios que cada uno tiene cuando analiza y comprende la realidad. También estas circunstancias son favorables para que a partir de analizar el propio razonamiento, se pueda construir el pensamiento crítico. actividades se ponen en juego diferentes estrategias didácticas que permiten llevarlas a cabo a través de una propuesta significativa por parte del maestro. 57 ¿Qué es el pensamiento crítico y por qué es necesario promoverlo desde tempranas edades? El pensamiento crítico se relaciona directamente con la capacidad de reflexionar. A pensar críticamente se aprende, pero para ello es necesario generar las oportunidades necesarias. Tal y como lo afirma Young (1993), “La crítica versa sobre la comprensión de un problema y su resolución (...) Una parte de la crítica es encontrar algo que no funciona en una situación. Pero es sólo el comienzo.” Para desarrollar el pensamiento crítico el maestro debe promover en los alumnos la capacidad de reflexionar, de descentración, que les permita ponerse en el lugar del otro y considerar el/ los puntos de vista de los otros, así como comprender y cotejar conocimientos con la búsqueda de nuevas informaciones y promover la evaluación como la oportunidad que permite valorar los procesos y los resultados, para comprender y producir cambios. Todas estas acciones contribuirán a iniciar la construcción de la capacidad de juzgar críticamente y la formación de un alumno cada vez más autónomo y con capacidad de decisión propia. Como síntesis podemos afirmar que las estrategias de pensamiento que es necesario desarrollar en los alumnos en el espacio escolar son: comparar, resumir, observar, clasificar, interpretar, formular críticas, imaginar, reunir y organizar datos, formular anticipaciones, elaborar hipótesis, tomar decisiones, inferir, transferir, evaluar, diseñar, proyectar, investigar, sintetizar, analizar, relativizar, cuestionar, argumentar, resolver problemas. 8.6 Los materiales y recursos Entendemos que los materiales y los recursos en general son los que el maestro utiliza como medios para llevar a cabo la acción de enseñar. En esta 58 categoría entran todos los materiales, desde los más sencillos a los más sofisticados. La incorporación de los mismos, en tanto componentes del modelo didáctico, se subordina a los otros componentes didácticos, fundamentalmente a los contenidos. Lo que permite entender que un mismo medio puede tener una función muy distinta en una situación didáctica que en otra. Los diferentes materiales y recursos de los que dispone el docente a la hora de enseñar fueron clasificados por diferentes autores. Dale Edgard, por ejemplo, habla del “cono de la experiencia”, en el que ordena los medios en once niveles de acuerdo al rango de abstracción que presenten, partiendo desde la experiencia directa hasta la experiencia “condensada” en símbolos verbales, pasando por las dramatizaciones, las demostraciones, excursiones, televisión, cine, radio, grabaciones y símbolos visuales.13 Es necesario tener presente que para lograr aprendizajes significativos, es muy importante tener en cuenta la variable que constituyen los materiales que a su vez, al igual que los contenidos es necesario sean potencialmente significativos. Es decir tienen que estar al servicio de los contenidos de enseñanza y ser acordes a los intereses, necesidades y al nivel de desarrollo del grupo de alumnos. La elaboración de materiales a nivel institucional, facilitaría su uso por todos los maestros según necesidades manifiestas, ya que los materiales formarían parte del patrimonio pedagógico didáctico de la institución y estarían al servicio de los procesos de enseñanza emprendidos por los maestros. En este sentido y dentro del PEI, podría propiciarse la participación de los padres, como se ha observado hasta ahora en muchas instituciones educativas, en la que los padres y madres colaboran en la confección de materiales didácticos, acción que realizan orientados por los docentes. 13 Edgar Dale en “Métodos de enseñanza audiovisual “ clasifica los medios desde el nivel más concreto hasta el más abstracto. Así pasa de las experiencias directas (hacer una torta, batir una crema), a las experiencias concretas (mesa de arena, construcciones, et), dramatizaciones, demostraciones, visitas y 59 8.7 La Evaluación Para abordar la problemática de la evaluación y profundizar en su análisis tendríamos en primera instancia que tomar como eje una serie de interrogantes que organizaremos en un cuadro para su mejor lectura y comprensión: INTERROGANTES EJE Epistemológico ¿ Qué es la evaluación? (Todo acto de evaluación se sustenta en una concepción epistemológica, en la que se inscribe el docente y la que caracteriza el proceso de evaluación que este lleva a cabo) Intención pedagógica ¿Por qué se evalúa? (Todo acto de evaluación tiene propósitos que tienen que ser explícitos, planificados sistemáticamente) Impacto / Efecto ¿Para qué se evalúa? (Toda evaluación produce un impacto que trasciende el espacio de la sala e incluso de la institución, determinando la subjetividad de los evaluados) Currículo real ¿Qué se evalúa? (Se evalúan aprendizajes a partir del currículo realmente enseñado. Se excursiones; trabajo con libros, rotafolios, franelógrafo, etc; cine y T.V; diapositivas; grabaciones; símbolos visuales y por último símbolos verbales como el nivel de mayor abstracción. 60 entiende que currículo es todo lo que sucede en la escuela) 14 El proceso de evaluación en la escuela, trasciende a la evaluación de aprendizajes y se vincula a todos los aspectos que caracterizan la interacción didáctica en un contexto particular. Estrategias, acciones e instrumentos. ¿Cómo se evalúa? (Toda evaluación implica planificar la forma en que se llevará a cabo y las acciones que se implementarán durante su proceso) Responsables de la evaluación ¿Quiénes evalúan? (Refiere a todos los que están comprometidos en el acto de evaluar: maestros, padres, directivos, niños, comunidad, etc) Momentos de la evaluación ¿Cuándo se evalúa? (La evaluación se lleva a cabo en diferentes momentos o fases y con diferentes propósitos en cada momento o fase) Si bien es cierto que sería imposible abordar con profundidad en este documento, la forma en cómo se concibió a la evaluación en cada una de las concepciones pedagógicas mencionadas al inicio de este documento, es necesario hacer una breve aproximación descriptiva y explicativa de cada una de ellas, para comprender nuestras propias representaciones sociales 14 Por currículo se entiende a la síntesis de elementos culturales (conocimientos, valores, costumbres, creencias, hábitos) que conforman una propuesta político – educativa pensada e impulsada por diversos grupos y sectores sociales cuyos intereses son diversos y contradictorios, aunque algunos tiendan a ser 61 consolidadas en las ideas y en las prácticas y poder ofrecer, a partir de este conocimiento, una propuesta alternativa. Propuesta que intentaremos delinear más adelante. 8.7.1 La evaluación y su transfondo paradigmático en las diferentes tradiciones pedagógicas 15 Desde la Pedagogía Tradicional podemos decir, a grandes rasgos, que la acción de evaluar se denomina: verificación, control, estimación. Apunta a constatar cuánto sabe un niño. El acento está puesto en los resultados, la cantidad de aprendizajes adquiridos. No importa, desde esta perspectiva: ¿cómo? lo aprendió. El maestro trata, en todos los casos, de evitar el error; ya que persiste la creencia de que todo error que queda fijado en la conciencia del sujeto que aprende, no puede superarse. Predomina la medición de los conocimientos cognitivos, del crecimiento físico, la adquisición del vocabulario y las habilidades manuales, así como el sometimiento a las normas. El que evalúa es el maestro. Los resultados de la evaluación generalmente no están dirigidos a producir cambios en la enseñanza, ya que los resultados negativos son entendidos como responsabilidad del alumno y nunca de los docentes. La evaluación apunta a posicionar a los alumnos en “buenos alumnos” y “malos alumnos”, siendo los premios y los castigos la base de esta estratificación. Todos recordamos el cuadro de honor en las escuelas. La forma de elección de los abanderados y escoltas estaba basada en los mejores promedios. Los alumnos exitosos siempre reciben el beneplácito de sus maestros y los considerados “malos alumnos” quedan siempre marginados y en ocasiones, excluidos. Si reflexionamos críticamente sobre las prácticas dominantes y hegemónicos, y otros tiendan a oponerse y resistirse a tal dominación o hegemonía. Alicia de Alba; Currículo, mitos y perspectivas; Editorial Miño y Dávila; Buenos Aires; 1995. 15 Si bien no vamos a desarrollar en profundidad el concepto de “paradigma”, creemos necesario aclarar que dicho concepto es abordado desde la perspectiva de Khun, que define un paradigma como: “ un sistema de creencias y actitudes, compartido por un grupo de científicos, que fundamenta los supuestos epistemológicos y metodológicos de la investigación”, en este caso se hará referencia a la investigación evaluativa y en este sentido haremos referencia al “paradigma crítico” que tiene en cuenta los aspectos ideológicos como dimensión de la investigación evaluativa y se orienta hacia la transformación de la realidad y la emancipación de las personas. 62 cotidianas podemos afirmar que hoy en día, ¿desaparecieron totalmente estas prácticas al interior de las instituciones educativas? En la Escuela Nueva sin embargo, la evaluación pasa a ser una actividad con un perfil diferente a lo expuesto en la postura anterior. Dicha actividad intenta tener en cuenta todos los aspectos relacionados con el proceso de enseñanza - aprendizaje. 16 Desde esta concepción se pone el acento en los procesos, pero se lo hace en desmedro de dar importancia a los resultados. Por ello, desde esta perspectiva, cobra significado la evaluación formativa. Ya no importa tanto ¿cuánto sabe el alumno? sino ¿cómo lo aprendió?. Se entiende que la “buena evaluación” garantiza el éxito de la planificación. Se evalúa el desarrollo del niño en todas las áreas y se considera que esta tiene que ser integral. Se tiene muy en cuenta a la hora de evaluar el componente emocional en los niños así como el ambiente (clima) en que la evaluación se produce. El niño comienza a participar en la evaluación a través de verbalizar sus sentimientos a la hora de aprender, de decir lo que le gusta y lo que no, de expresar sus ideas y opiniones, de evaluar a sus compañeros y evaluarse a sí mismo. Cuenta por ejemplo: qué le gustó más, cuándo se sintió mejor, qué le gustaría hacer, por qué, qué dificultades tuvo, etc. El maestro comienza a practicar también la autoevaluación y, como se dijo antes, intenta que los alumnos comiencen a autoevaluarse. Predominan los registros narrativos y anecdóticos, que lejos de ser un prontuario de los alumnos, tienen como propósito hacer un seguimiento en función a los cambios que demuestran en las diferentes áreas y registrarlo, para luego comunicarlos a colegas de la sala siguiente, a los directivos y a los padres. El lugar del sujeto es diferente, desde esta perspectiva importa lo que cada uno piensa y siente, así como comienza a importar el medio circundante en el que el sujeto se desarrolla y construye su subjetividad, es decir, cobra significado el contexto en el que se insertan los que aprenden.. 16 Cabe recordar que en este momento histórico, Movimiento de la Escuela Nueva, el proceso enseñanza – aprendizaje es entendido como dos caras de una misma moneda. Por ello al nombrar uno, automáticamente se lo relaciona con el otro. Hoy cuestionamos esto y nos preguntamos, ¿la relación entre 63 Para la Pedagogía Tecnicista la evaluación es controlar, medir, cifrar, juzgar. Se evalúan los resultados, los cambios obtenidos en la conducta y no se pone o se pone poca atención a los procesos. Se habla de “logros”. El propósito es medir los “logros” que los alumnos obtienen. Se clasifica a los alumnos en los que lograron los objetivos, en aquellos que los lograron medianamente y en los que no los lograron; simbolizando generalmente con un círculo a los primeros, con un triángulo a los segundos y con un cuadrado a los últimos en una lista de control. Se evalúa según dominios de la conducta o ejes. La evaluación cuando más objetiva es, más científica se la considera. El evaluador nunca debe involucrarse, porque al hacerlo pierde objetividad y dicha práctica es menos científica, por lo tanto menos productiva y eficiente. El evaluado pasa a ocupar un casillero en las gigantescas grillas y cuadrículas, en las que solo se observan cruces o figuras, en cuyas celdas no está representado el verdadero sujeto de aprendizaje. No por casualidad estas grillas, se denominan “listas de control y cotejo”y en cuya comunicación se desdibuja totalmente al alumno como sujeto real. Nuevamente el sujeto pierde su lugar de sujeto particular y pasa a ser un número más de la serie de conductas a evaluar. ¿Todos los que hablan de evaluación, cuando hacen referencia a esta acción, hablan de los mismo? Es conveniente advertir que la evaluación es entendida en forma particular en cada una de las diferentes corrientes pedagógicas y sobre todo, es necesario poder identificar los múltiples significados que la “evaluación” fue tomando en las diferentes concepciones que se presentaron precedentemente. En nuestro vocabulario pedagógico evaluación puede significar: verificar, medir, valorar, comprender, aprehender, conocer, juzgar, comparar, uno y otro proceso es automática? ¿Cada vez que hay enseñanza hay automáticamente aprendizaje? Intentaremos abordar estas preguntas más adelante. 64 constatar, apreciar, cifrar, interpretar, posicionar, (Bertoni, Poggi, Teobaldo; 1995) y generalmente dichos términos son usados como si todos significaran las mismas cosas. Es necesario aclarar entonces que cada uno de estos vocablos remite a diferentes significados, que tienen diferentes sentidos y a su vez que remiten a concepciones y prácticas de evaluación también diferentes. Si clasificamos los términos mencionados más arriba teniendo en cuenta no sólo su sentido semántico sino también epistemológico, podemos encontrar dos conjuntos de palabras. En uno agrupamos: valorar, comprender, aprehender, conocer, apreciar, interpretar y en el otro los restantes: verificar, medir, juzgar, constatar, cifrar y posicionar. Estos dos grupos que, como dijimos más arriba, corresponden a ideas y prácticas de evaluación diferentes, pertenecen a dos paradigmas epistemológicos opuestos: PALUMNA PALUMNA RESIDENTEADIGMA DEL RESIDENTEADIGMA POSITIVISMO LOGICO INTERPRETATIVO17 verificar valorar medir comprender juzgar aprehender constatar conocer cifrar apreciar posicionar interpretar Cabe aclarar entonces que el dispositivo de la evaluación en cada una de las concepciones o paradigmas presentados es diferente y responde a intereses educativos, sociales y políticos, también diferentes. En ambos casos el sujeto 17 Este paradigma también es denominado: “naturalístico” o “hermenéutico” 65 que evalúa y el que es evaluado se caracteriza de diferentes maneras y en cada paradigma las respuestas a los interrogantes planteados anteriormente no serán las mismas. Frente a lo planteado hasta ahora en relación al trasfondo paradigmático de la evaluación, se preguntarán entonces ¿cuáles son las diferencias a las que se alude entre los paradigmas? o lo que es lo mismo, ¿qué aspectos caracterizan y son propios de cada paradigma? El paradigma del “positivismo lógico” o “método positivo” se relaciona con los enfoques que en evaluación priorizan los aspectos cuantitativos, el control (desde un aspecto negativo) y la evaluación estimativa, y es por ello que lo podemos relacionar con la serie de palabras como medir, cifrar, juzgar, constatar, y que se corresponden fundamentalmente a la concepción tradicional y tecnicista; mientras que su opuesto el paradigma “interpretativo”, “naturalístico” o “hermenéutico”, tiene en cuenta los aspectos cualitativos, la interpretación y la evaluación apreciativa, y en función a ello lo relacionamos con el grupo de palabras como conocer, aprehender, interpretar, valorar, comprender, y que en alguna medida se corresponde con las prácticas pedagógicas escuelanovistas y en mayor medida con prácticas pedagógicas críticas, que será la propuesta alternativa que intentaremos delinear en particular más adelante. 8.7.3 Propuesta de trabajo sobre evaluación: 1) Con el propósito de reflexionar sobre la problemática de la evaluación es necesario encontrar una forma de que dicha problemática sea objeto de estudio, es decir, ponerla en el centro de la mirada, para poder así analizarla críticamente. Con este fin les sugerimos leer y analizar el texto que adjuntamos al final de este documento, extraído de “La vida en las 66 aulas. Memoria de la escuela en la literatura”, compilado por Carlos Lomas. El texto que sugerimos su lectura se denomina “La escuela” cuya autoría es de Sebastián Juan Arbó. 18 A) Leer críticamente el texto. B) Analizarlo en función a las siguientes variables: Acciones que desarrolla el maestro en relación a la evaluación. Modo de llevarlas a cabo y propósitos del maestro. ¿Qué enseñanza produce el maestro en este proceso? ¿Qué lugar tienen los alumnos en este proceso? ¿Qué aprendizajes internalizan los alumnos en este proceso? Caracterizar a nivel descriptivo e interpretativo el contexto en el que se desarrolla la interacción didáctica en este caso. Elaborar conclusiones. 2) A partir de la lectura detallada de los puntos precedentes y de alguna complementaria que ustedes consideren importantes teniendo en cuenta la sugerida para este punto en la bibliografía del presente documento, les proponemos: Retomar los interrogantes iniciales para responder a los mismos a partir de contextualizar las características propias de cada corriente pedagógica analizada hasta ahora. Ejemplo: (Sólo se dará respuesta a algunos interrogantes a modo de ejemplo) 18 Carlos Lomas (compilador); La vida en las escuelas. Memoria de la escuela en la literatura”; Editorial 67 CORRIENTE INTERROGANTES RESPUESTAS PEDAGÓGICA ¿ Qué es la evaluación? ¿Por qué se evalúa? PEDAGOGÍA ¿Para qué se evalúa? PALUMNA TRADICIONAL RESIDENTEA CONTROLALUMNA RESIDENTE CUÁNTO APRENDIERON LOS ALUMNOS ¿Qué se evalúa? RESULTADOS ¿Cómo se evalúa? ¿Quiénes evalúan? ¿Cuándo se evalúa? FINALIZADA LA ENSEÑANZA DE UN TEMA Promover un debate que contribuya a una profunda reflexión sobre las propias prácticas de evaluación y anotar miedos, dudas, interrogantes, necesidades vinculadas a esta problemática, para luego realizar un intercambio con el grupo y ampliar con la bibliografía. Analizar cómo se pone en marcha la práctica de la evaluación en algunos de los casos que figuran en el anexo del presente documento. Piados; 1ª Edición en Argentina; Buenos Aires; 2003. 68 8.7.4 El valor de la complementariedad Retomaremos a continuación la problemática que veníamos desarrollando en relación a los diferentes paradigmas que sustenta la práctica de la evaluación, e intentaremos mostrar de qué manera es posible complementar ambos paradigmas. Para abordar la complementariedad de enfoques. es importante tener en cuenta que si bien ambos aluden a diferentes dimensiones de lo real, no es lícito quedarnos en la mera oposición y no tener en cuenta la posibilidad de complementar algunos aspectos de ambos paradigmas a la hora de evaluar. En este sentido por ejemplo, resulta necesario no sólo conocer los indicadores cuantitativos que aluden a índices y porcentajes, sino también interpretar sus significados en diferentes momentos o en diferentes períodos de la evaluación. Para producir a partir de la evaluación información con sentido datos cuantitativos que se puedan obtener, requieren ser interpretados, contextualizados y comprendidos, para ser significados. Si bien es necesario tener en cuenta el enfoque cuantitativo que nos muestra índices, cantidades y proporciones numéricas que nos dan un panorama de la situación vinculada a alguna porción de la realidad evaluada, es el enfoque cualitativo el que contribuye a tener en cuenta las variables individuales y contextuales, aquello que hace referencia a lo contingente y particular que se pone en juego y que se implica en todo acto de evaluación, que además nos conecta directamente con un sujeto concreto, real, “de carne y hueso”. 69 8.7.5 Una propuesta alternativa: pensar, sentir y actuar la evaluación desde una perspectiva critica. Desde la perspectiva de la Pedagogía Crítica la evaluación es entendida como comunicación, como una acción participativa y democrática, que apunta a evaluar tanto los puntos de partida, como los procesos y los resultados. En dicha acción importa entonces, tanto la faz diagnóstica (los puntos de partida), como la formativa (los procesos) y la sumativa (los resultados), ya que todas estas fases contribuyen a generar una constante retroalimentación tanto en la tarea de enseñar como en el acto de aprender. Estos momentos son parte de un proceso que se lleva a cabo de manera procesual y espiralada, antes, durante y después de cada período de enseñanza y de aprendizaje y tiene como objetivo informarnos, con el fin de interpretar mejor nuestro trabajo, retroalimentarlo, así como comprender el realizado por el alumno y encausarlo. La evaluación tiene como propósitos mejorar y/o cambiar los procesos de enseñanza y de aprendizaje, siendo una acción sistemática, continua y contextualizada, que respeta a un niño real, sujeto de aprendizaje y de derecho, con una historia personal y social, con una identidad que si bien le es propia fue socialmente construida. Si bien es necesario que esté al servicio del control, se entiende que se habla de un control positivo, control como forma de seguimiento y no como forma de presión y/o coacción. En este encuadre la evaluación siempre es comunicación de algo a alguien y en este sentido es información. Es cuantitativa y cualitativa. La dimensión cuantitativa sirve a la interpretación y a la comprensión al igual que la cualitativa. Ambas se subsidian entre sí, se retroalimentan y contribuyen a ampliar la información. Se complementan. El proceso de evaluación está al servicio de la posibilidad de apreciar conocimientos adquiridos, valorar habilidades y actitudes construidas, de 70 conocer lo que el alumno sabe, de comprender lo que aún no sabe y tiene que aprender, como también comprender por qué no aprendió lo que aún no sabe. La evaluación cobra significado en la medida que se evalúa el curriculum real, el curriculum realmente enseñado. En su puesta en marcha importa tanto la dimensión técnica, como la política, la social y la ética. Exige una actitud de justicia y honestidad tanto en el evaluador como en el evaluado. Todos los sujetos implicados en la evaluación tienen que tener claro para qué se evalúa, qué se evalúa, cuándo y cómo se evalúa. En esta propuesta la evaluación también necesita ser evaluada, de allí que cobra significado la evaluación de la evaluación, es decir, la “metaevaluación”. La evaluación es entendida como una tarea de construcción colectiva y requiere ser planificada, pensada, programada, reflexionada, por todos los que son parte del proceso, directivos, maestros, padres, niños. En suma, todas las acciones que se impliquen en el proceso de evaluación desde una perspectiva crítica lejos de ser entendidas como una mera acción técnica, controladora o como una tarea más entre tantas otras que realizamos los docentes, es entendida como una acción democrática, participativa, enriquecedora y transformadora al servicio de los cambios reales en la tarea de enseñar en el Nivel Inicial. 8.7. 6 La construcción del referente Desde una perspectiva crítica no es posible llevar a cabo la evaluación a partir de un referente único, como patrón de medida homogeneizadora de aquello que se mide y a quiénes se mide. Evaluar teniendo en cuenta el contexto y a los evaluados como sujetos particulares implica entender a la evaluación como una acción compleja, multireferencial. Con lo cual deja de tener sentido el predeterminado. hecho de establecer Porque cuando el un referente referente está totalmente totalmente 71 predeterminado, la acción de evaluar conduce necesariamente al hecho de verificar en qué medida ha sido alcanzado el parámetro establecido con antelación. Trabajar entonces, con referentes totalmente predeterminados es establecer marcos de referencia standartizados en términos absolutos, es poner en marcha prácticas que intentan establecer rankings, como varas que miden a los niños, a los maestros, a las escuelas, en suma a todo aquello que es posible de ser evaluado, personas, acciones o procesos. Contrariamente, y como alternativa a esta postura, existe otra que tiene en cuenta la posibilidad de ir construyendo el “referente”. Esto supone la necesidad de realizar una “lectura orientada y crítica de la realidad” que parte de lo real ( lo que “es”, lo realmente enseñado y potencialmente aprendido) y avanza progresivamente a lo prescripto ( lo que “debe ser”, lo que debe ser enseñado y aprendido). Este procedimiento, “la construcción del referente”, permite a los docentes orientar y reorientar en un movimiento espiralado y dialéctico los procesos de enseñanza, poniendo los procesos de evaluación al servicio de la acción pedagógico didáctica y a los cambios que a partir de dicha acción puedan y deben producirse. Es deseable que tanto la construcción del “referente” como del “referido” se fundamenten en una concepción que entienda que los procesos de evaluación son acciones que suministran informaciones significativas cuya intención es contribuir al mejoramiento de las prácticas educativas así como pronunciarse respecto a cómo se desarrolla cada niño, relevando lo que realmente conoce, develando lo que no conoce, comprendiendo sus dificultades en el proceso de aprender y apostando a sus posibilidades para superarlas.19 Estas acciones dan cuenta de que la evaluación es un acto con intencionalidad pedagógica y no un castigo, o una rendición de cuentas a otros, o un control 19 Si el referente implica actuar sin un modelo predeterminado, es decir que implica aprehender la singularidad de aquello que es evaluado y más que evaluar por ejemplo el cumplimiento de los objetivos, importa comprender las razones por las cuales éstos son o no alcanzados; también concierne al evaluador 72 arbitrario, control negativo. La evaluación tiene que ser entendida como un acto de control positivo, en el que relacionamos contenidos, enseñanzas, aprendizajes, procedimientos, instrumentos, valoraciones, sentimientos, pensamientos, acciones. O sea que la evaluación involucra no sólo cuestiones de índole técnica sino también política, social, cultural y ética, y trasciende las paredes del aula y la institución. 8.8 La Comunicación La comunicación fue siempre una problemática ligada a las propuestas de enseñanza. Al ser esta entendida como un fenómeno de comunicación, sin duda su abordaje teórico interesa muy especialmente. Fue muy común definir los diferentes estilos de enseñanza teniendo en cuenta los distintos estilos de comunicación que se establecían entre maestros y alumnos, como entre los propios alumnos entre sí. Los análisis de la interacción didáctica se basan fundamentalmente en la comprensión de los modos de comunicación entre docentes y alumnos. “Sin dudas podemos afirmar que la institución escolar es un escenario de intercambios comunicativos que no quedan sometidos al azar o a la contingencia.” (Poggi; 1995). Es necesario destacar que en este acto de comunicación, la relación educativa es intencional y orientada, es asimétrica y temporal, se presenta bajo la forma de relación triangular, con sus vértices ocupados por el docente, el alumno y el conocimiento o conocimiento a enseñar, y además supone una relación contractual, que implica una transacción de índole didáctica. Hablar de intencionalidad docente implica dar cuenta de que el docente tiene una intención explícita de intervenir en el proceso de aprender del alumno. Esta intervención además de intencional estará siempre orientada, construir los resultados de la evaluación, es decir, “lo referido”, es hacer aparecer los indicadores que den cuenta de los criterios previamente establecidos. 73 programada, planificada, lo que permite entender que no es espontánea ni casual. La relación es asimétrica en tanto que es el producto del encuentro entre un adulto y un niño, donde la presencia del docente es la que orienta el rumbo de la acción, ya que es quien posee mayor experiencia, mayor dominio de determinado campo disciplinar y que ha transitado un camino que le permitió llegar a “ser docente”. Además es él el que tiene la responsabilidad de organizar la enseñanza creando situaciones significativas generadoras de aprendizajes también significativos. “Esta relación asimétrica tiene un límite temporal, su duración está determinada institucional y socialmente”. ( Poggi; 1995). Afirmar esto no significa dejar de lado el hecho de que en la asimetría los niños también tienen una participación activa y participativa. Cabe destacar también que la relación ternaria está representada por la figura del “triángulo didáctico”. En la relación se establece la interacción de los tres elementos del “triángulo didáctico”. Si bien es importante tener en cuenta a cada uno de los polos del triángulo por separado, más importante aún, para la didáctica, es comprender la interrelación, el interjuego y la interacción que entre ellos se produce en la comunicación didáctica. Por último nos referiremos al “contrato didáctico”. El contrato tiene que ser conocido por todos sus miembros, aunque sin duda haya aspectos que permanezcan implícitos, lo que permite entender que si bien no todo está explicitado, la mayoría de las reglas del juego tienen que ser claras para todos los que intervienen en la comunicación. 20 Existen otras dimensiones también consideradas relevantes en la acción de comunicación y que se refieren a su contenido, al control y la circulación del poder en el acto de comunicación. 20 Según Brousseau, “El contrato didáctico está representado por las actuaciones del maestro, esperadas por los alumnos, y los comportamientos de los alumnos esperados por el docente.”( Poggi, Margarita; 1995). 74 La comunicación y el intercambio de significados que se dan en el aula, se instauran siempre en un contexto grupal. El del aula es un grupo que se reúne siempre, sistemáticamente, en un ambiente formal, con un conductor determinado y con propósitos claros. Es deseable y esperable que la situación grupal, sea de grupo total o en pequeños grupos, represente siempre un aporte para la confrontación de ideas, la aceptación del disenso, la descentración del pensamiento, la comunicación e interpretación del discurso propio y del otro, la comprensión de las lógicas discursivas, la comprensión y respeto por los diferentes puntos de vista, la producción de espacios de acción, la producción de conocimiento, la producción de lazos solidarios, la comprensión de diferentes estilos culturales de crianza, etc. Todas estas acciones y tantas otras que pueden darse en un grupo, y que tiene como base que “lo grupal” no deja de lado los procesos individuales, personales. Es necesario tener en cuenta que las diferencias individuales existen y que son el desafío de optimización de los aprendizajes en cada uno, considerando que existen diferentes puntos de partida. Si bien cuando se habla de las diferencias, se tiene por costumbre y por fuerza de la tenacidad pensar en las diferencias psicológicas, es de vital importancia tomar noción que éstas no son las únicas diferencias; ya que también están las sociales y culturales, que son determinantes también de la subjetividad. En muchas ocasiones, también por fuerza de las tradiciones propias del contrato fundacional, los docentes suponen que la enseñanza grupal produce un efecto homogeneizador y que el docente cumple con su misión igualadora al enseñarle a todos por igual. Seguir sosteniendo esto es sin duda negar la existencia de las diferencias tanto psicológicas como sociales que la realidad muestra sobre sus sujetos. O sea que la enseñanza en grupo implica necesariamente tener en cuenta las diferencias (la amplia gama de capacidades y condicionantes) para que la enseñanza sea una realidad y no una mera ilusión. Es necesario comprender también que el aprendizaje es siempre un fenómeno individual, una construcción individual; pero que el grupo sin duda lo 75 potencia, lo incentiva y, enriquece; ya que no tenemos que olvidar que las relaciones nacen en primera instancia como relaciones intersubjetivas y estas son las que propician la construcción de la subjetividad. Por último es necesario aclarar que toda relación asimétrica es naturalmente una relación de poder. Y si es una relación de poder, al decir de Bourdieu, existe violencia simbólica. Es importante no desconocer esto y entender que el control que se ejerce a través del poder puede estar al servicio de acciones positivas o negativas. Cuando el maestro es consciente de esto es posible que opte por ejercer el control positivo, que ejerce poder, pero no para desvalorizar o someter a quienes en la asimetría están ocupando un lugar de dependencia, sino para hacerlo con respeto y responsabilidad, como acción de protección y cuidado, sobre todo cuando de niños pequeños se trata. Para seguir avanzando en el desarrollo del contenido que permite ahondar básicamente en la construcción de la planificación como dispositivo organizador es necesario fundamentalmente tener en cuenta que la planificación se construye teniendo en cuenta múltiples variables entre las que se pueden mencionar: la edad evolutiva a la que va dirigida (variable psicológica), el diagnóstico real del grupo en relación con los aprendizajes previos (variable pedagógico – didáctica), las particularidades culturales y sociales que caracteriza y enmarcan las diferencias entre los niños (variable psicológica, social y cultural), el marco de referencia del cual parte el maestro que planifica (variable política/ ideológica/ pedagógica /didáctica y psicológica), el tipo de planificación que se llevará a cabo (unidad didáctica o proyecto de sala), el tiempo que dura dicha planificación (una semana, quince días, un mes, o lo que el maestro considere pertinente) En este documento abordaremos en particular dos tipos de planificación: “unidad didáctica” y “proyecto de sala” y su relación con las variables mencionadas en una propuesta pedagógico didáctica crítica. 76 9. Tipos de Planificación Al referirnos al tipo de planificación ponemos el acento en las diferentes formas probables en que un maestro organiza los contenidos escolares de enseñanza. Consideramos que por lo menos son dos las formas diferentes de organizar la tarea: a través de la “Unidad Didáctica “ y a través del “ Proyecto de sala “ y que lógicamente la elección de una u otra forma estará relacionada a los propósitos que persigue el maestro, ya la estructuración didáctica de ambas es diferente y tiene propósitos también diferentes. Afirmar esto último permite entrar en un terreno a veces escabroso, sobre todo cuando se los maestros se preguntan: ¿Da lo mismo trabajar con unidades didáctica, que con proyectos de sala? ¿Qué es mejor: planificar unidades didácticas o proyectos de sala? ¿Se puede planificar una unidad didáctica si no podemos salir del jardín a hacer una experiencia directa? ¿Siempre un proyecto tiene que terminar en un producto? ¿Por qué hay que hacer experiencia directa cuando de una unidad didáctica se trata? ¿Cuándo se hace una unidad didáctica y cuándo un proyecto de sala? Trataremos de abordar estos interrogantes y poder dar algunas respuestas a los mismos a partir del desarrollo teórico de cada propuesta de planificación y su transferencia a un ejemplo concreto. Seguramente la lectura de dicho desarrollo permitirá aclarar algunas dudas, construir algunas certezas y abrir nuevos interrogantes. Creemos que esto es válido y se los invitamos a vivenciar en grupo el proceso de construcción, reconstrucción y recontextualización permanente del conocimiento, así como a buscar la posibilidad de transferir lo aprendido a las prácticas cotidianas para que a partir de reflexionar críticamente sobre ellas, poder mejorarlas. 77 9.1 ¿Qué entendemos por unidad didáctica? Entendemos por Unidad Didáctica a la estructura didáctica que resulta de transformar un recorte de la realidad en objeto de estudio. La unidad didáctica se organiza a partir de abordar contextos significativos para los niños y su selección obedece estrictamente a la intencionalidad educativa del docente. Esta intención está vinculada con los objetivos y con los contenidos que tal vez en un principio el docente, se plantea de manera implícita. La Unidad Didáctica es entonces, por un lado, una organización de contenidos vinculados a las problemáticas tanto naturales como sociales que de los elementos del recorte se infieren, así como a las posibles interrelaciones que entre estos elementos se producen. Por otro, es una selección de actividades para el inicio, para el desarrollo (en las que se incluyen los juegos – trabajo), para el cierre y la evaluación de aprendizajes que plantea el maestro como reales problemas a resolver y como la oportunidad para abordar el conocimiento de esa porción de realidad seleccionada. Por último, es también la posibilidad de establecer todas las relaciones posibles entre contenidos de las diferentes áreas, siempre y cuando la articulación que se proponga tenga por finalidad la contextualización de los contenidos con el propósito de indagar esa realidad en particular, sin forzar las posibles relaciones que se propongan. Esta tarea implica por parte del docente fijar de antemano para qué y porqué se elige un recorte, qué es lo qué se quiere enseñar, a través de qué acciones y con qué materiales. Es importante tener en cuenta que por más recortes que hagamos de la realidad, esta siempre se presenta en forma compleja. La realidad es un todo complejo, dinámico, multireferenciado y conflictivo; por ello es necesario desagregarla y analizarla a partir de las diferentes perspectivas que ofrece cada área, rearmando, configurando y organizando paulatinamente la complejidad de 78 esa realidad, objeto de estudio. 21 El tiempo de duración de una unidad didáctica será acorde a la envergadura de su propuesta. Para planificar una unidad didáctica es necesario atender a las variables que se desarrollan en el punto 8.3 de este apartado. Para retomar lo expresado más arriba y antes de pasar a desarrollar un ejemplo de unidad didáctica, es necesario hacer referencia a que la unidad didáctica es una estructura didáctica, esto implica entender que tiene partes y que sus partes están íntimamente relacionadas a través de una lógica que le da sentido al todo. Dichas partes como se anuncia más arriba son: 1) INICIO 2) DESARROLLO 3) CIERRE 4) EVALUACIÓN Estos momentos se caracterizan por desencadenarse en forma secuencial en el tiempo, pero también por poseer una especificidad particular. A continuación desarrollamos la especificidad de cada momento y con un ejemplo la propuesta de puesta en acción. 9.1.1 Veamos un ejemplo Unidad Didáctica: “La biblioteca pública: Miguel Cané” El inicio de la Unidad Didáctica está destinado a la planificación de la experiencia directa que tendrá como propósito explorar el territorio vital, el contexto, la porción de realidad recortada y elegida para ser transformada en 21 Para mayor información en relación con la Unidad Didáctica, leer los capítulos 3 y 4 de “La organización de los contenidos en el jardín de infantes” Spakowsky, Label y Figueras; Colihue; Buenos Aires; 1997. 79 objeto de estudio. La experiencia directa es la estrategia que utiliza el maestro para acercar a los niños al abordaje concreto de la realidad y para posibilitarle acceder en forma directa a la observación del contexto, a la descripción y el conocimiento de sus elementos constitutivos, a la verbalización, a la comprobación empírica de las anticipaciones realizadas en relación a lo observado, y concretamente, para posibilitar el conocimiento de la realidad, (del recorte elegido). Esta es la razón para afirmar que cuando se selecciona un recorte es necesario que sea físico, geográfico y posible de ser abordado en forma directa. Su abordaje permitirá delimitar concretamente tanto los elementos naturales como los sociales, los procesos y las interrelaciones entre los elementos y los procesos. Ejemplo: Experiencia directa: “Visita a la Biblioteca Pública Miguel Cané” ANTES22: Se realizarán anticipaciones sobre los objetivos de la visita, indagando los conocimientos que los niños tienen sobre la biblioteca: ¿qué es una biblioteca?, ¿qué hacen las personas que trabajan en ella o que la visitan?, ¿qué funciones cumplen?, ¿cómo se usa la biblioteca?, ¿qué reglas se necesitan conocer para usarla?, ¿qué tipo de libros habrá?, ¿Se podrán retirar los libros?, ¿cómo?, ¿quiénes y para qué concurrirán a la biblioteca?, ¿por qué es pública?, ¿por qué se llama Miguel Cané?. Se registrará en un afiche todo lo anticipado por los alumnos. Se prepararán las preguntas que se harán al bibliotecario y a algunos usuarios para entrevistarlos durante la visita y se registrarán en forma escrita para llevar como guía en la salida educativa. Se distribuirán las tareas según grupos y adultos que acompañen. Se establecerán las condiciones de comportamiento durante la visita. 22 Cabe destacar que previo a esta instancia se espera que sea el propio docente quien haga una exploración sistemática y exhaustiva del recorte. En este momento es el maestro quien se hace las preguntas necesarias para poder reflexionar acerca de la especificidad del recorte elegido y es también el momento que abre a la búsqueda de información sobre los interrogantes con el propósito de acceder a los 80 DURANTE: Todos realizarán un primer recorrido por todo el espacio. Se explorará el lugar y de los elementos que lo conforman, se filmará el recorrido. Luego, divididos en tres grupos a cargo de un adulto cada uno y con diferentes consignas, realizarán lo planificado para cada grupo. Un grupo entrevistará al bibliotecario, realizando la entrevista y registrándola a través de la grabación. Otro grupo entrevistará a algunos de los presentes en el lugar y también la registrará grabando. El tercer grupo, dibujará lo más detalladamente posible algunos elementos como: mobiliario, computadora, ficheros, estantes con libros y además registrarán en forma fotográfica los diferentes elementos y lugares observados. DESPUES: En la sala, el mismo día o al siguiente, realizarán una puesta en común. La misma tendrá por objetivo realizar la constatación de lo anticipado y lo que realmente se observó e indagó. La observación del video y del aporte de los niños en relación a sus recuerdos, será un testimonio más de esta tarea de comparación y comprobación. En este momento se pueden plantear nuevos interrogantes que abrirán espacios hacia nuevas indagaciones. El desarrollo de la Unidad Didáctica está dedicado a planificar todas las actividades que se consideren necesarias para poner en marcha la misma. Se hace referencia tanto a las actividades abiertas, como a las pautadas y a las integradoras, que hicimos referencia en este documento cuando abordamos los componentes didácticos de una planificación. En todos los casos la propuesta de actividades permite abordar contenidos escolares y acceder a los conocimientos socialmente validados. Las actividades también respetarán aquellos formatos que posibiliten la resolución de propuestas en forma individual o en conjunto. En este momento además, se llevan a cabo los diferentes juegos – trabajo que la docente propondrá a través de la selección de materiales. Dicha selección tendrá una relación directa con los contenidos conocimientos necesarios para poder enseñar luego y ofrecer verdaderas situaciones problemáticas a los alumnos. 81 propuestos en la Unidad Didáctica. 23 Es en este momento que se planifican también otras experiencias directas, que tendrán otros objetivos, diferentes a los propuestos para el inicio. Lo dicho implica entender que si bien las experiencias directas son propias del inicio, no son exclusivas de este momento de la estructura didáctica y puede llevarse a cabo, durante su desarrollo, todas las experiencias directas que se considere necesario. Cada propuesta será planificada especialmente, según el propósito que se persiga a través de la misma. Como síntesis es necesario afirmar que el desarrollo es el momento específico para poner en relación, a través de las actividades, los contenidos escolares. La idea es romper con el mito y la tradición de elaborar actividades para el desarrollo, que se inscriban como actividades de: lengua, matemática, ciencias sociales y ciencias naturales. Es necesario a partir de comprender el concepto de globalización, instaurar el concepto de relación e interrelación entre contenidos. 24 La idea es comprender que aprender requiere establecer múltiples conexiones entre lo nuevo y lo conocido, lo experimentado y lo vivido, y que el proceso de aprendizaje implica poder acceder a una mirada totalizadora, globalizadora de la realidad como complejidad. Concepto que remite también a una planificación que apunta a superar una propuesta de actividades que compartimentan los contenidos de enseñanza. Como los contenidos fueron especialmente seleccionados por su vinculación al recorte, es decir, que fueron resignificados y recontextualizados a partir de los contenidos básicos comunes que figuran en los diseños curriculares, a partir de ponerlos en relación, se elaboran las actividades, las que en su conjunto, permitirán a los alumnos: conocer, comprender, organizar y cuestionar ese territorio vital en particular. Ejemplo: 23 En relación a los juegos – trabajo ampliaremos en especial, más adelante. En este momento sólo queremos notar que esta propuesta de juego, es una propuesta propia del desarrollo de la Unidad Didáctica. 24 Concepto utilizado por la pedagogía para designar un enfoque o modo de abordaje de la práctica educativa que implica una determinada forma de actuación pedagógica en contraste con la forma de enseñanza por disciplina, considerados como comportamientos estancos. Lo sustancial es establecer conexiones y contextualizar cada cuestión puntual que se enseña, ya que esta propuesta fundamenta sus 82 DESARROLLO 25 - Se solicitará a cada familia y/o a alguna institución que donen libros y revistas. Se ofrecerá a los niños la posibilidad de que los organicen y clasifiquen según temas o según algún otro criterio elegido por ellos. Se buscará la forma de codificarlos y confeccionar fichas para el uso de los mismos en la sala y para crear una biblioteca ambulante. - Indagaremos acerca de la forma que convencionalmente se utiliza para retirar libros de una biblioteca. Confeccionaremos alguna identificación para los socios, que serán todos los niños de la sala. Se indagará previamente todos los datos necesarios que tienen que figurar en dicha identificación, para luego crear algún formato que sirva a tales efectos. - Con la idea de regular el uso y los préstamos, se elaborará un reglamento para el uso de los libros. Los préstamos se realizarán durante todo el año. - Caracterizaremos las partes del libro y sus funciones: ¿cómo es un libro?, ¿qué partes tiene? , ¿quién es el autor o autores?¿de qué trata?, ¿quién, dónde y cuándo lo editó? - Se propondrá realizar la producción grupal de un cuento: se seleccionarán los personajes, se los caracterizará, se creará el escenario, se construirá una historia con esos personajes y en ese lugar. Se grabará el relato de la historia y una vez finalizada su construcción, se escuchará la misma. En los días sucesivos, los niños se la llevarán a sus casas, para compartirlas con los padres. razones en la peculiar estructura cognitiva – afectiva del niño, es decir, en la forma cómo se produce el conocimiento (de manera holística) de la realidad por su parte. 25 Es imprescindible tener en cuenta que la propuesta de actividades nunca puede ser universal, igual para todos; ya que las mismas tienen que respetar ciertas condiciones que hacen a la especificidad de los contextos y de los sujetos a los que van dirigidas. La idea no es lograr que los maestros digan: esto yo, en este jardín, no lo puedo hacer. Brindar un ejemplo tiene como intención mostrar una forma posible de “saber hacer”, como punto de partida en la búsqueda de propuestas análogas, pero que sean reales, 83 - Luego de escuchar narraciones y de disfrutar de las mismas, se caracterizarán los componentes de los textos literarios: personaje central, personajes secundarios, trama, conflictos, desenlace. - Se propondrá a diferentes grupos la confección de un libro de cuentos escrito e ilustrado por ellos. Se buscará la forma de encuadernarlo, respetando sus partes. - Se propondrá realizar una nueva visita a la biblioteca para solicitar libros en préstamo, buscar información sobre diferentes pintores argentinos figurativos y no figurativos, con el propósito de conocer las diferentes producciones artísticas y los estilos. En esa oportunidad se indagará también sobre el personaje Miguel Cané, nombre que lleva la Biblioteca Pública. - 26 Los niños consultarán en sus casas acerca de quién fue Miguel Cané y traerán la información recogida al jardín para compartirla con todos. Se propondrá buscar la mejor forma de registrar la información y organizarla con el fin de construir la biografía de Miguel Cané con todas las informaciones recogidas. - Con el fin de ahondar en la comprensión de lo que significa una biografía, se solicitará a los padres que escriban, graben y/o concurran al jardín para narrar oralmente la biografía de los niños. Se analizará luego, cuál de las formas de registro es la que contribuye mejor a perpetuar algo en el tiempo. - A través de un mecanismo democrático, elegido por todo el grupo, se seleccionará un nombre para la biblioteca de la sala. posibles de llevarse a cabo y para que dichas propuestas constituyan contextos de enseñanza lo necesariamente problematizadores y potenciadores de aprendizajes significativos. 26 En este ejemplo de actividad podemos apreciar el sentido de volver a realizar en el desarrollo otra experiencia directa, que como la actividad lo propone podemos concluir que los objetivos son otros y que está dirigida a recabar otras informaciones necesarias para seguir la indagación. 84 - Se indagará sobre la procedencia del papel, averiguando de dónde se extrae, cómo se industrializa y comercializa, de qué forma lo adquieren las editoriales y cuál es el procedimiento en la confección y escritura de un libro. Compararemos la actualidad con los orígenes en la escritura de un libro. Desde los escribas a la editorial. - Se realizará una salida educativa a una editorial para que nos cuenten cómo se imprime y arma un libro. - Se indagarán las formas posibles de reciclar papel y se procederá a aplicarla. Una vez reciclado se utilizará para dibujar, pintar, teñir, grabar y para la confección propuesta de un libro. - Se propondrá pintar con rodillos y témpera aguada o anilinas diferentes fondos para luego grabar con distintos elementos, con tintas o témpera, diferentes escenas y representaciones figurativas y no figurativas. Se confeccionarán las ilustraciones para el libro creado por los grupos.27 Las actividades de cierre de la Unidad Didáctica auspician como generadoras de síntesis, es la instancia que cierra pero a la vez abre, ya que es probable que la síntesis permita nuevas aperturas a otros recortes. La imagen que se intenta dar cuenta, es la de un proceso que no se clausura, sino que tiene la apertura necesaria para la continuidad. A su vez, el momento de la evaluación brinda la oportunidad de valorar los aprendizajes incorporados, apreciar los nuevos conocimientos adquiridos, generar algunas respuestas pero también abrirse a nuevas preguntas. Ya que entendemos que aprender es percibir hechos, experiencias, construir imágenes, conceptos y poder comunicarlos a los demás, contándolo, dramatizándolo, jugando. El momento de la evaluación genera la oportunidad de propiciar la metacognición. Es la 27 En esta actividad es posible vislumbrar la forma en que ciertos contenidos que son propios de la plástica se relacionan con ciertos contenidos que son propios de la lengua; ya que en esta propuesta la problemática consiste no sólo en producir un texto y escribirlo, o pedirle al adulto que lo escriba, sino 85 posibilidad de pensar en estrategias que permitan reflexionar junto a los alumnos acerca de qué y cómo aprendieron, es decir que la evaluación es el momento oportuna para que los alumnos aprenden a valorar los propios aprendizajes y reflexionar sobre lo trabajado. Es la posibilidad de apreciar y tomar conciencia de qué cosas se han aprendido, cómo se las ha aprendido y qué cosas aún no se han aprendido y se desearía aprender. Brindar este espacio a los niños es permitirles que aprendan a valorar sus aprendizajes y a compartirlos con los demás, es decir a autoevaluarse. Es necesario que quien esté a cargo de los niños sea consciente de que su intervención es fundamental y que cumple un papel decisivo. Tomar conciencia de ello contribuye a transformar los procedimientos que generalmente son espontáneos en estrategias sistemáticas, es decir que ayuda a comprender que el rasgo esencial de una estrategia genuina es su intencionalidad y si se selecciona una estrategia y no otra, es porque se está convencido de que la que se elige, va a ayudar a los alumnos a reflexionar más y mejor. Esta es una condición de posibilidad de la construcción de un pensamiento reflexivo, crítico y autónomo. Por último, cabe destacar que si bien el momento de la evaluación figura como el último de una serie de momentos de un proceso de enseñanza, esto no significa que la evaluación se produce y pone en marcha solamente al finalizar dicho proceso. Sin duda afirmar esto sería un grave error. Con lo cual, es necesario recordar, que la evaluación es una acción que está al servicio tanto del diagnóstico, como también es parte del proceso, pero además está al servicio de la valoración de los resultados. Lo que implica entender que la evaluación es una acción continua, sistemática y procesual. Ejemplo: CIERRE Y EVALUACIÓN - Invitaremos a la sala a una escritor/ a de la zona para que nos cuente cómo comenzó a escribir, por qué lo hace, qué escribe, cómo se llaman sus libros también consiste en encontrar la forma de expresar el contenido argumentativo a través del dibujo y del color y poder plasmarlo en una ilustración utilizando herramientas cognitivas e instrumentales. 86 y dónde los edita, y para que nos done una obra suya para nuestra biblioteca. También este será un espacio para que los alumnos pregunten y sigan ampliando los horizontes de su conocimiento de este sector de la realidad en particular. - Invitaremos a los papás y a las mamás para contarles cómo trabajaron, para mostrar y explicar qué hicieron. Para la visita de los papás se propondrá confeccionar entre todos, un afiche que comunique todo el proceso desarrollado durante el abordaje de este recorte de la realidad. 9.2 ¿Qué es un Proyecto de Sala? Según el diccionario proyecto es la representación de la obra que se ha de fabricar, es la intención de lograr algo, es un boceto, son acciones o conjunto de acciones que coordinadas entre sí apuntan al logro de un producto final. Si transferimos estas características al campo de la didáctica y en especial a la planificación en el nivel inicial, diremos que un “proyecto de sala” es un conjunto de acciones coordinadas entre sí que se plasman en una planificación y que apuntan al logro de un producto determinado a priori y que dicho producto siempre está vinculado a la posibilidad de transformar esa porción de realidad que inicialmente se vislumbró como insatisfactoria. Cuando pensamos en la planificación de un proyecto tenemos que tener en cuenta dos aspectos fundamentales, el punto de partida, el problema o situación insatisfactoria y el de llegada, o producto. Entre ambos existe un trayecto a recorrer, un camino y tanto el punto de inicio como el de arribo estarán conectados por la significación del recorrido y su relación con los objetivos, los contenidos y las acciones que le darán sentido. Partimos de un problema, un problema siempre es una situación insatisfactoria, cuya problemática es entendida como un desafío para la acción. 87 En relación al punto de llegada planteamos el producto, o la resolución de esa acción insatisfactoria, de ese problema. El producto está relacionado con el para qué, en otras palabras, implica entender que es necesario que el conjunto de acciones o de actividades que se planifiquen sean no sólo coherentes entre sí sino también estén en relación directa con el producto final que se plantea. Es importante destacar que el producto es un planteo que se hace a priori de comenzar las acciones, es decir, que para pensar y proponer acciones es necesario definir el producto. El producto no necesariamente tiene que ser algo material, puede ser el logro de una serie de conocimientos como herramientas necesarias para actuar en la práctica social. Pero sea cual fuere este producto, su enunciación es parte de la programación del proyecto. El tiempo de duración del proyecto tiene directa relación con su envergadura, es decir con la magnitud de actividades y/o acciones que se propongan para su desarrollo y para la obtención del producto. Para el planteamiento de un proyecto hay que tener en cuentas las variables que se consideraron en el punto 8.3 del presente documento. 9. 2. 2 ¿Cómo nace un Proyecto? Para ahondar en el hecho de ¿cómo nace un proyecto? es importante establecer como primera medida la idea de ¿qué es un problema?, ¿cómo surge un problema?, ¿cuáles son las fuentes que le dan orígen?, ¿quiénes identifican la situación problemática?. En relación a este último interrogante: ¿es posible que un problema sea planteado por los alumnos al márgen de la intervención pedagógica del maestro?. Tal vez esta aclaración parezca obvia, pero justamente por ser obvia es necesario aclararla. Partimos de entender que es el maestro quien actúa como mediador entre el niño, sus intereses y sus necesidades y el mundo que los rodea, la cultura, la sociedad global. Es él quien conoce el punto de partida y el de llegada de sus alumnos. Por lo expuesto cabe entender que la figura del maestro tiene mucho valor y peso en las decisiones pedagógico didácticas. Por lo tanto el maestro no puede quedar 88 al margen de una decisión de este tipo. El maestro es entonces quien propicia y moviliza los intereses y actúa según las necesidades de los niños; ya que esta actuación está mediada por la intención pedagógica, por los objetivos y contenidos que dan sentido a la tarea. No cabe duda que las intenciones pedagógico didácticas del docente están siempre estrechamente ligadas a los intereses y a las necesidades de los niños, así como al hecho de propiciar y generar en los alumnos la avidez por conectarse con nuevos conocimientos, de hacerlo placenteramente, de ofrecer estrategias e instrumentos para la investigación y búsqueda de nuevas informaciones, entre otras muchas cosas. Lo que queremos resaltar es que su presencia es indiscutible e insustituible. No obstante, esto no quiere decir que la participación de los niños esté sersenada o sesgada y que no puedan aportar ideas. En este sentido es necesario aclarar que si bien los niños pueden aportar ideas y es deseable que lo hagan, no implica esto que tomen decisiones en este sentido; ya que las decisiones a las que hacemos referencia en este caso son de índole político, pedagógico didácticas y éstas son decisiones de exclusiva incumbencia del maestro. Con respecto a ¿qué es un problema?, diremos que un problema resulta ser siempre una situación insatisfactoria que sin duda induce y conduce a quien la vive de este modo a actuar, para encontrar posibles soluciones que reviertan dicha insatisfacción. Es decir que las fuentes que dan origen a los problemas son generalmente la falta de conocimiento específico acerca de algo que en particular interesa, es decir, la fuente es la falta y/o la no existencia de respuestas y por ello se vuelve necesario iniciar la búsqueda de las mismas. En virtud de ello es legítimo que a continuación nos preguntemos: ¿es posible que los problemas nazcan de los alumnos? o, sería más real decir: los problemas son identificados por los maestros y presentado a los alumnos como problemas. Creemos que esto último está más cercano a lo que sucede concretamente en la realidad escolar, al menos con los alumnos del segundo Ciclo del Nivel Inicial. Presentar estos interrogantes como una introducción al desarrollo teórico de qué es un Proyecto de Sala, no pretende argumentar en contra de es estilo de planificación, como forma alternativa de organizar los contenidos de enseñanza, 89 sino que intenta alertar a los maestros sobre aquellas cosas que generalmente se afirman y que se toman como naturales y que sin embargo sería conveniente ponerlas bajo la lupa, para volver a pensar sobre ellas. Recordemos que aquello que se naturaliza, al no mediar la reflexión, se reproduce. Los interrogantes en esta introducción intentan provocar extrañamiento, para hacer visible lo que por fuerza de la obviedad ya no nos preguntamos. 9. 2. 3 Los componentes didácticos del Proyecto de Sala NOMBRE DEL PROYECTO: Denominación elegida. Esta tendrá relación al problema que haya dado origen a la necesidad de llevar a cabo el proyecto. DURACIÓN: Tendrá estrecha relación con la edad del grupo y el tipo de proyecto que se haya planteado. FUNDAMENTACIÓN DEL PROYECTO: Es necesario realizar una justificación del problema basada en la investigación teórica que se realice en función a la problemática planteada. Esta fundamentación será la base que justifique la necesidad de llevarlo a cabo en ese grupo y en ese momento. OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL PROYECTO: Son los propósitos que el maestro tiene y que dan dirección y sentido a la tarea programada. OBJETIVOS DE LAS AREAS: Se diferencian de los objetivos anteriores ya que se refieren específicamente a las áreas o disciplinas involucradas en el proyecto. CONTENIDOS CONCEPTUALES DE LAS ÁREAS QUE SE RELACIONARÁN: Se seleccionan los contenidos específicos de la o las disciplinas que intervienen en el proyecto. Es posible que la propuesta se elabore en base a contenidos de una sola disciplina. En caso de que la selección responda a más de una, seguramente una será la principal, es decir, en una estará puesto el acento 90 y la otra u otras, serán secundarias o subsidiarias de la principal. En el caso en que la selección de contenidos responda a más de una disciplina, se contribuirá a un abordaje interdisciplinar, ya que es necesario propiciar a través de la relación entre contenidos, las múltiples relaciones significativas posibles de ser realizadas. DENOMINACIÓN DEL PRODUCTO: Es necesario plantear cuál será el producto a obtener, en torno al cual se desarrollarán todas las acciones. El producto tiene que ser claro y significativo para los alumnos. Tiene que estar en estrecha relación con la solución de la situación insatisfactoria planteada y con la selección de contenidos realizada. Representará siempre una transformación de la situación inicial de la realidad que se detectó como insatisfactoria. No siempre tiene que ser un producto material como: libro, objeto tecnológico, cartillas, carteleras, etc; también es legítimo pensar que el producto es la apropiación de ciertos conocimientos que den respuesta a las preguntas iniciales. ACCIONES O ACTIVIDADES DEL DESARROLLO DEL PROYECTO: Todas las acciones o actividades tendrán relación con el problema y el producto establecido. El eje de las acciones entonces es el producto elegido, de allí la importancia de que éste esté definido a priori y claramente. Todas las actividades contribuirán a su logro. El problema tiene que estar muy bien delimitado, ser viable y real. Si bien la planificación del proyecto por parte de los responsables implica una previsión y anticipación en el planteo de actividades, esto no significa que los alumnos estén imposibilitados de hacer sus propias propuestas. Estas sin duda serán coherentes con el encuadre del proyecto. Este será el momento de propiciar las relaciones entre contenidos disciplinares. MATERIALES Y RECURSOS: Son aquellos materiales y recursos que favorecerán a la realización de las actividades. Entre los mismos están los sugeridos por la maestra y aquellos que pueden sugerir los alumnos una vez conocida y comprendida la propuesta. EVALUACIÓN DEL PROYECTO: Consiste en el planteamiento de las actividades dirigidas a la evaluación de aprendizajes que realizaron los 91 alumnos en el termino del tiempo que se desarrolló el proyecto. Aprendizajes que se fueron poniendo en juego durante el momento del desarrollo de las acciones y con vistas a la elaboración del producto. Es decir que la evaluación está al servicio del diagnóstico, del proceso y de los resultados y se ejerce en forma planificada, continua y sistemática. 9. 2. 4 Veamos un esquema de un posible Proyecto de Sala: su transferencia a una situación concreta28 SITUACION PROBLEMATICA PROYECTO DE SALA ACCIONES Y/ O ACTIVIDADES PRODUCTO Transmitir a los niños y las niñas la importancia de la comunicación a través de la lengua escrita. Creación de una revista y de la cartelera de sala celeste turno mañana. Todas las que se consideren necesarias en función al problema y a los objetivos y contenidos planteados. Elaboración de la revista y de la cartelera de la sala 28 Se recomienda consultar en “Orientaciones didácticas para el nivel inicial”, 3ª parte, el proyecto sobre la producción de un álbum, página 32 y subsiguientes. 92 9. 3 ¿Convivencia o Divorcio? Llegado a este punto sería importante plantear la siguiente pregunta: ¿puede convivir en una misma propuesta pedagógico didáctica la Unidad Didáctica y el Proyecto de sala? Entendemos, como ya lo dijimos antes, que tanto la Unidad Didáctica como el Proyecto de Sala son dos formas diferentes de organizar la enseñanza de los contenidos en el Nivel Inicial. Cada forma tiene su especificidad que la caracteriza y la diferencia de la otra. Pero esto no significa que ambas propuestas no puedan convivir. Es decir que en un primer momento podemos decir que la convivencia es posible, siempre y cuando se tenga en claro que cada propuesta de planificación tiene una especificidad que le da su propia identidad tanto en su construcción estructural como en la implementación didáctica. Por lo tanto y volviendo a los interrogantes con lo que iniciamos el desarrollo teórico de la unidad didáctica y del proyecto de sala diremos que nos son las misma propuestas, que apuntan a cuestiones diferentes, que tienen diferentes objetivos, que organizan de diferente forma la enseñanza de contenidos, que no es lo mismo confeccionar la propuesta de enseñanza desde un modelo que del otro, que si bien ambos pueden convivir, se elige uno u otro según los propósitos concretos que como responsable de la enseñanza se tiene. Para establecer las diferencias se esbozará un cuadro en el que se establecen las principales características que sustentan una y otra forma de planificar. 9. 4 Unidad Didáctica y Proyecto de Sala: similitudes y diferencias UNIDAD DIDÁCTICA • La U.D es una estructura didáctica que PROYECTO DE SALA • El Proyecto de sala es una estructura se constituye a partir de un recorte didáctica que se organiza alrededor de físico o geográfico de la realidad y para un problema real que se trata de abordarla en toda su complejidad, se la resolver. El producto a alcanzar es lo transforma en objeto de estudio. que orienta el trabajo de niños y 93 docentes. El producto es entendido como la solución al problema, como la transformación de la realidad inicial identificada como insatisfactoria. En la Unidad didáctica los contenidos se En el Proyecto de sala los contenidos se seleccionan en base a la necesidad de selección en base a dar respuesta a la dar respuesta al hecho de conocer, situación problemática planteada. comprender, organizar y cuestionar una porción de realidad, objeto de estudio. • En la U.D las actividades permitirán • El proyecto es una cadena organizada establecer relaciones significativas al de actividades que responden a un eje menos entre los contenidos de las central y que tienen como propósito cuatro arribar a la solución del problema áreas Matemática, básicas Ciencias (Lengua, Sociales y vislumbrado. Es necesario producir Ciencias Naturales), los contenidos de relaciones significativas entre las demás áreas cobran significado en contenidos de las áreas planteadas, tanto tenga sentido incorporarlos. cuando la selección responda a más de una. • Los momentos de una U.D son: Inicio- Desarrollo - Cierre - Evaluación • Los momentos de un Proyecto de sala son: Planteamiento del Problema y su fundamentación - Planteo del producto - búsqueda de soluciones (propuesta de actividades) - Puesta en marcha de las propuestas – Evaluación aprendizajes 94 de • Los componentes didácticos de la U.D son: Los componentes didácticos del contenidos- Proyecto son: Objetivos del proyecto - actividades para el inicio, para el Objetivos de las áreas o disciplinas desarrollo y actividades para el intervinientes - Ejes de contenidos - cierre Acciones o actividades - Materiales y objetivos- • la evaluación- Los materiales didácticos y recursos. La didácticos. Evaluación. evaluación final sobre la valoración de los procesos y los aprendizajes de los alumnos y la autoevaluación del docente. • La U.D es planificada por la maestra • El Proyecto puede planificarse para una de sala para su grupo, respetando sola intereses y necesidades propias del responsables de diferentes grupos de desarrollo, un turno o ambos turnos. Los niños así como sociales y culturales. sala, participan entre en varias relación maestras con las posibilidades de desarrollo. Se respetan intereses y necesidades psicológicas y socioculturales. • La duración de la U.D está • El Proyecto puede durar un mes, tres directamente relacionada a la edad meses o incluso un año. Todo depende del de los grupos. Puede durar una tipo de propuestas que se hagan y la semana en la sala de dos años y forma en que se proponga su desarrollo. hasta un mes en la de cinco años. 29 En este documento solo abordamos el Proyecto de sala como una forma de organizar los contenidos de enseñanza y no como una acción colectiva que lleva a cabo la institución para dar tratamiento a las diferentes problemáticas pedagógico didáctica, pedagógico administrativas o socio comunitarias y que se incluyen en el PEI. 95 29 Una vez establecidas las principales diferencias y habiendo afirmado que es posible la convivencia, cabe preguntarse ¿de qué forma nos imaginamos puede llevarse a cabo dicha convivencia? Un ejemplo concreto es la manera más operativa de explicar a qué se hace referencia. 9. 4 . 1 Solo a modo de ejemplo La maestra de una sala de cinco años planificó para su grupo la Unidad Didáctica: “Los alrededores de mi jardín”. Como actividad de inicio propuso realizar una primer experiencia directa del tipo exploratoria y con ese propósito sale con su grupo a recorrer el entorno más próximo, es decir, la manzana que rodea al Jardín de Infantes. Durante el recorrido e incentivados por la maestra, los niños advierten la presencia de un terreno baldío, sin cerco ni alambrados, que fue convertido por los vecinos del lugar en un basural. La maestra orienta la “mirada” de todos los alumnos hacia ese lugar y formula las siguientes preguntas: ¿quién será el dueño de este terreno?, ¿cómo podemos averiguarlo?, ¿porqué estará en estas condiciones?, ¿qué peligros genera para el entorno este lugar, en las condiciones en las que está?, ¿qué podemos hacer para mejorar este lugar?. Las preguntas sin duda se dirigen a alertar a los alumnos sobre los peligros que tiene para la población que vive en los alrededores, el abandono de ese espacio. A su vez y paralelamente, invita a los niños que propongan posibles acciones que permitan revertir el problema vislumbrado y poder llevar a cabo el mejoramiento del mismo. Una de las propuestas que seguramente puede surgir y que cobra interés, es la de transformar el espacio en un lugar de juego y de esparcimiento para los niños del jardín y del barrio. De regreso al jardín y en virtud de considerar que lo propuesto necesitará del apoyo de los padres de la sala, la maestra y los niños escriben una nota a los papás y a las mamás en la que los invita a sumarse a la organización del Proyecto: “Construyamos un espacio de juegos para los niños del barrio”. Es probable que tal vez se sitúe a este proyecto en la categoría de larga duración, ya que implica a muchas personas y 96 se necesitarán de muchas acciones para concretarlo y lograr transformar la situación problemática inicial, en el prducto propuesto. También la propuesta pudo concretarse en un proyecto de más corta duración y que proponga investigar sobre los peligros que los basurales ocasionan a la población que vive cercana a los mismos. El producto de esta indagación no sería, sin duda, de la misma envergadura que el anterior, pero no por ello es menos importante. El producto en esta segunda propuesta consistiría por ejemplo en la elaboración de una cartelera en el jardín, de cartillas y de volantes para repartir en el barrio, cuyo contenido en todos los casos aludirían a las posibles enfermedades, provocadas por la situación de abandono de un baldío, así como el impacto que genera dicho abandono en el medio ambiente y en las personas que allí habitan, es decir, en el contexto. También habría propuestas de superación de la situación y pedido de colaboración a los vecinos. A través de este ejemplo se puede advertir que un mismo problema puede abordarse por diferentes caminos y que esto es una decisión que es necesario tomar y que generalmente no son los niños y las niñas los que están en condiciones de tomar estas decisiones, ya que dicha responsabilidad trasciende sus posibilidades de desarrollo. Creemos que la convivencia es posible, sólo es necesario poder establecer los puntos de enlace y comunión, así como apreciar las diferencias que ambas propuestas muestran. La condición en ambos casos es llevarlas a cabo, sin tergiversar su estructuración didáctica, ni la puesta en marcha de ninguna de las dos. Para finaliza con este apartado y como síntesis se afirma que: es necesario tener en cuenta que la planificación necesariamente comunica algo a alguien, por lo tanto tiene que ser clara, comunicable, y funcionar como un organizador visual del desarrollo conceptual. Como dispositivo organizador es importante que organice visualmente la información que brinda, el contenido que comunica. En su elaboración se privilegia la capacidad de síntesis, pero esta síntesis tiene que ser lo suficientemente clara para que también sea claro 97 aquello que quiere comunicar el que la diseñó. El diseño o modelo del dispositivo organizador es conveniente que sea elegido por el autor, siempre y cuando este respete algunas condiciones de posibilidad como: 1. Elaborar un diagrama de elementos agrupados en categorías y que represente el recorte de la realidad elegido. 2. Seleccionar objetivos y contenidos (conceptuales) por áreas, (procedimentales y actitudinales en común a todas las áreas). 3. Elaborar actividades propias para el inicio, para el desarrollo, para el cierre y la evaluación. 4. Establecer con qué materiales y recursos se trabajará y qué materiales se incorporarán para los juegos – trabajo. 5. Denominar la unidad didáctica. Ponerle nombre a la unidad didáctica, también es un compromiso con la concepción que subyace y en este caso el nombre tiene que ser representativo del recorte seleccionado. Ejemplo: “La Biblioteca Pública, Miguel Cané”, “La plaza del barrio Mitre”, “La estafeta postal N°5”, “Panadería: Las familias”. “Almacén “Don Pedro””, “La cuadra del jardín 901”. “El arroyo Maldonado”. Si nos encontramos con una unidad didáctica denominada: “La familia”, o “Los animales”, seguramente estamos frente a una propuesta que no responde a la perspectiva que intentamos desarrollar en este documento. 9.5 Y el juego...¿qué lugar ocupa? Sería importante plantear qué lugar ocupa el juego en ambas propuestas, considerando sobre todo la importancia que tiene el mismo para los niños que concurren al Nivel Inicial. Defendemos sin duda la idea de que es necesario mantener y propiciar cada vez más, entre las actividades desarrolladas en el Nivel Inicial, los espacios y momentos de juego, sobre todo porque entendemos que el juego actúa en la zona de desarrollo potencial de los 98 niños y que es generador de aprendizajes. Es en este punto donde tal vez percibimos que se impone, a nuestro entender, una de las diferencias más marcadas, entre una y otra propuesta didáctica. Si nos refereimos a la Unidad Didáctica, diremos que los juegos- trabajo se llevan a cabo durante el momento del desarrollo de la misma. Es decir que el juego – trabajo y la Unidad Didáctica, si bien son cuestiones y acciones diferentes, comparten un eje común que son los contenidos de enseñanza seleccionados en cada área. Los contenidos escolares son entonces el eje vertebrador entre la unidad didáctica y los juegos – trabajo. El espacio para el juego y el aprendizaje en el desarrollo de una Unidad Didáctica está representado fundamentalmente por los juegos-trabajo, ya que el propósito en este caso es recrear la realidad conocida, analizada, indagada, explorada, pero como no todo se puede aprender jugando, es necesario tener claro cuándo se juega y cuándo no. Sin embargo, es más difícil imaginarse el lugar que ocupan los juegos – trabajo cuando se trata de un Proyecto de Sala. La pregunta que se impone en este caso es: ¿es posible pensar un espacio destinado al juego en el desarrollo de un proyecto cuando todas las acciones están destinadas a la obtención de un producto? Posiblemente, la necesidad de plantear una serie de acciones con el fin de obtener un determinado producto, fuerce la situación de modo tal que se corra el peligro de poner el acento en el “hacer”, del activismo, al margen de poder llevar a cabo propuestas que vinculen ese “hacer” con el juego. Esta sobredeterminación en el “hacer” en desmedro del juego, ¿obligará nuevamente a los maestros a implementar el juego libre en los rincones?, porque los niños demandarán jugar y preguntarán: señorita: ¿cuándo jugamos?. ¿Cómo canalizamos la necesidad y el interés que los niños en genral muestran por jugar? ¿Cómo se enmarcarían las propuesta de juego con intención educativa, es decir, a partir de ciertos contenidos como las que constituyen los juegos trabajo? Es en este punto en el que creemos que la propuesta de Proyecto de 99 Sala se debilita como una propuesta significativa para el Nivel Inicial. Tal vez esta debilidad pueda encontrar su fortaleza en el hecho de comprender la importancia que reviste el juego – trabajo como una de las propuestas particulares de juego generadora de aprendizajes y de considerar la posibilidad de llevar a cabo el mismo entre las acciones propias del desarrollo del proyecto, en base a los contenidos planteados en el mismo. ¿Es posible innovar en este sentido? Consideramos que este es un punto que no está cerrado, es una discusión abierta, son muchos los interrogantes que surgen, por lo tanto, este es aún, un debate pendiente y este puede ser el inicio de ponerlo en el centro de atención entre otras problemáticas que igualmente demanden atención y tratamiento. 10. Juego 10.1 Concepciones teóricas acerca del juego y su influencia en las prácticas del Nivel Inicial 30 El juego siempre tuvo un lugar destacado en las prácticas de los docentes de Nivel Inicial. También se puede afirmar que no todas las prácticas y propuestas pedagógico didácticas vinculadas al juego, tienen como soporte teórico los mismo principios que sustentan la acción de jugar. Por ello como primera medida es necesario tomar al juego como objeto de estudio y hacer un breve análisis de cómo ciertas teorías imprimieron el “saber hacer” de los docentes y en consecuencia le dieron identidad. 100 Como primera medida haremos referencia al enfoque denominado “Naturalista”. A este enfoque pertenecen autores como: Federico Froebel, Sigmund Freud, y Imanuel Kant, entre muchos otros. Las propuestas de estos autores comparten los siguientes rasgos teóricos: a) Destacan los aspectos espiritualistas y psicológicos del sujeto de aprendizaje, b) centran la atención en el juego como actividad natural y espontánea del niño, c) hacen prevalecer los aspectos biológicos, d) el juego es entendido como una actividad espontánea e instintiva de los niños, e) en el juego se valora la libertad absoluta, f) el juego es una actividad propia de la infancia y está determinada por la naturaleza humana. En este sentido Freud por ejemplo afirma: “La función esencial del juego resulta ser la reducción de las tensiones nacidas de la imposibilidad de realizar los deseos. Se basa en una transacción permanente entre las pulsiones y las reglas”. A su vez Froebel nos dice: “El juego es el mayor grado de desarrollo del niño por ser la manifestación libre y espontánea del interior, la manifestación del interior por el interior mismo” y por último Kant agrega: “El juego actúa como acción purgativa de los instintos que pueden ser nocivos para el estado de la civilización” El segundo enfoque al que haremos referencia se vincula a una propuesta “Ambientalista” culturalista e histórica representado por autores como: Huisinga, Elkonin, Madeiros y Vygotski, entre otros. Al igual que en la 30 El presente apartado ha sido elaborado básicamente a partir de lo propuesto en el capítulo cinco de la obra de las autoras: Spakowsky – Label y Figueras; “La organización de los contenidos en el jardín de infantes” Ed. Colihue. 1997 101 propuesta anterior nos interesa señalar aquellos aspectos que estos autores tienen en común: a) Entienden que el juego está condicionado por aspectos culturales, sociales e históricos, b) que el juego no es una actividad exclusiva del niño, ya que los hombre y los animales superiores también juegan, c) comparten la idea de que para que haya juego es necesario que siempre haya reglas, d) en el juego se aprende y este aprendizaje está dado por la interacción que los niños realizan entre ellos y con el contexto tanto social, como cultural, e) a jugar se aprende jugando. Para ilustrar este otro modelo teórico apelaremos a algunas definiciones de juego. Comenzaremos diciendo que para Huisinga el juego es: “el fundamento mismo de la cultura en la medida que es el único comportamiento irreductible al instinto elemental de supervivencia. El juego se encuentra en el origen de todas las instituciones sociales y del arte”. Por su parte Elkonin afirma que: “En las distintas épocas de la historia según fueran las condiciones socio – históricas, geográficas y domésticas concretas de la vida, los niños practicaron juegos de diversas temáticas. Son distintos los temas de juego de los niños de distintas clases sociales, de los pueblos libres y de los pueblos oprimidos, de los pueblos nórdicos y de los meridionales, de los que habitan en terrenos bajos o en los desiertos, de los hijos de obreros industriales, de los pescadores, de los ganaderos o de los agricultores”. Mientras que Vygotski nos aporta: “El niño ve la actividad de los adultos que lo rodean, la imita y la transforma en juego y a través del mismo adquiere las relaciones sociales fundamentales”. Bauzer 102 Madeiros agrega: “ Los juegos son formas de comportamiento recreativo que tienden a seguir un patrón formado y compartido por varios individuos. Suelen ser actividades sociales, donde los participantes, individualmente, o como miembros de un equipo, intentan por habilidad y por suerte alcanzar determinado objetivo, sujetándose a las normas que regulan el juego”. Como síntesis de ambas propuestas podemos decir que si la primera pone el acento en lo innato, en lo instintivo, en el interior del sujeto sesgando todo lo externo a él, que tiene una visión universalista de niño, a – histórica, sin determinaciones contextuales, es decir, de un niño epistémico, la segunda, al valorizar las condiciones sociales y culturales por sobre los aspectos internos, es decir, al valorar lo externo al sujeto siendo este aspecto el que cobra mayor importancia a la hora de aprender, se centra en una postura culturalista. A partir de estas interpretaciones es claro que si tomamos una u otra de las posturas por separado asumimos una visión reduccionista del juego. Dicho reduccionismo está dado en la valoración de lo interno del sujeto en desmedro de lo externo o viceversa. En ambos casos los sesgos son importantes ya que atentamos en contra de la idea de un sujeto integral, un sujeto que a la hora de aprender lo hace tanto a partir de sus características individuales internas, sean éstas biológicas y/o psicológicas, como de los condicionantes externos que los sujetos han incorporado a lo largo de sus vidas, de sus experiencias previas en el mundo natural y social al cual pertenecen, aprendizajes que han dejado huellas en ellos. Con lo cual, no podemos dejar de lado la idea de que lo externo se asimila y constituye y da forma a lo interno. Es la doble existencia individual y social de la que nos habla Pierre Bourdieu. Como conclusión se afirma que es tan importante lo que el sujeto trae al nacer, es decir los aspectos innatos (representados por los aspectos biológicos y/ o psicológicos), como aquellos aspectos sociales y culturales que adquieren desde el mismo momento de su gestación y entender que ambos aspectos 103 contribuyen a la constitución de las subjetividades de los sujetos sociales en desarrollo. La idea entonces es comprender cómo ambos aspectos se relacionan y aparecen imbricados en una visión alternativa y constituyen una mirada diferente, una mirada integradora de los sujetos que al jugar aprenden. Antes de ahondar en la propuesta alternativa entendida como producto de una síntesis superadora de las anteriores es necesario profundizar acerca de las teorías pedagógico didácticas que sirvieron de base a las prácticas de los docentes de Nivel Inicial y que son consecuencia directa de los presupuestos teóricos descriptos más arriba. Con el propósito de seguir profundizando en las huellas que los aportes teóricos marcaron en las prácticas de los docentes de Nivel Inicial, no podemos dejar de hacer mención a las dos grandes concepciones teóricas que sobre el juego se han destacado en el ámbito educativo y que no sólo se diferencian en muchos aspectos desde la propuesta teórica, sino que también tienen propósitos diferentes y diferentes puntos de partida. En primer lugar nos referiremos a aquella postura que centra su eje en el “jugar por jugar” y que tuvo amplia difusión en el Nivel inicial. Interpretamos que dicha postura es entendida desde el punto de vista pedagógico didáctico como improductiva, porque pone el acento fundamentalmente en los aspectos psicológicos y entiende que el juego tiene propósitos terapéuticos y que el objetivo del mismo es que sea un medio de expresión y elaboración de conflictos para los niños, aunque se desarrolle en el ámbito escolar. Desde esta perspectiva el adulto no tiene injerencia en el juego de los niños, su función queda relegada a la de ser exclusivamente un facilitador del ambiente y de los materiales, los cuales son el motor de la expresión. Desde esta perspectiva el maestro se limita a observar, no interviene, no pregunta ni sugiere. Su intervención, en términos de enseñanza, es considerada nociva para la libre expresión de los niños, ya que se entiende que los alumnos cuando el maestro 104 interviene se sienten coartados en su libertad. Desde el punto de vista pedagógico didáctico, en este modelo teórico el juego no tiene intenciones educativas, no responde a una selección de contenidos, ni tiende a recrear algún recorte de la realidad en particular. El juego y el trabajo en esta postura son considerados como opuestos. Hay una clara valorización del primero en desmedro del segundo. Al juego se lo vincula al placer, a la libertad y al goce, mientras que el trabajo al esfuerzo, a la falta de libertad, a lo rutinario y poco placentero. Llegado a este punto tal vez sea necesario preguntarse: ¿qué lugar ocupa el conocimiento, la enseñanza y el aprendizaje en este modelo teórico?. La respuesta implica poner en acción la necesaria reflexión, siempre y cuando acordemos con el hecho de que los niños en el Nivel Inicial aprenden jugando. Una segunda postura, opuesta a la anterior, el “jugar para...”, sostiene sin embargo, que los niños aprenden jugando y que el docente tiene una clara intención educativa a la hora de planificar el juego y de ponerlo en marcha. En este modelo teórico el juego, sin ninguna duda, es un juego que es libre para los alumnos, ya que cuando hay imposición no hay juego; pero es un juego planificado por el docente. Es decir, la función del maestro en este caso también es facilitadora de ambientes y materiales, pero de un modo diferente, porque la propuesta de juego en este modelo teórico, tiene un sentido educativo y el objetivo que el maestro persigue en esta ocasión está más centrado en brindarle a los niños espacios, materiales y contenidos potencialmente significativos y que posibiliten aprendizajes también significativos; ya que si bien se reconoce que el juego tiene aspectos expresivos y liberadores de conflictos, tiene también aspectos vinculados al desarrollo, a lo social y lo cultural que le dan sentido y significado, que lo contextualiza y que forman parte no sólo de la identidad del juego sino también la marca que los jugadores que están involucrados en él, le imprimen. Lo lúdico es visto y comprendido como el interjuego entre lo individual, lo social y lo cultural, y estos aspectos se relacionan en forma dialéctica. El juego es una necesidad para los niños en este período de la infancia pero no es exclusivo de este 105 período de la vida, ya que también juegan los jóvenes, las personas adultas y los animales superiores. El juego está condicionado por las motivaciones internas, por necesidades e intereses propios de la edad, por las características propias del desarrollo, por el contexto en el que está inmerso el que juega y es producto también de las condicionantes sociales y tienen una fuerte influencia cultural que lo impregna de significado. Juego y trabajo, lejos de oponerse, se complementan. El docente planifica, propone, registra, evalúa y promueve situaciones de enseñanza a través del juego actuando en la zona de desarrollo próximo. La planificación del mismo así como sus intervenciones están siempre vinculadas a contenidos escolares, entendidos éstos como instrumentos o herramientas a las que los niños acceden y que les permiten conocer, comprender, organizar y cuestionar la realidad de la que forman parte, transformándose subjetivamente a través del juego y generando transformaciones en la realidad que actúan. En este sentido Winnicott desarrolla la idea de “espacio transicional” que caracteriza el juego de los niños / niñas.31 En el juego se genera una dialéctica entre la posibilidad de retirarse de la realidad para representársela, jugarla, para luego volver a ella transformado y poder captarla. Es decir que el juego no está divorciado de los aprendizajes sistemáticos; ya que se basa en contenidos seleccionados conscientemente por el maestro y con el propósito de que a través del juego el niño tenga la oportunidad de recrear la realidad. El niño para jugar también planifica su juego, lo proyecta en el tiempo, crea sus escenarios, elige materiales y compañeros de juego, se esfuerza, goza, se conflictúa, se problematiza, crea, siente el placer de los logros obtenidos y sobre todo tiene la posibilidad, como afirmamos más arriba, de recrear la realidad y aprehenderla para modificarla. 10.2 ¿A qué se juega y cómo se juega? Antes de adentrarnos en el planteo de los diferentes juegos que se pueden llevar a cabo en la puesta en marcha del currículo en el Nivel Inicial, vamos a 31 Winnicott; Realidad y juego”, Buenos Aires, Gedisa; 1986. 106 hacer mención a algunas cuestiones que creemos son de orden general y que pueden aplicarse a toda propuesta de juego que deseemos llevar a cabo. Estas cuestiones son:32 DECISIÓN DE JUGAR PERMISO PARA JUGAR INTENCIÓN DEL JUGADOR DISPONIBILIDAD DEL AMBIENTE DISPONIBILIDAD DE MATERIALES LIBERTAD EN LA TOMA DE DECISIONES CREACIÓN DE ESCENARIOS REALES Y FANTÁSTICOS INTERVENCIÓN DEL MAESTRO AMPLIACIÓN DEL CONTENIDO LÚDICO Y COMPLEJIZACIÓN DE LOS GUIONES DE JUEGO. En relación con la primer categoría, “decisión de jugar” están vinculadas todas las demás, es decir que alguien puede tomar la decisión de jugar cuando tiene espacio para ello, materiales, permiso, libertad para hacerlo, creatividad, una orientación por parte del adulto que ofrece herramientas para ampliar los horizontes, los temas y motivos de juego. Es decir que para que los niños decidan jugar es necesario que se cumplan una serie de requisitos que son la condición de posibilidad del juego. Cualquiera sea el juego que se lleve a cabo, sean estos, dramáticos, de construcciones, tradicionales, juegos recreativos en el patio, juegos de mesa, juegos – trabajo, se ponen en juego las cuestiones que se mencionan más arriba. En cada caso estas cuestiones tomarán una forma particular ya que serán vinculantes a la propuesta particular de juego que se proponga. Por ejemplo no es lo mismo generar un espacio y materiales para jugar a las cartas que para desarrollar un juego dramático. Para cada caso es necesario adecuar el espacio de juego, es decir el escenario, los materiales, los contenidos que se seleccionen, la intervención del maestro; pero en todos 32 Dichas categorías fueron tomadas del texto: Sarlé, Patricia; Juego y aprendizaje escolar; Ed. Novedades Educativas; Buenos Aires; 2001. 107 los casos tiene que haber libertad, permiso, toma de decisión, complejización del juego, es decir aprendizajes. También creemos necesario plantear algunos principios a manera de axiomas que se inscriben en el modelo pedagógico didáctico alternativo al cual hicimos alusión más arriba. • El juego es una acción voluntaria, realizada dentro de ciertos límites de espacio y tiempo, según reglas conocidas y provistas con un fin. • La acción que se desarrolla en un juego produce placer e implica esfuerzo, es acompañada de sentimientos de tensión y de alegría. • El juego libera al niño de su sujeción al adulto, pero no de llevar a cabo las propias reglas. La regla es la columna vertebral del juego. Ella lo induce, lo conduce y organiza. • El juego es creador de Z.D.P, en la medida en que implica a los niños en grados de conciencia cada vez mayores; ya que contribuye a que los niños conozcan, comprendan, cuestionen y organicen la realidad. Los niños y las niñas aprenden la realidad, recreándola a través del juego. • El juego ofrece a los niños un marco, un escenario psicológico dentro del cual se sienten seguros para actuar, pero también recrea su contexto de pertenencia y les permite aprehenderlo para conocerlo e intentar a futuro, modificarlo. 108 10.3 Algunos aportes sobre el juego – trabajo El Juego – trabajo es una propuesta más de juego, dentro de las diferentes propuestas de juego que forman parte del desarrollo de la Unidad Didáctica. Es decir que forma parte de la categoría de actividades integradoras, las que relacionan contenidos de las diferentes áreas y que se planifican para este momento, pero se diferencian de ellas, porque en la propuesta de juego – trabajo se espera que sean los alumnos quienes deciden el proyecto de juego y todas las acciones que implica planificarlo y que se detallan más adelante. Otra diferencias que es necesario destacar, remite a que el juego – trabajo supone acciones de juego que comprometan a grupos con un número pequeño (cuatro o cinco) de niños y no a la sala total. Con lo cual se espera que durante la puesta en marcha del mismo coexistan varios proyectos de juego y varios grupos para llevarlos a cabo. Entre los diferentes proyectos planteados no es necesario que haya vinculación, ya que son propuestas independientes entre sí. El juego – trabajo comparte con la Unidad Didáctica su principal objetivo: conocer, comprender, organizar y cuestionar la realidad, pero este tipo de juego suma otro objetivo a los anteriores, que consiste además en la posibilidad de recrear la realidad, objeto de estudio, a través del juego. Es necesario advertir que en relación al juego, entre recrear y reproducir, no sólo existen diferencias semánticas, sino también de condición de posibilidad, ya que son acciones que tienen diferentes significados conceptuales. La primera, la recreación, remite a una reconstrucción o recontextualización creativa de los sujetos cuando producen objetos y/o acciones a través del juego. En la recreación se espera que la creatividad de los aportes personales sumen a la propuesta de juego planteada. Dicha forma de acción se diferencia de la reproducción, ya que esta se corresponde a una acción mecánica. El juego – trabajo es posible implementarlo desde los dos años de edad. En cada período de desarrollo de los alumnos, la propuesta se va complejizando y adquiere, en consecuencia, diferentes características en cada momento. Se 109 espera que en su implementación didáctica haya un equilibrio entre juego y trabajo, entendiendo que, si el trabajo en la escuela implica producción, y esta no está desvinculada del juego, es imprescindible que exista la posibilidad de “producir jugando”.33 La idea es poder superar la acción mecánica de reproducir la realidad a través de la producción de elementos durante un determinado período de tiempo, para jugar finalizado este período, como culminación de un proceso determinado. Todos recordarán que en otras propuestas de juego, también denominadas juego – trabajo, la experiencia directa se realiza de cara al mismo, invita a reproducir lo observado lo más fielmente posible. Esta acción se llevó a cabo, generalmente, desde el día en el que se llevaba a cabo la experiencia directa (que generalmente siempre era un lunes), al día en el que finalizaba la preparación de los elementos (que generalmente era jueves), para jugar con ellos, el día en el que se daba por finalizada la unidad didáctica (que generalmente era un viernes). Cabe destacar que en esta propuesta, como se advierte, no existe diferenciación entre juego – trabajo y unidad didáctica. Ambas son análogas y se funden en una misma propuesta que implica poner en marcha la unidad didáctica a través del juego – trabajo. Sin embargo, el juego – trabajo, desde una perspectiva crítica, la que se intenta desarrollar en este documento, forma parte de la caja de herramientas o estrategias didácticas que tiene el docente para enseñar. La implementación didáctica de esta forma de plantear el juego responde, al igual que otras propuestas de juego que también propone el docente en el desarrollo de una Unidad Didáctica, a una clara intención pedagógica y representa dentro del las 33 El trabajo implica acción de producir algo, ya sea manualmente como intelectualmente. La producción es la actividad que transforma determinados bienes en otros que poseen mayor utilidad. El materialismo histórico sostiene que el hombre es un ser histórico que se constituye a sí mismo satisfaciendo en el medio que lo rodea sus propias necesidades y esta interrelación con el medio se convierte en una actividad trasformadora del mismo mediante el trabajo, que desde esta perspectiva se denomina praxis. Por otro lado, para Makarenko ( 1982) por ejemplo, en el proceso de aprendizaje, tanto el trabajo como el juego ocupan un lugar importante, ya que este autor entiende que si bien el trabajo es una actividad que no sólo transforma la naturaleza, sino que implica necesariamente la cooperación y el conocimiento, en el juego también existe transformación, es necesaria la cooperación y los conocimientos. En este sentido es tan importante el trabajo manual como el intelectual, el juego como el trabajo. Trabajo que en la escuela adquiere características particulares, cuya producción no está ligada al intercambio mercantil. 110 teorías del juego, al “jugar para”, diferenciándose por esto, del “jugar por jugar”. La estructura didáctica del juego – trabajo se organiza a través de diferentes momentos como: - PLANIFICACIÓN - DESARROLLO - EVALUACIÓN - OREDEN Comienza y termina en el día. Es decir que cada vez que se propone realizar un juego – trabajo, los niños realizan la planificación del juego, se lleva a cabo el desarrollo de lo planificado, se evalúa lo realizado y se ordenan los materiales y los escenarios de juego. 34 Los niños y las niñas eligen dónde jugar, es decir que, generar un proyecto de juego implica crear los escenarios en los cuales el juego se llevará a cabo. Desde esta perspectiva se considera que los rincones son el espacio físico en el que se organizan los materiales y ya no el espacio en el que tiene que llevarse a cabo el juego. La idea es que los rincones y los materiales en ellos organizados o clasificados, abran diferentes posibilidades de juego y no que los rincones las rigidicen y/o cierren. El primer momento está destinado a proyectar una propuesta de juego. En este momento, el maestro presenta los materiales que fueron seleccionados a partir de tener en cuenta los contenidos de enseñanza. Propone a los alumnos que los identifiquen, describan y expliquen para qué y cómo los utilizarían. El maestro/a, actúa como coordinador de las propuestas de los alumnos. Sugiere, propone, orienta, incentiva a los alumnos, actúa en la zona de desarrollo potencial. Se manifiesta interactivo en la relación didáctica. La interacción se produce entre el maestro, el alumno y el conocimiento. El material tiene que ser potencialmente significativo e invitar a la acción. Los materiales no 34 Lo explicado en este punto fundamenta la razón por la cual en este documento teórico cada vez que se hace mención a esta forma particular de juego, se dice: juegos – trabajo, es decir, se hace referencia al 111 tienen un fin en sí mismos, son un medio para abordar determinados contenidos. Su selección no tiene que vincularse necesariamente a la problemática del recorte elegido, ya que puede haber contenidos que estén al servicio de las comprensión del recorte pero no necesariamente tienen que hacer referencia al mismo. Por ejemplo si la unidad didáctica es “La Plaza del barrio Mitre” y uno de los contenidos planteados es: relación entre el todo y las partes, seguramente la maestra para abordar este contenido, entre muchas otros materiales, pensará en un rompecabezas o en una imagen que represente algún contexto significativo. En este caso el motivo del mismo, la imagen que represente el todo, no necesariamente tendrá que ser la de una plaza, ya que el rompecabezas en este caso es el medio para abordar el contenido y no un fin en sí mismo. Los alumnos en este primer momento, la planificación, proponen: ¿a qué van a jugar? ¿con qué? ¿cómo? ¿con quién? ¿en qué lugar de la sala? Los niños entonces planifican y crean un proyecto de juego. Anticipan, crean y, al igual que el maestro, interactúan con el docente, con el conocimiento y entre sí. Las formas en que lleven a cabo las acciones mencionadas, será diferentes a cada edad e inclusive habrá diferencias entre los niños y niñas de la misma edad, en un mismo grupo y en el transcurso del año escolar. No jugarán de la misma forma en marzo, en julio o en diciembre. El propósito es que esta posibilidad de proyección pueda ser cada vez más rica y compleja. A proyectar se aprende, del mismo modo que se aprende a jugar, sólo es necesario tener un espacio y un maestro que lo posibilite. juego en plural, porque son varios los juegos – trabajo que se llevan a cabo durante el desarrollo de una Unidad Didáctica. 112 En el desarrollo del juego – trabajo, que es el momento que se pone en marcha lo planificado o proyectado, el / la maestra los observa, incentiva, pregunta y repregunta, dialoga, crea situaciones problemáticas; todas estas acciones las realiza porque sigue actuando, también en este momento, en la zona de desarrollo potencial. Con este propósito, genera andamiaje cada vez que advierte que los alumnos no pueden solos y demandan su atención, pero se retira paulatinamente cuando comprende que ya no la necesitan. Reencauza a los niños cuando estos manifiestan dificultades, responde a sus demandas con propuestas de acción y nunca solucionando los problemas por ellos, es decir, no hace por ellos lo que considera pueden lograr en cooperación, si se les propone hacerlo, con su ayuda. Los alumnos a su vez, desarrollan el proyecto de juego anticipado en el momento de la planificación. Indagan, prueban, se equivocan, toman decisiones, juegan, producen, aprenden, dudan, preguntan, tienen conflictos, buscan soluciones, toman decisiones, se divierten y gozan. Durante el momento de la evaluación el maestro valora el proceso realizado por cada grupo y por cada integrante del grupo, así como el producto que obtienen después de un tiempo de juego - trabajo. Evalúa los aprendizajes adquiridos en ese proceso y las estrategias utilizadas por los niños y el grupo. Interpreta los errores y los encauza. Estimula e incentiva. Genera, brinda confianza y estimula la autoestima sin engañar a los alumnos; ya que frente al error toma postura y los encausa, al igual que frente a las situaciones conflictivas que se producen. Mientras tanto, los alumnos tienen como tarea explicar cómo desarrollaron el proyecto de juego, qué resultados obtuvieron, qué dificultades tuvieron. En síntesis, en este momento, ambos, maestro y alumnos, valoran los logros obtenidos y los procesos realizados e identifican las dificultades tanto individuales como grupales, las analizan y proponen posibles soluciones a las mismas. Soluciones que pueden concretarse en otros juegos – trabajo o se plantean sólo como soluciones posible, como posibles salidas de las dificultades. La idea es instalar en los alumnos que si existen errores, los errores no se castigan, se revierten. Que en muchas ocasiones al ser estos evolutivos, para los niños no tienen que ser vividos como un error, sino como 113 una instancia de aprendizaje más. Es necesario que en este sentido, los adultos, maestros, puedan reflexionar sobre este aspecto tan determinante en la interacción del alumno con el conocimiento. Es necesario que los docentes miren la realidad y la interpreten en contexto y en relación a las características subjetivas de sus alumnos. En el momento del orden el maestro incentiva a todos los alumnos a que cooperen y sean responsables y solidarios con la tarea que los convoca. Dicha tarea implica volver al orden inicial, es decir, que esto significa entender que el juego no produce desorden, sino que es un orden diferente al que los alumnos encuentran al iniciar el juego. Es legítimo por ejemplo que durante el juego, los bloques estén distribuidos por el piso, mientras que finalizado el mismo, los alumnos tienen que entender que guardarlos en un determinado lugar y de una forma particular, permitirá que por ejemplo los niños del otro turno, o ellos mismos, puedan utilizarlo nuevamente en sus juegos. El maestro, en ocasiones, en este momento coordina, enseña cómo ordenar en aquellos casos en los que es necesario hacerlo. Los alumnos asumen esa responsabilidad en grupo, solidariamente. Cada grupo lo hace en relación con los materiales que ha utilizado y con los espacios de la sala en los que ha intervenido, también puede colaborar con otros grupos y es deseable que lo puedan hacer. En este momento aprenden a cuidar los materiales y los espacios que son públicos, a colaborar, a ser responsables y solidarios. Cabe destacar que la evaluación aparece antes del orden, porque se considera que en este momento en particular es muy importante contar con las producciones de los alumnos para poder apreciar lo realizado y emitir juicios de valor; por ello si se les pide que ordenen antes de evaluar, muchas producciones desaparecerían y con ellas la posibilidad de observarlas para valorarlas y apreciar lo realizado. El ejemplo más representativo de esto último son las construcciones, la creación de algún espacio particular en el que se llevó a cabo un juego dramático, etc. Es necesario que los niños actúen a partir de comprender estos fundamentos y no a partir de ritualizar los momentos del orden y las acciones que este momento requiere. 114 A continuación se presenta un cuadro en el que se describe un ejemplo de contenidos y materiales, que fueron seleccionados como medios para acceder al abordaje de los mismos. El ejemplo intenta relacionarse con el momento del desarrollo de la Unidad Didáctica: “La Biblioteca Pública: Miguel Cané”, a la que se hizo referencia anteriormente. Es decir que se toman algunos de los contenidos planteados para esa Unidad Didáctica. En virtud de esos contenidos, se seleccionan algunos materiales que se consideran potencialmente significativos para llevar a cabo los juegos – trabajo durante el desarrollo de la misma. Es sólo un ejemplo, esto quiere decir que no son todos los contenidos que se podrían plantear, ni todos los materiales posibles de seleccionar, ya que esta decisión pedagógico didáctica está íntimamente ligada a las características particulares del grupo de alumnos, de los propósitos de cada docente, de las posibilidades contextuales y económicas. Todas variables que tienen incidencia directa a la hora de planificar y tomar decisiones educativas en este sentido. También es importante tener en cuenta que cada institución decidirá la forma en que incluirá en el diagrama de la planificación este aspecto, es decir, los contenidos y materiales que serán los seleccionados para los juegos – trabajo. Cabe aclara en este sentido que si bien el docente puede inferir los probables proyectos que surjan de la propuesta de materiales, esta es sólo una inferencia; ya que en la implementación didáctica, son los alumnos los que deciden cuál es el juego que proyectarán en cada oportunidad en el que se lleve a cabo un juego – trabajo. Cabe destacar que es importante que los docentes puedan liberarse de reproducir rígidamente determinadas estructuras que se han consolidado en relación a la diagramación de la planificación y se permitan crear gráficamente no sólo esquemas, siempre y cuando los mismos contengan los componentes didácticos constitutivos de toda planificación didáctica y a los que se hizo referencia oportunamente, sino también se permitan crear objetivos específicos para la Unidad Didáctica, adecuar los contenidos en función al recorte objeto de 115 estudio, elaborar las actividades que relacionen a los contenidos planteados y seleccionar materiales para todas las actividades propuestas, así como para los juegos – trabajo. CONTENIDOS MATERIALES (Son los de la Unidad Didáctica) (Son el medio para acceder al abordaje de los contenidos) • La biblioteca: a) Función del Bibliotecario y del ayudante de la biblioteca. • • • • Monitores de computadora en desuso. Teclados de computadoras. Ficheros. Fichas • • • • • • • • • • • • • • Libros de cuento Libros informativos Enciclopedias Revistas de recreación Revistas infantiles Diarios Revistas para recortar Hojas Tijeras Adhesivos Dominoes de letras Sopa de letras Memotes de letras Cartillas • • Textos informativos Instrucciones de uso Hojas de papel reciclado. El libro: a) Como objeto cultural b) Como fuente de información, recreación y conocimiento. c) Diferencias con otras fuentes de comunicación. d) Contenido de un texto e) Uso del libro f) Tipos de letras: imprenta, manuscrita, mayúscula y minúscula • • El papel: a) Origen del papel: procedencia, forma de obtención. Reciclado de papel. Usos. 116 • Pintores: b) Estilos: figurativos y no figurativos. c) Nombre de pintores argentinos y sus obras d) Diferenciación de fondo, forma y figura. e) Colores claros, oscuros, matices f) Uso de elementos y materiales: pincel, anilina, témpera. • • • • • • • • • Libros de diferentes pintores Láminas y reproducciones Anilinas Tintas Hojas Pinceles Témperas Pinceles Pinceletas Propuesta de Actividad: En el anexo del presente documento figura el registro de la observación de un juego – trabajo realizado por una docente en un jardín de infantes bonaerense. La idea es que a partir del análisis del mismo ustedes puedan reflexionar sobre los siguientes ejes: Identificar si el juego – trabajo analizado se inscribe en el marco teórico desarrollado en este documento. La idea no es juzgar lo realizado por esta maestra en particular, sino poder generar, a partir del análisis crítico, hipótesis de trabajo. Fundamentar. ¿Cuáles son las similitudes o diferencias teóricas entre la propuesta analizada y la que se detalla en este documento como presupuestos del juego – trabajo? Justifique. Indicar en qué Unidad Didáctica pudo estar inscripta dicha propuesta. Analizar la intervención del maestro/ a. La idea es que se supere el nivel de la descripción para adentrarse en el nivel de la interpretación, es decir, emitir juicios de valor en relación al “deber ser” del “saber hacer” de la intervención docente en un marco pedagógico crítico. Por ejemplo: 117 explicar ¿qué intervención fue realmente educativa? y ¿por qué?, así como aquellas que no lo fueron y ¿por qué? Analizar el desempeño de los alumnos. Se recomienda lo indicado en el punto anterior. ¿Por qué creen ustedes que a este tipo de juego se lo denomina juego – trabajo? Justifiquen la argumentación que realicen. ¿Creen que podría denominarse de otra manera? ¿Qué otra u otras denominaciones podría tener este tipo de juego? Expliquen las razones de cada elección. En relación a la implementación didáctica: ¿qué cambios propondrían realizar? Justifiquen las razones. ¿Qué grado de acuerdo existe en la institución sobre el juego - trabajo? Alto – Medio – Regular – No acordamos. Intenten explicar las razones de la elección efectuada. Realicen propuestas vinculadas a la problemática del juego en general y del juego – trabajo en particular. Intenten explicar y argumentar, es decir fundamentar las afirmaciones y explicarlas teóricamente. Intenten hacer un salto cualitativo, respecto a las respuestas de sentido común. Comuníquenos sus conclusiones en particular sobre los últimos cinco puntos propuestos. Esperamos sus aportes para seguir pensando propuestas innovadoras. 118 ANEXO ii OBSERVACION A UNA MAESTRA: CASO 5 SALA DE CUATRO AÑOS 1. 13,25. Los niños a medida que entran se van ubicando en el espacio destinado al intercambio, sentados en el suelo, dejan una silla para la maestra y la alumna residente se sienta a un costado, cerca del grupo. Cuando todos están acomodados, la maestra se sienta y le pregunta a la alumna si está cómoda en ese lugar. La alumna contesta que sí y agradece. 2. Como es la primera vez que concurro a esa sala, (me ubico a un costado y en el fondo, sentada en una silla de los niños) la maestra les comenta a los niños quién soy. Como mucho me conocen de haberme visto en el jardín, dicen que me conocen. La maestra entonces pregunta si alguien conoce mi nombre, ellos me miran y ríen. Entonces la maestra dice: - A ven quÉ nos saben. La señorita fue también maestra jardinera y se llama... (dice mi nombre), hoy se va a quedar con nosotros. ¿Le damos la bienvenida? Cantan: le damos la bienvenida de todo corazón y me tiran besos. (Sonrío y devuelvo con el mismo gesto) 3. MAESTRA: - 1,2,3 cigarrillo 43. A prestar atención ahora y canta: atención, atención que va a haber información!!. (y se acomoda en la silla). 4. Como un nene sigue hablando algo por lo bajo a otro, la Maestra insiste: - Gustavo, Gustavo, basta de hacerse el gracioso (acompaña las palabras con el gesto de abrir grandes los ojos). 5. MAESTRA: - ¿Qué día es hoy? 6. ALUMNOS: jueves 7. Otros: Es viernes 8. MAESTRA: Bien, hoy es viernes y escribe : HOY ES VIERNES. A ver, a ver, (como buscando algo), Manuela!!, ¿dónde te parece que dice viernes?, mostrame. 119 9. Manuela se levanta y muestra la palabra VIERNES. 10. MAESTRA: muy bien, están todos de acuerdo. 11. ALUMNOS: (a coro) Si!!!!!!!! 12. MAESTRA: Manuela, ¿cómo sabes que allí dice viernes? 13. Manuela piensa, muestra timidez y dice: Porque tiene la de vaca. 14. MAESTRA: Claro, la v corta, vaca se escribe con la v corta, como viernes, y ¿qué otra cosa se escribe con la v corta?, piensen!! 15. ALUMNO: vaso 16. MAESTRA: Bien, escribe, VASO (Mientras escribe pide que sigan diciendo) 17. ALUMNO: boca 18. MAESTRA: ¿Quién dijo boca? 19. El nene que lo dijo levanta la mano 20. MAESTRA: mirá Esteban BOCA, se escribe así. ¿Es igual esta que esta? Y señala la primer letra de VASO y de BOCA. 21. Esteban dice que no, que no es lo mismo. Que la de BOCA, es como la del partido. 22. Claro, dice la MAESTRA, porque BOCA, la del equipo de footbal, como la boca y señala la boca, se escriben con b larga. 23. MAESTRA: Bueno, si ayer fue siete, hoy ¿qué será? 24. ALUMNO: Hoy es ocho. 25. MAESTRA: muy bien, escribe al lado de HOY ES VIERNES 8, ocho de qué?? 26. ALUMNO: de noviembre. 27. MAESTRA: Claro, completa: HOY ES VIERNES 8 DE NOVIEMBRE. 28. ALUMNO: Seño, noviembre tiene la de viernes. 29. MAESTRA: Excelente observación Yamila, noviembre tiene la v corta, igual que viernes y que vaso. Bueno, ¿vamos a ver cuántos somos? Para ver cuántos somos hoy les traje una sorpresa. Para las nenas una ...(Muestra la figura) 30. ALUMNOS: Mariposa!! 31. MAESTRA: para los varones...(Muestra la figura) 120 32. ALUMNOS: un delfín!! 33. MAESTRA: Vamos a hacer así: dibuja un conjunto (diagrama de Ven) en el pizarrón y junto a él pega la Mariposa; separado de este, pero al mismo nivel, dibuja otro y junto a él pega el delfín. Saben ¿qué vamos a hacer? 34. ALUMNOS: Sí!!!!!!!! 35. MAESTRA: Bueno ya que saben díganme. 36. ALUMNOS: (ríen), pero nadie dice nada. 37. MAESTRA: Bueno les cuento yo, escuchen, muestra el primer diagrama y dice, aquí donde pegué la mariposa vamos a poner cuántas nenas hay y aquí donde pegué el delfín ¿ qué vamos a hacer? 38. ALUMNOS: Cuántos nenes hay. 39. MAESTRA: Claro, de un lado cuántas nenas y del otro, cuántos nenes. Yo los voy nombrando y cada uno pasa y hace una rayita con la tiza en el lugar que corresponde. ¿entendido?. (Comienza a normar a un varón y a una nena alternando, a medida que los nombra pasan y hacen su marca en el conjunto que corresponde). 40. Finalizada esta actividad, MAESTRA: muy bien, ¿qué les parece que tendremos que hacer ahora para saber cuantas nenas hay? 41. AUMNOS: Contar. 42. MAESTRA: ¿qué contamos? 43. ALUMNOS: Los palitos. 44. MAESTRA: ¿Probamos? ¿me ayudan? (Va señalando cada marca y contando en voz alta. Llegan a contar ocho nenas y doce varones) OBSERVACIÓN ALUMNA RESIDENTE: CASO 9 SALA DE CINCO AÑOS La ALUMNA RESIDENTE reúne a los alumnos en el espacio del intercambio 1. ALUMNA RESIDENTE Presenta tarjetas y dice: - ¿qué son? 121 2. ALUMNOS: Dibujos de flores. 3. ALUMNA RESIDENTE: ¿Son todas iguales? 4. ALUMNOS: No 5. ALUMNOS: Hay grandes y chicas. 6. ALUMNA RESIDENTE: Bien, quién se anima a decir cuál es la más grande? 7. ALUMNOS: señalando: esa. 8. ALUMNA RESIDENTE: ¿Se animan a ordenarlas? 9. ALUMNOS: - Yo quiero seño. 10. ALUMNA RESIDENTE: A ver yo las pongo todas en el suelo (hay cinco tarjetas de flores de diferentes tamaño) Las coloca desordenadas y dice: - Miren sin tocar y luego entre todos vamos ordenando, ¿cómo quieren comenzar? De la más grande a la más chica o al revés? 11. UNA ALUMNA: -De la más grande a la más chica. 12. ALUMNA RESIDENTE: Bien dale, primero qué buscamos. 13. ALUMNA: la más grande. 14. ALUMNA RESIDENTE: ¿Cuál sigue? 15. OTRA ALUMNA: Mostrando: Esa. 16. ALUMNA RESIDENTE: Pasá. Y ahora? A ver Ayelén? Ayelén mira las tarjetas pero no se decide, ¿quién le ayuda a Ayelén? Varios levantan la mano. Dale Nico. Así hasta terminar las cinco. 17. Una vez que finaliza la serie la ALUMNA RESIDENTE dice: ¿Miren qué tengo aquí? Saca otra tarjeta. ¿ En qué lugar creen que tendrá que ir esta? ¿Quién se anima? Dale Carlitos! 18. Carlos mira a la ALUMNA RESIDENTE y no se anima a pasar, se niega, dice que no, la ALUMNA RESIDENTE dice: Dale Carlitos!! Necesito tu colaboración, yo sé que vos podé hacerlo, dale encontrale lugar a la tarjeta. Carlitos ante el aliento de la ALUMNA RESIDENTE cambia de idea y pasa y automáticamente pone la tarjeta en el lugar correcto, tal fue la sorpresa para todos que todos lo aplaudieron, Carlos se sentó en su lugar y se lo notaba triunfante. (La ALUMNA RESIDENTE me comentó después que la reacción de los niños fue porque nunca quiere pasar a 122 pesar de los reiterados pedidos de la MO o de ella y esa fue la primera vez que lo hizo). 19. UN ALUMNO: Seño, tenes otra? 20. ALUMNA RESIDENTE: ¿Cómo adivinaste? Si, no sólo tengo otra, miren tengo dos y saca las dos tarjetas del sobre. Una es mucho más grande que la otra. 21. Una ALUMNA comenta, es fácil, la chiquita es la más chiquita! 22. ALUMNA RESIDENTE: Probemos a ver si es cierto. Pasá 23. La niña pasa y comprueban que es así, es la más chica de la serie. El problema se presenta con la otra que automáticamente dicen que es la más grande, la ALUMNA RESIDENTE dice: ¿Quién prueba? A ver, Hernán? 24. Hernán: Esta es más difícil, va comparando con las otras hasta que encuentra el lugar, separa las tarjetas y la ubica. 25. ALUMNA RESIDENTE: Bueno, qué bien, cuántas acomodamos? (Cuentan). Si hay ocho tarjetas, cuántas necesito para llegar a diez, miren y muestra con las manos ocho dedos. 26. ALUMNOS: Dos. 27. ALUMNA RESIDENTE: Muy bien, tendré dos más. Todos ríen y se muestran expectantes. A ver, a ver, mira en el sobre, muestra el sobre vacío y todos suspiran y se queja, pero dice: ¿dónde guardo los materiales en la sala? Los niños dicen que en el armario tiene una caja. ALUMNA RESIDENTE: - Habrá más allí? Se levanta, busca y saca dos más. (Me mira y dice: Nunca pensé que pudiesen ubicar las diez). Esto si que se puso lindo no? 28. UN ALUMNO: seño yo quiero poner una!! 29. ALUMNA RESIDENTE: Bien pasá Rodrigo: 30. Rodrigo pasa y coloca la tarjeta. 31. ALUMNA RESIDENTE: Por qué la pusiste allí? 32. Ante la pregunta Rodrigo saca rápidamente la tarjeta, la ALUMNA RESIDENTE dice: - No esperá, no te dije que estuviese mal, sino que me expliques porqué la pusiste allí? El niño vuelve as colocar la tarjeta en el 123 hueco que eligió primero y dice: - Porque es más chica que esta, señalando la que le antecede y la ALUMNA RESIDENTE agrega: - y más grande que cuál?. Rodrigo mira y señala correctamente. ALUMNA RESIDENTE: Muy bien Rodri, ves que no hay que apresurarse, que cuando uno está seguro de lo que hace tiene que defenderlo. 33. ALUMNA RESIDENTE: Ahora sí es la última y no tengo más, quién pasa? 34. Ya en ese momento eran varios, ALUMNA RESIDENTE: alguien que no pasó en todo el día, a ver? Pasa Mercedes. 35. ALUMNA RESIDENTE: les propongo que cada uno lo haga en su hoja, se animan. Yo les reparto a cada uno un sobrecito, eso sí, traten de que no se les pierdan, ustedes primero las acomodan y cuando crean que están ordenadas las pegan con un poquito de plasticola. 36. Todos se distribuyen por las mesas con entusiasmo, casi inmediatamente estaban sentados. La ALUMNA RESIDENTE pide colaboración para repartir los sobres, mientras pone en el centro de cada mesa un pote con un poco de plasticola. Dice: A ver amigos, vamos a trabajar, ahora hay que concentrarse y armar la serie, cuando ya está me piden la hoja para pegarla. 37. En una mesa Florencia se levanta casi llorando porque se queja que sus compañeras le dicen que no quieren ser sus amigas. La ALUMNA RESIDENTE se acerca ala mesa y dice: - aquí todos somos amigos, no quiero caprichos en la sala, todos nos queremos, Florencia no te angusties porque ellas van a ser tus amigas. Cuando la ALUMNA RESIDENTE se da vuelta para retirarse las nenas siguen diciéndole a Florencia que no son sus amigas, esta no trabaja, baja la cabeza y llorisquea en silencio, la ALUMNA RESIDENTE pasa y de vez en cuando le toca la cabeza. 38. UNA ALUMNA se queja ante la ALUMNA RESIDENTE porque no tiene diez flores, la ALUMNA RESIDENTE le dice y cuántas tenes?, la alumna dice: ocho y ¿cuántas te faltan entonces?, la alumna dice: - dos. La ALUMNA RESIDENTE le recomienda: - fijate bien dentro del sobre. La nena mira y 124 dice: Uy! Estaban acá!.ALUMNA RESIDENTE: Antes de protestar habría que haber buscado, no? 39. UN ALUMNO reclama la presencia de la ALUMNA RESIDENTE, le dice algo despacio y no se escucha de qué se trata, pero la ALUMNA RESIDENTE dirigiéndose al grupo dice: Escuchen qué dice Marcos, que no quiere pegar las flores, que se las quiere llevar a su casa, eso está bien?. 40. ALUMNOS: No!!! Es para trabajar en la salita. 41. ALUMNA RESIDENTE: ¿Qué dije yo? 42. ALUMNO: Que hay que pegarla en una hoja. 43. ALUMNA RESIDENTE: Claro y después cuando las mamás y los papás nos visiten les vamos a mostrar todos los trabajitos, no? Pero si todo lo que hacemos se lo llevan, qué mostramos? 44. Reparte las hojas a los que ya acomodaron la serie en la mesa. Algunos tienen dificultades porque cuando desarman tiene que volver a armarla en la hoja y protestan. (Parece que ya están cansados) Sin querer la ALUMNA RESIDENTE cuando le pone la hoja a una nena le tira parte de la serie, esta protesta y la ALUMNA RESIDENTE dice: perdón, perdón, no fue con mala intención, fue sin querer. La nena sonríe y queda neutralizado su enojo y dice: - te perdono seño. La ALUMNA RESIDENTE la mira y dice: - Gracias. 45. Pasa por las mesas y ayuda a algunos niños, señalando donde hay errores o diciendo que se fijen que a ella le parece que hay errores. 46. ¡Amigos! Refiriéndose a todo el grupo. ¿Qué le parece si antes de pegarlos lo revisamos? 47. La ALUMNA RESIDENTE se acerca a Brian que no hizo nada hasta ahora. Intenta ayudarlo preguntándole, una nena la reclama, como la ALUMNA RESIDENTE no acude de inmediato la nena dice: Seño, siempre estás con Brian, por qué a él lo querés más? ALUMNA RESIDENTE: Yo los quiero a todos por igual! A Brian lo ayudo más porque necesita que lo ayuden más, pero los quiero a todos por igual! Se acerca a Stefi que la estaba reclamando para ver qué necesita. Esta le pregunta si ya puede 125 pegar, si está bien lo que hizo. Mientras tanto Fernando que está sentado junto a Brian, como ya terminó su serie se la arma a Brian. Cuando vuelve La ALUMNA RESIDENTE y ve que tiene armada la serie le pregunta: -¿La hiciste sólo?. Fernando con el pie debajo de la mesa empuja a Brian, quien asienta con la cabeza. ALUMNA RESIDENTE: Viste que cuando se quiere se puede? Otro compañero dice: Se lo hizo Fernando. La ALUMNA RESIDENTE dice: Bueno Fernando lo habrá ayudado, si lo ayudo yo porque no lo puede ayudar Fernando? 48. Van terminando los trabajos y le entregan a la ALUMNA RESIDENTE las producciones. Al recibirla cuando advierte algún error lo hace notar y solicita que los niños descubren cuál es el error. 49. Se acerca a la mesa de Florencia y dice: - Aquí mucha charla y poco trabajo, Florencia todavía no pegaste? Florencia sigue muy enojada y molesta. 50. Brian fue uno de los pocos niños que no pudo ordenar la serie de manera convencional, ya que al pasarla a la hoja hizo tres series de tres y una sola aunque respetando el orden. Cuando la ALUMNA RESIDENTE ve la producción de Brian lo felicita y los chicos riendo dicen que está mal, que lo hizo mal. La ALUMNA RESIDENTE les pide que miren bien. Va señalando de a uno la serie de tres y descubren que se respeta el tamaño de mayor a menor, pero no en una sola hilera sino en cuatro. A lo que una nena dice: está re bueno seño, porque no lo hizo como un tren largo, son muchos trenes cortos y no se equivocó, allí (señalando la última hilera) hay un solo vagón. CRONICA SOBRE JUEGO - TRABAJO SALA DE CINCO AÑOS CON EXPERIENCIA. La maestra está sentada frente a los niños reunidos en el espacio de la sala destinado al intercambio. A su lado tiene una gran caja prolijamente forrada. Los niños la miran expectantes. 126 1. MAESTRA - Orejas de elefante y broches en la boca. Ahora todos prestando atención. 2. ALUMNOS - Se acomodan frente a ella con piernas de indio. 3. MAESTRA - ( sacando de la caja)¿Qué es esto? 4. ALUMNOS - ( a coro) delantal!! 5. MAESTRA - Para venir al jardín? 6. ALUMNOS - ( otra vez a coro) No!! Para cocinar. 7. MAESTRA - muy bien, pero no todos juntos, levanten la mano el que quiera contestar, así nos escuchamos todos. ¿ cómo hacerlo Quién se pone este delantal? 8. UNA ALUMNA - mamá, cuando está haciendo la comida, a la noche. 9. MAESTRA - Están de acuerdo con lo que dijo Lorena? 10. ALUMNOS - Sí!! 11. MAESTRA - Y qué les parece a ustedes, qué podemos hacer nosotros? 12. Lorena - Jugar a cocinar, yo quiero señorita. 13. MAESTRA - Bueno, bueno, pero... y en qué rincón lo vamos a guardar?, qué les parece?. 14. ALUMNO - En la casita. 15. MAESTRA - muy bien! ( saca de la caja) Y esto qué es?. 16. ALUMNO - Guantes. 17. MAESTRA - Seguro? miren bien. A ver Analía? 18. Analía - Guantes de cocina, para no quemarse, mi mamá tiene pero yo no los puedo usar. 19. MAESTRA - muy bien estos guantes de cocina y que como bien dijo Analía son para agarrar las fuentes calientes y no quemarse, alguien sabe cómo se llaman. ( al ver que nadie contesta ). manoplas. ¿Cómo se llaman? 20. ALUMNOS - ( a coro) manoplas. 21. MAESTRA - ( sigue sacando de la caja) Y esto qué es? 22. AL - Un rompecabeza. 23. MAESTRA - muy bien! Qué figura tiene? 24. ALUMNO - Una mamá cocinando la comida en la cocina. 127 25. MAESTRA - muy bien! Qué es esto ( mostrando en la figura). 26. ALUMNO- La heladera. 27. MAESTRA - Bien, y para qué sirve la heladera? 28. ALUMNO- Para que la comida no se pudra. 29. MAESTRA - Para conservar los alimentos, se acuerdan? 30. ALUMNOS - Sí!! 31. MAESTRA - Y ... en qué rincón lo vamos a guardar, Sergio? 32. Sergio - En madurez intelectual. 33. MAESTRA - Están todos de acuerdo? 34. ALUMNOS- Sí!! 35. MAESTRA - Y esto qué es? ( saca de la caja). 36. ALUMNOS- Cartas. 37. MAESTRA - Muy bien, pero estas cartas son como las que usan en casa para jugar al truco?, miren bien ( las muestra de a una), a ver de a uno, qué figuras tienen? 38. ALUMNO- Cucharón. 39. ALUMNO- Cacerola. 40. ALUMNO- Tenedor. 41. ALUMNO- Platos. 42. ( Va mostrando las diferentes cartas que representas diferentes utensilios que se utilizan en la cocina) 43. MAESTRA - Quieren que le cuente cómo se juega? 44. ALUMNOS- Sí!! 45. MAESTRA - Bueno, los dibujos son el palo, y aquí a un costado tienen un numero, ven, qué número es éste? 46. ALUMNOS- El cuatro. 47. MAESTRA - Bien, se juega de a dos, o de a cuatro. Es como el de la casita robada que les enseñé la otra vez, se acuerdan? 48. ALUMNOS- Sí. 49. MAESTRA - A ver Juan, cómo era. 50. Juan- Se pone en la mesa y el número más grande gana. 128 51. MAESTRA - Bien, pero primero qué hay que hacer?, a ver quién se acuerda? 52. ALUMNO- Repartir! 53. MAESTRA - Muy bien, primero se reparten todas las cartas entre los jugadores y después comienza el juego, y quién gana? 54. AL- El que tiene más cartas! 55. MAESTRA - Bien, y... en qué rincón vamos a poner las cartas? 56. AL- En madurez intelectual. 57. MAESTRA - Muy bien. ( vuelve a sacar de la caja). Miren esto, mostrando un libro al grupo, qué es? 58. AL- Un libro. 59. MAESTRA - Bien, pero qué libro es, a ver, mostrando hoja por hoja, qué ven? 60. ALUMNO- Dibujos de comida. 61. MAESTRA - Muy bien. Aquí, por ejemplo, qué está dibujado? 62. ALUMNO- Una torta con frutillas. 63. MAESTRA - Bien y qué te parece María qué dice aquí? 64. María- Las letras. 65. MAESTRA - Si hay letras, pero también palabras y oraciones, saben qué dice aquí. 66. ALUMNOS- Torta de frutilla. 67. MAESTRA - Sí, pero además dice cómo se hace la torta de frutillas. Cómo se llama, a ver quién se acuerda lo que escribimos el otro día para saber cómo se hacía el pan?, A ver Juanita. 68. Juanita- Libro 69. MAESTRA - Si puede estar en un libro, como en éste, pero... a ver quién la ayuda a Juanita ? ( varios levantan la mano), dale Manuel. 70. Manuel- Receta. 71. MAESTRA - Muy bien Manuel, ahora lo recordaste Juanita?, o vos no viniste ese día? ( Juanita ríe pero no contesta), receta, lo que está escrito aquí es la receta, se acuerdan que la receta nos cuenta qué ingredientes tenemos que utilizar, verdad?, y qué más nos cuenta? 129 72. ALUMNO- Cuánta harina . 73. MAESTRA - Muy bien, también nos dice la cantidad necesaria de cada ingrediente, por ejemplo aquí dice que para esta torta se necesitan tres huevos, mostrando a todos, ven? Tres huevos y lo escribe en el pizarrón que tiene a sus espaldas. Bueno, y en qué rincón lo vamos a guardar? 74. ALUMNO- El de los libritos. 75. MAESTRA - rincón de biblioteca, se acuerdan que dijimos que lo vamos a llamar así, biblioteca. Cómo lo vamos a llamar? 76. ALUMNOS- Biblioteca. 77. MAESTRA - Muy bien, lo va a llevar Manuel que se acordó de receta. Bien, ( vuelve a sacar de la caja), miren qué traje? 78. ALUMNOS- Revistas. 79. MAESTRA - Muy bien, y qué dibujos tiene estas revistas?. Miren bien. 80. ALUMNOS- Dibujos de comidas. 81. MAESTRA - Muy Bien, y qué les parece que podemos hacer con estos dibujos? 82. AL- Recortarlos. 83. MAESTRA - Muy bien Brian, les gustaría recortar estos dibujos como dice Brian y armar nuestro librito de cocina? 84. ALUMNOS- Sí. 85. MAESTRA - Y qué necesitan para armar el librito, a ver Fausto? 86. Fausto- Tijera. 87. MAESTRA - Qué más, a ver quién ayuda a Fausto, acuérdense que hay que pegarlas. 88. ALUMNO- Plasticola, hay que poner poquita. 89. MAESTRA - Bien, pero y dónde la pegamos a las figuritas recortadas, qué te parece María? 90. María- En una hoja. 91. MAESTRA - En una sola?, el libro que les mostré tiene una sola hoja? 92. ALUMNO- No, tiene muchas? 93. MAESTRA - Entonces? 94. María- en muchas hojas. 130 95. MAESTRA - Muy bien y saca de la caja un libro ya armado de hojas blancas, miren, les parece que esto puede servirnos para pegar las figuritas? 96. María- también podemos pegar letras. 97. MAESTRA - Si, por supuesto. Bueno les gustó los que les traje hoy? 98. ALUMNOS- Sí. 99. MAESTRA - A pensar a pensar en qué rincón voy a jugar (cantando) A los dos minutos aproximadamente. 100. MAESTRA - A ver Matías, en qué rincón vas a jugar? 101. Matías- En bloques. 102. MAESTRA - Y qué vas a hacer en bloques? 103. Matías- Voy a hacer casas y calles. 104. MAESTRA - Bien, quién quiere jugar en bloques con Matías? (levantan la mano cuatro varones más) 105. MAESTRA - Bien. Lorena a qué rincón vas a jugar? 106. Lorena- En la casita. 107. MAESTRA - Y a qué vas a jugar? 108. Lorena- A cocinar con el delantal. 109. MAESTRA - Se acuerdan que el otro día traje gorros de cocinero?, quién le va a ayudar a Lorena y preparan ricas comidas? ( levantan la mano cinco nenas). A ver, Diego a qué rincón vas a jugar? 110. Diego- Al de biblioteca. 111. MAESTRA - Muy bien, vas a recortar las figuras para armar el libro de cocina. 112. Diego- Sí, quiero que venga Maxi. 113. MAESTRA - Muy bien, pero a ver, quién le ayuda a Diego y a Maxi? ( levantan la mano dos nenas y un varón). Lucas a qué rincón? 114. Lucas- A madurez. 115. MAESTRA - Muy bien Lucas y qué vas a hacer en madurez. 116. Lucas - a jugar con las cartas. 117. MAESTRA - Bueno, pero puede jugar solo Lucas? 118. ALUMNOS- No 131 119. MAESTRA - Y entonces quién quiere jugar con Lucas? ( levantan la mano cuatro varones). A ver, ustedes cuatro y Lucas son?, los niños dicen: cinco, podrán jugar los cinco? ALUMNOS- Sí, bueno prueben a ver si les alcanzan las cartas, ojo hay que repartir igual para cada uno, eh? 120. MAESTRA: Alguien más quiere ir a madurez intelectual, qué otra cosa habíamos incorporado hoy? 121. ALUMNO- el rompecabeza, yo quiero. 122. Otro ALUMNO- Yo también. 123. MAESTRA - Bueno, pero sin pelear, lo hacen juntos. Ramón vos elegiste rincón? 124. Ramón- Quiero ir a bloques. 125. MAESTRA - Bueno dale. Ya pueden ir todos a los rincones. ( Son las 15 horas) Los niños se distribuyen según las elecciones que hicieron y comienzan a jugar. La maestra va pasando por los diferentes rincones, conversa, pregunta, los ayuda. El juego se desarrolla de forma organizada y los niños se muestran entusiasmados e interesados. 126. ( 15,55 horas). 127. MAESTRA - A guardar, a guardar, cada cosa en su lugar. A ver chicos si guardamos en orden. Los que guardaron vienen a sentarse a la ronda. 128. (16,10 horas) 129. La gran mayoría ya está sentada en la ronda, conversando, riendo. 130. MAESTRA - Bueno ya está, apuren esos nenes, rapidito, a la ronda. Quién quiere empezar a contar? 131. ALUMNO- Yo. 132. MAESTRA - Bien, A ver Diego va a contar. 133. Diego- Pegamos las comidas. 132 134. MAESTRA - Mostrales a todos tus compañeros cómo quedó armado el librito. 135. Diego muestra hoja por hoja. 136. MAESTRA - En la primer hoja, qué pegaron. 137. Otro nene que trabajó con Diego dice: Un helado. 138. MAESTRA - Bien esa puede ser entonces la sección de dulces o de salados? 139. ALUMNOS- Dulces! 140. MAESTRA - De los postres. Les damos un aplauso? 141. Todos aplauden. 142. MAESTRA - Pero antes de sentarte, dónde vas a guardar el librito, Diego? 143. Diego- En biblioteca. 144. MAESTRA - Muy bien. Quién otro quiere contar? 145. ALUMNO- Yo. 146. MAESTRA - Bien ahora le toca a Ramón, escuchen. 147. Ramón- Hicimos muchas casas. Hicimos casitas para guardar los autos. 148. MAESTRA - Muy bien, y saben cómo se llama ese lugar especial para guardar autos?, cocheras o también se le dice garage, pero yo vi que hicieron otras cosas, a ver Juan, les podes contar a tus compañeros? 149. Juan- Hicimos casas altas, de dos pisos y escalera. 150. MAESTRA - Muy bien, la escalera cómo la hicieron? 151. Juan- Con bloque largos y cortos. 152. MAESTRA - les costó mucho hacerla? 153. Juan- Primero se caía, después no. 154. MAESTRA - Les damos un aplauso?. Quién estuvo en la casita? 155. ALUMNO- Yo ( y otros varios a coro) 156. MAESTRA - Guadalupe, a ver contanos a todos. 157. Guadalupe- Jugamos a la mamá, jugamos a cocinar la comida para la fiesta. 158. MAESTRA - ¿Qué fiesta? 133 159. Guadalupe- De mentiritas, la fiesta de cumpleaños de ella, (señalando a una compañera) 160. MAESTRA - de Sofía?, y cuántos años cumplió Sofía? 161. Sofía- Seis. 162. MAESTRA - Bien, y qué cocinaron? 163. María- Asados y torta, también panchos. 164. MAESTRA - Usaron los gorros y el delantal? 165. El grupo- Sí!! 166. MAESTRA - Bueno, a quién le falta contar? 167. ALUMNO- A nosotros. 168. MAESTRA - Bueno, dale Carlos. 169. Carlos- Nosotros, señalando a sus compañeros, jugamos a las cartas. 170. MAESTRA - A y qué pasó, pudieron repartir igual para cada uno? 171. Carlos- No. 172. MAESTRA - Y entonces qué hicieron? 173. Carlos- Señalando a un compañero, él no jugó. 174. MAESTRA - Francisco no pudiste jugar? 175. Francisco- Si, después. 176. MAESTRA - A, qué susto pensé que no lo habían dejado jugar. 177. Francisco- de cinco no se puede. 178. MAESTRA - Claro, se acuerdan que yo les dije que podían ser de a dos o de a cuatro, tienen que ser número par, cinco es impar, no alcanzan las cartas para repartir igual para cada uno. 179. MAESTRA: Y... alguien jugó con otra cosa en madurez intelectual? 180. ALUMNO- Si nosotros armamos los rompecabezas. 181. MAESTRA - El de la cocina? 182. ALUMNO- SI, pero también el del cocinero, el de las frutas, todos los que están en el rincón. 183. MAESTRA - Muy bien, les damos un aplauso a los amigos? Todos aplauden. 184. MAESTRA - Pero nos falta alguien? 134 185. ALUMNO- (levantan la mano) Nosotros. 186. MAESTRA - Claro biblioteca. Cuenten. 187. ALUMNO- Miramos todos los libros. 188. MAESTRA - Les gustó el de las recetas? 189. ALUMNO- Sí. 190. MAESTRA - Le pueden contar a las mamás que si se lo quieren llevar para aprender alguna receta nueva, yo se los presto. Aplausos para biblioteca. Todos aplauden. Texto para trabajar la problemática de la evaluación Sebastián Juan Arbó LA ESCUELA En la escuela Martín no aprendía nada; tampoco se divertía. La escuela no tenía nada para divertirle y sí mucho para quitarle a uno hasta las ganas de reír. En la escuela Martín apenas cometía diabluras, cuando menos no cometía tantas como en la calle. En la calle, en efecto, a cada paso quería la suerte que le sucediese algún hecho desgraciado que la gente se empeñaba en llamar diablura. En la escuela estaba el Camándulas, el maestro, y no era cosa de descuidarse. También él era de los de guerra: del gremio de los flagelantes, de la hem1andad de la porra, adelantado de la disciplina. Se estaba allí, con su vara al costado, como San José, pero él no la tenía florida, sino que levantaba chichones como huevos y redoblaba sin cesar sobre las cabezas rapadas como la manecilla de un tambor. Cuando se dirigían a él, le llamaban «don Antonio», y muy bien y sin reír; pero por lo bajo, y entre ellos, le llamaban Camándulas. 135 Camándulas era la expresión favorita del maestro, el amable adjetivo con que reprendía de ordinario a sus alumnos, cuando no lo hacía con la vara. «Usted. Camándulas, a ver... Ya le conozco: todo camándulas...» Martín temía al Camándulas más que a su madre, más que a su padre ya su abuelo, y hasta casi, casi... Pero, no: a su abuela la temía más; su abuela, en el mundo feliz de Caretas, era una cosa aparte. Si el viejo Camándulas se acercaba caminando e lado, con el bigote ligeramente caído hacia la izquierda, la tempestad estaba cerca. No había barómetro más seguro; algo le había sucedido: había reñido con su mujer, había perdido en el juego, en el café, donde jugaba todos los días su partida. -A ver; usted -nadie lo miraba; todos estaban ocupadísimos; todos querían escapar- Usted ¿Quién fu Napoleón? A usted se lo digo, a usted -se iba alterando- N me mire con esos ojos; a usted. Porque lo que toca a modos, los tenía. Entonces no había cuidado que nadie se moviera, que nadie se diera por aludido. Napoleón..., Napoleón... Ninguno e los niños sabía quién era aquel señor y todos estaba temblando. Camándulas se adelantaba con calma; había y escogido a su víctima y se dirigía hacia ella con la vara en la m no. -Se lo digo a usted; ¿es usted sordo? -le había cogido con una mano, de la oreja, levantándole casi en vilo, mientras con la otra le daba con la vara, era una suerte que no tuviera tres-.A usted -repetía, cada vez más acalorado--, a usted .A mí con camándulas, no. ¿Entiende usted? -porque modos, sí los tenía¿Quién fue Napoleón? Aquello era el principio del drama. Todavía no había matado bastantes en Waterloo, en las llanuras nevadas e Rusia, en los montes y campos de España; todavía no había matado bastantes vivos, y ahora, muerto, venía aquí a Caretas, donde nadie le había ofendido, donde nadie le conocía, a machacar los pobres niños por medio de la vara de Camándulas. Cuando se cansaba, volvía a la mesa y empezaba con otro. -A ver, usted.. -y así hasta que su alma quedaba sosegada. Pero no decía quién era Napoleón Todavía le volvería usar. 136 Cuando se encolerizara volvería a sacar el Cristo. En la escuela, como en todas partes, existían los privilegiados. Eran dos; máximo, tres. Eran los únicos casi que no llevaban ropas remendadas; tenían buen color de cara, y los Magos les traían juguetes en la noche de Reyes, porque también estos señores, con toda su seriedad y sus barbas blancas, sabían distinguir. El abuelo se lo dijo a Martín un día que el nieto se quejaba de aquella parcialidad. -Ya lo ves, Martín, ni de éstos se puede uno fiar. En las estampas sonríen a todo el mundo; llevan juguetes para todos. Pero de noche van de mal humor. Si ven una calle sucia, tiran de la rienda a los camellos y se van por la otra. ¡Y ya puedes poner zapatos en el balcón! Había, sin embargo, algo más importante: a ellos, a los privilegiados, no les alcanzaba la vara de Camándulas. Allí la vara se detenía; la cólera del dios, ante aquellas cabezas bien peinadas, se desvanecía, o bien descargaba sobre las cabezas vecinas, algo más bajas y rapadas. Al revés del rayo. Martín había sufrido lo suyo con aquello, pero procuraba dominarse; aguantaba, aunque rabiando. Todos hacían lo mismo, y en verdad que se necesitaba aguante. Salía Camándulas a la revista, a buscar algo para la vara, que para esto la tenía. Se paraba ante ellos. « ¡Cuidado, Jaimito!» «¡Juan, que te veo!», y al llegar a Martín, estacazo. Había verdaderamente para saltarle al cuello a Camándulas y éste fue siempre el impulso de Martín. Todavía lo sentía, pero muy dominado. Sabía ya que en la vida hay Jaimitos a los que se dirige uno amablemente y hay Martines a los que se habla con la vara. Un día, con Jaimito, ocurrió un caso que puso a prueba la resistencia de Martín. Desde aquel día Martín no pudo tragar a aquel presumido; se la tenía jurada. A Jaimito se le había caído el cartapacio; cayó lentamente, planeó de lado, como si también él entrase en la burla, y fue a detenerse cerca del lugar donde estaba Martín. Martín andaba muy ajeno a la que ocurría, ocupado con todo su ánimo en trazar unas letras; siempre le quedaban mal. Camándulas, que había salido a la revista, vio el cuaderno en el suelo. Con el afán del vapuleo, no se dio cuenta de que Martín 137 tenía el suyo delante, y le descargó el varazo. Martín se volvió asustado, sin saber qué sucedía. Precisamente aquella mañana había trabajado con aplicación, con la lengua fuera, esforzándose en dibujar las letras lo mejor que podía. No le valía. Camándulas es- taba allí, de pie, mudo, señalándole con la vara el cartapacio en el suelo. Martín le miraba; no podía adivinar qué quería. Él tenía el suyo delante, y por casualidad, sin un borrón. Entonces Camándulas se dio cuenta de su error; vio el cartapacio de Martín y advirtió que aquél no era el suyo. Sin embargo, no era cosa de asustarse; había que mantener el tono, no dejar que por aquel piojoso mermase el prestigio de la vara y de la profesión. Continuaba señalándole el cartapacio, aunque con menos firmeza, y Martín mirándole con el mismo temor. Al fin le pareció entender lo que quería. -No es el mío, don... -se atrevió a decir. -¡Recójalo! -Es que, don Antonio, no es... Martín no terminó; le fulminaba con la mirada y continuaba señalándole el cartapacio. Se agachó y lo recogió. Entonces apareció Jaimito. -Es mío, don Antonio. Don Antonio, a Martín, inmutable. «Dáselo», y a Jaimito, ya se sabía: «Cuidado, Jaimito, ¿ eh ? , que me voy a enfadar”. Se fue Camándulas confundido, pero no apenado. Un varazo más o menos no tenía importancia, sobre todo en la cabeza de Martín, donde tantos habían caído y tantos cabían. Pero Jaimito todavía no estaba contento. Se juntó con sus compañeros y se reía de cara a Martín. -¿Habéis visto? Ja, ja... ¡Cómo le ha dado! Martín se fue a sentar a su banco. Iba rabiando, mascando ajenjo y meditando venganzas. Jaimito se la pagaría. Tenía que ir con cuidado, ya lo sabía; pero ya llegaría el momento. [...] Carlos Lomas (compilador); “La Escuela” de Sebastián Juan Arbó; en “La vida en las escuelas. Memoria de la escuela en la literatura. Editorial piados. Edición Argentina, 2003. 138 BIBLIOGRAFÍA Baquero, Ricardo ( 1998); Vigotsky y el aprendizaje escolar; Aique Grupo Editor; Buenos Aires. Argentina. Bernstein, Basil ( 1993); La estructura del discurso pedagógico; Morata; Madrid, España. Bertoni, A; Poggi, M; Teobaldo, M; Evaluación. Nuevos significados para una práctica compleja; Ed. Kapelusz; Bs. As; 1995. Bourdieu, Pierre (1991); El sentido práctico; Ed. Taurus; Madrid. (1997); Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción; Anagrama; Barcelona; España. (1999); Intelectuales, política y poder; Eudeba; Buenos Aires. (1999); La distinción. 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Terhart, Ewald (1987); Formas de saber pedagógico y acción educativa, o ¿qué es lo que forma el profesorado?; En Revista Educación N°284, “Teoría de la formación del profesorado”; Madrid, España. ii La idea es que puedan desarrollar un glosario de conceptos como por ejemplo el que sigue e intentar definir en el mismo, aquellos conceptos que ya conocen y los nuevos, con el motivo de tener a mano una serie de definiciones conceptuales para consultar tantas veces sea necesario. i GLOSARIO ZONA DE DESARROLLO PROXIMO ANDAMIAJE APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO APRENDIZAJE POR REESTRUCTURACIÓN PARTICIPACIÓN GUIADA 141 ii En el anexo figuran una selección de casos para analizar críticamente desde diferentes perspectivas: para interpretar el trasfondo pedagógico que sustenta la tarea de la docente, para analizar cómo pone en marcha la acción de evaluación, para inferir cómo planifica y desde qué concepción lo hace, así como también para construir propuestas didácticas alternativas. Los registros de observación están dividido en párrafos y estos numerados, para facilitar el análisis y el trabajo con cada uno. Los registros corresponden al corpus del trabajo de campo de una investigación para la presentación de una tesis de Maestría y fueron registros realizados en salas de jardines de infantes del conurbano de la provincia de Buenos Aires. También se presenta un texto que tiene como propósito propiciar la reflexión en relación a la problemática de la evaluación. 142