Criterio para la elección de la forma jurídica

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PRINCIPALES CRITERIOS PARA LA ELECCIÓN DE LA FORMA JURÍDICA
ASPECTOS A TENER EN CUENTA A LA HORA DE EFECTUAR LA
ELECCIÓN DE FORMA JURÍDICA:
a. Establecimiento de un Capital Social mínimo en algunas formas
jurídicas
La exigencia de un capital social mínimo de 60.101,21 euros para las
sociedades anónimas, sociedades anónimas laborales y sociedades
comanditarias por acciones; y de 3.005,06 euros para las sociedades limitadas
y sociedades limitadas laborales, puede determinar la forma jurídica de la
empresa, sobre todo en aquellos proyectos que no tengan elevadas
necesidades de financiación.
b. Número de promotores/as
Cuando el proyecto empresarial se va a desarrollar con la participación de
varias personas, lo más aconsejable será constituir una sociedad, si bien se
pueden constituir sociedades anónimas y de responsabilidad limitada
unipersonales. Si los/as emprendedores/as van a ser además trabajadores/as
de la empresa habrá que considerar las fórmulas laborales o cooperativas.
c. Responsabilidad de los/as promotores/as
Aspecto importante a tener en cuenta. La constitución de una sociedad mercantil permite,
en general, limitar la responsabilidad de los/as socios/as sin comprometer su patrimonio
personal, determinándose aquellos casos en que deban responder los miembros de la
sociedad, socios/as y administradores/as personalmente. Las empresas individuales, las
sociedades civiles, las comunidades de bienes y las sociedades colectivas no limitan la
responsabilidad de sus miembros a las aportaciones de capital social.
d. Necesidades de inversión y posibilidades de financiación
La dimensión económica de una inversión hace que sea necesario la participación de
varias personas para acometerla, por lo que normalmente se optará por formar una
sociedad. Por otra parte, las entidades de crédito y otras instituciones financieras no
suelen conceder créditos a empresas que no dispongan de avales o de la garantía que
constituye un capital social elevado.
e. Tipo de actividad a ejercer
Determinadas actividades deberán desarrollarse a través de formas jurídicas concretas.
Otra cuestión que debe consultarse en los diferentes Colegios Profesionales, es la
constitución de sociedades de responsabilidad limitada por parte de profesionales. Por
otro lado, el ejercicio de determinadas actividades potencialmente más arriesgadas
aconsejan el recurso a formas de empresa que limiten la responsabilidad de los/as
promotores/as .
f. Las perspectivas de expansión del negocio
Hay que tener claro si la empresa estará abierta a la participación de nuevos/as socios/as
. Ahorrarse costes de constitución que pueden limitar las posibilidades de crecimiento de
la empresa y el acceso de nuevos/as inversores/as a la misma.
g. Los aspectos fiscales
Conviene saber que las Personas Jurídicas tributan a través del Impuesto sobre
Sociedades a un tipo fijo y en base al resultado obtenido. Las Personas Físicas lo hacen a
través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por los rendimientos
de la actividad empresarial y/o profesional. El IRPF aplica un tipo progresivo según
aumente la renta sobre la que se aplicará, así para bases imponibles mayores será más
conveniente establecer tipos fijos de gravamen. Además, hay que tener en cuenta las
ventajas fiscales que reportan ciertas formas societarias, tales como las sociedades
cooperativas y las laborales.
h. Socios/as que van a trabajar en la empresa y régimen de Seguridad Social
Si las personas socias van a trabajar en la empresa, es interesante optar por sociedades
de tipo laboral o cooperativo. Los/as socios/as de sociedades cooperativas pueden elegir
entre causar alta en el régimen especial de trabajadores/as autónomos/as -RETA1- o el
régimen general de la Seguridad Social. Los/as socios/as de sociedades laborales
podrán optar por cualquiera de los dos regímenes según la empresa esté constituida en
una u otra Comunidad y según los casos. En el caso de sociedades de profesionales,
estos pueden optar entre el RETA o en el caso de tener una Mutualidad Profesional, la
cotización a la mutua. En el resto de sociedades, los/as socios/as que trabajen deberán
acogerse al RETA.
i. Número de trabajadores y trabajadoras a contratar
El incremento de los riesgos que llevan aparejadas las contrataciones puede hacer
necesaria la constitución de una sociedad que límite la responsabilidad de sus socios/as a
sus aportaciones al capital social. Existen además limitaciones en algunas sociedades,
tales como las laborales, a la hora de realizar contrataciones.
j. Ayudas financieras y subvenciones públicas
Algunas fórmulas jurídicas tienen privilegios en materia de subvenciones a fondo perdido
y/o ayudas financieras en algunas Comunidades Autónomas. Así, con carácter general,
las sociedades cooperativas y laborales reciben subvenciones por la incorporación de
socios/as cooperativistas que no tienen otras sociedades.
k. Simplicidad en los requisitos de constitución
A veces la cantidad de trámites que deben realizarse a la hora de constituir una sociedad
mercantil frente a constituir una sociedad civil, por ejemplo, nos pueden llevar a inclinar
1
RETA- Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.
nuestra decisión por ésta última. Sin embargo, el mayor número de trámites y su mayor
coste no deberían hacer tomar una decisión que a efectos de responsabilidad y desde el
punto de vista fiscal puede ser errónea.
l. Libertad de acción del emprendedor o emprendedora
Dicha libertad será mayor para el/la empresario/a individual, o para el/la socio/a de la
sociedad unipersonal, al no tener que contar con el concurso de otras voluntades para la
adopción de decisiones. Si bien, no deben dejarse de lado las sinergias que se producen
cuando en un proyecto empresarial concurren varias voluntades y se tienen en cuenta las
opiniones de todos los miembros de la sociedad.
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