1 Area de Consensos y Normas 2011 Sociedad Argentina de Cardiología DIRECTOR: Dr. Eduardo Alberto Sampó MTSAC COORDINADOR GENERAL: Dr. Ernesto Duronto MTSAC SECRETARIO: Dr. Mariano Falconi MTSAC VOCALES: Dr. Ignacio Bluro Dra. Claudia Bucay Dr. Gustavo Giunta Dr. Sebastián Peralta Dr. Gastón Procopio ASESORES: Dr Jorge Ubaldini MTSAC Dr. Juan Gagliardi MTSAC Dr. Horacio Pomés Iparraguirre MTSAC Recomendaciones para el turismo de altura en pacientes cardiópatas. Consejo de ergometría y rehabilitación cardiovascular y Comité de Cardiología del deporte Coordinadores: Dr. Roberto M. Peidro. Dr. Diego Iglesias Miembros: Dres. Patricia Sangenis, Jorge Franchella, Alejandro García Aguirre, Gustavo Castiello, Marcela Cabo Fustaret, Graciela Brión, Enrique Gonzalez Naya, Raul Bianco, Gilber Iacometti, Roberto Tortorella, Alberto Asenjo, Sergio Mauro, Oscar Mendoza, Alberto Marani, Martín Bruzzese, Sergio Mauro. Comité Revisor: Dr. Jorge Franchella, Dra. Patricia Sangenis, Dr. Alberto Asenjo, Dr. José Luis Castellanos, Dra. Graciela Brión Introducción El turismo en zonas de altura ha crecido en forma importante en las últimas décadas. Argentina cuenta con 22 centros de esquí, con alturas entre sus bases y cumbres de 1.000 a 2.000 metros sobre el nivel del mar (msnm), 2 mientras que en la provincia de Mendoza hay centros que llegan a los 3.400 msnm. En la temporada 2010, 200.000 personas pasaron por estos centros de deporte invernal. La cordillera de los Andes tiene montañas entre los 2.000 y casi 7.000 msnm que son objeto de visitas con fines recreativos y deportivos. El porcentaje de cardiópatas que hacen esquí y montañismo es de 12,7 y 11,2%, respectivamente. Aspectos ambientales. Con la altura cae la presión barométrica y disminuye la presión parcial de oxígeno. El resultado es la hipoxia hipobárica (HH), responsable, ante la falta de aclimatación y/o adaptación, de las enfermedades relacionadas con la altura (ERA). En términos del estrés generado por la HH, se han definido, por su impacto sobre la salud, tres niveles de altitud: baja: hasta 1500 msnm; alta 1.500 a 3.500 msnm, muy alta 3.500 a 5.500 msn y extrema >5.500 msnm La mayoría de las personas que hacen actividad física en altura se mueven en las zonas de alta altitud, mientras que en los otros niveles hay predomino franco de deportistas entrenados. Aspectos fisiológicos. La respuesta cardiovascular inicial ante la exposición aguda a la HH se caracteriza por un incremento del volumen minuto, generado mayormente por aumento de la frecuencia cardiaca. El volumen sistólico no se modifica y la presión arterial sistémica puede incrementarse en forma leve a moderada. Con el correr de los días, e incluso semanas, la presión arterial sistémica tiende a normalizarse, mientras el gasto cardíaco retorna a valores normales, la frecuencia cardíaca permanece elevada y el volumen sistólico disminuye. La presión en la arteria pulmonar aumenta sin incremento en la presión de enclavamiento. La función sistólica ventricular suele aumentar al comienzo del ascenso para volver a valores normales o deteriorase en forma leve posteriormente. Los parámetros de llenado diastólico se ven deteriorados levemente en forma sostenida. Durante el ejercicio en altura la presión arterial pulmonar se incrementa. Puede existir deterioro del consumo máximo de oxígeno que es acompañado por una disminución del índice cardiaco para cada nivel de altitud. Se desarrollan a continuación recomendaciones para los pacientes portadores de las patologías cardiovasculares más frecuentes que pretenden realizar turismo a alturas superiores a los 1500 msnm. Cabe aclarar que las posibles complicaciones derivadas de la exposición a la altura se relacionan con la propia cardiopatía, mientras que la presencia de dichas patologías, a excepción del foramen oval permeable u otros cortocicuitos uni o bidireccionales, no es un predisponente específico para contraer las enfermedades propias de la altura (mal agudo de montaña, edema cerebral o pulmonar agudo de altura). Evaluaciones básicas para pacientes con cardiopatía para realizar turismo de altura: Examen físico, electrocardiograma, ergometría y ecocardiograma Doppler. Clase I; Nivel de evidencia C. 3 Hipertensión arterial sistémica. La prevalencia de HTA en viajeros a la altura es del 6 al 14%. Los pacientes con HTA leve/moderada experimentan un modesto incremento de su presión arterial, sin evidencias de complicaciones mayores. Los pacientes hipertensos deben monitorizar su presión arterial durante el ascenso a la altura y tener previsto un plan de medicación de contingencia. Recomendación: Pacientes con HTA controlada en reposo y esfuerzo a nivel del mar pueden realizar turismo de altura. Clase I; Nivel de evidencia: C Cardiopatía isquémica. De los estudios observacionales publicados se desprende que la exposición aguda a la HH a alturas menores a los 3.5000 msnm en pacientes con enfermedad coronaria crónica estable, función ventricular izquierda normal, capacidad funcional adecuada a la edad y sin isquemia ni arritmias al esfuerzo la exposición es aceptablemente segura. En el esquí de descenso, los factores de riesgo para un evento coronario agudo son el infarto previo, la falta de acondicionamiento, la actividad física no habitual en los primeros días de exposición y las inadecuadas hidratación e ingesta calórica. Los pacientes con angina crónica estable deben ser advertidos que ante la exposición aguda a la HH pueden presentar angina a esfuerzos menores que a nivel del mar o mayor número de episodios anginosos. Esto se debe a un mayor doble producto a igual esfuerzo sub máximo (por activación simpáticoadrenérgica) y a una disminución de la reserva de flujo coronario. Los pacientes con beta bloqueantes suelen tener disminuciones de la potencia aeróbica y este dato es necesario tenerlo en cuenta cuando se planea realizar ejercicios en la altura. Recomendaciones: Cardiopatía isquémica. Pacientes con enfermedad coronaria estable tratada, función ventricular normal, sin isquemia ni arritmias al esfuerzo pueden realizar turismo hasta alturas de 3.500 msnm y esqui de descenso Clase I; Nivel de evidencia B Pacientes con enfermedad coronaria que no cumplan con alguno de los criterios expuestos pueden realizar sólo caminatas de breve duración hasta alturas de 3500 msnm. Clase IIb; nivel de evidencia C Insuficiencia Cardiaca. Los pacientes con insuficiencia cardiaca (IC) de diferente etiología son especialmente susceptibles a los cambios fisiológicos que se producen ante la exposición a la HH. No existen estudios de campo con pacientes con IC. Recomendaciones 4 Pacientes con disfunción sistólica ventricular izquierda leve, sin deterioro de capacidad funcional a nivel del mar ni arritmias complejas en ejercicio Tpueden realizar turismo hasta alturas de 3.500 msnm con ejercicios no superiores en intensidad a las caminatas. Clase I; Nivel de evidencia C Turismo de altura en pacientes con deterioro moderado/severo de la función sistólica ventricular y/o sintomáticos y/o baja capacidad funcional Clase III; Nivel de evidencia C Valvulopatías. Las estenosis o insuficiencias leves de cualquier válvula no impiden realizar turismo de altura. Las restricciones se relacionan con grados moderados o más de severidad. Pacientes asintomáticos con valvulopatías leves como único hallazgo, sin evidencias de hipertensión pulmonar con el esfuerzo pueden realizar turismo de altura. Clase I; nivel de evidencia C. Pacientes asintomáticos en reposo y esfuerzo, con regurgitación aórtica, mitral o tricuspídea moderadas sin hipertensión pulmonar ni arritmias complejas desencadenadas por ejercicio pueden realizar turismo hasta altura no mayor a los 3.500 msnm con ejercicio no mayor a caminatas. Clase IIa; nivel de evidencia C. Turismo de altura en pacientes con valvulopatías severas. Clase III; nivel de evidencia C. Cardiopatías congénitas. Se han descripto asociaciones entre el edema agudo de pulmón de altura y el foramen oval permeable o cualquier corto circuito uni o bidireccional. Pacientes adultos con cardiopatías congénitas tratadas, sin corto circuitos auriculares ni ventriculares, función ventricular izquierda y derecha normales, sin dilatación de cavidades y sin arritmias en esfuerzo pueden realizar turismo en altura. Clase I; Nivel de evidencia C. Turismo en altura en pacientes con cardiopatías congénitas tratadas o no que presenten deterioro de la función ventricular izquierda y/o derecha, cortocircuitos auriculares o ventriculares y/o arritmias al esfuerzo. Clase III, nivel de evidencia: B Hipertensión Pulmonar. Pacientes con hipertensión pulmonar leve, asintomáticos al esfuerzo a nivel del mar pueden realizar turismo a baja altura sin ejercicio mayor a caminatas. Clase IIa; nivel de evidencia C 5 Turismo a alta o mayor altitud con hipertensión pulmonar de cualquier etiología y severidad. Clase III; nivel de evidencia B. Arritmias. La HH, la activación simpática, la alcalosis, la isquemia miocárdica y el ejercicio intenso son reconocidos desencadenantes de arritmias ventriculares. Es recomendable establecer una estratificación de riesgo similar a cualquier sujeto a nivel del mar. Pacientes sin cardiopatía y extrasistolia ventricular o supraventricular aislada en reposo que desaparece o no se incrementa con ejercicio pueden realizar turismo de altura. Clase I; nivel de evidencia C. Turismo de altura en pacientes con arritmias ventriculares complejas, fibrilación auricular con frecuencia ventricular no controlada en reposo y esfuerzo u otro tipo de arritmias desencadenadas o intensificadas con el ejercicio independientemente de la etiología. Clase III; nivel de evidencia C Marcapasos (MP) y cardidesfibriladores implantables (CDI). Es muy escasa la experiencia con CDI y altura. No son convenientes los deportes con probabilidades de traumas (esquí). No se han encontrado cambios en umbrales de estimulación de MP a alturas simuladas y en hipoxia hipobárica. Pacientes portadores de marcapasos (con las restricciones propias de la cardiopatíade base) pueden realizar turismo hasta alturas no mayores a los 3.5000 msnm. Clase I; nivel de evidencia C. Pacientes portadores de CDI con ejercicios no superiores a caminatas pueden realizar turismo hasta alturas no mayores a los 3.5000 msnm. Clase IIa; nivel de evidencia C 6 Bibliografía recomendada. 1.- Faulhaber M, Flatz M, Gatterer H, Schobersberger W y Burtscher M. Prevalence of cardiovascular diseases among alpine skiers and hikers in the Austrian alps. High Alt. Med. Biol. 2007;8:245-252. 2.- Allemann Y, Hutter D, Lipp E, Sartori C, Duplain H, Egli M y col. Patent foramen ovale and high-altitude pulmonary edema. JAMA 2006;296:2954-2958 3.- Naeije R. Physiological adaptation of the cardiovascular system to high altitude. Prog Cardiovasc Dis 2010;52:456-466 4.- Luks A M. Should travellers with Hypertension adjust their medications when travelling to high altitude? High Alt.Med.Biol.2009;10:11-15 5.- Schmid J-P, Noveanu M, Gaillet R, Hellige G, Wahl A y Saner H. Safety and exercise tolerance of acute high altitude exposure (3454) among patients with coronary artery disease. 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