Historia de Fourvière

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Profetas y místicos
para un nuevo comienzo
Santa Eulalia, 23 al 30 de abril 2014
IX Encuentro de la Red Interamericana de EAM
(XIX Encuentro Latinoamericano)
MOTIVACIÓN: HISTORIA DE FOURVIÈRE
NOTRE DAME DE FOURVIÈRE
LA CAPILLA DE LA VIRGEN NEGRA
La Basílica de la Virgen Negra en Fourvière fue de mucha importancia para el P.
Champagnat. Con frecuencia realizó visitas a este santo lugar cuando se encontraba estudiando en el
seminario mayor. Posteriormente, con motivo de sus venidas a Lyon, dirigía sus pasos a este Centro
Mariano. Tuvo siempre presente su promesa de Fourvière realizada un día después de su ordenación el
23 de Julio de 1816.
Esta basílica goza de un lugar muy especial en la Sociedad de María. Los personajes más
prominentes como Colin, Chavoin, Champagnat y Perroton estuvieron aquí. Fue también aquí donde el
P. Courveille celebró la Eucaristía rodeado de los entonces aspirantes Maristas que habían firmado su
promesa en el mantel del altar debajo del corporal. Varias placas dan testimonio de las fundaciones de
los Instituto Maristas. Aquí fueron colocados en el Corazón Misionero de María, los nombres de los
maristas, hombres y mujeres, que se habían preparado para llevar el Evangelio a la lejana Oceanía. En
las paredes de esta capilla se encuentran pinturas con escenas dramáticas inspiradas en las vidas de los
misioneros Maristas. Esta capilla es entonces el corazón visible de las ramas de la Sociedad de María.
LA HISTORIA
Durante la ocupación romana de las Galias, Trajano hizo construir un Foro en Lugdunum,
antiguo nombre de Lyon. Todavía se pueden ver algunas de las espléndidas ruinas de la antigua ciudad
romana. En el año 177 la ciudad fue lugar de martirio para muchos Cristianos entre los que se cuenta a
San Pothin, el primer obispo de Lyon.
Existe aún una carta escrita por San Ireneo en
contra de la herejía agnóstica. En ella San Ireneo narra
persecución y habla de la Iglesia como la Madre Virgen
recoge en sus entrañas aquellos Cristianos que habían
apostatado y que ya se habían arrepentido.
Los
Cristianos de Lyon originalmente procedían de Smyrna
Asia Menor. San Policarpo era el obispo de ese lugar y es
único obispo elogiado por San Juan en el Apocalipsis.
Policarpo fue el que envió a San Pothin a Lyon.
la
que
en
el
San
En su carta contra los agnósticos, San Ireneo se
lanzó a refutar los cargos formulados contra los
Cristianos. Sus enemigos alegaban que los Cristianos
practicaban el canibalismo de manera que los castigos
que
recibieron de las autoridades parecían bien merecidos. Haciendo alusión a las decisiones del Concilio
de Jerusalén, San Ireneo señala que los Cristianos se abstengan de tomar la sangre de los animales.
Entonces, ¿cómo es que se les acusa de tomar la sangre de los niños? Tales argumentos, sin embargo,
no evitaron el martirio de los muchos seguidores de Cristo.
El nombre de Fourvière se deriva de "Viejo Foro". La Basílica de Nuestra Señora del Buen
Consejo se construyó en el lugar del foro romano durante el siglo décimo. En el año 1562, los
Hugonotes destruyeron totalmente esa basílica. La capilla fue reconstruida bajo la advocación de la
Iglesia de la Asunción y adquirió mucho renombre debido a los numerosos milagros obtenidos durante
la peste de 1628. Se organizaron muchas peregrinaciones y la Ciudad de Lyon fue puesta bajo la
protección de Nuestra Señora de Fourvière en el año de 1643.
Durante la revolución, la basílica fue preservada por el hecho de que fue puesta en manos de
sacerdotes que habían desertado de la Iglesia de Roma. En el año de 1805, el Papa Pio VII
personalmente la re-consagró. En el año de 1871 se inició la construcción de una nueva basílica a un
costado de la capilla que los Maristas conocían. Esta construcción fue una ofrenda de agradecimiento a
la Santísima Virgen por haber preservado a la ciudad de Lyon de la ocupación por el ejército prusiano
durante la Guerra Franco-Prusiana. La Basílica fue terminada en 1894. La misma capilla que
conocieron los Maristas experimentó algunas alteraciones: la ampliación de la torre y el agregarle a la
misma una punta y una estatua. Esta estatua, erigida en 1852, es de la Inmaculada Concepción. Los
Lyoneses se sienten orgullosos por el hecho de que ellos abiertamente reconocieron a la Virgen con
este título, adelantándose así de dos años a la proclamación por parte de la Iglesia del Dogma de la
Inmaculada Concepción. Hoy en día los Lyoneses honran a María, con ocasión de esta fiesta,
colocando velas encendidas en las ventanas de sus hogares. Más aún, el alcalde de la ciudad, sea
cristiano, comunista o judío, en esta fecha obsequia una aportación monetaria a la basílica en
reconocimiento de la protección de María otorgada a la ciudad en épocas pasadas.
El ábside de la Capilla de la Virgen se encuentra decorada un poco exagerada pues una cantidad
considerable de corazones enmarcan la estatua de la Virgen Negra. Los Misioneros Maristas siguieron
una tierna costumbre antes de partir para sus destinos desconocidos y el ejemplo de Françoise Perroton
nos ilustra esta devoción. En 1862 esta antecesora de las Hermanas Maristas Misioneras escribió desde
la Isla de Futuna: "Digan a esta Buena Madre que mi nombre fue escrito por el P. Eymard [San Pedro
Julián Eymard] y colocado en un corazón de oro con los nombres de los misioneros en 1845".
En una de las paredes laterales del ábside se encuentran varias placas. Una de ellas habla de la
fundación de los Hermanos Maristas por el P. Champagnat; otra del establecimiento, por parte del P.
Colin, de los Padres Maristas. También existen otras
placas con nombres de personajes que ya conocemos
y que fundaron otros Institutos Religiosos tales como
el P. Julian Eymard, el P. Calindre, etc. En la nave de
la capilla se puede ver una placa a Eufrasia Barbier,
fundadora de las Religiosas de Nuestra Señora de Las
Misiones que se realizó 15 de agosto de 1861.
Como se ha mencionado antes, en las paredes
de esta capilla se encuentran unas pinturas con
escenas de las vidas de los Misioneros Maristas. El
casi naufragio del Obispo Douarre en un viaje de
Sydney a Noumea en el año de 1846 es presentado en
forma muy dramática. Otra de las pinturas muestra como el 19 de julio de 1847 se salvaron los
Misioneros en Balade, Nueva Caledonia.
En el pequeño altar de Nuestra Señora del Buen Consejo, en la parte posterior de la capilla, se
encuentra otra imagen de madera de la Santísima Virgen. Al igual que en el altar principal, los
ornamentos llenan de colorido la estatua y protegen la imagen del humo producido por las velas. Fiel a
una costumbre muy femenina, ambas imágenes poseen un rico guardarropa que facilitan los cambios de
ropaje.
LA BASILICA DE FOURVIERE
Esta ofrenda de agradecimiento a la Santísima
Virgen se le otorgó la dignidad de basílica por el
Papa León XIII en el año de 1896. Su estructura
ciertamente da testimonio de la devoción filial de
los Lyonenses a la Virgen Madre pues expresa, de
una manera visual, los privilegios y títulos de
María. En relación al arte eclesiástico, este se
ejemplifica muy bien con las palabras del poeta
inglés Keats en relación a la poesía: "llena todos
los huecos con mineral fino". Todas las obras de
arte, dentro y fuera de la basílica, se encuentran
"saturados y sobreabundantes". La exuberancia
en las decoraciones sencillamente hacen notar el fervor de los Lyonenses.
La nueva basílica tiene muy poca o casi ninguna relación con los primeros Maristas… Sin
embargo, la proximidad de la basílica a la santa capilla suscita una visita y una explicación. En el friso,
sobre la entrada principal, están las esculturas de los santos locales, siendo éste Federico Ozanam,
Pauline Jaricot y el Cura de Ars. A la derecha están los Padres Chevrier, Champagnat, Pedro Julian
Eymard y Colin. El P. Champagnat está rodeado de niños y de otras personas, resaltando así al
educador.
La entrada a la amplia cripta está colocada en la base de los escalones que conducen a la
entrada.
El hecho ocurrido en Fourvière
El iniciador de la Sociedad de María, Juan Claudio Courveille, recibió la tonsura y las órdenes
menores el 6 de abril de 1816; al día siguiente, el subdiaconado. El ministro fue Monseñor Luis
Guillermo Dubourg, recién consagrado obispo de Nueva Orleans. El 22 de julio de ese mismo año, el
mismo señor obispo administró el presbiterado a Marcelino Champagnat y a varios candidatos más de
la futura Sociedad de María: Juan Claudio Colin, Juan Claudio Courveille, Etienne Déclas, Janvier,
Gillibert, Seyve y Terraillon.
Llegaban a 16 los que pensaban comprometerse en la proyectada Sociedad de María. A los
anteriormente nombrados podemos agregar Juan Pedro Mainand, Benito Perra, Tomás Jacob, Benito
Journoux, Francisco Mottin, Pedro Pousset, José Verrier y Pedro Orsel. De esos 16, solamente 12
subieron en peregrinación a Fourvière el 23 de julio, para encomendar a María su proyecto.
El joven sacerdote Courveille celebró la santa misa en el antiguo santuario, ayudado por
Terraillon; los otros, entre ellos Marcelino, comulgaron de manos del celebrante, considerado como
superior.
El texto del compromiso, firmado por todos los presentes, lo pusieron, durante la misa, entre el
ara y los corporales. Después de la misa, probablemente antes del Magnificat, lo leyó en latín Juan
Claudio Courveille, en forma de consagración común.
"En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Todo a mayor gloria de Dios y en
honor de María, Madre de Nuestro Señor Jesucristo. Los infrascritos, queriendo trabajar para
la mayor gloria de Dios y de María, Madre de Nuestro Señor Jesucristo, declaramos y
afirmamos que tenemos la sincera intención y firme voluntad de consagrarnos, tan pronto como
sea oportuno, en la Institución de la muy piadosa Congregación de los Maristas. Por lo cual y
con el presente acto y nuestra firma, nos entregamos, con todo lo que poseemos,
irrevocablemente y en cuanto sea posible, a la Sociedad de la Bienaventurada Virgen María.
Esta obligación nos la imponemos, no a la ligera, ni por infantilismo, ni con miras humanas o
ambicionando algún interés material, sino con toda madurez, después de serio examen, después
de haber consultado y pesado todo ante Dios, con el único anhelo de la mayor gloria de Dios y
honor de María, Madre de Nuestro Señor Jesucristo.
Aceptamos todas las penas, todos los trabajos y angustias y, si fuera necesario, todos los
tormentos, porque todo es posible, fiados en aquel que nos conforta, Jesucristo, a quien, de
hecho, prometemos fidelidad en el seno de nuestra santa madre la Iglesia Católica Romana,
unidos a su jefe el Sumo Pontífice, así como al Ilustrísimo Señor Obispo, nuestro Ordinario,
para ser buenos ministros de Jesucristo, alimentados por la palabra y la fe de la buena doctrina
que hemos recibido por la gracia de Dios.
Persuadidos de que, bajo el gobierno de nuestro cristianísimo Rey, amigo de la paz y de la
religión, esta ilustre Institución será un hecho, prometemos solemnemente que haremos todo lo
posible personalmente, con todo lo que poseemos, para salvar las almas, en nombre de la
augusta Virgen María y bajo su protección, siempre que sea del agrado de nuestros superiores.
Bendita y alabada sea la santa e Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María.
Amén.”
Esta consagración cuenta como primer acto oficial, aunque en privado, de los candidatos a la
Sociedad de María, y puede considerarse como FECHA DE FUNDACION.
La consagración personal de Marcelino
Antes de dejar Lyon, el señor Champagnat volvió a Nuestra Señora de Fourviere para
consagrarse de nuevo a la Santísima Virgen y encomendarle su ministerio1. Después de la santa misa,
postrado a los pies de la imagen de María, pronunció esta consagración 2 que él mismo había
compuesto:
“Virgen Santísima hacia ti como tesoro de la misericordia y canal de la gracia elevo mis manos
suplicantes y te pido encarecidamente que me acojas bajo tu protección e intercedas por mí ante
tu adorable Hijo, para que se digne otorgarme las gracias necesarias a un digno ministro del
altar. Quiero trabajar bajo tu auspicio en la salvación de las almas. Nada puedo, Madre de
misericordia. Nada puedo, pero tú lo puedes todo con tu intercesión. Virgen Santísima, pongo
en ti mi confianza. Te ofrezco, te doy y consagro mi persona, mis trabajos y mi vida entera.”
_____________________
REFLEXIONES…
1
Se trata de la Virgen Negra, que se encuentra sobre el altar. Esta imagen sustituyó, en el siglo XVII, a la antigua, quemada por las huestes
del barón de Adrets durante el asedio de Lyon, en 1562.
2
No se ha encontrado el original de este texto.
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Fourvière es el referente primero de María en el proyecto de Marcelino en la fundación de los
Hermanitos de María.
María de Fourvière es la Madre común de todos los Maristas. Bajo la advocación de esta Madre,
Marcelino pone en manos de María su proyecto apostólico.
María de Fourvière es la protectora e inspiradora de los misioneros maristas. A esta imagen se refiere
Marcelino, en los inicios, como Buena Madre y cuando pide a sus hermanos invocar a la Inmaculada
Concepción y ponerlo por escrito en el cuaderno de sus alumnos.
COMENTARIOS…
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Nuestra Señora de Fourvière es, seguramente la imagen fuerte de María que Marcelino conoció, no
sólo en su infancia sino, especialmente, en el seminario mayor de San Ireneo. Toda la región de
Marcelino se encontraba bajo la influencia de este santuario. Posiblemente se oía hablar de Ntra.
Señora del Puy de boca de Courveille.
Las grandes fiestas marianas se celebraban en torno a ese santuario.
María de Fourvière había protegido toda esa región tanto de enfermedades como de diversas
invasiones.
La liturgia mariana en torno a la Virgen Negra era muy importante.
Es de suponer que Marcelino tenía presente esta advocación en su predicación sacerdotal.
A Ella acuden los seminaristas, recién ordenados, a consagrarse como apóstoles de Jesucristo al estilo
de María.
EN SÍNTESIS…
a) El icono de Fourvière ha sido…

El envío misionero de los Maristas a Francia y al mundo.

La primera presencia mariana en el carisma fundacional.

La opción apostólica preferencial por los desposeídos espiritual, intelectual y
materialmente.

Presencia inspiradora de la "Buena Madre" para los Maristas de Champagnat.

….. (completar)
b) Ahora este icono nos dice o nos puede decir…

Que María sigue siendo nuestra Buena Madre y el Recurso Ordinario.

Que Ella nos sigue enviando a los niños y jóvenes más vulnerables.

Que nos alienta a recrear y hacer vida el espíritu fundacional de los primeros Maristas que
se consagraron a sus pies.

Que debemos confiar y creer que Ella estará presente en aquello que emprendamos con
apertura al Espíritu.

Que María lo hace todo entre nosotros.

Que Ella sigue siendo el camino más cierto hacia un nuevo amanecer marista.

….. (completar)
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