Dice el Sr. Serrano Sanz que "es frecuente^ en las esculturas de

Anuncio
54
BOLETÍN
D E LA
SOCIEDAD
IBÉRICA
(6)
Dice el Sr. Serrano Sanz que "es frecuente^ en las
esculturas de Zaragoza llevar un pedúnculo, quizás para
indicar, si bien confusamente, las extremidades, y también, acaso para fijarlas en mangos o de otro modo".
Yo no he observado esta particularidad más que en una
de las esculturas zaragozanas, que es el n." 2. (L. I).
Esta tiene el pedúnculo en la parte posterior y está afilado artificialmente como para ser fijada la cabeza que
representa, a algún palo que hiciera las veces del cuerpo.
E n el arte devánense no faltan tampoco ejemplares de
este género, aunque no son frecuentes (Véanse los números 20, 21 de la Lám. II).
Añade el Sr. Serrano: "Suelen ofrecer las esculturas prehistóricas de Zaragoza, sobre todo las fundadas
en el aprovechamiento de las formas naturales, una
circunstancia cuya razón no es fácil de comprender, y
consiste en que la superficie donde se ha indicado la
figura está muy poco tallada, y, en cambio, el lado
opuesto se ha trabajado mucho más, de tal modo que,
a veces, no se conserva nada de la corteza del núcleo".
Esta circunstancia se observa también en algunos de
los sílex zaragozanos de mi colección. Del arte devánense puedo contar, por lo menos, un caso que ofrece
los mismos caracteres, y no es dudoso que el trabajo
del respaldo se hizo para conseguir el perfil de la figura
sin modificar el aspecto natural que ofrece el lado donde está representada la cara.
El hecho de hallarse también en Dévanos esculturas
en sílex, aunque escasas, es otro detalle que aproxima
el arte zaragozano al devánense. Bien es verdad que las
esculturas silíceas devanenses son mucho más pequeñas y más finamente talladas y retocadas que las zaragozanas, como hechas por aquellos artistas que tallaron las hermosas hojas de laurel solutrenses y los otros
pequeños instrumentos hallados por mí en el mismo término de Dévanos y que di a conocer en mi opúsculo
Descargar