caso practico 16-91

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CASO PRACTICO Nº 16
CONSULTA
Se expone a continuación una problemática técnica que afecta a una situación real a 31 de
diciembre de 1990.
Una sociedad española participa en el capital de una sociedad portuguesa que en 1989, primer
año de actividad sufrió unas pérdidas de 500 millones, despreciando la sociedad matriz su
cartera consecuentemente. En 1990 la sociedad filial pierde 1.000 millones de pesetas (sin
haber perdido todavía todo el capital) y a fin de año revaloriza sus activos de acuerdo con la
legislación portuguesa por 1.200 millones.
Desde el punto de vista de mostrar la imagen filial, ¿debe la sociedad matriz valorar su
participación en la sociedad portuguesa de acuerdo a los fondos propios actualizados de esta?
o ¿debería más bien la sociedad matriz reflejar en la cuenta de pérdidas y ganancias las
pérdidas de la filial prescindiendo de las reservas por actualización que, en definitiva, son
plusvalías no realizadas?
¿Coincidiría la respuesta en este caso de consolidación?
¿Prevalece, en todo caso, el principio del precio de adquisición o puede modificarse por
disposiciones legales extranjeras como en el caso que nos ocupa? En caso de actualizaciones
legales, ¿se daría como excepción el cumplimiento del principio de devengo por plusvalías
devengadas?
Por otra parte, debemos considerar la problemática personal de los consejeros de la sociedad
matriz cuya remuneración es del 10 por ciento acondicionada a los beneficios económicos
netos. Independientemente del problema personal, el hecho de repartir unas retribuciones en
base a un beneficio no realizado, conllevaría una descapitalización de la sociedad.
SOLUCIÓN
El criterio de valoración aplicable para la cartera de control de la matriz en la filial portuguesa,
desde el punto de vista individual, será el que se deduzca del principio del precio de adquisición
o coste histórico; este coste histórico se modificará por las correcciones valorativas que recojan
las depreciaciones y rebajas de valor de carácter permanente que se produzcan en los títulos.
Las correcciones valorativas se pondrán de manifiesto dotando la correspondiente provisión
por la diferencia existente entre el valor de adquisición (o, en su caso, el valor contable que
aparezca en el momento de efectuar la comparación) y el valor teórico-contable (si este último
es menor que aquél).
El valor teórico-contable se obtiene como cociente de dividir la cifra de recursos propios de la
filial, que se desprende del balance cerrado, entre el número de acciones.
Con estas consideraciones, al 31-XII.1989 daría lugar al siguiente asiento en la contabilidad de
la matriz (suponiendo la participación del 100% y prescindiendo del tipo de conversión del
escudo en pesetas):
CUENTAS
DEBE
* Dotación a Provisión por depreciación de participaciones en
empresas del grupo (Pérdidas y Ganancias).
500
* Provisión por depreciación de Participaciones en empresas del
grupo.
HABER
500
Comparando el Neto Patrimonial de la filial al 31-XII-1990 con respecto al 31-XII-1989, se
observa otro decremento por valor de 1000 millones como consecuencia de la pérdida
obtenida, por lo tanto se aumentará la provisión efectuada al término del ejercicio anterior a
1000 millones (participación del 100%).
La reserva por revalorización de activos de acuerdo con disposiciones legales portuguesas no
afecta a las empresas españolas, se sigue manteniendo el principio del coste histórico a no ser
que se permita la actualización por disposiciones legales españolas (como la permitida por la
Ley 42/1979 de 29 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1980).
De todo ello, la anotación contable al 31-XII-1990 sería:
CUENTAS
DEBE
* Dotación a Provisión por depreciación de participaciones en
empresas del grupo (Pérdidas y Ganancias).
1.000
* Provisión por depreciación de Participaciones en empresas del
Grupo.
HABER
1.000
En caso de consolidación de estados financieros de la filial con los de la matriz el tratamiento
sería similar; el criterio de valoración corresponderá al valor teórico ajustado de acuerdo con el
Neto Patrimonial de la filial.
Si se decide presentar por primera vez los estados financieros consolidados del grupo con
referencia al 31-XII-1990, conviene en primer lugar calcular la Diferencia de Consolidación
(Fondo de Comercio de Consolidación, si es positiva; o Diferencia Negativa de Consolidación,
si es negativa) mediante la comparación del valor contable de la Cartera de Control que figura
en el balance individual de la matriz al 1-I-1990 en el Neto Patrimonial de la filial a esa fecha de
acuerdo en el grado de participación.
Y efectos de la comparación anterior se tendrán en cuenta las plusvalías tantas existentes en el
momento de la inversión en la filial para que figure correctamente en el balance consolidado
tanto los valores reales de los activos como la Diferencia de Consolidación; cuando se
convierten las plusvalías en reservas por revalorización expresas no procede, a el ajuste de
Valoración de la Cartera de Control.
Las reservas por revalorización efectuadas por la filial portuguesa de acuerdo en disposiciones
legales no darán lugar a ajustes del valor de la Cartera de Control, éstas se eliminarán en la
consolidación teniendo como contrapartida la propia Cartera de Control hasta el importe de la
plusvalías tácitas antes citados.
Al término del ejercicio, como consecuencia de las pérdidas obtenidas por la filial se reduce el
valor de la Cartera de Control, reconociendo el rendimiento negativo de la misma mediante la
anotación:
CUENTAS
DEBE
* Resultados negativos en sociedades (Pérdidas y Ganancias
Consolidadas).
1.000
* Participaciones en empresas del grupo (Cartera de Control)
HABER
1.000
Este es el tratamiento correcto porque se pone de manifiesto el rendimiento negativo de la
Cartera de Control en los resultados consolidados, a pesar de que la obligación de formular
Cuentas Consolidadas de los Grupos de Sociedades en España comenzará a regir para las
Cuentas de aquellos ejercicios en ya fecha de cierre sea posterior al 31-XII-1990, de acuerdo
con la Ley 19/1989, de 25 de julio, de Reforma Parcial y Adaptación de la Legislación Mercantil
a las Directivas de la CEE.
A efectos de presentar los estados financieros consolidados, se agregarán, entre otras
eliminaciones, la correspondiente de la cuenta representativa de la Cartera de Control,
"Participaciones en empresas del grupo-filiales Cartera de Control", con el Neto Patrimonial de
la filial (incluyendo los resultados de la filial y excluyendo, en su caso, las reservas por
revalorización de archivos que no provengan de plusvalías tácitas existentes en el momento de
la realización de la inversión en la filial); de este modo quedaran expuestos en el balance
consolidado los recursos propios de la matriz, el saldo de Fondo de Comercio de Consolidación
(activo) o Diferencia Negativa de Consolidación (pasivo).
Y en la Cuenta de Pérdidas y Ganancias aparecerán los "Resultados Negativos en sociedades
filiales" como carga del ejercicio, que salvo otros ajustes y eliminaciones que afecten a los
resultados de ambas sociedades del grupo, dará lugar a que el Resultado Consolidado sea el
de la matriz menos el de la filial, tomando como referencia para el establecimiento de la
remuneración de los consejeros y administradores.
Referente a la prevalecía del principio de adquisición.
En principio, los bienes y otros activos se valorarán según el precio de adquisición o coste de
producción, tan sólo se modificará éste cuando el valor de mercado o de realización sea inferior
a aquél.
No obstante, existen excepciones a este criterio, procedentes de revalorizaciones por
disposiciones legales españolas y no por disposiciones extranjeras.
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