220-28028 Ref: Impugnación de actas y reunión por derecho propio Me refiero a su escrito remitido vía correo electrónico, y radicado con el número 502.623-0, a través del cual solicita se le instruya sobre el proceso de impugnación de actas de asamblea, más concretamente el artículo 191 del Código de Comercio. De igual forma, sobre el artículo 422 ibidem, que trata de la denominada reunión por derecho propio, en qué casos se puede dar y si hay algunas reglas especiales pertinentes al tema. ACTAS El acta es el documento legal privado a través del cual se relata todo lo sucedido en la correspondiente reunión, bastando para su aprobación la manifestación del máximo órgano o de las personas que éste designe. Por tanto, si aquella presenta lo ocurrido en forma deficiente, se puede abstener de aprobarlo hasta tanto se realicen las correcciones a que haya lugar, evitando de paso realizar aprobaciones parciales dado que el documento es uno solo y como tal inescindible. Mientras tanto, el artículo 131 del Decreto 2649 de 1.993, hace expreso señalamiento en el sentido de que sin perjuicio de lo normado por otras disposiciones legales (artículo 28 numeral 7º del Código de Comercio), los entes económicos pueden asentar en un solo libro las actas de todos sus órganos colegiados de dirección, administración y control, para lo cual se debe identificar cada acta con el nombre del respectivo órgano, llevando además numeración sucesiva y continua en cada uno de ellos. En lo que atañe al tema de impugnación de actas de asamblea o junta de socios, encontramos que el Código de Comercio contempla en los artículos 191 y siguientes su viabilidad y el procedimiento para que la misma se surta. Así, la acción puede ser intentada por los administradores, revisor fiscal y los socios ausentes o disidentes cuando las decisiones que se tomaron en la respectiva reunión no se ajustaron a las prescripciones legales o estatutarias, dentro de los dos meses siguientes a la fecha de la reunión en la cual se tomó la decisión, salvo que se trate de acuerdos o actos que deben ser inscritos en el registro mercantil, caso en el cual el término referido se cuenta a partir de la correspondiente inscripción. En idénticos términos se refiere el artículo 421 del Código de Procedimiento Civil, Respecto de la autoridad que conoce de la acción de impugnación, inicialmente se encontraba radicada de manera privativa en los jueces ordinarios sin importar si se había pactado cláusula compromisoria, trámite judicial sujeto al proceso declarativo abreviado que contempla el Código Procesal Civil. Posteriormente, el legislador de 1988 al expedir la Ley 446 en los términos del artículo 137, facultó a esta Entidad para que conociera de la impugnación de los actos o decisiones de la asamblea, junta de socios o de junta directiva de sociedades por ella vigiladas, para lo cual debe recurrir al trámite verbal sumario de que trata la misma codificación civil, y si del trámite surge la necesidad de indemnizar perjuicios derivados directamente del acto o decisión, la competencia se traslada al juez competente. Por último, es necesario precisar que el derecho de impugnación que contempla la ley solo es ejercitable respecto de los actos que puedan estar viciados de nulidad en los términos del artículo 899 del Código de Comercio, y obviamente por los defectos e irregularidades que para la invalidación se requieren, lo que implica que no basta la mera inconformidad frente a la decisión que no se comparte, pues en tal caso no habría fundamento jurídico para promover la acción y serán otros los mecanismos procedentes si es que de vicios que afecten la decisión se trata. Además, si la sociedad o cualquier asociado se ha visto perjudicado por un acto que la ley considera ilegal, deben intentarse las aciones civiles y penales pertinentes, para que los administradores que tomaron la decisión, o aquellos que a pesar de su reticencia a su aprobación la ejecutaron, procedan a una indemnización solidaria. REUNIONES POR DERECHO PROPIO El inciso segundo del artículo 422 del Código citado aplicable a las sociedades anónimas, establece que cuando la asamblea no es convocada a reunión ordinaria en la oportunidad que establecen los estatutos o en su defecto la ley, la misma se reunirá por derecho propio el primer día hábil del mes de abril a las 10 A.M., en las oficinas del domicilio principal donde funcione la administración de la sociedad, en cuyo caso, con sujeción a lo dispuesto en el artículo 430 ibidem, podrá deliberar y decidir válidamente con cualquier número plural de personas, sin importar la cantidad de acciones o cuotas que se encuentren representadas. La norma en comento ha sido instituida para la protección de los socios en su derecho de reunirse al menos una vez al año, precisamente cuando las personas encargadas de hacer la correspondiente convocatoria no la realizan en los términos de ley o estatutarias. Artículo 194 del Código de Comercio Artículo 421 idem Mediante el oficio AN-14257 de 1989, esta Superintendencia sobre el tema manifestó: " también se infiere de la norma en comento, la voluntad del legislador en el sentido de brindar a los asociados absoluta certeza de las circunstancias de tiempo y lugar relacionadas con la celebración de la reunión del máximo órgano social. Dicha certeza constituye una garantía para los asociados, pues en caso de no haber sido convocados a la reunión ordinaria del organismo rector, sabrán exactamente el día, la hora y el lugar donde se realizará la reunión de asamblea o junta de socios. Sobre esta última circunstancia existe plena determinación, puesto que la norma no solamente se refiere a una entidad territorial (distrito, municipio, corregimiento, etc.,), sino a una dirección específica, que corresponde a las oficinas del domicilio principal de la sociedad". Para mayor ilustración, podrá consultar la Circular Externa No. 07 de 1994 proferida por esta Entidad.