Universidad Mayor Facultad de Derecho Taller de Educación Cívica LA POLÍTICA Profesor instructor: Daniel Mondaca Garay Ayudante de Derecho Constitucional LA POLÍTICA INTRODUCCIÓN, CONCEPTO, CARACTERÍSTICAS. ANÁLISIS PORMENORIZADO, LA POLÍTICA Y SU RELACIÓN CON OTRAS CIENCIAS SOCIALES. “Todas las ciencias, todas las artes, tienen un bien por fin; Y el primero de los bienes debe ser el fin supremo de la mas alta de todas las ciencias, y esa ciencia es la política”. - Aristóteles Introducción: Hay pocos temas tan debatidos dentro de las ramas del saber como la política y su naturaleza filosófica, más aún, su proyección y aplicación en el mundo contemporáneo resultan todavía objeto de numerosos estudios a lo largo de todo el orbe. Para comenzar diremos que la mayoría de los diccionarios y textos elementales en esta materia definen a la política como “Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados”1. Y es que desde el inicio de los tiempos, el término Política o político ha sido asociado al comportamiento del ser humano situado en un determinado lugar y tránsito histórico o temporal. Pero para comprender con mayor amplitud esta noción, es preciso remitirse a lo más básico de ésta, es decir, su génesis gramatical, la cual la encontramos en el griego, el que nos entrega tres conceptos esenciales a partir de los cuales se construye esta ciencia. El primero es Polis el cual como sabemos era nombre con el cual los antiguos griegos designaban a sus ciudades-estados, en otras palabras su estructura sociológica vista desde un ámbito territorial. En segundo lugar, Politeia que se refiere a la constitución socio-jurídica de la Polis, en un sentido más lato todo lo relacionado con la Polis, y finalmente Politikë que debe ser entendido como arte o ciencia de la política. Es así como el desarrollo intelectual del pensamiento helénico tiene como piedra angular la noción de que el “hombre es un animal político” (famosa máxima de Aristóteles – Zoon Polítikon - ) en la medida de que el ser humano es un ser social dada su naturaleza gregaria (dicho de aquellos seres que tienen a agruparse con sus semejantes para vivir) y así, teniendo en consideración que el hombre necesita vivir con otros hombres para alcanzar su plenitud, podemos entender que el ser humano es un ser político cuya naturaleza reside en la necesidad de formar sociedad donde quiera que este se sitúe. Pero los primeros pensadores no fueron tan explícitos en la esencia social general que reside en el concepto de Política, es así como Aristóteles para tratar de justificar la politicidad y sociabilidad el hombre, recurre a la más 1 Diccionario de la Lengua Española, vigésima segunda edición., Real Academia de la Lengua Española., España primitiva de las organizaciones sociales como es la familia. Señala entonces Aristóteles que la naturaleza humana se dirige inexorablemente a formar un hogar, un grupo familiar y habla de los homocapiens (aquellos que comen en el mismo hogar) término que utiliza para referirse a los miembros del grupo familiar (padres, hijos, hermanos, abuelos, etc). Luego señala que las familias por conveniencia y utilidad común tienden a agruparse formando las Aldeas, las que en su conjunto han de formar las polis o ciudades griegas, haciendo extensiva la noción de la política a la sociedad toda y no una parte de esta. Concepto y evolución; de la organización social al gobierno estatal. Como hemos señalado anteriormente, el término Politica(co) tiene muchas concepciones e interpretaciones, la más básica y esencial la encontramos en el griego a partir de la palabra Polis como ya explicamos anteriormente. Pero con el devenir de los tiempos la noción de política avanzó desde aquella fórmula básica a otros conceptos mas acabados, como es el caso de Nicolás Maquiavelo, quien pregonó que la política es aquella forma o arte de gobernar del Príncipe, señalando que en el concepto de política no solo reside una naturaleza relativa a la organización social, sino además relativa a las directrices que aplican los gobernantes en torno a una determinada ideología o credo. Es así como hoy en día el término política es fácilmente identificable con la forma de gobernar, sea que esta se realice en un ámbito democrático, totalitario, liberal, conservador, de izquierdas o derechas. Características de la Política: 1- Consiste en una actividad humana. 2- Nunca es actividad del sujeto aislado, sino del individuo y sus pares, del individuo viviendo en sociedad. 3- Es una actividad directiva o de organización. Para Debbasch y Daudet2: 1- En un sentido absoluto: Es el arte de gobernar el Estado con el fin de alcanzar lo que se considera el máximo logro de la sociedad. 2- En un sentido derivado: • 2 Es la definición y aplicación de los medios para realizar ciertos objetivos determinados, en campos precisos, por ejemplo una política de empleos o de salarios. Diémer Johannsen, Enrique., Cerda Valdés, Olga., Diccionario jurídico chileno y de ciencias afines, Volumen II., p. 743., Editorial Lexis Nexis, Santiago, 2006 • • Método de gobierno (liberal, conservador, socialista, autócrata, totalitario, etc.) Lucha por la conquista y ejercicio del poder en la sociedad. Análisis pormenorizado. Las fases o faces de la política: La lucha y la construcción. Dentro de la politología resulta un lugar común hablar de las fases de la política, y es que dentro de los procesos sociales se distinguen dos grandes etapas que también son aplicables a la política. La primera de ellas denominada como fase “agonal” del griego agón, que puede traducirse como lucha, y la segunda conocida como fase “arquitectónica” del griego “arkithekton”: construcción. Otros autores señalan que la política tiene faces y no fases, puesto que el proceso político no debe ser entendido como un conjunto de etapas concadenadas, ya que si fuere así podría distinguirse con en que aspecto (agonal o arquitectónico) se encuentra la política. Así Duverger señala que resulta más correcto hablar de faz política y no fase política, puesto que en la política siempre es posible distinguir dos aspectos; agonal y arquitectónico. Es en la política agonal donde se manifiestan las ideas, credos y sentimientos de los individuos que componen la sociedad, es aquí donde se permite la expresión de todas las corrientes de opinión existentes en el seno de una sociedad dada, evitando por lo mismo, la implantación de concepciones dogmáticas3. Resulta evidente que esta etapa es anterior a la fase arquitectónica, en la medida que para alcanzar el poder supremo, los individuos han de luchar exponiendo determinadas ideas que se contraponen en mayor o menor medida. Un ejemplo claro de esto es una elección presidencial, momento en que los candidatos propugnan y sostienen diversas ideas y los ciudadanos adhieren a ellas, y al final dan su apoyo y manifiestan su opinión en el voto para una u otra posición. En este caso podemos apreciar un proceso de manifestación de un ideario y una lucha ideológica que se realiza en el seno de un sistema democrático. Posteriormente y como decantación de la fase agonal encontramos a la fase arquitectónica, en la cual ya habiéndose producido la confrontación de ideas, solo queda aplicar las medidas correspondientes por parte de quien o quienes se han hecho con el poder, de esta forma es que los gobernantes “construyen” el proyecto sobre el cual han plasmado las ideas debatidas en la fase agonal. La política y su relación con otras ciencias sociales. La política y el derecho: (Extraído del libro “Manual de Derecho Político. Las fuerzas políticas y los regímenes políticos. Tomo II”. Autores Mario Verdugo y Ana María García) 3 Verdugo, Mario., García, Ana María., Manual de Derecho Político, Tomo II, p. 8., Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1999. ¿De qué modo y en qué medida la actividad política está o debe estar sujeta al derecho? En el plano del deber ser, para el constitucionalismo, la respuesta es obvia: la constitución es la política juridizada. Por consiguiente, la actividad política no puede quedar al margen del encuadramiento de los preceptos legales. Gobernantes y gobernados son tributarios de la ley. Cierto es que en la realidad el encuadramiento de los fenómenos políticos no es empresa fácil. André Hauriou menciona las siguientes dificultades: 1) la violencia es inherente en las relaciones políticas; 2) porque la vida política tiene, aparte de la violencia, una espontaneidad y un poder de evolución considerables, y 3) porque los preceptos del Derecho constitucional se dirigen a "actores jurídicos" particularmente poderosos, que no siempre obedecen las reglas establecidas. Pero al margen del respeto, eficacia y observancia de las normas jurídicas, lo cierto es que ellas existen tanto para reglar la faz agonal corno la faz arquitectónica. En lo que atañe a Ia faz agonal, no puede faltar la regulación jurídica -compleja o rudimentaria- o Como dice Justo López, "lo requiere el carácter de la estructura de la 'relación política', con su vocación hacia el orden y la estabilidad. Si no estuviera previsto y fijado normativamente el régimen de acceso a los cargos o roles de gobierno, la 'relación política' carecería del mínimo de consistencia para ser efectiva. Siempre, en todo momento, estaría expuesta a sucumbir. Claro que, de hecho, ese riesgo existe lo mismo permanentemente; pero con la diferencia -por cierto muy importante por sus consecuencias prácticas- de que la normatividad jurídica establecida determina por sí misma, comúnmente en alto grado, la conducta de los actores ... ; entre la multiplicidad de tales normas jurídicas hay siempre algunas que regulan precisamente el acceso a los cargos o roles de gobierno, o sea lo que puede denominarse genéricamente 'la transferencia del gobierno. Pueden ser muy diversas. Pueden estar mezcladas con normas religiosas o estar totalmente desacralizadas. Pueden utilizar medios muy diferentes, tales como la herencia, el sorteo o la elección. Pueden ser cumplidas o violadas con mayor o menor frecuencia. Dependen, además, de principios de legitimidad que son tributarios, a su vez, de las costumbres, la cultura, la ciencia. La religión, los intereses económicos de una época. Pero sea como fuere, siempre de alguna manera habrá, o no habrá, en sentido estricto, comunidad política. La regulación jurídica de la actividad política en su 'faz agonal' tiene especial importancia para los regímenes políticos que pueden ser incluidos dentro de la denominación genérica de 'democracia constitucional'. En tal sentido, lo fundamental de los mencionados regímenes es la competencia pacífica y, para ello, la institucionalización de la oposición. Parte muy importante de esa regulación jurídica en dichos regímenes está dada por las leyes electorales y los estatutos de los partidos políticos". Como anota Duverger, "los procedimientos democráticos son de esta forma unos medios de expresión de las luchas políticas, más moderados, más suaves y menos brutales que la violencia física. Reprochar a las democracias que ventilen en público las controversias, las disputas y los conflictos, es desconocer uno de sus fines fundamentales. De esta manera, tiende a sustituir la batalla por la discusión, los puñetazos por los argumentos y la superioridad de los músculos o de las armas por el resultado de los escrutinios. La ley de la mayoría es una forma más civilizada y menos brutal que la ley del más fuerte. Se puede discutir que el número sea el que zanje las cuestiones; indudablemente este principio, aunque esté basado en la idea de que todos los hombres son iguales, no es absolutamente conveniente. Pero, en definitiva, hay que elegir entre la ley del número o la ley de los músculos, o de la metralleta. El hecho de haber sustituido esta segunda por la primera constituye un gran progreso". En lo que dice relación con la faz arquitectónica, la normativa del ordenamiento fundamental también tiene singular proyección: "La regulación jurídica de la actividad del gobernante, aunque reconoce lejanos y variados antecedentes, es el signo propio del constitucionalismo contemporáneo, para el cual constituye un procedimiento técnico a efectos de limitar la actividad de quienes ocupan los cargos o roles de gobierno y, de ese modo, salvaguardar los derechos humanos -suprema aspiración-. En efecto, el constitucionalismo postula como "fin último" metapolítico, como supremo valor terreno, la salvaguardia de la esencial dignidad del ser humano, y como "fin último" político, subordinado a aquél -medio para aquél-, la estabilidad y continuidad de las actividades propias de los órganos de gobierno. Para ello, entre los medios instrumentales, propugna el imperio de la ley, es decir, la subordinación de las voluntades personales -psíquicas- a la voluntad general -jurídica- y exige como técnicas idóneas la supremacía y rigidez de la constitución, la separación entre el poder constituyente y poderes constituidos, la declaración de los derechos humanos y sus garantías con carácter constitucional, la división de poderes, el contralar de la constitucionalidad de las leyes, la independencia del poder judicial, las garantías jurisdiccionales, la legalidad en la administración, etc." Ponderando el ejercicio del poder con mucho realismo, puntualiza Hauriou, "como son los gobernantes los que detentan la coerción, tienden, naturalmente, no sólo a usarla, sino a abusar de ella. La historia natural del poder es, ante todo, una historia de la violencia incluso cuando no es necesaria para obtener la obediencia de los gobernados. Se piensa instintivamente en los países totalitarios, en la época staliniana, etc. Pero, aun en los Estados que se llaman liberales, las libertades individuales son a menudo violadas por los gobernantes" La Ciencia Política. Introducción a la teoría política y su relación con la teoría del Estado. (Extraído del libro “Introducción a la Teoría Política”. Autor German Urzúa. Universidad de Chile. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Instituto de Ciencias Políticas y Administrativas, Departamento de Ciencia Política) La teoría política forma parte de la Ciencia Política, es decir, y como su nombre lo indica, se preocupa del hecho político que el hombre en sociedad provoca y determina. Pero, esta circunstancia no nos permite precisar su esfera de análisis, ya que una serie de disciplinas se preocupan, desde distintos aspectos, también de los hechos políticos" En realidad, la expresión teoría política se reserva por lo general para el análisis de 1a realidad estatal. Así se expresa, en efecto, que es la ciencia del Estado, por lo que su función consiste en investigar y determinar el origen, la naturaleza y las formas del Estado. Esta connotación que acabamos de apuntar es relativamente moderna, aun cuando la materia de que ella trata es, incuestionablemente, antigua. Desde que el hombre ha reflexionado sobre sí mismo, ha ido cuestionando por los distintos grupos que ha ido creando y, en especial, por aquél que surge para mandar a otros hombres. Algunos autores distinguen entre teoría y doctrina política. A juicio de Prelot, por ejemplo, la teoría es el resultado de la observación, se coloca en el terreno del conocimiento positivo, pero no consiste sólo en la comprobación de los hechos; los trasciende para agruparlos y explicarlos. En cambio, para él, la doctrina aprecia los hechos, los acepta o los rechaza en función de un ideal inmanente o trascendente al Estado, “Las doctrinas juzgan los hechos, indican los caminos por seguir para asegurar la felicidad de los ciudadanos o el poder del Estado Se refiere a lo mejor, a lo más noble, a lo más moral, a lo más justo, a lo más fuerte…”. De esta distinción, Prelot cree que en su sentido preciso, “la teoría política es mas amplia que cualquier aspecto aislado de la ciencia política…” la teoría política es el coronamiento de la investigación política y la consagración ideal de su realización”. Por eso, para terminar, este autor cree que el término teoría política sugiere, ante todo, ideas o pensamientos, de modo que "este nombre designará en bloque lo que ha sido escrito sobre el Estado, sea cual fuere el punto de vista en el que se hayan colocado sus autores”. Por otra parte, no olvidemos que la relación entre toda realidad política es tan íntima, que es difícil precisar el campo que corresponde a cada una de las partes de la Ciencia política. De ahí que incluso ésta haya sido definida simplemente como la ciencia del Estado. La propia connotación vulgar del término política sugiere esta confusión con el Estado: parecen términos sinónimos, Incluso en más de algún diccionario se define la política como aquel conocimiento de todo lo relacionado con el arte de gobernar un Estado y dirigir las relaciones con otros Estados. La teoría política, definida como la ciencia del Estado, difiere, por lo que se ha dicho, del Derecho Constitucional positivo, que investiga determinadas constituciones, la de Chile, por ejemplo, intentando explicar el origen, desarrollo y estructura de un sistema particular. En cambio, la teoría política centra su interés sobre el Estado en general, investigando sus rasgos y caracteres generales. La delimitación precisa entre ambas disciplinas tampoco es posible hacerla, como sucede con las demás ramas de la investigación política, y ello, precisamente, porque están investigando igual fenómeno y porque son enfoques diferentes de la Ciencia Política. De ahí que en la mayoría de los textos sobre Derecho Constitucional se encuentren muchas observaciones sobre teoría política. Y estas observaciones no han sido hechas arbitrariamente o por mera casualidad, sino porque para la aplicación científica y comprensión cabal de un sistema político particular, el de Chile por ejemplo, se requiere cierto conocimiento de la teoría política. De otro modo, el Derecho Constitucional es una disciplina simplemente descriptiva. Estas cuestiones previas o introductorias al Derecho Constitucional, constituyen, precisamente, el objeto de estudio de la Teoría Política. Algunos autores han usado la expresión Teoría General del Estado, pero, con esta denominación, apuntan a aquello que hemos denominado, siguiendo la tendencia general en este momento, Teoría Política. Según Oskar Georg Fischbach la Teoría General del Estado no se ocupa del Estado en particular, sino que, mediante el examen comparativo de las diversas ordenaciones estatales trata de inquirir lo común y esencial a todos los Estados, creando de tal modo un fundamento general para el conjunto de la Teoría Política.