5 Estimulación de la Médula Espinal: Consideraciones Generales

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 CAPÍTULO
Estimulación de la Médula Espinal: Consideraciones Generales
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5 Estimulación de la Médula Espinal:
Consideraciones Generales
Chengyuan Wu, Steven M. Falowksi y Ashwini Sharan
R E S U ME N D E L C A P Í T U L O
Sinopsis: La estimulación de la médula espinal (EME) es una forma de neuromodulación ajustable, no destructiva, que ofrece dosis terapéuticas
de corrientes eléctricas a la médula espinal para el tratamiento del dolor neuropático. La estimulación puede ser proporcionada por los dos
electrodos implantados por paddle y electrodos percutáneos. Aunque una gran cantidad de trabajo se ha publicado, el mecanismo exacto de
acción de la EME sigue sin estar claro. La estimulación por medio de la EME general, se ha demostrado brinda una mejoría de aproximadamente
el 50% en el alivio del dolor, la cual persiste durante años de seguimiento, lo que lo hace superior a muchos otras modalidades invasivas.
Importantes Puntos: Es importante recordar que el objetivo de la Neuroestimulación es reducir el dolor en lugar de eliminarlo
completamente. Se puede aplicar de forma fiable a los pacientes con síndrome de postlaminectomía/síndrome de cirugía fallida de espalda
(FBSS), síndrome de dolor regional complejo (CRPS), isquemia crónica crítica de miembros inferiores (CCLI) y el dolor.
Aciertos Clínicos: La experiencia ha venido creciendo con la EME y la mejora del dispositivo disponible, no sólo ha mejorado la confiabilidad de
esta modalidad sino que también ha permitido su uso en otros procesos patológicos. Otras aplicaciones de la EME incluyen su uso en pacientes
con angina de pecho, síndromes de dolor abdominal / visceral, plexitis braquial / síndrome neurogénico de la salida torácica, dolor del miembro
fantasma, dolor intratable secundario a lesión de la médula espinal, dolor mediastinal, neuritis cervical y la neuralgia post-herpética.
Dificultades Clínicas: Aunque los resultados son en gran medida beneficiosos, la selección apropiada del paciente es imperativa; la evaluación
psicológica es necesaria para detectar los trastornos del estado de ánimo, que pueden alterar el aviso del dolor y la percepción por el paciente.
Además, la cobertura del dolor lumbar solo es a menudo difícil y tiene una menor tasa de éxito. Las complicaciones de la EME incluyen la
migración del electrodo o roturas, fallos del dispositivo, la infección, hematoma epidural, fuga de líquido cefalorraquídeo y raramente déficit
neurológico.
Estableciendo el Diagnóstico
La estimulación de la médula espinal (EME) es una forma de neuromodulación ajustable, no destructiva, que ofrece dosis terapéuticas de corrientes eléctricas a la médula espinal para el tratamiento
del dolor neuropático. Las indicaciones más comunes incluyen el
síndrome postlaminectomía, síndrome de dolor regional complejo
(CRPS), dolor del miembro isquémico y angina de pecho (Tabla
5-1), pero se ha aplicado a otras causas de dolor intratable.
Anatomía
El canal espinal contiene varias estructuras neurales y no neurales
que pueden ser estimuladas eléctricamente. Las propiedades de los
contenidos intraespinales son similares a un conductor no homogéneo. Conocer los diferentes tipos de respuesta y su correlación con
el sustrato anatómico subyacente, es extremadamente importante
para la implementación de estrategias para la terapia con la EME.
La estimulación de las fibras aferentes mielinizadas grandes
puede ocurrir en cuatro áreas diferentes: la raíz dorsal, la zona de
entrada de la raíz dorsal (ZERD), el asta dorsal o las columnas dorsales (Fig. 5-1). La estimulación eléctrica de estas estructuras resulta
en una parestesia con hormigueo ipsilateral, que cambia a malestar
y dolor a medida que la estimulación aumenta su intensidad. Particularmente, la activación de las raíces dorsales causa una parestesia
radicular particular a nivel del dermatoma, mientras que la estimulación de la columna dorsal provoca parestesias en las zonas del
cuerpo que estas caudal al nivel de posicionamiento del electrodo.
En la médula cervical y torácica las columnas dorsales son por lo
general de 3 a 5 mm de más anchas, más grandes en el plano de la
ampliación cervical y más pequeñas en la columna torácica media.
El factor más importante en la determinación de los parámetros
de estimulación es la amplitud del fluído cerebro espinal (FCE)
dorsal en el espacio de la médula espinal (Fig. 5-2). El aumento de
espesor de la capa de la columna dorsal FCE (DFCE) conduce a la
estimulación temprana de las fibras de la raíz dorsal en lugar de las
fibras de la columna dorsal. Esto se debe a que las fibras de las raíces,
que están inmersas es buen conductor de FCE, tienen una alta conductividad en la ZERD. Por lo tanto, el umbral de estimulación para
los rangos del sistema segmentario es de 0,1 V a 0,5 V, mientras que
la activación de las columnas dorsales se produce en un umbral de
al menos más de 0,5 V a 1 V.
La diferenciación entre la estimulación de la raíz dorsal, ZERD,
o asta dorsal puede ser excesivamente difícil. Uno puede esperar que
la estimulación de la raíz dorsal con electrodos colocados lateralmente; así como la estimulación de los ZERD cuernos dorsales más
probable si el electrodo se coloca cerca de la línea media. En el último
grupo la estimulación conduce a parestesias segmentarias que son
rápidamente seguidas de la activación de las columnas dorsales con
un incremento pequeño de tensión. Curiosamente, los cambios
pequeños en la posición mediolateral del electrodo han demostrado
llevar el movimiento de las parestesias con un patrón en W bidimensional1 como se muestra en la Fig. 5-3.
Si la estimulación eléctrica alcanza la médula ventral, las estructuras motoras se verán afectadas y por lo tanto las contracciones
musculares se harán notorias. Al igual que la estimulación de la
médula dorsal, la activación de la raíz ventral o las neuronas motoras
producen contracciones musculares en una distribución miotomal,
mientras que la activación de las vías descendientes como la corticoespinal resulta en contracciones musculares difusas a nivel caudal
del electrodo. En la gran mayoría de los pacientes la estimulación
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Estimulación de la Médula Espinal
Tabla 5-1: Indicaciones para la Estimulación
de la Médula Espinal y Probabilidad de Exito
Indicaciones
Probabilidad de Éxito
Síndrome postlaminectomia/síndrome
de cirugía fallida de espalda (FBSS)
50%-60% con >50%
alivio del dolor
Síndrome de dolor regional complejo
(SDRC)
67%-84%
Isquemia crónica crítica de las
extremidades (ICCE) y dolor
70%-80% con >75%
alivio del dolor
Angina
Síndromes de dolor abdominal/visceral
Braquioplexitis/síndrome de salida
torácica neuropática
Dolor de miembro fantasma
Dolor intratable secundario a injuria de
la medula espinal
Dolor mediastinal
Neuritis cervical
Neuralgia post terapéutica
sin datos disponibles
Fig. 5-1 Anatomía del canal espinal. En T9 las fibras torácicas
inferiores están situadas lateralmente dentro de las columnas
dorsales. Algunas de estas fibras están en estrecha proximidad a las
zonas de entrada de la raíz dorsal. Las fibras de la raíz dorsal son
más grandes, con mayor curvatura y se activan más fácilmente que
las fibras de la columna dorsal. Dentro de la columna dorsal
inferior, la capa de líquido cefalorraquídeo dorsal de alta
conductividad (DFCE) es más gruesa que en la médula espinal que
es donde se colocan los cables de estimulación normalmente, para
la terapia de dolor de espalda. El DFCE puede difundirse al campo
de estimulación, aumentando la probabilidad de que las raíces
dorsales se estimulen de manera inadvertida.
Fig. 5-2 Relación entre el nivel espinal y el umbral de percepción/
el espesor dorsal del líquido cefalorraquídeo.
Fig. 5-3 Migración de las parestesias con ajuste mediolateral de
la estimulación. Modificado de Oakley JC et al: Transversal tripolar
estimulación de la médula espinal: resultados de un estudio
multicéntrico internacional, Neuromodulación 9 (3):192-203,
2006.
Estimulación de la Médula Espinal: Consideraciones Generales
sobre las columnas dorsales no se complica por la activación simultánea del sistema motor a menos de que un voltaje significativamente más alto se implemente. Sin embargo, ha habido casos en los
que la activación de las estructuras motoras se activa con el mismo
umbral que el sistema sensorial, por lo tanto la estimulación selectiva
de la columna dorsal no puede ser mantenida con éxito.2
Entender la somatotopía de la médula espinal es de suma importancia para conocer los aspectos técnicos de la implantación. Un
principio básico de la EME es crear un área de parestesia que se
superpone con la región la cual el paciente correlaciona con el dolor.3
Entonces tanto la somatotopía como el nivel de la médula espinal
son necesarios. Barolat y colegas4 han publicado numerosos trabajos
sobre la cartografía de las estructuras de la columna vertebral, lo que
llevó a una base de datos de la correlación de las áreas de respuesta
sensorial a los niveles de la EME dorsales.4
Altas regiones cervicales como C2 pueden cubrir las regiones del
occipucio posterior y ocasionalmente, la mandíbula inferior. La estimulación en C2-C4 proporciona cobertura del cuello, hombro y las
extremidades superiores, así como la cara como resultado de la participación del núcleo descendente del nervio trigémino. A medida
que uno se desplaza hacia la región cervical inferior, C5-C6, la estimulación afecta a toda la mano. Para cubrir la pared anterior del
tórax o la axila, es necesario colocar un electrodo hacia C7-T1.
Más comúnmente un implantador busca cobertura de las extremidades inferiores. Colocación lateral en T11-T12 cubre la cara
anterior del muslo, mientras que la colocación en T11-L1 puede
cubrir la parte posterior del muslo. Aunque la cobertura de los pies
en su conjunto se puede lograr mediante la estimulación de estas
mismas áreas, es difícil cubrir la planta del pie, lo que puede requerir
la inserción de las raíces nerviosas lumbares L5 o S1. El dolor lumbar
es muy difícil de cubrir debido a la estimulación torácica media que
también puede afectar a la pared torácica y abdominal. En general,
colocar el electrodo en la línea media, T8-T10, parece proporcionar
los mejores resultados.
Recientemente, este paradigma ha sido cuestionado por una serie
de casos que demuestran el éxito de parestesias en cuatro extremidades en los pacientes que recibieron sólo la estimulación cervical.5 En
general, este efecto se consigue con la estimulación con amplitudes
más largas y frecuencias más bajas. Aunque el mecanismo no está
todavía bien entendido, algunos han planteado la hipótesis de que un
espesor más fino de FCE dorsal de la columna vertebral cervical puede
permitir la estimulación de las fibras más profundas medial y la línea
media que corresponden a las extremidades inferiores.
Ciencia Básica
El entusiasmo con la tecnología de la EME inició con la introducción
de la teoría de la puerta control del dolor de Melzack y Wall6 en 1965.
Se observó que la estimulación de las grandes fibras mielinizadas de
los nervios periféricos resultaba en parestesias y se bloqueaba la
actividad de las pequeñas proyecciones nociceptivas. En otras palabras, la estimulación apropiada de una señal de competencia aferente
puede bloquear efectivamente una señal de dolor existente.
Aunque una gran cantidad de trabajo se ha publicado, el mecanismo exacto de acción de la EME sigue sin estar claro. El trabajo de
modelos computarizados de Coburn,7,8 Coburn y Sin,9 Holsheimer
y asociados10 y Holsheimer Strujik11 y Holsheimer y Wesselink12 han
arrojado algo de luz, al menos en teoría, sobre la distribución de los
campos eléctricos dentro de las estructuras de la columna vertebral.
Está claro que la estimulación en la cara dorsal del espacio epidural
crea campos eléctricos complejos que afectan a un gran número de
estructuras, incluyendo las fibras aferentes del nervio periférico,
columnas dorsales, o vías supralemniscal. Los mecanismos a distintos niveles del sistema nervioso central, aparte de la médula espinal
se cree que contribuyen a los efectos de la EME. Tales mecanismos
incluyen los potenciales de acción que pasan de manera antidrómica
caudalmente en las columnas dorsales para activar los mecanismos
41
espinales segmentarios en las astas dorsales y los potenciales de acción
de las columnas dorsales ascendentes activando las células en el tronco
cerebral, que a su vez podrían conducir a una inhibición descendente.
Un trabajo reciente de Schlaier y Asociados13 demostraron que los
cambios en la excitabilidad cortical con la EME, que se cree que es
N-metil-D-aspartato (NMDA)- está relacionado con la neuroplasticidad a nivel supraespinal. A nivel químico, los estudios en animales
sugieren que, la EME provoca la liberación de serotonina, sustancia P
y γ-aminobutírico (GABA) en el asta dorsal.14-16
Indicaciones/Contraindicaciones
Como se ha mencionado anteriormente, la EME se ha usado para
una variedad de condiciones de dolor y está particularmente indicada para el dolor de origen neuropático y no para el dolor nociceptivo. Es importante darse cuenta de que la neuroestimulación es una
opción de tratamiento a lo largo del continuo control del dolor.
Otra consideración importante es la necesidad de un cuidadoso
análisis psicológico en la selección de candidatos para el procedimiento
de la EME.17-24 Esto se vuelve particularmente importante porque los
trastornos del estado de ánimo pueden alterar el aviso del dolor y la
percepción del mismo por el paciente. Los pacientes que tienen trastornos psiquiátricos francos, depresión excesiva, enojo o expectativas
poco realistas pueden ser inapropiados para la terapia EME, sin
embargo, algunos de estos pacientes pueden ser candidatos favorables
para la EME después del tratamiento psiquiátrico adecuado. Las indicaciones más comunes para la EME se exponen a continuación.
Síndrome Postlaminectomía/Síndrome de Cirugía
Fallida de Espalda
El Síndrome postlaminectomía esta vagamente definido. El término se
ha incluido en el dolor localizado en el centro de la zona lumbar baja,
dolor en las nalgas, dolor radicular persistente, o dolor difuso de las
extremidades inferiores. Aracnoiditis, fibrosis epidural, radiculitis,
microinestabilidad, hernias de disco recurrentes y las infecciones, se han
perpetrado en la etiología de este síndrome. Aunque la EME es aceptada
en el tratamiento del dolor en la pierna, su uso generalizado para el
alivio del dolor en la zona lumbar inferior todavía queda por definir.
Síndrome de Dolor Regional Complejo
El SDRC se caracteriza por presencia de empeoramiento gradual del
dolor que se torna a severo, hinchazón y cambios en la piel de las
manos, los pies, los codos o las rodillas. Puede ser secundario a una
lesión (SDRC tipo II) o puede no tener una etiología clara (SDRC tipo
I). La aplicación de la EME en estos pacientes puede ser más difícil
que con cualquier otro grupo de pacientes, en parte debido a la naturaleza mal definida de del dolor. Además, hay una mayor posibilidad
de agravar el dolor original o causar un dolor nuevo o alodinia en el
sitio de implantación del dispositivo. Por otra parte, el dolor también
puede extenderse a otras partes del cuerpo, con lo que la cobertura a
largo plazo es extremadamente difícil.
Isquemia Crónica Crítica de Extremidades y Dolor
En 1973 Cook y Weinstein25 fueron los primeros en sugerir que las
indicaciones para la EME podrían extenderse más allá del control del
dolor intratable. Se observó a un grupo de pacientes con esclerosis
múltiple que se sometieron a la EME para tratar el dolor crónico.
Inesperadamente los pacientes no solamente experimentaron alivio
del dolor, sino también, una mejoría en la movilidad y la función
sensorial y la vejiga. Se encontró casualmente una mejoría evidente en
el bajo flujo sanguíneo del miembro y posteriormente se utilizó la
EME en pacientes cuyo principal problema era la enfermedad vascular
periférica (EVP).26 Estos pacientes se encontró tenían un alivio del
dolor en reposo, aumento de temperatura de piel, mejoría en el flujo
sanguíneo pletismográfico y curación de pequeñas úlceras cutáneas.
De manera similar, se cree que la terapia con la EME es beneficiosa para los pacientes con dolor secundario al fenómeno de
Raynaud27 y con neuropatía diabética.
42
Estimulación de la Médula Espinal
Angina
El papel de la EME en el tratamiento de la angina de pecho refractaria
parece ser muy prometedora. Hay informes bien documentados en la
literatura que revelan resultados uniformemente buenos en el alivio
del dolor de la angina de pecho.29-33 Además, los resultados se han
mantenido a largo plazo después del seguimiento y han sido confirmados por una reducción en la ingesta de nitratos. Curiosamente, otros
hallazgos han apoyado la evidencia de que la EME tiene efectos que
van más allá del alivio del dolor. Las observaciones de que hay menos
depresión del segmento ST y que la capacidad de ejercicio, el tiempo
para la angina de pecho y el tiempo de recuperación todo mejora con
la estimulación y puede sugerir que hay una reducción en la isquemia.
En un estudio de tomografía de emisión de positrones, una redistribución del flujo del miocardio en favor de sus partes isquémicas se ha
demostrado como un efecto a largo plazo de la EME, tanto en reposo
como después de la inducción de estrés farmacológico.34
Además, dado que la relación entre el dolor y la isquemia miocárdica no ha sido completamente aclarado, no sabemos si el alivio del
dolor es causado por la depresión directa de señales nociceptivas en
la médula espinal o si existe ganancia secundaria de una reducción de
la isquemia.35,36 Por un lado, una cantidad significativa de trabajo por
Foreman14 ha demostrado que la estimulación de la columna dorsal
inhibe la actividad de las células del tracto espinotalámico, que normalmente se activan por aferentes simpáticos cardíacos o bradiquinina intracardíaca. Por otro lado, los efectos de la estimulación podrían
ser equivalentes a los de una simpatectomía que inhibe un sistema
simpático hiperactivo. Este último mecanismo ha sido demostrado
experimentalmente en la rata por Linderoth y asociados.37
Plexitis Braquial/Síndrome de la Salida Torácica Neurogénica
La EME también se ha descrito como útil para el dolor secundario a
cualquiera plexitis braquial o síndrome de salida torácica neurogénica. La mayoría de estos pacientes se quejan de dolor que afecta a la
extremidad superior, el hombro, el trapecio, la axila y/o la pared
anterior del pecho superior. Por desgracia, la literatura es relativamente carente para esta indicación.
Otras Indicaciones
Los primeros estudios en la década de 1980 demostraron los beneficios de la EME para la incontinencia urinaria, con el consiguiente
incremento de la continencia y la reducción sustancial del volumen
de orina residual.38-42 Estos efectos se encontraron con la estimulación
de las raíces sacras ventrales, un método que también se ha demostrado que mejora la función intestinal en pacientes con lesión de la
médula espinal.43 Los ensayos en la década de 1970 reportaron beneficios iniciales con esta modalidad para mejoría del dolor del miembro
fantasma, pero pocos de estos pacientes experimentaron resultados
duraderos en el seguimiento a largo plazo.44 También existen informes
dispersos que demuestran el beneficio de la EME en el tratamiento del
dolor intratable secundario a una lesión de la médula espinal, dolor
mediastinal, neuritis cervical y neuralgia postherpética.
Electrodos Percutáneos
Los electrodos percutáneos, también conocidos como electrodos de
alambre, son particularmente atractivos debido a que se pueden insertar sin realizar una disección y son más apropiados para llevar a cabo
un ensayo para evaluar la candidatura para un implante permanente.
Durante el implante de estos electrodos se puede avanzar sobre varios
segmentos en el espacio epidural, permitiendo probar varios niveles
de la columna vertebral para evaluar la posición óptima de los electrodos. Después del período de prueba los electrodos pueden ser fácilmente retirados en el consultorio del médico. Los electrodos
percutáneos contemporáneos son delgados (es decir, sólo unos pocos
milímetros de diámetro) y contienen cuatro (cuadripolar) u ocho
(octipolar) contactos con diferentes separaciones. Estos electrodos
percutáneos también vienen en distintas longitudes, que se diferencian por el fabricante. Por último, los cables de extensión son ocasionalmente necesarios para salvar la distancia desde el punto de entrada
de la columna vertebral para el bolsillo en el que la batería residirá.
La elección del electrodo depende generalmente de cómo muchos
segmentos de la médula espinal deben ser cubiertos. A pesar de que
los electrodos con mayor espacio permiten una cobertura más amplia,
el espaciamiento más de cerca permite un mejor manejo y configuración del campo eléctrico. La tendencia general es utilizar uno o dos
electrodos cuadripolares para el dolor de miembros y uno o dos electrodos octipolar para el dolor axial. Incluso la inserción de tres electrodos se está estudiando para una mejor dirección de la corriente.46
Una desventaja importante de los electrodos percutáneos es su
tendencia a migrar, secundario a su flexibilidad inherente, lo que es
necesario para su inserción a través de una aguja de Tuohy y su forma
cilíndrica. Estos factores pueden conducir a la migración hasta meses
después de la implantación. Como resultado, los pacientes con derivaciones percutáneas han informado de una mayor variación posicional en su parestesia. Para solucionar este problema, algunos electrodos
percutáneos se han introducido con estilete de refuerzo. Otra desventaja es que los electrodos percutáneos son menos eficientes energéticamente que los electrodos de placa. La corriente eléctrica se distribuye
circunferencialmente alrededor del electrodo y por consiguiente los
resultados en mayor derivación de corriente.
Recientemente ANS (Una compañía de St. Jude, Plano, Tex) ha
introducido un tipo de electrodo de placa de línea delgada que puede
ser insertado vía percutánea. La base del electrodo proporciona una
superficie más amplia en donde la fibrosis puede disminuir el riesgo
de migración del electrodo hacia caudal. El perfil más delgado del
electrodo también puede tener ventajas en la columna cervical
donde la compresión de la médula espinal puede ser un problema.
Finalmente, el diseño brinda una ventaja de miniplaca puesto que
los contactos están en un lado mientras el otro lado está aislado,
dando lugar a un sistema de energía más eficiente (Fig. 5-4).
Equipo
La estimulación eléctrica consiste en pulsos rectangulares entregados
al espacio epidural a través de un electrodo implantado a través de
una fuente de alimentación. Los electrodos fueron inicialmente todos
unipolares en naturaleza, pero posteriormente se desarrollaron de tipo
bipolar y tripolar. La primera energía de radiofrecuencia (RF)-impulsados por receptores pasivos han dado paso a los generadores de
impulsos implantables (GII), que se introdujeron por primera vez en
la década de 1970. En 1980, el primer electrodo tetrapolar percutáneo
que fue producido, podía ser reprogramado de manera no invasiva a
través de un transmisor externo.45 Posteriormente los GII que pueden
ser programados por vía transcutánea se han desarrollado. Este avance
más reciente es ahora líder de un interés renovado en la posibilidad
de utilizar matrices de electrodos especiales en el suministro de estimulación eléctrica a la médula espinal.
Fig. 5-4 Electrodos línea delgada.
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