Expectativas. Cuando llega un nuevo jefe, el equipo espera logros

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Expectativas.
Cuando llega un
nuevo jefe, el
equipo espera
logros inmediatos.
62 | EXPANSIÓN | 17 - 30 de septiembre, 2012
foto: GETTY IMAGES
estrategias
ensayo
Los mitos y realidades
de una sucesión
Cuando un nuevo ceo asume su cargo, hay expectativas alrededor
de su nueva gestión que no siempre son realistas.
por Francisco Ruiz Maza, Director Ejecutivo de Russell Reynolds Associates
E
n 2011, 14.2% de los ceo de las 2,500 empresas
más grandes de Estados Unidos fueron reemplazados. El 69% de las sucesiones fueron planeadas, 15.5% fueron renuncias del ceo anterior y 15.5% producto de una adquisición o fusión,
según un estudio realizado por la consultora Booz &
Company.
Existe una serie de preconcepciones acerca del
adecuado proceder del nuevo ceo cuando asume la
posición. Con base en la experiencia de la consultora
Russell Reynolds en reclutar ceo, he identificado los
mitos más comunes y recurrentes asociados a la transición en la cúpula de la compañía. La realidad, sin
embargo, es mucho más pragmática y varios de estos
mitos se desmoronan.
La expectativa que acompaña el arribo de un
nuevo ceo es entendible y natural. El equipo directivo
añora la oportunidad para presentarse, causar una
buena primera impresión e idealmente posicionarse
favorablemente en los ojos del nuevo líder. Por otra
parte, el resto de la organización experimenta curiosidad por conocer al nuevo director general. La ansiedad de la transición y el proceso de sucesión le ha dejado un vacío de liderazgo momentáneo que busca
rellenar y aplacar.
El consejo de administración quiere ver resultados
próximos y una reivindicación de que su decisión de
llevar a cabo el cambio fue la correcta y en el mejor
interés de los accionistas. En el caso de las empresas
públicas, la respuesta del mercado y el precio de la acción posterior al anuncio es una clara lectura de cómo
ha sido percibido el cambio, de cómo perciben los inversionistas al nuevo capitán de la compañía.
Cada cambio de ceo está acompañado de una historia específica y particular de la compañía y es evidente que las circunstancias y problemática de cada
caso son únicas. La visibilidad que genera un cambio
repentino de ceo en una empresa pública genera un
nivel de escrutinio público mayor que una transición
ordenada en una compañía privada familiar.
Una transición ordenada, estructurada y planeada
permite una comunicación efectiva entre las partes
interesadas y relacionadas, quienes establecen expectativas claras del nuevo ceo. Más allá de la razón
que genere esta transición, ya sea retiro, desempeño,
condiciones de mercado o una fusión y/o adquisición, un plan estructurado y claro de cómo se llevará
a cabo la sucesión es necesario.
Primeras impresiones
El escrutinio hacia el nuevo Director General es enorme. El manejo inicial de su nueva responsabilidad es
fundamental para crear una imagen y reputación
dentro y fuera de la compañía que le puede representar una base de impulso para el éxito. O, en su defecto, un bagaje negativo que se puede convertir en un
peso que le reste agilidad y credibilidad con el consejo de administración, el equipo directivo y el público
en general dentro y fuera de la empresa.
Alrededor de estas expectativas, se han generado
preconceptos sobre la sucesión de un ceo, algunos
son ciertos y otros falsos. He encontrado que sólo al17 - 30 de septiembre, 2012 | EXPANSIÓN | 63
estrategias
Mitos Y realidades
“El rumbo estratégico de la empresa debe
ponderarse y pensarse con tiempo suficiente,
ya que el impacto es determinante y de muy
largo plazo”.
Hector Hernández Pons,
Presidente y Director General de Grupo Hérdez.
gunas de estas ideas son realmente efectivas y aplicadas por ceo al tomar las riendas de una nueva compañía. Más allá del tipo de empresa (nacional, extranjera,
pública, privada), he asociado similitudes en lo que
varios ceo me han comentado como útil y relevante.
Basándome en este diálogo, he desacreditado o validado varios de estas preconcepciones asociadas a este
crítico evento para las compañías.
La redefinición inmediata de la estrategia
de la compañía es clave
Falso: Los ceo entrevistados manifestaron que la redefinición de la estrategia obedece únicamente a una
necesidad específica de dar “un golpe de timón” en
situaciones críticas. Por el contrario, la estrategia debería permanecer hasta que se tenga un claro entendimiento de la situación real de la compañía. “Los temas
trascendentes de la empresa, como el rumbo estratégico, deben ser ponderados y pensados con tiempo
suficiente, ya que el impacto es determinante y de
muy largo plazo”, dice Héctor Hernández Pons, presidente y director general de Grupo Hérdez.
Probablemente la sugerencia más importante que
puede adoptar un nuevo ceo, es evaluar, analizar y
escuchar antes de tomar decisiones de gran impacto.
Es imperativo que entienda las condiciones en que recibe la compañía y si es ajeno a la industria o al sector,
tome un conocimiento profundo de la dinámica sectorial. La redefinición de la estrategia debe ser consecuencia de un análisis y evaluación profundos.
Es fundamental demostrar resultados
rápidamente
Cierto: “Lograr aciertos inmediatos al asumir la dirección general permite demostrar que progresas y
manda una señal muy clara a la organización —dice
Corrado de Gennaro, director general de Johnson &
Johnson México—. Muchas veces, estos logros iniciales permiten establecer rápidamente una credibilidad
con el equipo directivo”.
Varios de estos logros son evidentes y obvios para
ceo experimentados y obedecen a una práctica de
gestión. Hay temas prioritarios que deben ser atendidos con agilidad y prontitud. Hacerlo pronto genera
una confianza y credibilidad en la nueva administración. Al inicio, la relación entre el ceo y el equipo directivo podría describirse casi como una evaluación
mutua, en especial cuando algunos de los miembros
del equipo directivo aspiraban a asumir la dirección
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general ellos mismos. Es crítico para el nuevo ceo establecer su reputación como un directivo experimentado, con la habilidad de asumir el cargo desde el primer día.
Hay que reconfigurar dramáticamente
al equipo directivo
Falso: El director general de una empresa privada y
familiar nos comenta que “es delicado hacer movimientos sin entender antes el funcionamiento no oficial del equipo directivo, ya que se puede perder un
punto de vista o opinión divergente del resto del
grupo y esta perspectiva puede aportar enorme valor
al nuevo ceo”.
Hay que evaluar, entender y conocer a profundidad a cada uno de los miembros del equipo directivo,
evaluar sus capacidades, experiencia y potencial
antes de tomar una decisión relevante al respecto.
Otro Director General nos comenta: “Se corre un
enorme riesgo de perder muchos años de experiencia, tropiezos y aprendizajes si se decide remover a
alguien de la compañía con la intención de enviar un
mensaje al inicio de la gestión”.
La impresión del ‘sello personal’ es imperativo
CIERTO: La necesidad de demostrar que las cosas han
cambiado es fundamental. Es impensable, dado el
impacto que tiene el ceo en el resto de la organización, que su forma de actuar no permee todos los
niveles.
Es importante que la agenda y filosofía empresarial del nuevo ceo se perciban en la compañía lo antes
posible en su gestión. Es una gran oportunidad para
mandar un mensaje claro de cómo pretende manejar
la empresa y, sin duda alguna, será la base de su agenda estratégica y de cambio.
“El sello personal es clave —dice Corrado de Gennaro—. Es un mecanismo muy efectivo de ganar credibilidad y mandar un mensaje”.
Los primeros 100 días son decisivos
FALSO: “Más que un lapso determinado, lo importante
es poder avanzar en la definición de la agenda de la
empresa y actuar acorde”, dice Hernández Pons.
El resto de los ceo con quienes hablé también asumen este punto de vista. Si bien coinciden en que es
importante tener un parámetro de tiempo para poder
evaluar el avance, los primeros 100 días no necesariamente representan el plazo obligado para determinar
el éxito del nuevo ceo. Éste difiere dependiendo del
tipo de empresa y las condiciones específicas de la
misma.
En empresas públicas, se recomienda evaluar el
reporte al mercado trimestral como un primer indicador de avance. En empresas privadas, será en las primeras reuniones de Consejo donde se rindan cuentas
del inicio de gestión. Lo crítico es que el nuevo ceo
defina un plan concreto de acción con métricas, plazos y objetivos claros.
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