HABILIDADES PARA ESTIMULAR A NUESTROS/AS HIJOS/AS EN LOS ESTUDIOS El éxito escolar no depende sólo del colegio donde estudia nuestro hijo. Los padres y madres somos responsables de numerosas actitudes, valores y hábitos que adquieren durante el aprendizaje. Y además, podemos ayudarle a estudiar, ya que todos los alumnos pueden mejorar su rendimiento. El papel educativo de la escuela es indiscutible, pero no suficiente. El aprendizaje y adquisición de conocimientos por parte de nuestros hijos es una parcela de la educación que los padres delegamos a los profesores. Sin embargo, nosotros somos altamente responsables del desarrollo adecuado de actitudes, valores y hábitos que les posibilitarán un éxito académico completo. Todos los estudiantes pueden mejorar su rendimiento escolar, nunca es demasiado tarde o temprano y los padres podemos contribuir a ello trabajando conjuntamente con nuestros hijos. La base de esta mejora está en establecer un lugar y horario de estudio adecuados, en facilitarles unas técnicas de estudio básicas, en estimularles adecuadamente para que mantengan la motivación suficiente para alcanzar buenos resultados y en fomentar la lectura. Podemos actuar en estos aspectos que afectan directamente al aprendizaje, teniendo siempre presente que éste es un proceso que requiere constancia y que, de lo que se trata, es de que nuestros hijos alcancen una autonomía de aprendizaje que les permita enfrentarse con éxito a sus estudios. Para adecuar a nuestros/as hijos un hábito adecuado, se debe: 1. ESTABLECER UN HORARIO DE ESTUDIO. • Adecuado a las necesidades, capacidad y disponibilidad de nuestro hijo/a. • Flexible: preparado para imprevistos. • Escrito: que sirva de recordatorio de las actividades ¿Cómo planificar un horario de estudio con nuestros hijos y llevarlo a la práctica? • Hacer un listado de las actividades. • Planificar el horario semanalmente. • Concretizar las tareas al máximo. • Dedicar un especial interés a las materias más costosas y al orden de realización de tareas. • Modificar el horario si se considera que los cambios afectarán positivamente en el rendimiento. • Intentar que las horas de estudio sean siempre las mismas y en el mismo lugar 1 2. ESTABLECER EL LUGAR DE ESTUDIO. LOS FACTORES EXTERNOS. Para que el lugar de estudio sea adecuado, debemos procurar que cumpla los siguientes requisitos: • Debe ser siempre el mismo. • Tranquilo y silencioso. • Tener una buena iluminación. • Debe estar correctamente ventilado. • El mobiliario ha de ser adecuado, resistente y cómodo; • El material que se haya de utilizar debe estar en orden y al alcance de la mano; todo debe estar fácilmente localizable. • Postura higiénica. • Una buena hora sería las 5 de la tarde, para que les de tiempo a despejarse después de salir de clase. 3. LOS FACTORES INTERNOS. • • • • • • • • Fomentar la atención. Técnicas de relajación / respiración. Combatir la fatiga / cansancio. Ayudar a la memoria. Reglas mnemotécnicas. Juegos de memorización. Aumentar la motivación. Desarrollar la curiosidad: no crear expectativas previas sobre los temas a dar en clase, no atender a los mensajes negativos. Evitar las distracciones. Tener autoconfianza. 4. FACILITAR TÉCNICAS DE ESTUDIO Las técnicas de estudio son imprescindibles en todas las tareas relacionadas con el estudio y el procesamiento de la información: comprensión, retención, recuperación... Existen numerosas técnicas de estudio, algunas sirven para finalidades muy específicas (por ejemplo, memorizar nombres de ríos), pero otras son herramientas de utilidad para cualquier ámbito del saber. A medida que nuestro hijo vaya superando niveles escolares, será indispensable que conozca y domine técnicas de estudio básicas. 5. MI HIJO/A HA TRAIDO MUCHOS SUSPENSOS. • Los grandes castigos y los grandes gritos. Los castigos y los gritos no son la manera más adecuada para encontrar las causas del fracaso y, por lo general, al llegar el siguiente informe, se repite la misma escena. Cuando esta situación es reiterativa, el estudiante se acostumbra a ella, aguanta con más o menos estoicismo 2 los gritos de los padres, y al día siguiente sigue la vida como si nada. Lo triste es que la situación académica no mejora y la relación familiar se deteriora poco a poco. • Humillarle. Expresiones como: "Eres un vago", "No harás nada en la vida", "Que tonto eres", "Si yo hubiera tenido tus oportunidades...", y otras lindezas de este estilo no suelen dar buenos resultados, al menos en el plano personal, porque sólo humillan, pero no buscan soluciones. 6. BIBLIOGRAFÍA: • Técnicas de estudio. Miguel Sala Parrilla. 3