LA ACTIVIDAD AGROPECUARIA Y EN PARTICULAR LA GANADERIA ¿AGREGAN VALOR? Voy a comenzar con un cuento que suelo utilizar en mis presentaciones, se refiere a un matrimonio radicado en un campo de nuestro inmenso territorio, el Don Zoilo y ella Doña Eulalia. Un día de 1940, Zoilo le dice preocupado: “Ojala llueva, Eulalia”. Su preocupación en ese momento era el clima Pasa el tiempo y otro día de 1990 nuevamente Zoilo preocupado le dice: “Ojala que los representantes del Grupo CAIRNS tengan éxito en la ronda del GATT en Bruselas y logren que la Comunidad Económica Europea rebajen los subsidios y los Norteamericanos hagan otro tanto para que nuestros productos no tengan que seguir luchando contra los GSM 102 y los bonos EEP Estadounidenses, Eulalia” Zoilo en el año 2008 había incrementado su gerenciamiento y tecnificación, realizaba siembra directa en sus cultivos y pasturas, utilizaba semillas desarrolladas con Biotecnología por companías Argentinas, hacia destete precoz, suplementaba la cría y recría con raciones, silo de maíz y balanceados, terminaba los animales a corral con raciones formuladas por su asesor en nutrición, utilizaba los mercados a término para calzar sus compras y ventas de cereales, inseminaba sus vacas y hacia trasplante embrionario. Se había comprado una sembradora con monitor de siembra y un fumigador con Navegador satelital, el contratista tenía en la cosechadora con diversos monitores para rendimientos, agricultura de precisión y también navegador satelital. Además tenía una antena de televisión satelital, un amplificador para señal de celular con internet, energía solar para sus electrificadores. Había podido cambiar su vieja F100 por una 4x4, dado que tranqueras afuera los caminos no habían mejorado. Con gran satisfacción sus dos hijos se habían recibido en la Universidad uno como Ingeniero Agronomo y el otro como Médico Veterinario A diferencia de años pasados todo lo que el producía era demandado con excelentes precios. En ese momento estaba proyectando nuevas inversiones cuando se produce la crisis del campo con la famosa Resolución 125. Una vez más le comenta preocupado a su mujer: “Sera cierto eso que dicen que somos de segunda porque no agregamos valor y debemos ceder renta para otras actividades que agregan más valor, si en realidad el pueblo vive de nuestro movimiento. Eulalia, ¿qué es eso de agregar valor?” Los inicios de la actividad agropecuaria en la Republica Argentina fueron en base a tecnologías de insumos, con mano de obra intensiva basada en la inmigración, tracción a sangre y sistemas primarios de producción. Los bienes generados eran productos primarios como carne y granos Desde sus inicios al presente la actividad evoluciono a una nueva forma de empresa con alto nivel de gerenciamiento, tecnologías de procesos, ventas por pantalla, mercados a término, etc. Se paso de competitividad en inversiones “Hard” (insumos, equipamiento o “fierros”, etc.) a inversiones “Soft”que es el conocimiento, la capacitación y adaptación de los miembros de las organizaciones. Siendo el productor Argentino líder en el mundo en estos aspectos La revolución industrial origino que la producción de la mayoría de bienes migraran de procesos artesanales a industriales. Esta actividad aunque tardíamente siguió el mismo camino. El problema para percibir este cambio por parte de los consumidores, en especial en los grandes centros urbanos, es que el producto final sigue siendo a sus ojos el mismo, sin agregado de valor. Cadena de valor (Michael E. Porter 1985): es el conjunto interrelacionado de actividades creadoras de valor, que se extienden durante todos los procesos, que van desde la consecución de fuentes de materias primas hasta que el producto terminado se entrega en las manos del consumidor. Este enfoque es externo a la empresa, considerando a cada compañía en el contexto de la totalidad de la cadena de actividades creadoras de valor de la cual la empresa es solo una parte, yendo desde los componentes básicos de las materias primas hasta el consumidor final. El asunto clave es maximizar la diferencia (agregado de valor) entre insumos y ventas. Si en lugar de ver a la carne o el grano como producto final, lo consideramos en realidad como el final de una cadena de valor donde para la obtención de los mismos se requiere de la interacción de múltiples actores de la economía (profesionales, genética, biotecnología, industrias agroquímicas, maquinarias, fletes, puertos, combustibles, almacenamiento, acondicionamiento, etc, etc.) podremos contestar la pregunta de Zoilo. Don Zoilo podemos discutir si se agrega o no valor con la ganadería o granos, pero en realidad no tiene sentido perder tiempo en ello. Lo fundamental es que son grandes generadoras de valor. Su producción permite que, hacia atrás, se generen múltiples actividades participes de la cadena de valor de la carne o grano. En realidad para analizar correctamente a estas actividades más que ver si agregan valor, debemos ver la generación de valor que producen Probablemente sean actividades tan movilizadoras y generadoras de valor como la construcción. Solo al título de ejemplo presentare algunos datos publicados por La Fundación Producir Conservando en agosto del 2002 en un trabajo denominado El Sector Agropecuario y Agroindustrial (Lic. Gustavo M. Lopez - Ing. Agr. Gustavo Oliverio): “Partiendo de una Población Económicamente Activa (P.E.A.) de 13.338.000 personas, el sector Agropecuario en lo que hace a la producción primaria, tenía una ocupación de 967.000 personas, que representa el 7,2% de la P.E.A total del país. Al sector de la producción primaria hay que agregarle los sectores procesadores de productos agrícolas y/o ganaderos y otros sectores que suministran insumos y maquinaria para el agro. Los mismos tenían en 1999 una P.E.A de aproximadamente 1.024.000 personas. Tomando el total de la P.E.A en 1999 como 13.338.000 personas, los sectores productores de Bienes participan con 3.018.000 personas, que representan un 22% del total de la P.E.A, en tanto que los sectores de Servicios involucraban un total de 10.320.000 personas, es decir el 77,3% de la P.E.A Dentro de los sectores Productores de Bienes, los relacionados con el sector Agropecuario y Agroindustrial, ocupaban en el año 1999 un total de 1.991.000 personas, es decir el 65,9% de la P.E.A vinculada a la producción de Bienes. Este dato muestra claramente que Argentina es un País Agropecuario y Agroindustrial en lo que a producción de bienes se refiere. Es muy difícil obtener cifras de participación de las actividades agropecuarias y agroindustriales en la P.E.A del sector de servicios, pero nadie puede dudar de la importancia que tiene el complejo agropecuario en los servicios comerciales (que ocupan 2.852.000 personas) en los de transporte (667.000personas) y en los financieros, de seguros y conexos (233.000 personas), que totalizan aproximadamente 3.752.000 personas. Según este trabajo, el sector Agropecuario y Agroindustrial en Argentina tendría P.E.A. de más de 5.7 millones de personas representando así el 43% del total de la Poblacion Economicmente Activa (P.E.A) del país.” Se sostiene que la actividad agropecuaria tradicional no agrega valor y que deberíamos como proyecto de país buscar un desarrollo a través de otras actividades que generan mayor valor agregado. Creo que deberíamos analizar críticamente estos conceptos. Mi opinión es que este sector padece de problemas comunicacionales dado que a pesar de su importancia tiene en general una “mala prensa” por una visión antigua de lo que es la actividad. Debemos analizar la generación de valor no solo hacia adelante sino también hacia atrás. Existe una confusión de objetivos y criterios macroeconómicos y microeconómicos respecto de los comodities. Podemos discutir si el desarrollo de la República Argentina se podría dar solo con los comodities, pero de allí inferir que es la oveja negra que no agrega valor y consecuentemente debe ser tratada discriminatoriamente para subsidiar a otros sectores teóricamente más dinámicos, es un grave error. El desarrollo de un país se hace con la suma de sectores y no discriminando a los más dinámicos y competitivos a favor de otros que aun no logran demostrar su dinámica y competitividad, con el falso argumento de que agregan más valor u ocupan a más personas. Deberíamos cambiar nuestra visión de la actividad agropecuaria. La nueva visión de la la ganadería y agricultura está asociada a la capacitación, tecnología y gerenciamiento. Detrás de la producción de un kg de carne o grano de soja está la universidad, las proveedoras de genetica, agroquímicos, maquinarias, insumos, los servicios colaterales, los transportes, es decir, están los pueblos, los oficios de los pueblos que trabajan para la ganadería y agricultura: el tornero, el gomero, el chofer, el profesional. La nueva ganadería y agricultura son grandes generadores de actividad económica y empleo. Debemos pensar en lo que generan las cadenas de valor. Hay todo un proceso vinculado. Estoy convencido que con flexibilidad y adaptación a los nuevos requerimientos de los consumidores el sector agropecuario Argentino tiene un largo futuro. Es un sector que no necesita que lo ayuden ni fomenten, es de los más competitivos del mundo generando valor, solo necesita que lo dejen trabajar con reglas claras y sin discriminaciones basadas en una visión de la actividad que ha sido superada con lo que se denomina la Gran revolución de las Pampas Argentinas y que es objeto de estudio en diversas universidades extranjeras. Eduardo Martinez Ferrario Licenciado en Administración - UBA Contador Público - UBA Titular de Cabaña El Amargo Vicepresidente de la Asociacion Braford Argentina