EL QUINTO PASO HACIA LA RECONCILIACIÓN

EL QUINTO PASO HACIA LA RECONCILIACIÓN
“CUMPLIR LA PENITENCIA”
Llegamos al último paso de la celebración del Sacramento de la Penitencia y reconciliación; como
signo de nuestra conversión y de nuestro firme propósito de acogernos a la ley del Señor nuestro
Dios, la Iglesia, a través del Sacerdote, nos impone una penitencia, es decir, un acto de expiación o
compensación por el daño ocasionado a nosotros mismos y a la comunidad con nuestros pecados.
Todo acto fuera de los mandamientos del Señor y de sus orientaciones morales es una causa de
sufrimiento y lesión a la paz y armonía de todos los fieles que formamos parte de la comunidad
eclesial e incluso de la humanidad por más pequeña que haya sido la falta.
Normalmente el sacerdote cuando le impone la penitencia al niño que se confiesa le dice que haga
algunas oraciones; pero también puede indicarle como penitencia realizar otro tipo de acciones
tales como: Dar limosna a alguna persona necesitada, comprometer al niño en alguna actividad de
aprendizaje para crearle hábitos de estudio, ayudar en la casa en algunas tareas del hogar para
formar en el niño el sentido de pertenencia y solidaridad, etc. Cuando se trata de algunos actos de
sustracción de pertenencias de otros compañeros y/o hermanos, se le exigirá, en la medida de lo
posible, reponer el daño o devolver lo sustraído.
Es importante que los niños aprendan que la penitencia que el sacerdote le asigna no es para
rezarla de cualquier modo y manera, sin tomar en cuenta que con esa penitencia está tratando de
compensar el daño, por muy pequeño que sea, que ha ocasionado a toda la comunidad.
Para que nos entendamos: Si nuestro niño o niña es un desordenado o una mentirosa que le
cuesta confrontar la verdad, aunque se trate de cosas menores, su conducta es causa de molestia
y desasosiego en nuestro hogar; por tanto tenemos que ayudarla con alguna conducta o hábito
apropiado a superar el problema y para que se viva en el hogar con más armonía.
Como por lo general los sacerdotes las penitencias que colocan a los penitentes suelen ser algunas
oraciones, la reunión de reflexión de este día pueden cerrarla con el rezo del credo y la Salve o
cualquier otra oración que ustedes los papás estén habituados a realizar.