La Confianza, ¿qué es y cómo se construye en el niño? Gaby González y Luis Carlos Flores ¿Confiar significa: obedecer ciegamente; creer todo lo que te dicen; ser un libro abierto siempre; atreverse a hacer cualquier cosa; ó rara vez sentir miedo? El diccionario nos dice que "confianza" significa: 1- Esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea. 2- Seguridad, especialmente al emprender una acción difícil o comprometida. El término confianza quiere decir “puedo fiarme en mi/su naturaleza”. Implica que puedes contar contigo mismo, o con aquello con lo que te relacionas en un momento determinado, para realizar una acción. La confianza tiene dos aspectos básicos: - La auto confianza: la seguridad y el ánimo que tiene una persona en realizar cierta acción. - La proyección: el grado de certeza sobre la acción o comportamiento de lo que está afuera (personas o cosas). Es una proyección de la auto confianza, porque está basada en la evaluación subjetiva del comportamiento esperado, y del grado en el cual la persona está dispuesta a confiar en su evaluación. Ejemplo: Si estás cruzando un tronco sobre un precipicio, debes tener una enorme confianza tanto en tu equilibrio (auto confianza) como en la fortaleza del tronco (proyección). Porque, en este ejemplo, tu vida está en juego. En cada etapa de nuestra vida, desde que llegamos al mundo hasta que nos vamos, vivimos experiencias que nos ayudan a adquirir o perder confianza, tanto en nosotros mismos como en nuestro entorno. Entender cómo se construye la confianza es fundamental para el desarrollo sano y óptimo de nuestros hijos. Este es un tema tan amplio como profundo. En este artículo compartimos contigo los 6 elementos para nutrir la confianza: 1.- Crea un ambiente seguro. Los golpes y accidentes generan miedo. Si suceden mucho el niño se retirará del ambiente para protegerse. Recuperar la confianza puede ser difícil después. 2.- Proveer experiencias que tengan resultados positivos. IMPORTANTE: la confianza sólo crece a través del logro, no del fracaso. Habrá fracasos, sí. Pero si el fracaso es constante, el niño desistirá. Mide el tamaño del reto, cuida que sea estimulante y adecuado. 3.- Estimula a que tome riesgos. Una vida 100% segura no ayuda a crecer. Invítalo a que haga cosas nuevas: probar nuevas comidas, actividades, amistades, etc. OJO: riesgo y peligro no son lo mismo. Correr la bici implica riesgo. No usar casco expone al peligro. 4.- Ayuda a que cree una relación sana con el miedo. El miedo es una emoción natural y muy importante. Ayuda a calcular riesgos y a notar el peligro. Pero puede ser un aliado, o volverse el enemigo que paraliza ante el reto. No se trata de quitar el miedo. Más bien de aprender a escuchar su mensaje y usarlo para avanzar. 5.- La frustración es buena y necesaria. Antes de generar un logro importante, el niño se frustrará intentando. Es muy importante acompañarle y ayudarle a manejar su frustración. De nada sirve que sea muy bueno en algo, si cuando fracasa se paraliza y no lo vuelve a intentar. La mayoría de los adultos desisten de sus sueños porque le temen demasiado al fracaso y a la frustración. Cuando se haga amigo de la frustración, su auto confianza crecerá enormemente. 6.- La práctica hace al maestro. A los niños pequeños les encanta repetir. De no ser así, no hubiésemos aprendido a caminar. La repetición ayuda a que domine las destrezas que está adquiriendo, hasta que confía plenamente en sus habilidades. Estimula a que su abanico de experiencias sea muy amplio, que domine muchas cosas distintas. No necesitas ser psicólogo para saber si tu hijo necesita fortalecer la confianza en algún área de su vida. Observa que le sucede. Date cuenta de qué posiblemente pusiste tú, o qué modelaste, para que él/ella se sienta inseguro en esa área. ¿Qué necesita transformar para dar el paso? Traza un plan de acción y ¡manos a la obra!