El capital (inter)lingüístico como determinante de las movilidades espaciales y virtuales Patrick Chardenet Las universidades están frente a un proceso de internacionalización de la producción, de la difusión y de la enseñanza, que genera paradojas entre: un riesgo de aceleración de la concentración de los saberes en un universo competitivo estimulado por una economía del conocimiento determinada por el mercado, una apertura (efectiva o ilusoria), que permite potencialmente a todo investigador, toda oferta de formación, acceder al mundo. Las contradicciones entre ambas dinámicas deberán hacernos reflexionar sobre la cuestión de las lenguas que acompañan este movimiento oscilatorio, entre concentración monolingüe y diversidad multilingüe. Para jugar un papel en este proceso, los estudiantes, los profesores, los investigadores y las instituciones de educación superior y de investigación han desarrollado estrategias variables de movilidad entrantes y salientes, y las agencias de financiación han creado programas, a veces muy ambiciosos, para acompañarlas. Pero, curiosamente, el papel de las lenguas en las elecciones de movilidad esta poco estudiado en detalle. Los idiomas no están valorados, ni como condicionantes, ni como recursos. La apuesta consiste por lo tanto en construir una política (inter)lingüística de las movilidades basada en estudios que muestran cómo el capital (inter)lingüístico favorece un desarrollo compartido de los saberes1. En efecto, cuando el estudiante, el profesor o el investigador se comunican, mezclan en sus discursos varios códigos: un código lingüístico general de expresión (lengua), un código de referencias y de argumentación, específico de su campo disciplinario, un código semiótico relacionado con su(s) cultura(s) de influencia (repertorio cultural). No puede haber unicidad ni concordancia perfecta entre estos códigos. Un solo idioma no basta para agotar las representaciones de los objetos materiales e inmateriales del mundo ni para resolver los problemas de la comunicación científica. Entraña más bien un riesgo de debilitar el discurso y el saber. La diversidad de las lenguas siempre fue una ventaja para la producción y la difusión de las ciencias y la traducción una coacción productiva, una fuente de enriquecimiento del pensamiento científico y de sus aplicaciones tecnológicas. El préstamo y la circulación de las nociones entre los idiomas es un principio de necesidad para la investigación. El enriquecimiento griego, latino y árabe de la denominación científica es conocido. El francés y el italiano de las tecnologías se influyeron recíprocamente en el siglo XIV. El sistema métrico, impuesto por la Revolución francesa para unificar las medidas, casi se impone luego en el mundo, generando un principio de traslado de las bases lexicales (el francés hecto se convierte en italiano etto y mètre se transforma en alemán en Meter); es también evidente que el inglés contribuye hoy a la formación de términos que designan numerosos objetos y conceptos tecnológicos o que el francés contribuye al ámbito jurídico anglosajón. Y podemos comprobar otras numerosas transferencias de conocimientos por creación lexical en una lengua y por su adaptación en otra (entre el mandarín chino y el japonés, entras las lenguas amerindias, entre el español y el portugués). Pero la cuestión más importante es la del lazo entre el lenguaje, la lengua y el pensamiento. ¿ Es el mundo, el que precede el lenguaje, pre organizado o bien es el lenguaje que lo organiza ? La cuestión famosa del adjetivo antepuesto o postpuesto muestra bien como decir el mundo puede 1 Entre 2006 y 2011 en Europa, el proyecto DYLAN- Dinámicas de las lenguas y gestión de la diversidad, tuvo como objetivo identificar las condiciones en lãs que la diversidad lingüística de Europa deviene un activo para el desarrollo del conocimiento y la economía (http://www.dylan-project.org/Dylan_fr/home/home.php , 17/10/12). 1 variar en tal o tal lengua: una partícula verde y a green particle no es exactamente la misma descripción: el español pone de realce el determinado estable (partícula) mientras que la lengua inglesa hace énfasis en un determinante variable (green). La orden sintáctica da cuenta variablemente de los desórdenes del mundo y el manejo de los tiempos verbales construye la realidad, una visión, una versión de la realidad. Expresarse en francés al futuro es representar etapas lógicas en un proceso (pasado, presente, futura), mientras que un anglófono ve el futuro como una hipótesis sobre el porvenir, con posibilidades inciertas de concretarse. En una charla con Borges, Sábato comentaba: « amar en castellano no es lo mismo que en francés. En francés se ama un bife o el arroz ». Es la riqueza del conjunto de las lenguas y de sus variaciones que permitió la acumulación de los conocimientos, su enseñanza y su difusión enriquecida por la traducción. Suspender o erradicar ese proceso, es condenar la ciencia a describir el mundo de un solo modo, también animando una pobreza metodológica, reducida a las prácticas construidas en el espacio lingüístico que las produjo. Parece difícil, estudiando en su realidad el funcionamiento de las interacciones sociolingüísticas concretas, obviar el hecho que las cooperaciones científicas internacionales representan interacciones plurilingües donde se producen ajustes progresivos de sentido entre los locutores. Cada día más móviles, los estudiantes, los profesores, los investigadores viven en una condición de “entre-las-lenguas”; esa constituye un capital lingüístico a la vez que un soporte de comunicación entre los actores y un objeto de transacción entre las instituciones. Conviene identificar los elementos que estructuran la composición orgánica del capital lingüístico, es decir la relación entra la parte constante (generalmente la(s) primera(s) lengua(s) adquirida(s) por los actores o las oficiales que imperan en las instituciones) y la parte variable del capital (las segundas, terceras, cuartas lenguas aprendidas o autorizadas por las instituciones). No se reduce el capital lingüístico a una acumulación de idiomas separados uno de otro en un actor o una organización. Las lenguas están en contacto permanente mediante la producción, la difusión y la enseñanza de los conocimientos entre los agentes móviles. Representa la suma de estos contactos y su potencial dinámico favorece que el conocimiento de uno se propague, haciendo crecer el conocimiento del otro. La inversión en el aumento y la diversificación del capital lingüístico en la universidad es una de las claves de su éxito en los procesos de internacionalización. En un informe de julio de 2009, la Academia Británica de Ciencias advirtió al Gobierno sobre los riesgos que enfrenta el desarrollo científico ante la siguiente situación: si los investigadores británicos son muy presentes en las conferencias en todo el mundo porque pueden expresarse fácilmente, independientemente del lugar geográfico donde se celebran, gracias a su práctica de la lengua hiper-dominante, muchas veces son incapaces de participar en intercambios paralelos (las conversaciones de pasillo), o de contestar directamente en idiomas distintos del inglés. Tampoco están en condiciones de integrar los aportes científicos publicados en otros idiomas. Las instituciones de educación superior y de investigación abiertas al mundo deben por lo tanto incluir una política (inter)lingüística explícita en el desarrollo estratégico de la investigación y de la enseñanza (Hamel, R.H., 2008). Entre el inter-lingüismo poligloto y el monolingüismo afásico, hay opciones para la educación superior y la investigación. Las universidades deben avocarse a facilitar todas las posibilidades de inter-comprensión entre grupos de lenguas para poder construir un continuum pluri-lingüístico de saberes y extender una oferta de servicios lingüísticos y formaciones de lenguas a escalas variables en los centros de idiomas. Así como lo muestra nuestra investigación teniendo como base un modelo teórico probabilista, un zócalo de tres lenguas con escalas de competencias variables pero sistemáticamente aprendidas por una población dada, permite numerosas posibilidades de inter2 comprensión (Asselin de Beauville, J.P., Chardenet, P., Rouillon, A., 2011). No es un gasto sino una inversión sobre la base del capital lingüístico existente. BIBLIOGRAFIA ASSELIN DE BEAUVILLE, J.P., CHARDENET, P., ROUILLON, A., 2011, “Un modèle probabiliste pour la diversité linguistique : le cas de la romanité dialogale” , dans L’intercompréhension et les nouveaux défis pour les langues romanes, sous la direction de Álvarez, D., Chardenet, P., Tost, E., Union Latine / AUF, pp. 75-119. CHARDENET, P., 2010, "Observer les espaces d'interlocution plurilingues et les pratiques langagières dans des langues associées", dans Blanchet, P., Martinez, P., Pratiques innovantes du plurilinguisme (dir.), Editions des Archives Contemporaines Editions Scientifiques GB, Paris, pp.121-130. HAMEL, R., E., 2008, “Les langues des sciences et de l’enseignement supérieur : état actuel et perspectives d’avenir”, Séminaire international sur la méthodologie d’observation de la langue française dans le monde. Agence Universitaire de la Francophonie (AUF) & Organisation Internationale de la Francophonie (OIF) (eds.), Éditions OIF, Paris, 193-203. Biografía Patrick Chardenet es profesor en ciencias del lenguaje en la Universidad de Franche Comté; ha impartido clases en la Universidad de Paris 3 Sorbonne Nouvelle, 2000-2010 y en la Universidad Stendhal Grenoble 3, desde 2006. Ha sido profesor invitado en la universidade do Vale do Rio dos Sinos y en la Universidade de São Paulo, en Brasil. Entre 2005 y 2010, se ha desempeñado como director delegado a la Agencia Universitaria de la Francofonía para la “Lengua y Comunicación científica en Francés” y desde 2011, es responsable de la Unidad para América Latina de la Oficina de las Américas en São Paulo. Desde 2012, es investigador en la Unidad de Investigación ELLIADD (Ediciones, lenguajes, literaturas, informática, artes, didácticas y discursos) de la Universidad de Franche Comté. Pertenece a los comités científicos, editoriales y de lectura de distintas revistas en Francia y otros países (Recherches & Applications: le français dans le Monde ; Français & Société –revista de política y adaptación lingüística del francés, Bélgica; Revue japonaise de didactique du français ; Calidoscópio- programa de pós-graduação em Linguística Aplicada da Unisinos, Brasil; Synergies-Argentina; Synergies-Brasil; Synergies-Canadá; Synergies-Portugal). Fue editorialista del boletín Le français à l’Université (2005-2010) y miembro de consejos de orientación, por ejemplo en el IRRFLE (Instituto de investigación y formación en francés-idioma extranjero de la Universidad de Nantes, France) y en el programa French Heritage Language, Estados Unidos. Desde 1992, publicó unos 40 artículos en revistas científicas y un libro de autoría única .Co-dirigió tres obras colectivas y contribuyó a ocho obras de autoría múltiple. Después de haber desarrollado una perspectiva crítica de la evaluación en didáctica de las lenguas, fundada en un análisis del funcionamiento idiomático de la actividad evaluativa, su línea actual de investigación concierne el estudio de los impactos por contactos en las lenguas en flujo y polos demo-lingüísticos. Indaga cómo los contactos reales y virtuales mediante los que los idiomas se interconectan en el marco de espacios de interlocución desterritorializados contribuyen a modificar los ángulos de las políticas lingüísticas y didácticas, orillando a un inter-linguismo metodológico. http://patrickchardenet.unblog.fr/ 3